Para explicar la visión de cada uno de los autores sobre la arquitectura
contemporánea, tenemos que entender desde donde se paran para dar su
postura. Nos encontramos con tres textos, uno de los arquitectos argentinos Sebastián Adamo y Marcelo Faiden, otro de Tristán Diéguez y Axel Fridman, también argentinos. Y por último tenemos el texto del Estudio BaBo. El primero se planta mediante un manifiesto en el cual presenta una serie de ítems los cuales debe contar “el constructor contemporáneo”. Mediante esto se presentan grandes diferencia con los otros dos textos, ya que tanto Diéguez y Fridman y Estudio BaBo explican su concepción de la arquitectura contemporánea mediante el desarrollo de una obra. Estudio BaBo expresa su obra mediante un léxico bien técnico especialmente dirigido a un público. Se diferencia a Adamo y Faiden, ya que no concibe que el arquitecto sea un mero constructor, aunque en el primer texto no lo exprese, queda implícito que el arquitecto es un todo que se conforma en distintas aptitudes como constructor, diseñador, artista. Adamo y Faiden expresan que el constructor contemporáneo no es individualista y no quiere resaltar sobre el resto, y toma como punta pie inicial lo previamente ya conocido, a diferencia del último texto que el arquitecto tiene que sobresalir. Diéguez y Fridman por su parte tiene un pensamiento más similar al trio del Estudio BaBo. Ya que expresa su pensamiento mediante la explicación de una obra, aunque se diferencia de esta última, debido a su dialecto poco técnico, y que cualquiera podría ser lector, y comprender lo que dice. También entiende que en la arquitectura contemporánea, se resuelven problemas de espacialidad, aprovechando al máximo cada metro.