EL IMPERIO CAROLINGIO – ALTA EDAD MEDIA (S IX-XII)

Pipino el Breve

La dinastía Carolingia surge en el año 751 en Europa Occidental, ocupando los

territorios de la actual Francia, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica y norte de
España, cuando Pipino el Breve despojó del trono franco a Childerico III y se
proclamó rey. Pipino había heredado el cargo de mayordomo de su padre
Carlos Martel y aprovechando los disturbios que se originaron en la España
musulmana se coronó rey con apoyo del papado dando origen a la dinastía
Carolingia. Recibió el apoyo del papado con el fin de que lo defendiera contra
los Lombardos, realizando dos expediciones (754 y 756) en el norte de Italia y
arrebatando la ciudad de Narbona en el 759. Esta alianza se hizo cada vez
más firme de modo que a su muerte en el 768 el papado presto su apoyo a sus
herederos: Carlos y Carlomán (el reparto económico de las tierras era por
tributo).

Carlomagno

Tras la muerte de Carlomán, en el 771 asume el poder Carlomagno quien

constituyo un vasto imperio a través de la conquista de los Sajones (772 -803),
la de Baviera, y la anexión de la parte occidental del Imperio Avaro. Dicho
imperio estaba organizado en Ducados y estos por Condados dando inicio al
localismo, además de las Marcas, zonas que funcionaban en las fronteras.

Como resultado de sus conquistas contra los infieles, el Papa León III lo corona
Emperador el 25 de diciembre del año 800 con la idea de restaurar el antiguo
Imperio Romano para formar una defensa eficaz contra los musulmanes. En
busca de reconocimiento se enfrenta a Bizancio, el cual logra en el 814 tras la
devolución de Venecia y las tierras al norte del Adriático.

Causas del desmoronamiento del imperio

Pero la organización del imperio presentaba problemas para mantener la

unidad debido a la falta de intercomunicación y el localismo, que luego daría
origen a la organización feudal. A estos problemas internos se les sumarian las
llegadas de los Escandinavos (Normandos, noruegos, suecos y daneses)
desde el norte, de los musulmanes de Ifriqiya desde el sur y de los Magiares
(húngaros) desde el este, generando el desmoronamiento del imperio
(comienzos del SIX).

En el 814 muere Carlomagno haciéndose cargo del imperio su hijo Ludovico

Pio quien divide el reino entre sus tres hijos: Lotario, Luis y Carlos, pero el
nacimiento de su cuarto hijo reanuda el conflicto de sucesión.

Reparto de Verdún

En el 840 muere Ludovico Pio y sus hijos continúan luchando entre sí por el
poder hasta el Reparto de Verdún (843 división económica por la agricultura),
donde Lotario I, el hijo mayor es nombrado emperador de Italia y recibe un
pasillo desde el Mar del Norte hasta el Mediterráneo (valles de los ríos Ródano,
Saona, Mosa y Rin), Luis recibe los territorios del este del río Rin (Germania) y
Carlos los del oeste del río Rin (Galia, actual Francia). Este reparto acentúa el
sistema feudal ya que obliga a todos a buscar protección frente a los invasores
bárbaros, poniéndose en la órbita de poder de un señor feudal para mantener
sus tierras. Como resultado, se fortalece la institución del vasallaje, provocando
que se cierren cada vez más los sistemas y sean más autosuficientes. La
relación de vasallaje se da entre nobles y establece una dependencia política
del rey frente a sus nobles y viceversa (sistema jerárquico).

Reparto de Meersen

Tras la muerte de Lotario se produce el Tratado de Mersen (870) en el cual Luis

y Carlos se reparten la Lotaringia excepto Italia que queda en manos de Luis II
(hijo de Lotario) quien es coronado emperador.

Reparto de Ribemont

Más tarde en el 880 se produce el reparto de Ribermont en el cual Carlos el

Gordo (tercer hijo de Luis) es Emperador y Rey de Italia en 881, único Rey de
Germania (882) y Rey de Francia Occidental (884), por lo cual logra una breve
unidad Imperial hasta su muerte en el 882 que produce el fracaso de la unidad
Carolingia y genera la desaparición del título Imperial en el 924.

Otón I

Mientras que en Francia Occidental se alternan Reyes Carolingios y Reyes de

la Familia de Eudes, en Germania la Corona real recae en el Duque Conrado
de Franconia y luego en el duque Enrique I de Sajonia, cuyo hijo será Otón I al
cual el Papa Juan XII Corona Emperador en el 962. Otón conquista España y
creo al Sacro Imperio Romano Germánico, consolidando su poder conteniendo
los señores locales. Para lograr el reconocimiento de su título ataca a Bizancio
y este se lo concede en el 972.

Otón II y Otón III

Tras su muerte reinara Otón II (973-983), quien reemplazara el título de

imperator augustus por el de emperador de los romanos. A este le sucederá,
Otón III (último emperador Sajón), quien proclama la restauración del Imperio
Romano (998), lo cual no se vio reflejado en la realidad ya que debe reconocer
la independencia de Polonia y Hungría en el año 1000 y el pueblo de Roma se
levantó contra él provocando su muerte en el 1002.

Tras su reinado se hará cargo del poder Enrique II (duque de Baviera) quien se
contentará con volver al imperio asentado sobre el reino Franco.