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Relación entre identidad, cultura y ética.

Hoy en día. Nuestra identidad nacional se da en un contexto internacional de mayor integración económica,
tecnológica y cultural que, sin duda, representa un reto para conciliar tradición y modernidad. El México de
hoy es un mosaico de distintas formas de vida en el que conviven sectores sociales sumamente globalizados
con altos estándares de productividad que compiten con éxito en los mercados internacionales, y grupos en
condiciones de pobreza extrema y apego a sus tradiciones centenarias.

La noción de cultura

La noción de cultura es un elemento recurrente en las ciencias sociales y en las humanidades, por lo que se
debe tener presentes ciertos aspectos al hacer referencia a la ética en la vida social. Por una parte, la noción
de cultura es polifacética.

La cultura es un conjunto de ideas que tenemos acerca de cómo es el mundo en el que nos movemos.
Todos vivimos en un mundo pensado que incluye nuestras ideas de cómo es la vida real y material, así como
una serie de creencias sobre nuestra capacidad para influir en él y modificarlo. Muchas de esas creencias y
expectativas están medidas por las ideas que recibimos desde niños mediante la educación y el ejemplo,
bueno o malo, de padres, familiares, amigos, maestros, medios de comunicación, etc. Por ejemplo, si desde
pequeños vimos que n casa se ponía un altar con una ofrenda a los muertos, es muy probable que al crecer
reproduzcamos esa tradición. Si el altar incluye, además de los familiares, a otras personas que hicieron
importantes contribuciones a la sociedad, se hace evidente que todos somos parte de una comunidad unida
por creencias y sentimientos que compartimos, posibilidad que abre la cultura.

Las emociones y los sentimientos tienen un papel fundamental en el arraigo de las tradiciones y los
rituales. Si pretendemos hacer un análisis científico de las ideas que inciden en la tradición de los altares de
muertos, es posible que perdamos el tiempo. ¿En realidad, el alma de los difuntos se alimenta de los patillos
que le ofrecemos? Al hablar de este ritual o de otro equivalente nos referimos a que entre sociedades
culturalmente distintas puede haber tradiciones y prácticas similares. Evidentemente, la relación ritual con los
muertos es un tema presente en varias civilizaciones y en varias religiones y concepciones de la realidad.

La noción de identidad.

Conceptos muy relacionados con el de cultura son los de identidad cultural e identidad colectiva o identidad
social, y podríamos decir que la identidad colectiva o social es una identidad cultural. En otras palabras, toda
identidad colectiva o social consiste en compartir una forma particular de cultura. Nuestra delimitación
conceptual, entonces, se concentrara en explicar qué es una identidad y qué es una identidad cultural.
En cierto modo, la identidad es la imagen que tenemos de nosotros mismos, que hemos contribuido a
lo largo de los aprendizajes de la vida, involucrando nuestras aspiraciones y lo que pretendemos proyectar a
los demás y que constituyen la respuesta a la pregunta ¿quién soy? O tal vez valga la pena preguntar: ¿quién
eres realmente? ¿en quién te convertirás cuando todas las posibilidades se cumplan? ¿en quién me he
convertido a lo largo de la vida? ¿qué vocación me espera?

La identidad también se forma de aspectos de los que no somos conscientes, porque estamos tan
acostumbrados a ellos que ni siquiera los advertimos. Es como cuando alguien se muda lejos de casa y
encuentra que la comida sabe diferente, que la sazón que ni siquiera advertía, ahora la extraña. Y al igual que
la comida, la identidad es algo cultural con lo que crecimos y se fue formando en la mente y en el gusto sin
darnos cuenta, pero en lo que nos reconocemos y, por consiguiente, nos permite saber dónde estamos y qué
podemos hacer y esperar. Este sentido de identidad es una construcción mental y emocional de cada individuo
que expresa lo que somos, el lugar mental desde el que nos relacionamos con los demás, que recoge tanto
hechos que dan una referencia identitaria como expectativas o ideales que se espera realizar. Podemos
afirmar que toda identidad es cultural, pero la identidad individual es una formación persona, resultado de la
experiencia de cada uno, no obstante que puede compartir algunos rasgos con otras identidades, en especial
de aquellos que están más cercanos, como la familia y otros grupos de afinidad.

La identidad colectiva, en cambio, es el conjunto de rasgos de identificación mutua que comparte un


grupo, una comunidad, de sentimientos, historia o acontecimientos, tradiciones y prácticas, creencias y
valores que le permiten reconocerse como diferente de otros con formación mental o identidad propias. En
las identidades colectivas es posible rastrear o identificar productos culturales que con el tiempo han sido
parte de las generaciones que integran esa comunidad. De manera especial, las identidades sociales se
construyen alrededor de “marcadores culturales”, signos distintivos que permiten diferenciar a quienes
forman parte del grupo de quienes no pertenecen a él.

La historia es uno de esos rasgos porque, al igual que las biografías, los acontecimientos de cada uno
son diferentes, aunque existan pasajes parecidos en su historia. Casi todos los elementos de una cultura
permiten, en un caso particular, construir una identidad. Además de la historia, el idioma es uno de los más
determinantes, pues por el habla es fácil distinguir los acentos regionales y, por consiguiente, la procedencia
de una persona, además de que precisamente los acentos se adquieren en la infancia y a través de años de
convivencia.

Las costumbres y tradiciones también crean lazos de identificación: por ejemplo, en una película sobre
nazi y sus enemigos, un inglés en un bar se hace pasar por oficial de dichos. Hablaba en un alemán perfecto,
casi sin acento extranjero, pero al final lo descubrieron porque al pedir tres vasos de vino hizo la seña al
cantinero con los dedos índice, cordial y anular, pero los alemanes lo hacen con el pulgar, el índice y el cordial.

Nociones de interculturalidad y multiculturalidad

Las nociones de interculturalidad y multiculturalidad surgieron en años recientes como resultado de la


discusión sobre las diferentes maneras en que pueden relacionarse pueblos con diferentes culturas, pero que
por diversas razones se ven en la necesidad de convivir. Esos escenarios ocurren por varias razones, y una de
las más frecuentes es que dos comunidades con distintas identidades se encuentran bajo una misma
autoridad política, como un Estado que incluye a las dos.

La noción de multiculturalidad, en principio, es algo sencillo: dentro de un cuerpo social más amplio se
encuentran diferentes identidades culturales, situación común en la mayoría de países grandes. Se podría
concluir que la multiculturalidad es un hecho demográfico. En el territorio mexicano convivimos personas de
diferente procedencia cultural, algunos pertenecen a comunidades que procuran conservar sus diferencias,
mientras que otros, la mayoría tal vez, no tenemos la necesidad de marcar esa diferencia porque nos
consideramos parte de una identidad mexicana común, aunque con cierta diversidad regional o local que
constituyen versiones ligeramente distintas de una misma identidad nacional. La mayoría de las comunidades
más diferenciadas, no obstante que siguen siendo mexicanas, reconocen una fuerte identidad que distingue a
la mayoría, por ejemplo, las comunidades y pueblos indígenas que se pueden diferenciar por hablar una
lengua propia. Otros casos menos comunes, pero también reales, son las comunidades de origen extranjero,
como los judíos y los menonitas.

Sin embargo, en distintos momentos esta diversidad no se ha valorado de la misma manera. De hecho,
uno de los pasajes más vergonzosos y tristes de la historia humana se ha originado por una actitud negativa
frente a la diversidad: el genocidio, que consiste en el exterminio de un pueblo o comunidad por razones de
diferencia identitaria.

Lo contrario a la actitud genocida y racista es el respeto a la diversidad cultural. La filosofía de los


derechos humanos, proclama que todas las personas tienen derecho a una identidad propia y, en virtud de
ello tienen también derecho a conservar su identidad, a preservar y enriquecer su cultura y a tener protección
contra todo atentado a esa diferencia, lo que también se denomina derecho a la diferencia.

De esta manera, una actitud positiva frente a la multiculturalidad consiste en reconocer la diversidad
en el interior de un Estado o país como una condición benéfica, una fuente de riqueza cultural y una
oportunidad para ampliar nuestros horizontes y nuestro patrimonio cultural.

Por otra parte, como “interculturalidad” se refiere al proceso que ocurre desde que comenzó la historia
humana. Dicho de manera sencilla, el el intercambio y comunicación entre diferentes culturas. Existen formas
negativas de afrontar el intercambio cultural. Conquistar por las armas a otro pueblo no es una manera
respetuosa ni ética de hacer intercambio, y la humanidad lleva siglos tratando de erradicarla.

En sentido positivo, la interculturalidad es el comercio o comunicación entre culturas diferentes, que se


da en un ambiente de respeto y reconociendo la igualdad de derechos de cada identidad cultural. Una actitud
positiva ante la multiculturalidad indica que la diversidad dentro de un país en benéfica, es fuente de riqueza
cultural.
En México, continuamente recibimos la influencia de otras culturas. Algunas tuvieron un peso enrome
en el pasado y hoy vivimos su herencia como una característica más de nuestra cultura porque la hicimos
nuestra y con frecuencia nuestros pueblos la modificaron y adaptaron para conseguir creaciones originales
con su sabor propio. Por otra parte, México también ha sido fuente de influencias culturales para todo el
mundo. Aunque a veces se nos olvida la originalidad de nuestro país es reconocida en el mundo, ya sea por
nuestra comida o nuestras artes y tradiciones, así como por las industrias culturales que hemos desarrollado
en épocas modernas, como el cine, las series de televisión, la música y la literatura, entre otras.

Tarea

Hacer un resumen en tu cuaderno de esta lectura titulándolo: “Relación entre identidad, cultura y ética”.

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