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La complejidad de poner en juego distintos niveles sensitivos para

crear una atmósfera arquitectónica

Alumnos: Nicolás De Lorenzo y Lucio Merle / Teoría de la Arquitectura / Cátedra Mele

“La complejidad de poner en juego distintos niveles sensitivos para


crear unaatmósfera arquitectónica”

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¿Cómo es que una obra de arquitectura llega a conmovernos? ¿Cómo hacen algunos
espacios para trasmitirnos una variedad de sensaciones, mientras que otros pasan de forma
inadvertida? A continuación vamos a analizar dos obras que logran crear una atmosfera capaz
de hacernos salir de nuestro lugar de confort, despiertan emociones en nosotros y hacen la
percepción mucho más vívida; estas son la Capilla de Bruder Klaus de Peter Zumpthor y las
Termas Geométricas de German del Sol.

Pero ante todo¿Qué es este conjunto de sensaciones que nos produce un espacio al que
definimos como una atmosfera?PetherZumpthor en su libro Atmósferas (2006) define:
La atmósfera habla de una sensibilidad emocional, una percepción que funciona a una increíble
velocidad y que los seres humanos tenemos para sobrevivir […] Al ubicarnos en una situación hay
algo dentro de nosotros que nos dice enseguida un montón de cosas, un entendimiento inmediato,
un contacto inmediato, un rechazo inmediato. […] Pero, ¿Qué me ha conmovido allí? Todo, las
cosas, la gente, el aire, los ruidos, los colores, las presencias materiales, las texturas, y también
las formas. Pero también me ha conmovido mi estado de ánimo, mis sentimientos, mis propias
expectativas estando allí. Hay un intercambio entre las personas y las cosas.

En base a esta definición podemos rescatar que la atmósfera está definida por el intercambio
producido entre las cualidades del lugar y el impacto que estas nos generan según nuestra
experiencia. Pero ¿Cómo lograr un mayor impacto de un espacio en nosotros?

Los arquitectos al diseñar están acostumbrados a poner en juego solamente a un nivel


sensorial, la vista. Poniendo en juego a este sentido por sobre todos los demás. Pero qué
pasa si se diseña una arquitectura que no solamente comprenda su vivencia visual, sino que
empiece a apelar a distintos niveles sensoriales, entrando en juego además de la vista, el
tacto, el oído y hasta el olfato. Como resultado nos encontraríamos con un diseño mucho más
complejo que consiga un impacto sensorial mucho mayor en nosotros.

En su libro “los Ojos de la Piel” JuhaniPallasmaa nos propone ir a una arquitectura que entre
en contacto con el cuerpo entero. Juhani afirma:
La arquitectura “enriquecedora” tiene que dirigir todos los sentidos simultáneamente y el
fundamental cometido mental de la arquitectura es el alojamiento y la integración ya que la
arquitectura articula las experiencias del ser. […] Cada experiencia conmovedora de la arquitectura
es multisensorial: las cualidades de la materia y de la escala se miden en partes iguales por el ojo,
el oído, la nariz, el tacto, la piel, la lengua, el esqueleto, y los músculos. La arquitectura fortalece la
experiencia existencial, el sentido de cada uno de ser-en-el-mundo, y esto constituye una
experiencia fortalecida del yo.

En estas dos obras podemos ver como se complejiza su resoluciónen la búsqueda de generar
una atmosfera muy particular, intentaremos abordarlas por la forma en que estos climas son
creados a través de la percepción multisensorial.

En la capilla del Campo Bruder Klaus de Peter Zumpthor podemos ver como hay una
intención de poner en juego todos los sentidos, de buscar sacar al usuario de su lugar de
confort, que se sorprenda, que no comprenda lo que siente, que ponga en juego todo el
cuerpo al vivirla.

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Esta complejidad está fundada, en parte,por sus contrastes.
Mientras que desde el exterior se pueden reconocer formas
totalmente regulares y puras (su volumetría prismática, su
acceso triangular), en el interior vemos unas formas
totalmente irregulares producto de su encofrado natural.

La ubicación en el terreno de la obra de Zumpthor también


es contradictoria, mientras que desde el exterior podemos
ver un objeto totalmente desarraigado, que no pertenece al
entorno en el que está ubicado (resaltado a través de una
zapata rectangular en sus apoyos). Pero desde el interior se
percibe un total arraigo al terreno como si las paredes
nacieran directamente desde la tierra. Esta característica
exterior de desarraigo, una pieza maciza de gran masa
apoyada sobre la tierra da una gran sensación de
arquitectura estereotómica.

La experimentación constructiva es el resultado de una


búsqueda de una explotación sensorial del espacio. El
proceso consistió en la construcción de un encofrado interior
realizado con troncos de árboles del lugar. Una vez
terminado el encofrado, se vertieron
capas de hormigón que fueron
apisonadas encima de la superficie
existente, cada una con alrededor de 50
cm de espesor y durante 24 días, a
capa por día. Cuando las 24 capas de
hormigón se habían vertido y secado, la
estructura de madera fue incendiada, el
lento quemado duró 3 semanas,
dejando tras de sí una cavidad hueca
ennegrecida, con un negativo de
paredes carbonizadas en las que
quedaron pocos rastros de los troncos
originales.

El resultado es un recorrido totalmente sublime, trabajando con una variedad de sensaciones


más fuertes de los que la mente es capaz de asimilar. El recorrido comienza con una
observación del objeto desde el exterior, ubicado en medio del campo se da una pérdida total
de la dimensión del edificio, que se comprende recién al acercarnos a este. Al ingresar al
edificio se vuelve a dar un pérdida total de la noción de estala de este, el rastro de líneas
verticales que dejo el encofrado, todas estas apuntando hacia el óculo de ingreso de luz llevan
nuestra sensación de elevación al infinito, a lo trascendental. Es un juego de combinación de
un lugar totalmente agradable pero que a la vez no podemos comprender.

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El trabajo de la luz en la capilla se puede
encontrar perfectamente explicada en su libro
Atmosferas, cuando Zumpthor explica la forma de
experimentar con la luz y sus intenciones:
Una de mis ideas preferidas es primero pensar el
conjunto del edificio como una masa de sombras,
para, a continuación –como en un proceso de
vaciado-, hacer reservas para la instalación que
permita las luces que queremos. […] En lo que se
refiere a la luz, natural y artificial, debo confesar que
la natural, la luz sobre las cosas, me emociona a
veces de tal manera que hasta creo percibir algo
espiritual. Tengo entonces la sensación de que hay
algo más grande que no entiendo. Siento un gozo
inmenso y estoy infinitamente agradecido de que
haya algo así.

Aquí no solamente se puede ver cómo logró este


ingreso de luz celestial sino que al hablar de una
sensación “más grande que no entiendo, que
genera un gozo inmenso” utiliza prácticamente la
definición de sublime de definirla.

El juego de los sentidos se potencia con la


aparición de nuevas experiencias sensoriales
que no estamos acostumbrados a tener. Por
un lado el olfato, con el fuerte olor a quemado
que dejó la quema del encofrado de troncos,
como también interactuamos con la obra
fuertemente a través del tacto, con estas
superficies rugosas y ennegrecidas, que dan
por resultado una atmosfera muy particular.

El banco dentro de la capilla marca la noción


de esta atmósfera que tiene Zumpthor,
permitiéndonos quedarnos a observar aquí,
como una persona sentada en el banco de
una plaza solamente conmoviéndonos con
las cualidades del lugar e interactuando
sensorialmente con este.

En las Termas Geométricas ubicadas en Coñaripe, un Parque Nacional en Chile, German del
Sol también trabaja en la búsqueda de un ambiente espacial muy particular, pero este es dado

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principalmente debido a una relación compleja entre la obra arquitectónica y el paisaje, como
también a través de la estimulación multisensorial.

Al analizar la implantación y relación con el paisaje, se puede ver una intención de disolución
de los límites de la arquitectura. Esta obra se podría tanto catalogar como una obra de
arquitectura como también como una de paisajismo. Esta disolución de los limites disciplinares
es lo que le permite estrenar relaciones novedosas con el paisaje trabajando con el entorno
como complementariedad; realizando una dualidad entre la mimesis y la exaltación visual
simultáneamente: desde los materiales y la geometría se puede ver como se produce un
acomodamiento a la naturaleza, pero simultáneamente posee un color rojo que resalta
claramente en el lugar.

El hecho de hablar de “termas geométricas” ya nos conlleva la unión de lo totalmente natural


como son las termas con lo totalmente artificial como lo son las geometrías trabajadas.

Un factor que tiene mucha


importancia en la creación de este
ambiente es la creación de un
recorrido. La incorporación del
factor tiempo, movimiento, la
posibilidad de ir descubriendo el
lugar a medida que se recorre,
lugares que permiten alternar el
contemplar con el recorrer, el
avanzar y frenar.

Este factor es muy bien explicado


en los puntos que marca Zumpthor
para la creación de una atmósfera
y define como “Entre el Sosiego y
la seducción”:

Sin duda, la arquitectura es un arte espacial, pero también un arte temporal. Para mi es
increíblemente importante inducir a la gente a moverse libremente. Los pasillos conducen a la
gente, pero también pueden seducirla dejándola libre, permitiéndole pasear pausadamente. En
ocasiones, lograrlo tiene un poco que ver con la escenografía. Como arquitecto, tengo que
asegurarme de que eso no se convierta, acaso sin quererlo, en un verdadero laberinto. Conducir,
inducir, dejar suelto, dar libertad.

Este recorrido está


totalmente marcado por
el estímulo de otros
sentidos. Por un lado la
ubicación de la pasarela

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por sobre el río con el sonido del agua fluyendo y cayendo por sus distintas cascadas marca la
intención de insertarnos totalmente en la atmosfera del paisaje.

Otras formas de estimular los sentidos para crear una atmósfera es a través del juego del
tacto, de temperaturas frías y calientes (temperatura del lugar y de las termas), la humedad
del entorno y sus neblinas, la incorporación de la vegetación al recorrido y su fuerte olor. Si
bien son características propias del entorno en el que se está trabajando, la forma en que nos
incorpora totalmente despojados e inmersos en el paisaje pero a la vez con un recorrido tan
marcado, terminan de calificar a esta atmósfera arquitectónica-paisajista.

BIBLIOGRAFIA:
Atmósferas (2006) – Peter Zumthor
Los Ojos de la Piel (1996) –JuhaniPallasmaa

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