Piensa como un hombre sabio pero comunícate en el lenguaje de la
gente.-William Butler.
Para comenzar la aproximación a estos tres importantes conceptos
presentes en el dia a dia del ser humano podemos comenzar basándonos en que en nuestra sociedad existe una determinada cultura que no es la misma en todas las sociedades, por lo tanto la forma de comunicarnos también varía dependiendo de quién produzca y en donde se realice el proceso comunicativo.
La sociedad puede ser definida como un conjunto de individuos los cuales
con un poco o suficiente de conciencia se reúnen con el fin de generar estrategias o mantener un orden en las decisiones o planteamientos con el fin de cumplir un objetivo común. ¿En realidad todos queremos un objetivo en común? Personalmente pensaría que sí, ya que aunque las formas y los mecanismos de conseguir las cosas suelen ser distintas por la manera en que cada individuo percibe el mundo el fin siempre se dirige hacia tener un lugar con unas condiciones agradables para que las personas se desenvuelvan.
Una sociedad comparte formas ideológicas, políticas, económicas, folclore y
esto es lo que podemos definir como una cultura, puesto que, para poder enmarcar una sociedad como un grupo de individuos primero debemos conocer que en mediana medida estas personas comparten costumbres. Esas características que los seres tengan en común se agrupan en la creación de una cultura y esta da lugar a que aparezca la sociedad.
Teniendo claro esto se puede empezar a relacionar la comunicación con la
cultura y la sociedad. El papel de la comunicación se basa en que por medio de la palabra escrita o verbal los individuos puedan compartir conocimiento, interpelar, interactuar y deliberar todo tipo de ideas presentes en la cotidianidad del ser. La cultura se transmite por medio de la comunicación y esto permite la interacción entre los integrantes del componente social. Gracias a este proceso también se garantiza la existencia de una democracia ya que se generan vínculos sociales entre los individuos, de esta manera la comunicación, cultura y sociedad se relacionan y ninguna puede sobrevivir sin las otras.
La comunicación comprende aspectos de facilitador, organizador y
catalizador en la sociedad. Permite la expansión de la participación política, económica y cultural. Esto se refiere al papel idóneo que debería cumplir la comunicación, pero no existen garantías que obliguen a los controladores de los medios a no estar relacionados con ningún interés a nivel político, es decir, es común encontrar medios de comunicación imparciales que benefician o perjudican a alguien en especial. Además dejan de mostrar temas que le debería interesar al público porque estas noticias perjudican la imagen de sus intereses y obviamente esto nos les favorece en ninguna medida.
Como la comunicación tiene que ver con la distribución de la estructura
social si en alguna instancia empieza a desviarse de sus objetivos por favorecer intereses ajenos, la sociedad empezará a sufrir consecuencias de dicho fenómeno en el proceso informativo. La política se entromete y siempre termina saliéndose con las suyas pues el poder de los medios es tan grande que cualquier información que le permita al individuo pensar a favor o en contra de algún tema, cumple con el objetivo de esta nefasta relación entre la política y los medios de comunicación.
La comunicación es inseparable de la cultura. Es el otro lado de la
misma moneda. No puede existir la una sin la otra. La cultura es comunicación y la comunicación es cultura”. (Hall and Hall, 1990).
La relación entre cultura y comunicación es proceso un histórico en el
desarrollo social. Como decía anteriormente la relación entre estos conceptos está tan ligada que no se puede hablar de uno sin tocar el otro, y aunque intereses políticos o económicos quieran desligar estos conceptos y asilarlos por totalidad es imposible que puedan existir sin relacionarse. La sociedad como parte fundamental de toda civilización es el centro donde se intercambia costumbres, tradiciones, pensamientos, etc. En síntesis la sociedad es el motor que impulsa la creación, difusión y mantenimiento de la cultura.
Concluyo afirmando una de las ideas expresadas al inicio, la comunicación
cambia dependiendo de la cultura del locutor y en la sociedad en la que esté produciendo el proceso comunicativo. No se puede hablar de comunicación, cultura y sociedad como conceptos aislados porque están ligados y uno no puede existir sin los otros. La cultura de una sociedad se transmite por medio de la comunicación, no hay otra opción que permita la transmisión cultural.