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FACULTAD DE INGENIERÍA
Santiago - Chile
2017
© Max Alexander Blondel Buijuy, 2017.
En los años 2005, 2007 y 2008 se utilizó esta técnica en campañas de medición de esfuerzos de
campo lejano para el Proyecto Nuevo Nivel Mina (PNNM), contando con los servicios de
laboratorios internacionales. El año 2016, se implementó esta técnica en la División El Teniente
en sus proyectos Divisionales y PNNM para la medición de los campos de esfuerzos, utilizando
en esta oportunidad los servicios de un laboratorio nacional. Este nuevo escenario, permitió
reducir los tiempos de espera, de meses a semanas y tener un mayor acceso al laboratorio. De
este trabajo conjunto, entre la División y el laboratorio nacional, surgieron lecciones aprendidas,
que se materializaron en una metodología de aseguramiento y control de calidad (QA/QC)
detallado en el presente trabajo de titulación.
Los principales focos de mejora detectados se relacionan con la necesidad de asegurar una
correcta manipulación e identificación de las orientaciones del testigo orientado y las
miniprobetas, una extracción de miniprobetas con ángulos más amplios entre sí (≥45°), y con un
número de condición matriz igual o menor a 10, junto con la necesidad de implementar un
algoritmo de cálculo (desarrollado internamente como parte de esta trabajo) para verificar los
cálculos realizados por el laboratorio externo.
i
AGRADECIMIENTOS
En primera instancia, agradezco a mi profesor guía y tutor de la División El Teniente, don Patricio
Cavieres Rojas, por su apoyo, consejos y conocimientos, que han permitido la realización del
presente trabajo.
ii
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN .....................................................................................................1
iii
3.3.2 Downward Compact Conical-Ended Borehole Overcoring (DCCBO) ........................ 24
3.3.3 Fracturamiento Hidráulico ........................................................................................... 26
3.3.4 Emisiones acústicas (AE) con testigo orientado ......................................................... 29
3.3.4.1 Principios de la técnica de medición de esfuerzos con AE con testigo orientado29
3.3.4.2 Modelos teóricos de ocurrencia de emisiones acústicas y el Efecto Kaiser ....... 33
3.3.4.4 Equipo de medición de emisiones acústicas ....................................................... 35
3.2.4.5 Método recomendado por el ISRM para la medición de esfuerzos con AE con
testigo orientado ............................................................................................................... 37
3.3.4.8 Variables involucradas en los resultados de AE con testigo orientado ............... 40
3.3.4.9 Comparación métodos de medición de esfuerzos ............................................... 42
IMPLEMENTACIÓN DE LA MEDICIÓN DE ESFUERZOS CON AE ....................46
ANEXO…………………………………………………………………..……………………………...104
iv
ÍNDICE DE TABLAS
ÍNDICE DE FIGURAS
v
Figura 3.12: Medición de esfuerzos con emisiones acústicas. a. Esquema general de ensayo
de AE. b. Manifestación del efecto Kaiser. .................................................................................. 31
Figura 3.13: Curva típica de los registros de emisiones acústicas acumuladas. ........................ 32
Figura 3.14: Ejes de las miniprobetas extraídas desde testigo orientado, y el sistema de
ecuaciones obtenido a partir de los ensayos de AE de cada eje. ............................................... 33
Figura 3.15: Modelos de grietas responsables del Efecto Kaiser. (a) Grietas de Griffith. (b)
Grietas de deslizamiento y alas (c) Cierre de aperturas en la roca (d) Grietas de poros............ 34
Figura 3.16: Configuración del sistema de medición de emisiones acústicas. ........................... 35
Figura 3.17: Sensor de medición acústica conectado a un pre-amplificador. ............................. 36
Figura 3.18: Disminución de los costos de medición de esfuerzos con la técnica FH según
incremento del número de mediciones realizadas. ..................................................................... 45
Figura 4.1: Esfuerzos principales medidos en la primera campaña con AE y comparaciones con
mediciones con HI en Ten-8. ....................................................................................................... 47
Figura 4.2: Esfuerzos principales medidos con AE en la segunda campaña de medición de
esfuerzos. ..................................................................................................................................... 48
Figura 4.3: Esfuerzos principales obtenido en las mediciones realizadas para el contraste.
Fuente: Elaboración propia, 2017. ............................................................................................... 49
Figura 4.4:Vista en planta del sector de realización de las campañas de medición con AE. ..... 51
Figura 4.5: Esfuerzos principales medidos con AE en la implementación del método en El
Teniente. ...................................................................................................................................... 52
Figura 4.6: Ubicación de sitios de mediciones comparativos de esfuerzos AE. ......................... 53
Figura 4.7: Comparación mediciones de esfuerzos con AE sector del sitio SG 628 T1. a.
Esfuerzos principales de los sitios cercanos a SG 0628 T1. b. Agrupamiento de esfuerzos
principales detectados en los sitios SG 0551 T1 y SG 0628 T1.................................................. 54
Figura 4.8: Posición correcta del testigo orientado en el sistema coordenado local. .................. 55
Figura 4.9: Relación entre los ángulos de perforación de las miniprobetas y el Número de
condición matriz. .......................................................................................................................... 57
Figura 4.10: Sistema de aseguramiento de calidad asociado al proceso de medición de
esfuerzos con emisiones acústicas. ............................................................................................ 59
Figura 4.11: Diagrama de la secuencia operacional requerida para la determinación del tensor
de esfuerzos 3D con la técnica de AE con testigo orientado. ..................................................... 61
Figura 4.12: Rotulación del testigo orientado. ............................................................................. 62
Figura 4.13: Herramientas de orientación del testigo orientado. a. Herramienta controladora y
orientadora del ACT-II. b. Herramienta buscador de norte. ......................................................... 63
Figura 4.14: Proceso de extracción de las miniprobetas. a. Perforación del testigo orientado en
el laboratorio. b. Testigo orientado perforado con miniprobetas extraídas a los costados. c.
Miniprobetas d. Miniprobeta durante ensayo de AE. ................................................................... 65
vi
Figura 4.15: Esquema de obtención del sistema de ecuaciones lineales requerido para calcular
el tensor de esfuerzos 3D. ........................................................................................................... 66
Figura 4.16: Diagrama de las distintas secuencias de cálculo requeridas para la determinación
del tensor de esfuerzos 3D con la técnica de AE con testigo orientado. .................................... 67
Figura 4.17: Ángulos referenciales utilizados en la rotación de cada miniprobeta desde
coordenadas locales a coordenadas mina. ................................................................................. 70
Figura 4.18: Eje referencial “Dip-dir mini-probeta pivote”. ........................................................... 70
Figura 4.19: Eje referencial perpendicular al plano formado por el pivote-xi. ............................. 71
Figura 4.20: Diferencia entre la orientación teórica de perforación de la miniprobeta pivote con
respecto a la efectivamente perforada en el laboratorio. ............................................................. 72
Figura 4.21: Rotación de ejes de miniprobetas desde coordenadas locales a coordenadas mina.
a. Orientación inicial del testigo orientado y miniprobetas en coordenadas locales. b. Orientación
final, al rotar el testigo orientado y miniprobetas a coordenadas mina. ...................................... 73
Figura 4.22: Configuración de la matriz de cosenos directores utilizada para el cálculo del
Número de Condición Matriz........................................................................................................ 74
Figura 4.23: Comportamiento de la curva del determinante de la matriz Nt N-ΛI, con las
respectivas soluciones a sus autovalores. ................................................................................... 75
Figura 4.24: Comportamiento de la curva del determinante de la matriz Nt N-ΛI, con las
respectivas soluciones a sus autovalores para tres casos con distintos NCM. .......................... 76
Figura 4.25: Diagrama general de la secuencia de operaciones realizadas por el programa de
cálculo del tensor de esfuerzos. .................................................................................................. 78
Figura 4.26: Interfaz gráfica de programa de cálculo de tensor 3D con AE ................................ 79
Figura 4.27: Gráfico de superficie con los valores de la función de objetivo de rotación de una
miniprobeta bajo distintas orientaciones. ..................................................................................... 79
Figura 4.28: Resultados de los esfuerzos principales de programa de cálculo. a)
Resultado determinístico. b) Resultado con dispersión. .............................................................. 81
Figura 4.29: Puntos de control establecidos en el procedimiento operacional de la medición de
esfuerzos con AE. ........................................................................................................................ 82
Figura 4.30: Orientaciones locales de miniprobetas informadas por el laboratorio, y como se
deberían posicionar en el sistema coordenado local. .................................................................. 83
Figura 4.31: Puntos de control establecidos en el procedimiento del algoritmo de cálculo, ....... 84
Figura 4.32: Ejemplo de formato de planilla de resultados de mediciones de esfuerzos con AE.
..................................................................................................................................................... 86
Figura 4.33: Secuencia de contrastación de mediciones de esfuerzos con AE con mediciones in
situ 3D realizadas con Hollow Inclusion....................................................................................... 87
Figura 4.34: Secuencia de contrastación de mediciones de esfuerzos con AE con mediciones in
situ 2D realizadas con Fracturamiento Hidráulico. ...................................................................... 89
vii
Figura 4.35: Interfaz gráfica de la opción de cálculo del tensor de esfuerzos 3D a partir de los
valores P, Q, θ P de 3 mediciones 2D de esfuerzos. .................................................................. 90
Figura 4.36: Interfaz gráfica de cálculo de los esfuerzos principales secundarios...................... 91
Figura 4.37: Gráfico de esfuerzos principales secundarios desarrollado por el programa. ........ 93
Figura 4.38: Corrección de las orientaciones del testigo orientado y miniprobetas al confundir su
extremo superior con el inferior. a) Caso base con el testigo orientado perforado en posición
invertida. b) Caso corregido al rotar en 180° el testigo orientado. .............................................. 94
Figura 4.39: Corrección de las orientaciones del testigo orientado y miniprobetas al confundir su
dirección de avance. a. Caso base con el testigo orientado perforado en posición incorrecta. b.
Caso corregido al rotar en 180° el testigo orientado. .................................................................. 95
viii
INTRODUCCIÓN
1.1. Introducción
El análisis geotécnico de las deformaciones del macizo rocoso, con información aportada por
mediciones confiables de esfuerzos in situ, representa un punto clave en el proceso de análisis
carga-deformación en unidades geológicas, preparación de líneas base geotécnicas de respaldo
al diseño y constructibilidad de excavaciones subterráneas exitosas, disminuyendo riesgos a
personas y equipos.
Desde el año 2005 la División El Teniente ha incorporado, como otra alternativa, la técnica de AE
con testigo orientado para determinar el tensor de esfuerzos tridimensional (3D) en puntos
lejanos, comenzando a utilizarse en el Proyecto Nuevo Nivel Mina (PNNM) para la construcción
de la primera bajada para la explotación de la mina. Las campañas de medición desarrolladas
con esta técnica han generado la necesidad de implementar metodologías y herramientas de
control de calidad que aseguren la disponibilidad de bases de datos confiables, que permitan
mitigar la ocurrencia de errores (humanos y metodológicos, entre otros), para asegurar la
confiabilidad de las mediciones de esfuerzos, y la respectiva determinación del tensor de
esfuerzos 3D.
1
1.2 Objetivos del estudio
Entregar una metodología de trabajo (operacional y algorítmica) que permita determinar el tensor
de esfuerzos 3D con la técnica de medición de emisiones acústicas con testigo orientado,
incorpoprando la experiencia acumulada hasta el momento en la División El Teniente y aspectos
de calidad.
2
Esta memoria de título contempla la materialización de una metodología y herramientas que
permitan una mejor confiabilidad en la implementación de la técnica de medición de esfuerzos
por AE con testigo orientado, para la determinación del tensor de esfuerzos 3D in situ en el macizo
rocoso. Esta metodología integra las mejores prácticas aplicadas actualmente por laboratorios
proveedores de este servicio y el aprendizaje acumulado hasta el momento en la División,
considerando sus campañas pasadas de mediciones de esfuerzos con AE. En este contexto, el
presente trabajo de titulación comprende la intervención desde la obtención del testigo orientado
en el sitio de medición, hasta la determinación y validación del tensor de esfuerzos in situ del
sector de interés.
Este trabajo está circunscrito al estudio de la medición de esfuerzos por AE con testigo orientado
en rocas duras, mediante ensayos de esfuerzo uniaxial, sin considerar etapas posteriores de
modelamiento o definición del modelo de esfuerzos in situ final. De igual forma, no considera
procesos de análisis de las curvas acumuladas de emisiones acústicas entregadas por los
laboratorios, considerándose que este trabajo especializado queda fuera de este estudio.
3
c. Identificación y análisis de los parámetros claves que intervienen en el desempeño de
la determinación del tensor de esfuerzos in situ por medición de AE con testigo orientado
Se programará una rutina de cálculo del tensor de esfuerzos 3D a partir de los esfuerzos
obtenidos en los ensayos de AE con testigo orientado (6 ejes), incorporando en el programa
puntos de control para asegurar la confiabilidad de los resultados obtenidos. Adicional a lo
anterior, se entregará la dispersión del resultado obtenido, en base a la variabilidad de los
ensayos realizados para cada eje (desviación estándar). Esto último, es un aporte de este trabajo
de tesis, considerando que los laboratorios nacionales e internacionales de AE no lo realizan.
4
orientado, el escogido para obtener el campo de esfuerzos 3D en los niveles más profundos (bajo
la cota del Nivel Ten-8).
5
ANTECEDENTES GENERALES DE MINA EL TENIENTE
La historia de la Mina El Teniente, según los registros históricos, se remonta a los años 1800,
periodo en que este yacimiento de cobre fue descubierto. Los empresarios norteamericanos
William Braden y E.W. Nash se interesaron en el yacimiento con posterioridad, fundando la
compañía “Braden Copper Company” en el año 1904, convirtiéndose en la primera compañía
propietaria de la Mina El Teniente. El “Grupo Guggenheim” adquirió la propiedad en el año 1908.
Posteriormente, la “Kennecott Copper Corporation” adquirió los derechos de la compañía en el
año 1915. El estado de Chile adquiere en abril del año 1967 el 51% de la propiedad del yacimiento
a la “Kennecott Copper Corporation”, constituyéndose de esta forma, la “Sociedad Minera El
Teniente”. El 11 de Julio de 1971 la Mina El Teniente pasa a ser propiedad del Estado de Chile,
por medio de una Reforma Constitucional, formándose el año 1976 la “Corporación Nacional del
Cobre” (CODELCO), de la cual forma parte la División El Teniente (1).
Entre los principales proyectos de la División El Teniente se encuentra el Proyecto Nuevo Nivel
Mina, que tiene como propósito suplir la disminución de mineral procesado en planta debido al
agotamiento de los actuales sectores productivos de la mina El Teniente. El PNNM explotará
mineral primario mediante el método de Panel Caving Convencional, utilizando LHD de 10 yd3
que descargarán en piques que llegan a un Nivel de Transporte Intermedio donde operarán
camiones de 60 t que descargarán a tolvas de acopio sobre uno de los tres chancadores
considerados, los que alimentarán la correa principal que va a superficie. Posteriormente, un
sistema de correas eleva el mineral hasta su descarga en la planta de tratamiento. El PNNM
considera una ley de cobre de 0.863% y 1.61 Mt de reservas (3).
6
Figura 2.1: Sectores y proyectos de la Mina El Teniente
Fuente: CODELCO Chile, División El Teniente, Gerencia de Recursos Mineros y Desarrollo, 2014.
2.2.2 Clima
7
Figura 2.2: Ubicación geográfica Mina El Teniente
Fuente: Hormazábal, et al., 2014.
El yacimiento de la mina El Teniente corresponde al tipo “Pórfido Cuprífero”, y está formado por
intrusivos calcoalcalinos en rocas volcánicas terciarias. Presenta forma textural diseminada, o
sea, que el mineral se distribuye en forma más o menos uniforme en la roca.
Este yacimiento está conformado por un cuerpo central de estéril, denominado Brecha o Pipa
Braden, que posee una sección horizontal circular y una geometría similar al de un cilindro en
posición vertical, con un diámetro que varía desde un valor máximo cercano a 1000 m en su parte
superior, a 2940 msnm, hasta alcanzar valores cercanos a 600 m en los niveles inferiores, a 1
740 msnm. La Pipa Braden, está rodeado de una mineralización con extensión variable, que
alcanza como máximo un valor cercano a los 700 m. El tipo de roca predominante es Andesita,
existiendo, además, un cuerpo de extensión Norte-Sur asociado a Dacita, y un gran cuerpo de
Diorita en el lado Sureste. En el lado Noreste y Este existen pequeñas intrusiones de Diorita. El
cuerpo mineralizado consta de una forma irregular, que, mirado en planta, se asemeja a una
forma de media luna y que posee una disposición en el espacio en forma de un cilindro vertical
con un largo que varía en torno a 2.5 y 3 Km, un ancho de 11.5 Km en su parte más extensa, y
una altura sobre 1 Km (1).
8
2.3.2. Litología y alteración
Esta unidad corresponde a un complejo sub-volcánico de composición básica, con una extensión
vertical de más de 2 km que agrupa a diabasas, gabros y pórfidos basálticos, que han sido
descritos, con regularidad, como “andesita”. Las rocas de esta unidad son de color pardo a oscuro
y tienen la distribución más amplia del yacimiento. En las rocas del CMET se encuentra el 80%
de la mineralización de El Teniente, caracterizándose, por presentar diferentes grados de
biotización que alteran, macroscópicamente, las características texturales originales.
• Pórfido Dacítico
Esta unidad litológica, se ubica en el sector Norte del depósito y corresponde a un stock que
presenta orientación Norte-Sur a Norte-Noroeste, con un manteo subvertical de 1 500 m de
longitud y una potencia variable de 50 m en superficie, a 300 m en el nivel del Teniente-8. Esta
unidad litológica es interrumpida hacia el sur, sector en el que la Brecha Braden lo intruye
incorporando una gran cantidad de fragmentos provenientes de esta última unidad.
• Tonalita
Esta unidad litológica, es conocida con el nombre de Diorita Sewell y se presenta como cuerpo
principal en la mitad sur-este del yacimiento, comprometiendo a los sectores del Teniente-4 LHD
y la porción sur de la Mina Esmeralda.
• Pórfido Diorítico
Esta unidad litológica, se emplaza n el sector central y norte del yacimiento, abarcando los
sectores de Esmeralda y Reservas Norte. Se presenta como una serie de stocks y diques
menores alineados en dirección norte 30° oeste, abarcando una gran extensión en la vertical,
desde los niveles más altos, como el nivel Teniente-1, hasta llegar más abajo que el nivel
Teniente-8.
9
Esta unidad, se presenta en el sector sur del yacimiento y corresponden a facies de alteración
cuarzo-sericitica de la tonalita. La textura característica, es porfídica de grano medio a grueso,
con un 40% de fenocristales de plagioclasa y una masa fundamental biotizada y seritizada.
• Pórfidos Andesítico
Se encuentra ubicada en el socavón de acceso del nivel Sub-6, y se caracteriza por presentar
una textura porfírica gruesa. Está en contacto con un pórfido diorítico, situación que genera
abundantes brechas ígneas y de anhidritas en la periferia de esta unidad.
• Pórfidos Latíticos
Esta unidad litológica, se presenta normalmente como filones de poca potencia, de entre 2 a 6 m,
que conforman cuerpos de cierta magnitud en profundidad. La textura de esta unidad es porfídica
con 60% de fenocristales de plagioclasa y biotita, anfíbola alterada y ojos de cuarzo en una masa
fundamental de cuarzo y feldespato.
c. Unidades de Brechas
• Brechas Ígneas
Las brechas ígneas se ubican preferentemente en el contacto entre el CMET y los distintos
pórfidos que intruyen esta unidad. Generalmente, las brechas ígneas se presentan como
fragmentos de rocas máficas en una matriz de tonalita o pórfido diorítico.
• Brechas de Biotita
Las brechas de biotita se ubican en la Tonalita Sewell, hacia la coordenada 100 sur, sector donde
la biotita se presenta como un cemento con cristalización euhedral tipo pegmatita, asociado con
feldespato potásico y actinolita.
Estas brechas hidrotermales se desarrollan preferentemente en los contactos de los pórfidos que
intruyen al CMET, e incorporan fragmentos de máfico y de pórfido. Se subdividen en Brecha
Hidrotermal de Anhidrita o Brecha Hidrotermal de Turmalina, dependiendo de su cemento, y
generalmente, presentan leyes de cobre superiores que su entorno.
10
Complejo de Brechas Braden
Este complejo de brechas tiene la forma de un cono invertido, con un diámetro de 1200 m en la
superficie, y una continuidad en profundidad de 1800 m. Las brechas están constituidas por
fragmentos redondeados y subredondeados, polimícticos en una matriz de polvo de roca y
cemento de sericita, que presenta cantidades menores de turmalina, calcita y sulfuros, como
pirita. En su interior, se encuentra una diversidad de unidades que corresponden a Brecha Braden
Sericita, Brecha Braden Sericita Fina, Brecha Braden Sericita Bolones, Brecha Braden Clorita,
Brecha Braden Turmalina, Brecha Braden Turmalina Bloques. Además, existen otras unidades
de brecha en su borde.
2.3.2.2 Alteración
El depósito, según estudios realizados, correspondería al resultado de por lo menos ocho eventos
de deformación, siete etapas de mineralización sulfurada y siete de alteración. En este contexto,
la evolución hipógena del yacimiento se caracteriza por tres etapas hidrotermales, en función de
la clasificación por alteración, que ha dado origen a vetillas Tardimagmaticas, Principales y
Tardías. las que son detalladas a continuación (4):
a. Etapa Tardimagmática
Esta etapa se caracteriza por presentar alteraciones fílicas, desarrolladas a partir de vetillas de
sulfuros, que generan halos de alteración de cuarzo, sericita y clorita de ancho variable. Existen
dos mineralogías principales asociada a esta etapa. En primer lugar, cuarzo, sericita, clorita,
anhidrita, y en el segundo caso, calcopirita, pirita y molibdenita (3).
Esta etapa se caracteriza por presentar alteración fílica, que afecta a los clastos de la Brecha de
Turmalina y como halos de vetillas. Esta etapa se desarrolla a partir de la Brecha Braden,
extendiéndose a unos 100 o 150 m en una zona concéntrica a esta. Existen dos mineralogías
principales asociada a esta etapa, las que corresponden a: (a) anhidrita, cuarzo, sericita,
turmalina, yeso, carbonatos y clorita. (b) Calcopirita, bornita, pirita, molibdenita y tenantina. (c)
11
Sericita, calcita, yeso, cuarzo, siderita, ankerita, baritina, anhidrita y turmalina. (d) Pirita,
calcopirita, molibdenita, esfalerita, galena, tenantina.
Las estructuras son clasificadas como fallas o vetillas Tardimagmáticas, Principales y Tardías
según su relleno (4). Además, se clasifican a las estructuras por su persistencia (tabla 2.1)
Estructuras Mayores 100 m < Traza < 500 m Visibles en 3 o más laborales
12
El Plan de Negocios y Desarrollo (PND) 2017 de la División El Teniente (3), en su proceso de
categorización de Recursos y Reservas de su Inventario, considera un total de 4 251.9 Mt de
Reservas y Recursos Minerales, con una ley media de Cu de 0.8 (tabla 2.2).
Fuente: CODELCO Chile, División El Teniente, Gerencia de Recursos Mineros y Desarrollo, 2017 .
13
2.5 Métodos de explotación en roca primaria
El Panel Caving es un método de explotación por hundimiento de tipo masivo, que se caracteriza
por la realización de una socavación, por medio de perforación y tronadura, en la base de un
panel de producción, con un frente de avance llamado frente de hundimiento o socavación. Este
método, genera una modificación en la distribución de los esfuerzos principales, tanto en
magnitud como orientación, afectando a las excavaciones que se desarrollan en niveles inferiores
y que se localizan delante y/o detrás del frente de hundimiento (5). El avance del frente de
hundimiento provoca la modificación de la distribución espacial de los esfuerzos inducidos que
afectan el entorno de las excavaciones, generando 3 zonas diferenciables de estados tensionales
en el macizo rocoso denominadas zona de pre-minería, de transición y de relajación (6):
b. Zona de Transición o Abutment Stress: El macizo rocoso en esta zona presenta cambios
continuos en su estado tensional, que se manifiestan en el incremento y rotación de los esfuerzos,
como resultado del avance de la actividad minera.
El método de explotación por Panel Caving ha evolucionado a través del tiempo, debido a que su
secuencia operacional incide en la inestabilidad de las labores que se encuentran bajo la
influencia de la zona de transición, en particular, el Nivel de producción (NP) y las zonas debajo
de este nivel. En El Teniente, se han desarrollado diversas variantes a este método, con la
finalidad de mejorar la condición adversa generada por el frente de hundimiento. Si bien, las
variantes de este método no eliminan la zona de transición, si logran alejar el frente de
hundimiento del frente de producción, sector en el que se localizan el personal y equipo productivo
(5). Entre las principales variantes desarrolladas, se encuentran el Panel Caving con Hundimiento
Convencional (PCHC), el Panel Caving con Hundimiento Previo (PCHP), y el Panel Caving con
Hundimiento Avanzado (PCHA).
14
2.5.1.1 Panel Caving con Hundimiento Convencional
El método de explotación de Panel Caving con hundimiento convencional se caracteriza por tener
desarrolladas las labores del nivel de producción por delante del frente de hundimiento (figura
2.5). Esta condición, provoca que los sectores del nivel de producción, que se encuentran por
delante del frente de hundimiento, sean afectados por la zona de transición (abutment stress). En
este escenario, los esfuerzos principales producen la degradación inicial del Crown pillar y los
pilares de producción, aumentando el daño al macizo rocoso al momento de realizar la apertura
de bateas, y luego, al ser afectado por el avance de un nuevo frente de hundimiento (5).
En este método, las labores de desarrollo están adelantadas con respecto a la construcción de
las zanjas, y estas a su vez, están adelantadas con respecto al frente de hundimiento, siendo
estas distancias dependientes de cada sector. La preparación y tronadura de las zanjas se realiza
parcialmente por delante del frente de hundimiento dejando un pequeño pilar (3 a 4 m) entre el
nivel de producción y el nivel de hundimiento, completándose posteriormente, la conexión entre
las zanjas y el nivel de hundimiento (UCL) por medio de tronaduras de socavación en el UCL (5).
El método de explotación de Panel Caving con hundimiento previo se caracteriza por tener
desarrollada la socavación por delante del desarrollo de las labores del nivel de producción (figura
2.6). Esta variante, se desarrolló en un esfuerzo por disminuir los problemas de daño presentado
con el hundimiento convencional, de modo tal que, el desarrollo y la construcción de las galerías
del nivel de producción se realizan bajo área previamente socavada, lo que se traduce en una
mejor condición de estabilidad de las labores. En este método se utiliza una socavación “baja”,
de 3.6 a 4.0 m, con la finalidad de que no queden pilares de apoyo en el nivel de hundimiento (5).
El método de explotación de Panel Caving con hundimiento avanzado se caracteriza por tener
desarrollada la socavación por delante del desarrollo de las zanjas y algunas labores del nivel de
producción, como calles de producción y accesos, desarrolladas por delante del frente de
hundimiento (figura 2.7). Esta condición, aleja la zona de transición del frente de extracción,
situando la apertura de bateas por detrás de los esfuerzos asociados a la zona de transición, lo
que, a su vez, disminuye el daño final inducido a los pilares del nivel de producción con respecto
a la variante de Panel Caving con Hundimiento Convencional (5).
15
Figura 2.4: Estados del macizo rocoso generados por el avance del frente de socavación.
Fuente: Vásquez, 2006.
16
Figura 2.6: Secuencia operacional y labores en el método de PCHP.
Fuente: Elaboración propia, modificado de Belmar, 2013.
17
MEDICIONES DE ESFUERZOS EN MINA EL TENIENTE
18
3.2 Métodos de medición cercanos utilizados en El Teniente
Este método fue creado por la Oficina Federal de Minas de Estados Unidos (USBM) a fines de
los años 50, con la finalidad de medir esfuerzos in situ en el macizo rocoso (2D). Las mediciones
de esfuerzos se efectúan con la técnica de sobre-perforación (overcoring), al medir la deformación
diametral en una perforación de diámetro pequeño (1 ½”) a medida que el campo de esfuerzos
circundante es removido al perforar coaxialmente un tiro de mayor diámetro (6”) concéntrico a la
perforación inicial (8). La deformación diametral registrada es relacionada a los cambios de
esfuerzos en el plano perpendicular a la perforación utilizando el módulo de deformación de la
roca.
Este método utiliza una celda de medición bidimensional (figura 3.2) que consta de tres pares de
puntos de contacto adheridos al cuerpo de los medidores. El punto de contacto más externo
termina contactando la pared del pozo, mientras que, el punto de contacto más interno finaliza en
la misma posición que el azimut de los sensores. Los medidores de deformación cuentan con
resistencias eléctricas unidas a ambas caras de cada sensor, y, además, se encuentran atados
con los sensores opuestos en una configuración de “puente wheatstone”. Los tres sensores de
deformación de la celda se encuentran distanciados en ángulos de 60° entre sí (8). La celda está
diseñada para registrar deformaciones en un periodo menor a 30 minutos. Esta limitación, se
debe a la inestabilidad de los transductores comercialmente disponibles para monitorear los
cambios de esfuerzos en periodos de tiempos superiores, y al ingreso de humedad al interior del
área del transductor.
19
La medición de esfuerzos con USBM considera la siguiente secuencia de actividades (8):
a) Se realiza una perforación inicial en el macizo con una corona de 6” de diámetro hasta
una profundidad que permita medir más allá de la zona de concentración de esfuerzos en
torno de la excavación (2.5 veces el diámetro de la galería).
b) Se realiza una segunda perforación, de 1 1\2” de diámetro, concéntrica a la primera.
c) Se inserta el medidor dentro de la perforación de menor diámetro (1 1\2”).
d) Se realiza la sobre-perforación de la roca alrededor del medidor de deformaciones de
modo coaxial a la perforación inicial de 6” de diámetro. Las deformaciones diametrales se
registran a lo largo de todo este proceso cada 1\2” o 1” de avance. El proceso de sobre-
perforación acaba en el momento en que las lecturas indican que las tensiones se han
relajado (longitud adecuada del testigo = 10”).
e) El testigo obtenido en la sobre-perforación se corta y es retirado del sondaje, y
posteriormente, es sometido a ensayo de confinamiento biaxial con la finalidad de
determinar su módulo de elasticidad. El ensayo biaxial puede realizarse en terreno, o
posteriormente, en oficina.
20
La medición de esfuerzos in situ con el método CSIR Doorstopper considera la siguiente
secuencia de actividades (8):
Cada uno de los testigos son enviados al laboratorio para obtener los módulos de elasticidad de
Young y Poisson.
El método de medición de esfuerzos in situ con la celda Hollow Inclusion se desarrolló el año
1990 por CSIRO Australia (Proyecto JKMRC con la División El Teniente), con la finalidad de
mejorar la efectividad de los procedimientos de medición de esfuerzos por sobre-perforación,
como el USBM y CSIR Doorstopper, que utilizan celdas bidimensionales para las mediciones de
esfuerzos, requiriendo de un mínimo de tres perforaciones no paralelas para la determinación del
campo de esfuerzos in situ tridimensional (8). Esta metodología de medición de esfuerzos in situ
utiliza una celda triaxial (figura 3.4) que mide las deformaciones diametrales en el macizo rocoso
durante el proceso de sobre-perforación. La celda, contiene adosada en su superficie 3 rosetas
de 3 strain gauges cada una (9 strain gauges en total) que permiten la determinación del tensor
de esfuerzos 3D in situ del sector con una sola perforación (8).
La instalación de la celda triaxial debe realizarse fuera del área de influencia de la galería, y, al
igual que el resto de los métodos de sobre-perforación, el registro de las deformaciones
21
diametrales en el macizo durante la sobre-perforación, junto con las propiedades elásticas de la
roca, permiten la determinación del tensor de esfuerzos 3D in situ.
La medición de esfuerzos in situ con el método Hollow Inclusion considera la siguiente secuencia
de actividades (8):
22
3.3 Principales métodos de medición lejanos desarrollados
La Borre Probe es una celda de medición de esfuerzos propuesta por Leeman en el año 1968 y
desarrollada en Suecia por Vattenfall del Swedish State Power Broad (SSPB), siendo presentada
la primera versión en 1976 por Hiltscher (8). Este método utiliza el principio de sobre-perforación
para medir los esfuerzos in-situ y consta de una celda triaxial que permite la obtención del campo
de esfuerzos 3D en pozos llenos de agua y en profundidad (pruebas exitosas hasta 600 m) (9).
Este método, solo requiere del registro de las deformaciones diametrales inducidas en el proceso
de sobre-perforación, las constantes elásticas de la roca y los datos de la orientación de la celda
y la perforación, para determinar el tensor de esfuerzos 3D in situ (8).
Este instrumento tiene forma cilíndrica (figura 3.5), con una longitud de 550 mm y un diámetro de
54 mm aproximadamente, y contiene tres rosetas que constan de tres medidores de deformación
dispuestos en las siguientes orientaciones específicas: (i) orientación paralela (medidor axial o
longitudinal), (ii) orientación perpendicular (medidor tangencial o circunferencial y (iii) orientación
a 45° con respecto al eje axial del pozo (8).
Las rosetas están unidas a tres brazos de sensores plásticos en el fondo del instrumento,
localizados a 120° de una orientación conocida del cuerpo principal del Borre Probe. De esta
forma, los nueve medidores de deformación registran deformaciones en nueve direcciones
distintas. Como el proceso de determinación del tensor de esfuerzos 3D requiere la información
de deformación de 6 direcciones independientes, este método entrega datos de deformación
diametral redundantes (8). El instrumento está diseñado para ser recuperado una vez utilizado,
perdiéndose solo los medidores de deformación que quedan unidos a la pared del pozo luego de
realizada la medición.
23
La medición de esfuerzos in situ con el método Borre Probe considera la secuencia de actividades
de la figura 3.6 (8):
Figura 3.6: Diagrama de flujo con los pasos asociados a la medición de esfuerzos con la
técnica Borre Probe.
Fuente: Madrid, 2003.
24
La técnica DCCBO utiliza un aparato de medición y una herramienta de instalación o mecanismo
de unión del medidor. El aparato de medición consta de una celda cónica de deformaciones y de
un cilindro de gas de nitrógeno (figura 3.7). El gas de nitrógeno permite la remoción de restos de
barros al final del pozo una vez que la celda de deformación llega al fondo del pozo. El aparato
de medición cuenta con 8 medidores de deformación de 5 mm de largo dispuestos en intervalos
de 45° y con un medidor de temperatura en la interior de la celda. El sistema cuenta con una
unidad de medición de orientaciones compuesto por una brújula y una pequeña cámara en la
sección alta del mecanismo de unión, que permite la medición de la dirección e inclinación de la
celda de deformaciones instalada en el fondo del pozo (10).
El cálculo del tensor de esfuerzos 3D in situ requiere la determinación de los módulos de Young
y Poisson de la roca. Al respecto, existen dos metodologías para su determinación. El primer
método consiste en realizar un test de laboratorio al testigo recuperado del proceso de
sobreperforación, mientras que el segundo método, consiste en realizar una carga in situ sobre
el bit cónico de perforación. Generalmente, se utiliza el segundo método para confirmar los
resultados obtenidos en laboratorio (11).
En el segundo método, la carga in situ se realiza después que la celda de medición cementa en
el fondo de la perforación, previo proceso de sobre-perforación. En la parte plana del final de la
perforación se forma un anillo de 6 mm de ancho en la circunferencia del bit cónico, siendo
aplicada una presión axial mediante una platina de acero. En este procedimiento se monitorea la
relación entre deformación y la presión, obteniéndose los módulos de Young y Poisson por
análisis de método de elementos de borde (11).
25
Los pasos requeridos para la determinación del tensor de esfuerzos in situ 3D con el método
DCCBO están expuestos en el esquema de la figura 3.8 (8).
26
Este método consiste en la presurización de una sección de la perforación mediante fluidos,
previa aislación del sector mediante “packers”, con el propósito de inducir y extender fracturas de
tensión en las paredes de la roca. Al inyectar fluido a una tasa constante, la presión interna se
incrementa hasta producir una fractura en el plano perpendicular de la perforación. Esta fractura
presenta la misma dirección que el esfuerzo principal mayor secundario, asociado al plano
perpendicular a la perforación, y se produce en el momento en que el esfuerzo tangencial mínimo
alcanza la resistencia a la tracción de la roca (figura 3.9). Esta presión de apertura se denomina
“Pb”. Posteriormente, se cierra una válvula conectada al sistema hidráulico y la presión interna
disminuye rápidamente hasta alcanzar una presión de cierre llamada “Ps”, que corresponde a la
presión mínima requerida para mantener las aperturas abiertas. En este método, se realizan
ciclos de presurización, en los cuales, se distingue una presión de reapertura o refracturamiento
de las fracturas denominado “Pr”, que indica la presión requerida para la reapertura de una
fractura contra el esfuerzo tangencial que actúa en las paredes de la perforación (figura 3.10) (13)
La magnitud del esfuerzo principal mayor secundario (s1´) puede determinarse con la siguiente
expresión, en el caso de una grieta asociada a una roca impermeable (13):
En teoría, el valor de K1 puede variar entre 1 y 2. Otro supuesto considerado en este caso es
considerar a K1 = 1 para la mayoría de los tipos de roca, de manera que la expresión anterior se
reduce a (13):
s1’ = 3 * s2’ + Rf – Pi (Ec. 3.3)
27
Figura 3.9: Esquema del ensayo de medición de esfuerzos con FH.
Fuente: Elaboración propia, modificado de Madrid, 2003.
Figura 3.10: Ciclos de presurización durante las mediciones de esfuerzos con FH.
Fuente: Elaboración propia, modificado de Mingqing, 2010.
El esfuerzo principal mayor secundario (s1’), también puede determinarse a partir de la Presión
de Reapertura (Pr), asumiendo que la grieta generada se cierra completamente durante el drenaje
entre ciclos de presurización. Así, la expresión para estimar s1’ en función de Pr es la siguiente
al asumir K1=1 (13):
s1’ = 3 * s2’ – Pr (Ec. 3.4)
28
La medición de esfuerzos de esfuerzos con FH consta de 13 pasos resumidos en el diagrama de
la figura 3.11.
La técnica de emisiones acústicas (AE) con testigo orientado, corresponde a una técnica de
medición de esfuerzos indirecta que permite la realización de mediciones en lugares distantes
(hasta 1600 m documentados), sin accesos desarrollados, y a bajo costo comparativo,
requiriendo solamente de la disponibilidad de testigos de roca correctamente orientados,
provenientes de campañas de sondajes diamantinos. Estos testigos son enviados a laboratorios
especializados, donde se extraen miniprobetas en seis direcciones no colineales, y se desarrollan
mediciones de emisiones acústicas en ensayos de compresión uniaxial a cada uno de ellos,
obteniéndose un esfuerzo para cada uno de los seis ejes de las mini-probetas extraídas. A partir
de dichos esfuerzos, y sus orientaciones, se determina algorítmicamente el tensor de esfuerzos
del sector de interés.
29
Esta técnica de medición, se basa en la generación de emisiones acústicas en la roca, como
resultado de la progresiva liberación de energía acumulada en la roca a medida que se aplican
esfuerzos sobre ella. En este sentido, cuando se aplican esfuerzos a un espécimen de roca, esta
comienza a deformarse elásticamente. En este proceso de deformación, la roca acumula energía
en forma de energía potencial de deformación. Sin embargo, existe un límite para la acumulación
de energía en la roca, por lo tanto, al incrementarse los esfuerzos aplicados, la roca alcanza su
límite de capacidad para acumular energía de deformación, momento en el que la energía
comienza a liberarse localmente, pasando de energía potencial a cinética, provocando
deformaciones inelásticas localizadas, que se traducen principalmente en la generación y
propagación de fracturas en las rocas. En condiciones de mayores esfuerzos, la liberación de
energía de deformación se incrementa en mayor cuantía, provocando un aumento en la
generación de microfracturas, junto con su crecimiento inestable, y, posterior coalescencia previo
a la ruptura de la roca, lo que, a su vez, produce un incremento exponencial de las emisiones
acústicas registradas (14). En resumen, las emisiones acústicas son definidas como un fenómeno
en el cual la energía de deformación potencial acumulada en la roca es liberada rápidamente,
generando ondas elásticas de alta frecuencia que se propagan en la roca, como resultado de
eventos localizados de deformación inelástica, que caracterizan el proceso de deformación y
daño de la roca, principalmente por generación y propagación de fracturas (15).
La generación de emisiones acústicas en la roca (figura 3.12 a), ante la aplicación de esfuerzos
compresivos, permite determinar la magnitud del máximo esfuerzo al que estaba sujeta la roca
previamente cuando formaba parte del macizo rocoso, por medio del denominado “efecto Kaiser”.
El efecto Kaiser, fue reportado por Joseph Kaiser al realizar su tesis de doctorado en el año 1950.
Kaiser, en sus experimentos con metales, madera y rocas, observó un fenómeno por el cual un
material sólido generaba emisiones acústicas a medida que se le aplicaba una carga, sin
embargo, cuando este volvía a ser cargado, las emisiones acústicas eran cercanas a cero, o al
nivel de fondo, siempre y cuando los esfuerzos aplicados fuesen menores al máximo esfuerzo
previo aplicado. Por el contrario, cuando los esfuerzos superaban al máximo esfuerzo aplicado
en el ciclo de carga anterior, la actividad de las emisiones acústicas se incrementaba
dramáticamente (figura 3.12b) (16). Este fenómeno, por el cual la roca tendría la capacidad de
“memorizar” y retener la información del esfuerzo máximo in situ al que estuvo expuesto cuando
formaba parte del macizo rocoso, es el fundamento central de esta metodología de medición de
esfuerzos.
30
Figura 3.12: Medición de esfuerzos con emisiones acústicas. a. Esquema general de
ensayo de AE. b. Manifestación del efecto Kaiser.
Fuente: Elaboración propia, modificado de International Society of Rock Mechanics, 2002.
En los ensayos de emisión acústica, se toman muestras cilíndricas de rocas, denominadas mini-
probetas, en un mínimo de 6 direcciones independientes, que por lo general tienen dimensiones
de 20 por 50 mm. A cada una de estas miniprobetas se le realizan ensayos de compresión
uniaxial, en los cuales, un sensor adosado a la superficie lateral de la muestra detecta la actividad
de emisiones acústicas al interior de la roca, que posteriormente son amplificados, registrados y
analizados en el laboratorio. De los ensayos de laboratorio se obtiene un gráfico con el conteo
acumulado de los eventos de emisiones acústicas en el eje de las ordenadas, y los esfuerzos
aplicados en el eje de las abscisas.
31
definida por un incremento marcado de las emisiones acústicas generadas en la roca. Este
incremento, está asociado principalmente al inicio y propagación de fracturas en la roca y
representa el máximo esfuerzo previo al que estaba sujeto la roca, debido al efecto Kaiser. En la
región D-E, el inicio y propagación de fracturas continua, produciéndose coalescencia de fracturas
y la ruptura de la roca al momento de alcanzar su resistencia a la compresión (figura 3.13) (18).
A partir de los ensayos de AE realizados a las mini-probetas extraídas desde el testigo orientado,
se obtienen seis esfuerzos asociados a seis direcciones independientes. Cada uno de estos
esfuerzos son asociados a una ecuación lineal (Ec 3.5) (19), donde el esfuerzo obtenido por AE
(σxi) se describe como el esfuerzo normal que actúa sobre una superficie normal al vector unidad,
y que corresponde al primer miembro de dicha ecuación. El segundo miembro de la ecuación
corresponde a una combinación lineal que contiene seis incógnitas, que corresponden a los
esfuerzos cartesianos del tensor de esfuerzos (σxx, σyy, σzz, σxy, σyz, σzx), acompañados cada una
por coeficientes asociados a los cosenos directores del eje del que se extrajo la mini-probeta (lxi,
lyi, lzi).
𝜎𝑥𝑖 = (𝑙𝑥𝑖 2 𝜎𝑥𝑥) + (𝑙𝑦𝑖 2 𝜎𝑦𝑦) + (𝑙𝑧𝑖 2 𝜎𝑧𝑧) + 2(𝑙𝑥𝑖 𝑙𝑦𝑖 𝜎𝑥𝑦 + 𝑙𝑦𝑖 𝑙𝑧𝑖 𝜎𝑦𝑧 + 𝑙𝑧𝑖 𝑙𝑥𝑖 𝜎𝑧𝑥) (Ec 3.5)
32
De esta forma, se obtiene un sistema de ecuaciones lineales de 6 x 6, que se puede resolver al
conocer tanto el esfuerzo normal al plano (esfuerzo proveniente de los ensayos de AE), como los
coeficientes de los cosenos directores para cada dirección (figura 3.14).
Figura 3.14: Ejes de las miniprobetas extraídas desde testigo orientado, y el sistema de
ecuaciones obtenido a partir de los ensayos de AE de cada eje.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
La resolución del sistema de ecuaciones (figura 3.14), permite la obtención de las componentes
cartesianas del tensor de esfuerzos, a partir del cual, se pueden determinar los esfuerzos
principales, con sus respectivas orientaciones (20). En este proceso, se debe llevar a cabo la
transformación (rotación) de las coordenadas locales, asociadas a las orientaciones en que
fueron extraídas las mini-probetas en el laboratorio con respecto al testigo orientado, a
coordenadas mina, que corresponden a las coordenadas en las que estaba situado el testigo
orientado en la mina al momento de su extracción. La rotación de los ejes de las miniprobetas
puede realizarse al comienzo, previo al cálculo del tensor de esfuerzos, o directamente al tensor
de esfuerzos, ya sea, en sus componentes cartesianas o de esfuerzos principales.
El efecto Kaiser es un fenómeno físico inducido por el desarrollo de fracturas en los especímenes
de rocas sujetos a esfuerzos. Los mecanismos por los cuales se producen dichas fracturas son
clasificados en dos tipos de modelos: modelos de grietas y modelos de daños. En los modelos
de grietas los mecanismos físicos que producen eventos puntuales de emisiones acústicas son
definidos y anticipados a escala de granos, mientras que, en los modelos de daño, las emisiones
acústicas producidas por eventos locales de falla en el espécimen de roca son simulados
mediante la utilización de una variable abstracta de daño o tensor de daño (12).
33
Figura 3.15: Modelos de grietas responsables del Efecto Kaiser. (a) Grietas de Griffith. (b)
Grietas de deslizamiento y alas (c) Cierre de aperturas en la roca (d) Grietas de poros.
Fuente: Zang & Stephansson, 2010.
34
3.3.4.4 Equipo de medición de emisiones acústicas
35
embargo, se diferencian en cuanto a su respuesta ante distintas frecuencias de onda. El sensor
de resonancia detecta emisiones acústicas en las frecuencias más sensibles, y tiende a crear
señales con amplitudes mayores cuando la banda de frecuencia es cercana a su frecuencia de
resonancia, independientemente de la frecuencia dominante de la forma de onda de la emisión
acústica. Como resultado, este tipo de sensor oculta la frecuencia característica de la señal
original de emisión acústica, pudiendo provocar la pérdida de información relevante de la fuente
de emisión. El sensor de banda ancha, en cambio, tiende a reproducir señales concordantes con
las formas de ondas originales. En las mediciones realizadas para registrar el número de
emisiones acústicas, se recomienda la utilización de dos o más sensores para evaluar el efecto
de la posición del sensor y poder distinguir las señales de emisiones acústicas del ruido (21).
c. Amplificadores y filtros
Los pre-amplificadores son dispositivos que amplifican la señal detectada por los sensores,
transfiriendo la carga eléctrica acumulada desde el sensor como una señal de voltaje con una
ganancia de 10 a 1 000 veces. El pre-amplificador está conectado al sensor por medio de un
cable coaxial y debe estar a una distancia menor a 1 m del sensor de emisiones acústicas. (21).
36
frecuencia del filtro dependerá de la frecuencia de las ondas emitidas en la roca y del ruido
esperado en el experimento del laboratorio (21).
3.2.4.5 Método recomendado por el ISRM para la medición de esfuerzos con AE con
testigo orientado
a. Sistema de ensayo
El sistema debe tener como mínimo una máquina de ensayo, una celda de carga y un
controlador, además de los dispositivos de medición de desplazamiento y dos sensores
de deformación.
La máquina de ensayo debe contar con placas de acero planas (desviación menor a
0.005 mm) y de diámetro entre D y D+2mm, siendo D el diámetro del espécimen, y con
un ancho de al menos 15 mm o D/3.
La celda de carga debe contar con una precisión dentro del 1% de la carga máxima a
utilizarse en el ensayo, y los sensores de deformación deben contar con una precisión
dentro de un 1% de la deformación en el espécimen de roca observada en la máxima
carga.
37
c. Procedimientos y requerimientos de montaje del sensor de emisiones acústicas
El sensor de emisiones acústicas seleccionado debe ser aquel que optimice el ensayo.
Los parámetros a considerar en este proceso de selección corresponden al tamaño,
sensibilidad, frecuencia de respuesta, respuesta al movimiento de la superficie, y
compatibilidad del sensor con el medio circundante y el material.
El montaje debe asegurar el acoplamiento de la energía acústica proveniente del
espécimen de roca al sensor, ya sea por medio de la limpieza de la superficie de contacto
o la preparación de la superficie, con tal de evitar posibles pérdidas en la transmisión de
energía acústica asociada a la curvatura de la superficie del espécimen.
El montaje del sensor de emisiones acústicas al espécimen de roca debe realizarse
directamente por medio de la utilización de un fluido acoplante. El grosor del acoplante
puede alterar la sensibilidad efectiva del sensor, por lo que se recomienda aplicar una
capa delgada que abarque completamente el área de contacto entre sensor y espécimen.
Una vez finalizada la instalación y conexión del sensor al sistema de medición, debe
realizarse una evaluación del desempeño del sistema mediante una prueba “lead break”,
que consiste en el rompimiento de un lápiz de plomo en las cercanías del sensor. Este
procedimiento genera una señal reproducible, que se asemeja a una emisión acústica, y
permite verificar la respuesta del sensor ante una señal acústica.
El nivel de amplificación debe definirse con anterioridad mediante una prueba en la cual se
posicione el sensor de AE en la placa de la máquina de ensayo, mientras esta y todos los
componentes eléctricos asociados están prendidos, dejando el umbral del procesador de señales
en su menor nivel, de modo que pasen todos los ruidos. Posteriormente, se debe reducir
38
paulatinamente la amplificación en incrementos mínimos desde el mayor nivel posible, hasta que
los conteos por evento de ruido de fondo se limiten a una pequeña cantidad. Una vez determinado
el nivel de amplificación requerido para el ensayo, se restituye el nivel de umbral del procesador
de señales AE de tal modo que se pueda discriminar entre señales de AE y el ruido de fondo (22).
39
El sistema de adquisición de datos debe registrar de forma continua las cargas, deformaciones y
los parámetros de AE obtenidos en el ensayo. El procedimiento mencionado debe repetirse al
menos dos veces, debido a que el efecto Kaiser, generalmente, no es diferenciable en el primer
ciclo debido al ruido asociado al cierre de las grietas presentes en la roca. Este ruido puede
reducirse mediante ciclos posteriores de carga-descarga, en los cuales el inicio de la actividad de
emisiones acústica, y por ende el efecto Kaiser, son más pronunciados.
40
la roca a lo largo de su historia geológica, dada por su naturaleza triaxial y la presencia de
rotaciones de los esfuerzos, ha generado dudas con respecto a la determinación de esfuerzos
por AE mediante la aplicación de ensayos uniaxiales, en lugar de ensayos triaxiales o poliaxiales,
que recreen las condiciones in-situ de la roca (16). También, existen cuestionamientos con
respecto a si el esfuerzo medido corresponde efectivamente al esfuerzo actual in situ, o, si
corresponde a un esfuerzo máximo previo, o una combinación lineal de los esfuerzos en una
determinada dirección. Si bien, existen cuestionamientos en cuanto a los fundamentos teóricos
para determinar los esfuerzos in situ de la roca con la técnica AE, el método ha sido validado
empíricamente con numerosas comparaciones realizados con otras técnicas de medición de tipo
directo (23) y mediante la comparación de resultados obtenidos por ensayos de compresión
uniaxiales versus ensayos triaxiales (24).
41
El efecto Kaiser tiende a desaparecer en rocas gneiss, esquistos, carbonatos, lutitas, calizas y
areniscas cuando los tiempos entre los ciclos de carga son mayores a 40 días. Sin embargo, en
otros tipos de rocas la retención de la memoria dura más tiempo, como en rocas de granito, donde
la memoria, puede ser retenida por más de 300 días. Esta pérdida de memoria por parte de la
roca es cuantificada por medio del denominado periodo de retención del efecto Kaiser (KERS) y
es explicada como resultado del proceso de recuperación de deformación anelástica en la roca.
La pérdida de memoria de la roca, al igual que el efecto Felicity, es dependiente de la resistencia
de la roca. Mientras más cerca este el máximo esfuerzo previo de la roca a la resistencia de la
roca, más rápida será la pérdida de memoria. Esta pérdida de memoria, también es influenciada
por la saturación de agua y calor en la roca.
Los principales métodos de medición de esfuerzos de campo lejano (tabla 3.1) se basan en los
principios de sobre-perforación (Borre Probe y DCCBO), fracturamiento del macizo rocoso (FH)
y la capacidad de la roca de memorizar su estado de esfuerzos previo por medio del efecto Kaiser
(AE).
Los métodos Borre Probe y DCCBO poseen la ventaja de contar con una buena trazabilidad de
las mediciones realizadas in-situ y permiten la determinación del tensor 3D de los esfuerzos a
partir de una sola perforación (celda 3D). Sin embargo, su implementación requiere de la
presencia de equipos y especialistas en terreno, escenario que aumenta los costos asociados al
proceso de medición, junto con provocar interferencias operacionales al momento de realizar las
mediciones in-situ en la mina, lo que conlleva a una mayor exposición a riesgos asociados a la
seguridad del personal, los equipos y la continuidad operacional. En este contexto, los costos
asociados al traslado de equipos y especialistas es una de las principales restricciones asociadas
a la utilización de la técnica Borre Probe y DCCBO. El DCCBO, además, presenta problemas
asociados principalmente a la limitación de su uso en condiciones de presencia de agua
(pegamento).
El FH, a diferencia del caso del Borre Probe y DCCBO, cuenta con un uso comercial disponible
en el mercado (cuenta con mayor número de proveedores) y permite la determinación de
esfuerzos a mayores profundidades, pero está limitado a la realización de mediciones en 2D por
perforación. En caso de que se quiera utilizar esta técnica para obtener el tensor de esfuerzos 3D
se requiere de la realización de un mínimo de tres perforaciones en direcciones no paralelas. Este
escenario incrementa los costos debido al requerimiento de un mayor número de perforaciones y
al mayor tiempo de utilización de los equipos y especialistas requeridos para el trabajo.
42
Tabla 3.1: Comparación de los principales métodos de medición de esfuerzos lejanos.
Sección Borre Probe DCCBO FH AE
El método de medición de esfuerzos por AE presenta claras ventajas por sobre el resto de las
alternativas disponibles para la obtención del tensor de esfuerzos 3D en campo lejano. Esta
técnica requiere la obtención de un testigo correctamente orientado desde la mina y no exige la
presencia de equipamiento o personas especialistas en AE en terreno, lo que disminuye
considerablemente los costos e incide en una menor exposición de las personas en terreno en
comparación con el resto de las alternativas, al transferir los riesgos de la medición desde la mina
a los respectivos laboratorios. Al requerir sólo de un testigo orientado las interferencias
operacionales disminuyen dramáticamente o desaparecen, pudiendo utilizarse testigos
provenientes de testigotecas o de campañas de sondajes establecidas previamente con otros
fines. Los principales desafíos asociados a esta técnica, en comparación al resto de las
alternativas, radica en los requerimientos necesarios para mejorar la gestión de la calidad del
proceso, debido a su trazabilidad media, principalmente por los riesgos asociados a una
incorrecta manipulación del testigo orientado y miniprobetas en terreno y laboratorio, que pueden
comprometer la calidad de los resultados entregados por el proveedor.
43
prestación de este servicio, debido a que el entregable ofrecido (tensor de esfuerzos 3D) es el
mismo, siendo el elemento diferenciador sólo el costo unitario del prestador de servicios
(proveedor). Las principales opciones de medición de campo lejano, con tecnología y experiencia
disponibles en el mercado, corresponden a los métodos de AE y FH. En este último caso, y a
diferencia de lo que ocurre con las emisiones acústicas, parte de los costos del servicio son
variables dependiendo del número de pozos a medir en la campaña de medición de esfuerzos.
Debido a que parte de los costos de medición de esfuerzos con FH son fijos, la utilización de esta
técnica involucra costos unitarios decrecientes a medida que se incrementa el número de las
mediciones realizadas como resultado del aprovechamiento de los equipos y especialistas en
terreno. Al calcular los costos totales por medición de FH con un número creciente de pozos,
utilizando la ecuación 3.10, se observa una disminución progresiva en los costos unitarios de la
medición de esfuerzos, que se estabilizan en torno a 12 000 USD por medición de esfuerzos 2D
con FH, considerando campañas de medición de esfuerzos de 40 pozos (figura 3.18). En el caso
de realizarse solo una medición del campo de esfuerzos 3D, en 3 perforaciones no paralelas de
un sector en particular, este costo aumenta hasta 36 000 USD.
El costo de realizar una medición de esfuerzos 3D con la técnica de AE con testigo orientado,
según los registros históricos disponibles en El Teniente, asciende a 14 400 USD.
La evaluación económica entre los dos principales métodos de medición de esfuerzos disponibles
en el mercado favorece la elección de la técnica de AE, que posee un menor costo asociado por
medición, el que asciende a 14 400 USD, muy por debajo, de los 36 000 USD requeridos para
obtener una medición de campo de esfuerzos 3D con FH, o los 12 000 USD requeridos para la
realización de una medición de esfuerzos en 2D con FH (tabla 3.2).
44
Ante la necesidad de la División El Teniente de obtener el tensor de esfuerzos 3D a mayores
profundidades (bajo la cota del nivel Teniente 8), se seleccionó la técnica de medición de
esfuerzos con AE con testigo orientado producto de su versatilidad, menores riesgos de
seguridad, ausencia de interferencias operacionales y menores costos relativos.
Sección HI AE FH
Fracturamiento del
Principio de la técnica Overcoring Efecto Kaiser
macizo rocoso
45
IMPLEMENTACIÓN DE LA MEDICIÓN DE ESFUERZOS CON AE
La División El Teniente realizó su primera campaña de medición de esfuerzos con AE con testigo
orientado en el año 2005. En esta ocasión, se trabajó con un laboratorio australiano para
determinar el tensor de esfuerzos in-situ bajo la cota del nivel Teniente 8 (1 987 m.s.n.m.). La
campaña de medición de esfuerzos contempló la utilización de 6 tramos de testigos orientados
provenientes de 4 perforaciones con distintas orientaciones (tabla 4.1).
Tabla 4.1: Información de las muestras utilizadas para la primera campaña de AE.
Collar Orientación Tramos testigo
ID Tipo de Roca
Ubicación Azimut Inclinación
Sondaje Norte Este Cota Profundidad (m) y/o muestra
(°) (°)
Fr-8-Galería
Exploración SG-184 50 1 357 1 987 267.5 -45 392 396.45 Pórfido Diorítico
XC-60 Fw T-8
- Pórfido Diorítico
200 204.26
Fr- 3 Galería - Muestra B
Exploración SG-185 350 1 279 1 987 89.5 -45
XC-60 Fw T-8 - Gabro
381 387.15
-Muestra C
- Gabro
203 209.33
Galería -Muestra B
Exploración SG-186 605 1 205 1 987 315 -45
XC-60 Fw T-8 - Gabro
393.73 400
-Muestra C
Quebrada
ES-0164 1700 452 2 447 88.5 -56 414 420 Gabro
Superficie
Los resultados obtenidos con AE fueron concordantes entre sí y se caracterizaron por presentar
una tendencia NO/SE y subhorizontal en la orientación del esfuerzo principal mayor (Figura 4.1).
Estos resultados fueron comparados en dicha oportunidad con mediciones realizadas con HI,
previamente en la División El Teniente. Las mediciones de HI utilizadas para la comparación
corresponden a 4 mediciones provenientes de los alrededores de la altura del nivel Teniente 8
46
(25). La comparación realizada entre las mediciones con AE y HI fue satisfactoria, corroborando
la dirección NO/SE de los esfuerzos principales mayores (figura 4.1).
El año 2007 se realizó una segunda campaña de medición de esfuerzos a cargo del mismo
laboratorio australiano que desarrolló la primera campaña de mediciones de esfuerzos con AE.
En esta ocasión, se midieron los esfuerzos en 4 sectores provenientes de 2 perforaciones
correspondientes a los sondajes SG-209 y SG-210 (tabla 4.2) utilizando la misma configuración
experimental que la utilizada en la primera campaña de medición de esfuerzos (26).
Tabla 4.2: Muestras utilizadas en la segunda campaña de medición de esfuerzos con AE.
Tramos
Collar Orientación Tipo de
ID testigo
Ubicación Roca y
Sondaje Norte Este Cota Azimut Inclinación Profundidad
muestra
(m) (m) (m) (°) (°) (m)
Rampa Marina, con 297 303 CMET/ CT7
galería de Exploración SG-209 604.2 1 208 1 985.9 269.5 -60.2
en T-8 594 600 CMET/ CT8
47
Figura 4.2: Esfuerzos principales medidos con AE en la segunda campaña de medición
de esfuerzos.
Fuente: Villaescusa & Machuca, 2007.
A partir de las muestras analizadas se pudo observar el efecto Kaiser en un 78% de ellas, de las
cuales un 38% presentaron un nivel de confianza bueno o medio por parte de lo informado por el
laboratorio, obteniéndose los mejores resultados con aquellas muestras que presentaron bajos
niveles de presencia de vetillas (27). Los resultados obtenidos para las muestras 1 y 3, que
presentaron un menor nivel de vetillas y que, además, corresponden a alturas similares con
distancias de 200 m entre ellas, son concordantes entre sí con esfuerzos principales mayores con
dirección NO/SE y subhorizontal. Las muestras 2 y 4, en cambio, no mostraron concordancia
entre sí o con el resto de las mediciones (figura 4.3) (27).
48
Tabla 4.3: Muestras seleccionadas en el contraste de la segunda campaña de medición
de esfuerzos.
Orientación Tramos testigo
ID ID Tipo de
Ubicación Azimut Inclinación Profundidad
SONDAJE Muestra Roca
(°) (°) (m)
Pórfido
1 267.30 -62.43 303.00 306.00
Rampa Marina, con galería de Diorítico
SG 209
Exploración en T-8
Pórfido
2 265.50 -64.35 591.00 594.00
Diorítico
Pórfido
3 265.25 -56.00 297.00 300.00
Diorítico
Galería de Exploración en T-8.
SG 210
Frontón N°3 Pórfido
4 263.30 -50.30 486.00 489.00
Diorítico
Figura 4.3: Esfuerzos principales obtenido en las mediciones realizadas para el contraste.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
Las campañas de medición de esfuerzos con AE se retomaron el año 2016 utilizando los servicios
de un laboratorio nacional recientemente incorporado en la aplicación de este método. Este
escenario posibilitó la disminución de los tiempos de las mediciones, de meses a semanas, y
permitió un mayor acceso, por parte del mandante, al proceso de medición de esfuerzos en
comparación a las campañas realizadas con laboratorios internacionales. Esta campaña de
medición de esfuerzos formó parte de los trabajos realizados para mejorar la cantidad y calidad
de la información geológica, geotécnica y geomecánica disponible en el lado cabeza “Hw” (Oeste)
de la Pipa Braden, sector donde se emplazan los túneles de accesos principales del PNNM.
49
Los sitios de medición de esfuerzos con AE fueron seleccionados en función de la disponibilidad
de tramos de testigos orientados provenientes de campañas de reconocimiento geológico y
geotécnico del PNNM y al cumplimiento de los siguientes criterios (28):
50
En este proceso de auditoria se capturaron las lecciones que se detallan en la sección 4.3.2.
Figura 4.4:Vista en planta del sector de realización de las campañas de medición con AE.
Fuente: CODELCO Chile, División El Teniente, Gerencia Proyecto Nuevo Nivel Mina, 2016.
Tabla 4.4: Información de los sitios seleccionados para la campaña 2016 del PNNM.
ID Coordenadas Sitio medición
Sector Tipo de Roca
Sondaje Este (m) Norte (m) Cota (m)
51
Aun cuando las diferencias angulares de rotación utilizadas por el laboratorio nacional y las
calculadas internamente en la División fueron menores, el impacto en los resultados del tensor
de esfuerzos 3D fueron considerables (28).
La discrepancia o “error” entre los cálculos reportados por el laboratorio y los cálculos realizados
internamente en la División fueron medidos en porcentaje con la siguiente expresión (28):
Donde:
σij laboratorio corresponde a las 6 componentes cartesianas del tensor de esfuerzos calculadas
por el laboratorio.
σij DET PNNM corresponde a las 6 componentes cartesianas del tensor de esfuerzos calculadas
internamente en la División El Teniente, para la campaña de medición de esfuerzos del PNNM.
Se definió un umbral máximo de discrepancia del 15%, en aquella ocasión, para considerar
válidas a las mediciones de esfuerzos reportadas por el laboratorio. Con este criterio se invalidó
una sola medición, correspondiente al sitio SG-628 T1, que presentó una discrepancia del 48%
(28).
52
Se observaron dos orientaciones de S1 preponderantes en las mediciones realizadas. La primera
NE/SO asociada a las mediciones SG 604, SG 606 y SG 551 T2, y la segunda, SE/NO asociada
a las mediciones realizadas en los sitios SG 596, SG 551 T1, SG 628 T2 y SG 610. Sólo el sitio
SG 597 presentó una dirección distinta de S1 en sentido Norte-Sur (28).
Entre las actividades realizadas en el periodo se encuentra realización de una nueva medición de
esfuerzos con AE en el sitio SG 0628 T1, que fue considerada inválida en la campaña de medición
de esfuerzos del año 2016. En esta ocasión, la medición se realizó enviando un testigo orientado
a un laboratorio nacional distinto al anterior. El resultado de la medición fue comparado con
respecto al resto de las mediciones realizadas en el año 2016 en las cercanías del sitio de
medición (figura 4.6).
La medición del sitio SG 0628 T1 presentó un campo de esfuerzos similar al observado en el sitio
SG 0551 T1 (figura 4.7), ubicado a 153 m de distancia. Estas mediciones cuentan con
orientaciones similares, y, a diferencia del resto, presentan mayor separación angular entre los
ejes de las miniprobetas perforadas y Números de Condición Matriz menores (NCM). El NCM, es
un indicador de la estabilidad numérica del cálculo del tensor de esfuerzos y depende del ángulo
de perforación de las miniprobetas. Mientras mayor sea la separación angular entre las
miniprobetas menor será el NCM y mayor será la estabilidad numérica del cálculo, y, por ende, el
resultado obtenido será más confiable. Dados estos antecedentes la medición de esfuerzos del
sitio SG 0628 T1 fue validada con respecto a su entorno.
53
Figura 4.7: Comparación mediciones de esfuerzos con AE sector del sitio SG 628 T1. a.
Esfuerzos principales de los sitios cercanos a SG 0628 T1. b. Agrupamiento de esfuerzos
principales detectados en los sitios SG 0551 T1 y SG 0628 T1.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
Las principales actividades necesarias para establecer un sistema de calidad son las siguientes
(29):
54
c) Definir requisitos mínimos de reportabilidad de las mediciones (trazabilidad).
d) Definir métodos de validación de las mediciones de esfuerzos con AE.
Figura 4.8: Posición correcta del testigo orientado en el sistema coordenado local.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
55
definen sus sistemas coordenados locales posicionando el testigo orientado verticalmente en el
azimut 0° e inclinación -90°, con la línea asociada a la trayectoria de la perforación mirando hacia
abajo. Independientemente de la orientación espacial que utilice cada laboratorio, se debe
respetar el hecho de que el testigo orientado en dos rotaciones, una horizontal y una vertical,
debe quedar correctamente ubicado en la posición que tenía en la mina, con su extremo superior
mirando hacia arriba. La confusión del extremo superior del testigo orientado con el inferior al
momento de definir el sistema coordenado local, altera el resultado del tensor de esfuerzos
calculado, provocando la rotación de las orientaciones de los esfuerzos principales. En estos
casos, las magnitudes de los esfuerzos principales se conservan debido a que son invariantes al
sistema coordenado utilizado.
La manipulación de las miniprobetas requiere que se identifique adecuadamente el eje del que
proviene la miniprobeta, el valor del esfuerzo obtenido en el ensayo de medición de AE y el sitio
del que proviene la muestra perforada. En este punto, existe susceptibilidad por parte de los
laboratorios proveedores a equivocarse debido al pequeño tamaño de las muestras, pudiendo
existir un intercambio involuntario de miniprobetas entre ejes o de los valores de esfuerzos
utilizados para cada eje de miniprobeta. Un intercambio entre los esfuerzos de los distintos ejes,
produce la rotación de los esfuerzos principales y variación en la magnitud de los esfuerzos
principales, atribuido en este caso al cambio realizado en el sistema de ecuaciones lineales
utilizado para calcular el tensor de esfuerzos 3D, al intercambiar la solución entre las ecuaciones
que describen a los respectivos ejes de miniprobetas. Generalmente, existe mayor susceptibilidad
de intercambiar los ejes de las miniprobetas perforadas en dirección axial al testigo orientado,
denominado miniprobeta pivote, con respecto a las miniprobetas perforadas en su mismo azimut,
pero a 90° de inclinación de la miniprobeta pivote.
56
La inestabilidad de numérica provocada por las orientaciones de los ejes de las miniprobetas son
cuantificadas por medio del Número de condición Matriz (NCM), cuyo cálculo y significado se
detalla en la sección 4.3.5. El NCM aumenta en magnitud a medida que las orientaciones de las
miniprobetas definen un sistema de ecuaciones más inestable o con mayor multicolinealidad a
medida que disminuyen los ángulos relativos entre los ejes de las miniprobetas (38). En este
punto, existe una tendencia del NCM a disminuir a medida que se reducen los ángulos mínimos
de perforación entre ejes (figura 4.9). En la División El Teniente se ha definido un umbral empírico
de valor del NCM, basado en la experiencia pasada de los ensayos de AE con distintos
proveedores, igual o menor a 10, con tal de asegurar la estabilidad numérica de la resolución del
tensor de esfuerzos.
Figura 4.9: Relación entre los ángulos de perforación de las miniprobetas y el Número de
condición matriz.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
c. Convención de signos
57
el Norte (eje Y positivo) en grados sexagesimales, los esfuerzos de compresión son positivos y
en MPa, las inclinaciones de los esfuerzos bajo la horizontal son negativos, y sobre la horizontal
positivos, y se utiliza un sistema coordenado X, Y, Z, consistente en un sistema de derechas,
donde Y es positivo al Norte, X positivo al Este, y Z positivo hacia arriba.
La técnica de AE cuenta con disponibilidad de programas para realizar los cálculos del tensor de
esfuerzos 3D que son desarrollados internamente por cada una de las empresas proveedoras de
servicio (“caja negra”). Esta es una gran diferencia respecto de otros métodos de medición de
esfuerzos que cuentan con programas de cálculo comerciales, y que son probados en el mercado
con los usuarios. Este es el caso del Hollow Inclusion con el programa Stress90 y 91, técnica
USBM, técnica CSIR Doostopper.
El mandante debe contar con un programa de desarrollo interno que permita corroborar los
resultados entregados por el proveedor. De ahí la importancia de que se respeten las
convenciones de signos del mandante, a fin de verificar resultados bajo un mismo convenio, por
lo que cada usuario de esta técnica debe desarrollar sus propios algoritmos de cálculos para
evaluar la confiabilidad del tensor de esfuerzos informado por el laboratorio (30).
Como se verá más adelante, el programa de cálculo de esfuerzos que desarrolle internamente el
mandante debe considerar 3 algoritmos principales, los cuales se resumen a continuación (30):
El primer algoritmo corresponde a la rotación de los esfuerzos desde sus ejes definidos
por coordenadas locales, asociados al laboratorio, a coordenadas mina.
El segundo algoritmo, corresponde al cálculo de las componentes cartesianas del tensor
de esfuerzos a partir de los 6 esfuerzos normales medidos con AE por cada eje de
miniprobetas.
El tercer algoritmo, corresponde al cálculo de los esfuerzos principales a partir de las
componentes cartesianas del tensor de esfuerzos.
Todos los algoritmos deben ser validados con respecto a casos conocidos, cálculos inversos
y utilización de software 3D, en el caso del algoritmo de rotación de esfuerzos. Esta
aproximación fue la adoptada por la División El Teniente para el desarrollo de sus algoritmos
internos.
58
a estos procesos y métodos de validación de los resultados entregados por las empresas
proveedoras de servicios (figura 4.10).
a. Procedimientos operacionales
Se ha definido el procedimiento operacional requerido para la realización de campañas de
medición de esfuerzos con AE, desde la obtención de los testigos orientados a utilizar hasta la
determinación del tensor de esfuerzos 3D. Este procedimiento incorpora los métodos sugeridos
por ISRM y las lecciones aprendidas en la División El Teniente a partir de sus campañas pasadas.
b. Procedimientos de cálculo
El procedimiento de cálculo del tensor de esfuerzos 3D a partir de las mediciones de AE se ha
definido en función de las posibles vías disponibles para su resolución. En este punto, se ha
desarrollado un proceso único, establecido a nivel de la División, para efectuar este proceso de
cálculo, junto con la definición de herramientas para asegurar una correcta rotación de ejes y
asegurar la estabilidad numérica en el proceso de cálculo del tensor de esfuerzos 3D.
c. Algoritmos internos
El procedimiento de cálculo se ha materializado en la creación de un algoritmo de cálculo interno,
escrito en el lenguaje Visual Basic for Applications de Excel, que permite la corroboración y
validación de los cálculos realizados por los laboratorios. Esta fue una condición básica definida
por la División a fin de tener un algoritmo económico y de fácil instalación en cualquier equipo.
59
d. Puntos de control
En función del conocimiento adquirido hasta la fecha, tanto en aspectos operacionales como de
cálculo, se han establecido una serie de puntos de control de calidad, que permiten la definición
de requisitos mínimos que se deben cumplir con tal detectar inconformidades de forma temprana
y de asegurar la confiabilidad de las mediciones de esfuerzos realizadas.
La División El Teniente utiliza, generalmente, testigos orientados con diámetro HQ, de 63.5 mm
aproximadamente. El diámetro mínimo recomendado de los testigos orientados es de 51 mm. Sin
embargo, en la División El Teniente se han utilizado diámetros menores correspondientes a
dimensiones NQ, de 47.6 mm aproximadamente, y testigos de 150 mm de diámetro o 6 pulgadas.
Este último tamaño corresponde a los casos particulares en que se han utilizado testigos
provenientes de ensayos de mediciones de esfuerzos con el método Hollow Inclusion (30).
60
Figura 4.11: Diagrama de la secuencia operacional requerida para la determinación del tensor de esfuerzos 3D
con la técnica de AE con testigo orientado.
Fuente: Cavieres, y otros, 2017.
61
Los testigos orientados deben tener, en general, un largo mínimo de 3 m que permitan otorgar
holgura en la disponibilidad de muestras para extraer en el laboratorio. Esta holgura permite a los
laboratorios contar con muestras suficientes para utilizar en aquellos casos en que el testigo sufra
daños durante el proceso de transporte o manipulación desde el terreno hasta el laboratorio. Esta
consideración es de particular relevancia en aquellos casos en que el laboratorio proveedor se
encuentra en el extranjero (30).
Los testigos orientados deben contar con todas sus piezas ordenadas en una bandeja de testigos,
junto con la información de profundidad de inicio y término de la bandeja de testigos, identificación
del tramo del testigo, con azimut e inclinación reales, coordenadas mina del collar (X,Y, Z),
informe geológico-geotécnico para análisis posteriores, y el testigo orientado debe estar
correctamente rotulado con tal de procurar una correcta interpretación de la identificación y
orientación del testigo en el laboratorio. El rotulado del testigo orientado consiste en la
demarcación de la dirección de avance de la perforación en su superficie, mediante el dibujo de
una línea orientada en dicha dirección de avance, y la individualización del lado superior e inferior
de la superficie del testigo, mediante la demarcación de las letras T (Top) y B (Bottom) para el
lado superior e inferior del testigo orientado respectivamente (figura 4.12) (30).
Uno de los métodos más utilizados para definir la orientación de los testigos corresponde al uso
del equipamiento REFLEX, en sus versiones ACT-II o ACT-III, los cuales poseen, según
proveedor, las mismas funciones y un error asociado de ±1°. Este error no considera el error
62
humano introducido por el personal de la operación (30). El sistema de orientación Reflex consta
de dos partes; la herramienta de orientación que se inserta en el barril del testigo, y un controlador
que se utiliza en la superficie una vez terminada la perforación (figura 4.13a). El proceso de
orientación del testigo comienza cuando se inserta la herramienta de orientación en el barril del
testigo. Esta herramienta consta de acelerómetros integrados que detectan y graban la
orientación del barril del testigo cada minuto durante la perforación. Luego de un ciclo de
perforación, la herramienta de orientación y el barril del testigo regresan a la superficie, donde los
operadores ingresan en el controlador la hora en el que el testigo fue extraído. La herramienta
controladora se inserta en el extremo del barril del testigo, el que es rotado hasta que la
herramienta indica que el barril presenta la misma posición superior-inferior que tenía en el
momento de la perforación. De esta forma se conoce la orientación in situ del testigo en el macizo
y se realiza una marca que índica la orientación del testigo cuando fue perforado (31).
63
Antes de enviar el testigo orientado al laboratorio proveedor se debe verificar que cumpla con la
integridad necesaria para que la extracción de las miniprobetas en el laboratorio sea exitosa. Esta
condición se cumple cuando el testigo no contiene muchas vetillas y cuando estas no son sub-
paralelas al eje del testigo. Como punto de control se ha establecido que el testigo orientado debe
tener menos de 4 fracturas por metro, y que estas no deben ser sub-paralelas al eje axial del
testigo. En caso de que el testigo orientado no cumpla con estas especificaciones, este debe ser
descartado y se debe utilizar otro que cumpla con las especificaciones. (30)
Las miniprobetas extraídas desde el testigo orientado, son cortadas y rectificadas con
posterioridad, según las dimensiones establecidas previamente para el ensayo de AE. Además,
se debe verificar que las caras de las miniprobetas cumplan con el paralelismo y el resto de las
especificaciones descritas en el estándar del ISRM (figura 4.14 c). Una vez preparadas las
miniprobetas, según las especificaciones requeridas, se procede a instalar los sensores de AE
en su superficie, junto con un par de sensores de deformación (strain gauges) que permitirán
obtener información adicional relativa al proceso de deformación de la miniprobeta durante el
ensayo de compresión uniaxial (figura 4.14d). Este paso se realiza en caso de que ocurra alguna
anormalidad en la medición de AE o como herramienta para respaldar la determinación del punto
en que se manifiesta el efecto Kaiser, en cuanto a identificar el punto de la curva de esfuerzo-
64
deformación en que se presenta el umbral de daño σci o esfuerzo de iniciación de fracturas (crack
inititation).
El laboratorio proveedor utiliza el esfuerzo normal promedio de cada una de las 6 direcciones de
las miniprobetas, para generar un sistema lineal de 6 x 6 en el que cada ecuación del sistema se
asocia a una dirección de las miniprobetas, y a su vez, a un esfuerzo normal medido en dicha
dirección. En esta ecuación, las seis incógnitas corresponden a los esfuerzos de las componentes
65
cartesianas del tensor de esfuerzos, y cada una de ellas va multiplicada por un cuociente, que es
función de los cosenos directores (lx, ly, lz) y que caracterizan la orientación de la miniprobeta
(figura 4.15). Al resolver el sistema lineal de ecuaciones, como se describe en la siguiente sección
del capítulo, se obtienen las componentes cartesianas del tensor de esfuerzos, a partir del cual,
se pueden determinar los esfuerzos principales mediante la transformación del campo de
esfuerzos desde sus componentes cartesianas a esfuerzos principales. En este punto, el
mandante hace entrega de los resultados obtenidos, considerando la información referida en la
sección 4.3.7.
Figura 4.15: Esquema de obtención del sistema de ecuaciones lineales requerido para
calcular el tensor de esfuerzos 3D.
Fuente: Cavieres, y otros, 2017.
Los primeros pasos son comunes para todas las variantes y están relacionados con la obtención
de los datos de esfuerzos para los 6 ejes de las miniprobetas utilizadas para el cálculo del tensor
de esfuerzos. En primera instancia, se obtiene un testigo orientado correctamente rotulado y
orientado. En segundo lugar, se extraen las miniprobetas con la mayor separación angular posible
entre ellas, de modo que el NCM calculado, según el método indicado más adelante en esta
sección, sea menor o igual a 10. Posteriormente, se determinan los máximos esfuerzos previos
en cada eje de las miniprobetas a partir de las curvas de conteo acumulado de emisiones.
66
Figura 4.16: Diagrama de las distintas secuencias de cálculo requeridas para la determinación del tensor de esfuerzos 3D
con la técnica de AE con testigo orientado.
Fuente: Elaboración propia, modificado de Cavieres, y otros., 2017.
67
El laboratorio proveedor entrega el esfuerzo normal promedio a cada eje y la desviación estándar
de cada eje de las miniprobetas analizadas, como medio de declaración de la dispersión obtenida
en los ensayos de AE. A partir de este punto, el proceso se divide entre las distintas variantes.
En la segunda variante del cálculo del tensor de esfuerzos denominado opción 2, se realiza el
cálculo de las componentes cartesianas del tensor de esfuerzos con la información de los
esfuerzos de AE de cada eje de miniprobeta en coordenadas locales, o sea, sin rotar.
Posteriormente, se rotan las componentes cartesianas del tensor de esfuerzos al sistema
coordenado mina y se procede a calcular los esfuerzos principales.
La rotación de los ejes de los esfuerzos asociados a cada miniprobeta, puede realizarse a través
de una matriz de rotación 3D, o, algebraicamente mediante la resolución de un sistema de
ecuaciones. En caso de utilizar una matriz de rotación 3D para cambiar el sistema coordenado
de las orientaciones de las miniprobetas, desde coordenadas locales a mina, se utilizan dos
matrices compuestas por 2 rotaciones alrededor del eje Z y el eje X que se multiplican, a su vez,
con una matriz compuesta por la orientación de la miniprobeta que se desea rotar en función de
sus cosenos directores según lo siguiente (32):
Donde θ corresponde al ángulo de rotación alrededor del eje z con magnitud positiva cuando la
rotación es en sentido antihorario desde el eje X. El ángulo Φ corresponde al ángulo de rotación
alrededor del eje x con magnitud positiva en sentido antihorario desde el eje Y. Los ángulos θ y
Φ estan asociados al cambio de azimut e inclinación, respectivamente, del testigo orientado
desde sus coordenadas locales a mina.
68
El método algebraico se encuentra implementado en la División El Teniente para realizar el
proceso de rotación de ejes de los esfuerzos asociados a cada miniprobeta, donde se utiliza un
sistema de ecuaciones desarrollado internamente. El sistema de ecuaciones está compuesto por
tres ecuaciones y tres incógnitas (sistema 3 x 3). Las dos primeras ecuaciones del sistema fueron
desarrolladas previamente en la División, y la tercera, fue producto del presente trabajo de título
como respuesta a la necesidad de desarrollar un sistema de ecuaciones con las suficientes
restricciones como para generar una solución única de rotación en el espacio, condición que no
era satisfecha en todos los casos con la utilización de las dos primeras ecuaciones de rotación,
que, en ocasiones, generaban soluciones en cuadrantes adyacentes a la solución de rotación
correcta. Las tres ecuaciones corresponden a la descripción espacial de tres ángulos
referenciales, en función de sus cosenos directores, que se deben conservar antes y después de
la rotación (figura 4.17). Estos ángulos se determinan como el arcoseno del producto punto entre
los vectores unitarios de los cosenos directores que describen la orientación espacial de los
respectivos ejes que conforman cada uno de estos 3 ángulos. La definición de este sistema esta
compuesto por las tres ecuaciones siguientes:
cos −1 (𝑐𝑑𝑋𝑖 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 ∙ 𝑐𝑑𝑝𝑖𝑣 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 ) = cos −1 (𝑐𝑑𝑋𝑖 𝑚𝑖𝑛𝑎 ∙ 𝑐𝑑 𝑝𝑖𝑣 𝑚𝑖𝑛𝑎 ) (Ec 4.3)
cos −1 (𝑐𝑑𝑋𝑖 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 ) ∙ (𝑐𝑑𝐷𝑖𝑝𝑑𝑖𝑟 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 ) = cos −1 (𝑐𝑑𝑋𝑖 𝑚𝑖𝑛𝑎 ) ∙ (𝑐𝑑𝐷𝑖𝑝𝑑𝑖𝑟 𝑚𝑖𝑛𝑎 ) (Ec 4.5)
Donde cd corresponde al vector de los cosenos directores (lx, ly, lz) que describen la ubicación
de cada eje en el espacio y los subíndices Xi, Dipdir y piv corresponden al eje de la miniprobeta,
eje Dip-dir y eje de la miniprobeta pivote respectivamente.
La primera ecuación (Ec 4.3) hace referencia a la conservación del ángulo que forman la
miniprobeta pivote con respecto al resto de las miniprobetas que se quieren rotar (Xi).
La segunda ecuación (Ec. 4.4) corresponde a la conservación del ángulo que forman dos ejes
auxiliares, creados especialmente para este proceso, y que están asociados a la posición en el
espacio que tiene la miniprobeta pivote. El primer eje auxiliar corresponde al denominado “Dip-
dir” de la miniprobeta pivote (figura 4.18), que corresponde a un eje perpendicular a la miniprobeta
pivote y que tiene el mismo azimut que el pivote cuando las inclinaciones son iguales o menores
a 0°, o un azimut que se diferencia en 180° cuando la inclinación del pivote es positiva. El segundo
eje auxiliar corresponde al eje perpendicular al plano formado entre los ejes de las miniprobetas
que se desean rotar (Xi) y el pivote (figura 4.19). La orientación (cosenos directores) de este eje
69
se obtiene por medio del producto cruz entre los vectores de los cosenos directores del eje de las
miniprobetas que se desean rotar (Xi) y el pivote.
La tercera ecuación (Ec 4.5) corresponde a la conservación del ángulo formado entre la
miniprobeta que se desea rotar (Xi) con el eje del “Dip-dir” del pivote. Esta última ecuación se
desarrolló con posterioridad a las dos anteriores y permite la obtención de una solución única de
rotación en el espacio. Si se utilizan solamente las dos primeras ecuaciones, existe el riesgo de
obtener dos soluciones plausibles en el espacio. La presencia de estas dos soluciones, además
de producir potenciales errores en los cálculos de rotación, conlleva a dificultades para lograr
convergencias satisfactorias del algoritmo.
70
Figura 4.19: Eje referencial perpendicular al plano formado por el pivote-xi.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
Dado que la orientación del pivote se conoce, debido al conocimiento de la orientación del testigo
orientado en la mina y en el laboratorio, la resolución del sistema se reduce a 3 incógnitas que se
repiten en las 3 ecuaciones que conforman el sistema. Estas incógnitas corresponden a los
valores de los cosenos directores que describen la orientación de cada eje de las miniprobetas
en coordenadas mina.
Este sistema de ecuaciones es resuelto mediante una aproximación iterativa de las orientaciones
rotadas de las miniprobetas, considerando la definición de una función objetivo (Ec 4.6) que
minimiza las diferencias cuadráticas de los ángulos referenciales de las tres ecuaciones que
componen el sistema antes y después de ser rotado, y que debe converger a 0, asegurando de
esta forma la conservación de los ángulos relativos, y minimizando el error de cálculo en el
proceso
𝐹𝑢𝑛𝑐𝑖ó𝑛 𝑜𝑏𝑗𝑒𝑡𝑖𝑣𝑜 = (𝛼1 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 − 𝛼1 𝑚𝑖𝑛𝑎 )2 + (𝛼2 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 − 𝛼2 𝑚𝑖𝑛𝑎 )2 + (𝛼3 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 − 𝛼3 𝑚𝑖𝑛𝑎 )2 (Ec 4.6)
71
respecto a la mini probeta pivote al momento de realizar la perforación en el laboratorio. El
procedimiento utilizado para realizar la rotación del pivote desde coordenadas locales a mina, es
el mismo realizado para el resto de las miniprobetas, sólo que en este caso se reemplaza al eje
ancla o guía, utilizándose en lugar del eje pivote al eje del testigo orientado, y el lugar de las
orientaciones de las miniprobetas (Xi) es reemplazado por la orientación del pivote. De esta
forma, el procedimiento de rotación definido, no considera que la orientación mina del testigo y el
pivote sean los mismos, sino que se realiza una primera rotación sobre la miniprobeta pivote, y
esta, posteriormente, se utiliza para realizar el proceso de rotación sobre el resto de las
miniprobetas extraídas desde el testigo orientado (figura 4.21).
Las ecuaciones que componen el sistema 3 X 3 para realizar la rotación de la miniprobeta pivote
al sistema coordenado mina, son las siguientes:
cos −1 (𝑐𝑑𝑝𝑖𝑣 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 ∙ 𝑐𝑑𝑡𝑜 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 ) = cos −1 (𝑐𝑑𝑝𝑖𝑣 𝑚𝑖𝑛𝑎 ∙ 𝑐𝑑𝑡𝑜 𝑚𝑖𝑛𝑎 ) (Ec 4.7)
cos −1 ((𝑐𝑑𝑝𝑖𝑣 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 ) ∙ (𝑐𝑑𝐷𝑖𝑝𝑑𝑖𝑟 𝑡𝑜 𝑙𝑜𝑐𝑎𝑙 )) = cos −1 ((𝑐𝑑𝑝𝑖𝑣 𝑚𝑖𝑛𝑎 ) ∙ (𝑐𝑑𝐷𝑖𝑝𝑑𝑖𝑟 𝑡𝑜 𝑚𝑖𝑛𝑎 )) (Ec 4.9)
72
Figura 4.21: Rotación de ejes de miniprobetas desde coordenadas locales a coordenadas
mina. a. Orientación inicial del testigo orientado y miniprobetas en coordenadas locales.
b. Orientación final, al rotar el testigo orientado y miniprobetas a coordenadas mina.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
73
ecuaciones con una matriz mal condicionada hará que el cálculo sea más sensible a errores de
medición o redondeo en el proceso de cálculo del tensor de esfuerzos (34).
Figura 4.22: Configuración de la matriz de cosenos directores utilizada para el cálculo del
Número de Condición Matriz.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
El cálculo del NCM se puede realizar de distintas formas mediante la aplicación de distintas
normas o modos de evaluar el condicionamiento de una matriz, que entregan distintos valores.
Si bien, las distintas aproximaciones o normas utilizadas otorgan valores distintos, todas ellas son
indicadores del grado condicionamiento o de colinealidad presente en la matriz. En el caso de la
División El Teniente el cálculo del NCM se realiza mediante la determinación de los autovalores
de la matriz NT*N. Los autovalores asociados a la matriz NT*N son determinados al encontrar los
valores que satisfacen la siguiente igualdad:
Donde I corresponde a una matriz identidad de 6 x 6, por lo tanto, se obtienen 6 soluciones (figura
4.23), donde el NCM se determina seleccionándose el autovalor máximo y mínimo, según la
siguiente ecuación (33).
𝜆𝑚á𝑥 (𝑁 𝑇 𝑁)
𝑁𝐶𝑀 = √ (Ec 4.11)
𝜆𝑚í𝑛 (𝑁 𝑇 𝑁)
74
Figura 4.23: Comportamiento de la curva del determinante de la matriz Nt N-ΛI, con las
respectivas soluciones a sus autovalores.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
En la figura 4.24 se observan tres curvas correspondientes a las soluciones de la ecuación 4.2
con distintas magnitudes de autovalores para distintas configuraciones de ejes de miniprobetas
provenientes de dos laboratorios distintos con NCM incrementales con valores de 2.6 (proveedor
nacional), 3.6 (proveedor internacional) y 81 (proveedor nacional). Los autovalores mínimos (λ1)
de las curvas se encuentran más cercanos a cero a medida que las curvas poseen mayores
valores de NCM y presentan peor condicionamiento debido a problemas de colinealidad. El
umbral de magnitud que define cuando un NCM es alto es netamente empírico y dependerá del
fenómeno analizado. A partir de la experiencia recopilada en El Teniente se ha definido que un
NCM igual o menor a 10, permite obtener resultados satisfactorios.
75
Figura 4.24: Comportamiento de la curva del determinante de la matriz Nt N-ΛI, con las
respectivas soluciones a sus autovalores para tres casos con distintos NCM.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
La concepción de este programa se basa en cuatros premisas generales; (i) establecer puntos
de control en el algoritmo de cálculo para detectar errores en los cálculos realizados o no
conformidades en los datos de entrada (NCM ≥ 10), (ii) minimizar la interacción del usuario en el
proceso de cálculo y potenciales fuentes de error debido a dicha interacción, (iii) eliminar el
concepto de caja negra observado en otros programas y poner a disposición del usuario los
cálculos intermedios realizados, facilitando la compresión, trazabilidad y auditoría del proceso de
cálculo, y, finalmente, (iv) crear un reporte de resultado final que facilite al usuario el proceso de
validación de las mediciones de esfuerzos entregados por las empresas proveedoras de estos
servicios. Con estos objetivos en mente, se desarrolló un código que utiliza como medio de
comunicación entre el programa y el usuario, una interfaz gráfica compuesta por un formulario en
el que se ingresan los datos y se accede a las opciones de cálculo por medio de botones
debidamente rotulados.
76
La secuencia de operaciones realizadas por el programa se divide en 4 secciones principales
(figura 4.25); (a) rotación de los ejes de las miniprobetas desde coordenadas locales a mina, (b)
cálculo del NCM para los 3 casos de orientaciones de las miniprobetas, considerando tanto sus
coordenadas locales teóricas y efectivas, como las coordenadas mina, (c) cálculo del campo de
esfuerzos en 3D, y (d) el análisis de la dispersión del campo de esfuerzos en función de la
variabilidad de las mediciones de AE. Este último paso es opcional, y se realiza de forma posterior
al cálculo del tensor de esfuerzos si es que el usuario así lo requiere.
Inicialmente, el usuario debe ingresar los datos de entrada en la interfaz gráfica del programa
(figura 4.26). Los datos requeridos son los nombres de cada miniprobeta, con sus respectivas
orientaciones locales (azimut e inclinación) teóricas y efectivamente perforadas, los valores de
esfuerzos de cada miniprobeta en MPa, orientación de la trayectoria certificada del tramo del
testigo orientado y el nombre de la medición que corresponderá al nombre del archivo que será
guardado automáticamente en el computador por el programa. Los datos de la primera fila deben
corresponder obligatoriamente a la miniprobeta pivote. Al acceder a la opción para calcular el
tensor de esfuerzos, el algoritmo realiza la rotación del eje de la miniprobeta pivote utilizando
como orientación guía o “ancla” a la trayectoria certificada del tramo del testigo orientado de
interés, para posteriormente, realizar el mismo proceso con el resto de las orientaciones de las
miniprobetas, utilizando en este caso, la orientación de la miniprobeta pivote rotada como ancla.
77
Figura 4.25: Diagrama general de la secuencia de operaciones realizadas por el programa de cálculo del tensor de esfuerzos.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
78
Figura 4.26: Interfaz gráfica de programa de cálculo de tensor 3D con AE
Fuente: Elaboración propia, 2017.
Figura 4.27: Gráfico de superficie con los valores de la función de objetivo de rotación de
una miniprobeta bajo distintas orientaciones.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
79
se utiliza la herramienta Solver para realizar el cálculo de las componentes cartesianas, utilizando
una función objetivo que minimiza las diferencias cuadráticas entre los valores de AE
experimentales y los calculados con el sistema de ecuaciones a partir de los valores de las
componentes cartesianas del tensor de esfuerzos obtenidos en cada iteración. Este proceso
iterativo se repite hasta que la convergencia de la función objetivo es menor a 5*10-5.
Posteriormente, el algoritmo realiza el cálculo de los esfuerzos principales con sus respectivas
orientaciones. Además, el programa calcula el ángulo existente entre los esfuerzos principales,
de modo que el usuario pueda verificar el cumplimiento de la perpendicular de los esfuerzos
principales.
Finalmente, el algoritmo entrega una planilla con el resumen de los datos de entrada y los
resultados obtenidos. Los entregables de la planilla consisten en las orientaciones locales
teóricas, locales perforadas, y mina (rotadas) de las miniprobetas, los esfuerzos medidos con AE
de cada miniprobeta, esfuerzos principales con magnitud y orientación, componentes cartesianas
del tensor de esfuerzos, una red polar de hemisferio inferior de campo de esfuerzos con los
esfuerzos principales (figura 4.28a), y una tabla resumen con los puntos de control establecidos
en el algoritmo, indicado su valor y si cumple con los umbrales predefinidos para su cumplimiento.
En esta planilla, por convención de signos de la División, todos los esfuerzos son informados con
inclinaciones negativas, o sea, con su orientación bajo el plano horizontal.
d. Cuarta sección del algoritmo de cálculo: cálculo de la dispersión del campo de esfuerzos
La última sección del programa corresponde al cálculo de la dispersión de esfuerzos (figura 4.25).
Esta parte del algoritmo es opcional, y se realiza de forma posterior al cálculo del tensor de
esfuerzos si es que el usuario así lo desea. Los datos de entrada utilizados por el algoritmo
corresponden a las orientaciones mina de las miniprobetas calculadas previamente por el
algoritmo, y la información de los esfuerzos medidos con AE de cada miniprobeta con sus
respectivas desviaciones estándar.
El algoritmo crea una tabla con la combinatoria de los esfuerzos, más las componentes
cartesianas del tensor de esfuerzos y los esfuerzos principales con sus respectivas orientaciones,
para cada uno de los 729 casos. El algoritmo entrega una tabla con los valores promedio de las
80
componentes cartesianas y esfuerzos principales, con sus respectivas desviaciones estándar.
También, entrega las diferencias entre el valor promedio de las componentes cartesianas entre
los 729 casos analizados y los valores de las componentes cartesianas obtenidos con la
aproximación determinística. El valor obtenido en este caso debe ser 0, para que la combinatoria
de casos realizada sea correcta, siendo este un punto de control establecido en el algoritmo de
cálculo de dispersión del campo de esfuerzos. Los resultados de dispersión obtenidos, juntos con
el valor determinístico del campo de esfuerzos calculado en la sección anterior, se grafican en
una red polar de campo de esfuerzos (figura 4.28b).
a b
81
a. Control de calidad del procedimiento de medición
En primer lugar, se debe verificar que el testigo orientado posee la rotulación adecuada que
permita la correcta identificación de la orientación que tenía el testigo orientado al momento de
ser extraído desde la mina. Como mínimo, el testigo orientado deberá tener marcado en su
superficie la dirección de avance de la perforación y una letra que indique su extremo superior o
inferior, T y B respectivamente.
En segundo lugar, se debe verificar que tanto las rotulaciones como las orientaciones de las
miniprobetas perforadas corresponden efectivamente a las indicadas, cumpliendo con las
orientaciones informadas por el laboratorio al situar el testigo orientado con su extremo superior
mirando hacia arriba y con su línea de dirección de avance mirando hacia el norte localizándose
en la orientación azimut e inclinación 0° (figura 4.30).
En tercer lugar, se debe comprobar que los resultados entregados por el proveedor sean los
correctos. Este proceso se realiza comparando los resultados entregados por el proveedor con
los obtenidos utilizando el algoritmo interno de la División, que ya se encuentra validado.
82
métodos de medición de esfuerzos de tipo directo como Hollow Inclusion y fracturamiento
hidráulico, como se detalla en la sección 4.3.9.
El algoritmo de cálculo del tensor de esfuerzos cuenta con 4 puntos de control pre-establecidos
en el código del programa con tal de controlar la calidad del proceso de cálculo (figura 4.31).
El segundo punto de control establecido está asociado a la obtención de una matriz de cosenos
directores (N) numéricamente estable. Este punto es corroborado al definir un umbral de valor
igual o menor a 10 para el NCM de las matrices definidas por las orientaciones de las miniprobetas
en coordenadas teóricas y efectivas locales, y coordenadas mina.
El último punto de control incorporado está asociado con la perpendicularidad de los esfuerzos
principales. De no cumplirse este requerimiento, el cálculo realizado es erróneo.
83
Cada uno de estos puntos está incorporado en el algoritmo de cálculo, el cual indica al usuario la
conformidad o inconformidad de cada uno de estos puntos, con tal de validar o invalidar el cálculo.
Los resultados entregados por los laboratorios deben ser revisados y validados en función de los
requisitos mínimos establecidos para asegurar la confiabilidad de las mediciones de esfuerzos
realizadas. En este contexto, se han establecido los siguientes contenidos mínimos y aspectos a
evaluar que deben incorporar los reportes de las mediciones de esfuerzos con AE:
Imágenes del proceso. Por ejemplo, bandeja con muestras del testigo orientado,
perforación y preparación de las miniprobetas, miniprobetas listas para ensayo de
AE, configuración del ensayo y gráficos de curva acumulada de AE versus esfuerzos.
Identificación del testigo orientado, con su trayectoria certificada, e identificación de
los ejes de las miniprobetas con sus orientaciones en coordenadas locales teóricas y
efectivas (perforadas), como también, sus orientaciones en coordenadas mina. En
este punto el eje de la miniprobeta pivote debe ser identificado claramente.
Valores del NCM para las orientaciones locales teóricas, locales efectivas y mina.
84
Esfuerzos medidos con AE para cada uno de los seis ejes asociados a las
miniprobetas, entregando valores promedio y desviación estándar indicando número
de ensayos AE por eje.
Resultados de los cálculos del campo de esfuerzo, incluyendo las 6 componentes
cartesianas del tensor de esfuerzos y magnitudes y orientaciones de los esfuerzos
principales, que deberán ser descritos en una red polar de hemisferio inferior.
Las orientaciones de los esfuerzos deben reportarse considerando inclinaciones
negativas y las magnitudes de los esfuerzos deben informarse con valores positivos
cuando los esfuerzos son de compresión y en MPa como unidad.
Una vez que el reporte de medición de esfuerzos con AE cumple con las seccciones mencionadas
se considera como válido.
85
Figura 4.32: Ejemplo de formato de planilla de resultados de mediciones de esfuerzos con AE.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
86
4.3.9 Comparación y contrastación de mediciones de esfuerzos
87
La contrastación de los resultados de la medición de esfuerzos con el método Hollow Inclusion
se realiza con la secuencia detallada en la figura 4.33. En primer lugar, se realiza un ensayo de
medición de esfuerzos con la celda HI en el tramo de interés, obteniéndose a partir de esta
medición el tensor de esfuerzos en 3D. El testigo de 6 pulgadas recuperado a partir de la medición
de HI, posteriormente, es enviado al laboratorio y utilizado para extraer las miniprobetas en las
seis direcciones de interés, con tal de realizar las mediciones de esfuerzos con AE en el
laboratorio, siguiendo el procedimiento operacional y algorítmico ya señalado. En este punto se
puede realizar la contrastación del tensor de esfuerzos 3D obtenido con ambas técnicas con la
finalidad de validar la medición realizada.
En el caso del FH la medición de esfuerzos es de tipo 2D. Esta técnica permite determinar los
esfuerzos mayores y menores secundarios, correspondientes al plano perpendicular al tramo de
la perforación donde se realiza esta medición. Si se utiliza sólo una medición en el tramo donde
se obtuvo el testigo orientado, el proceso de contrastación es el mostrado en la figura 4.34, donde
se realiza una perforación, y se envía el tramo del testigo orientado de interés al laboratorio para
realizarse los ensayos de AE, y obtener el tensor de esfuerzos 3D. Posteriormente, se calculan
los esfuerzos 2D obtenidos con FH que pueden expresarse en términos de sus componentes
cartesianas (σx´x´, σy´y´, Tx´y´) o como esfuerzos principales secundarios denominados P y Q,
además del ángulo del esfuerzo P con la horizontal, denominado ƟP. Posteriormente, los
esfuerzos obtenidos con AE son proyectados en el plano perpendicular a la perforación, de modo
de obtener el campo de esfuerzos 2D que será contrastado con respecto los valores de esfuerzos
2D obtenidos de las mediciones de fracturamiento hidráulico realizado en el tramo desde el cual
se obtuvo el testigo orientado.
88
Figura 4.34: Secuencia de contrastación de mediciones de esfuerzos con AE con
mediciones in situ 2D realizadas con Fracturamiento Hidráulico.
Fuente: Elaboración propia, modificado de Cavieres, y otros, 2017.
89
orientaciones, y los valores que caracterizan a los esfuerzos principales secundarios, o sea, las
magnitudes en MPa de P y Q, además, del ángulo θ P medido desde la horizontal y en sentido
antihorario (figura 4.35).
Figura 4.35: Interfaz gráfica de la opción de cálculo del tensor de esfuerzos 3D a partir de
los valores P, Q, θ P de 3 mediciones 2D de esfuerzos.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
La segunda opción permite la determinación del tensor 3D ingresando los valores de los
esfuerzos normales σx´x´, σy´y´, y cortantes σx´y´ del plano perpendicular a la orientación de la
medición 2D de esfuerzos. La última opción permite la determinación de los esfuerzos principales
secundarios en cualquier azimut e inclinación a partir del tensor de esfuerzos 3D ingresado por
el usuario (figura 4.36), mediante dos opciones; ingresando el tensor de esfuerzos en sus
componentes cartesianas o ingresando los esfuerzos principales con sus respectivas
orientaciones.
El algoritmo que realiza el cálculo del tensor de esfuerzos 3D a partir de las 3 mediciones de
esfuerzos no colineales consta de 3 procesos principales. El primer proceso consiste en la
determinación de los esfuerzos normales y cortantes asociados al plano perpendicular de la
perforación y sus respectivas orientaciones a partir de los valores de P, Q, θP, azimut e inclinación
asociados a las 3 mediciones 2D realizadas, con las siguientes ecuaciones derivadas del circulo
de Mohr:
𝑃+𝑄
𝜎𝑥´𝑥´ = ( ) + ((𝑃 − 𝑄) × 𝐶𝑜𝑠𝑒𝑛𝑜(2𝜃𝑝)) (Ec 4.12)
2
90
𝑃+𝑄 (Ec 4.13)
𝜎𝑦´𝑦´ = ( ) − ((𝑃 − 𝑄) × 𝐶𝑜𝑠𝑒𝑛𝑜(2𝜃𝑝))
2
𝑃−𝑄
𝜎𝑥´𝑦´ = ( ) × (𝑆𝑒𝑛𝑜(2𝜃𝑝)) (Ec 4.14)
2
En cuanto a sus orientaciones, el azimut del esfuerzo normal σx´x´ es igual al azimut de la
perforación más 90° y su inclinación es 0°. En el caso del esfuerzo normal σy´y´ su azimut es el
mismo que el de la perforación donde se realizó la medición de esfuerzos y su inclinación es igual
a la inclinación de la perforación más 90°.
𝜎𝑥´𝑥′ = (𝑙𝑥 2 𝜎𝑥𝑥) + (𝑙𝑦 2 𝜎𝑦𝑦) + (𝑙𝑧 2 𝜎𝑧𝑧) + 2(𝑙𝑥 𝑙𝑦 𝜎𝑥𝑦 + 𝑙𝑦 𝑙𝑧 𝜎𝑦𝑧 + 𝑙𝑧 𝑙𝑥 𝜎𝑧𝑥) (Ec 4.15)
91
𝜎𝑦´𝑦´ = (𝑚𝑥 2 𝜎𝑥𝑥) + (𝑚𝑦 2 𝜎𝑦𝑦) + (𝑚𝑧 2 𝜎𝑧𝑧) + 2(𝑚𝑥 𝑚𝑦 𝜎𝑥𝑦 + 𝑚𝑦 𝑚𝑧 𝜎𝑦𝑧 + 𝑚𝑧 𝑚𝑥 𝜎𝑧𝑥) (Ec 4.16)
𝜎𝑥´𝑦´ = (𝑙𝑥 𝑚𝑥 𝜎𝑥𝑥) + (𝑙𝑦 𝑚𝑦 𝜎𝑦𝑦) + (𝑙𝑧 𝑚𝑧 𝜎𝑧𝑧) + (𝑙𝑥 𝑚𝑦 + 𝑙𝑦 𝑚𝑥)𝜎𝑥𝑦 (Ec 4.17)
+ (𝑙𝑦 𝑚𝑧 + 𝑙𝑧 𝑚𝑦)𝜎𝑦𝑧 + (𝑙𝑧 𝑚𝑥 + 𝑙𝑥 𝑚𝑧)𝜎𝑧𝑥
Donde, li y mi corresponden a los valores de los cosenos directores asociados a los esfuerzos
normales σx´x´ y σy´y´, respectivamente.
La tercera opción disponible en el programa de cálculo permite el ingreso del tensor de esfuerzos
en sus componentes cartesianas o por medio de los esfuerzos principales. En caso de ingresar
los esfuerzos principales, el programa realiza la transformación del tensor de esfuerzos a sus
componentes cartesianas por medio de la aplicación de una matriz de rotación 3D compuesta por
los cosenos directores de los esfuerzos principales según la siguiente (19):
𝑙𝑥 𝑙𝑦 𝑙𝑧
𝑅 = [𝑚𝑥 𝑚𝑦 𝑚𝑧]
(Ec 4.19)
𝑛𝑥 𝑛𝑦 𝑛𝑧
92
Figura 4.37: Gráfico de esfuerzos principales secundarios desarrollado por el programa.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
En aquellos casos en que las mediciones de esfuerzos con AE presentan discrepancias con
respecto a las comparaciones o contrastaciones realizadas, se pueden evaluar los siguientes
escenarios de errores potenciales en el proceso de manipulación de las muestras considerando
su impacto en los cálculos del tensor de esfuerzos 3D:
Un potencial error está relacionado a la confusión del extremo superior del testigo orientado con
el inferior al momento de realizar las perforaciones de las miniprobetas, lo que ocasiona que las
orientaciones utilizadas para definir cada esfuerzo normal sean erradas. Este error provoca la
rotación de las orientaciones de los esfuerzos principales, más no, de sus magnitudes.
Este escenario puede ser evaluado mediante la utilización de una herramienta gráfica, como
autocad, realizando una rotación en 180° de las orientaciones del testigo orientado y de las
miniprobetas perforadas de modo que el testigo orientado quede invertido, como se observa en
la figura 4.38. Las nuevas orientaciones obtenidas para cada miniprobeta son utilizadas en el
programa de cálculo con sus respectivos esfuerzos medidos en el laboratorio, con tal de evaluar
si el resultado de este escenario se adecua a la información del sector de interés.
93
Figura 4.38: Corrección de las orientaciones del testigo orientado y miniprobetas al
confundir su extremo superior con el inferior. a) Caso base con el testigo orientado
perforado en posición invertida. b) Caso corregido al rotar en 180° el testigo orientado.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
94
Figura 4.39: Corrección de las orientaciones del testigo orientado y miniprobetas al
confundir su dirección de avance. a. Caso base con el testigo orientado perforado en
posición incorrecta. b. Caso corregido al rotar en 180° el testigo orientado.
Fuente: Elaboración propia, 2017.
El laboratorio en el proceso de cálculo del tensor de esfuerzos puede cometer el error de utilizar
una orientación de miniprobeta pivote distinta a la real para el cálculo de la rotación de ejes, lo
que conlleva a errores en las orientaciones de los esfuerzos principales calculados.
Generalmente, este error puede darse por una confusión entre la miniprobeta que posee la
dirección similar al testigo orientado, con respecto, a la que está en 90° de ella, al definir el sistema
coordenado local con el testigo orientado en orientación vertical.
95
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
5.1 Conclusiones
La técnica de medición de esfuerzos por AE con testigo orientado fue introducida en el año 2005
en la División El Teniente para la medición del campo de esfuerzos lejano en el PNNM. Este
proceso involucró dos campañas de medición realizados con laboratorios extranjeros de Australia
(2005 y 2007), y con un laboratorio de Inglaterra en el año 2008, como parte de un proceso de
contraste y validación de las mediciones realizadas previamente. Los resultados obtenidos en la
primera campañas fueron, en general, concordantes con las orientaciones (S1 con dirección
NO/SE subhorizontal) y esfuerzos conocidos del sector, como también las mediciones de
contraste realizadas en la segunda campaña con el laboratorio de Australia e Inglaterra en los
años 2007-2008, a excepción de dos mediciones que presentaron resultados no satisfactorios.
El año 2016 se reiniciaron las campañas de medición de esfuerzos con AE con un laboratorio
nacional. Este nuevo escenario permitió reducir los tiempos espera de los resultados, de meses
a semanas, y presentó la oportunidad de obtener un mayor acceso al laboratorio, lo que generó
un aprendizaje mutuo entre la División y el laboratorio nacional. Las principales lecciones
aprendidas en este proceso están asociados a la necesidad de procurar una correcta
96
manipulación de los testigos orientados en el laboratorio, identificando claramente la parte
superior de testigo y la dirección de avance de la perforación, como también de las miniprobetas
perforadas, que deben estar correctamente rotulados para que no existan confusiones con
respecto a su eje respectivo de origen. Las miniprobetas deben ser perforadas con una
configuración espacial que considere ángulos iguales o mayores a 45° entre los distintos ejes de
las perforaciones de las miniprobetas, con tal de obtener un NCM ≤ 10 que permita asegurar la
estabilidad numérica del cálculo del tensor de esfuerzos 3D. Además, surgió la necesidad de
desarrollar algoritmos internos de cálculos que permitieran comparar y validar los cálculos
realizados por el laboratorio. Los algoritmos requeridos para este fin deben considerar 3
procedimientos: (a) rotación de esfuerzos desde sistema coordenado local, asociado a la
orientación de perforación en el laboratorio, al sistema coordenado mina, (b) cálculo de las
componentes cartesianas del tensor de esfuerzos, y (c) trasformación de las componentes
cartesianas a esfuerzos principales.
97
evaluar la dispersión del campo de esfuerzos, considerando 729 casos al incorporar la desviación
estándar de los esfuerzos medidos en el laboratorio en cada eje de miniprobeta.
La última herramienta del sistema de calidad está asociada a la comparación y/o contrastación
de los resultados de las mediciones de esfuerzos con AE, considerando mediciones en el mismo
sector de medición o en sus cercanías respectivamente. Las comparaciones pueden realizarse
con otras mediciones con AE cercanas o con otras técnicas de medición de esfuerzos. En el caso
de las contrastaciones, se puede realizar una medición con HI y el testigo recuperado en dicho
ensayo, se puede enviar al laboratorio para realizar un ensayo de emisión acústica y comparar
los tensores de esfuerzos 3D obtenidos con ambas técnicas. Una segunda opción consiste en
realizar una medición de esfuerzos con FH en el mismo tramo donde se extrajo el testigo
orientado y obtener el campo de esfuerzos 2D, el que puede ser comparado con el cálculo del
campo de esfuerzos 2D en la misma orientación a partir del tensor 3D obtenido por AE, o, se
pueden realizar tres mediciones de esfuerzos con FH en direcciones no colineales para obtener
el tensor de esfuerzos 3D y realizar la comparación con las mediciones 3D obtenidas con AE.
Estos dos escenarios han sido incorporados en la plataforma Microsoft Excel, con el lenguaje
Visual Basic for Applications, aplicando algoritmos para calcular el tensor de esfuerzos 3D a partir
de 3 mediciones 2D de esfuerzos, y algoritmos para el cálculo de los esfuerzos principales
secundarios (campo de esfuerzos 2D), a partir del tensor 3D de esfuerzos obtenido con AE u otro
método.
98
5.2 Recomendaciones
99
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103
ANEXO
104
ANEXO A: Ejemplo aplicado de cálculo de esfuerzos
A continuación, se muestra un caso ejemplo de los resultados del proceso de cálculo del tensor
de esfuerzos con emisiones acústicas, considerando los valores entregados por el algoritmo
desarrollado internamente en la División El Teniente. Este ejemplo considera un testigo orientado
con trayectoria certificada de azimut 230° e inclinación -8° y considera datos de esfuerzos y
orientaciones hipotéticos que no representan valores reales de mediciones de esfuerzos.
Azimut Inclinación
ID lx ly lz
(°) (°)
x2 359.28 -42.435 -0.00927428 0.73798502 -0.67475336
x3 321.05 -87.726 -0.02494349 0.03085766 -0.9992125
x4 44.43 0.82 0.69996565 0.71403311 0.01431121
x5 92.52 -2.44 0.99812716 -0.04392826 -0.04257316
x6 88.51 -45.32 0.7029088 0.01828355 -0.71104496
x1 359.98 -1.35 -0.00034897 0.99972237 -0.02355976
DipDir
359.98 88.65 -8.22-06 0.02355976 0.99972243
Pivote
Fuente: Elaboración propia, 2017.
105
Tabla A.3: Orientaciones mina (rotadas) y cosenos directores de miniprobetas.
Inclinación
ID Azimut (°) lx ly lz
(°)
x2 229.168647 -50.4343108 -0.48194961 -0.41646819 -0.77089482
x3 62.9216115 -83.6082765 0.0991224 0.05067633 -0.99378401
x4 274.62926 -4.88569986 -0.99311623 0.08041471 -0.08516825
x5 322.834427 -2.06290783 -0.60372888 0.79637659 -0.03599676
x6 326.560885 -44.9618331 -0.38991105 0.59045365 -0.70663559
x1 229.979738 -9.34999951 -0.75564268 -0.634515 -0.16246495
DipDir
229.979738 80.6500005 -0.12441843 -0.10447446 0.98671432
Pivote
Fuente: Elaboración propia, 2017.
1,5
1
Det (Nt*N- λI)
0,5
Mina
0 Teórico local
Efectivo local
-0,5
-1
-0,5 0 0,5 1 1,5 2 2,5 3
λ
Figura A.1: Comportamiento de la curva del determinante de la matriz Nt N-ΛI, con las
respectivas soluciones a sus autovalores.
106
Tabla A.5: Resultado determinístico de las componentes cartesianas del tensor de
esfuerzos.
107
Figura A.2: Red polar de hemisferio inferior con esfuerzos principales.
Casos x1 x2 x3 x4 x5 x6
Caso Esfuerzo medio 30.00 28.00 19.00 35.00 38.00 22.00
Caso Esfuerzo delta + 30.88 29.10 20.07 36.30 39.20 23.40
Caso Esfuerzo delta - 29.12 26.90 17.93 33.70 36.80 20.60
Fuente: Elaboración propia, 2017.
Tensor de Promedio
Desv. Estándar
esfuerzos (MPa)
Sxx 34.48 1.07
Syy 32.94 1.54
Szz 19.57 0.78
Sxy -5.19 0.71
Syz 7.93 1.16
Szx -0.49 1.30
Fuente: Elaboración propia, 2017.
108
Tabla A.10: Dispersión de esfuerzos principales.
Figura A.3: Red polar de hemisferio inferior con dispersión de los esfuerzos principales.
109