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IV BIM.
TRILCE PRIMARIA
LOCUTORIO REN@TRIX
CEL :992444616
LECTURA
Índice
Pág .
La bobina maravillosa
Érase una vez un principito que no quería estudiar. Cierta
noche, después de haber recibido una buena reprimenda por
su pereza, suspiro tristemente, diciendo: ¡Ay! ¿Cuándo seré
mayor para hacer lo que me apetezca?
Y he aquí que, a la mañana siguiente, descubrió sobre su cama una
bobina de hilo de oro de la que salió una débil voz: Trátame con
cuidado, príncipe. Este hilo representa la sucesión de tus días. Conforme
vayan pasando, el hilo se irá soltando. No ignoro que deseas crecer
pronto... Pues bien, te concedo el don de desenrollar el hilo a tu antojo,
pero todo aquello que hayas desenrollado no podrás ovillarlo de nuevo,
pues los días pasados no vuelven. El príncipe, para cerciorarse, tiró con
ímpetu del hilo y se encontró convertido en un apuesto príncipe. Tiró un
poco más y se vio llevando la corona de su padre. ¡Era rey! Con un
nuevo tironcito, inquirió: Dime bobina. ¿Cómo será mi esposa y mis
hijos? En el mismo instante, una bellísima joven, y cuatro niños
surgieron a su lado. Sin pararse a pensar, su curiosidad se iba
apoderando de él y siguió soltando más hilo para saber cómo serían sus
hijos de mayores. De pronto se miró al espejo y vio la imagen de un
anciano decrépito, de escasos cabellos nevados. Se asustó de sí mismo
y del poco hilo que quedaba en la bobina. ¡Los instantes
de su vida estaban contados! Desesperadamente,
intento enrollar el hilo en el carrete, pero sin
lograrlo. Entonces la débil vocecilla que ya
conocía, habló así: Has desperdiciado tontamente
tu existencia. Ahora ya sabes que los días perdidos
no pueden recuperarse. Has sido un perezoso al
pretender pasar por la vida sin molestarte en hacer
el trabajo de todos los días. Sufre, pues tu castigo.
El rey, tras un grito de pánico, cayó: había consumido la existencia sin
hacer nada de provecho.
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2. ¿Qué es lo que deseaba el principito?
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Visión: _________________________________________
Honorarios: _________________________________________
Demandar: _________________________________________
Abonarle: ___________________________________________
¿Quién otra lo podía hacer? dijo tío Conejo. Bien me lo habían dicho,
que no la vieran tan grande que hasta que da miedo, pero con un
corazón que es un Sol! Lo que vamos a hacer es que yo voy a amarrarle
una punta de esta soga de la cola y la otra voy a ver cómo se la amarró a mi vaquita.
Cuando todo esté listo toco en mi tambor. Al oír el redoble, se me pone usted a jalar con
toda alma.
Ni diga más tío Conejo, no me llamo tía Ballena si no se la saco aunque esté hundida
hasta los cachos.
De veras, tío Conejo amarró la soga de la cola de tía Ballena y después el muy bribón,
cogió tierra adentro haciéndose el agradecido. Apenas calculó que la otra no lo veía se
puso a bailar en una pata y a cantar.
Después se fue a buscar a tío Elefante y cuando lo divisó se hizo el encontradizo: ¡Ay tío
Elefante, sólo Dios pudo habérmelo traído! ¡vieras en las que ando!
¿Qué es lo que pasa hombre? preguntó tío Elefante.
¿Pues qué me había de pasar? Que le parece que tengo una novillita que se me ha metido
en un pantano a media legua de aquí y no hay modo de sacarla. Allí estoy desde buena
mañana sudando la gota gorda y la pobrecilla cada vez se hunde más. Mire tío Elefante,
usted que es tan fuerte y tan noble, que dicen que nadie le gana, por qué no hace una
gracia conmigo y de un tironcillo con su trompa, como quien no quiere la cosa, me la
saca.
Tío Elefante le dijo que bueno, que le explicara lo que tenía que hacer.
Tío Conejo contestó: Pues nada más que dejarse amarrar el extremo de esta soga de su
trompa. Enseguida iré yo y con mil y tantos trabajos amarraré mi novillita de la otra
punta. Cuando todo esté listo redoblaré en mi tambor y entonces usted se pone a jalar
con toda alma porque está muy metida.
No tengas cuidado y aunque fuera más pesada que mil vacas juntas yo la saco. Si eso es
un juguete para mí. Amará bien, hombre.
Tío Conejo le amarró bien la soga en la trompa y luego se alejó muy agradecido.
Así que estuvo a la mitad de la distancia entre los dos, sacó el tambor y se puso a
redoblar.
Tía Ballena comenzó a tirar, pero la vaquita no tenía ganas de salir. Tío Elefante jalaba y
jalaba y nada.
Comprensión de lectura
I. Después de leer atentamente la historia, responde las siguientes preguntas:
1. ¿Quiénes son los personajes de la historia?
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2. ¿Qué habían planeado tío Elefante y tía Ballena?
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3. ¿Cuál era el plan de tío Conejo?
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6. ¿Qué ocurrió cuando tío Elefante y tía Ballena empezaron a tirar de la soga?
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La gallinita colorada
Había una vez, una gallinita colorada que encontró un grano de trigo.
"¿Quién sembrará este trigo?", preguntó. "Yo no", dijo el cerdo. "Yo no",
dijo el gato. "Yo no", dijo el perro. "Yo no", dijo el pavo. "Pues
entonces", dijo la gallinita colorada, "lo haré yo. Clo - clo". Y ella sembró
el granito de trigo.
Muy pronto el trigo empezó a crecer asomando por encima de la Tierra.
Sobre él brilló el Sol y cayó la lluvia, y el trigo siguió creciendo y
creciendo hasta que estuvo muy alto y maduro.
"¿Quién cortará este trigo?", preguntó la gallinita. "Yo no", dijo el cerdo.
"Yo no", dijo el gato. "Yo no", dijo el perro. "Yo no", dijo el pavo. "Pues
entonces", dijo la gallinita colorada, "lo haré yo. Clo - clo!". Y ella cortó
el trigo.
"¿Quién desgranará este trigo?", preguntó la gallinita. "Yo no", dijo el
cerdo. "Yo no", dijo el gato. "Yo no", dijo el perro. "Yo no", dijo el pavo.
"Pues entonces", dijo la gallinita colorada, "lo haré yo. Clo - clo!". Y ella
desgranó el trigo.
"¿Quién llevará este trigo al molino para que lo conviertan en harina?",
preguntó la gallinita. "Yo no", dijo el cerdo. "Yo no", dijo el gato. "Yo
no", dijo el perro. "Yo no", dijo el pavo. "Pues entonces", dijo la gallinita
colorada, "lo haré yo. Clo - clo!". Y ella llevó el trigo al molino y muy
pronto volvió con una bolsa de harina.
"¿Quién amasará esta harina?", preguntó la gallinita. "Yo no", dijo el
cerdo. "Yo no", dijo el gato. "Yo no", dijo el perro. "Yo no", dijo el pavo.
"Pues entonces", dijo la gallinita colorada, "lo haré yo. Clo - clo!". Y ella
amasó la harina y horneó un rico pan.
"¿Quién comerá este pan?", preguntó la gallinita. "Yo", dijo el cerdo.
"Yo", dijo el gato. "Yo", dijo el perro. "Yo", dijo el pavo. "Pues no", dijo
la gallinita colorada, "lo comeré Yo. Clo - clo!". Y se comió el pan con
sus pollitos.
I. Después de leer atentamente la historia, responde las siguientes
preguntas:
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S e m b r a r e l tr ig o
D e s g r a n a r e l tr ig o
H o rn e a r e l p a n
L le v a r e l t r ig o a l m o lin o
C o r ta r e l t r ig o
E l p a n e s ta lis t o p a r a c o m e r lo
Cuento del
siglo XXI
Rob, Rab y Rub son tres hermanos robots que viven cerca de mi
casa.
Rob es todo plateado y tiene muchos botones de colores en el pecho.
Rab es dorado. Su cabeza está cubierta de resortes y sus ojos se
iluminan cuando habla.
Rub parece un arco iris. Su cabeza es verde. Tiene cuerpo violeta,
manos naranjas y pies amarillos.
Rob, Rab y Rub pueden hacer muchas cosas. Ayudan a la gente
cuando están muy atareados. No cobran nada. A cambio sólo piden un poco de aceite
para sus tuercas. Lo que más le gusta es reciclar y cuidar los jardines y las plazas. Saben
arreglar cualquier artefacto descompuesto, incluso cocinan y sacan a pasear al perro, si se
lo pedimos con amabilidad.
La mejor amiga de los Robots es una
gran computadora. Con ella han formado
un conjunto musical que por las noches
da serenatas para los niños que no se
pueden dormir.
Silvia Zurdo
Comprensión de lectura
I. Completa:
- Rob es plateado. ( )