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La Contraloría General de la República es una entidad encargada de supervisar que los recursos públicos

sean empleados de acuerdo a las leyes de nuestro pais. En buen romance, eso implica de manera
primordial evitar la corrupción dentro del Estado peruano. Asuvez, la definición más aceptada de
corrupción sigue siendo la más simple: esta es el abuso de la función o los recursos públicos para
beneficio privado Jonhston 2001: 177. Aunque en apariencia de una claridad diáfana, esa definición se
torna problemática cuando recordamos que la distinción entre lo público y lo privado es una convención
social, antes que una frontera natural.

Piense por ejemplo en la evolución del status legal de la violencia doméstica en las sociedades
occidentales. Hubo un tiempo en que esta fue considerada un asunto estrictamente privado, que sólo
concernía a los cónyuges. Se atribuye al juez inglés Francis Buller el sentar jurisprudencia en 1782 al
adoptar la denominada regla del pulgar" o rule of thumb, según la cual el marido podia ejercer
legalmente violencia contra su esposa siempre y cuando la vara de madera que usara para ese propósito
no excediera el grosor de su dedo pulgar. La "regla del pulgar nunca fue parte de la legislación inglesa,
pero sí lo fue el principio de que la violencia doméstica era tolerable en tanto se ejerciera con
moderación". De ese modo, la violencia doméstica pasa a tener un status legal que atraviesa la distinción
formal entre lo público y lo privado: hasta un cierto limite, esta continúa siendo un problema privado.
Transpuesto ese umbral, sin embargo, se convierte en un asunto de dominio público. Hoy en día, por el
contrario, no es necesaria una denuncia de los agraviados para proceder legalmente en casos de
violencia doméstica: las autoridades judiciales pueden actuarde oficio en contra de ella. Es decir, el tema
se ha convertido en un asunto inserto integramente en el ámbito público. Elejemplo no sólo revela el
carácter social ly por ende, contingente y mutable] de la división entre lo público y lo privado, sino
además que el lugar en el cual setraza esa linea divisoria hace una diferencia crucial en materia de
reconocer o no ciertos derechos.

Ese a su vez es un tema de interés para nuestra historia.Porejemplo, los Hatun Runa (encargados del
pago de tributos mediante su trabajo en el imperio incaico), carecían del derecho a la privacidad Según
relata Garcilaso de la Vega, debían vivir con las puertas abiertas de paren par, para permitir inspecciones
intempestivas de los visitadores, encargados de evitar el ocio en los ayllus.Lo cual se condice con el
testimonio de algunos cronistas, según los cuales diversos delitos administrativosy tributarios
podíansersancionados con la pena capital en el incario: quien puede disponer con relativa discreción de
la vida de una persona, puede en principio disponer sobre la forma en que debevivirla.

Se cree que una de las funciones que cumplian los quipus era la de guardar registro tanto de los hechos
históricos como de los tributos.Prueba de su importancia es el hecho de que el aprendizaje de su lectura
estaba reservado a funcionarios especializados (los quipucamayocs], y que como re- cuerda María
Rostworowski, el inca Atahualpa mandó ejecutara los quipucamayocs de su antecesor y quemar sus
quipus, lo cualle permitía disponer a voluntad del registro histórico.

En la colonia los esfuerzos por recolectar tributos y crear mecanismos de control sobre los funcionarios
de la Real Hacienda provocan pasajes insospechados de nuestra historia.Como la negativa de los
encomenderos bajo el mando de Gonzalo Pizarro a someterse a la autoridad real, encarnada por el
fallido Virrey Blasco Nuñez Vela.Lo curioso del caso es que los rebeldes dieron muerte al contador
Agustín Zárate lquien debía crear la función contralora en el Perúcolonial, aún antes de hacerlo propio
con el Virrey.Pizarro entonces se proclamó gobernador del Perú, cargo que hubiera ejercido de no haber
sido derrotado en 1548 por el enviado real Pedro de la Gasca.Pero al intentar la corona española que los
encomenderos le rindan cuentas, se produce entre estos una nueva rebelión, dirigida por Francisco
Hernández Girón.Es decir, en el Perú se produjeron conatos de una revolución fiscal siglos antes de que
los colonos norteamericanos lanzaran la proclama "No taxation without representation" (es decir, no es
legítima la tributación cuando esta no concede a cambio derechos de representación polítical, quedaría
origen al movimiento por la independencia de los Estados Unidos.

Ya en la república se produce un cambio cualitativo con la creación de la Contraloría General de la


República, aunque aún no como entidad autónomaydescentralizada (como es el caso ahoral, sino como
una dependencia del Ministeriode Hacienda. Pero continuando con la involuntaria tradición de ubicarse
siempre en el ojo de la tormenta, dicha creación se produce por decreto supremo en sep- tiembre de
1929. Es decir, un mes antes del inicio del colapso bursátil que en Octubre de ese mismoaño daría inicio
a la Gran Depresión. Lo cual en cierto sentido debe haber facilitado el trabajo de la nueva entidad, dado
que las arcas públicas que debía escrutarse encontraban virtualmente vacías.

Ahora bien, la eficacia de la función contralora depende en buena medida de la existencia de un entorno
político propicio. Ello implica en lo esencial tres condiciones, la primera es la existencia de un Estado de
derecho, en el cual tanto las personas como las instituciones están sometidas al imperio de la ley. En
segundo lugar, una división de poderes, que permita el contrapeso y la supervisiónre- cíproca de las
diferentes instancias que conforman el Estado. En tercer lugar, la transparencia en la gestión pública, que
permita no solo a los poderes del Estado sino también a los ciudadanos acceder a información que
debiera ser de dominio público. Dado que esas suelen ser características que definen a un régimen
democrático, podría decirse que ese tipo de régimen es el más propicio para garantizar un ejercicio
eficaz de la función contralora. Por la misma razón, el grado de corrupción o malversación de fondos
públicos bajo ese tipo de régimen, podría considerarse un indicador de la calidad de la institucionalidad
democrática.

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