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Partes de un deslizamiento

Escarpe principal: superficie que se forma sobre el material no deslizado en la periferia del
deslizamiento.

Escarpe secundario: superficie escarpada que se forma dentro del material desplazado.

Cabeza: parte superior del material desplazado.

Corona: puntos más altos del contacto entre el material y el escarpe principal.

Pie de superficie de ruptura: intersección de la parte inferior de la superficie de ruptura y la


superficie original del terreno.

Borde: límite del material desplazado.

Punta: extremo del borde más distante.

Pie: cantidad de material desplazado que se apoya sobre el terreno original a partir del pie de
la superficie de ruptura.

Cuerpo principal: cantidad de material desplazado.

Flancos: laterales del deslizamiento.

Cabecera: material in situ adyacente a la parte superior del escarpe principal

Superficie original del terreno: talud existente antes de ocurrir el movimiento.

Superficie de ruptura: superficie a través de la cual tiene lugar el movimiento.

Superficie de separación: superficie que limita el material desplazado del terreno original.

Material desplazado: masa movida hacia afuera del talud.

Zona de deflación: área dentro de la cual el material se encuentra por debajo de la superficie
original del terreno.

Zona de acumulación: área en la que el material se encuentra por encima.

P: profundidad máxima del deslizamiento

L: longitud máxima del deslizamiento

HD: altura del deslizamiento entre la cabecera y el pie

LD: distancia horizontal desde el pie de cabecera

Factores condicionantes y desencadenantes

La posibilidad de que se produzcan movimientos en los taludes está condicionada por la


estructura geológica, la litología, las condiciones hidrogeológicas y la morfología.

La variación de una de las condicionantes mencionadas, producida por causas naturales o


debidas a la actividad humana, puede traducirse en un incremento o disminución del esfuerzo
de corte cuyo efecto inmediato desencadena la inestabilidad de una masa de material.
Factores naturales. - factor condicionante meteorización, factores desencadenantes agentes
erosivos y fenómenos tectónicos. La orientación de los taludes hacia el N favorece que se
produzcan determinados factores condicionantes de la estabilidad.

Agua: ríos y oleaje (intensidad de corriente, acción de los ríos por modificaciones,
oleaje modelado, oleaje tormentas que arrojan piedras contra la costa, vibraciones a través de
discontinuidades). Aguas subterráneas (disolución, regiones kársticas hundimiento de
cavernas, absorción del agua produce expansión y contracción, agua confinada subpresiones
en los materiales). Lluvia (salpicaduras que levantan y dejan caer partículas, canalización en
zonas deprimidas, hinchamiento de materiales aumentando presión).

Actividad humana: la actividad humana dirigida a procurar recursos naturales constituye una
de las causas de mayor incidencia en el movimiento de taludes.

Excavaciones: factor desencadenante más extendido, necesitan de un detallado


estudio que garanticen la estabilidad de taludes creados, producen una variación del estado de
equilibrio (descalces de potenciales superficies de deslizamientos, desequilibrio de masas, etc.)

Voladuras: desencadenante, ondas de compresión que abren grietas radiales


alrededor de la carga y la de tracción fragmenta el material.

Actividad minera: degradación que sufren las cámaras y galerías de explotaciones


abandonadas pueden conducir a hundimientos, que se reflejan en el hundimiento de la
superficie del terreno también.

Técnicas de investigación

La base de estas técnicas es el uso de mapas, fotografías aéreas y terrestres, pudiéndose


también utilizar las técnicas relacionadas con sensores remotos, todas ellas presentan
porciones de la superficie terrestre y muestran detalles sobre las características geológicas,
magnitud y relaciones espaciales de las formas del terreno.

Mapas: topográficos (configuración de la superficie), geológicos (descripción de suelos, rocas,


depósitos, alteraciones, contactos, zonas de fractura), geotécnicos (parámetros geomecánicos)
y específicos, constituye uno de los primeros pasos a seguir en investigaciones de
deslizamientos; ofrecen una representación bidimensional del terreno y de los aspectos con él
relacionados, la ventaja es el fácil manejo y el contar con una escala de trabajo uniforme para
realizar estudios regionales o incluso nacionales, su mayor inconveniente es que quedan
anticuados en poco tiempo.

Causas generales de los deslizamientos

Las causas de que se supere este equilibrio pueden ser intrínsecas al material (propiedades
resistentes bajas, existencia de discontinuidades desfavorablemente orientadas o
meteorización en un macizo rocoso, presencia de capas de material blando e incompetente) o
extrínsecas, toda fuerza externa que se ejerza sobre el material aumentando las fuerzas
desestabilizadoras que tiendan a la ruptura.

La mayor parte de los deslizamientos son provocados por un factor desencadenante extrínseco
(cambio en la geometría, variación de las condiciones hidrogeológicas, aplicación de cargas
estáticas o dinámicas) en materiales que presentaban propiedades resistentes bajas.
Entre las propiedades inherentes a los materiales, y que determinan su estabilidad, se
encuentran la cohesión, la fricción y la densidad (consecuencias de la litología e historia
geológica sufrida), pudiendo provocar la variación de alguna de estas propiedades el
desequilibrio en la masa. La saturación de material, por ejemplo, induce cambios en sus
propiedades, modificando las características resistentes, y las componentes estabilizadoras del
talud. La propiedad que queda más afectada por la presencia de agua es la resistencia al corte,
que se puede ver reducida considerablemente en cierto tipo de materiales.

El cambio en la geometría de los taludes induce, la redistribución de la dirección y magnitud de


las fuerzas, pudiendo provocarse la rotura por acción de la componente desestabilizadora del
peso propio material.

Entre otras causas menos frecuentes que provocan el movimiento se pueden citar:

- Movimientos sísmicos o voladuras que dan lugar a la aplicación de cargas dinámicas sobre el
talud.

- Aplicación de cargas estáticas sobre talud (por ejemplo, escombreras o construcciones


situadas en su cabecera).

- Cambio en las condiciones hidrogeológicas por variación del estado de presiones


intersticiales (caso de desembalse rápido).

- Presencia de anisotropías de algún tipo de material (excavaciones de galerías, pozos, zanjas).

- Grietas en construcciones, hundimientos o abombamientos en carreteras.

Investigación e identificación del tipo de movimiento

Tras la localización del fenómeno en el campo, la investigación de deslizamientos debe


conseguir la identificación o valoración de:

Condiciones geométricas y geomorfológicas tanto del talud o zona donde ha ocurrido el


deslizamiento como de la zona deslizada:

- Ángulos, pendientes, alturas, longitudes y volumen aproximado


- Rasgos del pie y cabecera del talud, existencia de grietas de tracción y límites del
deslizamiento
- Profundidad y forma de la superficie de ruptura

Características geológicas y geotécnicas, para el establecimiento aproximado de las


propiedades resistentes del material y su clasificación se la realiza si ha sido a favor de un
estrato blando, homogéneo, discontinuidades, atravesando matriz rocosa.

Características hidrogeológicas, como la posición del nivel freático, existencia de surgencias,


infiltraciones.

Causas externas que hayan podido contribuir o provocar el deslizamiento, ya que pueden
ayudar a identificar el tipo y las causas de la rotura.

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