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Qué significa la “ausencia” del

torso humano en los dibujos de


los niños
Escrito por: Camila Londoño
julio 5, 2018

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Cuando un niño toma por primera vez un lápiz, no intenta


dibujar un objeto reconocible. Lo que sucede es que intenta
divertirse con el movimiento del lápiz y con los signos o marcas
que surgen del movimiento de éste. Estas marcas se conocen
como “garabatos” y a menudo, los adultos intenta asignarles
significados o formas concretas. Lo cierto, según explica D.J.
Hargreaves en su libro Infancia y educación artística, es que el
adulto no podrá reconocer lo que el niño hace porque ni siquiera
el niño, en un principio, reconoce lo que está “garabateando”.
Poco a poco, ellos van descubriendo que las demás personas
esperan que esos garabatos representen algo. “Puede ocurrir
también que, por casualidad, el garabato del niño parezca en
realidad una persona, un pez o un perro y él se de cuenta de
este feliz accidente”.
Con el tiempo esto va cambiando y los
garabatos empiezan a transformarse
paso a paso.
Uno de los primero dibujos que los niños intentan hacer
deliberadamente son los dibujos de personas, pero éstos, a su
vez, tienen particularidades. El autor del libro explica que los
seres humanos son complejos y por ende, su representación
pictórica también lo es. A los 3 años de edad, los intentos de los
niños al representar figuras humanas son bastante peculiares;
se llaman tadpole figures (renacuajos) y casi todos los niños los
dibujan. Lo particular de los renacuajos es la ausencia de partes
y “algunos aspectos característicos se insertan de manera más
bien extraña”, dice el autor. Lo más llamativo de los renacuajos
es la ausencia del torso y la presencia de brazos que se unen a
la cabeza. También hay figuras de “transición”, aquellos que
dibujan los niños antes de pasar a desarrollar formas más
convencionales y si bien son una única silueta cerrada, las
características corporales (brazos, ombligo, etc) aparecen más
abajo.

Infancia y educación artística (Los renacuajos presentan una única superficie cerrada que suele

contener rasgos faciales. Muchas veces se omiten los brazos pero si se dibujan, están pegado a

la superficie cerrada).
Infancia y educación artística (en las figuras de transición los rasgos corporales como brazos,

ombligo y botones, aparecen en la parte baja de la figura).

Infancia y educación artística (las figuras convencionales suelen presentar superficies cerradas

independientes que representan el tronco y la cabeza. A veces la figura presenta una sola

superficie cerrada).

Pero, ¿por qué los niños hacen cuerpos


sin torso o “renacuajos”?
Hargreaves dice que hay bastantes interpretaciones. En una de
éstas se piensa que los niños pequeños tienen una imagen
mental incompleta del cuerpo humano, imagen en la cual
omiten el torso. También se cree que en realidad sí pueden tener
una imagen completa, pero que simplemente se limitan a
dibujar aquellas partes del cuerpo que les parecen más
significativas. Otro dato que rescata el autor es que los niños
examinan los objetos siguiendo un eje vertical de arriba a abajo
y además, dibujan el cuerpo humano siguiendo ese mismo
orden. Con base en esto, hay evidencia relacionada con la
memoria que indica que existe una tendencia a recordar
correctamente los primeros y últimos elementos de una lista,
aunque se olviden los del medio. “Al dibujar, el niño no sólo ha
de recordar todas las partes del cuerpo” dice Hargreaves, “sino
que debe hacerlo en el orden adecuado; además tiene que
satisfacer otras exigencias, como la forma con la que debe
dibujarse cada parte y el modo en que han de componerse las
partes”. ¿Qué quiere decir todo esto? Que es normal esperar que
estas exigencias de dibujar un cuerpo humano, incluya
omisiones y que el torso, que está situada justo en el medio, sea
el mejor elemento para ser olvidado.

Otros investigadores están de acuerdo en que la imagen


corporal del niño es completa, pero además creen que el torso
en el renacuajo sí está incluido en el dibujo. En relación a esto se
explica que los niños pequeños no segmentan la imagen
corporal en partes tan detalladas como lo hacen niños más
grandes o adultos. En ese sentido, puede que la silueta total del
renacuajo abarque toda la masa de la figura (cabeza y cuerpo) a
la que se unirán los brazos y las piernas. También, puede que el
torso se ubique bajo la “cabeza” y entre las “piernas” de la
figura.

Pero no todos los renacuajos significan


lo mismo.
Para algunos niños, la carencia de cuerpo está asociada a que
efectivamente aseguran no poder dibujar un cuerpo. Otros, en
cambio, afirman que sus dibujos sí tienen cuerpo y de hecho
pueden decir, con exactitud, dónde está dicho cuerpo. Según
algunos estudios, la mayoría de los niños son capaces de
identificar su “torso” de una u otra forma, esto va de la mano
con la idea de que los renacuajos efectivamente tienen torso,
aunque no se diferencien las partes. “Para la mayor parte de los
niños, la superficie cerrada representa tanto la cabeza como el
cuerpo de la figura”, explica el autor del libro. “Esto significa
que, cuando los niños unen brazos a este contorno cerrado, su
figura no es tan extraña como pareciera a primera vista; los
brazos no siempre se unen a la cabeza, sino al cuerpo”, agrega.

Hay algo importante en esta información y es que no puede


asociarse siempre esta falta de diferenciación entre cabeza y
cuerpo, a la percepción o comprensión que tiene el niño sobre la
figura humana. Ellos son muy capaces de identificar la cabeza y
el torso de una persona y la escasa diferenciación sólo se da en
la representación gráfica. Otro punto importante es que todos
los niños viven la etapa del “renacuajo” en tiempos diferentes.
Para algunos, esta etapa es muy corta y para otros, se puede
extender por meses. Lo más clave es entender que los niños no
se quedan por siempre en ese punto y paso a paso, por lo que
ven a su alrededor y otros elementos, van desarrollando un tipo
de cuerpo mucho más convencional.

Todo esto y mucho más es lo que aprenden profesores y


educadores de párvulos durantes sus años de formación, lo que
evidencia aún más la importancia de su labor y el impacto de
ésta en los procesos de formación. Ellos tienen las herramientas
para respetar los procesos y fomentar el desarrollo de todos los
niños en este y otros aspectos importantes del aprendizaje.

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