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La situación de hospitalización es muy estresante para los padres y el niño, es por ello
que la forma de abordar este proceso implica el reconocimiento de los derechos de
ambos, así como de la pericia del personal de enfermería para brindar una preparación
psicológica y física con sentido humano:
Por ello es importante: Involucrar a los padres en el procedimiento y/o mantener a los
padres en la línea de visión del menor o tal vez un objeto familiar (peluche).3
Cabe mencionar que en cada etapa de desarrollo las necesidades cambian, por lo tanto,
las necesidades son diferentes y no es conveniente abordar a un lactante y a un
adolescente de la misma forma.
Durante el procedimiento, se explicará paso por paso lo que está sucediendo. Se debe
permitir al menor dominar la experiencia amenazadora a través del juego y la fantasía.
Tabla 1. Lactantes y niños.
Lactante menor
Su preparación tiene que ver con las características de su desarrollo. Está en desarrollo
el sentido de confianza por lo cual debe limitarse el número de personas desconocidas.
Lactante Mayor
A esta edad se encuentra en desarrollo el sentido de Autonomía, el sensitivomotor y
el pensamiento pre operacional. Por su pensamiento egocéntrico es importante
explicarle todo procedimientos y enfatizar la importancia de su cooperación.
Una conducta negativa requiere de usar una conducta firme y directa, ignorar
berrinches, sujetarle de forma adecuada. Su habilidad del lenguaje aún es limitada,
requiere de dar una orden a la vez, recurrir a juegos, permitir que manipule los objetos
médicos y dejarle hacer elecciones. Es importante mantener sesiones de enseñanza (5
a 10 min).
Tabla 2. Arteterapia en la hospitalización.
Preescolar:
A esta edad también demuestra su angustia por separación. Generalmente suele ser
poco cooperativo y pregunta a menudo por sus padres. Debemos recordar que aún no
desarrollan pensamiento por lo que no distinguen entre la fantasía y la realidad, por lo
que puede llegar a creer que su enfermedad es producto de algo que hicieron o
pensaron. De ahí que es importante ayudarle a darse cuenta de que la hospitalización
no es un castigo por algo que hizo mal.
Muchos niños de esta edad tienen amigos imaginarios con quien conversan y actúan
como si realmente estuvieran en la habitación, no hay problema en participar en estas
expresiones ya que ayuda al paciente a sentir controlada la situación.
Alivian la tensión con pensamientos mágicos, fantasías y desempeño de papeles.
Escolar:
Tiene miedo al dolor y a las lesiones corporales, se preocupan más por las
discapacidades o los desfiguramientos permanentes.
Hay que animarlo para que sea tan independiente como sea posible, es muy importante
mantener su privacidad. Se requiere explicarle y a la vez ganarse su cooperación. Se
le permite responsabilizarse de tareas sencillas. y relaciones con el grupo de pares. El
tiempo de enseñanza es de 20 min.
Adolescente:
No quieren verse ni actuar de manera diferente, de modo que en las enfermedades
crónicas quizá no cumplan con todas las indicaciones médicas. Es necesario darles a
elegir cuando sea posible. Hay que instarlos a expresar sus temores, el explicar o
aclarar dudas le pueden permitir darse cuenta de que tiene miedo a la muerte,
discapacidad u otros riesgos potenciales, esto les ayuda a aliviar el estrés y les
permitirá trabajar para conservar o recuperar su identidad. La comunicación debe ser
directa e imponerse las menos restricciones posibles, respetar su individualidad, o
permitirsele la compañía de un amigo o familiar. Respetar al máximo sus decisiones
con respecto a la atención médica y disponer de métodos de distracción (juegos,
televisión, libros, rompecabezas, etc). 3
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