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DIFERENCIAS ECOMORFOLÓGICAS
CRANEALES DE LAS POBLACIONES DEL
LOBO MARINO DE CALIFORNIA, Zalophus
californianus
TESIS
PRESENTA
M. EN C. JIMENA BOHÓRQUEZ-HERRERA
Virgilio
i
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo es producto del esfuerzo conjunto de muchas personas e instituciones que
permitieron su desarrollo y exitosa conclusión. Específicamente me gustaría agradecer a:
ii
Monitoreo de la población del lobo marino de California (Zalophus californianus);
análisis de la variación interanual del nicho isotópico y refuerzo a promotores
comunitarios de Bahía Kino (RB Isla San Pedro Mártir) e Isla San Jorge (APFF Islas
del Golfo de California). Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(CONANP)) (PROMOBI 2013)
Al Dr. David Aurioles Gamboa por proponerme, creer en mí y apoyarme en todo el proceso.
Gracias por su excelente consejo académico y personal. Por sus ideas y su guía constante que
me permitió aprender y crecer considerablemente académica y personalmente.
A la Dra. Claudia J. Hernández Camacho, por enseñarme paso a paso la excelencia en cada
proceso. Por su apoyo e instrucción de las salidas de campo, la logística, los presupuestos,
los permisos, etc., que se han convertido en un aprendizaje adicional muy valioso en mi perfil
profesional. Gracias también por su consejo y enseñanzas académicas que sin duda elevaron
la calidad de este trabajo. Pero ante todo gracias por su apoyo personal, pues antes de ser una
excelente directora, gané una increíble amiga y asesora personal. Gracias por siempre estar
ahí.
Al Dr. Dean C. Adams (Iowa State University) porque a pesar de las distancias siempre he
contado con su consejo y enseñanzas a lo largo de los años. Por su paciencia y disponibilidad
permanente a todas mis preguntas e incesantes correos. Porque ha sido un honor aprender a
su lado la morfometría geométrica.
A los doctores Víctor Cruz y Francisco García por su apoyo y comentarios que ayudaron a
enriquecer el ejercicio y la discusión de este trabajo.
Al Dr. Jim Dines, al Dr. David Janiger (Natural History Museum of Los Angeles County) y
a la Dra. Maureen Flannery (California Academy of Sciences) por abrirme las puertas de sus
increíbles colecciones óseas y permitirme tomar las fotografías de los cráneos. Porque en
poco tiempo aprendí mucho sobre la labor de la manutención de una buena colección, así
como el valor de la colaboración entre instituciones.
iii
Al sector Naval ubicado en Puerto Cortés (B.C.S.) por su invaluable apoyo logístico y
personal durante los muestreos en Isla Santa Margarita. Especialmente al Contralmirante
Salazar Yañez, al Contralmirante Pérez Zurita, al Capitán Blázquez, al Capitán Troncoso y a
todo el cuerpo de marinos que nos apoyaron tanto en las oficinas de La Paz, como en la base
Naval de Puerto Cortés.
Al señor Emmanuel Álvarez por su apoyo al proveer los datos ambientales de las Estaciones
Meteorológicas Automáticas (EMA’s), del Servicio Meteorológico Nacional (Comisión
Nacional del Agua).
A la Dra. Margarita Casas y el Dr. Sergio Aguíñiga por su apoyo en los procesos académicos
y personales que se presentaron durante esta etapa. A Humberto Ceseña y Magdalena
Mendoza, por su paciencia, guía y apoyo constante en todo el doctorado.
A las becas CONACyT y PIFI que permitieron el desarrollo exitoso del doctorado.
A Javier Álvarez y Manuel Zamarrón pues ustedes son parte importante de todos estos logros.
Su apoyo en campo es imprescindible para lograr conseguir toda la información. Porque
ustedes no solo nos ayudan con su fuerte trabajo; sino porque son nuestros ángeles de la
guarda en campo.
A mis amigas y hermanas pinnípedas, Paty, Dani y Sofi; y a mis otras compañeras del
laboratorio Sam, Ana, Ana Gaby, Ale y Susana; porque en grupo sin duda se aprende más.
Por esa dinámica de apoyo entre todas, por las largas pláticas en las que aprendíamos y
resolvíamos el mundo de los pinnípedos; por las tardes de sushi y por las noches divertidas.
A Martín Hernández e Irene, por ser guías en todo este proceso, por su amistad sincera y
apoyo en cada paso. A los muchos amigos que este bello país me ha traído: Shelley, Gil,
Mamm, Miryam, Mao Conde, Polo, José, Cintia, Andrés Ortiz, Joaquín, Jean, Kike, Juan
Sebastián, Pablo, Millo, Ángel, Freddy, Carlos y a todos aquellos que no nombro pero que
iv
me han apoyado. A todos mis buenos amigos que también desde la distancia siguen
apoyándome a cada instante.
A mis padres que son mi empuje, mis mayores creyentes y mi mejor ejemplo. Gracias por
creer en mí, por permitirme soñar y apoyarme a pesar de todo. Por nunca dejar de amarme y
por ayudarme a seguir creyendo. A mis hermanas, que son mis más grandes amigas y
cómplices; porque a pesar de la distancia, sé que nos tenemos al lado apoyándonos una a la
otra. Por su ejemplo de valentía y perseverancia. Las amo. A mi Sofía hermosa que a pesar
de no poder disfrutarte tanto como quisiera, eres mi mejor ejemplo de eficiencia inclusiva.
Tu existencia da lógica y sentido a la vida. Te amo mi princesa linda. A mi familia extendida,
Fabio, Isa y Gu, porque ustedes me han demostrado que no solo los vínculos de sangre te
permiten sentir amor puro. Gracias por permitirme entrar en sus vidas y compartir la mía. A
micho por ser mi compañero de vida y mi apoyo estable y constante. Los amo a todos.
A este bello país que siento como el mío y que me ha acogido y permitido disfrutarlo por
más de 7 años. Gracias México y su bella gente.
A Dios y la vida, por ponerme grandes oportunidades en mi camino y darme la fuerza para
enfrentar cada reto y salir victoriosa. Por las muchas bendiciones y ángeles que han puesto
en mi camino.
Gracias!
v
TABLA DE CONTENIDO
vi
8.1. Caracterización morfológica craneal de machos adultos. ...................................... 31
8.1.1. Variabilidad morfológica general. ................................................................. 31
8.1.2. Diferencias morfológicas craneales entre poblaciones. ................................ 35
8.2. Análisis de la conducta territorial de los machos reproductores............................ 40
8.2.1. Caracterización descriptiva de la conducta agonística ................................... 40
8.2.2. Regresión logística binomial .......................................................................... 48
8.3. Caracterización biológica, ecológica y ambiental ................................................. 52
8.3.1. Temperatura ambiental ................................................................................... 52
8.3.2. Variabilidad trófica ......................................................................................... 53
8.3.3. Variabilidad genética ...................................................................................... 55
8.4. Ecomorfología........................................................................................................ 56
9. DISCUSIÓN.................................................................................................................. 62
9.1. Variabilidad morfológica craneal de machos adultos ............................................ 62
9.2. Análisis de la conducta territorial de machos adultos ............................................ 71
9.3. Caracterización biológica, ecológica y ambiental. ................................................ 79
9.4. Ecomorfología........................................................................................................ 85
10. CONCLUSIONES ..................................................................................................... 94
11. BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................... 96
12. ANEXOS ................................................................................................................. 121
vii
ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 3. Mapa detallando las colonias reproductivas de Zalophus wollebaeki en las Islas
Galápagos (Pacífico ecuatorial). ........................................................................................... 16
Figura 4. Diagramas de las vistas (a) dorsal, (b) ventral y (c) lateral de los cráneos de machos
adultos, mostrando la ubicación de las marcas homólogas (negros) y de las semi-marcas
deslizantes (grises). ............................................................................................................... 19
Figura 5. Diagrama que muestra la forma en que opera el criterio de mínima energía de
torsión para el procedimiento de ajuste, en donde las semi-marcas se deslizan a lo largo de
una línea tangente (a) y se proyectan sobre la línea después del paso de relajación (b) (tomado
de Perez et al., 2006). ........................................................................................................... 20
viii
Figura 6. Análisis de componentes principales y placas finas de deformaciones máximas y
mínimas de cada componente, en la vista dorsal del cráneo de todos los individuos analizados.
.............................................................................................................................................. 32
Figura 12. Porcentajes de interacciones ritualísticas y físicas en cada Isla, según el lugar
donde se desarrollaron. ......................................................................................................... 41
Figura 13. Porcentajes de interacciones ritualísticas y físicas en cada Isla, según la duración
de los encuentros. ................................................................................................................. 42
Figura 14. Relación entre el tamaño del individuo y el resultado de todos los enfrentamientos
(ganador o perdedor) de acuerdo a si la agresión fue ritualística o física en cada Isla analizada.
.............................................................................................................................................. 43
Figura 15. Número total de agresiones (a) ritualísticas, (b) físicas y (c) totales, estandarizadas
a una hora de esfuerzo de muestreo (barras), en relación al número promedio de hembras
(puntos); según la hora del día en Isla Santa Margarita. Los círculos corresponden a horas no
muestreadas. ......................................................................................................................... 44
ix
Figura 16. Número total de agresiones (a) ritualísticas, (b) físicas y (c) totales, estandarizadas
a una hora de esfuerzo de muestreo (barras), en relación al número promedio de hembras
(puntos); según la hora del día en Isla San Esteban. Los círculos corresponden a horas no
muestreadas. ......................................................................................................................... 45
Figura 17. Variaciones de la temperatura en cada una de las islas muestreadas durante el día.
Se muestran las temperaturas ambientales promedio (˚C ± EE) tomadas durante los días de
muestreo (intervalos de dos horas). Líneas circulares corresponden a las temperaturas. Cada
barra corresponde a un intervalo de hora.............................................................................. 46
Figura 18. Variaciones del tipo de sustrato en cada una de las islas muestreadas. ............. 47
Figura 19. Fotografías de las zonas de muestreo en las dos islas, mostrando el tipo de sustrato
en cada una de estas (izquierda: Isla Santa Margarita, derecha: Isla San Esteban). ............. 47
Figura 21. Vista dorsal: Relación entre la temperatura ambiental promedio y el valor
promedio de morfología para cada población, con sus respectivas placas finas de deformación
para 10ºC (izquierda) y 30ºC (derecha). La línea punteada equivale a la línea de tendencia
incluyendo únicamente las poblaciones de Zalophus californianus (Zc). La línea continua
equivale a la línea de tendencia incluyendo a ambas especies (Zc & Zw). .......................... 57
Figura 22. Vista ventral: Relación entre la temperatura ambiental promedio y el valor
promedio de morfología para cada población, con sus respectivas placas finas de deformación
para 10ºC (izquierda) y 30ºC (derecha). La línea punteada equivale a la línea de tendencia
incluyendo únicamente las poblaciones de Zalophus californianus (Zc). La línea continua
equivale a la línea de tendencia incluyendo a ambas especies (Zc & Zw). .......................... 58
Figura 23. Vista lateral: Relación entre la temperatura ambiental promedio y el valor
promedio de morfología para cada población, con sus respectivas placas finas de deformación
para 10ºC (izquierda) y 30ºC (derecha). La línea punteada equivale a la línea de tendencia
incluyendo únicamente las poblaciones de Zalophus californianus (Zc). La línea continua
equivale a la línea de tendencia incluyendo a ambas especies (Zc & Zw). .......................... 59
x
Figura 24. Regresiones lineales entre las variables morfológicas y tróficas (a. vista dorsal, b.
vista ventral, c. vista lateral). Las variables corresponden a las distancias euclidianas entre
cada pareja de poblaciones. .................................................................................................. 60
Figura 25. Regresiones lineales entre las variables morfológicas y genéticas (a. vista dorsal,
b. vista ventral, c. vista lateral). Las variables corresponden a las distancias euclidianas entre
cada pareja de poblaciones. .................................................................................................. 61
Figura 26. Módulos de desarrollo craneal en mamíferos, ejemplificados en las vistas (a)
dorsal, (b) ventral y (c) lateral de un cráneo de Zalophus californianus. En azul se resalta la
zona del rostro, en verde la zona del neurocráneo (caja craneal) y en rojo la base craneal. 63
Figura 27. Músculos que se adhieren a las apófisis mastoides: esternocleidomastoideo (a.
vista lateral, b. vista frontal, c. vista posterior), (d) esplenio de la cabeza y (e) longuísimo de
la cabeza. .............................................................................................................................. 67
Figura 28. Esquema de los factores ecológicos y filogenéticos que influyen en la variabilidad
de los sistemas de apareamiento de los otáridos (tomado y traducido de Boness, 1991). ... 74
Figura 29. Batimetría y cuencas oceánicas del área de estudio (tomado de González, 1988).
Gráficas de los rasgos morfobatimétricos de la costa occidental de la Península de Baja
California tomados de Pedrín-Avilés y Padilla-Arredondo (1988). ..................................... 81
Figura 30. Esquema que muestra como el comportamiento puede ser promotor o inhibidor
del cambio evolutivo, propuesto por Duckworth (2009). Las estrellas marcan la vía que las
poblaciones de Zalophus californianus pueden estar siguiendo. ......................................... 91
xi
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 4. Estadísticos descriptivos para las variables cuantitativas analizadas para las colonias
de lobos marinos de California en Isla Santa Margarita e Isla San Esteban. ....................... 40
Tabla 5. Resumen del Criterio de Información de Akaike para muestras pequeñas (AICc),
para los siete modelos derivados en ambas colonias de lobos marinos (Isla San Esteban e Isla
Santa Margarita; primer escenario). ..................................................................................... 48
Tabla 6. Resumen del Criterio de Información de Akaike para muestras pequeñas (AICc),
para los siete modelos derivados en la colonia de lobos marinos de Isla Santa Margarita
(segundo escenario). ............................................................................................................. 49
Tabla 7. Resumen del Criterio de Información de Akaike para muestras pequeñas (AICc),
para los quince modelos derivados en la colonia de lobos marinos de Isla San Esteban (tercer
escenario). ............................................................................................................................. 50
xii
Tabla 10. Variabilidad genética de cada una de las poblaciones analizadas en términos de su
diversidad haplotípica y nucleótida. La información se basa en los estudios de González-
Suárez et al. (2009) y Schramm et al. (2009). ...................................................................... 56
xiii
GLOSARIO
Deriva Genética. Se refiere a los cambios en las frecuencias alélicas en una población
por procesos aleatorios, y no por selección natural (UCMP, 2006).
Diseño Externo (Form). Siguiendo la propuesta de Castro (1998) este término será
considerado como la configuración externa de cualquier objeto u estructura.
xiv
Distancia Procrustes. Es considerada la medida que define la medición en el espacio de
forma de Kendall. Corresponde a la raíz cuadrada de la suma de las diferencias al cuadrado
entre las posiciones de los puntos homólogos en dos configuraciones óptimamente super-
impuestas (por mínimos cuadrados), al tamaño del centroide.
xv
Espacio de Forma. Es un espacio en el cual la forma de una figura es representada por
un punto sencillo. Con datos colectados en bi-dimensional, este espacio presenta 2p-4
dimensiones, y en un espacio tri-dimensional considera 3p-7 dimensiones (Slice et al., 1998).
xvi
Estrategia adaptativa. Se refiere a un modo de enfrentar la competencia o las
condiciones ambientales en una escala de tiempo evolutivo. Las especies se adaptan cuando
las siguientes generaciones destacan las características benéficas (PBS, 2001).
Filogenia. Se refiere al estudio de las relaciones ancestrales entre las especies (PBS, 2001).
Forma (Shape). Para efectos del presente trabajo, se considera como aquellas propiedades
geométricas de un objeto que no varían por diferencias en posición, orientación, ni escala
(Slice, 2007). Esta palabra se ajusta al término de la palabra inglesa “shape”, de la cual no se
tiene un término equivalente en el español.
Gen. Secuencia de nucleótidos que codifican una proteína o parte de ella. Es la unidad de la
herencia (PBS, 2001).
xvii
están asociadas directamente con estructuras particulares que son biológicamente homólogas
(Futuyma, 1986; Polly, 2008).
Lek. Se refiere a un área o campo dividido en territorios que es defendido por machos, con
el fin de exhibirse ante parejas potenciales durante la temporada reproductiva. En este
sistema, los machos dominantes ocupan los territorios en la zona central del lek, en donde
tienen mayor probabilidad de atraer y copular con las hembras. Los territorios en los extremos
son ocupados por los machos subordinados, quienes tienen menor probabilidad de
reproducirse. En el sistema lek los territorios no contienen recursos de valor para las hembras,
como comida o zonas especiales para sus crías (PBS, 2001).
xviii
biológica (e.g. parches de histología inusual, patrones de yuxtaposición de un tipo de
tejido, intersección de suturas craneanas inserción de aletas).
Tipo II. Son puntos matemáticos cuya homología de un caso a otro está soportada
únicamente por evidencia geométrica y no anatómica (e.g. cúspide de un diente,
centroide o ápice de una estructura).
Tipo III. También son llamados puntos construidos ó pseudolandmaks. Son puntos
que caracterizan una región del diseño corporal o la forma general, pues tienen por lo
menos una coordenada deficiente (e.g. puntos extremos del diámetro máximo del ojo,
la zona más profunda de una concavidad). La estructura matemática de los análisis
morfométricos, permiten la inclusión de estos puntos, pero la interpretación
geométrica o biológica de los mismos debe hacerse con precaución.
Matriz de Peso. Es una matriz con los valores de las torsiones parciales, con los
componentes uniformes, para una muestra de formas; y es computada como la rotación de
las coordenadas de forma residuales del Procrustes (Slice et al., 1998).
xix
Morfoespacio ( Morphospace). Los espacios morfométricos son construcciones
matemáticas para el arreglo adecuado de los fenotipos, usando una o más variables como
criterio de ordenación. Los morfoespacios son utilizados para visualizar de manera
multivariada, similitudes o diferencias del fenotipo, para análisis estadísticos, comparando
entre sí los fenotipos, o con variables externas como el ambiente, sexo, edad o geografía, y
para generar modelos teóricos fenotípicos (Bookstein, 1991; Polly, 2008).
Morfometría. Es el estudio cuantitativo de las formas de los órganos y de las partes del
cuerpo, y examina la tendencia central, variaciones, diferencias y asociaciones de la forma,
con factores extrínsecos. Esto lo hace estudiando la variación de la forma y su covariación
con otras variables; es decir que su objeto no es la forma en sí misma, si no sus asociaciones,
causas y efectos (Bookstein, 1991; Castro, 1998; Slice, 2007).
xx
de escala y poder analizar por si solas las variables de forma y así elucidar las variaciones en
los diseños corporales (Adams et al., 2004).
Nucleótido. Un nucleótido consiste en una molécula de azúcar (ya sea ribosa en el ARN o
desoxirribosa en el ADN), adherida a un grupo fosfato y a una base nitrogenada. Las bases
usadas en el ADN son la adenina (A), citosina (C), guanina (G) y timina (T); mientras que
en el ARN la base uracilo (U) reemplaza la timina. Los nucleótidos son entonces los bloques
básicos que sustentan los ácidos nucleicos. El ARN y el ADN son polímeros hechos de largas
cadenas de nucleótidos (U.S. NLM, 2014)
Poliginia. Estrategia reproductiva en la cual un macho se aparea con varias hembras (PBS,
2001).
xxi
generaciones. Esta diferencia en sobrevivencia y reproducción no se da de manera aleatoria
(PBS, 2001).
Tipos de selección:
Selección Disruptiva. Tipo de selección que favorece las formas que se desvían
en cualquier dirección del promedio de la población. Esta selección favorece entonces
formas más grandes o más pequeñas que los promedios, desfavoreciendo las formas
promedio entre los extremos (PBS, 2001).
xxii
y de esta manera aportan información únicamente en la dirección perpendicular de la curva
(Pérez et al., 2006).
Tamaño del Centroide. Es una medida de tamaño usada para escalar una configuración
de puntos homólogos, de modo que puedan ser graficados en un punto de espacio de forma
de Kendall. Se usa en MG porque es poco correlacionado con cada variable de forma cuando
los puntos homólogos están distribuidos alrededor de las posiciones medias por error
independiente de la misma pequeña varianza hacia cada punto y en cada dirección. Es
calculado como la raíz cuadrada de la suma de las distancias al cuadrado de un grupo de
puntos homólogos a su centroide.
xxiii
RESUMEN
xxiv
ABSTRACT
Along its distribution, the California sea lion shows a well defined genetic population
structure, as a consequence to the high philopatry of the adult females, their feeding strategy
and the length of the lactation period. Due to its distribution, this species represents a system
where the ecological components and the social interactions vary, and for this reason the
California sea lion is an ideal species to study the interaction among different biological,
ecological and environmental forces that drive the evolution of the skull morphology. Thus,
this work analyzes the skull ecomorphology of the adult males, by evaluating the interactions
between the morphological variability and the biological, ecological and environmental
variability in each population; focusing on the role the male aggressive behavior plays, based
on the ecological zone (on land vs. in the water) where the interactions take place. The
methodology used in this study included; (1) the morphological characterization of the north,
center and south populations of the Pacific coast (from California to Santa Margarita Island),
and the north, center and south populations of the Gulf of California; (2) a behavioral analysis
of territoriality in two colonies with contrasting environmental characteristics; (3) the
compilation of the biological, ecological and environmental information of each population;
(4) the integration of the morphological, behavioral and ecological results. The results of the
morphological analyses showed significant differences between neighboring populations,
except for the populations at the central and southern Pacific of the Baja California Peninsula,
and the populations at the north and central Gulf of California. The differences among
populations were explained by the morphological variability at the mastoid process, the
anterior zone of the face, the cygomatic arches and the sagittal crest. The behavioral analyses
revealed that the variables defining the area (on land vs. in the water) where the male
interactions took place, were the air temperature, the female density and the type of
aggression. These results revealed that the environmental variation influences the
reproductive behavioral plasticity of this species, where the males inhabiting zones with high
ambient temperatures (Gulf of California), defend their territories while immersed in the
water as a thermoregulatory strategy. Finally, a positive association between the
morphological variability and the differential territorial behavior was found. This indicated
that the individuals whose agonistic interactions took place in the water, showed
morphological characteristics related to the development of a stronger bite and muscle force
to maneuver the neck and head in the water, where there is stronger physical resistance.
xxv
1. INTRODUCCIÓN
El cráneo es una estructura que pasa por un complejo proceso de desarrollo que refleja
fuertes fuerzas evolutivas que definen su morfología. La importancia de la estructura craneal
en los vertebrados radica en que permite la agrupación de numerosos órganos vitales como
el cerebro, los sentidos, las estructuras para la obtención del alimento y gran parte del sistema
respiratorio (Webster & Webster, 1974; Kardong, 2001, Chai & Maxson, 2006). De esta
manera los individuos pueden obtener rápidamente información sobre el ambiente que los
rodea y actuar acorde a los beneficios o amenazas que le sean impuestos. El cráneo por ende,
es una estructura que debe ser lo suficientemente robusta para proteger la vulnerabilidad de
estos órganos; pero también debe permitir la estimulación de ojos, oídos y nariz, así como
facultar el consumo de alimento, la obtención de oxígeno, la termorregulación del cerebro
(durante una actividad sostenida o una elevación de la temperatura ambiental) e incluso la
amplificación o amortiguación de los sonidos (Webster & Webster, 1974; Kardong, 2001,
Chai & Maxson, 2006).
2
Phoca vitulina, Mirounga angustirostris y Arctocephalus townsendi (Aurioles-Gamboa &
Zavala-González, 1994). Esta especie se distribuye desde la costa sureste de Canadá
(Columbia Británica) hasta la costa sureste de México (islas Tres Marías), incluyendo las
costas oriental y occidental de la Península de Baja California (Lowry & Forney, 2005).
Dentro del GC el lobo marino se distribuye en 29 colonias (13 reproductivas y 16 no
reproductivas), de las cuales únicamente cuatro están ubicadas en tierra continental o
peninsular, mientras que el resto de las colonias se localizan en islas, islotes o rocas de
diversos tamaños (1 a 7 km de largo), como una estrategia a la evasión de depredadores
terrestres como osos, pumas, lobos o coyotes (Aurioles-Gamboa & Zavala-González, 1994).
Más del 80% de la población en esta zona, se ubica en islas pequeñas, que se caracterizan
por presentar rocas grandes, sustratos claros y líneas de costa convexas. Estos organismos
seleccionan este tipo de islas como un mecanismo de termorregulación para evadir el estrés
generado por condiciones extremas de calor (Aurioles-Gamboa & Zavala-González, 1994;
González-Suárez & Gerber, 2008; Robertson et al., 2008). En la costa occidental de la
Península de Baja California (COP), el lobo marino se distribuye en 10 colonias, siendo las
colonias de Isla Cedros e Isla San Benito (centro) las que presentan las mayores abundancias
de crías con casi 3,000 individuos registrados en cada una (Lowry & Maravilla-Chávez,
2005).
Esta especie, al igual que otros pinnípedos, utilizan grandes áreas para alimentarse y
tienen la capacidad de viajar largas distancias, por lo que pueden agregarse y aparearse en
colonias distintas (Campagna et al., 2001; Westlake & O’Corry-Growe, 2002). Sin embargo,
este alto grado de dispersión está sesgado por el sexo debido a que generalmente las hembras
son filopátricas y tienden a permanecer en los sitios de reproducción, por lo que su dispersión
es menor a la de los machos (Lawson & Perrin, 2007); que se dispersan en promedio 6.75
veces más (González-Suárez et al., 2009). Este alto grado de dispersión de los machos,
sugiere poca subdivisión espacial entre los hábitats alimenticios de los individuos de las
distintas colonias reproductoras, o incluso alta conexión entre estas mismas (Szteren, 2006;
González-Suárez et al., 2009); no obstante, la población de Z. californianus ha mostrado una
clara diferenciación ecológica por zonas, la cual no solo está dada por diferencias en la
abundancia y tendencia de crecimiento, sino que además ha sido confirmada por patrones de
3
variación intraespecíficos de las secuencias de ADN mitocondrial y nuclear (Aurioles-
Gamboa & Zavala-González, 1994; Maldonado et al., 1995; González-Suárez et al., 2009).
4
En el 2010, un trabajo conjunto entre autoridades, científicos y académicos,
recopilaron y analizaron la información existente de la estructura espacial del lobo marino de
California, definiendo cuatro unidades de población para la conservación del lobo marino de
California en México (Aurioles-Gamboa et al., 2011), separando las zonas norte y centro del
GC, teniendo en cuenta tanto las variaciones genéticas basadas en la herencia materna
(Schramm et al., 2009); así como la estructura poblacional sugerida por Ward et al. (2009).
De manera similar, las colonias en la zona centro de la COP, se agruparon en una unidad
coincidiendo con lo propuesto por González-Suárez et al. (2009). Por último, se agruparon
en una misma unidad las colonias al sur de ambos litorales de la Península de Baja California
en razón a que Los Islotes (zona sur del GC) ha sido considerada como una colonia con una
posición intermedia entre las poblaciones del GC y la COP (González-Suárez et al. 2009).
Teniendo en cuenta que la mayoría de estudios han mostrado que las unidades poblacionales
están definidas por las distancias geográficas (González-Suárez et al., 2009; Schramm et al.,
2009; Ward et al., 2009), y basándose en información de marcaje satelital donde algunos
individuos de la población sur de la COP (Isla Santa Margarita) han mostrado extensos
desplazamientos casi hasta el final de la Península de Baja California (Aurioles-Gamboa &
Hernández-Camacho, datos no publicados); que se considera que estas dos zonas pueden
considerarse una única unidad poblacional (Aurioles-Gamboa et al., 2011).
Dado que la distribución de ésta especie constituye un sistema donde los componentes
ecológicos y las interacciones sociales varían; el lobo marino de California constituye una
especie ideal para investigar la interacción de diferentes fuerzas que influyen en la evolución
de la morfología de la cabeza. Por esto, también se evalúa si las variaciones morfológicas, se
asocian a las variaciones en la conducta territorial entre machos adultos en las distintas
poblaciones.
5
2. ANTECEDENTES
Sin embargo para el presente trabajo sólo se hace énfasis en aquellos que aportan
información específica de Z. californianus, en las costas oriental y occidental de la Península
de Baja California, que corresponde al área de estudio propuesta para la presente
investigación. Con respecto a los análisis genéticos en las poblaciones de esta especie en el
área nombrada, Maldonado et al. (1995) analizando ácido desoxirribonucleico (ADN)
mitocondrial que proporciona información sobre la herencia materna y Bowen et al. (2006)
utilizando para su análisis ADN nuclear que provee información genética tanto materna como
paterna; encontraron diferencias significativas en el material genético entre las colonias que
6
habitan las costas de California y de la costa occidental norte de la Península de Baja
California, con respecto a algunas colonias de la región de las grandes islas del GC. Estos
autores concluyeron que se trata de dos poblaciones que deben ser tratadas como unidades
genéticas distintas para su manejo y conservación.
Unos años más tarde, estos estudios fueron complementados por Schramm et al.
(2009), quienes usando información de un mayor número de colonias de Z. californianus y
empleando ADN mitocondrial; distinguieron tres unidades poblacionales dentro del GC, y
dos en la COP. Por su parte, en el mismo año González-Suárez et al. (2009) trabajando con
ADN mitocondrial y nuclear, encontraron resultados muy similares a los expuestos
previamente; con la única diferencia de que al usar el material genético nuclear, se encontró
que los dos grupos de colonias al norte del GC podrían ser parte de un solo conjunto. Estos
estudios concluyen que los principales factores que determinan la estructura poblacional de
esta especie, son tanto el aislamiento por distancia, como el patrón de distribución geográfica
de las colonias reproductivas (Figura 1a).
La diferenciación de grupos de esta especie por zonas dentro del área de estudio,
también puede ser evidenciada al analizar los componentes de su dieta. Para esto, Espinosa
(2007) recopiló información de 41 trabajos que detallan la dieta del lobo marino de California
mediante el análisis de sus excretas o mediante isótopos estables de carbono y nitrógeno;
consiguiendo agrupar las colonias de Z. californianus que se ubican en ambos litorales de la
Península de Baja California, en seis grupos definidos por la similitud en los componentes
de su dieta, de la siguiente manera: 1. Isla San Miguel (Merluccius productus, Loligo
opalescens y Engraulis mordax), 2. Costa occidental de Baja California hasta Punta Eugenia
(E. mordax, Sardinops sagax caeruleus, Trachurus symmetricus y M. productus), 3. Desde
Punta Eugenia hasta Bahía Magdalena (L. opalescens, M. angustimanus y Kathestotoma
averruncus), 4. Islotes (Serranus aequidens, Aulopus bajacali y Pronotogrammus
multifasciatus), 5. Islas Farallón de San Ignacio, San Pedro Nolasco, San Pedro Martir,
Granito y Los Cantiles (E. mordax) y 6. San Esteban, El Pardito, El Rasito y Los Machos (S.
sagax caeruleus) (Figura 1b). Posteriormente, Szteren y Aurioles-Gamboa (2011)
regionalizaron ecológicamente el GC teniendo en cuenta información demográfica,
biológica, ecológica y biogeoquímica de las colonias del lobo marino de California;
7
separando las colonias en cuatro grupos (Golfo Norte, Ángel de la Guarda, Golfo Central y
Golfo Sur) cuya estructura estuvo definida principalmente por la diversidad de la dieta y la
temperatura superficial del mar (Figura 1b).
8
mínimo interorbital, también influyeron en esta diferenciación aunque con menor
significancia estadística. Este autor concluye con su estudio que las estructuras del aparato
masticador tienen funciones adicionales además de la alimentación, sugiriendo que juegan
un papel relevante en el éxito reproductivo de los machos al actuar como estructuras de
defensa y ataque en las interacciones agonísticas de estos organismos (Zavaleta, 2003); lo
cual es una premisa de gran importancia para el desarrollo del actual estudio.
9
3. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
10
presente trabajo se espera que los machos adultos de Z. californianus, que desarrollan sus
luchas en tierra (sobre un sustrato duro que permite el soporte de sus cuerpos), tengan
variaciones morfológicas evidentes con respecto a los individuos cuyas interacciones de
agresión se llevan a cabo en el agua (nadando o flotando, con mayor resistencia del medio
acuático).
11
4. HIPÓTESIS
Este trabajo propone que la heterogeneidad ecológica a la que están sujetas las
distintas poblaciones de Zalophus californianus influye en la variación de la conducta
territorial de machos adultos. De este modo, si esta heterogeneidad es suficientemente
grande, entonces la selección natural debe definir los patrones de plasticidad fenotípica de
modo que el organismo pueda desarrollar la morfología más adecuada para las condiciones
ecológicas que está experimentando.
12
5. OBJETIVOS
13
6. ÁREA DE ESTUDIO
El área de estudio incluye las colonias reproductoras del lobo marino de California
desde la costa de California en Estados Unidos, hasta las colonias de México en ambos
costados de la Península de Baja California (Figura 2). En el costado oriental de la Península
de Baja California se encuentra el GC, que también es llamado el Mar de Cortés (22º y 32º
N y 105 º – 107º W), y tiene una longitud de 1,200 km y una anchura de 100 y 150 km,
separando la Península de Baja California del continente mexicano (Allison, 1964; Lluch-
Cota et al., 2007). Las mayores descargas de agua dulce en el GC provienen de ríos de las
regiones montañosas de los estados de Sonora y Sinaloa, mientras que hacia el norte el mayor
aporte de sedimentos está dado por el río Colorado (Moore & Curray, 1982).
A diferencia del GC, los sistemas fluviales en la COP son incipientes, aunque hay un
notable aporte de sedimentos terrígenos provenientes principalmente por la llanura costera
Magdalena-Santo Domingo (Pedrín-Avilés & Padilla-Arredondo, 1999). La COP es una zona
expuesta y muy dinámica, que al igual que el GC presenta importantes fenómenos
oceanográficos entre los que se contemplan corrientes, giros y afloramientos.
Específicamente, la COP se caracteriza por una actividad intensa de surgencias costeras
producidas por vientos del noroccidente, que se intensifican en la primavera (abril y mayo).
Así aguas profundas y lejanas a la costa emergen, llevando a la superficie aguas frías y ricas
en nutrientes, incrementando la concentración de fitoplancton y la productividad de la zona.
La intensidad de este fenómeno depende de la fuerza del viento, la topografía y batimetría de
la zona, así como de la influencia de otros fenómenos oceanográficos como la corriente de
California o la presencia de fenómenos “El Niño” y “La Niña”; los cuales pueden afectar
14
significativamente la productividad de esta costa (Espinosa-Carreon et al., 2004, Zavala et
al., 2006).
15
Adicionalmente, se analizaron muestras provenientes de la población del lobo marino
de las Islas Galápagos (Z. wollebaeki) (Figura 3), las cuales se localizan en el Pacífico
ecuatorial y conforman un archipiélago en donde confluyen importantes corrientes marinas.
De oriente a occidente llegan las aguas frías de la corriente sur ecuatorial, y de occidente a
oriente arriban las aguas sub superficiales de la contracorriente ecuatorial. Por otra parte, la
corriente de Panamá aporta aguas cálidas del noreste, que varían en estacionalidad e
intensidad, y que a su vez, traen consigo y de manera indirecta, la influencia de diferenciales
de presión atmosférica de la cuenca del Pacífico, como por ejemplo, los efectos del fenómeno
de “El Niño”. La afluencia de diferentes masas de agua, también genera diferentes puntos de
surgencia a lo largo de la costa continental, como en las Islas ubicadas al occidente del
Archipiélago (Feingold & Glynn, 2014).
Figura 3. Mapa detallando las colonias reproductivas de Zalophus wollebaeki en las Islas
Galápagos (Pacífico ecuatorial).
16
7. METODOLOGÍA
17
herramientas estadísticas, que no solo aseguran el estudio de la variación de la forma, sino
que también habilita la identificación de sus causas (Adams et al., 2013b). De esta manera,
la combinación entre la MG y la estadística multivariada (que constituye la esencia de ésta
técnica), asegura que la forma de una estructura puede caracterizarse completamente y sin
redundancia (Klingenberg, 2013a).
Los puntos que permitirán mapear la forma de las estructuras a analizar (Figura 4)
pueden clasificarse en marcas homólogas y semi-marcas deslizantes. Las primeras
corresponden a variables homólogas en estructuras particulares que tienen correspondencia
en su origen, tienen un origen ancestral común, y pueden ser fácilmente identificados y
marcados sobre el fenotipo (Bookstein, 1991; Adams et al., 2004; Polly, 2008). Las semi-
marcas deslizantes son variables libres de homología que se aplican al fenotipo usando un
algoritmo matemático “homólogo” en su orientación con respecto a los otros puntos. Esto
permite que las áreas de cada estructura definidas por curvas o superficies, que no pueden ser
delimitadas con marcas homólogas, puedan incluirse en el análisis de la forma; facultando
así la comparación de las variaciones morfológicas que se han ganado o perdido en procesos
evolutivos (Adams et al., 2004; Slice, 2007; Polly, 2008).
18
Figura 4. Diagramas de las vistas (a) dorsal, (b) ventral y (c) lateral de los cráneos de machos
adultos, mostrando la ubicación de las marcas homólogas (negros) y de las semi-marcas
deslizantes (grises).
19
El procesamiento de las imágenes se realizó con los programas de la serie tps por
medio de la digitalización de las marcas con el fin de registrar adecuadamente la información
del diseño craneal. A los puntos digitalizados traducidos a coordenadas en un plano de dos
dimensiones, les fue aplicado un método de superposición de puntos, denominado Análisis
Procrustes Generalizado (APG). El procedimiento del APG se basa en hacer ajustes
rotacionales superponiendo una configuración de puntos sobre otra, optimizando una medida
de bondad de ajuste por medio del cual se trasladan, escalan y rotan los especímenes; con el
fin de remover la información referente a la posición, el tamaño y la orientación de los
individuos, con el propósito de que la única variable a analizar sea la forma (Rohlf & Slice,
1990; Van der Molen et al., 2007).
Figura 5. Diagrama que muestra la forma en que opera el criterio de mínima energía de
torsión para el procedimiento de ajuste, en donde las semi-marcas se deslizan a lo largo de
una línea tangente (a) y se proyectan sobre la línea después del paso de relajación (b) (tomado
de Perez et al., 2006).
20
7.1.3. Análisis estadísticos
Por esta razón y para evaluar diferencias significativas entre las distintas poblaciones
de lobos marinos, se realizó un análisis de varianza multivariado (MANOVA) entre
poblaciones, con pruebas pareadas para determinar si hay diferencias significativas entre las
poblaciones que están contiguas geográficamente. Para observar gráficamente, las
diferencias entre las poblaciones se realizaron ACP’s de las formas craneales promedio en
cada población. Por último, las variaciones morfológicas se representaron de manera gráfica,
por medio de placas finas de deformación; las cuales expresan los cambios en la
configuración de las marcas homólogas, pudiendo ser imaginados como deformaciones sobre
un tejido en el cual las marcas homólogas están embebidas (Bookstein, 1991; Slice et al.,
1998; Slice, 2007).
21
lo menos cinco territorios (distribuidos aleatoriamente en la playa) con hembras presentes, y
que tuviera un punto de observación elevado (aproximadamente a 50 m de los animales),
desde el cual se pudiera registrar claramente el comportamiento de los machos, sin causar
disturbio e interferir en las actividades normales de los individuos.
En general, a lo largo de los muestreos los mismos machos fueron observados en los
mismos territorios; cuando un nuevo individuo ganaba su lugar en un territorio ya existente;
era incluido en el catálogo de machos identificados. Cada territorio fue caracterizado
teniendo en cuenta el área (en agua, en tierra, o ambas) patrullada por el macho territorial e
22
incluyó el número de hembras presentes en el mismo. Los límites de cada territorio fueron
fácilmente identificables mediante observaciones continuas de los machos (Robertson et al.,
2008). Las fronteras de cada territorio fueron fácilmente identificadas en ISM, dado que la
mayoría de territorios se ubicaban en distintas zonas en tierra. Por el contrario en ISE, las
hembras se encontraban congregadas a lo largo de la línea de costa (en la zona intermareal,
en constante contacto con el agua), y los machos defendían territorios relativamente pequeños
en tierra; mientras patrullaban grandes territorios acuáticos, definiendo claras fronteras con
sus vecinos. La densidad de machos dependió del número de territorios en cada sitio, y
permaneció relativamente constante a lo largo de los muestreos, tal como ha sido reportado
para otras colonias (Robertson et al., 2008).
Se registraron todas las interacciones agonísticas entre todos los machos territoriales
en cada zona de estudio, durante tres o cuatro intervalos de observación (60 min cada uno),
por día en cada sitio; siguiendo la metodología propuesta por Jacobs et al. (2008). La
información fue colectada de manera sistemática a la misma hora del día (desde las 0800
hasta las 2000 horas), para facilitar las comparaciones entre los sitios. En cada interacción se
registró la hora, y la identidad y el tamaño de los machos involucrados, la zona (tierra, zona
intermareal o agua), el tipo de agresión (ritualística o física) y la duración de cada interacción
y la densidad de las hembras.
23
Dado que las interacciones agonísticas entre hembras pueden influir en el desarrollo
de las interacciones agonísticas de machos, también se registraron todos los enfrentamientos
entre hembras empleando la misma metodología previamente descrita para los machos, y así
calcular el número de interacciones por hora durante cada sesión.
Por otra parte, el tipo de sustrato se analizó en cada zona donde se llevó a cabo el
muestreo conductual, mediante la selección aleatoria de 15 cuadrantes de 5 x 5 m, teniendo
como referencia las cuadrículas superpuestas en los mapas previamente diseñados de cada
área. En cada cuadrante, se muestreó el porcentaje de cobertura de cada una de las cinco
clases de sustratos (Tabla 1) promediando posteriormente la información, para la obtención
del espectro general de sustrato en cada zona. Esta variable fue seleccionada, dado que ha
sido categorizada como uno de los principales aspectos que el lobo marino de California tiene
en cuenta para la selección de su hábitat (González-Suárez & Gerber, 2008).
Todos los procedimientos realizados en campo fueron realizados con los permisos
correspondientes de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (permisos de
investigación: SGPA/DGVS/04353/10 y SGPA/DGVS/02012/11) y por la Secretaría de
Gobernación (permisos de investigación: SATI/PC/019/10 y DICOPPU/211/131/11).
24
Tabla 1. Categorías de los tipos de sustrato según su tamaño
La zona donde ocurrieron las interacciones agonísticas es una variable binaria (en
tierra (que incluye tierra y la zona intermareal) = 1, en agua = 0), razón por la cual se usó un
análisis de regresión logística para explorar el efecto de diferentes variables, sobre la
probabilidad de que los encuentros ocurran en tierra o en agua. Las variables analizadas en
este análisis fueron isla, área de muestreo (A, B, C), mes, intervalo de hora, temperatura
ambiental, tipo de agresión, duración del encuentro, densidad de hembras y tasa de
interacciones agresivas entre hembras. La variable isla (ISM, ISE) se incluyó debido a que
cada colonia está expuesta a distintas condiciones ambientales y geográficas que no fue
posible medir, pero que pueden influenciar el comportamiento de los machos. El sitio (áreas
A, B, C) fue incluido para evaluar si las diferencias en el comportamiento de los machos eran
diferentes en distintas zonas de la misma isla. El mes (junio, julio) se incluyó porque la tasa
de agresión de los machos puede estar relacionada con la disponibilidad reproductiva de las
hembras (dependiendo de si recientemente tuvieron sus crías, o ya están en estro).
25
A su vez, la hora del día (dividida en cuatro intervalos: 0800–1059, 1100–1359,
1400–1659, 1700–1959 horas), la temperatura ambiental, el tipo de agresión (ritualística o
física) y la duración de cada encuentro (<1 min, 1–5 min, >5 min), son variables que pueden
influir en la zona donde se desarrollan las agresiones, dadas las capacidades de
termorregulación de esta especie. Finalmente, considerando la estrategia reproductiva, se
tuvo en cuenta la densidad de hembras y la tasa de interacción entre hembras, debido a que
se espera que a una mayor densidad de hembras y a un incremento en las interacciones entre
ellas, la tasa de agresiones entre machos aumente.
Antes de construir los modelos usando todas las posibles combinaciones de variables,
se evaluó la multicolinearidad entre las variables cuantitativas usando la correlación de
Pearson. Adicionalmente se empleó el coeficiente de correlación biserial entre las variables
cuantitativas y nominales (Brown, 1988). Para los análisis de correlación se empleó el
programa SPSS Statistics (IBM, 2012).
Dado que no se tiene información para ambos meses para ISE, no se pudo realizar un
análisis completo que incluyera todas las variables de las dos islas. Por esto, el análisis fue
dividido en tres escenarios: (1) ambas islas, usando únicamente la información de junio y
excluyendo la variable “mes”; (2) sólo ISM, excluyendo la variable “isla” y (3) sólo ISE, en
donde las variables “isla” y “mes” fueron excluidas. Para este último escenario, también se
empleó la temperatura registrada (y no el intervalo previamente descrito), debido a que todas
las temperaturas registradas en esta isla, estuvieron dentro de la categoría 3 (extrema). En los
tres escenarios se encontraron correlaciones significativas entre numerosas variables, por lo
que se construyeron varios modelos globales usando variables no correlacionadas; y
posteriormente se seleccionó uno solo para cada escenario. A cada modelo global se le aplicó
la prueba de bondad de ajuste Le Cessie–van Houwelingen–Copas–Hosmer (Hosmer et al.,
1997), que asume que si el modelo global (que incluye todas las variables no
correlacionadas), describe adecuadamente los datos, entonces cualquier otro modelo de
mayor parsimonia también describirá los datos de manera suficiente (Burnham & Anderson,
1998).
26
interacción agonística se desarrolle en tierra versus en agua. Los modelos de mayor
parsimonia fueron seleccionados basados en el criterio de información de Akaike para
muestras pequeñas (AICc). Los modelos con un ∆AICc (∆i) < 2 y con mayor peso de AICc
(wi) fueron considerados como modelos fuertemente respaldados por los datos (Burnham &
Anderson, 1998). La importancia relativa de cada variable fue calculada sumando los pesos
de los AICc de los modelos donde dicha variable estaba presente. De esta manera, las
variables con los mayores valores fueron consideradas como las más importantes (Burnham
& Anderson, 1998). La significancia de las probabilidades ajustadas (en inglés “odds ratio”)
de cada variable fue determinada usando una prueba de cociente de verosimilitud (en inglés
“likelihood ratio test”), el cual reajusta los modelos varias veces mediante la supresión de las
variables, una por una y calcula la diferencia positiva entre el logaritmo de verosimilitud del
modelo completo y el de cada uno de los modelos reducidos (Allison, 1999). Todos los
modelos fueron desarrollados usando la paquetería rms (Harrell, 2001) en el programa R (R
Development Core Team, 2014).
27
ambiental reportada por las estaciones meteorológicas, de la siguiente manera: COP-Norte:
Santa Bárbara; COP-Centro: San Quintín; COP-Sur: San Juanico y Cabo San Lucas; GC-
Norte: El Pinacate; GC-Centro: Bahía de los Ángeles y Bahía Kino; GC-Sur: Cabo Pulmo y
Obispo (Figura 2) y Z. wollebaeki: San Cristóbal (Figura 3).
28
Para evaluar el grado de asociación entre la variabilidad morfológica y la información
conductual, se tomó en cuenta la variable que según los modelos de conducta, tiene la mayor
importancia en la definición de la zona donde se realizan las agresiones entre machos adultos.
Para esto se realizó una ANOVA Procrustes, la cual cuantifica la cantidad relativa de
variación morfológica atribuible a uno o más factores en un modelo lineal y evalúa ésta
variación a través de permutaciones. Adicionalmente evalúan estadísticamente las variables
que se incluyen en el modelo, utilizando las distancias Procrustes entre los individuos; de
modo que la suma de las distancias Procrustes al cuadrado son usadas como una medida
equivalente a la suma de cuadrados (SS), los cuales son posteriormente evaluados a través de
permutaciones (Adams & Otalora-Castillo, 2013, Adams et al., 2013a). Este procedimiento
se realizó utilizando la paquetería geomorph (Adams & Otalora-Castillo, 2013, Adams et al.,
2013a), en el programa R (R Development Core Team, 2014).
29
este grupo de la matriz de distancias genéticas, para determinar el grado de asociación entre
estas dos matrices.
30
8. RESULTADOS
31
Figura 6. Análisis de componentes principales y placas finas de deformaciones máximas y
mínimas de cada componente, en la vista dorsal del cráneo de todos los individuos
analizados.
32
Figura 7. Análisis de componentes principales y placas finas de deformaciones máximas y
mínimas de cada componente, en la vista ventral del cráneo de todos los individuos
analizados.
33
Figura 8. Análisis de componentes principales y placas finas de deformaciones máximas y
mínimas de cada componente, en la vista lateral del cráneo de todos los individuos
analizados.
34
8.1.2. Diferencias morfológicas craneales entre poblaciones.
La prueba de MANOVA mostró diferencias significativas entre las distintas
poblaciones del lobo marino de California y con respecto al lobo marino de Galápagos en
todas las vistas analizadas (Tabla 3). Las comparaciones pareadas analizadas para cada vista
(dorsal, ventral y lateral) mostraron tendencias similares, pero con ciertas diferencias que son
explicadas por la variabilidad de los distintos módulos craneales (Tabla 3). Así, la vista
ventral del cráneo es la que menos diferencias significativas presenta entre cada par de
poblaciones, mientras que la vista dorsal y lateral definen claramente entre casi todas las
distintas poblaciones. En todos los casos, las poblaciones COP-Centro y COP-Sur no
mostraron diferencias significativas en la forma craneal, ni tampoco las poblaciones GC-
Norte y GC-Centro en las dos vistas disponibles (Tabla 3). Es importante resaltar que las
poblaciones COP-Centro y GC-Norte son las poblaciones con menor tamaño de muestra, por
lo que la ausencia de diferencias significativas puede ser efecto de dicha situación.
35
(Tabla 3); sin embargo, como se nombró previamente, estos resultados pueden estar
influenciados por el tamaño de muestra de algunas de estas poblaciones.
El segundo componente del análisis de la forma en la vista dorsal permite notar como
la variación entre las poblaciones de la COP es mucho mayor a la variación entre las
poblaciones del GC que se ubican de manera cercana en los dos principales ejes de variación
(Figura 9). La variación explicada en este componente se concentra en la elongación posterior
de la cresta nucal, la elongación lateral de las apófisis cigomáticas del hueso temporal y el
espacio que comprenden los dientes incisivos definidos por la protuberancia externa lateral
del tercer incisivo (en cada lado) (Figura 9). De esta manera, en este componente de variación
las poblaciones del GC se concentran principalmente hacia el punto medio de este eje, en
36
razón a que su variación en estos caracteres es mínima. Por su parte, las poblaciones de la
COP muestran mayor variación, en donde las zonas norte y sur de la COP se ubican en el
extremo negativo del eje, mientras que la zona centro se ubica en la parte positiva del eje,
hacia donde también se ubica la población del lobo marino de Galápagos.
38
Figura 11. Análisis de componentes principales y placas finas de deformaciones máximas y
mínimas de cada componente, en la vista lateral del cráneo de los individuos promedio de
cada región.
Tabla 4. Estadísticos descriptivos para las variables cuantitativas analizadas para las colonias
de lobos marinos de California en Isla Santa Margarita e Isla San Esteban.
ISM ISE
Variables t-test p-value
Mean SE Mean SE
Female interaction rate 13.63 ± 0.93 5.89 ± 0.75 6.47 0.00
Female density 13.43 ± 0.97 9.89 ± 1.15 2.36 0.02
Substrate type 153.80 ± 0.97 443.74 ± 0.95 -154.75 0.00
Air temperature 28.63 ± 0.25 34.45 ± 0.49 -10.52 0.00
Number of females per male 13.33 ± 1.20 10.54 ± 0.75 1.97 0.05
Male interaction rate 8.84 ± 1.71 1.52 ± 0.42 4.16 0.00
Al analizar la conducta territorial de los machos adultos en las diferentes zonas donde
se desarrolla la agresión (playa, intermareal, mar), no se observaron diferencias significativas
40
en la proporción de agresiones en cada zona de cada Isla, con respecto al tipo de interacción
(ritualística y física) (ISM: X2 = 4.11, P > 0.05; SE: X2 = 2.17, P > 0.05). Sin embargo, al
comparar entre islas, las diferencias en la proporción de agresiones en cada zona fueron
significativas (ISM y ISE) (X2 = 119.85, P < 0.05) (Figura 12).
Figura 12. Porcentajes de interacciones ritualísticas y físicas en cada Isla, según el lugar
donde se desarrollaron.
Con respecto a la duración de cada encuentro, tanto ISM (X2 = 25.98, P < 0.05) como
ISE (X2 = 9.06, P < 0.05) mostraron diferencias significativas dependiendo del tipo de
interacción (ritualística y física). A pesar de esto, al comparar la duración de los encuentros
41
entre las dos islas no se encontraron diferencias ni en las interacciones ritualísticas (X2 = 1.01,
p > 0.05), ni en las interacciones físicas (X2 = 0.64, P >0.05). Esta información permite
comprobar que más del 90% de los enfrentamientos ritualísticos entre machos de esta especie
no duran más de un minuto, independientemente de la isla que habiten. Así mismo, si los
machos se involucran en interacciones físicas, alrededor del 35% de estos encuentros pueden
alargarse hasta cinco minutos (Figura 13).
20%
10%
0%
Ritualística Física Ritualística Física
ISLA SANTA MARGARITA ISLA SAN ESTEBAN
Figura 13. Porcentajes de interacciones ritualísticas y físicas en cada Isla, según la duración
de los encuentros.
Al evaluar si el tamaño del cuerpo de los individuos influye en el éxito que tienen
para ganar los enfrentamientos, se encontraron diferencias significativas en las proporciones
encontradas, teniendo en cuenta el tipo de interacción en ISM (X2 = 7.82, P < 0.05), pero no
en ISE (X2 = 1.45, P > 0.05) (Figura 14). Teniendo en cuenta que el tamaño de los organismos
fue una variable cualitativa, atribuida sólo cuando la diferencia era muy marcada; es posible
que los resultados de ISE no reflejen correctamente el escenario de comportamiento, pues los
organismos se encontraron la mayor parte del tiempo en el agua (Figura 12), dificultando la
determinación acertada de esta característica. A diferencia de esto, los resultados de ISM,
42
donde los organismos eran avistados gran parte del tiempo en tierra (Figura 12), mostraron
que las interacciones ritualísticas se dan principalmente por organismos de tamaños
diferentes, y los individuos más grandes tienden a ganar los enfrentamientos; mientras que
más de la mitad de los enfrentamientos físicos fueron derivados de luchas entre organismos
de tamaños similares (Figura 14).
90%
80%
10.5% 57.1%
70% 3.1%
60%
93.5%
100.0%
50%
40%
66.1%
17.9%
30%
20%
25.0%
10%
6.5%
0%
Ritualística Física Ritualística Física
ISLA SANTA MARGARITA ISLA SAN ESTEBAN
Figura 14. Relación entre el tamaño del individuo y el resultado de todos los enfrentamientos
(ganador o perdedor) de acuerdo a si la agresión fue ritualística o física en cada Isla analizada.
Por otra parte en ISE, las agresiones parecen desarrollarse con mayor frecuencia en
la mañana entre las 1000 y 1200 horas, y después de las 1500 horas, con la máxima frecuencia
43
de agresiones hacia el final de la tarde (1900 – 2000 horas) (Figura 16). El número de
agresiones entre las 1200 y 1400 horas disminuye, coincidiendo con elevadas temperaturas
ambientales (35.6 ˚C ± 1.3 EE) (Figura 17).
Figura 15. Número total de agresiones (a) ritualísticas, (b) físicas y (c) totales, estandarizadas
a una hora de esfuerzo de muestreo (barras), en relación al número promedio de hembras
44
(puntos); según la hora del día en Isla Santa Margarita. Los círculos corresponden a horas no
muestreadas.
Figura 16. Número total de agresiones (a) ritualísticas, (b) físicas y (c) totales, estandarizadas
a una hora de esfuerzo de muestreo (barras), en relación al número promedio de hembras
(puntos); según la hora del día en Isla San Esteban. Los círculos corresponden a horas no
muestreadas.
45
Con respecto a las variables ambientales analizadas durante los muestreos de
comportamiento; los resultados mostraron temperaturas hasta 10˚C más altas en ISE que en
ISM a las mismas horas, alcanzando una temperatura máxima registrada de 39.5˚C en ISE
entre las 1400 y ñas 1600 horas (Figura 17).
40 40
30 30
20 20
10 10
10 10
20 20
30 30
40 40
12:00 PM 12:00 PM
Figura 17. Variaciones de la temperatura en cada una de las islas muestreadas durante el día.
Se muestran las temperaturas ambientales promedio (˚C ± EE) tomadas durante los días de
muestreo (intervalos de dos horas). Líneas circulares corresponden a las temperaturas. Cada
barra corresponde a un intervalo de hora.
El tipo de sustrato entre las zonas de muestreo fue distinto entre las dos islas. En ISM
el principal sustrato fue arena (66.4%), seguido de bajos porcentajes de gránulos y gravas
(17.5%) y bloques rocosos grandes (11%). Los sustratos de tamaños mayores se encontraron
principalmente en la zona donde se ubicaron los puntos de observación al final de la playa,
en donde muy esporádicamente se encontraban animales. Por el contrario, las zonas de
muestreo de ISE estuvieron compuestas principalmente por bloques rocosos grandes
(51.2%), seguido por bloque rocoso pequeño (36.3%); con una proporción muy baja de
sustratos con tamaños de grano menores (Figura 18 y Figura 19).
46
0 - 2 mm 0.2 - 10 cm 10 - 50 cm 50 - 200 cm > 2 mts
100%
10.97%
4.31%
0.83%
80%
17.50% 51.17%
60%
40%
66.39% 36.33%
20%
5.33%
7.17%
0%
ISLA SANTA MARGARITA ISLA SAN ESTEBAN
Figura 18. Variaciones del tipo de sustrato en cada una de las islas muestreadas.
Figura 19. Fotografías de las zonas de muestreo en las dos islas, mostrando el tipo de sustrato
en cada una de estas (izquierda: Isla Santa Margarita, derecha: Isla San Esteban).
47
8.2.2. Regresión logística binomial
Tabla 5. Resumen del Criterio de Información de Akaike para muestras pequeñas (AICc),
para los siete modelos derivados en ambas colonias de lobos marinos (Isla San Esteban e Isla
Santa Margarita; primer escenario).
Número de Razón de
Modelo AICc ΔAICc wi
parámetros evidencia*
Temp + TipoAgr + DenHem 3 115.85 0 0.98
Temp + DenHem 2 123.56 7.71 0.02 47.23
TipoAgr + DenHem 2 135.46 19.61 0 —
Temp + TipoAgr 2 137.42 21.57 0 —
Temp 1 144.25 28.4 0 —
DenHem 1 146.09 30.24 0 —
TipoAgr 1 152.26 36.41 0 —
Temp: temperatura ambiental; TipoAgr: tipo de agresión; DenHem: densidad de hembras. *La razón de
evidencia (en inglés “evidence ratio”) (wi/wj) fue estimada únicamente cuando wi > 0.
48
Para el primer escenario (ambas islas), el modelo de mayor parsimonia representó el
98% de peso respecto al resto de modelos (Tabla 5). La importancia relativa de cada variable
fue muy similar y todas fueron significativas (Tabla 8). De acuerdo a este modelo, cada
unidad de incremento en la densidad de hembras, está acompañada de un incremento del 12%
en la probabilidad de que una interacción entre machos ocurra en tierra. Con respecto a la
temperatura ambiental, se demostró que la probabilidad de que las agresiones se desarrollen
en tierra, aumenta en 9% entre el primer (< 20ºC) y el segundo intervalo (20-30ºC) de
temperatura ambiental. Sin embargo, la probabilidad de que una interacción física ocurra en
tierra disminuye en 8% entre el segundo (20-30ºC) y el tercer intervalo (> 30ºC) de
temperatura ambiental. Este modelo también sugiere que la probabilidad de que una
interacción agonística entre machos se desarrolle en tierra, se incrementa 82%, cuando la
agresión es ritualística (Tabla 8).
Tabla 6. Resumen del Criterio de Información de Akaike para muestras pequeñas (AICc),
para los siete modelos derivados en la colonia de lobos marinos de Isla Santa Margarita
(segundo escenario).
Número de Razón de
Modelo AICc ΔAICc wi
parámetros evidencia*
DenHem 1 156.72 0 0.49
Duración + DenHem 2 157.31 0.6 0.36 1.35
IntHora + DenHem 2 160.38 3.67 0.08 6.25
IntHora + Duración + DenHem 3 160.8 4.08 0.06 7.7
Duración 1 168.72 12 0 —
IntHora 1 170.92 14.2 0 —
IntHora + Duración 2 171.73 15.02 0 —
IntHora: intervalo de hora del día; Duración: duración de la interacción; DenHem: densidad de hembras. *La
razón de evidencia (en inglés “evidence ratio”) (wi/wj) fue estimada únicamente cuando wi > 0.
49
Tabla 7. Resumen del Criterio de Información de Akaike para muestras pequeñas (AICc),
para los quince modelos derivados en la colonia de lobos marinos de Isla San Esteban (tercer
escenario).
Número de Razón de
Modelo AICc ΔAICc wi
parámetros evidencia*
IntHem 1 48.17 0 0.18
TipoAgr + IntHem 2 48.46 0.29 0.16 1.16
DenHem + IntHem 2 48.93 0.77 0.12 1.47
TipoAgr + DenHem + IntHem 3 49.12 0.95 0.11 1.61
Temp + IntHem 2 50.08 1.92 0.07 2.61
Temp + TipoAgr + IntHem 3 50.41 2.24 0.06 3.07
TipoAgr 1 50.57 2.4 0.05 3.32
Temp + DenHem + IntHem 3 51.19 3.02 0.04 4.54
DenHem 1 51.39 3.23 0.04 5.02
Temp + TipoAgr + DenHem + IntHem 4 51.42 3.25 0.04 5.08
Temp 1 51.59 3.42 0.03 5.53
TipoAgr + DenHem 2 51.59 3.42 0.03 5.53
Temp + TipoAgr 2 51.74 3.57 0.03 5.97
Temp + TipoAgr + DenHem 3 53.17 5 0.01 12.18
Temp + DenHem 2 53.22 5.05 0.01 12.49
Temp: temperatura ambiental; TipoAgr: tipo de agresión; DenHem: densidad de hembras; IntHem: tasa de
interacción de hembras. *La razón de evidencia (en inglés “evidence ratio”) (wi/wj) fue estimada únicamente
cuando wi > 0.
Para el escenario de ISM, los dos primeros modelos demostraron tener buen soporte
(∆AICc < 2); sin embargo, únicamente el primer modelo tuvo una variable con
probabilidades ajustadas significativas. El peso de este primer modelo fue del 49% e incluyó
la densidad de hembras como única variable (Tabla 6), el cual considera que por cada unidad
de incremento en la densidad de hembras, hay un incremento del 8% en la probabilidad de
que una interacción agonística de machos se desarrolle en tierra.
50
Tabla 8. Resumen de los resultados obtenidos de la prueba de cociente de verosimilitud, para determinar la importancia de cada variable
dentro del mejor modelo de cada escenario para las colonias de lobos marinos analizadas (ambas islas, Isla Santa Margarita e Isla San
Esteban).
Estadístico de la
Relativa Probabilidades
Parámetro prueba de
Modelo Variable importancia EE P ajustadas
estimado cociente de
de la variable estimadas
verosimilitud
Temp + DenHem + Intercepto — 1.348 0.693
TipoAgr DenHem 1 0.114 0.028 23.67 0 1.121
(ISM, ISE) Temp (<20 °C vs 20–30 °C) 0.082 0.983 1.086
1 23.71 0
Temp(20–30 °C vs >30 °C) -2.533 0.767 0.079
TipoAgr (ritualística vs física) 0.979 -1.737 0.581 9.81 0.002 0.176
DenHem Intercepto — 2.552 0.617
(ISM) DenHem 0.998 0.076 0.027 13.32 0 1.079
IntHem Intercepto -2.203 0.635
(ISE) IntHem 0.783 0.136 0.069 4.095 0.043 1.146
Temp: temperatura ambiental; DenHem: densidad de hembras; TipoAgr: tipo de agresión; IntHem: tasa de interacción de hembras; ISM: Isla Santa Margarita;
ISE: Isla San Esteban.
51
En ISM, la densidad de hembras, fue la variable de mayor importancia relativa
(0.998) (Tabla 8); mientras que las otras dos variables consideradas en el modelo global de
este escenario, fueron significativamente menos importantes (duración = 0.430, intervalo de
tiempo = 0.143).
52
Galápagos, durante su temporada reproductiva (septiembre – enero) tiene temperaturas
intermedias (𝑋̅ = 23.94 ± 0.72) entre las condiciones del GC y de la COP (Figura 20).
53
Tabla 9. Promedios de la abundancia relativa de las principales presas de cada población de
Zalophus californianus analizada. La información base para calcular los promedios de cada
población fué obtenida del estudio publicado por Espinosa (2007).
Población
COP-Centro
COP-Norte
GC-Centro
GC-Norte
COP-Sur
GC-Sur
Presas
Abraliopsis affinis - - - - 19 -
Argentina sialis - 20 - - - -
Aulopus bajacali - - - - - 16
Cetengraulis mysticetus - - - 56 - -
Citarichthys spp. - 6 - - 9 -
Cynoscion parvipinnis - - - - - 13
Engraulis mordax 40 70 - - 27 -
Haemulopsis leuciscus - - - - 17 -
Kathetostoma averruncus - - 22 - - -
Loligo opalescens 25 14 22 - - -
Merluccius productus 17 - - - 12 -
Merluccius angustimanus - 30 17 - - -
Octopus spp. - 12 - - - 10
Peprilus snyderi - - - 15 - -
Porichthys spp. - - - 22 18 21
Pronotogrammus multifasciatus - - - - - 9
Sardinops sagax caeuruleus - - 17 - 28 -
Scomber japonicus - - - - 21 -
Sebastes spp. 15 - - - - -
Serranus aequidens - - 14 - - 36
Symphurus spp. - - - 9 - -
Trachurus symmetricus 15 - - - 18 -
Trichiurus lepturus - - - 9 18 -
54
Con respecto al GC, la población norteña se caracteriza por alimentarse
principalmente de la anchoveta bocona (Cetengraulis mysticetus), seguida por peces sapo
(Porichthys spp.). La población GC-Centro muestra una alta riqueza de presas importantes
dentro de las que destacan la sardina monterrey (Sardinops sagax caeuruleus), la anchoveta
del norte y la macarela (Scomber japonicus). Por último la población sureña del GC se
alimenta principalmente por el serrano de aguas profundas (Serranus aequidens); así como
por peces sapo (Porichthys spp.) (Tabla 9).
Para las poblaciones de lobos marinos, los menores valores de diversidad haplotípica
los presentó la población COP-Norte, mientras que la población GC-Norte presentó los
valores más altos. Con respecto a la diversidad nucleótida y los mayores valores han sido
reportados para la población centro del GC, mientras que los más bajos son propios de la
población del lobo marino de Galápagos (Tabla 10).
55
Tabla 10. Variabilidad genética de cada una de las poblaciones analizadas en términos de
su diversidad haplotípica y nucleótida. La información se basa en los estudios de
González-Suárez et al. (2009) y Schramm et al. (2009).
Variabilidad genética
Diversidad haplotípica (h) Diversidad nucleótida (π)
Población Schramm González- Schramm González-
et al. Suárez et Promedio et al. Suárez et Promedio
(2009) al. (2009) (2009) al. (2009)
COP-Norte 0.671 - 0.671 0.006 - 0.006
COP-Centro
0.817 0.841a 0.829 0.008 0.01a 0.009
COP-Sur
GC-Norte 0.883 0.921b 0.902 0.006 0.012b 0.009
GC-Centro 0.875 0.905c 0.890 0.008 0.012c 0.010
GC-Sur 0.931 0.755d 0.843 0.011 0.005d 0.008
Z. wollebaeki 0.760 - 0.760 0.004 - 0.004
* Las poblaciones COP-centro y COP-sur se agruparon para coincidir con la población del Pacífico
subtropical reportada por Schramm et al. (2009).
* Valores de diversidad haplotípica y nucleótida del trabajo de González-Suárez et al. (2009), provienen de
las siguientes colonias: a. Benitos, b. San Jorge y Los Lobos, c. Granito y San Esteban, d. Los Islotes.
8.4. Ecomorfología
Los resultados del análisis de la conducta territorial de los machos adultos, mostraron
que al comparar distintas islas, la termorregulación fue el factor determinante para que las
agresiones se desarrollaran en tierra o en agua. Por esta razón, para hacer una correlación
entre las variables morfológicas y de comportamiento se usó la temperatura ambiental como
la variable que determina si las agresiones se llevan a cabo en tierra o en agua. Las pruebas
de ANOVA realizadas mostraron que las tres vistas del cráneo analizadas, tuvieron una
relación significativa entre la morfología (coordenadas Procrustes) y el promedio de la
temperatura ambiental (vista dorsal: F(1,205) = 6.329, p = 0.001; vista ventral: F(1,165) = 4.669,
p = 0.001; vista lateral: F(1,210) = 22.591, p = 0.001).
56
Figura 21. Vista dorsal: Relación entre la temperatura ambiental promedio y el valor
promedio de morfología para cada población, con sus respectivas placas finas de deformación
para 10ºC (izquierda) y 30ºC (derecha). La línea punteada equivale a la línea de tendencia
incluyendo únicamente las poblaciones de Zalophus californianus (Zc). La línea continua
equivale a la línea de tendencia incluyendo a ambas especies (Zc & Zw).
En los tres casos (Figura 21, Figura 22 y Figura 23) se mostró como la población
COP-Norte que se caracteriza por la menor temperatura, es la que muestra menores
variaciones en forma, acercándose más a la forma promedio de todos los cráneos analizados;
mientras que a medida que la temperatura incrementa, las variaciones en la forma del cráneo
se intensifican, logrando su mayor deformación en las tres zonas del GC.
57
Figura 22. Vista ventral: Relación entre la temperatura ambiental promedio y el valor
promedio de morfología para cada población, con sus respectivas placas finas de deformación
para 10ºC (izquierda) y 30ºC (derecha). La línea punteada equivale a la línea de tendencia
incluyendo únicamente las poblaciones de Zalophus californianus (Zc). La línea continua
equivale a la línea de tendencia incluyendo a ambas especies (Zc & Zw).
58
Figura 23. Vista lateral: Relación entre la temperatura ambiental promedio y el valor
promedio de morfología para cada población, con sus respectivas placas finas de deformación
para 10ºC (izquierda) y 30ºC (derecha). La línea punteada equivale a la línea de tendencia
incluyendo únicamente las poblaciones de Zalophus californianus (Zc). La línea continua
equivale a la línea de tendencia incluyendo a ambas especies (Zc & Zw).
Por otra parte, la zona del rostro muestra que los huesos maxilares, incisivos y nasales
son más cortos (Figura 22 y Figura 23), y las fisuras palatinas se ubican más atrás (Figura
22). El tercer par de dientes incisivos se acerca más a la punta del rostro reduciendo el área
de los primeros dientes incisivos, y aumentando significativamente el área de sujeción de los
dientes caninos (Figura 21). Con respecto a la caja craneal, las variaciones se enfocan en el
desarrollo de una cresta sagital más alta y extendida posteriormente, así como una caja
craneal más grande, definida por el punto de inflexión ventral del hueso frontal, en donde se
une al hueso parietal (Figura 23).
59
Por otra parte, al relacionar la
variabilidad trófica, basándose en lo
reportado por Espinosa (2007), con la
variabilidad morfológica craneal del
lobo marino de California, no se
encontró ninguna asociación
significativa, con ninguna de las
pruebas empleadas para este fin.
De manera similar, no se
observa una asociación entre las
variables tróficas y morfológicas
(Figura 24).
60
Del mismo modo, se analizó el
grado de asociación entre la variabilidad
morfológica craneal del lobo marino de
California, con la variabilidad genética
entre las poblaciones de esta especie
reportada por Schramm et al. (2009). La
prueba de mantel realizada para cada
una de las vistas analizadas, demostró
que no hay una asociación entre las
matrices de distancias genéticas y
morfológicas en ninguna de las vistas
analizadas (vista dorsal: r = -0.136, P =
0.624; vista ventral: r = 0.324, P =
0.425; vista lateral: r = -0.247, P =
0.681).
61
9. DISCUSIÓN
Así, el cráneo, la mandíbula y los dientes, son estructuras que responden de manera
distinta al ambiente y a la selección natural; puesto que están controladas por distintos
controles genéticos, de desarrollo y funcionales (Caumul & Polly, 2005; Rychlik et al., 2006,
Hallgrímsson et al., 2007a, b). La duración del desarrollo ontogénico de cada una de estas
estructuras, es una diferencia importante en la determinación morfológica de las mismas
(Hillson, 1986; Kardong, 2001, Hallgrímsson et al., 2007 a, b); razón por la cual el cráneo
ha sido dividido en tres unidades parcialmente independientes y embriológicamente distintas:
1. La base del cráneo que se deriva del condrocráneo; 2. El neurocráneo que se refiere a los
huesos dermatocraneales de la caja craneal, y 3. El rostro, que se deriva inicialmente del
esplacnocráneo, con un posterior desarrollo de elementos dermatocraneales (Hallgrímsson et
al., 2007a, b) (Figura 26).
62
en las suturas, en donde a partir de una membrana permite la formación de hueso (periostio).
Ese hueso puede formar y reabsorber el tejido óseo, permitiendo remodelaciones al mismo
(Hallgrímsson et al., 2007a, b).
Figura 26. Módulos de desarrollo craneal en mamíferos, ejemplificados en las vistas (a)
dorsal, (b) ventral y (c) lateral de un cráneo de Zalophus californianus. En azul se resalta la
zona del rostro, en verde la zona del neurocráneo (caja craneal) y en rojo la base craneal.
63
La integración entre cada uno de los módulos craneales ha sido objeto de estudio en
numerosas investigaciones que analizan la biología evolutiva de las especies y grupos
taxonómicos, y su análisis involucra diferentes técnicas estadísticas que permiten responder
diversas preguntas biológicas que incluyen la integración evolutiva, la integración genética
o la integración funcional (Klingenberg, 2013a). A pesar de que en el presente trabajo no se
analizó la modularidad de la estructura craneal, los cambios asociados a los principales
componentes, pueden dar información general e intuitiva sobre el nivel de integración y
modularidad en la estructura craneal (Klingenberg, 2013a).
De esta manera, la integración entre los módulos descritos previamente (Figura 26),
puede inferirse mediante las variaciones generales de la forma (reflejados en los primeros
cuatro componentes principales), en cada una de las vistas craneales (Figura 6, Figura 7 y
Figura 8). En consecuencia, es posible notar que en todos los casos, dentro de cada módulo
la variación morfológica (medida por la dirección y magnitud de los vectores) es similar; sin
embargo, la dirección y magnitud de los cambios morfológicos es distinta al comparar entre
los módulos de desarrollo craneal (Figura 26). Estas observaciones permiten inferir que cada
uno de los módulos del cráneo de esta especie muestra un desarrollo independiente,
coincidiendo con lo que ha sido reportado para otras especies de mamíferos, en donde esta
modularidad refleja la compleja integración y desarrollo craneal (Hallgrímsson et al., 2007a,
b). A pesar de esto, es importante resaltar que estas interpretaciones únicamente reflejan los
patrones generales de variación sobre la integración y modularidad del cráneo; sin embargo,
es necesario realizar otros análisis más específicos para responder preguntas biológicas
específicas con niveles de confianza establecidos (Klingenberg, 2013a).
64
el punto de adherencia de los músculos temporales, por lo que su desarrollo se asocia
directamente con el crecimiento de este músculo (Washburn, 1947); de modo que una cresta
sagital prominente es considerada un indicativo de un músculo temporal bien desarrollado.
Por esta razón, la cresta sagital es un caracter con una elevada plasticidad fenotípica dada su
importancia para el proceso de masticación y presión de la mordida; en donde el movimiento
y fuerza mandibular están definidos en gran medida por el tamaño de los músculos
temporales y las crestas sagitales (Searfoss, 1995; Holbrook, 2002; Cameron & Groves,
2004).
Por otra parte, la zona frontal del rostro, especialmente la maxila y el hueso
cigomático, alcanzan su tamaño adulto después de que la base y la caja craneal lo han hecho,
de modo que sus patrones de crecimiento somático continúan, de acuerdo a las inserciones
de los músculos (Moss & Young 1960; Cheverud 1995, Opperman et al., 2005; Hallgrímsson
et al., 2007a, b). Los arcos cigomáticos son huesos que se extienden a cada lado del cráneo
y son de gran importancia dado que su tamaño y la distancia desde el cráneo, indican el
tamaño relativo de los músculos temporales, que pasan entre ellos y conectan la parte
posterior de la mandíbula, al cráneo. De este modo, entre mayor sea la apertura de estos, el
tamaño y la fuerza de los músculos temporales será mayor, tal como sucede en la mayoría de
los carnívoros (Searfoss, 1995).
65
poblaciones de lobos marinos, debería reflejar la diversidad y disponibilidad de los recursos
alimenticios en cada zona a lo largo de su distribución.
La base craneal por su parte, es una estructura sujeta a una menor influencia ambiental
durante el desarrollo ontogenético de los individuos, dado que es la primera región del cráneo
en alcanzar su tamaño adulto; debido a que actúa como base que soporta la estructura
cerebral, y es el sitio de paso de numerosos nervios y vasos sanguíneos (Cheverud 1995,
2007; Lieberman et al., 2000; Opperman et al., 2005). Las variaciones en la forma
encontradas en la vista ventral están asociadas a los componentes previamente nombrados
(arcos cigomáticos y maxila superior), y adicionalmente a la variación en los procesos
mastoides. Teniendo en cuenta el desarrollo y establecimiento temprano de la base craneal,
podría considerarse que la variabilidad presente en los procesos mastoides está más asociada
a selección direccional, que a la plasticidad fenotípica.
Las apófisis mastoides son una proyección redondeada del hueso temporal, situada
detrás del conducto auditivo externo. Su importancia radica en que es el área de sujeción de
importantes músculos asociados a los movimientos de depresión de la cabeza como el
esternocleidomastoideo (ECOM), el esplenio de la cabeza y el longuísimo de la cabeza
(Figura 27). El ECOM es un músculo que se origina en el manubrio esternal y el tercio medial
de la clavícula hasta las apófisis mastoides y la línea nucal superior del hueso occipital, y está
encargado de controlar la flexión lateral (inclinar la cabeza) y la rotación (girar la cabeza
hacia la izquierda y la derecha). El esplenio de la cabeza por su parte, se origina en las
primeras vértebras dorsales, en el tercio caudal del ligamento cervical dorsal y en el
ligamento de la nuca y se inserta en el hueso occipital y las apófisis mastoides, permitiendo
de forma unilateral la inclinación y rotación de la cabeza en una misma dirección. Por último,
el músculo longuísimo de la cabeza, que se refiere al complexo (semiespinoso) menor se
origina en la sexta vértebra dorsal hasta el hueso occipital y las apófisis mastoides, y su
función se enfoca en el movimiento de extensión, inclinación y rotación de la cabeza (Tate,
2009) (Figura 27).
66
incrementa la longitud del brazo bajo de los músculos de la cabeza (Antón & Galobart, 1999)
permitiendo así, un mayor poder de contracción (Salesa et al., 2005). Así y teniendo en cuenta
que el presente trabajo, muestra como hay una importante variación en el comportamiento
de los individuos que se asocia al lugar donde estos pasan la mayor parte de su tiempo (ver
análisis de la conducta territorial de machos adultos); podría inferirse que la variación
morfológica de las apófisis mastoides, pueden relacionarse con las variaciones en el
movimiento del cuello y la fuerza de gravedad diferencial entre las poblaciones que pasan su
mayor tiempo en el agua, con respecto a aquellas que permanecen principalmente en tierra.
Figura 27. Músculos que se adhieren a las apófisis mastoides: esternocleidomastoideo (a.
vista lateral, b. vista frontal, c. vista posterior), (d) esplenio de la cabeza y (e) longuísimo de
la cabeza.
67
A pesar del bajo número de cráneos analizados para el lobo marino de Galápagos
(Tabla 2), es posible notar que incluso la base craneal muestra diferencias significativas entre
esta población y las poblaciones del lobo marino de California. La ausencia de diferencias
significativas entre Galápagos y las poblaciones COP-Centro y GC-Sur en la vista ventral,
son posiblemente explicadas por el bajo tamaño de muestra en estas.
Las distintas vistas craneales analizadas, permitieron diferenciar cada una de las
poblaciones del lobo marino de California con respecto a la población del lobo marino de
Galápagos en su principal eje de variación caracterizando la población de lobos ecuatoriales
con un cráneo delgado dada la contracción lateral de las apófisis cigomáticas del hueso
temporal, las fosas mandibulares y los procesos mastoides, así como un menor tamaño del
área de sujeción de los dientes caninos y cóndilos occipitales más pequeños. La zona frontal
y caja craneal están elongadas posteriormente, y los huesos nasales, incisivos y maxilares se
alargan anteriormente. También presenta una cresta sagital con poca altura y arcos
cigomáticos delgados y extendidos dorsalmente.
La separación del lobo marino de Galápagos con respecto a las poblaciones del lobo
marino de California está definida por variaciones en los tres módulos de desarrollo craneal.
La base del cráneo es responsable de gran parte de estas diferencias (apófisis cigomáticas del
hueso temporal, fosas mandibulares, los procesos mastoides y cóndilos occipitales),
reflejando las características craneales propias que separan a las dos especies a nivel
evolutivo. Por otra parte, las variaciones en los módulos del rostro y la caja craneal,
probablemente representan información sobre la influencia de la variabilidad ambiental en la
morfología craneal de las especies.
68
Las variaciones morfológicas encontradas en el módulo del rostro, están asociadas a
la variabilidad propia de la población de Galápagos, dado que se ha probado una baja pero
significativa diferenciación genética y morfológica entre las poblaciones del occidente con
respecto a las del centro de las Islas (Wolf et al., 2008). La diferenciación morfológica entre
estas zonas se basó en variaciones en la zona dorsal y lateral de la mandíbula y rostro (Wolf
et al., 2008). Por último, las variaciones morfológicas encontradas en la caja craneal,
probablemente son reflejo de la influencia de la variabilidad ambiental sobre la morfología
de esta especie.
Dado que el primer eje de variación de los ACP’s, mostró claramente la separación
entre las dos especies; las variaciones entre las poblaciones del lobo marino de California, se
reflejaron principalmente en el segundo eje de variación. En la vista ventral, la separación
entre las poblaciones del GC se da principalmente por la forma diferencial entre las apófisis
mastoides, las cuales en el centro del GC están elongadas posteriormente, mientras que hacia
el sur, su elongación se da anteriormente (CP2, Figura 10). Teniendo en cuenta que la base
craneal es el primer módulo craneal que alcanza su tamaño y forma adulta, y que por ende,
las variaciones morfológicas en este son generalmente asociadas a procesos de selección
natural, más que a plasticidad fenotípica; entonces podría considerarse que la poca
variabilidad morfológica de la base craneal en las poblaciones de la COP, parece estar
definida por una selección normalizadora. Por el contrario, en el GC no parece estarse
favoreciendo las formas promedio, por lo que podría considerarse procesos de selección
disruptiva o direccional en esta zona.
A pesar de que en la vista dorsal, la variabilidad en el rostro y la caja craneal entre las
poblaciones del lobo marino de California sea relativamente baja, la vista lateral permite
69
observar de manera más directa como estos dos módulos muestran una elevada variabilidad
asociada a la influencia medio ambiental en la morfología craneal de estas especies. En esta
vista es posible observar como las poblaciones del centro y sur de la COP no mostraron
diferencias significativas, ya que tienen muy poca variabilidad morfológica (definida por los
dos principales ejes de variación) con respecto al resto de poblaciones de esta especie. De
manera similar, las poblaciones Norte y Centro del GC, mostraron muy pocas variaciones en
el principal eje de variación morfológica. La zona Norte y Centro del GC se separan de la
zona Sur principalmente porque ésta última se caracteriza por presentar cráneos con elevadas
crestas sagitales, zonas frontales comprimidas en dirección posterior y arcos cigomáticos
anchos. Las características opuestas las presenta la población COP-Norte, compartiendo los
vectores de variación morfológica con el lobo marino de Galápagos.
Así, el análisis de la vista lateral del cráneo de las poblaciones del lobo marino de
California, muestran una elevada variabilidad en los tres módulos craneales, en donde
resaltan las poblaciones GC-Norte y GC-Centro que presentan cajas craneales más
extendidas antero-ventralmente con respecto al resto de poblaciones de esta especie. La alta
variabilidad mostrada en esta vista, hace evidente que la zona lateral del cráneo es la que
mejor refleja la influencia de la variabilidad ambiental y del desarrollo ontogénico sobre la
morfología craneal de los lobos marinos. Específicamente la elevada variabilidad en los
módulos del rostro y de la caja craneal, son reflejo de la variabilidad implícita en el proceso
ontogénico de los individuos, en donde el proceso de crecimiento de los individuos se
caracteriza por el desarrollo de crestas sagitales más altas.
70
9.2. Análisis de la conducta territorial de machos adultos
Las agresiones entre organismos del mismo sexo, son mecanismos de selección
sexual que buscan excluir a los competidores de las cercanías de las parejas potenciales, para
aparearse, obtener y defender un territorio o establecer el dominio en un grupo (Puts, 2010).
Este comportamiento está definido por la distribución espacio temporal de las hembras
(Emlen & Oring, 1977), que a su vez se rige por la distribución de los recursos y los riesgos
de depredación (Leutenegger & Kelly, 1977; Boness, 1991; Lindefors et al., 2004).
Las interacciones agonísticas entre los machos de lobo marino de California, pueden
ser físicas y ritualísticas. De manera descriptiva, las agresiones físicas que se desarrollan en
tierra involucran principalmente mordidas en cuello, cabeza y cuerpo. Antes y durante el
enfrentamiento, ambos individuos mueven la cabeza hacia ambos lados de manera constante
y rápida, lo cual puede considerarse como una estrategia de protección, para evitar que el
oponente alcance y dañe la zona ocular. Mientras las agresiones son ritualísticas los
individuos se levantan exhibiendo su tamaño ante cualquier otro macho que se acerque; sin
embargo, cuando el oponente decide iniciar un enfrentamiento físico, ambos individuos bajan
sus cabezas tratando de alcanzar la zona ventral de su rival. Adicionalmente los machos
buscan dominar a su oponente ejerciendo presión con el cuello y si la reacción de defensa no
es lo suficientemente rápida, los muerden en la zona dorsal del cuerpo. Por otra parte, y a
pesar de que los muestreos realizados no permitieron ver en detalle cómo se desarrollan las
agresiones dentro del agua, si fue posible observar como los individuos se persiguen entre sí,
71
y buscan alcanzar las aletas de su competidor, lo cual se refleja en que la mayoría de marcas
en las que se basó la identificación de los individuos de Isla San Esteban, estuvieron
concentradas en las aletas de los lobos marinos.
72
hembras incrementan sus movimientos diarios por las altas temperaturas de sus hábitats,
alterando las opciones disponibles para que los machos monopolicen el acceso a las hembras
(Heath, 1989).
De esta manera, el lobo marino de California muestra una estrategia en la cual acude
a las agresiones ritualísticas (interacción vocal y exhibiciones corporales o despliegues de
amenaza) de corta duración, para evaluar las características de su oponente y el posible riesgo
de involucrarse en un enfrentamiento mayor. Este tipo de agresiones se presentan
principalmente en individuos de tamaños diferentes, en los cuales el más grande suele excluir
a su opositor sin una inversión energética significativa.
Sin embargo, si los tamaños corporales son similares, hay una mayor probabilidad de
que el daño causado por un opositor sea igual o menor que el del mismo organismo; por lo
que aumenta la frecuencia con la que los individuos se involucran en agresiones con contacto
físico, que tienen mayor duración; y por ende, mayor gasto energético. En consecuencia, a
pesar de los elevados costos energéticos y ecológicos que supone un gran tamaño corporal
en tierra; para el lobo marino de California es considerado un carácter que ha evolucionado
a través de la selección sexual de la especie (Puts, 2010) y donde los beneficios sobrepasan
las desventajas.
73
indirecta de las hembras mediante el control de recursos críticos para ellas (alimento, sitios
de crianza, o lugares para evitar la depredación). 2) La poliginia por defensa de las hembras
de manera directa, que se genera al haber agregaciones de hembras que no están asociadas a
un recurso crítico. 3) La dominancia de machos (poliginia lek) y 4) La competencia
desordenada que son sistemas de apareamiento en los cuales no es energéticamente viable ni
la defensa de hembras, ni la de los recursos (Boness, 1991).
POTENCIAL POLIGÍNICO
•Agregación extrema de hembras en
islas oceánicas
•Sincronización moderada del estro
GRADO DE
FACTORES FILOGENÉTICOS MONOPOLIZACIÓN
HABILIDAD PARA CAPITALIZAR
•Ancestría terrestre
SOBRE EL POTENCIAL
•Adaptaciones acuáticas
POLIGÍNICO
•Estro postparto e implantación
•No hay cuidado parental del macho SISTEMA DE
tardía
•Macho ayuna durante la reproducción APAREAMIENTO
•Lactación de mamíferos
Figura 28. Esquema de los factores ecológicos y filogenéticos que influyen en la variabilidad
de los sistemas de apareamiento de los otáridos (tomado y traducido de Boness, 1991).
Los resultados obtenidos en este trabajo coinciden con este sistema de apareamiento,
puesto que a pesar de haber agresiones entre machos sin la presencia de hembras, de manera
general hay una correspondencia entre el número de agresiones entre machos y el número de
hembras en cada territorio; mostrando que la interacción entre machos aumenta (mayor
exhibición) en función del número de hembras a su alrededor (Figura 15 y Figura 16). Esto
74
se debe a que en mamíferos poligínicos, como los lobos marinos, el éxito reproductivo de los
machos está determinado en gran medida por el número de hembras presentes en sus
territorios (Gerber, 2006).
Durante el verano, las hembras de lobo marino de California buscan áreas en tierra
que tengan las mejores condiciones ambientales para termorregular (ej. fácil acceso al agua,
áreas con sombra, presencia de pozas de marea), parir y cuidar a sus crías. Por esta razón, los
machos territoriales pelean con otros machos para mantener un lugar en tierra con
agregaciones de hembras para aparearse (Boness, 1991). Los resultados demostraron que el
comportamiento de agresión de machos está significativamente influenciado por la
temperatura ambiental. A temperaturas menores de 30°C, las interacciones de agresión
ocurren principalmente en tierra, dado que los animales aún pueden termorregular
fisiológicamente (Whittow et al., 1972). Sin embargo, cuando la temperatura ambiental
excede los 30°C, la probabilidad de que las interacciones agresivas ocurran en el agua
también incrementa (Tabla 8).
75
los enfrentamientos con otros machos (lo cual incrementa la temperatura del cuerpo). El
punto de ajuste homeotérmico de los mamíferos es aproximadamente 37°C, el cual es
típicamente mayor que la temperatura ambiental de la mayoría de ambientes donde habitan
los animales (Wartzok, 1991). Tal es el caso de algunos pinnípedos, incluyendo los lobos
marinos de California, que habitan ambientes con elevadas temperaturas ambientales en
donde mantener un equilibrio térmico en sus cuerpos es un desafío (Wartzok, 1991). Estos
animales tienen adaptaciones fisiológicas que les permiten conservar el calor en el agua,
incluyendo capas aislantes de grasa y sistemas contracorriente de intercambio de calor. A
pesar de esto, los mismos mecanismos inhiben la disipación del calor en tierra (Wartzok,
1991).
Para los lobos marinos de California, el único mecanismo fisiológico reportado para
la disipación del calor, es por medio de glándulas sudoríparas que se encuentran en todo el
cuerpo, aunque sus mayores densidades están concentradas en las aletas; permitiéndoles usar
la evaporación como un mecanismo efectivo para termorregular (Khamas et al., 2012). Sin
embargo, para esta especie la sudoración equivale únicamente al 16% de la pérdida de calor
total (Matsuura & Whittow, 1974); razón por la cual, tanto los lobos marinos de California,
como los pinnípedos en general, deben ajustar su comportamiento para mantener el equilibrio
térmico. Los individuos adoptan posturas que maximizan el área expuesta para facilitar el
enfriamiento por evaporación. Las aletas traseras son levantadas y ondeadas en el viento o
enfriadas con humedad del agua, arena mojada, orina o rocas húmedas. Las aletas delanteras
también son expuestas, y los animales incrementan la distancia entre ellos, se mueven a
sustratos más fríos o hacia áreas con mayor sombra; o incluso se entierran en el sustrato para
exponer zonas más frías que se encuentren debajo de la superficie (Campagna & Le Boeuf,
1988). El comportamiento de termorregulación más extremo, involucra que los individuos se
muevan al mar, permaneciendo la mayoría de su tiempo en el agua y abandonando los
territorios en tierra (Campagna & Le Boeuf, 1988).
76
Estudios en otras especies de pinnípedos, también han reportado el efecto
significativo de la temperatura en el comportamiento de apareamiento de machos
reproductores. Por ejemplo, la temperatura ambiental, la radiación solar y la topografía del
terreno afectaron el comportamiento de reproducción del lobo marino del sur, Otaria byronia
(Campagna & Le Boeuf, 1988). Así mismo, los lobos marinos de Galápagos, Zalophus
wollebaeki, se congregan en áreas sombreadas tierra adentro para termorregular; lo cual
resulta en una segregación entre sexos y un uso diferencial de los hábitats (Wolf et al., 2005).
De manera similar, el sistema de apareamiento tipo lek mostrado por algunas especies de
pinnípedos (ej. lobos marinos de Nueva Zelanda, Phocartos hookeri, y lobos marinos de
California), parece haber evolucionado como una respuesta a las temperaturas tropicales, a
los requerimientos termorreguladores y al tiempo prolongado entre el parto y el estro
(Boness, 1991; Wolf & Trillmich, 2007).
A pesar que el lobo marino de California es una especie poligínica por defensa de
recursos con algunas características tipo lek (Boness, 1991; Heath, 1989), la densidad de
hembras alrededor de cada interacción demostró ser muy importante en la definición del lugar
donde las agresiones de machos se están llevando a cabo. De esta manera, el incremento de
la densidad de hembras en un territorio dado, produce un incremento en las probabilidades
de que las agresiones entre machos se desarrollen en tierra.
77
están interactuando agresivamente y se mantienen en el agua el resto del tiempo. Las
interacciones agresivas entre hembras producen que el macho territorial más cercano, se
mueva rápidamente hacia ellas, haciendo ruidosas vocalizaciones, con el fin de interrumpir
el comportamiento de agresión (Peterson & Bartholomew, 1967). Esta estrategia es conocida
como “mantener la calma” (en inglés “peace keeping”) y ha sido descrita en otras especies
de otáridos como Arctocephalus fosteri (Miller, 1974; Steller et al., 1751) y Zalophus
wollebaecki (Eibl-Eibesfeldt, 1955).
A pesar de la elevada inversión energética que tienen los machos tanto en la defensa
de su territorio como de las hembras presentes; estudios recientes en algunas islas del GC,
revelan que la paternidad de los machos territoriales es muy baja (< 30%; Flatz et al., 2010).
Estos resultados sugieren que existen estrategias de apareamiento alternativas en los lobos
marinos de California que reducen el éxito reproductivo de los machos territoriales
(González-Suárez & Cassini, 2014) y que les permiten a los machos marginales (perdedores
en las competencias, subadultos u otros machos en el área) aparearse exitosamente y dejar
descendencia. Por ejemplo, apareamientos oportunísticos no poligínicos en el mar se han
registrado para otras especies de pinnípedos (de Bruyn et al., 2011); como una estrategia de
apareamiento alternativa que puede ser efectiva. Los machos adultos territoriales
monopolizan el acceso a las hembras, restringiendo el acceso de otros machos a la colonia.
Sin embargo, el alto grado de movilidad de las hembras de lobo marino de California
(especialmente en las colonias de la COP), y el hecho que las hembras se desplazan hacia el
78
mar a alimentarse previo al estro, disminuye la probabilidad de que éstas solamente copulen
con el macho territorial, y crea oportunidades de apareamiento para los machos marginales
(Heath, 1989). Sin importar la estrategia adoptada por un macho territorial, cuando las
hembras tienen alta dispersión, o cuando los grupos son muy grandes, un solo macho no
puede garantizar la total exclusión de competidores (Boness, 1991; Harcourt et al., 1981;
Puts, 2010; Shuster, 2009).
Debido a esto, los resultados del presente trabajo sugieren que las distintas
condiciones ambientales no solamente afectan el lugar donde los machos pelean, sino que
también puede tener implicaciones en su sistema de apareamiento. Por esto se concluye que
las diferencias ambientales drásticas que caracterizan los hábitats de las poblaciones de lobos
marinos de California, incrementa la probabilidad de desarrollar distintas estrategias de
apareamiento en el agua, donde los machos marginales pueden aparearse exitosamente,
disminuyendo el nivel de poliginia en las poblaciones del GC.
79
que cada población de esta especie, este sujeta a hábitats con calidades diferentes. En
respuesta a esto, los individuos de cada población varían sus estrategias de vida, para
ajustarse a las condiciones de cada zona. Por esta razón, esta sección recopila la información
biológica, ecológica y ambiental de cada población, con el fin de entender las grandes
diferencias que existen entre ellas, y las consecuencias de estas variaciones en el estado de
cada una de las poblaciones del lobo marino de California.
La población COP-Norte está contenida dentro del giro del sur de California, que
consiste en una celda de recirculación de la corriente de California (Santamaría del Ángel et
al., 2002; Hickey & Banas, 2003). La temperatura ambiental de esta zona coincide con la
temperatura óptima para que los individuos realicen sus actividades, sin exponerse a un
desequilibrio térmico (Whittow et al., 1972, 1975). El tamaño poblacional mínimo estimado
para las colonias de California es de 153,337 individuos; calculado en el censo del 2007 para
las colonias reproductoras localizadas entre Punta Concepción hasta Punta Reyes (NMFS,
datos no publicados; En: Carretta et al., 2013); destaca el hecho de que el tamaño de esta
población está incrementando con una productividad neta máxima estimada en 12% al año
(Carretta et al., 2013).
Esta población fue una de las que mostró menores niveles de variabilidad genética
(González-Suárez et al., 2009, Schramm et al., 2009), lo cual puede indicar posibles eventos
históricos que han causado disminuciones drásticas poblacionales como epidemias, fuertes
fenómenos oceanográficos como “El Niño” o caza comercial de los individuos.
Específicamente en esta zona y en la COP, se sabe que existió una caza intensiva de lobos
marinos, reduciendo las poblaciones a cerca de 1,500 animales en 1920 (Heath & Perrin,
2009). Adicionalmente, esta población ha registrado su vulnerabilidad varias veces durante
fenómenos “El Niño”, los cuales han reducido considerablemente su tamaño poblacional
(Carretta et al., 2013).
80
La separación espacial entre las poblaciones del norte y centro de la COP
probablemente se pueda ubicar en el sector costero frente de Ensenada, que se caracteriza
por un cambio abrupto en las características de las masas de agua. Esto se debe a un intrincado
conjunto de corrientes que se presentan durante casi todo el año, con mayor fuerza entre los
meses de marzo y julio (Haury et al., 1993, Santamaría del Ángel et al., 2002, Zavala et al.,
2006).
Figura 29. Batimetría y cuencas oceánicas del área de estudio (tomado de González, 1988).
Gráficas de los rasgos morfo batimétricos de la costa occidental de la Península de Baja
California tomados de Pedrín-Avilés y Padilla-Arredondo (1988).
81
Hacia el sur de esta población se encuentra una zona somera y amplia en su porción
central, sin embargo, muestra estrechamientos en sus isobatas hacia los límites norte y sur en
donde se forman algunas áreas de canales. Por su parte, la población del Pacífico sur se ubica
sobre la zona más angosta de todas y su mayor amplitud se presenta en la porción
sudoccidental de la Isla Santa Margarita (Pedrín-Avilés & Padilla-Arredondo, 1999) (Figura
29). Esta población también está influenciada por el frente de Cabo San Lucas, en el cual
confluyen distintos tipos de masas de agua provenientes del GC, la corriente de California y
la corriente del Pacífico subtropical nororiental. Este frente se considera muy estable y su
importancia radica en que representa la frontera entre las aguas frías de la corriente de
California que se dirigen al este y fuera de la costa, con las aguas cálidas del GC que se
dirigen al oeste y cerca de la costa (Álvarez-Arellano & Molina-Cruz, 1984, Zavala et al.,
2006). En esta zona la temperatura ambiental promedio en los meses de verano es de 22ºC,
la cual levemente excede la temperatura máxima donde los lobos marinos pueden
termorregular fisiológicamente (Whittow et al., 1972, 1976).
La población total de lobos marinos en las poblaciones centro y sur de la COP ha sido
estimada entre 75,000 y 87,000 individuos (Lowry & Maravilla-Chávez 2005), de los cuales
la única colonia reproductiva del Pacífico sur, Isla Santa Margarita tiene aproximadamente
2,800 individuos (Aurioles-Gamboa & Hernández-Camacho, datos no publicados). Esta
última es considerada como una colonia estable (sin crecimiento o disminución aparente);
sin embargo, los pocos datos disponibles de las otras colonias en la COP no permite
identificar ninguna tendencia en sus tamaños poblacionales (Aurioles-Gamboa et al., 2011).
La variabilidad genética de estas dos poblaciones está en un punto intermedio con respecto
al resto de poblaciones de esta especie (González-Suárez et al., 2009, Schramm et al., 2009),
mostrando que probablemente la disminución de estas poblaciones durante la época de caza
de 1920 no fue tan drástica como la población norteña previamente descrita; y que
probablemente sus tamaños poblacionales no se hayan visto tan afectados por fenómenos
como “El Niño”.
82
variadas, que son controladas principalmente por el calentamiento directo del sol, la
advección y la mezcla de masas de agua en respuesta a los cambios de mareas y a las
surgencias que afloran aguas subsuperficiales (Zavala et al., 2006). Para el GC se ha
reportado una población total de lobo marino de entre 24,062 y 31,159 individuos
distribuidos en más de 30 islas e islotes en el GC (Szteren et al., 2006).
El extremo norte del GC se caracteriza por ser una zona somera con profundidades
que no superan los 30 m hacia la desembocadura del Río Colorado, donde las variaciones
estacionales y espaciales en la temperatura del agua son drásticas debido a la poca
profundidad que genera una respuesta muy rápida a las condiciones ambientales produciendo
ganancia o perdidas de calor aceleradamente, (<10ºC - >32ºC) (Zavala et al., 2006). En
contraste, hacia el sur pero aún en la zona del alto Golfo; se alcanzan profundidades de 200
m en promedio, donde la dinámica del agua se rige por los vientos y por presentar cambios
drásticos de mareas (aprox. 7 m); que generan corrientes fuertes y hacen que la alta
sedimentación de esta área proveniente del Río Colorado, se mantenga en constante
suspensión. Este alto depósito sedimentológico, aunado a las corrientes superficiales
circulares, influyen en el desarrollo de plataformas continentales extendidas, típicas de esta
área (Roden, 1964; Rusnak et al., 1964, Lluch-Cota et al., 2007).
La población de lobos marinos del Golfo norte es la que tolera las mayores
temperaturas durante los meses de verano (>30ºC), por lo que está sujeta a las máximas
temperaturas en la que estos animales pueden termorregular por medios fisiológicos. Sin
embargo a pesar del estrés que pueda causar el ambiente sobre los individuos, esta población
alberga aproximadamente 7,000 individuos en sus colonias reproductoras (según los últimos
censos reportados) (Aurioles-Gamboa et al., 2011); y en términos de abundancia, muestra
señales de estabilidad, e incluso, de estar creciendo (Ward et al., 2010, Szteren & Aurioles,
2001). Los individuos de esta población han registrado elevados niveles de mercurio en sus
huesos, pero esto parece no tener ningún efecto directo sobre el estado de salud de la
población (Szteren & Aurioles-Gamboa, 2013). De esta manera y dada la alta variabilidad
genética que se reporta en esta zona (González-Suárez et al., 2009, Schramm et al., 2009);
puede considerarse como una población saludable que probablemente no ha tenido notables
disminuciones poblacionales.
83
La zona centro del GC presenta diques, canales, cuencas y dos grandes islas (Ángel
de la Guarda e Isla Tiburón) que estrechan el GC y producen un efecto de embudo,
incrementando la mezcla vertical del agua por efecto de corrientes de marea, viento y
surgencias, generando remolinos y filamentos térmicos que pueden durar varios días (Roden,
1964; Rusnak et al., 1964, Zavala, 2006, Lluch-Cota et al., 2007). A pesar de las altas
temperaturas ambientales registradas en tierra (30ºC), la zona de las grandes islas registra las
menores temperaturas superficiales del agua durante todo el año (Zavala et al., 2006), lo cual
permite que las poblaciones de lobos marinos presentes en esta área, usen la inmersión
frecuente en el agua como un mecanismo de termorregulación. Dentro de la región, sobresale
el Canal de Ballenas, en el cual la intensidad del viento es particularmente fuerte y el agua es
fría permanentemente, lo cual induce la alta concentración de nutrientes que a su vez
permiten una elevada productividad primaria en el área (Zavala et al., 2006).
Los últimos censos reportados para las colonias reproductoras de lobos marinos que
habitan la región del Golfo medio registraron más de 10,000 individuos (Aurioles-Gamboa
et al., 2011), y a pesar de que sus tendencias poblacionales son variadas, se estiman elevadas
probabilidades (50 - 80%), de que sus tamaños poblacionales se reduzcan significativamente
durante los próximos 50 años (Ward et al., 2010). Dado el elevado tamaño poblacional de
lobos marinos en esta zona y la alta variabilidad genética que presenta esta población
(González-Suárez et al., 2009, Schramm et al., 2009), podría considerarse que su probable
disminución pueda asociarse a las condiciones ecológicas y de salud que enfrenta.
Ecológicamente la disminución de estas colonias podría responder a la disponibilidad de
presas, y específicamente ha sido sugerido que la disminución de las colonias en el Golfo
medio, puede asociarse a la disminución de la abundancia de sardina en la zona (Szteren et
al., 2006). Adicionalmente, se han reportado altos niveles de polución por arsénico, cadmio,
mercurio y plomo en individuos de ésta población, y aunque no se tiene certeza absoluta
sobre las implicaciones que estos metales pesados puedan tener sobre la salud de los
individuos (Szteren & Aurioles-Gamboa, 2013); si se ha reportado que para esta especie,
algunos contaminantes como el dicloro difenil tricloroetano (DDT) y los bifenilos
policlorados (PCBs) han desencadenado alteraciones fisiológicas en la producción de
vitaminas y hormonas tiroideas (Debier et al., 2005), y también han sido asociados a
mortalidades por cáncer (Ylitalo et al., 2005).
84
La zona del Golfo sur por su parte, se caracteriza por la presencia de grandes cuencas
que alcanzan profundidades hasta de 3,000 m (Figura 29); lo cual sumado a los leves cambios
de marea (1 m), permite el desarrollo de condiciones similares a las oceánicas y faculta la
presencia de especies más pelágicas (Roden, 1964; Rusnak et al., 1964, Lluch-Cota et al.,
2007). Durante el verano, la presencia de fuertes vientos provenientes del sureste, generan
importantes surgencias a lo largo de las costas (Zavala et al., 2006).
9.4. Ecomorfología
85
de los mamíferos, la varianza ecofenotípica se ha visto principalmente reflejada en la
mandíbula; mientras que el cráneo y la dentición parecen llevar de manera precisa la señal
filogenética de las especies (Straney & Patton, 1980; Caumul & Polly, 2005).
Una de las variaciones morfológicas que caracterizan las poblaciones del GC, es el
desarrollo de apófisis mastoideas elongadas, lo cual implica una mayor área de sujeción, y
por ende, mayor fuerza de los músculos encargados del movimiento, rotación e inclinación
del cuello y cabeza (Tate, 2009). Adicionalmente estas poblaciones también registraron
cráneos con arcos cigomáticos ensanchados y cresta sagitales de mayor tamaño.
86
El presente trabajo demostró que no existe una correlación entre la información
trófica reportada por Espinosa (2007) y la variabilidad morfológica reportada en este estudio,
por lo que otro factor que pudiera promover una mayor fuerza de mordida, sea la mayor
frecuencia de lucha de los machos en el agua, donde morder y no soltar a su contrincante
parece ser el factor que determina quienes resultan ganadores.
87
De esta manera, la falta de asociación entre la variabilidad morfológica y la
variabilidad trófica reportada en el presente trabajo, se debe a que el lobo marino de
California tiene una elevada flexibilidad alimenticia, en función de los movimientos y
disponibilidad de las presas en el ambiente (Lowry et al., 1991, García-Rodríguez &
Aurioles-Gamboa, 2004); razón por la cual, la estructura craneal no muestra ninguna
especialización dirigida a un tipo de alimentación específica. Como se ha notado previamente
para otras especies de pinnípedos, una correlación positiva entre la morfología y la
alimentación requiere dietas muy diferentes que promuevan ajustes a la dentadura y a la
estructura bucal de los individuos; lo cual no se refleja en las distintas poblaciones del lobo
marino de California.
El cráneo de los lobos marinos es una estructura que está completamente involucrada
en los procesos de comportamiento agonístico entre los machos de esta especie; y esta
conducta es fundamental en el desarrollo del sistema de apareamiento que ha sido descrito
88
para estos individuos. El desempeño de los machos adultos en las conductas de agresión,
define en gran medida sus probabilidades de copular y dejar descendencia, por lo que para
estos individuos, la selección sexual constituye una fuerza evolutiva de gran importancia. Las
variaciones descritas en el presente trabajo sobre la conducta de agresión, muestran como en
las zonas con temperaturas elevadas los machos permanecen en el agua la mayoría del tiempo
y desarrollan sus luchas en este medio, mientras que en zonas menos cálidas los organismos
no abandonan sus territorios sobre la playa, y las interacciones se llevan cabo en tierra
(Bohórquez-Herrera et al., 2014). Esta diferencia entre el desarrollo de agresiones en agua o
en tierra es lo que permite explicar la relación encontrada entre el comportamiento de
agresión de los machos adultos (definido por la temperatura del ambiente) y las variaciones
morfológicas encontradas en las poblaciones de lobos marinos.
Los lobos marinos, al igual que el resto de mamíferos marinos han adquirido
adaptaciones que mejoran su desempeño en el ambiente acuático, debido al elevado costo
energético relacionado con los patrones de flujo del agua (Daniel & Webb, 1987; Webb,
1988). Las fuerzas de mayor importancia en el medio acuático son la densidad (que afecta
las fuerzas de presión e inercia dentro de un fluido) y la viscosidad (que se refiere a la
resistencia interna a la distorsión y que produce la fricción del fluido) (Webb, 1988). El agua
es 800 veces más densa que el aire, y por lo menos 30 veces más viscosa, razón por la cual,
hay mayor resistencia al moverse en el agua que en el aire, de modo que estos individuos han
requerido adquirir adaptaciones que les permita reducir el arrastre y mejorar la producción y
eficiencia del empuje (Webb, 1988; Fish, 1993).
89
cristata) y los elefantes marinos (Odobenidae). En la foca capuchina, las amplias aperturas
nasales sirven para inflar la vejiga facial en machos adultos, la cual se asemeja al ancho rostro
de los elefantes marinos que sostiene la probóscide, presente únicamente en los machos de
esta especie. Así mismo, el lobo marino sudamericano (Otaria byronia) y la morsa
(Odobenus rosmarus) han mostrado convergencia en sus morfologías craneales, en relación
al dimorfismo sexual presente en estas especies (Jones & Goswami, 2010).
90
poblaciones continuamente distribuidas) (Figura 30, cajas de la 2 a la 7), alopátrica (en
poblaciones separadas por grandes distancias geográficas o por barreras físicas) o parapátrica
(en poblaciones continuas, en donde los individuos prefieren aparearse principalmente con
los vecinos geográficos, que con individuos de otras zonas más lejanas) (Figura 30, cajas de
la 2 a la 8) (Duckworth, 2009).
Sin embargo, el comportamiento también puede actuar como variable que produce la
disminución de la tasa de evolución, dada la plasticidad de comportamiento puede proteger
a los organismos de las fuerzas de la selección direccional permitiéndoles ya sea explotar
nuevos recursos (Losos et al., 2004) o moverse a ambientes menos estresantes (Huey et al.,
2003; Badyaev, 2005) (Figura 30, caja 8). Es importante resaltar que los procesos evolutivos
pueden suceder sin que nuevas presiones de selección existan, cuando el movimiento de una
población a un nuevo ambiente lleva a la divergencia evolutiva por procesos estocásticos
como el efecto fundador o la deriva genética (Wares et al., 2005).
Figura 30. Esquema que muestra como el comportamiento puede ser promotor o inhibidor
del cambio evolutivo, propuesto por Duckworth (2009). Las estrellas marcan la vía que las
poblaciones de Zalophus californianus pueden estar siguiendo.
91
Siguiendo el esquema propuesto por Duckworth (2009); las variaciones en el
comportamiento registradas en las poblaciones del lobo marino de California, en respuesta a
las diferencias ambientales; han condicionado a los individuos a encontrar nuevas formas de
interactuar con cada uno de sus ecosistemas, en donde los individuos que habitan las distintas
zonas han tenido que experimentar nuevas presiones de selección, que podrían estar causando
una divergencia evolutiva alopátrica, en donde el aislamiento por distancia entre las colonias
es un factor determinante, en la separación de distintas poblaciones de esta especie
(González-Suárez et al., 2009) (Figura 30, cajas 1,2,3,5 y 8).
La forma por la que los ambientes extremos afectan la variación fenotípica de los
cráneos en las distintas poblaciones del lobo marino de California, se debe a que los
ambientes estresantes modifican (y generalmente reducen) la integración de los sistemas de
regulación neuroendocrinológico, morfológico y conductual, y la respuesta genética y
fenotípica al evento estresante, queda “memorizada” en los sistemas de desarrollo del
organismo (Badyaev, 2005). Los efectos inducidos por el estrés y las estrategias de
resistencia al estrés, inducen variaciones fenotípicas y genéticas que generalmente son
direccionales, y que son transmitidas por vías ontogenéticas; persistiendo por varias
generaciones a través de la herencia materna, ecológica y social. Estos efectos
transgeneracionales, en conjunto con la complejidad de los sistemas de desarrollo y la
recurrencia del agente estresante, permite la asimilación genética de los efectos inducidos por
el estrés; facilitando la tasa de adaptación evolutiva (Badyaev, 2005).
De esta manera, el estrés ambiental que sufren las poblaciones del lobo marino en el
GC, produce variaciones en el comportamiento individual y poblacional, que al haberse
mantenido en el tiempo, ha generado variaciones genéticas que se manifiestan en
92
modificaciones fenotípicas del cráneo. Estos cambios morfológicos pueden heredarse
genética, ecológica o socialmente; asegurando la persistencia evolutiva de las estrategias de
respuesta el estrés y pueden ser consideradas el vínculo entre la adaptación individual y la
adaptación evolutiva (Badyaev, 2005).
Por último, vale la pena señalar que el comportamiento de agresión de los machos
adultos es tan solo uno de los comportamientos que están siendo modificados como respuesta
a las condiciones ambientales, por lo que el análisis conductual de los distintos componentes
de cada población es necesario, para responder de manera integral como se da la integración
entre la variación ambiental, comportamental y fenotípica en las poblaciones del lobo marino
de California.
93
10. CONCLUSIONES
La morfología craneal de machos adultos, permitió separar a las poblaciones del lobo
marino de California con respecto al lobo marino de Galápagos con variaciones en los
tres módulos de desarrollo craneal; en donde la señal filogenética puede observarse en
las variaciones de la base del cráneo (apófisis cigomáticas del hueso temporal, fosas
mandibulares, los procesos mastoides y cóndilos occipitales).
La separación morfológica entre las poblaciones del lobo marino de California consiste
en la variabilidad en la forma de las apófisis mastoides, la zona anterior del rostro, los
arcos cigomáticos y las crestas sagitales.
Tomando en cuenta el desarrollo y establecimiento temprano de la base craneal, podría
considerarse que las variaciones morfológicas en este módulo del cráneo en las
poblaciones de Zalophus californianus en el Golfo de California; pueden estar reflejando
procesos de selección direccional en esta zona.
La poca variabilidad morfológica en la base craneal de machos adultos, de las
poblaciones del lobo marino de California en la costa occidental de la Península de Baja
California, permite inferir que están operando procesos de selección normalizadora en
esta zona. Por su parte, la vista lateral del cráneo, al estar compuesta principalmente por
los dos módulos de cráneo de desarrollo tardío, refleja mayor influencia de la
variabilidad ambiental sobre la morfología craneal de Zalophus californianus, donde las
poblaciones del Pacífico centro y sur, reflejaron las menores variaciones, y las
poblaciones COP-Norte, GC-Norte y GC-Sur, fueron las responsables de la mayor
variabilidad.
La temperatura ambiental es la característica que determina la zona donde se desarrollan
las interacciones agonísticas entre los machos territoriales, de modo que los individuos
que habitan zonas con temperaturas altas, defienden los territorios mientras permanecen
inmersos en el agua.
Las diferencias demográficas, genéticas, biológicas y ecológicas entre las poblaciones
de lobo marino de California, corresponden en cierta medida a procesos oceanográficos
en cada una de las regiones; en donde la región COP-Norte muestra la menor variabilidad
genética, aunque sus tendencias poblacionales están incrementando. Por su parte, a pesar
de las bajas abundancias de la población del Golfo sur, la alta variabilidad genética y las
94
tendencias poblacionales parecen sugerir que puede convertirse en un centro de
abundancia de lobos marinos en las próximas décadas.
Este trabajo permitió encontrar una asociación significativa entre la temperatura
ambiental y la morfología craneal de machos adultos, en donde las poblaciones ubicadas
en ambientes con temperaturas elevadas muestran mayores variaciones morfológicas,
mientras que aquellas ubicadas en ambientes menos cálidos, tienen menores variaciones
morfológicas, y su morfología se acerca mucho al promedio de la población.
Se estableció una asociación clara entre la variabilidad morfológica y el comportamiento
de agresión diferencial de las distintas poblaciones de lobo marino de California, en
donde los organismos cuyas agresiones se desarrollan en el agua, tienen apófisis
mastoides más largas, arcos cigomáticos ensanchados, crestas sagitales más altas, rostros
más cortos y dientes caninos más anchos; que les permiten tener una mayor fuerza
muscular en la mordida y en la capacidad de maniobrar el cuello y cabeza, en el medio
acuático, donde existe una mayor resistencia física.
No fue posible encontrar una correlación entre la variabilidad trófica con la variabilidad
morfológica del cráneo de machos adultos, debido a la elevada flexibilidad alimenticia
que tiene esta especie; cuya alimentación se ajusta a los movimientos y disponibilidad
de presas en el ambiente.
La variación morfológica craneal de los machos adultos no muestra correlación con las
relaciones filogenéticas entre las poblaciones del lobo marino de California;
probablemente debido a que la alta dispersión de los machos de esta especie no permite
que las diferencias genéticas de cada población se fijen y expresen en la morfología
craneal de este sexo.
El estrés ambiental al que están sometidas las poblaciones del lobo marino en el Golfo
de California ha generado variaciones en el comportamiento, que se reflejan en la
variabilidad fenotípica de dichas poblaciones como estrategias de respuesta al estrés; y
constituyen el vínculo entre la adaptación individual y la adaptación evolutiva. Estas
condiciones extremas, no sólo están modificando el fenotipo de los individuos, sino que
también puede estar alterando el sistema de apareamiento, reduciendo el nivel de
poliginia de las poblaciones del Golfo de California con respecto a las de la costa
occidental de la Península de Baja California.
95
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120
12. ANEXOS
Unidad
Lugar de colecta Colección científica
poblacional
California Natural History Museum of Los Angeles County1
COP-Norte
Oregon Natural History Museum of Los Angeles County1
Benitos Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
COP-Centro
Isla Cedros Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Cabo San Lazaro Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Isla Ana Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Isla Santa
COP-Sur Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Margarita
Puerto Santo
Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Domingo
GC-Norte San Jorge Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
San Esteban Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Ángel de la Guarda Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Cabo Haro Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
El Rasito Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Isla Granito Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
GC-Centro Isla Lobos Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Los Cantiles Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Los Machos Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
San Esteban Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
San Pedro Martir Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
San Pedro Nolasco Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
El Mogote Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Farallón de San
Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
GC-Sur Ignacio
Islotes Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Topolobampo Laboratorio de Ecología de Pinnípedos2
Zalophus Islas Galapagos
California Academy of Sciences3
wollebaeki (Ecuador)
1
Colección de mastozoología y ornitología del Museo de Historia Natural del Condado de Los Ángeles. Los
Ángeles, California, Estados Unidos.
2
Colección osteológica del Laboratorio de Ecología de Pinnípedos del Centro Interdisciplinario de Ciencias
Marinas, Instituto Politécnico Nacional (CICIMAR-IPN). La Paz, Baja California Sur, México.
3
Colección de mastozoología y ornitología de la Academia de Ciencias de California. San Francisco, California,
Estados Unidos.
121
Anexo 2. Deformaciones relativas promedio del cráneo en cada población de Zalophus
californianus (a. COP-Norte, b. Pacífico centro, c. Pacífico Sur, d. Golfo Norte, e. Golfo
centro, f. Golfo Sur) y g. Zalophus wollebaeki.
122
Anexo 3. Resultados de los análisis de correlación entre las variables analizadas en el análisis
agonístico en cada uno de los escenarios analizados (ambas islas, Isla Santa Margarita e Isla
San Esteban).
1. Ambas
Isla Área IntHora Temp TipoAgr Duración DenHem IntHem
islas
Isla 1.00 0.02 -0.59 -0.27 0.00 0.32 0.61
Área 0.00 0.02 -0.59 -0.26 0.00 0.32 0.61
IntHora 0.82 0.83 0.45 0.01 0.10 0.29 0.06
Temp 0.00 0.00 0.00 0.14 0.07 0.07 -0.65
TipoAgr 0.00 0.00 0.92 0.12 0.41 0.02 -0.05
Duración 1.00 0.96 0.25 0.47 0.00 0.24 0.13
DenHem 0.00 0.00 0.00 0.44 0.85 0.01 0.26
IntHem 0.00 0.00 0.53 0.00 0.58 0.15 0.00
123
3. ISE Área IntHora Temp TipoAgr Duración DenHem IntHem
Área -0.05 -0.13 0.24 0.04 -0.02 0.18
IntHora 0.72 0.82 -0.04 0.03 0.04 0.54
Temp 0.40 0.00 0.10 0.14 0.22 0.26
TipoAgr 0.10 0.79 0.50 0.43 0.09 0.04
Duración 0.81 0.83 0.37 0.00 -0.09 -0.06
DenHem 0.88 0.80 0.15 0.54 0.56 -0.08
IntHem 0.23 0.00 0.09 0.78 0.69 0.60
Mes: junio, julio; Área: zona de réplica en cada isla A, B, C; IntHora: intervalo de hora del día; Temp:
temperatura ambiental; TipoAgr: tipo de agresión; Duración: duración de la interacción; DenHem: densidad de
hembras; IntHem: tasa de interacción de hembras; ISM: Isla Santa Margarita; ISE: Isla San Esteban. Valores
por encima de la diagonal son los coeficientes de correlación; los valores debajo de la diagonal son las
probabilidades. Los valores en negrita son aquellos significativos (P < 0.05).
124
Anexo 4. Detalle de la información analizada por Espinosa (2007), para el análisis trófico
del lobo marino de California que es empleado en el presente estudio.
Periodo de
Colonia Referencias
muestreo
San Miguel 1978 - 1979 1
1981 - 1982 2
San Nicolás
1981 - 1986 3
1983 - 1985 4
San Clemente
1981 - 1986 5
Isla Coronado 1983 - 1984 6
San Martín 1983 - 1984 7
San Benito 2001 - 2002 8
Isla Magdalena 2001 - 2002 9
Isla Santa Margarita 2000 10
2000 - 2001 11
Los Islotes
2002 12
Farallón de San Ignacio 2002 12
San Pedro Nolasco 2002 12
2002 12
San Pedro Mártir
1995 - 1996 13
2002 12
San Esteban
1995 - 1996 13
2002 12
El Rasito
1995 - 1996 13
El Pardito 2002 12
Los Machos 1995 - 1996 13
2002 12
Los Cantiles
1995 - 1996 13
Granito 1995 - 1996 13
2002 12
Isla Lobos
1995 - 1996 13
Rocas Consag 2002 12
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