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El pelo o cabello es una continuación del cuero cabelludo, formada por una fibra

de queratina y constituido por una raíz y un tallo. Se forma en un folículo de la dermis,


y constituye el rasgo característico de la piel delgada o fina. La diferencia entre la
queratina de la capa córnea y la queratina del pelo es que en el cabello
las células quedan unidas siempre unas con otras, dando lugar a una queratina muy dura.
Cada uno de los pelos consiste en una raíz ubicada en un folículo piloso y en un tallo
que se proyecta hacia arriba por encima de la superficie de la epidermis. La raíz se
agranda en su base. La zona papilar o papila dérmica está compuesta de tejido
conjuntivo y vasos sanguíneos, que proporcionan al pelo las sustancias necesarias para
su crecimiento.
El vello corporal es el tipo de pelo que recubre la mayor parte del cuerpo en los seres
humanos; está compuesto de fibras capilares delgadas y cortas, que no superan por lo
general los 2 mm. Cubre casi totalmente la superficie corporal, exceptuando las palmas
de las manos, las plantas de los pies y la mucosa genital.
La acción hormonal puede inducir su transformación en pelo terminal, un fenómeno
normal en los varones y médicamente catalogado como hirsutismoen mujeres.
El pelo androgénico, más comúnmente conocido como vello corporal, es el vello
terminal del cuerpo humano, el cual crece durante y tras la pubertad. Está claramente
diferenciado del que crece en la cabeza y es menos visible. Los folículos del vello se
caracterizan por no poseer glándulas sebáceas, además, está compuesto de fibras
capilares delgadas y cortas, que no superan por lo general los 2 mm.
El crecimiento del vello corporal está asociado al nivel de andrógenos (hormonas
masculinas) del individuo. Debido a que los hombres tienen un nivel más elevado de
andrógenos, estos tienden a tener más vello que las mujeres.

Como maquillar las zonas superior del rostro


Para hacer contornos en el rostro se suele aplicar un polvo de maquillaje en formato
compacto de un tono un poco más oscuro que nuestra piel para corregir y
disimular imperfecciones del rostro como una cara muy redonda o zonas prominentes.
Deben ser color mate ya que los brillantes hacen más el efecto de abombado. Se aplica
en las zonas que queremos que parezcan hundidas, con brochas de corte biselado. Todo
el trabajo de contorno se realiza después de aplicar la crema hidratante y base
de maquillaje sobre la piel, ¡os damos los pasos!
Pasos para aplicar el maquillaje de contorno del rostro

Iluminar
Aplica el iluminador en la frente y tabique de la nariz, sobre las cejas, en pómulos,
labio superior, barbilla y en la zonas sin producto entre las zonas de pómulo y
mandíbula maquilladas de oscuro de pómulo y mandíbula por el contouring.
Contornear
Para definir el contorno del rostro aplica el tono oscuro mate con brocha grande en la
parte alta de la frente junto a las raíces del cabello, en sienes, justo debajo de los
pómulos hacia las orejas y contorno de la mandíbula. Remarca los laterales de la nariz y
párpado móvil con una brocha más fina. Dale un ligero rubor a las mejillas con unos
toques del tono más rosado, sin excederse.
Difuminar
Difumina las zonas en las que has aplicado el iluminador hasta que se fundan con tu
piel. Después, difumina bien el color oscuro haciendo círculos para que quede natural.
Para fijar y alargar el efecto del maquillaje puedes aplicar al final polvos traslúcidos.
Para definir el contorno general del rostro se traza una línea dibujando un 3, en frente,
pómulo y parte alta de mandíbula. Pero también se pueden tratar zonas concretas, por
ejemplo, para marcar los pómulos debajo del hueso del pómulo hacia abajo, para
disimular mandíbula ancha se aplica debajo de ésta o para disimular papada, barbilla
prominente, nariz alargada dando un toque en la punta para achatar, para nariz ancha
haciendo dos rayas en los laterales de la nariz... Se trata de crear falsas sombras y un
efecto óptico de perfilado. Se puede aplicar los polvos en las sienes para hundir esa
zona, perfecta para compensar rostros cuadrados o redondos.
Morfología del rostro

La forma del rostro, el grueso o el arco de las cejas, la forma de los ojos, la nariz, el
tono de la piel o de los ojos...
Todo se puede potenciar o neutralizar con unas gafas. Aquí tiene algunos consejos que
le pueden ser útiles:

Rostro redondeado
Unas gafas redondeadas y que ocupen mucho espacio en medio de la cara acentúan la
forma redonda del rostro. Por el contrario, si lo que se quiere es evitar este efecto, hay
que buscar formas más rectangulares y que sobresalgan de los pómulos.

Rostro cuadrado
Normalmente, un rostro cuadrado demuestra dureza en la expresión. Si pretendemos
evitarlo, podemos aumentar el efecto de longitud del rostro y suavizarlo con formas
alargadas que sobresalgan de los pómulos, pero con los bordes redondeados. También
pueden ser útiles colores luminosos y materiales de poco volumen.

Rostro alargado
Si pretendemos proporcionar la longitud del rostro, unas gafas que ocupen espacio en
medio de la cara nos ayudarán. El hecho de escogerlas más cuadradas o redondas
permite endurecer o suavizar la expresión, según lo que prefiramos.

Rostro triangular
Cuando queremos proporcionar la desigualdad entre una frente y unos pómulos anchos
respecto de una barbilla más estrecha, hay que evitar las monturas en forma de ojo de
gato. Así que podemos inclinarnos, por ejemplo, por monturas tipo aviador y de
materiales finos.

Rostro oval
El rostro oval es el ideal del canon de belleza. Para este rostro todas las formas y los
volúmenes de materiales son adecuados. En cualquier caso, el elemento a tener en
cuenta es la proporción del tamaño de las gafas con respecto al rostro.
Tipos de Rostro

1. Rostro redondo

Es un tipo de rostro con formas suaves, ángulos no tan definidos, pómulos y barbilla
marcada y mejillas anchas. Para sacarle provecho a este tipo de rostro se deben marcar
ángulos para generar la ilusión de un rostro más alargado.

Cortes y peinados:

El cabello largo es lo más recomendable para este tipo de rostro, un flequillo hará que se
destaque y se marque más el mentón, sin embargo intentar con un corte pixie es una
excelente opción para generar ángulos.

2. Rostro alargado

Un rostro alargado, necesita cortes de pelo que favorezcan los lados de la cara, es decir,
que den el efecto de que hay más volumen en esta parte del rostro. Los cortes con
mechones que enmarquen el rostro son ideales de igual modo los flequillos largos con
capas cortas cerca de la cara.

Cortes y peinados:

El cabello con volumen y ondas retro es la mejor opción para este tipo de rostro, de esta
manera el cabello le dará volumen a tu rostro y así mismo a las facciones. Se
recomienda llevarlo largo con concentración de volumen a la altura de los pómulos.

3. Rostro corazón

Este tipo de rostro se caracteriza por manejar unas mejillas fuertes y una barbilla fina
muy marcada, creando la forma de un corazón. A este tipo de rostro le favorece mucho
los cortes de pelo con capas en la parte delantera, con mechones que enmarquen la cara.

Peinados y cortes:

Intenta utilizar cortes con capas muy marcadas, aléjate de los flequillos y de la raya en
el medio ya que no es recomendable porque marca aún más los rasgos que queremos
disimular. Es un tipo de rostro ideal para moños y trenzas.

4. Rostro cuadrado

El rostro cuadrado se caracteriza por tener la frente y el mentón anchos, con una barbilla
muy poco definida y contornos demasiado rectos. Para suavizar la mandíbula se
recomienda optar por looks de cabello largo, preferiblemente con rizos.
Peinados y cortes:

Se recomienda utilizar el cabello hasta los hombros o un poco más largo, además del
uso de flequillo a la altura de las cejas el cual ayuda a conseguir más equilibrio entre la
frente y la barbilla.

5. Rostro ovalado

Es la forma más simétrica, por lo que casi todos los peinados favorecen a este tipo de
rostro. Es ligeramente más ancho en las mejillas y un poco más estrecho hacia el
mentón, y es considerada como la cara ideal y la que más se beneficia de cualquier look.

Peinados y cortes:

Es un rostro al que no se le ve mal casi nada, todo puede ser posible con este tipo de
rostro. Un peinado con ondas, liso, corto, media melena, flequillo...

6. Rostro Rectangular
Tienen la mandíbula recta y la frente del mismo ancho, es más largo que ancho. Lo que
más le favorece es acortar visualmente la cara.
Cortes y peinados:

Todos los que pongan volumen hacia los lados y no a lo largo. El flequillo, se debe usar
de lado, de lo contrario tu rostro se verá más cuadrado.

El cabello dice mucho de vos por eso es muy importante que luzca hermoso y saludable.
¿Qué esperas para atreverte y mostrar la verdadera belleza natural? Dale una
oportunidad a un cambio de look con el cual mostraras a la nueva tú en este nuevo año.

Tonos de piel

Es importante tener en cuenta el tono de la piel al elegir una prenda de vestir, ya que
ciertos colores no te van a favorecer. Se suele distinguir, por norma general, tres tipos
de tonalidad de piel: clara, intermedia y oscura.

Pieles claras

A las pieles más blancas o claras les favorecerán más los colores como el negro, el gris,
el azul oscuro, el beige, el blanco, el rojo, el dorado y el plateado. Además, todos los
colores primarios, cuya tonalidad se complementa bien con la piel.

Pieles intermedias

Las pieles intermedias se ven favorecidas con la elección de una gama más amplia de
colores que varían desde los ya comentados blanco, negro y rojo, hasta el azul oscuro,
añadiendo aquí el azul claro, el gris o el beige.
Pieles oscuras

En este caso, busca colores como el blanco que destaca más la piel, ya que el juego de
contrastes resalta y queda muy bien. También se pueden elegir un azul muy vistoso, así
como el amarillo, el fucsia, el verde o el negro.

Tomando en cuenta la opinión de distintas diseñadoras, te mostramos cuáles son los


colores que más le favorecen a las mujeres morenas y a las rubias.

Rubias:

Si tus ojos son oscuros necesitas colores que te den calidez para crear un contraste sin
caer en el endurecimiento de las facciones. Por ejemplo, los castaños, cobrizos y rubios
cenizos son una buena opción para el pelo. Si buscas un look más vanguardista, tienes
ojos claros y te atreves opta por un rubio platinado, strawberry blonde, lila o hasta gris
cenizo.

En cuanto a tus outfits, el color vino le aporta calidez a tu aspecto. Es muy favorecedor
para melenas rubio oscuro, tanto las prendas naranja como los tonos tierra.

El rosa es perfecto para las chicas con pelo castaño con mechas claras. Este tono realza
tus matices y te hacer lucir espléndida.

El camel es un tono perfecto para suavizar los rasgos y aportar calidez a las mujeres con
rubios oscuros y claros.

Morenas:

En el pelo lo ideal es un tono café con destellos cobrizos, caoba, sin embargo, el castaño
oscuro, el ombré con un rubio rojizo o un rubio dorado como el de Beyoncé
complementa muy bien esta piel si buscas suavizar facciones. También, puedes crear un
efecto femme-fatale dejando una base oscura pero con un baño de brillo que resalte tus
facciones y dar luz al rostro.

Si tienes los ojos verdes, el café con destellos cobrizos o dorados es una apuesta segura
por el contraste y juego de color que se crea. Algo muy importante es considerar las
cejas. Si las tienes mucho más oscuras que el color de tu pelo, tíñelas o aprende a
difuminarlas levemente con tu maquillaje para evitar un resultado brusco o artificial. En
cuanto al outfit, el gris claro aporta luminosidad, los tonos fucsia y frambuesa son
especialmente para ti y combinan bien con el marrón natural de tu pelo.

El "azul royal" tiene su toque frío y luce perfecto con melenas oscuras. Llévalo en
vestidos, blusas, jeans y jackets.

Tampoco descartes el rojo. Este color tan fuerte estiliza tu figura, realza el color de tu
cabello, es luminoso y pasional. Lo mejor de todo es que es un tono que puedes llevar
en eventos sociales.
Como elegir cosméticos de acuerdo al color de la piel

En un post anterior en el que te animábamos a conocer las necesidades de tu piel antes


de elegir cosméticos, hacíamos ver que no era lo mismo el tipo de piel y el estado de la
piel, y os explicábamos que entender la diferencia entre ambas cosas era muy
importante. Como os decíamos, la diferencia es que el tipo de nuestra piel es algo con
lo que nacemos y no se puede cambiar, mientras que el estado varía dependiendo de
factores externos e internos. Si en el artículo anterior nos centrábamos en explicar
cuáles son las necesidades de la piel, hoy queremos detenernos en el tipo de piel.

Existen muchos tipos de piel y cada persona tiene unas necesidades específicas a causa
de ello, pero lo habitual es diferenciar entre las más comunes: secas, mixtas, grasas y
normales. Sin embargo, es curioso saber que hay un elevado porcentaje de mujeres
que no sabe con exactitud el tipo de piel que tiene. Conocer nuestra piel nos permitirá
saber cuáles son sus necesidades, algo fundamental a la hora de elegir cosméticos, ya
que sólo de ese modo los resultados estarán acordes a nuestras expectativas. Tened en
cuenta que puede ocurrir que el cosmético fomente algún aspecto negativo si no es el
adecuado para tu tipo de piel. Por ejemplo, si con una piel grasa utilizas una crema de
textura muy rica, más orientada a pieles secas, te puede aportar a la larga más grasa y
brillos.

Tipo de piel seca

Esta clasificación de tipo de piel está relacionada con la cantidad de lípidos o grasa que
produce la piel. Una piel seca sintetiza menos cantidad de sebo del que necesita para
mantenerse en buen estado.

Las características específicas de la piel seca es que es más fina, tirante con una
importante falta de luminosidad. Las personas con este tipo de piel tiene los poros
muy pequeños y cerrados y las arrugas y líneas de expresión aparecen de forma
temprana en relación al resto de tipos de piel.

Con el paso de los años la piel tiende a volverse seca pero hay veces que, aun siendo
joven, la piel se seca prematuramente por falta de esta cantidad mínima de grasa
necesaria, entre otros factores.

En estos casos, debemos aportar la nutrición que demanda la piel para evitar la
aparición temprana de arrugas, ayudando a la piel a equilibrarse. Un complemento
ideal para el cuidado de la piel en estos casos son los serum faciales reafirmantes, ya
que la deshidratación que puede sufrir una piel seca empeora mucho la flacidez cutánea.

Tipo de piel grasa

En comparación con la anterior, la piel grasa es más dura y gruesa y se caracteriza


por sus brillos y tendencia a padecer acné, granos y puntos negros. Aunque
podamos pensar que este tipo de piel es peor, la verdad es que soporta mejor las
agresiones externas y envejece más tarde, con lo que la aparición de arrugas y líneas de
expresión tardan más en aparecer.

Suelen tener la piel grasa los varones y mujeres jóvenes en la adolescencia. Las posibles
causas de tener la piel grasa son los cambios hormonales, el tipo de alimentación, la
climatología, estados de estrés y ansiedad y, por supuesto, la genética.

Para reducir la producción de sebo en este tipo de piel lo mejor es sacar partido de
las cremas seborreguladoras y usar cremas ligeras y no oclusivas, con resultados
flexibles y sin brillos.

Tipo de piel mixta

La piel mixta se caracteriza por combinar zonas grasas en frente, nariz y barbilla
(la famosa zona T) con zonas secas, como las mejillas y el contorno de ojos. El
cuidado de este tipo de piel es el más complejo. A veces necesitarás usar cremas más
nutritivas para aplicar sólo en las zonas más secas. ¿El secreto para cuidar esta piel? Los
productos con propiedades anti-inflamatorias y calmantes; te ayudarán a normalizar tu
piel.

Al margen de estos tres tipos, conviene que incluyamos otro “tipo de piel”, el de piel
madura. Con el paso de los años todos terminamos teniendo piel madura, requiriendo
unas necesidades específicas que le aporten mayor cantidad de nutrientes y principios
activos que frenen su envejecimiento. La pérdida de colágeno y elastina por parte de
la piel comienza a los 25 años pero sus signos no comienzan a ser evidentes hasta
los 35-40 años, con lo que es vital concienciarnos cuanto antes y empezar a cuidarnos
desde jóvenes.

Llegados a este punto, me gustaría aclarar que el tener una piel madura no significa
automáticamente que sea seca, ni que necesites productos para este tipo de piel. Puedes
perfectamente tener una piel madura y a la vez grasa o mixta. También puede coexistir
piel grasa y deshidratada a la vez. Otro consejo: si realmente tienes piel seca, una
crema de textura rica y nutritiva te irá muy bien, ¡¡te aportará una sensación
inmediata de confort muy agradable!!

Ahora que ya sabes los tipos de piel más comunes, toca que hagas un diagnóstico
para intentar averiguar cuál es tu caso y así, de ahora en adelante, poder elegir los
cosméticos más adecuados en función de las necesidades reales de tu tipo de piel. Si
no estás segura, puedes acudir a un profesional para que te haga un diagnóstico
específico. En ESDOR podemos ayudarte, ya que en nuestros talleres y presentaciones
de producto ayudamos a identificar las necesidades de las asistentes en función del tipo
y estado de la piel.

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