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VII Semana de la Educación Especial – «Identidad y Diferencia»

La escuela: un lugar para aprender

El desarrollo de las funciones ejecutivas y su impacto en el


aula. El modelo de Barkley y la técnica de la tortuga.

-Autores/as: MUSE, Romina Geraldine.


-Institución/es: Proyecto Inglés en Acción - Escuela de Recuperación Nº 2,
DE 2º.

Resumen: La neuropsicología infantil es el estudio del funcionamiento del cerebro y el


comportamiento en niños y adolescentes. El funcionamiento del cerebro tiene un impacto directo en
el comportamiento, la cognición y los ajustes psicosociales de niños y adolescentes. Los estados
mentales que nos llevan a pensar, sentir, recordar y actuar se desarrollan durante la niñez y como
docentes debemos incluir en las tareas áulicas actividades que favorezcan el desarrollo de las
funciones ejecutivas. El Modelo de Barkley analiza las funciones ejecutivas y destaca que se
encuentran en desarrollo durante la niñez y entrada la adolescencia. Los niños deben aprender a
controlar y manejar sus emociones para lograr una adaptación adecuada al entorno. Los docentes
debemos enseñar no sólo contenidos académicos sino también conductas esperadas en los alumnos.
La técnica de la tortuga ayudará a los alumnos a aprender a canalizar sus sentimientos y en esencia
trata de enseñar la distinción entre aserción y agresión. Es importante que, como docentes,
indiquemos a los niños a que atender y responder, como inhibir respuestas inoportunas, como
mejorar la atención y como regular estados emocionales en pos de mejorar la calidad educativa
brindando no sólo contenidos sino además contención afectiva y emocional. La práctica que se
describe en este ensayo fue llevada a cabo con alumnos de la Escuela de Recuperación No 2 en las
horas cátedra de la asignatura inglés donde la autora ejerce como parte del equipo Inglés en Acción.

Si un niño no sabe escribir, le enseñamos.


Si un niño no sabe sumar, le enseñamos.
Si un niño no sabe inglés, le enseñamos.
Si un niño no sabe comportarse, le enseñamos.

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Palabras clave: Funciones ejecutivas, auto-control emocional, inhibición de respuestas, estados


emocionales, agresión, aserción, empatía, auto-estima, modelo de Barkley, técnica de la tortuga,
stop, relax, think of solution.

Las funciones ejecutivas: secuencia en el desarrollo-


Modelo de Barkley (1997)

El alumno Tomás no puede contenerse física y verbalmente durante la ronda de cuentos. No deja
de molestar a sus compañeros mientras su señorita intenta llevar a cabo la narración. ¿No es
capaz de dejar de molestar o simplemente no quiere?

El contexto que se cita anteriormente nos dará el pie para ahondar en el desarrollo de las habilidades
ejecutivas. Definiendo a las funciones ejecutivas de la manera más simple posible diríamos que nos
sirven para regular nuestro comportamiento. Nos ayudan a organizar nuestro comportamiento y
planificar y sostener nuestra atención en pos de un fin.
El modelo de Barkley (1997) propone cinco elementos esenciales: comportamiento inhibitorio
(control emocional); memoria de trabajo; internalización del habla (memoria de trabajo verbal);
autorregulación afectiva/motivacional/alerta; y la reconstitución. El talón de este modelo es el
control inhibitorio y recurriremos frecuentemente a él. El mismo emerge entre los 5 y 12 meses de
vida. El control inhibitorio del comportamiento, nos ayuda a pensar antes de actuar y a decidir
como y cuando responder. En otras palabras, nos ayuda a controlarnos emocionalmente.
Mientras que la inhibición de su propio comportamiento le da al infante el control sobre a que
responder (ej. Puedo responder o no a este adulto haciendo morisquetas), el infante queda perplejo
en ese presente. Sin la habilidad de poder representar en su mente personas o eventos, el bebé puede
solo responder a lo que ve/escucha/toca en el aquí y ahora. Esto nos da el puntapié del siguiente
concepto descrito por Barkley: memoria de trabajo no verbal. Es la capacidad para manipular
eventos en la mente; el bebé puede recordar la imagen de su mamá en su mente, evidenciando los
inicios de esta habilidad.
La tercera habilidad a adquirir según el modelo de Barkley es la auto-regulación del
afecto/motivación/alerta. La manifestación más temprana de esta habilidad se da en el rango de los
5 meses de vida y se enfatiza con el devenir de la locomoción. Con la representación mental del

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rostro de su madre, el bebé puede experimentar este sentimiento en la ausencia del estímulo real y
sentir la motivación/entusiasmo de ir en su búsqueda.
La internalización del discurso es el siguiente paso en el modelo de Barkley. Ya el bebé no necesita
solamente caminar hacia ese objeto o persona ó señalar lo que quiere, ahora puede utilizar palabras
para lograr lo que antes requería acciones físicas. Entre los 3 y 5 años de edad el auto-discurso es
evidente y será internalizado completamente entre los 9 y los 12 años.
La última habilidad en el modelo de Barkley es la reconstitución definida como ¨el análisis y la
síntesis del comportamiento¨. Lo ayuda a descomponer un comportamiento en unidades (análisis) y
buscar una síntesis para resolver conflictos y alcanzar objetivos, por lo tanto, la reconstitución
representa flexibilidad cognitiva y conductual, fluidez y creatividad. Surge alrededor de los seis
años de edad.
A pesar que las funciones ejecutivas comienzan a desarrollarse en la infancia, alcanzan su máximo
desarrollo en la adolescencia. En consecuencia, los adultos (padres, maestros, tutores) jugamos el
rol de ¨prestadores¨ de lóbulos frontales (módulo cerebral, responsable de su desarrollo) para
compensar el desarrollo progresivo de las funciones ejecutivas.

La Técnica de la Tortuga: conductas disruptivas

Esta técnica utiliza la analogía de la tortuga, la cual se repliega dentro de su caparazón cuando se
siente amenazada. De igual forma, se le enseña a los niños a replegarse en sí mismos ¨en un
caparazón imaginario¨ cuando se sientan amenazados y no puedan controlar sus impulsos y
emociones ante estímulos del medio.
Durante la práctica llevada a cabo con alumnos de 10 y 11 años en la Escuela de Recuperación No.
2 nos focalizamos en centrar nuestra atención en canalizar esas típicas reacciones que desbordan el
control emocional (función ejecutiva) de los alumnos. Previamente a introducir la técnica en esencia
discutimos acerca de las tortugas y porque creían que tienen su caparazón. Arrojaron comentarios
como es su techo, le sirve de casa, las protege por citar algunos y finalmente los induje a pensar
sobre la posibilidad de refugiarse en sí misma al sentirse amenazada, disgustada, agredida, etc. La
expresión de estos sentimientos fue hecha en inglés como parte de las horas de Inglés en Acción a
través de caritas de goma eva que mostraban estas emociones. Luego les conté un cuento en inglés
con claras ilustraciones para que puedan seguirlo y a continuación lo comparto con Uds:

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“Antiguamente había una hermosa y joven tortuga, tenía 10 años y acababa de empezar el colegio. Su
nombre era Pequeña Tortuga. A ella no le gustaba mucho ir al cole, no le gustaba aprender cosas en el
colegio, ella quería correr, jugar… era demasiado difícil y pesado hacer tareas y copiar del pizarrón, o
participar en algunas de las actividades. No le gustaba escuchar a la maestra, era más divertido hacer ruidos
de motores de coches que algunas de las cosas que la seño contaba, y nunca recordaba que no los tenía que
hacer. A ella lo que le gustaba era enredarse con los demás niños, meterse con ellos, burlarse. Así que el
colegio para ella era una pesadilla.
Cada día en el camino hacia el colegio se decía a si misma que lo haría lo mejor posible para no meterse
con ellos. Pero a pesar de esto era fácil que algo o alguien la descontrolara, y al final siempre acababa
enfadada, o se peleaba, o le castigaban.
Un día se encontró con una vieja Tortuga dispuesta a ayudarla: “¡Oye! ¡Aquí!” dijo con su potente voz, “Te
contaré un secreto. ¿Tú no te das cuenta que la solución a tus problemas la llevas encima de ti?”. La
Pequeña Tortuga no sabía de lo que estaba hablando. “¡Tu caparazón!” le gritaba “¿para qué tienes tu
caparazón?¨Te puedes esconder en él siempre que tengas sentimientos de rabia, de ira, siempre que tengas
ganas de romper, de gritar, de pegar…Cuando estés en tu caparazón puedes descansar un momento, hasta
que ya no te sientas tan enfadada. Así la próxima vez que te enfades ¡Métete en tu caparazón! A la Pequeña
Tortuga le gustó la idea, y estaba muy contenta de intentar este nuevo secreto de la escuela.
Al día siguiente ya lo puso en práctica. De repente un niño que estaba cerca de ella accidentalmente le dio
un golpe en la espalda. Empezó a sentirse enfadada y estuvo a punto de perder sus nervios y devolverle el
golpe, cuando, de pronto recordó lo que la vieja tortuga le había dicho. Se sujetó los brazos, piernas y
cabeza, tan rápido como un rayo, y se mantuvo quieta hasta que se le pasó el enfado. Le gustó mucho lo
bien que estaba en su concha, donde nadie le podía molestar. Cuando salió, se sorprendió de encontrarse a
su maestra sonriéndole, contenta y orgullosa de ella. Continuó usando su secreto el resto del año. Lo
utilizaba siempre que alguien o algo le molestaba, y también cuando ella quería pegar o discutir con
alguien. Cuando logró actuar de esta forma tan diferente, se sintió muy contenta en clase, todo el mundo le
admiraba y querían saber cuál era su mágico secreto”. (Schneider & Robin)

Aquí va la aplicación de la técnica en el aula que se resume en tres pasos básicos y la aplicamos
luego de la lectura del cuento:
Stop enseñamos a los alumnos a responder ante la palabra clave “stop¨, replegándose en sí mismos,
imitando a la pequeña tortuga del cuento, escondiendo sus cabezas entre sus brazos.
Relax una vez que los alumnos han aprendido a frenar impulsos negativos, les enseñamos a relajarse
mientras hacen la tortuga. La relajación es incompatible con la tensión muscular generada por
conductas disruptivas/agresivas en pos de que decrezca la ocurrencia de esta conducta.
Think of a solution mostrar soluciones ó alternativas para manejar la agresión en forma positiva y
que de hecho lo han llevado a realizar la tortuga.

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Después de contar la historia, todo el grupo imitó a la Tortuga siguiendo la actuación de la docente,
quién se sentó delante de los alumnos y dijo en inglés algo así como:
“Estoy enojada con Juan porque me pegó y tengo ganas de devolverle un buen golpe … pero mejor
digo Stop y me vuelvo tortuga¨
En ese momento, la docente hace una pausa y se queda quieta sin hablar para luego en la misma
posición de tortuga decir:
“ Es tan lindo estar en mi caparazón que se me pasan las ganas de pegarle a Juan¨
Luego practicamos la escena entre todos e imaginamos situaciones parecidas dentro del aula. La
enseñanza de la técnica la sugerimos como un juego dramático, eje fundamental de Inglés en
Acción.
La intención, entonces, está puesta en ayudar a los niños a aprender a expresar sus sentimientos para
poder funcionar en el medio y adaptarse. Cuando un niño da golpes sin mirar a quién, puede estar
expresando una emoción legítima pero de forma inapropiada con consecuencias negativas tanto
para él como los demás. A través de la tortuga ayudamos a los niños a canalizar la expresión de sus
emociones adecuadamente y a los docentes a no prestar atención frente a conductas disruptivas para
no dar nuestra atención y servir de refuerzo de las mismas. Sabemos que los niños buscan nuestra
atención dentro del aula constantemente y debemos evitar que nuestra mirada enfatice conductas
negativas y por ende provoquemos el efecto contrario.

Impacto institucional de la técnica de la Tortuga

La práctica de la técnica fue aceptada principalmente por los alumnos, quienes sintieron que los
“disparadores ¨ de sus impulsos no eran juzgados como buenos ó malos, sino las conductas que
generaban se veían como apropiadas o desacertadas. Al sentir que compartían con la tortuga
sentimientos y emociones similares y encontrar un mejor camino para la manifestación de los
mismos, incentivó a la práctica guiada. Sí, en una primera instancia, la aplicación de la técnica fue
guiada. En muchas ocasiones, como parte de un segmento de la clase y en otras en situaciones
claves de conflicto y básicamente ante discusiones de tenor verbal. Luego, bastó con mostrar
imágenes del cuento para inducir a la relajación en busca de disminuir el grado de tensión previo a
la explosión verbal. En la actualidad, ante la palabra clave stop la mayoría de los alumnos baja el
nivel de ira. Las situaciones conflictivas, que vuelvo a enfatizar son mayormente de índole verbal,
han disminuido considerablemente dentro y fuera del aula. Docentes de otras áreas comentan sobre
una mejora en la aserción y empatía entre los alumnos y son el resultado de la conjunción de las
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distintas estrategias que aplicamos dentro de la escuela en pos de favorecer la aceptación y la


inclusión de las diferencias.

Conclusión

Esta monografía intenta explicar como aquellos comportamientos desafiantes que los maestros
encontramos en el aula son la exteriorización de las capacidades en desarrollo de nuestros propios
alumnos. Comparando el Modelo de Barkley con la Técnica de la Tortuga apreciamos que la
palabra clave stop serviría de control inhibitorio del comportamiento desafiante mientras que los
alumnos recuerdan en su mente experiencias previas similares que los motivan a realizar la técnica.
Básicamente en la etapa de resolución de conflictos, los alumnos necesitarán del discurso para su la
resolución y reconstitución de conductas esperables y sus consecuentes actos. Sabiendo que algunas
conductas desafiantes estarán presentes en el aula, ofrecimos la Técnica de la Tortuga como
estrategia para utilizar con los alumnos cuando se trate de revertir conductas desafiantes severas que
no llevarán a una adaptación adecuada dentro del contexto escolar y consecuentemente no
permitirán una satisfactoria inclusión en el nivel primario. Como mencionamos en el modelo de
Barkley el control inhibitorio regularán el dominio emocional pero esta función ejecutiva se
encuentra aún en desarrollo en niños de edad escolar. El dominio de la Técnica de la Tortuga
alentará el auto-control, y por tanto, aumentará la autoestima por distintas razones: son ellos quienes
están aprendiendo a controlar sus impulsos sin necesidad de un agente externo; reciben
“feedback” positivo de la maestra; al utilizar la “resolución de conflictos¨ no darán rienda suelta a
sus impulsos.

Bibliografía

} Ardila, Alfredo; Matute Villaseñor, Esmeralda; Rosselli, Mónica (2005). Neuropsicología


de los trastornos del aprendizaje. Manual Moderno. (México)
} Barkley, R. (1997). ADHD and the nature of self-control. New York: Guilford.
} Blakemore, S. & Firth, U (2007). Cómo aprende el cerebro. Ariel. (Barcelona)
} Cano González, Rufino (coord) (2003). Bases pedagógicas de la educación especial.
Biblioteca Nueva. (Madrid)
} Dawson, Peg & Guare, Richard (2010). Executive Skills in Children and Adolescents.
Guilford. ( New York)
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} Elliot, J & Place, M (1998). Children in difficulty. Routledge. (London)


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} Jennings, Sue (1987). Dramatherapy: theory and practice for teachers and clinicians.
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} Schneider, M & Robin, A (2009). “La Técnica de la Tortuga¨: un método para el
autocontrol de la conducta impulsiva. (New York)
} Semrud-Clikeman & Ellison (2007). Child Neuropsychology. Springer.(Michigan, USA)

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