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SESIÓN IX

EL CRISTIANO EN LA VIDA POLÍTICA

1. ¿Cuál fue la postura de la doctrina de Jesús ante la política de su tiempo?

En el tiempo de Jesús se da una relación entre lo que es la política y la religión, y dentro del pueblo
Judío es posible vislumbrar tres grupos con tradiciones religiosas que tienen repercusión en la vida
política: los Saduceos, los cuales estaban comprometidos y actuaban de acuerdo al sistema
establecido por Roma; los Fariseos se nutrían principalmente de la Torá, ellos estaban apegados de
manera notoria a la ley de Moisés; los Zelotas estaban comprometidos y empeñados con la lucha en
contra de instancias de los Romanos.

Jesús vivió inmerso en el ambiente de estas agrupaciones y por tal motivo no es ajeno a ellas, además,
dentro de sus discípulos hay algunos que evidenciaban su proceder político con respecto a alguna de
las agrupaciones antes mencionada, por ejemplo a Pedro se le consideraba que era un Zelota, Mateo
un publicano, Judas un sicario (por la etimología de su apodo) entre otros.

Jesús da a entender su mensaje salvífico en este contexto político ya expresado, pero la particularidad
que sale a la luz, es que el pueblo de Israel al ser invadido por el Imperio Romano, esperaba un Mesías
caudillo liberador que fuera en contra del Imperio, un liberador temporal que acabaría con la situación
calamitosa de Israel, sometido por la fuerza de una nación pagana, pero Jesús viene de una manera
diferente, Él sí es el Mesías, pero no de la manera que esperaba el pueblo porque el mensaje de Jesús
no embona dentro de los moldes políticos establecidos por las distintas instancias de tendencia política
existentes.

Por tanto, la postura de Jesús no se declinó hacia ningún parte, se mantiene en postura intermedia. A
Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. 1 Jesús no se mete tanto al ámbito político de
manera directa, simplemente Jesús vino a dar vida. En su doctrina hace un explicitación de que es el
siervo de Yahveh.

Otro aspecto que resulta relevante es que Jesús es el primero que intenta separar la instancia política
con la religiosa, por tanto, viene a dar cabida al precedente de la formación del Estado laico.

2. ¿Cuál es la razón de ser de la política?

El término política puede indicar muchas cosas. Podemos identificar dos significados precisos: En
primer lugar, es posible considerar a ésta como una estructura presente en un grupo con la función de
regular y coordinar las diversas finalidades y funciones de sus miembros (individuos o asociados) del
grupo, y el modo de funcionar de esta estructura. También es posible considerar a la política como
una actividad encaminada a determinar los criterios o valores básicos de reglamentación de la vida

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Cfr. Mt 22, 19-22. 19 «Muéstrenme la moneda que se les cobra.» Y ellos le mostraron un denario. 20 Entonces
Jesús preguntó: «¿De quién es esta cara y el nombre que lleva escrito?» Contestaron: «Del César». 21 Jesús les
replicó: «Devuelvan, pues, al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios.» 22 Con esta
respuesta quedaron muy sorprendidos. Dejaron a Jesús y se marcharon.

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global del grupo, las finalidades primarias e intermedias que hay que perseguir, los instrumentos para
su consecución.

Ahora bien, es posible notar principalmente que tal cuestionamiento se le puede dar respuesta
especificando de manera concreta el campo de acción de la política, y en este marco hay que tomar
en cuenta que se divide en 3 rubros que de hecho le identifican:

 Organización.

Aquí es posible decir que la política viene a organizar al pueblo en la medida que todas las
organizaciones tienen un orden y organización y así puedan trabajar de manera adecuada.

 Orden Jurídico

Si queremos que la organización sea estable y justa se necesita un orden jurídico, que exija los
derechos y las obligaciones de los ciudadanos y aquí es la zona donde empieza a regir el derecho.

 La autoridad

Es necesario un poder que legisle y haga eficaz el orden jurídico, por lo que se hacen necesarios
poderes que estén a la cabeza ordenando y rigiendo una comunidad de manera recta y justa.

Si se hace un análisis de la manera de gobernar antigua será posible vislumbrar que los miembros de
una comunidad tomaban un proceder netamente pasivo, pues no influían en la elaboración de las
normas y en la determinación de éstas. Posteriormente cuando ya se habla de consenso ya se toma en
cuenta de manera más directa a las personas, pues participan e influyen. La reflexión política adquiere
casi siempre una connotación ética. Toda reflexión sistemática sobre la realidad política está en la
práctica ligada a una cierta concepción de lo que es el bien para una convivencia organizada de seres
y grupos humanos.

3. ¿Cómo se fundamentan las relaciones Iglesia – mundo?

La doctrina que marca las implicaciones entre la historia humana y la historia de salvación ilumina
las relaciones que deben de existir entre la Iglesia y el mundo: existe una íntima relación entre Iglesia
y el mundo, pero es distinto el tipo de relación según los distintos sentidos que entraña el término
Iglesia. O, en otros términos: qué relación existe la Iglesia y el mundo depende de qué clase de
ciudadano se es en la Iglesia. Así es distinta la relación del laico, del religioso, de la jerarquía y de la
Iglesia entendida como Institución con la misma realidad mundo: se puede seguir el esquema
siguiente por puntos:

a) Misión específica de los laicos

La misión del laico con el mundo es llevar a cabo la síntesis entre su estado civil de ciudadano y su
condición de fiel en el seno de la Iglesia. En consecuencia, no puede separar ambas realidades de su
ser en la existencia cotidiana: él es la Iglesia en el mundo y por medio de él el mundo se hace presente
en la Iglesia.

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b) Los religiosos y la comunidad política

Los religiosos no deben tomar parte activa en la vida política, pues, precisamente, el estado religioso
deja más libres a sus seguidores frente a los ciudadanos terrenos. Tal cosa no significa que se
desinteresen del mundo, pues, además que como ciudadanos pueden y deben cumplir sus deberes y
exigir sus derechos cívicos, también con su tarea específica religiosa.

c) Misión propia de la jerarquía

Otra es la misión de la jerarquía, pues en su condición de hombres púbicos en el servicio de dirección


de la Iglesia, tampoco actúan de una forma directa. Su misión se concreta en emitir juicios morales
en situaciones concretas acerca de la vida social, económica y política de los pueblos.

d) Relación de la Iglesia, entendida como institución, con la acción política

La Iglesia como entidad social convive con la sociedad civil y mantiene con ella múltiples relaciones,
si bien, en ningún caso, su misión debe interpretarse ni como inmiscuirse directamente de la acción
política, ni tampoco ir en paralelo con la vida ciudadana.

4. ¿Qué papel ha jugado la Iglesia en la reflexión sobre el Estado y ciudadanos?

En primera instancia, el término Estado se refiere a una comunidad organizada en un territorio


definido, mediante un orden jurídico servido por un cuerpo de funciones y garantizado por un poder
jurídico, autónomo y centralizado que tiende a realizar el bien común en el ámbito de esa comunidad.

La propuesta del Evangelio por parte de la Iglesia a las realidades sociales siempre ha querido inducir
a que se busque un bien común, una promoción de la justicia y un error es la confusión que se genera
al tergiversar el proceder del Estado laico con la no participación en la sociedad. El CVII afirma que
tanto el Estado como la Iglesia deben de buscar su sitio para que estén unidos a la comunidad política
para ser servidores del ser humano.

Cabe hacer mención primeramente de dos personajes que aportan su reflexión en este rubro, San
Agustín y Santo Tomás, el primero dice que cuando el poder político pierde de vista a los ciudadanos
se tergiversa el sentido o el objetivo neto de la política, cuando se pierde de vista el bien común y se
toma como prioridad el bien particular y de unos cuantos se puede caer en el despotismo. Santo Tomás
hace mención que quien elige el fin también debe elegir los medios y para él el fin de la política es el
bien común, por lo tanto, los medios para conseguir el bien común deben de ser buenos.

Cabe destacar de manera breve que a lo largo de la historia ha habido personalidades dentro del
Magisterio de la Iglesia que han tenido alta incidencia en la reflexión sobre el Estado y los ciudadanos,
algunos ejemplos son:

León XIII busca una relación entre Estado – Política que deben ambas subordinarse a la moral.
Además, en la Rerum Novarum hace hincapié en la necesidad de la intervención a favor de los obreros.
La Quadragesimus annus de Pio XI buscaba poner una barrera moral a los regímenes totalitarios.

Juan Pablo II un gran exponente de la reflexión Estado – Iglesia viene a proponer un personalismo
donde hace hincapié sobre que el Estado debe favorecer a la persona. Pues la Iglesia no estará nunca
a favor de lo que vaya en detrimento de la dignidad de la persona.

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Y así como estos grandes personajes a lo largo de la historia se han reflexionado temas diversos en
este marco, lo que cabe resaltar es que la Iglesia no está a favor de un sistema específico pero profesa
la dignidad humana y el bien común.

5. Expón de manera general algunos deberes del ciudadano.

En un pasado el deber moral del ciudadano era sólo obedecer las leyes. Al paso del tiempo se
reflexionó que junto al deber de obediencia es necesario colocar el deber de participación pues en
todo Estado dotado de un nivel suficiente de alfabetización es posible alguna forma de participación.

Ahora bien, si es un deber perseguir el bien común obedeciendo las leyes, será igualmente obligado
perseguirlo mejorando las leyes y las estructuras; de aquí que frente a la comunidad-Estado, el
ciudadano tiene siempre el deber de fidelidad y de intervención crítica.

Sin informarse sobre los problemas de una comunidad (Estado) y sobre los problemas principales de
la familia humana, no es posible participación alguna. Por eso cada uno tiene el deber de adquirir,
dentro de los límites de lo posible, todas las informaciones relevantes para formarse un juicio propio
sobre las finalidades perseguidas y sobre el modo de perseguirlas por parte del poder político. La
información deberá transformarse en valoración. Este paso debería ocurrir en la comunidad:
manifestar las propias valoraciones es un servicio de caridad con los demás y suscita un control crítico
por parte de los otros, por lo tanto de aquí nace también el deber de manifestación.

6. Menciona los conflictos que el derecho encuentra con relación a la libertad

La moral tiende a considerar como tal los conflictos del derecho a la libertad, la raíz del problema se
puede vislumbrar en el deber de cada persona. La persona madura comprueba que tiene deberes qué
cumplir en una comunidad. U. Sánchez propone como solución ante las diversas problemáticas, una
buena educación debe de ayudar a que las personas reconozcan sus deberes, cuáles son sus límites,
etc.

La misma política nos debe orientar a una libertad religiosa, a respetar una dimensión propia del
hombre. Cuando un gobierno no respeta tal libertad nace un secularismo y un laicismo de tendencia
negativa que viene a desconocer un rubro humano. La Iglesia viene a iluminar y a propiciar el
cumplimiento de los derechos humanos, por tanto, lo más favorable es tener una libertad religiosa.

Otro conflicto vendría a ser la adopción de una ideología que viene a distorsionar las decisiones en el
mundo, incluso de manera laxa y desmedida que conlleve a absolutizar un capitalismo que lleve a
generar un descuido de la naturaleza, del hombre mismo y de la comunión entre las personas.

7. Explica los aspectos éticos de los gobernantes dentro de la comunidad política.

La comunidad política está para buscar el bien común y propiciar bienestar en la sociedad, para eso
es necesaria una autoridad que es considerada como una fuerza inmanente de la comunidad política
de manera responsable y libre.
Un aspecto relevante es el equilibrio de poderes, el cual tiene como objetivo propiciar hombres cultos,
pacíficos y benévolos dentro de la comunidad política.
Ahora bien, el ejercicio de la autoridad adquiere legitimidad y ésta debe de ser ética propiciando el
bien común en un orden jurídico, y dentro de este orden es donde aparece la obediencia de los

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ciudadanos por tener en mente la propiciación del bien común. Por todo esto, el gobernante debe de
considerar el aspecto de trascendencia ya que él debe propiciar un mejoramiento de las condiciones
de vida de las personas. Cuando se pierde el sentido de trascendencia y se cometen abusos se
descompone el objetivo principal de propiciar bien común y por ende progreso.
Se proponen 4 principios éticos que regulan la acción del Estado, en hacerlos cumplir y en respetarlos,
el Gobierno que ostenta el poder realiza su misión rectora con eticidad:

 Principio de libertad personal. El Estado deberá respetar en todo momento al hombre y a su


libertad, siempre que la acción del individuo no se convierta en un elemento perturbador de
la convivencia social.
 Principio de subsidiariedad. Lo que puedan llevar los ciudadanos, individualmente o
asociados, no debe ser asumido por el afán centralizador del Edo.
 Principio del bien común. El deber del Estado será velar por el bien común de la sociedad
política.
 Principio de solidaridad. Es prácticamente el apoyo incondicional a causas o intereses ajenos,
especialmente en situaciones comprometidas o difíciles.

Asesor: Pbro. Vicente Mejía Domínguez


Seminarista: Cristian Abdallah Elías Delgado
Tacámbaro, Mich., a 10/IV/19

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