Sie sind auf Seite 1von 7

POLÍTICA CRIMINAL

La Política Criminal desde un punto de vista criminológico se puede considerar como una
parte de la política jurídica del Estado y, a su vez, es parte de su política general. Una
adaptación y la realización de unas determinadas medidas de lucha contra la delincuencia
depende en gran medida del trabajo y fomento de los estudios tendentes a describir el
sistema de reacción social a determinar los medios más eficaces para llevar a cabo esta
tarea.

Como parte del proceso de formación y de adquisición de capacidades profesionales en el


área de Política Criminal, un conocimiento adecuado del proceso resulta fundamental, tanto
para la investigación como para la intervención en el mismo, así como para la evaluación
de estas políticas.

Con esta materia se pretende dotar al estudiante de Criminología de las herramientas


teóricas y conceptuales que le permitan comprender, evaluar y tratar la Política Criminal en
sus múltiples dimensiones.

ANTECEDENTES DEL CRIMEN ORGANIZADO EN GUATEMALA

Investigar las causas que dieron origen a la criminalidad organizada en Guatemala es una
tarea compleja, sin embargo, existen algunos hechos claves en la historia reciente del país
que podrían explicar el fenómeno criminal, siendo estos:

1. La guerra civil que se libró en Guatemala durante 36 años evitó que el crimen
organizado pudiera articularse y expandirse en el país, por lo que, con el
advenimiento de la nueva era democrática como sistema político y con el final del
conflicto armado, así como con la desestructuración operativa de los grupos
antagónicos que en el conflicto intervinieron, se favorece la criminalidad
organizada.
2. La debilidad del Estado guatemalteco es una realidad innegable, así mismo lo es la
fragilidad de sus instituciones para atender no sólo las demandas de la población
sino para ejercer su autoridad y el monopolio de la fuerza en todo el territorio
nacional.
3. Factores externos como el fenómeno de la globalización económica, tecnológica y
de las comunicaciones igualmente hicieron posible la globalización de la
criminalidad, por lo cual surgen nuevos actores, nuevas amenazas y, sobre todo, se
consolida y expande el crimen organizado local y se vincula a la transnacional.
EFECTOS DEL CRIMEN ORGANIZADO EN EL ESTADO

La población demanda del Estado toda su capacidad y todo su esfuerzo para su protección
ante la avalancha de la criminalidad en la comisión de estos hechos delictivos.
Responsabilidad que el Estado no debe desatender porque es una de sus obligaciones
primarias de acuerdo con la Constitución Política del País. Se incrementa el presupuesto de
la seguridad pública, ya que se tiene que destinar mayor cantidad de recursos para prevenir
y combatir el crimen organizado.

Lo primero que se da es una pérdida de confianza en los funcionarios públicos,


especialmente de aquellos encargados de la prevención, de la investigación y del
juzgamiento de los hechos delictivos y, como consecuencia, se erosiona el estado de
derecho, se trastoca el sistema de justicia penal a través de la corrupción, impunidad y
violencia.

Se penetra el sistema político, al financiar las organizaciones criminales, campañas


políticas, candidaturas a alcaldías y diputaciones y, en algunos casos, hasta candidaturas
presidenciales, con el objetivo de mantener relaciones de poder que les asegure
impunidad.
La criminalidad organizada produce efectos negativos sobre la democracia, porque la
población achaca a la democracia ser la responsable de todos los males que aquejan a la
sociedad. En el caso de la seguridad, la población percibe que las fuerzas de seguridad son
empíricas, ineficientes y corruptas y, en el caso de los derechos humanos, que solo sirven
para defender a los delincuentes, pero el objetivo es el mantenimiento de una crisis o un
caos permanente que permite a las organizaciones criminales actuar impunemente.

PENA DE MUERTE
Con la sentencia emitida por la Corte de Constitucionalidad (CC) el pasado 24 de octubre,
dicho órgano dejó sin efecto la aplicación de la pena de muerte para quienes sean hallados
culpables de parricidio, ejecución extrajudicial, plagio o secuestro, desaparición forzada y
por la muerte del presidente o vicepresidente de la República, y de los demás organismos
del Estado. La Corte, además, expulsó del ordenamiento jurídico la pena capital para los
culpables de la muerte de una o más personas como consecuencia de los delitos
contemplados en la Ley Contra la Narcoactividad.

De acuerdo con la resolución dentro del expediente 5986-2016, los magistrados de la CC


declararon inconstitucionales los párrafos de los artículos 131, 132 Bis, 201, 201 Ter, y 383
del Código Penal y de la Ley Contra la Narcoactividad en los que se normaba la pena de
muerte como sanción máxima; porque estos riñen con los artículos 17, 46 y 149 de la
Constitución Política de Guatemala, los cuales se refieren a que en materia de Derechos
Humanos, los tratados y convenciones ratificados por el Estado tienen “preeminencia sobre
el derecho interno”.

En la sentencia del máximo órgano constitucional, también consta que los artículos que se
refieren a la pena de muerte además contravienen la Convención Americana de Derechos
Humanos –Pacto de San José– ratificada por el Estado de Guatemala, porque se valora la
“peligrosidad” del imputado en los casos sobre delitos de parricidio, ejecución extrajudicial
y caso de muerte de alguno de los presidentes de uno de los tres poderes del Estado.

La CC expuso en la resolución que peligrosidad “es un concepto que resulta absolutamente


inaceptable desde la perspectiva de los derechos humanos, al ser incompatible con el
principio de legalidad y, por ende, contrario a lo establecido en el artículo 17 de la
Constitución, 9 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos”.

La Corte, además, citó la resolución de febrero de 2016 con la que se anuló la pena de
muerte por asesinato; la cual se fundamentó con el mismo argumento que utilizaron en esta
ocasión.

ARTICULOS ANULADOS

Mientras que en los artículos 201 y 201 Ter del Código Penal, también se determinó que
son inconstitucionales porque a su vez violan artículos de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, porque el
Estado de Guatemala legisló, con posterioridad a la suscripción de los acuerdos
internacionales, para extender la ampliación de la pena de muerte.

Dicha violación quedó evidenciada en el caso Raxcacó Reyes versus el Estado de


Guatemala, en el que se aplicó el artículo 201 del Código Penal (reformado por el Decreto
81-96) con lo cual se había ampliado la pena de muerte a acciones no previstas, antes de
ratificar los acuerdos internacionales.

A criterio de Javier Monterroso, investigador del Instituto de Estudios Comparados en


Ciencias Penales (ICCPG), la pena de muerte no se ha abolido en Guatemala, y que la CC
lo que hizo fue dejar sin efecto “los supuestos para imponer esta pena” al declararlos
inconstitucionales porque no solo son contrarias a la Carta Magna, sino que también al
Pacto de San José. “Solo había dos países en América Latina que tenían vigente la pena de
muerte: Cuba y Guatemala”, indicó.

Marco Antonio Canteo, analista independiente, consideró que, con esta sentencia, se deja
sin materia alguna la medida legislativa que pretenda reinstaurar la pena capital en el país,
“para poder realizar esos cambios y añadirles la pena de muerte se tendría que denunciar al
Pacto de San José”, aseguró.

Aunque en el Código Militar –que data del gobierno de Justo Rufino Barrios– está vigente
la pena de muerte para varias violaciones a dicha legislación, el código es “no positivo”
porque no se aplica desde hace varios años, indicó Canteo.

SANCIONES DE PENA DE LIBERTAD

Estas afectan a la libertad del ser humano. La privación de la libertad constituye la única
reacción estatal ante la comisión del delito. Es la pena por excelencia.
Y se manifiesta a través de: de la prisión, la limitación de residencia, prohibición de
residencia, y por la casa por cárcel.
Se entiende cárcel como casa pública destinada para custodiar.
Su fin: según la convención americana sobre derechos humanos, en su articulo 5, inciso 6:
Las penas privativas de libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la
readaptación social de los condenados.
Individualización de la sanción consiste en adecuar la pena a la persona en particular que se
le está imponiendo, o sea es acomodar la pena al individuo sentenciado, porque no todos
somos iguales.
Según el código penal, en su artículo 71, de Modo de Fijación, en donde dice q se tomara
en cuenta: los aspectos subjetivos y objetivos del hecho punible, la importancia de la lesión
o del peligro, circunstancias de modo, tiempo y lugar, calidad de motivos determinantes,
condiciones personales del sujeto activo o víctima según su influencia en la comisión del
delito, conducta del agente posterior al delito, características psicológicas, psiquiátricas y
sociales.
Sus individualizaciones son:
Individualización Legal: El Juez aplica la sanción establecida en la norma, la cual es de
carácter absoluto. No da posibilidades discriminan tes.
Individualización Judicial: Tiene lugar cuando el funcionario judicial o Juez, dentro de los
parámetros mínimos y máximos determina la pena. Este es el sistema o modelo de los
sistemas penales contemporáneos.
Individualización Penitenciaria o Administrativa: Es la mas resiente modalidad de sanción
de la pena y consiste en que los funcionarios de los establecimientos penales o carcelarios,
son quienes determinan, las condiciones de ejecución o de cumplimiento, de la sentencia
impuesta, mediante el llamado:"Tratamiento penitenciario", que no es mas que la atención
técnica y profesional de las personas privadas de libertad.
Funciones No declaradas de la privación de Libertad.
Entendemos por estas funciones no declaradas de las penas de privación de libertad, a
aquellas situaciones que resultan directa o indirectamente, de su aplicación, sin que
oficialmente, se exprese que se busca ese fin.
Se dan en los siguientes ámbitos.
Psico-social: Ejerce una función: Vindicativa (de Venganza).
Y otra de cobertura ideológica: Este en 2 sentidos:
En primer lugar - Se oculta la responsabilidad social en el surgimiento del delito y se le
atribuye toda al delincuente. En segundo lugar - Se da la falsa impresión de que la ley
penal, se aplica universalmente a los que cometen delitos.
Económico: - Tiene una función de reforzamiento a la propiedad privada. También - Se da
un control del mercado libre de trabajo con el llamado etiquetamiento o teoría del labeling
approach. Y - se da también la función de reproducción de la criminalidad.
Político: - Ejerce una función de mantenimiento del estatus quo o estado de las cosas,
dentro del estad o gobierno, y utilizan el derecho penal para eso, - Control sobre las clases
dominantes. - Control de los opositores políticos.
EL REGIMEN PENITENCIARIO

El Sistema Penitenciario bajo su Dirección General en Guatemala, está bien establecido


bajo las leyes del derecho penal y procesal; sin embargo, la ineficiencia, lentitud en los
procesos, las malas prácticas, la corrupción y las mafias, desmerecen su finalidad y lo
vuelven parte de un sistema corrompido. No se puede aplicar una justicia que realmente no
es justicia. El crimen organizado, los poderes oscuros y la política manejan a su antojo las
cárceles y centros penitenciarios. Los privilegios van de acuerdo al poder, posición y
capacidad para mantener y hacer crecer un gran negocio para los grupos de poderes oscuros
internos y externos, y que al final de cuentas ocupan una posición e influencia importante
dentro del Estado.

La comunidad dentro del Centro Penitenciario, correccional o cárcel, a diferencia del


Centro Preventivo en donde están presuntos culpables con casos en proceso, está formada
por reos condenados culpables y muchos casos de condenados que son inocentes, que
también forman parte de la mafia que significa capturar inocentes para salvar a culpables
poderosos y que es parte del negocio ilícito de las Autoridades. Fuentes de riqueza ilícita,
mantienen el pulso de la operación del aparato de Gobernación y Sistema Penitenciario. Lo
que es increíble es que el tema es más que conocido de toda la vida y no le han dado la
importancia necesaria para que el sistema sea íntegro y se maneje adecuadamente conforme
la ley.Esta situación lo saben las autoridades y a pesar de ello el sistema no cambia, lo
único comprensible es pensar que las mismas autoridades forman parte del sistema corrupto
y del gran negocio que representa. El caso Pavón, polémico del año 2006, confirma la
porquería que se maneja entre las autoridades del más alto nivel Judicial y el crimen
organizado.

El sistema de justicia en Guatemala debiera de ser el más íntegro y digno del Estado, por
ser la base del Estado de derecho y certeza jurídica, sin embargo, es corrupto y vulnerable
por las personas que lo dirigen y que llegan a través de procesos políticos

La ley debe ser igual para todos sin importar clase, posición política, poder o estatus
socioeconómico. Desafortunadamente, esto no es así, el poder compra la ley, compra
privilegios y todos tienen un precio. El crimen organizado forma parte importante de los
poderes que manejan el país.
UNIVERSIDAD RURAL DE GUATEMALA

LIC. RAÚL RODÍGUEZ

MÉTODOS Y TÉCNICAS DE INVESTIGACIÓN

DERECHO

NOVENO SEMESTRE

PRIMER TEXTO

DELIA MARÍA SONTAY PELICÓ

15 105 0037

Das könnte Ihnen auch gefallen