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Borrador de Tutoría
Integrantes:
Pesantes Ulloa Valeria Ruth
Rendón Olaya Susy Maily
Tenorio Delgado Johanna Beatriz
Valladarez Olvera Emily Nicole
Vargas Wachter Cynthia
Villegas Zambrano Evelyn Dayana
INCICE
Fracturas Dentales.............................................................................................................................3
Fracturas del esmalte....................................................................................................................3
Fracturas de la corona sin afectación pulpar.................................................................................3
Fracturas de la corona con afectación pulpar...............................................................................3
Fracturas radiculares.....................................................................................................................3
Tratamiento endodóncico..........................................................................................................4
Evolución de las fracturas radiculares...........................................................................................4
Curación de las fracturas radiculares.............................................................................................5
1. Curación cálcica......................................................................................................................5
2. Curación con tejido conectivo...............................................................................................5
3. Curación combinada de hueso y tejido conectivo.................................................................5
4. Curación sin unión con formación de tejido de granulación.................................................5
Fracturas Coronorradiculares........................................................................................................5
Síndrome del diente fisurado............................................................................................................6
Fracturas Dentales
Fracturas del esmalte
Están lesiones lo único se ve afectado es el esmalte con una pequeña fractura (Completa o
incompleta) y se evalúan otros daños existentes. Como tratamiento se pulen los bordes del
esmalte eliminando las rugosidades, y si es necesario se restaura la estructura dental perdida.
Buen pronóstico sin complicaciones.
Se considera que la pulpectomía parcial superficial puede ser exitosa si cumple con ciertos
requisitos como: diente asintomático, sin indicios radiográficos de periodontitis apical ni
reabsorción radicular, con formación de dentina en las paredes y constricción apical. La evaluación
se realiza a los 6 meses y al año. Si se observa el puente dentinario debajo de la restauración, se
considera favorable y el tratamiento ha finalizado.
Fracturas radiculares
Siempre representan una complicación, porque afectan a la pulpa, la dentina y el cemento; son
también llamadas intraalveolares radiculares, que pueden ser horizontales u oblicuas, o incluso
verticales.
Los síntomas dependen de su movilidad, son ligeros si no hay mucha movilidad dependiendo de la
zona de la fractura, si es vertical existirá más movilidad y molestias por el desplazamiento coronal.
En el diagnóstico por palpación manual se puede apreciar movilidad tipo 1 o ligera (<1 mm), tipo 2
(>1 mm) o tipo 3 (>1 mm tanto horizontal como vertical), la percusión puede ser dolorosa. Si la
lesión no está en comunicación con la cavidad bucal la pulpa podría no verse afectada; pero si se
encontrara comprometida la lesión puede evolucionará hasta llegar a la necrosis (sobre todo si es
en el tercio coronal). El diagnóstico radiológico de la fractura radicular requiere una proyección
angulada verticalmente 45° (acortada) y 110° (alargada)14, además de la proyección paralela o
perpendicular directa, ya que la línea de la fractura solo se observa si los rayos X pasan a través de
ella.
Tratamiento endodóncico
En las fracturas radiculares se puede producir necrosis pulpar coronal y, como consecuencia,
lesiones inflamatorias en la línea de fractura, y la vitalidad de la porción apical se puede conservar
o no.
Las fracturas pueden evolucionar a degeneración cálcica en uno o ambos segmentos por ende las
pruebas de vitalidad pueden a veces ser negativas o dudosas.
Si durante el diagnóstico radiológico no se encuentran signos de lesión pulpar con imágenes
radiolúcidas en la línea de fractura o síntomas dolorosos, la endodoncia no está indicada. La
mayoría de las fracturas radiculares cicatrizan bien de forma espontánea o con férula.
La fractura radicular más frecuente en un según un estudio realizado se produjo en el tercio medio
(57%), seguida del tercio apical (34%).
1. Curación cálcica
La pulpa puede tener vitalidad, puede haber disminución del nivel de respuesta, la movilidad será
la fisiológica y en la radiografía se observa una línea fina a través de la raíz. Si los fragmentos se
oponen correctamente se puede formar un callo cálcico en el lugar de la fractura tanto en el
exterior como en el interior de la pared del conducto.
Fracturas Coronorradiculares
Este tipo de fracturas afectan al esmalte, dentina y cemento radicular; puede incluir o no la pulpa.
Suelen ser oblicuas y afectan de forma subgingival la zona radicular incluyen la pulpa sobre todo si
se extiende hasta el tercio medio radicular, es por ello que se consideran complicadas.
Pueden afectar a dientes posteriores premolares y molares, sobre todo si están endodonciados.
Necesitan tratamiento urgente por la inserción en el ligamento periodontal de parte de los
fragmentos radiculares, y su movilidad provoca dolor. Las radiografías se deben angular para
observar la fractura o utilizar la CBCT.
En urgencia a veces es necesario extirpar los fragmentos con movilidad y realizar tratamiento
pulpar. Luego del tratamiento endodóntico se debe evaluar la vitalidad del resto de la raíz. Si se ha
decidido realizar pulpectomía coronal, el tratamiento requerirá una serie de posibles tratamientos
adicionales: extrusión quirúrgica u ortodóncica, con gingivoplastia o alveoloplastia si la viabilidad
del diente lo permite. Antes de llevar a cabo el tratamiento pulpar se planteará la extracción y
prótesis fija o implante posteriores, así como el cierre del espacio ortodóncicamente. Si la línea de
fractura es vertical (dientes unirradiculares) la extracción será el único tratamiento del diente
fracturado.
El síndrome del diente agrietado fue acuñado y descrito por Cameron, en 1964, como la fractura
de dientes vitales posteriores afectando a la dentina y, ocasionalmente, a la pulpa.
Actualmente, se ha determinado que este síndrome hace referencia a las fracturas planas con
profundidad y dirección desconocida, que pueden prolongarse desde la estructura dentaria hasta
la pulpa y el ligamento periodontal. El síndrome del diente agrietado, o también denominado
fisurado, es una patología poco conocida, difícil de diagnosticar y aún más compleja cuando se
trata de establecer el momento de aparición y el tipo de tratamiento. Cada vez tiene más alta
prevalencia en la población.
Diagnóstico
El diente agrietado puede ser vital o estar previamente endodonciado. Por eso, los síntomas son
diversos. En el diente vital hay síntomas pulpares, y en el no vital los síntomas son frecuentemente
periapicales.
Los pasos para realizar el diagnóstico serán:
En el inicio, el dolor puede ser mínimo, e incluso la grieta también, pero puede agrandarse con el
transcurso del tiempo hasta llegar a estallar. El tratamiento precoz puede evitar la pérdida del
diente.
Antecedentes de dolor tratados de varias formas, incluso con alivio oclusal sin éxito, suelen ser
frecuentes. Cuando un paciente ya tuvo un diente fisurado contralateral, nos puede llevar a pensar
en este diagnostico, ya que los accidentes masticatorios pueden ser reincidentes. Se debe
preguntar al paciente acerca de antecedentes de morder algo duro de forma inesperada y
coincidencia con el inicio del dolor. Hábitos nocivos como apretar y morder objetos duros pueden
in influir en el accidente. Hay que intentar de identifcar el diente afectado mediante el
interrogatorio.
Exploración
La exploración visual y la táctil son complementarias. Hay que buscar en premolares y molares
posibles indicativos de desgaste, así como analizar la relación cúspide fosa y las líneas de fisura
visibles con buena luz . Además la magnificación puede ayudar en el diagnóstico. La palpación de la
encía en busca de zonas inflamadas puede hacer sospechar de una fractura vertical de la raíz. La
sonda de exploración en la cara oclusal puede detectar grietas, y si es una cara lateral, además se
retiene. El sondaje periodontal se realiza en pequeños incrementos alrededor del diente para
descubrir una bolsa periodontal estrecha donde la sonda encuentra obstáculos para seguir el
contorno del diente. El diagnóstico diferencial sería una bolsa periodontal de base ancha.
Radiografías
Cuando un diente ya tuvo un tratamiento de conducto previo, se pueden observar los postes (si los
hay), el tamaño, la forma, el diseño, la colocación, la fricción, los roscados, los colados y la
proporción o no respecto al tamaño de la raíz. Además la presencia de pins puede hacer pensar en
una grieta. Cuando hay lesión radiolúcida periapical debido a un proceso antiguo, existe una forma
difusa longitudinal a lo largo de la raíz, en forma de jota. Espacios vacíos entre la gutapercha y la
pared interna de la raíz pueden hacer sospechar de una grieta si se compara la radiografía con otra
anterior. Si el diente es vital, casi no se observan las grietas en la radiografía, ya que por lo general
son mesiodistales. Si son vestibulolinguales, a veces se pueden observar cuando la separación
entre los fragmentos está en el mismo ángulo que el haz de rayos X. El diagnóstico diferencial son
las reabsorciones dentinarias internas o externas. La transiluminación, la prueba de mordida,
eliminar la restauración, la tinción y, por último, la confirmación quirúrgica de la sospecha son los
pasos siguientes en el diagnóstico.
Transiluminación
Se realiza con fuente de luz o fibra óptica en la superficie dental. La grieta bloquea la luz (–). En el
diente sano, la luz se transmite a través de la corona (+) incluso con grietas pequeñas.
Prueba de mordida
Permite diferenciar el diente causante del dolor. El paciente muerde un disco de goma o un palillo
de madera, lo que produce dolor en la cúspide específica. A veces el único síntoma es el dolor al
morder, tanto si el diente está endodonciado como si no lo está. La prueba de mordida negativa no
descarta la grieta. Eliminar la restauración facilita la exploración de la cavidad si la hay; la grieta se
puede descubrir visualmente, sobre todo en las caras mesiales y distales.
Prueba de tinción
La prueba de la tinción con azul de metileno se puede realizar en la cavidad y en el exterior del
diente.
Colgajo quirúrgico
Si hay dudas sobre el diagnóstico, a veces hay que efectuar un colgajo quirúrgico que confirme la
fisura. Esta confirmación quirúrgica comporta simultáneamente el tratamiento correspondiente,
que muchas veces es la extracción.
Signos y síntomas
Muchos de los casos se refieren a dientes sin caries dentales y sin restauraciones. Esta patología se
caracteriza por la aparición de un crack o fisura, a lo que sigue una fractura de los dientes. El origen
de este cuadro puede deberse a la existencia de un macrodefecto del esmalte o un crack.
Lo que sí podemos afirmar es que hay factores que predisponen a las fracturas longitudinales que
no pueden ser alterados o controlados por el odontólogo. Éstos son: accidentes masticatorios, la
morfología natural de las fosas y las cúspides dentarias y su relación de intercuspidación, el
bruxismo y los ciclos térmicos bruscos. Hay quien encuentra relación con ciertas profesiones que
predisponen a momentos de estrés dental, apretamiento o malos hábitos: jugadores de fútbol,
boxeadores, músicos de instrumentos de viento, etc.
Clasificación
1. Clase I: fractura vertical incompleta del esmalte y la dentina, que no afecta a la pulpa.
2. Clase II: fractura vertical incompleta que afecta a la pulpa.
3. Clase III: fractura vertical incompleta que atraviesa el aparato de inserción.
4. Clase IV: fractura completa que divide el diente.
1. Líneas de fisura.
2. Fisuras estructurales.
3. Fracturas de cúspides.
4. Fracturas verticales.
Se han propuesto otras clasificaciones, pero la de Walton y Rivera parece estar ganando
popularidad en la literatura dental. Su clasificación, también aceptada por la AAE (American
Association of Endodontists), es la que sigue:
1. Líneas de fisura.
2. Cúspide fracturada.
3. Diente fisurado.
4. Diente rajado.
5. Fractura radicular vertical.
Asimismo, es más frecuente encontrarse con fracturas incompletas en dientes cariados o tratados
con técnicas restauradoras, mientras que estudios de Hiatt indican que hasta en un 35% de los
casos nos encontramos con dientes sanos y libres de cualquier patología y/o tratamiento cursando
con este síndrome.
Tratamiento
1. Tratamiento inmediato:
Se admite que cuanto antes se trate un diente agrietado, más fácil será evitar daños irreversibles;
asimismo, será primordial evitar el dolor al paciente con este tipo de abordajes. Aquí
encontraremos diferentes técnicas, como la realización de ajustes oclusales en los dientes
afectados para reducir las fuerzas ejercidas sobre él, previniendo así la propagación de la fractura y
aliviando los síntomas asociados al diente. No obstante, hay autores que discuten que las cúspides
sigan sufriendo flexión cuspídea debido a la masticación, teniendo así un beneficio limitado y de
pronóstico dudoso.
2. Restauración directa:
No obstante, se dispone de una técnica adhesiva para las amalgamas, adquiriendo mayor
resistencia a la fractura que las convencionales y, como afirman los estudios de Davies y col.,
reduciendo significativamente la hipersensibilidad a estímulos térmicos fríos, tanto por la técnica
adhesiva como por el tallado necesario que resulta menos agresivo. A pesar de lo favorable que
parece ser, no es el tratamiento de elección, debido a situaciones de márgenes con esmalte sin
soporte dentinario, requerimiento de cajas interproximales, surcos o de una preparación cavitaria
demasiado agresiva, que incrementaría la hipersensibilidad o incluso haría aumentar el tamaño y
la situación de la grieta.
- Resina compuesta: los composites son una alternativa estética a la amalgama adherida, aunque
deben valorarse escrupulosamente en casos subgingivales. Se ha descrito cómo las restauraciones
con composite pueden alcanzar una resistencia a la fractura mayor incluso que los dientes sanos.
Tanto los composites como las amalgamas adheridas son menos efectivos cuanto mayor sea su
extensión, sabiéndose que si las cavidades afectan a más de la mitad del espacio intercuspídeo
tienen un pronóstico dudoso. Asimismo, un factor a tener en cuenta es el uso de una técnica de
estratificación por capas y las características de la polimerización, ya que la contracción intrínseca
del composite puede hacer empeorar el pronóstico de las fracturas. Igualmente, aunque con
muchos detractores, se ha descrito una técnica de composite con recubrimiento cuspídeo que
parece reducir significativamente el estrés de la cúspide debilitada, siendo bastante satisfactorio el
resultado. Sin embargo, muchos de los detractores de esta técnica argumentan la escasa
supervivencia a largo plazo de las resinas en dientes posteriores con este síndrome.
- Cemento de ionómero de vidrio: este material, incluso reforzado con resina, no posee la
resistencia ni la adhesión suficientes para utilizarlo como material restaurador en dientes
agrietados. Pese a ello, se ha demostrado que aumenta la estabilidad dental de clases II
posteriores, a pesar de las pobres propiedades adhesivas, por lo que, como ya sabemos, cada vez
se recomienda más como base cavitaria, también en el caso de dientes agrietados.
3. Restauración indirecta:
Bibliografía: