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שבט טו
Seder
para
Tu
B’Shvat
Tu
B’Shvat
en
Familia
Rito
Ami
1
Dedicatoria
Tu B’Shvat 5774
2
Introducción.
Un
hombre
sabio1
de
mi
pueblo
dijo
una
vez:
“Para
ser
hombre
se
requieren
tres
cosas:
tener
un
hijo,
escribir
un
libro
y
sembrar
un
árbol”.
Por
tanto,
aunque
nos
ha
sido
dada
la
tierra
como
usufructo
gratuito,
somos
responsables
de
su
administración
y
ello
se
expresa
en
el
acto
de
sembrar
un
árbol.
Tan
importante
son
los
árboles
que
en
la
antigüedad
cuando
se
talaban
los
arboles
para
crear
armas
de
guerra,
el
Eterno
prohíbe
a
los
hijos
de
Israel
destruir
los
árboles
frutales
para
tales
fines
(Deut.
20:19,20).
Cuidar
los
árboles
significa
cuidar
la
tierra.
La
destrucción
de
los
árboles
significa
la
destrucción
de
la
tierra
porque
donde
no
hay
árboles,
no
hay
vida.
Cada
año
para
esta
fecha,
educamos
al
mundo
en
la
importancia
de
cuidar
los
árboles,
porque
cuidando
los
árboles,
cuidamos
también
la
tierra.
Debido
a
ello,
el
anuario
hebreo
nos
regala
lo
que
muy
bien
podría
llamarse
“el
día
de
la
tierra”
toda
vez
que
muestra
la
importancia
que
tiene
asistirla,
vigilarla,
sembrarla
de
árboles
y
tener
cuidado
con
su
descanso
y
fertilización.
Todo
esto
se
hace
presente
de
forma
legendaria
en
nuestra
fiesta
anual
conocida
como
“Tu
B’Shvat”
o
el
15
del
mes
de
Shvat,
marcado
como
el
comienzo
del
año
nuevo
para
los
árboles.
Al
hacerlo
así,
nos
volvemos
más
humanos,
desarrollamos
más
nuestra
conciencia
universal,
establecemos
mejor
nuestra
esperanza
y
nos
convertimos
en
guardianes
del
regalo
más
extraordinario
que
el
Eterno
nos
ha
dado
como
familia
humana:
nuestra
tierra.
Dar
Tzedaká
de
gratitud,
sembrar
un
árbol,
limpiar
nuestras
casas
y
nuestras
calles,
educar
a
nuestros
hijos
en
la
tremenda
responsabilidad
que
todos
tenemos
de
1
El
autor
se
refiere
a
José
Martí
y
Pérez
considerado
apóstol
de
la
Independencia
Cubana
(1853-‐1895).
3
cuidar
nuestro
querido
planeta
y
bendecir
al
Eterno
por
Sus
bondades,
forma
parte
general
del
concepto
escondido
alrededor
de
esta
significativa
fiesta.
Por
otro
lado,
la
Toráh
compara
a
cada
uno
de
nosotros
con
los
árboles
y
así
como
los
árboles
extienden
sus
raíces
para
encontrar
el
agua
que
convierte
en
savia
que
da
vida
al
trono
y
a
las
ramas
y
las
hojas
y
garantiza
luego
el
fruto,
así
también
el
hombre
tiene
raíces
espirituales
que
pueden
desarrollarse
y
ramificarse
para
encontrar
esta
agua
de
vida
que
fluye
de
la
Toráh
y
de
aquél
para
quien
la
Toráh
fue
escrita:
el
Mélej
HaMashiaj.
Mientras
una
gran
porción
de
la
humanidad
se
dedica
a
destruir
la
tierra,
Di-‐s
nos
llama
a
formar
parte
de
los
que
decidimos
cuidarla
y
protegerla.
Basado
en
todas
estas
reflexiones
y
debido
a
su
importancia,
la
Casa
de
Hillel,
una
generación
antes
de
Yeshua
enseñó
que
de
los
cuatro
años
nuevos
que
tiene
el
ciclo
de
vida
judío,
uno
debe
ser
dedicado
a
la
tierra,
específicamente
a
los
árboles
y
defendió
su
idea
de
hacer
el
15
de
Shvat
como
Rosh
HaShaná
(año
nuevo)
para
los
árboles.
Desde
entonces
su
fallo
ha
sido
aceptado
como
el
apropiado
para
la
Casa
de
Israel.
En
un
sentido
metafórico,
Israel
como
nación
es
comparado
con
un
olivo
y
el
Mesías
mismo
comparado
a
una
vid.
Debido
a
esto,
Tu
B’Shvat
tiene
una
enorme
enseñanza
para
nosotros,
no
solamente
desde
el
punto
de
vista
halájico,
sino
también
hagádico,
es
decir,
no
solamente
importante
en
términos
de
jurisprudencia
sino
también
en
términos
éticos.
Tu
B’Shvat
(15
del
mes
de
Shevat)
nos
ayuda
a
comprender
las
leyes
del
diezmo
de
los
frutos
de
la
tierra
y
los
frutos
prohibidos,
toda
vez
que
toda
fruta
que
haya
alcanzado
más
del
50%
de
su
crecimiento
regular
para
el
tiempo
cuando
arriba
Tu
B’Shvat,
se
considera
perteneciente
al
año
anterior
y
toda
fruta
que
inicie
su
crecimiento
a
partir
de
Tu
B’Shvat,
se
considera
como
perteneciente
al
nuevo
año
de
los
árboles2.
2
Algunos
poskin
piensan
que
la
fruta
debe
haber
alcanzado
75
%
de
su
crecimiento
regular.
4
Esto
es:
“Y
cuando
entréis
en
la
tierra
y
hubieres
plantado
todo
género
de
árboles
de
comer,
consideraréis
su
fruto
como
“orlató”
(
de
orlah-‐incircunciso)
por
tres
años
os
será
“orlató”.
No
se
comerá”.
El
siguiente
pasuk
afirma:
“Y
el
cuarto
año
todo
su
fruto
será
consagrado
al
Eterno
con
(acompañado
de)
alabanza
sagrada
(Kodesh
hilulim
l’YHWH)”.
Lógicamente
está
prohibido
confesar
Tajanún,
una
serie
de
rezos
donde
el
rostro
se
postra
en
tierra
(algunos
golpean
el
pecho,
aunque
esta
no
es
nuestra
costumbre)
en
una
serie
de
súplicas
por
el
perdón
de
algún
pecado
cometido,
ni
ningún
tipo
de
rezo
relacionado
con
la
aflicción
del
alma
pidiendo
por
misericordia3,
dado
el
carácter
festivo
de
Tu
B’Shvat.
En
Israel,
que
es
el
punto
de
observación
principal
para
Tu
B’Shvat,
las
lluvias
y
el
invierno
comienzan
aproximadamente
para
el
15
de
Diciembre.
Significa
que
para
el
tiempo
cuando
llega
el
15
del
mes
de
Shevat,
normalmente
a
fines
del
mes
secular
de
Enero
o
comienzos
de
Febrero,
el
invierno
ha
llegado
a
la
mitad
y
comienza
la
tierra
a
prepararse
para
el
mes
de
Aviv,
que
inicia
la
primavera.
3
Como
los
casos
de
los
rezos
de
Erej
Apaim,
o
Tzedekeseja
o
Av
HaRajamim,
por
ejemplo.
5
Los
árboles
se
alistan
para
dejar
atrás
el
período
frío
y
lluvioso
y
producir
nueva
savia
que
da
fuerzas
a
las
raíces
para
recuperarse
del
clima
difícil
que
han
soportado.
Todo
eso
tiene
lugar
fuera
del
alcance
de
la
vista
del
hombre,
es
algo
interno
y
privado
que
no
se
saca
a
la
luz
y
sin
embargo,
de
pronto,
podrán
todos
ver
los
frutos
revelándose
en
su
primera
etapa
de
alineación
celular,
una
clara
indicación
de
la
fidelidad
del
Eterno
quien
dijo:
“Mientras
duren
los
días
de
la
tierra,
siembra
y
siega,
frío
y
calor,
verano
e
invierno,
día
y
noche,
no
dejarán
de
sucederse”
(Gén.
8:22)
Por
lo
tanto,
los
hijos
de
Israel
aprovechamos
esta
magnífica
ocasión
para
bendecir
al
Eterno
y
alabarlo
y
pedirle
que
continúe
mostrando
Su
fidelidad
y
Su
benevolencia
sobre
nuestro
pueblo
y
sobre
el
mundo
pues,
como
está
escrito,
“Abres
Tu
mano
y
satisfaces
el
deseo
de
todo
ser
vivo”
(Sl.
145)
y
“La
mano
de
todos
esperan
en
Ti
y
Tu
le
das
su
alimento
en
su
tiempo
propicio
incluso,
al
ganado
del
campo
y
a
las
aves
de
los
cielos
(Sl.
147),
¿cuánto
más
al
hombre
obra
suprema
de
Su
creación?
Como
vemos
es
propio
entonces
bendecir
al
Creador
por
Sus
bondades
y
alegrarnos
con
la
llegada
de
los
frutos
una
revelación
de
Su
fidelidad.
Explicación:
El
Seder
lo
hemos
dividido
en
dos
grandes
secciones,
donde
están
presentes
la
sal,
el
vino
y
los
frutos
simbólicos
de
la
ocasión,
adaptándolos
al
hecho
de
que
no
solamente
Israel,
sino
todo
el
mundo
se
beneficia
de
las
benevolencias
del
Eterno
y
por
tanto,
incluyendo
frutos
que
no
son
originalmente
de
Israel
sino
de
otras
partes
del
vasto
mundo
de
Di-‐os.
6
• Usamos
el
vino
en
dos
formas,
blanco
y
rojo,
para
indicar
así
el
cambio
de
la
estación
del
blanco
representando
el
invierno,
al
rojo
representando
el
corazón
de
los
frutos
nuevos
que
vienen.
• Usamos
los
frutos
porque
demuestran
la
abundancia
y
la
benevolencia
del
Eterno
a
favor
de
todas
Sus
criaturas.
• Usamos
cuatro
copas
de
vino
en
memoria
de
las
Cuatro
Estaciones
del
Año,
los
Cuatro
Puntos
Cardinales
sobre
los
cuales
el
Eterno
demuestra
Su
dominio
y
los
Cuatro
Universos
que
representan
la
totalidad
de
Su
reinado.
Una
vez
concluido
el
Seder,
tenemos
una
comida
festiva
en
honor
de
la
ocasión
y
concluimos
con
Birkat
Hamazón.
¿Qué
necesitarás
para
el
Seder?
Aunque
las
costumbres
varían
en
las
diferentes
ramas
judías,
en
nuestro
rito
AMI
seguimos
las
siguientes:
Primera Parte: Primera Copa. Dominio del Eterno sobre el Norte.
Líder:
Nos
hemos
reunido
aquí
para
bendecir
al
Eterno
por
Sus
bondades
y
misericordias,
porque
nos
ha
cuidado
y
alimentado
a
todos
a
este
día
y
nos
ha
dado
el
Año
Nuevo
de
los
árboles
como
señal
de
Su
fidelidad
y
Benevolencia.
Todos: ¡Bendito sea Su gran Nombre por siempre y para siempre!
7
Líder:
Te
agradecemos
oh
Di-‐os
por
el
árbol,
sus
raíces,
su
tronco,
sus
ramas
y
sus
hojas,
sus
flores
y
sus
frutos
diseñados
por
Ti
para
marcar
el
tiempo
de
la
llegada
de
la
Primavera,
el
comienzo
de
las
santificaciones
de
nuestro
redención
y
la
inspiración
de
Tu
Gracia
Infinita.
Líder:
Sirvamos
ahora
la
primer
copa
de
vino,
el
vino
blanco
que
nos
recuerda
la
lluvia
helada
y
la
nieve
del
invierno
que
está
pasando
y
la
temporada
del
frío
que
comienza
a
llegar
a
su
fin
y
nos
despierta
así
el
alma
para
los
días
de
redención
que
van
llegando.
Esta
primera
copa
representa
el
dominio
del
Eterno
sobre
el
punto
cardinal
norteño,
pues
como
por
el
Norte
viene
la
calamidad,
por
el
Norte
también
la
protección
del
Altísimo
quien
tiene
dominio
en
todo
y
sobre
todo.
Líder:
Levantemos
todos
esta
primera
copa
del
vino
blanco,
en
recuerdo
de
la
fidelidad
del
Eterno
al
establecer
las
temporadas
y
el
invierno,
y
aunque
pareciera
que
la
vida
se
ha
terminado,
el
Eterno
la
sigue
sosteniendo
oculta
a
nuestros
ojos
como
el
color
de
este
vino.
Líder: “Baruj Atá YHWH Elohenu Mélej Ha’Olam boré perí haguefen”. (Amén).
Nota:
Chocan
copas
y
beben
la
primera
copa
de
vino
cuya
bendición
alcanza
al
resto
de
las
copas
que
se
beberán
en
el
Seder.
Líder:
(Entrega
a
casa
participante
una
porción
de
galleta
de
trigo
o
pastel
y
luego
dice):
“Tenemos
ahora
la
oportunidad
de
mirar
este
trigo
(todos
miran
su
galleta
o
porción
del
pastel)
y
verificar
su
sabor,
consistencia,
textura
y
color.
Un
verdadero
milagro
por
lo
cual
reconocemos
y
alabamos
al
Eterno
por
todo
lo
bueno
que
ha
sido
con
nosotros,
como
está
escrito:
“HaShem
nos
dará
a
comer
con
lo
mejor
del
trigo
y
con
la
mejor
cosecha
y
tendremos
abundancia
de
fruto
y
abundancia
de
trigo.
Baruj
Atá
YHWH
Elohenu
Mélej
Ha’Olam,
bore
mine
mezonot”
(Amén).
Aceitunas
8
Líder:
Tomemos
todos
una
aceituna
y
mirémosla.
Apreciemos
su
forma,
color,
textura
y
sabor,
como
está
escrito
en
la
Toráh:
“Di-‐os
a
llamado
tu
nombre,
“olivo
frondoso,
hermosa
fruta
bien
formada”
(Je.
11:16).
Todos:
Te
bendecimos
oh
Di-‐os
por
reservar
para
nosotros
la
bendición
del
aceite
con
el
cual
se
ilumina
la
Menorá
del
Templo,
la
casa
de
los
Justos
y
las
glorias
escondidas
de
los
sufrimientos
redentores
del
Mesías
que
mientras
más
lo
oprimían,
más
aceite
nos
daba.
Líder: “Tus hijos serán como plantas de oliva que rodean tu mesa” (Salmo128:3).
Todos: Que nunca nos marchitemos como nunca se marchita el olivo.
Líder: Preparémonos para comer de este hermoso fruto de la tierra.
Líder: “Baruj Atá YHWH, Elohenu Mélej Ha’Olam bore perí HaEtz” (Amén).
Nota:
Todos
comen
su
porción
y
con
la
bendición
sobre
la
aceituna
se
incluye
el
resto
de
los
frutos,
basado
en
el
principio
de
que
siempre
que
uno
de
los
alimentos
se
considera
como
principal,
al
decir
la
bendición
sobre
el
principal,
sirve
para
los
secundarios.
Para
nosotros
la
aceituna
es,
en
este
seder,
el
principal.
El Dátil
Líder:
(Pide
a
todos
que
tomen
una
porción
de
dátil)
y
entonces
dice:
“El
justo
florecerá
como
la
palmera,
crecerá
como
cedro
en
el
Líbano,
plantados
en
la
Casa
del
Eterno
para
anunciar
que
el
Eterno
nuestro
Di-‐os
es
justo”.
Líder:
“Que
tu
altura
sea
como
la
Palmera,
que
no
te
inclines
ante
los
vientos
tormentosos
de
la
vida,
que
no
dejes
de
dar
fruto
año
tras
año,
que
sirvas
siempre
de
punto
de
referencia
confiable,
que
seas
todo
utilidad
y
que
no
puedan
injertarte
ideas
y
filosofías
extrañas
a
la
fe
de
nuestro
pueblo.
Que
así
todos
nos
mantengamos
firmes
y
Fuertes,
comprometidos
con
nuestra
Alianza
con
el
Creador,
Su
Toráh
y
Su
justo
Mesías.
Amén.
Como
un
ejemplo
de
unidad,
cada
uno
entregue
su
dátil
a
su
compañero
y
así
comemos
todos
de
la
mano
del
otro
en
ejad.
Nota:
Todos
comen
su
porción
de
Dátil,
en
vez
de
comer
la
porción
tomada,
la
entrega
a
su
compañero
en
señal
de
unidad.
Uvas Pasas
Líder:
Nos
corresponde
ahora
bendecir
al
Creador
por
la
uva
y
todo
lo
que
representa,
como
está
escrito
en
la
Toráh:
“Tu
mujer
será
como
una
vid
fructífera
en
cada
lugar
de
tu
casa”.
Que
así
como
la
vid
da
fruto
cuando
le
damos
el
cuidado
y
la
9
atención
que
merece,
que
así
la
reina
de
esta
casa
reciba
el
cariño,
cuidado
y
atención
de
todos
para
bien,
dulzura
y
paz.
“Sus
hijos
la
bendicen
y
su
esposo
la
alaba”.
Líder:
“Por
la
vid,
por
nuestras
madres,
por
nuestras
esposas
y
por
todas
las
mujeres
de
Israel
y
justas
de
la
tierra,
comamos”.
Primera Parte: Segunda Copa. Dominio del Eterno sobre el Este.
Nota:
Se
sirve
la
segunda
copa
de
vino
en
esta
proporción:
½
vino
blanco
y
½
de
vino
tinto
o
rojo.
Líder:
Cuando
nuestro
padre
Ya’akov
bendijo
a
nuestros
ancestros,
una
bendición
especial
reservó
para
Yehudáh
afirmando
que
de
él
vendría
el
Mesías,
representando
en
el
vino,
fruto
de
la
vid
y
en
los
diente
blancos
de
la
abundancia
de
leche
que
fluiría
de
su
boca,
indicando
así
las
grandes
lecciones
de
Toráh
que
el
Mesías
nos
daría.
Todos:
“Carga
su
burro
joven
con
uvas
de
la
vid
y
el
macho
de
su
burra
con
la
rama
de
la
vid,
lavando
en
el
vino,
como
la
sangre
de
la
uva,
su
manto
de
justicia.
Sus
ojos
están
rojos
de
vino
y
sus
dientes
más
blancos
que
la
leche”
(Gén.
49:11,12).
Líder:
Levantemos
la
segunda
copa
del
vino
blanco
y
bebamos
de
ella
reclinados
hacia
nuestro
lado
derecho,
como
hombres
libres
y
confesando
que
el
Di-‐os
nuestro
domina
sobre
todas
las
naciones
del
Este
de
Israel.
Los Higos
Líder:
Cada
uno
tome
una
porción
de
higos
de
la
mesa
y
miremos
bien
su
forma,
textura
y
color.
En
él
se
cumple
lo
que
está
escrito:
“El
que
guarda
la
higuera,
comerá
de
su
fruto
y
el
que
mira
a
su
amo,
será
honrado”.
El
que
se
ocupa
de
los
asuntos
del
Rey
será
honrado
y
el
que
no
cuida
su
higuera,
otro
vendrá
y
comerá
de
su
fruto.
Todos:
Bendito
es
el
siervo
que
cuando
su
señor
venga,
lo
halle
alimentando
su
casa
y
enseñando
Torá
a
las
multitudes.
Amén.
Líder:
“Y
volverán
sus
espadas
en
rejas
de
arado,
y
sus
lanzas
en
hoces;
no
alzará
espada
nación
contra
nación,
ni
se
adiestrarán
más
para
la
guerra.
Pero
ellos
se
10
sentarán,
cada
uno
debajo
de
su
vid
y
debajo
de
su
higuera,
y
no
habrá
quien
los
amedrente;
porque
la
boca
del
Eterno
de
los
ejércitos
lo
ha
hablado"
Líder:
En
la
esperanza
de
que
seremos
hallados
completos
y
no
faltos,
alimentando
y
no
entreteniendo,
ocupados
y
no
ociosos,
bajo
la
higuera
con
Mashiaj
y
no
en
las
tinieblas
de
afuera,
comamos
todos.
La Granada
Líder: Tomemos cada uno una porción de la Granada y confesemos juntos:
Todos: Para ver si las granadas están listas para disfrutar del amor.
Líder:
Esto
nos
habla
del
futuro
y
final
encuentro
del
Mesías
con
nuestro
pueblo,
el
Justo
con
los
redimidos,
de
Israel
y
de
las
naciones,
en
una
fiesta
que
no
tendrá
fin.
Como
está
escrito:
“
Manzana-‐Nueces y Almendras.
Nota:
Como
se
explicó
en
la
Introducción,
estos
tres
frutos,
por
su
simbolismo,
se
han
triturado
y
molido
juntos
hasta
formar
una
pasta
que
debe
estar
lista
en
un
recipiente
especial
para
cada
comensal.
Líder:
En
“Tu
B’Shvat
cada
árbol
es
juzgado,
ya
sea
para
que
viva
o
muera,
florezca
o
desvanezca,
lleve
fruto
o
sea
estéril.
Al
combinar
las
manzanas
las
nueces
y
las
almendras,
no
sabemos
cuál
sea
el
destino
de
cada
uno
y
por
tanto,
debemos
guardar
nuestros
labios
de
no
juzgar
hasta
que
el
Rey
sea
sentado
en
su
trono
de
gloria
y
pasen
delante
de
él
todos
los
pueblos
de
la
tierra.
Por
los
méritos
de
nuestro
11
justo
Mesías
tenemos
confianza
que
sus
palabras
para
Israel
serán
de
amor.
Líder:
Comamos
todos
de
este
fruto
de
la
tierra
que
al
combinarlos
así
nos
habla
de
los
ricos
nutrientes
que
el
Eterno
ha
preservado
para
nosotros
en
los
árboles
que
a
su
vez
reciben
los
minerales
de
la
tierra
y
la
luz
del
sol
para
unirlos
todos
en
una
sinfonía
de
alimentos
buenos
que
expresan
las
bondades
del
Eterno.
Nota: Todos comen su porción previamente separada para cada comensal.
Líder:
Iniciamos
ahora
la
segunda
parte
del
Seder
donde
incluimos
frutos
de
la
tierra
que
no
son
oriundos
de
Eretz
Yisrael
y
que
muestran
así
también
la
fidelidad
del
Eterno
sobre
todas
Sus
criaturas
como
fue
prometido
a
Nóaj
y
su
descendencia.
“Los
justos
heredarán
la
tierra”
nos
dice
la
Escritura
y
por
tanto,
la
fiesta
con
el
Mesías
en
la
edad
mesiánica
no
solamente
será
una
fiesta
nuestra,
sino
también
incluirá
a
todos
los
justos
de
las
naciones.
El
Di-‐s
de
Israel
es
también
el
Di-‐s
del
mundo
y
por
tanto,
toda
rodilla
se
doblará
y
toda
boca
confesará
que
solamente
el
Eterno
es
el
Uno
y
Único
Di-‐os
verdadero.
Segunda Parte-‐ Tercera Copa. Dominio del Eterno sobre el Sur.
Nota:
La
segunda
parte
del
Seder
incluye
el
llenado
de
la
tercera
y
cuarta
copas
de
la
siguiente
manera.
La
tercera
copa
se
llena
en
una
proporción
de
¾
de
vino
rojo
y
¼
,
de
vino
blanco.
Esta
tercera
copa
indica
el
dominio
del
Eterno
sobre
el
tercer
punto
cardinal
de
la
tierra.
Así
como
la
primer
copa
expresó
el
dominio
sobre
el
Norte
y
la
segunda
el
dominio
sobre
el
Este,
así
la
tercera
indica
Su
dominio
sobre
el
Sur.
Líder:
El
Sur
representa
el
verano,
donde
los
árboles
del
campo
producen
su
mayor
fruto
en
total
maduración,
movernos
al
Sur
representa
bajar
al
mundo
y
ver
las
maravillas
del
Eterno
entre
las
naciones,
como
está
escrito:
“Al
huerto
de
los
nogales
descendí,
para
ver
los
frutos
del
valle”
(Shir
Hashirim
6:11ª).
Bendecimos
al
Eterno
porque
ha
dado
también
tierras
nobles
y
buenas
a
todos
los
hijos
de
los
hombres
y
frutos
extraordinarios
que
muestran
Su
bondad
y
misericordia
sobre
todas
Sus
criaturas.
12
Mango-‐Piña-‐Banana
Nota:
Como
se
explicó
al
principio,
se
sirve
una
coctel
de
mango,
piña
y
bananos,
los
más
representativos
frutos
del
Sur
de
la
tierra
y
se
puede
adornar
con
cereales
y
crema
parve.
Una
verdadera
delicia
en
el
Caribe,
Centro
y
Sur
América.
Líder:
Está
dicho
por
el
profeta
que
en
los
últimos
días,
las
naciones
se
levantarán
y
dirán:
“Venid
y
Subamos
a
la
casa
del
Di-‐os
de
Ya’akov,
él
nos
enseñará
Sus
caminos
y
por
sus
sendas
andaremos
porque
de
Tzión
saldrá
la
Toráh
y
de
Yerushalayim
la
Palabra
del
Eterno”.
Todos:
“En
aquel
día,
diez
hombres
de
las
naciones
tomarán
del
mando
a
un
yehudí
y
le
dirán:
Vamos
contigo
porque
sabemos
que
Di-‐os
está
contigo”.
Líder:
“En
memoria
de
la
fidelidad
y
bondad
del
Eterno
por
todos
los
hombres
del
mundo,
en
memoria
de
nuestra
responsabilidad
por
el
cuidado
y
administración
de
la
tierra
buena
que
ha
dado
a
los
hijos
de
los
hombres,
en
memoria
de
nuestro
compromiso
con
los
árboles
y
con
la
tierra,
comamos”.
Pistacho
Líder:
El
pistacho
tiene
una
de
las
propiedades
orgánicas
más
extraordinarias
dadas
por
el
Creador
a
los
frutos
del
árbol
y
de
la
tierra.
Posiblemente
de
entre
todos
los
frutos
secos,
sea
éste
el
mejor
restaurador
de
las
fibras
musculares
del
hombre
y
al
mismo
tiempo
un
magnífico
anti-‐oxidante.
El
Creador
toma
los
nutrientes
de
la
tierra
como
son
el
hierro,
el
zinc,
el
selenio
y
el
potasio
y
nos
lo
hace
llegar
por
medio
del
Pistacho,
una
extraordinaria
fuente
de
recuperación
celular.
Debido
a
esto,
bendecimos
al
Eterno
por
permitirnos
desarrollar
músculos
físicos
fuertes
como
alusión
a
la
importancia
del
estudio
de
la
Toráh
por
cuya
savia
el
Eterno
nos
aporta
los
nutrientes
espirituales
para
la
salud
del
alma.
Tomemos
todos
una
porción
de
pistacho
y
pidamos
al
Eterno
que
así
como
este
fruto
fortalece
nuestros
músculos
físicos,
así
Su
Toráh
sea
amada
y
estudiada,
querida
y
apreciada
entre
nosotros
y
nuestros
hijos
y
por
toda
la
Casa
de
Israel
hasta
la
llegada
de
nuestro
justo
Mesías
para
bien,
vida
y
paz.
Líder:
Hasta
el
momento,
hemos
comido
12
frutos
de
la
tierra.
Estos
doce
frutos,
tanto
de
la
tierra
de
Israel
como
de
las
naciones,
son
representativos,
por
un
lado,
de
las
doce
tribus
de
Israel
que
abarca
a
todo
el
pueblo
judío,
y
por
el
otro,
de
las
doce
constelaciones
en
los
cielos,
que
incluye
a
todas
las
naciones
de
la
tierra,
todo
lo
cual
se
combina
con
las
doce
fuerzas
escondidas
en
el
Nombre
de
Di-‐os.
El
tiempo
es
13
propicio
para
beber
nuestra
tercera
copa
de
vino
mientras
nos
reclinamos
hacia
nuestro
lado
izquierdo,
representativo
de
los
hombres
libres.
Líder:
"Hi'nat
tová
ubrajá,
pri
u’tnuvav".
“Un
año
de
cosas
buenas
y
bendiciones,
de
ganancia
y
productividad…
para
todos”.
LeJaim.
Todos: ¡Lejaim!
Nota:
La
última
parte
del
Seder
incluye
la
ingesta
de
la
cuarta
copa
de
vino
en
la
siguiente
proporción:
100
%
de
vino
tinto
en
memoria
de
la
consumación
del
fruto
de
la
redención
por
el
atributo
de
la
justicia
de
Di-‐os
volcada
en
nuestro
justo
Mesías
y
ofrecida
desde
él,
a
Israel
y
al
mundo.
Líder:
Esta
cuarta
copa
es
una
referencia
a
la
temporada
del
otoño,
cuando
la
inmensa
mayoría
de
los
frutos
del
árbol
ya
se
han
madurado
o
están
en
su
proceso
final
de
maduración
y
algunos
incluso,
entregando
su
segunda
cosecha
del
año.
La
tierra
y
los
árboles
se
preparan
así
para
el
invierno
que
comienza
a
vislumbrarse
en
el
horizonte.
Esta
cuarta
copa
cierra
por
tanto,
el
ciclo
anual
de
nuestro
viaje
alrededor
del
sol
y
prevalece
en
ella
el
símbolo
del
Oeste
(Occidente)
declarando
así
que
el
Di-‐s
de
Israel
tiene
dominio
sobre
cada
uno
de
los
puntos
cardinales
de
la
tierra
y
que
su
justicia
para
nuestra
redención
ha
sido
expresada
consumadamente
en
la
vida
de
su
justo
Mesías.
La
cuarta
copa
es
pre-‐anunciada
en
los
frutos
de
la
tierra
dada
a
los
hombres.
Tengámosla
disponible
para
el
momento
de
beberla.
Mango
Todos:
“El
Eterno
Reina,
poderoso
es
Su
Nombre
en
toda
la
tierra.
El
Eterno
Reina,
grandioso
es
Su
Nombre
entre
los
hijos
de
los
hombres”.
Líder:
El
mango
es
una
de
las
frutas
más
apetecibles
al
paladar.
Traída
a
América
desde
Asia,
conjuga
así
dos
continentes
en
uno
solo.
Es
la
manzana
del
Caribe
y
una
de
las
frutas
más
extraordinarias
que
el
Creador
nos
haya
dado.
Por
sus
nutrientes,
previene
el
cáncer
y
nos
ayuda
a
mantener
en
buen
estado
el
órgano
más
grande
del
cuerpo,
nuestra
piel.
¡Bendito
sea
el
Eterno
por
darnos
frutos
del
árbol
ricos
en
vitaminas,
ricos
en
protección
y
poderosos
para
guardarnos
de
las
enfermedades
y
de
la
muerte!
Todos:
“Agradeceré
al
Eterno
y
bendeciré
Su
Nombre
por
los
ricos
frutos
que
nos
ha
dado
porque
Su
Misericordia
es
Eterna
y
Sus
bondades
no
tienen
límite”.
Amén.
Líder:
En
apreciación
por
las
bondades
del
Eterno
escondidas
en
esta
maravillosa
fruta,
comamos
una
porción
del
mango.
14
Papaya
Roja
Líder:
Otra
de
las
frutas
más
exóticas
de
América
es
la
papaya
roja
o
“fruta
bomba”.
Es
uno
de
los
frutos
del
árbol
que
mejor
protegen
nuestro
sistema
cardiovascular
y
digestivo.
Su
color
externo
es
impresionante
pero
internamente,
más
aun.
Considerada
una
de
las
frutas
más
típicas
de
México
y
el
Caribe,
expresa
sin
duda
la
manera
cómo
el
Eterno
ha
derramado
Su
gracia
y
bondades
sobre
todos
los
hijos
de
los
hombres.
Al
comer
esta
fruta,
alcanzaremos
la
suma
de
catorce
frutos
de
la
tierra,
todo
lo
cual
es
una
alusión
al
nombre
de
David
cuyo
valor
gemátrico
es
precisamente,
14
y
al
mismo
tiempo,
una
alusión
a
nuestra
firme
esperanza
de
que
finalmente
Di-‐s
nos
enviará
Su
Justo
Mesías
y
por
tanto,
creo
en
su
venida
y
aunque
demore,
la
espero
cada
día.
Recordemos
por
orden
los
frutos
que
hemos
ingerido
y
repitan
después
de
mi:
1. Aceitunas
(Aceitunas)
2. Manzanas
(Manzanas)
3. Dátiles
(Dátiles)
4. Uvas
(Uvas)
5. Higos
(Higos)
6. Granada
(Granada)
7. Cereales
(Cereales)
8. Nueces
(Nueces)
9. Almendras
(Almendras)
10. Mango
(Mango)
11. Piña
(Piña)
12. Banana
(Banana)
13. Pistacho
(Pistacho)
14. Papaya
(Papaya)
Repitan
conmigo:
“Creo
con
perfecta
fe…
en
la
venida
del
Mesías…
y
aunque
demore…,
sé
que
vendrá…y
su
reino
será
establecido…
sobre
toda
la
tierra…
y
finalmente
tendremos
paz
con
justicia…
y
serán
quitados
de
nuestros
ojos
las
lágrimas…
de
nuestro
cuerpo
el
dolor…
y
de
nuestra
alma,
la
muerte…
y
viviremos
para
siempre…
en
cuerpos
inmortales…
por
el
milagro
de
la
resurrección
y
la
vida
eterna
sembrada
en
nuestra
neshamá”.
Líder:
En
nuestro
compromiso
de
cuidar
la
tierra
y
los
árboles
por
el
bien
de
todos,
y
en
la
esperanza
de
la
llegada
del
Mesías,
pronto
y
en
nuestros
días,
comamos
de
este
fruto
del
árbol.
15
Cuarta
Copa
Líder:
Llegamos
ahora
a
la
parte
final
del
seder
cuando
levantaremos
y
beberemos
la
última
copa,
la
cuarta,
la
copa
de
la
esperanza.
Nota:
Se
sirve
esta
cuarta
copa
en
la
proporción
indicada,
en
memoria
de
la
pronta
y
esperada
llegada
de
nuestro
justo
Mesías.
Reclinados
hacia
el
lado
izquierdo,
se
sigue
las
instrucciones
del
líder
para
la
ingesta
de
esta
cuarta
copa.
Líder:
El
Eterno
es
Rey
sobre
toda
la
tierra.
Su
dominio
abarca
todos
los
pueblos,
en
el
Norte,
y
en
el
Este,
en
el
Sur
y
en
el
Oeste,
toda
la
tierra
está
llena
de
Su
gloria.
Todos:
“Alabaré
al
Eterno
por
Sus
bondades,
bendeciré
Su
Nombre
porque
Sus
misericordias
siempre
están
conmigo.
Bendito
es
el
Eterno
por
la
tierra,
por
los
árboles,
por
el
fruto
de
la
vid
y
por
la
esperanza
de
la
vida
eterna”.
Líder:
“Bendice
alma
mía
al
Eterno
y
no
olvides
Sus
bondades,
Bendice
alma
mía
al
Eterno
y
ten
presente
siempre
Sus
misericordias.
Porque
ha
rescatado
del
hoyo
nuestra
vida
y
nos
ha
coronado
de
favores
y
bondades.
Mientras
haya
aliento
en
mi,
bendeciré
Su
nombre
y
lo
reconoceré
en
medio
de
Su
pueblo.
Bendito
es
el
Eterno,
desde
ahora
y
para
siempre
y
digamos:
Amén”.
Líder:
“En
memoria
de
la
pronta
llegada
de
nuestro
justo
Mesías
y
reclinados
hacia
la
izquierda
como
hombres
y
mujeres
libres
comprometidos
con
el
cuidado
de
la
tierra
y
de
los
árboles,
bebamos
todos
de
esta
copa
de
esperanza.
“LeJaim”.
Todos: “LeJaim”.
Cena Festiva
Nota:
Se
bebe
la
cuarta
copa
del
Seder.
A
continuación
se
sirve
la
comida
festiva
por
la
ocasión,
pasando
el
resto
de
la
noche
comiendo,
bebiendo
y
estudiando
Toráh
y
reflexionando
sobre
tan
hermosa
fiesta.
Birkat Hamazón
16