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LUNARES/NEVUS:

 DEFINICIÓN

Los lunares (también llamados nevos o nevus) son pequeños


crecimientos cutáneos, generalmente oscuros, que se desarrollan a
partir de las células productoras de pigmento de la piel
(melanocitos).

 La mayoría de las personas tienen lunares pero la tendencia a desarrollar lunares


atípicos es, a menudo, hereditaria.
 Se deben realizar biopsias en los lunares y los lunares atípicos en los que se ha
producido un cambio significativo para descartar posibles melanomas.
 La mayoría de los lunares no cancerosos (benignos) no requieren tratamiento pero
los que son incómodos o representan una preocupación estética pueden ser
extirpados con un bisturí, administrando un anestésico local.

Los lunares varían en tamaño, pueden ser puntos pequeños o llegar a medir más de 2,5 cm
de diámetro, pero generalmente miden menos de 1 cm y suelen ser menores de 6 mm. Casi
todas las personas tienen algunos lunares y muchas pueden tener gran cantidad de ellos.
Las personas con más de 50 lunares tienen un riesgo algo mayor de desarrollar
un melanoma, una neoplasia melanocítica cancerosa (maligna). Estas personas deben
observar periódicamente los cambios que puedan producirse en los lunares (véase
el ABCDE del melanoma), y hacérselos revisar periódicamente como parte de su atención
primaria.

Pueden ser planos o abultados, lisos o rugosos (verrugosos), y en algunos de ellos crecen
pelos. Los lunares suelen ser de color carne, amarillo, marrón, gris azulado, o casi negro.
Algunos son rojos al principio, pero suelen oscurecerse.

Los lunares suelen desarrollarse durante la infancia o la adolescencia, y los ya existentes


suelen expandirse (en proporción al crecimiento del cuerpo) y oscurecerse. En algunos
casos, siguen desarrollándose durante toda la vida y pueden aparecer en cualquier parte del
cuerpo. Responden a cambios en los niveles hormonales en las mujeres y pueden
oscurecerse durante el embarazo. Una vez formados, permanecen durante toda la vida y se
pigmentan menos y abultan más con el tiempo (se vuelven más carnosos). En personas de
tez clara, se producen con más frecuencia en las zonas de la piel expuestas al sol.

 CARACTERÍSTICAS:

 PREVENCIÓN:

Prevención

Las siguientes medidas pueden ayudar a limitar la aparición de lunares y el


melanoma, la principal complicación de estos.

Presta atención a los cambios

Familiarízate con la ubicación y patrón de tus lunares. Examínate regularmente


la piel para detectar cambios que puedan indicar la presencia de melanomas.
Hazte autoexámenes una vez al mes sobre todo si tienes antecedentes
familiares de melanoma. Hazte un examen de cuerpo entero con la ayuda de
espejos que incluya el cuero cabelludo, las palmas y las uñas de los dedos de
las manos, las axilas, el pecho, las piernas y los pies, incluidas las plantas de
los pies y los espacios que hay entre los dedos. Revisa también el área genital
y entre los glúteos.

Habla con el médico sobre los factores de riesgo de padecer melanoma y si


necesitas hacerte un examen de piel profesional en forma regular.

Protégete la piel

Toma medidas para protegerte la piel contra la radiación ultravioleta (UV); por
ejemplo, protégete del sol o de las camas solares. La radiación ultravioleta se
ha relacionado con un mayor riesgo de tener melanoma. Además, los niños
que no fueron protegidos contra la exposición solar tienden a manifestar más
lunares.

 Evita las horas en las que el sol está más fuerte. Para muchas personas en
Norteamérica, los rayos solares son más fuertes entre las 10 a. m. y las 4 p. m.
Programa actividades al aire libre para otros momentos del día, incluso en días
nublados o en invierno.

 Usa protector solar todo el año. Aplícate protector solar alrededor de


30 minutos antes de salir al aire libre, aun los días nublados. Utiliza un protector
solar de amplio espectro que tenga un factor de protección solar de, al menos,
15. Aplícatelo generosamente y vuelve a aplicarlo cada dos horas, o con más
frecuencia si estás nadando o sudando. La American Academy of Dermatology
(Academia Americana de Dermatología) recomienda usar un protector solar de
amplio espectro, resistente al agua y que tenga un factor de protección solar de,
al menos, 30.

 Cúbrete. Las gafas de sol, los sombreros de ala ancha, las mangas largas y otra
ropa de protección pueden ayudarte a evitar los nocivos rayos UV. Además, es
aconsejable que uses prendas fabricadas con tela especialmente tratada para
bloquear la radiación UV.

 Evita las lámparas de bronceado y las camas solares. Las lámparas de


bronceado y las camas solares emiten radiación UV y pueden incrementar el
riesgo de padecer cáncer de piel.
 PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

 Análisis de la piel
 El ABCDE del melanoma
 En ocasiones, biopsia

Por lo general, se reconocen fácilmente debido a su aspecto característico: Son simétricos y


redondos u ovalados, con bordes regulares. No pican ni duelen y no son un tipo de cáncer.
Sin embargo, a veces los lunares pueden convertirse en un melanoma o parecerse a él. De
hecho, muchos melanomas comienzan en los lunares. Un lunar o nevo que tenga un aspecto
sospechoso se debe extraer y examinar al microscopio (biopsia).

Los siguientes cambios en un lunar son signos de alarma de melanoma (conocidos como el
ABCDE del melanoma):

 A: asimetría; apariencia asimétrica (es decir, una mitad no parece igual que la otra)
 B: bordes; bordes irregulares (es decir, bordes borrosos o dentados, que no están
bien definidos ni son lisos)
 C: color; cambios de color en el interior del lunar, colores inusuales, o color
significativamente distinto o más oscuro que en otros lunares del cuerpo.
 D: diámetro; más de 6 mm de ancho, más o menos el tamaño de la mayoría de las
gomas de borrar de los lápices.
 E: evolución; lunar nuevo en alguien mayor de 30 años o un lunar que cambia de
aspecto.

Si un lunar ocasiona dolor, pica, sangra, produce piel seca o si tiene cualquier signo que
advierta de melanoma, se debe realizar una biopsia. Si el lunar resulta ser canceroso, es
posible que se necesite una segunda operación para extirpar la piel que lo rodea.

 COMPLICACIONES

Complicaciones

El melanoma es la complicación principal de los lunares. Algunas personas


tienen un riesgo mayor que el promedio de que sus lunares se vuelvan
cancerosos y se conviertan en melanoma. Entre los factores que aumentan el
riesgo de padecer melanoma se encuentran los siguientes:

 Nacer con lunares grandes. Este tipo de lunares se llaman «nevos


congénitos». En un bebé, estos lunares se clasifican como grandes si
miden más de 2 pulgadas (5 centímetros) de diámetro. Incluso un lunar
grande rara vez se vuelve canceroso y casi nunca antes de que el niño
llegue a la pubertad.

 Tener lunares poco comunes. Los lunares que son de forma irregular y
más grandes que un lunar común se conocen como «nevos (displásicos)
atípicos». Suelen ser hereditarios. Y, por lo general, tienen centros de
color marrón oscuro y bordes desparejos más claros.
 Tener muchos lunares. La presencia de más de 50 lunares comunes
indica un mayor riesgo de padecer melanoma. Dos estudios añaden a la
evidencia que la cantidad de lunares predice el riesgo de tener cáncer.
Uno de esos estudios demostró que las personas de 50 años con
20 o más lunares en los brazos tienen más riesgo de presentar melanoma.
En el otro estudio, se halló una relación entre la cantidad de lunares de las
mujeres y el riesgo de cáncer de mama.

 Tener antecedentes personales o familiares de melanoma. Si has


tenido melanoma, tienes un mayor riesgo de que un lunar se vuelva
canceroso. Además, algunos tipos de lunares atípicos provocan una forma
genética de melanoma.

 TRATAMIENTO:

Ante la sospecha de degeneración se puede recurrir a la Dermatoscopia antes de realizar una


extirpación quirúrgica con el fin de evitar una cicatriz innecesaria.
La Dermatoscopia puede evitar cirugías innecesarias al descartar la malignidad de algunos
“lunares”.

Todas las personas tienen lunares que en ocasiones superan los 50 y que pueden localizarse
en cualquier zona del cuerpo. La mayor parte de las veces, aparecen antes de los 20 años.

Los lunares aumentan de tamaño durante la pubertad y el embarazo y con la exposición al sol
se oscurecen.

Hay un tipo de lunares (nevus) que presentan cambios que los hacen sospechosos de que
puedan estar malignizándose. Estos cambios serían los siguientes:

A. ASIMETRÍA: Se debe trazar una línea imaginaria en la mitad del lunar. Cuanta mayor asimetría
existe entre ambos lados, mayor es el riesgo de malignidad.
B. BORDES: Bordes poco definidos, irregulares con entrantes y salientes como un mapa, esto
significará una mayor necesidad de control.
C. COLOR: La coloración heterogénea con diferentes tipos de color dentro del lunar y una
distribución no uniforme del pigmento, implica mayor riesgo de malignización.
D. DIAMETRO: Nevus con un diámetro mayor a 6mm. implica mayor riesgo.
E. ELEVACIÓN: Otro signo de alarma es cuando la superficie del lunar se eleva.

 APLICACIÓN DEL PROCESO ENFERMERO:

 CUIDADOS DE ENFERMERÍA
 BIBLIOGRAFÍA
https://www.msdmanuals.com/es-pe/hogar/trastornos-de-la-piel/crecimientos-
cut%C3%A1neos-benignos/lunares
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/moles/symptoms-causes/syc-
20375200

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