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4. DETERMINACIONES
Entre los análisis químicos son comunes las determinaciones de elementos
nutritivos en sus formas soluble, disponible, intercambiable y de reserva. También
se determina la capacidad de intercambio catiónico, elementos químicos nocivos o
tóxicos, grado de acidez, materia orgánica, etc. Entre los análisis físicos se
determina comúnmente la densidad aparente, la distribución de poros, la textura,
etc.
TIPO DE MUESTRA:
Para la determinación de la textura, lo normal es la obtención de muestras de suelo
disturbado, es decir, sin conservar la estructura natural del suelo. Se procede de
manera similar a la descrita para las muestras de análisis químico-nutritivo, pero
separando muestras según los horizontes del perfil de suelo. Para la determinación
de porosidad, densidad aparente y agregados, se toman muestras de suelo
inalterado, es decir, conservando la estructura natural del suelo. Estas muestras se
obtienen, normalmente, con cilindros de una capacidad de 100 - 300 cm. 3.
DISTRIBUCIÓN DE LAS MUESTRAS:
Se debe sectorizar como se indicó anteriormente en el muestreo para análisis
químico del suelo. Sin embargo, en este caso puede ser particularmente útil o
necesario muestrear también áreas especiales por su alteración, como vías de
maderero, canchas de acopio, lugares transitados por máquinas o animales, etc.
PROFUNDIDAD DE LAS MUESTRAS
La profundidad de las muestras depende del objetivo. Normalmente se extraen
muestras en varias profundidades del suelo. En general, son recomendables las
siguientes profundidades como mínimo:
- Superficial, aproximadamente de 0-20 cm.
- Zona intermedia del perfil de suelo, aproximadamente de 20-50 cm.
- Zona profunda del perfil, aproximadamente >50 cm.
También es común tomar muestras aproximadamente en la parte media de cada
tercio del perfil de suelo. Si en el perfil de suelo se detecta o se sospecha de la
presencia de algún horizonte con limitaciones físicas, como por ejemplo un pie de
arado, también se toman muestras en tal horizonte. Idealmente se muestrea cada
horizonte del perfil de suelo.
NÚMERO DE MUESTRAS:
Para obtener valores promedio y un conocimiento de la variabilidad de una unidad
de suelo, se deben tomar por lo menos 3 cilindros (rango normal de 3-6) en cada
estrato de profundidad deseado. Para el análisis de textura generalmente es
suficiente con una muestra por horizonte.
6 FUNDAMENTO QUÍMICO:
TIPO DE MUESTRA:
Para el análisis químico del suelo, lo normal es la obtención de muestras de suelo
disturbado, es decir, sin conservar la estructura natural del suelo.
Profundidad de las muestras:
MUESTRA ESTÁNDAR:
Extraer muestras del suelo superficial, de una profundidad de aproximadamente 20
cm. (0 -
20 cm.). Ello es válido si en esa estrata se encuentra un sólo horizonte, o bien si
existe una transición gradual desde el horizonte superior al siguiente.
Si la diferencia es muy grande entre los horizontes que se encuentran en la estrata
de 20 cm. de profundidad, conviene tomar muestras separadas por horizonte. En
casos como este se toma la primera muestra que abarca el primer horizonte (menos
de 20 cm. de profundidad) y luego se toma una segunda muestra continuando hacia
abajo hasta completar los 20 cm. De profundidad. Este es el caso típico de muchos
arenales que presentan un horizonte superficial A o AC delgado (menor a 10 cm.) y
luego un horizonte C muy pobre en materia orgánica.
MUESTRAS ESPECIALES:
El muestreo a mayor profundidad es conveniente en algunos casos, especialmente
cuando no se tienen antecedentes de tales suelos (se desconoce la serie, no hay
otra información) o se requiere mayor información. En estos casos se utilizan
profundidades determinadas naturalmente por los horizontes del suelo y no
profundidades fijas. Para obtener muestras por debajo de la primera estrata puede
utilizarse una calicata. Como la variabilidad del suelo, en general, disminuye a
mayor profundidad y aumenta el costo de muestreo, puede limitarse el muestreo a
un perfil de suelo. En la calicata se obtiene muestra de cada horizonte requerido a
lo largo de sus paredes.
Número de muestras: Para obtener valores promedio de un sector se deben tomar
5 a 10 submuestras y mezclarlas para formar una sola muestra mezcla, la que se
analizará en el laboratorio. El número de muestras mezcla depende del objetivo.
Una sola muestra entrega un valor indicativo del promedio; dos muestras permiten
aproximarse al conocimiento de la variabilidad interna del área de muestreo, y tres
o más muestras permiten precisar dicha variabilidad.
DISTRIBUCIÓN DE LAS MUESTRAS:
Las submuestras que componen la muestra mezcla se distribuyen más o menos
Homogéneamente dentro del sector. De esta manera pueden obtenerse diferentes
densidades de muestreo, desde varias submuestras en una fracción de hectárea
hasta una submuestra que represente a varias hectáreas. Esta representatividad
depende de la sectorización que se ha hecho del área de interés. Al seleccionar un
punto para tomar una submuestra debe evitar lugares ocupados por caminos,
huellas de máquinas, tocones quemados u otras situaciones especiales no
representativas del área.
7 PRACTICA No.1
Muestreo de suelos
OBJETIVO.
1.- Realizar un recorrido de campo para definir y ubicar los sitios de muestreo.
2.- Manejar correctamente las muestras de suelo en campo y laboratorio.
Fundamento Químico
El análisis del suelo es una herramienta muy importante para la elaboración de una
recomendación de fertilización, ya que nos permite cuantificar la oferta de nutrientes
del suelo. La diferencia entre esta oferta y la demanda del cultivo, a partir de la
definición de un rendimiento objetivo, indica la cantidad de nutrientes que deberá
agregarse por fertilización.
Calidad de un muestreo:
La calidad de un muestreo se caracteriza a través de dos parámetros: Precisión y
Exactitud (Swenson et al, 1984)
Precisión: describe la reproducibilidad de los resultados.
Exactitud: Indica cuán cercano está el valor del análisis respecto del verdadero del
lote que se está muestreando.
Ambas dependen del número de muestras. Ej: Un lote en el que se muestrea con
una exactitud de +- 10 % y 90 % de precisión, si tomamos 10 submuestras 9 de
cada 10 muestras deberían estar en +- 10 % del valor real del lote.
Toma de muestras:
Existen diferentes maneras de recorrer un lote con el objetivo de obtener una
muestra representativa. La más sencilla consiste en recorrer un lote al azar,
recolectando submuestras que luego son mezcladas para formar una muestra
compuesta que es enviada al laboratorio (Figura 1.a). El inconveniente de este tipo
de muestreo es que frecuentemente no se tiene en cuenta la variabilidad existente
en cabeceras y sectores no homogéneos del lote. Otro plan de muestro consiste en
dividir el campo en subunidades homogéneas (por ej. loma y bajo,), dentro de las
cuales se toman muestras compuestas al azar, evitando cabeceras y cualquier
desuniformidad que pueda aparecer en el lote como sectores engramonados o
rodeos de suelo de menor calidad "suelos overos". Este tipo de muestreo es
conocido como muestreo al azar estratificado (Figura 1.b) (Darwich, 2003). Una
variante es el muestreo en áreas de referencia (Figura 1.c), que consiste en
muestrear intensamente un sector homogéneo del lote, que se asume
representativo del lote completo. Estos dos últimos tipos de muestreo son los más
recomendable para hacer recomendaciones de fertilización a campo, cuando no se
realizará una aplicación variable de fertilizantes. El tipo más intensivo de muestreo
es el muestreo en grilla (Figura 1.d). En el, las muestras son tomadas a intervalos
regulares en todas las direcciones, analizándose por separado. Es muy preciso y
refleja la variabilidad del lote, pero no siempre el retorno económico derivado de una
mejor fertilización alcanza para justificar el costo de este tipo de muestreo.
Profundidad de muestreo:
La profundidad de muestreo está determinada por el nutriente o propiedad del suelo
que se pretende cuantificar. Así, la materia orgánica y el pH se miden habitualmente
en capa superficial (0-20 cm) ya que es la profundidad donde ejercen mayor
influencia.
Para fósforo también se ha recomendado la profundidad de 0-20 cm.. La
profundidad de 20-40 cm no mejora la correlación con el crecimiento y la respuesta
a la fertilización. Tampoco el muestreo 0-5 cm mejora dicha correlación (Zamuner
et al., 2003), y tiene más variabilidad.
Con respecto a los nutrientes móviles, los métodos de diagnóstico consideran en
general el nitrógeno en capas profundas, pero no siempre recurren a medirlo, sino
que lo estiman a partir del contenido en capa superficial de suelo. Así, Alvarez y
Alverez (2000), a partir de un grupo muy grande de muestras, encontraron
relaciones muy ajustadas entre la disponibilidad de nitrógeno en horizontes
superiores (0-20 o 0-30 cm) y en profundidad, como se describe a continuación:
N-Nitratos 0-60 cm = N-Nitratos 0-20 cm / 0,65 R2=0,89 N-
N-Nitratos 0-60 cm = N-Nitratos 0-30 cm / 0,69 R2=0,96
(Alvarez y Alvarez, 2000)
El muestreo profundo también presenta inconvenientes. En primer lugar, la
compactación en el barreno y la mezcla de horizontes pueden llevar a cometer un
grave error (Darwich, 2003). Por otra parte, la absorción de Nitrógeno puede tener
una correlación más alta con la disponibilidad a 0-30 cm que con 0-60 cm
(Gelderman et al, 1988), y el Nitrógeno por debajo de los primeros 30 cm no afecta
tanto la recomendación como el que se encuentra en los primeros 30 cm (Carefoot
et al., 1989).
En cuanto al azufre, caben similares consideraciones que en el caso de nitrógeno.
Ferraris (inédito) halló buenas correlaciones entre la disponibilidad de azufre en
capa superficial (0-20 cm) y en profundidad (0-60 cm) (Figura 2) a partir de datos
provenientes de una red de ensayos de fertilización en Soja de primera (Echeverría
et al, 2002).
Consideraciones finales:
El análisis de suelo es una herramienta eficaz como punto de partida de una
estrategia de fertilización. Sin embargo, presenta un aspecto crítico en la toma de
la muestra a analizar, ya que esta debe representar un suelo de por sí heterogéneo.
Entender y saber interpretar esta variabilidad es la clave para aprovechar el
potencial de esta herramienta.
La falta de cualquier nutriente esencial, provocará que las plantas no puedan crecer
adecuadamente y es por ello que varios nutrientes se aportan a través de la
fertilización. Tampoco es recomendable aportar demasiados nutrientes, ya que por
un lado se estará aplicando algo que no es necesario, pero también podría incluso
causar un daño ambiental a futuro. La tecnología más utilizada para definir cuántos
nutrientes es necesario aportarle al suelo es el análisis de suelo. Para ello, el INIA
ha desarrollado recomendaciones que apuntan a realizar una buena toma de
muestras para los análisis de laboratorio.
Las recomendaciones
Para la toma de muestras se pueden utilizar diferentes herramientas, como una pala
plana o barreno, una huincha de medir, un cuchillo, bolsas plásticas limpias, lápiz
de identificación y un balde limpio (para juntar las sub-muestras y mezclar). Como
el objetivo será determinar la fertilidad del suelo, todos los materiales y herramientas
deben estar limpios, de modo de evitar la contaminación de la muestra.
La muestra de suelo debe representar al sector que se desea intervenir (no mayor
a 10 ha), usualmente un potrero o un sector delimitado y homogéneo del campo
(mismo tipo de suelo, pendiente, manejo anterior, etc.). No es recomendable juntar
sectores no homogéneos en una misma muestra. También deben evitarse sectores
donde exista alteración producto de acumulación de animales (bostas y orina),
bebederos, comederos, sombras, entradas de potrero y cerca de los cercos, entre
otros. La muestra se debe tomar a una profundidad constante, que habitualmente
es de 10 cm para praderas y de 20 cm para cultivos.
Consejos:
No es recomendable aportar demasiados nutrientes, ya que por un lado se estará
aplicando algo que no es necesario, pero también podría incluso causar un daño
ambiental a futuro.
Para tener una muestra se debe recorrer el terreno y abarcar todos los sectores,
tomando sub-muestras en cada caso a la misma profundidad. Se recomienda tener
unas 20-25 sub-muestras, las que luego se mezclan, para sacar aproximadamente
500 g de mezcla que se envían posteriormente al laboratorio. La muestra debe ser
bien identificada de acuerdo al sector donde se tomó. La época de muestreo puede
ser cualquiera, y dependerá del objetivo que se tenga. Habitualmente se utilizan los
datos de análisis de suelo para orientar o definir los requerimientos de fertilización
de un cultivo o pradera.
El muestreo de suelos debe planificarse con bastante antelación a la fecha de
aplicación. Se recomienda al menos dos meses antes de las faenas, de modo de
tener los resultados del laboratorio con tiempo suficiente para luego definir la dosis
a aplicar y adquirir los insumos necesarios. Para estudiar tendencias en el tiempo,
es recomendable tener muestras tomadas en épocas comparables.
¿Qué hacer con las muestras?
La muestra de suelos se puede enviar a los laboratorios del INIA para su análisis.
Se pueden solicitar diferentes análisis, aunque los más habituales son los de
nitrógeno disponible (N), fósforo disponible (P), potasio disponible (K), azufre
disponible (S), acidez (pH) y contenido de materia orgánica. En suelos ácidos se
suele agregar la capacidad de intercambio catiónico efectiva (CICe) y la saturación
de aluminio. Todos estos parámetros entregan una indicación del estado nutricional
del suelo, particularmente de la zona donde se produce la extracción de nutrientes
por parte de las raíces.
Los resultados del análisis de suelos permiten definir cuáles son los nutrientes que
es necesario aportar y de esa manera definir una dosis de fertilización, que asegure
un buen resultado productivo.
Las letras pH son una mera abreviación de “pondus hydrogenii“, traducido del latín
como potencial de hidrógeno. Sorensen en 1909, introdujo el concepto para
referisrse a concentraciones muy pequeñas de iones hidrógeno. Se trata pues del
proponente del concepto de pH. Puede decirse en términos muy básicos, que las
sustancias capaces de liberar iones hidrógeno (H+) son ácidas y las capaces de
ceder grupos hidroxilo (OH-) son básicas o alcalinas.
FUNDAMENTO QUIMICO:
El p.H de un suelo es el resultado de múltiples factores, entre los que cabe destacar:
Cuando nos referimos al pH del suelo, solemos hacerlo a la solución de las aguas
del suelo en un momento dado, aunque ya veremos que existen otros tipos de
estimaciones. En consecuencia, estimamos la fracción activa de iones hidrógeno
[H+]. En base a esta última podemos clasificar los suelos según su grado de acidez
en los siguientes tipos:
Por tanto, en muchos países Latinoamericanos los problemas de acidez son muy
relevantes en lo que concierne a las producciones agro-pastorales, como ya
analizaremos en otro post. Lo contrario es cierto, con frecuencia, para los suelos
alcalinos. En otras palabras, Las condiciones de alcalinidad se dan preferentemente
en:
En regiones con escasez de agua (áridas y semiáridas)
Cuando el complejo de cambio (complejo coloidal) se encuentra saturado de bases
Escasa actividad biológica de los suelos (debido generalmente a déficits
prolongados de agua).
Cuando por determinadas circunstancias la meteorización de minerales producen
cationes que no se lavan o lixivian (por ejemplo, debido a la susodicha aridez)
Cuencas endorreicas en donde se acumulan los iones lixiviados de las aguas que
drenan allí.
Suelos poco desarrollados sobre substratos ricos en sales
Deficiente manejo del agua en los regadíos, etc.
Factores que afectan al pH. Obviamente nos referimos a todos aquellos que
influyen sobre la concentración de [H+] en el suelo:
Producción de CO2 que pasa a H2CO3 generando Hidrogeniones (la atmósfera del
suelo suele ser mucho más rica en anhídrido carbónico que la que se encuentra
sobre él)
Presencia en el suelo de ácidos orgánicos de bajo peso molecular como acético,
cítrico, oxálico, etc… (Los residuos de ciertos tipos de plantas suelen tener mucho
que ver)
Presencia en el suelo de ácidos fuertes como nítrico y sulfúrico desprendidos por la
actividad microbiana
Humus que contienen grupos funcionales de tipo carboxílicos, fenólicos, enólicos,
etc… (De nuevo la naturaleza de los residuos vegetales que se aporten al suelo es
de suma importancia)
Abundancia en el suelo de óxidos de Fe y Al, que en medio ácido pueden modificar
considerablemente el pH
Sales solubles ácidas, básicas o neutras, las cuales se acumulan en el suelo ya sea
por
Para finalizar por hoy digamos tan solo que, el pH del suelo influye en el desarrollo
de las plantas y viceversa, la acidez también, en parte, el resultado de los lixiviados
y descomposición de los restos vegetales, así como de la actividad biológica del
suelo. A modo de ejemplo, el intercambio catiónico realizado por las raíces de las
plantas disminuye la estima del pH del suelo, influyendo también la descomposición
del humus, así como la respiración de los organismos del suelo. (Ver también el
enlace: Energía y cambios. pH)
Fundamento matemático
Por medio del análisis de laboratorio, determinar el ph de varias muestras de suelo
y extractos de saturación e interpretar los resultados que se obtenga.
INTRODUCCION.
El ph se define como el logaritmo de la inversa de la concentración de iones de
hidrogeno, una solución con ph menor de 7 será ácida, si el pH es superior de 7
recibe el nombre de básica, un pH igual a 7 corresponde a la neutralidad
La importancia de medir el ph de un suelo radica en la disponibilidad de los
nutrientes del suelo por parte de las plantas para absorberlos, ya que muchos
nutrientes tienen la máxima solubilidad a ph de 6 – 7 decreciendo por encima y por
debajo de tal rango
El ph del suelo es medido por lo general ponteciomètricamente en el sobrenadante
en equilibrio con la suspensión del suelo los valores de ph dependen de las
características del suelo la concentración de CO2 disuelto y el contenido de
humedad al cual se realiza la medición.
El ph del suelo está influenciado por la composición y naturaleza de los cationes
intercambiables, la composición y naturaleza y concentración de las sales solubles
y la presencia o ausencia de yeso y carbonatos de metales alcalinos- térreos
MATERIAL
» Potenciómetro. 1
» Agitador de vidrio 3
» Vaso de precipitado de 100ml. 3
» Pizeta con agua destilada de 170ml. 1
» Balanza granataria. 1
» Papel indicador de pH. 3
» Papel de seda o higiénico
SUSTANCIAS.
♠ Soluciones buffer pH 4.0, 7.0, y 10.0.
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MATERIAL BIOLOGICO.
♠ Suelo.
METODO DE TRABAJO
1) En cada vaso de precipitado de 100ml. realizar 3 diluciones 1:1, 1:2 y 1:5 (suelo,
agua) respectivamente.
2) Posterior a la dilución, colocar el vaso en un termoagitador durante 10 minutos.
3) Conectar el potenciómetro a la red de energía eléctrica calibrar con buffer pH 7.0
y pH 10.0 o a pH 4.0 según sea el rango de lectura que se espera obtener y esperar
durante tres minutos por lo menos para que proporcione lecturas estables
4) Posteriormente se toma la lectura en el potenciómetro a cada dilución
5) Se saca el electrodo y se lava nuevamente con agua destilada y se seca con
papel seda
MEDICION DEL pH EN EXTRACTOS DE SATURACION DEL SUELO.
6) Calibrado el potenciómetro medir 5-10 ml de extracto y posteriormente se toma
la lectura
7) Desconectar el potenciómetro
8) Medir el pH tanto del suelo preparado como del extracto con papel indicador
sumergiendo una fracción de papel indicador en la muestra a analizar
9) Realizar las observaciones correspondientes de los métodos empleados para
poder enriquecer las conclusiones.
RECOMENDACIONES.
Acides intercambiable
Proceso de análisis:
El pH medido en un suelo es producido por un grupo de condiciones químicas
específicas, por tanto, la determinación del pH del suelo es una de las pruebas más
importantes que pueden hacerse para diagnosticar problemas de crecimiento de las
plantas. El H+ intercambiable es la fuente principal de H+ hasta que el pH del suelo
llega a menos de 6, cuando el Al+3 de las láminas octaédricas de las arcillas se
vuelve inestable y es adsorbido como Al+3 intercambiable. La influencia más grande
del pH en el desarrollo de las plantas se efectúa en la disponibilidad de nutrientes
ya que está relacionado con la saturación de bases. Cuando la saturación de bases
es menor al 100%, un incremento en el pH va asociado con un aumento en las
cantidades de Ca y Mg (Foth 1985). 2 Se ha comprobado que en algunos suelos el
Al+3 intercambiable es el catión dominante asociado con la acidez del suelo. Por
tanto en estos suelos la acidez intercambiable está formada por Al+3 + H+ en
diferentes proporciones. La acidez intercambiable en los suelos es el resultado de
la presencia de hidrógeno (H+ ) y Aluminio (Al+3) que causan una disminución en
el pH. La alta concentración de Al+3 genera toxicidad para las plantas, además de
tener un efecto negativo sobre las propiedades químicas del suelo como
solubilización, disponibilidad y absorción de nutrimentos, físicas como estructura y
estabilidad de agregados y biológicas como tipo de organismos presentes en el
suelo, ocasionando así una reducción en el crecimiento de las raíces lo cual afecta
en forma negativa el crecimiento del cultivo. También reduce la calidad de las
cosechas e induce deficiencias nutricionales de: Ca, Mg, P, S y Zn entre otros, por
lo cual es indispensable conocer la acidez intercambiable de los suelos y
relacionarla con el pH, textura y materia orgánica entre otros (Fassbender 1975). El
factor más perjudicial para las plantas en suelos fuertemente ácidos es la toxicidad
de Aluminio (Al+3), particularmente cuando el pH es inferior a 5.0. La toxicidad del
Al+3 también limita la degradación microbiana de la materia orgánica. El pH en el
cual los niveles de Al+3 alcanzan valores perjudiciales depende tanto de la planta
como de factores del suelo, como la mineralogía de las arcillas, el contenido de
materia orgánica, la concentración de otros cationes y aniones y la salinidad total
del suelo. En este caso la proporción de Al+3 en el complejo de cambio y en la
solución del suelo, llega a concentraciones que producen síntomas característicos
de acuerdo con las especies vegetales. Estos síntomas se parecen con frecuencia,
a los problemas que se dan por deficiencias de P y Ca. Se sabe que las plantas
jóvenes son particularmente sensitivas a la acidez (Fassbender 1987). El efecto
neto de la hidrólisis por Al+3 intercambiable es un incremento en la concentración
de H+ de la solución de suelo, que resulta de la disociación de H+ intercambiable
(Foth 1985). Las bases son los elementos que neutralizan las cargas negativas del
suelo, y neutralizan la acidez del suelo. Estas son: Ca, Mg, K, y Na. El Na en exceso
puede causar toxicidad. La CIC es igual a la sumatoria de las bases intercambiables
+ la acidez intercambiable (Al+3+H+ ) (Arévalo y Gauggel 2008). El contenido
mineral de los materiales de origen es de particular importancia en la determinación
de los niveles de fertilidad en los suelos. La transformación de la roca madre
produce cambios, pero siempre la naturaleza del material de origen influirá
grandemente en las características del suelo (Cepeda 2007). Rocas Ígneas: Se han
formado a partir de un material preexistente (magma) que ha atravesado por una
etapa de fusión a alta temperatura, se admite que las rocas ígneas se han formado
por la solidificación (cristalización) de magmas cuyo origen se encuentra en el
interior de la tierra, en la corteza o en la parte superior del manto (Mora y Valverde
2005). Rocas intrusivas: Son aquellas que han alcanzado su solidificación a partir
del magma, por enfriamiento de éste a determinada profundidad y rodeadas de
algún tipo de rocas encajantes (Mora y Valverde 2005). 3 Riolitas: Ricas en cuarzo
y sanidina (variedad de los feldespatos potásicos), además contienen algunas
plagioclasas, muscovita y muy pocos minerales ferromagnésicos (anfíboles,
piroxenos, biotita). Provienen de magmas ricos en SiO2 (ácidos), muy viscosos y
ricos en gases (Mora y Valverde 2005). Andesitas: son de color gris y de textura
porfirítica, hipocristalinas, macizas o vacuolares y escoriáceas. El mineral
predominante es la plagioclasa (oligoclasa, andesina) y los piroxenos (augita e
hipersteno), además puede haber biotita, hornblenda y olivino (Mora y Valverde
2005). Ignimbritas claras: Son de composición riolítica en algunos casos y en otros
andesíticas. Generan suelos ricos en minerales arcillosos. Son suelos con rocas
metamórficas, poco profundos, material de grano grueso y hay visibilidad de quarzo.
(Simons 1977). También se definen como depósitos piroclásticos generados por
avalanchas calientes, provenientes de un vulcanismo fisural explosivo,
generalmente ácido (riolítico, dacítico), adquieren formas columnares al diaclasarse
verticalmente por enfriamiento (Mora y Valverde 2005). Volcánicos: Las arcillas de
los suelos derivados de materiales volcánicos suelen estar constituidas, en algunos
casos, casi exclusivamente de coloides y minerales amorfos. Uno de los
componentes principales de estos suelos es el alófano, silicato alumínico amorfo o
casi amorfo, que contribuye en gran parte a las propiedades físico-químicas de los
suelos (Rodríguez et al., 1971). La carga variable derivada del material amorfo, Fe
y Al orgánico complejo es alta en muchos de los andosoles (Sumner 1999). Tobas
y cenizas volcánicas: Depósitos piroclásticos subáreos, acumulados en frío y que
según su granulometría pueden ser: cineríticos, lapíllicos o blocosos. Su origen y
aspecto pueden ser similares al de la ignimbrita y los aglomerados (Mora y Valverde
2005). Aluvión: Sedimentos continentales y marinos resientes. Incluye depósitos
piedemonte y terraza de grava, planicies de inundación y depósitos de cauce
(Instituto geológico nacional 1991). Para interpretar los resultados de los análisis de
suelos se usa la proporción de cada base en relación a la Capacidad de Intercambio
Catiónico (CIC). Los métodos de laboratorio determinan la CIC {acetato de amonio,
sumatoria de cationes y acidez intercambiable (Boul et al. 2003)}. El análisis directo
de la CIC genera un costo adicional al usuario del servicio, se han desarrollado
métodos más rápidos y menos costosos para el análisis de suelos, uno de ellos es
el Mehlich III que es una solución compleja para extraer todos los elementos
disponibles en el suelo (Arévalo y Gauggel 2008). Con este método no se determina
la Capacidad de Intercambio Catiónico CIC lo que obliga a hacerlo por sumatoria de
cationes, por esta razón el objetivo principal de este estudio fue determinar la
relación existente entre la acidez intercambiable y el pH para estimar la CIC y los
objetivos específicos fueron establecer una relación de acidez intercambiable
(Al+3+H+ ) y la textura y entre la acidez intercambiable (Al+3+H+ ) y la materia
orgánica.
Fundamento matemático:
El análisis de suelos es una de las herramientas más útiles para el diagnóstico de
la fertilidad de los suelos. En el caso de la acidez, mediante este procedimiento es
posible detectar su presencia y a su vez generar una recomendación para solventar
adecuadamente el problema. La acidez o aluminio intercambiable se determina
mediante la extracción del suelo con una sal neutra no tamponada, tal como el KCl
1N, y la titulación del extracto con una base. Esta fracción constituye el aluminio e
hidrógeno intercambiable y el de la solución del suelo que pueden perjudicar el
crecimiento de las plantas. La mayor parte de la acidez en los suelos tropicales
(excluyendo los suelos orgánicos) proviene del aluminio, por lo que generalmente
se habla de acidez intercambiable (Al+3 + H+ ) y aluminio intercambiable como si
fueran sinónimos. La acidez intercambiable se expresa en meq/100 mL o cmol(+)/L,
y se considera que un valor > 0.5 cmol(+)/L podría ser problemático para los cultivos.
Otro parámetro de diagnóstico, quizás el más útil, es el % de saturación de acidez,
el cual se calcula mediante la siguiente fórmula: 2 acidez (cmol (+)/L) % Saturación
de acidez = -------------------------------------------------------------- x 100 acidez + Ca + Mg
+ K (cmol(+)/L) La saturación de acidez es una medida del % del complejo de
intercambio catiónico que está ocupado por aluminio e hidrógeno. El valor del % de
saturación de aluminio o acidez intercambiable es el mejor criterio para diagnosticar
problemas de acidez. Cada cultivo, variedad o cultivar tiene su grado de tolerancia
a la acidez, lo cual depende de las características genéticas de la planta. Sin
embargo, en términos generales se puede indicar que casi ningún cultivo soporta
más de 60% de saturación de acidez, y el valor deseable para la mayoría de las
plantas oscila entre 10 y 25%. El pH del suelo está directamente relacionado con el
% de saturación de acidez, ya que el aluminio intercambiable precipita entre pH 5.5
y 6.0. Cuando el pH es menor de 5.5 el aluminio se solubiliza, y por lo tanto, resulta
más abundante y tóxico para las plantas. La suma de bases (Ca + Mg + K) es
también importante, ya que se considera que un valor inferior a 5 cmol(+)/L puede
llegar a disminuir el rendimiento de los cultivos. En síntesis, se puede indicar que
los problemas de acidez aumentan cuando se presentan las siguientes condiciones
en el suelo: a) pH < 5.5 b) Acidez o aluminio intercambiable > 0.5 cmol(+)/L c) Suma
de bases ( Ca + Mg + K ) < 5 cmol(+)/L d) Saturación de acidez >20% El criterio
práctico que domina en la actualidad es utilizar una dosis de cal que reduzca el %
de saturación de acidez del suelo a un nivel que sea tolerable por el cultivo, de
acuerdo con alguna de las siguientes fórmulas propuestas para cuantificar las dosis:
a) Cochrane, Salinas y Sánchez (1980) 1.8 (Al - RAS) (C I C E) ton CaCO3 /ha = --
---------------------------------------------------------- 100 Al = % de saturación de acidez
existente en el suelo RAS = % de saturación de acidez deseado CICE = Capacidad
de intercambio catiónico efectiva b) Van Raij (1991) (V1 - V2) (C I C E) ton
CaCO3/ha = ---------------------------------------------------------- x f 100 3 V1 = % de
saturación de bases que presenta el suelo V2 = % de saturación de bases deseado
CICE = Capacidad de intercambio catiónico efectiva f = 100/PRNT PRNT = Poder
Relativo de Neutralización Total PRNT = Equivalente Químico x Eficiencia
Granulométrica/100 c) Modificación 1.5 (Al - RAS) (C I C E) ton CaCO3/ha = --------
---------------------------------------------------- x f 100 El valor de 1.5 es para neutralizar el
Al no intercambiable, y para hacer correcciones de peso/volumen para ajustar a una
profundidad de incorporación de 15 cm (Yost et al., 1991). La tolerancia a la acidez
del suelo es muy variable entre cultivos, y dentro de una misma especie existen
diferencias notables entre variedades. Algunos cultivos desarrollados originalmente
en suelos calcáreos, como el algodón, sorgo y alfalfa, son susceptibles a niveles de
10 a 20% de saturación alumínica (Bertsch 1995), mientras que otros que han
crecido en ambientes más silvestres son altamente tolerantes. En el Cuadro 1 se
presentan los valores de saturación de aluminio tolerados por algunos cultivos. 4
Cuadro 1. Porcentaje de saturación de Al tolerado por algunos cultivos en suelos
ácidos. Cultivo % de Saturación de Al tolerado % de Sat de Al recomendado Alto
Medio Bajo (RAS) Arroz1 X X X Maíz 40 25 Sorgo 15
La tendencia de ceder y aceptar protones se conoce como la fuerza de el
ácido y lafuerza de una base, respectivamente. Así, un ácido débil es uno que tiene
una bajatendencia a ceder protones (protólisis), se dice que tiene protones en un
bajo nivel deenergía. Una base fuerte es aquella que tiene una alta tendencia a
aceptarlos. Es difícildefinir un valor absoluto de fuerza de un ácido o de una base,
ya que el grado de trans-ferencia de protones depende, no solamente, de la
tendencia del donador, ácido 1,sino también de la capacidad de aceptar protones
de la base 2, del par conjugado ácidobase. Bajo estas circunstancias, la fuerza
relativa de un ácido se mide con respecto a labase, usualmente el solvente. En las
soluciones que tienen el agua como solvente, lafuerza de un ácido y de una base
se mide con relación al par conjugado ácido base.Las reacciones entre pares
conjugados ácido base son reacciones en equilibrio, a lascuales se les puede
aplicar la constante de equilibrio utilizada en química para caracter-izarlas. Paras
las reacciónes ( 1.6) y (1.10) las constantes de equilibrio son: (1.12) (1.12a)Con el
uso del paréntesis se denota el empleo de las actividades de cada especiequímica
involucrada.La ecuación (1.12) incluye dos pasos que representan a cada par ácido
base:H
2
O + H+↔ H +CH
3COOH
En las soluciones acuosas la actividad del agua se puede tomar como constante,
debidaa la pequeña disociación que sufre. Por lo tanto se puede incluir en la
constante de equi-librio y presentarla como una nueva constante, la constante de
disociación ácida, Ka
Fundamentos químicos.
Los vertidos industriales se caracterizan y regulan, entre otros parámetros, por su
contenido en carbono y su demanda de oxígeno. El carbono total se define como la
cantidad de CO2 desprendido cuando se oxida completamente la muestra. El
carbono total incluye material orgánico disuelto, llamado carbono orgánico total, así
como carbonatos disueltos, CO3 2− y HCO3 − , denominados estos últimos carbono
inorgánico total. La Demanda Total de Oxígeno (DTO) indica la cantidad de O2
requerido para la oxidación completa de los contaminantes de un vertido. Además
de las especies carbonadas, compuestos de nitrógeno y azufre con carácter
reductor, como NH3 y H2S, también contribuyen a la DTO. Muchos contaminantes
se pueden oxidar en caliente con dicromato (Cr2O7 2− ), lo cual constituye un
método analítico habitual para la determinación de materia orgánica en residuos. Se
define la Demanda Química de Oxígeno (DQO) como la cantidad de O2
químicamente equivalente al Cr2O7 2− consumido en este proceso. Dicha
equivalencia queda establecida a partir de las reacciones de reducción-oxidación
correspondientes (en medio ácido): Semireacción para el dicromato: Cr2O7 2− + 14
H+ + 6e− → 2 Cr3+ + 7 H2O (Naranja) (Verde) Semireacción para el oxígeno: O2 +
4 H+ + 4 e− → 2 H2O Como se puede observar, cada Cr2O7 2− consume 6
electrones al reducirse, mientras que cada molécula de oxígeno consume 4
electrones. Por consiguiente, el consumo de 1 mol de Cr2O7 2− en la oxidación es
equivalente al consumo de 1.5 moles de O2. La determinación de la DQO se utiliza
para la caracterización y regulación de la emisión de desechos industriales. El
campo normal de variación de la DQO en este tipo de vertidos oscila típicamente en
el intervalo 200-4000 mg de O2/L. La DQO se utiliza también para estimar la
Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), en residuos que son demasiado tóxicos
para la determinación de esta última. La DBO se define a partir del oxígeno
consumido por microorganismos para la degradación de la materia Técnicas
Avanzadas en Química Ciencias Ambientales, curso 2004/05 2 orgánica en la
muestra. La DQO es, normalmente, más alta que la DBO, aunque la cantidad variará
de unas aguas a otras. 2. Fundamento El método empleado se basa en la reacción
de una muestra de agua contaminada (por ejemplo, un supuesto vertido industrial)
con un oxidante enérgico, como es el dicromato potásico1 , en medio ácido sulfúrico
con Ag+ como catalizador y la valoración por colorimetría de la cantidad de
dicromato consumida en este proceso. Los compuestos orgánicos oxidables actúan
reduciendo el dicromato, Cr(VI), a ion crómico Cr(III). La cantidad de dicromato
consumido proporciona una medida de la concentración de contaminantes en el
agua. La utilización de la colorimetría (absorción visible-ultravioleta) para la
determinación de la DQO en esta práctica se basa en los diferentes espectros de
absorción del Cr(VI) (de color naranja, absorbe en longitudes de onda en torno a
440 nm) y el Cr(III) (de color verde, absorbe en torno a 600 nm), por lo que ambas
especies se pueden detectar independientemente. Realizaremos la calibración de
la técnica con disoluciones patrón de Ftalato potásico (sustancia orgánica
reductora), cuya DQO es bien conocida. 3. Aparatos y material Equipo para análisis
de DQO: Placa calefactora para tubos de ensayo regulada a 150ºC 8 Tubos de
ensayo de vidrio con tapón de rosca 1 gradilla para tubos de ensayo
Espectrofotómetro UV-visible 3 matraces aforados de 100 mL 6 matraces aforado
de 25 mL 1 frasco topacio 1 varilla de vidrio 2 vasos de precipitados de 50mL Pipetas
graduadas de 0.5 mL, 2 mL y 10 mL 4. Reactivos *Disolución patrón de Ftalato ácido
de potasio, 850 mg/L. Pesar 0.085 g del reactivo, disolver en agua destilada y diluir
a 100 mL en matraz aforado.
*Dicromato potásico- Disolver 0.3 g de dicromato potásico (K2Cr2O7) en agua
destilada en un matraz aforado de 25 mL
5. Procedimiento experimental a) Antes de comenzar a preparar las disoluciones de
los distintos reactivos, asegurarse que la placa calefactora esta encendida y ajustar
la temperatura a 150ºC. b) Añadir en cada uno de los 8 tubos de ensayo una punta
de espátula (unos 0.03 g, pesados en la balanza de precisión) de sulfato mercúrico
(HgSO4). Los iones mercurio (Hg2+) actuarán como complejante del ion cloruro (Cl−
) evitando que éste interfiera en la medida colorimétrica, ya que el Cl− aislado en
disolución absorbe luz en las longitudes de onda utilizadas para detectar el Cromo.
c) Preparación de disoluciones patrón y muestras problema 1) Numerar claramente
los 8 tubos de ensayo con rotulador de vidrio. 2) Añadir en los tubos de ensayo los
siguientes volúmenes de patrón de ftalato ácido de potasio (850 mg/L): Tubo 1: 0
mL; Tubo 2: 0.25 mL; Tubo 3: 0.5 mL, Tubo 4: 1 mL; Tubo 5: 1.5 mL En los 3 últimos
Tubos 6, 7 y 8, añadir 1 mL de disolución problema d) Adición del oxidante 1) Añadir
a cada uno de los Tubos, 0.8 mL de disolución de dicromato potásico. 2) Enrasar
cada tubo de ensayo hasta 2.5 mL con agua destilada. Ejemplo del proceso de
preparación: Tubo 1: 0 mL (ftalato) + 0.8 mL (dicromato)+ 1.7 mL (agua) Tubo 2:
0.25 mL (ftalato) + 0.8 mL (dicromato)+ 1.45 mL (agua) … Tubo 5: 1.5 mL (ftalato)
+ 0.8 mL (dicromato)+ 0.2 mL (agua) Tubo 6, 7 y 8: 1 mL (problema) + 0.8 mL
(dicromato)+ 0.7 mL (agua) e) Adición del medio ácido Añadir 2.5 mL de ácido
sulfúrico concentrado en cada tubo de ensayo. ATENCIÓN: Esta reacción es
exotérmica, se realizará en la campana extractora utilizando gafas de protección y
guantes,. Añadir el ácido con una pipeta poco a poco. Finalmente, limpiar bien los
restos de ácido en el exterior de los tubos y en la campana. f) Concluidas las
anteriores operaciones, se cierran bien los tubos, se limpian y secan por fuera y,
finalmente, se agitan e introducen en los depósitos de la placa a 150ºC. g) Calentar
las muestras en el calefactor durante 20 minutos. A continuación, pasar los tubos
de ensayo a una gradilla y enfriarlos en agua de grifo hasta temperatura ambiente.
h) Mientras se calientan los tubos, realizar el cálculo de la DQO de los tubos de
ensayo con las disoluciones patrón. Seguir para ello el siguiente esquema: Técnicas
Avanzadas en Química Ciencias Ambientales, curso 2004/05 4 La reacción de
oxidación del ftalato es: C8H6O4 + 7.5 O2 → 8 CO2 + 3 H2O por lo que una
disolución de 850 mg/L de ftalato ácido de potasio requiere 1000 mg/L de O2 para
su oxidación (esto es, la DQO de 850 mg/L de ftalato es de 1000 mg/L). Teniendo
en cuenta la concentración real de la disolución patrón y la dilución hasta 5 mL
realizada en cada tubo de ensayo, calcular la DQO de cada tubo de acuerdo con la
anterior equivalencia.y completar la siguiente tabla (incluirla en el informe de la
práctica): TUBO nº TUBO 1 TUBO 2 TUBO 3 TUBO 4 TUBO 5 mL patrón añadidos
0 0.25 0.5 1.0 1.5 Concentración de Ftalato (mg/L) DQO (mg/L O2) i) Lecturas de
Absorción UV-visible 1) En el espectrofotómetro, medir el espectro de absorción UV-
visible en el intervalo 370-670 nm de las muestras patrón de ftalato más diluida y
más concentrada. Localizar las longitudes de onda de máxima absorción en los
intervalos 480-420 nm (Cr(VI)) y 580-640 nm (Cr(III)). Utilizar agua destilada como
cubeta de referencia del aparato. 2) Efectuar lecturas de absorbancia de las 8
muestras a cada una de las dos longitudes de onda correspondientes a los máximos
encontrados. De nuevo, utilizar agua destilada para poner a cero el aparato. j)
Presentación de resultados 1) Representar los espectros de absorción UV-visible
registrados 2) Construir la recta de calibrado representando (Apatrones − Ablanco)
frente a la DQO de los patrones utilizados. Ablanco es la absorbancia del Tubo 1 (el
blanco, sin materia orgánica), que no se incluirá en la gráfica. 3) A partir de la
ecuación de la recta de calibrado y la absorbancia de los Tubos 6, 7 y 8, determinar
la DQO (en mg/L de O2) de la muestra problema. Multiplicar por el factor de dilución
apropiado (recuerde que ha diluido la muestra problema para realizar el
experimento). 4) Calcular el error de la determinación (error estadístico ε= ± t⋅(s/√N),
obtenido a partir de la desviación cuadrática, s, de las 3 medidas realizadas y la t
de Student, que para N=3 vale t=4.3). Discutir la precisión del método.
Fundamentos Matemático:
Con base en conceptos y teorías de cinética química relativos a las colisiones
moleculares que acontecen durante una reacción química, se expone un modelo
matemático para describir el proceso de maduración del querógeno (querógeno
reactivo) en el tiempo. En virtud de la enorme complejidad química-estructural que
presentan los hidrocarburos, se utilizan los conceptos de potenciales de querógeno
(porciones de querógeno potencialmente transformables en hidrocarburos) y
fracciones de carbono, en lugar de los términos reactivos y productos de una
reacción, respectivamente. Los cambios producidos en la composición química del
querógeno se modelan entonces, a través de un número n de reacciones químicas
paralelas en las que se asume que los potenciales iniciales de querógeno se
descomponen más o menos simultáneamente para producir las distintas fracciones
de carbono (Espitalié et al., 1987). De esta manera se obtiene un sistema de
ecuaciones diferenciales para describir la cinética química de la maduración del
querógeno, a saber:
(1)
sujeto a las condiciones wi(0)=wi0; donde ki, wi(t) y wi0 significan, para la reacción
número i, la constante de reacción, la concentración del potencial de querógeno
existente en el tiempo t y la concentración del potencial inicial; respectivamente.
Tal como se indicó anteriormente, existe una estrecha relación entre la temperatura
y el proceso de transformación del material orgánico; específicamente, las
constantes de reacción dependen del valor del campo de temperatura en un lugar
del espacio y tiempo determinados. Esta dependencia ha sido establecida, para
cada constante de reacción ki, a través de la ecuación semi-empírica de Arrhenius
(2)
donde T es la temperatura medida en grados Kelvin, R es la constante universal de
los gases (R= 1,987×10-3Kcal·mol-1·ºK-1), Ei es la energía de activación (Kcal·mol-
1), y A (seg-1) es el término o factor pre-exponencial. Estos dos últimos, junto a la
i
concentración del potencial inicial número i de querógeno, wi0, son los denominados
parámetros cinéticos, y dependen esencialmente del tipo de querógeno.
Utilizando la función E1(z) definida como
para todo número complejo z tal que úarg zê<p (Abramowitz y Stegun, 1972), y la
fórmula
(3)
donde Ta y Tb son el valor del campo de temperatura en los tiempos t=a y t=b,
respectivamente; mientras que los demás guarismos poseen el mismo significado
especificado en ecuaciones anteriores.
Finalmente, el grado de madurez del querógeno, principal interrogante en el estudio
exploratorio de una cuenca, se ha estimado utilizando el índice de transformación
(transformation ratio)
(4)
el cual incrementa continuamente desde 0 hasta 1 e indica el porcentaje de
querógeno inicial transformado en hidrocarburos en el tiempo t.
Modelo Numérico
Tal como se planteó en el inciso anterior, las constantes de reacción k i(i {1,..., n})
de las reacciones químicas que constituyen el proceso de maduración del
querógeno, dependen de la temperatura según la relación de Arrhenius (Ec. 2). En
este sentido, resulta de gran importancia el conocimiento de la distribución del
campo de temperatura en la cuenca donde yace acumulada la materia orgánica.
Para obtener el estado térmico de la cuenca en cuestión, se ha adaptado una
aplicación (Figueroa, 2002) que simula la paleotemperatura de una estructura 3D
acotada que evoluciona de un estado geológico estacionario a otro, denominado
transitorio. Dicha aplicación resuelve la ecuación del calor en conducción pura (sin
el término convectivo) a través del método de los elementos finitos. La distribución
final del campo de temperatura en cada estado geológico se obtiene por relajación
de la proyección de la temperatura del estado previo. Los términos relajación y
proyección se explicarán en detalle más adelante. Siguiendo una idea similar a la
planteada por Endignoux y Wolf (1990), la discontinuidad de la proyección de la
temperatura a nivel del plano de falla se trata mediante una "difusión instantánea",
que consiste en un promedio ponderado de los valores de temperatura de los nodos
de elementos adyacentes al plano de falla.
Así, el modelo de maduración del querógeno aquí planteado se inscribe en y
modifica al modelo numérico descrito en el párrafo anterior, obteniéndose otro de
mayor alcance y potencia. El método numérico empleado para este fin puede ser
sintetizado en tres grandes etapas: discretización del espacio 3D objeto de estudio,
cálculo de la temperatura y resolución de las ecuaciones matemáticas (1) y (3), y
cálculo del índice de transformación.
En primer lugar, se considera un intervalo de tiempo [0, ], donde t=0 denota el
instante (millones de años antes del presente) considerado como momento de inicio
del proceso evolutivo de la cuenca, y la cantidad de años transcurridos desde ese
momento inicial hasta la actualidad. Es decir, se estudian las variaciones inducidas
sobre la materia orgánica por un cabalgamiento que se desarrolla en el período de
tiempo [0,t]. Este intervalo es determinado a través de diversas técnicas geológicas
ajenas a este trabajo (De Paor, 1988). [0, ] es particionado en m-1 sub-intervalos
(m es un número natural), haciendo uso de m puntos: 0=t0, t1, t2,..., tm-1= , en cada
uno de los cuales se analiza una fase de la evolución cinemática de la cuenca, fase
que se denominará estado geológico. De nuevo, la elección de estos sub-intervalos
es tarea del geólogo. La discretización espacial, por otra parte, corresponde a la
elaboración, para cada uno de los estados geológicos, de una malla de elementos
finitos en un dominio 3D acotado, o representación geométrica de la cuenca en
estudio (Figura 1). Estos mallados pueden diferir en virtud de las deformaciones
geomorfológicas que sufre la cuenca como consecuencia de las fuerzas tectónicas
compresivas, presentan todos una refinación en la zona donde el querógeno está
acumulado, y son utilizados tanto por el presente modelo de maduración del
querógeno como por el esquema de evolución térmica. De manera tal que para cada
estado geológico, en cada nodo de la malla correspondiente, se dispondrá del valor
de la temperatura. Hay que destacar que la elaboración de una malla diferente en
cada estado geológico, aunado a la técnica de proyección del campo de
temperaturas que será explicada más adelante, viene a resolver un problema
clásico de inconsistencia topológica en el mallado que surge cuando el mismo es
«deformado», según la cinemática elegida, de una geometría a otra (Shi y Wang,
1987).
Se inicia el proceso de cálculo estimando la temperatura en cada uno de los nodos
del mallado espacial del estado geológico correspondiente al tiempo t0=0. Los
parámetros cinéticos para este primer estado son insumos externos. Luego, se
simula la deformación tectónica mediante un programa externo, para obtener el
segundo estado geológico asociado al tiempo t1 de la discretización temporal antes
hecha. Se proyecta, entonces, el valor del campo de temperatura en cada uno de
los nodos de la malla del segundo estado, y se proyecta, igualmente, el potencial
de querógeno en cada uno de los nodos de la región petrolígena (donde se
encuentra la materia orgánica acumulada) de este segundo estado geológico. Este
proceso de proyección se fundamenta en las hipótesis de deformación instantánea
de la estructura y conservación del campo de temperatura, y debe ser realizado
debido a que no se dispone de un programa de simulación cinemática 3D que
modele el desplazamiento de puntos en el espacio y que, a su vez, conserve valores
físicos-químicos en cada uno de los puntos desplazados. Después de la proyección,
se identifican los valores de la energía de activación y el factor de frecuencia
correspondientes a cada nodo del estado geológico en t1, para continuar luego con
el siguiente paso, conocido como relajación. La relajación consiste en normalizar,
simultáneamente, tanto el potencial de querógeno como el campo de temperatura
en el segundo estado. Para tal fin se divide el intervalo de
tiempo t0,t1 considerando r1 puntos:
Para cada punto espacial t0j, j {1,..., r1} y en cada nodo del dominio tridimensional
que representa el segundo estado geológico, se estima el valor de la temperatura.
Utilizando la temperatura de los nodos en la región petrolígena, se calcula la integral
de las constantes de reacción utilizando la fórmula de aproximación racional (Ec. 3),
con lo cual, sustituyendo en Ec. 1 se obtiene el valor del potencial de querógeno
para cada nodo del mallado ubicado en la franja de querógeno del segundo estado
geológico. Finalizado este proceso de relajación se tiene la distribución de la
temperatura y el valor de los potenciales de querógeno en el estado geológico
correspondiente al tiempo t1. Se procede, nuevamente, a simular la deformación de
la cuenca para obtener el estado geológico en el tiempo t2. Se proyecta el valor del
campo de temperatura y el potencial de querógeno en los nodos correspondientes
del mallado de este nuevo estado geológico. Se discretiza el intervalo ú t1,t2 êcon
r2 puntos:
EL FOSFORO EN EL SUELO
Procedimiento de análisis:
Fundamento Matemático
En 1945, Bray y Kurtz proponen un método rápido para estimar las formas de fósforo
disponible para las plantas. En resumen, el método conocido como Bray 1 se trata
de una extracción con una solución mezcla de NH4F 0,03N y HCl 0,025N, que se
basa en el efecto solubilizador del H + sobre el P del suelo y la capacidad del ión F-
de bajar la actividad del Al+3, evitando la readsorción de los fosfatos en el sistema
de extracción (Soil and Plant Analysis Council, 1992; Kuo, 1996). Ellos plantearon
trabajar con 1 gramo de suelo y 7 ml de solución extractiva, agitando vigorosamente
por un minuto, para luego determinar el P en el extracto. En nuestro país este
método se aceptó ampliamente con algunas modificaciones propuestas por el INTA
Balcarce. Las mismas consistieron en prolongar el tiempo de agitación a 5 minutos,
hecho que facilita la operatoria, además de trabajar con 2,5 g de muestra y 20 ml
de solución extractiva, lo que da una relación de 1:8. En 1991, el Comité de Química
de la AACS realizó la II Jornada Nacional de Fósforo en el suelo, donde se propuso
la determinación del P disponible en una relación suelo-solución extractiva de 1:7
agitando durante 5 minutos como método de referencia dentro del Programa de
Métodos Analíticos de Referencia del SAMLA (Sistema de Apoyo Metodológico de
Laboratorios de Suelos y Aguas). A pesar de estos antecedentes, surge la
necesidad de obtener información actualizada que permita afirmar si están o no
unificados los criterios de análisis en la determinación del fósforo extraíble por el
método de Bray y Kurtz N° 1. Para lograr este objetivo se realizó una encuesta a
Laboratorios de análisis de suelos y/o Centros de Investigación del país, en relación
a aspectos que hacen al proceso de extracción del P tales como: la relación suelo-
solución extractiva, tiempo y tipo de agitación y aspectos relacionados a la
determinación de P del extracto como el método de desarrollo de color, longitud de
onda de lectura espectrofotométrica y la periodicidad de la realización de la curva
de calibrado. Con un mayor conocimiento de estos factores podrían solucionarse
algunos problemas asociados con la interpretación del resultado del análisis de P
extraíble, ya que las diferencias metodológicas plantean dudas sobre la posibilidad
de comparación de los resultados. A fin de evaluar estos aspectos, se realizó una
experiencia con un suelo Hapludol típico de la provincia de Buenos Aires y con un
suelo Argiudol ácuico de la provincia de Entre Ríos, donde se midió el efecto de la
relación suelo:solución, el tiempo de agitado y la forma de agitación sobre la
cantidad de P extraída, en cuatro repeticiones. Resultados A partir del relevamiento
se pudo observar que existen diferencias en la operatoria para la determinación del
P disponible por el método de Bray y Kurtz 1, lo que evidencia que, a pesar de la
reunión de 1991 y las recomendaciones del SAMLA, algunos laboratorios
continuaron utilizando la metodología que venían desarrollando anteriormente. De
los 30 laboratorios que respondieron a las encuestas (Tabla 1), todos coincidieron
en que utilizan una solución extractiva de NH4F 0,03N y HCl 0,025N. Se trabaja
entre 1 y 5 gramos de muestra de suelo para la determinación, pero el 38,5 % de
los laboratorios lo hace en una relación con la solución extractiva de 1:7, el 57 % en
relación 1:8 y 10,5 % utilizan una relación 1:10. Es conocido que el incremento de
la relación suelo/solución provoca un aumento de la cantidad extraída. No hubo
diferencias significativas entre las relaciones 1:7 y 1:8, aunque la cantidad extraída
aumentó ligeramente. La diferencia fue significativa cuando la relación se
incrementó desde 1:7 a 1:10, extrayendo 10 a 20 % más de P (Figura 1). a ab b B
A A 0 10 20 30 40 50 60 1.7 1.8 1.10 Relación suelo:solución P (mg kg-1) Suelo Bs.
As. Suelo E. R. Figura 1. Efecto de la relación suelo:solución extractiva sobre la
cantidad de fósforo extraíble. Agitación 5 minutos en tubos acostados. El tiempo de
agitación que mayoritariamente utilizan los laboratorios es de 5 minutos (71%) dado
que resulta más conveniente a los fines prácticos. Un 21% agita durante 1 minuto y
solo unos pocos lo hacen en 2 y 7 minutos. El efecto del tiempo de agitación puede
apreciarse en la Figura 2. Se observaron diferencias significativas en los valores de
P extraíble cuando el tiempo de agitación del suelo con la solución extractiva, varió
de 1 a 5 minutos. a b A B 0 10 20 30 40 50 60 1 5 Tiempo agitación (minutos) P (mg
kg-1) Suelo Bs. As. Suelo E. R. Figura 2. Efecto del tiempo de agitación sobre la
cantidad de fósforo extraíble. Relación 1:7, agitando en tubos acostados. Los
recipientes y formas de agitación utilizados son variados pero en general se utilizan
tubos o envases plásticos agitados horizontalmente con el tubo acostado o
erlenmeyers agitados en forma rotativa. Este es un aspecto a tener en cuenta dado
que el contacto del suelo con la solución es mayor si los tubos están acostados y
no parados. Es recomendable el uso de tubos de un volumen 30 a 50% superior al
volumen de extracción para permitir el movimiento del líquido, con una energía de
agitación de alrededor de 180 golpes por minuto, que según lo reflejado en las
encuestas es la más usada. El uso de erlenmeyer o tubos acostados mostraron
resultados similares de extracción, mientras que en el caso de agitar con el tubo en
posición vertical, se extrajo una cantidad significativamente menor, lo que deja en
evidencia la importancia de este aspecto del proceso de extracción (Figura 3). b a
a B A A 0 10 20 30 40 50 60 Erlenmeyer Tubo acostado Tubo parado Recipiente y
forma agitación P (mg kg-1) Suelo Bs. As. Suelo E. R. Figura 3. Efecto del recipiente
y la forma de agitación sobre la cantidad de fósforo extraíble. 5 minutos de
extracción, relación 1:7. En casi el 80% de los laboratorios se filtra el extracto antes
del desarrollo de color y el resto lo centrifuga. El centrifugado tiene la ventaja de su
practicidad y economía. Experiencias realizadas muestran que para lograr extractos
claros es suficiente con un centrifugado de 5 minutos a 5000 rpm. Mas del 85%
utiliza el método de Murphy y Riley (1962) para el desarrollo de color, sin tener en
claro el efecto de la molaridad del sulfúrico. Al respecto, Rodriguez et al. (1994)
concluyeron que la acidez óptima del color azul del complejo fosfomolibdato es la
comprendida entre 0,17 y 0,28 M H2SO4. En este rango se logra la estabilidad del
color azul, la cual fue llamada “plateau de estabilidad frente a la acidez”. Esto se
refiere a la estabilidad de la lectura para una misma concentración de P (Figura 4).
Figura 4. Efecto de la concentración del ácido H2SO4 sobre la absorbancia del
complejo azul de molibdeno para distintas concentraciones de P, luego de 10
minutos de adicionado el reactivo color. Cuando la molaridad es inferior a este límite,
la lectura de absorbancia aumenta considerablemente y por el contrario, cuando
está por encima, disminuye generando errores. Este problema puede presentarse
cuando se utilizan extractos con poca concentración de P y se extraen altas
alícuotas para el desarrollo de color o, en el caso inverso, cuando en extractos de
altas concentraciones de P donde se toman alícuotas muy pequeñas. Además hay
que tener en cuenta que la ley de Beer deja de cumplirse con concentraciones de
lectura superiores a 0,84 mg de P L-1, así como el “plateau” es menos observable
por encima de 0,80 mg de P L-1, por lo tanto la concentración de P en la solución
de lectura no debería superar este valor (Jackson, 1976, Rodriguez et al. 1994). Los
laboratorios realizan las lecturas espectrofotométricas de absorción para el color
azul de molibdeno en una longitud de onda que va desde 590 a 890 nm, aunque un
32% lee en cercanías del los 660 nm, la mayor parte lo hace en torno a 882 nm, que
sería la mas recomendada. La mayoría realiza una curva de calibración diariamente
(57%) o semanalmente (14%) utilizando un promedio de 5 puntos de lectura. Es
conveniente realizar un control diario, al menos con dos puntos y un blanco, esto
permite detectar errores, contaminaciones o diferencias en la lectura del equipo.
Consideraciones finales Es probable que las diferencias que se observan en los
procedimientos operativos en la determinación de P disponible por el método de
Bray y Kurtz 1, entre los diferentes laboratorios, consideradas individualmente no
sean de una magnitud importante. Sin embargo, la suma de efectos podría resultar
en la obtención de valores no comparables. Es por ello que se sugiere la unificación
de los procedimientos prácticos en esta determinación, para una mejor
interpretación de los resultados obtenidos. La estandarización del tiempo de agitado
en 5 minutos, en una relación suelo:solución 1:7 a 1:8, agitando en tubos acostados
o erlenmeyers, permitiría obtener resultados comparables.
Determinación de elementos mayor y secundarios (K,Ca,Mg,S)
FUNDAMENTO DE ANALISIS:
Calcio magnesio y azufre en el suelo y su función nutricional
1. 1. EL CALCIO, MAGNESIO Y AZÚFRE Y SU FUNCIÓN EN LA NUTRICIÓN
VEGETAL
2. 2. DENTRO DE LA CLASIFICACIÓN DE NUTRIENTES Macronutrientes:
Nitrógeno, fósforo y potasio. Nutrientes secundarios: Calcio, magnesio y
azufre Micronutrientes: Cobre, cinc, molibdeno, hierro, manganeso, boro y
cloro.
3. 3. EL CALCIO, MAGNESIO Y AZÚFRE Y SU FUNCIÓN EN LA NUTRICIÓN
VEGETAL Los nutrientes minerales son elementos químicos que se
encuentran en el suelo disueltos en el agua, las plantas los absorben a través
de sus raíces. Estos nutrientes se clasifican en dos tipos, macro y micro
nutrientes. Dentro de los macro nutrientes encontramos los nutrientes
secundarios, El azufre (S), el magnesio (Mg) y el calcio (Ca) que hacen parte
de los nutrientes secundarios, necesarios para el crecimiento de las plantas
pero en menor proporción que los componentes primarios.
4. 4. EL CALCIO Es importante tanto como nutriente (abono) como para
mantener las condiciones físicas del suelo (enmienda). Favorece el
desarrollo de las raíces y también neutraliza los ácidos tóxicos. De las bases
intercambiables en el suelo (K, Ca, Mg, y Na), el Ca es el dominante, llegando
al 80% del total. El Ca es absorbido por las plantas como Ca+2, parte del
cual se fija en las paredes de los tejidos de las plantas como sal de Ca.
5. 5. EL CALCIO Muchos suelos en particular los ácidos, contienen insuficiente
cantidad de Ca para lograr su normal desarrollo de los cultivos y se deben
corregir antes de su uso. Las enmiendas consisten en combinaciones de
minerales de calcio que se agregan al suelo mediante un proceso
denominado encalado con el propósito de corregir su pH muy ácido (inferior
a 5,5), que impedirán para la mayor parte de los cultivos comerciales una
correcta asimilación de los elementos nutrientes como P, y otros
micronutrientes B, Mn, Fe, Cu y Zn, entre otros.
6. 6. FUENTES DE CALCIO UTILIZADAS Óxido de calcio (cal viva), obtenida
por calcinación de carbonato de calcio y posterior molienda. Contiene un
mínimo de 70% de CaO. Calcáreo, que es caliza mineral molida
(sedimentaria o metamórfica); su acción es menos rápida para corregir el
suelo. Cal apagada, obtenida por tratamiento de cal viva con agua. Se
presenta como polvo y con un contenido de un 60% de CaO.
7. 7. FUENTES DE CALCIO UTILIZADAS Dolomita, que se presenta en
estado pulverulento y con contenidos mínimos del 60 % de carbonato de Ca
y 20 % de carbonato de magnesio. Conchillas marinas y margas, con
contenidos fluctuantes entre 25% y 40 % de carbonato de Ca. También se
puede usar yeso (Ca SO4 .2H2O), que es un producto de aplicación directa.
Otras fuentes de calcio pueden ser el superfosfato concentrado o el nitrato
de Ca.
8. 8. APORTE EN LA NUTRICIÓN VEGETAL Activa la temprana formación y
el crecimiento de las raíces. Mejora el vigor general de las plantas.
Neutraliza las sustancias tóxicas que se producen en las plantas estimula
la producción de semillas. Aumenta el contenido de calcio en el alimento
humano y animal
9. 9. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Al aumentar la edad de la
planta, el contenido de calcio se acumula en los tejidos viejos, lo que genera
una deficiencia en las hojas jóvenes de los brotes terminales por lo que estos
se doblan al aparecer y se queman en sus puntas y bordes. Las hojas
jóvenes permanecen enrolladas y tienden a arrugarse. En las áreas
terminales pueden aparecer brotes nuevos de color blanquecino.
10. 10. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Puede producirse la
muerte de los extremos de las raíces. En tomates y patillas la deficiencia
de calcio ocasiona el hundimiento y posterior pudrición seca de los frutos en
el extremo opuesto al pedúnculo. Pudrición apical.
11. 11. CUANDO SE PRESENTA EN EXCESO No se conocen síntomas de
toxicidad por excesos, pero éstos pueden alterar la acidez del medio de
desarrollo de la raíz y esto sí afecta la disponibilidad de otros elementos para
la planta
12. 12. MAGNESIO Las plantas lo absorben como MgO. El magnesio es un
nutriente esencial para el desarrollo de las plantas, y constituye el núcleo de
la molécula de clorofila, pigmento de las hojas que se necesita para realizar
la fotosíntesis en presencia de la luz solar. La fotosíntesis, a su vez, permite
la absorción de nutrientes. El magnesio, entonces, contenido en la clorofila,
fomenta la absorción y transporte de fósforo. Ayuda en el almacenamiento
de los azúcares dentro de la planta, indispensable en los procesos de
formación de carbohidratos, aceites y grasas.
13. 13. MAGNESIO Es el activador más común de enzimas asociadas con el
metabolismo energético. Además, es el activador de más enzimas que
cualquier otro elemento nutritivo. Es asimilado en el proceso fisiológico de la
absorción del Dióxido de Carbono. En forrajes de baja concentración, el
magnesio, menos del 0,2 por ciento en base seca, está relacionada con la
enfermedad del ganado conocida como hipomagnesemia.
14. 14. APORTE EN LA NUTRICIÓN VEGETAL Es un componente esencial de
la clorofila. Es necesario para la formación de los azúcares. Ayuda a
regular la asimilación de otros nutrientes. Actúa como transportador del
fósforo dentro de la planta. Promueve la formación de grasas y aceites
15. 15. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Pérdida del color verde,
que comienza en las hojas de abajo y continúa hacia arriba, pero las venas
conservan el color verde. Los tallos se forman débiles, y las raíces se
ramifican y alargan excesivamente. Las hojas se tuercen hacia arriba a lo
largo de los bordes.
16. 16. AZÚFRE El azufre es un elemento químico de número atómico 16 y
símbolo S. Es un elemento esencial para el desarrollo de las plantas y uno
de los considerados Macronutrientes. Es un componente básico de las
proteínas, por lo tanto, deficiencias de mismo se traducen en inhibición de
síntesis proteica.
17. 17. AZÚFRE Este elemento es tan preciso para le óptimo desarrollo de las
plantas como alguno de los llamados elementos principales de la fertilización.
De hecho, en muchos casos, algunos cultivos precisan cantidades de Azufre
(S) similares a las de Fósforo o Magnesio. Cultivos de gran importancia en el
comercio mundial, como lo son el café, la caña de azúcar, el algodón etc.
extraen más Azufre que Fósforo.
18. 18. AZÚFRE Interviene en los mecanismos de óxido-reducción de las
células. Actúa sobre el contenido de azúcar de los frutos. Actúa en la
formación de la clorofila. Ayuda a un desarrollo más acelerado del sistema
radicular y de las bacterias nodulares, que asimilan el nitrógeno atmosférico,
que viven en simbiosis con las leguminosas. El azufre también puede entrar
a la planta por las hojas en forma de gas (SO2), que se encuentra en la
atmósfera, donde se concentra debido a los procesos naturales de
descomposición de la materia orgánica, combustión de carburantes y
fundición de metales.
19. 19. FORMAS DE AZUFRE EN EL SUELO AZUFRE ORGANICO: proviene
de los residuos vegetales y animales, consiste en su mayor parte de
proteínas, aminoácidos y otros compuestos azufrados, entre el 60 % y el 90%
se encuentra en azufre orgánico. AZUFRE INORGANICO: la mayoría se
encuentra como sulfatos, en suelos anegados y pantanosos, se presentan
sulfuros como la pirita que pasa a sulfatos. En suelos bien aireados solo el 1
% aproximadamente esta como sulfuro.
20. 20. APORTE EN LA NUTRICIÓN VEGETAL oEs un ingrediente esencial de
las proteínas. oAyuda a mantener el color verde intenso. oActiva la formación
de nódulos nitrificantes en algunas especies leguminosas (frijoles, soya,
arvejas, habas). oEstimula la producción de semillas. oAyuda al crecimiento
más vigoroso de las plantas
21. 21. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA •Cuando se presenta
deficiencia, lo que no es muy frecuente, las hojas jóvenes toman color verde
claro y sus venas un color más claro aún; el espacio entre las nervaduras se
seca. •Los tallos son cortos, endebles, de color amarillo. •El desarrollo es
lento y raquítico. •Formación de los frutos incompleta.
22. 22. CUANDO SE PRESENTA UNA DEFICIENCIA Cultivo de maíz afectado
por deficiencia de azufre Deficiencia de azufre en cultivo de banano
23. 23. •Los nutrientes secundarios son asimilados en grandes cantidades pero
no tanto como los macro nutrientes. El Azufre (S), el Calcio (Ca) y el
Magnesio (Mg) son los tres nutrientes secundarios. No suelen venir incluidos
en la mayoría de fertilizantes comerciales, aunque sí que suelen estar
disponibles en cantidades suficientes en el estiércol y el compost. •El
magnesio es un elemento muy utilizado en la planta, ya que está íntimamente
relacionado con la fotosíntesis. El exceso de magnesio no suele ser tóxico,
pero si se acumula demasiado en el substrato interferirá posiblemente en la
absorción de otros nutrientes.
3. Materiales y métodos
3.1. Materiales
Cuarenta calizas de Cipit fueron colectadas. Se obtuvieron láminas delgadas de
cada caliza en formato 10 x 15 cm y 7.5 x 10 cm, a modo de determinar su
preservación petrográficamente por medio de análisis de microfacies y
catololuminiscencia fría. Como mínimo se obtuvo una lámina delgada por caliza
y como máximo 14. De 150 láminas se seleccionaron las siete que mostraron la
mejor preservación denotada por una luminiscencia nula y microestructuras
aragoníticas inalteradas (Cas12, FSSA001, FSSA58, MI6, MV3, MXXI, MXXXII).
Las contrapartes pulidas de estas siete láminas delgadas fueron finalmente
seleccionadas para análisis geoquímicos, y contienen en su totalidad 17
muestras de microbialitas (Cas12–M1, Cas12–M2, Cas12–M3, Cas12–M4,
FSSA001–1, FSSA001–2, FSSA001–3, FSSA001–4, FSSA58–1, FSSA58–2,
MI6–M1, MI6–M2, MX–2, MXXI–M1, MV3–M1, MV3–M2, MXXXII–M1); cuatro
alomicritas (Cas12–A1, Cas12–A2, FSSA58–A1, MXXXII–A1); dos
braquiópodos tecideidos (MXXXII–B1, MXXXII–B2); una esponja aragonítica
(Cas12–S1); una esponja calcítica (Celyphia, MXXXII–S1); dos corales
(Margarosmilia, FSSA58–K1 y un taxón no identificado, MXXXII–2) y tres
cementos secundarios (Flügel, 2004; Cas12–Z1, MXXI–Z1, MXXXII–Z1). Las
muestras fueron denominadas de acuerdo a la lámina delgada a la cual
corresponden y el tipo de facies a analizar (Tabla 1).
3.2. Métodos
3.2.1. LA–ICP–MS
La Espectroscopía de Plasma–Masa Inductivamente Acoplada (ICP–MS por sus
siglas en inglés) es un método de alta resolución que permite la detección de
concentraciones de elementos en el orden de partes por millón (Schäfer, 2006;
Kamber y Webb, 2007). El acoplamiento de este equipo con un sistema de
ablación por láser permite analizar todo tipo de muestras sin una dilución previa.
Es de especial importancia notar que este método tiene una alta resolución
espacial, siendo posible realizar ablaciones muy localizadas, que a su vez
proporcionan sublimados consistentes en fases únicas. Por lo tanto, este método
es adecuado para el análisis de muestras de rocas consistentes en numerosas
fases de tamaño diminuto (Kamber y Webb, 2007).
La ablación por láser fue realizada utilizando un equipo Excimer 193 nm
COMPEX 110 equipado con un mejorador de forma de rayo óptico GEOLAS
aproximadamente cada 3 J/cm2 con diámetro de láser de 120 µm. La muestra
fue transportada al equipo ICP–MS DRC II por medio de gas argón. Las
mediciones fueron realizadas con el método de Kamber y Webb (2007)
primeramente en tres secciones pulidas con el fin de probar la eficiencia del
método en el material seleccionado. Las siguientes variables para las series
temporales fueron tomadas en cuenta: 28 isótopos fueron analizados con
tiempos de retención de 20 ms. Las series de tiempo de ablación tuvieron una
duración de 165 s, que incluyeron 402 puntos de lectura (PL). Las mediciones
dieron inicio después de 30 s de precalentamiento y terminaron 10 s antes del
fin de la macro, sin embargo sólo se consideraron las mediciones incluidas entre
10 y 130 s (280 PL en total) después del inicio de la ablación. Separadamente,
las 13 tierras raras fueron analizadas para un estudio piloto en la muestra
FSSA001–M2. Esta muestra presenta las menores concentraciones de silicio y
aluminio (Tabla 1, Tabla 2).
Reactivos y equipos
Solución Extractora: NaCl 29.25 gr, Acido Cítrico 5 gr, Benzoato de Sodio 2 gr. Se
disuelven y aforan a 1 lt con agua destilada. La función de cada reactivo es la
siguiente: El Cloruro de Sodio sirve para extraer las bases intercambiables. El Acido
Cítrico sirve para extraer el Fósforo y los Elementos Menores (Fe, Mn, Zn y Cu). El
Benzoato de Sodio sirve para conservar el reactivo evitando la presencia de Hongos
y Levaduras que suelen alterar el Acido Cítrico.
Procedimiento
Se toman 10 ml de pasta Saturada de Suelo, se agregan 100 ml de Solución
Extractora y se agita durante una (1) hora, se filtra. Del filtrado se toman 24.5 mls
y se agregan 0.5 ml de solución de Oxido de Lantano al 5% P/V. En esta alícuota
se leen las Bases (K, Ca y Mg). En otra alícuota se leen los cationes (Fe, Mn, Cu y
Zn) por Absorción Atómica directamente contra patrones preparados en el reactivo
de extracción.
Determinación de Bases Intercambiables en Acetato de Amonio 1N y Neutro (K, Na,
Ca, Mg) up1.gif (151 bytes)
La determinación de las bases (K, Ca, Mg, Na) se fundamenta en el equilibrio que
se establece entre una solución extractora de Acetato de Amonio y la muestra del
suelo donde se efectúa éste intercambio.
Principio del Método: Para este intercambio catiónico se utiliza CH3COONH4 1N y
neutro. Los cationes K, Ca, Mg, Na, se determinan en la solución extractora por
espectrofotometría de absorción atómica.
Marcha Analítica
Se toman 10 ml de pasta Saturada de Suelo de suelo, se agregan 100 ml de
CH3COONH4 1N y neutro se agita durante una (1) hora, luego se filtra. Del filtrado
se toman 24.5 mls y se agregan 0.5 ml de solución de Oxido de Lantano al 5% P/V.
Se leen los cationes por Absorción atómica directamente.
Cálculos:
Volumen de aforamiento = 100 mls
Cantidad de Muestra = 10 ml
meq K/100 ml = ppm K Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 39.1 x
10 ml muestra)
meq Ca/100 ml = ppm Ca Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 40.08
x 10 ml muestra)
meq Mg/100 ml = ppm Mg Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 24.3
x 10 ml muestra)
meq Na/100 ml = ppm Na Leidas x Volumen de aforamiento x 100 ml / (1000 x 23
x 10 ml muestra)
Reactivos y equipos
1. Acetato de amonio 1N y neutro (CH3COONH4 ) se pesan 77.08 gramos de
CH3COONH4 y se afora a un (1) litro de agua destilada.
2. Oxido de Lantano al 5%; se pesan 58.64 gramos de La2O3, se agregan 200 mls
de agua destilada y 200 mls de HCL concentrado hasta disolución del Oxido de
Lantano, se agite y afore a un (1) litro con agua destilada.
3. Solución patrón mixto de K, Ca, Mg, Na, de 1000 ppm.
Para K : Se pesan 2.2283 gramos de K2SO4 y se disuelven en 200 ml de agua
destilada.
Para Ca: Se pesan 2.4972 gramos de CaCO3 se agregan 50 ml de agua destilada,
se agrega una cantidad mínima de HCL 6N hasta disolución del Carbonato,
llevandose a un volumen de 200 ml con agua destilada.
Para Mg: Se pesan 8.8213 gramos de (CH3COO)2Mg.4H2O y se disuelven en 200
ml de agua destilada.
Se mezclan las tres soluciones patrón de K, Ca, Mg. y se aforan a un (1) litro con
agua destilada, quedando un patrón mixto de 1000 ppm de cada uno de los
elementos.
Para Na: Se pesan 2.5420 gramos de NaCl y se aforan a un (1) litro con agua
destilada.
Patrones secundarios: Se preparan a partir de los patrones primarios, patrones
secundarios de 5, 10, 20, 40, 80, y 160 ppm, tomando la respectiva alícuota del
patrón primario, agregando 2 ml de Oxido de Lantano y aforando a 100 mls con
Acetato de Amonio.
Equipos:
- Espectofotómetro de Absorción Atómica
- Vasos de precipitado
- Pipetas
- Agitadores
- Papel de filtrado Whatman 42.
FUNAMENTO QUIMICO
CLASIFICACIÓN DE LOS ELEMENTOS NUTRITIVOS Actualmente se admite
que las plantas superiores pueden contener hasta 60 elementos, de los cuales
16 de ellos (C, H, O, N, P, K, Ca, Mg, S, Fe, Mn, B, Mo, Cu, Zn y Cl) son
considerados esenciales para su normal desarrollo mientras que otros 4 (Na, Si,
Co y V) son considerados solo esenciales para algunas de ellas Todos estos
elementos desempeñan funciones muy importantes en las plantas, y cuando
están presentes en cantidades insuficientes, pueden producirse graves
alteraciones y reducirse notablemente el crecimiento de las mismas.
MACRONUTRIENTES: Elementos primarios (N, P y K) y secundarios (Ca, Mg
y S). Los macronutrientes son los elementos necesarios en cantidades
relativamente abundantes para asegurar el crecimiento y la supervivencia de las
plantas. La presencia de una cantidad suficiente de elementos nutritivos en el
suelo no garantiza por sí misma la correcta nutrición de las plantas, pues estos
elementos han de encontrarse en formas moleculares que permitan su
asimilabilidad por la vegetación. En síntesis, se puede decir que una cantidad
suficiente y una adecuada disponibilidad son fundamentales para el correcto
desarrollo de la vegetación.
Nitrógeno (N). Los procesos de combinación del N con otro elemento reciben el
nombre de fijación del nitrógeno y se realizan, en la naturaleza, gracias a la
acción de ciertos microorganismos y a las descargas eléctricas que tienen lugar
en la atmósfera. Sin embargo, la cantidad de N fijado suele ser pequeña en
comparación con la que las plantas podrían utilizar. Cerca del 99% del N
combinado en el suelo, se halla contenido en la materia orgánica. El N orgánico,
incluido en moléculas grandes y complejas, sería inaccesible a los vegetales
superiores si no fuera, previamente, liberado por los microorganismos. La
actividad microbiana descompone, gradualmente, los materiales orgánicos
complejos en iones inorgánicos simples, que pueden ser utilizados por las
plantas. La rapidez con que, potencialmente, los cultivos serían capaces de
utilizar el N, suele exceder a la rapidez con que éste es liberado. En
consecuencia, la cantidad de N disponible en el suelo suele ser relativamente
muy pequeña.
Nitrógeno El nitrógeno es un elemento químico, de número atómico 7, símbolo
N y que en condiciones normales forma un gas diatómico que constituye del
orden del 78% del aire atmosférico. Símbolo: N Configuración electrónica: 1s2
2s2 2p3 Número atómico: 7 Punto de ebullición: -195,8 °C Masa atómica:
14,0067 ± 0,0001 u Descubridor: Daniel Rutherford Amonio Nitrito nitrato
la nitrificación del N de los fertilizantes nitrogenados que contienen amonio
(NH4+) puede generar acidez en el suelo debido a la liberación de iones
hidrógeno (H+).
Fósforo (P). Su nombre deriva de las palabras griegas phos (luz) y phorus
(portador); el fósforo es el portador de luz. A diferencia del N, que puede
incorporarse a los suelos por medio de la fijación bioquímica por
microorganismos, el P no posee tal ayuda microbiana dado que procede
únicamente de la descomposición de la roca madre que tiene lugar durante el
proceso de meteorización. La cantidad de P total del suelo, expresada como
P2O5, en raras ocasiones sobrepasa el 0,50% y puede clasificarse, como
inorgánico y orgánico. El P inorgánico es suministrado por la meteorización de
minerales como el apatito Ca5(PO4)3F y en menor proporción puede formar
parte de la cadena de silicatos donde sustituye al silicio, o encontrarse en
minerales neoformados. El P orgánico es de gran importancia para la fertilidad
del suelo debido a que determinados compuestos orgánicos son una fuente
indirecta de formas solubles. El humus y otros tipos de materia orgánica no
humificada son la principal fuente de P orgánico en el suelo.
Sustancia Nombre H3PO4 ácido fosfórico H2PO4 - anión fosfato di ácido HPO4
2- anión fosfato mono ácido PO4 3- anión fosfato
Potasio (K). El K es, tal vez, el elemento mineral que se encuentra en mayor
proporción en las plantas y es relativamente frecuente en las rocas. Con
independencia del K que se añade como componente de diversos fertilizantes,
el K presente en los suelos procede de la desintegración y descomposición de
las rocas que contienen minerales potásicos. Junto a este K mineral debe
incluirse el procedente de la descomposición de restos vegetales y animales. A
diferencia del P, el K se halla en la mayoría de los suelos en cantidades
relativamente grandes. En general, su contenido como K2O oscila entre 0,20-
3,30% y depende de la textura. En suelos sódicos, varía entre 2,50-6,70%. La
fracción arcillosa es la que presenta un mayor contenido de K, por lo que los
suelos arcillosos y limo-arcillosos son más ricos que los limo-arenosos y
arenosos, teniendo en cuenta también que la variación en el contenido de K está
influenciada por la intensidad de las pérdidas debidas a la extracción por los
cultivos, lixiviación y erosión.
Elementos secundarios. Las cantidades de estos elementos presentes en el
suelo suelen cubrir las necesidades de los cultivos, por lo que, en general, no es
preciso realizar aportes de ningún tipo al suelo. Este grupo de elementos
comprende Ca, Mg y S. Calcio (Ca). El Ca presente en el suelo, aparte del
añadido como fertilizante o enmienda, procede de las rocas y de los minerales
del suelo, y su contenido total puede variar ampliamente. En los suelos
considerados no calizos oscila entre el 0,10 y 0,20%, mientras que en los calizos
puede alcanzar hasta un 25%. De forma general, se puede decir que el Ca
proviene de la meteorización de los minerales. Estos materiales son tan
comunes que la mayoría de los suelos contienen suficiente Ca para cubrir gran
parte de las necesidades de la planta. El Calcio tiene un efecto moderador de
los efectos de salinidad y especialmente del sodio en el suelo y en la planta
Magnesio (Mg). El Mg es un elemento químicamente muy activo pero que no
aparece por sí solo como elemento libre en la naturaleza sino que se encuentra
distribuido en forma mineral. Según diversas estimaciones su contenido medio
en la corteza terrestre puede situarse en torno a un 2,30% mientras que en el
suelo se aproxima a un 0,50%.
PAPEL DEL AZUFRE EN LAS PLANTAS A diferencia del Ca y el Mg que son
absorbidos por las plantas como cationes, el S es absorbido principalmente
como anión sulfato (SO4 =). También puede entrar por las hojas como dióxido
de azufre (SO2) presente en al aire. El S es parte de cada célula viviente y forma
parte de 2 de los 21 amino ácidos que forman las proteínas. Ayuda a desarrollar
enzimas y vitaminas Promueve la nodulación en las leguminosas Es necesario
en la formación de clorofila a pesar de no ser un constituyente de este
compuesto . Está presente en varios compuestos orgánicos que dan el olor
característico al ajo, la mostaza y la cebolla
Pruebas de laboratorio con animales de prueba han indicado que el azufre
puede causar graves daños vasculares en las venas del cerebro, corazón y
riñones.
MICRONUTRIENTES Reciben el nombre de micronutrientes, aquellos
elementos indispensables para que las plantas puedan completar su ciclo vital,
aunque las cantidades necesarias de ellos sean muy pequeñas. El contenido
total de micronutrientes en el suelo es función del material de partida y de los
procesos edafológicos. Aquellos elementos cuya concentración total en el suelo
es normalmente inferior a 1000 mg/kg son llamados elementos traza. Dentro de
este grupo podemos incluir a los micronutrientes (Cu, Mn y Zn), imprescindibles
para las plantas y para los animales en baja concentración, pero que pueden
volverse tóxicos al alcanzar determinados niveles. La excepción entre ellos está
en el Fe, que es un micronutriente pero no estrictamente un elemento traza.
Hierro (Fe). A pesar de su abundancia en suelos y rocas, es uno de los
micronutrientes más deficiente. El Fe es el cuarto elemento más abundante en
la corteza continental después del O, Si y Al, constituyendo alrededor del 15%
en peso de la corteza terrestre. Es, con diferencia, el microelemento más
abundante en los suelos, ya sea como constituyente mineral o bien bajo la forma
de óxidos e hidróxidos. No obstante, en suelos con horizontes enriquecidos en
materia orgánica, el Fe aparece principalmente en forma de quelatos. Su
contenido en los suelos templados suele variar entre el 1 y 5%. En casos
aislados, pueden hallarse valores cercanos al 10%. En el suelo, el contenido de
Fe fluctúa en el rango de 0,20 al 5%, en un orden de magnitud similar al de la
roca subyacente.
Los estados de oxidación más comunes para el Hierro son +2 y +3. Para la
formulación de los fertilizantes se usan mezclas de sales u otros compuestos de
los diferentes elementos que quieren incorporarse, siendo muy común el uso de:
Nitrógeno en forma de nitratos (especialmente el nitrato de amonio) y urea. El
fósforo en forma de fosfatos de metales o amónico. El potasio en forma de
fosfatos o nitratos de potasio. El boro en forma de ácido bórico. El resto de los
micro-elementos como sulfatos.
EL COBRE (Cu) es un micronutriente. . Sin Cu, no habría fotosíntesis ya que
este nutriente es necesario para la formación de clorofila el material que le da su
color verde a las plantas y que les permite absorber la luz solar utilizada durante
la fotosíntesis. El Cu es retenido por la materia orgánica con mayor fuerza que
cualquier otro micronutriente. Sulfato de cobre es una sustancia iónica. Esto
sugiere que es fácilmente soluble en agua para producir iones de cobre y sulfato.
Esta propiedad es importante en la industria de los fertilizantes. Sulfato de cobre
se emplea para tratar la insuficiencia de cobre en el suelo. El cobre es un
elemento crucial en crecimiento de las plantas, aunque puede ser tóxico en
grandes concentraciones. El cobre se encuentra en una variedad muy de
proteínas y enzimas de plantas que activan los procesos bioquímicos que en
ellos. Estudios agrícolas muestran que las enzimas son necesarias para el
crecimiento de plantas y la reproducción. La formación de semillas y la clorofila
dependen de la presencia de cobre en las plantas.
El manganeso en la planta - El manganeso (Mn) no forma parte de la clorofila,
pero es necesario para su formación. - Actúa como catalizador en numerosos
procesos enzimáticos - Se absorbe bajo la forma de Mn2+. En un medio con un
pH superior a 5´5, el manganeso asimilable se oxida y pasa a forma inasimilable;
a su vez, en un medio ácido, o pobre en oxigeno, las formas oxidadas se reducen
y pasan a asimilables. Aportaciones de manganeso. Para corregir la deficiencia
de este elemento se emplea sulfato o quelato de manganeso que se aplica sobre
el suelo o en pulverizaciones foliares. El preferible la pulverización foliar porque
el sulfato de manganeso aplicado al suelo se oxida muy pronto y pasa a formas
no asimilables. MANGANESO quelatado en aminoácidos para aplicación foliar y
al suelo.
El Zinc (Zn) fue uno de los primeros micronutrientes o elementos menores
reconocido y aceptado como esencial para los cultivos. El Zinc tiene varias
funciones dentro de las plantas. Es importante en la producción de hormonas
que regulan el crecimiento y además es esencial en varias reacciones del
metabolismo de los cultivos. Es necesario en la producción de la clorofila y los
carbohidratos. No es móvil dentro de la planta, por lo que los síntomas de
deficiencias aparecen primero en las hojas más nuevas. La disponibilidad de
Zinc y Fósforo en el suelo es incrementada por la presencia de ciertos hongos
conocidos como Micorrizas, los cuales forman una relación simbiótica con las
raíces de los cultivos. Fórmula Química : ZnSO4 * 7H2O Sinónimo : Vitriolo
blanco, vitriolo de zinc Estructura : Finos cristales blancos Solubilidad : 100%
soluble en agua (540 g/l a 20º C) El Zn es un elemento ampliamente distribuido
que se pequeñas, pero suficientes, en la mayoría de los suelos y plantas. la
eliminación de la parte superficial del suelo, por ejemplo, por erosión o por
nivelación del mismo, pueda ocasionar la deficiencia de Zn en los suelos con
escaso contenido de este elemento.
FUNDAMENTOS MATEMATICOS
Si la bola se despedaza al
chocar centra el blanco
cuando ésta seca, y se
mantiene compacta
cuando está húmeda pero
no se adhiere al blanco, la
textura es media (E);
Si la bola se adhiere al
blanco cuando está
mojada y se convierte en
un proyectil muy duro
cuando está seca,
la textura es fina (G).
6.4 Clases texturales de suelos y ensayos de campo para determinarlas
Una determinación más exacta de la textura del suelo
Los suelos se clasifican por clases texturales según las proporciones de partículas
de arena, limo y arcilla. Estas clases texturales se definen en el Cuadro 4 y se
representan en el Cuadro 6. En el campo hay diferentes formas de hallar la clase
textural de la fracción tierra fina de una muestra de suelo determinada. Estas formas
son:
Prueba de manipulación
La prueba de manipulación le da una idea mejor de la textura del suelo. Esta prueba
se debe realizar exactamente en el orden que se describe más adelante porque
para poder realizar cada paso, la muestra deberá contener una mayor cantidad de
limo y arcilla.
Tome una muestra de suelo (A);
mójela un poco en la mano hasta
que sus partículas comiencen a
unirse, pero sin que se adhiera a
la mano;
Si se desmorona,
es arena;
Si mantiene la cohesión,
prosiga con el siguiente
paso.
Amase la bola en forma de
un cilindro de 6 a 7 cm, de
longitud (D)...
Fundamento Químico:
Si necesita definir con mayor precisión la clase textural de su suelo, debe Ilevar
muestras de suelo alterado a un laboratorio de análisis para determinar
cuantitativamente el tamaño de las partículas. Esto se denomina análisis mecánico
del suelo. A continuación, se enumeran algunas de las actividades que pueden
realizarse en un laboratorio de suelos:
Se seca la muestra de suelo;
Se eliminan las partículas mayores de 2 m m, tales como la grava y las
piedras;
La parte restante de la muestra, la tierra fina, se tritura bien a fin de liberar
todas las partículas separadas;
Se mide con precisión el peso total de la tierra fina;
La tierra fina se hace pasar a través de una serie de tamices* con mallas de
diversos tamaños de hasta alrededor de 0,1 mm de diámetro;
El peso del contenido de cada malla se calcula por sepa rado y se expresa
como porcentaje del peso total inicial de la tierra fina;
Los pesos de las partículas muy pequeñas de limo y arcilla que hayan pasado
a través de la malla más fina se miden por sedimentación y también se
expresan como porcentaje del peso total inicial de la tierra fina.
Los resultados del análisis mecánico del suelo que se realiza en el laboratorio
pueden ofrecerse en una de las formas siguientes:
Muestra por muestra, en forma de lista (véase el Cuadro 5);
Muestra por muestra en fichas separadas (véase el ejemplo de ficha típica
de análisis mecánico del suelo en la página siguiente);
Para una serie de cuadros más detallados (véase la Section 6.7).
Con estos resultados podrá o bien asignar una clase textural específica a cada
muestra utilizando el método del triángulo textural (véase la Sección 6.6), o bien
preparar una curva de frecuencia de partículas según su tamaño de la que podrá
sacar sus propias conclusiones (véase la Sección 6.7).
Nota: es importante saber el sistema de clasificación de partículas según su tamaño
(Cuadro 2) que utiliza en sus análisis el laboratorio de suelos. Si se trata del que
emplea el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de America (USDA),
que define ef limo de 0,05 a 0,002 mm, siga el método descrito. No obstante, si el
laboratorio utiliza otro sistema, como el sistema internacional que define al limo de
0,02 a 0,002 mm, debe solicitar otra determinación cuantitativa del tamaño de las
partículas de 0,05 a 0,02 mm de diámetro (limo grueso). Ello le permitirá modificar
los resultados que le brinde el laboratorio, ajustarlos al sistema del USDA y emplear
el método del triángulo textural siguiente.
Por lo general, no es preciso realizar un análisis mecánico completo de la muestra
de suelo. Quizás usted sólo necesite un sencillo análisis de las partículas según su
tamaño, que determine el porcentaje de partículas de suelo de 0,075 mm o más de
diámetro. Si el porcentaje es menor de 50%, el suelo es de grano fino (textura fina).
Si el porcentaje es mayor de 50%, el suelo es de grano grueso (textura gruesa).
Con está información ya puede estimar la calidad del suelo , como se describe en
las Secciones 11.2 y 11.3.
Nota: los orificios de la malla típica número 200 de los EE.UU. miden 0,075 mm.
Para los ingenieros, este tamaño específico representa el límite de separación entre
la arena y el limo + arcilla (véase la línea 6 del Cuadro 2).
Ejemplo
Ficha tipica de análisis mecánico del suelo
CUADRO 5
Análisis mecánico de los suelos; análisis de las partículas según su tamaño, clases
texturales y pH de muestras de suelo seleccionadas
Muestra Arena Limo Arcilla
N°. Clase textural pH
%
1 43.0 28.0 29.0 Franco arcilloso 9.4
2 70.0 24.0 6.0 Franco arenoso 7.6
3 78.0 18.0 4.0 Arenoso franco 7.8
4 44.0 42.0 14.0 Franco 7.9
5 67.0 15.5 17.5 Franco arenoso 7.4
28 29.0 30.0 41.0 Arcilloso
Franco arcilloso
35 65.0 12.5 22.5
arenoso
36 21.0 74.0 5.0 Franco limoso
39 86.0 10.0 4.0 Arenoso
45 56.0 24.0 20.0 Franco arenoso
46 41.0 46.5 12.5 Franco
47 48.0 34.5 17.5 Franco
Franco arcilloso
50 47.5 20.0 32.5
arenoso
325 9.2 22.0 68.8 Arcilloso
312 27.2 12.0 60.8 Arcilloso
318 27.2 16.0 56.8 Arcilloso
A4-30 66 25 9 Franco arenoso
A5-30 72 23 5
A5-180 71 28 1 Arenoso franco
A7-60 52 35 13 Franco
Franco arcilloso
A7-120 64 28 8
arenoso
El método del triángulo textural para determinar las clases texturales básicas
El método del triángulo textural se basa en el sistema que aplica el USDA según el
tamaño de las partículas, en el que se emplea la clasificación siguiente:
Limo, todas las partículas cuyo tamafto varía de 0,002 a 0,05 mm;
Arcilla, todas las partículas de menos de 0,002 mm.
Para definir la textura de la fracción tierra fina, proceda de la siguiente manera :
Envie la muestra de suelo a un laboratorio de suelos para que le haga un
análisis mecánico;
Cuando reciba los resultados de este análisis, si es necesario halle los
porcentajes relativos de arena, limo y arcilla de la manera que se indica
anteriormente, dentro del intervalo de tamaño total de 0,002 a 2 mm.
Determine la clase textural de cada muestra de suelo empleando el diagrama
triangular que aparece en el Cuadro 6; como sigue:
Halle el porcentaje de arena que figura en la base del triángulo y siga una
Iínea, en sentido ascendente, hacia la izquierda;
Halle el porcentaje de arcilla a lo largo del lado izquierdo del triángulo y siga
la linea horizontal hacia la derecha hasta que encuentre la línea que
representa la arena (punto o). Este punto indica la textura de la muestra de
suelo;
Compruebe si este punto corresponde al porcentaje de limo de su análisis
siguiendo una linea desde el punto o hacia la derecha hasta alcanzar la
escala de porcentaje de limo que aparece en el lado derecho del triángulo;
Si el valer corresponde al limo, la textura de su muestra de suelo se determina
por el área del triángulo en que 78 cae el punto o, según se indica.
CUADRO 6
Diagrama triangular de las clases texturales básicas del suelo según el tamaño de
las partículas, de acuerdo con el
USDA
NOTA: las clases texturales del suelo que aparecen en la parte blanca del
triángulo grande son las mejores para la construcción de estanques para peces.
Ejemplo
MATERIALES Y MÉTODOS
Se tomaron muestras del horizonte superficial (3-8 cm) sobre suelos pertenecientes
al orden Molisoles (Paleudoles Petrocálcicos y Argiudoles Típicos) del partido de
Balcarce. Los muestreos fueron realizados en suelos con contenido hídrico cercano
a capacidad de campo, bajo diferentes situaciones de uso (agrícola bajo siembra
directa continua y no disturbado, Tabla 1). La extracción de las muestras fue
realizada por operarios con diferente nivel de experiencia respecto a la extracción
de muestras de suelo, identificados como Experiencia Alta (investigadores con
muchos años de experiencia en la toma de muestras de suelo, EA), Experiencia
Media (investigadores o auxiliares con pocos años de experiencia en la toma de
muestras de suelo, EM) y Experiencia Baja (estudiantes sin experiencia previa en
la toma de muestras de suelo, EB). Cada operario tomó cinco muestras en cada
situación analizada con cada método de muestreo para la determinación de DA en
forma apareada, a una distancia no mayor de 15 cm entre muestras. Los dos
métodos utilizados para la determinación de la DA fueron MC (Blake & Hartge, 1986)
y MM (Doran & Mielke, 1984). Las situaciones muestreadas fueron nueve (Tabla 1),
comprendiendo lotes de producción con distintas historias de uso y manejo y
sectores no disturbados.
Análisis estadístico
Por otro lado, los resultados de DA obtenidos fueron analizados mediante análisis
de varianza con el programa R (R Core Team, 2013). Se utilizó un modelo lineal
que buscó explicar la DA en función de los distintos métodos, de los distintos niveles
de experiencia, su interacción con los métodos, y las distintas situaciones de uso
(Tabla 1). A través del mismo modelo se evaluó si la varianza de las
determinaciones de DA, es decir la precisión con la que se obtiene la DA, depende
de los métodos y de los niveles de experiencia de los operarios.
Fundamento quimico:
Las partículas de un suelo varían en su composición y en su densidad. La densidad de la fase sólida
del suelo está definida como la masa total de los sólidos dividida por el volumen total de ellos. ρp =
Ms/Vs Los valores típicos varían de 2.5 a 2.8 Mg/m3 , siendo 2.65 Mg/m3 el valor representativo de
muchos suelos y el valor de densidad de partícula para el cuarzo. La densidad de las partículas no
proporciona información acerca de los procesos físicos del suelo. Sin embargo, es un valor muy útil
que participa en el cálculo de propiedades del suelo como la porosidad y la distribución del tamaño
de las partículas. La mayoría de los métodos estándares señalan la remoción de la materia orgánica,
de tal manera que, la densidad de las partículas refleje solamente la fase mineral. Éste es el mejor
valor para utilizarse en el análisis del tamaño de las partículas, pero quizás no sea el mejor valor
para el cálculo de la porosidad. El incluir la fracción orgánica en esta determinación significa que los
valores obtenidos pueden cambiar con las prácticas de manejo del suelo. La determinación más
común utiliza un picnómetro o matraz volumétrico. Un picnómetro (gravedad específica
volumétrica) es un pequeño recipiente de vidrio con tapa. Esta tapa presenta un capilar que sirve
para desalojar el exceso de agua. Algunas veces, los picnómetros presentan un termómetro en la
tapa como parte integral y, en el cual, el mercurio siempre está en contacto con el agua del matraz.
Cuando la muestra de suelo es abundante, se pueden utilizar matraces aforados de 25, 50 o 100 ml
en lugar del picnómetro, lo cual ayuda a compensar la disminución en precisión del volumen del
líquido. 7 4.2.2 Materiales Picnómetros o matraces volumétricos de 25 ml Desecador al vacío Bomba
de vacío Balanza analítica Suelo tamizado (2 mm) y seco en estufa (110° C) Figura 4.2.1. Picnómetro
Figura 4.2.2. Desecador con vacío 4.2.3 Procedimiento 1. Pesar un picnómetro limpio y seco (Fig.
4.2.1), y adicione 10 g de suelo seco, si es de textura gruesa, o 5 g de suelo, si es de textura fina, que
ha pasado a través de un tamiz de 2 mm de abertura. Si se elige un matraz aforado de 100 ml para
hacer esta determinación, adicione 50 g de suelo, con o sin materia orgánica, dependiendo del uso
que se le vaya a dar al valor de densidad. 2. Limpie las partículas de suelo que hayan quedado en las
paredes externas del picnómetro o matraz. Pese el picnómetro (incluyendo la tapa) con el suelo y
anote este dato. En forma separada, determine el contenido de humedad, secando otra muestra de
suelo a 105° C. 3. Llene el picnómetro hasta la mitad con agua destilada, lavando el suelo que haya
quedado en el cuello del picnómetro. 4. Remueva el aire entrampado o retenido en el suelo,
introduciendo el picnómetro a una cámara o desecador para vacío por varios minutos (Fig. 4.2.2),
agitando con cuidado para evitar perdida de suelo por burbujeo intenso. La succión de la bomba
deberá aumentarse paulatinamente para evitar pérdidas de material por formación de espuma.
Deje reposar el picnómetro dentro del desecador durante 30 min y, si continúa el burbujeo, repita
el vacío. 5. Posteriormente, llene el picnómetro con agua destilada. Inserte la tapa y asiéntelo
cuidadosamente. Limpie y seque la parte externa del picnómetro o matraz con un pedazo de tela
seca, teniendo el mayor cuidado para evitar perdida de material por el capilar. Pese el picnómetro
con su contenido, anote el dato, y determine la temperatura de éste. 8 6. Remueva el suelo del
picnómetro a una cubeta para desechos, y lave el picnómetro con agua destilada. 7. Llene el
picnómetro con agua destilada hervida y fría; inserte la tapa y seque el agua que haya quedado en
el exterior del picnómetro; péselo con el agua dentro, anote el dato y, nuevamente, tome la
temperatura. 4.2.4 Cálculos Para calcular la densidad de las partículas utilice la siguiente expresión:
ρP (Mg m-3 ) = ρw (Ws – Wa)/ [(Ws – Wa) – (Wsw – Ww)] donde: ρw W = Densidad del agua en
gramos por centímetro cúbico a la temperatura observada s W = Peso del picnómetro con la muestra
corregida a 105° C a W = Peso del picnómetro con aire sw W = Peso del picnómetro llenado con
suelo y agua w = Peso del picnómetro llenado con agua a la temperatura observada. 4.3 Porosidad
del suelo y términos relacionados 4.3.1 Introducción El espacio poroso de un suelo es la parte del
mismo que en su estado natural está ocupado por aire y/o agua. El volumen de este espacio poroso
depende mucho de la disposición de las partículas sólidas. La importancia agrícola de la porosidad
del suelo es muy grande y sus características dependen de la textura, estructura, contenido de
materia orgánica, tipo e intensidad de cultivos, labranza y otras propiedades del suelo y su manejo.
La porosidad de un suelo se puede medir en forma directa suponiendo que es igual a la humedad
de saturación. Sin embargo, esta suposición es cierta en casos de suelos con porosidad conectada.
Generalmente, la porosidad determinada a partir de la densidad aparente da valores mayores que
el contenido volumétrico de agua a saturación. Esto es debido a que no toda la porosidad está
conectada y, por tanto, algunos poros permanecen llenos de aire, incluso, después de saturar la
muestra. Esta diferencia será mayor, cuanto más poros aislados hayan (vesículas o cavidades), como
ocurre en sellos o costras superficiales, o en ciertos horizontes con colapso de estructura. La
reducción de la porosidad del suelo repercute en propiedades físicas desfavorables debidas a una
menor aireación del suelo, menor capacidad de infiltración de agua y dificultad para la penetración
de las raíces. La aparición de horizontes compactados dentro de un perfil puede deberse a procesos
genéticos o deposicionales, o bien, puede ser una compactación creada por el paso de maquinaria,
por el laboreo en condiciones de humedad inadecuadas, o por el paso repetido del arado a cierta
profundidad, creando un piso de labor (piso de arado) en la base del horizonte A. 9 4.3.2 Cálculos El
término para describir la cantidad de espacio poroso es la siguiente: Porosidad = φ = volumen de
huecos o vacíos / volumen del suelo Esta definición es equivalente a la siguiente expresión (si la
densidad de las partículas incluye a la materia orgánica): p b ρ ρ ϕ = 1− 4.3.3 Interpretación
Generalmente, los suelos bajo sistemas de producción agrícola intensiva tienden a compactarse, y
al reducir su porosidad pierden parte de su potencialidad de producción. Cuadro 4.3.1. Valores
orientativos de la porosidad total de un suelo y su interpretación Porosidad total (%) Interpretación
< 30 Muy baja 30 - 40 Baja 40 – 50 Media 50 - 60 Alta > 60 Muy alta 4.3.4 Porosidad de aireación
Porosidad de aireación = φa = volumen de aire / volumen del suelo = φ - θ La porosidad de aireación
o espacio aéreo influye en la difusividad del aire en el suelo y, consecuentemente, en la aireación
de las raíces. 4.3.5 Relación de poros Relación de poros = volumen de poros / volumen del suelo =
φ / (1 – φ) 4.4 Distribución de poros por tamaño 4.4.1 Introducción A menudo resulta importante
diferenciar los espacios porosos del suelo por su tamaño al estudiar las funciones que desempeñan
en el suelo y al considerar el movimiento y 10 retención del agua en el suelo. El diámetro promedio
de los poros en suelos arenosos es claramente mayor que en suelos arcillosos; por tanto, en suelos
arenosos la velocidad de infiltración de agua es muy rápida, pero su capacidad de retención de
humedad es baja. En suelos arcillosos sucede lo contrario, la velocidad de infiltración es baja y la
capacidad de retención de humedad es alta. Cuadro 4.4.1. Diferenciación de los poros por su tamaño
Nombre Tamaño (micras) Función Macroporos > 100 Aireación y drenaje (flujo de gravedad)
Mesoporos 30 – 100 Conducción de agua (flujo capilar rápido) Microporos 3 – 30 Retención de agua
(flujo capilar lento) 4.4.2 Procedimiento Los macroporos son visibles a simple vista. Se denominan
también poros no capilares o poros de aireación (Cuadro 4.4.1). Este tamaño de poro se puede
drenar aplicando una tensión de 0.1 bar a un suelo saturado. Incluyen grietas o fisuras de suelos
arcillosos secos. Los mesoporos son los poros capilares típicos de un suelo de textura media; el agua
que los permea sigue las leyes de capilaridad y la ley de flujo de Darcy. Los microporos se presentan
típicamente en suelos arcillosos. El agua de los microporos más pequeños, menores a una micra,
puede alejarse de las leyes de capilaridad y de la ley de flujo de Darcy; además, su composición
iónica, viscosidad y fluidez pueden diferir de la del agua contenida en los microporos más grandes.
El agua contenida en los microporos menores a 1μm es referida, algunas veces, como agua
adsorbida, agua de enlace, agua residual o agua higroscópica. Algunos autores han señalado que el
porcentaje de los microporos de un suelo puede estimarse con algunas características de la curva
de retención de humedad con la siguiente ecuación: 3 (%) P CC Microporos P sat b sat − = ρ − donde
ρb es la densidad aparente del suelo, Psat es el porcentaje de humedad a saturación, CC es el
contenido de humedad del suelo a una tensión de 0.3 bar. La porosidad total (%) del suelo, también
puede ser estimada utilizando el término ρbx.
Fundamento matemático:
CONCLUSIONES
El contenido de materia orgánica es, por lo general, más elevado en los suelos
que se manejan orgánicamente, lo que indica no sólo una mayor fertilidad y
estabilidad de los suelos orgánicos sino también una capacidad de retención de
humedad más elevada, que reduce el riesgo de erosión y desertización.
Los suelos cultivados orgánicamente poseen una actividad biológica
superior y una mayor cantidad de masa de microorganismos, que aceleran
el reciclado de nutrientes y mejoran la estructura del suelo. Si bien la
proporción de lav gtryhn
s fracciones de nutrientes solubles es más baja en los suelos de manejo
orgánico, no se registra una disminución en los rendimientos orgánicos
dado que la actividad biológica y la memorización son más elevadas y
contrarrestan la deficiencia de nutrientes.
Los resultados de esta experiencia indican que el MM podría ser utilizado de manera
regular para la determinación de la DA como alternativa al MC, en suelos similares
a los analizados (Molisoles) con fines agronómicos tales como la comparación de
situaciones de manejo o el cálculo de la masa en un determinado espesor de suelo
para la realización de balances de nutrientes o de carbono. No obstante, ello sería
válido y confiable sólo si el operario encargado de las determinaciones poseyera
experiencia en la realización de muestreos.
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