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TÉCNICAS VELOCIDAD LECTORA

 No subvocalices: ¿Sabes lo qué es


la “subvocalización”? Se trata de la
pronunciación inconsciente -muchas
veces, parcial y entrecortada- de las
palabras mientras leemos,
especialmente mientras estudiamos.
Aunque este hábito pueda ayudarte a
recordar conceptos, lo cierto es que
supone un gran obstáculo para la velocidad de le ctura. Procura no hacerlo.

 Evita las regresiones en el texto:


Cuando lees, a veces los ojos retornan
para revisar palabras ya l eídas. A
menudo, son movimientos breves que no
mejoran la comprensión del texto y que
sonfruto de las distracciones y la falta de
concentración. Por lo tanto, intenta estar
concentrado y en todo caso, es preferible
que aminores la velocidad de lectura.

 Fíjate en los movimientos oculares:


Los ojos se detienen en algunas
palabras y se saltan otras, ya que solo
leen en estado de reposo. Si aprendes a
realizar menos movimientos oculares
por cada línea leída, aumentarás en gran
medida tu capacidad de lectura.
Las investigaciones en esta materia
revelan que hay límites para cuánto
podemos visualizar a la vez:
normalmente, puedes leer ocho letras hacia la derecha de la posición de tu
ojo, pero solo cuatro hacia la izquierda. Esto es aproximadamente dos o tres
palabras a la vez.
 Márcate un ritmo más rápido de lo que
puedas entender y practica a partir del
mismo: Este ejercicio se basa en
aumentar tu rapidez de lectura y tus
reflejos, para más tarde llegar a la
comprensión del contenido. Para ello,
puedes mover un lápiz a lo largo del texto e intenta pasar un par de minutos
leyendo al ritmo al que lo mueves. Haciendo pequeños descansos, intenta
aumentar el tiempo que pasas leyendo y la velocidad a la que pasas el lápiz
por las líneas, intentando comprender en la mayor medida posible el
contenido.
 Prueba el software PVSR: Este método,
siglas de la presentación visual serial
rápida, es una técnica de presentación
visual que muestra la información por
fragmentos y de manera secuencial,
aportando una relación entre la
información mostr ada y el espacio/tiempo.
Para ello, la aplicación telefónica o
programa informática te muestran muy
rápidamente un texto, pero con una sola
palabra a la vez. Puedes elegir la velocidad de lectura que quieras, tratando
de recordar el mayor porcentaje posible de palabras sin perder comprensión.
 Lectura superficial: Se trata de un método
útil y muy eficaz para alcanzar la comprensión
superficial de un texto, especialmente a la
hora de repasar para estudiar o leer el
periodico. Para ponerlo en práctica, debes
leer los títulos y los encabezados de las
secciones,, en orden je rárquico. Te ayudarán
los índices y los subtítulos para absorber las
principales ideas del texto. A continuación,
puedes leer el comienzo y el final de cada
sección, con las introducciones y los
resúmenes. Es importante que comprendas lo que lees para poder sacarle
partido a esta técnica.
 Intenta leer por bloques para leer más
rápido: Evita leer palabra por palabra. Una
de las prácticas comunes que disminuyen
enormemente la velocidad de lectura es
la práctica de leer cada palabra
individual de forma separada. Los
lectores sin experiencia leen la oración “el
vaso está en el mesa” como “el” + “vaso” +
“está” + “en” + “la” + “mesa”, procesando
así cada palabra individualmente. Sin
embargo, el cerebro tiene una capacidad asombrosa para llenar los
vacíos de información, por lo que puedes entrenar tu cerebro para que
procese las frases leyendo solamente un 50% de las palabras.
 Fíjate en las palabras clave a lo largo del
texto: Estas son los sustantivos, adjetivos y
verbos. Al estudiar puedes encerrarlas en un
círculo -en ocasiones ya aparecerán ideas
destacadas en cursiva, negrita o
subrayado– y a la hora de leer un libro intenta
dirigir tu atención a ellas por encima del resto.
Por otra parte, puedes utilizar los márgenes
para elaborar tus propias anotaciones
abreviadas .
Si te pierdes, repasa la primera oración
de cada párrafo, ya que te mostrarán los
puntos clave del texto. Si existen imágenes,
fotografías, diagramas o infografías -
abundantes en manuales específicos,
revistas y publicaciones digitales- estas
también son un importante apoyo
complementario a la comprensión lectora.
 Mide tu velocidad de lectura: Así
podrás constatar tu evolución en
torno a la capacidad de lectura.
Normalmente, se mide en
palabras por minuto -ppm-. Para
la medición, debes contar la
cantidad de palabras que hay en
una página -o contar la cantidad
que hay una línea y multiplicarla por la cantidad de líneas de la página-
. Una vez hecho esto, con la ayuda de un cronómetro márcate un lapso de
tiempo -por ejemplo, 5 o 10 minutos- y averigua cuánto puedes leer en ese
período. Aproximadamente, de 200 a 250 palabras por minuto es la velocidad
de lectura esperada en una persona mayor de 12 años de edad, 300 ppm es
la velocidad de lectura de un estudiante universitario promedio. Si
alcanzas las 450 ppm, leerás tan rápido como un estudiante universitario
cuando realiza una lectura superficial de los puntos principales, si alcanzas
las 600 o 700 ppm, eres tan veloz como un estudiante universitario cuando
ojea un texto para encontrar una palabra. Si llegas a 1000 o más ppm,
significa que te encuentras al nivel de los lectores más veloces que
existen.

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