¿Cómo se ha llevado a cabo el progreso económico y social en
Asia y Europa durante el siglo XX?
El caso Japonés
Su despegue económico se vincula con la restauración de la dinastía Meiji en
1868, circunstancia que en el terreno político-social significó el fin del feudalismo y de la hegemonía del régimen Tokugawa, asentado en la figura del shogun, que denominaba el país desde 1603.
El sistema feudal se vio afectado de manera progresiva por la irrupción de
relaciones comerciales que cambiaron los países agrarios y los métodos de producción, a los efectos de responder a las demandas de los núcleos urbanos.
En las ciudades, la producción artesanal era diversificada, elaborada sobre la base
de tecnologías primitivas, implementadas por industrias controladas por gremios similares a los europeos, así como también por trabajadores domésticos instalados en el campo y coordinados en sus tareas por un mercader.
El cuarto de siglo comprendido entre 1913 y 1938 constituyó para el Japón un
periodo de acelerada expansión. Las estadísticas actualizadas de los últimos trabajos de MADDISON muestran que experimentó las más altas tasas mundiales de crecimiento del producto interno.
El predominio del confucianismo en la sociedad japonesa implicó el asentamiento
de una visión del mundo que justifica el orden social existente y el encolumnamiento detrás de la autoridad. De esta manera, el pueblo participó del proyecto nacionalista y expansionista de los militares en la década del 30, y más tarde avaló el modelo de desarrollo impuesto desde el poder tras la debacle de la guerra.
Evolución de las economías de Europa
La Segunda Guerra Mundial afectó de manera dramática la vida económica y
social de Europa central y oriental, incluyendo la Unión Soviética, Países como Polonia, Hungría y Yugoslavia fueron devastadas durante las duras luchas del final de la contienda. Las pérdidas de mano de obra fueron enormes, tanto a causa de las muertes como de las migraciones masivas; en este último caso, en virtud de que al hundirse el régimen del Tercer Reich se produjo una redefinición de las fronteras, que implicó la movilización de millones de personas.
El objetivo esencial de la política económica era la industrialización autárquica,
basada en la nacionalización generalizada.
Se reconoció que la nacionalización total era impracticable, dad o el fuerte apego
de los campesinos a la tierra. El objetivo consistía entonces en entregarles tierras a quienes carecían de ella o en aumentar el tamaño de los minifundios que resultaban inviables en términos productivos.