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Conocemos del recurso de apelación interpuesto por el Lic. RAFAEL ANTONIO JUAREZ
AMAYA, apoderado de la señora ******************************, mayor de edad,
empleada, del domicilio de Colón, Departamento de la Libertad; contra la sentencia
definitiva dictada en el PROCESO DE DIVORCIO por el Motivo Segundo del Art. 106 C.
F., por la JUEZA PRIMERO DE FAMILIA, Licda. SILVIA GUADALUPE
BARRIENTOS ESCOBAR. Proceso promovido por la impetrante contra el señor
********************, mayor de edad, empleado, de domicilio desconocido,
representado por la Procuradora de Familia adscrita al Tribunal a quo, Licda. PATRICIA
SANCHEZ RIVAS.
II. Inconforme con dicha sentencia, a fs. 38/39 el Lic. JUAREZ AMAYA interpuso recurso
de alzada, argumentando en síntesis:
- Que no se hizo uso del interrogatorio a la parte demandada que señala el Art. 117 L.Pr.F.,
a fin de esclarecer la verdad de los hechos vertidos en la demanda, señalando que su
poderdante ya tiene una relación de convivencia con otra persona, con el cual ha procreado
un hijo, aclarando que es una información no vertida en la demanda.
- Que por lo anterior, no existe ningún animo malicioso en querer disolver el matrimonio
por parte de su poderdante por lo tanto tampoco tiene ningún sentido mantener el vínculo
que a la fecha le impide formalizar una nueva relación legalmente.
La Procuradora de Familia adscrita al juzgado, Licda. SÁNCHEZ RIVAS (representante
judicial del demandado), no se pronunció sobre los argumentos de la alzada no obstante su
legal notificación.
III- Así las cosas, el objeto de la alzada se constriñe a determinar si a partir de los
elementos probatorios que militan en autos, se comprobaron los presupuestos del motivo
segundo del Art. 106 C.F., y en consecuencia si procede revocar la sentencia impugnada y
decretar el divorcio solicitado, o si por el contrario es procedente confirmar la sentencia.
La razón por la cual se solicitaba el divorcio, es por que desde el año mil novecientos
noventa dichos señores se encuentran separados, viviendo cada quien en diferentes lugares
y de sus propios recursos, señalando que desconoce el paradero del señor
***********************, pero que el último domicilio de éste fue en San Salvador.
Aparte de la prueba documental anexada a la demanda, ofreció dos testigos.
Posteriormente aclaró a fs. 17, que dicho matrimonio se inscribió en la Alcaldía (de San
Salvador), pero nunca fueron marginadas las respectivas partidas de nacimiento y que la
marginación que aparece en la partida de nacimiento del señor
************************ corresponde al segundo matrimonio de éste, por lo tanto
solicita la cancelación de la partida de matrimonio entre ella y el demandado.
A fs. 13, se ordenó emplazar al señor ******************* por medio de edicto, por ser
éste de domicilio ignorado, no contestó la demanda, ni compareció al juicio durante su
tramitación por lo que la Procuradora de Familia adscrita, Licda. PATRICIA SANCHEZ
RIVAS fue designada para que lo representara en el proceso (ver. Fs. 28).
A fs. 32/34, luego del desfile probatorio, la Jueza a quo concluyó que la separación entre
los cónyuges no había sido probada, declarando no ha lugar al divorcio.
La primera testigo declaró, que conoce a la señora ************* desde que ésta tenía
quince o veinte años de edad, que dicha señora se encuentra casada con el señor
**************, pero que ambos señores se encuentran separados desde hace diez años,
sabe que el matrimonio procreó dos hijos, que tiene bastante tiempo de no ver al señor
****************** y que desconoce su domicilio, que la última vez que lo vio fue el
año anterior, también desconoce el domicilio de la señora *********** sólo dice que vive
cerca de su casa y la ve cuando llega a visitar a sus familiares que residen cerca de la casa
de la dicente. Mencionó además, que conoció a la señora ***************** en la
comunidad "Cristo Redentor" en la colonia Escalón, y que cuando dicha señora se casó con
el señor ************** no recuerda donde residieron y que tampoco recuerda donde
residían cuando se separaron, que no sabe el domicilio de la demandante por que la dicente
dejó de vivir en dicha comunidad, pero luego de seis años, la dicente regresó a vivir de
nuevo en la comunidad y la señora ***************** ya no vivía ahí.
La segunda testigo expresó que conoce a la señora ****************** desde hace diez
años, que dicha señora se encuentra casada con el señor *******************, pero que
ambos se encuentran separados desde mil novecientos ochenta y cuatro, que el matrimonio
procreó dos hijos, que cuando los referidos señores se casaron el dicente era su vecino en la
comunidad "Cristo Redentor", que establecieron su hogar en la comunidad número dos y
convivieron ahí como diez o quince años, separándose en el año ochenta y cuatro u ochenta
y seis; que actualmente la señora ***************** vive con su hijo menor en Lourdes
Colón y se encuentra acompañada con otro señor; la dicente manifestó que ha visitado a la
señora ************* sólo una vez hace dos años y que no ha vuelto a ver al señor
************** desde cuando falleció la madre de él, desde hace cuatro años.
V. De acuerdo con el ordinal 2º del Art. 106 C.F., el divorcio podrá decretarse: "Por
separación de los cónyuges durante uno o más años consecutivos". Por lo tanto, lo que
debe comprobarse es si efectivamente ha existido una separación durante un período de uno
o más años consecutivos.
No obstante lo anterior, debe tenerse presente que la prueba debe valorarse en su conjunto y
de acuerdo a las reglas de la sana crítica; de ahí que en el caso que nos ocupa resulte
determinante a nuestro juicio, la prueba documental que consta en autos, para establecer el
motivo de divorcio alegado, esto es, la separación entre ambos cónyuges, como es el hecho
de que el demandado haya contraído un segundo matrimonio –aunque hay que recalcar que
de manera ilegal-, con la señora ****************, ante el Notario Edgardo Antonio
Martínez Morales, según consta en la certificación de su Partida de Nacimiento como ya se
apuntó, quien además es de domicilio ignorado.
Bajo tales circunstancias consideramos que en el sub lite concurre el elemento objetivo
(señalado supra) de la separación de los cónyuges, asimismo se puede inferir que también
se da el elemento subjetivo, pues resulta evidente que el demandado contrajo nuevo
matrimonio, aprovechándose que su partida de nacimiento no tenía la marginación del
matrimonio que se pretende disolver, afirmándose además que su primera cónyuge convive
con otra persona. Por otra parte con tal actuar, queda claro que en el demandado ha
desaparecido la voluntad de convivencia mutua o la falta de afecto inherente al matrimonio,
al contraer un nuevo matrimonio. Con lo anterior se ha podido establecer que dichos
señores no pretenden continuar con su proyecto de vida en común, al menos desde la fecha
–o un poco antes- del segundo matrimonio que de forma ilegal contrajo el demandado, es
decir, desde el mes de noviembre del año dos mil tres (confrontar fs. 8), transcurriendo mas
de un año desde esa fecha, aunque ello no concuerde con la fecha de separación señalada en
la demanda.
A lo anterior, es necesario señalar que en lo que al divorcio atañe, nuestro sistema jurídico
recoge la tesis del divorcio remedio, contrario a la tesis del divorcio sanción; en base a la
cual estimamos no tendría sentido que continúe vigente el matrimonio en el que ni siquiera
se cubran las apariencias (como en el presente caso), pero que en su realidad vital ya no
exista por haber desaparecido el afecto y demás deberes matrimoniales y haber conformado
cada uno de los cónyuges otra relación familiar.
Debemos señalar que en el presente caso hubiese sido pertinente la realización de estudio
social por parte del Equipo Multidisciplinario del Tribunal a quo, para contar con otros
elementos y resolver de mejor manera, por lo que en aras de una mejor administración se
hace la observación al tribunal sentenciante que en casos como el sub lite, es recomendable
contar con dichos estudios.
Finalmente, en cuanto a la nulidad del segundo matrimonio, debemos señalar que el Art. 90
C. F. establece las causas de nulidad absoluta, específicamente en el ordinal 4, dispone: "El
haberse celebrado existiendo alguno de los impedimentos señalados por este Código,
excepto el impedimento por la minoría de edad." Uno de esos impedimentos (absolutos) es
el contemplado en el ordinal segundo del Art. 14 C. F., que se refiere a los ligados por
vínculo matrimonial no disuelto legalmente. En el mismo orden, el Art. 91 establece: "La
nulidad absoluta del matrimonio deberá decretarse de oficio por el juez cuando aparezca de
manifiesto dentro de un proceso; y podrá ser reclamada por cualquiera de los contrayentes,
por el Procurador General de la república, por el Fiscal General de la República o por
cualquier persona interesada."
A COBAR A.
SECRETARIO.