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REVISTA DIXI Nº 12, ABRIL DE 2010, Centro de Investigaciones Jurídicas, UCC Bucaramanga
Resumen.
Los problemas ambientales han movilizado los intereses de la comunidad mundial, logrando la
proclamación y pacto del Desarrollo Sostenible en la cumbre de Río -1992-, como concepto orientador en
el restablecimiento de condiciones sociales y ambientales que aseguren la vida digna en el planeta, sin
embargo, hoy después de 17 años no es fácil asegurar si se avanza en dicho propósito, al no contar con
instrumentos de control y evaluación, ni con una cultura de responsabilidad que modifique las conductas
de los actores sociales -Estado, empresa y sociedad civil-, en la protección y recuperación del ambiente y
la eliminación del flagelo de la pobreza, que conlleven a un bienestar social con proyección generacional;
solo posible de alcanzar si se piensa y actúa en un Desarrollo Con Responsabilidad Social.
Palabras Clave
Contabilidad Ambiental; Sostenibilidad Ambiental; Desarrollo y Responsabilidad Social; Desarrollo
Sostenible; Problemática Ambiental; Calentamiento Global; Cambio Climático.
Abstract.
Environmental problems have mobilized the world community interests, making the declaration and
agreement on the Sustainable Development Summit in Rio -1992 -, as a guiding concept in the restoration
of social and environmental conditions that ensure decent life on the planet, but today after 17 years is not
easy to ascertain whether progress is made in this purpose, not having control and assessment tools, or
with a culture of responsibility to modify the behavior of social actors-states, business and civil society, in
protecting and restoring the environment and eliminating the scourge of poverty that lead to social welfare
generational projection; only possible to achieve if one thinks and acts in a socially responsible
development.
Keywords
Environmental accounting - Sustainable development - Environmental sustainability - Socially responsible
development - Environmental problems - Global warming - Climate change.
Introducción
El Calentamiento Global es en gran medida, resultado del cúmulo de errores cometidos por la
humanidad en su historia, acentuándose desde la revolución industrial y en orden al pensamiento
económico, orientador del desarrollo de las naciones. Por un lado el pensamiento liberal clásica y la teoría
neoclásica, origen de la Economía Capitalista, en la cual, el desarrollo se soporta en la racionalidad
económica de mercado, con enfoque en el principio de la escasez1, excluye de sus postulados la dimensión
ambiental, al ser considerado el contexto natural como bienes libres por su aparente abundancia e
inagotabilidad, y por otro lado, la teoría económica socialista que se fundamenta en el bienestar social, la
igualdad y la equidad, enfoca el desarrollo económico en las relaciones sociales de producción, en busca
de la optimización de los recursos para la satisfacción de necesidades y en los excedentes para el
crecimiento, pero al igual que el pensamiento capitalista no le atribuye importancia al contexto natural. De
ahí, que estas concepciones merezcan especial atención para avanzar en el verdadero desarrollo, el cual
incorpore una racionalidad integral, en la búsqueda de un equilibrio entre las dimensiones que aseguran la
calidad de vida con proyección generacional, -económica, social y ambiental-.
Si bien, ya han transcurrido más de 15 años, del pacto sobre Desarrollo sostenible, celebrado en la
cumbre de Río de Janeiro (1992), hoy es impreciso afirmar el logro de tan anhelado proceso, ante la
creciente incertidumbre sobre el panorama ambiental del planeta y una cada vez más azotada población
por el flagelo de la pobreza. Más del 50% de la población del mundo se encuentra en condiciones de
pobreza, siendo aún más preocupante cuando la tercera parte se considera en estado de miseria; márgenes
que han seguido aumentando desde el mencionado pacto.
De hecho, la incertidumbre en la comunidad mundial para enfrentar los problemas ambientales del
presente y alcanzar el bienestar humano con proyección generacional, entraña procesos, económicos,
sociales, ambientales y políticos, en donde la humanidad sea beneficiaria y agente dinámico de aquel
desarrollo que asegure su supervivencia con calidad de vida. Desarrollo que garantice el bienestar presente
sin comprometer la calidad de vida de las futuras generaciones, es decir un desarrollo con
“Responsabilidad Social -RS-2”; posible de alcanzar sólo si se frenan las amenazas, “El Cambio Climático
y la Pobreza”. En consecuencia, como tema de reflexión se plantea la importancia de una cultura de RS
como eje del desarrollo, para encarar los problemas ambientales, principal amenaza para conservar la vida
en el planeta.
Detener y reducir el calentamiento global y la contaminación del planeta, no es tarea fácil sin el
compromiso de todos los actores del desarrollo en cada nación, Estado, empresa y sociedad civil; con
acciones concretas en la reducción de contaminantes y gases de efecto invernadero, detener la
deforestación e impulsar la reforestación, y la incorporación de sistemas de información y evaluación de la
sostenibilidad ambiental, con monitoreo permanente, entre otros.
En sí, enfrentar el fenómeno de cambio climático implica abordar el tema de RS desde el sistema
de educación; reorientar la racionalidad económica con postulados y propósitos de RS, y variables de
enfoque integral; una política fiscal coherente con la conservación ambiental que posibilite el PSA como
estrategia de conservación y no con políticas economicistas que legitiman la contaminación, con el
aparente PSA, con la certificación de captación de CO2 en mercados especulativos y sub-reales; un control
integral de los recursos naturales en los diferentes rangos geográficos y un Sistema de Contabilidad
Ambiental nacional (MANTILLA, 2005).
1
El Economista británico Lionel Charles Robbins, como uno de los primeros conceptos contemporáneos, define la economía
como: “La economía es la ciencia que analiza el comportamiento humano como la relación entre unos fines dados y medios
escasos que tienen usos alternativos”.
2
Principio supremo moral formulado por el filosofo Alemán Hans Jonas (1979) "Actuar de forma que los efectos de tu acto sean
compatibles con la permanencia de una vida humana genuina".
no renovables, a la persistente carga de contaminantes, y en medio de constantes desatinos económicos,
causante de los profundos desequilibrios sociales que evidencian el flagelo de la pobreza, característico en
nuestros días. Condición que hace que la búsqueda de soluciones al problema de la supervivencia sea un
tema de incertidumbre difícil de resolver, si se tiene en cuenta que las acciones contra la naturaleza, han
estado siendo concebidas y fomentadas bajo constantes desatinos del pensamiento económico; no
obstante, de este emerger el compendio de teorías que procuran la solución al problema del bienestar y
supervivencia del hombre; llegando a ser causante de profundos desequilibrios sociales, acentuado en el
flagelo de la pobreza, y de un conflicto ambiental sin precedentes, al imperar los intereses del capitalismo
y el individualismo, en la casi totalidad de estados del mundo.
Errores históricos, que en esencia han conllevado y son la respuesta a una noción imprecisa del
desarrollo, al concentrarse sobre las cosas o satisfactores materiales de las necesidades y los medios para
acceder a los mismos, y no sobre su origen y tipología; desconociendo el papel que juega el contexto
natural o ambiental en la supervivencia y bienestar del hombre, y que en realidad el desarrollo se refiere es
a las personas y no a las cosas (MAX-NEEF, 1996); lo que ha conllevado a que los modelos orientadores
del mismo, resulten excluyentes de significativos segmentos poblacionales y desarticulados del contexto
ambiental, impidiendo la estabilidad o mejoramiento de condiciones de bienestar social con equidad, y
construyendo un medio natural cada vez más degradado, que impide el desarrollo con proyección
generacional.
En respuesta a las dificultades sociales y ambientales, se efectuó la primera gran cumbre de la
tierra, “la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD)”, Río
de Janeiro -Brasil 1992-, liderado por la Organización de las Naciones Unidas “ONU”. Ahí se destacan
significativos avances con el compromiso de los diferentes gobiernos allí reunidos, sobre repensar el
desarrollo económico hacia la eliminación de las descompensaciones sociales y controlar la creciente
destrucción de la naturaleza y el ambiente; firmándose el pacto mundial del Desarrollo Sostenible,
“………. el cual enfrenta las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras
generaciones de hacer frente a sus propias necesidades” (ASOCARS, 2002).
Los compromisos establecidos en la cumbre; obliga la orientación del desarrollo con propósitos
sostenibles, en el marco de una economía globalizante como referente del imperativo Neoliberal; lo que
implica el avance en saberes y acciones que eliminen toda incertidumbre sobre la permanencia de la vida
en la tierra y por consiguiente, la del género humano en condiciones de bienestar individual y social.
Si bien, como ha quedado demostrado en el tiempo, los procesos productivos conllevan de manera
inevitable al agotamiento de recursos tanto renovables como no renovables por su utilización; la situación
se hace más inexorable, al corresponder la producción a procesos de explotación de los recursos de
manera inapropiada y con sus residuos, desechos y emisiones contaminan el medio, alterando las
características de la naturaleza; lo que obliga la búsqueda de alternativas productivas que coadyuven al
alcance de un equilibrio entre los componentes que aseguran la permanencia de la vida en el planeta, y a
una rigurosidad en la búsqueda de herramientas e instrumentos de política de desarrollo, entendido este
como un proceso integral y de equilibrio, entre la dimensión económica, la social y la ambiental.
“Garantizar un ambiente sano, implica dejar de lado el interés económico individual, en busca de
un beneficio social o colectivo. Abandonar la racionalidad económico-financiera, por una
racionalidad integral, -Económica, social y ambiental” (MANTILLA, 2008).
3
Bien es todo elemento material capaz de satisfacer una necesidad, mediante su uso directo o indirecto, reportando valor de uso o
utilidad; las diversas categorías de bienes han sido introducidas a lo largo de la evolución de las diferentes ciencias.
como ser social y con capacidad racional, la fue sometiendo, iniciando los procesos de explotación y
transformación.
La articulación de los temas ambientales a la ciencia económica se debe abordar desde las bases
ecológicas de producción, expresadas en la oferta natural de bienes y servicios ambientales y en la
determinación de costos por contaminación de los mismos. Sin embargo, la integración variables
referentes a la naturaleza en la economía enfrenta los problemas, al deberse traducir los costos de uso,
conservación y restauración en una medida homogénea de valor, pues la valoración monetaria de los
recursos está sujeta a sucesos ecológicos -regeneración y productividad-, que no corresponden a ciclos
económicos, ni a procesos sociales y culturales, reducidos a la esfera económica. Así, la adhesión de las
condiciones ambientales de la producción y los costos ecológicos a la economía del valor, implica la
necesidad de caracterizar los procesos sociales que otorgan valor a la naturaleza.
En el proceso de seguimiento a la sostenibilidad ambiental y en la ejecución de la política
económica, se deben precisar tres conceptos de valor, el del inventario de recursos naturales, del cambio o
costos ambiental y el de los BSA, pues cada uno tiene una utilidad específica en el manejo ambiental del
país. En el razonamiento hacia el valor ambiental aproximado, es importante contemplar variables como:
Costos de Recuperación; Costos de Reposición; Costos de Oportunidad o Alternativos; Beneficios
Económicos, Sociales y Ambientales, y Costo de Externalidades Económicas, Sociales y Ambientales
(MANTILLA, 2008).
En sí, al estar los ecosistemas constituidos por una comunidad biótica y un medio físico donde
interactúan como unidad funcional, su valor como inventario natural lo determina la valuación agregada
de todos sus componentes, mientras los costos ambientales estarán constituidos por las pérdidas de
recursos, en adición al valor de las externalidades que cause en el hombre, su economía y su contexto, y el
valor de los servicios ambientales ofertados a las comunidades y cuya obtención no corresponde a
mercados especializados, se determina es por lo que deja de percibir quien ostenta la posesión, propiedad
o dominio, del suelo que contiene el ecosistema, asegurando la disponibilidad de BSA. (MANTILLA,
2006)
En conclusión, el desarrollo, como proceso dinámico de supervivencia y bienestar generacional,
implica una sinergia entre las tres dimensiones del desarrollo, si se quiere asegurar la vida en el planeta.
Estos dimensiones, -económico, social y ambiental-; aunque medibles y evaluables independientemente,
solo con su análisis integral en un sistema de contabilidad nacional, permite el reconocimiento de los
avances en el desarrollo sostenible. Siendo de importancia enfatizar, que la contabilidad ambiental no
debe ser incluida dentro de la estructura de las tradicionales cuentas nacionales, por centrarse en el registro
de valores establecidos para los recursos naturales, los cuales no obedecen a contrapartidas monetarias o
económicas, puesto que el valor de la naturaleza es independiente en lo absoluto, de todo proceso
económico y por que el valor de su agotamiento, supera el de los bienes obtenidos en su explotación;
pudiendo llegar a desdibujar los resultados contables tradicionales. En consecuencia, la contabilidad
ambiental debe operar como un sistema satélite, que suministre los datos de evaluación integral del
desarrollo, mediante información cruzada y evaluación por indicadores.
RS
RS
RS
* CONTABILIDAD
AMBIENTAL
SISTEMA DE
CONTABILIDAD NACIONAL
*La sociedad Civil, como conjunto de individuos receptores de las consecuencias de los procesos
contaminantes y descompensaciones económicas, esta comprometido con su propio flagelo e
incertidumbre, con la equivocada racionalidad como consumidor y actor del desarrollo. Es ella, con la
desmedida actitud de consumo, quien estimula al mayor depredador de la naturaleza, el hombre como
empresario, para que siga con su acción para proveerlo de medios o satisfactores de aparentes necesidades
-caprichos de consumo o deseos-. La RS social de la Sociedad Civil debe ser reflejada en el cambio de
actitudes consumistas, con respeto y una conducta conservacionista de los recursos de la naturaleza y el
ambiente, y en su convivencia responsable con sus semejantes.
Los individuos tienen la responsabilidad de disponer de manera adecuada los residuos, generados
en sus consumos, con el fin de no contaminar su medio natural, lo cual repercute en su propio bienestar,
causando deterioro en las condiciones sanitarias entornales, que incide directamente en la salud de los
seres humanos.
En síntesis, si se asume la responsabilidad, como el respeto por la vida de las futuras generaciones
y es el desarrollo el que garantiza el bienestar presente y futuro de la humanidad, es la RS la conducta y el
principio que asegura avanzar en la eliminación de los males del presente en la humanidad, la erradicación
de la pobreza y el retorno al equilibrio ambiental del planeta. RS que debe ser asumida por todos los
actores sociales de las naciones.
BIBLIOGRAFIA: ABELIUK, R. (1993). “Las Obligaciones”. Tomo I. Ed. Jurídica. Santiago.
165 Págs. ASOCARS. (2002) El Conversatorio, Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible. Bogotá,
Casa Editorial El Tiempo, Año 1 N° 1, Mayo del 2002. JONAS, H. El principio de Responsabilidad.
Ensayo de una ética para la civilización tecnológica. Editorial Herder. Barcelona. 1995. p. 40.
MANTILLA E., LÓPEZ JV., VERGEL C. (2005). Medición de la Sostenibilidad Ambiental. Ed. Educc.
Bogotá. P. 16. MANTILLA E. (2008). Valoración de Bienes y Servicios Ambientales, Escenario piloto El
Rasgón. CDMB. Bucaramanga- Col. 63 pag. MANTILLA E. (2006). La Contabilidad Ambiental En El
Desarrollo Sostenible, Revista Internacional Legis De Contabilidad & Auditoría, Nº 25, p. 133-160.
MAX-NEEF, M. Desarrollo a escala humana. Una opción para el futuro. Developen Dialoque. Nº
Especial l9-93. Informe Mundial Sobre Desarrollo Humano 2007-2008, Disponible en Internet:
[consultado mayo 30, 2009] http://www.pnud.org.co/sitio.shtml