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Adrián!

, Uffa, ahora si que me tardé en continuar la plática, bueno es que un par de temas me tomaron
un tiempo. Bueno, sigamos:

1. El gato y la ciudad

Le has dado al clavo con lo de la premisa del cuento, ¿al final lo desarrollaste? me gustaría leerlo, justo
va por eso lo que te contaba, en sentido general mi tema es ese transformarse de la sociedad en la
ciudad. La ciudad pero no como reflejo de la sociedad, sino como parte del ciclo de su transformación.
Específicamente por la manera en que aparece en su mundo ese transformarse y cómo eso afecta a la
misma transformación y a su sentido.

Es interesante esto de aparecer en el mundo por el siguiente tema que me planteas, el de la pregunta del
gato. Lo que te he entendido es que la pregunta va sobre el proceso de concepción (de construcción del
concepto), que sería lo necesario para decidir, si algo es o no un gato. Lo has puesto así:

“...Pon tu que ves algo. Como sabes si es o no un gato? (y digo gato como ejemplo , para concretizar.
Podría ser cualquier cosa) como decides? No es pregunta de truco es así neta que haces k piensas si
pones atencion al proceso de decidir si algo que ves es o no un gato. Y es lo mismo decidir si algo es o
no un gato o si yo de antemano te digo 'te voy a ensenar una foto y es o una foto de un perro o de un
gato pero no hay mas" y entonces tienes que decidir. Haces lo mimso en tu mente para decidir?”

i. Creo que lo primero es el orden en que ocurre la relación entre el sujeto que has planteado y las
partes de su mundo, de entre las cuales tendrías que distinguir si algo es un gato o un no-gato:

• algo
• sujeto
• gato/no-gato.

Me parece que hay dos formas en las que el sujeto podría hacer un camino en esa relación :

a) En la primera se puede partir desde la realidad hacia el concepto universal que le permite
caracterizar algo como un gato o no; el sujeto se encontraría con ese algo y trataría de recoger sus
características a partir de la inmediatez de sus sentidos, podría armarse una representación de aquello, y
así armar la teoría que le permitiría enfrentarse a la pregunta sobre si es un gato o no. Partiría de llamar
gato a toda porción de la realidad que implique ciertas generalidades que le permitan relacionarla con
aquel algo a lo que se ha enfrentado y vice-versa, llamaría a ese algo (o no) por implicar (o no hacerlo)
todas aquellas generalidades que aquellas otras porciones de la realidad contengan.

b) En la segunda por el contrario, el sujeto partiría del concepto universal a la realidad, se encontraría
así con que se ha producido históricamente una concepto de gato y con que esa producción histórica
no se caracteriza por ser estable, unívoca, monolítica, es decir, existe en forma de discusión y por lo
tanto el debate sobre el ser o no-ser del gato sobre pasa los límites de ese encuentro particular entre el
sujeto y el algo. Partiría de tomar una postura frente al debate sobre el concepto de gato y al enfrentarse
a dicho algo, estaría construyendo un concepto sobre su individualidad basado en la relación concreta
que ha producido el concepto sobre su universalidad. Es decir, no partiría de la inmediatez como en el
camino anterior.
A primera vista, la opción “a” parece la más sensata, pues sería la realidad, el algo (a saber, lo gato o lo
no-gato) la que aportaría las características a ser juzgadas, parecería estarse evadiendo la posibilidad de
atribuirle a ese algo aspectos que no contiene. Sin embargo, el camino de la realidad sensible a los
universales que le permitirían saber si es un gato o no, no puede dejar de estar mediada por las
representaciones implícitas en el mundo del que vienen tanto la pregunta por el gato, como el algo ,
como el sujeto. Su respuesta a la pregunta estaría excluyendo la historia de la relación sujeto-gato en el
mundo en el que se da la pregunta, sería mucho más fácil caer en un error, si por ejemplo, al partir de lo
inmediato se excluyen las sutilezas del debate sobre las diferencias entre cierto gato montés y un gato
urbano común. Sería construir una teoría basándose en representaciones y no en conceptos.

ii. Lo segundo son las partes del pensamiento que plantea la pregunta: una realidad que, digamoslo así
incluye a un objeto, un sujeto, un concepto universal de gato, un momento donde algo se aparece como
incristalizable en un concepto, un sin sentido, justo como algo (universal abstracto que unifica la
infinitud, podría ser cualquier cosa, y la nada, al mismo tiempo por ser pura potencia no es cosa
alguna); nace lo concreto (que es el momento en el que se da la relación entre el sujeto y la realidad en
el concepto.): siendo así, es pertinente preguntarse ¿qué le hace a alguien cuestionarse si algo es un
gato o no? Es decir, ¿la cuestión viene del algo, del sujeto o del concepto de gato?

iii. Lo tercero es que la pregunta por la forma y el contenido de la actualización racional de la realidad,
por la verdad del concepto,la cualidad del mimo decir si algo es en efecto un gato y hacerlo de tal
manera que nos mantenga satisfechos.

Puede partir uno por ejemplo de que la realidad no puede alcanzarse por el pensamiento ni por la
experiencia ni por la praxis de ser así, partir de la opción “a” es imposible y la opción “b” es pura
ilusión; o tal vez partir de lo contrario, dice Hegel que todo lo real es racional y todo lo racional es real,
Einstein medio lo redondea cuando dice que lo que le sorprende no es la complejidad del universo sino
que podamos entenderla.

Creo que esos tres aspectos son las primeros asuntos que circulan al rededor del camino de la respuesta
a la pregunta por el gato. Lo siguiente es entender que lo concreto es la interrelación entre la realidad y
la práctica y el pensamiento, normalmente se confunde con lo real o lo empírico, es decir es un real
accionado y pensado en su transformación. Así, es posible llegarle por el camino de la Lógica
Dialéctica de Hegel en una apropiación de la biología, pero ya es todo un desarrollo. Todo esto a
discutirse.

2. El Amor

Que cosas con esta familia que te ha metido en tanta bronca, es una joda pero me he dado cuenta de que
una parte de digerir la tensión que provoca el encariñarse con mundos enfermos - sabiendo que están
terribles y que lastiman todo lo que tocan, activa o pasivamente – es entender sus dinámicas y
protegerse de ellas. Ahora, es siempre una lástima que a veces ese protegerse implique alejarse por que
lo que está en juego es el rumbo que toma nuestra vida. Digamos, conviene que la forma que toma tu
doctorado no sea la forma de un Adrián traqueteado por el amor, sino al revés, la de un Adrián
enamorado - ¡qué bien que le hace a la ciencia el amor! - y creo que lo primero es aceptar, entender y
proyectar que tienes derecho a tener una relación sana mi muy querido amigo. Fijate, para el
psicoanálisis de la escuela de Frankfurt la vida tiene tres grandes pies: el trabajo, el tiempo libre y el
amor. Pies que se apoyan y determinan mutuamente, siempre hay que ver cómo vamos en los tres y
pensar un poco que nuestra vida se proyecta en su movimiento.
3. Escribir las cosas hace un paro

Si que lo hace, lo del tema de mi transición de Fernanda, a la soledad y luego el encuentro con
Georgette no ha sido fácil, en realidad he atravesado dos “duelos” (así le llaman en psicoanálisis)
distintos: uno que tenía que ver con desprenderme del dolor que me causó mi vida con Fernanda y
enseguida el más difícil, que tiene que ver con desprenderme de lo lindo que era vivir con ella. Por
suerte /y además eso es un hecho triste) comenzaron hace mucho, todavía cuando vivíamos en
coyoacán. Además creo que las separaciones y en general las crisis emocionales tienen que ser
funcionalizadas por uno en sentido del rumbo que lleva la vida. A veces pienso en Fernanda y me
cuestiono o me pongo triste, luego lloro. La cosa es que Georgette me plantea una relación muy crítica
y eso me permite no llenar así nomás el vació que hubiera dejado mi relación anterior sino más bien
moldear lo que ya quería moldear al separarme y darme cuenta de que no estaba moldeando mi vida
como quería. Así las cosas, lo que creo además que estamos en un momento de nuestras vidas (tu y yo)
en el que hacer este tipo de cosas, elegir que queremos del amor y ejercerlo, comienza por entender lo
que no queremos de el (parece que ese es el momento en el que estás) y eso puede ser muy muy
gozoso, además qué oportunidad es poder ligarlo con tus investigaciones del Doctorado y tu disfrute
del ambiente social del baile que te has construido.

Te mando un abrazo fuerte y mis mejores sentimientos.

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