Alemania, a través de la política educativa de concientización ambiental, se ha
enfocado en transformar los patrones conductuales de las personas en relación
con el cuidado del medio ambiente; las líneas educativas están caracterizadas en tres líneas; 1) “ negocios como siempre”, que consiste en mantener el espíritu de éxitos negociadores; 2) “escenario de eficiencia”, mejoramiento de la tecnología y su eficiencia; 3) Transformación estructural e incremento de la conciencia, característica que implica el cambio individual para lograr la efectividad del comportamiento que contribuya a un sano ambiente, tanto para la sociedad como para el Estado.
De esta manera, la nación alemana determina que las estructuras sociales,
económicas y ecológicas, no se presentan en forma distante, ni son miradas como espectros rivales, lo que se pretende es la protección y conservación de los recursos naturales es la base de la vida, la productividad económica, y la responsabilidad social, todo como un solo cuerpo. Por lo anterior, Alemania, trabaja por ciudadanos integrales y consientes y es por la inversión que establece en la Educación y en el desarrollo tecnológico en beneficio de la sustentabilidad que ha alcanzado lo que muchos países no han logrado: estar en el camino de posicionar el tercer escenario y buscar lo que muchos países deseen pero pocos se esmeran por concretar : lograr que cada individuo tome conciencia de la responsabilidad que le corresponde en el cuidado del medio ambiente y satisfacer la salvaguarda del único planeta que tenemos. Así entonces, Alemania está en una fase de modificación de su sistema energético hacia un uso mayoritario de energías renovables, concretamente la energía solar y la eólica que para el 2018, constituyen en el 32 % de la electricidad consumida por los alemanes, objetivo que para el 2030, ha de ser de 50 % y 80% para el 2050; en la actualidad, cuentan con 23.000 turbinas para producción de electricidad con energía eólica, y más de 1,4 millones de instalaciones de energía solar fotovoltaica. En conclusión Con la transición energética el compromiso alemán para la protección del clima continuará y se seguirá desarrollando. No obstante, también se acoplara a los cambios globales y se enfrentará a retos presentes y futuros. En este escenario sobre todo, tienen que visibilizar que un sistema energético que se basa mayormente en energías renovables permite establecer precios de energía competitivos con el nivel internacional y contribuye a lograr un suministro estable de energía dentro del país.