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NOVEDAD: ¿Cómo se deben computar los periodos

laborados cuando se reconoce el contrato realidad?


12 de Octubre del 2018

La relación laboral encubierta a través de contratos de prestación de servicios


puede ser reconocida en los periodos efectivamente contratados y laborados,
precisó la Sección Segunda del Consejo de Estado. (Lea: En este evento de
concurrencia de contratos no hay lugar a indemnización por despido sin justa
causa)

Este tipo de vinculaciones a través de contratos de prestación de servicios con el


Estado pueden ser:

-Sucesivas: implican la suscripción de contratos de forma sucesiva, inmediata, sin


que medie la suspensión del objeto o de las actividades contractuales en el tiempo,
es decir, su prestación es continua.

-Interrumpidas: transcurre un lapso entre cada vinculación a través de los


contratos u órdenes de prestación de servicios.

De acuerdo con lo anterior, explica la corporación, cuando el juez administrativo


comprueba la configuración de los tres elementos de la relación laboral (prestación
personal del servicio, continuada subordinación o dependencia y remuneración), se
pueden presentar las siguientes situaciones a efectos de declarar los extremos
temporales laborados:

-Vinculación sucesiva: en estos eventos los periodos a reconocer como relación


laboral serán contabilizados desde la fecha de inicio y hasta la fecha de finalización,
aun así hubiesen mediado múltiples contratos.

-Vinculación interrumpida: en este caso la relación laboral únicamente puede


reconocerse por los perodos efectivamente contratados o debidamente
ejecutados, pues los tiempos reclamados que no consten o cuya prestación no
pueda acreditarse fehacientemente a través de los medios probatorios con que
cuenta la parte demandante no pueden ser tenidos en cuenta para efectos de la
respectiva condena, sin importar si la interrupción es de un día, inclusive.
Esto en virtud de que, conforme con la jurisprudencia unificada del Consejo de
Estado, los derechos prestacionales derivados del contrato realidad son pasibles de
perderse por prescripción extintiva, es decir, por no reclamarse en la oportunidad
que la ley otorga para ese efecto. (Lea: Empleador tiene la posibilidad de desvirtuar
contenido de certificados laborales)

Por último, en cuanto a la forma de demostrar los tiempos de vinculación, la


Sección advirtió que los periodos objeto de reconocimiento judicial por la
configuración del contrato realidad deben ser aquellos efectivamente acreditados a
través del medio de prueba idóneo, siendo este, por regla general, el contrato o la
orden de prestación; medio de convicción que permite en grado de certeza la
determinación de los extremos temporales (M. P. William Hernández Gómez).

Consejo de Estado Sección Segunda, Sentencia 68001233300020130068901


(33002014), Jul. 18/18.

La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia indicó que si bien los artículos 488
y 489 del Código Sustantivo del Trabajo y el artículo 151 del Código Procesal del
Trabajo y de la Seguridad Social, que regulan la prescripción y su interrupción,
nada dicen acerca de la suspensión de este instituto, no debe entenderse
configurada una laguna normativa que obligue a la remisión de normas de estirpe
civil.

En efecto, aclaró que los citados preceptos no contienen un defecto lógico frente a
las consecuencias del simple reclamo realizado al empleador, porque estas
disposiciones regularon íntegramente los efectos de esta figura y al hacerlo solo le
atribuyeron el poder de interrupción:

“Artículo 488. Regla general. Las acciones correspondientes a los derechos


regulados en este código prescriben en tres años, que se cuentan desde que la
respectiva obligación se haya hecho exigible, salvo en los casos de prescripciones
especiales establecidas en el Código Procesal del Trabajo o en el presente estatuto”.
(Lea: Interrupción de la prescripción natural del deudor puede configurarse
ilimitadamente)

“Artículo 489. Interrupción de la prescripción. El simple reclamo escrito del


trabajador, recibido por el empleador, acerca de un derecho debidamente
determinado, interrumpe la prescripción por una sola vez, la cual principia a
contarse de nuevo a partir del reclamo y por un lapso igual al señalado para la
prescripción correspondiente.”

“Artículo 151. Prescripción. Las acciones que emanen de las leyes sociales
prescribirán en tres años, que se contarán desde que la respectiva obligación se
haya hecho exigible. El simple reclamo escrito del trabajador, recibido por el
{empleador}, sobre un derecho o prestación debidamente determinado,
interrumpirá la prescripción pero sólo por un lapso igual.”

Consecuente con ello, advirtió que resulta improcedente cualquier remisión a la


normativa civil, pues la analogía en asuntos del trabajo se encuentra autorizada
siempre que no exista una norma aplicable al caso (M. P. Clara Cecilia Dueñas).

Corte Suprema de Justicia Sala Laboral, Sentencia SL-93732017 (52919), Jun.


28/17

En materia laboral, el reclamo al empleador no suspende la


prescripción
06 de Octubre del 2017

La Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia indicó que si bien los artículos 488
y 489 del Código Sustantivo del Trabajo y el artículo 151 del Código Procesal del
Trabajo y de la Seguridad Social, que regulan la prescripción y su interrupción,
nada dicen acerca de la suspensión de este instituto, no debe entenderse
configurada una laguna normativa que obligue a la remisión de normas de estirpe
civil.

En efecto, aclaró que los citados preceptos no contienen un defecto lógico frente a
las consecuencias del simple reclamo realizado al empleador, porque estas
disposiciones regularon íntegramente los efectos de esta figura y al hacerlo solo le
atribuyeron el poder de interrupción:

“Artículo 488. Regla general. Las acciones correspondientes a los derechos


regulados en este código prescriben en tres años, que se cuentan desde que la
respectiva obligación se haya hecho exigible, salvo en los casos de prescripciones
especiales establecidas en el Código Procesal del Trabajo o en el presente estatuto”.
(Lea: Interrupción de la prescripción natural del deudor puede configurarse
ilimitadamente)
“Artículo 489. Interrupción de la prescripción. El simple reclamo escrito del
trabajador, recibido por el empleador, acerca de un derecho debidamente
determinado, interrumpe la prescripción por una sola vez, la cual principia a
contarse de nuevo a partir del reclamo y por un lapso igual al señalado para la
prescripción correspondiente.”

“Artículo 151. Prescripción. Las acciones que emanen de las leyes sociales
prescribirán en tres años, que se contarán desde que la respectiva obligación se
haya hecho exigible. El simple reclamo escrito del trabajador, recibido por el
{empleador}, sobre un derecho o prestación debidamente determinado,
interrumpirá la prescripción pero sólo por un lapso igual.”

Consecuente con ello, advirtió que resulta improcedente cualquier remisión a la


normativa civil, pues la analogía en asuntos del trabajo se encuentra autorizada
siempre que no exista una norma aplicable al caso (M. P. Clara Cecilia Dueñas).

Corte Suprema de Justicia Sala Laboral, Sentencia SL-93732017 (52919), Jun.


28/17

En este evento de contrato realidad procede la pensión


sanción
25 de Octubre del 2018

Para evitar que los empleadores utilicen su poder para distorsionar la existencia del
contrato de trabajo es que se ha instituido la teoría del contrato realidad y la
presunción contenida en el artículo 24 del Código Sustantivo del Trabajo (CST),
explica la Sala Laboral de Descongestión No. 3 de la Corte Suprema de Justicia.

En efecto, acogiendo los argumentos del ad quem, explicó que entre la actora y la
demandada existió un contrato de trabajo y no una relación de carácter comercial,
conclusión que resultó por las funciones y la jornada laboral que cumplía, junto con
la propiedad de los elementos de trabajo, así como el ejercicio de subordinación por
el gerente y el supervisor de la empresa. (Lea: Conozca cuál es la consecuencia de
no afiliar a los trabajadores al sistema pensional)
Además, en instancia se confirmó la pensión sanción, procedente cuando no se
tiene la condición de afiliado a la seguridad social en pensiones pero se cumplen
más de 10 años de antigüedad y se despide al trabajador sin justa causa.

El caso analizado

Una trabajadora demandó a la empresa de transporte para la cual laboraba con el


objeto de que se declarara la existencia de un contrato de trabajo. En consecuencia,
solicitó se impusiera condena a título de cesantías y sus intereses, vacaciones,
primas de servicio, recargos nocturnos, horas extras, dominicales y festivos, así
como la indemnización moratoria, contemplada en el artículo 65 del CST, la
indemnización por la no consignación oportuna del auxilio de cesantías, el
reintegro de los dineros objeto de retención en la fuente aplicada por la
demandada, la pensión sanción del artículo 267 estatuto referido y la indexación de
las condenas.

Soportó su pedimento en que fue contratada verbalmente por el gerente como


taquillera, con un salario equivalente al 20 % de los pasajes vendidos y el 40 % de
las remesas, hasta el final de la relación laboral.

Aseveró que cumplió una jornada que iniciaba a las 4:30 a. m. y se prolongaba
hasta las 6:00 p. m., todos los días de la semana, incluso dominicales y festivos, en
la que desempeñaba, entre otras labores, las de asear las dependencias, vender
pasajes y remesas, despachar taxis y busetas, diligenciar guías, envío de
correspondencia y diligencias en el banco.

Relató que fue suspendida del cargo que desempeñaba, con fundamento en un
supuesto incumplimiento, en ejecución de un supuesto contrato de agenciamiento.
(Lea: Pensión sanción y pensión de invalidez son compatibles)

El alto tribunal respaldó los argumentos proferidos por el juez de segunda instancia
al acceder a sus pretensiones, y resaltó que la existencia del contrato laboral se
ratificó mediante testimonios, los cuales permitieron acreditar la subordinación, la
prestación del servicio en labores propias del empleador, en donde se encontraba
sometida a horario y como parte de la planta de personal (M. P. Jorge Prada
Sánchez – Sala de Descongestión).

Corte Suprema de Justicia Sala Laboral, Sentencia SL-43962018 (55307), Oct.


10/18.
Los derechos laborales son imprescriptibles. No obstante, el legislador ha previsto
la prescripción extintiva respecto de las acciones que emanan de esos derechos, con
el propósito constitucional de salvaguardar la seguridad jurídica en relación con
litigios que han de someterse a la jurisdicción, recordó la Sección Segunda del
Consejo de Estado.

Por lo anterior, para que opere el fenómeno prescriptivo, se requiere el transcurso


del tiempo establecido para ejercer las acciones correspondientes, que en materia
laboral es de tres años. Este término se debe contar desde el momento en que la
obligación se hace exigible, y es posible su interrupción por un lapso igual.
La decisión también explicó que la Corte Constitucional ha considerado que no se
lesiona al trabajador por el hecho de que la ley fije términos para el ejercicio de la
acción laboral. El derecho de los trabajadores se respeta en todo caso, pues estos
son imprescriptibles y solo se está limitando el ejercicio de la acción.

¿Sabe cuál es el valor probatorio de los certificados


laborales?
28 de Agosto del 2017

Los hechos expresados en los certificados laborales deben reputarse como ciertos, a
menos que el empleador demandado acredite contundentemente que lo registrado
en esas constancias no se aviene a la verdad.

Así lo afirmó la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia, luego de recordar que
los diferentes pronunciamientos de la corporación, a lo largo del tiempo, han
sostenido que el juez laboral debe tener como un hecho cierto el contenido de lo
que se exprese en cualquier constancia que expida el empleador sobre temas
relacionados con el contrato de trabajo, ya sea sobre el tiempo de servicios y el
salario, o sobre otro tema.

En efecto, el alto tribunal indicó que no es usual que una persona falte a la verdad y
dé razón documental de la existencia de aspectos tan importantes que
comprometen su responsabilidad patrimonial. (Lea: Finalización de contrato por
mutuo acuerdo pactando oferta económica no desdibuja retiro voluntario)

Por esa razón, la carga de probar en contra de lo que certifique el propio empleador
corre por su cuenta y debe ser de tal contundencia que no deje sombra de duda, de
manera que, para destruir el hecho admitido documentalmente, el juez debe
acentuar el rigor de su juicio valorativo de la prueba en contrario y no atenerse a la
referencia genérica que haga cualquier testigo sobre constancias falsas.

El caso analizado

En el caso analizado la Sala Laboral dio por acreditada la prestación personal de los
servicios del demandante, luego de analizar las certificaciones laborales que
presentó.

De acuerdo con el pronunciamiento, la corporación no tuvo dudas del peso


probatorio de estos documentos, en tanto fueron suscritos por el gerente general de
la empresa llamada a juicio, persona que tenía atribuciones para representar al
empleador en sus actos jurídicos ante trabajadores y terceros. (Lea: Uso
indiscriminado de contratos de prestación de servicios viola sistemáticamente la
Constitución)

Además, el demandado no suministró ningún elemento de persuasión encaminado


a desmentir lo consignado en estas constancias, sumado a que tampoco pudo
desvirtuar la presunción de existencia de contrato de trabajo derivada de la
prestación personal del servicio que se deducía válidamente de ellas, motivo por el
cual a la Sala no le quedó otra alternativa que tener por demostrado que entre las
partes sí existió un vínculo laboral (M. P. Clara Cecilia Dueñas y Rigoberto
Echeverri).

Corte Suprema de Justicia Sala Laboral, Sentencia SL-66212017 (49346), May.


3/17

Uso indiscriminado de contratos de prestación de servicios


viola sistemáticamente la Constitución
19 de Julio del 2017

Una sentencia reciente de la Corte Constitucional concluye que “el uso


indiscriminado de contratos de prestación de servicios constituye una violación
sistemática de la Constitución Política de 1991”. (Lea: Las indicaciones de la Corte a
jueces para fallar vulneraciones a estabilidad laboral reforzada)

De ahí que la jurisprudencia ha establecido el momento en que se configura una


relación laboral, con independencia del nombre que le asignen las partes al
contrato; así mismo, ha sido enfática en sostener que, de acuerdo con lo dispuesto
en el artículo 53 superior, el principio de primacía de la realidad sobre las
formalidades debe aplicarse en las relaciones laborales entre particulares y en las
celebradas por el Estado.

Al respecto, vale la pena recordar que la Corte ha señalado que,


independientemente del nombre que las partes asignen o denominen al contrato, lo
realmente relevante es el contenido de la relación de trabajo. Así las cosas, se dará
una relación laboral cuando:

- Se presten servicios personales

- Se pacte una subordinación que imponga el cumplimiento de horarios


o condiciones de dirección directa sobre el trabajador y

- Se acuerde una contraprestación económica por el servicio u oficio


prestado.

Por el contrario, existirá una relación contractual regida por la Ley 80 de 1993 en
los siguientes eventos:

- Cuando se acuerde la prestación de servicios relacionada con la


administración o funcionamiento de la entidad pública.

- Cuando no se pacte subordinación, porque el contratista es autónomo


en el cumplimiento de la labor contratada.

- Cuando se acuerde un valor por honorarios prestados.

- Cuando la labor contratada no pueda realizarse con personal de


planta o se requieran conocimientos especializados, es decir, cuando la
entidad pública requiera adelantar labores ocasionales, extraordinarias o
que temporalmente exceden su capacidad organizativa y funcional, pues se
desdibujaría la relación contractual cuando se contratan por prestación de
servicios a personas que deben desempeñar exactamente las mismas
funciones que, de manera permanente, se asignan a los empleados públicos.
Finalmente, la providencia agrega que esta protección del contrato realidad, la cual
no es ajena a las relaciones civiles, tiene por finalidad reflejar la materialidad del
acuerdo y no solo en su forma, por cuanto “las dimensiones propias del contrato de
trabajo se pueden aplicar a otro tipo de situaciones que subrepticiamente
envuelvan relaciones laborales”.

En el caso concreto, una entidad pública vulneró los derechos fundamentales de


una madre cabeza de familia en condición de enanismo, luego de desconocer
abiertamente su estado de necesidad y negar la renovación de sus actividades
laborales, con fundamento en que los contratos de prestación de servicios no son
susceptibles de mutar a un contrato realidad y, por esta razón, no era posible
brindarle estabilidad en su labor (M.P. Aquiles Arrieta).

Corte Constitucional, Sentencia T-104, Feb. 17/17

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