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- LA PROPIEDAD Y LA TENENCIA ANCESTRAL DE LAS TIERRAS


OCUPADAS POR LAS COMUNIDADES NEGRAS EN EL PACIFICO
COLOMBIANO.

4.4.1 LA OCUPACIÓN DEL PACÍFICO POR GRUPOS NEGROS

La historia de las tierras que conforman el Pacífico Colombiano eran tierras inhóspitas y de
difícil acceso para el hombre blanco y para los esclavistas, por eso es importante destacar
que fue esa la razón que tuvieron los esclavos llegados a esta región para realizar sus fugas,
teniendo en cuenta que este comportamiento fue totalmente diferente al realizado en el
resto del país y ello se presenta a partir de la necesidad de no ser encontrados ni
perturbados en su nueva vida, lo anterior es comprensible, pero ilógico si miramos que
generalmente todos los esclavos fugados buscaban acomodarse en las partes bajas de las
laderas de las montañas de conformidad con los bienes el estado, lo cual permitía que ellos
se fueran organizando de Conformidad con sus propios intereses.

Es importante que vamos destacando el hecho determinante que en esta región la forma
como se fue poblando se realizó en una forma muy especial, ya que muchos de ellos
buscaron la forma de realizar su asentamiento humano en las orillas de los diferentes ríos
que conforman la cuenca del pacifico, pero se debe destacar también que muchos de los se
ubicaron en las costas del océano pacifico y de ahí destacar que ellos se establecieron
especialmente a lo largo y ancho de ríos y costa marítima, en donde este proceso se
caracterizó por los desplazamientos de antiguos esclavos y sus descendientes que vivían en
las zonas inicialmente agrícolas, pero que poco a poco se dieron cuenta que eran
inmensamente ricas y de ahí que ellos se volvieron explotadores de las grandes extensiones
mineras de la región, las cuales ellos permanentemente explotaban, de ahí que considero
que para comprender este proceso de poblamiento de la región pacifica Colombiana hay
que comenzar entonces realizando un recorrido por el pasado colonial de estas
comunidades.

Tampoco podemos dejar de apreciar que los esclavos que trajeron desde el áfrica por el
océano pacifico, llegaron a estas tierras y encontraron unas tierras muy parecidas a las que
ellos conocían, si tenemos en cuenta que la conformación de esta región es muy parecida a
las regiones de donde ellos provenían, por eso su adaptación fue muy rápida y posible, por
eso posteriormente fueron contratados para trabajar en las minas del pacífico colombiano,
lo cual ha permitido establecer que ellos produjeron la mayor parte del oro exportado por la
Nueva Granada en el siglo dieciocho.

Es importante también destacar que de conformidad con las estadísticas desde el siglo
dieciséis la Nueva Granada fue la región del nuevo mundo descubierto por los españoles y
europeos que más oro le reportó a la corona Española, aunque no podemos dejar de analizar
que la cantidad de oro exportado fue mínimo comparándolo con la exportaciones de plata
que se realizaron en la nueva España y del virreinato del Perú1 .

Se debe también colegir que es hacia finales del siglo XVII que se originó la gran
recuperación de la minería de la nueva granada gracias a que la conquista del Pacífico en
forma tardía permitió la explotación de las minas que existían en esta región que eran de
aluvión diferentes a las ubicadas en las partes altas de los ríos que drenan la cordillera
occidental de los Andes, ya que estas se encontraban en la parte baja de dichos ríos y
especialmente en las desembocaduras de esos ríos al mar. Como la historia sostuvo que
para esta época se presentaba la escasez de indígenas, quienes habían sido asesinados por
su beligerancia y las nuevas leyes que los protegían, hubo que determinar que la minería
desde sus inicios de esta región se puso a depender del trabajo de esclavos negros, por un
lado quienes vivían en campamentos itinerantes llamados reales de minas y trabajaban en
grupos -denominados cuadrillas- que por lo general no tenían más de treinta miembros2

Por las grandes dificultades que se presentaban en la región y la dificultad que tenían los
esclavistas para ejercer el control en estas zonas los esclavos buscaron la libertad por
diversos medios, especialmente las fugas a sus captores, pero cuando se presentó la
oportunidad de que estos pudieran comprar su libertad, muchos aprovecharon estas
oportunidades e hicieron uso del derecho que tenían de comprar su libertad. Los dineros
1 (Bakewell, 1990; McFarlane, 1997: 118).

2 (Sharp, 1976; Colmenares, 1979; Romero, 1995; Cantor, 2000; Jiménez, 2004).
para poder comprar su libertad, lo obtuvieron con el polvo de oro obtenido los domingos y
festivos, que eran días libres, y también los sábados e inclusive que en muchas minas eran
días de trabajo para sí, los cuales era utilizables para buscar o producir los alimentos tanto
para ellos como para su familia y ayudar a su manutención de estos, otros fueron
patrocinados por otros empresarios mineros, quienes le entregaban los dineros para que
lograran su libertad y siguieran trabajando y produciendo los valores suficientes para liberar
su familia, pero como hombres libres. Así, hacia 1780 entre 30 y 40% de la población negra
de la región era libre (Tovar et al, 1994: 305-324, 336-345, 353-371). Fue tanto el trabajo
que realizaron los hombres y mujeres del pacifico colombiano que en el año de 1.851,
cuando finalmente después de muchos intentos y engaños a las comunidades negras de la
nueva granada, se abolió por fin la esclavitud, sólo cerca de 10% de la gente de
comunidades negras del Pacífico permanecía esclavizada (Aprile-Gniset, 1993: 57;
Almario, 2003: 172).

Todo lo anterior nos lleva a manifestar que en la región del pacifico Colombiano
inicialmente, la gran mayoría de los miembros de las comunidades negras que eran libres
continuaron habitando las zonas mineras en las cuales ellos habían habitado anteriormente e
incluso convivían con las cuadrillas de las que habían hecho parte.

Como se puede observar a simple vista el pacifico Colombiano es rico en aguas, ya que
posee una gran cantidad de ríos que bañan su territorio, pero además no podemos olvidar
que todo el territorio esta bordeado por el océano pacifico, dejando una costa que es rica en
playas, islas, bajamares y otros accidentes marítimos que la hacen interesante y además se
encuentra formada por grandes manglares y otras especies agrícolas que permiten definirla
como un área especial por su gran diversidad, lo cual en su momento permitió que los
asentamientos humanos palenques o no se realizaran a orillas de los ríos o a orillas de la
costa marítima y ello es importante porque de ahí podemos colegir cómo se presentó la
tenencia de la tierra en forma ancestral por los hombres y mujeres negras, que llegaron a
cada una de las poblaciones que hoy conforman los diferentes municipios del litoral
pacífico, siendo importante destacar que no todos los antepasados de las comunidades
negras buscaban establecerse en los ríos, ya que muchos de los negros traídos esclavizados
desde el áfrica provenían de tierras que se encontraban bañadas por el mar y por esa razón
ellos no buscaron establecerse en zonas fluviales sino marítimas, porque ya conocían la
manera de sobrevivir en esos territorios inhóspitos.

El pacifico Colombiano fue en su momento un terreno apropiado para que aquellos


hombres y mujeres que huían de sus captores o esclavizadores encontraran un sitio en
donde sus intereses de huida quedaban protegidos por la misma naturaleza y por esa razón
cuando hemos manifestado que la posesión de la tierra fue el principal valor que tuvieron
estas comunidades negras para realizar sus asentamientos y ello se deduce de que estas
tierras húmedas e inhóspitas presentaban las condiciones de seguridad para ellos, por su
dificultad de penetración y la existencia de esteros, ríos, pantanos y orillas
permanentemente inundables, lo cual no permitía que los esclavistas o perseguidores de
estos libertos cuando llegaban a ciertas zonas las encontraban demasiado peligrosa, para
ellos y sus amínales de caza, especialmente para los caballos y los perros, lo que hacían que
cuando estos llegaban a eso sectores se regresaran y no continuaran con la persecución, esta
fue la razón por la cual los asentamientos humanos que se desarrollaron en esta parte de
Colombia, se materializaron y se volvieron importante para la estabilidad de los
cimarrones, quienes fueron poco a poco poblando esas regiones que hoy permiten la
existencia de muchos municipios que han surgido en las orillas de los ríos que recorren
estas tierras, como son los Municipios de Satinga (Olaya Herrera) sanquianga, magui
payan, Mosquera, el charco, , iscuande, tapaje el charco, la tola, barbacoas guagui, el patia,
en el departamento de Nariño, López de Micay, Guapi y Timbiqui en el Departamento del
Cauca, Alto Baudo, medio (pepe) y bajo Baúdo (Pizarro), Itsmina, Medio San Juan,
Condoto, Yoro, cantón de San Pablo, Bagado, atrato, Quibdo, Bojayá,Rio Quito, Carmen de
Atrato, certeguí, Carmen del Darien, Sipi, tado. Unguia, Medio Atrato, Rio Iró Novita,
Unión Panamericana y otros en el Departamento del Choco, es importante resaltar que en
el departamento del Valle aunque existen muchos pueblos a orilla de los ríos que lo
recorren no existen municipios conformados, ya que todo este territorio pertenece al
municipio de Buenaventura, aunque existen corregimientos importantes en los ríos Naya,
Calima, Raposo, Dagua, Anchicaya, Yurumangui, Cajambre, pero tenemos otras
poblaciones que se desarrollaron directamente sobre el mar pacifico, siendo municipios
costeros y así podemos hablar de los municipios de Tumaco, Salahonda, Mosquera, en el
departamento de Nariño, El municipio de Buenaventura, hoy distrito especial, en el
departamento del Valle del Cauca, Los municipios de Litoral del San Juan, Bahia Solano,
Nuqui, Jurado en el departamento del Choco, es importante también manifestar que a pesar
de la gran extensión de tierra que posee sobre el mar pacifico el departamento del Cauca,
no tiene ningún municipio que se encuentre enclavado directamente en el litoral pacífico de
ese departamento, ya que en las desembocaduras de los ríos ya mencionado no existen
poblaciones conteras, todas las existentes las encontramos dentro de los ríos que son
afluentes de los ríos Tímbiqui, Guapi y Micay, que hacen parte de los municipios ya
mencionados, que se constituyeron inicialmente como asentamiento humanos y
posteriormente se fueron poblando hasta convertirse hoy en lo que son, municipios
construidos sobre las riveras de esos ríos, siendo muchos de ellos asentamientos
poblacionales refugios de negros, posteriormente vereda y corregimientos, pero que por su
importancia y población lograron posteriormente convertirse en territorios con estructura
gubernamental. Logrando ser erigidos como entidad municipal, con su respectiva
personería jurídica y su capacidad administrativa.

Sigue siendo motivo de importancia, el hecho de que cuando revisamos las riquezas de todo
tipo que se encuentran en estos territorios, debe ser claro que efectivamente no únicamente
esta se encuentra representada en la tierra misma, sino que está también se encuentra
representada en los recursos minerales que se producen en el subsuelo de esos territorios y
la gran variedad de fauna y vegetales que hacen parte de la biodiversidad, que caracteriza a
esta región, por eso no estamos de acuerdo cuando muchos han planteado que en el Pacífico
colombiano los suelos cultivables son muy escasos, porque según ellos solo forman franjas
pequeñas en las planicies aluviales o cercanas a las orillas de los ríos que bañan estos
terrenos, pero para quienes hemos sido habitantes permanentes de estos territorios por
mucho tiempo debemos manifestar tajantemente que esto no es cierto y que antes por el
contrario se debe manifestar sin equivocación ninguna que esta región es muy rica en
terrenos aptos para ser cultivados y por lo tanto que está proyectada para producir muchas
especies agrícolas, uno de esos ejemplos es que siempre se ha producido arroz, plátano,
caña de azúcar, cacao, chontaduro, borojo, coco, palmas africanas y de otras especies y en
fin muchos productos que como es obvio son diferentes a los que se cultivan en la zona
andina Colombiana, por las diferentes situaciones climáticas y la salinidad de la tierra, lo
que permite que tenga su propio grupo de especies cultivables. pero es claro que esos
escritores generalmente de ascendencia andina, han pretendido por desconocimiento
descalificar nuestra agricultura que naturalmente es diferente, pero lo que debe manifestarse
y así está probado es que esta región ha sido totalmente abandonada por el gobierno
nacional y nunca se han invertido recursos para desarrollar la agricultura de esta Región del
país, ni se han realizado los estudios pertinentes que lleven a demostrar que se puede
cultivan y que no, pero como solo se preocuparon en nuestro país por el monocultivo
inicialmente del café y ahora de otros productos, pero nunca se invirtió dineros a esta
región olvidada para que sus gentes pudieran establecer el respectivo desarrollo agrícola, lo
cual en la actualidad ha llevado a que muchos de esos territorios se encuentren sembrados
de palma africana y otros de plantas de coca, ya que muchas poblaciones ante la falta de
políticas de apoyo del gobierno nacional, a las actividades lícitas de producción agrícola,
para poner a producir sus tierras ancestrales, como lo hicieron sus antepasados, han sido
aprovechados por personas que se encuentran por fuera de la ley y ante ganancias que se les
han brindado, han puesto a cultivar ilícitamente su territorio, siendo hoy la región pacifico
la región de Colombia en donde se encuentran más territorios sembrados de plantas que se
utilizan para la producción de alucinógenos, en todas sus manifestaciones, pero eso lo único
que sirve es para comprobar que efectivamente estas tierras son altamente productivas y
soportan todos los programas de desarrollo agrícola que el gobierno quiera implementar,
especialmente aquellas que se debe derivar de los productos autóctonos de la región, como
son el Chontaduro, el Borojo y otros.

También Aun debemos destacar que el Pacífico colombiano está conformado por tierras
bajas que son bañadas por los ríos que descienden de las montañas, fueron en gran parte
colonizadas durante el periodo de la colonia por esclavos que huían de sus amos, por
esclavos libertos, que compraron su libertad y las de su familiares, pero especialmente por
aquellos que realizaron acuerdos con sus esclavistas que tenían las minas de oro y de
platino especialmente en lo que hoy es el departamento del Choco y la parte marítima del
departamento de Nariño, destacándose el municipio de barbacoas, sectores en los cuales se
desarrollaron grandes proyectos mineros y en donde las comunidades negras jugaron un
excelente papel en su explotación, Sobre el litoral no se abalanzaron grandes especuladores
de tierra, es destacable que por lo malsano de este territorio, el clima y las permanentes
lluvias que lo afectaban permanentemente, no permitieron que esta fuera requerida por los
grandes terratenientes o que fuera objeto de inversionistas que vieran en ella unas
oportunidades de negocios y por esa razón las comunidades negras colonas de estas tierras
no se vieron en la necesidad de buscar títulos para defender sus terrenos, sino que lo
poseyeron pacíficamente con ánimo de señor y dueño y esta era transmitida de padres a
hijos en forma material y sin realizar un proceso sucesoral propiamente, tal como lo ha
establecido nuestro legislador a través del tiempo y ha sido ello importante porque en las
comunidades negras, cada uno de ellos respetaba la propiedad del otro y por mucho tiempo
se presentaba esta novedad autónoma de dichas comunidades, pero ello debe tenerse claro
no implica la ausencia de conflictos territoriales: siempre los hubo, pero se centraron en el
acceso al oro, al platino, a la tierra y a la producción de muchas especies agrícolas, propias
de la biodiversidad de la región.

Las verdaderas disputas jurídicas se han presentado especialmente relacionadas con los
intentos por obtener títulos mineros y las adjudicaciones de terrenos por parte del gobierno
y muchas concesiones, las cuales más que buscar asegurar derechos de propiedad sobre la
tierra de cada uno de ellos era tener una oportunidad de venderla con mejores ventajas, pero
quienes no tenían este interés solo se dedicaron a mantener la posesión sobre el territorio y
trasmitírselos a sus herederos en forma material, como ha venido ocurriendo desde los años
anteriores.

4.5.- NORMAS SOBRE LA POSESION DE LOS BIENES EN COLOMBIA

Este aporte del trabajo se establece a partir de la importancia que tiene para mi como
investigador el trato que se le ha dado tradicionalmente a la posesión de los bienes
inmuebles en Colombia y la forma como esta normatividad ha podido incidir en la
determinación de la propiedad que han tenido los integrantes de las comunidades negras en
Colombia y es relevante este hecho si tenemos en cuenta que desde sus inicios en la
colonia, con la esclavización de estos y su posterior llegada a estas tierras y su huida
posterior, en donde ellos para poder sobrevivir debieron convertirse en colonos o
poseedores de unas franjas de terreno que empezaron a volverlas productivas a través de su
mano de obra
Es bueno establecer que con la entrada en vigencia del código civil en Colombia, se
determinó que en materia de bienes los situados en los territorios y en cada uno de los
estados, entiéndase hoy en día departamentos y en los cuales tenga interés o derecho sobre
ellos la nación se deberán estudiar a través de las normas de este código y así lo plantea este
cuando manifiesta: ARTICULO 20. APLICABILIDAD DE LA LEY EN MATERIA DE
BIENES. “Los bienes situados en los territorios, y aquéllos que se encuentren en los Estados,
en cuya propiedad tenga interés o derecho la Nación, están sujetos a las disposiciones de este
Código, aun cuando sus dueños sean extranjeros y residan fuera de Colombia”. Por lo aquí
manifestado debo admitir que las tierras ocupadas por las comunidades negras en Colombia por
ser territorios inicialmente considerados como baldíos, están sometidos a estas normas, por eso
las estudiaremos para conocer el verdadero sentido de la propiedad ancestral que reconoce la
ley 70 de 1993, en cumplimiento del mandato del artículo 55 transitorio de la constitución
política de Colombia.

Como lo hemos venido manifestado a lo largo de este trabajo nos encontramos con el hecho de
que los bienes que poseyeron los colonos pertenecientes a las comunidades negras de acuerdo
con el artículo 675 del código Civil son bienes baldíos y por ello es bueno revisar esta norma de
la siguiente manera: ARTICULO 675. BIENES BALDIOS. “Son bienes de la Unión todas las
tierras que estando situadas dentro de los límites territoriales carecen de otro dueño” Cuando se
refieren a bienes de la unión se están refiriendo a bienes de la nación y destacándose que
cuando esa norma plantea que carezcan de otro dueño, se refiere a la propiedad legal obtenida a
través de un título traslaticio de dominio, por ello la mera posesión u ocupación de un bien o
terreno pos sí solo no otorga derechos de propiedad.

Por todo lo anterior tenemos que manifestar que la corte constitucional ha realizado un

excelente trabajo cuando se refiere a estos bienes en diferentes sentencias de la siguiente

forma así: “Los baldíos han sido catalogados como bienes fiscales adjudicables, cuya

titularidad corresponde al Estado, quien podrá trasladarla a los particulares. Por regla general

el dominio de los bienes se adquiere por prescripción de acuerdo con la legislación civil, pero

existen algunos bienes que "por disposición legal, no prescriben" como es el caso de los
bienes fiscales adjudicables. El artículo 63 de la Carta hace referencia a la imprescriptibilidad

de algunos bienes y de "los demás que determine la ley", además de que en el artículo 150-18

se autoriza al legislador para "dictar las normas sobre apropiación o adjudicación y

recuperación de tierras baldías"; por tanto, bien podía la ley establecer que los baldíos son

imprescriptibles, sin violar norma alguna”. Corte Constitucional en las sentencias C-006 y C-

060 de 1993.

Es importante también lo manifestado por la corte constitucional, cuando expresa “Los

baldíos han sido catalogados como bienes de dominio público; sin embargo, tanto en el marco

de la doctrina como en el de la legislación, a ese tipo de inmuebles se les ha otorgado en dicha

clasificación, una índole jurídica especial, cual es la de "bienes fiscales adjudicables" cuyo

destino es "el de ser adjudicados en propiedad a quienes los ocupan, ya que es el Estado el

que ostenta su titularidad con tal fin, siempre y cuando, no sobra repetirlo, se den los

requisitos exigidos por la ley para ello". Esta la razón por la cual al expedirse la ley 70 de

1993, no se presentó un caos de interpretación constitucional, ya que a pesar de que dicha ley

surge producto del artículo 55 transitorio constitucional, encuentra en las manifestaciones de

este alto tribunal un abono claro y preciso para que continúe su constitucionalidad ante la

expresión de cosas juzgadas constitucional en forma definitiva.

Lo anterior también se puede analizar a partir de que El Constituyente de 1991 también le

asignó al legislador Colombiano cuando expidió el artículo 150 numeral 18 de la Constitución

Política de Colombia la tarea de "dictar las normas que sobre apropiación o adjudicación y

recuperación de tierras baldías". De ello se desprende con mucha más claridad que el
Constituyente de 1991 con el fin de no crearse dificultades trasladó al legislador la regulación

de todo lo que tenía que ver con los territorios baldíos y por lo tanto la facultad otorgada sobre

la ley 70 de 1993 en la cual se ordena la apropiación y la adjudicación colectiva, es una

actividad que se dio con reconocimiento constitucional a la titularidad de la Nación sobre las

tierras baldías que ocupan las comunidades negras.

En la ley 160 de 1994 "no se establece la prescriptibilidad de los baldíos, sino el saneamiento

de situaciones de hecho, irregulares e ilegales, en aras de organizar y controlar mejor, la justa

repartición de los terrenos baldíos, por razones de interés público y beneficio social".

- El artículo 63 de la Constitución faculta al legislador para asignarle la calidad de

imprescriptible a los bienes que considere conveniente, la cual no se puede entender limitada

o recortada respecto de los terrenos baldíos de la Nación, "por el simple hecho de que el

artículo 332 de la Constitución no los enlistó como propiedad del Estado, sino que esta norma

se limita a enfatizar tal propiedad sólo en relación con el subsuelo y los recursos naturales no

renovables... sin que ello pueda significar que estos sean los únicos bienes sobre los cuales

puede tener propiedad el Estado."

El artículo 64 superior no se refiere sólo a los terrenos baldíos sino también a las demás

tierras que conforman el territorio colombiano y es por ello que la ley 160 de 1994 señala

dentro de sus objetivos "los procedimientos enderezados a eliminar y prevenir la inequitativa


concentración de la propiedad rústica y dotar de tierras a los campesinos de escasos recursos

que no la posean".

Respecto a la presunta violación del artículo 332 del Estatuto Superior, señala que no ve cómo

se pueda vulnerar, pues en ella se consagra la propiedad del subsuelo, y las disposiciones

acusadas versan sobre la propiedad del suelo. Además, considera que el problema planteado

por el demandante "es elemental", pues los baldíos en la actualidad no se pueden adquirir por

prescripción por disponerlo así las normas acusadas, pero ello "no significa que no pueda el

Estado, como ha venido haciéndolo, para dar cumplimiento a las disposiciones que se citan

como violadas, adjudicárselos a aquellos 'hombres y mujeres campesinos que no sean

propietarios de tierras y que tengan tradición en las labores rurales, que se hallen en

condiciones de pobreza y marginalidad o deriven de la actividad agropecuaria la mayor parte

de su ingreso', o a 'empresas comunitarias y cooperativas campesinas' a la luz de lo dispuesto

en el inciso segundo del artículo 24 y quinto del artículo 65 de la ley 160 de 1994, que es una

de las posibilidades que contempla la Constitución, según la cual el legislador debe expedir

leyes que regulen la adjudicación y recuperación de baldíos ya que, en el futuro, como

desarrollo del numeral 18 del artículo 150, el Congreso podrá expedir una norma que

reconozca la apropiación de los baldíos con fundamento en la prescripción de breve o largo

tiempo, la que a bien tenga establecer".

Los baldíos se pueden adquirir administrativamente a través de procesos adjudicatarios

"previa ocupación, en los términos fijados por una de las normas acusadas, el artículo 65 de la

ley 160 de 1994 y demás disposiciones concordantes, puesto que judicialmente el legislador
no ha admitido por la naturaleza de estos bienes que pueda adquirirse el dominio sobre el

suelo baldío por usucapión. En efecto, el numeral 4 del artículo 407 del Código de

Procedimiento Civil Colombiano no lo permite, en cuanto manda que 'la declaración de

pertenencia no procede respecto de bienes imprescriptibles o de propiedad de las entidades de

derecho público."

Sobre este mismo tema, la Corte ya se ha pronunciado, entre otras, en la sentencia C-060/93,

que en esta oportunidad se reitera, concluyendo que los baldíos pertenecen a la Nación pues la

Constitución de 1991 en esta materia no sufrió variación. Veamos:

Se parte del supuesto según el cual la Nación es propietaria de dichos bienes baldíos y que

puede, en desarrollo de las previsiones del legislador transferir a los particulares o a otras

entidades de derecho público, la propiedad fiscal de los mismos o cualquiera de las

competencias típicas del dominio eminente que como uno de los atributos de la soberanía le

corresponde ejercer de modo general y permanente al Estado sobre todo el territorio y sobre

todos los bienes públicos que de él forman parte”.

“Es simplemente la expresión de una característica patrimonial específica que se radica en

cabeza de la persona jurídica de derecho público por excelencia en nuestro ordenamiento

constitucional como lo es la Nación. Desde luego, la regulación constitucional de nuestro

Estado indica que aquella persona moral especialísima cuenta con atributos superiores a los de

cualquiera otra persona moral y a través de sus órganos legislativo y ejecutivo, lo mismo que

por el ejercicio orgánico de sus principales funciones públicas, puede regular con vocación de
superioridad los asuntos que por mandato del Constituyente le corresponden, como es el caso

del manejo, regulación o disposición de sus bienes patrimoniales”.

Como podemos apreciar siempre hemos sostenido que los miembros de las comunidades

negras una vez fueron traídas de África y haberse fugado ocuparon los territorios que hoy

poseen y como es claro con dicha acción lograron establecer la posesión y posteriormente

obtuvieron la propiedad de esa franja de terrenos y por esa razón estamos de acuerdo con el

ARTICULO 685 del código civil, el cual manifiesta cual es el CONCEPTO DE

OCUPACION y para lo cual establece: “Por la ocupación se adquiere el dominio de las

cosas que no pertenecen a nadie, y cuya adquisición no es prohibida por las leyes o por el

derecho internacional” De ello se desprende que debemos revisar la situación a partir que

posteriormente a la expedición de las normas del código civil se estableció que los terrenos que

no pertenecían a ningún particular y eran bienes baldíos por el solo hecho de serlo pertenecían a

la unión, hoy la nación y si tenemos en cuenta este concepto del articulado comentado, tenemos

que decir que efectivamente lo planteado nos llevaría a pensar que esa ocupación de los

territorios que hicieron las comunidades negras y que fueron pasados de generación en

generación en forma ancestral, no podrían ser ocupados por pertenecer a la nación, pero es aquí

en donde tenemos que dejar en claro que para la época de la colonia, cuando se presentó la

esclavitud en esta región esos terrenos no pertenecían a nadie y ni siquiera a la corona española,

por lo tanto esa ocupación históricamente reconocida le dio a estas comunidades unos derechos

adquiridos que se le deben respetar con las leyes posteriores.


En cuanto a los derechos adquiridos es importante destacar lo planteado por el ARTICULO 684

del Código Civil en cuanto a los DERECHOS ADQUIRIDOS SOBRE BIENES PUBLICOS,

manifiesta que “No obstante lo prevenido en este capítulo y en el de la accesión, relativamente

al dominio de la Unión sobre los ríos, lagos e islas, subsistirán en ellos los derechos adquiridos

por particulares, de acuerdo con la legislación anterior a este Código”. Es importante lo tratado

en este artículo si tenemos en cuenta que gracias a esta norma todos los derechos adquiridos por

la comunidades negras en las zonas terrestres ocupadas por estos antes de entrar en vigencia el

código civil, se mantienen y por lo tanto los derechos ancestrales que obtuvieron sobre los

terrenos ocupados, que posteriormente se declararon baldíos y como pertenecientes a la Unión

o a la nación hoy en día, siguieron siendo base de los derechos de posesión de estos hombres y

mujeres y por eso se les debió mantener ese derecho, desafortunadamente no existieron

verdaderas estadísticas que pudieran establecer la fecha en que estos terrenos fueron ocupados

y de esa manera darle cumplimiento a esta norma, pero aun así debemos concluir que gracias a

estas normas se hizo una justicia tardía con estas comunidades, pero que poco a poco ante la

legislación Colombiana fueron perdiendo derechos y las normas que se dictaron en todo lo

largo y ancho de nuestra época Republicana, solo ha servido para permitir que a estos colonos

en Colombia se les burlen sus derechos y no se les de la opción de reclamar históricamente los

derechos ancestrales que ellos obtuvieron con la ocupación y posterior posesión de los terreros

que convirtieron en bienes propios y de dedicación familiar.

Lo anterior nos permite colegir que si revisamos todo lo comentado tenemos que admitir que

las comunidades negras que llegaron al pacifico Colombiano y colonizaron los territorios, que

fueron trasladados posteriormente a sus descendientes, siempre fueron poseídos en forma

familiar y por lo tanto cada familia era poseedora en forma individual de su propia parcela y

por ello quienes tenían posibilidades económicas podían aspirar a obtener su adjudicación en
forma individual por el jefe de familia y esta obtención del derecho para ellos era una

propiedad ilimitada y por esa razón hoy debemos manifestar que ese derecho se perdió y hoy

nos encontramos con el hecho de que se han violado a esos miembros de las comunidades

negras sus derechos adquiridos por la ancestralidad y muchos por ignorancia lo han aceptado,

pero cuando revisamos a fondo lo que ha venido pasando con los cambios legislativos debemos

analizar que cada día se les burla más sus derechos, si tenemos en cuenta como se les

reconocen derechos al resto del campesinado de las otras regiones de nuestro país, pero a estos

que hacen parte de una región bastante olvidada históricamente se les niegan los derechos que a

otros se les ofrecen, lo que nos lleva a continuar pensando que nada se ha ganado y que

debemos seguir luchando y por eso se debe llamar la atención a esos líderes de las comunidades

negras que por unas migajas que vienen recibiendo del estado y del empresariado privado han

luchado porque se mantenga ese estado de cosas negativas, solo por mantener la representación

de unos consejos comunitarios, que no son otra cosa a mi parecer que la institución que ha

permitido el desconocimiento de la verdadera vocación que tienen los campesinos negros del

pacifico colombiano de tener su propiedad privada, por eso surge el imperativo de luchar para

que en las nuevas leyes que expida el congreso se permita dentro de los consejos comunitarios

tener derecho a la propiedad privada a partir de la ocupación real y que las limitantes que hoy

poseen al tener propiedades colectivas desaparezcan, ya que son discriminatorias dentro de

nuestro ordenamiento constitucional, ya que viola los artículos 13 3 del derecho de igualdad y el

58 en cuanto a derecho a propiedad privada 4.

Para analizar lo que hemos venido pregonando considero importante revisar lo manifestado

por la corte Constitucional en sentencia, expresa: “Son dos las disposiciones constitucionales

3
4
que versan sobre este tema; en primer lugar se encuentra el inciso primero del artículo 60 que

prescribe: "El Estado promoverá, de acuerdo con la ley, el acceso a la propiedad" y luego el

artículo 64, que dice: "Es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad |de

la tierra de los trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa, y a los servicios de

educación, salud, vivienda, seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones,

comercialización de los productos, asistencia técnica y empresarial, con el fin de mejorar el

ingreso y calidad de vida de los campesinos", preceptos que el demandante considera

vulneran las normas demandadas”.

Continua la Corte Constitucional en la misma sentencia diciendo “La adjudicación de terrenos

de propiedad de la Nación, concretamente de baldíos, tiene como objetivo primordial, permitir

el acceso a la propiedad de la tierra a quienes carecen de ella, pues es requisito indispensable,

según la ley acusada, que el presunto adjudicatario no posea otros bienes rurales, ni tenga

ingresos superiores a mil salarios mínimos mensuales (arts. 71 y 72 ley 160/94), como

también contribuir al mejoramiento de sus recursos económicos y, obviamente, elevar su

calidad de vida”.

Pero además también manifiesta esta alta corte de control judicial: “Olvida el demandante,

que si bien es cierto el Estado tiene el deber de promover el acceso progresivo a la propiedad

de la tierra, especialmente, a quienes la trabajan, no es menos cierto que tal fin no se logra

únicamente con la adjudicación de tierras baldías, que es una forma de hacerlo, sino también

con otras políticas, como por ejemplo, la concesión de créditos a largo plazo y con facilidades

de pago; la creación de subsidios para la compra de tierras, el fomento de las actividades

agrícolas, etc, que también buscan esa finalidad”.


De todo lo aquí analizado expresado por este alto tribunal en torno a lo que venimos

manifestando en la sentencia comentada es la conclusión a que llegó y es así: “Las normas

acusadas en lugar de contrariar los artículos 60 y 64 de la Carta, los acatan, pues la

adjudicación de tierras baldías tiene como propósito dotar de tierras a quienes carecen de

ellas”.

Como podemos observar si la adjudicación de tierras baldías tiene ese propósito, entonces con

la titulación colectiva le están violando a las comunidades negras su derecho, ya que ellos

durante toda su vida y la de sus antepasados han venido ocupando esos territorios y

poseyéndolos pacíficamente, con dichas adjudicaciones colectivas se le vulneran esos

derechos, ya que ellos no tienen tierra titulada individualmente y si la trabajan se la deben

apropiar absolutamente y no como está ocurriendo en la actualidad que son propietarios

colectivos y no tienen nada porque no tienen poder de disposición sobre los territorios que

han ocupado históricamente de generación en generación.

TRADICION DE LOS TERRITORIOS COLONIZADOS

Como se puede apreciar a simple vista las comunidades negras se caracterizaron por realizar

una tradición especial de sus bienes a sus descendientes o herederos, especialmente en lo

referente a la posesión que traían de las tierras que colonizaron y que fueron pasando de

generación en generación que es lo que jurídicamente nosotros manejamos como la tradición de

los bienes, por eso es importante revisar esta figura a partir de lo planteado por el código civil

Colombiano y este comportamiento costumbrista de una comunidad que no maneja estos

criterios y por ello veamos que dice el ARTICULO 740. “La tradición es un modo de adquirir
el dominio de las cosas, y consiste en la entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por

una parte la facultad e intención de transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de

adquirirlo. Lo que se dice del dominio se extiende a todos los otros derechos reales”.

Tal Como lo hemos venido manifestado en forma clara y precisa con la llegada de las

comunidades negras al pacifico Colombiano traídos desde el África y después de su fuga,

empezaron a poblar grandes extensiones de tierras, en donde construían sus parcelas y

araban la tierra, estos fueron desarrollando la posesión material de estas tierras y

posteriormente esas propiedades de hecho se fueron trasmitiendo individualmente

consideradas de padres a hijos, es decir de generación en generación, lo que ha permitido

que hubiesen sido siempre las mismas familias de hombres y mujeres negros los que hayan

poseído ancestralmente estos territorios ocupados, por eso es importante que revisemos la

manera como se ejecutaba dicha posesión y más aún se debe tener en cuenta como

legislativamente, se fueron estableciendo normas que regulaban esta materia especialmente

las del código civil Colombiano, desde su aprobación hasta la fecha en que se aprobó la

propiedad colectiva a dichos ocupantes de esos territorios mediante la ley 70 de 1993.

Como se ha dejado en claro los negros al ser esclavizado y traídos a la nueva granada,

ocupándolos como mano de obra para los quehaceres de la época y al fugarse estos e

integrar sus palenques realizaban una ocupación de hecho y por ello no tenían la necesidad

de obtener permiso de ninguna autoridad para ocupar esos predios que como se puede

determinar fácilmente eran territorios baldíos, ya que como siempre ha sido claro estos

fueron colonizando esos territorios, inicialmente preparando los terrenos agrestes,

realizando tareas de derribar los grandes árboles que en esa época se encontraban en el

territorio que estaban ocupando y efectivamente ellos empezaron con su entereza y deseo
de progresar a convertir un territorio selvático e insalubre en su hábitat familiar, primero

conformaron sus aldeas o campamentos, posteriormente los convirtieron en caseríos y hoy

tenemos grandes ciudades y como era de esperarse para poder tener una convivencia

pacífica, dentro de ellos crearon sus propias formas administrativas y cuando llegaban a

esos territorios nuevos cimarrones o esclavos fugados a sus amos, eran aceptados por la

comunidad, todos les colaboraban y a estos se les establecía una parcela para que pudieran

sobrevivir, mientras podían organizar su propio territorio, por eso los negros fueron creando

poco a poco poblaciones, muchas de ellas inexistentes, para el mundo moderno, por esa

razón la historia no reconoce su existencia, pero hoy en día cobra mucha vigencia el trabajo

de estos antepasados, en esas poblaciones las autoridades las ejercían los líderes de la aldea

o campamento y todos deberían cumplir con su compromiso y no permitían indisciplina de

aquellos que no se adataban al sistema deberían abandonar el sitio, pero antes de contar con

las autoridades de las diferentes provincias, ellos tenían sus propias autoridades y sus

propios métodos de justicia y por lo tanto ellos eran quienes reconocían la propiedad de la

tierra a cada uno y establecían las normas internas para que se les respectara dicha

propiedad, se establecían los linderos, generalmente con fenómenos naturales como ríos,

montañas, orilla de la costa del mar, bajamares o mediante la siembra de árboles de mucha

duración, esta situación se presentó permanentemente y durante toda la época de la

Colonia, teniendo en cuenta que durante dicho periodo se presentó la más grande acción

pobladora de los territorios ubicados en la cuenca del pacifico Colombiano, inicialmente en

forma de caseríos a los cuales se les reconoció como palenques, aunque la existencia de

ellos solo se conoció en el mundo moderno y posteriormente con la llegada de los libertos,

se fortaleció más este proceso de formación de los territorios que hoy se conocen como

municipios y han permitido el desarrollo de la región.


Es importante destacar que en los territorios que inicialmente cultivaron y explotaron los

cimarrones que se habían fugados, como colonos5, fueron trasmitidos de padres a hijos y

demás herederos, quienes los recibían en forma consuetudinaria y así continuamente hasta

el día de hoy, lo entregaban a sus familiares y rescatable de todo lo explicado es que en

ningún momento estos poseedores se preocuparon por obtener la titulación de esos terrenos

y antes por el contrario se dedicaron solo a su explotación agrícola o minera, pero sin

realizar actos de legalización aunque siempre los poseyeron con ánimo de señores y

dueños, sin reconocer propiedad a nadie en particular, por eso podemos afirmar en este

trabajo que los miembros de las comunidades negras no se preocuparon por obtener títulos

a través de las entidades nacionales que los ofrecían ( inicialmente el Instituto Colombiano

de la Reforma Agraria- INCORA6), sino que se contentaron con saber que esa tierra era de

ellos y que nadie se las disputaba, por eso es importante realizar un pormenorizado análisis

de cómo se presenta en Colombia jurídicamente la figura de la tenencia de la tierra, desde

la entrada en vigencia del código civil y todas las reformas que se han presentado hasta la

fecha y la forma como han afectado a estas comunidades, ya que de acuerdo con la norma

que se está comentando estamos en frente de una verdadera tradición, en todo el sentido de

la palabra.

Pero para el fortalecimiento de este estudio considero de mucha importancia tener que

revisar el comportamiento jurídico que se ha tenido para obtener la tradición de un terreno

poseído en la zona urbana de una población construida históricamente por miembros de

estas comunidades negras y aquellas poseídas por ellos mismos pero en la zonas rurales,

situación ésta que se desarrolla en forma diversa de conformidad con nuestra legislación

5 COLONO.- Persona que explota un territorio selvático, lo desarrolla y lo vuelve productivo.


6 INCORA.-
Civil Colombiana y esa diferencia se presenta a partir de cómo se realiza cada una de las

formas de titulaciones que se realizan, todo ello lo planteamos a partir del hecho de que

todos los territorios de Colombia, se han considerado bienes de la nación, por ser baldíos,

pero si observamos que dichos territorios cuando fueron declarados urbanos se volvieron

propiedad de los municipios por adjudicación que les realizó la nación y por lo tanto la

opción de titulación de esos territorios lo adquirieron los entes territoriales, especialmente

los municipios, en cambio los territorios rurales que seguían manteniendo su calidad de

baldíos generalmente eran sometidos a procesos de adjudicación por un organismo del

orden nacional, tal como lo hacía inicialmente el instituto Colombiano para la Reforma

Agraria especialmente en cumplimiento de la ley 70 de 1993, luego estas mismas tareas las

cumplió el instituto Colombiano de desarrollo rural y en la actualidad ese papel lo viene

cumpliendo la UNIDAD DE RESTITUCION DE TIERRAS, que es la que se encarga de la

adjudicación de los territorios, especialmente en lo referente a la reparación de víctimas.

En cuanto a la tradición de los bienes inmuebles como son aquellos sobre los cuales las

comunidades negras realizaron la ocupación en importante revisar lo planteado por el

ARTICULO 756 del código de Civil Colombiano cuando manifiesta: que la TRADICION

DE BIENES INMUEBLES, se efectuará por la inscripción del título en la oficina de

registro de instrumentos públicos, esta manifestación jurídica, se debe tener en cuenta a

partir de que esta norma se constituyó teniendo como base un título justo, pero cuando

revisamos la situación de estas comunidades tenemos que establecer que efectivamente

ellos nunca tuvieron un título diferente a haber colonizado unos territorios baldíos,

explotarlos volverlos productivos, de ellos derivar el sustento de ellos y de sus familiares y

pasarlos de una generación ancestral a otra, situación ésta que impidió que ellos pudieran
legalizar en el siglo XX sus propiedades y ello llevó a que muchos aprovechando poderes

que tenían los combatieran y perturbaran su posesión que como legítimos dueños tenían.

En cuanto a la ocupación que posteriormente se convierte en posesión de los miembros de

las comunidades negras y que fueron transmitidas en forma ancestral de padres a hijos,

debemos manifestar que se cumplió a cabalidad con lo determinado en el artículo 757.

Cuando se refiere a la POSESION DE BIENES HERENCIALES. para ello esta norma

manifiesta que en el momento de deferirse la herencia la posesión de ella se confiere por

ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no lo habilita para disponer en

manera alguna de un inmueble, mientras no preceda”: Todo lo planteado por esta norma nos

lleva a pensar que para que una posesión pueda transmitirse de una generación a otra se

requiere que esta se defiera por ministerio de la ley, lo cual no es otra cosa que se plantee que

así la ley lo permita y como es obvio cuando los colonos de las comunidades negras de hecho

empezaron la posesión sobre esa franja de terreno ellos asumían la posesión de esta, pero

actuaban con ánimo de señor y dueño y por esa razón ellos pudieron deferir esta posesión sin

ninguna preocupación, ya que esta norma no se refiere a la transmisión de los bienes que se

tengan en propiedad, sino que se refiere es a la posesión que se tenga sobre bienes

determinados, por lo tanto en el caso que nos ocupa debemos manifestar que efectivamente

esta norma permitió la transmisión de esos derechos hereditarios de una generación a otra y por

ello siempre se cumplió a cabalidad con este elemento aunque no hayan podido constituir una

verdadera propiedad registrada, de conformidad con lo establecido por las oficinas de

instrumentos públicos, las cuales al principio registraban también las posesiones o falsas

tradiciones, pero que ya no lo hacen por l cantidad de problemas que ocasionaban en los

diferentes entes encargados de velar por la buena marcha de la propiedad en Colombia. .


La posesión en Colombia históricamente se ha definido por el artículo 762, que para todos

los efectos dice DEFINICION DE POSESION y la define así: “La posesión es la tenencia

de una cosa determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por

tal, tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él”.

Cuando esta norma manifiesta que esta es la tenencia de una cosa con ánimo de señor y

dueño, decimos que en el caso de la apropiación de los baldíos y su apropiación de esta

como lo hicieron las comunidades negras cuando colonizaban los terrenos que

posteriormente traspasarían a sus descendientes, por ello hoy tenemos en el pacifico

Colombiano a muchas familias antiguas que aún conservan sus terrenos obtenidos por sus

antepasados que fueron quienes inicialmente los colonizaron, por ello la propiedad

colectiva que hoy se adjudica, aunque reconoce unos derechos adquiridos por esas

comunidades negras podemos decir que la posesión que ellos lograban siempre fue con

ánimo de señor y dueño, por lo tanto se les debió haber dado esa opción con la ley 70 de

1993, pero no obstante ello para efecto del reconocimiento es nada más que una cuestión de

justicia con dichas comunidades, a las cuales las leyes y normas le han venido quitando sus

derechos adquiridos naturalmente con sus acciones colonizadoras

La segunda parte de este artículo es bastante diciente en el sentido de manifestar que “El

poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique serlo”. Es bueno conocer que

ellos siempre mantuvieron el control sobre los terrenos poseídos y nunca le reconocieron a

ninguna otra persona propiedad, ni siquiera al mismo estado y por lo tanto tienen unos derechos

adquiridos sobre esa propiedad, por eso cuando cada persona tenía un dominio sobre una franja

de terreno que ha poseído ancestralmente y hoy se reconoce un a propiedad colectiva y a este se


le impide que desarrolle libremente su propiedad y que se encuentre sometido a la voluntad de

los directivos del Consejo Comunitario, ello solo demuestra que se presentó una solución aún

problema que existía, pero debemos manifestar que fue más grave la cura que la enfermedad y

ello es claro cunado antiguamente cada poseedor tenía la libertad para enajenar su propiedad y

aun quienes tenían modo económico, lograban que los órganos del estado se los adjudicaran y

de esta manera podían legalizar su posesión y luego ser propietarios reales de acuerdo a las

normas Colombianas, pero hoy no pueden obtener ni siquiera la posesión real de su propiedad,

ya que esta se encuentra en poder del consejo comunitario que es quien es cabeza de la

propiedad colectiva y tiene la disponibilidad sobre los terrenos adjudicados y solo reconocen en

los poseedores de terrenos esa condición de meros tenedores, cuando ellos tienen as facultades

dispositivas sobre la propiedad ancestral que tenían los moradores del territorio que se solicitó

ser adjudicado en forma colectiva.

ARTICULO 791. <USURPACION DE LA POSESION>. Si el que tiene la cosa en lugar y a

nombre de otro, la usurpa, dándose por dueño de ella, no se pierde, por una parte, la posesión,

ni se adquiere por otra, a menos que el usurpador enajene a su propio nombre la cosa. En este

caso la persona a quien se enajena adquiere la posesión de la cosa, y pone fin a la posesión

anterior.

Con todo, si el que tiene la cosa en lugar y a nombre de un poseedor inscrito, se da por dueño

de ella y la enajena, no se pierde, por una parte, la posesión, ni se adquiere por otra, sin la

competente inscripción.

ARTICULO 792. <RECUPERACION DE LA POSESION>. El que recupera legalmente

perdida se entenderá haberla tenido durante todo el tiempo intermedio


4.4.2.- DESARROLLO AGRICOLA DE LA REGION DEL PACIFICO

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