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Presentado por:
Isabela Rico V
Tatiana Calvache R
BOGOTÁ
2019
Pregunta
¿Como crear conciencia y disminuir el maltrato contra las mujeres de la Facultad de Diseño y
Arquitectura de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá?
Marco teórico
Mientras investigamos las diferentes fuentes de información encontramos varios artículos que
nos servirán en nuestro proyecto pues no solo contextualizan la violencia contra la mujer y
todo lo que conlleva, sino que también muestran diferentes formas de tratar a una mujer que
ha sufrido algún tipo de abuso. Primero haremos un pequeño resumen de cada artículo para
poder contextualizar al lector de la mejor manera.
Para entender la violencia contra la mujer primero tenemos que tener claro esto que significa
pero también qué categorías y que tipos de violencia existen; el artículo de Ferrer-Pérez y
Bosch-Fiol, 2019, dice que “la violencia contra las mujeres (VAW) es toda violencia ejercida
por el mero hecho de ser mujer y los condicionantes psicosociales vinculados a ello en cada
cultura”, como estamos hablando de Colombia puntualmente pues tenemos que entender que
estamos en una sociedad que todavía es bastante machista y que lleva más de 100 años con el
mismo ideal de una mujer que no es más que una esposa y que su lugar es en la casa y más
específicamente en la cocina con los niños. En el estudio a fondo sobre todas las formas de
violencia contra la mujer (UN-Women, 2016), se señalan formas de violencia intrafamiliar,
violencias desde la comunidad (feminicidios, violencia sexual, acoso y trata), violencia de
Estado, etc. Ahora bien, las Naciones Unidas (UN, 1993) definen la violencia contra la mujer
como “el acto de violencia de género del que resulte (o pueda resultar) un daño físico, sexual
o psicológico para la mujer, incluyendo en esa definición las amenazas y la privación
arbitraria de libertad. Como ya lo mencionamos antes, hay muchos tipos de violencia como la
agresión física, la coacción de tipo sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control,
tristemente muchos de estos actos de violencia quedan en manos de parejas o ex parejas.
Finalmente el artículo hace una critica mas que todo, al sistema legislativo y las leyes que
existen contra este tipo de violencia; después de tantos años, todavía se encuentran falencias
en cuanto a la estructuración de las leyes que defienden a estas mujeres pues por lo menos
aqui en colombia, más del 60% de estos casos quedan impunes, sea porque no se denuncian o
por que la legislación está tan mal estructurada que permite que estos casos queden en el aire
y finalmente se archiven en una carpeta que jamás se volverá a abrir.
Como estamos tratando la violencia contra la mujer pues nos parece importante entender el
papel que cumple la mujer y la razón por la cual por tantos años, esta ha sido víctima de todo
tipo de abusos. Este comentario fue hecho en una universidad de España, por lo tanto algunos
de los ejemplos que pongamos estarán regidos a la legislación española.
Hay muchos casos de violencia, eso ya lo tenemos claro pero lo que no sabemos es que por ej
en España la legislación solamente protege a aquellas mujeres que sufren de algún acto de
violencia por parte de su pareja o ex pareja, pero todos los otros tipos de violencia como la
extrafamiliar o en el ámbito de trabajo pues no están constituidas y por esa razón todavía no
tienen ningún tipo de penalización. “En estos casos la violencia ejercida es también una
manifestación de la discriminación, de la situación de desigualdad y de las relaciones de
poder del hombre sobre las mujeres (Andrés Pueyo, 2009; Subijana, 2009).” y como ya lo
habíamos hablado, Colombia tiene una cultura completamente machista que lleva
muchísimos años denigrando el poder de la mujer y básicamente encasillando en un papel de
madre y ama de casa.
Volviendo al tema de la sociedad Colombiana, debemos entender que hay muchos lugares del
país que viven en una sociedad de conflicto, por eso muchas de las mujeres afectadas se
encuentran en los estratos más bajos del país, la falta de educación y la aceptación de la
violencia es algo que también determina el futuro de cada mujer; “La violencia de pareja
contra la mujer es un final al que se puede llegar por distintos caminos: descontrol de la ira,
celos patológicos, abuso de alcohol/drogas, déficits de asertividad y comunicación, falta de
habilidades en la solución de problemas, control inadecuado del estrés o ideas distorsionadas
sobre los roles de género y sobre la violencia como forma de solución de problemas
(Juarros-Basterretxea, Herrero, Fernández-Suárez, Pérez y Rodríguez-Díaz, 2018)” cuando se
crece en un ambiente de violencia, de peleas, de una situación familiar no óptima pues poco a
poco se van normalizando cosas que no se deberían y esta aceptación es la que más adelante
muestra su peor cara, pues se empieza a justificar la violencia y se empieza a aceptar este tipo
de conductas porque la mayoría de las veces “El no tiene la culpa si no que la culpa fue mía
por ponerlo bravo”
“La violencia de pareja contra la mujer no depende solo del machismo, sino del aprendizaje
temprano de la aceptación de la violencia en general como una forma de resolver problemas o
de imponer voluntades. La violencia puede aprenderse ya en la infancia específicamente en la
familia, de forma directa (bofetones, maltrato psicológico) o de forma vicaria (broncas entre
los padres, maltrato físico o psíquico entre ellos) o, más genéricamente, en el entorno social
(peleas en la escuela, tono bronco en las relaciones sociales).” Muchas mujeres tienen miedo
de denunciar, tienen miedo de ese monstruo que se encuentran todas las noches en su casa y
que de alguna manera tiene tanto poder sobre ellas que a sus ojos parece simplemente un
hombre que necesita ayuda, que lógicamente por nuestra naturaleza maternal, nosotras
podemos salvar.
Violencia urbana: la Red Mujer y Hábitat de América Latina (el caso de Colombia)
Maria Catalina Monroy
Profesora Principal, Universidad del Rosario, Bogotá (Colombia)
Entrando un poco más en contexto y teniendo en cuenta que los derechos de las mujeres
hacen parte de los derechos humanos y que están constituidos mundialmente, empezamos a
encontrar diferentes organizaciones como la Corporación Sisma Mujer, la Ruta Pacífica y la
Casa de la Mujer que han jugado un papel muy importante en el bienestar y protección de las
mujeres; como ya lo habíamos hablado antes, Colombia no tiene el mejor sistema legislativo
y tampoco la mejor situación socio cultural en el momento, a qué nos referimos con
sociocultural? pues sabemos que en este momento estamos en medio de un conflicto que
lleva 50 años afectando nuestra vida, sin embargo, cada vez se vuelve más peligroso para una
mujer estar en el campo pues frecuentemente se invaden sus tierras y en el mejor de los casos
se ven obligadas a desplazarse hacia las ciudades, “«La situación en Colombia tiene
particulares expresiones exacerbadas por el conflicto armado y el paramilitarismo, que
refuerzan las conductas de dominación hacia las mujeres, como botín de guerra» (Dalmazzo
et al., 2008: 6).” ;debido a las repercusiones de este conflicto, las organizaciones colombianas
empezaron a impulsar diferentes tipos de campañas para que el gobierno tomara algún tipo de
medida frente a este problema, afirman que las mujeres estaban en peligro inminente con este
conflicto resaltando así «diez factores de vulnerabilidad específicos a los que están expuestas
las mujeres por causa de su condición femenina en el marco de la confrontación armada
interna colombiana, que no son compartidos por los hombres, y que explican en su conjunto
el impacto desproporcionado del desplazamiento forzoso sobre las mujeres» (Auto 092,
2008)4.
Monroy también hace una pequeña crítica al sistema legislativo pues es un sistema reactivo
más no preventivo y eso lo podemos ver en el aumento de la violencia sexual en Colombia,
este tema ha sido documentada por instituciones estatales como el Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forenses (INML) que ha reportado un incremento de este tipo de
violencia en los últimos años, es un poco irónico que a pesar de todos los esfuerzos que hacen
las ONG este tipo de violencia siga en aumento y es tanto así que para el 2014, la violencia
sexual había aumentado en un 20%.
Viendo el contexto en el que estamos y entendiendo un poco más a fondo todos las
características que tiene la violencia contra la mujer pues empezamos a pensar qué más
podemos hacer para proteger más a estas mujeres y generar una conciencia que lleve al
denunció preventivo y no reactivo; la autora nos nombra un par de categorías que debemos
tener en cuenta para mejorar las condiciones ya existentes
Para entender todos los aspectos que participan en el fenómeno de la violencia contra la
mujer se debe realizar un análisis de cuáles son los factores que influyen y se relacionan con
los tipos de violencia y la severidad en los que participan, también por medio de esta
información acercarnos un poco más a una realidad del porqué las mujeres de estratos
socioeconómicos más bajos tienden a sufrir con más frecuencia y severidad este tipo de
violencia.
Una parte fundamental para romper el ciclo de la violencia de género es la importancia del
acompañamiento terapéutico ya que se han venido sufriendo traumas físicos como traumas
psicológicos que afectan fuertemente el autoestima de la mujer maltratada, Lina Maria
Martinez plantea reflexiones sobre el lugar de la intervención terapéutica en las estrategias
del Estado Colombiano para enfrentar la violencia contra las mujeres en las relaciones de
pareja.
El artículo explica el momento actual por el que pasa Colombia, en donde se caracteriza por
cambios en las relaciones sociales de género que han venido acompañadas de leyes que dan
cabida a estrategias favorables a la igualdad. Pero se cuestiona la paradoja de que a pesar de
esta situación, ha habido un incremento progresivo de casos de violencia contra la mujer que
afecta tu integridad y bienestar (física y emocional).
la autora de este artículo resalta los 3 apartados de dicho estudio, en donde se contempla
primero, como el reconocimiento de la violencia contra las mujeres como un problema social
y como una violación a los derechos humanos, y como aún este tema carece de formalidad
entre todas las naciones. Segundo, se abordan los aportes realizados por los planteamientos
del feminismo académico y social, generando mayor inclusión de la lucha contra esta
situación en las agendas multinacionales. En tercer lugar, se destacan los acercamientos a las
concepciones que sustentan los enfoques desde los cuales los Estados proyectan sus
legislaciones y políticas públicas para cumplir con los compromisos de erradicaciones de
violencia contra las mujeres en las relaciones sociales. El autor afirma, la insuficiencia e
inadecuación de las medidas de control y tutela privilegiadas por el Estado Colombiano para
el enfrentamiento de la violencia contra la mujer.
El autor resalta que los compromisos promulgados por las Naciones Unidas, para que los
Estados logren erradicar la presencia social del problema, da cuenta del reconocimiento del
problema y de la persistencia de este en distintos mecanismos socioculturales. Así mismo,
reconoce la responsabilidad del Estado frente a la erradicación del problema.
Más adelante, el autor señala que las formas de intervención profesional brindadas por el
Estado, se han centrado en control y tutela, orientadas a la restricción de la libertad de los
sujetos que ejercen el abuso y la protección de las víctimas, pero se olvida por completo la
intervención preventiva y el acatamiento del problema a priori a el caso de violencia como
tal, es decir, a todas esas instancias previas al acto de violencia que pueden ser evitados y
tratados con terapia y evitar que el problema crece o estalle el acto de violencia.
Por otro lado, se analizan las entrevistas de los profesionales terapeutas, y se logran rescatar
ciertas conclusiones que permiten entender un poco más el problema y las ventajas de la
terapia para erradicar el problema. Se exponen las diferentes situaciones en las que la mujer
por el hecho de depender económicamente del hombre o de poder mantener el estatus socio
económico que manejan (casos de estratos altos), prolongan la denuncia del problema de
violencia e incluso descalifican los actos de violencia y los promueven como casos de celos y
amor. Es gracias a este tipo de situaciones, que el problema termina por empeorar y
desencadenan después un acto de violencia concreto en donde no queda más remedio que
castigar al agresor y proteger la víctima.
Mientras que, si se hiciera el proceso de prevención correcto, acompañado por supuesto de
terapia temprana, se lograría evitar muchos casos concretos de violencia tanto física como
psicológica hacia la mujer, además de trabajar y cambiar los esquemas socioculturales que
alimentan el problema dentro de las sociedades modernas.
“La violencia contra las mujeres en general y la doméstica en particular, son componentes
esenciales en sociedades que oprimen a las mujeres, dado que esta violencia no solo se
origina sino que también sostiene los estereotipos de género dominantes y se utiliza para
controlar a las mujeres en el único espacio tradicionalmente dominado por las mujeres, el
hogar.“ (Organización de las Naciones Unidas, 1995).
Conclusión
Con base a todo lo que hemos visto en los artículos y nuestra pregunta “¿Como crear
conciencia y disminuir el maltrato contra las mujeres de la Facultad de Diseño y Arquitectura
de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá?”, entendemos que primero se debe hacer
una caracterización del problema y crear conciencia acerca de los diferentes tipos de
violencia que existen; también debemos empezar a generar una nueva visión del problema
pues nos estamos enfrentando a una sociedad que focaliza la violencia en el hogar y culpa a
las mujeres cuando se ven afectadas por un acto de violencia en horas “restringidas”.
Para lograr un verdadero cambio debemos crear conciencia y educar a las personas acerca de
este problema, debemos mostrar la realidad de la iniquidad que lleva a la violencia y la raíz
de este, todo está en la mentalidad que tenemos frente a él problema, todo está en las
creencias y las enseñanzas que nos transmiten desde pequeños; centrándonos un poco más en
nuestro grupo objetivo, debemos ofrecer algún tipo de acompañamiento psicológico anónimo
para que las mujeres que ya han pasado o se encuentran en un ciclo de violencia puedan
expresar sus miedos y sus vivencias, como dice Lina María Martínez González una parte
supremamente importante de este acompañamiento es la posibilidad de empoderar de nuevo a
estas mujeres pues tantos años de maltrato crean un trauma tanto físico como psicológico que
afecta completamente la autoestima, llevándolas a normalizar un ambiente de violencia y
peor aún a justificarlo.
Referencias
Monroy, M., & Jaramillo Ruiz, F. (2019). Violencia urbana: la Red Mujer y Hábitat de
América Latina (el caso de Colombia) [Ebook] (1st ed.). Bogotá: Universidad del
Rosario, Bogotá (Colombia). Retrieved from
https://eds-a-ebscohost-com.ezproxy.javeriana.edu.co/eds/pdfviewer/pdfviewer?vid
=2&sid=fb63e4b2-a205-4af6-b30e-ea1c0e30c775%40sessionmgr4006
Burgos, D., Canaval, G. E., Tobo, N., Pheils, P. B. de, & Humphreys, J. (2012).
Violencia de pareja en mujeres de la comunidad, tipos y severidad Cali, Colombia.
Revista de Salud Pública, 14( 3), 377–389. Retrieved from
http://ezproxy.javeriana.edu.co:2048/login?url=https://search.ebscohost.com/login.a
spx?direct=true&db=lth&AN=98162925&lang=es&site=eds-live