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TRASTORNO DE ATRACÓN

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………2
Valor psicológico del alimento…………………………………………3

I. EPIDEMIOLOGÍA……………………………………………………3
II. DATOS HISTÓRICOS………………………………………………3
III. CONCEPTOS GENERALES……………………………………….4
IV. CUADRO CLÍNICO…………………………………………………..6
V. CAUSAS: Factores de riesgo……………………………………….9
VI. CONSECUENCIAS…………………………………………………11
VII. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL……………………………………12
VIII. COMORBILIDAD…………………………………………………….13
IX. TRATAMIENTO……………………………………………………...14
X. DISCUSIÓN DE CASO……………………………………………...16
XI. CONCLUSIONES……………………………………………………17
XII. REFERENCIAS………………………………………………………18

ANEXOS FINALES

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TRASTORNO POR ATRACÓN


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como eje central el Trastorno por Atracón (TPA) que se puede
definir como: patrón de comportamiento alimentario alterado donde el individuo presenta
episodios recurrentes de alimentación compulsiva. Reconocido oficialmente como el
nuevo trastorno del comportamiento alimentario. Se busca dar a conocer, explicar y
analizar con mayor énfasis los detalles de dicho trastorno, como es la epidemiología,
datos históricos y generales, comorbilidad, causas, cuadro clínico, diagnóstico diferencial
entre otros puntos importantes.

Hasta el año 2014, dicho trastorno se encontraba dentro de los no especificados, por lo
que para muchos de nosotros, tanto alumnos como docentes, quedan muchos aspectos
que no están claros acerca de su epistemología. Por ello es necesario conocer sus
características, para que posteriormente se pueda realizar un diagnóstico diferencial y
afrontar su tratamiento, especialmente por su habitual presentación comórbida con el
problema del sobre peso u obesidad. Se tiene en cuenta que en esta enfermedad, existen
episodios recurrentes de alimentación compulsiva, donde se realizan ingestas
alimentarias superiores a lo que normalmente comería en el mismo periodo de tiempo, es
decir la personas que padecen este trastorno experimentan una pérdida de control, por lo
que en un atracón pueden llegar a consumir hasta 20 000 calorías, teniendo en cuenta
que lo normal es el consumo de hasta 3 000 calorías por día. Asimismo es necesario
establecer su relación directa con la obesidad y diferenciarla de la bulimia en cuanto a las
conductas compensatorias como los vómitos, uso de laxantes o excesivo desgaste físico
a través de ejercicios. Es de suma importancia también ahondar sobre las diversas
estrategias terapéuticas para la intervención, como la terapia farmacológica, las
intervenciones psico-sociales, los enfoques cognitivos conductuales, u otro que se verán
con mayor detalle.

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El valor psicológico del alimento

¿Qué sucede cuando nos refugiamos en los alimentos? Los atracones de comida
constituyen una herramienta de afrontamiento ante las emociones desagradables para
algunas personas. Los alimentos tienen la capacidad de calmarnos, mejorar nuestro
estado de ánimo y ayudarnos a reducir la ansiedad en épocas de estrés. Por eso no es
inusual que después de una jornada particularmente difícil recurramos a un helado
tamaño XL o a un paquete de patatas fritas.

La descarga de azúcar y grasas que nos brindan estos alimentos estimula la producción
de serotonina, considerada como la hormona de la felicidad. Sin embargo, al cabo de un
rato nuestros niveles de glucosa caen en picado, comenzamos a sentir hambre y la
sensación placentera desaparece para dejarle paso a la frustración, la ansiedad o la
depresión. Entonces nos vemos tentados a recurrir a la comida nuevamente y, lo que
podía haber sido una recompensa puntual, se convierte en un comportamiento habitual:
caemos en los atracones de comida.

I. EPIDEMIOLOGÍA

La prevalencia de la obesidad se ha incrementado en todo el mundo durante las últimas


décadas y, según estudios predictivos, si esta tendencia continúa, la mayoría de la
población mundial tendrá obesidad en el año 2030, la obesidad tiene una gran relación
con el TPA, entonces el TPA tiene una alta probabilidad de desarrollarse durante la
adolescencia; por tal motivo, su estudio en esta etapa de la vida es fundamental para
adoptar medidas efectivas para su prevención y control. Pero el trastorno en sí mismo ya
con un diagnóstico acertado tiene mayor prevalencia en personas que tienen entre los 20
y 40 años de edad.

En la población general oscila entre el 1 y el 5%; en la población obesa aumenta su


frecuencia de aparición, oscilando entre el 9 y el 17%. El TPA es más frecuente en
mujeres, pues por cada dos hombres que presentan este trastorno hay tres mujeres que
también lo padecen. Esto sucede ya que el sexo femenino es más vulnerable a tener
problemas interpersonales y sociales porque están expuestas a bulling, o se encuentran
afectadas por la moda el cual les genera ansiedad. Actualmente se desconoce la
prevalencia de este trastorno en Perú, por lo reciente que ha sido su definición y
consideración como trastorno.

II. DATOS HISTÓRICOS DE LOS TRASTORNOS POR ATRACON

Observamos la primera referencia con Hamburger, que fue quien en 1951 identificó en
una muestra de obesos un tipo de hiperagia que se singularizaba por deseos compulsivos
por la comida. Luego en 1959 Albert Stunkard fue el primero en describir los atracones de
alimentación, al identificar un subgrupo de pacientes con obesidad que presentaban un
patrón de ingesta nocturna, que él llamo night eating syndrome (NES), en el cual se
presentaban atracones nocturnos seguidos de restricción matutina. Es él quien emplea
concretamente el término atracón « binge » (Baile & Cuadro, 2015).

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En cuanto al Manual de Diagnóstico de Enfermedades Mentales, en 1980, en el DSM-III,


estos individuos se clasificaban dentro de los trastornos de la alimentación no
especificados en otra parte. Esta clasificación se mantuvo en el DSM-III-R. (Gempeler,
2005). Luego en el DSM-IV (1994) se hace referencia más específica al trastorno, y
aparece por primera vez el nombre de «trastorno por atracones de alimentación»
(Gempeler, 2005). En el mismo DSM-IV (2002) los trastornos de la conducta alimenticia
se clasifican como anorexia (tipos 1 y 2), bulimia (tipos 1 y 2) y trastornos de la conducta
alimenticia no clasificados en otra parte, entre los que se cuentan los síndromes
incompletos de anorexia o bulimia y el trastorno por atracones de alimentación. Las
personas que presentan este trastorno presentan atracones de alimentación, sin
compensaciones, por lo cual el sobrepeso tiende a estar presente. Es en el DSM-V (2014)
que see convierte en un trastorno alimentario con entidad propia al igual que la bulimia y
la anorexia. En mayo de 2013, la nueva edición del Manual de Diagnóstico de
Enfermedades Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría reconoce
específicamente al “trastorno por atracón” como el tercer trastorno del comportamiento
alimentario, junto a la anorexia nerviosa y a la bulimia (Baile, 2014).

III. CONCEPTOS GENERALES DEL TRASTORNO POR ATRACON

El trastorno por atracón se caracteriza por un patrón de comportamiento alimentario


alterado, en que el individuo que lo padece presenta episodios recurrentes de
alimentación compulsiva. En dichos episodios se realizan ingestas alimentarias que son,
en cantidad y voracidad, superiores a lo que normalmente comería cualquier persona en
el mismo período de tiempo, y se viven con una sensación de pérdida de control. En un
atracón un paciente puede llegar a ingerir una cantidad enorme de calorías, alcanzando
en algunos casos las 20.000 kcal. (Baile, 2014)

Posteriormente observamos a Fairburn (Citado por Gempeler, 2005) que concreta los
rasgos que caracterizan un verdadero episodio de atracón:

 La importante cantidad de alimentos ingeridos en un determinado tiempo.


 El sentimiento de pérdida de control.
 La ingesta es de manera rápida, compulsiva y abundante

Además que las personas que tienen este trastorno realizan los atracones manifestando
algunas de estas características:

 Comen más rápido de lo normal, haciéndolo hasta que se sienten incómodamente


“llenos”.
 Comen mucho aun no sintiendo hambre.
 Comen solos por la vergüenza
 Sentimientos de culpabilidad y malestar tras el atracón.

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Posteriormente, en una revisión histórica se considera tal como manifiesta Cooper y


Fairburn (Citado por Gempeler, 2005) que en el trastorno por atracón al menos debe
haber:

1. Episodios recurrentes de atracones de alimentación. Estos episodios deben


implicar una sensación de pérdida de control en el momento de la ingesta, en vez
de hacer una inferencia retrospectiva sobre el grado de control
2. Los episodios de atracones no deben haberse presentado en el contexto de
cualquiera de las siguientes condiciones: más de tres episodios de vómito
autoinducido, mala utilización de laxantes o restricción mantenida con la intención
de controlar el tamaño o el peso del cuerpo.

Este trastorno tiene similitudes con la bulimia nerviosa, dado que comparten la
alimentación de forma compulsiva, pero en el trastorno por atracón no se dan las
conductas compensatorias que ocurren en la bulimia, como pueden ser los vómitos o el
uso abusivo de laxantes o diuréticos.

Cuadro y Baile, (2015), resumen en su revisión acerca del trastorno por atracón, las
siguientes características de la ingesta en dicho cuadro:

Características de la ingesta en el TPA


Sentimientos A corto plazo, las sensaciones experimentadas por el atracón son
placenteras y positivas, sin embargo, trascurrido el mismo, los
sentimientos de disgusto y la ansiedad intensa aparecen, siendo
conscientes, a pesar de ello, de su incapacidad para parar
Velocidad Es una ingesta muy rápida en la que apenas mastican durante el
o rapidez de la atracón, prácticamente engullen
ingesta
Agitación Durante el atracón suelen moverse de un lado a otro con un alto grado
de ansiedad que les empuja a comer más y más. En algunos casos, el
hecho de obtener comida se vuelve para ellos algo prioritario pudiendo
robarla o tomar la que otros han tirado, conductas que ellos perciben
como muy vergonzosas
Ocultación o El secreto es característico al llevar a cabo el atracón. No por ello dejan
confidencialidad de comer de forma normal en presencia de otras personas
Pérdida de control Es una característica definitoria de la ingesta compulsiva. Esta pérdida
de control puede tener lugar antes de empezar a comer, o puede
desarrollarse a medida que comienza la ingesta, incluso, en otras
ocasiones esta sensación de pérdida de control puede surgir cuando
se dan cuenta de que están comiendo demasiado. Cuando el trastorno
lleva años de desarrollo pueden llegar a pensar que los atracones son
algo inevitable, disminuyendo la sensación que perciben de pérdida de
control.

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Características de la ingesta en el TPA


Frecuencia Los criterios cuantitativos empleados normalmente, como el número, la
frecuencia o el distanciamiento no son adecuados desde el punto de
vista de algunos autores, ya que, al parecer, lo que determina en
mayor medida la gravedad del problema y lo que preocupa, es sobre
todo, cómo el atracón interfiere en la calidad de vida, determinando su
grado de deterioro
Duración Aunque puede ser muy variable, normalmente suele tener un promedio
de dos horas
Tipo de alimento Los percibidos como prohibidos, aquellos que la persona trata de evitar
consumido
Amplitud de la La cantidad de alimento que ingiere en un episodio puede ser muy
ingesta variable. Un 25% pueden llegar a superar las 2,000 calorías, un 20%,
las 5,000 y, de forma muy ocasional, en un atracón se pueden llegar a
consumir de 15,000 a 20,000 calorías.

III. CUADRO CLINICO

a) CRITERIOS DIAGNOSTICOS: Según el DSM V:

A. La ocurrencia de episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón


se caracteriza por los dos hechos siguientes:

1. Ingestión, en un período determinado (p.ej., de un período cualquiera de


dos horas), de una cantidad de alimentos que es claramente superior a la
que la mayoría de las personas ingerirían en un periodo similar en
circunstancias parecidas.
2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio
(p.ej., sensación de que no se puede dejar de comer o no se puede
controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere).

B. Los episodios de atracones se asocian a tres (o más) de los hechos siguientes:

1. Comer mucho más rápidamente de lo normal.


2. Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
3. Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre
físicamente.
4. Comer solo, debido a la vergüenza que se siente por la cantidad que se
ingiere.
5. Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.

C. Malestar intenso respecto a los atracones.

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D. Los atracones se producen, de promedio, al menos una vez a la semana


durante tres meses.

E. El atracón no se asocia a la presencia recurrente de un comportamiento


compensatorio inapropiado, como en la bulimia nerviosa, y no se produce
exclusivamente en el curso de la bulimia nerviosa o anorexia nerviosa.

Especificar si:
 En remisión parcial: Después de haberse cumplido con anterioridad todos
los criterios para el trastorno de atracones, los atracones se producen con
una frecuencia media inferior a un episodio semanal durante un período
continuado.
 En remisión total: Después de haberse cumplido con anterioridad todos los
criterios para el trastorno de atracones, no se ha cumplido ninguno de los
criterios durante un período continuado.

Especificar la gravedad actual:


La gravedad mínima se basa en la frecuencia de los episodios de atracones
(véase a continuación). La gravedad puede aumentar para reflejar otros síntomas
y el grado de discapacidad funcional.
 Leve : 1-3 atracones a la semana.
 Moderado : 4-7 atracones a la semana.
 Grave : 8-13 atracones a la semana.
 Extremo : 14 o más atracones a la semana.

b) SIGNOS Y SÍNTOMAS

Puede no tener signos o síntomas físicos evidentes cuando tiene trastorno por
atracones. Puede tener sobrepeso u obesidad, o puede estar en un peso normal.
Sin embargo, es probable que tenga numerosos signos y síntomas conductuales y
emocionales, tales como:

Síntomas conductuales:

 Incapacidad para dejar de comer o controlar lo que comes.


 Comes grandes cantidades de comida rápidamente.
 Comer incluso cuando ya estás lleno.
 Esconder comida para después comerla en secreto.
 Comer normalmente enfrente de los demás, pero con atracones
cuando estás solo.
 Comer continuamente durante el día, sin una planificación de las
comidas.

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Síntomas emocionales

 Sentir estrés o tensión que alivias comiendo.


 Sentimientos de vergüenza por lo mucho que has comido.
 Sentirse entumecido cuando comes, no estás seguro si estás ahí o en
piloto automático.
 No sentirse satisfecho nunca, sin importar cuánto hayas comido.
 Sentirte culpable, asqueado, o deprimido después de haber comido.
 Desesperación por controlar el peso o los hábitos alimenticios.
 Sentirse deprimido, disgustado, avergonzado, culpable o molesto por
su alimentación
 Experimentar la depresión y la ansiedad
 Sintiéndose aislado y tener dificultad para hablar acerca de sus
sentimientos

c) CURSO
Respecto al curso clínico, según Lladós y sábado (2011), diferentes estudios
retrospectivos observan que el TPA es estable y persistente en el tiempo,
calificándolo incluso de crónico; sin embargo abogan por una calificación del TPA
como un trastorno temporal e inestable.

d) EVOLUCION
 Acciones irresistibles: El sujeto no puede resistirse al impulso o tentación de
llevar a cabo acciones, aunque sean peligrosas para él o los demás.
 Antes de llevar a cabo la acción hay un aumento de la tensión emocional
(activación emocional).
 Durante la acción: Sensación placentera, liberadora.
 Tras la acción pueden arrepentirse o sentirse culpables.

e) ASPECTOS DE TRANSTORNOS POR ATRACON

En resumen, el Servicio Especializado en Trastornos de la Conducta Alimentaria de


Barcelona (2006) divide los aspectos de los Trastornos por Atracón en cinco:

ASPECTOS CLÍNICOS DE TRASTORNO DE ATRACONES

 Sobrepeso y obesidad desde edad joven


 Alteraciones metabólicas y endocrinas
 Problemas en las articulaciones y huesos
 Disfunciones de fertilidad y desajustes hormonales.

ASPECTOS CONDUCTUALES DE TRASTORNO DE ATRACONES

 Comer muy deprisa


 Ritmo elevado

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 Caos alimentario
 Comer sin hambre
 Larga historia de dietas y abandono de tratamientos de adelgazamiento
 Dificultad en el control de los alimentos hipercalóricos

ASPECTOS PSICOLOGICOS DE TRASTORNO DE ATRACONES

 Sentimiento de culpa
 Hambre emocional y uso de la comida como mediador emocional
 Baja autoestima y aceptación personal
 Baja tolerancia a la frustración
 Insatisfacción corporal
 Deseo de delgadez
 Necesidad de aprobación externa
 Alta comorbilidad con trastornos depresivos y trastorno de angustia.

ASPECTOS RELACIONALES DE TRASTORNO DE ATRACONES

 Relaciones pasivo-agresivas
 Evitación de comidas sociales
 Dependencia interpersonal
 Inconstancia relacionada

IV. CAUSAS DE LOS TRANSTORNOS POR ATRACON

El trastorno por atracón, como bien se ha explicado en líneas anteriores, es un trastorno


altamente preocupante, tan igual como la Anorexia y Bulimia nerviosa, lo que hace que la
persona que sufre de este problema, generalmente tenga sobrepeso u obesidad. Pero,
¿Qué puede explicar la aparición de este trastorno? Según Baile y Cuadro (2015), puede
que haya una ruptura de la dieta o de la forma habitual de consumir alimentos, gracias a
ciertos estados emocionales como la ansiedad o depresión, lo que hace que la persona
consuma grandes cantidades de alimentos. En este sentido, los episodios de atracón
tendrían la finalidad de paliar un estado de ánimo, en el que los niveles de ansiedad se
disparan (Baile & Cuadro, 2015, p. 99). Además, se puede mencionar a los autores
Abraham y Beaumont (1982), los cuales encuentran tres causas más habituales: tensión
emocional, empezar a comer algo y estar solo (citado en Baile & Cuadro, 2015).

Para examinar algunas causas más generales por las que se dan los TCA, Giner (2011),
hace alusión a distintos factores como son la baja autoestima, desmotivación, pensamiento
anticipatorio, aislamiento, la dependencia de la valoración de los demás, inseguridad, entre
otros; lo que hace que el trastorno cobre fuerza. En el caso del trastorno por atracón, más
que todo se relaciona con tensión emocional, lo que se comentó anteriormente.

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a) Factores de riesgo

Los factores de riesgo del trastorno por atracón son fundamentales para poder entender en
su totalidad, el desarrollo del mismo. Podemos empezar diciendo que una edad mayor o
igual a 14 años es un factor de riesgo para desarrollar el TA (Morales et. al, 2014), es decir
a inicios de la adolescencia. Se puede mencionar del mismo modo a Butcher, Mineka y
Hooley, quienes explican que las personas de raza blanca están más propensas a sufrir de
algún trastorno de la conducta alimentaria que las personas de raza afro-americana (2007).
Asimismo, Giner (2011) expone que el TA se asocia con un trastorno psiquiátrico y con los
determinantes de vulnerabilidad para la obesidad, es decir partiendo de un plano más
genético.

Aunque estos factores son relevantes, viendo esto un poco más a profundidad, se muestra
que algunos factores como dieta, sentimientos negativos y abusos sexuales infantiles,
son bastante estudiados como factores de riesgo para los Trastornos de Conducta
Alimentaria en general. Sin embargo, tienen un papel muy importante en el trastorno por
atracón. Se dice que los estudios longitudinales han confirmado que la depresión y los
sentimientos negativos predicen un elevado riesgo de sufrir posteriores trastornos
de alimentación (Butcher, et. al, 2007, p. 313). Discutiendo un poco sobre la dieta, es algo
que las personas hacen para sentirse y verse más delgadas, pero esto se vuelve en un
factor negativo para el trastorno por atracón, en el caso de que la dieta no funcione y la
persona empiece a generar pensamientos negativos sobre ella misma. Según esto, se
hacen algunos estudios, donde se encuentra que los sentimientos negativos favorecen la
aparición y el mantenimiento de los atracones, de manera que los pacientes suelen decir
que se dan estos atracones cuando se sienten estresados, decaídos o mal consigo
mismos, además que comentan que comer los ayuda a relajarse ante estos sentimientos
que pueden aparecer. Por otro lado, hablando sobre el factor de abusos sexuales
infantiles, no se encontró una predicción de comer en exceso a partir de un abuso sexual
infantil, no obstante, hay una vinculación entre el abuso sexual y los TCA la cual se puede
explicar cómo la causa del desarrollo de otros factores de riesgo para la aparición de los
TCA, es decir un impulso (Butcher, et. al, 2007).

A parte, se ve que otros factores de riesgo importantes son los malos tratos psicológicos y
el abuso emocional, lo que llegaría a desatar una afectación depresiva y por ende, un
posible TA. La forma de crianza también es un factor determinante, ya que según Giner
(2011), las pacientes con TA describen a sus familias de origen como poco
fomentadoras de autoestima, más solitarias y sedentarias, respecto a los restantes
grupos (p. 93). Estos factores nos dan mucho que pensar, ya que si bien es cierto, algunos
no tienen una explicación profunda, nos hacen ver que el trastorno por atracón se puede
dar a partir de diversas causas, estudiadas y analizadas, por lo que se debe hacer un
tratamiento eficaz, tanto con la persona con el problema, como también con la familia de
esta.

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V. CONSECUENCIAS

Según EL DSMV el trastorno está asociado a todo un abanico de consecuencias


funcionales con una afectación psicológica como una mala adaptación al rol social ,
una baja autoestima, ansiedad a los que se le suma una morbilidad medica
relacionada directamente con la obesidad que se puede reflejar en problemas como
la hipertensión , diabetes , trastorno metabólico y reducción de la menstruación. etc.

Además según Cuadro y Baile (2015) El trastorno por atracón parece agravar el
pronóstico de una obesidad simple, siendo el porcentaje de alteraciones
psicopatológicas que trae emparejado especialmente de carácter afectivo, nos hacer
ver la dificultad de estas personas para de poder desarrollarse y más aún si son
jóvenes sin caer en otra patología.

VI. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:

Según Cuadro y Baile (2915), es necesario tener presente que los episodios de
atracón desde DSM-IV se definen sin distinción entre diagnósticos, por lo tanto se
presenta en la Anorexia Nerviosa de tipo compulsivo, y la Bulimia Nerviosa. La
diferencia se basara en los criterios diagnósticos, estos autores refieren (Ver Anexo
2):

 La Anorexia Nerviosa y TPA, se encuentran en extremos. Pues la primer


involucra una evidente desnutrición y en su lado más severa involucra la
ingestión compulsiva, así como las medidas de control, la percepción de forma
y peso corporal, involucran más aspectos del primero.
 En la bulimia nerviosa hay una conducta compensatoria, estas personas
pueden seguir rutinas exhaustivas en fin de bajar peso y también en cuanto a
respuesta al tratamiento la bulimia es más complicada, mientras que en el TA
no se observa la compensación no existe tanta insatisfacción corporal como la
AN. En definitiva si se compara los criterios del diagnóstico del trastorno por
atracón con la bulimia nerviosa se puede decir que son más las similitudes
siendo el diagnóstico diferencial principal y más concretamente el subtipo no
purgativa (Monserrat, 2011).
 En cuanto a la obesidad pareciera que uno lleva al otro, pero no es así ya
existen características que los distinguen de la obesidad, según Monserrat
(2011) nos referimos a la obesidad de tipo exógeno o simple donde no se
atribuyen causas orgánicas o secundarias en este tipo de obesidad es
importante diferenciar aquellas que incluyen trastorno de alimentación como
TA.
 Existe una mejor valoración entre la relación peso y masa con las personas con
el trastorno por atracón, así también una mayor comorbilidad psicopatológica
en personas con ese trastorno pero con una mayor respuesta a la psicoterapia
a largo plazo.

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 En cuanto a los trastornos de la personalidad, el trastorno por atracón puede


aparecer en una fase de síntomas atípicos de depresión mayor o como parte de
una impulsividad en un bordeline (para ello se debe valorar los demás criterios
del trastorno de personalidad, para ver si dichas conductas son parte del
cuadro clínico de este), ya que puede resultar un cuadro secundario. Asímismo
que dependiendo del curso de estos trastornos si se cumplen ambos criterios
se deben hacer ambos diagnósticos, es importante ver como los trastornos
alimenticios tienen mucha comorbilidad con trastornos de la personalidad por lo
que es posible un doble diagnóstico. La teoría psicológica que podría explicar la
posible causa del trastorno por atracón es la referida al circuito “restricción
dietética/ escape de emociones negativas “con ella se incorpora el factor
emocional además del habito alimentario, es decir la comida sirve como
amortiguador emocional de las emociones negativas o estados disforicos
(Guisado y Vaz, 2001)

VII. COMORBILIDAD

Al estar dentro de los trastornos de la conducta alimentaria, existe mucha comorbilidad


con diferentes trastornos, entre ellos los de personalidad y los del trastorno del ánimo e
incluso el consumo del alcohol (Echeburua, 2001), ya que la tasa de población que lo
padece es mayormente gente joven y adolescente.

Tal como menciona Escandón (2016), el diagnóstico del Trastorno por Atracón
comúnmente es subdiagnosticado, ya sea por desconocimiento del paciente que no
busca ayuda y si es así, solo accede a ir a consulta si aumenta de peso. Debido a ello,
se ha asociado la obesidad como factor comorbido al Trastorno por Atracón. Si bien
dichos trastornos pueden darse en personas que tienen un peso normal, se refiere que
al menos entre un 20% y 30 % de la población con obesidad padece de los atracones
descontrolados, sin embargo su naturaleza es desconocida (García, 2002).

Si la comorbilidad está asociada a la obesidad se observa factores emocionales, como


depresión, ansiedad, baja tolerancia a la frustración, abuso de alcohol o sustancias,
poca valoración respecto al peso, larga historia de dietas durante toda la vida, inicio de
obesidad desde edad temprana y especialmente depresión mayor en un 30 y 50%, a
comparación de aquella personas que padecen TPA sin obesidad (Sánchez y
Fernández, 2002)

Por otro lado, Echeburua (Citado por Yanovsky, Nelson, Dubbert, 1993) en un estudio
que hicieron sobre la sobre ingestión compulsiva la cifra varía de un 35% en
comorbilidad con los trastornos de la personalidad, implicadas especialmente en
personalidad límite (14%), obsesivo-compulsivo (13%) y la personalidad de evitación
(9%), además que mayormente se presenta con síntomas patológicos de ansiedad y
depresión. Si existen casos de comorbilidad, el tratamiento es mucho más complejo y

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duradero, especialmente cuando hay una comorbilidad con el trastorno límite de la


personalidad que involucra más conductas de problemática psicosocial, y peor
pronóstico.

VIII. EVALUACIÓN DEL TRASTORNO POR ATRACÓN

Para la evaluación de los TPA, se tienen que tener en cuento diferentes aspectos,
entre ellos:

1. El factor peso: Que involucra el control del peso del sujeto, si se encuentra en
alguna dieta restrictiva, la ingesta de alimentos, tipo, frecuencias.
2. La presencia de atracones: Frecuencia, duración, amplitud, y alimentos que
componen la misma.
3. La sensación de pérdida de control del sujeto: La velocidad en la ingesta, la
presencia o ausencia de distorsión de imagen corporal, el estado de ánimo
presente, y alteraciones comorbida.

Existen diferentes métodos de evaluación así encontramos según la recopilación de


Guisado (2001), los siguientes:

 Interview for the Diagnosis of Eating Disorders – IV: Es un protocolo de


entrevista que se usa en general para los TCA.
 The Questionnaire of Eating and-Weight Patters: Se utiliza para clasificar en TA
y bulimia nerviosa purgativa y no purgativa
 The Binge Eating Scale: Divide a los paciente según la existencia de atracones
(moderados o severos) o la no existencia de los mismos, basándose en la
puntuación de la escala.
 The Eating DIsorder Inventory: Mide la características clínicas de la anorexia y
bulimia nerviosa, y la severidad de los atracones en población obesa.
 The Three – Factor Eating Questionnaire, que mide restricción, deshinbicion y
sensación de hambre cuando el paciente de enfrenta a la comida.
 The Binge Eating Scale (BES) de Gormally, Black, Daston y Rardin (1982). Los
16 ítems de la escala miden la existencia de atracones (moderados o
severos) o la no existencia de los mismos, para sujetos obesos. Un resultado de
27 o por encima, indica problemas severos y el resultado de 17 o por debajo,
designa la no existencia de problemas de atracón.
 Compulsive Eating Scale (CES) Elaborado por Kagan y Squires (1984) es una
escala diseñada para evaluar en individuos obesos la falta de habilidad para
controlar la ingesta en ausencia de señales fisiológicas de hambre. La escala
predice diferencias entre sujetos categorizados como comedores normales
limítrofes (entre la normalidad y la patología del TA) y comedores compulsivos.
Los propios autores presenta en un índice de consistencia interna de 0,75.

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IX. TRATAMIENTO PSICOLÓGICO Y FARMACOLOGICO DEL TRASTORNO POR


ATRACÓN

En la revisión de Fairburn (1998), Gonzales (2016), Cuadro y Baile (2015) Las principales
técnicas de intervención psicológica utilizadas en casos de TA son la terapia conductual
de pérdida de peso, la terapia cognitivo-conductual y la terapia interpersonal, y en menor
medida, la terapia dialéctica conductual. Existen otras técnicas, como la terapia de
respuesta integrativa, las cuales se han empleado menos y no poseen aún suficiente aval
empírico.

1. Terapia conductual de pérdida de peso: El objetivo principal de este tratamiento


es reducir la ingesta e incrementar la actividad física, a fin de conseguir una
disminución del peso del paciente. Esta terapia se centra en la pérdida de peso más
que en el atracón directamente. La intervención normalmente se realiza en sesiones
de grupo y puede tener algunas ventajas respecto a otros tratamientos del TA, tales
como:

a) Una menor necesidad de especialización, de manera que puede ser


implementado por un rango de profesionales más amplio.

b) Su clara focalización en el peso, aspecto que para algunos pacientes con TA


puede constituir su principal objetivo o preocupación.

No obstante, si bien los programas de pérdida de peso ayudan a la reducción de


este en los pacientes con TA que lo necesite, muestran resultados diversos a la
hora de reducir el atracón, probablemente debido a que se focalizan en la pérdida
de peso y no en el atracón. Por otro lado, la eficacia de esta técnica en pacientes
obesos con TA no está clara y se concluyó que esta modalidad conjunta no es
superior al empleo único de la TCC.

2. Terapia Cognitiva Conductual (TCC): La terapia cognitivo-conductual (TCC) es


considerada uno de los tratamientos más efectivos para tratar el TA. Se basa en el
modelo de restricción del atracón. Por ello, el objetivo de la TCC es romper ese ciclo
“atracón-dieta”, sustituyendo dichos patrones alimentarios característicos del TA por
otros, promoviendo patrones alimentarios más saludables y estructurados,
modificando los pensamientos disfuncionales relativos a la imagen y la importancia
del peso, y fomentando el uso de comportamientos saludables de control de peso.
La TCC incluye la modificación de aquellos pensamientos extremadamente
negativos sobre el sobrepeso y la aceptación de la imagen; posteriormente, se les
enseña a corregir las impresiones sobre su cuerpo, a encontrar otras formas de
afrontar las situaciones y sentimientos que inducen al atracón, así como a evitar
recaídas. La TCC se puede realizar de forma individual o en grupo, consta de tres
fases: La primera se centra en ayudar al paciente a identificar los hábitos erróneos
de alimentación, utilizando herramientas como los autoregistros. La segunda
consiste en identificar y modificar los pensamientos disfuncionales sobre el peso y la
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figura; y en la fase final, se trabaja la prevención de recaídas. La modalidad grupal


sigue la misma estructura pero en formato de grupo. Ambas modalidades de
tratamiento parecen mostrar una eficacia similar. Asimismo, las dos modalidades de
intervención conllevan a una reducción significativa en la frecuencia de los
atracones.

3. Terapia interpersonal (TIP): La terapia interpersonal para tratar el trastorno por


atracón proviene de la TIP, elaborada para intervenir en la bulimia nerviosa. La TIP
se centra en los problemas del ámbito interpersonal del paciente. Este enfoque
plantea que las dificultades interpersonales son comunes en los pacientes con
trastornos de alimentación, y además parecen contribuir al mantenimiento de dichos
trastornos a través de diferentes mecanismos. Por ello, el objetivo de la TIP consiste
en reducir la patología del atracón basándose en el desarrollo de habilidades
interpersonales saludables, las cuales puedan reemplazar los comportamientos
desadaptativos y promover una autoimagen saludable. Comprende tres fases, cada
una con sus propios objetivos y estrategias. En la primera, el objetivo es
comprometer al paciente con el tratamiento y describir sus fundamentos, En la
segunda fase se busca que el paciente comprenda la naturaleza de los problemas
identificados y trabaje sobre ellos. La última fase tiene como objetivo evaluar los
progresos, asegurarse del mantenimiento de estos y prevenir las recaídas.

4. TERAPIA DIALÉCTICA CONDUCTUAL (TDC): Se basa en el modelo de


regulación del afecto del atracón, según el cual este ocurre como respuesta a
experiencias emocionales adversas, cuando los mecanismos adaptativos para
manejarlas no están disponibles. El atracón actúa así como un alivio temporal del
afecto negativo, reforzando el comportamiento. Uno de los cuatro componentes de
la TDS es el mindfulness, técnica empleada para mejorar el reconocimiento o la
consciencia de los atracones, incrementar el autocontrol y mantener una actitud de
auto-aceptación.

5. TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS DEL TRASTORNO POR ATRACÓN

Los principales argumentos a favor del uso de la farmacoterapia para tratar el TA


serían los siguientes:

a) Los pacientes con TA no siempre responden adecuadamente a las


intervenciones psicológicas, por lo que quizá algunos pacientes crónicos o más
graves necesiten medicación para mejorar los resultados de dichos tratamientos.

b) El TA se asocia con algunas alteraciones neurobiológicas, como, disfunciones


en algunos transmisores tales como la dopamina, o en el sistema
serotoninérgico.

c) Algunos medicamentos tienen efectos sobre el apetito y el peso, de manera


que pueden contribuir a mejorar los efectos terapéuticos de otros tratamientos no
farmacológicos.

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Los tres tipos de medicación más habituales en el tratamiento del TPA son los
antidepresivos como la fluoxetina o la fluoxamina, los antiepilépticos especialmente el
topiramato), y los fármacos contra la obesidad, siendo los primeros los que parecen más
prometedores. La fluoxetina y fluvoxamina parece asociarse con una reducción de la
frecuencia del atracón, además de una disminución de la sintomatología depresiva que
puede estar presente en algunos casos de TPA. Los antidepresivos, como la imipramina,
también resultan eficaces a la hora de reducir los episodios de atracón, así como el peso
y un posible estado depresivo. Los Inhibidores de la Recaptación de Serotonina y
Noradrenalina, como la duloxetina parecen mejorar significativamente no solo la
sintomatología depresiva, sino también la específica del TPA. Algunos fármacos
antiepilépticos como el topiramato o la topiramida resultan efectivos en la reducción del
atracón, así como en la pérdida de peso, además de disminuir la patología obsesiva
compulsiva o los rasgos de impulsividad asociados.

X. DISCUSIÓN DEL CASO

El siguiente caso es extraído del libro de Morrison (2015, pp. 267), de casos Clínicos del
DSM V, y sirve para ilustrar mejor un caso de Trastorno por Atracón:

Monica Hudgens
Sé que soy obesa de acuerdo con los estándares de cualquiera”, dijo Monica Hudgens a su
internista, “y me lo estoy provocando”. Incluso siendo niña, Monica había tenido sobrepeso. Ahora,
con 1.61 m de estatura, pesaba95 kg. “Ahora tengo 37; durante años, mi IMC ha ido siguiendo a mi
edad”. El consumo en atracones de Monica había comenzado años antes, casi al tiempo en que se
rompía una de sus relaciones de pareja. Ahora, por lo menos dos veces por semana cocinaba
lacena—le gustaba en particular la pasta con avellanas. Devoraba una porción, y luego consumía
otra y otra más. Incluso si no tenía hambre, comía helado (“Por lo menos dos porciones—lo
engullo, sin pensar en ello”) y galletas. Aunque se sintiera llena (“de bocadillos y remordimiento”),
nunca vomitaba lo que había consumido; nunca había utilizado laxantes u otros fármacos para
purgarse. Mientras lavaba los trastes al terminar, era común que se sorprendiera de que tan sólo
hubieran transcurrido 30 min. “Siempre he sido gorda. Pero hasta hace un par de años había
hecho muchas dietas. Ahora parece que simplemente me di por vencida”, dijo Monica al tiempo
que tocaba el panquecillo de salvado que traía oculto en su bolsa. Negó algún antecedente de
consumo inapropiado de sustancias; excepto por la obesidad, su internista le indicó que estaba
saludable.

Nacida y educada en la Costa Oeste, Monica se había casado y divorciado; ahora vivía con su hijo
de 15 años, Roland, cuyo peso era normal. Tendía a incurrir en atracones durante los fines de
semana, cuando no estaba trabajando. Esto se había intensificado desde que Roland había
formado su propio grupo de amigos y estaba “fuera, haciendo sus propias cosas”. La autoimagen
de Monica era mixta: “Tengo un sentido del humor excelente y una cara en verdad bonita, pero sé
que soy enorme. A mi exmarido le encantaba caminar por las montañas, pero al final decidió que
no quería estar casado con una”. Monica trabajaba como locutora en la radio en la filial de la radio
pública local. Su momento “cumbre” fue aquel en el que casi recibe una oferta para un mejor
trabajo. “Un productor de televisión en cable me escuchó en la radio y le gustó mi voz. Pero
cuando nos encontramos para tomar un café, perdió el interés”. Pareció triste un momento, pero

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entonces, con una sonrisa discreta, agregó: “¿Puede imaginarme en la televisión? Tendría que ser
en pantalla ancha”.

Observamos tal como menciona Morrison (2015) la paciente ingería una cantidad mucho
mayor que la que consumiría casi cualquier persona en circunstancias similares, y ella
expresaba con claridad la pérdida de control, también vemos conductas de consumo de
manera solitaria, de vergüenza y de culpa frente a esa conducta, cumpliendo los criterios
A y B de Trastorno por Atracón. Además observamos ausencia de purgas que descartan
la Bulimia Nerviosa, y su peso también la exonera de Anorexia Nerviosa. Además también
se refiere que la paciente

XI. CONCLUSIONES

1. El trastorno de atracón es un problema que ha aumentado en los últimos años a


nivel mundial, afecta gravemente a la salud física y mental de la persona. Se origina
sobre todo en la adolescencia debido a la mayor vulnerabilidad a los modelos
comportamentales e inestabilidad emocional.
2. La pérdida de control así como la ingesta compulsiva sin compensación es una de
las características principales de este trastorno. Es necesario establecer un
diagnóstico diferencial con diferentes trastornos, entre ellos la Bulimia Nerviosa y el
trastorno de personalidad, especialmente el tipo limítrofe.
3. La diversidad de técnicas terapéuticas así como el abordaje terapéutico hace el
pronóstico favorable para dichos trastorno, sin embargo hay que valorar que la
mayoría de estas técnicas son adaptadas para la comunidad anglosajona, además
del periodo relativamente corto que tiene desde su reconocimiento en el DSM V.

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ANEXO 1
Baile, J. & Cuadro, E. (2015). El trastorno por atracón: análisis y tratamientos

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