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MÓDULO DE PRÁCTICA PRE

PROFESIONAL III

Mg. Sheyla Karina Guevara Sandoval


PRESENTACIÓN

La práctica profesional es importante para que un estudiante, pueda desarrollar

sus habilidades y actitudes frente a un trabajo o puesto de trabajo específico, mostrando

todo lo que sabe y aprendiendo un poco sobre su área.

Normalmente las prácticas profesionales son llevadas a cabo por estudiantes,

deben poner a prueba todos sus conocimientos adquiridos durante sus años de

formación. Así, existen estudios que integran este tipo de prácticas dentro de lo que es

el programa de estudios, siendo dichas prácticas parte importante de su calificación

final.

Estas prácticas profesionales integradas en el programa de estudio estarán

guiadas y supervisadas por un tutor. De esta forma, al final de las mismas, el tutor de

dichas prácticas podrá realizar un informe y poner la nota pertinente al alumno, para

dar a conocer con ella su implicación en las prácticas, lo aprendido durante las mismas

y su valía como futuro profesional de ese sector concreto.

Las prácticas profesionales, son importante por la experiencia que obtendremos

tras estas prácticas, el individuo pueda experimentar la realidad social, así como crear

una vinculación a su área profesional. Servirán para lograr más experiencia y poder

optar en el futuro a trabajos que cuenten con mayores requisitos a la hora de contratar

a gente.

La práctica pre profesional III, tiene relación con los servicios de los programas

no escolarizados en educación inicial, en este módulo te dejaremos una guía para que

las desarrolles con mayor facilidad.


CAPÍTULO I: ¿Cómo saber cuál será tu I.E. donde realizará de

prácticas?

En la Directiva N° 207-2005-DINEIP, se especifica que la atención no escolarizada

se desarrolla a través de programas con diferentes estrategias, que responden a las

necesidades educativas de la comunidad organizada. Los programas de atención no

escolarizada incluyen:

A) Programas infantiles comunitarios. Están dirigidos a ampliar las

oportunidades educativas atendiendo selectivamente necesidades específicas

de los niños menores de 6 años, preferentemente en situaciones de desventaja.

Dichos programas se brindan teniendo en cuenta diferentes estrategias, tales

como:

Ludoteca: El objetivo es atender el desarrollo social, afectivo y cognitivo a

través del juego y la recreación de los niños y niñas menores de 6 años. Los

niños asisten acompañados por sus padres, madres, tutores o familiares,

quienes los cuidan y tienen la oportunidad de jugar con ellos e intercambiar

experiencias. El lugar donde se desarrolla es un espacio organizado que

dispone de juegos y materiales didácticos, los cuáles son utilizados por los

niños de manera libre y espontánea. Funcionan en turno mañana y/o tarde en

un horario flexible concertado con la comunidad. Una Promotora Educativa

Comunitaria está a cargo de dicho Programa y se encarga de orientar a los

adultos que acompañan al niño sobre cómo relacionarse con éste en el

momento de la interacción con los juguetes y materiales, además es


responsable del cuidado y mantenimiento de los materiales y juguetes de la

ludoteca.

B) Programas de educación integral dirigidos a niños y niñas menores de 3

años. Ofrecen acciones de cuidado y propician el desarrollo de capacidades y

actitudes sociales, cognitivas, corporales y comunicativas. Se coordinan

intersectorialmente para atender las necesidades de salud y alimentación de los

niños. Dichos programas se brindan a través de diferentes estrategias:

Programas que se realizan en el hogar:

Programa Integral de Educación Temprana con Base en la Familia

(PIETBAF), Aprendiendo en el Hogar u otros. Atiende a niños menores de 3

años, de manera preferencial a familias en riesgo o que viven en comunidades

dispersas. Se orienta a los padres de familia en la atención y desarrollo de sus

niños. Una promotora visita la casa de un niño o niña, portando un equipo de

materiales una vez por semana, quedándose de 1 a 2 horas dependiendo de las

necesidades de los niños y la familia. Los horarios se coordinan con los padres

y madres de familia. La promotora durante la visita conversa con los padres de

familia o tutores y observa el desenvolvimiento del niño durante el juego y la

relación que establece con su familia orientándolos en el desarrollo y bienestar

infantil. En general, cada promotora está a cargo de cinco familias como

mínimo, dependiendo de la amplitud de la zona.

Programas que se realizan en ambientes con la presencia de los padres de

familia:

Programa Integral de Educación Temprana (PIET) o Wawa Pukllana.

Generalmente a cargo de una promotora, atienden a niños de 6 meses a 2 años.

Funcionan en espacios o ambientes organizados con materiales que permiten


el desarrollo de capacidades y actitudes de los niños de estas edades a través

del juego. Funcionan en un solo turno con horarios previamente coordinados

entre la promotora y los padres. Los niños asisten con sus padres dos veces por

semana. Se promueve la participación de los padres de familia o tutores

orientándolos sobre el desarrollo y atención de sus niños. Los grupos son de 8

a 10 niños. De acuerdo a las necesidades de los niños el lapso de atención será

de una a dos horas.

Programas que se realizan en ambientes sin la presencia de los padres de

familia:

Salas de Educación Temprana (SET). Se atiende a niños de 6 meses a 2 años

preferentemente de padres que trabajan. El local está organizado con materiales

que permiten el desarrollo de capacidades y actitudes de los niños de estas

edades a través del juego. Funcionan en turno mañana o tarde en horario

establecido. Los padres o madres dejan al niño a cargo de la promotora, quien

realiza actividades educativas de acuerdo a grupos de edad. En cada sala

pueden trabajar dos promotoras con un grupo de 6 niños cada una (es decir un

total de 12 niños). Cada una con grupos etáreos diferentes.

C) Programas de educación inicial dirigidos a niños y niñas de 3 a 5 años de

edad. Promueven el desarrollo integral del niño y de la niña, principalmente

el desarrollo de sus capacidades comunicativas a través del arte, el juego, la

representación, la música, la tradición oral y literaria. Dichos programas se

brindan a través de la siguiente estrategia:

Programa no Escolarizado de Educación Inicial (PRONOEI): Se trata de

un servicio educativo que atiende a niños y niñas de 3 a 5 años de edad de zonas


rurales, urbano marginales, asentamientos humanos o pueblos jóvenes.

Funciona en locales organizados en sectores con materiales e insumos que

faciliten el desarrollo de capacidades y actitudes de los niños y niñas. Los niños

y niñas están atendidos directamente por una Promotora Educativa

Comunitaria, quien es asesorada por una Profesora Coordinadora para facilitar

el desarrollo de competencias y capacidades. Cada Profesora Coordinadora

tiene a su cargo de 8 a 10 programas, dependiendo de la ubicación geográfica

y la demanda de atención. Cada Promotora Educativa en zonas rurales tiene a

su cargo como mínimo 8 niños y en zonas urbano-marginales, asentamientos

humanos o pueblos jóvenes, 15 niños. En ambos casos, el máximo de atención

será de 25 niños. En el caso de que existan niños en zonas muy alejadas y de

difícil acceso el número de niños por programa podrá ser menor.

Programas para Prácticas de Crianza: Estos programas se desarrollan

principalmente a través de: Programas dirigidos a las familias de niños y niñas

menores de 3 años: Comprenden diversos procedimientos orientados a

enriquecer sus prácticas de crianza y relaciones familiares pudiendo utilizar

diferentes medios de comunicación social. Se dirigen a padres, madres,

hermanos u otros familiares a cargo de los niños.

Programa de Atención integral para Grupos de Madres y Padres, Familias

que aprenden: Funciona especialmente en zonas concentradas, donde madres,

madres gestantes y padres de familia y otros, se reúnen regularmente para

capacitarse. Está a cargo de Profesoras Coordinadoras que son responsables de

5 grupos como mínimo de aproximadamente 10 a 15 madres y padres. Se

trabajan temas relacionados con la crianza de los niños y la vida familiar y se


elaboran materiales. Se pueden realizar visitas domiciliarias de orientación a

las familias participantes.

Programa no escolarizado de Educación Inicial (PRONOEI)

Los inicios de PRONEI radican en un esfuerzo por ofrecer una alternativa de

atención a niños y niñas que no tienen acceso a una educación formal,

reconociendo la importancia del rol educador que tiene la comunidad de la

zonas rurales y urbanos marginales. En 1965 en la ciudad de Puno, se gestó el

primer programa, en una acción de promoción social por 21 jóvenes

campesinos. Los wawa wasis- wawa uta, fueron las primeras casas de niños de

comunidades quechuas y aymaras, organizadas para atenderlos junto con sus

madres, como una forma de protección y de atención a sus necesidades básicas.

Con el apoyo de CARITAS y del Ministerio de Educación, los wawa wasis o

PRONOEI, fueron extendidos a nivel nacional.

La cobertura actual incluye niños y niñas de 3 a 5 años de zonas urbano

marginales y rurales del todo el país. Opera a nivel nacional y dentro del

sistema escolar del nivel de Educación Inicial en la alternativa de atención no

escolarizada.
CAPÍTULO II: ¿Cuáles son los objetivos y desafíos de los programas

no escolarizados?

 Objetivos

Además de buscar ampliar la cobertura de atención para niños y niñas de

3 a 5, PRONEI tiene los siguientes objetivos específicos:

Brindar una atención de calidad a niños y niñas considerando las

características culturales de la comunidad en la que viven.

Atender a los niños y niñas de 3 a 5 años de edad de áreas urbano-

marginales y rurales que no tienen acceso a un centro educativo inicial.

Involucrar a la comunidad y a la red de aliados (municipios, parroquias,

instituciones públicas y privadas, etc.) en la atención integral de los niños

y niñas.

Lograr que tanto la familia como la comunidad se involucren activamente

en acciones de planificación, ejecución y evaluación del programa.

Mejorar la calidad de vida de niños y niñas y sus familias en el marco de

una cultura de crianza que enfatice el desarrollo de las potencialidades de

los niños y niñas.

Brindar una atención integral dentro de un esquema de servicio que

comprenda Educación, Salud y Nutrición.

 Desafíos Pedagógicos

Se rescata los patrones de crianza de la comunidad.

Se basa en una metodología activa y propia de la comunidad, que utiliza

el juego y la participación activa y comprometida de los niños y niñas.

Se utilizan diferentes espacios de la comunidad para favorecer

aprendizajes, comprendiendo que el “aula” es la comunidad.


Se aprovechan los recursos naturales de la comunidad.

 Integrantes

Se integra a personas de la comunidad en acciones educativas a fin de afianzar la

identidad de los niños y niñas y rescatar los elementos culturales.

Docente Coordinadora

Redes de Desarrollo Curricular.

Talleres Nacionales de capacitación.

Animadora.

Talleres descentralizados de capacitación Grupos de Interaprendizaje

(GIA) Acompañamiento y monitoreo de la docente coordinadora in situ

Padres de familia y Comunidad.

 Financiamiento

Cuenta con distintas fuentes de financiamiento: Tesoro Público, Cede Central

del Ministerio de Educación – Programa de Educación Básica para Todos

(Cubre acciones de capacitación, monitoreo, materiales y otras actividades

específicas) y Aportes de la comunidad (locales para el funcionamiento del

programa, recursos humanos para mejorar la infraestructura de los locales y

elaborar materiales educativos).

 Fortalezas

Ha permitido ampliar la cobertura de atención de los niños de 3 a 5 años.

(45% de la atención a niños y niñas de Educación Inicial se realiza a través

de los programas)

Ha sido acogido oficialmente por el Estado


Hace posible la equidad y pertinencia socio-cultural

Fortalece el rol educativo de la familia, incorporando a padres y madres de

familia en la gestión del programa.

Se reconoce y valora los recursos y potencialidades de la comunidad.

La comunidad es capaz de participar de manera organizada en el desarrollo

educativo de niños y niñas.

Se garantiza la inclusión de mayor número de niñas y niños en el sistema

educativo.

 Los tipos de servicios educativos

En el país se han venido implementando diversas modalidades de servicios educativos

para dar atención a los niños de 0 a 3 años, buscando responder a las necesidades de

las familias y a sus diversos contextos. Las características de funcionamiento de cada

uno de estos servicios, plantean la necesidad de planificar rutinas particulares que

pueden diferir unas de las otras, aunque en esencia estén centradas en promover el

desarrollo de actividades de cuidado infantil y la actividad autónoma y juego.

Actualmente, para atender las necesidades educativas de los niños de 0 a 3 años se

cuenta con los siguientes tipos de servicios:


CAPÍTULO III: ¿Cómo deben organizarse los espacios educativos?

La preparación de los espacios educativos para la atención de los niños1 de 0 a 3

años, no es una tarea casual. La manera como se distribuyen y ambientan los espacios

educativos nos transmiten la idea de niño y la concepción de desarrollo y aprendizaje que

manejamos, por lo que resulta de gran importancia precisar cuál es la mirada de niñez de

la que se parte, qué principios orientan la acción educativa y qué elementos o condiciones

favorecen su desarrollo integral.

Formar niños capaces, que se asuman como sujetos de derechos y que logren

desarrollarse en forma armoniosa exige, a quienes dan atención educativa a los niños,

orientar sus acciones a partir de la consideración de los siguientes principios:


Aspectos básicos a considerar

Desde este punto de vista, para construir y acondicionar espacios educativos pertinentes

para la atención de los niños, es necesario considerar los siguientes aspectos.

Los procesos de crecimiento y desarrollo del niño, entendiendo que hay una

progresión en itinerarios madurativos, en tamaño, en acción, desplazamientos,

iniciativas, adaptación a su entorno, etc.

Por ejemplo, en el desarrollo motor del niño se da una progresión espacial que va

de la horizontalidad a la verticalidad6. Desde que nace está en la posición

horizontal y a medida que crece y se desarrolla va construyendo posturas

intermedias que lo llevan finalmente a la verticalidad. En esa progresión el espacio

crece con el niño.

Considerar que el desarrollo infantil siendo progresivo no es lineal, tiene idas y

venidas, similar a un espiral, que parte de una organización biopsicosocial, que va

tomando forma por los organizadores de desarrollo que constituyen una

estructura que necesita de continentes afectivos, espaciales y ambientales para que

sea posible su evolución.

La construcción y/o el acondicionamiento de espacios pertinentes para los niños

entre 0 y 3 años debe orientarse también, a atender dos momentos fundamentales

en su desarrollo: los momentos de cuidados infantiles, la actividad autónoma y el

juego.

Respeto a la integración arquitectura, naturaleza y cultura.

En un país tan diverso como el nuestro y en una etapa tan sensible y vulnerable

como la primera infancia se considera necesario armonizar las normas vigentes de

construcción de los espacios educativos y los aportes fundamentales de la


bioconstrucción, la arquitectura orgánica, antroposófica y ecológica, así como la

integración arquitectura, naturaleza y cultura.

Se requiere propuestas de construcción de espacios y locales para la niñez que

respeten el medio ambiente y la cultura:

Los materiales de construcción deben provenir de la naturaleza.

Usar energías alternativas10 que permiten aprovechar los recursos de mejor

manera y así ahorrar energía.

Optimizar los recursos y materiales.

Disminuir los residuos y emisiones (sustancias que contaminan la atmósfera, el

suelo, el agua y tienen efectos nocivos en la salud humana), para dar una mayor

calidad de vida a los ocupantes.

Determinar las características de los espacios educativos considerando los aportes

de la cultura local, recuperando el conocimiento ancestral en los procesos de

construcción.

Evitar se masifique o uniformice un solo modelo. Teniendo en cuenta las normas

vigentes se pueden realizar adaptaciones a los modelos o crear propuestas acordes

y pertinentes a la cultura local.

Considerar que la arquitectura genera un gran impacto social y ambiental en la

población y son necesarios buenos ejemplos en cada comunidad local para mostrar

a la sociedad los posibles caminos a seguir.

La funcionalidad de los espacios, esencial en el acompañamiento del desarrollo

infantil, ya que deben ser prácticos, operativos, funcionales a las personas que

habitan los espacios exteriores e interiores, en los diferentes momentos como en

los cuidados infantiles, la actividad autónoma y el juego libre.


Características de los espacios educativos

El niño desde el inicio de la vida requiere de un entorno que lo contenga, un ambiente

que al nacer y durante toda la vida le ofrezca espacios amables, variados y desafiantes

que favorezcan y posibiliten un desarrollo lo más pleno e integral posible.

Los espacios en los que se brinda atención educativa a los niños entre 0 y 3 años, requieren

cumplir las siguientes características:


CAPÍTULO IV: ¿Cómo debo planificar en el ciclo I?

Revisamos la lectura: ¿Qué aprenden los niños y niñas en educación inicial?

Autora: JOSEFA ALEGRÍA RÍOS GIL

En el siglo XIX se desarrollaron los primeros esfuerzos para la atención del menor

de seis años, es a partir de esos esfuerzos que los modelos de atención han ido

evolucionando en función de la concepción del niño y de las exigencias específicas de la

familia, que es la directa responsable de su formación. En ese siglo, al que Ellen Key lo

denominó el “Siglo de los Niños”, se reconoció que éstos tienen características y

necesidades propias y a su vez distintas de las del adulto. En el Perú, el establecimiento

de la educación inicial constituye un cambio significativo en relación con la educación

preescolar; esto se debe a que el enfoque de educación inicial supera al de preescolar, que

en algunos casos es tomada como preescuela, reduciendo a este nivel educativo a la

preparación del niño para la escolaridad inmediata.

A diferencia de este enfoque, la educación inicial considera al niño desde el

nacimiento hasta los seis años, favoreciendo su desarrollo integral y promoviendo que los

padres de familia, así como la comunidad, generen oportunidades y condiciones

necesarias para su pleno desarrollo. Sin embargo, por diversos motivos, tanto la

concepción como los objetivos de la educación inicial se han ido desvirtuando.

Es frecuente observar que en algunas instituciones y programas del nivel inicial los

niños tienen solamente actividades de entretenimiento, sin ninguna finalidad que el

entretenimiento en sí. En otros casos, la dirección y los docentes aceptan o ceden de buen
grado la presión de los padres que insisten en que el niño aprenda a “leer y escribir”. Estas

comprobaciones nos incitan a recordar cuáles son los fines de la educación inicial y para

qué acude el niño a una institución o a un programa educativo. No es solo para

entretenerse o para aprender a comportarse o prepararse para ingresar a la escuela

primaria; tener estas perspectivas, reduce los objetivos del nivel de educación inicial, ya

que lo que se propone es eso y mucho más.

La educación inicial tiene objetivos conducentes a sentar las bases para la

estructuración de una personalidad equilibrada y preparar al niño para afrontar con éxito

los aprendizajes posteriores. Bajo este enfoque, las instituciones y programas de este

nivel, deben planificar y desarrollar variadas experiencias que favorezcan el desarrollo

armónico de sus potencialidades, tanto en el aspecto físico como intelectual, social y

emocional. Debe brindarse a los niños oportunidades que les permitan: descubrir nociones

a partir de actividades de exploración, manipulación y experimentación; buscar y

encontrar soluciones originales a los problemas o situaciones que se le presentan

diariamente como un medio de favorecer gradualmente su iniciativa y autonomía;

expresarse creativamente a través de diferentes medios; participar individual y

grupalmente en actividades libres y dirigidas, terminando siempre la tarea comenzada;

tomar decisiones seleccionando entre varias alternativas y asumiendo la responsabilidad

que esa elección implica; practicar hábitos de higiene, alimentación y seguridad personal.

De igual manera, deben propiciarse actividades en las que los estudiantes,

comprendan, acepten y se apropien de los valores y principios de la vida en comunidad,

para que puedan asumir siempre actitudes de respeto, responsabilidad, justicia y

tolerancia hacia todos sus compañeros y las personas que conocerá a lo largo de su vida,

resolviendo conflictos mediante el diálogo respetuoso.


Finalmente, recomendamos a los responsables de las instituciones y programas

educativos repensar en las acciones de intervención pedagógica que vienen desarrollando,

con la finalidad de superar las expectativas que el común de las personas tiene sobre este

nivel educativo; sobre todo, mejorar o redirigir sus estrategias metodológicas, tratando de

comprobar que ellas estén generando óptimas condiciones para el desarrollo integral de

los niños a su cargo.

RESPONDE A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

¿Qué opinas de la lectura?

¿Cuál crees entonces que es lo que se debe enseñar en el ciclo I?

¿Qué condiciones nos permiten mejorar el aprendizaje?


Planificación Educativa para la atención a los niños y niñas de 0 a 3

años

Cuando planificamos nuestra labor educativa, sin duda, lo hacemos partiendo de las

ideas que tenemos sobre los niños, sobre cómo aprenden y se desarrollan. Si partimos de

la idea que los niños aprenden solo cuando los adultos les enseñan cosas, es seguro que

la planificación que hagamos, irá en esa dirección; partiremos por identificar lo que deben

aprender diseñaremos actividades que serán dirigidas por el adulto y que el niño deberá

ejecutar de acuerdo a lo esperado y en los tiempos previstos.

Una situación muy diferente, es cuando pensamos en los niños como personas

capaces, que se desenvuelven como protagonistas en su desarrollo y aprendizaje, y que

tienen iniciativa para llevar a cabo sus propios proyectos de acción. En este caso, la

planificación, no estará centrada en definir acciones que el niño deba ejecutar, sino más

bien en crear situaciones retadoras que les posibiliten desplegar todas sus potencialidades

llevando a cabo sus propios proyectos de acción.

La manera cómo vemos a los niños y las creencias que tenemos sobre cómo

aprenden y las condiciones que requieren para crecer y desarrollarse son sin duda,

aspectos que determinarán en gran parte, el tipo de persona que formaremos. De allí la

importancia de reflexionar sobre el tipo de niño que queremos ayudar a crecer y

desarrollar.

Es así, que se parte de reconocer al niño como:

Sujeto de derechos: persona en evolución permanente, que requiere de

condiciones básicas para crecer y desarrollarse, y cuya singularidad y

particularidad deben ser reconocidas en todos los campos de su desarrollo.

Sujetos de acción: más que de reacción. Los bebés llegan al mundo dotados

de capacidades para percibir, moverse, relacionarse con el entorno y


aprender. Estas capacidades les permiten explorar su entorno, intervenir en

él de acuerdo a sus posibilidades e iniciativas, y transformarlo. A partir de

esta acción e interacción los niños también se transforman. La acción del

niño es la que le permite explorar, conocer y formar su pensamiento.

Seres sociales, que necesitan al otro para crecer y desarrollarse. Se

desarrollan como sujetos a partir de otros, con otros y en oposición a otros;

mientras van otorgando sentido y significado a su entorno con el que

establecen intercambios recíprocos.

Entender al niño como un sujeto social significa reconocer que cada niño

nace dentro de una comunidad, marcada por un origen, una lengua, una

región geográfica, valores, cierta manera de mirar, sentir, pensar y actuar en

el mundo, compartidos por su grupo de pertenencia. Si bien esta pertenencia

establece ciertas condiciones, es necesario considerar que el niño es un ser

único.

Los niños, además son seres que se desarrollan de manera integral, es

decir, desde el movimiento, la emoción, la comunicación no verbal y verbal,

y el pensamiento. Todos estos procesos se realizan en forma simultánea, por

lo que no podemos promover su desarrollo a partir de acciones aisladas que

fragmenten su percepción del mundo que los limiten en la vivencia de esta

integralidad.

¿Por qué es importante planificar?

Para darle a la planificación el valor real que tiene es necesario trascender el uso

instrumental y/o administrativo con el que se le asocia y comprender su sentido y


significado en el proceso educativo; ya que su objetivo central es organizar la práctica

educativa para promover el aprendizaje y desarrollo de los niños.

En el entorno educativo resulta fundamental hablar de planificación en vez de

programación, debido a que el origen del concepto programar se encuentra muy asociado

a la programación informática la cual obedece a estructuras estáticas y a un trabajo más

mecánico.

De manera contraria, la planificación está vinculada a procesos en los que se

analizan, diseñan e implementan acciones y actividades que requieren sensibilidad,

flexibilidad y movimiento para alcanzar un resultado pedagógico, en tanto se remite a un

trabajo con seres humanos.

El resultado no puede estar asociado únicamente a lo que el adulto desea o considera

que deben aprender los niños, sino esencialmente a lo que cada uno de ellos, de acuerdo

a su proceso de desarrollo, va expresando como necesidad o interés.

Esta manera de mirar la planificación permite diferenciarla de procesos rígidos que

no dan cabida a lo emergente, a lo que surge como iniciativa del niño y que merece ser

acompañada y potenciada. Si la planificación evidencia un control total de la acción del

niño y del docente, resulta deshumanizante ya que no permite una interacción respetuosa

y enriquecedora, que es la que finalmente educa.


Tradicionalmente, la planificación educativa ha estado centrada en la previsión de

metodologías y estrategias que buscan que todos los estudiantes consigan un mismo

resultado, en el mismo tiempo y bajo las mismas condiciones o contexto, en la idea de

que todos los niños de la misma edad deben aprender lo mismo.

Esta forma de planificación no toma en cuenta las diferencias individuales, ni

reconoce los distintos ritmos de aprendizaje y desarrollo. Por esta razón, resulta

contraproducente aplicarla en los servicios de atención a niños del grupo de edad que nos

ocupa, porque atenta contra su desarrollo integral que, en este periodo de vida, está

centrado en “...el inicio del proceso de individuación, lo cual los llevará a la

identificación de sí mismos como seres únicos”, distintos de los otros.

De ahí la necesidad de optar por una forma de planificación educativa que sea

coherente con los principios de la Educación Inicial, es decir, respetuosa de los ritmos y

particularidades de cada uno de los niños.


A TOMAR EN CUENTA AL MOMENTO DE PLANIFICAR

UNA PLANIFICACIÓN RÍGIDA UNA PLANIFICACIÓN FLEXIBLE

El punto de partida es el aprendizaje que El punto de partida son los intereses y

se espera logre el niño según su edad. necesidades de cada niño.

El adulto establece los pasos y/o acciones El adulto prevé y organiza el contexto

que el niño debe ejecutar para lograr el o (espacios, materiales, tipo de

los aprendizajes/s previsto/s. acompañamiento que brindará, etc.) que

Todos los niños realizan las mismas brindará a sus niños para atender sus

acciones, en el mismo tiempo, en la intereses y necesidades detectadas, a través

creencia de que así lograrán los mismos de la observación cotidiana.

resultados. Los niños usan el espacio y los materiales

No se da cabida a que el niño haga cosas libremente, llevando a cabo sus propios

diferentes. Se le pide o induce a que haga planes o proyectos de acción.

lo solicitado. Se da cabida a que los niños usen los

Se utilizan estímulos para que el niño espacios y materiales de manera diferente a

realice lo planificado (estrellitas, aplausos, la pensada por el adulto.

otros). Se respeta si los niños prefieren hacer algo

Se considera que un niño aprendió si diferente o simplemente no hacer nada y solo

ejecuta correctamente lo que se le pide observar lo que otros hacen. Esto es un

que haga, en una situación estructurada valioso indicador que informa sobre lo que le

para ese fin. sucede al niño.

Lo principal es lograr los objetivos, no se A través de los juegos e interacciones de los

atiende lo emergente ni lo imprevisto. niños se identifican los aprendizajes que van

consolidando.
Los momentos fundamentales en la vida cotidiana de los niños de 0 a 3 años

Estas reflexiones no exigen que al planificar tengamos en cuenta lo siguiente:

Los niños tienen su propio reloj biológico, por eso no es recomendable uniformizar

horarios para el cambio de pañal o ropa, el descanso, o incluso la alimentación. Hay

que flexibilizar los horarios y brindar una atención personalizada para cada niño.

Un niño bien atendido en sus necesidades de cuidado, estará en buenas condiciones

para la actividad autónoma y el juego; de lo contrario, estará inquieto o buscando

la atención del adulto.

El valor de la observación para una buena planificación

La planificación de las actividades educativas tiene un recorrido que parte de la

observación del niño con el objetivo de conocer y comprender su historia, su

mundo, como también; de conocernos a nosotros, mirando nuestro trabajo en

relación a los niños, a los momentos de los cuidados, en la actividad espontánea y

el juego.

Para la Dra. Anna Tardos11 la observación es un método clásico de investigación

científica que se utiliza para recoger información sobre hechos, situaciones e


interacciones que se dan en relación con el sujeto y su ambiente. Es la manera más

sencilla y directa a través de la cual obtenemos información acerca del mundo que

nos rodea. La condición esencial de un trabajo educativo eficaz es conocer bien al

niño. Seguir su desarrollo nos permite al mismo tiempo controlarnos a nosotros

mismos.

Sólo observando podremos contar con un relato de cada situación, de manera

precisa y detallada, que nos permitirá saber qué tipo de experiencias están viviendo

los niños y cómo los adultos podemos favorecer su desarrollo y aprendizaje.

El conocimiento profundo del niño, de sus características de desarrollo y

señales de riesgo

Es importante observar y conocer a profundidad a los niños con los que trabajamos,

sin embargo, esta observación es de mayor utilidad educativa si se confronta con

información especializada sobre el desarrollo infantil. Por ello, a continuación,

ofrecemos información básica, actualizada y resumida sobre las características de

desarrollo más relevantes del niño según grupos de edad, así como las señales de

riesgo que podrían presentarse.

El rol del adulto que brinda atención educativa

Este rol, tradicionalmente asignado, ha evolucionado con el tiempo, y es así que

ahora se piensa en el proceso de enseñanza- aprendizaje desde una perspectiva más

amplia que ubica al educador como mediador y guía, dejando a un lado el rol

directivo o de “enseñante”.

El rol de mediador y guía en el aprendizaje no debe confundirse con un rol directivo

del adulto que anula las iniciativas del niño cuando le indica qué canción cantar,
qué hacer en la jornada; o cuando le pide que pegue bolitas de papel sobre una

figura, o que salte con la canción los conejitos, o que duerma o rece.

Considerando lo expuesto, una atención educativa coherente con el enfoque sobre

la niñez que aquí se promueve, exige del adulto dos tipos de intervención:

Directa e indirecta.
Distribución del tiempo en las Cunas y en las Salas de Educación Temprana:

En la rutina diaria de estos servicios es necesario considerar tiempo para:

Bienvenida individual, al ingreso de cada niño.

Uso de espacios intermedios para dejar y recoger zapatos, casacas u otros, en

forma ordenada: al ingreso y a la salida del servicio.

Atención del adulto a las necesidades de cuidado de los niños: higiene,

alimentación24, descanso u otra en los espacios acondicionados para este fin.

Uso del espacio interno para atender las necesidades de actividad autónoma y

juego de los niños: hacen uso de los respectivos espacios acondicionados por

grupo de edad.

Uso del espacio externo para atender necesidades de actividad autónoma y juego

de los niños.

Preparación para la salida: momento de anticipación al niño de que vendrán por

él.

Despedida.

Distribución del tiempo para servicios tipo: PIET, Wawa Pukllana, Ludotecas

Itinerantes

Bienvenida individual, a padres e hijos.

Atención a necesidades de cuidado, (solo en caso que no hayan sido cubiertas y

el niño requiera higiene, alimentación, descanso u otro cuidado).

Uso de los espacios internos y externos acondicionados para la actividad libre y

juego de cada grupo de edad.

Momento de guardar y ordenar el material.

Reunión breve de reflexión con los padres sobre lo observado en la sesión

(afirmación de prácticas favorables para el desarrollo de los niños,


aprendizajes ejercitados por los niños a través de sus propios proyectos de acción,

acuerdos y compromisos), también se dan avisos importantes.

Despedida.

Distribución del tiempo para servicios tipo PIETBAF o Aprendiendo en el Hogar

Saludo a los integrantes de la familia.

Incorporación de la promotora a la dinámica familiar (acompañar en lo que están

haciendo).

Observación activa: del espacio y materiales destinados para la atención de las

necesidades de los niños, de las interacciones con el niño en los momentos de

cuidado y de actividad autónoma y juego.

Afirmación de prácticas de crianza que favorecen el desarrollo de los niños.

Diálogo horizontal con los padres a partir de preguntas de reflexión sobre lo

observado.

Presentación de alguna información: una lectura breve, observación de un video

o audio, u otro recurso que permita el análisis reflexivo sobre otras opciones en la

práctica de crianza.

Observación activa

Acuerdos y compromisos.

Despedida.

Ruta para planificar

La planificación educativa es un proceso creativo que demanda un conocimiento

profundo de los niños que atendemos, como también del desarrollo infantil en general.

La propuesta de ruta de planificación que presentamos, recoge las experiencias educativas

de planificación que muchas docentes y promotoras educativas han venido realizando y


perfeccionando, en el intento de hacer coherente este proceso con las demandas de

formación del enfoque pedagógico vigente. Es así que se plantean las siguientes etapas:

Observación y conocimiento de los niños, de sus intereses y necesidades

Organización del contexto que requieren los niños para desplegar sus

potencialidades

Identificación de los posibles aprendizajes a Desarrollar

Puesta en marcha de lo planificado, observando permanentemente lo que hacen

los niños

Revisión del proceso, detectando nuevos intereses y necesidades de los niños

EN RESUMEN:

Observo a profundidad a los niños en los momentos de cuidado, de actividad libre

y de juego.

Tomo nota de lo observado.

Priorizo los intereses y/o necesidades que requieren ser atendidas; sean grupales

(si varios niños manifiestan el mismo interés o necesidad) o individuales.

Planteo y organizo las condiciones de espacio, materiales y tipo de

acompañamiento que brindaré (en función a los intereses y/o necesidades

priorizados).

Invito a los niños al espacio.

Observo qué sucede en el espacio y tomo nota de los aprendizajes que los niños

van desarrollando en él.

Identifico nuevos intereses y/o necesidades.


CAPITULOS: FORMATOS DE PLANIFICACIÓN

FICHA DE ACTIVIDAD N°……

1. Nombre y edad del niño (o los niños)

2. Características de los niños: intereses y /o necesidades observadas que son

priorizadas para atender.

3. Organización del contexto: ¿Qué espacios, materiales se requieres? ¿Qué tipo de

acompañamiento dará/n el o los adultos?

4. Capacidades que se fortalecerían o desarrollarían los niños con esta actividad:


FICHA EJEMPLO.
FICHA 2

Proyectos de acción realizados por los niños

Nombre del niño Descripción de lo que hizo

Capacidades imprevistas que desarrollaron o fortalecieron los niños durante la actividad.

CONSIDERACIONES PARA LLENAR LAS FICHAS

Las fichas solo se enumeran, no llevan nombre alguno.


Se puede planificar fichas para un solo niño, como también para un grupo de

niños, en este último caso solo cuando los intereses y/o necesidades detectadas

sean comunes y puedan ser atendidas en conjunto.

Este formato puede ser enriquecido con propuestas cuyo objetivo sea hacer

mayores precisiones que ayuden a quienes la utilicen, conservando su estructura

y la elación que debe existir entre las partes.

Punto 1: Nombre y edad del niño

Se coloca el nombre del niño, o de los niños para quienes se planifica, colocando

al costado su edad exacta en años y meses.

Punto 2: Se describe, en forma precisa, los intereses y/o necesidades detectadas

en la observación que se ha realizado a los niños citados en el punto 1, priorizando

aquellas que se atenderán en esta ocasión. Evitar información general como: “Son

inquietos y traviesos”; sería mejor precisar las conductas que demuestran dicha

afirmación.

Punto 3: Se describe en forma detallada el tipo de espacio que se acondicionará

en el servicio, los materiales educativos a emplear y su disposición en el espacio,

el tipo de acompañamiento que brindará el adulto durante la actividad de los niños.

Cabe precisar que no es necesario diferenciar tipos de interacción como

momentos.

Punto 4: Se precisan los aprendizajes que se espera desarrollen los niños en este

contexto. Tratar de ser muy precisos en la identificación de estos aprendizajes

(consultando el documento curricular vigente).

Proyectos de acción realizados por los niños:

En esta parte, se toma nota de las principales acciones desarrolladas por cada niño

durante el tiempo que duró la actividad en el contexto creado:


¿Qué hicieron en el espacio creado?, ¿Qué uso le dieron a los materiales?, ¿A qué

jugaron?, ¿Qué tipo de acompañamiento necesitaron? etc. La descripción debe ser

lo más clara y precisa evitando las generalidades.

Tu misma irás encontrando la manera más adecuada de ir anotando lo que

hicieron, cada vez que los observes. Esta información será muy útil para cuando

tengas que hacer el informe de progresos del niño, a los padres y madres de

familia.

Capacidades imprevistas:

Se toma nota de las capacidades observadas, aquellas que fueron desarrolladas por

los niños mientras usaron el contexto acondicionado y que no estuvieron

consideradas en la planificación inicial (solo si las hubieran). Esta información

también permitirá registrar e informar sobre la riqueza de los aprendizajes que los

niños pueden desarrollar en los contextos que se acondicionan.

Orientaciones para la carpeta pedagógica

En relación a los instrumentos básicos para la planificación educativa en el Ciclo

I, las Fichas de Actividad que se elaboran son herramientas básicas para la carpeta

pedagógica en tanto, en su conjunto, señalan la ruta pedagógica diseñada para

promover el desarrollo y aprendizaje de los niños que se atiende en el servicio

educativo.

En ese sentido es necesario señalar la importancia de tenerlas organizadas dentro

de la carpeta pedagógica, en el orden temporal de elaboración, junto a otros

documentos informativos básicos como: la nómina de niños, cuadro de

distribución del tiempo (según el tipo de servicio educativo).

Para el caso particular de los programas tipo PIETBAF y Aprendiendo en el hogar,

es necesario considerar en la carpeta, el cuadro de visitas semanales a las familias,


las fichas de visita al hogar (ver guía “Programa Educativos para Niños y Niñas

de 0 a 3 años”). Las Fichas de Actividad que se planifiquen deben ser coordinadas

con los padres y madres de familia, para prever cambios en el espacio y materiales

del hogar.

Recomendaciones para situaciones que se presentan en la práctica educativa

La vida diaria con los niños está llena de alegría, sorpresas, conflictos, preocupaciones y

satisfacciones. Ante los conflictos, es fundamental desarrollar una actitud activa ya que

no podemos pedir autonomía a nuestros niños si nosotros, como adultos, únicamente

buscamos recetas para resolver los problemas cotidianos.

Los niños tienen derecho a una buena escuela, a un buen maestro o maestra y a un buen

promotor educativo. Nuestra obligación, como adultos que acompañamos a los niños y

sus familias, es conocer el complejo y apasionante proceso de desarrollo y aprendizaje

infantil.

¿Qué hacemos cuando un niño no quiere ir a jugar?

¿Cómo resolvemos los conflictos en el aula?

¿Qué hacemos con las pataletas?

Antes de querer saber qué hacer, es necesario preguntarnos:

¿Por qué no querrá ir a jugar? ¿Qué necesita desarrollar un niño para ir a jugar de

manera tranquila?

Cuando un niño hace pataletas, ¿Qué le sucede internamente?

¿Qué pasa con Juan? Tiene dos años y está mordiendo a los demás.

Para dar respuesta a estas interrogantes es necesario replantear y ajustar constantemente

nuestra práctica pedagógica. Los niños y niñas nos interpelan, nos demandan respuestas

pertinentes a sus necesidades profundas.


Por ejemplo: Sofía tiene 3 años, acaba de tener un hermanito, ha empezado a aislarse y a

chuparse el dedo de manera muy ansiosa. Carlos tiene 2 años, golpea a los demás, y ve

que sus padres se golpean entre ellos. El golpe y el castigo físico es lo único que, tanto él

como su familia, conocen como forma de comunicarse.


CAPÍTULO V: MATERIALES EDUCATIVOS

La observación en la selección de los materiales

La observación es el eje principal a partir del cual vamos a decidir lo ajustado y

favorable para la elección de los materiales, teniendo en cuenta cada situación y cada niño

en particular; partiendo de lo que observamos objetivamente, mirando a los niños en

diferentes momentos de lo cotidiano, especialmente en la actividad libre con sus pares y

en los cuidados con el adulto.

La observación nos da información que nos permite conocer las iniciativas del niño,

sus capacidades y los proyectos de acción que desea o que está realizando, así podremos

colaborar en sus acciones dándoles el placer de explorar, descubrir, de actuar y de hacer.

Las observaciones registradas por cada adulto se comparten en grupo para

reflexionar y analizar sobre las necesidades ambientales, de espacio, y de materiales que

tienen los niños a su cargo, de este modo se construyen estrategias de intervención de

acuerdo a sus intereses, su edad y respetando su cultura.

Como acabamos de mencionar, el eje principal para seleccionar los espacios,

materiales y mobiliario para niños menores de 3 años, debe ser la observación que el

adulto realiza, para lo cual debemos tener en cuenta estos tres aspectos:

Observar las iniciativas y competencias de cada niño

El valor inicial está dado en la observación de las iniciativas y competencias de

cada niño en particular, en las costumbres y prácticas de crianza de su familia,

patrones culturales de su comunidad.

En el actuar de los bebés, lo que lo moviliza a la acción es tratar de satisfacer su

necesidad, es decir desde su interés y con el motor de la acción busca soluciones,

a lo que le llamamos iniciativa, porque inicia la acción desde sus deseos.


Es un actuar integral en donde esta involucrado su cuerpo, su emoción, los afectos

y sus pensamientos, es el momento en que elabora estrategias para la resolución

del conflicto, en un aquí y ahora.

En cada edad del niño las iniciativas son diferentes y va a depender de una

multiplicidad de causas, por ejemplo, un bebé de 3 meses puede interesarle sentir

las texturas de los objetos que toca como pañuelos, peluches, etc. Y sentir las

diferencias y en un niño de 10 meses su iniciativa puede estar en lanzar la pelota

lejos para ir gateando a atraparla, ya que va descubriendo que puede conquistar el

espacio con el objeto, alejarlo de sí y volver a atraparlo.

En cada acción que lo moviliza en toda su corporalidad, su iniciativa tiene una

significación, una búsqueda de satisfacer alguna necesidad cognitiva, emocional,

afectiva, etc., pero para ello debe poder tener la experiencia y la oportunidad de

ejercerla.

Observar el orden simbólico del niño, su familia y la comunidad

El orden simbólico: Representa el conjunto de valores, creencias, saberes

sociales y culturales de cada entorno en una época determinada.

Nos acercamos al orden simbólico observando la cultura, el contexto socio

histórico, la cosmovisión, la religión, las estructuras de filiación, de pertenencia,

de raigambre o el desarraigo, los mitos, las leyendas, los relatos que hacen a la

historia familiar y comunitaria, la ley, la norma, el lugar, el posicionamiento como

objeto o como sujeto, los mandatos explícitos e implícitos, formando parte de esas

representaciones sociales que se interiorizan desde el inicio de la vida con una

fuerte carga afectiva y simbólica en la subjetividad.


Existe todo un conjunto de opiniones, conocimientos, y valores con relación a las

creencias, saberes, mitos y supersticiones acerca de las formas concretas de

crianza y educación infantil, que forman parte de cada cultura, grupo y clase

social.

Es necesario tener en cuenta el conjunto de valores, creencias, saberes sociales y

culturales del entorno donde crece y se desarrolla el niño, para cada proyecto en

que se involucra al niño – niña y a su familia, indispensable para el respeto de la

identidad de cada uno, como una forma de respetar su singularidad y la manera de

ser - estar única y particular.

Generalmente, no se tiene demasiada conciencia del orden simbólico, ya que

comúnmente se considera como algo “natural” y no como el producto de

verdaderas construcciones histórico sociales.

Tener en cuenta su nivel de desarrollo madurativo

Considerando los dos aspectos ya señalados es necesario compatibilizar dicha

información con el nivel de desarrollo madurativo de cada niño y niña de manera

que podamos elegir materiales pertinentes. Es importante tener en cuenta que la

edad por sí sola no es un referente para establecer necesidades de los niños y niñas

puesto que cada uno tiene un ritmo de desarrollo propio. Asimismo, se requiere

tomar en cuenta el contexto en que crecen.

Pertinencia de los materiales

Para la selección de los espacios y materiales, tanto para el momento de los

cuidados como para la actividad autónoma, los adultos debemos guiarnos del

concepto de pertinencia.
Materiales pertinentes

Nos referimos a materiales pertinentes cuando éstos favorecen de forma especial

el desarrollo integral de niños y niñas y al mismo tiempo son cercanos y familiares

a su entorno y cultura.

Los materiales educativos que se emplean en un servicio educativo no deben ser

disonantes de lo que ofrece el contexto cultural porque puede trasmitir la idea que

lo propio no tiene valor educativo. En ese sentido es recomendable que los

módulos de materiales educativos estén compuestos en un cincuenta por ciento

por materiales propios de la zona donde funciona el servicio.

Nos referiremos a materiales pertinentes y no pertinentes, teniendo en cuenta que

éste es un concepto que trae consigo una carga de subjetividad, especialmente en

nuestro país donde convivimos una multiplicidad de culturas. El desarrollo infantil

no se puede universalizar, los niños y las niñas no son iguales, aunque sean de un

mismo país y hasta de una misma familia, cada uno tiene sus propias

características determinadas por causas de origen biológico, cultural, histórico,

afectivo, emocional, económico, etc.

En las sugerencias de materiales que te presentamos en esta guía, encontrarás

materiales pertinentes, unos para los momentos de cuidados y otros para la

actividad autónoma del niño y de la niña, cada uno con su respectiva descripción.

También encontrarás información sobre materiales que no son pertinentes para los

niños de esta edad.

Características físicas de los materiales

Para realizar la selección de los materiales es importante que tengas en cuenta las

siguientes características físicas:


o Materiales seguros y resistentes, en los que prevalezca la calidad y la

calidez, y que no ofrezcan riesgos de accidentes. Evitaremos los materiales

muy pequeños que puedan ser tragados, también aquellos puntiagudos o

con bordes filudos o cortantes, los que son demasiado pesados y los que

no se encuentren en buen estado de conservación.

o Materiales saludables, es preferible que sean reciclables y que colaboren

con la salud integral del ambiente, de la familia y del servicio de cuidado

infantil de la comunidad. Es necesario evitar que contengan insumos

tóxicos, especialmente debemos tener cuidado con los plásticos. Debemos

evitar que contengan ftalatos, plomo, colorantes no permitidos u otro tipo

de componentes ya que un niño o niña al llevárselo a la boca podría poner

en riesgo su salud. Deben ser posibles de lavar.

o Los materiales que el adulto le propone al niño deben tener la

condición de poder ser transformables por ellos, por eso no son

pertinentes ni adecuados los materiales o juguetes que “juegan solos”

como las muñecas que hablan, los autos a control remoto o aquellos

juguetes para bebés que se activan apretando botones.

Para el desarrollo de la simbolización y las funciones cognitivas

superiores, es necesario que puedan tener acceso a materiales que permitan

que los niños puedan constatar situaciones de causa y efecto. Por ejemplo,

una botella plástica transparente con semillas permite que un bebé de 8

meses la mueva y vea como esta acción a su vez mueve las semillas y al

mismo tiempo se produce un sonido. Asimismo, los materiales deben ser

fáciles de tomar, manipular, dejar o soltar. Es importante que sean

pertinentes con el medio socio cultural en el que se desarrolla el niño.


Que reflejen la realidad natural, socio cultural y lingüística del entorno del

niño y niña, pero también la de otras realidades.

o Los espacios en los que se ubican los materiales han de valorar y

promover la calidez, la armonía, la afectividad, la estabilidad

emocional y el respeto. Para esto, es recomendable evitar que las paredes,

techos y pisos posean demasiada variedad de color e información, para no

sobre estimular, ni sobrecargar a los niños y adultos ya que la excitación

ambiental genera altos niveles de stress, en especial para los más

pequeños. Además, de esta forma, los objetos pueden verse con mayor

nitidez, cuando hay mucho color e información por todos lados es difícil

que el niño y la niña, en especial si son menores de 3 años, encuentren con

facilidad los materiales.

Los materiales que se seleccionan para la actividad autónoma y juego

deben dosificarse de acuerdo a los intereses y necesidades de los niños, y

no colocarse todos de una vez porque obstaculizarían el uso adecuado de

los mismos. Se recomienda además que las superficies donde juegan los

niños sean de un solo color.

Resumiendo, algunos criterios para seleccionar los materiales:

o Tenemos en cuenta los principios de la propuesta pedagógica.

o Realizamos una minuciosa observación de las iniciativas y competencias

de los niños y niñas, del orden simbólico y de su nivel de desarrollo.

o Organizamos a los niños y niñas en grupos de atención para proponerles

los materiales, tanto para los momentos de los cuidados como para la

actividad autónoma, de acuerdo a la diversidad de cada uno.


o Seleccionamos materiales que sean pertinentes y cumplan con las

características físicas señaladas.

o Observamos y analizamos si lo propuesto se puso en práctica, si es

funcional, útil, pertinente o no corresponde.


CLASIFICACIÓN DE LOS MATERIALES
FICHAS PARA APLICAR EN LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA
EDUCAR

Educar es lo mismo que poner motor a una barca, hay que

medir, pesar, equilibrar... y poner todo en marcha.

Pero para eso uno tiene que llevar en el alma un poco de

marino, un poco de pirata, un poco de poeta, y un kilo y medio de paciencia

concentrada.

Pero es consolador soñar, mientras uno trabaja, que ese barco

-ese niño irá muy lejos por el agua.

Soñar que ese navío llevará nuestra carga de palabras hacia

puertos distantes, hacia islas lejanas.

Soñar que cuando un día esté durmiendo nuestra propia

barca, en barcos nuevos seguirá nuestra bandera enarbolada.

Gabriel Celaya

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