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Historia de la Filosofía y de la Ciencia

Ludovico Geymonat

De la mano de uno de los filósofos italianos más prestigiosos del siglo XX, profesor de
la Universidad de Milán, presentamos un esquema de un resumen de dos de sus obras:
Storia della filosofia y Storia del pensiero filosofico. La primera obra trata el contexto
cultural con mayor detalle, mientras que en la segunda amplía la información sobre
historia de la ciencia. La edición en español, de acuerdo con el autor, unificó ambas en
un único texto, ampliando la información sobre filósofos hispánicos y reduciendo la de
los italianos. Si el esquema presentado le parece demasiado sintético, téngase en
cuenta que aquí se expone el resumen de un resumen, y léase la obra original que, en
su segunda edición, tiene más de 700 páginas y se presenta en un único volumen con 3
partes que originalmente eran 3 volúmenes:

1. Antigüedad y Edad Media 2. Del Renacimiento a la Ilustración 3. Época


Contemporánea

1.1. Del Mito al Conocimiento.


1.2. El Pitagorismo.
1.3. Ser y Devenir.
1.4. Los Sofistas y Sócrates.
1.5. El Atomismo de Demócrito.
1.6. La Cultura y las Ciencias Especiales en el Siglo V.
1.7. Las Escuelas Socráticas. Platón.
1.8. Aristóteles.
1.9. Los Grandes Científicos de Alejandría.
1.10. La Filosofía Postaristotélica.
1.11. El Decaer de la Filosofía y de las Ciencias en los Primeros Siglos de la Era
Cristiana.
1.12. El Cristianismo.
1.13. La Patrística. San Agustín.
1.14. La Escolástica hasta el Siglo XII.
1.15. Los Árabes y Oriente.
1.16. El Siglo XIII.
1.17. La Disolución de la Escolástica.
Recapitulación.
2.1. De la Edad Media al Renacimiento.
2.2. La Filosofía del Humanismo.
2.3. El Aristotelismo y sus Influencias en el Renacimiento.
2.4. Cultura Histórica y Científica en el Renacimiento.
2.5. La Filosofía de la Naturaleza.
2.6. Francis Bacon.
2.7. Galileo Galilei.
2.8. Descartes.
2.9. Adversarios y Continuadores de Descartes.
2.10. Hobbes y Spinoza.
2.11. Locke y Newton.
2.12. Leibniz.
2.13. El Pensamiento Filosófico-Científico Inglés en el Siglo XVIII.
2.14. La Ilustración Francesa.
2.15. Vico y los Ilustrados Italianos e Hispánicos.
2.16. Kant.
3.1. Primeros Desarrollos del Criticismo Kantiano.
3.2. El Romanticismo.
3.3. El Idealismo de Fichte y de Schelling.
3.4. Hegel.
3.5. Adversarios del Idealismo.
3.6. El Viraje de las Ciencias entre el Siglo XVIII y XIX.
3.7. El Pensamiento Político en la Primera Mitad del Siglo XIX.
3.8. La Vuelta al Espiritualismo y la Aparición del Positivismo.
3.9. El Gran Desarrollo de las Ciencias en el Siglo XIX.
3.10. La Expansión Europea del Positivismo.
3.11. La Izquierda Hegeliana y su Evolución.
3.12. La Reacción contra el Positivismo.
3.13. La Ampliación del Horizonte Científico en el Siglo XX.
3.14. Corrientes Filosóficas Contemporáneas.

Conclusión.
Para más información sobre estos contenidos u otras afinidades aconsejamos
consultar la Wikipedia, enciclopedia libre: es.wikipedia.org
También puede consultar una síntesis de algunas filosofías/religiones orientales:
taoísmo, zen, sufismo, budismo, e hinduísmo (yoga, tantra...).
1. Antigüedad y Edad Media

1.1. Del Mito al Conocimiento

"El hombre, para explicar el curso de los fenómenos, antes que a la razón o a la
observación, recurrió a la fantasía": La Mitología. Se mezclan dos tipos de
interpretaciones: el Espíritu dionisiaco del culto a Dionisos (orfismo, locura orgiástica,
ritos cruentos: tragedia griega) y el Espíritu apolíneo del culto a Apolo (armonía,
orden, serenidad).

Los griegos son deudores de asiriobabilonios y egipcios, pero avanzaron mucho y,


aunque existieron otras grandes civilizaciones (China, India), "la ciencia y la filosofía
modernas descienden directamente de Grecia". No obstante, las filosofías/religiones
orientales tienen mucho que ofrecer al mundo, y su estudio del "ser" y del hombre es,
para muchos, muy superior.

Escuela de Mileto: Siglo VI a.C.

Tales: Predicción de un eclipse de Sol que le dio fama (aunque usó datos caldeos).
Especulador: Compró molinos al prever buena cosecha de olivas. Principio generador:
Agua.
Anaximandro: Principio generador: apeirón (mezcla). Reloj solar, primer mapa.
Primera rudimentaria teoría evolucionista: Naturaleza cambia. Cielo: esfera de fuego
agujereada.
Anaxímenes: Aire.
1.2. El Pitagorismo (siglo VI a.C.)

Pitágoras, nacido en Samos (560 a.C.), no dejó ningún escrito y según algunos pudo ser
fundador de una secta que, tras su muerte, se interesó por la ciencia y la filosofía.
Fundó una escuela en Calabria con notable peso político y que admitía a las mujeres.
Tras su expulsión, se formaron varias comunidades pitagóricas, que ejercieron
influencia en Platón.

Los números son el principio de todas las cosas, estudiando la dualidad par-impar. A
los impares les llamaban gnomones (escuadras), porque pueden representarse con
puntos en esa forma (ángulo recto con un punto en el vértice e igual número de puntos
en ambos lados).
Aritmogeometría: Números que se representan por sus puntos formando formas:
números triangulares, poligonales, cuadrados, cúbicos...
Estudios sobre acústica (intervalos musicales) y sobre el alma (inmortal y
metempsícosis).
Aristarco de Samos (siglo III a.C.): Heliocentrismo.
Sólo trabajan con números enteros y fracciones: Matemáticas discontinuas (no con
números irracionales).
Crisis: Figuras geométricas tienen infinitos puntos, lo cual se mantuvo en secreto hasta
que fue revelado por Hipaso de Metaponto, que fue expulsado. Esta crisis será
agudizada por Zenón y se solucionará separando la geometría (lo continuo) de la
aritmética (lo discontinuo).
"El primer paso de la razón humana se cumple, en toda investigación, poniendo al
descubierto las dificultades existentes en ella, por graves que sean, no escondiéndolas.
Sólo quien las conoce, no quien las ignora, puede sentirse impulsado a buscar los
medios indispensables para dominarlas; y esta búsqueda es el resorte decisivo del
progreso científico".
1.3. Ser y Devenir (siglo V a.C.)

Escuela de Elea: Fundada por Jenófanes de Colofón (VI a.C.), quien critica las
supersticiones religiosas y contra la representación antropomórfica de los dioses.

Auténtico fundador: el "gran Parménides": Como buen racionalista, afirma que la


experiencia nos engaña y concluye su famoso "El ser es, el no ser no es", que implica
que no existe el devenir. El auténtico SER es uno, invariable, inmóvil, eterno. No existe
relación entre ser y no ser, no existe devenir. Este ser parmenídeo parece tener gran
relación con el ser superior o Dios de algunas filosofías/religiones orientales,
incluyendo el budismo, una religión sin Dios.
Zenón: Filósofo, político y conspirador contra el tirano (se cortó la lengua con los
dientes y la escupió). Argumentos defendiendo a Parménides, negando el movimiento
(paradoja de Aquiles y la tortuga). Niega la multiplicidad: Sean 2 objetos diferentes A y
B, separados por C, como es diferente existirá un objeto entre AC y BC y así
sucesivamente, y no pueden existir infinitas entidades. Sea un segmento AB que tiene
infinitos puntos: ¿Son nulos?. Si son nulos la distancia entre A y B es cero, y si no son
nulos la distancia es infinita (suma de infinitos valores iguales).
Heráclito de Éfeso: Acepta el devenir: "Todo pasa" (no puedes bañarte dos veces en el
mismo agua de un río), el universo se transforma. También racionalista, afirma que el
logos es Razón e Intelecto y da Norma para actuar. Sólo el sabio conoce esta norma y la
sigue (no actúa por casualidad). Los demás confían en sus visiones erróneas, por eso se
opone a la democracia: Sólo debe obedecerse al sabio.

Empédocles de Agrigento (Sicilia): Filósofo, poeta, médico, líder político (defensor de


la democracia). Empirista (valor de la experiencia), pero negando la fractura que los
eleatas establecían entre conocimiento sensible y racional. Amigo de Pericles,
introdujo en Atenas el interés por la filosofía. El mundo está constituido por 4 seres,
inmodificables (siguiendo a Parménides): agua, tierra, aire y fuego (similar, en cierto
sentido, a las tres gunas de la filosofía del hinduísmo). Dos fuerzas: atracción (amor) y
repulsión (odio). Cuatro fases del cosmos: Amor, Odio y dos más con sus transiciones.
Vivimos en una transición.
Anaxágoras: Existen infinitos elementos (no sólo 4) y no existe el vacío. Origen del
cosmos: Nous, un intelecto. Acepta la infinita divisibilidad (precursor del análisis
infinitesimal). El hombre es el animal más sabio porque tiene manos.

Racionalismo/Empirismo: Caminos del conocimiento. El racionalismo afirma que el


verdadero conocimiento sólo se alcanza por la razón y el empirismo que sólo se
alcanza por la experiencia, los sentidos. Entre estas existen muchas posiciones
intermedias (como Aristóteles).
Materialismo/Idealismo: Tipos de realidades. El materialismo cree que la realidad es
material (fluidos, átomos, masas y fuerzas...). El idealismo cree que la realidad es de
naturaleza ideal (entidades espirituales, energías...), muy aceptado por algunas
filosofías orientales. El materialismo mecanicista supone además que las únicas leyes
de la materia son de tipo mecánico, lo cual implica ser determinista y la negación de la
libertad: todo está determinado.
1.4. Los Sofistas y Sócrates (siglo V a.C.)

Los sofistas centran sus estudios en el hombre como ciudadano, razonador y con
objetivos políticos: discurso eficaz, elocuente preciso, con citas de poetas... Fue un
escándalo que recurrieran a lecciones remuneradas (Confucio lo hizo en China, sin
escándalo). Difundieron la cultura/ciencia, base para aumentar la investigación: "La
ciencia no puede progresar sin una revisión completa de la lengua": Retórica o el arte
de hablar bonito y correctamente (base del lenguaje matemático de Eudoxo o de la
lógica de Aristóteles). Afirman la posibilidad de hacer sobre el mismo tema discursos
diferentes y correctos lógicamente. De ahí se concluye que no existe la verdad absoluta
y que eran escépticos (del griego "miro a mi alrededor", que duda de todo, en
contraposición al dogmático, que cree algunos principios absolutos).

Protágoras: Acusado de impiedad, exiliado, se quemaron sus libros


Preferir el discurso de mayor utilidad (aunque ninguno es cierto absolutamente).
Dioses: No se puede decidir si existen o no: Ni tienen realidad empírica ni debemos
perder tiempo en eso, pues la vida es breve.
El hombre es la medida de todas las cosas.
Gorgias: Nacido en Sicilia se le atribuyen 108 años, discípulo de pitagóricos y de
Empédocles. Artista dialéctico (técnica análoga a la de Zenón).
Pródico: Estudio los sinónimos y sus sutiles diferencias
Hipias: Saber enciclopédico (fabricaba su vestido, su calzado, anillo...).
Todos estudiaron el problema político-religioso y el valor de las leyes de cada ciudad
(distintas y de origen humano). Búsqueda de una ley natural, que unos la vieron en la
ley de solidaridad (entre todos los hombres, razas y naciones) y otros la vieron en el
derecho del más fuerte a imponerse. Según Platón, Sócrates combatió duramente a los
sofistas pero parece que no fue tan duro.

Sócrates (469-399 a.C.): Nació en Atenas, hijo del escultor Sofronisco y de la


comadrona Fenaretes, tuvo 3 hijos. No escribió nada y le gustaba rodearse de jóvenes
para discutir. En la guerra del Peloponeso, Esparta gana a Atenas y llega un gobierno
de 30 tiranos (traidores aristócratas atenienses) que traería la ruina. A los 8 meses
unos exiliados logran derrocar al gobierno instaurando una aparente democracia.
Sócrates estorbaba por su incitación a pensar y debatir, por lo que lo enjuiciaron por
impiedad (desarraigar la religión) y corrupción de jóvenes, esperando así que Sócrates
desapareciese, como pasó con Anaxágoras y Protágoras (pero Sócrates era ateniense y
de gran notoriedad). Él no se prestó al juego, argumentando que su obra no era
peligrosa sino de gran beneficio, y forzó así su trágico final: morir envenenado
bebiendo cicuta. Su sacrificio se transformó en la condena inapelable de quienes lo
habían juzgado.

Las fuentes más importantes son los Diálogos de Platón, pero se sospecha que le
atribuyen teorías puramente platónicas. Su método es el diálogo, teniendo clara la
provisionalidad de las conclusiones. Su ironía socrática la usa contra los que se creen
sabios. Su objetivo es ayudar a ver la luz (mayéutica), ayudar al discípulo a aclarar su
propia conciencia (Platón dirá que es ayudar a recordar lo aprendido en otra vida).

"Su amigo Jenofonte se dirigió al oráculo de Delfos para conocer quién era el hombre
más sabio de la época; y la sacerdotisa respondió que era Sócrates". Sócrates intentó
demostrar que era falso, pero concluyó que era cierto, él era el más sabio porque sabía
que no sabía: «Sólo sé que no sé nada». "La conciencia crítica del carácter no absoluto
del propio saber es, justamente ella, la única verdadera ciencia".
Virtud es saber, conocer el bien y realizarlo es la verdadera felicidad. Es mejor el que
hace el mal sabiéndolo, porque tiene cierta racionalidad (con racionalidad total, no
existe el mal). Para Sócrates hay dos formas de vida: la del vulgo (saber dogmático) y la
del sabio (crítico y con valores morales). La misión del sabio es desatar la conciencia
de sus semejantes para hacerles conscientes de sí mismos, más virtuosos y felices.
Sócrates tuvo muy nítida su misión y no huyó de la muerte, bebiendo la cicuta con
serenidad y afirmando que hubiera continuado su misión de enseñanza: "la enseñanza
de Sócrates fue una de las más eficaces que recuerda la historia. Aun hoy, para cada
uno de nosotros, sigue siendo un maestro insuperable por su claridad filosófica y por
su profundo compromiso cultural y moral".

1.5. El Atomismo de Demócrito (siglo V a.C.)

Demócrito de Abdera: Contemporáneo de Sócrates, era optimista y con «perpetua risa»


(Heráclito era triste). Aristóteles lo acusa de reducirse a lo sensible, pero es falso. Es un
filósofo racionalista al que su razón le lleva a asegurar la existencia del átomo,
indivisible, eterno, intransformable (como el ser parmenídeo). Soluciona así la
paradoja del segmento de Zenón: En Matemáticas se puede dividir infinitamente, pero
en Física existe un límite (el átomo), pues en caso contrario el ser es una suma de
infinitos ceros, reduciendo el ser al no ser. Sus estudios sobre el movimiento de los
átomos le lleva a ser materialista mecanicista. Separa movimiento y fuerza (precursor
del principio de inercia), cosa que no hace Aristóteles y yerra. Precursor de las
fórmulas químicas, el atomismo democríteo fue atacado por las corrientes idealistas y,
a pesar de ello, tuvo una función determinante en los siglos XVI y XVII para la
formación de la ciencia moderna.

El alma y los dioses están formados por átomos «psíquicos» (ígneos, esféricos). No
admite un principio creador. Tal vez eso le lleve a ser individualista, criticando la
superstición: Exalta al individuo como fuente de su propia felicidad, sin depender de
otros (hijos, riquezas...), resistir las injusticias, dominar el miedo, el dolor, la tristeza.

«No me parece conveniente poner hijos al mundo; en el tenerlos veo, en efecto,


muchos y grandes peligros y muchos dolores, mientras que los beneficios son pocos y
en general débiles y ligeros»
«El miedo genera servilismo, no benevolencia»
«Sensato es aquel que no se lamenta por lo que no tiene sino que goza de lo que tiene»
1.6. La Cultura y las Ciencias Especiales en el Siglo V

Poetas trágicos:
Esquilo: Se aleja de la religión, por los múltiples problemas que ve en ella. Muestra el
nexo hybris-némesis (arrogancia humana - castigo divino): Prometeo, Orestes, las hijas
de Danao, la progenie de Edipo, el rey persa Jerjes...
Sofocles: Destino ciego: Ayax, Edipo, Hércules, Electra, Filoctetes...
Eurípides: No acepta las órdenes de la justicia divina. Era el preferido por Sócrates
porque sus tragedias contenían una enseñanza a medida del hombre.
Comedia: Aristófanes: Comentarios satíricos contra los innovadores (Sócrates,
Eurípides, Anaxágoras...).
Historiografía:
Heródoto: Lo primero es la potencia divina. Es el primero en entender la importancia
de verificar los hechos.
Tucídides: Los hechos dependen del hombre y sus circunstancias (fortuna), y no de
dioses, oráculos...
Matemáticas: Gran progreso con personajes como Hipócrates de Quíos. Estudió las
lúnulas (áreas entre dos arcos) y encontró curiosas propiedades en algunas. También
trató los 3 grandes problemas de la época:
Duplicación del volumen de un cubo. El templo de Apolo en Delos tenía un altar cúbico.
Para librarse de la peste un oráculo mandó construir otro altar cúbico con el doble del
volumen. Construyeron un altar de arista doble y la peste se recrudeció, porque el
volumen se había multiplicado por 8, no por 2.
Trisección del ángulo.
Cuadratura del círculo: Imposibilidad de construir un cuadrado con igual área que un
círculo.
Física: Poco desarrollo porque los griegos despreciaban lo manual, lo técnico (a pesar
de lo que dijo Anaxágoras) y valoraban más lo teórico. Pretendían encontrar los
principios últimos, generales, saltándose los conceptos y principios particulares. De ahí
los escasos experimentos excepto Pitágoras (cuerdas musicales), Empédocles (fuerza
centrífuga), Arquímedes y Herón (de los que hablaremos más adelante).
Medicina: Hipócrates de Cos, genio de la medicina que la considera como conocimiento
inductivo a partir de las historias clínicas (método empírico). Para él no existe terapia
única para todos, sino que hay que particularizar al enfermo con su personalidad. Su
obra Corpus Hyppocraticum no se perdió y es "una de las mayores glorias de la cultura
griega".
1.7. Las Escuelas Socráticas y Platón

Muerto Sócrates, sus discípulos siguieron reuniéndose pero no tardaron en surgir


diferencias, especialmente entre Antístenes y Platón. Antístenes había sido alumno de
Gorgias y al morir Sócrates no se fue de Atenas como hicieron otros socráticos y, al
tiempo, abrió allí mismo una escuela socrática. Platón, por ejemplo, se fue a Megara
con otros muchos. Algunos sospechan que propiamente Platón, en sus diálogos, no
combatió a los sofistas del siglo V sino a la escuela de Antístenes del IV. De todas las
escuelas socráticas, la platónica fue la más genial, pero hay otras 3 escuelas socráticas
menores que tienen en común su aversión al platonismo:

Escuela Cínica: Fundada por Antístenes y continuada con Diógenes el Cínico (Sinope
404-323), criticaban los universales platónicos (veo el caballo, no la caballidad) y
fomentaban la liberación del hombre de instintos y leyes civiles. Para hallar el «estado
de naturaleza» hay que abandonar los bienes y usos de la vida (cultura, ritos religiosos,
familia...), reduciéndose a vivir «como perros», según su propio nombre de cínicos, que
procede no del término perro sino del lugar donde se reunían, cerca del gimnasio
Cinosargos. De Diógenes se conoce su forma de vida despreciando todo lo
convencional y material oponiendo a ello la naturaleza, y unas cuantas anécdotas
fantásticas. En el siglo II, el cinismo se fundió con el estoicismo.
Escuela Megárica: Euclides de Megara y Estilpón intentaron sintetizar a Sócrates con
las teorías de Parménides y Zenón.
Escuela Cirenaica: Fundada en Cirene por Aristipo, afirman la imposibilidad de
conocer la realidad absolutamente (como Protágoras). Reducen el bien al placer. Este
hedonismo se transformó en Hegesías en pesimismo por la imposibilidad de alcanzar
ese placer y, por tanto, aconsejar la muerte. Aunque influyó en la escuela epicúrea, ésta
encuentra su antecedente directo en Demócrito.
Platón (Atenas, 428-347 a.C.): Viajó mucho. Fundó una escuela, la Academia, en el
parque del héroe Academos, que fue de los mayores centros culturales hasta que fue
cerrada por Justiniano (529 d.C.). Escribió 34 diálogos con Sócrates como protagonista
casi siempre (La república, Protágoras, Gorgias, El banquete, Fedro, Fedón,
Parménides...). Su filosofía puede esquematizarse así:

Relativismo de Protágoras: De lo sensible no sale conocimiento universal, pero sí de la


razón (como Parménides, excepto que para Platón el ser es múltiple). La razón nos
hace captar las formas reales, inmutables de las cosas, o sea, las ideas. La
contraposición de los dos tipos de conocimiento está admirablemente descrita en el
célebre mito de la caverna de La república y que también magistralmente se explica en
la novela El Mundo de Sofía (1994) del noruego Jostein Gaarder.
Para Platón, la tarea fundamental del filósofo es pasar de lo sensible al mundo de las
ideas, por el método mayéutico, recordando lo que ya sabemos porque el alma
inmortal (Fedón), vivía en el mundo de las ideas. Ejemplo del Menón: Un esclavo
encuentra el cuadrado de doble área (cuadrado cuyo lado tiene la longitud de la
diagonal del primero).
Las almas que han usado dignamente la razón regresan y son felices. Las que hacen un
uso indigno, van a otro cuerpo, incluso animales según la pasión que les dominó.
Algunos lo vieron como un precursor del cristianismo.
«Amor platónico»: es el amor al mundo de las ideas, a la verdadera realidad.
Arte: Es algo frívolo para el sabio y debe condenarse porque desvía del objetivo de
tender al mundo de las ideas, al igual que las pasiones, el goce, la ambición... excepto el
arte con un fin racional.
Política: Condena los estados imperfectos pero contrariamente a Demócrito (que
abandonó la lucha y se cerró en su individualismo), Platón intentó el estado perfecto
en Siracusa, educando en el mundo de las ideas a los regidores. Clases: trabajadores y
comerciantes, guerreros y filósofos-magistrados para dirigir el estado. Al no conseguir
el estado perfecto modificó su modelo ideal hasta llegar a una mezcla de monarquía y
democracia (Las leyes).
Fue autocrítico y amante de la matemática. No de la física, porque estudia lo terrenal.
Eudoxo: Matemático y astrónomo, estudió también música, moral, leyes, geografía,
medicina y metafísica. Para él la Tierra estaba en el centro del Universo, cosa que negó
Heráclides Póntico que intuyó que el centro de rotación era el Sol.

1.8. Aristóteles

Aristóteles (Estagira, 384-Eubea, 322 a.C.) entró en la Academia a los 17 años y allí
estuvo hasta la muerte de Platón. Entonces se fue de Atenas y años más tarde se
convirtió en preceptor del que sería Alejandro Magno. Al subir éste al trono, el
estagirita funda el Liceo con la protección de Alejandro. Al morir Alejandro, huye a
Eubea, donde muere al año siguiente.

El Liceo es el primer instituto científico por su reunión de material, grandiosa


biblioteca, o amplitud de programas: matemáticas a Eudemo, física a Teofrasto,
medicina a Menón, biología animal a Aristóteles y la vegetal a Teofrasto. Las obras de
Aristóteles se agrupan en 4 temas: 1.- Lógica (categorías, falacias sofísticas...), 2.- Física
y Psicología (física, biología animal, alma, percepción, memoria...), 3.- Filosofía (su
historia y metafísica, cuyo nombre procede por estar situado después de la física), y 4.-
Moral (economía, política, ética... incluyendo su Ética a Nicómaco y Ética a Eudemo).

Metafísica: Trastoca la filosofía platónica, niega que exista el mundo de las ideas y
valora lo concreto. Todo tiene materia y forma, excepto Dios. Para explicar el
movimiento expone su filosofía de potencia y acto. Dios (que no es creador) es pura
forma y puro acto (inmóvil porque no tiene potencia alguna para transformarse).
Ciencia: Busca las causas (el conocimiento común acepta sin más lo que ve). Fuentes
del conocimiento: Sentido y Razón: Lo sensorial es la base y de ahí, la razón saca el
"concepto" (es empirismo y racionalismo). Mientras Platón somete toda actividad
humana a la ciencia y la razón, para Aristóteles la ciencia es otra actividad humana
más, preeminente e indispensable, pero no la única.
Lógica: Jerárquía en las clasificaciones: Género y Especie (el segundo incluido en el
primero: Mamíferos < Vertebrados). Proposición (juicio) = Sujeto+Predicado, de 4
tipos: (A) Todos los... son..., (E) Ningún... es..., (I) Algunos... son... y (O) Algunos... no
son... El silogismo surge de unir 2 proposiciones (Ej: A es B, B es C, entonces A es C).
Tres principios fundamentales de la lógica: Identidad (A=A), contradicción (NO A=B y
A= ¬B) y tercio excluso (A=B o A= ¬B, excluyendo otra tercera posibilidad). Hoy día
existen otras lógicas que permiten generalizar estas concepciones. Tal es el caso de la
llamada lógica difusa (fuzzy logic) que no sólo no excluye esa tercera posibilidad sino
que permite infinitos grados o niveles intermedios entre la igualdad absoluta y la
diferencia total.
Ética: La felicidad (eudaimonía) consiste en realiza en vida el sumo bien (no en los
placeres, honores, riqueza...), o sea en vivir según la razón. Dos grupos de virtudes:
Éticas y Dianoéticas. Las primeras son prácticas y ocupan un punto medio entre dos
excesos (valor, justicia, fortaleza, templanza...). Las dianoéticas son intelectuales y
consisten en el usar rectamente la razón, acercando al filósofo al acto puro.
Política: Estudió 158 constituciones (orden racional impuesto a la ciudad)
concluyendo que lo importante es que refleje las exigencias y tendencias de la
comunidad que la expresa, porque todas las formas son susceptibles de degeneración:
Monarquía ¾> Tiranía, Aristocracia ¾> Oligarquía, Democracia ¾> Demagogia. El
objetivo de Aristóteles, en política o biología, es comprender la realidad, no construir
un mundo perfecto, lo cual le impide captar la inmoralidad de la esclavitud
considerándola un hecho natural.
Física: La física y la biología son de épocas diferentes y reflejan distintos intereses. En
física intenta explicar no sólo cómo está constituido el mundo, sino por qué es así.
Acepta la teoría de los 4 elementos de Empédocles más el éter (quintaesencia): Tierra
(fría, seca y tiende hacia abajo), Fuego (caliente, seco y tiende hacia arriba), Agua (fría
y húmeda) y Aire (cálida y húmeda). En el vacío no existe movimiento.
Biología: Habla de 500 especies (dibujos, órganos, vivisecciones...) en su obra "Las
partes de los animales". Errores aristotélicos: Situar en el corazón el lugar de las
sensaciones (150 años antes, Alcmeón las situó en el cerebro), creer en la generación
espontánea de especies inferiores y suponer que las especies son inmutables. Sus
aciertos son inmensos: Cetáceos son mamíferos, desarrollo del embrión del pollo, rana
pescadora, torpedo marino, abejas, cefalópodos... Da un método de clasificación animal
(insuperable hasta Linneo). El reino vegetal fue estudiado por Teofrasto en el Liceo.
1.9. Los Grandes Científicos de Alejandría

Al morir Aristóteles, la cultura helenística y su ciencia va de Atenas a Alejandría. Al


morir Alejandro Magno, Ptolomeo toma el poder en Egipto y él y sus sucesores
favorecen la ciencia, incluso trasladando gran parte de la biblioteca del Liceo. Se crean
la famosa Biblioteca y el Museo (con laboratorios, jardines zoológicos y botánicos,
observatorio astronómico...). Su época de esplendor son los siglos III y II a.C. Otros
centros culturales fueron Rodas y Pérgamo (como Egipto no permitía exportar papiro,
en Pérgamo descubrieron otro tipo de hojas que llamaron pergamino y perduró hasta
la difusión del papel). La Biblioteca se incendió gravemente en el 48 a.C. por la
campaña de Julio César en Egipto. En el 390 d.C. grave destrucción por el obispo
cristiano Teófilo. En el 641 d.C. los mahometanos incendiaron el resto al conquistar
Egipto (se cuenta que quemaron sus manuscritos durante seis meses para mantener el
fuego de los baños públicos).

Cultura helenística: a) Investiga problemas aislados (no sistemas filosóficos


generales); b) Los científicos no filosofan; c) Los filósofos no investigan ciencia; d)
Filología: interés por la lengua (la primera gramática es de Dionisio de Tracia). e)
Ciencias exactas, astronomía, ciencia de la India... f) Magia, astrología, alquimia...

Resumen de los primeros siglos de la ciencia alejandrina (siglos III y II a.C.) dejando el
resto para el capítulo 1.11:

Medicina: Recolección del Corpus Hyppocraticum. Especialización: cirujano,


ginecólogo, odontólogo... Los mayores descubrimientos fueron en anatomía. Herófilo
(cerebro, intestino...) y Erasístrato (fisiología, circulación, aorta... y fue un gran
diagnosticador).
Matemáticas: Euclides: Estudia muchos campos (geometría, óptica, astronomía...). Su
obra más famosa es Elementos de geometría y es famoso su algoritmo para encontrar
el MCD. Apolonio (matemático y astrónomo), estudió las cónicas (elipse, parábola,
hipérbola) influyendo en Fermat y Kepler (leyes de los planetas del siglo XVIII).
Astronomía: Aristarco de Samos: Primer heliocéntrico, concluyó la enorme distancia a
las estrellas y estudió los tamaños del Sol y la Luna y la distancia a estos astros.
Hiparco de Nicea: Considerado el mayor astrónomo de la antigüedad. Hizo un catálogo
de estrellas fijas (unas 850 con su posición, brillo...). Descubrió la precesión de los
equinoccios.
Geografía: Dicearco (alumno de Aristóteles) y el también matemático Eratóstenes de
Cirene, quien sostiene que la Tierra es esférica y calcula su diámetro (inferior al
verdadero en menos de 100 Km.).
Arquímedes de Siracusa (287-212 a.C.): Amigo de Hierón, tirano de Siracusa, colaboró
en la defensa de esta ciudad siciliana pero al caer lo mató un soldado. Arquímedes no
creó escuela. Tenía espíritu de ingeniero, no de profesor. Estudió aritmética, geometría
(espiral de Arquímedes), flotadores, estática, poleas y palancas («Dadme un punto de
apoyo y levantaré el mundo»)... llegando a la fusión de ciencia y técnica: Bomba espiral
para sacar agua del Nilo, máquinas para lanzar pesados proyectiles contra los
romanos, medio para establecer la pureza del oro de la corona de Geronte (por lo que
descubrió el concepto de peso específico e hizo famoso su «¡Eureka!»).

Geymonat se pregunta: ¿por qué no se desarrolló una civilización mecánica? (salvo por
Arquímedes y Herón). La posible respuesta que expone se basa en que el mundo
grecolatino no sentía la necesidad de inventar nuevas máquinas, porque la esclavitud
se veía como una máquina (como afirmaba Marco Terencio Varrón) y pudo
"disuadirlos de buscar otras máquinas menos cómodas y eficientes". Tal vez, si una
sociedad aspira al máximo de comodidad posible es preciso mano de obra esclava o
casi-esclava, bien en un contexto cercano o bien en un contexto lejano, como se afirma
en el libro Salvemos Nuestro Planeta. Pensemos que la globalización permite que
lleguen a los habitantes de los países ricos productos elaborados en otros países con
mano de obra infantil, con horarios abusivos o sin cumplir las más mínimas normas de
calidad y seguridad laboral que se exigen en los países que compran tales productos.
La globalización tiene efectos positivos, pero también negativos.
1.10. La Filosofía Postaristotélica

En la nueva situación política, en parte iniciada por Alejandro Magno, las ciudades
griegas ceden lugar a los grandes estados, que ya no necesitan la intervención política
activa de los ciudadanos, ni de consejos filosóficos. Al filósofo le queda buscar su
propia perfección moral y sustituir las antiguas religiones, caídas en el descrédito
entre las personas instruidas. No se desea ya profundizar en problemas teóricos
generales sino buscar una filosofía que sea una guía para la vida. Esto lleva a la
separación entre filosofía (Atenas) y Ciencia (Alejandría). Tenemos aquí 3 corrientes
filosóficas:

Escepticismo: Su nombre significa "miro alrededor", "indago" y se basa en la crítica sin


prejuicios toda la ciencia. El iniciador fue Pirrón de Elis (365-275) que influyó en la
Academia durante el periodo de la Academia Media. Pirrón critica los sentidos y la
razón porque cualquier razonamiento no puede demostrar su punto de partida.
Verdad o Falso es una convención. Concluye que el mundo es vanidad y llega así a la
indiferencia frente a las preocupaciones, imperturbabilidad de espíritu, ataraxia y con
ella paz y sabiduría. El sabio, encerrado en su propia imperturbabilidad, hasta dejará
de hablar. En el médico empírico Sexto Empírico, su escepticismo le lleva a desconfiar
de lo abstracto y centrarse en la observación de los fenómenos.
Epicureísmo: Epicuro de Samos (342-270) fundó en Atenas la escuela «el Jardín». Esta
corriente perduró hasta el siglo IV d.C., pero sin avances, excepto por el poeta Tito
Lucrecio Caro (siglo I a.C.) en su obra maestra De rerum natura, "el más hermoso
poema de argumento naturalista de la literatura mundial". El fin del epicureísmo es
llegar a la felicidad demostrando que los temores son absurdos y, para ello, usa 4
reglas de su famoso tetrafármaco: No tener miedo a los dioses (1), ni a la muerte (2) y
es fácil procurarse el bien (3) y también soportar el dolor (4). Su moral es guiar al
sabio a la serenidad (ataraxia), basada en la liberación de los falsos miedos y en el
sereno goce de los placeres, con prudencia, pues algunos placeres deben negarse por
sus consecuencias. Subordina ciertos placeres a otros y establece la amistad como el
mayor a todos.
Estoicismo: Zenón de Citio (Chipre, 334-262) fundó una escuela en un célebre pórtico
(Stoa) de Atenas, de donde procede su nombre. Se suicidó porque, según él, el sabio
debe hacerlo cuando la vejez le quite la sabiduría y el autodominio. En contraste con
Epicuro, se ocupó de la política. El mundo es un proceso continuo en el que el fuego es
la base, divinidad. El mal no existe, es sólo nuestro conocimiento limitado lo que nos
llevan a pensar que algunos hechos son un mal. El sabio debe aceptar lo inevitable,
«seguir la naturaleza» (la razón).
Los primeros romanos no se ocuparon de la filosofía ni de la ciencia, sino de los
problemas jurídicos. La conquista de Macedonia (168 a.C.) les pone en contacto con la
cultura Griega, que invade Roma a pesar de la oposición de algunos conservadores
como Catón y de la expulsión en el 161 de los filósofos y retóricos llegados a Roma. Los
romanos siguieron escribiendo en latín lo que convirtió al Mediterráneo en bilingüe. El
espíritu romano es práctico y sólo le interesa lo útil, de ahí que todos los romanos
(excepto Lucrecio) siguieran el eclecticismo: Horacio (apoyando el epicureismo) y
Cicerón (antiepicúreo). Cicerón (106-43) pretendió difundir la filosofía griega en
Roma, exponiéndola bajo el punto de vista de su eclecticismo. Muestra el valor
educativo de la filosofía, que nos lleva a mirar a la muerte con serenidad.

1.11. El Decaer de la Filosofía y de las Ciencias en los Primeros Siglos de la Era


Cristiana

Lentamente, una crisis va creciendo en Roma, especialmente en el siglo III d.C.: guerras
civiles, disminución del nivel de vida, corrupción, ataques bárbaros... Mientras las
masas populares se ilusionan con los nuevos ritos orientales (Isis, Osiris, Cibeles,
Mitra...), las personas cultas buscan filosofías religiosas (no epicureísmo pero sí
versiones del estoicismo) y las investigaciones científicas se tiñen de misticismo como
en el caso de Plutarco, religioso y científico.
El último estoicismo se convierte en la filosofía del imperio, caracterizada por el
desprecio (ascético-místico) del mundo y de la carne. Tres son los representantes más
relevantes:

Séneca (Córdoba 4 a.C.): Educador y ministro de Nerón, el cual mandó que se suicidará
(se cortó las venas). Literato y científico, escribió tragedias y sobre los rayos, el
arcoiris, las nubes, terremotos... En él encontramos múltiples contradicciones:
Deseo de aislarse y su participación política.
Es pesimista, pero afirma que el sabio está por encima del pesimismo-optimismo.
Humanitarismo y Aristocratismo.
Supervivencia tras la muerte y su negación racionalista, que le lleva a lo que se ha
llamado como "religiosidad racionalista", aparente paradoja que refleja las
contradicciones de una filosofía en crisis.
Epícteto: Esclavo liberto, fue expulsado por el edicto de Domiciano para expulsar de
Roma a los filósofos. Individualismo y pesimismo: El hombre no es dueño de su
destino. No dependen de él los bienes exteriores (poder, familia...), sino los interiores
(sentimiento, deseos...). El hombre será más libre cuanto más indiferente sea de los
bienes exteriores.
Marco Aurelio: Emperador desde 161, fue estoico por leer a Epícteto. Desprecio de los
bienes exteriores. Profunda religiosidad afirmando que el hombre tiene parentesco
con Dios. Por su posición afirma que el hombre ocupa su cargo por la providencia (no
por casualidad), y debe actuar. A veces sus máximas son similares a las enseñanzas
cristianas, como por ejemplo al decir: "Si has beneficiado a alguien, ¿qué más quieres?".
Otro de sus Pensamientos es: "Si te sientes dolido por las cosas externas, no son éstas
las que te molestan, sino tu propio juicio acerca de ellas. Y está en tu poder el cambiar
este juicio ahora mismo".
Mientras en Roma se desarrollaba ese estoicismo, en Alejandría surgían corrientes
filosófico-religiosas como la del hebreo Filón de Alejandría, intentando fundir la
sabiduría griega con la revelación hebraica: el Uno de Parménides es Dios, el fuego de
Heráclito es el logos... También allí surge el neoplatonismo, fundado por Ammonio
Saccas en el siglo III d.C., aunque tendrían más éxito sus discípulos Plotino y Orígenes.
El primero enseñó en Roma con tanto éxito que el emperador Galieno quiso construir
una ciudad siguiendo el modelo de la República platónica: Platonópolis. Plotino era
amante del arte (Platón no). La escuela neoplatónica duró en Alejandría hasta el siglo V
con intereses filosófico-científicos: el matemático Teón y su hija Hipatía filósofa y
matemática, lapidada en 415 por una turba de cristianos. El neoplatonismo volvió a
Atenas para seguir la tradición de la Academia: Proclo. Será cerrada por el emperador
Justiniano en el 529.
De esta época deben destacarse diversos comentaristas de Aristóteles, como Alejandro
de Afrodisia (ciudad de la actual Turquía) o Porfirio. Diógenes Laercio, de Laertes
(Cilicia, al Sur de la actual Turquía) escribió la obra más extensa de historia de la
filosofía que se conserva de la antigüedad.

En medicina destaca Galeno de Pérgamo, ecléctico (racionalista y empírico), que buscó


las causas de los órganos en su fin. Tuvo espíritu religioso como Marco Aurelio, del que
fue médico. En ciencias naturales destaca Plinio el Viejo y su notable curiosidad, con su
Historia natural (zoología, botánica, geografía, cosmología, antropología, medicina,
magia y arte). En astronomía y geografía encontramos a Claudio Ptolomeo (siglo II en
Alejandría) con estudios de matemáticas, astronomía, geografía, óptica, magia... En
ingeniería hay que citar a Herón de Alejandría, por el gran nivel de sus muchas
aplicaciones principalmente para diversión de los ricos (teatros automáticos), aunque
también hizo avances en geometría (área del triángulo sabiendo sus lados). Como ya se
ha indicado al final de la sección 1.9, Geymonat se asombra "de que tan alto nivel
cultural produjera frutos tan escasos y pasajeros". También destaca Vitrubio, ingeniero
militar de Julio César y Augusto y, de esa época, los agrimensores romanos, quienes
medían los terrenos. En matemáticas destacamos a Papo de Alejandría y a Diofanto
(álgebra). Para terminar, comentar que había influencias místicas en la ciencia e
influencias de los ritos orientales, como por ejemplo los intentos de Proclo para
encontrar en la geometría temas religiosos.

1.12. El Cristianismo

El cristianismo supo satisfacer "la imperiosa necesidad de religiosidad" del mundo


mediterráneo, "mucho mejor que las orientaciones filosófico-religiosas de las que
hemos hablado". El cristianismo reconoce el ser (divino y humano) como voluntad
(elección, iniciativa...), Dios es "como una persona que quiere al mundo y lo crea",
superior pero análoga, idea que procede de la tradición hebraica. La novedad del
cristianismo es afirmar que Dios es padre, que ama a sus criaturas hasta hacerse
hombre y salvarlas con el sacrificio en la cruz. Jesús es el logos, intermediario entre
Dios y hombre (esta figura aparece ya en el Antiguo Testamento, en la filosofía de
Filón...), con la novedad aquí de que sea una persona.

Para Geymonat, "son evidentes las dificultades que surgen por doquier en cuanto e
intenta traducir en términos racionales la mencionada concepción. La historia de la
filosofía cristiana será, en gran parte, la historia de las tentativas para abordar, una a
una, tales dificultades".

El cristiano reconoce un valor a todas las personas que, por ello deben ser amadas,
incluyendo pobres, esclavos y pecadores. No hay interés en el éxito externo, política ni
ciencia, sino en los problemas más íntimos, con fuertes coincidencias con algunas
religiones orientales. El mal es real y frente a eso hay que concienciar para salvar a
todas las personas (mensaje universal), en otro mundo en el que la felicidad o
infelicidad serán eternas. El hombre no tiene fuerza para su conversión, necesita la
gracia divina (fuerza de Dios). Aquí reside la raíz de la humildad cristiana y, a la vez, su
seguridad de que será salvado (cuenta con la fuerza del mismo Dios).

Los textos canónicos del Nuevo Testamento fueron elegidos en el siglo II para rechazar
la literatura fantasiosa. Los elegidos fueron: Tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos
y Lucas) y otro Evangelio de Juan (en el que se presenta a Jesús explícitamente como
logos o verbo divino), los Hechos de los Apóstoles (que exponen el principio de la
difusión del cristianismo, destacando el discurso del Areópago de Pablo a los
atenienses, el apóstol de los gentiles, no judíos), el Apocalipsis y Cartas de los
Apóstoles (las de Pablo resaltan la necesidad de la gracia).

En el siglo I el cristianismo se difundió entre los más humildes, en el siglo II fue


extendiéndose a los más acomodados y en el siglo III se forman organizaciones
eclesiásticas en todo el imperio con influencia creciente de los obispos de las mayores
ciudades. La Iglesia se consideró un peligro y empezaron las persecuciones, como las
de Decio, Valeriano y Diocleciano, hasta que en el 313 Licinio y Constantino promulgan
el edicto de tolerancia (edicto de Milán). En el 325, el Concilio de Nicea se pronuncia
contra el arrianismo de Arrio (que afirmaba que el Hijo estaba subordinado al Padre).
El gran peso del cristianismo en la época lo demuestra el hecho de que este concilio
estuviera presidido por Constantino (aún no bautizado). Según Escudero Freire a
partir de Constantino, la Iglesia y el poder se unen y comienza la Iglesia a imponer el
mensaje de Jesús, olvidando la esencia de tal mensaje. Dos fechas clave: 410, saqueo de
Roma, y 476, fin del imperio romano de Occidente.

En la historia del cristianismo posterior se distinguen dos épocas. El primero, la


Patrística (hasta el siglo V, o el VIII con la patrística tardía), es el tiempo para hallar los
dogmas (trinidad, encarnación...), usualmente encontrando una solución intermedia
entre dos posiciones antitéticas extremas y consideradas ambas heterodoxas.
Posteriormente, durante la Escolástica (que llega hasta el Renacimiento), hubo tiempo
para intentar racionalizar tales dogmas. Geymonat afirma que la Edad Media no es una
época de barbarie espiritual ya que por una parte hay "gérmenes de modernidad" en la
escolástica y por otra se olvidan otras culturas no latinas, como la árabe, de la que
Occidente recibirá en los siglos XII y XIII los tesoros de la antigüedad (Aristóteles,
Euclides, Ptolomeo...).

1.13. La Patrística. San Agustín

La primera crítica sistemática del judaísmo y el cristianismo fue hecha en el siglo II por
Celso en La verdadera doctrina. A partir de ese siglo surgen defensores del
cristianismo llamados apologistas, como el mártir Justino quien quiso ver en el
cristianismo la perfecta continuación de la filosofía griega.

Los gnósticos (de gnosis, conocimiento salvador), con influencias orientales, afirmaban
que Cristo no es Dios y su cuerpo es ilusión. En Alejandría, algunos fusionaron la gnosis
con el cristianismo, surgiendo la gnosis cristiana: Clemente de Alejandría y Orígenes.
Este último, de escuela neoplatónica como ya hemos indicado y que murió torturado
por cristianos, ideó el primer gran sistema de filosofía cristiana, aceptado primero y
condenado más tarde.

Tertuliano entendió mejor el mensaje cristiano: lo importante es actuar y no el sistema


filosófico. La interpretación de Tertuliano será básicamente asumida por san Agustín
(354-430), obispo de Hipona. El principal pensamiento agustiniano apela a la
interioridad, para descubrir dos tipos de verdades (lógico-matemático-morales y la
indudable existencia propia) de la que obtiene la existencia de Dios. Para san Agustín
el tiempo es creado por Dios junto con el mundo por lo que no tiene sentido
preguntarnos por lo que hacía Dios antes de crear el mundo. También trata (sin llegar
a resolverlo) uno de los problemas religiosos más complejos, el problema del mal: ¿Por
qué Dios, sumo bien, tolera el mal?. Responde de forma contraria a los maniqueos, que
ponían a la conciencia humana como pasiva ante el mal. Para Agustín la conciencia es
responsable del bien o del mal. Sobre el pecado original sostiene que todos pecamos, y
que la salvación está en Dios, cosa que parece contradecir la teoría anterior sobre la
responsabilidad humana y así el monje irlandés Pelagio dirá que cada hombre es
responsable de sus actos, no de los de sus antepasados y para salvarse no necesitamos
la gracia. Las teorías agustinianas volverán a discutirse en el período de la Reforma
protestante.

La patrística concluye con esterilidad científica, excepto ligeramente para la


matemática, estudiada por el mismo Agustín en el problema del infinito mezclándolo
con la teología (tema al que se vuelve al principio del Renacimiento y más adelante).
Para Geymonat la causa de esta crisis se debe a la decadencia de la sociedad en la que
viven personajes singulares como Papo, Diofanto, Proclo o Agustín.

1.14. La Escolástica hasta el Siglo XII

Los pueblos invasores eran demasiado bastos y la cultura se refugió en los


monasterios. El imperio de Carlomagno tuvo puntos positivos pues éste, que era
analfabeto, recomendó a obispos y abates fundar escuelas (788) y él mismo fundó la
Escuela Palatina donde fueron a enseñar los más doctos de su tiempo como el inglés
Alcuino con su famoso problema del lobo, la cabra y la col, y su clasificación de las
artes liberales en trivium (gramática, retórica y dialéctica) y quatrivium (aritmética,
geometría, astronomía y música). En 847 toma el mando de esta Escuela el irlandés
Juan Escoto Eriúgena quien dirá que la filosofía es la búsqueda de Dios.

En el siglo XI se debaten dogmas cristianos bajo dos corrientes: Los dialécticos, que
pretendían usar argumentos racionales, y los antidialécticos que pensaron que ello
comprometería la ortodoxia de la fe. Entre estos últimos estaba san Pedro Damián que
afirmaba que Dios es superior a las leyes de la naturaleza y de la lógica. Esta
intransigencia no pudo durar mucho y pronto los ortodoxos recurrieron también a la
dialéctica, afirmando que la lógica puede ayudar a la fe. Fue significativo el debate
entre Berengario de Tours y el arzobispo de Canterbury Lanfranco de Pavía sobre la
transformación del pan y del vino en la eucaristía.

San Anselmo, arzobispo de Canterbury, y otros autores trataron el misterio de la


Trinidad y el problema de los universales: ¿La realidad está compuesta por conceptos
universales o por individuos concretos? (debate que es, al final, un debate entre
racionalismo y empirismo). Anselmo se inclina por los conceptos universales mientras
que Roscelín por los individuos. Pero de Anselmo es más famosa su «prueba
ontológica» de la existencia de Dios: tenemos en mente un ente real, mayor a todo y,
por lo tanto este ente debe existir. El monje Gaunilón contestará diciendo que la
existencia no es perfección y depende de datos confirmables y no de un razonamiento
a priori. Aquí también se observa un debate entre racionalismo y empirismo que
reaparecerá también en fases más maduras del pensamiento humano. En el siglo XII,
san Bernardo y otros maestros buscarán una síntesis entre fe y razón. El fogoso,
agudísimo y racionalista Abelardo con su agitada vida (castrado por el tío de su amada
Eloísa), aunque encerrado en problemas teológicos es autor del método
universalmente adoptado por filósofos de la época, publicado en su Sic et non: consiste
en contraponer críticamente soluciones antitéticas a un mismo problema.
En la Escuela de Chartres se revitalizará el estudio de los antiguos y éstos pueden
clasificarse como platónicos pero con interés por la realidad física (cosa que evita el
platónico san Agustín) porque actúa según leyes ideales. Frente a esta corriente
surgieron los hiperdialécticos, anticlásicos, antiplatónicos y sostenedores sin
prejuicios de la apelación directa a la razón. De ahí surgirán vivísimos debates
sofísticos en toda Francia. Juan de Salisbury, obispo de Chartres, defenderá la seriedad
de la Escuela de Chartres pero notará el peligro de cualquier posición dogmática. Este
escepticismo le llevará a moderar su pensamiento. Afirmó que los hombres deben
actuar cada uno en su propio campo, considerando no su propio interés, sino el de la
comunidad. En Chartres también se estudiaba a Galeno y esto pudo influir en un
notable desarrollo de los estudios médicos.

1.15. Los Árabes y Oriente

ÁRABES: Desde la muerte de Mahoma (632) el movimiento islámico empezó su


expansión política alcanzando desde Turquestán hasta España, donde se derrumbó el
reino visigótico. Fueron detenidos por Carlos Martel en Poitiers (Francia, 732) y cerca
de Constantinopla por los emperadores de la dinastía isáurica. Esta cultura tiene
pensadores importantes, desde al-Kindī en el siglo IX con estudios de matemáticas,
física, música, medicina, astrología, geografía y filosofía clásica. En el siglo X
encontramos a al-Fārābī con estudios de teología y metafísica. Pero su período áureo
es el siglo XI con Avicena y su Canon de medicina estudiado incluso en el XVI,
Avempace y sus teorías místicas, desarrolladas por el médico de los califas de Granada,
Abubacer. A finales de siglo, el misticismo de Algazel sostendrá que Dios es
independiente, libre e imprevisible, frente a Avicena y al-Fārābī.
Averroes (Córdoba 1126, Marruecos 1198) es el mayor filósofo musulmán y también
cuenta con una famosa enciclopedia médica. Para Averroes, Dios no es arbitrariedad
como afirma Algazel sino racionalidad. El Corán tiene validez literal para los incultos y
la filosofía estudia el sentido oculto de esa revelación, debiendo ser sus conclusiones
reservadas al científico (no difundir al pueblo), para evitar herejías. Esto es conocido
como la «doble verdad» de Averroes: Respeto exterior hacia los dogmas religiosos
mientras la filosofía y la ciencia tienen un carácter exclusivamente racional. Fue
exiliado por ser un pensador libre de la ortodoxia religiosa. Contrariamente al Corán,
Averroes creía en la eternidad del mundo y negaba la inmortalidad del hombre.

Los árabes hicieron traducciones de la ciencia griega y pueden considerarse los


primeros químicos por sus estudios de Alquimia (con el objetivo inicial de conseguir el
elixir de la vida y de convertir en oro los metales) con los que consiguieron hallar
métodos para refinar los metales, para preparar el acero, colorar la seda, preparar
ácido sulfúrico o nítrico... e instrumentos para la destilación como el alambique y la
retorta. El físico más importante fue Alhacén (s. X-XI) por su tratado de óptica, en el
que demuestra que los rayos visuales no parten del ojo al objeto, sino a la inversa.
Basándose en traducciones de Ptolomeo, también hay importantes astrónomos y
geógrafos: Ibn Yūnus, Albategnio y al-Bīrūnī. Respecto a las matemáticas destacar la
influencia de la India y es así como los números arábigos proceden de las cifras indias
y son mucho mejores que los números romanos. En álgebra, al-Khwārizmī da nombre
al término algoritmo muy usado hoy día dentro del mundo de la informática.

HEBREOS: Esta cultura sufrió en el Medioevo una gran influencia árabe y de su


religión, dedicándose a menudo a interpretar la Biblia y el Talmud. En el siglo X
vivieron Isaac Israelí, médico y compilador filosófico, y Saadia Gaon con estudios
religiosos. En el XI, vivió en España Avicebrón que escribiendo en árabe influirá en la
escolástica. El mayor pensador hebreo de esta época es Maimónides (siglo XII), médico
en Egipto que sostiene que entre filosofía y religión no hay grandes contrastes, si se
reconoce que algunas verdades religiosas no tienen demostración filosófica. Por
ejemplo, la Biblia sostiene que el mundo fue creado, y Aristóteles afirma que es eterno,
pero ninguna de esas teorías puede demostrarse.

BIZANCIO: El aislamiento del Oriente bizantino conlleva estudios de temas diferentes a


Occidente. Un debate fue entre monofisismo (Jesucristo era divino y humano) y
monotelismo (Jesucristo era sólo divino, lo cual fue considerado herejía). También se
planteó la iconoclastia (lucha contra el culto a las imágenes sagradas) a la que se opuso
Juan Damasceno (s. VIII). En el IX vivió el erudito Focio y en el XI el racionalista Miguel
Psellos (astronomía, medicina, alquimia...), quien combatió las supersticiones y el
ocultismo, y sostuvo que la razón aclararía la fe... sus seguidores fueron perseguidos
por la Iglesia de Bizancio.
1.16. El Siglo XIII

Leonardo de Pisa era hijo de Bonacci, de donde le viene su famoso apodo de Fibonacci,
trabajó en Pisa en donde tuvo importantes relaciones comerciales con los árabes. Su
padre quiso que estudiara matemáticas árabes y éste pronto alcanzó gran fama por su
dominio y originalidad, y por su manual de aritmética mercantil con cifras arábigas. Su
dominio de las matemáticas que trata y sus aportaciones le hacen ser muy singular en
su época e incluso, en matemáticas, no encontraremos algo similar hasta el XVI. Es muy
conocida la famosa sucesión de Fibonacci (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55...)

Universidad de París: Centro de filosofía-teología que convertirá a París en la capital de


la cristiandad. En 1210 prohíben enseñar allí a Aristóteles, pero sus obras se siguen
leyendo. Los dominicos (con santo Tomás) intentan conciliar aristotelismo y
cristianismo y se meten en dos polémicas: contra los aristotélicos (averroístas latinos)
y contra los antiaristotélicos (franciscanos, como Roger Bacon, Duns Escoto, san
Buenaventura o, ya en el XIV, Guillermo de Ockham). En la dura polémica pudo influir
la rivalidad entre ambas órdenes. Geymonat sentencia que el aristotelismo aparece
como inconciliable con el dogma cristiano, primero por su carácter racionalista y
segundo porque el aristotelismo se presenta como un sistema global que resuelve
todos los problemas del universo, rígido e intransigente, como el dogma cristiano. Tal
vez por eso inicialmente los franciscanos consiguen la condena oficial de hasta 216
tesis aristotélicas (incluyendo algunas de santo Tomás). Pero este eminente filósofo
dominico, santo Tomás, adaptará el aristotelismo al cristianismo con éxito: canonizado
(1325) y nombrado doctor de la Iglesia (1565).

Entre los aristotélicos encontramos los siguientes 4: Siger de Brabante (averroísta,


aunque dice que la filosofía no es superior a la religión sino que son distintas y no se
preocupa si se contradicen: doble verdad), Boecio de Dacia (la filosofía es superior),
Alberto Magno (estudió zoología y botánica y afirmó que la verdad religiosa es
superior, separando la teología de la naturaleza) y santo Tomás: La fe es superior a la
razón y si no coinciden es porque existe un error. Santo Tomás reconoce que existen
temas en los que manda la razón, si no van contra la fe, por lo que es aristotélico
(racionalista). Es famosa su Summa theologica y sus 5 vías para la demostración de la
existencia de Dios, intentando unir fe y razón. Estas vías se basan en la obligatoriedad
de existir un motor inmóvil (vía del movimiento), una causa primera (causa-efecto), un
ser necesario (contingencia), con perfecciones en grado sumo y que sea una mente
ordenadora. Para santo Tomás el conocimiento empieza en los sentidos y el intelecto
humano extrae lo universal, que es un conocimiento superior.

Pedro Hispano, nacido en Lisboa y que llegaría a ser el Papa Juan XXI fue un gran
sistematizador de la lógica formal. Ramón Llull, nacido en Palma de Mallorca fue
filósofo, teólogo, apologista, místico, misionero y gran escritor (didáctico, narrativo y
poético) en catalán, latín y árabe, destacando Árbol de ciencia, una enciclopedia
medieval (junto con el Opus maius de Roger Bacon). En el Este de España coexistían las
3 religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) y Llull se convierte en un
puente entre el cristianismo y el mundo musulmán pero sin renunciar a su objetivo de
mostrar la racionalidad del cristianismo para convertir a lo infieles. Para ello usará su
arte, un sistema de lógica que pretende ser un alfabeto del pensamiento con símbolos
(conceptos básicos) para obtener la solución automática de todos los problemas
planteables. Aunque su sistema fue despreciado por Bacon y Descartes, también fue
alabado por Hegel y por Leibniz, por el que la influencia de Llull llega a la lógica
moderna. También influyó en los filósofos Nicolás de Cusa y Giordano Bruno, y en los
humanistas franceses de principios del XVI, Lefèvre d'Étaples y Charles de Bouelles.

1.17. La Disolución de la Escolástica (siglo XIV)

En el XIII se produce un avance de la clase burguesa que en el siglo siguiente planteará


cambios y nuevas exigencias incompatibles con la civilización medieval, que chocarán
contra los mitos del Imperio y la Iglesia (contra los obispos-señores feudales). Aunque
el aristotelismo tomista (unidad entre fe y razón) derrotó al averroísmo (fe y razón
separadas), el misticismo franciscano, adversario de ambos, contenía gérmenes de
radical renovación: El ideal de pobreza (denunciando la escandalosa codicia mundana
de las jerarquías eclesiásticas y consiguiendo el apoyo de la mencionada clase
burguesa) y el valor que dan a la experiencia religiosa (contacto directo con Dios,
separando fe y razón como Averroes).

El general de los franciscanos Miguel de Cesena sostenía la absoluta pobreza de Cristo


y sus apóstoles, pero el papa Juan XXII lo negaba y lo nombró hereje. Guillermo de
Ockham se une a dicho conflicto contra el Papa y el emperador Luís de Baviera decide
proteger a ambos. Al morir el emperador, Guillermo intenta sin éxito acercarse al Papa
y a su orden. Con obras en lógica, filosofía, teología, física y política, Ockham tuvo ideas
demasiado revolucionarias para su época como proclamar la supremacía del poder
laico frente al eclesiástico. Su famosa Navaja de Ockham se enuncia diciendo que no
debemos multiplicar los entes más allá de la estricta necesidad (entia non sunt
multiplicanda praeter necessitatem), que se traduce en excluir aquellos entes y
conceptos superfluos (metafísicos...) que suelen contribuir a liar sin aclarar. Entre los
debates de la época destacan temas como la distinción del intelecto agente del
paciente, o si éste es personal o impersonal... Ockham no se mete en estos asuntos sino
que se pregunta la necesidad de tales entidades. El empirismo occamiano afirma que la
única fuente de conocimiento es la intuición sensible (la realidad), mientras que de
Dios no existe experiencia directa ni demostración: No existe relación entre ciencia y
fe, ambas son libres en su distinto campo de la experiencia o de lo suprasensible. Los
filósofos y científicos occamistas influirán en el Renacimiento: Nicolás de Autrecourt,
Juan de Buridán, Alberto de Sajonia (centro de gravedad y caída de cuerpos) y el gran
físico Nicolás de Oresme (heliocéntrico antes de Copérnico, usa las coordenadas que
luego se llamarán cartesianas, cinemática).

Para el alemán del XIV Juan Eckhart Dios no necesita mediadores (Cristo es un
símbolo). Supravalorando la fe, desvaloriza relativamente las obras (incluso el pecado)
pues están en el pasado y Dios es un Dios del presente que te pregunta quién eres, no
quién has sido. Este misticismo y el ockhamismo representan la antítesis tomista
reconociendo que fe y razón no son reconciliables, por lo que para alcanzar a Dios sólo
queda la fe, tras haber fallado la razón.
Recapitulación

El pensamiento no es sólo el fruto del ingenio personal, individual, sino que "hunde sus
propias raíces en todo el conjunto de las multiformes actividades humanas".
Dos formas de investigación: sistemas bien trabados (Aristóteles, Euclides...), o bien,
fragmentos vinculados. Ninguna es superior a la otra: Es superior aquella que suscita
mayor interés para seguir investigando y mayor confianza en el poder indagador.
Conservar el pasado y buscar lo nuevo son aspectos complementarios, igual de
indispensables. La conservación cultural no es algo automático, requiere estructuras
que lo permitan y la mejor forma de hacerlo no es enseñarlo como dogma intocable.
Entre los siglos VI a.C. y XVI podemos distinguir 4 grandes fases:
De Tales a Aristóteles: Filosofía es igual a ciencia y se estudian 3 ámbitos: Naturaleza,
hombre y sociedad.
Desde Aristóteles hasta el siglo I a.C.: Filosofía y ciencia se separan, surgiendo la
especialización en las investigaciones. El hombre confía en dominar el mundo.
Del siglo I al VII d.C.: Decae la ciencia y surgen problemas religiosos debido a la
necesidad de evadirse del mundo: crisis a la que sólo el cristianismo sabe responder.
El renacimiento carolingio y el Medioevo (hasta el XIV): Lento resurgir de la
investigación racional. El principal problema es buscar un acuerdo entre la antigüedad
y el cristianismo.
2. Del Renacimiento a la Ilustración

2.1. De la Edad Media al Renacimiento (de la segunda mitad del XIV al XIV)

El Renacimiento es una nueva atmósfera que favorece el desarrollo de la modernidad


gestada en el Medioevo y favorecida por las riquezas traídas a Europa (desde Asia,
América...). Características:

Regreso al mundo clásico: Conocimiento vasto de latinos y griegos (en el Medioevo se


ven sólo como afirmación del cristianismo).
Relieve dado a la individualidad humana y a su voluntad. La religión se interpreta de
forma diferente y se cree que la ciencia está para que el hombre domine a la
Naturaleza.
La Naturaleza es el ambiente del hombre (no un lugar de tentación o sombra del
paraíso). Se quiere explicarla con experimentos y matemáticamente (sin rollos
trascendentales). Se renuncia a teorías generales para todo el universo. La ciencia
busca esquemas particulares para una producción más eficiente (más poder al
hombre) y las matemáticas son una importante herramienta.
2.2. La Filosofía del Humanismo (platonismo de los siglos XV y XVI)

El humanismo (de mitad del XIV al XV) pretende captar el mundo antiguo con
objetividad y obtener sugerencias para problemas del mundo nuevo. La literatura es
de temas terrenales (no divinos). Los doctos usan latín (presumidos que impiden el
avance). Otros, como Leonardo, introducirán problemas nuevos, influyendo en el
pensamiento moderno. El humanismo ve en la naturaleza la belleza de Dios (en el XVI
se llamará panteísmo a ver que la naturaleza es Dios).

Coluccio Salutati: Virtud=Verdad. El vir sapiens se transforma en vir faber (vida activa,
cultura, estoicismo, política...).
Pietro Paolo Vergerio: También estoico (Cicerón, Séneca...). El hombre libre vivirá para
la virtud y la gloria (no por lucro o placer), con serenidad frente a la adversidad.
Leo Battista Alberti: Otro estoico, contrario a las plegarias, los votos, ayunos... Virtuoso
es el que desea la virtud, luchando por la cultura, investigación, arte...
Lorenzo Valla: Influencias epicúreas, el móvil de las acciones es siempre el placer (lo
útil).
Ramón Sibiuda: catalán, iniciador del humanismo con su antropocentrismo.
Nicolás de Cusa: Neoplatónico, con gran influencia en la filosofía del XV y XVI.
Marsilio Ficino: La religiosidad es natural en el hombre (como relinchar en los
caballos) y todas las religiones coinciden. Aunque el cristianismo es la más perfecta,
existe salvación fuera de esta religión (teoría adoptada actualmente por la Iglesia
católica). Fue llevado a la Academia florentina por el protector Cosme de Médicis.
Giovanni Pico della Mirandola: También de la Academia florentina, combate la
astrología en nombre de la libertad humana.
Tomás Moro: Humanista inglés ya en el XVI, influido por la Academia florentina, por
Vives, Erasmo...
Erasmo de Rotterdam: Su más famosa obra es Elogio de la Locura (1511) en la que sólo
habla la Locura, demostrando que todos están locos menos ella. Un ejemplo de su
ironía: «Yo misma siento a veces verdaderas náuseas cuando veo entre esos pavos
reales a una dama que se cree tanto más próxima a los dioses cuanto más larga es la
cola que arrastra, o a un prócer que se abre paso a codazos para que se le vea más
cerca de Júpiter, o cuando observo que cada cual está de sí mismo tanto más satisfecho
cuanto más pesada es la cadena que se cuelga al cuello, cual si quisiera mostrar no
tanto la riqueza como la robustez de sus espaldas» (Capítulo LVI). Erasmo niega a
Lutero su apoyo a la Reforma, porque quería una reforma lenta.
Joan Lluis Vives: Valenciano, vivió en Brujas. Lucha contra los sectarismos, es cristiano
pero no clerical. Europa plural y unida, no dirigida por el Imperio o la Iglesia, sino por
el respeto mutuo: Democracia. Diferencia la caridad de la "asistencia social" municipal:
trabajos para pobres... Tiene obras en pedagogía y la obra cumbre de psicología
renacentista (De anima et vita).
Michel de Montaigne: Este francés se sale del platonismo para estudiar los problemas
morales (no los religiosos o metafísicos). Ninguna forma de conocimiento lleva a la
verdad absoluta. Es ingenuo creer lo que diga un sabio, porque el sabio duda de todo
(escepticismo). A esa duda volverá Descartes.
Leo Hebreo: Judío portugués, médico del Gran Capitán, influido por Ficino. Sus teorías
sobre el amor inspirarán a Spinoza.
Miguel Servet: Teólogo aragonés heterodoxo que murió quemado vivo condenado por
la inquisición. Fue médico y se le atribuía el descubrimiento de la circulación de la
sangre, aunque existe una descripción semejante del siglo XIII del musulmán Ibn al-
Nafīs.
2.3. El Aristotelismo y sus Influencias en el Renacimiento (Segunda escolástica: Siglo
XVI y principios del XVII)
En el marco de la Contrarreforma, consiste en un retorno a los maestros del siglo XIII,
especialmente al tomismo (Sto. Tomás, doctor de la Iglesia por Pio V), pero también al
escotismo y nominalismo. Destacan los dominicos como el italiano Cayetano, que fue el
que negoció con Lutero, y el español Francisco de Vitoria, primer gran teórico
anticolonialista: Igualdad jurídica de hombres y pueblos, derechos de indios y colonos,
apenas puede existir una guerra justa. El más destacado es el filósofo y teólogo español
de Granada Francisco Suárez por sus estudios de metafísica, derecho internacional y
sobre el origen del poder político (la legitimidad del poder viene del consentimiento
del pueblo), y por su influencia en colegios jesuíticos y en universidades europeas
(incluso no católicas).

Aristotelismo heterodoxo: Corriente que afirma que la filosofía consiste en estudiar la


naturaleza con la razón (usando la lógica pero excluyendo la matemática). Los estudios
sobre Dios pasan a un segundo plano y afirman que fe y razón están en distinto plano
(teoría de la doble verdad, antítesis del platonismo que identifica filosofía y religión).
Tuvo gran influencia en el Renacimiento. Dentro de esta corriente se distinguen los
averroístas (aristotelismo árabe: intelecto, alma es inmortal) y los alejandristas
(griego), nombre que procede del ya citado Alejandro de Afrodisia (siglos II-III d.C.),
que fue ignorado en la Edad Media y redescubierto por el humanismo: En el hombre,
todo es mortal. Entre los alejandristas, Piero Pomponazzi estudió el alma y los
milagros (excepciones admitidas por la fe): La teoría de la doble verdad le permite ser
racionalista y católico. También seguidor del aristotelismo heterodoxo es Andrea
Cesalpino, médico, filósofo, botánico y mago. Autor de un manual de medicina y del
primer sistema racional de botánica donde confronta la fisiología de plantas y
animales.

2.4. Cultura Histórica y Científica en el Renacimiento

La historiografía de esta época reemplaza la creencia en la intervención divina (del


Medioevo) por estudiar intereses de los individuos, sus acciones, su sentido e intentar
encontrar enseñanzas ocultas. También es típica la cercanía del historiador con los
hechos (memorias), con el inconveniente de la poca objetividad.
Nicolás Maquiavelo: Racionalismo dirigido a la acción (la inteligencia puede dirigir los
acontecimientos hacia fines predeterminados). En El Príncipe hace un análisis
despiadado de los factores con los que se rige un Estado perfectamente eficiente,
incluyendo la, según él, necesaria violencia. Pero no defiende las crueldades sino que
las racionaliza por un riguroso utilitarismo. Para él la virtud depende del hombre pero
también del azar.

Movimiento Libertino: Explica la religión como si fuera un hecho natural, llegando al


ateísmo y a la burla del dogma y la moral cristianas. Representa la crisis del
Renacimiento para pasar al pensamiento moderno. Julio César Vanini escribe unos
diálogos en los que un libertino expone sus burlas y él las contradice con argumentos
débiles, por lo que es condenado a que se le cortara la lengua y a la hoguera.

Leonardo da Vinci (1452-1519): Iniciador del renacimiento científico del XVI, hasta
llegar al rigor de Galileo. Sus apuntes inéditos tienen "intuiciones geniales" en
anatomía (era pintor), mecánica (era ingeniero), óptica, geología, astronomía... Ejs:
Aproximación al principio de inercia, de los vasos comunicantes, vuelo de los pájaros,
origen de los fósiles, funcionamiento del ojo, circulación de la sangre, músculos y
válvulas del corazón. Su guía es Arquímedes, no Aristóteles, de ahí la importancia del
método experimental.

La magia tuvo gran éxito, incluyendo estudios de validez científica. Poco a poco se
separaron magia y ciencia, por su fracaso y éxito respectivamente. Los cuerpos en
movimiento deben ser animados (con alma), pero no niegan que existan leyes que
regulen dichas almas. En medicina destaca Paracelso (mago y alquimista que curaba),
además de Eustachio (trompa), Fallopio, Colombo y Harvey (ambos estudiaron la
circulación). En física hay estudios en mecánica, minería, metalurgia... El médico del
rey inglés, W. Gilbert, escribió las propiedades magnéticas y eléctricas de los minerales
(acuñó el término "electricidad", del griego électron, ámbar). En álgebra los italianos
dal Ferro y Tartaglia resolvieron las ecuaciones de tercer grado, publicándolo Cardano
sin citar a Tartaglia quien le dio las claves. Ferrari resolvió las de cuarto grado, y
Bombelli estudió las raíces de números negativos. El francés Viète escribió una obra
sin nada nuevo, salvo la formalización más sencilla que permitió nuevas
investigaciones.

En astronomía destaca el polaco Nicolás Copérnico (1473-1543) con su


heliocentrismo, según sus cálculos y motivaciones teológicas. No sabía explicar porqué
la Naturaleza sigue los caminos más simples. El anticopernicanismo radical surgiría en
el XVII. Tycho Brahe sería geocéntrico pero con los demás planetas girando alrededor
del Sol. Los datos de sus observaciones los usaría Johannes Kepler, astrólogo, óptico,
matemático y astrónomo, de concepción pitagórica (la armonía es ley general
expresada en proporciones numéricas). Galileo está más cerca que Kepler de la ciencia
moderna por su aristotelismo. Kepler enunció las 3 famosas leyes del movimiento de
los planetas. Estudió la fuerza de gravedad y la definió como atracción recíproca,
rechazando que fuera inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, lo cual
llevaría luego Newton a ley universal.

2.5. La Filosofía de la Naturaleza

En el XVI surgieron tres figuras en la Italia meridional con una orientación común al
naturalismo, similar a los presocráticos, con estudios escasamente científicos y
parcialmente antiaristotélicos, usando la doble verdad (de averroístas y alejandristas):

Telesio: Estudiar la Naturaleza con los sentidos, sin usar teología o lógica. De ahí extrae
que hay dos fuerzas (calor/frío) y que todo es materia, hasta el alma es material.

Bruno: Quemado vivo por su desdén hacia la Iglesia, de inspiración libertina. La suya
es la religión del infinito (el mundo es infinito porque infinita es su causa). Las
religiones comunes son útiles para la educación y el gobierno de pueblos incultos.
Apoya el copernicanismo y estudia una filosofía del universo, la memoria... usando el
Ars Magna de Ramón Llull (fundamento universal de todas las ciencias).
Campanella (XVII): Compartió prisión con Bruno en Roma, fue torturado y se salvó
fingiéndose loco. Escribió a Galileo para apoyarle y murió huido en París. En "La
Ciudad del Sol" pretende reformar el cristianismo para unir a los humanos en una
teocracia precursora del comunismo (sin propiedad privada), basada en La República
de Platón y en la Utopía de Moro. Los ciudadanos de su teocracia percibirían una
educación enciclopédica (lenguas, ciencias, artes, oficios...).

2.6. Francis Bacon (1561-1626): Filósofo de la Revolución Industrial

Londinense que trabajó en la corte y que no aportó grandes contribuciones pero


intuyó la revolución de la sociedad (agrícola/artesanal) gracias a la nueva ciencia-
técnica. En "La Nueva Atlántida" muestra una sociedad perfecta basada en la ciencia y
en su progreso para la humanidad, en la que la religión apoya la ciencia y garantiza su
valor moral. Bacon es antiaristotélico, aunque no tanto como él mismo cree. Según él
se requiere la experiencia realizada metódica y cuidadosamente (empirismo). Según él,
la filosofía de Aristóteles y de toda la antigüedad (salvo Demócrito) recaba el
conocimiento de la mente humana en vez de buscarlo observando la Naturaleza.
Sintetiza tres grados de conocimiento para una nueva enciclopedia: Histórico
(memoria, datos...), Poético (fantasía, sueños...) y Filosófico (intelectual basado en
datos: física, medicina...). El error más grave es ignorar las matemáticas, cuando los
grandes científicos darán a las leyes de la naturaleza un carácter matemático.

Bacon antepone su lógica a la lógica aristotélica y a su sistema de inferencia, con dos


partes:

Liberación del Error: Errores y prejuicios que ocultan la realidad (como los falsos
ídolos ocultan al verdadero Dios).
Ídolos de la tribu: Comunes a todos, como la limitación y falibilidad de los sentidos o la
tendencia a ver uniformidad/regularidad donde no existe.
Ídolos de la caverna: Según la naturaleza del individuo (gustos, costumbres... eso de
que el ladrón cree que todos son de su condición).
Ídolos del foro: Del lenguaje (con palabras vacías, para cosas que no existen y
viceversa).
Ídolos del teatro: De las teorías tradicionales que se repiten sin pensar, por lo que
invita a una crítica al saber tradicional. Siglos más tarde, Ortega y Gasset advertiría de
dejarse llevar por los mandatos de la sociedad.
Construcción del Saber: Reglas de inducción contrapuestas a las de Aristóteles, usando
tres instancias o tablas: a) Con los datos de los casos en los que ocurre el fenómeno, b)
datos cuando no curre y c) cuando aumenta/disminuye. Tras eso, hay que hacer un
cuidadoso examen, formular una hipótesis, su verificación empírica y refinamiento
(casos excepcionales...).
2.7. Galileo Galilei (1564-1642)

Con 19 años descubre el isocronismo del péndulo y con 22 construye la balanza para
determinar el peso específico. Profesor de matemáticas en la Universidad de Padua,
tiene 3 hijos con Marina Gamba. Construye un telescopio de gran calidad con el que es
el primero en ver los 4 satélites mayores de Júpiter, llamados de Galileo (Io, Europa,
Ganimedes y Calisto), manchas en el Sol y en la Luna... A pesar de sus adversarios, le
apoyaron científicos como Kepler y otros importantes de la Compañía de Jesús. Cosme
II de Médicis le ofreció un puesto en Pisa, bien remunerado y sin dar clases. Galileo
aceptó aunque requiriera irse a una zona con mayor poder de la Inquisición que en la
República de Venecia. Convencido del heliocentrismo, no quiso seguir los consejos
para no divulgarlo, ya que él quería evitar que la Iglesia Católica cayera en un error tan
grave con argumentos bíblicos tan débiles (Josué dijo "¡Detente, oh Sol!"). Fue llamado
a Roma, donde se frustraron sus intenciones de convencer al tribunal que lo conminó a
no volver a hablar del tema y quienes pusieron la obra de Copérnico en el índice de
libros prohibidos. Tras eso publicó su "Diálogo acerca de los Dos Máximos Sistemas del
Mundo", que fue considerado "más pernicioso para la Iglesia que los escritos de Lutero
y de Calvino". Entonces fue otra vez procesado en Roma por el Santo Oficio y hallado
culpable, obligado a abjurar y aislado del mundo de por vida. Fue visitado por Hobbes,
perdió casi la vista y siguió trabajando en una de sus mayores obras "Discursos y
Demostraciones Matemáticas sobre Dos Nuevas Ciencias"
Galileo niega la teoría de la doble verdad y también la identificación entre filosofía y
religión. Hace filosofía pero independiza a ésta de la Ciencia (uniendo aquí teoría y
práctica). Sus hallazgos más importantes son en mecánica y astronomía: Principio de
inercia, velocidad constante si no existen fuerzas sobre un móvil, movimiento de los
proyectiles, segundo principio de la dinámica (las fuerzas no imprimen velocidad sino
aceleración), novedad de considerar la gravedad como una fuerza, fases de Venus,
tamaño aparente de estrellas fijas... pero también avances en óptica (inventó el
microscopio), acústica, hidrostática, magnetismo...

Galileo decía que el Universo está escrito en lenguaje matemático y que todos los
fenómenos son expresables en términos matemáticos (inspirado en Demócrito). Su
método experimental galileano se puede considerar en 3 pasos: Exacta medida de los
fenómenos (donde adquieren un papel fundamental los aparatos de medida), efectuar
una hipótesis matemática (principal diferencia con Bacon) y la prueba final
(posiblemente creando un modelo).

Sus discípulos fundaron la Accademia del Cimento (del Experimento, 1657) para las
investigaciones experimentales pero duró poco por los teólogos anti-Galileo. Destaca
en matemáticas Cavalieri con su famoso principio para calcular áreas y volúmenes,
base del cálculo infinitesimal moderno. Evangelista Torricelli aporta avances en
matemáticas y física distinguiendo claramente ambas ciencias: teoremas de
integración, invención del barómetro y determinación de la presión atmosférica...

2.8. Descartes (1596-1650): El racionalismo cartesiano

El francés René Descartes asiste a un buen colegio jesuita y en 1618 decide aprender el
arte militar en las tropas que combatían contra España por la libertad holandesa. Una
noche del año siguiente sufre una crisis místico-científica que le lleva a intuir
entusiasmado «una ciencia maravillosa», la geometría. Vivió en Holanda
reservadamente con el lema bene vixit qui bene latuit ("vive bien, quien vive
anónimamente", de Ovidio). La reina Cristina de Suecia lo invitó a Estocolmo y su salud
no resistió el fuerte frío. Murió de pulmonía en esa ciudad. Alguno de sus trabajos no
los publicó por el caso Galileo, pues él sabía que la Inquisición se equivocaba (ahí y
respecto a los antípodas) pero no quería polémicas sino buscar la verdad y, aún así, su
filosofía fue criticada por teólogos protestantes de la Universidad de Utrecht. Su más
famosa obra es el "Discurso del Método", pero tiene otras valiosas como "Dióptrica",
"Meteoros", "Geometría", "Meditaciones Metafísicas" o "Principios de Filosofía".

En el siglo XVII la ciencia va demostrando su eficacia pero parece necesitar alguna


garantía superior que la sustente, que es lo que aporta la filosofía de Descartes «el
nuevo aristotelismo». En el "Discurso del Método" critica el sistema de enseñanza,
basado en la cultura tradicional, la fantasía y en las obras de otros, en vez de en la
investigación directa. Su método para conocer la verdad tiene 4 reglas: 1) Regla de la
Evidencia: No aceptar como verdad lo que no sea evidente; 2) Regla del Análisis:
Descomponer lo complejo en sus últimos elementos; 3) Regla de la Síntesis:
Recomponer los elementos básicos viendo su relación, hasta alcanzar los más
complejos; 4) Regla de Enumeración: Hacer revisiones completas para asegurarse de
no omitir nada. Todas estas reglas tienen el mismo fin: Captar con claridad cada
verdad de nuestro saber (no tratan de llegar a la verdad absoluta). De la primera regla
se obtiene la famosa duda metódica, que no es la duda de los escépticos y que consiste
en dudar de lo que no sea evidente: dudar de los sentidos, de las verdades matemáticas
(cometemos errores), de la memoria... Así, Descartes llega a una verdad indudable:
Dudar es pensar y eso significa ser: Cogito ergo sum (Pienso luego existo).

Para Descartes hay 3 tipos de ideas: adventicias (del mundo externo, falaces, como el
Sol tal como lo vemos), facticias (fabricadas, como las sirenas) e innatas (del
pensamiento, como la idea de Dios). Demuestra la existencia de Dios a partir de la
tenencia de la idea de la perfección, que no puede provenir de nosotros, imperfectos.
También usa el argumento ontológico ya citado de S. Anselmo. Aunque no son
argumentos muy válidos, Dios es la garantía de su pensamiento y así de la validez de su
ciencia. Lo positivo es que esto permite a Descartes y sus seguidores confiar en la
Ciencia.
Afirma que el alma es pensamiento por lo que los animales no tienen alma, porque no
tienen un «verdadero lenguaje», con palabras, son autómatas. En su "Discurso del
Método" habla del interés de la ética, pero nunca llegó a desarrollarla, dando
simplemente una "moral provisional" que aunque no sea verdad total, tenga eficacia
«para vivir lo más felizmente posible». Cuatro reglas: 1) Obedecer las leyes del país y
de la religión que le enseñaron, siendo moderado en sus opiniones y sin excesos; 2) Ser
firme en sus acciones; 3) Esforzarse en cambiar los propios deseos, más que el orden
del mundo, pues nada está totalmente en nuestro poder, salvo los pensamientos; 4)
Intentar conocer la verdad con el método de la evidencia, «hacer las cosas que se
consideran mejores» guiados por la razón: «realizar todo lo que aconseje la razón».
Descartes sabía que renovar el saber implica renovar la ética, pero era cauto para
decirlo recordando los filósofos que murieron en la hoguera (Bruno, Vanini...) y él era
respetuoso con las instituciones.

Sus aportaciones son principalmente en geometría y física. En geometría introduce el


sistema de ejes cartesianos que simplifica muchos problemas (Fermat inventó
también, a la vez, la geometría analítica). Su física se basa en dos principios que hoy
sabemos que son falsos: que no existe el vacío y entre los planetas hay éter, y que es
constante la cantidad de movimiento (producto de la masa por la velocidad). También
define su teoría de los torbellinos para la gravitación, que Newton demostrará falsa
matemáticamente junto con su ley de la gravitación universal. Acierta al descubrir las
leyes de la refracción de la luz y explicar el arco iris. A los científicos les insta a
colaborar según su poder en el progreso de la ciencia/técnica, para una ciencia útil y
para dominar la naturaleza. El fin del racionalismo cartesiano es humanizar la ciencia,
demostrar que el mundo es un colosal mecanismo totalmente aprehensible por la
razón. Poco a poco la ciencia se librará de los dogmas metafísicos cartesianos pero
conservando el espíritu cartesiano.

2.9. Adversarios y Continuadores de Descartes

La época de Descartes tiene multitud de científicos, especialmente en Francia y


principalmente fuera de las universidades, las cuales no tenían interés en la
innovación. A mediados del XVII surgen las primeras academias. Entre las figuras
destacadas está Pierre de Fermat (1601-1665), magistrado y consejero del parlamento
de Toulouse, que en sus ratos libres estudió a los matemáticos clásicos (Apolonio,
Diofanto...). Mantuvo una polémica con Descartes pero acabaron reconciliándose.
Puede considerarse uno de los mayores matemáticos de la humanidad y sus estudios
fueron usados por Newton y Leibniz. Explica muy bien la geometría analítica y tiene
estudios de óptica. Es famoso el segundo teorema de Fermat que afirman que para un
n>2, no existen valores válidos que cumplan que xn + yn = zn (si n=2 tenemos el
teorema de Pitágoras). Fermat anotó en un margen que tenía la demostración pero que
no le cabía en tan poco espacio. Durante siglos se intentó hallar tal demostración y se
consiguió a principios del XXI.

Otro importante científico fue Gassendi, filósofo, físico, astrónomo y matemático.


También destaca el grupo jansenista del monasterio de Port-Royal, cerca de París,
continuadores de las teorías del obispo Jansen, que intentó introducir en el catolicismo
ideas similares al calvinismo. Según él, a través de la caridad cristiana se obtiene la
verdad suprema (contrario a Descartes). También se opuso a usar mucho los
sacramentos. En Port-Royal estuvo una temporada Blaise Pascal (1623-1662), otro
francés genial en matemáticas y física. Junto con Fermat se les considera los padres del
cálculo de probabilidades y descubrió el principio de Pascal, sobre la transmisión de la
presión en todas las direcciones de un fluido. Criticó la moral jesuítica y se prohibió
ese libro. Sus últimos años, con una larga enfermedad, los dedicó a la elevación de su
alma y a la búsqueda de la perfección cristiana a través del dolor. No intenta demostrar
la existencia de Dios, sino persuadir de que es necesario creer.

El matemático, físico y astrónomo Christiaan Huygens acentúa el valor de la


experimentación en sentido galileano. Estudió el péndulo, construyó la péndola de los
relojes, calculó la aceleración de la gravedad y enunció la teoría ondulatoria de la luz,
que explica bien la reflexión y la refracción. De esa época es la escuela filosófica del
ocasionalismo que estudia la metafísica cartesiana, la separación de las dos
substancias: pensante y extensa (materia). Geulincx y Malebranche eliminan la
interacción entre ambas (alma/voluntad y cuerpo) y otorgan a Dios ser la única causa
de todo.

2.10. Hobbes (1588-1679) y Spinoza (1632-1677)

En esta época el centro de las discusiones tiene distintos frentes: El pensamiento


jurídico trata de demostrar la independencia del individuo de la Iglesia y del Estado. El
pensamiento político defiende la independencia del Estado del poder religioso, pues
un Estado moderno supone la liberación de la autoridad espiritual superior y la
afirmación de un poder terrenal/político superior a todo. Los derechos del Estado
moderno fueron introducidos por Maquiavelo. El holandés Grocio buscó bases sólidas
para sus principios de derecho y las halló en la naturaleza independiente de la fe
(iusnaturalismo). Surge así el estado natural y su ley es el derecho natural que se basa
en el consenso espontáneo del individuo.

El inglés Hobbes, con su "Leviathan" (monstruo del libro de Job) representará el poder
absoluto del Estado. Hobbes combatirá todas las teorías que limiten o condicionen la
autoridad del Estado (religiones, individualismo...) ya que el que manda debe tener
todo el poder o se llegaría a la anarquía. Toma de Maquiavelo el concepto de autoridad
estatal, su independencia y la ilimitada soberanía del Estado sobre sus súbditos. Según
él, en estado natural tenemos el "homo homini lupus", estado basado en el miedo y la
agresión, por lo que el estado natural es absurdo. Para evitarlo, el Estado debe
reprimir la violencia individual. El estado civil es obra de la razón, que surge del
acuerdo de los individuos. Hobbes se opone al dualismo cartesiano porque para él todo
es material (materialismo), regulado por leyes causales.

Spinoza nació en Amsterdam en una familia de judíos, pero por sus ideas fue expulsado
de la comunidad hebrea. Eligió vivir modestamente puliendo lentes. Recibe mucha
influencia de Descartes. Según Spinoza, los datos de los sentidos no son ni verdaderos
ni falsos, sino que el error está en el juicio emitido. En cuanto a Dios, lo define como
substancia (que no necesita nada para existir, único, infinito, incondicionado...)
igualando Dios al mundo (panteísmo) y polemiza contra todas las concepciones
antropomórficas de Dios, recibiendo la condena de todos los teólogos. En su "Ethica"
analiza las pasiones (amor-odio, alegría-tristeza...) y afirma que la razón debe frenarlas
y conseguir plena conciencia. En política destaca su "Tratado Teológico Político", un
examen crítico agudísimo del Antiguo Testamento. Acepta las teorías de Hobbes (el
Estado aporta mayor seguridad/bienestar, pero se renuncia a la libertad que se goza
en estado natural). El Estado no puede esclavizar el pensamiento individual, por lo que
prefiere la democracia a la monarquía o aristocracia.

2.11. Locke (1632-1704) y Newton (1642-1727)

Ambos eran muy religiosos. El empirismo de Locke y la mecánica de Newton fueron


admirados, lo que sirvió de propaganda de la política y economía liberal británica.
Locke renunció a la vida pública para ser escritor. Tuvo influencias de Bacon (gran
valor de la experiencia) y Descartes (su racionalismo), pero Locke no se centra en
hallar el criterio de la verdad científica, sino en hallar los procesos de nuestra psique, y
en su principal obra "Ensayo sobre el entendimiento humano" afirma que no hay ideas
innatas, sino que nuestra mente es como una hoja en blanco. Hay dos tipos de ideas.
Las simples vienen de sensaciones (colores, sonidos...) y/o reflexiones (pensamiento,
deseo, placer...) y la mente es pasiva en ellas. Las ideas complejas son unión de simples
(triángulo, gratitud...) y son infinitas. Locke usa el argumento causal para vislumbrar la
existencia de Dios (la nada no puede producir). En política apoya una monarquía
constitucional parlamentaria y democrática. Limita la propiedad a aquellas cosas
necesarias para la conservación de cada individuo (la propiedad es ilegítima en cosas
no necesarias). La ley natural es racional y dicta normas, pero no puede hacerlas
respetar. En la sociedad civil, se ceden dos tareas: La de dictar normas al poder
legislativo, pero que no violen la libertad ni el derecho a la propiedad, mientras que el
poder ejecutivo hace las normas obligatorias y castiga a los infractores. Sus obras
incluyen temas sobre el gobierno, la educación, la tolerancia o la racionalidad del
cristianismo.

Antes de Newton, Inglaterra tenía buenos científicos: Wallis (cálculo de pi), Barrow
(espacio y tiempo), Boyle (presión)... Isaac Newton nació en Wollsthorpe, pero estudió
en Cambridge a Kepler, Euclides, Descartes, Wallis y tuvo a Barrow como su director
demostrando su gran capacidad como experimentador. En 1965 tiene que volver a su
pueblo natal por la epidemia de peste, que mató más de 30000 personas sólo en
Londres. Allí pasa dos años de aislamiento que resultan muy prolíficos, desarrollando
el núcleo principal de sus más importantes descubrimientos y donde ocurre la famosa
leyenda de la manzana que le sugirió la ley de la gravitación universal al caerle sobre
su cabeza. Al ver estos estudios, Barrow renunció a la cátedra en favor de Newton. Fue
diputado electo al parlamento de Londres por la Universidad de Cambridge, amigo de
Locke y finalmente trabajó en la Casa de la Moneda renunciando a su cátedra. Está
enterrado en la abadía de Westminster con las siguientes palabras gravadas en su
tumba: Sibi gratulentur mortales tale tantumque exstitisse humani generis decus (Dad
las gracias mortales, al que ha existido así, adorno del género humano).

Fue muy religioso, teniendo escritos también de esta temática aunque los más
importantes son científicos. Tuvo una controversia con Leibniz sobre el cálculo
infinitesimal pues aunque las investigaciones de Newton son anteriores, no fueron
publicadas por lo que Leibniz lo publicó antes y con una notación mejor que es la que
se conserva en la actualidad. No obstante este tema no era muy novedoso y ambos sólo
coronaron los trabajos iniciados medio siglo antes por Cavalieri y más tarde por
Torricelli, Fermat, Pascal... Newton define las principales reglas de derivación e
integración, la importancia de las ecuaciones diferenciales, resolviendo algunos tipos
de ellas, estudia las curvas algebraicas, define los tres principios de la dinámica (el
tercero es el más suyo), define fuerza y masa... pero su mayor aportación es la ley de la
gravitación Universal que dice que dos masas se atraen con una fuerza proporcional a
sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia. Con ella
demuestra la órbita elíptica de los planetas y la causa de las mareas, unificando el
movimiento de los astros con los fenómenos terrestres. También tiene importantes
estudios en óptica: descomposición de la luz blanca al atravesar un prisma triangular,
definición matemática de su teoría corpuscular de la luz... parece ser que sus estudios
de química se perdieron al incendiarse su laboratorio y no fueron reescritos, por lo
que no publicó nada al respecto. Su metodología se resume en su "Hypotheses non
fingo" (no invento hipótesis), negándose, por ejemplo, a buscar una causa a su
gravitación universal y por lo que fue criticado por Huygens y Leibniz. Pero su
religiosidad le lleva a afirmar la necesidad de una Causa Primera. Observando algunas
irregularidades, intuyó la necesidad de que Dios interviniera de vez en cuando para
restablecer el orden, y Leibniz se burlará del mundo de Newton como si fuera un reloj
que necesitara ser revisado. Newton (y Locke) tuvo gran interés en hacer concordar
ciencia y filosofía con religión, pero algunos de sus seguidores lo interpretaron de otra
forma convirtiendo a Newton en un punto fuerte de fricción entre la religión "racional"
y la basada en el Evangelio.

2.12. Leibniz (1646-1716)

Historiador, filólogo, matemático, físico, jurista y filósofo nacido en Leipzig (Alemania),


huérfano con 6 años de padre culto, empezó leyendo la biblioteca paterna. Prefirió la
diplomacia a la universidad. Colaboró en el nacimiento de muchas Academias y fundó
un famoso periódico científico: Acta Eruditorum. Intento unificar las distintas
religiones cristianas para pacificar su Alemania y denunció el anticristianismo del rey
de Francia, Luís XIV. Cuando el duque de Hannover llega a ser rey inglés (1714),
Leibniz esperaba que le apoyara en su injusta acusación de plagio a Newton en su
mayor contribución científica, el cálculo infinitesimal, pero no fue así porque el nuevo
rey quiso aplacar a sus opositores. Así, Leibniz cayó en desgracia y aislado, murió.

No sigue a Descartes porque el criterio de la evidencia es psicológico y sin garantía. Él


confía en que con los símbolos apropiados que representen bien los conceptos, puede
seguirse un procedimiento lógico para verificar las verdades, perfeccionando las
operaciones lógicas de Ramón Llull. Su simbología en derivadas e integrales
matemáticas es la usada en la actualidad. Es erróneo su principio de conservación de la
fuerza viva (energía cinética), pero fue fecundo para llegar al principio de
conservación de la energía total. Combatió a Newton y sus seguidores por creer en el
espacio y tiempo absolutos. Para él eran relaciones matemáticas, pero es un
antecedente alejado de la relatividad de Einstein.
Llama mónadas a substancias indivisibles creadas por Dios. De ahí, elabora una teoría
metafísica que lleva al innatismo (antítesis de Locke): Existen ideas innatas pero con
distinta claridad en cada uno (anticartesiano). Como luterano, trato de conciliar ciencia
y cristianismo. Su Principio de Razón Suficiente tiene su origen en Arquímedes y
afirma que nada sucede sin que exista razón para ello. Ni siquiera la creación escapa de
este principio: El orden mecánico del mundo debe tener un fin. Uno de los fines es el
bien que se deriva de la creación, pero ¿Por qué existe el mal?. Esta era una pregunta
de moda por Pierre Bayle que, basándose en la existencia del mal, intentó demostrar la
absoluta incompatibilidad entre razón y religión. Leibniz afirma que éste es el mejor de
los mundos posibles, aunque no sea óptimo porque existe el mal. Ese optimismo será
objeto de ironías de los ilustrados franceses.

A pesar de su fracaso en los campos filosófico, teológico y político, Leibniz fue muy
influyente en la historia del pensamiento. Como continuadores en metafísica está el
alemán Christian Wolff que aplicó el principio de razón suficiente a todos los campos,
mientras que en su matemática encontramos a los dos hermanos suizos de origen
francés Bernouilli, y el discípulo de uno de ellos Leonhard Euler (1707-1783), uno de
los mayores matemáticos de la historia, con estudios también de filosofía y óptica.

2.13. El Pensamiento Filosófico-Científico Inglés en el Siglo XVIII

El deísmo surge en el XVI como reacción contra las luchas feroces entre católicos y
protestantes, afirmando que la religión verdadera está más allá de esas diferencias.
Luego, el término se igualó a ateo o libertino y, en el XVIII tuvo una amplia difusión
como religión natural, obtenida usando sólo la razón. Locke era deísta moderado, pero
los ilustrados franceses fueron deístas radicales. En Inglaterra puso en crisis la moral
tradicional de las autoridades eclesiásticas. Fue un gran éxito en Londres el poema "La
Fábula de las Abejas" del holandés de origen francés Bernard de Mandeville, quien no
cree en las libertades, ni en la divinidad, ni en la moralidad, comparando el hombre
con una abeja que sigue su instinto. La única diferencia es que el hombre conoce más
placeres, y los deseos le hacen progresar. Por su parte, el irlandés John Toland
afirmaba que sacerdotes y filósofos son los únicos que hacen que la religión cristiana
esté llena de misterios. Dios sólo crea y ordena la materia. La religión es igual en todos
los hombres sabios.

El sentimentalismo es otra corriente cuyo mayor representante es el tercer conde de


Shaftesbury, alumno de Locke que estudió los sentimientos innatos en el hombre en un
análisis psicológico para demostrar que existe en nosotros un sentimiento de moral
desinteresado, autónomo frente a utilitarismo o precepto de las religiones positivas,
trastocando la relación tradicional moral-religión. Estas ideas serán sistematizadas por
Francis Hutcheson y serán la base del movimiento romántico que se desarrollará un
siglo más tarde.

George Berkeley fue un pastor anglicano, misionero en América y finalmente obispo en


Irlanda, contrario al deísmo y enmarcado en el empirismo, el nominalismo y el
platonismo. Combatió a Mandeville y a Shaftesbury por verlos como peligros para la
religión y la moral. Sus argumentos contra el materialismo tendrán gran peso. La
realidad para él sólo son espíritus de dos tipos: Espíritu infinito (Dios) y finitos
(almas). Entre Dios y las almas no se requiere materia. El mundo es el lenguaje con el
que el espíritu infinito habla a los finitos y es en la voluntad de Dios donde nacen las
leyes naturales.

David Hume (Edimburgo, 1711-1776) representa un empirismo inglés de gran


coherencia. La experiencia son impresiones e ideas. Las impresiones son lo que
percibimos (sensaciones, emociones). Las ideas son copias de las impresiones que la
imaginación puede manipular o asociar de 3 formas: semejanza, continuidad en el
tiempo y el espacio y causalidad. La última es la más importante y se plantea ¿qué
significa que A es la causa de B?. No es que B se deduce de A, porque A y B son distintos
y no hay inclusión alguna. La causalidad suele verse como que es necesario que B siga a
A, pero esta necesidad es en realidad algo que se espera, pero que nada garantiza su
cumplimiento. Conclusión: Ni la lógica ni la experiencia fundamentan el principio de
causalidad. Una ley científica puede haber verificado en el pasado que cierto fenómeno
sigue a otro, pero nada nos garantiza de manera absoluta que la misma ley será válida
en el futuro. La razón humana exige leyes universales, pero la observación empírica
sólo nos aporta casos individuales. Este salto solo puede superarse apelando a la
voluntad de Dios u otro principio metafísico no verificable, o bien asumir que no hay
solución. Estudiosos modernos seguirán a Hume reemplazando la relación causal por
una relación probabilística que, a pesar de ese salto, tiene gran interés con fines
teóricos y prácticos. Hume extendió así un velo de escepticismo sobre los resultados de
las ciencias, considerando éstas como sistemas de proposiciones aplicables sólo a las
ideas. La aritmética, el álgebra o la geometría son racionales, pero de pura ficción, sin
ninguna garantía de aplicabilidad. Ejemplo: En geometría un segmento puede dividirse
infinitamente y esto es la base de muchos teoremas. En la realidad eso no tiene
correspondencia alguna con los hechos.

Hume niega que la ética consiste en actuar conforme a la razón. La razón no dicta
acciones. La ética sólo puede ser sugerida por sentimientos (de simpatía), llamando
virtud a las acciones útiles a la sociedad y vicio a las perjudiciales. Hume también
deduce la imposibilidad de demostrar racionalmente la existencia de Dios (en
religiones positivas y en el deísmo). La religión no es un hecho científico, nace de las
esperanzas y de los temores y debe verse como un hecho histórico.

A finales del XVIII y en la primera mitad del XIX, el pensamiento inglés decae,
destacando sólo algunas figuras como el economista escocés Adam Smith (1723-1790),
amigo y continuador de Hume en su sentimiento de simpatía. Su mayor obra es
"Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones", primer
tratado científico de economía política en el que defiende una economía liberal, basada
en la mínima intervención del Estado. Según él, debe darse máxima libertad a la
búsqueda de la ganancia individual, consiguiendo así el máximo de riqueza general,
para todos. Por su parte, Thomas Reid intentó minimizar los efectos negativos de
Hume con unos principios de sentido común, como son la existencia de un mundo
material y del alma, la existencia de un nexo causal y la validez de ciertos juicios
morales, resaltando el valor de la fe. Pero Hume no negó la existencia de la fe, sino que
ésta estuviera fundamentada racionalmente. Será Kant el que continuará con el
problema buscando solución fuera de todo dogmatismo.
En el campo de la ciencia decaen los avances en matemáticas pues los ingleses
quisieron seguir el método newtoniano de las fluxiones que resultó más estéril que las
investigaciones en el resto de Europa siguiendo los cómodos símbolos de Leibniz que
llevaron a importantes teoremas. En física destaca James Bradley (midió la velocidad
de la luz), Henry Cavendish (calculó la constante gravitatoria y demostró que el agua
es una substancia compuesta) y Joseph Priestley (aisló el oxígeno). Las investigaciones
de Newton también llevaron avances en la navegación facilitando el cálculo de la
longitud según la observación de la posición de la Luna entre las estrellas. El navegante
James Cook aportaba importantes datos de geografía del Pacífico, Australia y Nueva
Zelanda y Benjamín Franklin estudiaba los rayos, las chispas e inventaba el pararrayos,
mientras que luchaba por la independencia de Estados Unidos.

2.14. La Ilustración Francesa

Rasgos generales de la Ilustración: Confiar en la razón para aclarar todos los


problemas, entendiendo esto como una incitación a usar la razón siempre y hasta sus
últimas consecuencias, lo cual lleva a confiar en el nacimiento de una época mejor.
También está marcada por el deísmo (rechazo de polémicas interreligiosas), interés
por la difusión cultural y por estudiar el pasado y criticar sus errores, sin absorber la
tradición ciegamente. Las influencias de esta era provienen de Locke, Newton, los
libertinos franceses y el racionalismo cartesiano (no su metafísica). También se lucha
contra el optimismo metafísico de Leibniz y por la tolerancia religiosa (la
incompatibilidad fe-razón de Bayle no impide que los ateos puedan vivir moralmente).

Ciencia: Más que grandes descubrimientos, se producen muchos progresos conjuntos.


En electricidad destacan el francés Coulomb y los italianos Galvani y Volta (inventor de
la pila). En química, el francés Lavoisier (1743-1794) estudió las reacciones químicas,
pesando todo antes y después y concluyendo que la masa es constante (ley de
Lavoisier). Demostró que la combustión es oxidación usando el aire. Participó en la
gran Revolución pero acabó guillotinado en París. En biología, el sueco Linneo (sistema
clasificatorio de la vida), el francés Buffon (explicar fenómenos físico-astronómicos y
biológicos, considerando la vida como una propiedad física de la materia), el italiano
Spallanzani (demostró que la vida sólo puede salir de la vida). En matemáticas, Jean
d'Alembert, Simon Laplace y Joseph-Louis Lagrange, el mayor científico italiano del
XVIII.

Montesquieu critica las costumbres francesas, su política y a la Iglesia en sus "Cartas


Persas". Afirma que las leyes dependen de los pueblos y "es pura casualidad" que las
de uno convengan a otro (antítesis del derecho natural). Admira la constitución inglesa
y ve como indispensable para la libertad la repartición de poderes: Legislativo,
ejecutivo y judicial (influenciado por la defensa de Locke del gobierno instaurado con
la segunda revolución inglesa). El filósofo-político Voltaire tuvo que exiliarse por la
intolerancia del gobierno francés y de los religiosos (jesuitas y jansenistas). Tiene
influencias de Locke y Newton y es anticartesiano en su metafísica. Dios lo considera
creador, pero no se interesa de asuntos humanos, ni de elegir el mejor mundo posible.
Su deísmo le lleva a condenar las religiones confesionales, la intolerancia, la tiranía
eclesiástica y contra cualquier poder que oprima la razón humana. Acepta la
monarquía, pero él es esencialmente republicano y demócrata. Condillac desarrolla el
empirismo de Locke, como sentimiento: Las facultades del hombre derivan de la
experiencia (ejemplo de una estatua que internamente es un hombre y que va
rompiéndose, descubriendo los sentidos y el mundo). Helvétius sigue a Condillac y
tuvo también que huir, como Voltaire. Afirma que los hombres son distintos por la
distinta educación, por lo que para evitar la corrupción hay que mejorar la sociedad.
Sin influencia de Locke/Newton hay dos materialistas: La Mettrie y d'Holback (expuso
un sistema materialista en el que las religiones, incluyendo el deísmo, son fruto de
supersticiones y miedos).

El objetivo de los enciclopedistas fue la difusión del saber, publicándose la


Enciclopedia en 27 volúmenes, dirigida por Denis Diderot, filósofo, matemático, poeta,
novelista y crítico de arte. D'Alembert se ocupó de las voces matemáticas. Jean-Jacques
Rousseau (1712-1778) ganó un concurso que preguntaba si el progreso de la ciencia
ennobleció las costumbres. Él argumentó que no, pues el progreso es algo externo, que
no toca lo más íntimo, el instinto, que para él tiene más valor que la razón. En estado
natural no existen desigualdades: éstas son causa de la decadencia. En "La Nueva
Eloísa" defiende el matrimonio como libre opción de amor. "Emilio" es un ensayo
filosófico-pedagógico en el que defiende que la educación debe respetar el instinto
natural, evitando convencionalismos de la sociedad civil. Tuvo que huir de Francia por
esa obra y por "El Contrato Social" en el que defiende una sociedad que garantice a la
persona y sus bienes. Los individuos deciden sustituir su voluntad individual por la
voluntad general (expresada por la ley). La libertad no es el libre desarrollo de los
impulsos sino dominarlos en una libertad con el poder de la razón. La democracia es la
forma de gobierno más perfecta. Este modelo será la inspiración de los revolucionarios
y en el XIX de otras teorías revolucionarias.

2.15. Vico y los Ilustrados Italianos e Hispánicos

Desde la muerte de Galileo hasta las primeras décadas del XVIII, el pensamiento
italiano está en decadencia, que intenta despertar Giambattista Vico (1668-1744),
historiador que ve al hombre como constructor de la Historia. Pretende revolucionar la
Historia como Bacon las ciencias naturales. Entre los ilustrados napolitanos destacan
Giannone (justificar racionalmente la historia), Galiani (economía y filosofía), Genovesi
(economía, filosofía, religión, moral y el placer de existir como fundamento de la vida),
Filangieri (legislación) y Pagano (política, poesía). En el grupo de ilustrados de Milán
está Pietro Verri (filósofo, economista que estudió placer, dolor y felicidad), su
hermano Alessandro Verri (literato, historiador), Beccaria (estudió los delitos y las
penas, la pena de muerte, la tortura, concluyendo que los castigos muy duros son
injustos y que se debe preservar la libertad del pueblo) y Romagnosi (se basa en
Condillac para hablar de sensaciones, de la percepción y de la moral como búsqueda de
las condiciones aptas para los 3 fines del hombre: conservación, perfeccionamiento y
felicidad).

En la península Ibérica hay un panorama desolador por la política de aislamiento


cultural de Felipe II y sus sucesores. Algunas figuras importantes son los médicos-
filósofos portugueses Pedrosa y Cardoso, el madrileño cisterciense Caramuel y
Lobkowitz, el jesuita Izquierdo (preocupado por la renovación filosófica) y el célebre
jesuita aragonés Baltasar Gracián (1601-1658) con sus "El político", "El discreto", "El
criticón"... los matemáticos-filósofos valencianos Coratja y Tosca, que pretendió bajar
la filosofía a la tierra, el historiador Maians i Siscar, el médico-filósofo Piquer y Arrufat,
el filósofo Aimeric, el botánico-químico Martí i Franquès, el médico-físico-ingeniero
Salvà i Campillo y especialmente el ensayista erudito benedictino y gallego, Benito
Jerónimo Feijoo y Montenegro crítico de los prejuicios tradicionales. José Cadalso
satiriza la pedantería de algunos y analiza el retraso español en sus "Cartas
Marruecas", a imitación de las Cartas de Montesquieu. Gaspar Melchor de Jovellanos
estudia economía, justicia y enseñanza (motor del progreso).

2.16. Kant (1724-1804)

En la Ilustración alemana destaca Lessing, filósofo y poeta, crítico con la teología


protestante y según él una religión no puede justificarse por los milagros, sino por su
valor moral. Ataca a los dogmáticos ya que más importante que la posesión de la
verdad, «que hace al hombre inerte, perezoso, soberbio» es el esfuerzo de buscarla,
pues la verdad eterna sólo es de Dios. Para el filósofo Herder el sentimiento religioso
es lo que eleva a los hombres por encima de los animales, pues la razón no es algo
original, sino adquirido y no puede prescindir de la tradición y del lenguaje. A pesar de
eso, este seguidor de Spinoza califica de anticristianas a las iglesias cristianas oficiales.

Inmanuel Kant nació y vivió siempre en Königsberg, donde se doctoró y estudió


seriamente a Wolff, Newton... fue profesor particular y luego profesor de la
Universidad de Königsberg. Su filosofía se resume como un serio intento de separar
ciencia y religión: En ciencia la hipótesis más arriesgada es preferible a recurrir a lo
sobrenatural. Así, en "Sueños de un Visionario" prueba la facilidad de construir
grandes hipótesis espiritualistas, y la dificultad de fundamentarlas seriamente. Sus
obras más famosas son "Crítica de la Razón Pura" (para estudiar el problema del
conocimiento), "Crítica de la Razón Práctica" (problema moral) y su "Crítica del Juicio"
(problema de la belleza y de la finalidad de la naturaleza, afirmando la subjetividad de
lo bello). Con la muerte de Federico II de Prusia disminuye la libertad de pensamiento,
ganando terreno el fanatismo religioso: se impuso un catecismo oficial y se nombró
una comisión para la censura de libros, que censuraría "La Religión dentro de los
Límites de la Mera Razón". El rey le escribió exigiéndole silencio. Kant rechazó las
acusaciones pero dijo estar dispuesto a someterse, aunque siguió escribiendo en temas
delicados (política, relaciones Estado-Iglesia...). En "Para la Paz Perpetua" concluye que
será el egoísmo, si no la buena voluntad, lo que conducirá al hombre a la paz, al
comprobar la miseria creciente de las continuas guerras. Se muestra partidario de la
democracia y de que sean los ciudadanos los que decidan si hacer la guerra.

Se considera a Kant como lugar de encuentro entre las corrientes racionalista y


empirista, pero eso supone el malentendido de ver ambas corrientes como
desarrolladas independientemente una de otra. Geymonat considera más justo "hablar
de filosofías orientadas prevalentemente al método de los matemáticos" o "al método
de los físicos". Galileo trató de encontrar filosóficamente el acuerdo entre
experimentación y matemáticas y ese es el centro de la filosofía kantiana. Kant
desarrolla genialmente temas de la Ilustración, pero rechaza que todo sea accesible a
la razón aunque sí todo lo deba decidir, aclarar y juzgar la razón. Acepta de Hume que
la mera experiencia no puede ofrecer algo universal y necesario y, como Copérnico,
buscó los juicios universales sobre la experiencia, no en la experiencia, sino sólo en
nosotros (juicios sintéticos a priori: juicios no analíticos o elementales y no obtenidos
a posteriori de la experiencia, que hoy se duda que existan pues las verdades
matemáticas se consideran juicios analíticos, como Leibniz, o como convenciones,
como Hume). Kant tiene claro que la física debe estudiarse sin referenciar realidades
que no pertenezcan al mundo de la naturaleza, mientras que la metafísica y la religión
deben usar bases distintas de la ciencia. Según Geymonat éste es el "primer
reconocimiento explícito y filosóficamente consciente de la absoluta autonomía de la
investigación científica".

BIZANCIO: El aislamiento del Oriente bizantino conlleva estudios de temas diferentes a


Occidente. Un debate fue entre monofisismo (Jesucristo era divino y humano) y
monotelismo (Jesucristo era sólo divino, lo cual fue considerado herejía). También se
planteó la iconoclastia (lucha contra el culto a las imágenes sagradas) a la que se opuso
Juan Damasceno (s. VIII). En el IX vivió el erudito Focio y en el XI el racionalista Miguel
Psellos (astronomía, medicina, alquimia...), quien combatió las supersticiones y el
ocultismo, y sostuvo que la razón aclararía la fe... sus seguidores fueron perseguidos
por la Iglesia de Bizancio.
1.16. El Siglo XIII

Leonardo de Pisa era hijo de Bonacci, de donde le viene su famoso apodo de Fibonacci,
trabajó en Pisa en donde tuvo importantes relaciones comerciales con los árabes. Su
padre quiso que estudiara matemáticas árabes y éste pronto alcanzó gran fama por su
dominio y originalidad, y por su manual de aritmética mercantil con cifras arábigas. Su
dominio de las matemáticas que trata y sus aportaciones le hacen ser muy singular en
su época e incluso, en matemáticas, no encontraremos algo similar hasta el XVI. Es muy
conocida la famosa sucesión de Fibonacci (1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55...)

Universidad de París: Centro de filosofía-teología que convertirá a París en la capital de


la cristiandad. En 1210 prohíben enseñar allí a Aristóteles, pero sus obras se siguen
leyendo. Los dominicos (con santo Tomás) intentan conciliar aristotelismo y
cristianismo y se meten en dos polémicas: contra los aristotélicos (averroístas latinos)
y contra los antiaristotélicos (franciscanos, como Roger Bacon, Duns Escoto, san
Buenaventura o, ya en el XIV, Guillermo de Ockham). En la dura polémica pudo influir
la rivalidad entre ambas órdenes. Geymonat sentencia que el aristotelismo aparece
como inconciliable con el dogma cristiano, primero por su carácter racionalista y
segundo porque el aristotelismo se presenta como un sistema global que resuelve
todos los problemas del universo, rígido e intransigente, como el dogma cristiano. Tal
vez por eso inicialmente los franciscanos consiguen la condena oficial de hasta 216
tesis aristotélicas (incluyendo algunas de santo Tomás). Pero este eminente filósofo
dominico, santo Tomás, adaptará el aristotelismo al cristianismo con éxito: canonizado
(1325) y nombrado doctor de la Iglesia (1565).

Entre los aristotélicos encontramos los siguientes 4: Siger de Brabante (averroísta,


aunque dice que la filosofía no es superior a la religión sino que son distintas y no se
preocupa si se contradicen: doble verdad), Boecio de Dacia (la filosofía es superior),
Alberto Magno (estudió zoología y botánica y afirmó que la verdad religiosa es
superior, separando la teología de la naturaleza) y santo Tomás: La fe es superior a la
razón y si no coinciden es porque existe un error. Santo Tomás reconoce que existen
temas en los que manda la razón, si no van contra la fe, por lo que es aristotélico
(racionalista). Es famosa su Summa theologica y sus 5 vías para la demostración de la
existencia de Dios, intentando unir fe y razón. Estas vías se basan en la obligatoriedad
de existir un motor inmóvil (vía del movimiento), una causa primera (causa-efecto), un
ser necesario (contingencia), con perfecciones en grado sumo y que sea una mente
ordenadora. Para santo Tomás el conocimiento empieza en los sentidos y el intelecto
humano extrae lo universal, que es un conocimiento superior.

Pedro Hispano, nacido en Lisboa y que llegaría a ser el Papa Juan XXI fue un gran
sistematizador de la lógica formal. Ramón Llull, nacido en Palma de Mallorca fue
filósofo, teólogo, apologista, místico, misionero y gran escritor (didáctico, narrativo y
poético) en catalán, latín y árabe, destacando Árbol de ciencia, una enciclopedia
medieval (junto con el Opus maius de Roger Bacon). En el Este de España coexistían las
3 religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) y Llull se convierte en un
puente entre el cristianismo y el mundo musulmán pero sin renunciar a su objetivo de
mostrar la racionalidad del cristianismo para convertir a lo infieles. Para ello usará su
arte, un sistema de lógica que pretende ser un alfabeto del pensamiento con símbolos
(conceptos básicos) para obtener la solución automática de todos los problemas
planteables. Aunque su sistema fue despreciado por Bacon y Descartes, también fue
alabado por Hegel y por Leibniz, por el que la influencia de Llull llega a la lógica
moderna. También influyó en los filósofos Nicolás de Cusa y Giordano Bruno, y en los
humanistas franceses de principios del XVI, Lefèvre d'Étaples y Charles de Bouelles.

1.17. La Disolución de la Escolástica (siglo XIV)

En el XIII se produce un avance de la clase burguesa que en el siglo siguiente planteará


cambios y nuevas exigencias incompatibles con la civilización medieval, que chocarán
contra los mitos del Imperio y la Iglesia (contra los obispos-señores feudales). Aunque
el aristotelismo tomista (unidad entre fe y razón) derrotó al averroísmo (fe y razón
separadas), el misticismo franciscano, adversario de ambos, contenía gérmenes de
radical renovación: El ideal de pobreza (denunciando la escandalosa codicia mundana
de las jerarquías eclesiásticas y consiguiendo el apoyo de la mencionada clase
burguesa) y el valor que dan a la experiencia religiosa (contacto directo con Dios,
separando fe y razón como Averroes).

El general de los franciscanos Miguel de Cesena sostenía la absoluta pobreza de Cristo


y sus apóstoles, pero el papa Juan XXII lo negaba y lo nombró hereje. Guillermo de
Ockham se une a dicho conflicto contra el Papa y el emperador Luís de Baviera decide
proteger a ambos. Al morir el emperador, Guillermo intenta sin éxito acercarse al Papa
y a su orden. Con obras en lógica, filosofía, teología, física y política, Ockham tuvo ideas
demasiado revolucionarias para su época como proclamar la supremacía del poder
laico frente al eclesiástico. Su famosa Navaja de Ockham se enuncia diciendo que no
debemos multiplicar los entes más allá de la estricta necesidad (entia non sunt
multiplicanda praeter necessitatem), que se traduce en excluir aquellos entes y
conceptos superfluos (metafísicos...) que suelen contribuir a liar sin aclarar. Entre los
debates de la época destacan temas como la distinción del intelecto agente del
paciente, o si éste es personal o impersonal... Ockham no se mete en estos asuntos sino
que se pregunta la necesidad de tales entidades. El empirismo occamiano afirma que la
única fuente de conocimiento es la intuición sensible (la realidad), mientras que de
Dios no existe experiencia directa ni demostración: No existe relación entre ciencia y
fe, ambas son libres en su distinto campo de la experiencia o de lo suprasensible. Los
filósofos y científicos occamistas influirán en el Renacimiento: Nicolás de Autrecourt,
Juan de Buridán, Alberto de Sajonia (centro de gravedad y caída de cuerpos) y el gran
físico Nicolás de Oresme (heliocéntrico antes de Copérnico, usa las coordenadas que
luego se llamarán cartesianas, cinemática).

Para el alemán del XIV Juan Eckhart Dios no necesita mediadores (Cristo es un
símbolo). Supravalorando la fe, desvaloriza relativamente las obras (incluso el pecado)
pues están en el pasado y Dios es un Dios del presente que te pregunta quién eres, no
quién has sido. Este misticismo y el ockhamismo representan la antítesis tomista
reconociendo que fe y razón no son reconciliables, por lo que para alcanzar a Dios sólo
queda la fe, tras haber fallado la razón.
Recapitulación

El pensamiento no es sólo el fruto del ingenio personal, individual, sino que "hunde sus
propias raíces en todo el conjunto de las multiformes actividades humanas".
Dos formas de investigación: sistemas bien trabados (Aristóteles, Euclides...), o bien,
fragmentos vinculados. Ninguna es superior a la otra: Es superior aquella que suscita
mayor interés para seguir investigando y mayor confianza en el poder indagador.
Conservar el pasado y buscar lo nuevo son aspectos complementarios, igual de
indispensables. La conservación cultural no es algo automático, requiere estructuras
que lo permitan y la mejor forma de hacerlo no es enseñarlo como dogma intocable.
Entre los siglos VI a.C. y XVI podemos distinguir 4 grandes fases:
De Tales a Aristóteles: Filosofía es igual a ciencia y se estudian 3 ámbitos: Naturaleza,
hombre y sociedad.
Desde Aristóteles hasta el siglo I a.C.: Filosofía y ciencia se separan, surgiendo la
especialización en las investigaciones. El hombre confía en dominar el mundo.
Del siglo I al VII d.C.: Decae la ciencia y surgen problemas religiosos debido a la
necesidad de evadirse del mundo: crisis a la que sólo el cristianismo sabe responder.
El renacimiento carolingio y el Medioevo (hasta el XIV): Lento resurgir de la
investigación racional. El principal problema es buscar un acuerdo entre la antigüedad
y el cristianismo.
2. Del Renacimiento a la Ilustración

2.1. De la Edad Media al Renacimiento (de la segunda mitad del XIV al XIV)

El Renacimiento es una nueva atmósfera que favorece el desarrollo de la modernidad


gestada en el Medioevo y favorecida por las riquezas traídas a Europa (desde Asia,
América...). Características:

Regreso al mundo clásico: Conocimiento vasto de latinos y griegos (en el Medioevo se


ven sólo como afirmación del cristianismo).
Relieve dado a la individualidad humana y a su voluntad. La religión se interpreta de
forma diferente y se cree que la ciencia está para que el hombre domine a la
Naturaleza.
La Naturaleza es el ambiente del hombre (no un lugar de tentación o sombra del
paraíso). Se quiere explicarla con experimentos y matemáticamente (sin rollos
trascendentales). Se renuncia a teorías generales para todo el universo. La ciencia
busca esquemas particulares para una producción más eficiente (más poder al
hombre) y las matemáticas son una importante herramienta.
2.2. La Filosofía del Humanismo (platonismo de los siglos XV y XVI)

El humanismo (de mitad del XIV al XV) pretende captar el mundo antiguo con
objetividad y obtener sugerencias para problemas del mundo nuevo. La literatura es
de temas terrenales (no divinos). Los doctos usan latín (presumidos que impiden el
avance). Otros, como Leonardo, introducirán problemas nuevos, influyendo en el
pensamiento moderno. El humanismo ve en la naturaleza la belleza de Dios (en el XVI
se llamará panteísmo a ver que la naturaleza es Dios).

Coluccio Salutati: Virtud=Verdad. El vir sapiens se transforma en vir faber (vida activa,
cultura, estoicismo, política...).
Pietro Paolo Vergerio: También estoico (Cicerón, Séneca...). El hombre libre vivirá para
la virtud y la gloria (no por lucro o placer), con serenidad frente a la adversidad.
Leo Battista Alberti: Otro estoico, contrario a las plegarias, los votos, ayunos... Virtuoso
es el que desea la virtud, luchando por la cultura, investigación, arte...
Lorenzo Valla: Influencias epicúreas, el móvil de las acciones es siempre el placer (lo
útil).
Ramón Sibiuda: catalán, iniciador del humanismo con su antropocentrismo.
Nicolás de Cusa: Neoplatónico, con gran influencia en la filosofía del XV y XVI.
Marsilio Ficino: La religiosidad es natural en el hombre (como relinchar en los
caballos) y todas las religiones coinciden. Aunque el cristianismo es la más perfecta,
existe salvación fuera de esta religión (teoría adoptada actualmente por la Iglesia
católica). Fue llevado a la Academia florentina por el protector Cosme de Médicis.
Giovanni Pico della Mirandola: También de la Academia florentina, combate la
astrología en nombre de la libertad humana.
Tomás Moro: Humanista inglés ya en el XVI, influido por la Academia florentina, por
Vives, Erasmo...
Erasmo de Rotterdam: Su más famosa obra es Elogio de la Locura (1511) en la que sólo
habla la Locura, demostrando que todos están locos menos ella. Un ejemplo de su
ironía: «Yo misma siento a veces verdaderas náuseas cuando veo entre esos pavos
reales a una dama que se cree tanto más próxima a los dioses cuanto más larga es la
cola que arrastra, o a un prócer que se abre paso a codazos para que se le vea más
cerca de Júpiter, o cuando observo que cada cual está de sí mismo tanto más satisfecho
cuanto más pesada es la cadena que se cuelga al cuello, cual si quisiera mostrar no
tanto la riqueza como la robustez de sus espaldas» (Capítulo LVI). Erasmo niega a
Lutero su apoyo a la Reforma, porque quería una reforma lenta.
Joan Lluis Vives: Valenciano, vivió en Brujas. Lucha contra los sectarismos, es cristiano
pero no clerical. Europa plural y unida, no dirigida por el Imperio o la Iglesia, sino por
el respeto mutuo: Democracia. Diferencia la caridad de la "asistencia social" municipal:
trabajos para pobres... Tiene obras en pedagogía y la obra cumbre de psicología
renacentista (De anima et vita).
Michel de Montaigne: Este francés se sale del platonismo para estudiar los problemas
morales (no los religiosos o metafísicos). Ninguna forma de conocimiento lleva a la
verdad absoluta. Es ingenuo creer lo que diga un sabio, porque el sabio duda de todo
(escepticismo). A esa duda volverá Descartes.
Leo Hebreo: Judío portugués, médico del Gran Capitán, influido por Ficino. Sus teorías
sobre el amor inspirarán a Spinoza.
Miguel Servet: Teólogo aragonés heterodoxo que murió quemado vivo condenado por
la inquisición. Fue médico y se le atribuía el descubrimiento de la circulación de la
sangre, aunque existe una descripción semejante del siglo XIII del musulmán Ibn al-
Nafīs.
2.3. El Aristotelismo y sus Influencias en el Renacimiento (Segunda escolástica: Siglo
XVI y principios del XVII)
En el marco de la Contrarreforma, consiste en un retorno a los maestros del siglo XIII,
especialmente al tomismo (Sto. Tomás, doctor de la Iglesia por Pio V), pero también al
escotismo y nominalismo. Destacan los dominicos como el italiano Cayetano, que fue el
que negoció con Lutero, y el español Francisco de Vitoria, primer gran teórico
anticolonialista: Igualdad jurídica de hombres y pueblos, derechos de indios y colonos,
apenas puede existir una guerra justa. El más destacado es el filósofo y teólogo español
de Granada Francisco Suárez por sus estudios de metafísica, derecho internacional y
sobre el origen del poder político (la legitimidad del poder viene del consentimiento
del pueblo), y por su influencia en colegios jesuíticos y en universidades europeas
(incluso no católicas).

Aristotelismo heterodoxo: Corriente que afirma que la filosofía consiste en estudiar la


naturaleza con la razón (usando la lógica pero excluyendo la matemática). Los estudios
sobre Dios pasan a un segundo plano y afirman que fe y razón están en distinto plano
(teoría de la doble verdad, antítesis del platonismo que identifica filosofía y religión).
Tuvo gran influencia en el Renacimiento. Dentro de esta corriente se distinguen los
averroístas (aristotelismo árabe: intelecto, alma es inmortal) y los alejandristas
(griego), nombre que procede del ya citado Alejandro de Afrodisia (siglos II-III d.C.),
que fue ignorado en la Edad Media y redescubierto por el humanismo: En el hombre,
todo es mortal. Entre los alejandristas, Piero Pomponazzi estudió el alma y los
milagros (excepciones admitidas por la fe): La teoría de la doble verdad le permite ser
racionalista y católico. También seguidor del aristotelismo heterodoxo es Andrea
Cesalpino, médico, filósofo, botánico y mago. Autor de un manual de medicina y del
primer sistema racional de botánica donde confronta la fisiología de plantas y
animales.

2.4. Cultura Histórica y Científica en el Renacimiento

La historiografía de esta época reemplaza la creencia en la intervención divina (del


Medioevo) por estudiar intereses de los individuos, sus acciones, su sentido e intentar
encontrar enseñanzas ocultas. También es típica la cercanía del historiador con los
hechos (memorias), con el inconveniente de la poca objetividad.
Nicolás Maquiavelo: Racionalismo dirigido a la acción (la inteligencia puede dirigir los
acontecimientos hacia fines predeterminados). En El Príncipe hace un análisis
despiadado de los factores con los que se rige un Estado perfectamente eficiente,
incluyendo la, según él, necesaria violencia. Pero no defiende las crueldades sino que
las racionaliza por un riguroso utilitarismo. Para él la virtud depende del hombre pero
también del azar.

Movimiento Libertino: Explica la religión como si fuera un hecho natural, llegando al


ateísmo y a la burla del dogma y la moral cristianas. Representa la crisis del
Renacimiento para pasar al pensamiento moderno. Julio César Vanini escribe unos
diálogos en los que un libertino expone sus burlas y él las contradice con argumentos
débiles, por lo que es condenado a que se le cortara la lengua y a la hoguera.

Leonardo da Vinci (1452-1519): Iniciador del renacimiento científico del XVI, hasta
llegar al rigor de Galileo. Sus apuntes inéditos tienen "intuiciones geniales" en
anatomía (era pintor), mecánica (era ingeniero), óptica, geología, astronomía... Ejs:
Aproximación al principio de inercia, de los vasos comunicantes, vuelo de los pájaros,
origen de los fósiles, funcionamiento del ojo, circulación de la sangre, músculos y
válvulas del corazón. Su guía es Arquímedes, no Aristóteles, de ahí la importancia del
método experimental.

La magia tuvo gran éxito, incluyendo estudios de validez científica. Poco a poco se
separaron magia y ciencia, por su fracaso y éxito respectivamente. Los cuerpos en
movimiento deben ser animados (con alma), pero no niegan que existan leyes que
regulen dichas almas. En medicina destaca Paracelso (mago y alquimista que curaba),
además de Eustachio (trompa), Fallopio, Colombo y Harvey (ambos estudiaron la
circulación). En física hay estudios en mecánica, minería, metalurgia... El médico del
rey inglés, W. Gilbert, escribió las propiedades magnéticas y eléctricas de los minerales
(acuñó el término "electricidad", del griego électron, ámbar). En álgebra los italianos
dal Ferro y Tartaglia resolvieron las ecuaciones de tercer grado, publicándolo Cardano
sin citar a Tartaglia quien le dio las claves. Ferrari resolvió las de cuarto grado, y
Bombelli estudió las raíces de números negativos. El francés Viète escribió una obra
sin nada nuevo, salvo la formalización más sencilla que permitió nuevas
investigaciones.

En astronomía destaca el polaco Nicolás Copérnico (1473-1543) con su


heliocentrismo, según sus cálculos y motivaciones teológicas. No sabía explicar porqué
la Naturaleza sigue los caminos más simples. El anticopernicanismo radical surgiría en
el XVII. Tycho Brahe sería geocéntrico pero con los demás planetas girando alrededor
del Sol. Los datos de sus observaciones los usaría Johannes Kepler, astrólogo, óptico,
matemático y astrónomo, de concepción pitagórica (la armonía es ley general
expresada en proporciones numéricas). Galileo está más cerca que Kepler de la ciencia
moderna por su aristotelismo. Kepler enunció las 3 famosas leyes del movimiento de
los planetas. Estudió la fuerza de gravedad y la definió como atracción recíproca,
rechazando que fuera inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, lo cual
llevaría luego Newton a ley universal.

2.5. La Filosofía de la Naturaleza

En el XVI surgieron tres figuras en la Italia meridional con una orientación común al
naturalismo, similar a los presocráticos, con estudios escasamente científicos y
parcialmente antiaristotélicos, usando la doble verdad (de averroístas y alejandristas):

Telesio: Estudiar la Naturaleza con los sentidos, sin usar teología o lógica. De ahí extrae
que hay dos fuerzas (calor/frío) y que todo es materia, hasta el alma es material.

Bruno: Quemado vivo por su desdén hacia la Iglesia, de inspiración libertina. La suya
es la religión del infinito (el mundo es infinito porque infinita es su causa). Las
religiones comunes son útiles para la educación y el gobierno de pueblos incultos.
Apoya el copernicanismo y estudia una filosofía del universo, la memoria... usando el
Ars Magna de Ramón Llull (fundamento universal de todas las ciencias).
Campanella (XVII): Compartió prisión con Bruno en Roma, fue torturado y se salvó
fingiéndose loco. Escribió a Galileo para apoyarle y murió huido en París. En "La
Ciudad del Sol" pretende reformar el cristianismo para unir a los humanos en una
teocracia precursora del comunismo (sin propiedad privada), basada en La República
de Platón y en la Utopía de Moro. Los ciudadanos de su teocracia percibirían una
educación enciclopédica (lenguas, ciencias, artes, oficios...).

2.6. Francis Bacon (1561-1626): Filósofo de la Revolución Industrial

Londinense que trabajó en la corte y que no aportó grandes contribuciones pero


intuyó la revolución de la sociedad (agrícola/artesanal) gracias a la nueva ciencia-
técnica. En "La Nueva Atlántida" muestra una sociedad perfecta basada en la ciencia y
en su progreso para la humanidad, en la que la religión apoya la ciencia y garantiza su
valor moral. Bacon es antiaristotélico, aunque no tanto como él mismo cree. Según él
se requiere la experiencia realizada metódica y cuidadosamente (empirismo). Según él,
la filosofía de Aristóteles y de toda la antigüedad (salvo Demócrito) recaba el
conocimiento de la mente humana en vez de buscarlo observando la Naturaleza.
Sintetiza tres grados de conocimiento para una nueva enciclopedia: Histórico
(memoria, datos...), Poético (fantasía, sueños...) y Filosófico (intelectual basado en
datos: física, medicina...). El error más grave es ignorar las matemáticas, cuando los
grandes científicos darán a las leyes de la naturaleza un carácter matemático.

Bacon antepone su lógica a la lógica aristotélica y a su sistema de inferencia, con dos


partes:

Liberación del Error: Errores y prejuicios que ocultan la realidad (como los falsos
ídolos ocultan al verdadero Dios).
Ídolos de la tribu: Comunes a todos, como la limitación y falibilidad de los sentidos o la
tendencia a ver uniformidad/regularidad donde no existe.
Ídolos de la caverna: Según la naturaleza del individuo (gustos, costumbres... eso de
que el ladrón cree que todos son de su condición).
Ídolos del foro: Del lenguaje (con palabras vacías, para cosas que no existen y
viceversa).
Ídolos del teatro: De las teorías tradicionales que se repiten sin pensar, por lo que
invita a una crítica al saber tradicional. Siglos más tarde, Ortega y Gasset advertiría de
dejarse llevar por los mandatos de la sociedad.
Construcción del Saber: Reglas de inducción contrapuestas a las de Aristóteles, usando
tres instancias o tablas: a) Con los datos de los casos en los que ocurre el fenómeno, b)
datos cuando no curre y c) cuando aumenta/disminuye. Tras eso, hay que hacer un
cuidadoso examen, formular una hipótesis, su verificación empírica y refinamiento
(casos excepcionales...).
2.7. Galileo Galilei (1564-1642)

Con 19 años descubre el isocronismo del péndulo y con 22 construye la balanza para
determinar el peso específico. Profesor de matemáticas en la Universidad de Padua,
tiene 3 hijos con Marina Gamba. Construye un telescopio de gran calidad con el que es
el primero en ver los 4 satélites mayores de Júpiter, llamados de Galileo (Io, Europa,
Ganimedes y Calisto), manchas en el Sol y en la Luna... A pesar de sus adversarios, le
apoyaron científicos como Kepler y otros importantes de la Compañía de Jesús. Cosme
II de Médicis le ofreció un puesto en Pisa, bien remunerado y sin dar clases. Galileo
aceptó aunque requiriera irse a una zona con mayor poder de la Inquisición que en la
República de Venecia. Convencido del heliocentrismo, no quiso seguir los consejos
para no divulgarlo, ya que él quería evitar que la Iglesia Católica cayera en un error tan
grave con argumentos bíblicos tan débiles (Josué dijo "¡Detente, oh Sol!"). Fue llamado
a Roma, donde se frustraron sus intenciones de convencer al tribunal que lo conminó a
no volver a hablar del tema y quienes pusieron la obra de Copérnico en el índice de
libros prohibidos. Tras eso publicó su "Diálogo acerca de los Dos Máximos Sistemas del
Mundo", que fue considerado "más pernicioso para la Iglesia que los escritos de Lutero
y de Calvino". Entonces fue otra vez procesado en Roma por el Santo Oficio y hallado
culpable, obligado a abjurar y aislado del mundo de por vida. Fue visitado por Hobbes,
perdió casi la vista y siguió trabajando en una de sus mayores obras "Discursos y
Demostraciones Matemáticas sobre Dos Nuevas Ciencias"
Galileo niega la teoría de la doble verdad y también la identificación entre filosofía y
religión. Hace filosofía pero independiza a ésta de la Ciencia (uniendo aquí teoría y
práctica). Sus hallazgos más importantes son en mecánica y astronomía: Principio de
inercia, velocidad constante si no existen fuerzas sobre un móvil, movimiento de los
proyectiles, segundo principio de la dinámica (las fuerzas no imprimen velocidad sino
aceleración), novedad de considerar la gravedad como una fuerza, fases de Venus,
tamaño aparente de estrellas fijas... pero también avances en óptica (inventó el
microscopio), acústica, hidrostática, magnetismo...

Galileo decía que el Universo está escrito en lenguaje matemático y que todos los
fenómenos son expresables en términos matemáticos (inspirado en Demócrito). Su
método experimental galileano se puede considerar en 3 pasos: Exacta medida de los
fenómenos (donde adquieren un papel fundamental los aparatos de medida), efectuar
una hipótesis matemática (principal diferencia con Bacon) y la prueba final
(posiblemente creando un modelo).

Sus discípulos fundaron la Accademia del Cimento (del Experimento, 1657) para las
investigaciones experimentales pero duró poco por los teólogos anti-Galileo. Destaca
en matemáticas Cavalieri con su famoso principio para calcular áreas y volúmenes,
base del cálculo infinitesimal moderno. Evangelista Torricelli aporta avances en
matemáticas y física distinguiendo claramente ambas ciencias: teoremas de
integración, invención del barómetro y determinación de la presión atmosférica...

2.8. Descartes (1596-1650): El racionalismo cartesiano

El francés René Descartes asiste a un buen colegio jesuita y en 1618 decide aprender el
arte militar en las tropas que combatían contra España por la libertad holandesa. Una
noche del año siguiente sufre una crisis místico-científica que le lleva a intuir
entusiasmado «una ciencia maravillosa», la geometría. Vivió en Holanda
reservadamente con el lema bene vixit qui bene latuit ("vive bien, quien vive
anónimamente", de Ovidio). La reina Cristina de Suecia lo invitó a Estocolmo y su salud
no resistió el fuerte frío. Murió de pulmonía en esa ciudad. Alguno de sus trabajos no
los publicó por el caso Galileo, pues él sabía que la Inquisición se equivocaba (ahí y
respecto a los antípodas) pero no quería polémicas sino buscar la verdad y, aún así, su
filosofía fue criticada por teólogos protestantes de la Universidad de Utrecht. Su más
famosa obra es el "Discurso del Método", pero tiene otras valiosas como "Dióptrica",
"Meteoros", "Geometría", "Meditaciones Metafísicas" o "Principios de Filosofía".

En el siglo XVII la ciencia va demostrando su eficacia pero parece necesitar alguna


garantía superior que la sustente, que es lo que aporta la filosofía de Descartes «el
nuevo aristotelismo». En el "Discurso del Método" critica el sistema de enseñanza,
basado en la cultura tradicional, la fantasía y en las obras de otros, en vez de en la
investigación directa. Su método para conocer la verdad tiene 4 reglas: 1) Regla de la
Evidencia: No aceptar como verdad lo que no sea evidente; 2) Regla del Análisis:
Descomponer lo complejo en sus últimos elementos; 3) Regla de la Síntesis:
Recomponer los elementos básicos viendo su relación, hasta alcanzar los más
complejos; 4) Regla de Enumeración: Hacer revisiones completas para asegurarse de
no omitir nada. Todas estas reglas tienen el mismo fin: Captar con claridad cada
verdad de nuestro saber (no tratan de llegar a la verdad absoluta). De la primera regla
se obtiene la famosa duda metódica, que no es la duda de los escépticos y que consiste
en dudar de lo que no sea evidente: dudar de los sentidos, de las verdades matemáticas
(cometemos errores), de la memoria... Así, Descartes llega a una verdad indudable:
Dudar es pensar y eso significa ser: Cogito ergo sum (Pienso luego existo).

Para Descartes hay 3 tipos de ideas: adventicias (del mundo externo, falaces, como el
Sol tal como lo vemos), facticias (fabricadas, como las sirenas) e innatas (del
pensamiento, como la idea de Dios). Demuestra la existencia de Dios a partir de la
tenencia de la idea de la perfección, que no puede provenir de nosotros, imperfectos.
También usa el argumento ontológico ya citado de S. Anselmo. Aunque no son
argumentos muy válidos, Dios es la garantía de su pensamiento y así de la validez de su
ciencia. Lo positivo es que esto permite a Descartes y sus seguidores confiar en la
Ciencia.
Afirma que el alma es pensamiento por lo que los animales no tienen alma, porque no
tienen un «verdadero lenguaje», con palabras, son autómatas. En su "Discurso del
Método" habla del interés de la ética, pero nunca llegó a desarrollarla, dando
simplemente una "moral provisional" que aunque no sea verdad total, tenga eficacia
«para vivir lo más felizmente posible». Cuatro reglas: 1) Obedecer las leyes del país y
de la religión que le enseñaron, siendo moderado en sus opiniones y sin excesos; 2) Ser
firme en sus acciones; 3) Esforzarse en cambiar los propios deseos, más que el orden
del mundo, pues nada está totalmente en nuestro poder, salvo los pensamientos; 4)
Intentar conocer la verdad con el método de la evidencia, «hacer las cosas que se
consideran mejores» guiados por la razón: «realizar todo lo que aconseje la razón».
Descartes sabía que renovar el saber implica renovar la ética, pero era cauto para
decirlo recordando los filósofos que murieron en la hoguera (Bruno, Vanini...) y él era
respetuoso con las instituciones.

Sus aportaciones son principalmente en geometría y física. En geometría introduce el


sistema de ejes cartesianos que simplifica muchos problemas (Fermat inventó
también, a la vez, la geometría analítica). Su física se basa en dos principios que hoy
sabemos que son falsos: que no existe el vacío y entre los planetas hay éter, y que es
constante la cantidad de movimiento (producto de la masa por la velocidad). También
define su teoría de los torbellinos para la gravitación, que Newton demostrará falsa
matemáticamente junto con su ley de la gravitación universal. Acierta al descubrir las
leyes de la refracción de la luz y explicar el arco iris. A los científicos les insta a
colaborar según su poder en el progreso de la ciencia/técnica, para una ciencia útil y
para dominar la naturaleza. El fin del racionalismo cartesiano es humanizar la ciencia,
demostrar que el mundo es un colosal mecanismo totalmente aprehensible por la
razón. Poco a poco la ciencia se librará de los dogmas metafísicos cartesianos pero
conservando el espíritu cartesiano.

2.9. Adversarios y Continuadores de Descartes

La época de Descartes tiene multitud de científicos, especialmente en Francia y


principalmente fuera de las universidades, las cuales no tenían interés en la
innovación. A mediados del XVII surgen las primeras academias. Entre las figuras
destacadas está Pierre de Fermat (1601-1665), magistrado y consejero del parlamento
de Toulouse, que en sus ratos libres estudió a los matemáticos clásicos (Apolonio,
Diofanto...). Mantuvo una polémica con Descartes pero acabaron reconciliándose.
Puede considerarse uno de los mayores matemáticos de la humanidad y sus estudios
fueron usados por Newton y Leibniz. Explica muy bien la geometría analítica y tiene
estudios de óptica. Es famoso el segundo teorema de Fermat que afirman que para un
n>2, no existen valores válidos que cumplan que xn + yn = zn (si n=2 tenemos el
teorema de Pitágoras). Fermat anotó en un margen que tenía la demostración pero que
no le cabía en tan poco espacio. Durante siglos se intentó hallar tal demostración y se
consiguió a principios del XXI.

Otro importante científico fue Gassendi, filósofo, físico, astrónomo y matemático.


También destaca el grupo jansenista del monasterio de Port-Royal, cerca de París,
continuadores de las teorías del obispo Jansen, que intentó introducir en el catolicismo
ideas similares al calvinismo. Según él, a través de la caridad cristiana se obtiene la
verdad suprema (contrario a Descartes). También se opuso a usar mucho los
sacramentos. En Port-Royal estuvo una temporada Blaise Pascal (1623-1662), otro
francés genial en matemáticas y física. Junto con Fermat se les considera los padres del
cálculo de probabilidades y descubrió el principio de Pascal, sobre la transmisión de la
presión en todas las direcciones de un fluido. Criticó la moral jesuítica y se prohibió
ese libro. Sus últimos años, con una larga enfermedad, los dedicó a la elevación de su
alma y a la búsqueda de la perfección cristiana a través del dolor. No intenta demostrar
la existencia de Dios, sino persuadir de que es necesario creer.

El matemático, físico y astrónomo Christiaan Huygens acentúa el valor de la


experimentación en sentido galileano. Estudió el péndulo, construyó la péndola de los
relojes, calculó la aceleración de la gravedad y enunció la teoría ondulatoria de la luz,
que explica bien la reflexión y la refracción. De esa época es la escuela filosófica del
ocasionalismo que estudia la metafísica cartesiana, la separación de las dos
substancias: pensante y extensa (materia). Geulincx y Malebranche eliminan la
interacción entre ambas (alma/voluntad y cuerpo) y otorgan a Dios ser la única causa
de todo.

2.10. Hobbes (1588-1679) y Spinoza (1632-1677)

En esta época el centro de las discusiones tiene distintos frentes: El pensamiento


jurídico trata de demostrar la independencia del individuo de la Iglesia y del Estado. El
pensamiento político defiende la independencia del Estado del poder religioso, pues
un Estado moderno supone la liberación de la autoridad espiritual superior y la
afirmación de un poder terrenal/político superior a todo. Los derechos del Estado
moderno fueron introducidos por Maquiavelo. El holandés Grocio buscó bases sólidas
para sus principios de derecho y las halló en la naturaleza independiente de la fe
(iusnaturalismo). Surge así el estado natural y su ley es el derecho natural que se basa
en el consenso espontáneo del individuo.

El inglés Hobbes, con su "Leviathan" (monstruo del libro de Job) representará el poder
absoluto del Estado. Hobbes combatirá todas las teorías que limiten o condicionen la
autoridad del Estado (religiones, individualismo...) ya que el que manda debe tener
todo el poder o se llegaría a la anarquía. Toma de Maquiavelo el concepto de autoridad
estatal, su independencia y la ilimitada soberanía del Estado sobre sus súbditos. Según
él, en estado natural tenemos el "homo homini lupus", estado basado en el miedo y la
agresión, por lo que el estado natural es absurdo. Para evitarlo, el Estado debe
reprimir la violencia individual. El estado civil es obra de la razón, que surge del
acuerdo de los individuos. Hobbes se opone al dualismo cartesiano porque para él todo
es material (materialismo), regulado por leyes causales.

Spinoza nació en Amsterdam en una familia de judíos, pero por sus ideas fue expulsado
de la comunidad hebrea. Eligió vivir modestamente puliendo lentes. Recibe mucha
influencia de Descartes. Según Spinoza, los datos de los sentidos no son ni verdaderos
ni falsos, sino que el error está en el juicio emitido. En cuanto a Dios, lo define como
substancia (que no necesita nada para existir, único, infinito, incondicionado...)
igualando Dios al mundo (panteísmo) y polemiza contra todas las concepciones
antropomórficas de Dios, recibiendo la condena de todos los teólogos. En su "Ethica"
analiza las pasiones (amor-odio, alegría-tristeza...) y afirma que la razón debe frenarlas
y conseguir plena conciencia. En política destaca su "Tratado Teológico Político", un
examen crítico agudísimo del Antiguo Testamento. Acepta las teorías de Hobbes (el
Estado aporta mayor seguridad/bienestar, pero se renuncia a la libertad que se goza
en estado natural). El Estado no puede esclavizar el pensamiento individual, por lo que
prefiere la democracia a la monarquía o aristocracia.

2.11. Locke (1632-1704) y Newton (1642-1727)

Ambos eran muy religiosos. El empirismo de Locke y la mecánica de Newton fueron


admirados, lo que sirvió de propaganda de la política y economía liberal británica.
Locke renunció a la vida pública para ser escritor. Tuvo influencias de Bacon (gran
valor de la experiencia) y Descartes (su racionalismo), pero Locke no se centra en
hallar el criterio de la verdad científica, sino en hallar los procesos de nuestra psique, y
en su principal obra "Ensayo sobre el entendimiento humano" afirma que no hay ideas
innatas, sino que nuestra mente es como una hoja en blanco. Hay dos tipos de ideas.
Las simples vienen de sensaciones (colores, sonidos...) y/o reflexiones (pensamiento,
deseo, placer...) y la mente es pasiva en ellas. Las ideas complejas son unión de simples
(triángulo, gratitud...) y son infinitas. Locke usa el argumento causal para vislumbrar la
existencia de Dios (la nada no puede producir). En política apoya una monarquía
constitucional parlamentaria y democrática. Limita la propiedad a aquellas cosas
necesarias para la conservación de cada individuo (la propiedad es ilegítima en cosas
no necesarias). La ley natural es racional y dicta normas, pero no puede hacerlas
respetar. En la sociedad civil, se ceden dos tareas: La de dictar normas al poder
legislativo, pero que no violen la libertad ni el derecho a la propiedad, mientras que el
poder ejecutivo hace las normas obligatorias y castiga a los infractores. Sus obras
incluyen temas sobre el gobierno, la educación, la tolerancia o la racionalidad del
cristianismo.

Antes de Newton, Inglaterra tenía buenos científicos: Wallis (cálculo de pi), Barrow
(espacio y tiempo), Boyle (presión)... Isaac Newton nació en Wollsthorpe, pero estudió
en Cambridge a Kepler, Euclides, Descartes, Wallis y tuvo a Barrow como su director
demostrando su gran capacidad como experimentador. En 1965 tiene que volver a su
pueblo natal por la epidemia de peste, que mató más de 30000 personas sólo en
Londres. Allí pasa dos años de aislamiento que resultan muy prolíficos, desarrollando
el núcleo principal de sus más importantes descubrimientos y donde ocurre la famosa
leyenda de la manzana que le sugirió la ley de la gravitación universal al caerle sobre
su cabeza. Al ver estos estudios, Barrow renunció a la cátedra en favor de Newton. Fue
diputado electo al parlamento de Londres por la Universidad de Cambridge, amigo de
Locke y finalmente trabajó en la Casa de la Moneda renunciando a su cátedra. Está
enterrado en la abadía de Westminster con las siguientes palabras gravadas en su
tumba: Sibi gratulentur mortales tale tantumque exstitisse humani generis decus (Dad
las gracias mortales, al que ha existido así, adorno del género humano).

Fue muy religioso, teniendo escritos también de esta temática aunque los más
importantes son científicos. Tuvo una controversia con Leibniz sobre el cálculo
infinitesimal pues aunque las investigaciones de Newton son anteriores, no fueron
publicadas por lo que Leibniz lo publicó antes y con una notación mejor que es la que
se conserva en la actualidad. No obstante este tema no era muy novedoso y ambos sólo
coronaron los trabajos iniciados medio siglo antes por Cavalieri y más tarde por
Torricelli, Fermat, Pascal... Newton define las principales reglas de derivación e
integración, la importancia de las ecuaciones diferenciales, resolviendo algunos tipos
de ellas, estudia las curvas algebraicas, define los tres principios de la dinámica (el
tercero es el más suyo), define fuerza y masa... pero su mayor aportación es la ley de la
gravitación Universal que dice que dos masas se atraen con una fuerza proporcional a
sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia. Con ella
demuestra la órbita elíptica de los planetas y la causa de las mareas, unificando el
movimiento de los astros con los fenómenos terrestres. También tiene importantes
estudios en óptica: descomposición de la luz blanca al atravesar un prisma triangular,
definición matemática de su teoría corpuscular de la luz... parece ser que sus estudios
de química se perdieron al incendiarse su laboratorio y no fueron reescritos, por lo
que no publicó nada al respecto. Su metodología se resume en su "Hypotheses non
fingo" (no invento hipótesis), negándose, por ejemplo, a buscar una causa a su
gravitación universal y por lo que fue criticado por Huygens y Leibniz. Pero su
religiosidad le lleva a afirmar la necesidad de una Causa Primera. Observando algunas
irregularidades, intuyó la necesidad de que Dios interviniera de vez en cuando para
restablecer el orden, y Leibniz se burlará del mundo de Newton como si fuera un reloj
que necesitara ser revisado. Newton (y Locke) tuvo gran interés en hacer concordar
ciencia y filosofía con religión, pero algunos de sus seguidores lo interpretaron de otra
forma convirtiendo a Newton en un punto fuerte de fricción entre la religión "racional"
y la basada en el Evangelio.

2.12. Leibniz (1646-1716)

Historiador, filólogo, matemático, físico, jurista y filósofo nacido en Leipzig (Alemania),


huérfano con 6 años de padre culto, empezó leyendo la biblioteca paterna. Prefirió la
diplomacia a la universidad. Colaboró en el nacimiento de muchas Academias y fundó
un famoso periódico científico: Acta Eruditorum. Intento unificar las distintas
religiones cristianas para pacificar su Alemania y denunció el anticristianismo del rey
de Francia, Luís XIV. Cuando el duque de Hannover llega a ser rey inglés (1714),
Leibniz esperaba que le apoyara en su injusta acusación de plagio a Newton en su
mayor contribución científica, el cálculo infinitesimal, pero no fue así porque el nuevo
rey quiso aplacar a sus opositores. Así, Leibniz cayó en desgracia y aislado, murió.

No sigue a Descartes porque el criterio de la evidencia es psicológico y sin garantía. Él


confía en que con los símbolos apropiados que representen bien los conceptos, puede
seguirse un procedimiento lógico para verificar las verdades, perfeccionando las
operaciones lógicas de Ramón Llull. Su simbología en derivadas e integrales
matemáticas es la usada en la actualidad. Es erróneo su principio de conservación de la
fuerza viva (energía cinética), pero fue fecundo para llegar al principio de
conservación de la energía total. Combatió a Newton y sus seguidores por creer en el
espacio y tiempo absolutos. Para él eran relaciones matemáticas, pero es un
antecedente alejado de la relatividad de Einstein.
Llama mónadas a substancias indivisibles creadas por Dios. De ahí, elabora una teoría
metafísica que lleva al innatismo (antítesis de Locke): Existen ideas innatas pero con
distinta claridad en cada uno (anticartesiano). Como luterano, trato de conciliar ciencia
y cristianismo. Su Principio de Razón Suficiente tiene su origen en Arquímedes y
afirma que nada sucede sin que exista razón para ello. Ni siquiera la creación escapa de
este principio: El orden mecánico del mundo debe tener un fin. Uno de los fines es el
bien que se deriva de la creación, pero ¿Por qué existe el mal?. Esta era una pregunta
de moda por Pierre Bayle que, basándose en la existencia del mal, intentó demostrar la
absoluta incompatibilidad entre razón y religión. Leibniz afirma que éste es el mejor de
los mundos posibles, aunque no sea óptimo porque existe el mal. Ese optimismo será
objeto de ironías de los ilustrados franceses.

A pesar de su fracaso en los campos filosófico, teológico y político, Leibniz fue muy
influyente en la historia del pensamiento. Como continuadores en metafísica está el
alemán Christian Wolff que aplicó el principio de razón suficiente a todos los campos,
mientras que en su matemática encontramos a los dos hermanos suizos de origen
francés Bernouilli, y el discípulo de uno de ellos Leonhard Euler (1707-1783), uno de
los mayores matemáticos de la historia, con estudios también de filosofía y óptica.

2.13. El Pensamiento Filosófico-Científico Inglés en el Siglo XVIII

El deísmo surge en el XVI como reacción contra las luchas feroces entre católicos y
protestantes, afirmando que la religión verdadera está más allá de esas diferencias.
Luego, el término se igualó a ateo o libertino y, en el XVIII tuvo una amplia difusión
como religión natural, obtenida usando sólo la razón. Locke era deísta moderado, pero
los ilustrados franceses fueron deístas radicales. En Inglaterra puso en crisis la moral
tradicional de las autoridades eclesiásticas. Fue un gran éxito en Londres el poema "La
Fábula de las Abejas" del holandés de origen francés Bernard de Mandeville, quien no
cree en las libertades, ni en la divinidad, ni en la moralidad, comparando el hombre
con una abeja que sigue su instinto. La única diferencia es que el hombre conoce más
placeres, y los deseos le hacen progresar. Por su parte, el irlandés John Toland
afirmaba que sacerdotes y filósofos son los únicos que hacen que la religión cristiana
esté llena de misterios. Dios sólo crea y ordena la materia. La religión es igual en todos
los hombres sabios.

El sentimentalismo es otra corriente cuyo mayor representante es el tercer conde de


Shaftesbury, alumno de Locke que estudió los sentimientos innatos en el hombre en un
análisis psicológico para demostrar que existe en nosotros un sentimiento de moral
desinteresado, autónomo frente a utilitarismo o precepto de las religiones positivas,
trastocando la relación tradicional moral-religión. Estas ideas serán sistematizadas por
Francis Hutcheson y serán la base del movimiento romántico que se desarrollará un
siglo más tarde.

George Berkeley fue un pastor anglicano, misionero en América y finalmente obispo en


Irlanda, contrario al deísmo y enmarcado en el empirismo, el nominalismo y el
platonismo. Combatió a Mandeville y a Shaftesbury por verlos como peligros para la
religión y la moral. Sus argumentos contra el materialismo tendrán gran peso. La
realidad para él sólo son espíritus de dos tipos: Espíritu infinito (Dios) y finitos
(almas). Entre Dios y las almas no se requiere materia. El mundo es el lenguaje con el
que el espíritu infinito habla a los finitos y es en la voluntad de Dios donde nacen las
leyes naturales.

David Hume (Edimburgo, 1711-1776) representa un empirismo inglés de gran


coherencia. La experiencia son impresiones e ideas. Las impresiones son lo que
percibimos (sensaciones, emociones). Las ideas son copias de las impresiones que la
imaginación puede manipular o asociar de 3 formas: semejanza, continuidad en el
tiempo y el espacio y causalidad. La última es la más importante y se plantea ¿qué
significa que A es la causa de B?. No es que B se deduce de A, porque A y B son distintos
y no hay inclusión alguna. La causalidad suele verse como que es necesario que B siga a
A, pero esta necesidad es en realidad algo que se espera, pero que nada garantiza su
cumplimiento. Conclusión: Ni la lógica ni la experiencia fundamentan el principio de
causalidad. Una ley científica puede haber verificado en el pasado que cierto fenómeno
sigue a otro, pero nada nos garantiza de manera absoluta que la misma ley será válida
en el futuro. La razón humana exige leyes universales, pero la observación empírica
sólo nos aporta casos individuales. Este salto solo puede superarse apelando a la
voluntad de Dios u otro principio metafísico no verificable, o bien asumir que no hay
solución. Estudiosos modernos seguirán a Hume reemplazando la relación causal por
una relación probabilística que, a pesar de ese salto, tiene gran interés con fines
teóricos y prácticos. Hume extendió así un velo de escepticismo sobre los resultados de
las ciencias, considerando éstas como sistemas de proposiciones aplicables sólo a las
ideas. La aritmética, el álgebra o la geometría son racionales, pero de pura ficción, sin
ninguna garantía de aplicabilidad. Ejemplo: En geometría un segmento puede dividirse
infinitamente y esto es la base de muchos teoremas. En la realidad eso no tiene
correspondencia alguna con los hechos.

Hume niega que la ética consiste en actuar conforme a la razón. La razón no dicta
acciones. La ética sólo puede ser sugerida por sentimientos (de simpatía), llamando
virtud a las acciones útiles a la sociedad y vicio a las perjudiciales. Hume también
deduce la imposibilidad de demostrar racionalmente la existencia de Dios (en
religiones positivas y en el deísmo). La religión no es un hecho científico, nace de las
esperanzas y de los temores y debe verse como un hecho histórico.

A finales del XVIII y en la primera mitad del XIX, el pensamiento inglés decae,
destacando sólo algunas figuras como el economista escocés Adam Smith (1723-1790),
amigo y continuador de Hume en su sentimiento de simpatía. Su mayor obra es
"Investigación sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones", primer
tratado científico de economía política en el que defiende una economía liberal, basada
en la mínima intervención del Estado. Según él, debe darse máxima libertad a la
búsqueda de la ganancia individual, consiguiendo así el máximo de riqueza general,
para todos. Por su parte, Thomas Reid intentó minimizar los efectos negativos de
Hume con unos principios de sentido común, como son la existencia de un mundo
material y del alma, la existencia de un nexo causal y la validez de ciertos juicios
morales, resaltando el valor de la fe. Pero Hume no negó la existencia de la fe, sino que
ésta estuviera fundamentada racionalmente. Será Kant el que continuará con el
problema buscando solución fuera de todo dogmatismo.
En el campo de la ciencia decaen los avances en matemáticas pues los ingleses
quisieron seguir el método newtoniano de las fluxiones que resultó más estéril que las
investigaciones en el resto de Europa siguiendo los cómodos símbolos de Leibniz que
llevaron a importantes teoremas. En física destaca James Bradley (midió la velocidad
de la luz), Henry Cavendish (calculó la constante gravitatoria y demostró que el agua
es una substancia compuesta) y Joseph Priestley (aisló el oxígeno). Las investigaciones
de Newton también llevaron avances en la navegación facilitando el cálculo de la
longitud según la observación de la posición de la Luna entre las estrellas. El navegante
James Cook aportaba importantes datos de geografía del Pacífico, Australia y Nueva
Zelanda y Benjamín Franklin estudiaba los rayos, las chispas e inventaba el pararrayos,
mientras que luchaba por la independencia de Estados Unidos.

2.14. La Ilustración Francesa

Rasgos generales de la Ilustración: Confiar en la razón para aclarar todos los


problemas, entendiendo esto como una incitación a usar la razón siempre y hasta sus
últimas consecuencias, lo cual lleva a confiar en el nacimiento de una época mejor.
También está marcada por el deísmo (rechazo de polémicas interreligiosas), interés
por la difusión cultural y por estudiar el pasado y criticar sus errores, sin absorber la
tradición ciegamente. Las influencias de esta era provienen de Locke, Newton, los
libertinos franceses y el racionalismo cartesiano (no su metafísica). También se lucha
contra el optimismo metafísico de Leibniz y por la tolerancia religiosa (la
incompatibilidad fe-razón de Bayle no impide que los ateos puedan vivir moralmente).

Ciencia: Más que grandes descubrimientos, se producen muchos progresos conjuntos.


En electricidad destacan el francés Coulomb y los italianos Galvani y Volta (inventor de
la pila). En química, el francés Lavoisier (1743-1794) estudió las reacciones químicas,
pesando todo antes y después y concluyendo que la masa es constante (ley de
Lavoisier). Demostró que la combustión es oxidación usando el aire. Participó en la
gran Revolución pero acabó guillotinado en París. En biología, el sueco Linneo (sistema
clasificatorio de la vida), el francés Buffon (explicar fenómenos físico-astronómicos y
biológicos, considerando la vida como una propiedad física de la materia), el italiano
Spallanzani (demostró que la vida sólo puede salir de la vida). En matemáticas, Jean
d'Alembert, Simon Laplace y Joseph-Louis Lagrange, el mayor científico italiano del
XVIII.

Montesquieu critica las costumbres francesas, su política y a la Iglesia en sus "Cartas


Persas". Afirma que las leyes dependen de los pueblos y "es pura casualidad" que las
de uno convengan a otro (antítesis del derecho natural). Admira la constitución inglesa
y ve como indispensable para la libertad la repartición de poderes: Legislativo,
ejecutivo y judicial (influenciado por la defensa de Locke del gobierno instaurado con
la segunda revolución inglesa). El filósofo-político Voltaire tuvo que exiliarse por la
intolerancia del gobierno francés y de los religiosos (jesuitas y jansenistas). Tiene
influencias de Locke y Newton y es anticartesiano en su metafísica. Dios lo considera
creador, pero no se interesa de asuntos humanos, ni de elegir el mejor mundo posible.
Su deísmo le lleva a condenar las religiones confesionales, la intolerancia, la tiranía
eclesiástica y contra cualquier poder que oprima la razón humana. Acepta la
monarquía, pero él es esencialmente republicano y demócrata. Condillac desarrolla el
empirismo de Locke, como sentimiento: Las facultades del hombre derivan de la
experiencia (ejemplo de una estatua que internamente es un hombre y que va
rompiéndose, descubriendo los sentidos y el mundo). Helvétius sigue a Condillac y
tuvo también que huir, como Voltaire. Afirma que los hombres son distintos por la
distinta educación, por lo que para evitar la corrupción hay que mejorar la sociedad.
Sin influencia de Locke/Newton hay dos materialistas: La Mettrie y d'Holback (expuso
un sistema materialista en el que las religiones, incluyendo el deísmo, son fruto de
supersticiones y miedos).

El objetivo de los enciclopedistas fue la difusión del saber, publicándose la


Enciclopedia en 27 volúmenes, dirigida por Denis Diderot, filósofo, matemático, poeta,
novelista y crítico de arte. D'Alembert se ocupó de las voces matemáticas. Jean-Jacques
Rousseau (1712-1778) ganó un concurso que preguntaba si el progreso de la ciencia
ennobleció las costumbres. Él argumentó que no, pues el progreso es algo externo, que
no toca lo más íntimo, el instinto, que para él tiene más valor que la razón. En estado
natural no existen desigualdades: éstas son causa de la decadencia. En "La Nueva
Eloísa" defiende el matrimonio como libre opción de amor. "Emilio" es un ensayo
filosófico-pedagógico en el que defiende que la educación debe respetar el instinto
natural, evitando convencionalismos de la sociedad civil. Tuvo que huir de Francia por
esa obra y por "El Contrato Social" en el que defiende una sociedad que garantice a la
persona y sus bienes. Los individuos deciden sustituir su voluntad individual por la
voluntad general (expresada por la ley). La libertad no es el libre desarrollo de los
impulsos sino dominarlos en una libertad con el poder de la razón. La democracia es la
forma de gobierno más perfecta. Este modelo será la inspiración de los revolucionarios
y en el XIX de otras teorías revolucionarias.

2.15. Vico y los Ilustrados Italianos e Hispánicos

Desde la muerte de Galileo hasta las primeras décadas del XVIII, el pensamiento
italiano está en decadencia, que intenta despertar Giambattista Vico (1668-1744),
historiador que ve al hombre como constructor de la Historia. Pretende revolucionar la
Historia como Bacon las ciencias naturales. Entre los ilustrados napolitanos destacan
Giannone (justificar racionalmente la historia), Galiani (economía y filosofía), Genovesi
(economía, filosofía, religión, moral y el placer de existir como fundamento de la vida),
Filangieri (legislación) y Pagano (política, poesía). En el grupo de ilustrados de Milán
está Pietro Verri (filósofo, economista que estudió placer, dolor y felicidad), su
hermano Alessandro Verri (literato, historiador), Beccaria (estudió los delitos y las
penas, la pena de muerte, la tortura, concluyendo que los castigos muy duros son
injustos y que se debe preservar la libertad del pueblo) y Romagnosi (se basa en
Condillac para hablar de sensaciones, de la percepción y de la moral como búsqueda de
las condiciones aptas para los 3 fines del hombre: conservación, perfeccionamiento y
felicidad).

En la península Ibérica hay un panorama desolador por la política de aislamiento


cultural de Felipe II y sus sucesores. Algunas figuras importantes son los médicos-
filósofos portugueses Pedrosa y Cardoso, el madrileño cisterciense Caramuel y
Lobkowitz, el jesuita Izquierdo (preocupado por la renovación filosófica) y el célebre
jesuita aragonés Baltasar Gracián (1601-1658) con sus "El político", "El discreto", "El
criticón"... los matemáticos-filósofos valencianos Coratja y Tosca, que pretendió bajar
la filosofía a la tierra, el historiador Maians i Siscar, el médico-filósofo Piquer y Arrufat,
el filósofo Aimeric, el botánico-químico Martí i Franquès, el médico-físico-ingeniero
Salvà i Campillo y especialmente el ensayista erudito benedictino y gallego, Benito
Jerónimo Feijoo y Montenegro crítico de los prejuicios tradicionales. José Cadalso
satiriza la pedantería de algunos y analiza el retraso español en sus "Cartas
Marruecas", a imitación de las Cartas de Montesquieu. Gaspar Melchor de Jovellanos
estudia economía, justicia y enseñanza (motor del progreso).

2.16. Kant (1724-1804)

En la Ilustración alemana destaca Lessing, filósofo y poeta, crítico con la teología


protestante y según él una religión no puede justificarse por los milagros, sino por su
valor moral. Ataca a los dogmáticos ya que más importante que la posesión de la
verdad, «que hace al hombre inerte, perezoso, soberbio» es el esfuerzo de buscarla,
pues la verdad eterna sólo es de Dios. Para el filósofo Herder el sentimiento religioso
es lo que eleva a los hombres por encima de los animales, pues la razón no es algo
original, sino adquirido y no puede prescindir de la tradición y del lenguaje. A pesar de
eso, este seguidor de Spinoza califica de anticristianas a las iglesias cristianas oficiales.

Inmanuel Kant nació y vivió siempre en Königsberg, donde se doctoró y estudió


seriamente a Wolff, Newton... fue profesor particular y luego profesor de la
Universidad de Königsberg. Su filosofía se resume como un serio intento de separar
ciencia y religión: En ciencia la hipótesis más arriesgada es preferible a recurrir a lo
sobrenatural. Así, en "Sueños de un Visionario" prueba la facilidad de construir
grandes hipótesis espiritualistas, y la dificultad de fundamentarlas seriamente. Sus
obras más famosas son "Crítica de la Razón Pura" (para estudiar el problema del
conocimiento), "Crítica de la Razón Práctica" (problema moral) y su "Crítica del Juicio"
(problema de la belleza y de la finalidad de la naturaleza, afirmando la subjetividad de
lo bello). Con la muerte de Federico II de Prusia disminuye la libertad de pensamiento,
ganando terreno el fanatismo religioso: se impuso un catecismo oficial y se nombró
una comisión para la censura de libros, que censuraría "La Religión dentro de los
Límites de la Mera Razón". El rey le escribió exigiéndole silencio. Kant rechazó las
acusaciones pero dijo estar dispuesto a someterse, aunque siguió escribiendo en temas
delicados (política, relaciones Estado-Iglesia...). En "Para la Paz Perpetua" concluye que
será el egoísmo, si no la buena voluntad, lo que conducirá al hombre a la paz, al
comprobar la miseria creciente de las continuas guerras. Se muestra partidario de la
democracia y de que sean los ciudadanos los que decidan si hacer la guerra.

Se considera a Kant como lugar de encuentro entre las corrientes racionalista y


empirista, pero eso supone el malentendido de ver ambas corrientes como
desarrolladas independientemente una de otra. Geymonat considera más justo "hablar
de filosofías orientadas prevalentemente al método de los matemáticos" o "al método
de los físicos". Galileo trató de encontrar filosóficamente el acuerdo entre
experimentación y matemáticas y ese es el centro de la filosofía kantiana. Kant
desarrolla genialmente temas de la Ilustración, pero rechaza que todo sea accesible a
la razón aunque sí todo lo deba decidir, aclarar y juzgar la razón. Acepta de Hume que
la mera experiencia no puede ofrecer algo universal y necesario y, como Copérnico,
buscó los juicios universales sobre la experiencia, no en la experiencia, sino sólo en
nosotros (juicios sintéticos a priori: juicios no analíticos o elementales y no obtenidos
a posteriori de la experiencia, que hoy se duda que existan pues las verdades
matemáticas se consideran juicios analíticos, como Leibniz, o como convenciones,
como Hume). Kant tiene claro que la física debe estudiarse sin referenciar realidades
que no pertenezcan al mundo de la naturaleza, mientras que la metafísica y la religión
deben usar bases distintas de la ciencia. Según Geymonat éste es el "primer
reconocimiento explícito y filosóficamente consciente de la absoluta autonomía de la
investigación científica".

"Crítica de la Razón Pura": Influenciada por Hume, tiene 3 partes: Estética


trascendental, Analítica trascendental y Dialéctica trascendental. Las primeras
demuestran las posibilidades de la matemática y la física, justifican sus leyes. La última
demuestra la imposibilidad de la metafísica como ciencia. En la "estética" (filosofía de
la sensibilidad) afirma que espacio y tiempo no son propiedades de las cosas, ni
conceptos empíricos extraídos de la experiencia, sino condiciones a priori de nuestra
sensibilidad, que usan nuestros sentidos. En la sensibilidad somos receptivos. En el
pensamiento somos principalmente activos y ese pensamiento también debe basarse
en formas a priori, que Kant las enumera en su "analítica" como 12 conceptos puros o
categorías: De forma artificiosa clasifica los juicios y de ahí saca categorías como la
pluralidad, la unidad, la posibilidad e imposibilidad, la existencia y no existencia, la
necesidad y contingencia... y las más importantes, de donde la física saca sus leyes, la
substancialidad y la causalidad. Finalmente introduce su célebre teoría del yo pienso,
con la que explica el pensamiento subjetivo usando las 12 categorías, que es el punto
de partida de las filosofías idealistas del XIX (ver parte 3). En su "dialéctica", entendida
como engañosa, expone el carácter necesariamente engañoso de las pretendidas
metafísicas y muestra que los filósofos nunca llegaron a sistemas parangonables a la
matemática y la física. Para Kant, las ideas son necesarias, pero sin contenido, pues
considerarlas como objetos posibles de la ciencia es un error grave. Distingue 3 ideas
de la razón: del alma, del mundo y de Dios, de donde salen 3 supuestas ciencias de la
ilusión metafísica: psicología, cosmología y teología racionales. Kant resume las
principales metafísicas anteriores a él y las desarma "con agudeza y finura
verdaderamente increíbles", según Geymonat. Resumiendo, la psicología tiene carácter
empírico y nada puede enseñarnos que trascienda la experiencia. La cosmología choca
con varias antinomias no resolubles, que son afirmaciones contradictorias pero ambas
con igual legitimidad: El mundo es eterno o no lo es, es divisible infinitamente o no,
existe algo absolutamente necesario o todo ser está condicionado, o bien si existe la
causalidad natural y una causalidad libre o sólo la natural. Con eso Kant demuestra que
la racionalidad humana falla en temas que exceden el campo de la experiencia. Para
demoler la teología racional examina las pruebas de la existencia de Dios: sobre la
prueba ontológica Kant dice que la existencia de un objeto no puede extraerse del
concepto mismo, sobre la prueba cosmológica (Dios es necesario y causa primera)
Kant remite a lo anterior porque identifica el ser necesario con el ser real, y sobre la
prueba físico-teológica (basada en el orden y finalidad de la naturaleza) es la más
antigua y adecuada pero sólo postula la existencia de un «artífice del mundo», no un
creador o Dios clásico. Conclusión: La razón humana es incapaz de aclarar la existencia
de Dios. Kant demuestra lo absurdo de atribuir a las ideas un valor objetivo, pero las
valora como adecuadas para dirigir la mente humana en una búsqueda, que demuestra
nuestra aspiración a trascender la experiencia.

"Crítica de la Razón Práctica": Kant decía que antes creía que el valor de la humanidad
estaba en el conocimiento y «despreciaba al pueblo que es ignorante», pero que
Rousseau le enseñó que «la ciencia en sí es inútil si no sirve para valorizar la
humanidad». Para Kant, la moral no se puede basar en el sentimiento sino en algo más
firme: el deber, que implica voluntad libre para elegir: «Debes, luego puedes». Es lo
que llama «imperativo categórico» con 2 consecuencias muy importantes: 1) No se
formulará mediante máximas particulares para mandar acciones concretas (siempre
vinculadas a situaciones históricas variables); 2) No puede provenir de ninguna
autoridad externa al hombre, pues eso sólo sería válido para los que acepten esa
autoridad y se pierde así el carácter universal. Por la primera, Kant expone su ley
moral que prescribe el cómo actuar pero no cita actos concretos. Esta ley moral es la
ratio cognoscendi de la libertad (razón del conocimiento, la base de su demostración):
1) Actúa de manera que puedas desear que lo que guía tus acciones se vuelva
universal: 2) Trata a la humanidad como fin y no sólo como medio (influencia de
Rousseau); 3) Que tu voluntad pueda ser legislación universal, como si fueses
legislador y súbdito. Kant expone sus «postulados de la razón práctica», que no son
conocimiento sino deseos: inmortalidad del alma, libertad y existencia de Dios. No son
verdades absolutas, y si lo fueran acabarían con la moralidad, porque todos obrarían
bien, pero por miedo o esperanza, no por sentido del deber. Usando palabras de
Martinetti, el mérito de una vida moral es obrar por reverencia a una ley que se siente,
sin demostración. Estos postulados son como demostraciones no formales, pero han
sido consideradas ineficientes por negadores de la trascendencia y también por sus
sostenedores, como los filósofos católicos. Kant expone rigurosamente la autonomía de
la moral frente a la religión y la teoría del conocimiento. Su ética es negada por los
sostenedores de una ética vinculada al mundo de la experiencia y de la historia.

3. Época Contemporánea

3.1. Primeros Desarrollos del Criticismo Kantiano


Al final del XVIII las investigaciones filosóficas pasan de Inglaterra y Francia a
Alemania, debido a la herencia de Kant y al romanticismo, una ruptura del empirismo-
racionalismo que estudió problemas metafísicos más sentidos, tradicionales del
espíritu germánico. También influyeron las vicisitudes políticas, la Revolución y la
etapa napoleónica, en la cual se prohibió casi toda publicación filosófica. Las científicas
sobrevivieron dándoles un carácter de neutralidad ideológica. Esta reacción contra la
filosofía también se dio en Inglaterra, pero en Alemania fue distinto.

En la Universidad de Jena se estudiaba a Kant y allí se iniciaron los idealistas Fichte,


Schelling y Hegel. Reinhold dio profundidad a Kant. Schulze afirmaba que el filósofo
crítico debe ser escéptico y declara contradictorio a Kant en su teoría de «la cosa en
sí», pues Kant declara que existe y que es incognoscible (antítesis entre sujeto
cognoscente y realidad incognoscible): Sólo queda volver a Hume (imposible justificar
el carácter objetivo del conocimiento). El lituano Maimon, afincado en Alemania afirmó
que sólo conocemos lo que llega a nuestra conciencia y no podemos decidir si el dato
brota en nosotros o, como Reinhold decía, que tiene una referencia a la cosa en sí). Más
tarde los idealistas seguirán esa línea afirmando que el dato deriva de la actividad
misma del sujeto. Fries critica a Kant y a los idealistas (insostenibilidad de interpretar
el pensamiento como actividad creadora del universo).

Herder y Hamann contraponen el valor del sentimiento contra el racionalismo en


general. Jacobi al ser cristiano afirmaba que el conocimiento es verificado por la
inteligencia pero también por el sentimiento, la intuición, la fe y la inspiración. El
historiador, filólogo y lingüista Humboldt fundó la Universidad de Berlín que lleva su
nombre. Afirmaba que el Estado no debe reprimir las iniciativas de los ciudadanos y
estudió los lenguajes concluyendo que todos tienen algo en común dada su raíz
humana, pero que hay diferencias por el distinto espíritu de cada pueblo.

3.2. El Romanticismo
El motor del romanticismo fue Alemania. La primera etapa, Sturm und Drang
(Tempestad e Ímpetu), tuvo actitudes contra la Ilustración, inspiradas por un
sentimiento absoluto de la naturaleza, teniendo a Titán como modelo (mítico ser que
todo lo perturba por la afirmación de su voluntad). Ahí se iniciaron Herder, Goethe,
Schiller, Hamann y Jacobi. Una característica es la divinización de la naturaleza
(panteísmo) valorando a Rousseau por su exaltación de la naturaleza libre y
espontánea, a Spinoza por su anhelo de misticismo, y a Bruno. La amenaza a la
independencia de los victoriosos ejércitos franceses tuvo una reacción de defensa del
patrimonio tradicional y de exaltación del pasado (lo contrario de los ilustrados),
estudiando especialmente la Edad Media, denigrada por la Ilustración, por sus
aspectos místicos e irracionales.

Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832), poeta panteísta para el que la naturaleza es
el intermediario para llegar a Dios. Rechaza el materialismo como simple sistema de
fuerzas en la naturaleza. El hombre y la naturaleza son dos aspectos del mismo único
mundo. Goethe opuso a Newton una distinta teoría de los colores (blanco=color básico,
los demás son mezclas de éste con sombras) que apoyaron los hegelianos por
desacreditar la ciencia newtoniana.

El poeta Schiller distinguió el hombre físico del moral y en el equilibrio de ambos


encontró la libertad. Los hermanos Schlegel cultivaron un panteísmo y un teísmo
cristiano ensalzando la poesía. Novalis decía que la tarea del hombre es identificarse
con la voluntad divina en contacto directo con la naturaleza, encuentro que tiene lugar
en la poesía. Schleiermacher, pastor protestante en Berlín y profesor de teología en esa
Universidad, intentó independizar religión de ciencia (como Kant) y ética (en contra de
Kant), viendo la religión como sentimiento: Cada individuo tiene su propia religión,
pero las más elevadas son el judaísmo y sobre todo el cristianismo.

El romanticismo tuvo tendencias muy dispares, pero algo común fue la fe en la energía
de los pueblos capaz de vencer a ejércitos y policías. En Francia encontramos a
Chateaubriand y a Madame de Staël, influenciada por Rousseau, por la que tenían
cabida la fantasía, la intuición y el sentimiento, que en la Ilustración fueron negados.
En Inglaterra, Coleridge criticó la Ilustración y a los teólogos por reducir la religión a
fórmulas exteriores. Más grande fue Carlyle que criticó la Ciencia (los fenómenos
empíricos son símbolos, no realidad) y los dogmas (mecanizan la religión). Tenía fe en
lo sobrenatural y en el sentimiento personal, siendo religión lo que cada uno cree. La
potencia divina se manifiesta en los héroes, grandes hombres a los que debe darse
culto.

3.3. El Idealismo de Fichte (1762-1814) y de Schelling (1775-1854)

Estos dos filósofos alemanes parten del criticismo kantiano, dando una solución
idealista de espíritu romántico. Su nueva metafísica estará también llena de
religiosidad y mitología. Johann Gottlieb Fichte fue preceptor privado, Kant lo ensalzó
y ayudó a publicar su primera obra, su prestigio le llevaron a suceder a Reinhold en la
cátedra de filosofía de la Universidad de Jena. Defendió a Kant de la censura del rey de
Prusia y, acusado de ateo, renunció a la cátedra que ocupó 5 fecundos años. Tras el
éxito de la invasión napoleónica, Alemania estaba invadida por los franceses. Fichte
ensalzará la primacía del espíritu germánico. Llegó a rector de la Universidad de
Berlín. No alcanzó a ver la independencia porque murió antes de que terminara la
guerra de una fiebre infecciosa, contagiada por su esposa, quien estuvo cuidando
soldados heridos.

Fichte también criticará la «cosa en sí» de Kant, pues atribuye al Yo un carácter


absoluto, la realidad/experiencia es un producto del sujeto/pensamiento. El idealista
cree en su autonomía respecto a lo externo (lo real es el Yo, el «Yo puro» o
subjetividad), mientras para el dogmático nuestra conciencia es producto de la cosa en
sí, perdiendo la libertad, forzado a ser materialista y fatalista. Define una "metafísica
de la mente" en la que el principio del saber es el principio de identidad (A=A) que
inicia en el Yo y al que contrapone el no-Yo, de donde deduce que el Yo es finito y
divisible. En ética, para Fichte el espíritu no está condicionado por el ser, es
preexistente y su primer impulso es el cumplimiento del deber (como Kant). Lo que
Kant valoraba era la universalidad y Fichte es la eternidad: Obra de modo que la norma
puedas considerarla eterna. El deber del hombre es ejercer la máxima actividad (el mal
es la pereza). Fichte nota que las libertades de los individuos se limitan mutuamente y
se requiere una fuerza que haga respetar el límite: el Estado. A éste le atribuye
funciones fuera de la concepción liberal: velar para que todos tengan una propiedad,
un trabajo, evitar que haya pobres y ociosos... en resumen, una orientación socialista
con "vacilaciones e ingenuidades". Junto al Estado y la Iglesia, define una comunidad
de sabios para guiar a los hombres.

Fichte escribirá unos Discursos para reforzar la fe de los alemanes: la sangre


germánica no está mezclada, el idioma no deriva de lenguas muertas, su religión es el
verdadero cristianismo al que Lutero devolvió su pureza, el pensamiento alemán de
Leibniz, Kant... es la conciencia de la humanidad... Con el tiempo, Fichte irá tomando
una orientación místico-teológica antiilustrada, invitando a ver a Dios en la vida de
quienes se entregan a Él.

Schelling escribirá sobre filosofía de la naturaleza y más tarde sobre religión, llegando
a la religión del amor como culmen de la cristiana. El rey de Prusia lo llamará para
ocupar la cátedra del difunto Hegel para combatir las ideas cada vez más radicales de
los hegelianos. Schelling critica a Fichte: El Yo puro no es una realidad, es algo
artificioso. Quiso reconocer la naturaleza como real pero evitar que se confundiera con
la «cosa en sí» de Kant, para lo que se inventa una genialidad: La identidad de nuestro
espíritu interior (consciente) con la naturaleza exterior (inconsciente). Ve un error en
identificar la naturaleza con la reflexión del sujeto sobre ella: La filosofía debe
reconocer el carácter incondicionado de la naturaleza (y del Yo de Fichte). Su
idealismo es una síntesis de la actividad real, objetiva (estudiada por filósofos del
realismo) y la actividad ideal, subjetiva (idealismo). La vida consciente se traduce en 3
actividades: Conocimiento (elabora en el sujeto una representación acorde al mundo
objetivo), acción (elabora en el mundo una representación del sujeto) y arte, la más
importante, que tiende a captar la unidad de espíritu y naturaleza. Quiso instaurar una
física nueva distinta de la de Galileo y Newton, no basada en pura formas mecánicas.
Fue un fracaso, pero sirvió para despertar el interés por la electricidad, el magnetismo
y otros temas que la Ilustración desatendió (sueño, hipnotismo, telepatía...). De ahí
surgió el biólogo alemán Lorenz Oken, otro precursor de la evolución.
3.4. Hegel (1770-1831)

Gran erudito, este alemán fue profesor de diversas universidades como Jena,
Heidelberg o Berlín. En sus inicios fue discípulo de Schelling, identificando naturaleza
y espíritu. Para Hegel no hay dualismo entre unidad y multiplicidad. Intenta crear un
nueva lógica, la dialéctica, según la cual de cada tesis y su antítesis surge la síntesis,
superior a ambas y que las relaciona (relaciona A y no-A).

El sistema hegeliano tiene 3 partes: lógica, filosofía de la naturaleza y del espíritu. La


lógica pretende deducir las categorías de Kant, demostrando que cada cosa existe sólo
con relación a las demás. Hegel lo expresa así «lo que es racional es real, lo que es real
es racional», pero la interpretación de eso ha dado lugar a muchas controversias. La
filosofía de la naturaleza es la parte menos satisfactoria de Hegel, pero es una pieza
más de su sistema que pretende probar la racionalidad de la naturaleza y que los
procesos naturales conducen hacia algo que supera la propia naturaleza. En la filosofía
del espíritu distingue tres espíritus y cada uno de esos grados genera una tríada
dialéctica: El espíritu subjetivo (alma, conciencia y razón), el objetivo (derecho,
moralidad y ética) y el absoluto (arte, religión y filosofía).

Hegel cree que su filosofía representa el espíritu del tiempo que la vio nacer, y que su
misión es demostrar la superioridad respecto a las anteriores filosofías, siendo la suya
la meta definitiva de la evolución del espíritu absoluto. Este indiscutible error no
esconde que Hegel descubriera los estrechos vínculos entre cada filosofía y la sociedad
que la origina. También afirma que la conducta del individuo moral está subordinada a
las instituciones históricas y, sobre todo, al Estado o «Dios real», negando que la
conciencia individual pueda ser árbitro del bien y del mal. Hegel analiza las relaciones
entre Iglesia-Estado y entre Economía-Política, reconociendo cierta positividad a todos
los Estados históricos, sin excluir siquiera a los más deficientes. Otro fallo suyo fue
afirmar que el más perfecto de todos los estados fue precisamente la monarquía
prusiana de su época.
Hegel tuvo mucha influencia en la cultura, por ejemplo en el historicismo moderno, por
el que se ve en la historia la propia razón, explicando los hechos sólo con referencia a
la situación histórica en la que surgen. En los discípulos de Hegel se distinguen los de
izquierda y los de derecha. La derecha hegeliana admiten cierta trascendencia del
absoluto con respecto al mundo de la historia, mientras los de izquierda niegan toda
trascendencia. Los de derecha resaltan lo más conservador (incluso la perfecta
concordancia entre Hegel y el cristianismo), y los otros resaltan las tesis
revolucionarias, tomando posiciones radicalizadas. Se estudiarán más adelante, pero
Hegel representa una división entre ciencia y filosofía, por su desprecio sistemático de
los datos experimentales que le impidió comprender la ciencia moderna y la función
fundamental de la matemática. Esto ocasionó también un desprecio de los científicos
por la filosofía. Su influencia se verá más adelante.

3.5. Adversarios del Idealismo

En el XIX surge en Alemania y en su órbita un movimiento contra el idealismo de


Fichte, Schelling y Hegel, con una metafísica más seria y ajustada a la realidad humana.
El realista Herbart muestra los vínculos entre psicología y pedagogía, elevando la
psicología a ciencia, influyendo en el matemático alemán Riemann. Muestra las
contradicciones de la experiencia, pero luego las diluye con su metafísica. Por su parte,
el teólogo, filósofo, lógico y matemático de Praga, Bolzano estudia la teoría de las
funciones y la de los conjuntos infinitos con su obra póstuma Paradojas del infinito.
Bolzano es el eslabón principal entre la lógica de Leibniz y la del siglo XX.

Schopenhauer fue profesor en Berlín y sus disputas con Hegel le llevaron a poner sus
lecciones en el mismo horario que Hegel, pero se quedó sin alumnos y sus clases se
suspendieron, lo que se unió al escaso interés por sus obras. Tiene influencias de la
filosofía india. Para él, la voluntad es la «cosa en sí» de Kant, que puede ser captada por
cada hombre en su interioridad: La voluntad es la única y verdadera realidad de todo
el mundo. El dolor es un estado positivo y universal. El placer es un estado negativo,
una pasajera satisfacción de la necesidad. Su visión pesimista le lleva a que la vida es
un continuo oscilar entre el dolor y el aburrimiento, el mundo es el infierno, y el
progreso es trascender la experiencia a través de la moral, el arte y el ascetismo
(liberación de las ilusiones del mundo empírico).

Kierkegaard nació en Copenhague y tuvo una vida solitaria. Para él, existir es hallarse
en la frontera del ser y el no ser, es inestabilidad e indecisión. La vida humana tiene 3
alternativas: estadio estético (propio del que se entrega a la vida sin escoger apenas
nada, y se sume en el aburrimiento y la desesperación consciente o no, buscando una
vida distinta), estadio ético (basado en un recogimiento en el propio interior) y el
estadio religioso (que expresa la esencia del hombre tras el fracaso de la vida ética). La
fe es angustiosa hasta para el creyente y eso tiene función redentora. Tiene escritos
contra la iglesia danesa, luterana, por estar mundanizada, al igual que la de Roma
según Lutero.

3.6. El Viraje de las Ciencias entre el Siglo XVIII y XIX

Como Alemania fue el "faro de la filosofía" a principios del XIX, Francia lo fue de las
ciencias matemáticas y de la naturaleza. Destaca la gran calidad de su Escuela
Politécnica, con intereses en la ciencia pura y en sus aplicaciones, estudiantes elegidos
escrupulosamente y profesorado dedicado con seriedad a su labor didáctica,
convirtiendo a la universidad francesa en modelo de toda Europa. El retraso de
Alemania se debe a su interés por la filosofía de la naturaleza más que por lo
experimental. Pero a partir de 1830, el químico Liebig llevaría el modelo francés a
Alemania y produjo un cambio notable tras desmoronar los prejuicios
antiexperimentales de origen idealista. El retraso de Inglaterra se debió a diversas
causas: el interés por lo económico, el conservadurismo de las autoridades
eclesiásticas de Oxford y Cambridge, y la polémica entre Newton y Leibniz (que
persistiría años después de ellos). Las excepciones son el químico Davy y su sucesor
Faraday. A finales del XIX llega la renovación a Inglaterra.

Lo propio del XIX es la desaparición de los científicos universales y la aparición de


especialistas de tipo moderno en cada campo. Esto contribuyó a separar más aún la
ciencia de la filosofía. Aunque el positivismo quiso reducir esa distancia, en la mayoría
de los casos no lo consiguió. Sin embargo, el francés Pierre-Simon Laplace (1749-
1827) y el alemán Carl Friedrich Gauss (1777-1855) son dos ejemplos de científicos
del XIX pero al estilo del XVIII. El primero indagó las matemáticas, la mecánica celeste,
la física, la química y la filosofía, proponiendo un modelo de universo determinista
basado únicamente en la acción de las fuerzas mecánicas, sin referencia alguna a Dios.
Se cuenta que Napoleón le preguntó por qué no aludía a Dios en su sistema y Laplace
contestó: «Sire, tal hipótesis no me era necesaria». Por su parte, Gauss hizo grandes
avances en análisis infinitesimal, geometría (incluso no euclidiana), álgebra,
aritmética, cálculo de probabilidades, física (astronomía y electricidad)... inventando el
telégrafo eléctrico. Muchos de sus descubrimientos no llegó a publicarlos por su norma
«pauca sed matura» (pocas pero maduras).

Dentro de los científicos ya especializados destacan los franceses Fourier, Cauchy y el


noruego Abel, continuador de Cauchy, todos ellos investigadores en torno al análisis
infinitesimal. En geometría destacan los franceses Galois, Monge y Poncelet, y el
italiano Ruffini. En astronomía, destacan el francés Le Verrier y el inglés Adams que
consiguieron por separado calcular la posición y existencia de Neptuno, que fue
corroborado posteriormente, demostrando la hipótesis newtoniana. También hay que
mencionar los avances eléctricos de Ampère, en óptica de Aragó y Fresnel y en
termodinámica de Carnot al que se debe el segundo principio de la termodinámica,
aunque también aventuró la idea del primer principio. En química se produjeron
grandes avances sinérgicos, que dificultan asignar cada avance a un científico concreto,
en los fenómenos electroquímicos, el estudio de los átomos y el descubrimiento de
nuevos elementos. Aquí encontramos a los ingleses Davy y Dalton, al sueco Berzelius, a
los franceses Proust, Dulong, Petit, y Gay-Lussac (y su alumno el alemán Liebig), y al
italiano Avogadro.

Finalmente, en biología destacan los trabajos de tres franceses: los evolucionistas


Lamarck y Saint-Hilaire, y el antievolucionista Cuvier. La hipótesis de Lamarck tuvo
gran importancia a pesar de que no pudo probarla. Básicamente se basa en tres
puntos: 1) Las subdivisiones de los seres vivos (clases, órdenes, familias, géneros y
especies) son un producto arbitrario de la mente humana. 2) Las mutaciones
ambientales pueden llegar a modificar los órganos. 3) Si tales alteraciones son
comunes a machos y hembras, pueden transmitirse a su descendencia. Curiosamente,
los avances de Cuvier (en fósiles) contribuyeron a la consolidación científica del
evolucionismo que él mismo combatió.

El quinto postulado de Euclides publicado en sus Elementos puede enunciarse así: «Si
dos rectas a y b, cortadas por una transversal c, forman con ella, a un mismo lado de la
recta transversal, dos ángulos cuya suma es inferior a un ángulo llano, entonces, las
rectas a y b se cortan en un punto». La demostración de esto es fácil cuando la suma de
los ángulos es mucho menor que 180º, pero prácticamente imposible cuando la suma
se acerca a ese valor, pues el punto de corte se aleja cada vez más de la transversal. La
solución llegó en el siglo XIX de forma separada por tres matemáticos
independientemente: Gauss, el húngaro Bolyai y el ruso Lobatchevski. La solución
consiste en negar que ese postulado de Euclides tenga que ser siempre cierto,
surgiendo la geometría no euclidiana hiperbólica. Lo revolucionario de este asunto
estriba en que la geometría euclidiana deja de ser la única ciencia auténtica del espacio
real, por lo que las proposiciones matemáticas que antes eran tenidas por verdades
absolutas, ahora dejan de serlo, para convertirse en simples verdades humanas. Hasta
entonces, se creía que al menos la geometría era capaz de formular proposiciones
universalmente válidas, y al destruir eso, sólo queda que cualquier teorema sólo es
verdadero en el marco de cierta teoría.

3.7. El Pensamiento Político en la Primera Mitad del Siglo XIX

En esta época, hay diversas tendencias políticas que pueden agruparse en los
siguientes epígrafes:

Política Reaccionaria, antiilustrada y antirrevolucionaria, contraria a la Revolución


Francesa (considerándola como energía satánica que se rebela contra el orden
establecido) y al imperio napoleónico, un extremismo de derecha basado en el
catolicismo de la Restauración. Sus representantes son Joseph de Maistre y Louis de
Bonald.
Liberales Moderados: Es un movimiento para defender los derechos del individuo
contra el albedrío del poder soberano. Son moderados, porque rechazan tanto los
excesos revolucionarios como los peligros de los reaccionarios defensores de la
monarquía. Aquí encontramos a Destutt de Tracy, Guizot, Thiers y, sobre todo, Alexis
de Tocqueville.
Católicos Liberales: El inglés lord Acton (católico entre anglicanos) defendió los
derechos de las minorías y la libertad de pensamiento y acción (la libertad es la
seguridad de que goza cada hombre al hacer lo que estima su deber). Otro católico
convencido fue Lamennais que propuso la separación entre Estado e Iglesia para
defender los intereses espirituales de esta última contra el poder de los soberanos. Se
opuso al galicanismo del clero francés (pretensión de limitar la autoridad pontificia),
pero incluso su obra Palabras de un creyente recibió la condenación papal.
Los sansimonianos: Se basan en las ideas del conde de Saint-Simon de un complejo y
utópico plan de revolución científico-social con tintes socialistas. A su muerte, sus
discípulos crearon una secta para valorizar la ciencia moderna y reformar la
humanidad, que tuvo bastante éxito entre los alumnos de la parisina Escuela
Politécnica. Su objetivo es fundir los dos poderes, temporal y espiritual, con una fe de
espíritu romántico (cimentada en el sentimiento no en la razón). La nueva religión
deberá proteger la industria, a pesar de las críticas de gran parte de la población
(especialmente los empobrecidos trabajadores). Su propuesta es concentrar la
industria en manos del Estado y éste repartirá la riqueza según las capacidades de
cada uno, para eliminar la explotación de los trabajadores. También pretendían
destruir la institución de la familia, emancipando a la mujer y liberando más las
relaciones sexuales. A pesar de lo utópico resaltó el problema social que se estaba
agudizando en la sociedad francesa por la rápida industrialización.
Socialismo Utópico: Otros primeros socialistas separaron el problema social del
político (lo que evidencia su carácter utópico), dejando al Estado como si fuera neutral
ante la renovación de la sociedad. Organizaron a trabajadores en pequeños núcleos
socialistas y pensaban que su éxito probaría sus ventajas. En realidad, su fracaso
probaría que las reformas sociales no son simples. Fourier tuvo matices religiosos con
excesiva fe en la divina providencia. Proudhon, resalta la educación filosófica de las
masas, sin referencias religiosas, declarando la guerra a todos los Absolutos y
ensalzando la justicia y el trabajo.
El británico Robert Owen fue un industrial filántropo con teorías económicas de
socialismo utópico, aplicadas con éxito en su fábrica de hilados de algodón en Escocia.
Fue un modelo en cuanto a trato humano a sus obreros, horario moderado, buenas
pagas, condiciones salubres, sistema escolar (incluyendo la primera guardería de la
isla)... y alcanzó éxito también económico. Trató inútilmente de convencer a otros
industriales y al gobierno para instaurar normas elementales (prohibición de emplear
a niños menores de 8 años, jornadas diarias inferiores a 10 horas y media...). Sus
teorías coinciden con las de los utilitaristas ingleses en temas como que se puede
transformar la sociedad modificando las condiciones de vida. Para Owen las religiones
son esencialmente nocivas. Louis Blanc propuso la nacionalización de la producción
para evitar el desempleo (algo de lo más nocivo para la sociedad).
3.8. La Vuelta al Espiritualismo y la Aparición del Positivismo

Durante la transición al XIX convivieron también los ideólogos, que trataron de


mantener la tradición ilustrada del XVIII: el filósofo Antoine Destutt de Tracy y el
médico Pierre Cabanis. Aunque también estaba ahí Maine de Biran, se pasó al
espiritualismo de Pascal, Malebranche... El espiritualismo también se extendió por
Italia en dos tendencias, una católica con Rosmini y Gioberti, y una laica con Mazzini.
Para Mazzini hay que buscar a Dios en el progreso humano, luchando por realizar el
reino de Dios en la historia humana. Resalta su exaltación de los deberes por encima
de los derechos, reivindicando para Italia el protagonismo de la nueva época fundada
en el deber, como Francia lo fue en la época liberal fundada en los derechos. En el
espiritualismo español del XIX encontramos al sacerdote, filósofo gnoseológico y
apologista Jaume Balmes, conservador moderado, con la visión de una ciencia social
(como Comte). Es un representante ecléctico del espiritualismo, incorporando la
doctrina escocesa del sentido común. También se hallan en Alemania, Bélgica y España
discípulos del idealista y alemán Krause y su espiritualismo laico, el krausismo. Para el
español Julián Sanz del Río el krausismo es una síntesis de idealismo alemán y de
cristianismo, capaz de inspirar un humanismo con reformas en la moral, la pedagogía y
la sociedad, como alternativa al catolicismo. Tuvo gran irradiación intelectual y en
1876 se creará la Institución Libre de Enseñanza por el krausista Francisco Giner de
los Ríos, una institución pedagógica.

En contraste con el espiritualismo, Auguste Comte inauguró el positivismo, influido


por Saint-Simon, del que fue su secretario. Escribió Política positiva, Curso de filosofía
positiva y otras obras más religiosas. Con el tiempo, el positivismo es la exaltación de
los hechos contra las ideas, de lo experimental frente a lo teórico, y de las leyes
físicas/biológicas contra lo metafísico. Tuvo influencias del romanticismo, como su
actitud crítica frente al individualismo, oponiendo las formaciones sociales
supraindividuales. Para Comte la humanidad evoluciona en tres fases: 1) Estadio
teológico: Domina la fantasía pero impulsa al hombre a salir de su estupidez. 2)
Estadio metafísico: La razón sustituye la fantasía, y la metafísica a la religión
descubriendo que los mitos teológicos son insostenibles, aunque la metafísica destruye
sin construir. 3) Estadio científico: Se rechaza lo fantástico, conceptual y metafísico,
edificando un saber basado en la experiencia, y en el empirismo de Hume. Cada
disciplina debe evitar investigar sobre las causas o las esencias y limitarse a buscar
leyes, pues toda proposición no verificable empíricamente es metafísica y debe
erradicarse. El filósofo positivista tiene el deber de promover que cada disciplina
llegue al tercer estadio.

Los dos problemas de la filosofía de Comte son: Organizar el saber científico y


reorganizar la vida social (perdida la unidad que daba el catolicismo). Respecto al
primer problema, Comte admite 6 únicas ciencias ordenadas en complejidad creciente:
matemáticas, astronomía, física, química, biología, y sociología. Cada ciencia sirve a la
siguiente. Sorprende que no incluya la lógica y la psicología. Esta última la incluirán los
seguidores de Comte. En sus últimos años Comte incluyó la séptima ciencia, la ética.
Comte asegura que la evolución de cada ciencia sigue la ley de los tres estadios, pero a
distinta velocidad. Así, las matemáticas llegaron primero al estadio científico, luego la
física, la química... Según él, en su época la sociología no había aún llegado al tercer
estadio y esa era la tarea más importante del positivismo. Comte también estudiará el
problema del conocimiento. En su última etapa aumenta su romanticismo: el
sentimiento asume preeminencia sobre el conocimiento y la razón. El arte es
considerado superior a las otras actividades humanas por brotar del sentimiento.
Exalta la figura de su amada, Clotilde de Vaux. Considera la humanidad como un único
gran ser, vivo e inmortal, a cuyo perfeccionamiento deben dirigirse nuestras acciones.
Intenta crear la «religión de la humanidad» como culto a ese ser, con ceremonias y
sacerdotes (emulando el catolicismo), con predominio político y cultural de éstos. Esta
religión tuvo cierto éxito entre la burguesía por el deseo de conciliar el espíritu
científico con lo religioso.

3.9. El Gran Desarrollo de las Ciencias en el Siglo XIX

"La ciencia comienza a intervenir de manera decisiva en el proceso de civilización". En


matemáticas destaca el rigor ya introducido por la generación precedente. Destacan
los alemanes Riemann (1ª definición exacta de integral), Kummer (generalización del
número complejo), Weierstrass (análisis infinitesimal). Este último, con Cantor y
Dedekind probaron que el concepto de número real y todos sus teoremas se derivan
rigurosamente del concepto y propiedades de los naturales. Kronecker diría que en
matemáticas todo es obra de los hombres, pero los naturales fueron dados por Dios.
Filósofos de la siguiente generación cuestionarán el concepto de número natural. En
Francia, estuvo Liouville, Hermite, Henri Poincaré y Chasles. También destacan el
alemán von Staudt, el italiano Cremona, el noruego Lie, y los estudiosos de geometrías
no euclidianas: Riemann, el inglés Cayley, el italiano Beltrami, y el alemán Klein. Hay
que destacar el descubrimiento formal de la teoría de conjuntos, especialmente por
Cantor.

En física y química hay que citar los estudios electroquímicos del inglés Michael
Faraday descubriendo las leyes que llevan su nombre, el inglés Maxwell que sintetizó
las leyes eléctricas y magnéticas y sus ecuaciones diferenciales que sugirieron los
campos electromagnéticos. El alemán Hertz logró producir fuentes de ondas
electromagnéticas distintas de las luminosas. También en electricidad destacaron
Seebeck y el famoso alemán Ohm (por su ley: V=I·R). En óptica, Foucault halló la
velocidad de la luz en el aire y en el agua, siendo menor en el agua (según la teoría
ondulatoria, pero en oposición a la corpuscular). También son importantes los logros
de Fraunhofer, Bunsen y Kirchhoff. En química inorgánica, el ruso Dimitri Ivanovich
Mendeleiev confeccionó su famosa tabla periódica de los elementos por la que predijo
la existencia y propiedades de elementos aún desconocidos. En química orgánica se
distinguió tres clases de sustancias que componen la materia viva: proteínas, grasas e
hidratos de carbono, destacando los estudios en este campo de Berthelot. Debe
resaltarse el descubrimiento del conocido como primer principio de la termodinámica,
la equivalencia entre calor y trabajo, gracias a varios científicos como los alemanes J.R.
von Mayer y H. von Helmholtz y el inglés J.P. Joule. Helmholtz también enunció el
principio de conservación de la energía. El alemán R.E. Clausius y el inglés W. Thomson
demostraron que el trabajo es enteramente transformable en calor, pero que, en
cambio, no todo calor es transformable en trabajo: proceso irreversible. Se llegó a
demostrar la equivalencia entre distintas formas de energía y la energía mecánica,
constatando que todas tienden a transformarse en calor. Se llegó a la conclusión de
que, una vez transformada en calor toda la energía cósmica, y una vez distribuido ese
calor, ninguna mutación sería posible, extinguiéndose toda forma de vida. A pesar del
rigor, hubo muchos errores por los efectos del romanticismo en la ciencia: entusiasmo
ingenuo, o improvisadas generalizaciones (formular una ley científica sin considerar el
ámbito preciso en que la validez de dicha ley ha sido probada), llegando a la paradoja
que ser la ciencia, dogmática. El italiano Cannizaro distinguió entre átomo y molécula,
lo que ayudó a hallar el número de Avogadro. El sueco Arrhenius experimentaría con
la escisión de las moléculas en iones.

En biología hubo tres aspectos destacados: Las investigaciones bacteriológicas, el


problema del mecanicismo biológico, y la hipótesis de la selección natural (la
evolución). El francés Louis Pasteur refutó la generación espontánea, explicando la
putrefacción de los cadáveres por las bacterias anaerobias (que viven sin aire), que
están presentes en los vivos y se multiplican enormemente tras la muerte. Pasteur
demostró que la inoculación de gérmenes debilitados curaba la rabia o hidrofobia. Eso
se usaba para prevenir la viruela en el XVIII como terapia importada de Oriente, y el
británico Jenner describió el proceso de la vacunación. Pasteur demostró que con la
rabia la inoculación es eficaz incluso después de iniciada la infección, a diferencia de lo
que pasa con la mayoría de las enfermedades. El inglés Lister creó el método
antiséptico, y el alemán Koch aisló el microorganismo de la tuberculosis (bacilo de
Koch). Hay que destacar a 4 fisiólogos: el austriaco Gall (frenología, considerando
distintas partes del cerebro y sus funciones), el alemán Müller y los franceses
Magendie y su discípulo Bernard con sus razones científicas del mecanicismo
(determinismo).

La idea de evolución no era inédita, pero en formulaciones poco menos que fantásticas.
El inglés Charles Darwin (1809-1882) estudió los biólogos ingleses, los trabajos de
Malthus y fue revelador el viaje que hizo de 1831 a 1836 por América del Sur. Lamark
atribuyó la evolución a condiciones externas del ambiente (clima, alimentación...), pero
Darwin definió en El origen de las especies (1859) la selección natural, que se basa
esencialmente en las relaciones recíprocas entre unos organismos vivos y otros. Los
individuos tienden a crecer más rápido que los recursos ambientales, por lo que hay
una lucha por la existencia entre individuos de la misma o distinta especie. Es la
doctrina de Malthus aplicada al reino orgánico. ¿Quien sobrevivirá? Darwin responde
que los mejor adaptados a las condiciones de vida. Esta supervivencia de los más aptos
fue llamada «selección natural», como si la misma naturaleza escogiera para la
reproducción a los individuos con ventajas, pero que se traduce en que los individuos
con cualidades ventajosas vivirán más y podrán tener más descendientes. Los hijos
heredarán la cualidad de su padre que se irá acentuando. De forma lenta pero
inevitable podrá generarse una raza nueva. La idea es la misma que aplica el hombre
en plantas y animales domésticos, seleccionando las variedades más útiles. La teoría de
Darwin tuvo un éxito estrepitoso y muchos de los que la combatieron acabaron
aceptándola, como el geólogo Lyell. En El origen del hombre (1871), Darwin afirma
que la especie humana desciende de animales, demostrando que entre las facultades
mentales del hombre y las de los animales superiores existe solamente una diferencia
de grado. Esto causó muchas críticas por su discrepancia con el dogma de la creación.
Darwin se declaró agnóstico, incapaz de hallar elementos suficientes para confirmar o
negar dicho dogma. El tiempo ha ido confirmando la hipótesis de Darwin. Por ejemplo,
los estudios del monje agustino Gregor Mendel sobre el cruce de los guisantes, dieron
un gran paso en la teoría de la herencia. La ley de Mendel invalida la afirmación
darwiniana de que todos los caracteres son hereditarios por igual, pero demuestra el
modo de la herencia en esa especie. Mendel también descubrió la posibilidad de
variaciones discontinuas. El alemán Weismann afirmó que los caracteres adquiridos
no son hereditarios, y el holandés de Vries decía que las mutaciones no son raras y que
algunas se transmiten a los descendientes.

En la segunda mitad del XIX se constituyó la psicología como ciencia, por las
aplicaciones prácticas: para la medicina, para la selección de puestos de trabajo,
readaptación de los mutilados, delincuencia y métodos educativos... Entre los muchos
estudiosos destacamos al francés Ribot que ponía la psicología como ciencia
experimental y que no debía estudiar metafísica (el alma, su esencia...).

3.10. La Expansión Europea del Positivismo

El fundador del utilitarismo fue el inglés Jeremy Bentham, quien intentó que la
legislación fuera vista como reajustable para generar «la mayor felicidad posible para
el mayor número de personas posible», máxima tomada de Beccaria. Para el
utilitarismo, una acción es buena cuando es útil y aumenta la felicidad. La moral se
reduce a calcular los placeres (intensidad, duración, certidumbre, proximidad,
fecundidad, pureza, extensión). La sabiduría consiste en saber renunciar a un bien
presente por uno futuro cuando éste es más favorable. Antes de Bentham ya se decía
que la felicidad constituía el móvil de las acciones humanas, pero en Bentham es algo
racional que no depende del instinto, sino del intelecto. Es un hedonismo calculado que
considera placeres y dolores, de quien actúa y de los demás. Se cuenta que cuando el
médico le dijo que iba a morir, Bentham respondió que le minimizara el dolor. Otro
utilitarista, Thomas Robert Malthus es famoso por su Ensayo sobre el principio de la
población, teoría por la que la población tiende a crecer en progresión geométrica,
mientras los medios de subsistencia lo hacen en proporción aritmética. Para controlar
esta desproporción, Malthus propone los medios de índole natural (hambre) y los
medios preventivos racionales (reducir la natalidad). Malthus resaltó la necesidad de
intervenir para que el ciclo productivo no pierda dinamismo. James Mill fue también
un famoso utilitarista, aunque su hijo adquirió mayor popularidad. El fin último de los
utilitaristas es proveer a las disciplinas del espíritu (ética, derecho, economía...) del
poder demostrativo de las matemáticas y la física, lo mismo que Comte quería para su
sociología. David Ricardo y el anterior Adam Smith son de los más eminentes
tratadistas de economía política. Ricardo puede verse como precursor de Marx,
resaltando la proporcionalidad inversa entre salario y beneficio capitalista. Hamilton
introdujo temas metafísicos en la filosofía inglesa.

El londinense John Stuart Mill defendió la igualdad de los sexos, y un sistema electoral
que beneficiara a las minorías. En Mill resalta la honestidad de sus argumentaciones
teniendo en cuenta todos los puntos de vista. Es un liberal democrático y progresista,
nada insensible a las injusticias de su tiempo (como lo fueron los liberales
precedentes). Geymonat afirma que si no se unió al socialismo fue por su temor a que
el socialismo no salvaguardara la libertad. Respecto a la existencia de Dios, Mill no la
ve incompatible con la ciencia, pero no puede admitir los argumentos precedentes
(metafísicos, de causa primera...). Ve una posible vía en el orden de la naturaleza. Para
Mill, Dios es infinitamente bueno, pero no omnipotente, por los graves males del
mundo. Dios no es principio del mundo, sino un ser que forma parte de él, y los
hombres son sus colaboradores.

Tuvo bastante éxito el positivismo evolucionista, nacido antes que El origen de las
especies, pero potenciado por el darwinismo. Su objetivo es aplicar el principio de la
evolución a todo el mundo natural, incluyendo el progreso humano, que se ve como
algo natural y que exime a ciertos sectores sociales de luchar por mejorar la
humanidad, ya que la victoria está garantizada. Spencer admite que en el individuo
existen formas a priori de conocimiento y sentimiento, que no provienen de su propia
experiencia, sino que son el patrimonio de generaciones anteriores, recibido como
herencia. La experiencia ha enseñado a la especie que, normalmente, es más fácil
alcanzar el bienestar guiándose por sentimientos elevados (el racionalista lo ve como
deber a priori). Así, la evolución llevará al grado perfecto de convivencia, pero
mientras, cada hombre podrá sentirse satisfecho si colabora con la humanización.

En Alemania hubo una orientación filosófica religioso-espiritualista, encabezada por


Liebig y el fisiólogo Wagner, que provocó una reacción en contra surgiendo el
positivismo materialista alemán. Éstos interpretaban el materialismo como corolario
de las conquistas de la física, la química y la biología. Frente a estas dos corrientes
surgió una de agnosticismo: El fisiólogo alemán Emil Du Bois-Reymond escribió Siete
enigmas del mundo, enumerándolos como obstáculos insalvables, y que son: el origen
de la materia, de la fuerza, del movimiento, de la vida, de la sensibilidad, del lenguaje y
de la libre voluntad. También surgió un renovado interés por Kant (neocriticismo), a
veces para oponerse a las fantasías del hegelianismo o a las superficialidades de
algunos científicos metidos a filósofos. Los representantes de este criticismo son el
citado Helmholtz, Lange y Liebmann, que tiene una obra en la que todos sus capítulos
terminan con: «Es preciso, pues, volver a Kant». El positivismo fenomenista fue
radicalmente empirista y crítico, representado por Ernst Laas, autor de Idealismo y
positivismo en el que considera la filosofía como el campo de batalla de estas dos
orientaciones. Para él, existieron pocos positivistas verdaderos (admite a Protágoras,
Hume, John Stuart Mill, pero no a Comte). También Avenarius intentó eliminar el
idealismo romántico, pero ambos tienen factores idealistas. Otra corriente, el
empiriocriticismo, fundada por Mach, sigue a Hume en su crítica del principio de
causalidad.

3.11. La Izquierda Hegeliana y su Evolución

Lo más fecundo de Hegel es lo relativo al mundo humano (política, derecho, economía,


religión...), no lo relativo a la naturaleza. Los creadores de la «izquierda hegeliana»
estaban muy próximos a Hegel. Una segunda generación (Marx y Engels) se alejaron
mucho e intentaron trasladarse del plano teórico al práctico-político. La izquierda
rechazaba cualquier trascendencia y tuvo interés por los individuos humanos. David F.
Strauss es autor de la Vida de Jesús en la que afirma que los elementos sobrenaturales
de Jesús no son datos históricos, sino «mito», como lo es la encarnación. Jesús fue
«aquél en quien la conciencia de la unidad de lo divino y lo humano surgió por primera
vez», siendo así «único e inigualable». Otros miembros de la izquierda hegeliana son
Stirner (inspirará el movimiento anarquista), Bauer, Ruge, y el más notable Feuerbach,
alumno de Hegel. Para Feuerbach los principios religiosos son construcciones
fantásticas en las que el hombre proyecta sus pensamientos: la religión refleja los
pensamientos y deseos del hombre, y transforma los más íntimos ideales del hombre
en propiedad de un ser divino. Para evitarlo sólo hay una vía: negar la existencia de
Dios, y hacer que surja en el hombre una conciencia «directa» de sí mismo.

Los prusianos Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels superaron la «izquierda


hegeliana» pasando a un materialismo dialéctico. Marx se doctoró con una tesis sobre
la filosofía de Epicuro, viajó por Europa y conoció a Engels al que le unió una gran
amistad de por vida, constructiva filosófica y políticamente. Redactaron el famoso
Manifiesto comunista (1848) y ese año estallan en Europa las revoluciones liberales.
En Londres investigaría para escribir el primer volumen de El capital (1867, los 2
volúmenes siguientes son póstumos gracias al trabajo recopilatorio de Engels). Fueron
años de miseria, en los que Engels pudo ayudarle a él y a sus enfermizos hijos, gracias a
una industria que implantó en Manchester. En 1864 funda la Internacional de los
Trabajadores, «Primera Internacional». Para ellos «en todas partes y siempre hay, en
cada cosa, contradicciones», que no son un factor irracional, sino la fuerza de su
devenir. Van más allá de Feuerbah, viendo al hombre como económicamente alienado,
esclavo del dinero, que es más que un instrumento una guía de la sociedad. Captaron
de Ricardo cómo el dinero y las mercancías son trabajo humano acumulado, y
aprovecharon de Hegel el enfoque historicista aplicado a la economía política
(descubrieron la tendencia a la acumulación capitalista, queriendo pasar de la
propiedad capitalista a la «propiedad común de todos los medios de producción,
incluido el suelo». Los socialistas utópicos señalan las injusticias de la producción
capitalista, sin explicar su origen, que se explica con el «socialismo científico», basado
en dos pilares: materialismo histórico y dialéctico.

Materialismo histórico: Es el desarrollo filosófico de la alienación económica,


condiciones e implicaciones. Los hombres están vinculados por el trabajo, la
producción y las «clases». La historia de la humanidad es la historia de las luchas entre
clases, por la producción y las riquezas. «Los filósofos se han limitado a interpretar el
mundo de diversos modos; lo que importa es transformarlo» (trabajo político). El
materialismo histórico pretende luchar para dar al hombre auténtica libertad,
liberándolo de lo económico, abatiendo el capitalismo e instaurando una sociedad
comunista.
Materialismo dialéctico: El materialismo general afirma que la naturaleza es anterior al
hombre. Los del siglo XVIII admitían sólo traslaciones de la materia, por la ciencia más
avanzada de entonces, la mecánica. Los materialistas positivistas del XIX admiten
transformaciones reguladas por principios absolutos (conservación de materia y
energía, por lo que dicha transformación era más aparente que real). Por otra parte, la
antigua metafísica distingue materia (principio estático) y espíritu (dinámico). El
materialismo dialéctico afirma que la realidad que tenemos enfrente es la única que
existe (realidad del mundo natural y de la historia), y no implica referencia alguna a
otro tipo de realidad. Esto libera la investigación científica de seguir metafísicas o
religiones. Tiene notable interés histórico el que Engels adjudicara a la filosofía «la
doctrina del pensamiento y de sus leyes» (lógica formal y dialéctica), y las restantes
investigaciones para las ciencias positivas y la historia.
Ferdinand Lasalle creará un «socialismo de Estado», siendo este responsable de
«educar y formar» y de hacer que triunfen las clases trabajadoras. Sus trabajos
influyeron en los socialdemócratas alemanes en la lucha de los trabajadores. Tras la
crisis de la Primera Internacional dejaría de actuar en 1875-76. En 1889 se crea la
Segunda Internacional, que apoyará la creación de partidos socialistas en cada país y
borraría los vínculos con el hegelianismo: los alemanes Berstein, Kautsky y el ruso
Bogdánov. No pudo evitar la I Guerra Mundial y tras el triunfo de la revolución en
Rusia, un congreso en Moscú en 1919 crea la Tercera Internacional (Internacional
comunista), un retorno a Hegel y al materialismo de Marx y Engels (lucha de clases...).
La más destacada figura de la revolución rusa fue Lenin (en el poder entre 1917 y 1924
bajo la dictadura bolchevique y con un terror de masas al que se le atribuyen 10
millones de muertos en los primeros años de la revolución). Su contribución al
materialismo dialéctico es Materialismo y empiriocriticismo, en la que critica a Mach y
sus partidarios por su idealismo.

3.12. La Reacción contra el Positivismo


A finales del XIX hubo un antipositivismo con tendencias muy distintas. Una causa es la
difícil situación en la sociedad europea, que contrastaba con las optimistas previsiones
de los positivistas (victoria de la razón y del progreso). Se llegó a concluir que existen
problemas imposibles de captar por la ciencia, y hay que usar la intuición, el
sentimiento y la conciencia religiosa. La izquierda hegeliana y el positivismo exaltaban
la ciencia, mientras que el espiritualismo la incluía en su condena global del
positivismo. La atmósfera contraria a la racionalidad científica se entiende mejor
considerando la crisis de dos guerras mundiales. El espiritualismo afirma que la
interioridad es la verdadera exencia de lo real y sus intereses son morales, religiosos y
estéticos. En Francia fue como un retorno a Pascal, Malebranche y los jansenistas, a
través de Maine de Biran y Félix Ravaisson-Mollien. En Alemania, el médico Hermann
Lotze sostenía que la fisiología es una ciencia mecanicista, pero que se integra en una
visión superior, no mecánica. Toda la realidad es espíritu y la existencia de Dios está
garantizada por la conciencia. Su psicología sostiene que cuerpo y alma son de
naturaleza espiritual y, por eso pueden influirse mutuamente. También son
espiritualistas von Hartmann y Eucken.

La reacción contra el positivismo también fue como retorno a Kant y Hegel,


neokantismo y neoidealismo. El criticismo kantiano se intentó resucitar durante el
mayor esplendor del positivismo, como positivista y antimetafísico, pero ahora,
partiendo del criticismo defienden concepciones metafísicos-idealistas, espiritualistas
en algunos casos. En Francia, Renouvier añade los conceptos de «personalidad» y
«finalidad» a las doce categorías kantianas. Más serio, pero también metafísico, es el
kantismo alemán ligado a las universidades de Marburgo y Heidelberg. De esta última
escuela es famosa su doctrina que distingue por sus métodos ciencias de la naturaleza
(leyes universales) y ciencias del espíritu (valores universales: historia). Esto lo usa
Dilthey en su historicismo afirmando la superioridad de las ciencias del espíritu,
porque permiten conocer al hombre por dentro. Para él, hay algo que une la evolución
del pensamiento: la voluntad de establecer con claridad nuestra posición en el
universo. Otros historicistas son Max Weber y Friedrich Meinecke. El historicismo
critica la fe en la inmutabilidad de la razón y sus principios, y Meinecke muestra las
crisis en El origen del historicismo, intentando un encuentro entre el relativismo
histórico y el carácter absoluto de lo espiritual, que resulta contradictorio por lo
relativo y absoluto de ambos factores. Spengler ve la historia como una sucesión de
culturas, en las que la fuerza es el único factor que determina el triunfo de una sobre
otra, profetizando el «ocaso de Occidente».

También la «derecha hegeliana» luchó contra el positivismo (por la banalidad de las


divagaciones de los últimos positivistas...), lo que muestra la heterogeneidad de las
semillas de la compleja filosofía de Hegel. Aunque la derecha hegeliana tuvo éxito en
Alemania y Francia, fue derrotada por el positivismo, afincándose en Inglaterra bajo un
hegelianismo teologizante que influirá en Europa y América. Aquí hay dos grupos. Para
el primero, el hegelianismo significa resolución de la realidad en el pensamiento
infinito de Dios, y lo representan Stirling (que defendió el hegelianismo con El secreto
de Hegel), Green (que pensaba que la conciencia humana es la reproducción
imperfecta de la divina) y Caird. El segundo grupo tiene intereses más modernos y lo
forman Bradley (todo el mundo de la experiencia está lleno de contradicciones y
resulta incomprensible, la ausencia de contradicciones nos lleva al absoluto),
Bosanquet (la experiencia humana es contradictoria, el camino al absoluto es la
progresiva eliminación de estas contradicciones), Taggar y el estadounidense Royce.
En Italia, los hegelianistas son De Sanctis, Vera, Spaventa y Labriola, el cual evolucionó
al marxismo.

Boutroux es un raro espiritualista que investigó la naturaleza y sus leyes (eso sólo lo
hacían los positivistas). Su contingentismo usa la clasificación de las ciencias de Comte
viéndolas como mundos tal que al pasar de uno a otro se halla algún carácter nuevo,
original, «contingente». En cada salto se hunde la causalidad y revela un principio de
libertad en la naturaleza. Pretende conciliar religión y espíritu científico, quitándole a
la primera las supersticiones y viendo que no la puede captar el simbolismo de
ninguna ciencia (significado moral, sentimientos, vida interior...). Del contingentismo
surgirá el convencionalismo, en el que epistemólogos franceses interpretan la ciencia
con inspiración idealista. Recibe la influencia de Mach y Comte, ya que éste último
afirmaba que el objetivo del conocimiento es prever, y el objetivo de prever es obrar),
obteniendo que las teorías científicas son esquemas «cómodos» para la acción. En los
convencionalistas y en Boutroux hay desconfianza hacia las leyes científicas, que sólo
proporcionan información parcial. Los más célebres del convencionalismo fueron el
matemático Henri Poincaré (1854-1912), Pierre Duhem y Gaston Milhaud. De las
investigaciones epistemológicas de Poincaré está el problema del espacio: Como
existen varios tipos de geometría, surge el problema de encontrar cuál corresponde a
la naturaleza del espacio real. Para Poincaré, los axiomas geométricos no son, ni juicios
sintéticos a priori, ni hechos experimentales, por lo que la geometría no es una ciencia
necesaria a priori, como la entendía Kant, ni una física, sino una idealización de la
experiencia, idealización construida por el hombre para interpretar la experiencia (no
se apoya en los hechos, sino en un sistema de convenciones rigurosamente
formuladas). La geometría es un sistema hipotético-deductivo, un sistema de
proposiciones que serán aceptadas o no, según sean deducibles o no de los axiomas
convencionalmente postulados. Así, el problema de descubrir la verdadera geometría
del espacio carece de sentido. Solemos usar la geometría euclidiana, no porque sus
axiomas sean más verdaderos, sino porque son más cómodos para describir la
experiencia. Con respecto a la mecánica, Poincaré afirma que los distintos modelos son
creaciones nuestras, no son verdaderos, son cómodos para facilitar la investigación. La
misión principal de la ciencia no es informarnos sobre la naturaleza de las cosas, sino
sobre las relaciones entre objetos (eso hacen las leyes físicas). Por su parte, Duhem
critica la noción de «hecho experimental» (absoluto para el positivismo), al que le
influye el investigador, pues todo hecho hay que darle una interpretación. Afirma que
si una hipótesis se revela falsa, podría salvarse retocando la estructura teórica. El
pragmatismo, fundado por C.S. Peirce parte del convencionalismo al buscar la verdad
de las teorías en su éxito práctico, pues el conocimiento sólo sirve para la acción. En su
Cómo dar claridad a nuestras ideas sugiere que busquemos el significado de nuestras
ideas en los efectos prácticos producidos por ellas (esa es la única base de
racionalidad). William James es un empirista radical basado en experiencias futuras, es
decir, el pensamiento se fija unos objetivos y busca los medios para alcanzarlos. Para
conocer hay que estudiar todo eso, incluyendo al humano. Al actuar hay un riesgo de
no conseguir el objetivo, pero renunciar al riesgo es no actuar. John Dewey vinculado
al pragmatismo, lo veremos en la Sección 3.14.
El alemán Friedrich Nietzsche (1844-1900) ocupó una cátedra de filosofía en la
universidad suiza de Basilea, luego vagó de un país a otro, entabló amistad con el
músico Richard Wagner, y sufrió enajenación mental los últimos diez años de su vida.
Reaccionó contra el positivismo, contra la ciencia en general y su pretendida
superioridad, y contra el racionalismo. Según él, la razón científica mata el espíritu de
la tragedia, surgiendo hipocresía. La ciencia oprime al hombre: «Los supuestos
espíritus libres de hoy son todo lo contrario de libres, porque todavía creen en la
verdad». La vida es lucha por la existencia (darwinismo), victoria del fuerte sobre el
débil, y la moral tradicional es un «peligro» al imponer el triunfo de los débiles.
Nietzsche quiere mostrar los verdaderos valores, el espíritu dionisiaco: alegría, salud,
amor sexual, fuerza y, en la cúspide, la voluntad de poder, básico en su «superhombre»
(dominador de la historia, situado más allá del bien y del mal). Proclama la victoria de
Dionisos sobre Sócrates. Según Geymonat, quiso abrir al hombre un horizonte sin
límites, pero estaba infinitamente vacío. Algunas de sus obras son El nacimiento de la
tragedia, Así habló Zarathustra, y Más allá del bien y del mal.

Henri Bergson, el mayor filósofo francés de la primera mitad del siglo XX, reflejó las
cualidades y defectos de su sociedad. Como espiritualista exalta el valor de la
conciencia interior, una nueva experiencia contrapuesta a las limitadas fuentes
empíricas del positivismo, que no anula totalmente. El tiempo de la mecánica
(rectilíneo, como coordenada análoga a las del espacio y que obtiene éxitos prácticos)
no explica la materia orgánica o el devenir de la vida, por lo que se requiere un impulso
vital presente en el hombre y en la naturaleza. También hay bipolaridad en el hombre:
inteligencia e instinto, nunca separables. La primera aumenta la potencia (como
también diría De Jouvenel). El instinto usa lo que el hombre posee ya naturalmente. Su
acción espontánea capta las cosas desde dentro. Cuando el instinto alcanza plena
conciencia, es intuición, el órgano supremo del conocimiento, que deja atrás leyes
científicas y nos guía a un filosofar más allá del mero conocer. También haya
bipolaridad en el mundo social (moral de la obligación tradicional y moral absoluta,
del santo y del héroe), y en la religión (estática la fundada en mitos y dogmas, y
dinámica basada en la experiencia directa), que le lleva a un misticismo que, Geymonat
acepta como satisfactorio para sus seguidores, pero que no busca conocimientos
efectivos, controlables, prácticos. Su crítica al desarrollo tecnológico es similar a la
usada hoy por el ecologismo, por cuanto afirmó que «la humanidad gime aplastada
bajo el peso de los progresos que ha hecho». El éxito de Bergson se debe posiblemente
a la crisis social y cultural de la Francia de su época.

Bergson y influyó en el modernismo, intento condenado por el papa Pio X de renovar


el catolicismo desde dentro cambiando el espíritu de interpretación de los dogmas, no
la letra. Su fundador fue Laberthonnière. Le Roy usó el convencionalismo para
desacreditar la ciencia y la razón y exaltar la intuición y la fe religiosa. El modernismo
y Maurice Blondel coinciden en pretender llegar a Dios partiendo de lo más intimo del
ser humano, sin usar abstractas pruebas conceptuales. La influencia del bergsonismo
se nota en Georges Sorel, quien acepta la lucha de clases pero con una interpretación
idealista opuesta al marxismo, otorgando valor revolucionario, motor de la historia, a
los mitos de la sociedad. Según él, la fractura llega por la violencia que permite elevar
al individuo y convertirlo en héroe.

3.13. La Ampliación del Horizonte Científico en el Siglo XX

En las ciencias aumenta el rigor, los progresos particulares, y nacen nuevos campos. En
matemáticas, la obra de Weiertrass es coronada por el italiano Giuseppe Peano, que
reduce las ramas matemáticas en conceptos y operaciones aritméticas, sobre 3
conceptos (cero, número natural y sucesivo), y crea los cinco axiomas de Peano. Su
lógica, basada en Leibniz y George Boole (1815-1864), ha sido ya sustituida por otras.
El alemán Frege reducirá la aritmética a la lógica, y expuso antinomias de la aritmética
(problemas con dos respuestas contradictorias), que llevaría a la «crisis de los
fundamentos», aún no resuelta totalmente (según Geymonat) y que influyó en el
neopositivismo. El filósofo, pedagogo, politicólogo y lógico inglés Bertrand Russell hizo
progresos en las antinomias, y el alemán David Hilbert redujo las teorías matemáticas
a ejercicios lógicos para extraer las consecuencias de sus «axiomas»: Cada teoría es un
sistema hipotético-deductivo, ¿Cuáles son los criterios para aceptar los axiomas? Para
Hilbert, que no sean contradictorios. Define la metamatemática para el estudio de los
discursos matemáticos. Por su parte, Kurt Gödel definió el teorema de Gödel, del que se
ha inferido la imposibilidad de sustituir el cerebro humano por el de las computadoras,
tal como se conciben hoy en día.

En física, Michelson y Morley pretendieron medir en 1887 con el interferómetro de


Michelson las velocidades de la luz respecto al éter y respecto a la Tierra. Lo probaron
cerca del ecuador para que la velocidad de la Tierra fuera mayor y no se verificó la
diferencia esperada. Siguieron probándolo en el siglo XX con aparatos más precisos,
pero siempre obtuvieron lo mismo: La velocidad de la Tierra y la velocidad de la luz no
se suman. Surgieron varias explicaciones artificiosas, como la de las fórmulas de
Lorentz. Pero fue Albert Einstein (1879-1955) en 1905 quien postuló en su relatividad
restringida que la velocidad c de la luz es constante respecto a cualquier observador, lo
que supone una transformación radical de las leyes de la mecánica de Galileo. Según
Galileo, ninguna experiencia mecánica, realizada dentro de un sistema rígido, puede
decidir si éste se halla inmóvil o en movimiento rectilíneo uniforme. Einstein extiende
esto a los fenómenos electromagnéticos, incluida la luz. Si la velocidad de la luz es
constante, entonces ni la longitud, ni el tiempo, ni la masa lo son: Cuando el observador
se mueve, lleva consigo su propio tiempo y su propio espacio. Si pudiéramos viajar a
velocidades cercanas a la de la luz, nuestra longitud aparecería contraída para un
observador en la Tierra, nuestra masa parecería mayor y el tiempo más lento de lo
normal, pero nosotros no notaríamos esos cambios (nuestro metro también se habría
contraído...). Por tanto, la idea de espacio y tiempo absolutos son conceptos
metafísicos. La teoría de Einstein también comporta la equivalencia entre masa y
energía (E=mc2), confirmado posteriormente por los descubrimientos sobre la
desintegración del átomo (la bomba y la energía atómicas). Minkowski influyó para
que en 1915 Einstein formulara la relatividad general para explicar todos los
fenómenos mecánicos, incluida la gravitación, sosteniendo que la materia curva el
espacio. Las implicaciones de esta teoría se han probado en experimentos posteriores,
como el desplazamiento del perihelio de Mercurio (inexplicable en mecánica clásica),
que la luz se curva en un campo gravitatorio (probado en un eclipse solar en 1919), o
el desplazamiento al rojo de algunas franjas de la luz proveniente de lejanísimas
nebulosas estelares. En sus últimos años, Einstein intentó una teoría muy arriesgada
de unificación, sin confirmación experimental.
A finales del XIX, el alemán Röntgen descubrió los rayos X, el inglés Thomson observó
que si esos rayos atraviesan un gas, éste se convierte en conductor eléctrico, Becquerel
descubrió la radiactividad del uranio, los esposos Curie aislaron el radio y el
neozelandés Rutherford, junto con Thomson, descubrieron el electrón. Se abrió el
camino a una nueva física, la física cuántica. En 1900, Max Planck formuló su teoría
cuántica, por la que la energía se distribuye en gránulos de energía o cuantos ε (no de
forma continua), y no son todos iguales, sino proporcionales a n (la frecuencia de la
radiación) y h (constante de Planck, una de las principales «constantes» de la
naturaleza): ε = hn, fórmula de Einstein, quien fue el primero en aplicar la teoría
cuántica al efecto fotoeléctrico (Nobel de física por ello). El danés Niels Bohr lo aplicó a
definir la estructura del átomo, que se demostró no ser adecuada. Surgieron dos
teorías de la luz, ondulatoria y corpuscular, ambas necesarias para explicar distintos
fenómenos, pero ambas contradictorias con otros fenómenos. En 1925 Werner
Heisenberg enunció una nueva teoría mecánica que interpretaba fenómenos que no lo
hacía la teoría de Bohr. Erwin Schrödinger definió otra mecánica, la «ondulatoria», y
demostró que las dos mecánicas anteriores dan iguales resultados, por lo que son dos
formulaciones de la teoría, la mecánica cuántica. Max Born le dio una interpretación
probabilística y Heisenberg definió el principio de indeterminación (cuanto más
exactamente sabemos la posición de un fotón, más indeterminada está su velocidad).
La mecánica cuántica es una técnica excepcional para investigar los fenómenos
atómicos y subatómicos. Deben también mencionarse al francés Louis de Broglie y al
italiano Enrico Fermi.

Las novedades en química son la explicación de la valencia y la formación de moléculas


y la explicación de la tabla periódica. En bioquímica o medicina hay tres grandes hitos:
las vitaminas (su carencia provoca enfermedades que no son causa de agentes
patógenos), los virus (ultramicroscópicos, que provocan enfermedades como la
viruela, la fiebre amarilla, el sarampión... y son entre grandes moléculas y organismos
vivos, difícil de clasificar por no ser fácil definir qué es vida), y la penicilina
(antibiótico, antibacteriano, descubierta por el inglés Alexander Fleming a partir del
moho penicillium). En biología destaca la genética, con la relación entre factores
hereditarios y los cromosomas, conjunto de genes (del griego genos, origen, linaje),
portadores de los caracteres hereditarios, y la explicación teórica de las leyes de
Mendel, realizando experimentos con la drosófila, insecto díptero con generaciones
cada 10 días. Con la biología molecular se descubre la estructura molecular de los
genes y la substancia química capaz de transmitir la infinidad de instrucciones
necesarias para el desarrollo de un sistema vivo, los ácidos nucleicos (RNA y DNA, en
español ARN y ADN), presentes en el núcleo celular con la típica doble hélice, precisada
por J.D. Watson. También se descubren las propiedades conductoras de la fibra
nerviosa. Esto es, según Geymonat, "una vía nueva y fecunda, destinada a incrementar,
hasta un punto hoy en día difícil de evaluar, el dominio del hombre sobre el mundo".

En fisiología y psicología, el ruso Pavlov estudió dos tipos de reflejos: innatos o


incondicionados, y los adquiridos o condicionados (para la adaptación a los cambios
ambientales). Su teoría era que los segundos son la base para formar los primeros.
Esto suscitó mucho interés surgiendo la «psicología del comportamiento», del
norteamericano J.B. Watson. Ambos proponen prescindir de la conciencia por ser algo
metafísico. Sigmund Freud (1856-1939), de familia judía, vivió principalmente en
Viena, pero un año antes de morir (de cáncer de mandíbula) huyó a Londres de la
persecución nazi. Tras la carrera de medicina, estudió neuropsiquiatría e hipnosis,
para aplicarla a la liberación de desarreglos psíquicos en enfermedades. Elaboró el
«psicoanálisis» (interpretación de sueños y asociaciones libres), y creó la Sociedad
Psicoanalítica Internacional. Muchos de sus miembros se alejaron de Freud al reducir
éste la carga pulsional exclusivamente al instinto sexual (Adler y Jung). Algunas de sus
obras son La interpretación de los sueños, Introducción al psicoanálisis, ¿Por qué la
guerra?, y la inconclusa Compendio de psicoanálisis. El psicoanálisis tiene tres
perspectivas, inseparables para Freud, pero que se separaron con el tiempo:

Psicoanálisis como terapia psicológica (sin fármacos ni manipulaciones físicas) para


tratar las neurosis, i.e. cuando los síntomas muestran un conflicto psíquico con raíces
en la infancia y constituye un compromiso entre el deseo, instintos (pulsión libidinal) y
la prohibición, control del sujeto (superyó). El conflicto existe sólo cuando el sujeto
debe escoger entre satisfacer o reprimir sus aspiraciones, pero el conflicto neurótico
es siempre inconsciente. Para la curación hay que reducir las exigencias del superyó y
satisfacer las pulsiones, dentro de límites: la inhibición debe ser sentida para vencerla.
Para ello se usa la «interpretación» de lo que hay en el inconsciente (indestructible),
que aparece en la conciencia indirectamente: en sueños o momentos de relajación.
Explicación de la actividad psíquica: Freud quiere demostrar que los síntomas
aparentemente irracionales (insolubles antes) revelan un significado preciso. El
significado de cualquier comportamiento humano se busca en el inconsciente, usando
el psicoanálisis. En su Psicopatología de la vida cotidiana afirma que las disfunciones
de la memoria, lapsus, descuidos... no son casuales, sino hechos motivados por causas
que la conciencia ignora. Con ello deja de haber una barrera divisoria entre el hombre
normal y el neurótico.
Método para explicación de fenómenos en las ciencias sociales: Su objetivo es captar
en diversas sociedades los factores inconscientes de determinados fenómenos sociales,
como mitos, ritos, prejuicios, actitudes de las masas...
Para el psicoanálisis tiene gran importancia la infancia, porque es causa del
comportamiento actual. Freud destacó la compleja y vasta vida sexual del niño en 3
fases del desarrollo de la búsqueda del placer, sucesivas y que ocupan los 5 primeros
años, aproximadamente: fase oral, fase anal y fase fálica. Entre los 5-6 y los 10-12 está
el «período de latencia», y luego la pubertad, donde hay primacía de las zonas genitales
y se elije el objeto, asunto ya esbozado en la infancia en forma de atracción hacia el
progenitor del sexo opuesto, «complejo de Edipo», que incluye el deseo de la muerte
del otro progenitor, que es visto como modelo y como rival. Esa fase ocurre entre los 3
y los 5 años.

3.14. Corrientes Filosóficas Contemporáneas

Hubo un choque entre dos de las más importantes corrientes de la filosofía moderna:
la humeana (la racionalidad es un instrumento puramente humano) y la hegeliana (la
racionalidad es un principio general del universo, como Spinoza), con sus múltiples
interpretaciones. El marxismo evoluciona en el húngaro Lukács y el poeta y
dramaturgo alemán Bertolt Brecht para dar valor a la actividad artística, favoreciendo
el arte realista. En Italia, decae el positivismo y el espiritualismo, floreciendo el
neohegelianismo, interesado en literatura y política: El historiador y filósofo Croce
lidera un movimiento político liberal y Gentile lidera el fascismo y funda el actualismo,
filosofía idealista que reduce toda la realidad al yo, y el yo al acto puro, la realidad es
creada perennemente en el acto mismo del conocimiento. Ambos desvalorizan la
ciencia por su dogmatismo y su naturalismo (la realidad existe fuera del sujeto) y por
acumular los defectos del arte (su objeto es particular) y de la religión (presupone un
objeto no puesto por el espíritu). El subjetivismo de Gentile es una búsqueda mística
del absoluto, búsqueda intuitiva de Dios. El marxismo está representado por Gramsci,
condenado muchos años en la cárcel por un tribunal fascista y ejemplo de "intelectual
comprometido en la transformación de la sociedad".

Para el pragmatista estadounidense, e incansable científico, John Dewey, la experiencia


es el inicio de la indagación (empirismo), pero para Dewey se incluyen también los
factores irracionales o subconscientes (ignorancia, error, locura, muerte, estados de
los que tenemos conciencia clara...). Para los pragmatistas la experiencia es un proceso
activo de adaptación y transformación del ambiente. El mundo es inestable y precario.
En una fase inicial, tener ideas no es algo realizado, sino algo que nos ocurre. Luego,
con cierto nivel de educación se hace posible la reflexión libre y consciente. Acepta la
relación entre epistemología y metafísica para evitar los problemas de sus
discrepancias. La ciencia es útil sólo en un determinado contexto y está muy
relacionada con el momento histórico, articulando la indagación en 4 fases: a)
Percepción de una situación confusa, b) Idea de una posible solución, c) Traducción a
símbolos de esa idea, y d) Experimentos concluyentes y semilla de nuevas
indagaciones. Respecto a las teorías éticas, afirma que su error está en pretender
principios fijos independientes de la experiencia. La misión de la ética es observar y
valorar situaciones no satisfactorias y promover su transformación, además de criticar
los valores (de hecho si son deseados naturalmente, y de derecho si son razonables o
deseables). Dewey alaba la democracia porque todos pueden participar (como el Nobel
A.K. Sen y otros), a pesar del desigual reparto de la inteligencia. Pensar lo contrario
genera esquemas autoritarios, como en la mayor parte del pasado. Aún subsisten
creencias en la familia, en la iglesia y en la escuela, nacidas en esos tiempos pasados,
por lo que la democracia no estará segura mientras esos residuos existan. El
instrumentalismo reduce las ciencias a técnicas al afirmar que la razón tiende a
producir nuevas técnicas para dominar el mundo (incluso aunque nuestras tecnologías
sean un peligro para nosotros mismos, como han apuntado científicos como Sagan o
De Jouvenel). La ciencia moderna contradice eso, según el materialismo dialéctico,
porque una técnica se justifica según la verdad objetiva que refleja.

Edmund Husserl manifiesta gran estima por la ciencia, aunque sea incapaz de
proveerse de unos cimientos absolutos. Su objetivo es constituir la filosofía como
ciencia, rigurosa, que examina los datos en sí mismos, y evitar estériles debates sobre
la realidad, la existencia del sujeto y objeto, que tantos malentendidos han provocado.
La fenomenología es el examen de las evidencias o fenómenos, tal como se presentan a
la intuición, correspondan o no a una realidad. Las cualidades perceptivas (rojo, azul...)
son discutibles, pero por encima de toda duda están las relaciones entre esos datos
(sus diferencias: rojo es distinto de azul, ...) y esencias universales (unidad,
multiplicidad...). Influencias de Husserl, de Nietzsche y sobre todo de Kierkegaard
recibe el existencialismo, que tras la crisis de la II Guerra Mundial se extendió
radicalizándose en corrientes distintas: ateo y religioso, revolucionario y conservador,
abierto a la ciencia e irracionalista (contrario a la ciencia). Max Scheler se sitúa entre la
fenomenología y el existencialismo. Martin Heidegger define dos tipos de existencia
humana: la no auténtica (de lo banal, lo anónimo, lo convencional, disperso con lo
ordinario de la vida cotidiana) y la existencia auténtica (con angustia al percibir la
propia «finitud» y entender que la raíz de su existencia está en la nada. Esto puede
acarrear libertad, pero ésta está sometida a la limitación del individuo dentro de la
historia, condicionado por el pasado. Puedes forjar proyectos libremente, pero su
realización está supeditada a lo ya hecho en el pasado. Otra limitación es la muerte, a la
que no se tiene miedo por la angustia de la raíz nihilista del ser, que hace mirar a la
muerte con impavidez. Karl Jaspers con su filosofía de la crisis dirá que nuestro ser
finito tiende a lo que le es imposible, la trascendencia, pues al final de la vida llega el
«naufragio». Nuestra misión es aceptarlo libremente. El teólogo suizo Karl Barth llevó
el existencialimo al clero protestante. En Francia hay dos corrientes: el existencialismo
religioso, espiritualista, de Gabriel Marcel, Louis Lavelle y Nicolás Berdiaev; y el
existencialismo ateo de Jean-Paul Sartre con su famoso El ser y la nada. Próximo a
Heidegger, Sartre argumenta contra la existencia de Dios en la contradicción de un ser
necesario que existe, cuando el existencialismo sostiene que la existencia es
contingencia (no necesidad). En general, el existencialismo desprecia las ciencias,
porque no se ocupan de los problemas del ser y el existir y esto, según Geymonat, la
incapacita para orientar al hombre de nuestros días, cuando "el peso de la ciencia y de
sus aplicaciones no cesa de aumentar".

En España, destacan el positivismo del biólogo y filósofo Ramón Turró y una corriente
de existencialismo de la que destacamos cuatro autores: a) Eugeni d'Ors y su
«novecentismo». b) Miguel de Unamuno (1864-1936), bilbaíno y defensor de la
hispanización de Europa, escribió Del sentimiento trágico de la vida, y La agonía del
cristianismo. Es un existencialista inspirado en Tertuliano, san Agustín, Pascal o
Kierkegaard, interesado en el hombre «de carne y hueso», contrapuesto al hombre
abstracto del racionalismo. c) José Ortega y Gasset (1883-1955), marcado por el
historicismo de Dilthey y el vitalismo de Nietzsche, es partidario de la europeización
de España (contrario a Unamuno). Escribió, por ejemplo, España invertebrada, La
rebelión de las masas (clásico del liberalismo conservador), Ideas y creencias, El
espectador y la póstuma ¿Qué es filosofía?. Inicialmente fue neokantiano, pero luego
fue perspectivista y culmina con una forma de historicismo, el raciovitalismo (ambas
tendencias desean superar el idealismo neokantiano o husserliano). Para Ortega, el
dato esencial no es el cogito de Descartes, sino la vida: «yo soy yo y mi circunstancia».
El sujeto no es abstracto, sino una vida con un punto de vista irrepetible e
instransferible. La vida es quehacer, preocupación, naufragio, del que el hombre aspira
a salvarse por la cultura. d)Xavier Zubiri, discípulo de Ortega, pensador cristiano, trató
de articular la filosofía con la teología y con la ciencia.

El neopositivismo se interpreta como el conocido Círculo de Viena (surgido en 1925 y


disuelto al invadir Austria las tropas hitlerianas) y las corrientes vinculadas con
interés por la lógica y la metodología científica y actitud antimetafísica. Del primer
grupo destacaron Ludwig Wittgenstein y Rudolf Carnap. El Círculo de Viena es la
combinación del empirismo y el logicismo (interés por la lógica formal de Frege...),
aparentemente antitéticas, y que llevó a una crítica dura de las típicas cuestiones
filosóficas, que son vistas como debates estériles. La tarea fundamental de la filosofía
es separar los problemas reales de los pseudoproblemas, los que son insolubles por
causas profundas y perennes. Para ello usan la lógica, para evitar los engaños de la
lengua ordinaria. Distinguen proposiciones lógicas (su verdad depende de reglas
convencionales, como las matemáticas) y factuales (poseen contenido preciso, son
hechos empíricos los que demuestran su verdad). El austriaco Wittgenstein escribió:
«todo cuanto puede decirse se puede decir con claridad; y sobre aquello de lo que no
se puede hablar, hay que guardar silencio». Según él, muchas proposiciones parecen
sensatas, pero no lo son. Sólo hay dos tipos de proposiciones sensatas: «tautologías»
(siempre ciertas, usadas por la lógica y las matemáticas, como "X es A o no es A"), y las
«empíricas» (verificables empíricamente). Las demás proposiciones carecen de
sentido (ética, religión, arte, metafísica...). Wittgenstein intentó clarificar las
formulaciones lingüísticas. El alemán Carnap, influido por Mach y Neurath, opinaba
que las grandes controversias filosóficas (realismo-idealismo, nominalismo-
platonismo, materialismo-espiritualismo) son la oposición de lenguajes distintos,
proponiendo el lenguaje fisicalista, sobre las propiedades observables del mundo
físico. El principio de verificación era demasiado rígido, porque para dar por válida una
proposición exige que sea verificable por completo (imposible en multitud de casos
científicos), por lo que adopta el grado de confirmación (probabilidad según las
evidencias).

Respecto al positivismo, Geymonat concluye que "uno de los aspectos más evidentes
de las ciencias modernas estriba precisamente en que éstas no se preocupan en
absoluto por la utilidad inmediata de sus descubrimientos. Y es de fundamental
importancia observar que justamente porque no persiguieron dicha utilidad
inmediata, en más de una ocasión lograron resultados que, con el correr del tiempo, se
revelaron susceptibles de las más extraordinarias aplicaciones".
Respecto al neopositivismo, remarca los grandes avances científicos motivados por el
interés en eliminar entidades inverificables: La relatividad especial (porque no tiene
sentido hablar de variación de la velocidad de la luz) y la mecánica cuántica (no tiene
sentido hablar de órbitas planetarias de los electrones, ya que no son observables en
una órbita, sino cuando cambian de órbita).
El filósofo de la ciencia Karl Popper nació en Viena y tuvo contactos con el Círculo de
Viena, pero no ingresó en él. Según él, la metafísica ejerce una función impulsora del
pensamiento científico y es imposible distinguir nítidamente entre lo que es ciencia y
metafísica. El principio de verificación no sirve (se pueden necesitar infinitos
experimentos) y él propone el criterio de falsabilidad (una sola experiencia basta para
mostrar que una ley es falsa): Lo que distingue una hipótesis disparatada de otra con
validez científica es la posibilidad o no de ser confrontada con la experiencia, y conocer
las experiencias que demostrarían que es falsa. La ciencia son las proposiciones
falsables, que aún no han sido falsadas y que pueden serlo en el futuro. La metafísica
no puede ser falsada nunca. Popper afirma que son teorías metafísicas el marxismo y el
psicoanálisis freudiano. Una teoría nunca es abandonada por mostrarse falsa, sino
cuando se haya otra teoría mejor, pero eso no indica que esta segunda teoría se acerca
más a la verdad. Para Gaston Bachelard, la ciencia crea filosofía, es su tema
fundamental. Para él, los sistemas clásicos de empirismo y cartesianismo son
ineficaces en la ciencia moderna, pues aunque la experiencia común es crucial, la
experiencia científica es diferente (compleja y no cartesiana, difícil de conocer total y
directamente). Bachelard también otorga interés a la fantasía, la poesía, la música o la
ensoñación, como actividad importante en el hombre. Bachelard rechaza todo
dogmatismo.

El estructuralismo tiene muchas vertientes. El suizo Ferdinand de Saussure es el


fundador, con su profunda revolución de la lingüística. Posteriormente, se entenderá
como una crítica al empirismo, al positivismo, al substancialismo, al historicismo y al
evolucionismo. El antropólogo francés Claude Lévi-Strauss intentó hallar leyes para los
fenómenos sociales. Para él, la estructura a indagar es parte de la realidad, pero no es
visible, y los hombres son instrumentos inconscientes, lo que representa un
antihumanismo que también está en Lacan y en Michel Foucault, el cual también es
antihistoricista, criticando las estructuras del pensamiento moderno y la idea del
hombre como centro del universo. El suizo Jean Piaget estudió la base biológica del
pensamiento humano, analizando la psicología del niño como medio de explicar las
funciones mentales. El conocimiento es una prolongación de la vida, una respuesta
creativa al ambiente. Conocer es actuar sobre el objeto.
Conclusión

El platonismo "separa la esencia de los objetos de su existencia", mostrando


"desconfianza por el ser concreto, en continuo desarrollo" y la "necesidad de oponerle
otro ser, fijo, inmóvil", con "abstracta estabilidad". El pensamiento moderno, en
cambio, combate el platonismo, trata de demostrar que este miedo a lo que fluctúa,
carece de fundamento. La filosofía ha asumido, a lo largo de los siglos, "significados
diversos" (concepción sistemática del mundo, búsqueda de un absoluto, de los
fundamentos de las ciencias, pauta de las relaciones humanas...). Las filosofías no
tienen un carácter común, pero sí los filósofos, pues siempre se ha aceptado como
«verdadero filósofo» "al que se ocupaba de los problemas que ellos, en aquel momento,
estimaban fundamentales", problemas centrales en el mundo en que vive su autor,
frente al «falso filósofo» que trataba problemas sin interés. También hoy, filosofar es,
según Geymonat, tratar los problemas más íntimos y profundos de nuestra época,
como las relaciones entre cultura y técnica, entre filosofía y ciencia, y a los que hay que
añadir los problemas tratados por el ecologismo, injustamente olvidados por
Geymonat, al igual que las diversas filosofías orientales. Se trata de "afrontar
audazmente todas las más graves contradicciones de nuestra civilización, sin
disimularnos los obstáculos", pues filosofar no es evadirse del mundo real, sino "una
de las tareas humanas de mayor responsabilidad".

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