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Su interés de
hacer reflexionar al lector y convencerlo sobre su planteamiento. En el articulo de opinión,
generalmente, se señala un problema y se ofrece una solución.
Ejemplo: "Creemos que la paz es un asunto que no nos concierne: pensamos que es un
problema que los políticos tienen que resolver". (problema)
"Creo que en la paz mundial tiene que empezar por la acción individual de todos nosotros
en la vida diaria". (solución)
Planifica
2. Piensa en las actitudes, los valores o las acciones que puedan desarrollarse para solucionar el
problema.
3. Consigue ejemplos que sostengan tu opinión. Pueden ser ejemplos de la vida diaria o de lo
que ocurre en la Isla o en el mundo.
Redacta
3. Expón un tercer párrafo por que justificas esa solución. Utiliza los ejemplos que conseguiste.
Corrige
Eran cuatro amigos que se encontraban realizando la actividad física que más les gustaba, jugar
al fútbol a las afueras de un campo que se encontraba situado próximo al cementerio de su
pueblo.
Cuando llegaron las 8 de la tarde escucharon una serie de ruidos a modo de llantos que les
llamaron profundamente la atención, se asustaron y decidieron dar por concluido el partido de
fútbol para volver a casa. Sin embargo, uno de los jóvenes que vivía al otro lado del camposanto
entendió que tenía que conocer qué sucedía.
Se llamaba Guillermo y salió corriendo hacia los lloros hasta toparse con una mujer de avanzada
edad que estaba sentada al fondo del cementerio y de espaldas. Guille, que era bastante
valiente se acercó a la mujer, puso su mano en el hombro para preguntarle si se encontraba
bien y viendo que no decía nada, se giró para hablarle de frente.
Su sorpresa fue mayúscula al ver que aquella mujer no tenía rostro y cuando intentó huir del
lugar no pudo porque estaba congelado.
A la mañana siguiente cuando llegó la hora de subirse al autobús escolar, uno de aquellos cuatro
amigos no se encontraba en la parada donde quedaban habitualmente y era Guillermo.
Tampoco había acudido a su casa y las autoridades, acompañadas del entorno del niño
comenzaron a buscarlo.
Los jóvenes contaron la historia de unos llantos que habían escuchado, y cómo Guille se
había empeñado en ir al lugar para intentar conocer qué estaba sucediendo. A partir de aquel
instante, los chicos no sabían nada acerca de lo sucedido.
Dos policías acudieron al camposanto en donde encontraron la gorra del chico y las zapatillas
pero nada más. Sin embargo, se sorprendieron muchísimo cuando vieron una foto de él, sobre
una de las lápidas acompañado de la fecha reciente de su desaparición.
Decidieron acudir a un juzgado para investigar sobre el nicho que hallaron, pero cuando
volvieron con el juez y otras autoridades, allí no había nada más que la fotografía de una mujer
anciana desaparecida hace más de 30 años.
Desde aquel día, cuando se escuchan lamentos o lloros en el camposanto ninguno de los
niños del lugar se atreven a acudir para conocer qué pasa como hizo Guillermo en su día, porque
recuerdan perfectamente el caso del chico que desapareció y nunca más se supo nada de él.
Hay algunos ancianos del lugar que cuentan historias a sus nietos inventadas a sus nietos sobre
esta desaparición, o quizás no son tan inventadas como pudiera parecer.
LAS LUCES
Esta historia me la contó una chica de unos 16 años, y no le sucedió a ella, sino a su madre, una
española que emigró a Alemania para buscarse la vida, teniendo que alquilarse una casa con su
joven esposo que apenas tenía comodidades.
Eso sí, tenía visitantes misteriosos.
Al principio sólo eran sonidos, rasguños en la almohada que mantenía abrazada mientras trataba
de descansar después de tantas horas de trabajo. Le asustó, cierto, pero mantuvo la calma y
pensó que era su propio agotamiento el que la hacía tener alucinaciones auditivas. Los rasguños
en la cama no son tan inhabituales ¿no?. Muchos los hemos oído. Son visitantes que quieren
comunicarnos que "están ahí también, que no estamos solos".
La joven vivió con esa extraña experiencia unos días y terminó por acostumbrarse, pero una
noche ocurrió algo terrible. Estaba tumbada en la cama, descansando, su marido estaba
afeitándose en el cuarto de baño, y de pronto unas lucecitas de un tamaño algo mayor que el de
las canicas, blancas azuladas y brillantes, comenzaron a salir de debajo de la cama.
Subieron, ascendieron hasta ponerse encima de ella, y bailaron.
La chica las miró estupefacta, tragó saliva y respiró profundamente. ¿Qué era aquello? ¿De
dónde salían? ¿Qué las producía?
Y entonces las luces comenzaron a bailar con movimientos más bruscos, y una poderosa fuerza
salió de ellas. La chica notó esa fuerza en puñetazos y patadas invisibles que la golpeaban y
estampaban contra las paredes... Gritó, y su marido se cortó con la gillette. Cuando él iba a salir
la puerta del cuarto de baño se cerró de golpe.
La joven española emigrante sufrió una paliza que la dejó destrozada, y no pudo hacer una
denuncia, porque en qué comisaría de policía iban a escuchar semejante historia sin echarse a
reir.
No volvió a ocurrirle porque volvió a España entre lágrimas y terrores.
Durante años jamás contó la historia, y cuando lo hizo, fue para contárselo a su hija -mi
confidente-, quien me confesó que su madre no podía hablar del tema sin echarse a llorar y a
temblar.
No es para menos. Su hija también lloró al contármelo.
LA MANO INVISIBLE
Esta historia le ocurrió a una chica de unos dieciocho años que, según me confesó, apenas tuvo
miedo. Y la admiro, pero yo sé que aquella no fue su única historia. Llamémosla Lorena.
Alguna vez, en la familia de Lorena ya había ocurrido que a sus hermanas les habían acariciado
el pelo, la espalda o incluso empujado... La noche en que le ocurrió a Lorena este breve episodio
dormía sola. Compartía habitación con su hermana pequeña, pero ella no estaba.
Se abrazó a la almohada, dejándose llevar por el sueño estirada y con el rostro hacia el techo. La
almohada estaba agarrada por su brazo izquierdo, y allí permaneció todo el tiempo.
Cuando ya estaba empezando a dormirse ocurrió:
Un golpe seco debajo de su ombligo y encima de su pubis la despertó de golpe. Casi se levantó
pero no lo hizo, tan solo permaneció quieta mirando a su alrededor y analizándolo todo: la
almohada no había sido, seguía abrazada a su izquierda... estaba sola, nadie había tenido
tiempo de entrar, pegarle y luego salir...
Pensó y recordó otro episodio, cuando un fin de semana se había marchado con unos amigos a
celebrar un weekend en una casa de Icona en mitad de una montaña de Ayora. Todos iban a
ponerse hasta arriba de tripis, pero ella no lo hizo. Tenía el suyo, pero no lo tomó, simplemente lo
guardó.
La casa tenía apenas dos habitaciones: donde se dormía -un amplio cuarto donde había tirado
en el suelo un colchón de matrimonio y una litera de madera-, y el salón, donde se pensaban
correr la juerga.
Menos una pareja que se marchó a la habitación, el resto permaneció en el salón tomando tripis,
fumando porros y bebiendo alcohol. La fiesta no acabaría hasta el día siguiente. Lorena, por
algún extraño motivo, no hizo nada de eso, y decidió irse a dormir.
No era cómodo tumbarse allí con aquella pareja que -si bien no estaban haciendo nada- sí
buscarían algo de intimidad, pero por algún motivo que ni ella sabía, Lorena decidió tumbarse en
una esquina de la litera, con el cuerpo pegado a la madera, los brazos flexionados en dirección
hacia su cabeza, sin apenas un sólo hueco por el que alguien pudiera hacer lo que hizo: tocarle
el pecho.
No recordaba si era el izquierdo o el derecho cuando me lo contó, pero sí recordaba la sensación
de pánico que sintió. Algo había tocado su pecho como si lo amasara, y no había espacio entre
sus brazos para conseguir tal hazaña.
También en aquella ocasión, tras sentir un escalofrío en la espalda y notar cómo abría
desmesuradamente los ojos por el miedo, analizó la situación. La pareja seguía tumbada en su
rincón, y no había nadie más.
Su determinación fue más que sorprendente. Se dijo: si tengo que sufrir alucinaciones, al menos
que sea con un tripi en el cuerpo. Curiosamente, el resto de la noche no le ocurrió nada más. Se
comió su tripi, bebió alcohol y se rió con el resto de su grupo.
LA VISION
LA VENGANZA
Un verano de 1998 un joven al que llamaremo Alejo me pidió que le contara historias de miedo.
Yo le pregunté si él tenía algo que contar y me dijo que conocía una historia que le había
ocurrido el verano anterior a los padres de su novia (ella estaba en ese momento con nosotros y
le horrorizaba contarlo así que dejó el relato en boca de Alejo).
Se habían reunido varios matrimonios en una terraza a pasar la noche charlando mientras las
estrellas (y quizá alguien o algo más) les observaban. En un momento dado ciertas bombillas de
la terraza se apagaron y encendieron como hacen las propias estrellas. Alguien bromeó
echándole la culpa a los espíritus. Todo quedó ahí.
A la noche siguiente fueron a la terraza de otra casa siguiendo con la rutina veraniega habitual,
y en un momento dado olieron a quemado y vieron humo. Asustados comprobaron que las
llamas venían de la casa donde habían estado la noche anterior. Corrieron hacia allí y
descubrieron que tan sólo ardía aquella parte en la que ellos habían estado sentados.
¿Fallo eléctrico que llegó hasta los sillones en pleno aire libre? ¿Unos espíritus cabreados porque
les habían echado la culpa de algo que probablemente no habían hecho (¿o sí?).?
Aquellas parejas llegaron a pensar que aquel trozo de la casa estaba embrujado y todos miraron
con respeto aquel incendio extraño que no se propagó.
ALGUIEN OBSERVANDO
LOS PASOS
EL GATO
No conozco a la persona que le ocurrió esto, ni siquiera de cerca, pero quien me lo contó fue una
amiga de la víctima.
Un amigo suyo fue a la casa familiar de otro amigo, y le invitaron a pasar allí la noche. Accedió
gustoso y comprobó que le habían dejado para él solo una habitación alejada, pequeña y algo
fría, pero donde tendría intimidad.
La cama era algo dura y podía notar que el colchón estaba viejo y no era precisamente uno de
esos modernos flex que tienen abajo un somier, pero no importaba, tan sólo iba a pasar una
noche. Tampoco importaba aquel olor a viejo y a cerrado. Se recordó una vez más que tan sólo
serían unas horas.
Estaba ya dormido cuando le despertó una sensación de peso y ahogo. Abrió los ojos y sintió la
presión en el esófago, una especie de peso muerto que le aprisionaba y le impedía respirar bien.
De pronto ese peso cambió hacia otro lado de su cuerpo y hacia otro y hacia otro, y supo que
alguien le estaba pisando...
Preguntó a su amigo a quién perteneció la habitación y éste le contestó que a su abuela, pero
que no se preocupara porque ya no estaba viva.
Indagando más descubrió que su abuela había tenido un gato que la adoraba. Y el fantasma de
aquel gato, seguramente avisando al intruso que había usurpado la cama de la abuela, le había
echo una visita y declarado la guerra. No hubo más guerra, por supuesto, porque el chico jamás
volvió a dormir allí.
En el complejo de verano de la playa del Saler en el que hablo en el relato de "Los pasos",
ocurrió algo más. La familia de Lorena se hizo amiga de otra familia numerosa, concretamente
de dos hermanos: Belén y Miki.
Belén era de la edad de la hermana mayor, y Miki salía aquel verano con Lorena.
Aquel verano era el verano en que la prima Merche y el amigo de la familia estaban pasando un
mes, y en esta ocasión no había padres que vigilaran los actos de sus hijos.
Allí estaban Lorena y su hermana mayor (llamémosla Nieves), la prima Merche y el amigo de la
familia (llamémosle Jorge), y los hermanos Belén y Miki (nombres también inventados).
Decidieron jugar a la ouija y como no tenían tablero, Lorena se ofreció a hacer las letras
recortando trozos de las tapas de sus libretas y escribiendo las letras con un rotulador gordo.
Se pusieron alrededor de la mesa redonda rociando ésta con unas gotas de aceite para que el
vaso se deslizara sin que apenas los dedos llegaran a tocarlo. Todo estaba previsto para poner
las cosas fáciles al espíritu que viniera.
Comenzaron riéndose y bromeando. Entonces Nieves se puso seria y dijo que ya estaba bien.
- Concentrémonos de verdad.
Todos le hicieron caso. Ya nadie se rió con aquello de "espíritu, si estás ahí, danos una muestra".
A los pocos minutos Miki comenzó a golpear rítmicamente el vaso con su dedo. Estaba
totalmente absorto con su mirada fija -aunque parecía perdida- sobre el vaso, y golpeteaba una
y otra vez. Levantaba el dedo, lo dejaba caer sobre el vaso, y así repetidas veces.
Lorena tenía a Miki al lado y le pasó la mano por los ojos. Miki respondió bajando los párpados
para no abrirlos durante un buen rato. Pero lo que ocurrió fue más que espeluznante.
En el mismo momento en que cerró los ojos, su dedó tocó por última vez el vaso, y acto seguido
se desmayó sobre la mesa.
Como pudieron trasladaron su pesado cuerpo al sofá y lo dejaron allí preguntándose qué le
ocurría. Entonces se dieron cuenta de dos detalles: Por un lado, de sus ojos cerrados se
deslizaban lágrimas, y por otro, de su boca entreabierta se empezaba a escuchar una risa... una
malvada risa femenina que parecía propia de una bruja.
Se asustaron sobremanera y Nieves le pidió ayuda a Merche:
- Tú tienes poderes Merche, haz que despierte, haz algo por favor.
Merche respiró hondo y salió al balcón para concentrarse en soledad. Era verdad, tenía ciertos
poderes, no en vano decían que su propia madre era una bruja.
Mientras tanto Belén miraba nerviosa a su hermano, Jorge y Nieves se miraban y se preguntaban
qué era esa risa que salía de su boca, y Lorena, desde los pies de Miki, miraba hacia el balcón
rezando para que Merche pudiera sacarlo del trance.
Merche entró y se dirigió hacia Miki que seguía tendido en el sofá. Le cogió la mano, y con voz
grave le dijo:
- Miki, despiértate.
Fue una orden. Y en un minuto los ojos de Miki estuvieron luchando por abrirse. Cuando al final
lo hizo se sentía mareado y extraño.
Antes de contarle lo sucedido, Lorena le preguntó qué había sentido:
- Tenía frío y calor, todo se puso negro, y no recuerdo nada más.
Mientras trataban de tranquilizar a Miki, Lorena se dedicó a desmantelar la mesa. Todas las
letras se iban a ir a la basura, pero algo llamó su atención. Una letra había salído perjudicada
con el aceite, estaba manchada. Lorena la levantó, era la letra "L". Con estupor comprobó que el
aceite había formado lo que desde nuestra infancia consideramos un fantasma, ese que hasta te
puedes comer en helado o que aparecen en los dibujos infantiles. El fantasma tenía una especie
de boca hacia abajo. Al darle la vuelta a la letra comprobó algo más: por detrás, la boca sonreía.
Miki había llorado y había reído... aunque no lo recordara. Las letras mostraban ambos estados
de ánimo.
Curiosamente Lorena no se percató de la relación entre estos dos detalles hasta que alguien,
una amiga, lo relacionó y se lo dijo. Lorena cayó en la cuenta y desde entonces la historia le da
más terror.
Pero hay una cosa más en esta historia: dicen que al terminar una sesión hay que romper el vaso
para que el espíritu se marche de la habitación donde se ha hecho la ouija. Ellos tiraron el vaso
desde un tercer piso... y no se rompió.
EL VISITANTE
LA FAMILIA DE NANI
Nani tenía unos 16 años cuando me contó esto. Era una amiga de Lorena y por eso la conocí.
Nani era una chica bajita con el pelo lleno de rizos y una melena semilarga. Era simpática y
dicharachera, justo lo contrario de lo que se puede pensar en una persona que ha visto tantas
cosas raras en su propio hogar.
Una de las historias tenía que ver con su madre. Estaba enferma, muy enferma, pero ningún
médico le decía qué tenía. Los análisis de sangre no revelaban nada y los médicos se extrañaban
de su delgadez, su rostro demacrado y su poca fuerza vital.
Un día el padre de Nani, aficionado a hacer viajes astrales, decidió que él la curaría. ¡Y lo hizo!.
Sorprendeos cómo fue: mediante un viaje astral viajó hasta dentro del cuerpo de su esposa y allí
reparó el mal. No contó detalles de lo que había hecho ni de lo que había "arreglado", pero lo
cierto es que tras la puerta donde se encerraron se escucharon muchos gritos de dolor de la
madre, y Nani puede constatar que después de aquella señal, la madre se recuperó.
En aquella casa los cuadros no se mantenían nunca en la pared, solían caer constantemente, y
la familia decidió descolgarlos todos porque estaban hartos de recogerlos del suelo.
Nani, interesada por una novela de terror que había escrito Lorena, se la pidió para leerla. Era
una novela sobre el demonio (entre otras cosas) y había asustado hasta la propia Lorena cuando
lo escribía, tal era su intensidad. Pues bien, la novela se perdió en aquel extraño hogar.
Pocos meses después la familia se trasladaba a Barcelona. Nani puso toda su atención para ver
si encontraba aquella novela sin publicar que con tanta pasión había escrito Lorena. Jamás
apareció.
Unos meses más tarde Nani volvió a Valencia y Lorena volvió a preguntarle. ¿Por casualidad
abriendo maletas y cajas tras la mudanza la habían encontrado?
La respuesta volvió a ser NO.
En aquella casa del terror, el terror había desaparecido.
AYUDAME
Una familia acababa de mudarse a una nueva casa cerca del bosque. Es una casa más grande,
en un pueblecito tranquilo, los niños tienen sitio para jugar y los padres están tranquilos,... Todos
estaban muy a gusto en su nuevo hogar. El padre trabajaba y debía ausentarse de casa una
semana de cada dos por motivos laborales.
Una noche, mientras la madre leía en el salón, el hijo mayor no estaba en casa, pero la hija más
pequeña ya dormía. Cuando Carlos, el hijo mayor, volvió a casa le comentó a su madre algo que
le tenía preocupado de hace días. Y es que llevaba días observando a Caterina, su hermana
pequeña, mientras dormía y ésta actuaba de forma extraña por la noche desde que se habían
mudado a la nueva casa.
La pequeña hablaba durante su sueño y estaba muy agitada y nerviosa. Su madre no había
observado nada, pero dijo que empezaría a hacerlo a partir de ese momento. Cuando Carlos se
marchaba a la cama, pasó delante de la habitación de su hermana para echar una ojeada, y la
vio sentada en la ventana mirando fuera. Enseguida bajó a advertir a su madre. Subieron los dos
y al verla su madre pensó que probablemente la niña era sonámbula. La volvió a poner en la
cama.
Pero la historia se repitió noche tras noche y la pequeña niña llegaba incluso a salir fuera de la
casa para jugar en la parte trasera de la casa, en el patio.
La madre cada vez estaba más inquieta a causa de su comportamiento y decidió hablarlo con su
marido a su vuelta. Ambos propusieron llevarla al psiquiatra y que la tratase. Pero la niña
continuaba yendo al patio trasero, a intentar hacer en el suelo agujeros con su pala. Cavaba,
cavaba... siempre cavaba sin cesar. Y siempre en el mismo sitio. Los padres llegaron a
preguntarle a la niña dormida porqué hacía eso. La niña respondía que alguien le pedía ayuda.
Tras varias semanas viendo a su hija cavar diciendo que oía que la llamaban voces pidiendo
ayuda, la familia no pudo más y decidieron cavar ellos en el punto dónde cavaba la niña.
Cavaban más y más profundo, intentando encontrar una solución. Y la encontraron. En el punto
donde la niña cavaba encontraron la solución al porqué Caterina actuaba así. ¡Encontraron un
esqueleto de una niña!
Escandalizados, llamaron a profesionales para hacer una búsqueda y supieron que hacía dos
años atrás desapareció una niña en el pueblo. La buscaron durante mucho tiempo pero nunca la
encontraron. De una sola vez se habían resuelto ambos interrogantes.
¿QUIÉN ARRUYA AL BEBÉ?
Esta historia se suscita en el estado de Querétaro, México, aunque hay versiones en otros
estados e incluso en otros países. Yo les contaré la versión que llegó a mis oídos...
Era una joven pareja, Roberto y Maricela recién acababan de contraer nupcias, los dos
enamorados y recién casados buscaban donde comprar su vivienda, ya habían visto algunas
opciones, pero por falta de presupuesto o cercanía con su lugar de trabajo o algún desperfecto
en el lugar, no se convencían por ninguno; hasta que uno de sus vecinos de el lugar donde
rentaban por el momento, les comentó de una casa muy cerca de su lugar actual de residencia,
la casa era grande, hermosa, de dos pisos, con un gran jardín en el patio trasero, en el que había
un hermoso rosal, que pesé al abandono y paso delos años, parecía como si alguien lo cuidase
con total esmero.
La casa era de un familiar del vecino que había fallecido un par de años atrás, pero sin dar mas
detalles del por que o como, menciono que la había heredado y que planeaba venderla, ¿el
precio? Era casi regalado y aparte sumando el descuento que le hizo a la joven pareja por el
aprecio generado en el tiempo de vecinos.
Tardo poco para que la pareja se cambiase a su nuevo hogar, en poco tiempo la que fuese una
casa abandonada ya lucia como un a gran mansión, todo parecía perfecto, un feliz matrimonio,
el acenso de Roberto en su trabajo y Maricela embarazada, todo iba viento en popa, ya habían
pasado dos años sin novedad alguna; excepto por algunos comentarios que le hacían sus amigos
a la pareja, como el que en ocasiones marcaban por teléfono a su hogar y les contestaba una
muchacha con voz muy amable que incluso se ofrecía a dejar el recado, cuando se encontraban
con vecinos en la calle, ellos juraban haber visto a una joven mujer asomada por la ventana del
segundo nivel de la casa que les sonreía amablemente, que incluso les llegaba a saludar. Era
muy raro ya que esa ventana era la del cuarto que tenían previsto para el bebé.
La pareja solo se reía de lo que les contaban, ya que eran muy escépticos y no creían en esas
boberías, incluso pensaban en no bautizar al futuro niño.
Pasaron los meses y llegó el nuevo integrante de la familia, Mateo un lindo varón de 3 kilos, no
podían estar mas felices.
El niño llegó a su habitación, la cual habían preparado con anterioridad, era toda de azul cielo,
con avioncitos dibujados por todas las paredes del cuarto, una bonita cuna y una silla mecedora
donde su madre podría alimentarlo y arrullar al niño.
El niño era muy bien portado, casi no lloraba y cuando comenzaba a intentar un berrinche,
bastaba con ponerlo en la cuna, para que en cuestión de minutos se callara o quedara dormido o
a veces el niño se despertaba llorando y en segundos se callaba, en una ocasión mientras
comían y el niño estaba en su cuna, dormido al parecer, comenzaron a escuchar sus risitas y
hasta carcajaditas del infante, al subir a ver al niño todo quedó en silencio de repente, pero la
silla mecedora se movía sin motivo aparente, tomaron al bebé y lo bajaron con ellos a la mesa
sin dar mas importancia a lo sucedido.
El exceso de trabajo de Roberto y el encerramiento de Marisela por cuidar al niño todo el día,
comenzaba a pasar la factura a la feliz familia, que comenzaban a tener problemas entre ellos,
nada grave, pero con buenos momentos de tensión al principio, las peleas comenzaban a subir
de intensidad, y en una ocasión que no paraban de gritarse el uno al otro, y el niño no paraba de
llorar ya que lo traía cargando Marisela de un lado a otro, mientras reñían, enojadísima fue a la
habitación del bebé a ponerlo en la cuna para salir a pelear de nuevo con Roberto, entere sus
gritos dejaron de escuchar el llanto de el niño, fue hasta después de una hora que se dieron
cuenta que el niño ya no lloraba y que al contrario había pasado del llanto a las risitas.
Se vieron mutuamente y consternados, fueron al cuarto del bebé, al abrir la puerta se llevarían
el susto de sus vidas, al ver que una mujer de apariencia joven flotaba sobre el suelo
aparentemente sin pies, cargaba al pequeño niño consolando su llanto mientras volteaba a
verlos con molestia. Roberto se acercó corriendo y con miedo para arrebatadle al niño, y salir
corriendo del lugar...
La familia al día siguiente fueron por sus cosas y decidieron salir de ahí de inmediato.
Poco después el buen vecino contaría la historia, la joven mujer que se aparecía, era su prima,
que igual que Roberto y Marisela se había casado y junto con su esposo habían comprado esa
casa, habían tenido a su bebé pero éste había fallecido por la tan letal muerte de cuna (muy
común en los recién nacidos), su esposo la dejó al poco tiempo y su único consuelo era cuidar
ese rosal como si fuese a su pequeño hijo, poco tiempo después ella se quitaría la vida en el
cuarto que fuera de su bebé.
La casa no ha sido habitada desde entonces, el rosal sigue siendo cuidado, y algunos cuentan se
puede ver a la joven por las ventanas que se pasea entre los cuartos que dan a la calle.
Enero 15
Cómo te fue en Navidad y Año Nuevo? Llame para saludarte pero no teencontré, que lastima. Quería contarte
lo bien que la pase y todos lospropósitos que espero cumplir este año. Imagino que ya iniciaste clases yque
agobio con el trabajo, a todos nos pasa a veces. Ojalá prontopodamos hablar. Tengo que contarte muchas
cosas!!Marzo 27Aun no se de ti.. y aunque te mando muchos emails, nunca merespondes. Es posible que
tengas muchas ocupaciones..Ya sé!! ...Lo mas probable esque te hayas tomado las merecidas vacaciones de
las que me hablaste hace 5 meses.Recuerdas que te dije que la playa era genial?.. Y ese hotel del que me
contaste ha deser hermoso. Ojalá la estés pasando bien.Mayo 8Ayer me sucedió algo terrible ... y no tengo
nadie a quien contarle. Te llamé pero soloescuché tu voz en la contestadora ... deje un pequeño mensaje,
ojalá y no se borre.Me gustaría mucho poder contarte el gran problema que tengo, aunque ya sé que
esimposible encontrarte en tu casa a esta hora. Pero como tú decías, Yo siempre hago unatormenta en un
vaso de agua. Tal vez mis problemas no son tan agobiantes como los quetú debes tener... debo ser mas
fuerteJulio 27Feliz Cumpleaños!!..Te he llamado 2 veces. Tu mamá y hermanos ya me alucinan!! Me dicen
que aún no llegas de la escuela y que por la tarde tienes tu trabajo y pues.. hasta en la noche te puedo
encontrar. Solo quiero decirte que te deseo lo mejor y que me gustaría seguir siendo parte de tu vida por
muchos años más.Septiembre 17Recibí tu email. El chiste estaba gracioso. No sé si te enteraste, pero estuve
unos días en el hospital. Nada grave, un pequeño dolor de cabeza. Algo así como la migraña que siempre has
padecido. El Doc quiere hacerme unos estudios para estar seguros que todo me "funcione bien". Y yo le digo
que "Mala hierba nunca muere". Aunque en el fondo siento una profunda tristeza.Octubre 12Ayer fue mi
cumpleaños. Comprendo que lo hayas olvidado, hace tiempo que no hablamos y bueno .. tu tienes mucho
que hacer. Esperaba que llamaras para decirme "te estas haciendo viejo!!", pero por mas que el teléfono sonó
no eras tú!.. Sabes, desde mis días en el hospital me he sentido algo débil, tal vez sea que no he estado
comiendo bien.Ahora recuerdo que es época de exámenes. Lo más seguro es que estés batallando con
Álgebra y por eso no llamaste.... siempre fuiste malísimo en álgebra.Octubre 20Algo me funciona mal, está en
mi cabeza, el doctor dice que necesitoquimioterapia antes de que avance más mi problema. Yo digo que
saldré adelante, confío en Dios, pero mis papás se ven muy preocupados. Ojalá tuvieras tiempo de llamarme.
Siempre sabes decir las palabras exactas cuando la depresión embarga mi alma.Noviembre
30Quimioterapia ... es lo peor. Mi cabello se empieza a caer, tengo muchas nauseas y casi ni me levanto de la
cama. Mis uñas se caen en pedazos. Mis uñas!! Si me vieras ahora, creo que no me reconocerías, bajé de
peso y casi he perdido la mitad de mi cabellera. Sé que ayer fue el primer día de tu trabajo. Tu no me lo has
dicho, pero me enteré por otra persona que me dijo que habló contigo ... y ... bueno él me lo contó. Ojalá que
en este trabajo todo te salga excelente.Enero 11Al fin, ahora estoy descansando de todo. Recuperé mi
cabellera y mis uñas volvieron.No mas nauseas ni dolores. Aquí hay mucha paz y tranquilidad aunque a
veces memortifica saber que mis papás siguen llorando por mí. Desde aquí puedo ver lo quehaces. Sé que
no te has enterado de lo que sucedió conmigo. Hoy conociste a alguien que lleva el que era mi nombre...
Curioso no?... recuerdo que siempre dijiste que mi nombre era extraño y tú pensaste: "Hace cuánto que no le
hablo?".4 MarzoHace 1 mes que te enteraste. Trágico no?. Y hoy visitaste mi tumba y me llevastetulipanes,
mis flores favoritas. Estuviste platicando con la placa que lleva mi nombre y,mientras recordabas nuestras
aventuras... te vi. llorar. Me hubiera gustado estar ahípara abrazarte, consolarte y limpiar tus lágrimas, sin
embargo, ya no estoy. Hey! Pero loimportante es que yo estoy feliz, solo me entristece saber que tú no lo
estas. Y no es cierto eso que dices!!... Siempre fuiste un buen Amigo!!Abril 7No te culpes por eso. A veces
uno esta tan agobiado que se le olvida respirar. Es cierto lo que dices mientras aprietas esa foto nuestra
cuando íbamos juntos a la escuela. Cuantas cosas vivimos juntos y cuantas quisiste contarme. Perdiste la
oportunidad. Si, es cierto... desperdiciaste el tiempo en cosas que tal vez no eran tan importantes como
pensabas. Yo no te culpo.. aun aprecio el tiempo en el que fuimos amigos y, si volviera a tener la oportunidad
de repetir todo, no lo pensaría dos veces, pues sabría que al final todo sucedió para que mi amigo
reaccionara y viviera su vida, sin preocuparse por cosas sin importancia, Para mi siempre serás mi Amigo...
mi mejor