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McCormick (2006) expresa que son tres las condiciones que debe tener una
declaración de un testigo para que sea creíble:
i. El juramento
ii. La presencia del juzgador al declarar el testigo (inmediación)
iii. La disponibilidad de este para ser contrainterrogado por las partes en el
proceso (contradicción).
Las anteriores exigencias han sido impulsadas por la doctrina a través del transcurrir
del tiempo con ayuda de la praxis procesal y la experiencia humana (frente a lo que
es creíble).
Expresa Enrique Vélez, que el cumplimiento de las anteriores condiciones no asegura
el éxito frente a la confiabilidad de la declaración, es decir, que lo que se dice sea
cierto (2010); sino que, como lo advierte Mueller y Kirkpatrick (2015), esas
condiciones ideales constituyen salvaguardas que el procedimiento judicial provee
para reducir los riesgos de la prueba de referencia. Lo anterior cobra sentido por
cuanto el contexto y las circunstancias que caracterizan la prestación de la prueba de
referencia, como su elemento de extrajudicialidad, suponen de por sí, la ausencia de
una o más de estas condiciones. El estricto cumplimiento de las tres condiciones
induce a los testigos a esforzarse en la presentación de sus testimonios, así como
facultar a las partes en la detección de imprecisiones y omisiones en la presentación
de la declaración.
Se afirma que, la ausencia de los requisitos priva a la parte contra la cual se ofrece la
declaración de poder exponer las debilidades testimoniales del declarante y, es por
ello que se justifica la prohibición general de la admisibilidad de la prueba de
referencia, siendo esta admisible solo en algunos casos de manera excepcional. Una
vez expuesto lo anterior, para establecer un concepto de “prueba de referencia” debe
tenerse en cuenta la regulación normativa, la jurisprudencia y la doctrina. Al respecto
el artículo 437 de la ley 906 de 2004 (CPP), define la prueba de referencia de la
siguiente manera:
Se considera como prueba de referencia toda declaración realizada fuera del juicio
oral y que es utilizada para probar o excluir uno o varios elementos del delito, el grado
de intervención en el mismo, las circunstancias de atenuación o de agravación
punitivas, la naturaleza y extensión del daño irrogado, y cualquier otro aspecto
sustancial objeto del debate, cuando no sea posible practicarla en el juicio (Congreso
de la República de Colombia, 2004).
Lo anterior quiere decir que, como el testigo que rindió la declaración anterior, no
comparece a juicio, la defensa no puede controlar su declaración a través de
objeciones (en el interrogatorio directo) o de preguntas (en el contrainterrogatorio),
por lo que indiscutiblemente se ve afectado el derecho de confrontación; dicha
afectación es una de las consecuencias de la prueba de referencia.
Más allá de la discusión respecto a los criterios que sirven para reconocer o
diferenciar a la prueba de referencia, se pueden identificar tres elementos
estructurales de este medio probatorio, los cuales son:
1. Declaración: se entenderá por “declaración” alguna de estas dos cosas: a)
cualquier aseveración oral o escrita, o b) cualquier conducta no verbalizada
de la persona, si su intención es que se tome como una aseveración (Corte
Suprema de Justicia de Colombia, 2016A)6 . La definición de declaración,
aclarada por la Corte Suprema de Justicia, incorpora un elemento interesante,
pues no necesariamente la aseveración que compone la declaración debe ser
oral o escrita, también podría tenerse como tal, una seña, un gesto o cualquier
movimiento corpóreo o conducta que permita negar o afirmar algo.
2. Extra juicio: Hace alusión a que la declaración se materialice por fuera del
juicio oral; es decir, que el testigo que tuvo la ocasión de percibir u observar
un hecho de manera directa, afirma o niega algo del hecho, pero lo hace por
fuera de la audiencia de juzgamiento. En otras palabras, el testigo que da la
declaración porque le consta directamente la afirmación o negación de algo,
no comparece a juicio a declarar en presencia del juez y de las partes.
Ángela María Buitrago Ruiz34 afirma que la prueba anticipada, como su nombre lo
indica, se realiza en una etapa anterior, prevista para la práctica de la prueba; por esa
razón, se dispone que durante la investigación y antes de la instalación de la audiencia
de juicio oral, se pueda practicar anticipadamente cualquier medio de prueba
pertinente. Juan Carlos Arias Duque y otros35; señalan que en cuanto el tema atinente
a la práctica de una prueba anticipada durante una audiencia preliminar, se trata de
una situación de excepción, que cuando se presenta, no se pueden desconocer ninguno
de los principios fundamentales que establece la materia; excepto la inmediación,
cuando la prueba se practica en audiencia preliminar ante un juez de control de
garantías, toda vez que si se hace en un momento ulterior, permitido por el legislador,
como la audiencia de formulación de la acusación o la audiencia preparatoria, no se
vulnera el principio de inmediación; más aún si la prueba se realiza ante el mismo
juez de conocimiento, bajo su suprema dirección e inmediación.
Autores que se refieren en cuanto a su aplicabilidad sustancial, formalmente
preceptuada en el artículo 284 de la Ley 906 de 200436 , ―en el cual se plantea el
proceso de solicitud, los motivos y el procedimiento de incorporación de la prueba,
sin realizar un análisis sistematizado al actual sistema penal acusatorio y sin entrar a
escudriñar si la práctica de la prueba anticipada vulnera o no los principios del
derecho penal.
http://consultas-abogados.es/sabes-lo-que-es-una-prueba-anticipada/
https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/7541/BlancoMa
rtinezLuisJose2013.pdf?sequence=1&isAllowed=y
https://repository.usta.edu.co/bitstream/handle/11634/9133/GallegoMateo
017.pdf?sequence=1
https://litigacionoral.com/wp-content/uploads/2017/03/Modulo-de-
Pruebas.pdf