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Columna de Opinión

Por Yina Porto E.

¡LA ERA CAVERNÍCOLA!

El pasado mes, con el grupo de Ecología en el cual estoy inscrita en la universidad, realizamos una
importante salida de campo a los corregimientos de San Cristóbal y San Rafael, en donde
evidenciamos, que los seres humanos podemos vivir en el planeta organizando las dinámicas vitales
de manera diferente, y en forma pertinente, sin dejar de lado las necesidades básicas y algunas
costumbres, que como humanos hemos adoptado por generaciones, y que se encuentran implícitas
en nuestro ser como modo de vida, no obstante, en estos lugares las personas conviven con la
naturaleza, de una forma sinigual, en lo que respecta a ser dependientes solo de lo que la madre
tierra les provee, y personalmente me pregunto, ¿Quiénes son los hombres modernos, y quienes
los cavernícolas?.

Por lo menos para mí, esto demuestra que cuando nos denominamos a nosotros mismos como el
hombre moderno, no tenemos en cuenta que habitamos en las cavernas de la tecnología, del dinero
y el consumismo, y adivinen que; nos estamos enfermando, vendiendo nuestros tiempos de
descanso, y acabando con lo que por siglos ha sido sustento de vida.

En San Cristóbal, “la traviesa”, siendo ahora una finca cafetera, es prueba de ello, Cesar y Humberto
son los protagonistas de esa experiencia que les ha llevado años, aprender a escuchar la naturaleza
y plasmarlo en este suelo, que pedía a gritos nutrientes de forma natural, para poder ser productivo,
de tal forma, que podemos hacer un comparativo entre la alimentación de estos árboles de café y
nuestra vida; este suelo cafetero anteriormente era una superficie compacta e infértil, con años de
dedicación Cesar y Humberto, han ido cambiando esta realidad hasta mostrarnos lo que es hoy, un
suelo completamente productivo y sostenible, ¿Por qué sostenible?, si, como buen país cafetero,
en cualquier región que nos encontremos sabemos que los caficultores siempre luchan con
enfermedades como la roya, y la muerte descendente, bueno, ¿Pueden ustedes creer que esto no
es un dolor de cabeza en la finca la traviesa?.

Esta finca, es la prueba de que si los seres humanos mantenemos un balance alimenticio adecuado,
nuestros días serán saludables, mas resilientes a las enfermedades y podemos transmitir menos
males a nuestras generaciones futuras, así como los árboles de café soportan patologías, que
podemos decir son propias de su especie, nosotros también podremos crear métodos de defensa a
enfermedades como la diabetes y el cáncer, etc.

De esta manera en San Rafael, “en la reserva natural Zafra” Lorena y Adiel han aprendido a vivir sin
extrañar en extremo la llamada civilización, y es que, ¿Qué extrañar de la ciudad?, si no deben
esperar que llegue el último mes del año para disfrutar de las noches de luces decembrinas, todas
las noches son de fiesta, con las luciérnagas adornando por doquier, oh que mejor que observar la
armonía en la que habita la fauna y la flora con los seres humanos, Zafra es muy visitada por
extranjeros para poder salir del Caos exterior. Al conversar con Lorena y Adiel, no quise preguntarles
que edad tienen o si poseen alguna enfermedad, porque es lo que menos importa en este modo de
vida, pero me atrevo a asegurar que tienen más años de los que parece y son tan sanos “como el
café de la traviesa”.

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