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Javier Raso
Rafael Pagán
Javier Raso y Rafael Pagán pertenecen al Departamento de Producción Animal
y Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Zaragoza.
ANTECEDENTES
Desde los comienzos de la humanidad, la conservación de los alimentos ha sido
una preocupación constante del hombre para asegurar su supervivencia. Las
rudimentarias y empíricas prácticas de conservación originales fueron de una u
otra forma copiadas de la naturaleza. La conservación por el calor, al contrario que
otros métodos de conservación como el frío o la deshidratación, no tienen su
homólogo en la naturaleza. El calor fue el último procedimiento artesanal de
conservación de los alimentos utilizado por el hombre y el primer proceso
tecnológico aplicado por la industria.
1. TEORÍA DE LA CONGELACIÓN :
El punto de congelación de un alimento es aquella temperatura en la que
coexisten, en equilibrio, el agua y pequeños cristales de hielo. Sin embargo, para
que un cristal de hielo pueda formarse debe primero existir un núcleo de
moléculas de agua, es decir, debe producirse primero lo que se denomina
"nucleación". Existen dos tipos de nucleación: la homogénea ( la orientación al
azar de las moléculas de agua), y la heterogénea ( la formación del núcleo sobre
partículas en suspensión o sobre la pared celular). La nucleación más corriente en
los alimentos es la heterogénea. La eliminación rápida del calor da lugar a la
formación de un gran número de núcleos. Las moléculas de agua se desplazan
preferentemente hacia los núcleos ya existentes, formando nuevos núcleos.
La congelación rápida da lugar, por tanto, a la formación de un gran número de
cristales de hielo.
Sin embargo, como resulta difícil identificar las distintas temperaturas eutécticas
individuales en la compleja mezcla de solutos que constituye los alimentos, se
utiliza el término "temperatura eutéctica final", que es la temperatura eutéctica más
baja de los solutos de los alimentos ( por ejemplo: para los helados es de - 55 °C,
para la carne de - 50 a - 60 °C y para el pan de - 70 °C. La máxima formación de
cristales de hielo no se consigue hasta que no se alcanza ésta temperatura. Como
los alimentos nunca se congelan a temperaturas tan bajas, siempre contienen
cierta proporción de agua no congelada.
Cambios de volúmen: Como el volúmen del hielo es un 9 % superior al del agua,
es esperable que durante la congelación de los alimentos, se produzca un
aumento del tamaño.. Este cambio que se produce varía considerablemente de
acuerdo con los siguientes factores:
1) Contenido en agua: a mayor contenido en agua, mayor aumento de
volumen.
2) Disposición celular: los tejidos vegetales poseen unos espacios
intracelulares, rellenos de aire, que absorben los incrementos internos de
volumen sin que se aprecien cambios importantes en el volumen global.
3) La concentración de solutos: las concentraciones elevadas de solutos
bajan el punto de congelación. Por ello, los alimentos con una
concentración de solutos muy elevada, ni se congelan, ni se dilatan, a las
temperaturas de congelación normalmente utilizadas en la industria.
4) La temperatura del freezer: determina la proporción de agua congelada
y, por tanto, el grado de dilatación.
Los compuestos cristalizados (el hielo, las grasas y los solutos, entre otros)
cuando se enfrían, se contraen, con lo que el volumen del alimento se reduce.
Durante la congelación, el calor del alimento pasa, por conducción, del interior a la
superficie y de ella al medio de congelación. Los factores que determinan la
velocidad de esta transferencia calórica son:
1) La conductividad térmica del alimento.
2) El área del alimento expuesta al intercambio.
3) La distancia que el calor deberá atravesar.
4) La diferencia de temperatura entre el alimento y el medio de congelación.
5) El efecto aislante de la capa superficial de aire que rodea el alimento.
4. RECRISTALIZACIÓN:
Los cambios físicos que se producen en los cristales de hielo ( por ejemplo:
cambios de forma, tamaño y orientación ) conocidos en su conjunto como "
recristalización"son responsables de gran parte de la pérdida de calidad de los
alimentos congelados. En los alimentos se producen tres tipos de recristalización,
de la cual trataremos la más importante que ocurre en los alimentos:
Re-cristalización migratoria: Se produce por incremento del tamaño de los
cristales más grandes a expensas de los más pequeños. Como
consecuencia, el número global de cristales desciende y su tamaño medio,
aumenta.
Esta re-cristalización es la más importante de las que se producen en los
alimentos y tiene lugar, principalmente, como consecuencia de fluctuaciones
en la temperatura de almacenamiento.
Cuando el calor penetra en un congelador ( por la entrada de aire caliente al
abrir la puerta) la superficie del alimento más próximo se calienta
ligeramente.
El calentamiento hace que los cristales de hielo se fundan parcialmente, que
los cristales grandes se hagan más pequeños y que los pequeños
desaparezcan. La fusión de los cristales aumenta la tensión de vapor y hace
que el agua migre a zonas con tensión de vapor más baja. Todo ello provoca
que las partes del alimento más próximas al foco de calor se deshidraten.
Cuando la temperatura en el mismo desciende de nuevo, la presión de vapor
no da lugar a nuevos núcleos, sino que es captada por los cristales de hielo
ya existentes que, en consecuencia, aumentan de tamaño. La pérdida de
calidad que todo ello provoca es semejante a la que se produce en la
congelación lenta.
5. DESCONGELACIÓN :
Cuando un alimento se descongela al aire, el hielo superficial se funde,
formando una capa de agua cuya conductividad térmica son inferiores a las del
hielo. Como consecuencia, la velocidad de transmisión de calor hacia el interior
del alimento se reduce. Este efecto aislante aumenta a medida que la capa de
alimento descongelado va adquiriendo grosor (por el contrario, durante la
congelación a medida que la capa de hielo se hace más gruesa, la velocidad de
transferencia de calor aumenta). Por lo tanto, a igual salto de temperatura, la
descongelación es un proceso sustancialmente más lento que la congelación.
Además, las pérdidas por goteo liberan sustrato para posteriores degradaciones
enzimáticas y microbianas. La contaminación microbiana de los alimentos
debida a una lavado o escaldado inadecuados muestran intensamente sus
efectos en este período. El salto térmico utilizado en la descongelación de
alimentos a escala doméstica es menor ( 25 - 40 °C) que el que se suele utilizar
a escala industrial, por lo que el período de descongelación es , en este último
caso, más largo y, por tanto, el riesgo de contaminación y causantes de
alteraciones, es mayor. Algunos alimentos se cocinan inmediatamente después
de su descongelación, por lo que el calentamiento rápido a estas temperaturas
resulta suficiente para la destrucción de su carga microbiana. Otros, en cambio,
no reciben antes de su consumo tratamiento térmico culinario alguno y deben,
por tanto, consumirse poco tiempo después de su descongelación (helados,
crema, pasteles congelados y tartas congeladas).
Técnica de Congelado
Al congelar alimentos se presentan varios cambios:
1) El frío cocina.
2) El frío cambia la estructura de la textura de muchos alimentos.
3) El frío fija el sabor.
4) El frío extrae la humedad de los alimentos.
Asimismo podemos puntualizar:
Los alimentos deben estar primero a temperatura de refrigerador ( entre 4 y
8 °C ) y después pasarlos al freezer al sector de máximo frío para un
congelado lo más rápido posible.
Deben conservarse embalados en: bolsas de nylon de grosor adecuado
( no menos de 18 a 20 micrones), en papel aluminio o en recipientes de alta
densidad.
Los paquetes, bolsas y recipientes deben armarse tratando de quitar la
mayor cantidad de aire posible.
Cuando se congelan líquidos (salsas, guisos, etc.) es conveniente dejar un
espacio para que se expandan y aumenten cómodamente de volumen.
Todo debe contar con etiquetas que identifiquen el contenido, fecha de
envase y de vencimiento.
Los alimentos se pueden recongelar cuando cambian de estado. Se pueden
guardar crudos o cocidos.
Los cocidos que se descongelan deben consumirse a la brevedad dentro de
las primeras 24 a 48 hrs. y los crudos, se deben cocinar y volver a congelar.
Las verduras que ingresan en el freezer deben hacerlo o cocinadas en
algunos puntos menos o blanqueadas, pero nunca crudas.
El blanqueado se realiza de a medio kilo de verdura por vez. Para ello se
hace hervir abundante agua con o sin sal y cuando rompa el hervor,
sumergir la verdura elegida. Cocinar 3 minutos a partir que retoma el
hervor, escurrir y pasar rápidamente por agua helada. Pasar a la heladera
para que se enfríe bien, escurrir, secar, acomodar en una bandeja y
precongelar. Cuando se endureció, pasarlas a bolsas o recipientes y
mantener en el freezer. A medida que se necesiten, echar porciones de
verdura congelada en agua hirviendo, dejar que tomen su punto, escurrir y
servir.
Las microondas son por sí mismas muy peligrosas: si uno colocara la mano dentro
de un microondas en marcha, resultaría dañada en pocos minutos.
Existen muchas dudas respecto de la acción de las microondas sobre los
alimentos.
La radiación de microondas se muestra altamente activa en las soluciones
acuosas de las células vivas, que comprenden un 70 - 80 % de los organismos
celulares. Pero queda afectada solamente la radiación espontánea de los
radicales libres, y es un hecho conocido que éstos son un factor fundamental en la
formación de células cancerosas. Un radical libre es una partícula atómica
ionizada, en la cual queda una valencia libre. Entonces, de acuerdo a esto: