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EL CEREBRO HUMANO:
desafíos para el Siglo XXI
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Francisco Mora
Profesor de Fisiología Humana de la
Facultad de Medicina de la UCM
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vive en un medioambiente determinado. cognición, abstractos e ideas y
Precisamente conocer el medio ambien- lenguaje. Se piensa que sí. Que
te específico, EL AMBIOMA, que inte- el cerebro humano ya trae al
racciona con esos genes en cada tipo nacimiento unas plantillas o
de enfermedad será una de las tareas moldes o troqueles o redes
más importantes del presente siglo. El neuronales genética-
ser humano, a lo largo de toda su his- mente pre-organizadas
toria personal, está siempre inmerso en a través de conexiones
un constante proceso de construcción de sí neuronales que son
mismo; por eso el hombre no tiene más desti- especie-específicas y que
no que el que él mismo se construye. Por eso, son las que permiten el rápi-
también, por esa naturaleza siempre cam- do aprendizaje de los princi-
biante, nunca podremos conocernos a pales procesos que, además
nosotros mismos pero sí, en buena de la supervivencia (la ingesta
medida, hacernos a nosotros mismos. de agua y alimentos y la agresión o el lati-
do cardíaco o la respiración, hasta aquellos
Uno de los grandes desafíos de este otros que permiten el reconocimiento de caras
siglo es llegar a conocer los códigos de funcionamiento de nuestro y sus significados) determinan la cognición y la
cerebro que como especie traemos impresos al nacimiento. El ser hu- conducta humanas. Códigos innatos, que permi-
mano, su cerebro, no viene al mundo como una tabula rasa. En esa ten aprender rápido a responder y cambiar en
construcción de nuestros cerebros, en esa interacción genoma-ambio- función a las condiciones variables del medio
ma, el cerebro ya viene al mundo con unos códigos de funcionamiento ambiente cultural como son las redes que sos-
heredados a lo largo de dicho proceso evolutivo que tienen el proceso de la abs-
ha durado más de 500 millones de años. Cierto que Por esa naturaleza tracción, principio básico del
ello refiere, fundamentalmente, a los códigos que siempre cambiante, nunca conocimiento y el lenguaje.
guían la construcción del cerebro en torno al desarro- podremos conocernos a Es decir, la base de los proce-
llo de conductas básicas. nosotros mismos pero sí, sos mentales que permitirían
en buena medida, hacernos grabar y borrar sus conteni-
La pregunta que se hace la Neurociencia actual es a nosotros mismos dos constantemente. Y toda-
si verdaderamente existe un pre-cableado en el cere- vía más allá, los códigos que
bro del recién nacido que le permite elaborar y construir, tan rápida- proporcionan la construcción de la ética o nues-
mente como lo hace, la realidad humana que le rodea, sentimientos, tra percepción estética, el arte, la belleza.
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CON MANO ajena
Con todo, el desafío nuclear de las Neurociencias en este siglo será ave- beres en humanísticos y científicos. La nueva cul-
riguar como se construyen los procesos mentales conscientes (los proce- tura, la Neurocultura, puede ser una nueva carpa
sos subjetivos) sobre la base de ese cerebro hecho de cé- a través de la cual se puedan
lulas y moléculas (procesos objetivos). Es el gran problema Esta nueva cultura, unir definitivamente Ciencias
del reduccionismo. Expresado en otras palabras si se quie- neurocultura, será y Humanidades creando una
re. ¿Cómo transforma mi cerebro los procesos biológicos una nueva revolución unidad de esos dos mundos
moleculares y celulares, en esa percepción y sentimiento producida por el hasta ahora divorciados. Un
consciente que nos embarga por ejemplo ante la belleza conocimiento científico proceso que posiblemente
o ante un profundo y significado juicio ético? ¿Qué trans- cambiará los parámetros que
forma el juego de las neuronas en sentimiento y en ese “saber que sé”, y ya comienzan a alumbrar, como ya señalé al princi-
en ese “saber que tú sabes que yo sé lo que tú sabes”? Sin duda, hallar pio de este artículo, la Filosofía, la Ética, la Econo-
los elementos cerebrales que constituyen la experiencia subjetiva será mía, la Sociología, el Derecho y el Arte y hasta la
un descubrimiento de enorme magnitud que exigirá una revolución en la misma Religión. En alguna medida, yo creo impor-
biología y muy probablemente una transformación radical del pensamien- tante, esta nueva cultura será una nueva revolución
to científico. Como ya he señalado muchas veces, nos encontramos en la producida por el conocimiento científico.
Neurociencia Cognitiva a la espera de la llegada de un verdadero Mesías,
un genio que como Copérnico o Darwin, Einstein o Watson y Crick nos
señale el nuevo camino a seguir. Este será quizá el más grande desafío Bibliografía
del siglo XXI.
Mora, F. Neurocultura. Madrid: Alianza Editorial, 2007.
Mora, F. Como funciona el cerebro. Madrid: Alianza Editorial,
Y quizá un último desafío de este siglo resida en profundizar en nuestros 2009.
conocimientos acerca de cómo el cerebro cambia y se moldea en función Mora, F. El bosque de los pensamientos. Madrid: Alianza Edi-
torial, 2009.
específica a la cultura en que se vive. Es como esa carpa invisible que nos
envuelve y que nos determina, fundamentalmente cuando somos niños,
que incluye idioma, ideas, patrones de conducta, valores y normas, que
transforma nuestro cerebro y nos hace devenir diferentes y a concebir
el mundo de modo diferente a las gentes que viven en otras culturas.
Lo cierto es que estamos entrando en una nueva cultura en el mundo
occidental. Nueva cultura que yo llamo NEUROCULTURA y que entiendo
como un proceso de reevaluación de las humanidades desde la Ciencia.
La neurociencia se adentra ya en ese proceso de construcción de una
teoría unificada de lo humano, más allá de la tradicional división de los sa-
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