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CALCULADORA DE SAPONIFICACIÓN - ELABORACIÓN DE JABONES

AYUDA (Puedes comentar o leer comentarios aquí)

La calculadora es un instrumento útil a la hora de hacer jabón. No solo nos indica la cantidad de sosa
que tenemos que usar para determinada combinación de grasas si no que puede predecir el resultado de
la mezcla.

Primero los conceptos:

El índice de saponificación SAP nos indica la cantidad, en gramos, de KOH (Hidróxido potásico) para
saponificar un gramo de esta grasa. Nosotros solemos utilizar NaOH (Hidróxido Sódico) para jabones
duros y es por esto que el valor que necesitamos es el resultado de dividir el valor de KOH por 1,4025.
Esta diferencia se debe al peso molecular de las diferentes bases alcalinas. En esta versión existe la
posibilidad de elegir entre álcalis, se puede seleccionar KOH (Hidróxido potásico) para jabones
líquidos. Podéis hacer doble clic sobre el signo de interrogante a la derecha del ingrediente y obtendréis
sus valores y composición en la ventana inferior.

En resumen: 1,4025 g KOH equivale a 1 g NaOH.

El índice de yodo es la medida de insaturación de una grasa. Este valor nos permite predecir la
posibilidad de enranciamiento del jabón. Un jabón con un nivel alto de yodo se estropea antes que uno
con un nivel bajo.

El valor INS determina la compatibilidad de esta grasa con el jabón. Se mide en función del valor de
SAP y el yodo. El caso es que una pastilla con cualidades físicas y dureza adecuadas, debe de rondar
los 160, según el Dr. Bob. Yo creo que NO es un valor muy determinante del resultado final.

Si una grasa tiene uno de estos valores muy por debajo o por encima de lo deseado habría que
combinarla con otra que tenga valores opuestos para promediar. Esa es la gracia de este asunto.

Quiero diferenciar estas dos partes:

La primera es un cálculo matemático simple, regla de tres. Cuando ponemos la cantidad en gramos, en
la columna de peso (Gramos), y cambiamos de celda, automáticamente se calcula el porcentaje que
dicha grasa representa en la composición total de las grasas y el porcentaje que el ingrediente supone
en el total de la fórmula. También se calcula la cantidad de álcali para la saponificación total de esa
grasa. En la columna Gramos y en la fila Total ingredientes aparece la suma de todos los pesos y
porcentajes, tanto de las grasas como de la sosa.

Debajo, seleccionamos el nivel de sobre-engrasado del jabón. Para obtener mayor hidratación,
tenemos que poner exceso de grasas. Los jabones se suelen sobre-engrasar entre un 5% y un 10% (esto
depende de cada cual).

Al lado, seleccionamos el nivel de concentración de la lejía. Las grasas se pueden diferenciar en duras
y blandas. Se podría decir que todos los aceites líquidos son blandos y los sólidos y mantecas son
duros. Pero esto no depende del punto de fusión. En países cálidos el aceite de coco es líquido, aquí, en
Sevilla, en primavera empieza a serlo. No, depende de la longitud de las cadenas de ácidos grasos que
lo compongan y de la cantidad de insaponificables. También se podrían considerar duros los que tienen
mayor cantidad de láurico, esteárico o palmítico y blandos los que tengan mayor cantidad de linoleico,
oleico o linolénico. Del primer grupo sería el de coco, el de palma, las mantecas, la estearina, etc. De
segundo grupo el de oliva, almendras, girasol, maíz, almendra, aguacate, etc.

Total, que la concentración va en función de la dureza de la mezcla. Si la mezcla de grasas tiene un


valor alto, la concentración debe de ser menor y por tanto la cantidad de agua será mayor y viceversa.

En resumen:

Coco -> muy duro -> mucha agua ->baja concentración


Oliva ->muy blando -> poco agua ->alta concentración

Si a mezcla es equilibrada (una dureza 50), el valor ideal es el 28%.

Al elegir la concentración, automáticamente se calcula la cantidad de agua donde disolveremos la sosa.

Hasta ahí tenemos suficiente para hacer jabón.

Esta calculadora además predice el resultado de la mezcla.

El Yodo como dije antes es como la fecha de caducidad. Podemos establecer un límite en 70. Esto no
significa necesariamente que se vaya a estropear antes el jabón pero sí en muchos casos. En sitios
donde hay mucho calor y humedad, el valor no debe superar 60. Hay que intentar evitar el abuso de
linolénico por ser el más corruptible. También se pueden usar antioxidantes para alargar la vida del
jabón. Recomendable en esos casos la vitamina E.

El valor ideal de los siguientes parámetros es 50. Los márgenes establecidos son entre 40 y 60. Un
valor por debajo de 40 será demasiado bajo y por encima de 60 demasiado alto.

La dureza se calcula sobre todo por los ácidos láurico, mirístico, palmítico y esteárico. En menor
proporción el oleico y el ricinoleico. Es decir las grasas que contienen estos ácidos grasos son las que
hacen que el jabón sea más duro.

La cantidad de burbujas la proporcionan principalmente los ácidos láurico, mirístico, linoleico y


ricinoleico. Y En menor proporción el oleico.

La persistencia de la espuma se calcula sobre todo con los ácidos palmítico y esteárico. Determina la
duración de la espuma y la consistencia cremosa de ésta.

La limpieza la proporcionan también los ácidos láurico, mirístico y ricinoleico. Un jabón que limpie
demasiado es desagradable para la piel (pero a lo mejor para otras cosas va bien).

El acondicionado es la capacidad que tiene el jabón de suavizar y nutrir la piel o el pelo. La


proporcionan principalmente los ácidos linoleico, oleico, ricinoleico y linolénico. En menor proporción
el palmítico.

Los valores ideales son el resultado de la experimentación. Esto significa que quizá (¡seguro!) se
puedan optimizar.
Sabiendo esto, si nos aparece una alarma en uno de estos valores, indicándolo en rojo, podemos
equilibrar la receta con otra grasa o proporción.

Si por ejemplo, queremos trabajar con porcentajes en vez de con pesos podemos hacerlo de la siguiente
forma. Supongamos 20% coco, 20% manteca y 60% oliva. Pues escribimos en sus correspondientes
pesos estas cantidades (ó 2,2 y 6) y le damos a reescalar grasas con la cantidad total de grasas en
gramos. Los porcentajes se convertirán en pesos. También se puede escalar en función del peso total de
la fórmula.

También podemos guardar una fórmula con guardar y recuperarla luego con recuperar.
Seleccionándola antes en el cuadro desplegable.

El módulo Importar/Exportar sirve para exportar la receta en forma de cadena para poderla
almacenar en un archivo de texto. También así se pueden compartir cómodamente las fórmulas en un
mensaje en un foro. Para utilizarlo, una vez diseñada la fórmula pulsamos exportar y en la ventana
inferior se imprime la cadena que representa la fórmula. La podemos así copiar y pegar donde
queramos. Para recuperar la fórmula tenemos que hacer la siguiente operación: pulsamos la tecla
borrar, con lo que se borra, tanto la fórmula como la ventana inferior. Pegamos ahí, en la ventana
inferior, la cadena que antes habíamos salvado y le damos al botón importar. Como por arte de magia la
fórmula se restaurará en la pantalla.

Si queremos inicializar a cero la tabla, le damos a borrar tabla.

La ventana inferior sirve además para obtener información sobre los ingredientes o la fórmula.

Esta versión me parece más fiel a la anterior. Seguiremos probándola.

Gracias a todos los que han participado en las traducciones a otros idiomas de la calculadora.

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