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DERECHO PRIVADO VIII (DERECHO DE DAÑOS)

Sub-Eje Temático 1: PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

Para que se configure la responsabilidad civil, existen ciertos presupuestos que deben estar presentes, ellos son: el
daño, la relación de causalidad, el factor de atribución (objetivo o subjetivo) y la antijuricidad.

EL DAÑO RESARCIBLE

CONCEPTO

ARTÍCULO 1737.- Concepto de daño. Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el
ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva.

La responsabilidad civil busca repartir justa y equitativamente los daños mediante el reconocimiento del alterum
non laedere como norma primaria y cláusula general del sistema con jerarquía constitucional. Este es el camino que
fue emprendido por la Corte, plasmado en el nuevo CCC y que se puede advertir en la consagración de un
concepto material y objetivo de la antijuricidad.

De conformidad con la definición de daño que nos brinda al CCC se contemplan en el nuevo ordenamiento jurídico
los daños individuales tradicionales (patrimonial o moral –ahora denominado “daño que provoca consecuencias no
patrimoniales”)-, se incorporan los daños colectivos cuando se lesionan derechos de incidencia colectiva (pese a la
supresión mencionada precedentemente) y se elimina la distinción entre daños de origen contractual o
extracontractual, aunque subsisten algunas diferencias entre ambas órbitas de responsabilidad.

REQUISITOS

ARTÍCULO 1739.- Requisitos. Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio directo o
indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente. La pérdida de chance es indemnizable en la medida en que su
contingencia sea razonable y guarde una adecuada relación de causalidad con el hecho generador.

a) El daño debe ser cierto: debe poder constatarse su existencia en forma cualitativa, aún cuando no pueda
determinarse su magnitud con precisión. Este requisito tiene relación con la consecuencia que genera la acción
lesiva y con la índole del interés lesionado. Un daño cierto es lo opuesto a un daño eventual o hipotético que no son
aptos para generar resarcimiento.

b) El daño debe ser personal: Sólo la persona que sufre el perjuicio patrimonial o moral de modo directo o
indirecto, se encuentra en posición de demandar la reparación. El daño personal puede ser directo o indirecto.

Directo: el titular del interés afectado es la víctima del ilícito, ej. resarcimiento de una lesión psicofísica
que él mismo experimentó.

Indirecto: el perjuicio propio alegado por el acto es consecuencia de una afectación a bienes
patrimoniales o extrapatrimoniales de otra persona, ej. una persona demanda daño propio a raíz de la muerte de su
hijo.

c) Lesión a un simple interés no ilegítimo: Para que el daño sea resarcible, deberá provenir de la afectación a un
interés no ilegítimo del damnificado.

Esta doctrina más flexible considera que es suficiente para la configuración del daño resarcible, que el hecho
dañoso lesiones un interés no ilegitimo. Esta es la postura que guarda mayor armonía con la letra y el espíritu de
nuestro sistema jurídico. Ej. menor huérfano que es cuidado, sostenido, alimentado y educado por un pariente, ante
la muerte del mismo, motivo de un hecho ilícito del cual es responsable un tercero, parece lógico admitir que el
daño del menor debe ser resarcible.

d) Subsistencia del daño: El daño debe subsistir al momento de sentenciar. Por lo tanto, si el daño ha sido
indemnizado con anterioridad al dictado de la sentencia (sea por pago o por cualquiera de los modos extintivos de
las obligaciones) la pretensión de reparación no corresponde.

Para algunos autores este requisito se presta a confusiones, puesto que ella no es otra cosa que el efecto jurídico del
daño y no un presupuesto de éste ultimo.

La unificación del régimen aquilino y obligacional y el daño resarcible

ARTÍCULO 1716.- Deber de reparar. La violación del deber de no dañar a otro, o el incumplimiento de una
obligación, da lugar a la reparación del daño causado, conforme con las disposiciones de este Código.
DAÑO PATRIMONIAL Y EXTRA PATRIMONIAL

ARTÍCULO 1738.- Indemnización. La indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio de la


víctima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su
obtención y la pérdida de chances. Incluye especialmente las consecuencias de la violación de los derechos
personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas
y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida.

Daño patrimonial

El daño patrimonial es el que se produce en los bienes y derechos que componen el patrimonio de la persona (arts.
15 y 16 CCC). Este tipo de daño se manifiesta a través del:

Daño emergente: se denomina así a la pérdida o disminución de los valores económicos existentes, que produce el
empobrecimiento del sujeto (ejemplo: destrucción del rodado a causa de un accidente de tránsito).

Lucro cesante: es la frustración de obtener ventajas económicas que son altamente probables. Representa una
frustración de enriquecimiento (ejemplo: el dinero que se deja de obtener por no poder trabajar si el vehículo
destruido a causa de un accidente de tránsito es un taxi).

Pérdida de chance: ésta es indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y guarde una adecuada
relación de causalidad con el hecho generador (art. 1739). Debe tratarse de una expectativa legítima.

Daño extrapatrimonial

El daño extrapatrimonial o daño a la persona está compuesto por el daño físico y/o moral de acuerdo a lo normado
por el Art. 1741 (indemnización de las consecuencias no patrimoniales). La legitimación para reclamar este tipo de
años está en cabeza del damnificado directo, pero si del hecho resulta la muerte del dañado o una gran discapacidad
la legitimación para el reclamo se extiende a los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían
con aquél recibiendo trato familiar ostensible.

ANTIJURICIDAD

CONCEPTO

ARTÍCULO 1717.- Antijuridicidad. Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no
está justificada.

ANTIJURICIDAD FORMAL

Es aquella que resulta contraria al ordenamiento jurídico integralmente considerado. La acción ya sea comisiva
(hacer) u omisiva (no hacer)

ANTIJURICIDAD MATERIAL O SUSTANCIAL

Tiene un sentido más amplio, comprende las prohibiciones expresas y las relacionadas con principios
fundamentales como el orden público, la moral, las buenas costumbres, etc.

Tiene que provocar un resultado, requiere la voluntariedad de la persona. Dentro de este concepto quedan incluidos
los actos habituales instintivos, y excluidos los actos reflejos o que provengan de estados de inconsciencia o fuerza
irresistible.

Una conducta puede ser formalmente adecuada, sin embargo el espíritu o contenido de tal acto lo convierte en
antijurídico, ejemplo: fraude a la ley, ejercicio abusivo de la ley, etc.

Se analiza de un modo unitario, es un concepto objetivo, tanto el actuar del menor de 10 años como el demente
pueden ser catalogados de antijurídicos, sin perjuicio de las consecuencias involuntarias del daño. Está concebida
como la contradicción entre el hecho del hombre y el ordenamiento jurídico en su conjunto. Esta antijuricidad
comprende el derecho positivo, los principios generales del derecho y el derecho natural. En síntesis consiste en la
violación al alterum non laedere sin causa de justificación alguna.

Si bien el CCC ha unificado la responsabilidad contractual con la extracontractual, el mismo distingue la


antijuricidad en uno y otro campo, es así que el Art. 1716 (deber general de no dañar) y el Art. 1749
(incumplimiento de una obligación) mencionan separadamente.

La antijuricidad en la responsabilidad objetiva: muchos asumen que la responsabilidad de reparar un daño que surja
de una actividad ilícita (como puede ser conducir un auto), no sería suficiente para convertirla en ilícita, sin
embargo esto no es así por las siguientes razones:
a) La creación de un riesgo a través de una actividad socialmente válida puede ser lícita. Sin embargo, no lo es el
daño que se puede generar.

b) Esta actividad riesgosa puede devenir en dañosa y es entonces cuando se transgrede el principio de no dañar a
otro.

c) La antijuricidad no es exclusiva de la responsabilidad subjetiva.

FACTOR DE ATRIBUCIÓN

CONCEPTO

Constituye el elemento valorativo (axiológico) en virtud del cual el ordenamiento jurídico dispone la imputación de
consecuencias dañosas del incumplimiento obligacional o de un hecho ilícito strictu sensu a una determinada
persona.

Es la razón suficiente por la cual se justifica que el daño que ha sufrido una persona se traslade económicamente a
otro.

ARTÍCULO 1721.- Factores de atribución. La atribución de un daño al responsable puede basarse en factores
objetivos o subjetivos. En ausencia de normativa, el factor de atribución es la culpa.

Es decir ambos factores tienen la misma jerarquía y la culpa reviste el carácter de norma implícita sólo en caso de
silencio y de laguna acerca del factor de atribución. Ese es el sentido del término “en ausencia de normativa, el
factor de atribución es la culpa”.

FACTORES SUBJETIVOS. DOLO Y CULPA.

ARTÍCULO 1724.- Factores subjetivos. Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. La culpa consiste
en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el
tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se
configura por la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses
ajenos.

La culpa

La culpa consiste en la acción u omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las
circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el
arte o profesión.

Negligencia: es no prever lo que era previsible o, habiéndolo hecho, en no adoptar la diligencia necesaria
para evitar el daño (ejemplo: el chofer que deja estacionado el automóvil, con las llaves puestas, posibilitando su
hurto por un tercero). Se la llama culpa consciente.

Imprudencia: conducta positiva, precipitada o irreflexiva, que es llevada a cabo sin prever sus consecuencias.
(Ejemplo: es el caso de quien conduce a gran velocidad en zona urbana, confiando en que su habilidad para
manejar le permitirá evitar un accidente o esperando que no ocurra). Se la llama culpa inconsciente.

Impericia: incapacidad técnica para el ejercicio de una profesión o arte. (Ejemplo, el ingeniero que, por
desconocimiento de las reglas que rigen su actividad profesional, realiza un cálculo de estructura equivocado, que
luego provoca el derrumbe de la obra).

El dolo

El dolo se configura por la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los
intereses ajenos. Basta con que el resultado dañoso se haya previsto y buscado aún cuando no se haya logrado.

Dolo y culpa concurrente: concurren ambas conductas por parte de víctima y victimario, no se neutralizan sino que
se distribuyen las consecuencias dañosas, soportando cada uno de ellos una carga proporcional a la incidencia
causal que hubieran aportado en la producción del daño.

Supuestos del factor subjetivo

En caso de encubrimiento (art. 1752).

En la responsabilidad en el ejercicio de las profesiones liberales, incluidas las prestadas con cosas, salvo si se
comprometió un resultado (art. 1768).
En los supuestos de intromisión en la vida privada (art. 1770).

Responsabilidad subjetiva agravada, el dolo o culpa grave, opera en la acusación calumniosa tal como puede verse
en art. 1771.

El franquiciante responde por los defectos de diseño del sistema que causen daños probados al franquiciado, no
ocasionados por la negligencia grave o dolo del franquiciado conforme regula el art. 1521.

En el contrato de donación (art. 1558) el donante sólo responde por los vicios ocultos de la cosa donada si hubo
dolo de su parte, caso en el cual debe reparar al donatario los daños ocasionados.

En la responsabilidad de los administradores de las personas jurídicas (art. 160);

En la responsabilidad solidaria de los fundadores y administradores de la fundación frente a terceros en la etapa de


gestación (art. 200);

En caso de infracción de los administradores y otros miembros de la persona jurídica en el pago de los gastos y de
las obligaciones fiscales en la etapa de liquidación (art. 167);

En la responsabilidad de los integrantes del consejo de administración de las fundaciones (art. 211);

Para el autor del dolo esencial o incidental en la celebración de actos jurídicos (arts. 271, 272, 273, 274, 275);

Para el autor de los daños en los actos de fuerza o intimidación en los actos jurídicos (art. 278);

En caso de simulación (art. 337);

Para la responsabilidad de los directivos de las asociaciones civiles (art. 177);

En el mandato, en caso de responsabilidad por inexistencia o exceso en la representación (art. 376) y en la elección
del sustituto (art. 377);

En la indemnización de daños del codeudor solidario, salvo dolo (art. 838);

El tutor por los daños causado al tutelado (art. 118);

El tutor frente al tutelado por culpa o dolo en la administración (art. 129) o por la falta de rendición de cuentas (art.
134).

La falta de culpa libera al depositario de la pérdida de la cosa depositada (art. 1364); habilita el resarcimiento
contractual de la parte que, sin culpa, confió en la otra en las tratativas preliminares.

FACTOR OBJETIVO

CONCEPTO

ARTÍCULO 1722.- Factor objetivo. El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a
los efectos de atribuir responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa ajena,
excepto disposición legal en contrario.

Los factores objetivos son los que no tienen en consideración la reprochabilidad de una conducta para atribuir un
daño. Tienen en cuenta otros factores para provocar el desplazamiento. Son factores objetivos, entre otros, el riesgo
creado, la equidad, el abuso del derecho, seguridad, la garantía, solidaridad, etc.

Los factores objetivos de atribución se caracterizan por una total abstracción de la idea de culpabilidad. En efecto,
la responsabilidad objetiva es mucho más que una responsabilidad sin culpa, ya que tiene un elemento positivo,
axiológico, que justifica dicha responsabilidad y determina su procedencia.

ARTÍCULO 1723.- Responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la obligación, o de lo convenido


por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva.

Supuestos del factor objetivo

El riesgo y el vicio de las cosas y de las actividades riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización (arts. 1757, 1758, 1733 inc. “e”).

La indemnización de equidad (art. 1742)


Los daños causados por los actos involuntarios (arts. 1750).

La garantía (aludiendo al fundamento de las responsabilidades indirectas) (art. 1753).

En la responsabilidad contractual objetiva (art. 1723).

En la responsabilidad profesional por resultado (art. 1768).

La responsabilidad del grupo en caso de actividad peligrosa y la responsabilidad del grupo en caso de autoría
anónima (arts. 1762 y 1761).

La del dueño y ocupante de un edificio por las cosas arrojadas o caídas (art. 1760).

El daño causado por animales (art. 1759).

El daño derivado de los accidentes de tránsito (art. 1769).

La responsabilidad de los padres y de los tutores, curadores y otras personas encargadas de los menores e incapaces
(arts. 1754, 1755, 1756).

La de los titulares de los establecimientos educativos (art. 1767).

La responsabilidad del principal por el hecho del dependiente (art. 1753).

La responsabilidad por los hechos de quién se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones (art. 1753).

En la responsabilidad del tomador en el contrato de leasing (art. 1243).

En el transporte de personas por los daños causados a las personas (art. 1286).

CLASES

Riesgo creado

ARTÍCULO 1757.- Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño causado por
el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los
medios empleados o por las circunstancias de su realización.
La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa o la
realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.

Quien introduce un factor de riesgo para la sociedad debe responder por los daños causados por dicho factor.

La teoría del riesgo. Distintas variantes.

Teoría del riesgo creado: el factor de riesgo que rige es objetivo, la persona que introduce en la sociedad un factor
de riesgo responde objetivamente por el daño causado, se beneficie o no con el mismo.

Doctrina del riesgo-beneficio: el alcance y sentido de la noción “provecho o beneficio” fue perdiendo
gradualmente su contenido económico hasta comprender cualquier tipo de utilidad o ventaja.

Doctrina del acto normal: en esta doctrina, quedarían fuera del campo del riesgo creado daños como los causados
por automóviles, aeronaves en vuelo, etc. que, aún respondiendo a la actividad normal, son idóneos para causar
graves daños.

Equidad

Es un factor objetivo de atribución que fundamenta la imputación de daños involuntarios como pueden ser los
cometidos por los menores de diez años o quien sufre alteraciones mentales prolongadas. De acuerdo al art 1750 el
autor de un daño causado por un acto involuntario responde por razones de equidad conforme al art. 1742.

Abuso del derecho

Cuando se tergiversa o se deforma el derecho haciendo que supere lo razonable (exhorbitarlo), se considera que es
un factor objetivo de atribución.

Seguridad
Cuando el deudor se encuentra obligado a alcanzar resultados o fines los asegura, por lo que se eleva el rigor de
conducta responsable, de acuerdo al art 774 del CCCN. Se prescinde de consideraciones subjetivas.

Garantía

Se da cuando un sujeto brinda a un tercero la seguridad de que si se produce un daño en determinada circunstancia,
afrontará su resarcimiento. Puede ser contractual o extracontractual.

Solidaridad

Justifica la reparación de daños en ámbitos específicos, casos en los que se manifiesta especialmente una finalidad
redistributiva o de socialización de perjuicios para alcanzar el bien común (por ejemplo una catástrofe en que el
Poder Ejecutivo Nacional podrá disponer de autorizaciones para gastar a fin de resolver los trágicos hechos).

NEXO CAUSAL

CONCEPTO

El nexo causal es la relación causal entre el hecho y el daño producido. Esta relación de causalidad es
imprescindible para hacer responsable de los daños causados al autor del acto ilícito. (Por ejemplo, si una persona
que camina por la vereda es impactada por parte de la mampostería que se desprendió de un edificio, y resulta
seriamente lesionada, esas lesiones y la internación son consecuencias inmediatas de ese hecho).

ARTÍCULO 1726.- Relación causal. Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de
causalidad con el hecho productor del daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las
consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles.

El juicio que supone la relación de causalidad es neutro, no valora la justicia o injusticia de la acción sino que se
refiere a una cuestión meramente fáctica y objetiva. El derecho no le atribuye la autoría del daño a un sujeto por el
sólo hecho de haber aportado una condición u ocasión, si bien puede haber casos en los cuales la ocasión deviene
jurídicamente relevante para que el ordenamiento jurídico la coloque en posición de causa.

La doble función de la relación causal en la responsabilidad de daños

Determinar la autoría: esta operación permite determinar quién responderá por el daño causado.

Adecuación: se determina hasta qué punto debe responder el autor material por el daño causado.

TEORÍAS

Teoría de la equivalencia de las condiciones (Stuart Mill): la causa es el resultado de todas las condiciones
positivas y negativas, que contribuyen a producir el daño en la misma proporción. Crítica: amplía la
responsabilidad hasta el infinito.

Teoría de la causa próxima (Bacon): la condición más próxima en el resultado en orden cronológico es la que
causa el daño. Crítica: esta teoría no siempre es cierta.

Teoría de la condición preponderante o de la condición eficiente: considera que la causa del daño es aquella
condición que rompe con el equilibro entre los factores considerados favorables y adversos para su producción,
influyendo de modo preponderante en el resultado. Crítica: imposibilidad de escindir materialmente un resultado
para atribuir a una condición per se un poder causal decisivo.

La Teoría de la causalidad adecuada (Atribuida a von Bar y desarrollada por von Kries): la causa del daño está
ligado a lo que regularmente ocurre. Se analiza una vez producido el daño en abstracto que es lo que sucede
conforme al curso normal y ordinario de las cosas. Es la teoría adoptada por el Código.

CONSECUENCIAS

ARTÍCULO 1727.- Tipos de consecuencias. Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el
curso natural y ordinario de las cosas, se llaman en este Código “consecuencias inmediatas”. Las consecuencias
que resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman “consecuencias
mediatas”. Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se llaman “consecuencias casuales”.

Consecuencias inmediatas: son las consecuencias que acostumbran a suceder de acuerdo al curso natural y
ordinario de las cosas (si pego un martillazo a una mesa lo normal que ocurra es que la misma se rompa).

Consecuencias mediatas previsibles: resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento


distinto. El vínculo no es directo sino que debe interferir otro hecho que coadyuva a la generación del resultado
dañoso (si un yesero se cae de una escalera y se rompe la muñeca, aparte de la consecuencia natural e inmediata
que es la rotura de la muñeca, también tendrá otra consecuencia mediata que es la que no va a poder trabajar
porque para su actividad laboral utiliza las manos). En nuestro CCCN se deben responder por las consecuencias
inmediatas y las consecuencias mediatas previsibles.

Consecuencias mediatas no previsibles: son consecuencias mediatas pero que no pueden preverse (por ejemplo:
Se realiza una transfusión de sangre a una persona y por inobservancia la sangre que se utilizó estaba infectada con
el virus del HIV. La consecuencia inmediata es que se infecte con HIV el trasfundido, la consecuencia mediata
previsible es que se infecte con el HIV la esposa del paciente al tener relaciones sexuales, la consecuencia
inmediata imprevisible es que a consecuencia de la contagio del padre se suicide el hijo).

Consecuencias remotas: el CCC no considera este tipo de consecuencias, ya que se encuentran alejadas del hecho,
por lo tanto no son imputables.

EXIMENTES

Las eximentes dispensan la cobertura del daño por parte de quien los produjo, pueden aminorar o eximir de
responsabilidad. El Código contempla dos tipos de eximentes:

1) Las causas de justificación (1718/1720):

El ejercicio regular de un derecho (art. 1718)


El estado de necesidad (art. 1718)
La legítima defensa (art. 1718)
Asunción de riesgos (art. 1719)
El consentimiento del damnificado (art. 1720)

2) Alteración del nexo de causalidad:

Hecho del damnificado (víctima).


Hecho del tercero extraño.
Caso fortuito y fuerza mayor.

HECHO DE LA VICTIMA

ARTÍCULO 1729.- Hecho del damnificado. La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia
del hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contrato dispongan que debe tratarse
de su culpa, de su dolo, o de cualquier otra circunstancia especial.

El hecho del damnificado o víctima tiene lugar cuando la conducta del damnificado origina los daños que sufre, al
ser el autor material de sus propios perjuicios. En este caso no se produce el desplazamiento de los daños hacia otro
responsable, ya que no existe la alteración del alterum non laedere.

Existen casos que el daño puede ser tildado como hecho de la víctima pero se puede ver que existen
responsabilidad de otro tipo como ser el caso del que cruza la barrera del ferrocarril porque no funciona el
levantabarrera y es atropellado por el tren, en este caso hay una responsabilidad del Estado por no tener la barrera
en condiciones.

Los efectos del hecho de la víctima

Hecho exclusivo de la víctima: eximición de responsabilidad por parte del demandado, en el ámbito contractual o
extracontractual.

Concurrencia del hecho de la víctima con la culpa probada o presumida del lesionante: se distribuirán entre
ambos las consecuencias dañosas, en función de la incidencia causal aportada a la producción del daño.

Concurrencia del hecho de la víctima con el dolo del demandado: la doctrina unánimemente sostiene que el
sindicado como responsable ha sido el único causante del daño.

Concurrencia del dolo de la víctima y del demandado: autores consideran que no cabría reparación, porque
ninguno puede alegar su propia torpeza. Otros si consideran que procede la reparación, teniendo en cuenta la
incidencia de cada conducta dolosa.

Hecho de la víctima concurrente con el riesgo creado o con otro factor objetivo de atribución: corresponderá
reducir la indemnización teniendo en cuenta la incidencia del hecho de la víctima.
El hecho de la víctima y los damnificados indirectos: parece obvio que en aquellos supuestos en los cuales el
damnificado indirecto ejercita un derecho del causante, en calidad de heredero, se pueda computar la circunstancia
del hecho de la víctima.

HECHO DE TERCEROS

El tercero es la persona de cuya actuación se producen daños que no originan una imputación refleja en el
sindicado responsable.

ARTÍCULO 1731.- Hecho de un tercero. Para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de un
tercero por quien no se debe responder debe reunir los caracteres del caso fortuito.

El actor que alega para exculparse de la responsabilidad por un hecho de un tercero debe probar que el mismo
proviene de un caso fortuito. Por ejemplo si una piedra que es arrojada desde un campo impacta en el pasajero de
un tren la empresa de ferrocarriles deberá demostrar las circunstancias en la que se produjeron los daños, que en el
caso obedecen al dolo o culpa del extraño.

Quedan al margen del concepto de tercero extraño por quien no se debe responder: los daños del dependiente, los
daños de quienes sin ser dependientes tienen contacto con la cosa, el fabricante de un producto elaborado por
vicios de fabricación, el guardián de la cosa, menores de edad respecto de padres, los auxiliares, sistemas de ahorro
para determinados fines.

La carga no se presume, en consecuencia debe ser probada por quien la invoca.

CASO FORTUITO

ARTÍCULO 1730.- Caso fortuito. Fuerza mayor. Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha
podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime
de responsabilidad, excepto disposición en contrario.
Este Código emplea los términos “caso fortuito” y “fuerza mayor” como sinónimos.

En la esfera obligacional, el caso fortuito provoca dos consecuencias fundamentales: a) extingue la obligación por
imposibilidad sobrevenida y b) exime al deudor de responsabilidad por incumplimiento.

Para que el caso fortuito opere, el hecho debe ser: a) imprevisible, b) inevitable, c) actual, d) ajeno al presunto
responsable o al deudor, e) sobrevenido, f) obstáculo insuperable para el cumplimiento de la obligación.

SUPUESTOS DEL ARTÍCULO 1718

ARTÍCULO 1718.- Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho. Está justificado el
hecho que causa un daño:
a) en ejercicio regular de un derecho;
b) en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado, frente a una agresión
actual o inminente, ilícita y no provocada; el tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños como
consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena;
c) para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al agente o a un tercero, si el
peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla justificado únicamente si el mal que se evita es mayor
que el que se causa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo
considere equitativo.

Ejercicio regular de un derecho

ARTÍCULO 10.- Abuso del derecho. El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de una
obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines del ordenamiento
jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas costumbres.
El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica abusiva y,
si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización.

Estado de necesidad

Se discute sobre su naturaleza, si es una causa de justificación o una causa de inculpabilidad, pero el Código dio
por finalizada esta discusión considerando una causa de justificación, cuando el mal que se evita es mayor que el
que se causa.

Legítima defensa

Para que opere esta causa de justificación:


a) que exista una agresión ilegitima,
b) que la misma recaiga sobre la persona o bienes materiales o morales de quien se defiende,
c) el ataque debe ser actual y no meramente potencial,
d) el medio utilizado para impedir o rechazar la acción debe ser razonable; y
e) no debe haber existido provocación por parte de quien se defiende.

Sub-Eje Temático 2: FUNCIONES DEL DERECHO DE DAÑOS

RESARCITORIA

La reparación del daño, consiste en el “cumplimiento de una obligación a cargo del responsable y a favor del
damnificado, que tiene por objeto resarcir el daño injustamente causado a la victima-acreedor”.

Se trata del restablecimiento del equilibrio preexistente que fuera alterado por el elemento dañoso y el
cumplimiento de la justicia y la equidad.

ARTÍCULO 1740.- Reparación plena. La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de la
situación del damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima
puede optar por el reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o
abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o
la identidad personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes
pertinentes, a costa del responsable.

La norma reafirma el principio de la reparación plena o completa del daño, precisando que la indemnización puede
ser en dinero o en especie; la opción corresponde al deudor, y el límite es que ésta indemnización en dinero no
resulte abusiva o excesivamente onerosa.

MODOS DE REPARAR EL DAÑO: NATURA – ESPECIE

Tradicionalmente se reconocen tres formas distintas de cumplimiento de la obligación de reparar el daño:

a) Reparación específica o in natura, en el sentido de arreglo de la cosa dañada o mediante su sustitución por otra
igual.

b) Indemnización por equivalente, mediante la entrega de la cantidad de dinero correspondiente al daño sufrido.

c) Reparación en especie, mediante la entrega de bienes, cuyo valor equivalga al daño sufrido.

La reparación específica o in natura: consiste en la ejecución de una obligación (generalmente de hacer) que tiene
por finalidad la de volver las cosas al estado en que se hallaban antes de producirse el evento dañoso. Para que ello
pueda producirse, deberán existir las posibilidades materiales y jurídicas que lo permitan.

La reparación por equivalente: se traduce en la entrega de un equivalente a la víctima (normalmente pecuniario)


con entidad suficiente para la restauración del valor perjudicado.

PREVENTIVA

CONCEPTO. DEBER GENERAL DE NO DAÑAR.

ARTÍCULO 1710.- Deber de prevención del daño. Toda persona tiene el deber, en cuanto de ella dependa, de:
a) evitar causar un daño no justificado;
b) adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para evitar que se produzca un
daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero
sería responsable, tiene derecho a que éste le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a las
reglas del enriquecimiento sin causa;
c) no agravar el daño, si ya se produjo.

Queda establecido así, el deber, ahora jurídico de no dañar a otro es un deber positivo de actuar para prevenir la
ocurrencia de un daño.

Entre las notas sobresalientes de la norma se sienta específicamente el deber de evitar, causar o producir a las
personas o a las cosas un daño no justificado, y se consagra el deber general de diligencia de actuar o impedir su
agravamiento, todo esto sobre la base del principio de buena fe.

ACCIÓN PREVENTIVA PREVISTA EN EL CCC


ARTÍCULO 1711.- Acción preventiva. La acción preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica
hace previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la concurrencia de
ningún factor de atribución.

Finalidad y legitimados

La acción preventiva tiene como finalidad evitar los perjuicios o detener su continuidad si ya han comenzado a
producirse. Con esta acción se le reclama al juez que prohíba al demandado ocasionarle daños previsibles o que se
abstenga de continuar produciéndolos.
El que reclama la adopción de una medida preventiva se encuentra eximido de la carga de demostrar el factor de
atribución que puede ser subjetivo u objetivo.

Los legitimados para reclamar son quienes acreditan un interés razonable en la prevención del daño (art. 1712).

SANCIÓN PECUNIARIA DISUASORIA

Son sumas de dinero que los tribunales mandan a pagar a la víctima de ciertos ilícitos que se suman a las
indemnizaciones por daños y perjuicios realmente experimentado por el damnificado que están destinadas a punir
graves inconductas del demandado y a prevenir hechos similares en el futuro.

La doctrina propone -tanto en el derecho comparado como en el derecho argentino- la adopción de normas que
permitan la aplicación de penas privadas que condenen a pagar valores por encima de los daños y perjuicios, cuyo
destinatario puede ser el estado, organizaciones de bien público o el propio damnificado.

La pena privada tiene gran vinculación con la idea de prevención, pero también con la idea de punición y pleno
desmantelamiento de los efectos de los ilícitos. Dada la gravedad de estos últimos, requiere más que la
indemnización de los perjuicios causados.

La doctrina señala algunos supuestos:

Enriquecimiento injusto obtenido mediante el ilícito. En muchas ocasiones se propicia la aplicación de estas penas
privadas en supuestos en los cuales el dañador actúa deliberadamente con el objetivo de lograr un rédito a partir de
esa actividad.

Casos en los que la repercusión socialmente disvaliosa es superior al daño individualmente causado. Eso sucede
cuando un productor de bienes y servicios procede antijurídicamente generando múltiples microlesiones que, dado
el carácter extremadamente difuso, pueden afectar a muchísimas personas.

Afectación a derechos de incidencia colectiva: daño ambiental y discriminación arbitraria.

NOCIONES DEL ANTEPROYECTO DE 2012

El Anteproyecto del Código Civil y Comercial del año 2012 incluía una norma que establecía expresamente las tres
funciones del derecho de daños: resarcitoria, preventiva y sanción pecuniaria disuasiva (punitiva). Sin embargo el
Congreso limitó las funciones del derecho de daños a dos: preventiva y resarcitoria.

La norma establecía:

ARTÍCULO 1708.- Funciones de la responsabilidad. Las disposiciones de este Título son aplicables a la
prevención del daño, a su reparación, y a los supuestos en que sea admisible la sanción pecuniaria disuasiva.

ARTÍCULO 1714.- Sanción pecuniaria disuasiva. El juez tiene atribuciones para aplicar, a petición de parte, con
fines disuasivos, una sanción pecuniaria a quien actúa con grave menosprecio hacia los derechos de incidencia
colectiva. Pueden peticionarla los legitimados para defender dichos derechos. Su monto se fija prudencialmente,
tomando en consideración las circunstancias del caso, en especial la gravedad de la conducta del sancionado, su
repercusión social, los beneficios que obtuvo o pudo obtener, los efectos disuasivos de la medida, el patrimonio del
dañador, y la posible existencia de otras sanciones penales o administrativas.
La sanción tiene el destino que le asigne el juez por resolución fundada.

La función punitiva del derecho de daños estaba representada por la llamada sanción pecuniaria disuasiva, pero en
efecto, el Congreso de la Nación eliminó del Proyecto la figura de la sanción pecuniaria disuasiva al modificar el
texto del art. 1708, suprimir el anterior art. 1714 y proceder a mantener en lo esencial el texto del art. 1715
originario (referido a la punición excesiva), transformándolo en los actuales arts. 1714 y 1715.

El Dictamen de la Comisión Bicameral del Congreso de la Nación dice que “se elimina el instituto de la sanción
pecuniaria disuasiva del Proyecto, con el fin de que la autoridad de aplicación mantenga sus potestades, inhibiendo
a la autoridad jurisdiccional de resolver estas cuestiones”.
DAÑO PUNITIVO EN LA LEY DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR

ARTÍCULO 52 bis (Ley 24.240) Daño punitivo. Al proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o
contractuales con el consumidor, a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del
consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso,
independientemente de otras indemnizaciones que correspondan. Cuando más de un proveedor sea responsable
del incumplimiento responderán todos solidariamente ante el consumidor, sin perjuicio de las acciones de regreso
que les correspondan. La multa civil que se imponga no podrá superar el máximo de la sanción de multa prevista
en el art. 47, inc. b de esta ley.

La redacción es inapropiada y ateniéndonos al texto de la misma, el único requisito para que proceda la aplicación
de los daños punitivos sería la hipótesis de un incumplimiento de las obligaciones del proveedor, sin necesidad de
que haya mediado un factor subjetivo de atribución ni la existencia de un daño efectivo o un lucro experimentado
por el proveedor a raíz del evento. Ante estas flaquezas, la doctrina ha intentado salvar por vía interpretativa sus
deficiencias, aunque limitada obviamente por los confines de la deficiente norma.

Además del daño punitivo regulado en el régimen de consumo, existen otros tipos de sanciones punitivas:

a) Cláusula Penal: puede situar la pena en un valor superior al perjuicio real. Ese plus tiene carácter sancionador.

b) Intereses punitorios: tienen un componente sancionador indudable que es destinado al acreedor.

c) Astreintes: no constituyen en primera instancia una pena privativa, pero asumen tal carácter cuando son
liquidadas de manera definitiva.

Sub-Eje Temático 3: RESPONSABILIDAD DIRECTA

RESPONSABILIDAD POR EL HECHO PROPIO

CONCEPTO

En el Código derogado se hacía referencia a la responsabilidad por el hecho propio. En el Código actual bajo el
título Responsabilidad Directa se regula la hipótesis idéntica: cuando el daño es producido por la acción directa del
responsable. Es decir, quien ejecuta la conducta dañosa coincide con quien debe responder.

ARTÍCULO 1749.- Sujetos responsables. Es responsable directo quien incumple una obligación u ocasiona un
daño injustificado por acción u omisión.

La responsabilidad por el hecho propio puede ser objetiva o subjetiva. La responsabilidad es subjetiva cuando se ve
alcanzada por la presencia de culpabilidad probada o presumida en la conducta del agente. Es objetiva cuando se
fundamenta en un factor de atribución de tal naturaleza.
La figura de la responsabilidad directa, parte desde la capacidad como regla de las personas (conf. art. 22 del
CCC), en virtud de la cual, en principio todos somos responsables directos por nuestros hechos dañosos, salvo que
se demuestre la involuntariedad del acto, aunque, en este último supuesto, se podrá ser responsable en función de la
indemnización de equidad prevista en el art. 1750.

ARTÍCULO 1750.- Daños causados por actos involuntarios. El autor de un daño causado por un acto
involuntario responde por razones de equidad. Se aplica lo dispuesto en el artículo 1742.
El acto realizado por quien sufre fuerza irresistible no genera responsabilidad para su autor, sin perjuicio de la
que corresponde a título personal a quien ejerce esa fuerza.

RESPONSABILIDAD POR EL CÓMPLICE

PLURALIDAD DE RESPONSABLES

En caso de que en un hecho existan pluralidad de participes, la responsabilidad del cómplice surge del art. 1751.

ARTÍCULO 1751.- Pluralidad de responsables. Si varias personas participan en la producción del daño que tiene
una causa única, se aplican las reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas,
se aplican las reglas de las obligaciones concurrentes.

Cuando el daño es causado por dos o más personas el sistema de responsabilidad civil toma partido en beneficio de
quien sufre los perjuicios, si los mismos se produjeron por la violación directa de la obligación de no dañar, se
determina que cada uno de los agentes implicados es responsable por el todo (solidaridad).

El cómplice es solidario en la reparación de los daños porque claramente esta figura tiene un compromiso anterior
con el delito, conoce el hecho que se está por realizar, y aunque su cooperación sea menor que la del autor el
sistema equipara su responsabilidad en materia de responsabilidad civil.
En caso de que la participación plural de los sujetos sea por motivos distintos, la obligación que nace es de
naturaleza concurrente. Un ejemplo de esto sería el siniestro que ocurre en un accidente de tránsito que ocurre por
la culpa del chofer del rodado. Si en este caso el que paga la indemnización es el propietario porque su
responsabilidad por el hecho de la cosa, el mismo tiene acción contra el chofer (responsable directo) para que le
pague la indemnización de la que él se hizo cargo, en cambio si el que hubiese pagado es el chofer este no podría
accionar contra el propietario. Aquí la propiedad concurrente juega a favor del dueño.

Tenemos que tener en cuenta que tenemos dos tipos de eventos:

Obligación solidaria: pluralidad de responsable con causa única. El que pago puede repetir contra los que no
pagaron.

Obligación concurrente: pluralidad de causas. El que no tuvo la culpa puede repetir contra el responsable directo si
él se hizo cargo de la indemnización.

ARTÍCULO 1752 DEL CÓDIGO

ARTÍCULO 1752.- Encubrimiento. El encubridor responde en cuanto su cooperación ha causado daño.

El encubridor es el sujeto que nada ha prometido nada antes del hecho, pero que luego de la ejecución del mismo
ayuda a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse de la acción de ella, u omite denunciar estando
obligado a hacerlo (art. 277 Código Penal). Para que responda frente al damnificado, es menester analizar la
causalidad adecuada que aporta en la producción de los perjuicios.

Sub-Eje Temático 4: RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE TERCEROS.

Las hipótesis de responsabilidad civil por el hecho de terceros comprenden: el actuar de subordinados, hijos,
delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental, tutelado, curado y personas internadas.

RESPONSABILIDAD DEL DEPENDIENTE

CONCEPTO. NOCIONES.

ARTÍCULO 1753.- Responsabilidad del principal por el hecho del dependiente. El principal responde
objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o las personas de las cuales se sirve
para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el hecho dañoso acaece en ejercicio o con ocasión de las
funciones encomendadas.
La falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal.
La responsabilidad del principal es concurrente con la del dependiente.

Se entiende por dependiente “al que actúa bajo las órdenes y subordinación de otro, jurídica o fácticamente,
ocasional o transitoriamente, gratuita u onerosamente”.

No se tiene en cuenta la conducta del principal en el hecho, ya que ella es ajena al factor de atribución objetivo.
El factor de atribución objetivo en la responsabilidad del principal por el hecho del dependiente lo constituye la
garantía, esto es, que el principal garantiza que, si el dependiente causa un daño en ejercicio o con ocasión de las
funciones encomendadas, él responderá ante el damnificado, sin perjuicio de la responsabilidad civil directa del
propio agente dañoso.

Entre los requisitos para que se torne procedente esta responsabilidad, se encuentra:

1) el hecho ilícito del dependiente;


2) la existencia de relación de dependencia o subordinación amplia entre el principal y el subordinado;
3) la relación entre la función encomendada y el hecho dañoso;
4) la relación adecuada entre el evento y el daño;
5) el daño sufrido por un tercero.

El principal podrá eximirse de responsabilidad demostrando:

a) que no era su dependiente el que causó el daño;


b) que no existía entre él y éste relación de dependencia;
c) que no había vínculo entre la función encomendada y el daño, porque éste había sido ocasionado fuera del
ejercicio de la misma
d) que el perjuicio se debió a una causa ajena que interrumpió total o parcialmente el nexo adecuado de causalidad.
ARTÍCULO 1773.- Acción contra el responsable directo e indirecto. El legitimado tiene derecho a interponer su
acción, conjunta o separadamente, contra el responsable directo y el indirecto.

RESPONSABILIDAD DEL PADRE POR LOS HIJOS

CONCEPTO. NOCIONES.

ARTÍCULO 1754.- Hecho de los hijos. Los padres son solidariamente responsables por los daños causados por
los hijos que se encuentran bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la
responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos.

ARTÍCULO 1755.- Cesación de la responsabilidad paterna. La responsabilidad de los padres es objetiva, y cesa
si el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra persona, transitoria o permanentemente. No cesa en
el supuesto previsto en el artículo 643.
Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta circunstancia deriva de una
causa que les es atribuible.
Los padres no responden por los daños causados por sus hijos en tareas inherentes al ejercicio de su profesión o
de funciones subordinadas encomendadas por terceros. Tampoco responden por el incumplimiento de obligaciones
contractuales válidamente contraídas por sus hijos.

El fundamento de esta responsabilidad objetiva (en la que no interesa la conducta del legitimado pasivo) es la
garantía. Los padres garantizan que, al ocasionarse un daño por sus hijos, ellos responderán civilmente por el hecho
ajeno.
Son presupuestos de la responsabilidad objetiva de los progenitores por el hecho dañoso de sus hijos:

1) el hecho ilícito del hijo o, al menos, objetivamente antijurídico;


2) que el descendiente sea menor de edad, es decir, menor de 18 años;
3) que el menor se encuentre bajo la responsabilidad parental;
4) que el menor habite con el padre responsable, requiriéndose “convivencia” con los hijos (salvo el segundo
párrafo del art. 1755 (“Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva con ellos, si esta
circunstancia deriva de una causa que les es atribuible”100);
5) que entre el hecho del hijo y el daño a un tercero exista relación de causalidad.

La responsabilidad de los padres entre si es solidaria y no concurrente, debido a que ellos, sean de distinto o mismo
sexo, responden por una única causa fuente, esto es, por ser los progenitores del causante del perjuicio.
Pero la responsabilidad conjunta de los padres y del hijo causante del daño resulta concurrente frente al
damnificado, ya que aquéllos responden como progenitores por el hecho de su hijo -responsabilidad indirecta- y el
descendiente responde como tal -responsabilidad directa-.
Siendo la responsabilidad objetiva, los padres pueden eximirse total o parcialmente de responsabilidad
demostrando el hecho del damnificado (art. 1729), el caso fortuito (art. 1730) o el hecho de un tercero por quien no
deben responder (art. 1731).
Es por ello que los padres no pueden liberarse de responsabilidad civil demostrando su falta de culpa en el hecho,
pues se trata de una responsabilidad basada en un factor de atribución objetivo.

Sub-Eje Temático 5: RESPONSABILIDAD POR LA INTERVENCIÓN DE COSAS

Es importante hacer la distinción entre “hecho del hombre” y “hecho de la cosa”.

Nos encontramos frente al hecho del hombre cuando un agente es autor del hecho dañoso y no deja de ser tal
aunque haya utilizado instrumentos exteriores para el logro de sus fines, o cuando ha utilizado una cosa para causar
el daño, pero la misma fue un mero instrumento que obedeció pasivamente a su voluntad. Normalmente, esta
responsabilidad cae en el factor subjetivo de atribución por culpa.

RESPONSABILIDAD POR RIESGO O VICIO DE LA COSA

El hecho de la cosa es aquel en el cual el daño se produce por intervención activa de ella.
Algunos autores consideran que no debe mediar participación activa del hombre.
Podemos decir que nos encontramos frente al daño causado por una cosa cuando sea por su propio dinamismo o
por acción de fuerzas externas; el guardián pierde el control de la cosa, la cual no se comporta como un
instrumento pasivo ni obediente en sus manos. Un buen ejemplo de esto es la caldera que explota, causando daños
a terceros.

RESPONSABILIDAD POR ACTIVIDAD RIESGOSA

La actividad es riesgosa cuando en el desarrollo de operaciones o tareas se potencia la eventualidad dañosa por su
propia naturaleza (por ejemplo residuos peligrosos) o por las circunstancias de su realización (por ejemplo
espectáculos públicos).
Se incorpora la idea del “riesgo de empresa”, pues la actividad es vista como algo complejo, un proceso de
actividades conjuntas que conjuga elementos humanos, es decir, la intervención del hombre, como también
elementos mecánicos (maquinarias) y materiales (como pueden ser sustancias)

SUPUESTOS CONTEMPLADOS EN LOS ARTS. 1757 Y 1758 DEL CÓDIGO

ARTÍCULO 1757.- Hecho de las cosas y actividades riesgosas. Toda persona responde por el daño causado por
el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los
medios empleados o por las circunstancias de su realización.
La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el uso de la cosa o la
realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención.

Riesgo significa contingencia o proximidad de un daño.

Se debe entender como el vicio de la cosa, al defecto de fabricación, funcionamiento, conservación, o información
que la torna inepta para la función que debe cumplir por su naturaleza.

ARTÍCULO 1758.- Sujetos responsables. El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño causado
por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el uso, la dirección y el control de la
cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue usada
en contra de su voluntad expresa o presunta.
En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o
por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial.

La legitimación pasiva recae sobre quien genera, fiscaliza, supervisa, controla o potencia en forma autónoma la
actividad riesgosa. En la actividad riesgosa la legitimación pasiva es más amplia que en el riesgo creado, porque no
sólo involucra al dueño o guardián, sino a quien realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por si o por terceros,
excepto lo dispuesto en la legislación especial.

Eximentes son las del sistema de responsabilidad objetiva:

a) El uso de la cosa en contra de la voluntad (expresa o presunta) del dueño o guardián sólo configura una eximente
aplicable en materia de responsabilidad por actividades riesgosas cuando ese riesgo derive de la naturaleza de las
cosas utilizadas.

b) Acreditado que el daño fue causado por una actividad riesgosa y con relación causal adecuada, la causa
desconocida no exime.

c) Siendo la responsabilidad de naturaleza objetiva, no configura eximente la prueba de haber sido diligente
respecto de las condiciones que imponía la actividad.

Supuestos de aplicación:

a) Los accidentes de automotores, cualquiera sea su forma y modo de producción, quedan atrapados en el art. 1757,
de conformidad al art.1769.

b) La mayoría de los infortunios laborales son comprendidos por el riesgo de la actividad realizada.

c) La responsabilidad de los medios masivos de comunicación por informaciones agraviantes o inexactas es


alcanzada por la responsabilidad objetiva aquí analizada.

e) Los daños sufridos en espectáculos públicos deportivos, al igual que en otros tipos de espectáculos públicos
(conciertos, etc.), caen en la esfera de las actividades de las actividades riesgosas.

SUPUESTO PREVISTO POR LA LEY DE DEFENSA DEL CONSUMIDOR

DAÑO DIRECTO

La Ley de Defensa del Consumidor prevé en su art. 40 bis el daño directo considerándolo de la siguiente manera:

ARTÍCULO 40 bis.- Daño directo. El daño directo es todo perjuicio o menoscabo al derecho del usuario o
consumidor, susceptible de apreciación pecuniaria, ocasionado de manera inmediata sobre sus bienes o sobre su
persona, como consecuencia de la acción u omisión del proveedor de bienes o del prestador de servicios.
Los organismos de aplicación, mediante actos administrativos, fijarán las indemnizaciones para reparar los daños
materiales sufridos por el consumidor en los bienes objeto de la relación de consumo.
Esta facultad sólo puede ser ejercida por organismos de la administración que reúnan los siguientes requisitos:
a) la norma de creación les haya concedido facultades para resolver conflictos entre particulares y la
razonabilidad del objetivo económico tenido en cuenta para otorgarles esa facultad es manifiesta;
b) estén dotados de especialización técnica, independencia e imparcialidad indubitadas;
c) sus decisiones estén sujetas a control judicial amplio y suficiente.
Este artículo no se aplica a las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos del consumidor, su
integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas, las que resultan de la interferencia
en su proyecto de vida ni, en general, a las consecuencias no patrimoniales.

Sub-Eje Temático 6: RESPONSABILIDADES ESPECIALES

RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO

REGULACION DEL CÓDIGO CIVIL

ARTÍCULO 1765.- Responsabilidad del Estado. La responsabilidad del Estado se rige por las normas y principios
del derecho administrativo nacional o local según corresponda.

Por lo tanto cada provincia e incluso cada municipalidad podrían regular su propia responsabilidad patrimonial. El
Código no es aplicado ni siquiera subsidiariamente.

LEY DE RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO. LEY 26944.

La ley que rige la responsabilidad del Estado es la ley 26944 que fija estos lineamientos principales:

Rige la responsabilidad del Estado por los daños producidos por su actividad o inactividad.

La responsabilidad del Estado es objetiva y directa.

El Código Civil no es aplicable a la responsabilidad del Estado ni directa ni subsidiariamente.

La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el Estado, sus agentes y funcionarios.

El Estado no responde por los daños ocurridos por caso fortuito o fuerza mayor.

El Estado no responde cuando el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un tercero por quien el Estado no
debe responder.

Requisitos de la responsabilidad del Estado por actividad e inactividad ilegítima:


a) Daño cierto;
b) factor de atribución al órgano estatal;
c) relación de causalidad;
d) falta de servicio consistente en una actuación u omisión irregular de parte del Estado.

Requisitos de la responsabilidad estatal por actividad legítima:


a) Daño cierto y actual;
b) factor de atribución a un órgano estatal;
c) relación de causalidad;
d) ausencia de deber jurídico de soportar el daño;
e) sacrificio especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la comunidad,
configurado por la afectación de un derecho adquirido.

Responsabilidad del Estado por actividad legítima: es de carácter excepcional. No procede la reparación del lucro
cesante.

Los daños causados por la actividad judicial legítima del Estado no generan derecho a indemnización.

El Estado no debe responder por los perjuicios ocasionados por los concesionarios o contratistas de los servicios
públicos.

Plazo para demandar al Estado por responsabilidad extracontractual: tres (3) años.

Responsabilidad de los funcionarios y agentes públicos: Son responsables por los daños que causen cuando
incurran en culpa o dolo. La pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres (3)
años.

La responsabilidad contractual del Estado se rige por lo dispuesto en las normas específicas. En ausencia de
regulación se aplica la ley administrativa.
La ley administrativa no es aplicable al Estado en su carácter de empleador.

RESPONSABILIDAD EN LAS PROFESIONES LIBERALES

CONCEPTO

El profesional liberal reúne las siguientes características:


a) Es una persona física.
b) Cuenta con un título universitario.
c) Debe matricularse ante un colegio profesional que controla el ejercicio de la profesión.
d) Goza de autonomía científica y técnica.

ARTÍCULO 1768 DEL CÓDIGO CIVIL

ARTÍCULO 1768.- Profesionales liberales. La actividad del profesional liberal está sujeta a las reglas de las
obligaciones de hacer. La responsabilidad es subjetiva, excepto que se haya comprometido un resultado concreto.
Cuando la obligación de hacer se preste con cosas, la responsabilidad no está comprendida en la Sección 7a, de
este Capítulo, excepto que causen un daño derivado de su vicio. La actividad del profesional liberal no está
comprendida en la responsabilidad por actividades riesgosas previstas en el artículo 1757.

a) Se rigen por las obligaciones de hacer.


b) La responsabilidad es subjetiva (culpa).
c) Cuando el profesional se comprometió a lograr un resultado y no lo concreto la responsabilidad es objetiva.
d) La responsabilidad del profesional no está comprendida por la responsabilidad de actividades riesgosas.

RESPONSABILIDAD POR DAÑOS EN AUTOMOTORES

En general en los accidentes de tránsito existe una intervención protagónica del hombre, una participación directa e
inmediata en su producción, no sólo de los conductores sino también de los peatones.
Es por ello que el Código Civil dedica un artículo específico al tema de accidentes de tránsito.

ARTÍCULO 1769.- Accidentes de tránsito. Los artículos referidos a la responsabilidad derivada de la


intervención de cosas se aplican a los daños causados por la circulación de vehículos.

La remisión efectuada por la norma implica que en los accidentes de automotores es de aplicación la
responsabilidad objetiva prevista en los arts. 1757 y 1758.

Las causales de eximición de responsabilidad:


a) hecho de la víctima (art. 1729);
b) hecho del tercero asimilable al caso fortuito (art. 1731);
c) uso contra la voluntad expresa o presunta del dueño (art.1758);
d) caso fortuito extraño al riesgo propio de la cosa (art. 1733, inc. e).

En cuanto a la prueba, el accidente no se presume, y la prueba de la causalidad recae sobre quien la invoca. La
prueba de las eximentes está en cabeza del dueño o guardián. Toda la elaboración jurisprudencial de la
responsabilidad por automotores, bajo la vigencia del código sustituido, sigue siendo de aplicación.

Legitimados pasivos

Son responsables el dueño y el guardián del automotor. Por dueño, en materia de automotores, debe entenderse al
titular inscripto, quien si no efectuó la transferencia deberá haber realizado la denuncia de venta, o al menos
acreditar fehacientemente la transferencia de la guarda (es una cosa mueble registrable).

Otros legitimados pasivos

a) El conductor del vehículo. La obligación de resarcir cae sobre quien conducía el automóvil al momento de
producirse el daño. Es considerado responsable directo, siendo el factor de atribución objetivo pues desarrolla una
actividad riesgosa (art. 1757).

b) Responsables por el hecho ajeno. Responsabilidad del principal por el dependiente y la responsabilidad de los
padres, tutores y curadores por los daños causados por los menores de edad sujetos a patria potestad, etc. En estos
casos se responde aun cuando los terceros hayan efectuado la conducción del vehículo.

c) La responsabilidad del titular registral del automotor en la Ley 22977.

d) El asegurador. El asegurador puede ver comprometida su responsabilidad en aquellos accidentes en los cuales el
conductor, el principal, el dueño o el guardián de la cosa se encuentren acaparado por una relación de seguro que
cubra la responsabilidad civil por daños a terceros.
RESPONSABILIDAD COLECTIVA

Existe responsabilidad colectiva cuando la víctima que sufre daños no sabe quien fue su autor, pero sabe a qué
grupo pertenecía.

Debido a la dificultad probatoria que se presenta, el sistema jurídico opta por consagrar la responsabilidad de los
que integran el grupo, de manera de no dejar sola a la víctima.

La responsabilidad involucra supuestos dañosos de autoría individual no identificada, y se llega a la


responsabilidad del grupo porque el autor permanece en el anonimato frustrando su imputación.

SUPUESTOS CONTEMPLADOS EN LOS ARTÍCULOS 1760, 1761 Y 1762 DEL CÓDIGO CIVIL

ARTÍCULO 1760.- Cosa suspendida o arrojada. Si de una parte de un edificio cae una cosa, o si ésta es
arrojada, los dueños y ocupantes de dicha parte responden solidariamente por el daño que cause. Sólo se libera
quien demuestre que no participó en su producción.

ARTÍCULO 1761.- Autor anónimo. Si el daño proviene de un miembro no identificado de un grupo determinado
responden solidariamente todos sus integrantes, excepto aquel que demuestre que no ha contribuido a su
producción.

ARTÍCULO 1762.- Actividad peligrosa de un grupo. Si un grupo realiza una actividad peligrosa para terceros,
todos sus integrantes responden solidariamente por el daño causado por uno o más de sus miembros. Sólo se
libera quien demuestra que no integraba el grupo.

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