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AMORIS’ LAETITIA’ María, son exhortadas a vivir con coraje y serenidad sus

desafíos familiares, tristes y entusiasmantes, y a


custodiar y meditar en el corazón las maravillas de Dios
(cf. Lc 2,19.51). En el tesoro del corazón de María están
Este es el resumen de la también todos los acontecimientos de cada una de
Exhortación Apostólica nuestras familias, que ella conserva cuidadosamente.
Amoris’ Laetitia’ del Por eso puede ayudarnos a interpretarlos para
Papa Francisco reconocer en la historia familiar el mensaje de Dios.
El escrito firmado por el Capítulo segundo: Realidad y desafíos de las familias
Papa contiene nueve
puntos que tratan la Los cristianos no podemos renunciar a proponer el
realidad de la familia y matrimonio con el fin de no contradecir la sensibilidad
supone la conclusión a actual, para estar a la moda, o por sentimientos de
los Sínodos de la inferioridad frente al descalabro moral y humano.
Familia de 2014 y 2015. Estaríamos privando al mundo de los valores que
Por su interés les ofrecemos un resumen de Amoris podemos y debemos aportar. Es verdad que no tiene
Laetitia. sentido quedarnos en una denuncia retórica de los
males actuales, como si con eso pudiéramos cambiar
Capítulo primero: “A la luz de la Palabra”
algo. Tampoco sirve pretender imponer normas por la
Esta Exhortación adquiere un sentido especial en el fuerza de la autoridad. Nos cabe un esfuerzo más
contexto de este Año Jubilar de la Misericordia. En responsable y generoso, que consiste en presentar las
primer lugar, porque la entiendo como una propuesta razones y las motivaciones para optar por el
para las familias cristianas, que las estimule a valorar matrimonio y la familia, de manera que las personas
los dones del matrimonio y de la familia, y a sostener estén mejor dispuestas a responder a la gracia que Dios
un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, les ofrece.
el compromiso, la fidelidad o la paciencia. En segundo Debemos agradecer que la mayor parte de la gente
lugar, porque procura alentar a todos para que sean valora las relaciones familiares que quieren
signos de misericordia y cercanía allí donde la vida permanecer en el tiempo y que aseguran el respeto al
familiar no se realiza perfectamente o no se desarrolla otro. Por eso, se aprecia que la Iglesia ofrezca espacios
con paz y gozo.
de acompañamiento y asesoramiento sobre cuestiones
Actual depende del apoyo de lectores como tú para relacionadas con el crecimiento del amor, la
seguir defendiendo la cultura de la vida, la familia y las superación de los conflictos o la educación de los hijos.
libertades. Muchos estiman la fuerza de la gracia que
experimentan en la Reconciliación sacramental y en la
La Biblia considera también a la familia como la sede de Eucaristía, que les permite sobrellevar los desafíos del
la catequesis de los hijos. Eso brilla en la descripción de matrimonio y la familia. En algunos países,
la celebración pascual (cf. Ex 12,26-27; Dt 6,20-25), y especialmente en distintas partes de África, el
luego fue explicitado en la haggadah judía, o sea, en la secularismo no ha logrado debilitar algunos valores
narración dialógica que acompaña el rito de la cena tradicionales, y en cada matrimonio se produce una
pascual. fuerte unión entre dos familias ampliadas, donde
todavía se conserva un sistema bien definido de
Los padres tienen el deber de cumplir con seriedad su gestión de conflictos y dificultades. En el mundo actual
misión educadora, como enseñan a menudo los sabios también se aprecia el testimonio de los matrimonios
bíblicos (cf. Pr 3,11-12; 6,20- 22; 13,1; 22,15; 23,13-14; que no sólo han perdurado en el tiempo, sino que
29,17). Los hijos están llamados a acoger y practicar el siguen sosteniendo un proyecto común y conservan el
mandamiento: «Honra a tu padre y a tu madre» (Ex afecto. Esto abre la puerta a una pastoral positiva,
20,12), donde el verbo «honrar» indica el acogedora, que posibilita una profundización gradual
cumplimiento de los compromisos familiares y sociales de las exigencias del Evangelio.
en su plenitud, sin descuidarlos con excusas religiosas
(cf. Mc 7,11-13). En efecto, «el que honra a su padre Nadie puede pensar que debilitar a la familia como
expía sus pecados, el que respeta a su madre acumula sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que
tesoros» (Si 3,3-4). favorece a la sociedad. Ocurre lo contrario: perjudica la
maduración de las personas, el cultivo de los valores
Ante cada familia se presenta el icono de la familia de comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y de
Nazaret, con su cotidianeidad hecha de cansancios y los pueblos. Ya no se advierte con claridad que sólo la
hasta de pesadillas, como cuando tuvo que sufrir la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una
incomprensible violencia de Herodes, experiencia que
mujer cumple una función social plena, por ser un
se repite trágicamente todavía hoy en tantas familias
compromiso estable y por hacer posible la fecundidad.
de prófugos desechados e inermes. Como los magos,
Debemos reconocer la gran variedad de situaciones
las familias son invitadas a contemplar al Niño y a la
familiares que pueden brindar cierta estabilidad, pero
Madre, a postrarse y a adorarlo (cf. Mt 2,11). Como
las uniones de hecho o entre personas del mismo sexo,
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por ejemplo, no pueden equipararse sin más al adolescente. Y luego, penetrar en los treinta largos
matrimonio. Ninguna unión precaria o cerrada a la años donde Jesús se ganaba el pan trabajando con sus
comunicación de la vida nos asegura el futuro de la manos, susurrando la oración y la tradición creyente de
sociedad. Pero ¿quiénes se ocupan hoy de fortalecer su pueblo y educándose en la fe de sus padres, hasta
los matrimonios, de ayudarles a superar los riesgos que hacerla fructificar en el misterio del Reino. Este es el
los amenazan, de acompañarlos en su rol educativo, de misterio de la Navidad y el secreto de Nazaret, lleno de
estimular la estabilidad de la unión conyugal? perfume a familia. Es el misterio que tanto fascinó a
Francisco de Asís, a Teresa del Niño Jesús y a Carlos de
Otro desafío surge de diversas formas de una ideología, Foucauld, del cual beben también las familias cristianas
genéricamente llamada gender, que «niega la para renovar su esperanza y su alegría.
diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de
mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de El sacramento del matrimonio no es una convención
sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia. social, un rito vacío o el mero signo externo de un
Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices compromiso. El sacramento es un don para la
legislativas que promueven una identidad personal y santificación y la salvación de los esposos, porque «su
una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de recíproca pertenencia es representación real,
la diversidad biológica entre hombre y mujer. La mediante el signo sacramental, de la misma relación de
identidad humana viene determinada por una opción Cristo con la Iglesia. Los esposos son por tanto el
individualista, que también cambia con el tiempo». Es recuerdo permanente para la Iglesia de lo que acaeció
inquietante que algunas ideologías de este tipo, que en la cruz; son el uno para el otro y para los hijos,
pretenden responder a ciertas aspiraciones a veces testigos de la salvación, de la que el sacramento les
comprensibles, procuren imponerse como un hace partícipes».
pensamiento único que determine incluso la educación
de los niños. No hay que ignorar que «el sexo biológico El matrimonio es en primer lugar una «íntima
(sex) y el papel sociocultural del sexo (gender), se comunidad conyugal de vida y amor», que constituye
pueden distinguir, pero no separar». Por otra parte, un bien para los mismos esposos, y la sexualidad «está
«la revolución biotecnológica en el campo de la ordenada al amor conyugal del hombre y la mujer». Por
procreación humana ha introducido la posibilidad de eso, también «los esposos a los que Dios no ha
manipular el acto generativo, convirtiéndolo en concedido tener hijos pueden llevar una vida conyugal
independiente de la relación sexual entre hombre y plena de sentido, humana y cristianamente». No
mujer. De este modo, la vida humana, así como la obstante, esta unión está ordenada a la generación
paternidad y la maternidad, se han convertido en «por su propio carácter natural». El niño que llega «no
realidades componibles y descomponibles, sujetas viene de fuera a añadirse al amor mutuo de los
principalmente a los deseos de los individuos o de las esposos; brota del corazón mismo de ese don
parejas». Una cosa es comprender la fragilidad humana recíproco, del que es fruto y cumplimiento». No
o la complejidad de la vida, y otra cosa es aceptar aparece como el final de un proceso, sino que está
ideologías que pretenden partir en dos los aspectos presente desde el inicio del amor como una
inseparables de la realidad. No caigamos en el pecado característica esencial que no puede ser negada sin
de pretender sustituir al Creador. Somos creaturas, no mutilar al mismo amor. Desde el comienzo, el amor
somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe rechaza todo impulso de cerrarse en sí mismo, y se abre
ser recibido como don. Al mismo tiempo, somos a una fecundidad que lo prolonga más allá de su propia
llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso existencia. Entonces, ningún acto genital de los
significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido esposos puede negar este significado, aunque por
creada. diversas razones no siempre pueda de hecho
engendrar una nueva vida.
Capítulo tercero: La mirada puesta en Jesús: Vocación
de la familia En este contexto, no puedo dejar de decir que, si la
familia es el santuario de la vida, el lugar donde la vida
La encarnación del Verbo en una familia humana, en es engendrada y cuidada, constituye una contradicción
Nazaret, conmueve con su novedad la historia del lacerante que se convierta en el lugar donde la vida es
mundo. Necesitamos sumergirnos en el misterio del negada y destrozada. Es tan grande el valor de una vida
nacimiento de Jesús, en el sí de María al anuncio del humana, y es tan inalienable el derecho a la vida del
ángel, cuando germinó la Palabra en su seno; también niño inocente que crece en el seno de su madre, que
en el sí de José, que dio el nombre a Jesús y se hizo de ningún modo se puede plantear como un derecho
cargo de María; en la fiesta de los pastores junto al sobre el propio cuerpo la posibilidad de tomar
pesebre, en la adoración de los Magos; en fuga a decisiones con respecto a esa vida, que es un fin en sí
Egipto, en la que Jesús participa en el dolor de su misma y que nunca puede ser un objeto de dominio de
pueblo exiliado, perseguido y humillado; en la religiosa otro ser humano.
espera de Zacarías y en la alegría que acompaña el
nacimiento de Juan el Bautista, en la promesa cumplida Capítulo cuarto: El amor en el matrimonio
para Simeón y Ana en el templo, en la admiración de Pero el mismo santo Tomás de Aquino ha explicado
los doctores de la ley escuchando la sabiduría de Jesús que «pertenece más a la caridad querer amar que
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querer ser amado» y que, de hecho, «las madres, que corazón». Es algo que se conquista, ya que todo ser
son las que más aman, buscan más amar que ser humano «debe aprender con perseverancia y
amadas». Por eso, el amor puede ir más allá de la coherencia lo que es el significado del cuerpo». La
justicia y desbordarse gratis, «sin esperar nada a sexualidad no es un recurso para gratificar o
cambio» (Lc 6,35), hasta llegar al amor más grande, que entretener, ya que es un lenguaje interpersonal donde
es «dar la vida» por los demás ( Jn 15,13). ¿Todavía es el otro es tomado en serio, con su sagrado e inviolable
posible este desprendimiento que permite dar gratis y valor. Así, «el corazón humano se hace partícipe, por
dar hasta el fin? Seguramente es posible, porque es lo decirlo así, de otra espontaneidad».
que pide el Evangelio: «Lo que habéis recibido gratis,
dadlo gratis» (Mt 10,8). Capítulo quinto: Amor que se vuelve fecundo

El Evangelio invita más bien a mirar la viga en el propio El amor siempre da vida. Por eso, el amor conyugal «no
ojo (cf. Mt 7,5), y los cristianos no podemos ignorar la se agota dentro de la pareja […] Los cónyuges, a la vez
constante invitación de la Palabra de Dios a no que se dan entre sí, dan más allá de sí mismos la
alimentar la ira: «No te dejes vencer por el mal» (Rm realidad del hijo, reflejo viviente de su amor, signo
12,21). «No nos cansemos de hacer el bien» (Ga 6,9). permanente de la unidad conyugal y síntesis viva e
Una cosa es sentir la fuerza de la agresividad que brota inseparable del padre y de la madre».
y otra es consentirla, dejar que se convierta en una A cada mujer embarazada quiero pedirle con afecto:
actitud permanente: «Si os indignáis, no llegareis a Cuida tu alegría, que nada te quite el gozo interior de
pecar; que la puesta del sol no os sorprenda en vuestro la maternidad. Ese niño merece tu alegría. No permitas
enojo» (Ef 4,26). Por ello, nunca hay que terminar el día que los miedos, las preocupaciones, los comentarios
sin hacer las paces en la familia. Y, «¿cómo debo hacer ajenos o los problemas apaguen esa felicidad de ser
las paces? ¿Ponerme de rodillas? ¡No! Sólo un pequeño instrumento de Dios para traer una nueva vida al
gesto, algo pequeño, y vuelve la armonía familiar. mundo. Ocúpate de lo que haya que hacer o preparar,
Basta una caricia, sin palabras. Pero nunca terminar el pero sin obsesionarte, y alaba como María: «Proclama
día en familia sin hacer las paces». mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en
Cuando hemos sido ofendidos o desilusionados, el Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de
perdón es posible y deseable, pero nadie dice que sea su sierva» (Lc 1,46-48). Vive ese sereno entusiasmo en
fácil. La verdad es que «la comunión familiar puede ser medio de tus molestias, y ruega al Señor que cuide tu
conservada y perfeccionada sólo con un gran espíritu alegría para que puedas transmitirla a tu niño.
de sacrificio. Exige, en efecto, una pronta y generosa Todo niño tiene derecho a recibir el amor de una madre
disponibilidad de todos y cada uno a la comprensión, a y de un padre, ambos necesarios para su maduración
la tolerancia, al perdón, a la reconciliación. Ninguna íntegra y armoniosa. Como dijeron los Obispos de
familia ignora que el egoísmo, el desacuerdo, las Australia, ambos «contribuyen, cada uno de una
tensiones, los conflictos atacan con violencia y a veces manera distinta, a la crianza de un niño. Respetar la
hieren mortalmente la propia comunión: de aquí las dignidad de un niño significa afirmar su necesidad y
múltiples y variadas formas de división en la vida derecho natural a una madre y a un padre». No se trata
familiar». sólo del amor del padre y de la madre por separado,
El matrimonio es un signo precioso, porque «cuando sino también del amor entre ellos, percibido como
un hombre y una mujer celebran el sacramento del fuente de la propia existencia, como nido que acoge y
matrimonio, Dios, por decirlo así, se “refleja” en ellos, como fundamento de la familia. De otro modo, el hijo
imprime en ellos los propios rasgos y el carácter parece reducirse a una posesión caprichosa. Ambos,
indeleble de su amor. El matrimonio es la imagen del varón y mujer, padre y madre, son «cooperadores del
amor de Dios por nosotros. También Dios, en efecto, es amor de Dios Creador y en cierta manera sus
comunión: las tres Personas del Padre, Hijo y Espíritu intérpretes». Muestran a sus hijos el rostro materno y
Santo viven desde siempre y para siempre en unidad el rostro paterno del Señor.
perfecta. Y es precisamente este el misterio del San Juan Pablo II nos invitó a prestar atención al lugar
matrimonio: Dios hace de los dos esposos una sola del anciano en la familia, porque hay culturas que,
existencia». Esto tiene consecuencias muy concretas y «como consecuencia de un desordenado desarrollo
cotidianas, porque los esposos, «en virtud del industrial y urbanístico, han llevado y siguen llevando a
sacramento, son investidos de una auténtica misión, los ancianos a formas inaceptables de marginación».
para que puedan hacer visible, a partir de las cosas Los ancianos ayudan a percibir «la continuidad de las
sencillas, ordinarias, el amor con el que Cristo ama a su generaciones», con «el carisma de servir de puente».
Iglesia, que sigue entregando la vida por ella». Muchas veces son los abuelos quienes aseguran la
A quienes temen que en la educación de las pasiones y transmisión de los grandes valores a sus nietos, y
de la sexualidad se perjudique la espontaneidad del «muchas personas pueden reconocer que deben
amor sexuado, san Juan Pablo II les respondía que el precisamente a sus abuelos la iniciación a la vida
ser humano «está llamado a la plena y madura cristiana».
espontaneidad de las relaciones», que «es el fruto
gradual del discernimiento de los impulsos del propio
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Capítulo sexto: Algunas perspectivas pastorales Pero no hay que dejar de invitar a crear espacios
semanales de oración familiar, porque «la familia que
Invito a las comunidades cristianas a reconocer que reza unida permanece unida».
acompañar el camino de amor de los novios es un bien
para ellas mismas. Como bien dijeron los Obispos de La historia de una familia está surcada por crisis de
Italia, los que se casan son para su comunidad cristiana todo tipo, que también son parte de su dramática
«un precioso recurso, porque, empeñándose con belleza. Hay que ayudar a descubrir que una crisis
sinceridad para crecer en el amor y en el don recíproco, superada no lleva a una relación con menor intensidad
pueden contribuir a renovar el tejido mismo de todo el sino a mejorar, asentar y madurar el vino de la unión.
cuerpo eclesial: la particular forma de amistad que No se convive para ser cada vez menos felices, sino
ellos viven puede volverse contagiosa, y hacer crecer para aprender a ser felices de un modo nuevo, a partir
en la amistad y en la fraternidad a la comunidad de las posibilidades que abre una nueva etapa. Cada
cristiana de la cual forman parte». Hay diversas crisis implica un aprendizaje que permite incrementar
maneras legítimas de organizar la preparación próxima la intensidad de la vida compartida, o al menos
al matrimonio, y cada Iglesia local discernirá lo que sea encontrar un nuevo sentido a la experiencia
mejor, procurando una formación adecuada que al matrimonial. De ningún modo hay que resignarse a una
mismo tiempo no aleje a los jóvenes del sacramento. curva descendente, a un deterioro inevitable, a una
soportable mediocridad. Al contrario, cuando el
A veces, los novios no perciben el peso teológico y matrimonio se asume como una tarea, que implica
espiritual del consentimiento, que ilumina el también superar obstáculos, cada crisis se percibe
significado de todos los gestos posteriores. Hace falta como la ocasión para llegar a beber juntos el mejor
destacar que esas palabras no pueden ser reducidas al vino. Es bueno acompañar a los cónyuges para que
presente; implican una totalidad que incluye el futuro: puedan aceptar las crisis que lleguen, tomar el guante
«hasta que la muerte los separe». El sentido del y hacerles un lugar en la vida familiar.
consentimiento muestra que «libertad y fidelidad no se
oponen, más bien se sostienen mutuamente, tanto en Los Padres indicaron que «un discernimiento particular
las relaciones interpersonales, como en las sociales. es indispensable para acompañar pastoralmente a los
Efectivamente, pensemos en los daños que producen, separados, los divorciados, los abandonados. Hay que
en la civilización de la comunicación global, la inflación acoger y valorar especialmente el dolor de quienes han
de promesas incumplidas […] El honor de la palabra sufrido injustamente la separación, el divorcio o el
dada, la fidelidad a la promesa, no se pueden comprar abandono, o bien, se han visto obligados a romper la
ni vender. No se pueden imponer con la fuerza, pero convivencia por los maltratos del cónyuge. El perdón
tampoco custodiar sin sacrificio». por la injusticia sufrida no es fácil, pero es un camino
que la gracia hace posible. De aquí la necesidad de una
Tenemos que reconocer como un gran valor que se pastoral de la reconciliación y de la mediación, a través
comprenda que el matrimonio es una cuestión de de centros de escucha especializados que habría que
amor, que sólo pueden casarse los que se eligen establecer en las diócesis». Al mismo tiempo, «hay que
libremente y se aman. No obstante, cuando el amor se alentar a las personas divorciadas que no se han vuelto
convierte en una mera atracción o en una afectividad a casar —que a menudo son testigos de la fidelidad
difusa, esto hace que los cónyuges sufran una matrimonial— a encontrar en la Eucaristía el alimento
extraordinaria fragilidad cuando la afectividad entra en que las sostenga en su estado. La comunidad local y los
crisis o cuando la atracción física decae. Dado que estas pastores deben acompañar a estas personas con
confusiones son frecuentes, se vuelve imprescindible solicitud, sobre todo cuando hay hijos o su situación de
acompañar en los primeros años de la vida matrimonial pobreza es grave».
para enriquecer y profundizar la decisión consciente y
libre de pertenecerse y de amarse hasta el fin. A las personas divorciadas que viven en nueva unión,
es importante hacerles sentir que son parte de la
El acompañamiento debe alentar a los esposos a ser Iglesia, que «no están excomulgadas» y no son tratadas
generosos en la comunicación de la vida. «De acuerdo como tales, porque siempre integran la comunión
con el carácter personal y humanamente completo del eclesial. Estas situaciones «exigen un atento
amor conyugal, el camino adecuado para la discernimiento y un acompañamiento con gran
planificación familiar presupone un diálogo consensual respeto, evitando todo lenguaje y actitud que las haga
entre los esposos, el respeto de los tiempos y la sentir discriminadas, y promoviendo su participación
consideración de la dignidad de cada uno de los en la vida de la comunidad. Para la comunidad
miembros de la pareja. En este sentido, es preciso cristiana, hacerse cargo de ellos no implica un
redescubrir el mensaje de la Encíclica Humanae vitae debilitamiento de su fe y de su testimonio acerca de la
(cf. 10-14) y la Exhortación apostólica Familiaris indisolubilidad matrimonial, es más, en ese cuidado
consortio (cf. 14; 28-35) para contrarrestar una expresa precisamente su caridad».
mentalidad a menudo hostil a la vida.
En el curso del debate sobre la dignidad y la misión de
Los pastores debemos alentar a las familias a crecer en la familia, los Padres sinodales han hecho notar que los
la fe. Para ello es bueno animar a la confesión proyectos de equiparación de las uniones entre
frecuente, la dirección espiritual, la asistencia a retiros. personas homosexuales con el matrimonio, «no existe
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ningún fundamento para asimilar o establecer sofisticadas. Cuando son bien utilizadas pueden ser
analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones útiles para conectar a los miembros de la familia a
homosexuales y el designio de Dios sobre el pesar de la distancia. Los contactos pueden ser
matrimonio y la familia […] Es inaceptable que las frecuentes y ayudar a resolver dificultades. Pero debe
iglesias locales sufran presiones en esta materia y que quedar claro que no sustituyen ni reemplazan la
los organismos internacionales condicionen la ayuda necesidad del diálogo más personal y profundo que
financiera a los países pobres a la introducción de leyes requiere del contacto físico, o al menos de la voz de la
que instituyan el “matrimonio” entre personas del otra persona.
mismo sexo».
El Concilio Vaticano II planteaba la necesidad de «una
Capítulo séptimo: La educación de los hijos positiva y prudente educación sexual» que llegue a los
niños y adolescentes «conforme avanza su edad» y
Los padres siempre inciden en el desarrollo moral de «teniendo en cuenta el progreso de la psicología, la
sus hijos, para bien o para mal. Por consiguiente, lo más pedagogía y la didáctica». Deberíamos preguntarnos si
adecuado es que acepten esta función inevitable y la nuestras instituciones educativas han asumido este
realicen de un modo consciente, entusiasta, razonable desafío. Es difícil pensar la educación sexual en una
y apropiado. época en que la sexualidad tiende a banalizarse y a
Aunque los padres necesitan de la escuela para empobrecerse. Sólo podría entenderse en el marco de
asegurar una instrucción básica de sus hijos, nunca una educación para el amor, para la donación mutua.
pueden delegar completamente su formación moral. El De esa manera, el lenguaje de la sexualidad no se ve
desarrollo afectivo y ético de una persona requiere de tristemente empobrecido, sino iluminado.
una experiencia fundamental: creer que los propios Una educación sexual que cuide un sano pudor tiene
padres son dignos desconfianza. Esto constituye una un valor inmenso, aunque hoy algunos consideren que
responsabilidad educativa: generar confianza en los es una cuestión de otras épocas. Es una defensa natural
hijos con el afecto y el testimonio, inspirar en ellos un de la persona que resguarda su interioridad y evita ser
amoroso respeto. Cuando un hijo ya no siente que es convertida en un puro objeto. Sin el pudor, podemos
valioso para sus padres, aunque sea imperfecto, o no reducir el afecto y la sexualidad a obsesiones que nos
percibe que ellos tienen una preocupación sincera por concentran sólo en la genitalidad, en morbosidades
él, eso crea heridas profundas que originan muchas que desfiguran nuestra capacidad de amar y en
dificultades en su maduración. Esa ausencia, ese diversas formas de violencia sexual que nos llevan a ser
abandono afectivo, provoca un dolor más íntimo que tratados de modo inhumano o a dañar a otros.
una eventual corrección que reciba por una mala
acción. Con frecuencia la educación sexual se concentra en la
invitación a «cuidarse», procurando un «sexo seguro».
La libertad es algo grandioso, pero podemos echarla a Esta expresión transmite una actitud negativa hacia la
perder. La educación moral es un cultivo de la libertad finalidad procreativa natural de la sexualidad, como si
a través de propuestas, motivaciones, aplicaciones un posible hijo fuera un enemigo del cual hay que
prácticas, estímulos, premios, ejemplos, modelos, protegerse. Así se promueve la agresividad narcisista
símbolos, reflexiones, exhortaciones, revisiones del en lugar de la acogida. Es irresponsable toda invitación
modo de actuar y diálogos que ayuden a las personas a a los adolescentes a que jueguen con sus cuerpos y
desarrollar esos principios interiores estables que deseos, como si tuvieran la madurez, los valores, el
mueven a obrar espontáneamente el bien. La virtud es compromiso mutuo y los objetivos propios del
una convicción que se ha trasformado en un principio matrimonio. De ese modo se los alienta alegremente a
interno y estable del obrar. La vida virtuosa, por lo utilizar a otra persona como objeto de búsquedas
tanto, construye la libertad, la fortalece y la educa, compensatorias de carencias o de grandes límites.
evitando que la persona se vuelva esclava de
inclinaciones compulsivas deshumanizantes y La educación de los hijos debe estar marcada por un
antisociales. camino de transmisión de la fe, que se dificulta por el
estilo de vida actual, por los horarios de trabajo, por la
Asimismo, es indispensable sensibilizar al niño o al complejidad del mundo de hoy donde muchos llevan
adolescente para que advierta que las malas acciones un ritmo frenético para poder sobrevivir. Sin embargo,
tienen consecuencias. Hay que despertar la capacidad el hogar debe seguir siendo el lugar donde se enseñe a
de ponerse en el lugar del otro y de dolerse por su percibir las razones y la hermosura de la fe, a rezar y a
sufrimiento cuando se le ha hecho daño. Algunas servir al prójimo.
sanciones —a las conductas antisociales agresivas—
pueden cumplir en parte esta finalidad. Es importante Capítulo octavo: Acompañar, discernir e integrar la
orientar al niño con firmeza a que pida perdón y repare fragilidad
el daño realizado a los demás.
Se trata de integrar a todos, se debe ayudar a cada uno
El encuentro educativo entre padres e hijos puede ser a encontrar su propia manera de participar en la
facilitado o perjudicado por las tecnologías de la comunidad eclesial, para que se sienta objeto de una
comunicación y la distracción, cada vez más misericordia «inmerecida, incondicional y gratuita».

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Nadie puede ser condenado para siempre, porque esa rogar por las necesidades familiares, orar por alguno
no es la lógica del Evangelio. No me refiero sólo a los que esté pasando un momento difícil, pedirle ayuda
divorciados en nueva unión sino a todos, en cualquier para amar, darle gracias por la vida y por las cosas
situación en que se encuentren. Obviamente, si alguien buenas, pedirle a la Virgen que proteja con su manto
ostenta un pecado objetivo como si fuese parte del de madre. Con palabras sencillas, ese momento de
ideal cristiano, o quiere imponer algo diferente a lo que oración puede hacer muchísimo bien a la familia. Las
enseña la Iglesia, no puede pretender dar catequesis o diversas expresiones de la piedad popular son un
predicar, y en ese sentido hay algo que lo separa de la tesoro de espiritualidad para muchas familias. El
comunidad (cf. Mt 18,17). Necesita volver a escuchar el camino comunitario de oración alcanza su culminación
anuncio del Evangelio y la invitación a la conversión. participando juntos de la Eucaristía, especialmente en
Pero aun para él puede haber alguna manera de medio del reposo dominical. Jesús llama a la puerta de
participar en la vida de la comunidad, sea en tareas la familia para compartir con ella la cena eucarística (Ap
sociales, en reuniones de oración o de la manera que 3,20).
sugiera su propia iniciativa, junto con el discernimiento
del pastor.
Si se tiene en cuenta la innumerable diversidad de
situaciones concretas, como las que mencionamos
antes, puede comprenderse que no debía esperarse
del Sínodo o de esta Exhortación una nueva normativa
general de tipo canónica, aplicable a todos los casos.
Sólo cabe un nuevo aliento a un responsable
discernimiento personal y pastoral de los casos
particulares, que debería reconocer que, puesto que
«el grado de responsabilidad no es igual en todos los
casos», las consecuencias o efectos de una norma no
necesariamente deben ser siempre las mismas. Los
presbíteros tienen la tarea de «acompañar a las
personas interesadas en el camino del discernimiento
de acuerdo a la enseñanza de la Iglesia y las
orientaciones del Obispo.

Capítulo noveno: espiritualidad matrimonial y


familiar
La presencia del Señor habita en la familia real y
concreta, con todos sus sufrimientos, luchas, alegrías e
intentos cotidianos. Cuando se vive en familia, allí es
difícil fingir y mentir, no podemos mostrar una
máscara. Si el amor anima esa autenticidad, el Señor
reina allí con su gozo y su paz. La espiritualidad del
amor familiar está hecha de miles de gestos reales y
concretos. En esa variedad de dones y de encuentros
que maduran la comunión, Dios tiene su morada. Esa
entrega asocia «a la vez lo humano y lo divino», porque
está llena del amor de Dios. En definitiva, la
espiritualidad matrimonial es una espiritualidad del
vínculo habitado por el amor divino.
Una comunión familiar bien vivida es un verdadero
camino de santificación en la vida ordinaria y de
crecimiento místico, un medio para la unión íntima con
Dios. Porque las exigencias fraternas y comunitarias de
la vida en familia son una ocasión para abrir más y más
el corazón, y eso hace posible un encuentro con el
Señor cada vez más pleno.
La oración en familia es un medio privilegiado para
expresar y fortalecer esta fe pascual. Se pueden
encontrar unos minutos cada día para estar unidos
ante el Señor vivo, decirle las cosas que preocupan,

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