Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Sin luz no habría fotografía, eso lo sabemos como que la necesitamos para ver
con nuestro ojos, de ahí que la palabra fotografía tenga como significado "escribir
con luz". Debemos tener claro que la luz es nuestra principal materia prima a la
hora de hacer una fotografía.
La luz proviene de una fuente de energía que pueder ser natural (el sol) o artificial
(un flash, una bombilla) y se transmite en línea recta hasta llegar a los objetos.
Y gracias a que la luz está formada por varias longitudes de onda, según la
superficie donde incidan los rayos, nuestro ojo percibe esos cambios de longitud
como los distintos colores. Así, cuando vemos un objeto de color verde, resulta
que su superficie refleja en mayor medida el verde, y absorbe el azul y rojo.
Esto nos da la clave para entender el comportamiento de los filtros en fotografía; si
usamos un cristal transparente azul para filtrar la luz, este dejará pasar la luz azul
y absorberá los demás colores. Pero de los filtros hablaremos más adelante.
Ahora vamos a ver como gracias a un orificio pequeño se puede formar una
imagen, o lo que es lo mismo: el funcionamiento de la antigua cámara oscura, los
comienzos de la fotografía.
Pero claro, esto es muy rudimentario, y la imagen que se forma está poco definida,
dispersa. Por eso se empezó a usar lentes sustituyendo ése arcaico orificio.
Unas lentes convergentes (como las de una lupa) que se ocupan de
concentrar más luz y converger los rayos, para que de esta forma la luz se
dirigiese de forma más precisa al lugar de incidencia formando imágenes más
parecidas a la escena original. Es exactamente lo que hacemos cuando
intentamos enfocar una escena con nuestras cámaras actuales, disponer las
lentes para conseguir una imagen nitida y con suficiente luz.
Nos falta el último elemento para tener sentadas las bases de la fotografía; el
material fotosensible. Sin éste, lo único que hemos estado haciendo hasta ahora
es representar objetos o escenas. Desde que se empezaron a usar lentes en la
cámara oscura hasta que se inventó un material fotosensible pasaron más de
trescientos años. El material fotosensible se ocupa de captar y fijar la imagen, y en
la actualidad lo podemos diferenciar entre materiales analógicos (película) y
digitales (sensores). Tema del que también trataremos más adelante.
Creo que los siguientes posts sobre los temas restantes no serán tan largos y
teóricos como este, !pero había que quitarse de encima lo antes posible toda esta
teoría! ¿Alguna duda?. En el siguiente post hablaremos de las partes importantes
de la cámara.
Ahora trataremos un tema algo más práctico. Para ello necesitaremos un par de
herramientas: nuestra cámara y un destornillador pequeño. O en su defecto un
cuchillo jamonero para poder ver las entrañas de nuestra cámara. Bueno... mejor
os cuento lo que hay dentro de una cámara y vosotros os lo imagináis, dejémoslo
en algo teórico de momento.
Voy a hacer el recorrido de las partes más importantes siguiendo el camino que
sigue la luz al entrar en nuestra cámara, principalmente una réflex:
Aquí podéis ver una pequeño esquema de una cámara réflex por fuera.
Visor: Es la parte de la cámara que nos permite ver la escena que vamos a
fotografiar. Según el tipo de cámara puede ser diferente. Si hablamos de una
réflex, el visor es una ventanita pequeña por la que gracias a una serie de lentes y
espejos colocados estratégicamente podemos ver la escena tal y como la captará
nuestro sensor a través del objetivo. Aunque en la actualidad se está incorporando
a la mayoría de las cámaras réflex el modo LiveView. El cual consiste en que el
sensor se ocupa de captar la escena y nos la muestra en tiempo real por la
pantalla de la cámara. Proceso que realizan las cámaras compactas digitales.
Y aquí podéis ver una cámara por dentro pasada por el "cuchillo jamonero"
Más de una vez habrás presenciado una escena impresionante que has querido
captar con tu cámara. Una puesta de sol por ejemplo. Pero al ver los resultados en
la pantalla te das cuenta de que no tiene nada que ver con la realidad, que los
detalles que tú apreciabas y que hacían la escena tan bonita no están en la foto,
en la cual sólo se aprecia parte de lo que observabas. Esto ocurre porque
nuestros ojos funcionan de forma distinta a como lo hace una cámara de fotos. Y
de eso hablaremos hoy.
En algo si que hay similitudes entre el ojo y la cámara, pero sólo en la forma de
captar la luz. Ya hemos visto en capítulos anteriores como funciona una cámara y
sus partes. Por lo que estamos en condiciones de decir que: el objetivo por donde
entra la luz, equivale en nuestros ojos a la córnea y la pupila; el diafragma de la
cámara se corresponde con el iris, encargado de dejar entrar más o menos luz en
el ojo; la lente del objetivo es a su vez el cristalino del ojo, necesario para enfocar
a varias distancias; y el material fotosensible, o sensor del ojo, es la retina, donde
se encuentran las células fotorreceptoras.
Y ahora veamos las diferencias entre lo que vemos con nuestros ojos y lo que la
cámara puede hacer, que es lo importante. En escenas con alto
contraste nuestro ojo se puede adaptar fácilmente y podemos apreciar las zonas
oscuras tan nitidas como las zonas iluminadas. En el caso de que nos
encontremos en una habitación a oscuras y la única fuente de luz provenga de
una ventana, podemos apreciar los detalles que hay tanto dentro como fuera de la
ventana con la misma nitidez. Esto no lo puede hacer una cámara, por lo que
debemos escoger que zona queremos que salga bien iluminada en nuestra foto, si
la más oscura o la más iluminada. Ya hablaremos de técnicas para conseguir en
estas situaciones una foto donde todo esté bien iluminado.
En esta foto opté por exponer bien la parte más iluminada. Como véis lo demás
queda en negro, si hiciéramos lo contrario, la ventana quedaría en blanco total.
Este es un ejemplo de
desenfoque selectivo;
enfocamos la zona donde
queremos que se centre la
atención del espectador.
Fotografía de LordFerguson
De cualquier forma algunas tienen opciones de uso manual, por lo que pueden ser
ideales para iniciarse en el mundo de la fotografía si no se ha tenido ningún
contacto anteriormente.
Son cámaras un poco más avanzadas que las anteriores, aunque su diferencia
principal con las ultracompactas es el zoom óptico que en estas cámaras puede
llegar hasta los 18x.
También suelen ser mayores de tamaño (ya no caben en el bolsillo), con mayor
presencia. Es un paso anterior a las réflex digitales, aunque ya veremos que no
son comparables.
Siguen siendo cámaras compactas, puesto que el objetivo sigue siendo fijo. Son
más versátiles que las ultracompactas ya que el zoom óptico nos permite otro tipo
de fotografías donde se utilizan focales más largas (Primeros planos, fotografía de
naturaleza, etc...). Son mas caras que las compactas y (normalmente) más
baratas que las réflex.
Son mas caras y pesadas, pero también son las que más calidad de imagen dan a
poco que se invierta en buenas ópticas, además permiten un control total de los
parámetros, por lo que si de verdad te gusta la fotografía y pretendes avanzar en
este mundo, sin duda es tu elección.
Aunque en el capítulo anterior vimos de forma general las virtudes y los defectos
de cada tipo de cámara, vamos a intentar hacer un resumen
donde esquemáticamente podamos ver que nos ofrece y en que falla cada una
de ellas. Empecemos:
Ventajas réflex * Visor tipo réflex (vemos directamente a través del objetivo) *
Buena ergonomía * Objetivos intercambiables * Compatibilidad con objetivos
analógicos mediante accesorios * Gran calidad de imagen * Gran cantidad de
funciones y programas * Buenos sitemas de medición de luz * Enfoque rápido *
Posibilidad de colocarle flash externo * Gran control sobre la profundidad de
campo * Gran cantidad de accesorios * Muchas posibilidades fotográficas * Mayor
rango de sensibilidades ISO * Incluyen formato RAW (Negativo Digital) * Los
últimos modelos incorporan previsualización en pantalla y estabilización
Probablemente esta sea la gran pregunta que todos nos hacemos antes de
afrontar la compra de una cámara digital: ¿Qué cámara necesito? ¿Qué cámara
me compro?. En este articulo, intentaremos ver cual es la manera correcta de
afrontar la compra de TU cámara perfecta. Empezamos:
Si tenemos intención de comprar una cámara, lo primero que habría que pensar
es: ¿Para que la quiero? ¿Que tipos de fotos quiero hacer? ¿Que aspiraciones
fotográficas tengo?.
Si tenemos claras las respuestas, la elección será, sin duda, mucho mas fácil. No
es lo mismo querer una cámara para hacerte fotos con los amigos, que para
usarla en fotografía de naturaleza, por ejemplo.
Una vez que tengamos decidido qué tipo de cámara nos viene mejor, sabiendo
las ventajas e inconvenientes de cada una de ellas, podremos seguir unas pautas
comunes para hacer una buena elección. Vamos a verlas:
Por poner un ejemplo, una cámara puede subir de precio por tener grabación de
vídeo, pero puede que a nosotros no nos interese esa característica por cualquier
motivo, por lo que seria absurdo pagar por ello, ¿no crees?. De igual manera esa
misma cámara puede que no tenga esa función que de verdad nos interesa, por lo
que al final, no habremos hecho una buena compra.
Por tanto tenemos que ser consecuentes con lo que queremos que nos ofrezca la
cámara y buscar aquella que más se ajuste a nuestras necesidades.
Ojos de pez. Son los objetivos con el mayor angulo de visión, alcanzan los 180º o
más, y su distancia focal suele estar entre los 6 y los 16mm. Si no tienes
cuidado al hacer una foto con estos objetivos puede que hasta tus pies salgan en
la foto, o algo más si la haces con el 6mm del que nos hablaba Victoriano en otro
post, capaz de abarcar unos 220º. Estos objetivos suelen distorsionar demasiado
las lineas rectas, por lo que se suelen usar buscando ese efecto tan característico
que producen.
En este esquema podemos ver la relación entre una focal y su angulo de visión. Y
os aconsejo ver este enlace donde hacen una demostración práctica.
Y por último, y no menos importante, debemos tener en cuenta siempre el
factor de multiplicación. Esta clasificación que hemos visto está realizada en
terminos de fotografía analógica o para un sensor con tamaño de 35mm(full-
frame), que es el tamaño que siempre han tenido las películas de carrete. Pero
claro, en fotografía digital no todos los sensores tienen el mismo tamaño, y para
conocer a cuanto equivale nuestra distancia focal en terminos de 35mm debemos
llevar a cabo una simple operación. Si por ejemplo en nuestra cámara digital
tenemos montado un objetivo 12-60mm y el factor de multiplicación para nuestro
sensor es de 2, lo que hacemos en multiplicar la distancia focal por ese factor, por
lo tanto en realidad estamos disparando con un 24-120mm en terminos de 35mm.
Esto nos ayudará a conocer el angulo de visión real de nuestro objetivo.
Espero que esto os ayude a escoger tal o cual objetivos según vuestras
necesidades.
Hoy vamos a hablar de los tipos de plano. Habrás oído mil veces hablar de
planos americanos, primeros planos... para designar la cantidad de persona que
se incluye en una foto o en una toma de vídeo. ¿Pero realmente conocemos qué
es exactamente cada uno de ellos? Hagamos un repaso:
PRIMER PLANO: Deja ver el rostro y los hombros. Implica cierto grado de
intimidad y confidencialidad, así que con su uso podremos transmitir emociones
más intensas que con los demás.
PRIMERÍSIMO PRIMER PLANO: Abarca un rostro desde el mentón hasta la
parte de arriba de la cabeza. Transmite incluso más intimidad y confidencialidad
que el primer plano.
Más datos Decimos que un plano es más abierto cuanto más ángulo de visión
abarca. Por el contrario, uno cerrado será aquel que muestra partes concretas
de una escena o detalles, es decir, poco ángulo. Del mismo modo
decimos "abrir el plano" o "cerrar el plano" para referirnos a aumentar y
disminuir la distancia focal respectivamente. Por tanto, cuanto más nos acercamos
al gran angular, más abrimos el plano y cuanto más nos acercamos al teleobjetivo
más lo cerramos.
La cámara está por encima de los ojos del sujeto, transmitiendo la sensación
de que éste está en una posición débil, de inferioridad con respecto a la persona
que ve la foto. Llevado al extremo máximo, colocaremos la cámara sobre el objeto
o el sujeto a fotografiar, entonces se llama plano cenital.
Plano normal
Para hacer fotos de personas tanto el nadir como el cenital son complicados,
pues casi no nos permiten ver el rostro.
Hay que ser cuidadoso con los contrapicados al fotografiar a personas, este
ángulo puede reflejar una papada exagerada. E incluso, si el sujeto mira a la
cámara, puede producirse una doblez en la papada que dará al traste con
nuestra foto.
Como conclusión me gustaría sugeriros que analizáseis la angulación de los
planos en películas o pinturas y veréis que más allá de la fotografía existe un
lenguaje común entre las artes visuales. Descubrirlo y aprender a usarlo es el
camino para hacer grandes fotos.
Piensa que las Memory Stick y las xD Media funcionan para dispositivos Sony
y Olympus respectivamente.
Las Compact Flash y SD son las más extendidas y hay marcas de gran
calidad.
La gran mayoría disponen de un ámplio rango de capacidades.
Finalmente y a modo de consejo muy personal, os recomendaría no adquirir la
última tarjeta de alta capacidad que funcione en vuestra cámara. Aquella con la
que podáis hacer tropecientas fotografías sin tener que cambiarla. La razón es
sencilla. Imaginad que tenéis almacenadas 100 o más fotos de vestras vacaciones
en algún lugar remoto del planeta. Y por aquellas cosas de la vida, la tarjetita falla.
¿Os imagináis el disgusto que os llevaríais si se pierden todas éstas? Minimiza
este riesgo utilizando dos o tres tarjetas. Y por favor, no las utilices para
almacenar fotos indefinidamente. Están más seguras en tu ordenador. Cuando
llegues a casa descárgalas siempre.
Entre los primeros tenemos algunas opciones como los Epson-P3000 o Epson-
P5000 (el de la fotografía). Son dispositivos destinados a almacenar nuestras
fotografías, a partir de backups de las tarjetas de memoria o conexión USB Host.
Cuentan como reclamo con sus pantallas a partir de las cuales se pueden explorar
los archivos (desde el backup en el disco duro o desde la tarjeta) en diversos
formatos que incluyen muchas veces el RAW. Además son capaces de reproducir
música en varios formatos y tienen una salida de vídeo para ver tus fotos en la
televisión. Otros ejemplos de estos dispositivos sería el M80 de Canon (¡ojo! sólo
lee los RAW de Canon), el SVP-0638 o el SVP-0326 de Starblitz.
La gran pega de estos dispositivos: su alto precio.
Por otro lado tenemos también aquellos discos duros portátiles que simplemente
sirven para hacer los backups de las tarjetas de memoria, ya que no disponen de
una pantalla para navegar entre los archivos. El resto de ventajas son las mismas
que las anteriores opciones con el añadido de que el precio es bastante más bajo,
con lo que se convierte en la mejor opción si únicamente quieres vaciar la tarjeta
para continuar fotografiando. Algunos ejemplos serían los discos de Nexto (Ultra
ND-2525, el de la fotografía a tu derecha, OTG Express ND-2300), el Sony HDPS-
M10 (que no solo lee Memory Stick) o mi viejete Rimax DFS Plus (que es lento a
más no poder y que debe estar descatalogado).
Además de estos aparatos electrónicos destinados a estas funciones, no hay que
olvidar que hoy en día podemos aprovechar otros dispositivos para que cumplan la
misma función. Es el caso de reproductores de mp3 y mp4 como iPod, Creative
Zen, Archos, etc. que mediante adaptadores se pueden convertir en nuestras
unidades de almacenamiento e incluso reproductores. A falta de pan buenas son
tortas y éstos son unos apaños que nos pueden ahorrar unos cuantos euros.
Para rematar esta entrega, no quiero dejar de anotar aquellas variables que hay
que tener en cuenta antes de comprar un disco duro portátil con lector de tarjetas:
Además de utilizarla para que nuestra fotografía esté bien expuesta, podemos
someterla a nuestra creatividad. Ejemplos de ello serían los siguientes:
Aspectos técnicos
Prácticas
Experimenta con un grifo abierto (un pequeño chorro de agua bastará) con
distintas velocidades. Trata de congelar el agua que cae con velocidades altas
y trata de conseguir un fino y uniforme hilo con velocidades bajas. Usa la
prioridad a la velocidad para no tener que preocuparte de nada más (y no
derroches demasiada agua).
Prueba fotografiar coches en la noche con velocidades bajas. Aquellas que te
permitan que el coche aparezca en la foto junto a la estela que dejen sus luces
y aquellas en las que ni el coche aparezca (velocidades más bajas).
Juega a disparar fotografías con velocidades bajas mientras cambias la
distancia focal. Te sorprenderán los resultados.
Prueba a fotografiar niños o mascotas jugando, personas realizando una
actividad física, etc. en exteriores y con velocidades muy altas. A ver que
detalles eres capaz de captar.
Intenta colocar un elemento estático y otro móvil en el encuadre. Busca que
velocidad es la mejor para lograr la sensación de movimiento. Será más fácil si
lo haces en condiciones de baja iluminación, no lo hagas a plena luz del día...
Coméntanos por aquí que resultados has obtenido.
En Xataka Foto ya hemos hecho multitud de referencias a la velocidad de
obturación en algunas fotografías en concreto o en consejos para determinados
tipos de fotos. Os aconsejamos dedicar un rato a los posts de nuestra categoría
de trucos y consejos para encontrar múltiples ejemplos o ideas relacionados con la
velocidad de obturación.
El segundo número es el que veremos hoy, el llamado numero f, que nos indica
la luminosidad del objetivo, o sea, la capacidad del mismo de meter luz a la
cámara, a traves del diafragma
Como veis el numero f siempre viene representado de esta forma 1:xx, siendo 1 la
mayor capacidad de meter luz que puede tener un objetivo y siendo el siguiente
número la capacidad máxima del objetivo que tenemos.
La teoría está muy bien, pero ¿En que influye la apertura del diafragma a la hora
de hacer una foto?
Imaginad que quereis hacerle una foto a dos Ipod nano, el modelo 2G y el modelo
nuevo, el 3G. Lo que pretendemos es darle más importancia al nuevo que al
viejo, por lo que el nuevo lo ponemos en primer plano y el viejo en un segundo
plano. El punto de enfoque lo ponemos sobre el nuevo.
Ahora vamos a abrir el diafragma lo máximo que nos permita el objetivo en esa
focal, en nuestro caso 4.6 y seguimos poniendo el punto de enfoque en el Ipod 3G
Bueno, esto es otra cosa. Al haber abierto el diafragma hemos hecho lo que se
llama un enfoque selectivo y ahora el ipod 3G está claro que es el protagonista
de la foto, quedando el ipod 2G desenfocado. Este efecto será aún más marcado
cuanto más luminoso sea el objetivo.
Todo depende de las condiciones de luz y, sobre todo, de qué queramos lograr.
Como punto de partida pensemos que si necesitamos más luz para lograr una
buena exposición podemos lograrla o bien abriendo el diafragma o haciendo
exposiciones más largas, esto es, haciendo que las velocidades de obturación
sean más lentas.
Este efecto se logra con diafragmas muy abiertos, que reducen muchísimo la
profundidad de campo. En el caso de la foto del ejemplo, se trata de un f1.4 con el
foco sobre el elemento metálico de la mano de la chica, dejando fuera de foco el
primer término de la imagen y el fondo.
Por cierto, fijaos en esas formas como manchas suaves de color que toman los
objetos desenfocados por delante y por detrás de la zona que está enfocada. Esa
"atmósfera" que crean las lentes con diafragmas muy abiertos recibe el nombre
de bokeh.
Abrir el diafragma al máximo no siempre es suficiente para lograr una exposición
adcuada. En esos casos tenemos que pasar a jugar con las velocidades de
obturación para ganar luz.
A practicar!
Las cámaras de hoy en días nos permiten cambiar la sensibilidad por medio
de sus menús. ¿Pero a qué nos referimos cuando decimos "sensibilidad"? No, no
podrás lograr que la cámara se emocione con tus fotos. Pero sí le podrás ajustar
su forma de actuar con la luz, en cierta manera regular las "ganas" con las que
absorbe la luz existente.
Si analizamos la cantidad de luz en los "cubos" del sensor, veremos que cada
uno de ellos contiene una cantidad determinada. Unos han quedado llenos, otros
medio llenos y otros vacíos. Esto significa que algunas partes de la imagen están
sobreexpuestas, otras bien expuestas y otras subexpuestas.
Intentemos ahora sacar otra foto, pero con poca luz y volvamos a analizar los
cubos. Veremos que ninguno de ellos se ha llenado en la pequeña fracción de
tiempo que hemos empleado en la exposición. Casi todos han quedado a medio
llenar (o a medio vaciar, si eres pesimista).
Utilizamos el ISO para decirle a la cámara que los cubos se deben esforzar
para absorber el doble, el triple o más luz durante las exposiciones.
Independientemente de cuánto dure la exposición. Es por ello que, sobre todo en
fotografía analógica, uno se puede referir a la sensibilidad de la película como
"velocidad". Por ejemplo, una película de 400ISO es más rápida que una 50ISO,
porque en el mismo tiempo capta mucha más luz. Como es lógico, en función del
tipo de fotografía y las circunstancias de luz se escogerá una "velocidad" u otra.
RELACIÓN ENTRE ISO Y RUIDO El ISO tiene relación directa con el ruido de una
imagen. Si subes el ISO a niveles altos se notarán granos gordos en tu imagen.
Que a un determinado nivel de ISO se note más o menos el ruido depende de la
calidad del sensor. Normalmente, en las cámaras de alta gama y profesionales, a
niveles de ISO altos, pese a ser perceptibles, se notan menos que en las cámaras
para aficionados.
En cualquier caso, cuando queramos lograr la mayor nitidez en nuestras
fotografías es recomendable usar la sensibilidad más baja disponible, aunque
haya que emplear un trípode o una bean bag para que la exposición sea la
correcta. Esto es, el valor de ISO más bajo.
Este post es el primero de una pequeña serie sobre el Autofocus (AF, de ahora
en adelante), un útil automatismo de nuestras cámaras que aunque nos
parezca increíble no ha existido siempre. ¿Cuándo fue el primero? ¿Qué cambios
introdujo? ¿Qué consideraciones debemos tener en cuenta en su uso?
El primer AF data de mediados de los 80. Hasta entonces sólo existían lentes
con foco manual (MF). Aunque los primeros modelos (como el Maxxum 7000 de
Minolta) eran mucho más sencillos y menos fiables que los de hoy en día, lo
cierto es que el AF introdujo cambios en la forma de fotografiar.
En un principio, los fotógrafos profesionales, educados en un mundo de
MF, achacaban al AF la pérdida de oportunidades fotográficas por su lentitud
y su poca eficacia. Un problema añadido era que aquellos primeros modelos con
sistema de AF, sólo hacían foco en el punto central del cuadro. Todo esto
resultaba en que los profesionales, sólo usaban el AF cuando disparaban fotos
que no tenían demasiada importancia, manteniendo su técnica de MF para
trabajar.
Desde los primeros modelos de AF, que hacían foco solamente en el punto central
del cuadro, hasta los actuales, más complicados, se ha hecho necesario el uso
del bloqueo del enfoque. Se trata de una técnica consistente en conseguir
enfocar el sujeto que queramos tener nítido y fotografiarlo evitando que el AF nos
juegue una mala pasada.
¿Cómo nos puede jugar una mala pasada el AF? Pues enfocando continuamente
sin que seamos capaces de fijarlo en el objeto que queremos. Ahí entra el AF-
LOCK.
Esta técnica es imporante, pues hoy en día, pese a que los AF están muy
perfeccionados, se sigue utilizando. Y no sólo con el enfoque, sino también
cuando medimos la luz, esta vez, empleando el bloqueo de la exposición, AE-
LOCK.
Imaginemos que llevamos nuestro AF programado para que enfoque con el punto
central, porque creemos que con una lente determinada es el mejor, o el único
como le ocurría a los primeros modelos de AF, y queremos fotografiar un objeto
dejándolo en un lado del cuadro. ¿Cómo hacemos? Bloquearemos el enfoque con
la función AF-LOCK (AF-L).
Recuerda: 1. Enfocamos con el punto de enfoque que por el motivo que sea más
nos convenga. 2. Bloqueamos el enfoque con el AF-L. 3. Reencuadramos. 4.
Disparamos.
Como resulta normal, no en todas las situaciones podremos usar el mismo tipo de
Autofocus. No es lo mismo fotografiar a sujetos estáticos, a sujetos que en
cualquier momento pueden comenzar a moverse o a sujetos que se están
moviendo.
Cada situación a fotografiar tendrá unas particularidades que nos llevarán a elegir
el modo de autofocus que mejor se adecúe.
Las cámaras Fujifilm réflex (de la serie S) guardan gran similitud con las Nikon y
sus modos de enfoque son los mismos.
Hasta aquí, como véis, las principales marcas son muy similares. Simplemente
cambian la nomenclatura de sus modos de enfoque, aún siendo básicamente los
mismos. Pero aquí, Olympus introduce una variación que puede resultar
interesante.
Es importante que conozcas tus lentes. Es frecuente que las lentes sean más
precisas enfocando en el centro que en los lados. Averigua cuáles son las
particularidades de tus lentes y sé consciente de ello cuando las uses, lograrás
unas imágenes mejor enfocadas.
Si tus lentes enfocan mejor en el centro evita hacer siempre composiciones poco
atractivas que giren siempre en torno al centro de la imagen. No me cansaré de
repetirlo, acostúmbrate a usar el bloqueo del enfoque (AF-LOCK).
2. Vertical. Más conocido como formato retrato, por tratarse del más adecuado
para los retratos de medio cuerpo. Produce sentimiento de fuerza y enfatiza
las líneas y planos verticales. También este formato confiere más poder visual
a las diagonales. Es ideal para el retrato de cuerpo entero y primer plano,
además de ser el más utilizado comercialmente para publicidad, revistas,
portadas de libros, etc.
Tamaño del encuadre. Del mismo modo, hay una tendencia natural a no
acercarse al motivo, a no recortarlo. Es habitual encontrar fotografías en los
que todo queda tan general que no sabemos dónde mirar y es debido a que no
hemos realizado una correcta composición, por lo que hay que
intentar aproximarnos al motivo y llenar el encuadre para que el espectador
capte rápidamente lo que queremos mostrar. En los retratos se enfatiza mucho
si llenamos el encuadre y es un recurso que nos puede ayudar mucho a
mejorarlos. Sólo hay que fijarse en las fotografías en prensa, donde es habitual
encontrar primeros planos donde el rostro suele tener la frente cortada o no es
mostrado completamente.
Conclusiones: todas estas indicaciones nos pueden ayudar a mejorar, pero como
siempre hay que tener en cuenta que las reglas no son inflexibles y que lograr una
fotografía bien encuadrada que funcione depende mucho de nuestra creatividad.
De todas formas, experimentado y, sobre todo, disparando mucho en diferentes
encuadres aprenderemos nosotros mismos a mejorar los encuadres.
Es importante que sepamos hasta dónde los razonamientos a los que llegan
las máquinas son fiables y, sobre todo, en qué momento debemos dejar los
automatismos a un lado, tomar la iniciativa y guiar nosotros el proceso para
lograr exactamente lo que buscamos.
Esta forma de proceder no sólo se aplica a la nieve, sino también a todos los
objetos blancos como paredes, vestidos, etc.
OBJETOS NEGROS Ocurre justo lo contrario con los objetos negros. Un gato
negro dará una medición errónea. Refleja un 9 por ciento de la luz que recibe,
mientras que el fotómetro de la cámara asume que se trata de un objeto muy
oscuro reflejando 18 por ciento de la luz recibida.
Partiendo del planteamiento anterior, la cámara sugerirá un tiempo de
exposición demasiado lento, para que ese objeto "tan" oscuro se vea bien,
resultando una imagen sobreexpuesta.
La Luna Cuando intentamos fotografiar la luna, sin duda, se produce uno de esos
casos en los que no debemos hacerle caso a la medición de la cámara. En el mes
de enero hablábamos acerca de cómo hacer fotos de la luna.
Si estamos haciendo fotos del cielo, nunca midamos en el suelo, casi siempre
es varios diafragmas más oscuro que el cielo y quemaremos este último. Por el
contrario, si vamos a fotografiar el suelo, evitemos medir en el cielo o lo dejaremos
muy oscuro.
¿Cómo se enfrenta uno a las situaciones en las que la diferencia entre zonas
luminosas y de sombras es mayor? Filtros ND, horquillado de la exposición, etc.
Poco a poco iremos aprendiendo todas estas cosas en XatakaFoto.
Abordamos un nuevo tema del curso que guarda gran relación con el tema, ya
tratado, del encuadre. Tenemos que seguir practicando para lograr entrenar
nuestro ojo y asimilar de forma intuitiva las normas o reglas de la composición.
No existen unas reglas fijas que se puedan aplicar para realizar una composición
vigorosa, por lo que hay que desarrollar nuestra visión fotográfica, basada en la
experiencia y en el conocimiento de ciertas normas. Por lo que es necesario y útil
conocer los principios básicos de la composición para mejorar nuestras
fotografías.
La regla de los tercios. Esta archiconocida y clásica regla nos dice que el centro
de atención debe colocarse en la intersección de las líneas imaginarias que
dividen una fotografía en tres partes de arriba abajo y de izquierda a derecha.
Supone una excelente ayuda para establecer la estructura de la
composición en una imagen. Cualquier cámara incorpora la posibilidad de
mostrarnos esta cuadrícula en la pantalla y que nos resulta útil para componer.
Hay que tenerla muy en cuenta en fotografías de paisajes, por ejemplo, y evitar
situar el horizonte en el centro del encuadre. Por lo que si tenemos un cielo
muy interesante podemos colocar el horizonte en el tercio inferior y darle
protagonismo. También es aplicable en el caso opuesto. Del mismo modo,
podemos ayudarnos de las líneas verticales para situar a una persona en un
paisaje, o bien, en un retrato vertical, situar los ojos en el tercio superior. Es
recomendable, en estos casos, tener en cuenta la también conocida ley de la
mirada, con la que situaremos más espacio libre hacia el lugar donde miran los
ojos.
A practicar se ha dicho.
El color, es esa longitud de onda que rechazan absorber los cuerpos y nuestro
cerebro las interpreta más o menos de la misma manera en todo cerebro humano
(absténganse daltónicos), dando lugar a lo que conocemos como los colores
La retina de nuestra cámara como sabéis, es el sensor que está compuesta por
millones de cuadraditos homogéneos caracterizados por su brillo y color, los
píxeles.
Los Píxeles
Los píxeles están precedidos por una malla conocida como Mosaico de
Bayer formada por 50% de filtros verdes, un 25% de rojos y un 25% de azules.
Interpolando dos muestras verdes, una roja, y una azul se obtiene un píxel de
color. ¿Por qué hay tanto verde? Porque el ojo humano es más sensible a dicho
color. Esta es la archiconocida y deseada información cruda, “el RAW” que más
tarde procesaremos nosotros en nuestro ordenador en lugar de hacerlo la propia
cámara.
La información del color de ese píxel (determinada por Red Green Blue) se
almacena en unos 24 bits donde a cada componente le corresponden 8 bits. En
las imágenes de 32 bits hay un componente adicional (alfa) que afecta a la
transparencia del color de ese píxel. Y así es como las cámaras sacan más de
16.7 millones de colores diferentes, que dicen que son los que puede distinguir
un humano. El conjunto de esos millones de cuadraditos homogéneos darán lugar
a la fotografía.
Algunas cámaras digitales y los programas de retoque digital nos ofrecen distintos
tipos de espacio, de perfiles de color para trabajar en RGB ( Adobe RGB, Apple
RGB, ColorMatch , sRGB, ProPhotoRGB )
Sin embargo, en todo este siglo pasado nunca pareció calar hondo el color como
forma de expresión en la fotografía artística y la gran mayoría de los fotógrafos
siguieron utilizando el blanco y negro.
Con la aparición de Photoshop en los 90, y ahora más tarde, con la digitalización
de la fotografía, el color parece que está tomando más fuerza que nunca en ese
aspecto.
Yo creo que antes era bastante complicado tomar el control sobre cada
color de la fotografía; y ante un rojo rebelde que pudiera distraer al espectador del
elemento principal de la imagen pues parecía conveniente neutralizar todo el color
para que así no se distrajera uno y se pudiese concentrar totalmente en el
mensaje.
Quizá esta, pudiera ser una razón de fondo que justificase esa reivindicacióndel
mensaje sobre la forma por parte de los puristas que desprecian las posibilidades
digitales a la hora de manejar el color y toman como más fácil prescindir
directamente de él.
La Armonía
En la música, existe incluso una función matemática que expresa esa armonía (y =
( i - 0) ( i - n ) = i^2 -i n ) Pero ¿ y los colores? ¿ Cómo hemos de disponerlos ?
Pues también existe una teoría acerca de ello, la teoría del Color.
Prueba a cerrar los ojos fuertemente tras mirar durante unos segundos tu pantalla
y verás la de colorines que aparecen en tu retina.
Por ello trata de que los elementos que forman parte de la fotografía cumplan
dicha condición siempre que puedas.
Por ejemplo en fondo natural verde, una mariquita que es roja siempre funciona
mucho mejor que un insecto negro o amarillo.
Gamas de color frías y cálidas
La gama de colores calientes a los comprendidos entre los amarillos y los rojos y
los fríos a las gamas de verdes y azules. Con independencia de su explicación
científica, lo que nos interesa comprobar en fotografía, es que los colores
calientes dan la impresión de avanzar y los fríos de retroceder, los primeros
salen al exterior, los segundo se repliegan. Los grandes artistas han sabido utilizar
estos efectos transformando la extensión estática en espacio dinámico sin
recurrir a la profundidad o al modelado.
Psicología del Color
Y por último os dejo con una bonita reflexión acerca del color que dijo un tal
Berger, que era pintor:
“Los colores existen en virtud de una lógica que les es propia y constituyen el
espacio que necesitan para expresarse. No se les podría exigir pues que
reproduzcan la realidad y menos aun que obedezcan a nuestros prejuicios.
Corresponde al espectador situarse en la lógica que ellos plantean y en la que, si
se entra, adquieren poder de lenguaje”
Cuando iniciemos nuestro curso de edición digital, os prometo que os
ayudaremos a aplicar todos estos conceptos sobre vuestras fotos en programas
como Photoshop
Un buen amigo suele decir que "en esta vida hay dos cosas buenas: la luz natural
y el balance de blancos". Aunque lo dice con cierto toque de ironía, la frase tiene
su miga para un fotógrafo.
Lo que hoy nos ocupa es una de esas "cosas buenas de la vida": El balance de
blancos.
Simple y llanamente que en cada situación la cámara sepa cuál es el blanco para
la temperatura de color que hay, de forma que ella, automáticamente, recalcula el
resto de los colores en base a ese dato.
Esa diferencia que notas es la temperatura de color. A pesar de los cambios que
hay entre la temperatura de la luz de estas situaciones, es probable que tu cámara
las esté interpretando como iguales, cuando no es así.
La luz cálida tiene una temperatura de color baja, este es el caso del atardecer,
que tiene alrededor de unos 4.000K. La luz fría tiene una temperatura de color
más alta. Las noches con luz azulada tienen alrededor de 7.500K.
Por tanto, cuanto más cálida sea la luz (amarillo-rojo) más baja será la
temperatura de color y cuanto más fría (azul), más alta la temperatura de color.
Percepción humana de la temperatura de color Nuestro cerebro no recibe la
información de luz que envía el ojo de manera pasiva, sino que la interpreta. De
hecho, lo que los humanos percibimos, es una señal que nuestro cerebro ya ha
interpretado por lo que, en ocasiones, no se corresponde exactamente con lo visto
directamente por el ojo, es decir, la realidad.
Como parece lógico, esto es una limitación, pues no siempre vamos a disparar en
condiciones de luz idénticas una película entera. Lo que se hace para
contrarrestar esta limitación es usar filtros de colores. De esta forma se pueden
corregir las posibles incorrecciones en el color que registra la película debido sus
características químicas, adecuadas para otra temperatura de color distinta.
Balance de blancos automático y presets Como mencionábamos antes, todas
las cámaras digitales hacen balance de blancos automático. Algunas de ellas
tienen unos presets que se adecúan "a las diferentes situaciones de luz tipo".
Se trata del mismo lugar a la misma hora pero fotografiado con diferentes presets
de balance de blanco. ¿Interesante? Para gustos hay colores.
Balance de blancos Manual (Manual WB) El balance de blancos manual es
adecuado cuando se necesita la máxima fidelidad al color o cuando queremos que
los colores de la escena aparezcan como si estuviesen bajo una luz neutral.
Para pensar Pero ¿Y si preferimos mostrar una escena con determinado balance
de blancos, que no es el real, para expresar un sentimiento? ¿La visión subjetiva
de una escena? Sí, también podemos hacer un uso creativo del balance de
blancos, que veremos en la próxima entrega de nuestro curso de fotografía.
Para muchos los mejores momentos del día para fotografiar son el amanecer y el
atardecer. En ambos casos la luz pasa por tonos amarillentos, anaranjados e
incluso rojizos y, con ella, los blancos se verán influídos por esas dominantes.
Hacer un balance de blancos manual para que todos los objetos pierdan la
temperatura de color de la luz del amanecer y se vean como si fueran iluminados
por luz blanca ¿sería conveniente? Si lo fuese, nadie madrugaría para hacer fotos
al amanecer, ¿no?
Por tanto, el balance de blancos es una herramienta muy útil para representar los
colores con fidelidad a la percepción humana. Pero también puede ser tenido en
cuenta como otra herramienta disponible para interpretar lo que tenemos frente a
nuestra cámara. Puesto al servicio de nuestra creatividad, nos permite dar una
visión subjetiva de las cosas.
Estas fotos fueron tomadas en una tarde nubosa. Si nos fijamos, esas que fueron
tomadas con un preset de balance de blancos con una temperatura de color
similar a la existente, tienen un color bastante fiel a lo que percibimos.
Sin embargo, si nos vamos a los extremos del cuadro (presets de tungsteno y de
sombras) observamos que una imagen muestra una dominante azul muy acusada
y la otra una dominante anaranjada.
¿Qué significa esto? Que si hacemos una foto con el balance de blancos calibrado
para una temperatura de color mayor a la correspondiente, la foto tenderá al
naranja. Y al contrario, si calibramos el balance de blancos para una temperatura
de color menor a la de la escena, la foto tenderá a azul.
Normalmente, todas las cámaras suelen integrar uno, llamado flash integrado,
que aunque suele ser suficiente para la mayoría de usuarios, suele quedarse
corto, tanto en potencia como en calidad, en cuanto pretendemos avanzar algo
más en su uso.
Por otro lado, los flashes externos tienen más calidad y más potencia que los
integrados, y se usan, normalmente, en conjunto con las cámaras réflex, o bien
montados en la zapata o conectados al cuerpo mediante algún tipo de conexión
(por cable o inalámbrica). Veremos estos y otros tipos de flash en los siguientes
artículos.
¿Que partes tiene un flash?
La antorcha es la pieza que emite la luz, gracias a un tubo con gas xenon que
recibe la descarga del generador
¿Que características son las mas importantes en un flash?
Por último, otra de las características importantes son los modos de flash: TTL
Auto, Auto y Manual son los 3 modos que debemos buscar si queremos tener un
control total del dispositivo, lo veremos en siguientes artículos.
Una vez que hemos visto, que es un flash y en que consiste su
funcionamiento vamos a meternos un poco más en los tipos de flash que existen
en el mercado.
Gracias al flash, uno puede disponer de una fuente de luz cuando le plazca. Sin
embargo, si queremos sacarle todo el partido posible a esa fuente de luz,
debemos complicarnos un poco la vida. Hay diferentes clases de flash, y cada
uno, bien usado, puede ser idóneo para un tipo de fotografía, y puede permitirnos
lograr resultados muy distintos. En este capítulo comentaremos inicialmente las
características de un flash integrado, y a continuación nos centraremos en
los flashes compactos, que son los más populares, tratando de clasificarlos en
función de sus prestaciones. Por último, dedicaremos también unas líneas al flash
anular, idóneo para la fotografía macro.
La antorcha es mayor y está más elevada, lo que supone tener una fuente
mayor de luz. Esto es importante porque aunque las sombras siguen siendo
duras, lo son algo menos que con el flash integrado. Muchos además
incorporan un difusor extraible, que se puede usar para iluminar uniformemente
una escena de gran angular.
Tienen una mayor potencia (número guía), y por ello un mayor alcance.
Además, suelen tener mayor velocidad de refresco.
Generalmente, el cabezal puede bascular en los ejes horizontal y vertical.
Esta es, probablemente, la característica más importante, puesto que nos
permitirá “rebotar” el disparo del flash contra paredes y techos,
consiguiendo así una iluminación, no sólo más difusa y equilibrada, sino
también personalizada. Del mismo modo que un flash frontal puede aplanar un
sujeto, un flash rebotado puede aumentar su volumen y texturas. Gracias a
esto conseguiremos una luz mucho más natural, y las posibilidades creativas
del uso del flash se multiplican. Ya no estamos hablando de usar el flash
cuando no hay luz, sino de modelar ésta a nuestro gusto.
Las prestaciones de algunos modelos son superiores y muy variadas. Podemos
decir que las principales características de un flash compacto AVANZADO son:
Seguimos paso a paso con nuestro curso de fotografía. En los dos últimos
capítulos os hemos hablado de los conceptos, y de los tipos de flash, y hoy para
acabar este apartado vamos a ver, de manera general, los modos de flash que
prácticamente todas las cámaras y los flashes externos tienen.
Los modos principales en los que un flash puede funcionar son los siguientes:
Flash Automático
Flash de reducción del efecto de ojos rojos
Sincronización lenta (1ª cortina y 2ª cortina)
Flash de relleno
Flash desactivado
Cuando le echamos un vistazo a los modos de un flash nos encontraremos con
símbolos como estos:
En función del modelo de la cámara el dibujo será uno u otro, aunque siempre
serán parecidos, por lo que veamos que significa cada uno de ellos:
Una de esas formas es con el modo reducción de efecto de ojos rojos del flash
que básicamente consiste en que el flash emite unos destellos previos al disparo,
provocando que la pupila se -dilate- contraiga, y evitando así este indeseable
efecto.
Por último decir que en ocasiones pueden combinarse algunos de estos modos,
como por ejemplo el modo sincronización lenta en 1a cortina con el modo
reducción de ojos rojos, con el que conseguiremos un retrato nocturno, perfecto.
Así que ya sabéis, a repasar los manuales y a practicar con el flash, seguro
que ahora le sacáis más partido.
En esta nueva entrada de nuestro curso de fotografía vamos a conocer los tipos
de filtros y para qué sirve cada uno. En el vídeo que váis a ver a continuación
observaréis que los hemos dividido en dos grandes grupos:
Los que se pueden enroscar en el frontal de nuestro objetivo, esto es,
los filtros de rosca.
Los que se colocan con un portafiltros.
Sea cual sea el sistema de filtros que utilices, ya sean de rosca o con portafiltros,
verás que algunos de los más útiles son el UV o ultravioleta, el ND o de
densidad neutra y el polarizador. En este vídeo puedes verlos en
funcionamiento para conocer para qué sirven:
Os podéis preguntar cuál es el mejor sistema. Cada uno tiene sus pros y
sus contras. Los filtros de rosca están concebidos para un determinado
diámetro de objetivo, por lo que es probable que si usas objetivos diferentes los
diámentros sean diferentes también. Por lo que tendrás que duplicar filtros
iguales, que no siempre son baratos, para cubrir tus necesidades.
No sólo evitamos romper alguna de las lentes o rayarlas, la frecuencia con que las
limpiemos se verá reducida. Y dado que algunas lentes están recubiertas de
barnices antipolvo o antireflectantes, cada vez que las limpiamos vamos
reduciendo esas capas protectoras, y aumentando la posibilidad de rayarlas con la
limpieza.
Pero pocas fotos vamos a hacer con los objetivos guardados y las tapas puestas.
Cuando montamos un objetivo en la cámara, la lente interior es la que menos
tiempo sufre el ataque de la porquería, ya que enseguida le quitamos la tapa,
montamos el objetivo y queda protegida. Pero la lente exterior ahí queda, sin
protección ante los golpes y la suciedad.
Fotografía de atomicjeep
Por una sola lente no podemos desgraciar todo el objetivo. Así que una de las
cosas que podemos hacer es proteger esa lente con un filtro protector. Que
será el encargado de absorber todo lo malo que pase por delante de nuestro
objetivo, ya hemos visto lo que puede pasar. La opción más común es un filtro
Ultra Violeta (UV), que además filtrará los rayos ultravioleta, otra opción más
económica son los filtros SKY, que sólo filtran un 50% de los rayos UV.
Es cierto que no parece tener mucho sentido colocar al frente de toda la óptica de
un objetivo, un cristal de tan baja calidad. Pero puede que algunos prefiramos
sacrificar un poco de calidad a cambio de esa protección. Echadle un vistazo
al capítulo del curso sobre filtros.
Fotografía de turetutillo
De forma irremediable, las lentes se ensucian y hay que limpiarlas. Os voy a
contar lo que yo hago para limpiarlas, luego cada uno puede tener sus trucos.
Con las lentes de los objetivos no me la juego, así que no me valen remedios
caseros y “económicos”. Un kit de limpieza para objetivos suele costar unos 10
euros como mucho, nada que no nos podamos permitir.
El kit de limpieza suele llevar una perilla de aire, líquido limpiador, una gamuza y
papel de seda. Vamos a ver como usarlo todo:
En primer lugar usaremos la perilla para soplar todo el polvo que puede
haber en la superficie y alrededor de la lente, no vale soplar con la boca, que
podemos dejarla peor de lo que estaba. Conjuntamente se suelen usar cepillos
para retirar la suciedad más superficial. Los bastoncillos de algodón no me
parecen una buena opción para nada.
Ahora humedecemos la gamuza con el líquido. Suelen ser sprays, así que con
pulverizar una vez o un par es suficiente. Con la gamuza mojada limpiamos
bien la lente de todo el polvo, grasa y porquería en general que pueda tener.
No se vierte el líquido directamente en la lente para evitar que pueda entrar por
los bordes hasta el interior del objetivo.
Enseguida usamos el papel de seda para secar los restos de
humedad que puedan quedar del líquido, y dejamos bien seca la lente. No
dejéis secar el líquido sin pasar el papel de seda, pues puede quedar el rastro
del líquido. Lo podéis comprobar mirando al trasluz, y si aún así siguen
quedando restos, pasaremos el papel de seda bien seco de nuevo.
No uséis otros líquidos que no estén indicados para limpieza de lentes. No es lo
mismo un producto de limpieza para cristales que para lentes.
Un aspecto que puede justificar en cierta medida esta nueva entrega de nuestro
curso, es que muchos aficionados a la fotografía digital se han tenido que
aproximar a la informática y los ordenadores, por lo que el conocimiento de los
tipos de archivo se ha ido produciendo a la par que se conocía los aspectos de lo
digital en las imágenes. Pero vamos a ir al grano y centrarnos en los archivos.
A muchos nos sonarán archivos tipo GIF, PSD, PNG, TIFF, DNG, RAW y JPEG,
éste último el más extendido y utilizado desde que internet se extendiese. Y algo
menos otros como HD Photo, DjVu y OpenDocument.Todos ellos pertenecen
a imágenes digitales y con características distintas entre ellos. Vamos a
describirlos:
GIF
Es un formato diseñado por Compu Serve y son las siglas del inglés Graphic
Interchange Format (Formato Gráfico de Intercambio), puede almacenar hasta 256
colores, por lo que pertenece a imágenes muy sencillas, como dibujos, rayas,
tramados y su peso es mínimo. Es multiplataforma y se usa habitualmente en
internet para logotipos (soporta animación), aunque debido su simpleza, es menos
frecuente cada día.
PNG
Portable Network Graphics en un formato gráfico basado en un algoritmo de
compresión sin pérdida, fue desarrollado para solventar las carencias del GIF y
permite mayor profundidad de contraste. Es un formato sin perdida de calidad con
una excelente compresión, ideal para imágenes formadas por grandes áreas de
color plano o con pocas variaciones de color (y soporta transparencias). Sus
características lo hacen ideal para su uso en internet, pero no ha tenido la
expansión que se esperaba (algunos navegadores no lo visualizan
correctamente).
PSD
Es un archivo creado por el famoso y extendido programa de edición y retoque
fotográfico Adobe Photoshop. Es su archivo nativo y por ello su uso se limita a
este programa (aunque otros también lo pueden abrir).
TIFF
Tagged Image File Format (su extensión es TIF) es un formato de imagen de alta
resolución basado en etiquetas. Se utiliza para el intercambio universal de
imágenes digitales y es ampliamente usado, y puede ser monocromático, escala
de grises o color de 8 y 24 bits. Puede comprimirse (aunque no lo recomiendo) y
es ideal para la fotografía digital, aunque cada vez se usa menos en el proceso
fotográfico. Hasta hace poco algunos modelos de cámaras (sobre todo réflex)
trabajaban con este formato, pero ha ido perdiendo terreno en favor del JPEG.
Desventajas: ocupan mucho espacio y no permiten cambiar valores como balance
de blancos o la exposición. Por contra su ventaja es que es ampliamente aceptado
por los programas de edición, su uso está muy extendido y no ofrece pérdidas
cada vez que se guarda una y otra vez.
JPEG
Joint Photographic Experts Group identifica archivos que contienen imágenes y es
el más utilizado para almacenar, presentar y compartir fotografías. Fue diseñado
para comprimir imágenes con 24 bits de profundidad o en escala de grises. Es
un estándar para el manejo de imágenes en internet y, por ello, su uso se ha
expandido, junto con el auge de la fotografía digital. Es el tipo de archivo que
producen la casi totalidad de las cámaras fotográficas y usa las siglas JPG en su
extensión.
RAW
Es un formato de imagen en bruto utilizado por las cámaras digitales y contiene
toda la información original capturada por la cámara (no suele tener compresión,
aunque algunos fabricantes la incorporan). Concebido más como un concepto,
caada fabricante utiliza su propio archivo RAW (no hay un estándar predominante
y existen casi un centenar, variando incluso dentro del mismo fabricante en
distintos modelos) que se puede distinguir por sus
extensiones: RAF (Fuji), CRW (Canon), NEF (Nikon), ORF(Olympus), PTX (Penta
x), RAW (Panasonic), ARW (Sony),... Requiere ser procesado (revelado) por un
software que lo soporte y suele ser denominado el negativo digital (por su analogía
con la fotografía tradicional).
Creo que ya hemos dicho por aquí que hacer una foto es como componer una
frase. Los elementos gráficos son las palabras y las normas de composición
equivalen a la gramática que nos enseña cómo ordenarlas.
Sí, es cierto, las normas están para romperse. Y con esta sucesión de ellas nadie
debería sentirse atado a un único modo de hacer las cosas. Pero para romperlas
primero hay que conocerlas y dominar bien el medio.
En cualquier caso, que esta regla juegue a favor de lo que quieras mostrar. Por
ejemplo, ¿En un atardecer? Mostraremos casi siempre más cielo. En un paisaje
costero, más suelo.
El horizonte siempre se debe presentar recto. Más todavía cuando se trata del
mar. Un mar torcido puede dar al traste con un buen paisaje. Parecería que se
vacía por el lado hacia el que está inclinado.
Las fotos que siguen este esquema funcionan mejor, pues invitan al cerebro
humano a percibir que el objeto discurre por la foto.
Foto de *Zara
LA LEY DE LA MIRADA
Simple y llanamente esta ley insiste en que debe haber más espacio en el cuadro
en la zona a la que mira el sujeto fotografiado que en la que está fuera de su
campo de visión.
Foto de *Zara
LAS DIAGONALES
Cualquier cosa puede convertirse en una diagonal. Las líneas de la carretera, las
ramas de un árbol, el mástil de una guitarra… las opciones están al alcance de
nuestra imaginación.
Podemos conseguir diagonales de múltiples maneras. ¿Por qué no usarlas? Son
poderosísimas para guiar la vista del espectador hacia los puntos de interés de las
imágenes.
Hacen las composiciones más dinámicas y su intersección crea puntos de interés.
No las desestimes.
Siempre suele resultar mejor tomar varias fotos con los distintos detalles que
contiene una escena consiguiendo que cada foto nos cuente algo que tratar de
hacer una foto general para apreciarlo todo.
No dejes espacio para nada más que para lo que quieres mostrar. No des opción
al espectador a irse por los cerros de Úbeda. Muéstrale sólo lo que quieras que
vea.
En la anterior entrega del curso dimos algunos consejos para mejorar orientados a
la composición. Como prometíamos, en esta segunda y última entrega nos vamos
a la parte más técnica.
Nos vamos a parar en aspectos técnicos. Fórmulas con las que seréis capaces de
solucionar algunos problemas comunes de la manera más “infalible” posible.
Vamos allá:
TÉCNICA DL f/16
Para hacer exposiciones perfectas en días de pleno sol y cielo azul fija la apertura
del diafragma en 16 y la velocidad de obturación que sea exactamente la misma
que el valor de ISO.
Si tienes el ISO en 200 los valores de exposición serían 1/200 y f/16. Si tienes
el ISO en 100, 1/100 y f/16. Así sucesivamente. ¡Verás que la exposición obtenida
es perfecta!
Si necesitas disparar por debajo de la velocidad mínima a la que sabes que la foto
no va a salir trepidada tienes dos opciones: usar un trípode o subir el ISO.
Consiste en hacer el máximo zoom posible sobre el objeto que vamos a fotografiar
para enfocarlo. De esta manera el enfoque será más preciso. Una vez lo tenemos
enfocado el objeto, podemos volver a la distancia focal que hayamos elegido para
disparar y hacerlo con la certeza de que el objeto, si no se ha movido, estará
perfectamente enfocado.
A veces el ojo no es todo lo fino que nosotros quisiéramos. Interiorizar este tipo de
técnica nos ayudará a no llevarnos tristes sorpresas al llegar a casa y ver el
material que traemos en nuestra cámara.
En ocasiones puedes encontrarte con que los bordes de los objetos que aparecen
en las zonas de alto contraste de la imagen tienen color.
Quien dice un trípode dice una superficie sobre la que apoyar la cámara, una
beanbag… lo que quiera que vayas a usar para mantener la cámara estable es
necesario cuando disparas a velocidades lentas para evitar fotografías trepidadas.
Ver muchas fotos, disfrutarlas, destripar cómo han podido hacerse y entender por
qué funcionan o dejan de hacerlo te dará tablas a la hora de producir imágenes
potentes propias.
Para ello, nos tenemos que servir de una herramienta hoy día tan cotidiana en los
hogares como un frigorífico o un televisor: el ordenador personal. Para muchos
aficionados, la fotografía digital ha supuesto su primer acercamiento serio al
mundo de la informática y para otros tantos, ampliar su campo de conocimiento en
este terreno. El caso es que, algo tan simple como abrir un archivo de imagen en
un editor de imágenes nos abre un universo de posibilidades de interacción con la
imagen bidimensional, que hace de la fotografía digital una de las aficiones más
velozmente extendidas del nuevo siglo XXI.
Como digo, la posibilidad de editar nuestras fotografías, por muy simple que sea el
proceso, supone un enorme estímulo, en el que prolongamos el acto fotográfico,
más allá del simple disparo, para obtener un resultado más satisfactorio, y al
menos, con la opción de personalizarlo, que antes no existía (de forma
generalizada).
Algo tan simple como mejorar una imagen subexpuesta, aumentar el contraste,
eliminar el molesto efecto de ojos rojos o recortar adecuadamente hoy día es una
acción cotidiana. El resto, lograr efectos visuales, virados y otras opciones
creativas, son el paso de más que tenemos la opción de tomar si nos gusta la
edición digital.
Aplicar filtros. Para lograr efectos desde sencillos a otros más complejos que
transformen la imagen original.
Aplicar máscaras con capas. Con las que podemos sacar el máximo partido
a la totalidad de la imagen o de forma local, como suavizar el enfoque de un
retrato.
Eliminar ruido. Con el que intentamos disimular el ruido, ese granulado en
forma de píxeles contrastados que suele ser molesto en zonas oscuras de la
imagen. Aunque podemos disimularlo, también podemos potenciarlo para
lograr otros efectos.
Cambios de color. Podemos transformar los colores originales por otros para
alcanzar resultados distintos. Además de lograr virados de la imagen a
monotonos, bitonos, etc.
Eliminación y clonado de elementos. A veces queremos borrar algunos
objetos o elementos de nuestro encuadre o bien queremos repetirlos con algún
fin. Hoy día es muy sencillo gracias al progreso de las herramientas de edición.
Catalogación, geoetiquetado, conversión de formatos de archivo.
Podemos añadir etiquetas, ampliar los datos EXIF e incluir los datos
de geoposicionamiento a la hora de almacenar nuestras imágenes de forma
útil, además de guardar copias de seguridad y convertirlas en
otros formatos (JPEG, TIFF, PSD, DNG,...).
Otras: panorámicas, HDR (imágenes de alto rango dinámico), enmarcar, incluir
marcas de agua, etc. Operaciones que logran llevar más allá la imagen original
y aumentar el nivel de personalización de las mismas.
Existen otras muchas operaciones en el proceso de edición de fotografías, pero
todas ellas están destinadas a sacar el máximo partido de los resultados obtenidos
con nuestra cámara. Dejamos para un apartado más avanzado de nuestro curso
de fotografía, todo lo concerniente al revelado digital a partir de
archivos RAW (programas, opciones), así como operaciones más concretas y
avanzadas que se pueden aplicar con herramientas más potentes y algo más de
habilidad y experiencia en la edición de imágenes digitales.