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CONDICIONAMIENTO CLÁSICO

INTRODUCCIÓN
El Condicionamiento clásico (o Condicionamiento pavloviano) es uno de los temas
introductorios que se estudian en la carrera de psicología, y es uno de los principios
básicos del aprendizaje.

Por eso, seguramente todos los psicólogos y maestros tienen conocimiento sobre
su importancia en el aprendizaje asociativo o en la formación de patologías como
las fobias. Son pocos los que no conocen a Iván Pavlov y sus experimentos con
perros. Para aquellos que todavía no lo conocen, a continuación explicamos su
teoría al detalle.

DEFINICIÓN
El condicionamiento clásico, también llamado condicionamiento pavlovliano,
condicionamiento respondiente, modelo estímulo-respuesta o aprendizaje por
asociaciones (E-E), es un tipo de aprendizaje asociativo que fue demostrado por
primera vez por Iván Pávlov. Este autor ideó unos experimentos con perros que son
la base del condicionamiento clásico. Se dio cuenta de que al ponerle la comida al
perro, este salivaba. Cada vez que le pusiera la comida, Pavlov hacía sonar una
campana, de modo que, cuando el perro la escuchaba, asociaba ese sonido con la
comida y salivaba. Así, el perro estaba dando una respuesta (en este caso, la
salivación) a un estímulo (la campana). La próxima vez que escuchara la campana,
independientemente de si iba unida a la comida, empezaría a salivar.

La forma más simple de condicionamiento clásico recuerda lo que Aristóteles


llamaría la ley de contigüidad. En esencia, el filósofo dijo «Cuando dos cosas
suelen ocurrir juntas, la aparición de una traerá la otra a la mente». A pesar de que
la ley de la contigüidad es uno de los axiomas primordiales de la teoría del
condicionamiento clásico, la explicación al fenómeno dada por estos teóricos
difiere radicalmente de la expuesta por Aristóteles, ya que ponen especial énfasis
en no hacer alusión alguna a conceptos como «mente». Esto es, todos aquellos
conceptos no medibles, cuantificables y directamente observables. Además,
resulta más preciso afirmar que más que la mera contigüidad temporal, es la
relación de dependencia entre la presentación entre el primero y el segundo
estímulo lo que dispone las condiciones en las que ocurre el condicionamiento.
CONDICIONAMIENTO OPERANTE
El condicionamiento operante es una forma de enseñanza, mediante la cual un
sujeto tiene más probabilidades de repetir las formas de conducta que conllevan
consecuencias positivas y menos probabilidad de repetir las que conllevan
problemas negativos. Es un tipo de aprendizaje asociativo, este tiene que ver con
el desarrollo de nuevas conductas en función de sus consecuencias, y no con la
asociación entre estímulos y conductas como ocurre en el condicionamiento clásico.

El término fue introducido por el Psicólogo Burrhus Frederic Skinner, aunque hoy se
prefiere el de «condicionamiento instrumental», introducido por Edward Thorndike,
por ser más descriptivo. Este último sugiere que la conducta sirve de instrumento
para conseguir un fin y se da por ensayo y error, a diferencia del condicionamiento
operante planteado por Skinner, que propone que aquellas respuestas que se vean
reforzadas tienen tendencia a repetirse y aquellas que reciban un castigo tendrán
menos probabilidad de repetirse.

La investigación sobre el condicionamiento operante ha dado lugar a una tecnología


muy minuciosa para la enseñanza, denominada modificación de conducta.

Distinción entre condicionamiento clásico y operante

 En el condicionamiento clásico la asociación se da entre un estímulo condicionado y uno


incondicionado. En el condicionamiento instrumental, la asociación se da entre las
respuestas y las consecuencias que se derivan de ellas.

 En el condicionamiento clásico, el estímulo incondicionado no depende de la respuesta


del sujeto, mientras que en el operante las consecuencias dependen de la respuesta del
sujeto.

 En el condicionamiento clásico, la respuesta del sujeto es involuntaria, mientras que en el


instrumental es generalmente voluntaria.
Iván Pávlov
Iván Pávlov es conocido por sus experimentos con
perros. Y aunque hoy en día es una de las figuras
célebres de la psicología y la educación, su primera
intención no era la de estudiar el aprendizaje, sino
la salivación de los canes.
Durante sus experimentos, lo que le llamó la
atención era que, tras repetidos ensayos, los perros
segregaban la saliva incluso ante su presencia (la de Pávlov), independientemente de que le
diera de comer o no. Esto ocurría porque los animales habían aprendido que cuando Pávlov
entraba por la puerta iban a recibir comida en cualquier momento.
A partir de este descubrimiento, el fisiólogo ideó una serie de experimentos en los que hacía
sonar una campana justo antes de entregarle la comida al perro para medir la producción
de la saliva. Pávlov descubrió que una vez que los canes eran entrenados para asociar el sonido
de la campana con los alimentos, producirían saliva aunque no estuviera presente el alimento.
Es decir, que la campana hacía que se produjera la salivación igual que cuando la comida
estaba presente. El experimento demostró que la respuesta fisiológica de los perros, la
salivación, se había asociado al estímulo de la campana.

Watson hizo popular a Pávlov en Occidente


Pávlov fue pionero en sus descubrimiento del condicionamiento clásico; sin embargo, sus
hazañas tardaron algún tiempo en llegar al mundo occidental, pues éstos se realizaron en la
antigua Unión Soviética. Fue gracias a John B. Watson que las ideas iniciales de Pávlov se
popularizaron en Europa y América, y dieron pie al desarrollo posterior del
condicionamiento operante o instrumental.

Aportaciones para el conductismo


Lógicamente, no hay que menospreciar el trabajo de Watson, que fue importante porque
desarrolló las ideas iniciales de Pávlov y las aplicó a los seres humanos. De entre las
implicaciones más importantes del condicionamiento clásico es posible destacar:

 Importancia en el desarrollo y tratamiento de algunas patologías: fobias, ansiedad, etc.


 Ayudó a comprender los procesos de aprendizaje asociativo.
 Gran influencia en el método científico en Psicología.
 Generación hábitos de conducta mediante el refuerzo al ayudar a desarrollar el
condicionamiento instrumental.
 Potenciador de la generalización de los aprendizajes.
El experimento de los perros de Pavlov

El experimento del perro de Pavlov es uno de los experimentos más conocidos en la


ciencia del comportamiento. Pavlov, quería demostrar que puede condicionar respuestas
entrenando a un ser vivo para que reaccione de forma automática ante un estímulo
repetitivo.

Pavlov, experimentó con perros. En un principio, hacía sonar una campana antes de
alimentarlos, así, los condicionó a relacionar dicho sonido con la acción de comer. Una vez
establecido ese patrón, Pavlov se concentró en la segunda parte de experimento.

Al hacer sonar la campana, detectó la secreción de saliva y jugos gástricos y, aquí vino la
crueldad de su experimento, ya que abrió dos pequeños orificios en la zona abdominal de
los canes, para hacer una observación y recolección inmediata de la muestra.

Así, pudo demostrar que el sólo sonido de la campana activaba el sistema digestivo de los
perros, sin necesidad de presentarles el alimento, sólo bastaba con ese estímulo
auditivo con el que entrenó a los perros, aunque faltara el estímulo del alimento.

Finalmente y en la última parte del experimento,


cortó las conexiones entre el sistema nervioso y
gástrico. Al hacer sonar la campana, no se secretaron
jugos estomacales, demostrando que dicha acción
estaba ligada a lo psicológico controlando lo
biológico.
Skinner
Burrhus Frederic Skinner no es solo una
de las figuras históricas más importantes
de la psicología; es, en muchos aspectos, el
responsable de que esta se haya afirmado
como ciencia.
Sus aportaciones a este ámbito no son solo
metodológicos, sino también filosóficos, y su
conductismo radical, a pesar de no ser ni
mucho menos hegemónico actualmente,
permitió entre otras cosas que en la segunda
mitad del siglo XX se fuese perfeccionando
una herramienta tan útil como la Terapia
Cognitivo Conductual, muy inspiradas por este investigador.
Cuando B. F. Skinner empezó sus estudios, el conductismo se fundamentaba
básicamente en el condicionamiento simple heredado del fisiólogo ruso Iván
Pavlov y popularizado por John B. Watson.
Explicado muy por encima, este primer enfoque de la psicología conductista
proponía modificar el comportamiento haciendo que estímulos agradables o
desagradables que se presentaban a la vez que otros estímulos a los que se quería
que el individuo desarrollase aversión o agrado. Digo "individuos" y no
"personas" porque el condicionamiento simple era tan rudimentario que
funcionaba incluso con formas de vida con un sistema nervioso tan simple como
el de los reptiles o moluscos.
Por ejemplo, en los famosos experimentos de los perros de Pavlov, este
fisiólogo hacía que los animales empezasen a salivar al oír un cierto sonido,
ya que este había sido asociado con la comida en anteriores ensayos. La clave del
condicionamiento simple estaba en asociar estímulos entre sí.
Skinner admitía que el condicionamiento simple podía ser útil en ciertos casos,
pero descartaba la posibilidad de que la conducta pudiera ser explicada solo a
través de este mecanismo, entre otras cosas porque las condiciones para que se
produzca raramente se dan fuera de un laboratorio. Sin embargo, sí creía que
nuestro comportamiento (y el de muchas otras formas de vida) puede ser
entendido como un proceso de adaptación a experiencias agradables y
desagradables, útiles y no útiles.
La caja negra y Skinner
Los conductistas siempre han sido muy conocidos por su conceptualización de los procesos
mentales como fenómenos que ocurren dentro de una "caja negra", metáfora que sirve para
indicar la imposibilidad de observar desde fuera lo que ocurre en la mente de las personas. Sin
embargo, la caja negra de la teoría de Skinner no era la misma que la de los primeros
conductistas. Mientras que psicólogos como John B. Watson negaban la existencia de un
mundo mental, Skinner sí creía que el estudio de los procesos mentales podría ser útil en
psicología.
Eso sí, para B. F. Skinner, a la práctica no era necesario hacer eso, y bastaba con partir del
análisis de las relaciones entre acciones medibles y directamente observables y las
consecuencia de estas acciones. El motivo de su postura en este tema era que no consideraba
que nuestra mente fuese algo más que una parte del trayecto que va desde la realización de la
acción hasta el registro de los estímulos que son (o parecen ser) consecuencia de estas acciones,
aunque con la dificultad añadida de que es prácticamente imposibles de estudiar de manera
objetiva.
De hecho, el mismo concepto de "la mente" era engañoso para Skinner: lleva a pensar que hay
algo dentro de nosotros que hace aparecer de la nada pensamientos y planes de acción, como si
nuestra vida psíquica estuviese desconectada de nuestro entorno. Es por eso que en la teoría de
B. F. Skinner el objeto de estudio de la psicología es la conducta, y no la mente o la mente
y la conducta a la vez.
Según este conductista, todo aquello a lo que se le suele llamar "proceso mental" era en
realidad una forma de conducta más, algo que se pone en marcha para hacer que el ajuste entre
nuestras acciones y las consecuencias esperadas sea óptimo.

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