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XX europeo
El arte negroafricano es fundamentalmente escultórico y la materia prima predominante
en su elaboración ha sido desde sus inicios la madera. Como es lógico, sus escultores han
preferido siempre la utilización de maderas blandas por la facilidad que les brindaba la
naturaleza de su constitución en el momento de ejecutar la talla. Pero, por otro lado, esta
elección implica un material con menor resistencia a la erosión y representa un inconveniente a
la hora de profundizar en su estudio, ya que gran parte de las obras ha desaparecido. Sin
embargo, la escultura negroafricana, que ha mantenido una serie de constantes en el trascurso
de miles de años, ha conseguido llegar a la actualidad representando, incluso, una importante
influencia en numerosos artistas occidentales modernos. Podría decirse incluso que sus premisas
estéticas han contribuido a revolucionar parte importante del arte europeo a partir del s. XX.
Movimientos cubistas, fauvistas, expresionistas, se han nutrido de la influencia de estas
consignas en su desarrollo, y los ejemplos pueden encontrarse en obras de artistas de la talla de
Braque, Picasso o Vlaminck, que se han servido notablemente de su fuerza expresiva Entre estos
artistas, es importante señalar la transformación pictórica llevada a cabo por Amedeo Modigliani
en este sentido, que se hace evidente en la composición de sus singulares retratos.
Pinturas rupestres del Sahara y del África Meridional
En varios lugares del Sahara, desde Tunes hasta Marruecos, y en las montañas del Atlas
se han encontrado miles de pinturas e incisiones rupestres que representan, en su mayoría,
figuras de animales: rinocerontes, leones, avestruces, jirafas, búfalos, bueyes, camellos,
caballos, etc. Estas pinturas han sido calificadas en dos grupos y han sido atribuidas a dos
culturas artísticas diferentes: el “arte de los pastores” y el “arte de los cazadores”. El primero es
mucho más antiguo que el otro; en él no existe una verdadera técnica pictórica, sino que se
usaba una técnica de incisión especial en la roca. Además, los animales representados
pertenecen exclusivamente a especies salvajes. En cambio, el arte de los pastores representa
animales domésticos, con una técnica de incisión diferente de la utilizada por los “cazadores” y a
menudo con auténticas pinturas realizadas generalmente con ocre rojo. Por otra parte, en la
pintura de los pastores suelen aparecer figuras humanas reproducidas con un estilo esquemático
y que presentan caracteres parecidos a los de los bosquimanos. En algunos lugares se
descubrieron pinturas que parecen atestiguar la coexistencia en el mismo período, de pueblos
cazadores y pastores, como las de Uwenat, en el desierto de Libia, que reproducen escenas de
caza y pastoreo. También las pinturas de África del Sur, Zimbabwe y Tanzania parecen ser fruto
de 2 culturas diferentes. Un primer grupo está constituido por obras que algunos científicos han
definido como prebosquimanas. Estas pinturas representan, en general, animales y, raras veces,
figuras humanas. Muestra una notable afinidad con las pinturas rupestres del Sahara, pero
difieren notablemente en la técnica y en el estilo de las pinturas propiamente bosquimanas,
siendo, además, más antiguas que estas últimas. Las pinturas bosquimanas de África del Sur
realizadas, por lo general, en tintas planas en rojo, amarillo o pardo, se caracterizan por un estilo
muy vivaz e inconfundible. Representan gran variedad de temas: escenas de caza y lucha,
danzas, ritos mágicos, combates con los pastores cafre y robo de ganado en perjuicio de estos
últimos. Incluso el hombre blanco aparece en este dinámico cuadro de vida; en efecto, en las
obras más recientes aparecen las figuras de los colonos boers representados junto a los grandes
carros con que se desplazaban al interior del país. Actualmente, la vena creadora de los
bosquimanos, reducidos a pocos millares, parece casi totalmente agotada.
África Septentrional tuvo una producción muy rica en pinturas rupestres, no tan antigua
como las manifestaciones del paleolítico europeo, pero sí muy variada y, con frecuencia, más
refinada, que se desarrolla a partir de unos 10.000 años a. de J.C. En aquel entonces el Sahara
tenía un clima muy variado, rica vegetación y numerosas especies de animales. En él pudo vivir
una población entregada en un primer momento a la caza y luego al pastoreo.
Se dice que África fue la cuna de la humanidad. Así pues desde el Paleolítico más antiguo
ha habido existencia humana en el continente africano. Se cree también que los grandes
avances se desarrollaron en el continente negro entre el 10000 y el 5000 a. de J.C, momento en
que se "domesticó" la agricultura en el curso del río Nilo. Sin embargo, todavía no se ha podido
determinar si la agricultura se difundió desde Egipto al resto de África o se desarrolló
independientemente en cada lugar.
El norte de África difería mucho del aspecto actual hacia el 5000 a. de J.C Una enorme
parte de la población africana vivía en el actual desierto del Sahara, que en esos momentos
estaba cubierto por ríos, lagos y amplias praderas y había una gran variedad de fauna y de flora.
La desertización empezó hacia el 2500 a. de J.C a causa del cambio climático y la zona se
despobló completamente hacia el 500 a. de J.C Los movimientos migratorios fueron muy
frecuentes en toda África a partir de mediados del III milenio a. de J.C Los saharianos empezaron
a moverse hacia el sur (el Sahel) y el este (valle del Nilo), llevándose consigo su cultura y
mezclándose con los indígenas de las nuevas zonas que habitaron. Todos estos primitivos
pobladores desarrollaron un arte rupestre que se extiende por todo el continente. Los restos
artísticos del Sahara son los más interesantes y cuantiosos de los conservados, sin embargo se
pueden apreciar otras muestras relevantes en otras regiones africanas.
En origen, la zona del Sahara era habitada por beréberes, negros y árabes. Después de
una primera migración causada por las condiciones climáticas adversas, los pueblos negros
tuvieron que dirigirse hacia el sur (el Sahel y la sabana) empujados por el expansionismo árabe
bereber. Sin embargo, la existencia de las tribus negras en el centro del desierto del Sahara se
perpetuó gracias a las pinturas murales que ahí se han conservado: aparecen hombres negros y
blancos y nos narran sus formas de vida, su experiencia ante lo desconocido y su supervivencia
en un medio cada vez más hostil. Además de estas escenas más "costumbristas" aparecen
símbolos míticos, rituales religiosos y de fertilidad y conjuros contra lo sobrenatural. Es probable
que en los abrigos rocosos en los que se encuentran todas estas pinturas se celebraran las
reuniones de los jefes de los clanes y se realizaran diversos ceremoniales, que servirían de
inspiración para su plasmación en la pintura.
Este primer arte entronca perfectamente con el arte negroafricano, por su cerrado
simbolismo y sus convenciones, por lo cual no es difícil pensar que pudiera haber sido su
germen. Las pinturas rupestres africanas se basan en los colores básicos, obtenidos de las
tierras y las plantas, como el rojo, el ocre, el blanco, el negro y el amarillo, incluyendo a veces el
azul y el verde. En la actualidad, todos estos colores están todavía presentes en las máscaras y
trajes de los bailarines rituales.
Del mismo modo, en esta pintura antigua, se representan figuras humanas de grandes
proporciones junto a otras de menor tamaño. Esta "perspectiva jerárquica" es habitual en el arte
de las culturas antiguas y sigue siendo corriente en el arte africano contemporáneo. Así en el
arte africano, siempre se dará preponderancia a la cabeza, como parte principal del cuerpo,
igual que el "rey será representado de mayor tamaño que el resto de figuras. Sin embargo, esto
no quiere decir que el arte africano no haya evolucionado, sino que sigue participando de un
elemento prístino en el cual, el arte, la religión y la experiencia humana son un todo imbricado
Se conoció el arte rupestre africano mucho antes que el arte prehistórico europeo. La
primera noticia escrita sobre el africano es de 1721, cuando un misionero portugués notificó a la
Real Academia de Historia de Lisboa que había visto pinturas en rocas y cuevas de Mozambique
que representaban a animales. Posteriormente, se habló de las pinturas bosquimanas en el sur
de África, en 1754. Cabe recordar que el primer descubrimiento de arte rupestre europeo es de
mediados del s. XIX y que Altamira y Lascaux, se encontraron en 1879 y 1940 respectivamente.
Los grabados del norte de África fueron descubiertos por militares franceses en el sur de Orán
(Argelia) en 1847. Notificaron la existencia de dibujos en la roca de avestruces, toros, elefantes,
leones y seres humanos. Se supone que a raíz del conocimiento que se tenía de este tipo de
pintura africana y del descubrimiento del arte prehistórico europeo, se multiplicaron las
expediciones en búsqueda de este arte por toda África. Así, en el primer tercio del s. XX, se
empezó a trabajar en la zona del Tassili (Sahara argelino), copiando las pinturas y
catalogándolas, bajo la supervisión de Henri Lhote.
La Dama Blanca de Brandberg
Se trata de una pintura rupestre hallada en 1918 al sudeste de África, en Namibia. La
obra está datada entre los años 1000 al 650 a C., y su nombre es fruto de la errónea
interpretación que su descubridor el topógrafo alemán Reinhard Maack, difundió entre los
investigadores. Y es que esta figura no es de color blanco. Luego, la figura fue considerada
durante años por Abbé Henri Brueil como una mujer europea. La fama de Brueil como experto en
arte prehistórico europeo y como pionero en arte namibio elevó a la categoría de cierta esta
interpretación durante mucho tiempo. Además, con el nombre de Brandberg se hace referencia
en Namibia a una montaña que ya se ha hecho famosa en el mundo entero por los tesoros
artísticos que alberga. De este modo, ha pasado a tener prácticamente la misma categoría en la
Historia del Arte que otros yacimientos, como las cuevas de Altamira a las de Lascaux. Esta
montaña, cuyo nombre traducido sería algo así como "montaña ardiente", es el techo de
Namibia, pues mide 2606 m sobre el nivel del mar. En ella se conservan un buen número de
pinturas, entre las cuales la más famosa es, sin lugar a dudas, la Dama Blanca, que forman parte
del patrimonio artístico de un país que cuenta con un buen número de obras de arte
prehistóricas, algunas de las cuales son muchísimo más antiguas que esta Dama Blanca de
Brandberg.
El conjunto pictórico de Tassili
El conjunto pictórico del altiplano sahariano de Tassili, ubicado al nordeste de Ahaggar
(norte de África) representa una muestra de arte parietal de gran importancia. Las pinturas más
antiguas del conjunto fueron realizadas aproximadamente hacia 6000 a. de J.C y por las grandes
similitudes que guardan, algunos investigadores han relacionado estas manifestaciones
artísticas con las pinturas del Levante español. Las representaciones muestran, básicamente,
especies de animales salvajes oriundos de la región antes de que ésta se convirtiera en un
desierto. Aparecen elefantes, búfalos, jirafas y animales domésticos de pastoreo. Se trata,
aparentemente, de verdaderas composiciones, escenas narrativas donde se describe la vida y
costumbres de cazadores y pastores.
En las representaciones se puede advertir la clara delineación de las siluetas, que se
encuentran rellenas de colores en gamas de ocres, y la yuxtaposición de las figuras que
componen el argumento de los frescos. Paulatinamente, con la incorporación al sedentarismo y
la consiguiente transformación cultural de las sociedades humanas, en pinturas datadas en el IV
milenio a. de J.C las escenas de caza comienzan a ser sustituidas por representaciones de
pastoreo protagonizadas por rebaños de bóvidos. En este proceso, los rasgos pictóricos son más
fieles a la realidad. Luego comenzarán a simplificarse hasta una completa esquematización
durante el II milenio a. de J.C.
Afro, Oreste Basaldella, llamado, pintor italiano (Udine, 1912-Zurich, 1976)
Influido por el cubismo, en sus cuadros abstractos mantiene una construcción rígida,
suavizada por el dibujo y por el color de los tonos. Es autor del gran mural El jardín de la
esperanza del palacio de la Unesco en París (1959).
Se le conoció en general con su nombre de pila, Afro.
Afro mostró por vez primera su obra cuando tenía dieciséis años, junto con las pinturas de
sus hermanos artistas, Dino y Mirko. Dos años más tarde ganó una beca para estudiar arte en
Roma.
Para 1933 estaba exponiendo en la Galería del Milione en Milán. En 1935 participó en la
exposición de arte Cuatrienal de Roma, y mostró su obra varias veces en la Bienal de Venecia.
Afro siguió la Escuela de Roma, creando murales y tomando parte en el movimiento neocubista.
Afro viajó a Nueva York en 1950 y comenzó una colaboración que duró veinte años con la
Galería Catherine Viviano. El diferente clima cultural y la diversidad de la escena artística
estadounidense del período le impresionaron, y su obra comenzó a reflejar nuevas influencias.
Dore Ashton escribió sobre Afro en 1955 en Art Digest: «Como la mayor parte de los
italianos, Afro saber cómo festejar. El lado extravagante, pletórico de su naturaleza emerge en
sus recientes excitante pinturas - aquellas en las que se permite a sí mismo la mayor libertad y
espontaneidad hasta la fecha. En estas, celebra las delicias de los sentidos».
Afro expuso en The New Decade: 22 European Painters and Sculptors, exposición
itinerante en los EE. UU. Su obra se incluyó en la documenta 1 de Kassel, Alemania. A mediados
de los años cincuenta, el arte de Afro se hizo conocido a nivel mundial, y fue celebrado en su
país natal con el honor de Mejor Artista Italiano en la Bienal de Venecia de 1956.
Pasó el año siguiente enseñando en el Mills College de Oakland, California. Durante este
tiempo de artista en residencia en la escuela hizo un mural para la sede de la Unesco en París.
Se titulaba The Garden of Hope («El jardín de la esperanza») y se incluyó entre obras de Appel,
Arp, Calder, Matta, Miró, Picasso y Tamayo en la Unesco. Emily Genauer escribió sobre este
mural y sus esbozos preparatorios en el New York Herald Tribune: «Pero uno ve desde los
primeros esbozos cuán importante es realmente el dibujo para él. Con una línea tirante y medida
a pesar de su aparente capricho, establece no sólo las formas y contornos de detalles de la
composición, sino también su esquema rítmico conjunto y su cohesión».
Afro siguió mostrando su obra internacionalmente. Fue invitado a la segunda documenta,
y expuso en el MIT y numerosos museos europeos. Obtuvo el primer premio en la Trienal
Carnegie en Pittsburgh y el premio italiano en el Museo Guggenheim de Nueva York. El
Guggenheim compró su pintura de 1957 Night Flight («Vuelo nocturno»). En 1961, el curador del
Guggenheim James Johnson Sweeney publicó una monografía sobre su obra, en la que escribió:
«Su color es sensual, cálido - nunca frío; fluido, no estructural; de borde libre, nunca con
contornos agudos. La luz y el color, la sombra y la forma, logran un efecto de espacio sugerido a
través de su orden y fluyen con las glorias de sus grandes predecesores: esta chispa festiva,
esta celebración de luz y vida -de la vida a través de la luz».
En los años setenta, Afro comenzó a tener problemas de salud, y murió en 1976. Al año
siguiente, se publicó una monografía de Cesare Brandi. En 1978 la Galería Nacional de Arte
Moderno en Roma le rindió homenaje en forma de una gran retrospectiva. En 1992 se celebró
una completa exposición en el Palacio Real de Milán. En noviembre de 1997 el Catalogue
Raisonné de Afro se presentó en la Academia Estadounidense en Roma, y en 1998 en la
Fundación Guggenheim de Venecia.
Afrodisias
Antigua ciudad de Turquía, que estaba ubicada en la región de Caria (Asia Menor), al S de
la actual ciudad de Meandra, en la confluencia de los ríos Corsino y Timelas. La ciudad también
fue conocida en la antigüedad con los nombres de Ninoe y Megalópolis. En época bizantina
recibió la denominación de Stavrópolis. Sobre ella se levantó el templo turco de Gaira o Geira.
Actualmente es una de las mayores atracciones turísticas del país.
Las excavaciones de la ciudad fueron iniciadas en 1903 por Gaudin, quien descubrió
parte de las murallas y tres de sus puertas; las temas, dos propileos con cuatro columnas y un
gimnasio con una fuente monumental. Tras ser abandonadas las excavaciones fueron
reanudadas en 1961 por un equipo de la Universidad de Nueva York, dirigidas por Erin Kenan.
Durante esta etapa fueron descubiertos el teatro, el odeón, la basílica, el mercado, una puerta
monumental y un gran templo dedicado el culto del emperador.
Historia
El lugar sobre el que se levantó la ciudad estuvo ocupado desde la Edad del Bronce, III
milenio a.C., aunque alcanzó su máximo esplendor durante el período romano, entre los s.s I y el
III d.C. La ciudad recibió los favores de Julio César, quien la concedió una serie de privilegios
entre los que se encontraba la autonomía de gobierno y la exención del pago de impuestos.
Estos privilegios fueron confirmados por el emperador Augusto, personaje que llegó a afirmar
que Afrodisias era "la única ciudad de toda Asia que yo considero mi propiedad". Ambos césares
concedieron al templo de Afrodita el derecho de asilo. La ciudad poco a poco se convirtió en una
próspera metrópoli. La influencia del templo de Afrodita hizo que el cristianismo tardara en
establecerse en la ciudad.
Las autoridades bizantinas, para acabar con cualquier vestigio pagano, cambiaron el
nombre de la población por el de Stavrópolis ('Ciudad de la Cruz'), y el templo fue transformado
en iglesia. Ante la inestabilidad que vivía al región, el emperador Constancio IV, en el s. IV,
mandó emplear las piedras de los edificios antiguos para que fuera reforzada la muralla. El
emperador León I le concedió a finales del s. V el título de metrópolis de Caria, convirtiéndose en
la sede de un obispado. La ciudad entró en un período de declive. Cuando fue conquistada por
los selyuquíes en el s. X se encontraba en plena decadencia. Afrodisias fue atacada por Tamerlán
en 1402, quien la dejó convertida en ruinas, siendo abandonada definitivamente.
Arte
Existen restos del recinto amurallado de la ciudad antigua. La muralla definitiva, cuya
construcción fue iniciada en el 270 d.C., fue completada en el s. IV. Tenía un perímetro de 3 km
con torreones situados cada 40 o 50 m y seis puertas que la comunicaban con el exterior.
El Museo de la ciudad aloja las piezas que los arqueólogos de la Universidad de Nueva
York han sacado a la luz. En sus salas se exponen objetos que van desde la Edad del Bronce
hasta la época de Bizancio. Destacan sus colecciónes de esculturas y numismática. Entre las
numerosas esculturas sobresalen un retrato de Domiciano, una estatua de la emperatriz Livia y
otro de Mitrídates VI Eupator.
En el centro de la ciudad se encontraba el templo de Afrodita, cuyo primer edificio fue
consagrado al culto de la diosa en el s. VII a.C. Este fue sustituido en el s. III a.C. por otro de
corte helenístico, que a su vez fue reemplazado por el templo definitivo en el s. I d.C., del cual
tan solo se conserva un muro en el ábside de la basílica cristiana. El templo en el s. V d.C. fue
transformado en basílica bizantina. Este santuario, que era una de las mejores muestras del arte
griego antiguo, se convirtió desde su fundación en uno de los mas importantes centros de
peregrinación del mundo romano.
El templo estaba precedido por una gran plaza porticada en la cual se hallaban las termas
construidas en el s. I d.C. Fueron construidas en época del período de Adriano. Se han
conservado en buen estado el caldarium, el tepidarium y el frigidarium. Además estaba dotada
de piscina, una palestra y un pasillo con peristilo. Este pórtico erigido por orden del emperador
Tiberio alojaba varias tiendas.
En el mismo patio se encontraba un edificio bizantino construido en tiempos de Justino II
(565-578), en el cual se encontraban las esculturas Afrodita de Cnido y Afrodita de Cos, ambas
obras de Praxíteles.
El estadio ha sido descubierto prácticamente intacto. Tenía una capacidad para 20.000
espectadores Tenía 50 m de largo y 31 de ancho. Las gradas, que estaban dispuestas en elipse
tenían 22 filas.
El Palacio del Obispado de Caria fue edificado en el s. IV y fue usada hasta el s. XII,
cuando la ciudad fue conquistada pro los selyúcidas.
El odeón fue levantado en el s. II d.C., aunque fue reconstruido en el s. IV por Flavio
Ampelio, uno de los más ricos ciudadanos de Afrodisias. La belleza de este edificio le ha valido el
apelativo de la "pequeña maravilla". Tenía diez filas de gradas, una orquesta de mármol y una
escena ricamente decorada. Tras la escena se levantaba un pórtico encolumnado de dos plantas,
con columnas corintias al interior y jónicas en el exterior. Este pórtico se prolonga hacia al oeste
uniendo el odeón con el ágora.
Tras el odeón había una plataforma circular sobre la que se encontraba un edificio
octogonal, en el que se ha encontrado un sarcófago sobre un altar decorado con
representaciones de Eros. probablemente se tratara de un heroon, dedicado al culto de algún
héroe local
El Propileo era una entrada monumental. Estaba dispuesto en cuatro plantas sobre una
base alta. En cada piso se distribuían columnas estriadas o lisas. Destaca el intercolumnado
central que era más grande.
El Teatro estaba precedido por una plaza de época romana, la cual facilitaba el acceso al
edificio. Esta plaza estaba rodeada de un pórtico y entre las galerías norte y sur se extendía una
plataforma circular de 6 m de diámetro, que era empleada como basa para una fuente. El teatro
estaba prácticamente intacto cuando fue sacado a la luz por los arqueólogos. Fue construido a
finales del periodo helenístico, aunque fue restaurado numerosas veces a lo largo de la historia
de la ciudad. Durante el período bizantino el teatro fue incorporado al sistema defensivo de la
ciudad, siendo los agujeros de la fachada tapados entre el s. VI y VII con materiales procedentes
de otros edificios de la ciudad, de esta forma el edificio quedó convertido en un bastión. La
escena del teatro fue mandada construida en el 27 a.C. por un cierto G. Iulios Zolion. Junto a ella
se han encontrado tres habitaciones que eran empleadas como vestuarios. El teatro esta
adosado a una colina abrupta, denominada la acrópolis, donde han sido hallados los restos
pertenecientes a la Edad del Bronce.
Junto al teatro se encontraba un complejo de edificios, construidos a finales del s. II, y que
probablemente se tratasen de unos baños, ya que se han descubierto numerosas obras de
canalizaciones y los restos de lo que parece ser una piscina.
La ciudad antigua fue la sede de una escuela de escultores que trabajaron en varias
ciudades del Imperio desde época de Augusto hasta el s. V d.C. Entre estos escultores
destacaron: Cossutius en Paros; Koblanos de Sorrento; Zenón de Attinas, Zenas de Zenos; y
Aristeas, Flavio y Zenón en Roma. En ella también nació el filósofo Alejandro, comentarista de
Aristóteles.
Afrodisio, escultor natural de Tralles, en Lidia (s. I)
Vivió, probablemente, en el primer s. de nuestra era. Plinio lo cita en la relación de
artistas que esculpieron estatuas para adornar el palacio de los Césares, en el monte Palatino.
Agadir
Ciudad de Marruecos, capital de la provincia del mismo nombre tras la división
administrativa llevada a cabo en el año 1981 que dividió la provincia en dos: Agadir y Taroudant.
La ciudad se asienta al Sur del país, entre la desembocadura del río Sus en el Atlántico y
el cabo Ojhir, en una amplia llanura aluvial.
Patrimonio Artístico y Cultural
Excepto los restos de la kasbah, Agadir apenas cuenta con monumentos arquitectónicos,
artísticos o históricos de relevancia. La kasbah, enclavada en la cima de una colina al lado del
puerto, fue mandada construir por Mohammed el-Sheij en el año 1540 para albergar la sede de
la ciudad y protegerla de los ataques portugueses. Después del terremoto, tan sólo han quedado
en pie los paños exteriores del muro del recinto, parcialmente reconstruido, y la puerta de
entrada a la ciudadela.
Aun así, la ciudad cuenta con espacios de interés, como es el caso del puerto, con una
preciosa lonja donde cada tarde se lleva a cabo la subasta pública del pescado; y el zoológico,
que es famoso por albergar la mayor colección de aves procedentes de todo el mundo en
reconstrucciones muy conseguidas de sus ambientes naturales.
Por último, en el año 1992 se construyó el museo de Agadir, consagrado al arte y
tradiciones populares del valle del Sus y de la región sahariana, que alberga una impresionante
colección de trajes, joyas, alfombras, muebles, etc., reunida por el historiador de arte holandés
Bert Flint, instalado en Marruecos desde el año 1957.
Agam, Yaacov, pintor y escultor israelí (Rishon LeZion, 1928 ?)
Comenzó sus estudios artísticos con el maestro Mordechai Ardon en la Escuela de Artes y
Oficios de Bezalel, luego se trasladó a Zúrich y luego a la Academia de Arte Abstracto de París.
En 1950 hizo su primer experimento cinético, 3 años más tarde expuso por primera vez y
en 1955 fue uno de los partícipes de la primera muestra internacional del arte en la galería
Denise René en París.
En la Bienal de París de 1959 fue expuesta su obra, el mismo año en Amsterdam y con el
título de El Movimiento en el Arte tuvo una destacada exposición. En 1963 ganó el primer premio
en la Bienal de San Pablo, Brasil.
Su obra se destaca por la interactividad que existe entre artista y espectador ya que las
obras de Agam suelen tener una pantalla y pequeñas perforaciones por las cuales la obra se ve
de distintas maneras según el enfoque de quien mira su arte. Por otra parte, sus esculturas son
generalmente de acero inoxidable y tienen grandes dimensiones.
La sorpresa que generó en el mundo del arte hizo que reparticiones públicas y
asociaciones de bien le solicitaran su trabajo para sus instalaciones como el Centro de
Congresos de Jerusalén y la escultura que se encuentra en la Juilliard School of Music de Nueva
York.
Agamedes, arquitecto griego (Tebas, ¿?)
Nada se sabe de su nacimiento. Dicen los historiadores que fue hijo del rey de
Orthomenes (Asia), Ergimo. Que dedicado a la arquitectura, labró el templo de Tebas y dirigió la
construcción del palacio donde se guardaba el tesoro del rey de Ilistxri en la Beocia. Había hecho
colocar en este edificio una piedra movible en sitio a propósito para poder penetrar en él, con el
fin de robar el tesoro del rey, como efectivamente lo verificó uniéndose para efectuarlo con su
hermano Trofonio. Los robos, que al principio pasaron inadvertidos porque eran en efecto de muy
escasa consideración, acabaron por ser notados. La impunidad dio aliento a los saqueadores y
poco a poco fueron robando mayores cantidades hasta que el tesorero, o encargado de la
custodia de los caudales, encontró las notables mermas producidas en el tesoro y dio
conocimiento al rey. Éste, en unión con el tesorero, sin darse por enterados a fin de estimular la
confianza de los malhechores, pusieron lazos en los que cayó Agamedes. Éste, como es natural,
dada la suavidad de costumbres de aquellos tiempos, fue condenado a muerte, y su hermano y
cómplice Trofonio se vio forzado a decapitarlo por su propia mano para librarse de la sospecha
de complicidad.
Agamedes y Trofonio destacaron como arquitectos, y diseñaron numerosos templos y
palacios, alcanzando gran fama cuando construyeron el cuarto templo de Apolo en el oráculo de
Delfos. Cuando terminaron, el oráculo dijo a los hermanos que hiciesen absolutamente todo lo
que desearan durante seis días y, al séptimo, su mayor deseo les sería concedido. Así hicieron y
fueron hallados muertos al séptimo día. El dicho «aquellos a los que aman los dioses mueren
jóvenes» procede de esta historia.
Ambos hermanos construyeron también la casa de Anfitrión y Alcmena en Tebas y el
templo de Poseidón Hippios en Mantinea, al que ningún mortal podía entrar. Épito, el hijo de
Hipótoo, desafió esta prohibición y rasgó la tela que protegía la entrada, por lo que fue
inmediatamente cegado, muriendo poco después. De este templo se decía que emergía una ola
marina que inundaba la planicie de Mantinea.
Alternativamente, según Pausanias construyeron una cámara del tesoro (con una entrada
secreta que sólo ellos conocían) para el rey Hireo de Hirea (Beocia), o según una versión
minoritaria, para el rey Augías. Usando la entrada secreta, fueron robando paulatinamente la
fortuna que contenía la cámara. Hireo sabía lo que pasaba pero no quién era el ladrón, por lo
que preparó una trampa. Agamedes quedó atrapado en ella, y Trofonio le cortó la cabeza y se la
llevó para que no lo torturaran ni supieran de quién era el cuerpo que había caído en el lazo.
Trofonio huyó entonces a la cueva de Lebadea, y desapareció para siempre. Los que acudían al
oráculo que Trofonio creó en su cueva debían ofrecer también un morueco al malogrado
Agamedes y comer sólo de él durante unos días. Heródoto cuenta una historia casi idéntica, pero
referente al tesoro del rey Rampsinitos de Egipto.
Otra versión cuenta que Agamedes logró salir ileso de la trampa de Hireo, y que huyó a
un bosque de Lebadea donde un monumento marcaba su supuesta tumba, según Apolodoro.
Agasias (Efeso, I a. de J.C)
Hijo de Dositeo, su vida transcurre entre mediados del s. I a. C. y principios de nuestra
era. A veces se le denomina Agasias I para distinguirlo de Agasias II, hijo de Menófilo, que
trabajó en la primera mitad del s. I en Delos.
Se le atribuye la autoría del Gladiador borghese, estatua que se descubrió durante el
mandato del Papa Pablo V. El Gladiador fue vendido a Napoleón en 1807 y actualmente se
conserva en el Louvre.
Agasse, Jacques Laurent, pintor suizo (Ginebra, 1767-Londres, 1849)
De antepasados escoceses, estudió en París, siendo discípulo de J.L.David. Más tarde
(1800) se estableció en Londres, donde estuvo exponiendo casi medio s. en la Royal Academy
especializándose en retratos ecuestres.
Su pintura de animales ejerció gran influencia en los artistas ingleses. Su pincelada fina y
los temas al aire libre le convirtieron en el pintor más llamativo del Romanticismo de Ginebra.
Obras suyas son: “Retrato de Lord Rivers a caballo”, “Lugar de recreo”, “Retrato de un
caballo”
Agatarco de Samos, pintor griego (s. V a.J.C.)
Vivió en Atenas, escribió un tratado de escenografía y desempeñó un papel fundamental
en la creación del dibujo en perspectiva.
Por los años 468-458 causan sensación en Atenas los decorados de una tragedia
estrenada por Esquilo, cuyo autor era Agatarco de Samos. La representación en una tela de
espacio y ambientes tridimensionales fue una efemérides tan llamativa, que avivó una larga
polémica sobre artificios destinados a crear profundidad, en la que participaron incluso
geómetras y filósofos, como Demócrito y Anaxágoras. Los diversos comentarios y, sobre todo, la
teoría de Agatarco sobre la perspectiva fascinaron a los entendidos y como además de teórico
Agatarco era buen pintor, mejoró considerablemente el género que llamamos paisaje, que tanto
éxito obtuvo en época posterior. La relación con el espacio, la proximidad o lejanía de las figuras
representadas en el cuadro se conciben en función de elementos y efectos interpuestos, así
como el tamaño es determinado en función de la distancia. Esta es en síntesis la lección dada
por Agatarco, cuyo carácter revolucionario demuestra esta curiosa anécdota: Convencido e
interesado Mikón en los descubrimientos de Agatarco, se dejó influir por ellos en su Batalla de
Maratón y representó a los persas en primer plano, y por tanto, a mayor tamaño que los griegos
que venían tras ellos desde el fondo. Cuando el público acudió a contemplar el cuadro, la
sorpresa e indignación fueron tales que hubo demandas contra el pintor por haber
empequeñecido a los vencedores. Una de esas reacciones de incomprensión e ignorancia
enmascarada tras ideales patrióticos exacerbados.
Ageladas, escultor griego (hacia 515 hacia 460)
Perteneciente a la escuela de Argos, se supone que fue maestro de Mirón, Policleto y
Fidias.
Fue un célebre escultor argivo, que floreció en la última parte del s. VI a. C. y en la
primera parte del s. V a. C. Era especialmente famoso por sus estatuas de vencedores de los
juegos olímpicos (de 520, 516, 508 a. C. ), y por una estatua de Zeus en Mesene, copiada en las
monedas de esa ciudad. Según Plinio el Viejo, Agéladas fue maestro de Ageladas de Mirón y
Policleto. Otros escritores también lo consideran maestro de Fidias. Estas tradiciones son el
testimonio de su amplia fama, aunque históricamente son dudosas. En 1972 se descubrieron los
llamados bronces de Riace en los restos de un naufragio, cerca de la costa de Calabria (Italia).
Son dos estatuas de bronce que probablemente representan a Tideo y Anfiarao, dos de los siete
contra Tebas que estaban representados en un grupo escultórico del ágora de Argos y que fue
obra colectiva de escultores de Atenas y de Argos. Algunos especialistas atribuyen la estatua de
Tideo a Agéladas de Argos. Aparte de esta escultura de bronce, cuya autoría no es segura,
ninguna otra de las obras de Agéladas ha sobrevivido, aunque hay una inscripción que contiene
el nombre de su hijo Argeiadas.
Agell, Cinta Flores, pintora española (Barcelona, 1954-?)
Inicia su formación artística a los 19 años en la Academia Tàrrega de Barcelona donde se
prepara para Bellas Artes. Estudia durante cuatro años con la pintora Carmen Muset. Ingresa en
la agrupación de acuarelistas de Cataluña y tiene como maestros a los pintores Vicenç Ballestar
y J. Martín Antón. Cursa "Procedimientos pictóricos" en la "escola d'arts i oficis" de Barcelona.
Está asociada a la Asociación Artística "Assart", "Artistas de Sarriá", al Grup de Pintors
"Art i Color", a la Associazone Galleria Centro Storico de Firenze, a la Association Arts et
Chevalets de Provence y es Académica Correspondiente de la Accademia Internazionale "Greci
Marino" de Italia.
Dibuja para Editorial gráfica, realizando ilustraciones para colección de postales.
Utiliza las técnicas del óleo sobre tela, acuarela y acrílico.
Recibió algunos premios, entre ellos cabe destacar:
"Diploma de mérito" en el 1º Salón Invierno Assart - Villarroel Art - Barcelona -
Diciembre 1998
"Premio de Honor" en el 2º Salón de Invierno de la Galeria Esart de Barcelona.
Diciembre 1999
"Diploma de Mérito" del VI Trofeo Remo Brindisi (Ferrara) ITALIA. Octubre 2000
Diploma y Trofeo del 25º Aniversario Grupo batik art - Barcelona.-Septiembre 2000
Placa y diploma de la "Assoziacione cultural l'occhio in arte" - Roma (Italia)-Mayo
2001
"Prix du meilleur artiste acea's" en el XXIX Salon internacional du val d'or (Francia)
- Septbre.2001
"Diploma de Honor" en el III Salón de Invierno 2002 de la Asociación Artística
Assart - Barcelona.
"Diploma" en el Concurso de Pintura de Mieres (Girona) 2002
"Prix du public" en el 25 Salon artistique florentais - Saint Florent Sur Cher
(Francia)-2002
" 2º Premio " en el IV Salón Invierno Assart 2003 - Galería Esart - Barcelona 2003
5º Premio" en el V Salón Invierno - Galería Esart - Barcelona 2004.
Honor certificate del Museum of Americas de Miami (USA)2004
Obra seleccionada para el 48 salon Int. Arts plastiques de la ville de Beziers - 2004
Medalla y Diploma de la Galleria Centro Storico - Florencia (Italia) - Mayo 2004
Primer premio en el VI Salón de Invierno de la Galería Esart - 3ª Edición -
Barcelona 2005
Diploma de L' Escola d' arts i oficis -Conferencias sobre Arte vivo - 2005
Diploma de L' Escola d' arts i oficis- Seminario Arte y estética - 2005
Mención de honor - 9º Concurso Pintura rápida "Festes de Gràcia" - Barcelona
2005
Mención especial arte – xpresion - Universidad de Buenos Aires (Argentina) - 2005
Diploma de Kobe 2005 - Japón - 2005
Mención especial - Liteco internacional - Argentina - 2005
Diploma - Galería Art and Artists - Miami Beach (USA) 2005
Diploma - Área de Artes Plásticas - Facultad Ciencias Económicas - Centro "Ernesto
Sábato" de la Universidad de Buenos Aires (Argentina) 2005
Mención especial "Crezca" - Revista de Literatura y Artes Visuales - Buenos Aires
(Argentina) 05
Silver prize (Medalla plata) in Art Exhibition - Web Art Museum - JAPÓN 2005.
Agen
Ciudad del Suroeste de Francia, capital del departamento de Lot y Garona (o Lot-et-
Garonnne), en la región de Aquitania, situada en la margen derecha del Garona. Agen descansa
al NO de Toulouse, a los pies de la colina Ermitage, cuya cima se eleva hasta los 162 m de altura
sobre el nivel del mar.
Historia
Agen es una ciudad bimilenaria ya que las primeras menciones halladas referentes a este
enclave se remontan a Julio César, quien la denominó Aginnum. Diversos trabajos y
exploraciones arqueológicas han dado luz a la importancia de esta ciudad, situada en el cruce de
caminos entre Burdeos y Toulouse y, por extensión, entre el Mediterráneo y el Atlántico.
Durante la Edad Media, por su parte, estuvo controlada por su localización fronteriza
respecto a las posesiones francesas y británicas, hecho por el cual estuvo bajo el control de
diversas manos, hecho aún perceptible en su arquitectura.
Entre finales del XVII y principios del XVIII comenzó a despuntar como centro industrial,
una condición que vino respaldada por un importante crecimiento económico. Dicho crecimiento
se hizo patente gracias a la construcción del paseo de Gravier y de diversas mansiones. Su
emplazamiento respecto al eje fluvial del Garona también le ha beneficiado históricamente,
sobre todo a partir de la creación del Canal Lateral, obra apoyada en un puente de 23 arcos y 4
esclusas.
Hoy día, finalmente, es un verdadero polo en el cual convergen numerosos servicios, una
situación arropada por su prosperidad económica, centrada en el desarrollo de la agricultura y el
comercio.
Arte
Entre sus monumentos destaca el Museo de Bellas Artes (Musée des Beaux-Arts), con
importantes muestras de la arqueología galo-romana, esculturas de mármol del s. I a.C.,
mosaicos, ánforas, capiteles románicos y góticos, un tapiz de Bruselas del s. XVI, pinturas de los
s.s XVII y XIX, y arte impresionista y contemporáneo.
Otro hito monumental en Agen es la Catedral de Saint-Caprais, construida en el sector
septentrional de la ciudad entre los s.s XII y XIII. El crucero y los ábsides son románicos y la nave
gótica. Muy próximo a ella se encuentra el colegio de St-Caprais, donde se localiza la Sala
Capitular de la catedral, fechada en el s. XII.
Agesandro, escultor griego (Isla de Rodas, s. I d. de J.C)
Escultor de Rodas, autor del hermoso grupo de Laoconte: se tienen tan pocas noticias de
Agesandro, que ni aun se sabe con seguridad en qué tiempo vivió: unos creen que floreció en la
época de Pericles o en la de Alejandro Magno: otros suponen que es más moderno y que vivió en
el s. I de la era cristiana. Posterior a esta época no puede ser, porque Plinio el Viejo cita y
describe el Laoconte. Esta obra maestra, en cuya ejecución tomaron parte otros dos escultores,
Polidoro y Atenodoro, probablemente hijos de Agesandro, fue encontrada en las ruinas de los
baños de Tito en Roma en el año 1506 por Félix de Fredis.
Agincourt, Juan Bautista Veroux de, arqueólogo francés (Beavais, 1730-1814)
Viajó por Inglaterra, Holanda y Alemania, y posteriormente por Italia, visitando Nápoles,
Pompeya, Herculano, el Vesubio, el monte Casino, y volvió a Roma para poner en ejecución el
proyecto que tenía desde hacia mucho tiempo, el de su gran obra de la Historia del arte de los
monumentos, desde su decadencia en el s. IV hasta su renacimiento en el XVI.
Agio de Soldanis, Pedro Francisco , arqueólogo italiano (Isla de Gozzo ?-1760)
Existe de él una grámatica maltesa con el título de la Lengua púnica usada al presente
por los malteses, y un discurso apologético contra la disertación histórica y crítica sobre el
naufragio de San Pablo en el mar Adriático.
Agira
Población de Italia, situada en el Noreste de la Isla de Sicilia, perteneciente a la provincia
de Catania. Se encuentra próxima al monte Etna y al río Salsa, a unos 454 m sobre el nivel del
mar.
Historia
El origen de Agira es remoto. Gracias a algunos repertorios prehistóricos se ha podido
documentar que fue poblada originariamente hace unos 30.000 años, cuando la isla de Sicilia
estaba todavía unida a la península itálica. Su población primitiva era de origen afro-asiático y
nómada, y fue evolucionando en la elaboración de armas de defensa, en la agricultura y en la
pesca, perdiendo gradualmente su carácter nómada para convertirse en un pueblo sedentario.
En la zona que hoy ocupa Agira existen restos arqueológicos pertenecientes a la etapa
Paleolítica, neolítica y de la Edad del Bronce. Durante la antigüedad la ciudad era conocida con
el nombre de Agyrium, y su fundación se atribuye a los sículos, muchos s.s antes de nuestra era.
Según palabras de Cicerón, era la ciudad más culta de Sicilia.
Se cree que en el s. I a.C. llegó a Agira el taumaturgo siriaco Felipe, representante de la
iglesia de Jesuscrito, invitado por el pontífice con la función de evangelizar a la población.
Gracias a la obra de este santo muchas de las estructuras griegas fueron reutilizadas con
funciones cristianas. Algunas partes del Castillo se utilizaron en la construcción de la iglesia de
san Pedro, y el templo de Gerione fue reutilizado para edificar la iglesia anexa al monasterio de
san Felipe. En el 535 toda Sicilia pasó a formar parte del Imperio romano de oriente. Poco a poco
la ciudad se fue convirtiendo en un gran centro de atracción para el mundo católico gracias al
monasterio de San Felipe; este fue el motivo por el que la ciudad fue conocida con el nombre de
San Felipe de Argiró hasta el año 1862.
Arte
A pesar de su escaso número de habitantes, Agira cuenta con un rico patrimonio artístico,
en el que destacan:
La Abadía, también conocida como la Iglesia de san Felipe o Santa María Latina;
situada en la vía Victor Emanuele, fue levantada sobre un templo anterior del s. X. Realizó una
importante función en Sicilia, ya que era un lugar de formación religiosa. Ruggero I, en el s. XII,
lo reconvirtió en monasterio benedictino. El primer proyecto para hacer la iglesia se debe al
arquitecto Cadorna, aunque fue derrumbado en 1911 debido a una tormenta. La actual fachada
es obra del arquitecto G. Greco, realizada entre 1916 y 1928; el gran nicho central con el grupo
de san Felipe venciendo al demonio domina ésta. En el medallón, sobre la puerta central, se
encuentra una imagen de santa María Latina, y sobre las otras dos puertas están representados
san Felipe diácono y san Eusebio. El interior está dividido por tres naves, separadas por
columnas revestidas de mármol rojo. La nave central está cubierta por una bóveda; en una de
sus naves laterales se pueden observar tres tablas de un políctico del s. XV donde está
representada la Virgen con el Niño, san Benedicto y san Calogero. En la misma nave una
escalera conduce a la cueva, donde está el sepulcro de san Felipe; en el período árabe, debido al
temor que existía a perder la reliquia del santo, esta cueva fue sellada hasta el s. XIV.
Atravesando la nave está situado el coro, realizado en madera de nogal, tallado en el s. XIX. De
la primitiva iglesia sólo se conserva el arca de plata que contiene las reliquias de san Felipe y la
estatua del santo, también en plata.
Iglesia de san Salvador, situada en la plaza de Roma. Es una de las más antiguas
de Agira. La construcción primitiva pertenece al s. XII, aunque su fachada se terminó en el XVII,
en estilo tardorenacentista, aunque también con elementos barrocos. En el campanario se
pueden observar restos de las diferentes etapas en que se construyó la iglesia, desde elementos
normandos en la parte baja del mismo hasta algunos del s. XVII, en la parte más alta. El interior
conserva el esquema original del s. XII, es decir, basílica con planta cuadrada, dividida en tres
naves separadas por columnas, cuyos capiteles son muy diferentes entre sí. Dentro del Tesoro de
la iglesia hay que hacer mención a una mitra ricamente decorada del s. XIV y un báculo pastoral
del s. XIV, de Luca Casali.
La Iglesia de san Antonio de Padua, situada en la plaza de Garibaldi. Realizada en
1505, sufrió una reforma en 1567; fue entonces cuando tomó su actual advocación a san
Antonio. La fachada es de la segunda mitad del s. XVII, y el interior actual pertenece también a
esta época, así como el alzado de la cúpula, que fue completada en 1854 por el arquitecto di
Stefano, que siguió el diseño original. Debido al incendio de 1869, el coro se perdió, quedando
sólo algunas piezas sueltas, que actualmente se conservan en la sacristía.
La Iglesia de santa María la Mayor, posee restos arquitectónicos de la época
normanda. Fue mencionada ya en un documento del s. XII. Su planta esta dividida en dos naves,
que se articulan a través de cuatro arcos que, al igual que sus capiteles, son románicos. Su
cubierta es de madera.
La Iglesia de santa Margarita se levanta sobre un solar que antes ocupaba una
iglesia bizantina dedicada a santa Sofía. La construcción de la iglesia se remonta al 1215; en el
s. XIX fue ampliada y rehecha para convertirla en la iglesia más grande de la diócesis de Nicosia,
siguiendo un proyecto neoclásico. Después del terremoto de 1693, el techo de madera, que
estaba decorado con casetones, fue sustituido por una bóveda. El Campanario se construyó en
1704. La cúpula que actualmente se puede ver fue diseñada por Stefano Ittar en 1779. El estuco
y los frescos del s. XIX que decoraban la iglesia están perdidos en casi su totalidad.
La Iglesia de San Pedro, realizada en 1584, fue reconstruida en el s. XX. El ábside
actual data de 1910. En su interior guarda un políctico del s. XV.
Iglesia de San Antonio Abad, la construcción primitiva data del s. XIV, aunque ha
sufrido muchas remodelaciones que no han mantenido esta estructura. La fachada actual es de
principios del s. XX. En el interior el techo está cubierto de casetones decorados con rosetas. En
esta iglesia se guarda la pintura de un crucifijo del s. XV, una de las obras de arte más
importantes de la ciudad. También es importante la pintura del arcángel san Gabriel, realizada
por un artista anónimo siciliano en el s. XV.
Iglesia de San Agustín, construida en 1512, sobre las ruinas del antiguo centro
griego. Ha sufrido reformas en diferentes etapas, y su función también ha variado a lo largo del
tiempo: fue centro de la municipalidad, cárcel y escuela.
Iglesia de Santa María de los Ángeles, realizada en 1561 a las faldas de la colina
frente a la ciudad. La fachada es del s. XVIII. En un principio tenía tres naves, aunque
posteriormente fueron unidas, reduciéndose sólo una.
Aparte de todos estos edificios, son muy interesantes los restos del castillo, situados
sobre la cima del monte Teja, que fue habitado sucesivamente por los príncipes y tiranos sículos.
En el período grecorromano y bizantino, el castillo sólo mantuvo la función de representar a la
autoridad de la ciudad. En la etapa árabe volvió a tener su función original de fortaleza y
construcción de interés estratégico. La defensa de la ciudad se hacía por medio de tres murallas:
la primera giraba en torno al monte, inmediata a la parte más baja del castillo; la segunda
rodeaba una zona más baja del monte; y la tercera era muy irregular porque seguía la dirección
de la roca. En 1354 el castillo hospedó a Ludovico de Aragón, y en los s.s XVI y XVII mantuvo su
función militar, hasta el inicio de su decadencia, en el s. XVIII.
Por otro lado, la fortaleza de san Pedro, que comprende toda la zona de Agira entre la vía
Diodorea y la vía Raddussa, se caracteriza por tener un particular tejido urbanístico, formado por
cientos de callejones que dan acceso a las viviendas, con escaleras, curvas en recodo y otros
peculiares accesos. Algunos estudiosos sostienen que esta zona era un barrio árabe aunque con
alguna intervención urbanística contemporánea, ya que esta descentrado. Por último, debe
destacarse la biblioteca municipal, situada en la vía Diodorea, fundada en el año 1830, que
cuenta con una valiosa colección de incunables y manuscritos.
Aglaofonte, el Joven, pintor griego (sengunda mitad del s. V a. de J.C.)
Hijo de Aristofonte y nieto de la Aglaofonte el Viejo. Pintó en Atenas , un marco con las
personificaciones de la olímpica y Pitio incoronanti Alcibíades , vencedor en la 418 - 416 antes de
Cristo , Alcibiades y el otro que está sentado en el regazo de Nemea , una personificación de la
juegos de Nemea.
Aglaofonte, el Viejo pintor griego (Isla de Thasos, hacia 420 a de J.C.)
Aglaofonte fue el maestro de Polignoto y de Aristófone (que era su hijo), cuya reputación
igualó a la de su maestro. Marcus Fabius Quintiliano lo menciona entre los primeros pintores
cuyas obras merecen ser vistos no sólo por el mérito de la antigüedad.
Agnelli, Federico, grabador italiano (Milán, 1604-?)
Existen de él varios retratos y una vista de la catedral de Milán.
Ágora
Del griego ἀγορά, asamblea, de ἀγείρω, reunir) es un término por el que se designaba en
la Antigua Grecia a la plaza de las ciudades-estado griegas (polis).
Era un espacio abierto, centro del comercio (mercado), de la cultura y la política de la
vida social de los griegos. Estaba normalmente rodeada por los edificios privados y públicos más
importantes, como las stoas (pórticos columnados), pritaneos (oficinas administrativas),
Bouleterión (edificio para las reuniones de la boulé) y balaneia (baños).
Los precedentes históricos se remontan hasta las épocas de las plazas de la Creta
minoica, en donde se han localizado las primeras agorás.
Más tarde, resurge tras la caída de la civilización micénica y ya desde el siglo VIII a. C.,
llegando a ser una característica esencial de toda polis, animadas por una gran actividad
comercial. A partir de ese momento, el agorá (situada en la ciudad baja), sustituirá en
importancia a la institución del palacio fortaleza (situado en la acrópolis) y será el centro político
urbano.
Las agorás arcaicas están estrechamente relacionadas con los santuarios religiosos y las
actividades de entretenimiento, como fiestas, juegos y teatro.
Con el paso del tiempo el agorá llegó a ser el inicio de las polis, tanto desde el punto de
vista económico y comercial (como sede del mercado), desde el punto de vista religioso[religión
de la Antigua Grecia] al encontrarse allí los lugares de culto del fundador de la ciudad o de la
deidad protectora o desde el punto de vista político al ser lugar de reunión de los ciudadanos
para discutir sobre los problemas de la comunidad. De esta manera y a su alrededor fueron
surgiendo los edificios públicos necesarios para albergar todas las actividades.
El agorá fue una auténtica invención urbanística, que no tiene precedentes ni en los
centros del Próximo Oriente ni en la civilización micénica en donde todo dependía de los reyes,
por lo que no había necesidad de lugares de reunión.
Esta innovación se introdujo gracias a las grandes modificaciones urbanísticas iniciadas
en la época de Pericles, alrededor del siglo V a. C., que con el tiempo, durante el período
helenístico amplió a tres tipos principales de agorá: la mercantil, en las ciudades marítimas, en
estrecha conexión con los puertos, donde el agorá se situaba cerca de las puertas de la ciudad y
la política o religiosa, que la situaba en el centro de la ciudad.
La más famosa es el Ágora de Atenas.
El Foro romano es el equivalente al agorá.
Ágora de Atenas
Era el centro de la actividad comercial, social y política de la antigua ciudad de Atenas.
Un amplio espacio abierto, flanqueado por una acumulación de edificios públicos. Con el tiempo,
fue adquiriendo una mezcla de funciones:
Centro de gobierno: Era, entre otros, el lugar donde los atenienses se reunían
para discutir sus leyes y decidir el futuro político de su ciudad, el cual solía depositarse en
manos de aquellos que mejor dominasen la oratoria, el arte de convencer. La filosofía de
Sócrates, o, con más exactitud, los inmortales diálogos platónicos (y la Academia de Platón,
cuyas puertas estuvieron abiertas durante más de ocho siglos) le dieron a nuestra forma de
pensar, unas bases imperecederas, nacidas en el seno de un grupo de amigos de la sofía
(sabiduría) que se oponía a aquella democracia, del ágora, que dejaba el futuro de la ciudad en
manos de sofisticados oradores y demagogos. Hasta las reformas de Clístenes era el lugar de
concentración de la Ekklesía (Asamblea). El ágora ateniense se convirtió en una zona residencial
durante las ocupaciones romana y bizantina. Lo cual se vio indiscutiblemente en las nuevas
formas implantadas en cuanto al arte de discutir.
Recinto sagrado: El Ágora era un lugar sagrado, como testimonian numerosos
santuarios. Allí se encontraban templos dedicados a los dioses olímpicos, a Hefestos, a Zeus y a
Apolo. También estaban los tribunales donde se celebraban juicios y donde condenó, entre otros,
a Sócrates a pena de muerte por, según sus acusadores, corromper a los jóvenes e introducir
dioses nuevos.
Mercado: Su vitalidad era aumentada por la Vía de las Panateneas o Panatenaica
(nombre antiguo), la carretera principal para acceder a Atenas, (después de trasponer la Puerta
de Dípylon), y que en ocasiones fue el escenario principal de la procesión que la cruzaba durante
las fiestas de las Panateneas.
Situada originalmente al noreste de la Acrópolis, el Ágora fue desplazada al pie de la
colina de Kolonos Agoraios bajo el arcontado de Solón. Se debió vaciar el emplazamiento de las
tumbas y de las casas que allí había. Se encontraba en el punto más bajo del asty y formaba el
cruce de ejes de comunicación de la ciudad de Atenas. El Altar de los Doce Dioses era el punto a
partir del que se calculaban casi todas las distancias.
Las primeras excavaciones fueron ejecutadas entre 1859-1912. Sacaron a la luz el Pórtico
de los Gigantes y una parte del lado oeste del Ágora, donde el Instituto arqueológico alemán
había excavado en 1896-1897.
En 1890-1891, en la parte norte del Ágora fue abierta una profunda zanja para el paso de
la vía férrea (tren expreso regional) Atenas-El Pireo. Se hallaron muchos vestigios y edificios
antiguos que fueron destruidos y fragmentos de esculturas, guardadas en el Museo Arqueológico
Nacional.
Las excavaciones sistemáticas de la Escuela americana de estudios clásicos comenzaron
en 1931 y concluyeron en 1940. Se reanudaron después de la Segunda Guerra Mundial, de 1946
a 1960. Para excavar el sitio entero hubo que demoler más de 360 casas modernas. De 1953-
1956, gracias a la financiación de John D. Rockefeller, la Stoa de Átalo fue reconstruida para
utilizarla como museo, depósito, laboratorio y oficina de excavaciones del sitio del Ágora.
Reorganizado el sitio, fue confiado a la Sociedad Arqueológica Griega.
Orígenes
En el Neolítico, los aledaños del Ágora ya estaban poblados. En esta área existió un
extenso cementerio micénico. A juzgar por las fosas domésticas halladas hubo asentamientos
durante el Periodo geométrico, y siguió utilizándose como lugar de enterramiento. Fue ocupada,
por viviendas aisladas y necrópolis, sobre todo durante los siglos VIII y VII a. C. Los atenienses
comenzaron a utilizar esta zona para uso comunitario hacia el año 600 a. C. Los primeros
edificios públicos, los de la parte oriental, datan de comienzos del siglo VI a. C.
El Ágora: época arcaica
Estaba situada al noreste de la Acrópolis. Se tiene muy poca información sobre los
edificios, y menos aún sobre su función. De manera general, el ágora era un espacio abierto a
todos los habitantes. Es citada en la Ilíada y la Odisea. La construcción de la nueva ágora duró
mucho tiempo, los edificios más antiguos datan del siglo VI a. C.. El Ágora encontró su sitio en el
centro de la ciudad, con numerosas funciones. Estaba rodeada de los grandes ejes de
comunicación, hacia El Pireo (uno de los puertos de Atenas), la Puerta Sagrada y la Puerta de
Dípylon y la Vía de las Panateneas hacia la Acrópolis.
A principios del siglo VI a. C., esta zona se convirtió por obra de Solón en la sede del
Ágora, reemplazando a la antigua agorá de Teseo, situada en la vertiente noroccidental de la
Acrópolis.
Las primeras estructuras político-religiosas surgieron en el transcurso del siglo VI a. C.,
sobre todo a lo largo del lado oeste. Sucesivamente, los lados restantes se enriquecieron
también con edificios públicos, fuentes y pórticos.
Ágora clásica
Durante la invasión persa de 480-479 a. C., el Ágora sufrió el mismo destino que la
Acrópolis. Fueron destruidas las casas, y los monumentos de la época arcaica sufrieron graves
daños:
El santuario de Apolo Patroos y el Altar de los Doce Dioses fueron abandonados.
Tras la victoria de los atenienses sobre los persas en Maratón, aquellos ocuparon al día siguiente
555 el Ágora y encargaron a Critios y a Nesiotes la ejecución del grupo escultórico de los
Tiranicidas, símbolo de la libertad de Atenas. Fue erigido en el lugar que ocupaba el de Antenor,
robado por los persas.
Quizá antes, y a partir del fin de la Guerras Médicas, la reconstrucción a gran escala, con
la adición de nuevas obras monumentales, se efectuó, especialmente a partir de la época de
Cimón (479-461 a. C.; sobre todo con la construcción de stoas grandiosas de múltiples usos,
situadas en el perímetro del Ágora, y también con la erección el templo llamado Hefestión.
Los primeros edificios civiles fueron la tholos (465 a. C.) y la Stoa Pecile.
Entrando al Ágora por la Vía Panatenaica, el primer edificio que se encontraba era la Stoa
Basileos, uno de los más antiguos de la polis. Inmediatamente después se alzaba otro pórtico, la
Stoa de Zeus, frente al cual se erigía una gran estatua de Zeus Eleuterios. Siguiendo hacia el
sur, estaba el pequeño templo jónico, tetrástilo, dedicado a Apolo Patroos, construido encima de
un templo en ábside de mediados del siglo VI a. C.
La invasión persa destruyó el Bouleterion y el Metroon, pero sólo el primero fue
reconstruido y siguió funcionando hasta finales del siglo V a. C.. Época en que fue transformado
en archivo y se construyó una nueva sede para las reuniones del Consejo de los Quinientos a sus
espaldas, en forma de cávea teatral. La madre de los Dioses fue puesta bajo la protección de
estos edificios estrechamente relacionados entre sí, y su estatua se colocó dentro del archivo.
Todo el complejo arquitectónico, del que se conservan los restos, fue reestructurado, tal vez en
concomitancia con los grandes trabajos de remodelación de los lados oriental y meridional del
Ágora, y tomó el nombre de Metroon. Frente a este, se fundó, poco después de mediados del
siglo IV a. C., el Monumento a los Héroes Epónimos, que anteriormente estaba situado más al
sur. El monumento fue ampliado varias veces, según se iba incrementando el número de tribus
atenienses, que tuvo lugar, ya en el periodo helenístico, bajo Demetrio Poliorcetes, Ptolomeo III,
Átalo I y, finalmente, en época imperial romana, con Adriano.
Junto con el cercano Estrategeion —la sede de los estrategos atenienses— el Tholos
cierra el lado occidental del Ágora y la serie de edificios públicos de ese lado de la plaza.
Ágora helenística
En época helenística la construccción de las grandes terrazas de las stoáis (pórticos), que
se hallaban a los lados de la plaza, permitió a los espectadores tener asegurada una posición
cómoda, desde la cual asistir a los distintos espectáculos relativos a la gran fiesta de Atenas: las
Panateneas.
El Ágora no perdió del todo su función lúdica, ni siquiera cuando la ciudad fue dotada de
edificios permanentes para espectáculos.
Ágora de la época romana
Como centro de espectáculos, en el sector meridional de la plaza se construyó en época
augústea el Odeón de Agripa. Erigido por Marco Vipsanio Agripa, el yerno de Augusto, entre el 21
a. C. y el 12 a. C..
Agorácrito, escultor griego (Isla de Paros, s. V d. de J.C.)
Está considerado como uno de los más dotados discípulos de Fidias, a quien habría
ayudado en la ejecución del programa artístico del Partenón. Su estilo llegó a ser tan cercano al
de su maestro, que sus obras se hicieron indistinguibles. De acuerdo con Plinio, compitió con
Alcámenes en la creación de una estatua de Afrodita. Siendo rechazada su imagen por los
atenienses, que favorecieron a su conciudadano Alcámenes, la rebautizó como Némesis,
divinidad de la venganza justa, y la vendió al templo ático de Ramnunte, erigido, según
Herodoto, para conmemorar una victoria frente a los persas. Pausanias le atribuye asimismo dos
estatuas de bronce de Atenea y Zeus-Hades en el templo de Atenea Itonia. En el Museo del
Prado se conserva una copia de procedencia desconocida de su Némesis, la cual, de acuerdo con
Antígono de Cáristo, llevaba una placa con la inscripción «Agorácrito de Paros [me] hizo». La
diosa está ataviada a la lujosa moda de la Atenas clásica. Le faltan la cabeza -adornada en el
original, según Pausanias, con una diadema de ciervos y victorias- y parte de los brazos que
portaban, de acuerdo con el mismo autor, una copa con representaciones de etíopes y una rama
de manzano del jardín de las Hespérides, símbolos de su poder sobre la tierra, del extremo
oriente hasta el extremo occidente.
Agostino di Duccio, escultor italiano (1418 1481)
Formado en Florencia, fue notable por la originalidad, delicadeza y frescor de sus figuras
y composiciones, en las que domina la línea por encima del volumen. Decoró el templo
Malatestiano en Rímini (1447 54) y realizó la capilla de San Bernardino en Perugia (1473 75).
Nació en Florencia, y se formó con Donatello y Michelozzo durante las obras del púlpito
de Prato. De Donatello aprendió la técnica de los relieves en stiacciato, utilizándola
profusamente para buscar efectos de pura decoración superficial.
En 1441, tras una acusación de robo, abandonó su ciudad natal, refugiándose en Módena.
En esa ciudad realizó el altar de San Geminiano para la catedral, donde es visible la influencia de
Michelozzo.
En 1446 estuvo en Venecia, donde estudió la escultura tardo gótica, presente en
numerosos de los monumentos de la ciudad, y estableció contacto con Matteo de' Pasti, con el
que colaboró posteriormente en la decoración del templo Malatestiano de Rimini.
Viajó por Italia y dejó bajorrelieves y decoraciones en cerámica en diversas ciudades
(Módena, Florencia, Rímini, Perugia, etc.). Sus obras más importantes son la decoración del
templo de los Malatesta en Rímini, donde colaboró con Alberti, y la fachada del oratorio de San
Bernardino en Perugia.
Agostini, Leonardo, anticuario italiano (Boccheggiano, 1593 – 1669)
Después de encargarse durante un tiempo de recoger obras para la colección del Palacio
Barberini, fue nombrado por el Papa Alejandro VII superintendente de las antigüedades del
Estado de Roma. Publicó una nueva edición del libro de Filippo Paruta La Sicilia illustrata con
medaglie (“Sicilia ilustrada con medallas”), añadiendo más de 400 ejemplares. En colaboración
con Giovanni Bellori (1615-1696) publicó también una obra sobre joyas antiguas, que fue
traducida al latín por Jakob Gronovius en Ámsterdam en 1685.
Agramunt
Es un municipio español de la comarca catalana del Urgel, en la provincia de Lérida.
Incluye los núcleos de Almenara Alta, Donzell, Mafet, Montclar y Puellas.
Historia
La conquista de la ciudad tuvo lugar en 1070 y corrió a cargo de Ermengol IV de Urgel. En
1163 le fue concedida carta de población. Hasta 1314 fue la capital del condado de Urgel lo que
le valió algunos privilegios, como en 1200 el de poder acuñar la moneda propia del condado.
En 1413, y tras las luchas que siguieron al compromiso de Caspe, la ciudad se rindió a las
tropas de Fernando I de Antequera. Pocos años más tarde, la villa pasó a manos de Juan II de
Aragón quien, en 1452, la entregó como prenda por unas deudas contraídas con el conde de
Pallás. En 1472 Agramunt regresó a manos de la corona. Tras los Decretos de Nueva Planta pasó
a formar parte del corregimiento de Cardona.
Durante la Guerra de los Segadores la ciudad fue conquistada primero por las tropas de
Castilla, ocupada por tropas francesas en 1644, y tomada de nuevo por las castellanas en 1646.
Durante la Guerra de Sucesión española cayó en manos de las tropas de Felipe V en 1711.
Desde 1810 hasta 1814 estuvo ocupada por tropas francesas en el marco de la Guerra de la
Independencia española.
Arte
La iglesia parroquial está dedicada a Santa María. Fue declarada Monumento Histórico
Artístico en 1931. Se trata de un edificio románico, construido entre los s.s XII y XIII, compuesto
por tres naves cubiertas con bóveda de cañón apuntada. Cada una de las naves tiene un ábside
semicircular. La portalada principal es del s. XIII y está decorada con numerosas arquivoltas y
capiteles. Está presidida por un alto relieve en el que puede verse a la Virgen con el Niño. La
portalada situada en el muro de poniente fue construida también en el s. XIII. Presenta diversas
arquivoltas decoradas con motivos geométricos, figuras humanas o arquerías. Los capiteles
presentan motivos vegetales. En el interior del templo se encuentra una imagen gótica de la
Virgen del Socorro realizada en madera policromada.
La villa de Montclar está presidida por el castillo, construido sobre una antigua torre
romana y restuarado por completo en el s. XVIII. Realizado en piedra, tiene una portalada
formada por dovelas. En la dovela central aparece un escudo señorial en el que aparece inscrita
la fecha de 1634. Desde 1979 está considerado como Monumento Histórico Artístico.
En Almenara Alta se encuentra una antigua torre de vigía conocida como el Pilar de
Almenara. Fue construida en el s. XI y tiene forma de cilindro y una altura aproximada de 14
metros. También se encuentra los restos de una capilla románica construida en el s. XII en honor
a San Vicente.
En el año 1994 se inauguró un Museo en Agramunt dedicado a la obra del pintor Josep
Guinovart.
Agrassot y Juan, Joaquín, pintor español (Orihuela, 1837-Valencia, 1919)
Ingresó hacia 1856 en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando con una beca de la
Diputación de Alicante. Fue uno de los más entusiastas representantes del realismo estético de
Fortuny. Estudió bajo la dirección de don Francisco Martínez. En la Exposición de Alicante de
1860 fue premiado con una medalla de oro; posteriormente, en la Nacional del 1864, mereció
otra de tercera clase; en Barcelona, en 1866, obtuvo un señalado éxito, que colocó muy alto el
nombre de la Escuela Valenciana. Su cuadro titulado Estados Pontificios fue adquirido por la
Academia de Bellas Artes, para colocarlo en la Museo Provincial. Luego, en la Exposición de
Madrid de 1867, le premiaron con la medalla de segunda el cuadro titulado Las dos amigas,
adquiriéndolo también el Gobierno para el Museo.
En el Certamen Nacional de 1884 presentó dos cuadros, uno de gran tamaño que se
titulaba La Muerte del Excelentísimo Señor Marqués del Duero, y otro El primer nieto. Resultaron
un rotundo fracaso, atribuido, según los críticos, al continuo carácter comercial que tuvieron sus
obras en aquellos años. Vivió durante varios años en Roma, gracias a una beca; con él,
estuvieron Fortuny, Rosales, Palmaroli y otros grandes artistas. En esa época, sus obras
comienzan a caracterizarse por su peculiar tonalidad. Entre otras obras de este autor, están Una
leonesa, de la que curiosamente existen varias copias del mismo autor para satisfacer encargos,
La hilandera de antaño, La visita, Los dos amigos, La lavandera de Scarpa, En la plaza, Grupo de
mujeres leonesas y La llegada.
En general, su obra se caracteriza por los temas regionalistas e históricos, que le
solicitaban permanentemente los dos marchantes con los que se había relacionado: Boran y
Reitlinger. Fue profesor de la Escuela de San Carlos de Valencia y, más tarde, académico de esa
institución, así como de la Escuela de San Fernando en Madrid. Fundó y presidió el Círculo de
Bellas Artes de Valencia. Aparte de los honores nacionales, obtuvo un par de medallas en
encuentros internacionales: en la Exposición Internacional de Filadelfia, 1876, y la Exposición
Universal de Barcelona, 1888.
Historia
La necrópolis de Agullana se encontraba situada al pie de los Pirineos Orientales, a la
salida de dos vías naturales de penetración en la cordillera, en un lugar desde donde era visible
toda la llanura del Alto Ampurdán.
Los primeros en excavar el lugar fueron P. Palol, J. Maluquer y J. Tomás en 1943, quienes
localizaron 226 enterramientos. En general, éstos constaban de una urna cineraria que se
colocaba en el interior de un hoyo de poca profundidad excavado en el terreno de granito
blando. La mayoría de los hoyos estaban revestidos de piedras, lo que les daba cierto aspecto de
cista, sensación que se acrecentaba en aquellos casos -escasos- en los que había colocada una
losa en el fondo del hoyo. Todos los enterramientos estaban cerrados en su parte superior por
una gruesa losa.
Los vasos de ofrendas y los objetos metálicos del ajuar del muerto se solían situar en el
interior de las urnas, aunque en algunos casos también se situaban junto a ellas. La cremación
de los cadáveres se efectuaba junto a la tumba y, casi siempre, el muerto estaba vestido y
llevaba sus joyas, como demostraron los abundantes restos de bronce fundido hallados en el
interior de algunas urnas cinerarias, si bien la presencia de objetos en perfecto estado indicaba
que algunos de éstos no se arrojaban en las piras funerarias. Además, se sabe que la
incineración, por lo general, no era completa, pues los huesos no estaban consumidos en su
totalidad.
El número de enterramientos de la necrópolis aumentaba conforme avanzaba el tiempo
cronológico, lo que parece indicar que hubo un incremento de la población del asentamiento
madre de Agullana, todavía hoy no descubierto. Los enterramientos no estaban distribuidos en
zonas definidas por épocas, sino que las tumbas se superponían unas a otras partiendo de un
nivel original a lo largo de los dos s.s en que se utilizó la necrópolis.
Tipología de las urnas
Las urnas de las tumbas más antiguas eran bitroncocónicas con cuello vertical y una
decoración de acanaladuras. En las catorce tumbas que pertenecen la fase inicial de Agullana,
destacaba el ajuar formado por un vaso y algunas puntas de lanzas. Las de la siguiente fase,
considerada de transición, mantuvieron las mismas formas pero variaron la decoración, que pasó
a mostrar dibujos en zig-zag y grupos de ranuras verticales y paralelas en los cuellos.
La segunda fase presentaba urnas bicónicas con decoración geométrica incisa, un
modelo del que existían dos variantes: una bitroncocónica con pequeño cuello y otra en forma
de escudilla de borde reentrante. Los tipos decorativos de ambas eran muy similares, aunque el
número de escudillas era mucho menor. De este período, que llegaba hasta la Edad del Hierro,
existían al menos treinta y cinco tumbas. Contemporáneo a estos modelos, existía un tercer tipo
que estaba constituido por urnas ovoides y subcilíndricas con decoración de cordones,
impresiones digitales y acanaladuras. En los tres tipos de enterramientos se encontraron los
mismos ajuares: agujas con cabezas de aro y de cabeza enrollada.
Un período tardío de la Edad del Bronce (datado en primera mitad del s. VII a.C.) estaba
representado por urnas ovoides lisas, de las que existían muy pocos ejemplos. El grupo más
reducido lo constituía una serie de urnas bicónicas con decoración de puntos incisos, que
presentaban en sus ajuares los primeros objetos de hierro.
La última etapa se caracterizaba porque las urnas aparecían junto a objetos de hierro. En
este período existían cuatro tipos de recipientes para las cenizas: el bicónico con puntillado, el
ovoide liso, las troncocónicas con pies altos y las urnas con onfalos en la base y asas
horizontales. La tumba más característica de este período es la nº 184, que tenía un ajuar
excepcional y que era una cubeta rectangular cubierta por una gran losa de granito, caso único
que se atribuyó a la influencia colonial griega y fenicia del s. VII a.C.
Etapas
Toda esta tipología llevó a los arqueólogos a dividir la evolución de la necrópolis en tres
fases:
Agullana I (850-800 a.C.): Se caracterizaba por las urnas de cuellos verticales y
decoración de acanaladuras. La cultura desarrollada en este período se desarrollaba
íntegramente en la Edad del Bronce Medio III. Los ajuares característicos estaban formados por
navajas de hoja rectangular y mango romboidal acabado en una anilla. Estas navajas se databan
a finales del s. IX a.C. La fase de transición al siguiente período estaría representado por las
mencionadas urnas con acanaladuras y decoraciones incisas. La evolución comenzaría por las
influencias de la cultura mailhaciense sobre las manifestaciones locales. La combinación de
elementos de ambas realidades produjo una alteración en el contenido de los ajuares, en los que
aparecieron las puntas de lanzas de hoja plana.
Agullana II (825-675 a.C.): Producto de la evolución de la fase anterior, su
elemento más característico eran los objetos con decoración incisa con temas geométricos,
zoomorfos y antropomorfos. En los ajuares se añadieron a los objetos tradicionales las fíbulas de
doble resorte, producto de las relaciones comerciales con los fenicios. Según Palol, las urnas
ovoides de este período responderían a enterramientos femeninos, cuyo ajuar estaba constituido
principalmente por fusayolas.
Agullana III (675-600 a.C.): El momento final de la necrópolis, en el cual se
desarrolló la metalurgia del hierro y se intensificaron los contactos con el mundo colonial. Los
objetos principales de los ajuares eran una serie de cuchillos de hierro con pasadores.
Agulló, Francisco, pintor español (Cocentaina, Valencia, 1538-1648)
Pintó y doró en 1637 el retablo mayor del convento de San Sebastián de Cocentaina.
Falleció en dicha villa en 1648, de peste. Estuvo casado con María Terol desde 1630. Vivió 110
años y murio aquejado por la peste.
Agulló y Just, Pascual, escultor español (1800 – 1876)
Fue discípulo de Carlos José Cloostermans. El 7 de septiembre de 1828 fue nombrado
académico supernumerario, siendo luego de Mérito, en mayo de 1831, en la Academia de San
Carlos. Desempeñó también el cargo de Teniente Director de Escultura. Sus obras más conocidas
son Los símbolos de los Evangelistas, que adornan el dosel de Nuestra Señora del Milagro; una
estatua de San Cayetano de la parroquial iglesia de Almoradi; otra de San José en Orihuela y un
bajorrelieve en la de Potries.
Agustino, el Veneciano, grabador italiano (Roma, 1470 – 1540)
Se han conservado muchas estampas suyas, como el Sacrificio de Isaac; San Pablo herido
de ceguera; la Adoración de los pastores; una Batalla; Los israelitas recogiendo maná; Asamblea
de esqueletos presidida por la muerte.
Su verdadero nombre era Agostino Musi. Al igual que otros grabadores como Marco Dente
y Bernardo Daddi, se engloba en el círculo de artistas que trabajaron a la sombra de Marcantonio
Raimondi, grabador predilecto de Rafael Sanzio. Como ellos, se especializó en el grabado de
reproducción para surtir al creciente mercado de estampas de los grandes del Renacimiento. Su
hábito de firmar y fechar las planchas ha contribuido a reconstruir más fácilmente su amplia
producción. Se conservan unas 140 obras firmadas, aunque se le atribuyen muchas más.
Fue conocido como Agostino Veneziano debido a su lugar de nacimiento. Sus primeras
obras, fechadas en 1514, son copias de La última cena de Durero y de El astrólogo de Giulio
Campagnola. Otras dos copias grabadas, de diseños de Andrea del Sarto (Cristo muerto
sostenido por tres ángeles, 1516) y de Baccio Bandinelli (Cleopatra, 1515) han permitido situarle
en Florencia en esos años. Se mudó a Roma, donde pasó a colaborar como ayudante en el taller
de Marcantonio Raimondi.
Hacia 1516 se fecha una plancha creada para Raimondi, La muerte de Ananías (catálogo
Bartsch 42), de una serie de grabados sobre Los hechos de los Apóstoles, los tapices para la
Capilla Sixtina diseñados por Rafael Sanzio poco antes. Veneziano es el autor de varias de las
planchas de la serie, mientras que a Raimondi sólo se atribuye una de ellas.
Hacia 1520 grabó una réplica (Bartsch 347) de la plancha Hércules y Anteo de Raimondi,
basada en un diseño de Giulio Romano. Retomó el mismo tema, aunque en una composición
diferente, en 1533, con un diseño de Rafael donde el combate entre Hércules y el gigante es
presenciado por la madre de éste, la diosa Gea (Bartsch 316).
También tomó de Rafael el diseño de Hombre y mujer uniendo sus manos (Bartsch 471).
Otra plancha suya es La academia de Baccio Bandinelli, que muestra el taller de dicho escultor
florentino.
Ahmad ibn Baso, arquitecto almohade, (Sevilla, principios del s. XII – 1184)
En toda la historia de la arquitectura musulmana se trata del primer profesional del que
poseemos datos ciertos y pormenorizados. Este arquitecto, quizas el primer sevillano de una
familia que probablemente había emigrado de Toledo en el s. anterior, era algo más que un
simple carif al-banna'in, es decir, un "perito de los albañiles", pues se le atribuye autoridad sobre
todos los de Al Andalus, y aunque dificilmente pudiera haberla alcanzado a traves de un proceso
de convergencia de los gremios urbanos, no hay duda que los dos primeros califas almohades,
sobre todo Abu Yaqub, se la reconocían o se la otorgaban, manteniéndolo en tales condiciones
desde el año 1160 hasta que desaparece de la documentación en 1184.
A partir de 1159, por orden directa del califa, comenzó a dirigir, junto a al- Hayy Yais, la
planificación y construción de Gibraltar, donde apareció al frente de "todos los albañiles y sus
similares y los obreros que les ayudasen y obedeciesen". En 1162 apareció dirigiendo
restauraciones en Córdoba, tratando de devolverle su antigua vitalidad para lo que "y trajeron
albañiles, arquitectos y obreros para la edificicación de los palacios y las casas de sus barrios
para volverlas a levantar. Se construyó y se mejoró su estado. Se encargó de ello el arquitecto
Ahmad b. Baso, quien reparó alli todo lo derruido". Construcción de la Buhayra de Sevilla (a
partir de 1171). "(...) Mandó el Amir al-Mu/minin al cadí Abu- l-Qasim Ahmad b. Muhammad al-
Hauffi, y a Abu Bakr Muhammad b. Yahya b. al-Haza, imam de su mezquita, por la confianza que
tenía en la fidelidad y de ambos en su religiosidad y conocimiento de la geometría y de la
agrimensura y de los cultivos, que le acotasen de la tierra blanca (...). El alarife Ahmad b. Baso,
jefe de los que edificaban en al-Andalus, se ocupó de construir los palacios citados en la Buhayra
(...) Había fuera de la puerta de Carmona, en el llano, sobre el camino que conduce a Carmona,
huellas antiguas, que se habían cubierto, de la construcción de una acequia. La tierra se elevaba
sobre ella y había en la tierra una línea de piedras, cuyo significado se desconocía. Fue a ella al-
Hayy Yacis, el ingeniero, y cavó alrededor de los vestigios mencionados, y he aquí que apareció
la traza de un acueducto, por el que se conducía el agua antiguamente a Sevilla (...). Niveló la
tierra desde este sitio, y condujo el agua por el terreno nivelado hasta la Buhayra citada."
Los textos no ofrecen duda sobre el apel que jugó en la planificación y construcción del
nuevo centro urbano de la nueva capital de Al-Andalus a partir del año 1172: "empezó el Amir al-
Mu/minin a delinear el emplazamiento de esta mezquita noble y hermosa. (...) se encargó de ello
al jeque de los arquitectos Ahmad b. Baso y a sus colegas, los arquitectos constructores de
Sevilla, y a todos los arquitectos de al- Andalus, y con ellos a los arquitectos constructores de la
capital Marrakus y de la ciudad de Fez y de la gente de allende al Estrecho y se reunieron en
Sevilla de ellos y de las distintas clases de carpinteros y aserradores y obreros para las
diferentes construcciones en gran número, hábiles cada uno en cada especialidad de las obras
(...) Reunió para ello obreros con abundancia de hombres y servidores y con la aportación de
útiles de madera, traídos de las costas de allende el Estrecho, como no pudo hacerlo ningún rey
de al-Andalus antes de él (...). Era el inspector jefe de los constructores y alarifes el arquitecto
Ahmad b. Baso; y encargado del registro de los gastos Abu Dawud Yalul b. Yaldasan, privado del
Amir al- Mu/minin y almojarife de las obras. Entre los inspectores sevillanos de esta obra estaba
Abu Bakr b. Zuhr y Abu Bakr al-Yannaqi; luego se les asoció en la inspección cAbd al-Rahman b.
Abi Marwan b. Sacid al-AcAsi, el granadino. (...) Entonces llegó la partida del Amir al-Mu/minin
para su capital, Marrakus el 14 del mes de Sacban del año 571, y mandó a los alarifes y
constructores y operarios el volverse a sus patrias". "(...) mandó al gobernador que mandaba en
Sevilla (...) construir el alminar dicho (...). El alarife Ahmad b. Baso abrió sus cimientos, junto a la
aljama, y encontró en ellos un pozo manantial y lo cegó con piedras y cal, explanó sobre el agua
hasta que aseguró las bases de los cimientos. Se encargó del registro de los gastos de la obra el
almojarife, Muhammad b. Sacid ya citado"
Ahmadabad o Ahmedabad
Ciudad de la India en el estado federal de Gujarat, junto al Sabarmati
Arte
Conjunto artístico formado por más de 50 mezquitas, una necrópolis real (en el arrabal de
Sarjej) y mausoleos. En el sector moderno, edificios proyectados por Le Corbusier. Famosa ermita
o asram , fundada por Gandhi.
Desde el punto de vista arquitectónico, Ahmadabad es una de las ciudades más
suntuarias del país. Entre sus principales monumentos destaca el Jama Masjid (conocido también
como la ‘Gran Mezquita’), una construcción de estilo indosarraceno que tiene 300 columnas
talladas en un estilo muy recargado; el templo de Hathi Singh, un santuario jainí construido en
1848, y el edificio de la Asociación de Fabricantes de Tejidos de Algodón, de fecha más reciente y
diseñado por el arquitecto francés Le Corbusier. Al otro lado del río se encuentran el ashram
(retiro religioso) de Mahatma Gandhi y el museo dedicado a su memoria.
El Museo de Ahmedabad en la India fue encargado al Arquitecto Charles-Édouard
Jeanneret-Gris (Le Corbusier), en el año 1951. Después de un debate que tuvo el Ayuntamiento
de la ciudad en julio de ese mismo año, el proyecto del museo se convirtió en el principal
objetivo a realizar, el “corazón” para el centro cívico.
Simultáneamente Le Corbusier realizo distintos proyectos para Ahmedabad como el
Palacio de la Asociación de Hiladores en el mismo año, la Villa Shodhan y La Casa de Manorama
Sarabhai.
La idea generadora del Centro Cultural fue la de un Museo “Ilimitado” (Musée à
croissance illimitée), que anteriormente Le Corbusier habría proyectado, idea que con el paso de
los años sufriría modificaciones e inclusive añadiría nuevos conceptos o elementos.
A lo largo de la obra de Le Corbusier podemos encontrar conceptos que evolucionaron
con el paso del tiempo a partir de proyectar y construir. El concepto de museo ilimitado fue una
de esas ideas que manejó en dos proyectos con anterioridad, como: El Mundaneum, el Museo
Mundial de Ginebra, Suiza, en el año de 1929 y el Musée à croissance illimitée de Sans lieu en
1939. Sin embargo solo tres proyectos de museos se realizaron incluyendo el de Ahmedabad.
La “espiral cuadrada” sigue siendo la constante, disponiendo de los espacios en torno a
un patio y por medio de una retícula de columnas que levantan el edificio un nivel a partir de la
cota cero; los muros que se proyectan y extienden hacia afuera en planta baja, consiguiendo no
tener límites en extensión.
El museo es un prisma que se eleva de la cota cero un nivel sobre Pilotis en una retícula
de 7 x 7 metros, formando andadores de catorce metros de ancho generando circulaciones en
espiral dentro del edificio. En proyecto cuenta con volúmenes que se ligan mediante la planta
baja creando una direccionalidad en espiral aunque no se llegaron a construir. Actualmente
cuenta con:
Planta Baja: En planta baja encontramos el vestíbulo de entrada que tiene una
triple altura, para llegar a él es necesario pasar por el espacio libre soportado por pilotis. En la
parte central encontramos la rampa de acceso al primer nivel, así como unas escaleras que
suben al mismo, un núcleo de baños y un kiosco como punto de venta para las reproducciones
de arte. También podemos encontrar un depósito de colección del museo, del cual se desprende
un elevador para mover las obras a las plantas superiores. En el proyecto original se
desprenderían 3 volúmenes del edificio principal, los cuales no se construyeron. En proyecto el
primero tendría un atelier con una extensión considerable para la preparación de exposiciones
en la planta alta. Sin olvidarnos del auditorio para conferencias y la biblioteca con depósito para
libros. Los otros dos son volúmenes independientes tendrían salas arqueológica y antropológica
contando cada uno como edificios independientes con circulaciones propias.
Planta Primer Nivel: Llegando por una rampa o por la escalera llegamos a este
nivel donde se encuentran las primeras salas de exposiciones que se disponen en forma de
pasillos largos que abarcan 7 metros de ancho cada uno. Todas las salas disponen de
circulaciones que vinculan la planta baja y esta. Algunas cuentan con dobles alturas para
aprovechar el espacio en vertical. En el remate del forjado del entrepiso se encuentra una
jardinera hecha de hormigón armado.
Planta Segundo y Tercer Nivel: Estas plantas se ligan mediante las escaleras que
se desprenden del primer nivel. Estas conducen a distintas salas de exposiciones que se
localizan como en el primer nivel en galerías de 7 metros de ancho. En este nivel se localiza
claramente un forjado de concreto que tiene remates en todo el contorno que sobresalen en
fachada como piezas independientes.
Cuarto Nivel: En el cuarto nivel tenemos gran parte de instalaciones eléctricas así
como el remate del edificio que consta en dejar los muros en fachada bajos para poder tener una
abertura donde se filtrara el aire y la iluminación natural.
Azotea: La azotea es un tema importante, ya que aunque no es la clásica terraza
empleada en todos los proyectos, Le Corbusier la concibe como vasijas llenas de agua las cuales
brindaran frescura al edificio debido a las altas temperaturas que existen en la ciudad. Es por
eso que la cubierta es un forjado de hormigón armado que se recubre de una capa de concreto
ligero, luego una capa de impermeabilizado, para después cubrirlo por distintas capas de tierra y
arenillas para rellenar todas las “vasijas” con agua.
La estructura se compone de losas de hormigón armado y pilotis, con lo cual obtenemos
un clásico sistema domino con planta libre. En el primer nivel se encuentra una bandeja de
hormigón donde se localizan las instalaciones y a su vez es rematada por una jardinera de
hormigón la cual tiene vegetación con lo que se pretende tener un aislamiento térmico natural.
Los elementos de circulación son de hormigón y van de la mano con los forjados.
Las Fachadas se componen de muros dobles de ladrillo rojo con distintas separaciones
entre ellos en cada fachada, recubriendo el edificio de esta manera para disminuir las
temperaturas. En el cuarto nivel podemos distinguir que el forjado tiene un remate en
sobresalientes de hormigón que hacen una función para sujetar la fachada principal de ladrillo y
dar rigidez necesaria. También podemos apreciar una repisa de hormigón armado como remate
en la fachada principal en todo el edificio La azotea es de hormigón armado en módulos de
7x7m o 50 m2, recubierta de hormigón de baja densidad e impermeabilizantes con capas de
arena para hacer la función de contenedores de agua.
Los pisos son de hormgión armado y las carpinterías así como puertas de acceso son
perfiles extruidos en acero y acero laminar remachado.
Ahrensburgiense
Dícese de una cultura prehistórica que se desarrolló en la fase final del Paleolítico
superior en el Norte de Alemania. Entre sus utensilios destacan unas pequeñas puntas de
proyectil talladas en espiga. El nombre proviene de la localidad alemana de Ahrensburg.
Marca el final de Paleolítico Superior. Su nombre viene dado por la villa epónima de
Ahrensburg, situado a unos 25km al noreste de Hamburgo, en el estado alemán de Schleswig
Holstein. Aquí los arqueólogos han encontrado tres importantes poblados: Meiendorf, Stellmoor y
Borneck. La industria lítica destaca por un gran número de raspadores cortos sobre lasca, menor
número de buriles y pocos perforadores. El utillaje sobre asta de Reno se compone de hachas y
arpones de una y dos hileras de dientes. Asociado a estas industria, podría estar la caza de aves
con cuyas plumas se rematarían las flechas, cuyas puntas son característica de esta cultura. Los
campamentos al aire libre se encuentran cerca de lagos o cursos de agua y son campamentos
de verano mientras que los de cueva son invernales. Las manifestaciones artísticas
corresponden a escotaduras y líneas entrecruzadas formando complicados diseños.
Aicardo, Juan, arquitecto italiano (Cuneo, Piamonte, fines del s. XVI – 1650)
Hizo construir varios edificios en Génova, entre los cuales destacan los almacenes de
grano, y un magnífico acueducto, que fue concluido por su hijo.
Aichel, Giovanni Santini, arquitecto alemán (1667 – 1723)
Se formó en Italia y, luego, viajó por Inglaterra y Holanda. Algunas veces cultivó el estilo
barroco y otras, el estilo neogótico. Se especializó en éste último estilo, un gótico alegre,
ingenuo y muy personal, con predilección de las formas estrelladas en sus elegantes y etéreas
bóvedas: Marienkirche, Kladrau (1712-26) y las iglesias de Seelau y San Juan Nepomuceno en la
Montaña Verde, cerca de Saar (1719-22). Sin embargo, fue un extravagante y no ejerció ninguna
influencia ni tuvo ningún discípulo.
Santini nació en Praga de una familia de masones, que se mudaron de Italia a Bohemia
durante el siglo XVII. La influencia de Borromini es evidente en su gusto por las formas
estrelladas y el simbolismo complejo. Muchas de sus contrucciones son frescas y elegantes, a
pesar de todo sus contemporáneos lo catalogaban como un genio incorformista y debido a eso
ejerció poca influencia en las generaciones subsecuentes de los arquitectos de Bohemia.
El asteroide 37699 Santini-Aichl fue nombrado en su honor.
Obras suyas son: Entrada del edificio principal en Plasy. La Capilla Ana en Brezany (1705-
1707) El monasterio en Plasy (1711-1723) El chateau Karlova Koruna en Chlumec nad Cidlinou
(1721-1723) La Iglesia de la Ascensión en Kladruby (Tachov District) La Iglesia de peregrinación
de San Juan Nepomuceno en Žďár nad Sázavou (1719-1727) (Patrimonio Unesco) Arquitecto
inicial y reconstrucción del Chateau de Zbraslav. Diseños y Construcción del Chateau de Kalec.
Aija
Ciudad de Perú, capital de la provincia homónima (Aija), perteneciente al departamento
de Ancash. Se encuentra situada a 70 km al SO de Huaraz, sobre la carretera que une Recuay
-en el Callejón de Huaylas- con Huarmey, sobre el litoral Pacífico. Emplazada a 3.515 m de
altitud, en la margen derecha de un riachuelo que fluye hacia el Huarmey.
Patrimonio artístico
En sus alrededores se encuentran numerosos restos arqueológicos, como monolitos
tallados con representaciones antropomorfas y bajorrelieves. En la cumbre del cerro Quillayoc,
se encuentran las ruinas de lo que debió ser un templo consagrado al culto a la Luna, y que
probablemente fue el centro religioso de la región. Según testimonio del arzobispo Toribio
Alfonso de Mogrovejo, que visitó la zona en 1593, la población contaba por aquel entonces con
"ochocientas noventa y siete ánimas", y un obraje en el que se empleaban cien obreros.
Aikman, Guillermo, pintor escocés (1682-1731)
Estudió en Italia y después estuvo en Turquía y en Inglaterra, donde halló un generoso
protector en el duque de Argyle. Sobresalió en los retratos. Es estimado por sus compatriotas por
la gracia y elegancia de sus composiciones, de las cuales se han conservado, entre otras, los
retratis de los personajes más distinguidos de su tiempo. Fue amigo de los primeros poetas de su
nación; y cualquiera que sea el lugar que ocupe entre los artistas, merece reconocimiento
porque fue el primero que dio a conocer y alentó el mérito naciente del poeta Thomson.
Ainaud de Lasarte, Joan, historiador y crítico del arte español (Barcelona, 1919 –
1995)
Figura relevante en la organización de numerosos museos españoles, destaca también
por sus obras sobre arte medieval.
Hijo de Manuel Ainaud y nieto de Carmen Karr, realizó estudios por libre de Filosofía y
Letras en la Universidad de Barcelona. Se doctoró en historia en Madrid el año 1955. Estudió
historia del Arte en los Estudios Universitarios Catalanes con Agustí Duran i Sanpere y Ferran
Soldevila.
Fue director de los Museos de Arte de Barcelona (1948 1985) y del Museo Nacional de
Arte de Cataluña, presidente del Instituto de Estudios Catalanes (1978 1982); miembro de la
Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi, de la Real Academia de las Buenas Letras de
Barcelona, correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real
Academia de la Historia, miembro de la Junta Consultora de Òmnium Cultural, de la Académie de
Beaux Arts belga y del Consejo Internacional de Museos (ICOM), y presidente del patronato del
Instituto Amatller de Arte Hispánico. Profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona entre
1968 y 1978, donde fue uno de los fundadores del departamento de Historia del Arte. Comisario
en numerosas exposiciones, entre las que se destacan Catalunya, la fábrica de España (1985) o
la Gran Exposición de Arte Románico (1961) en el Palacio Nacional de Montjuïc, patrocinada por
el Consejo de Europa, el catálogo de la cual es un libro de referencia del arte románico en
Cataluña.
Obras suyas son: Cerámica y vidrio, 1955; Jaime Huguet, 1955; Escultura gótica en
colaboración con Duran i Sanpere, 1956; Miniatura, grabado y encuadernación con Domínguez
Bordona, 1958; Pinturas románicas españolas, 1962; Cerámica (colección "Ars Hispaniae"), 1964;
Museo de Arte de Cataluña. Arte Románico. Guía; 1973; Los vitrales medievales de la iglesia de
Santa María del Mar con Joan Vila Grau y Assumpta Escudero (Premio Crítica Serra d'Or de
Investigación, 1986)), 1986; Los vitrales de la catedral de Girona con Joan Vila Grau y Assumpta
Escudero, 1987; El palacio de la Generalitat, 1990; La Pintura Catalana (tres tomos: La
Fascinación del Románico; Del Esplendor del Gótico al Barroco; Del s. XIX al Sorprendente s. XX)
(Premio al libro mejor editado del año otorgado por el Ministerio de Cultura. Premio al libro mejor
editado del año otorgado por el Gremi d'Editors de Catalunya. Premio Nacional de Artes Plásticas
de Cataluña al autor Joan Ainaud de Lasarte), 1989 1991; Los vitrales de la catedral de Barcelona
y el monasterio de Pedralbes con Joan Vila Grau y Assumpta Escudero, 1995.
Se le han hecho algunos reconocimientos, entre ellos, la cruz de San Jorge de la
Generalidad de Cataluña (1982), medalla de Oro de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura
(1982) medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona al mérito científico (1993) y premio de Honor
Lluís Carulla (1994).
Ainmuler, Maximiliano Emanuel, pintor de vitrales alemán (Münich, 1807-1870)
Bajo la tutela de Gartner, director de la Real Fábrica de porcelana de Nymphenburg, se
dedicó al estudio de la pintura de cristal, como un proceso mecánico y como un arte, y en 1828
fue nombrado director de la recién fundada Real pintado de vidrio fábrica en Munich.
Las primeras muestras de trabajo de Ainmiller se encuentran en la catedral de Ratisbona.
Con pocas excepciones, todas las ventanas de la catedral de Glasgow de la mano. Las muestras
también se puede ver en St Paul's Cathedral y Peterhouse, Cambridge, y la catedral de Colonia
contiene algunas de sus mejores producciones. Ainmiller había una considerable habilidad como
pintor de petróleo, sobre todo en interiores, sus cuadros de la Capilla Real del Castillo de Windsor
y la Abadía de Westminster está muy admirado. Está enterrado en el antiguo Südfriedhof en
Munich.
Airola, Ángela Verónica, canonesa y pintora italiana (Génova, 1600-1699)
Pintora del período barroco, activo principalmente en Génova. Fue discípula del pintor
Domenico Fiasella . Se convirtió en una monja de la orden de San Bartolomé Oliveta dell 'en
Génova. Pintó varias obras, principalmente religiosas, que se conservan en los conventos en los
que estuvo.
Aitken, Robert Ingersoll, escultor estadounidense (1878-1949)
Nacido en San Francisco, Aitken estudió en el Instituto de Arte Mark Hopkins Institute of
Art junto con Douglas Tilden. De 1901 a 1904 fue instructor del Instituto. En 1904 emigró a París,
Francia, donde continuó sus estudios. Volvió luego a Nueva York, donde trabajó como instructor
de Arte en el Art Students League of New York.
Su trabajo incluye la fuente Science (Ciencia) y las estatuas Great Rivers (Grandes ríos)
del Capitolio del Estatal de Missouri, La estatua Iron Mike en la isla Parris, en Carolina del Sur,
varias esculturas militares en la Academia West Point, y el Temple of Music (Templo de la Música)
y el Monumento Dewey en San Francisco, California.
Posiblemente su obra más conocida es el frontis oeste del edificio de la Corte Suprema de
los Estados Unidos, que lleva la inscripción Equal Justice Under Law (Justicia igualitaria ante la
Ley). La escultura, sobre la entrada del edificio, consta de nueve figuras: la Libertad rodeada de
figuras representando el Orden, Autoridad, Concejo y Mejora. Estas figuras alegóricas
representan personas reales que tuvieron que ver con la construcción del edificio: Aitken mismo
está representado a la izquierda de la Libertad.
Muchos de sus trabajos fueron tallados por los Hermanos Piccirilli.
Aivazovsky Iván Konstantinovitch, pintor ruso (Theodosia, Crimea, Ucrania, 1817 –
1900)
De ascendencia armenia, se hizo famoso por sus paisajes marinos. En 1833 ingresó en la
Academia de Arte de San Petersburgo, recibiendo dos años después la medalla de plata en un
certamen artístico por su obra Estudio aéreo sobre el mar. Esta pintura fue elegida para decorar
el Palacio de Invierno. En 1841 comenzó un viaje de cinco años que le llevaría por distintos
países, entre ellos Italia, Portugal, España, Francia, Reino Unido y Holanda. En 1842 conoció al
célebre paisajista Turner. A su regreso a Rusia, en 1844, recibió el nombramiento como
académico de la Academia de San Petersburgo. Dos años después fue nombrado profesor en la
misma institución.
En 1848 celebró su primera exposición en Moscú. En 1853 participó en las excavaciones
arqueológicas realizadas en Teodosia, sacando a la luz numerosos objetos de arte que pasaron a
formar parte de las colecciones del Hermitage. En 1857, tras una brillante exposición de sus
obras celebrada en París, Aivazovski fue condecorado con la Legión de Honor. En 1869 visitó
Egipto.
El pintor Ivan Konstantinovitch Aivazovsky hizo cerca de 6.000 pinturas marinas.
Sus numerosas marinas le hicieron merecedor del nombramiento de pintor oficial de la
marina rusa.
El Arte de Aivazovsky es el arte del Hombre y la Humanidad; es la denuncia de la
opresión y el despotismo. Él es el artista del principio de la libertad, y el verdadero abogado de
la Madre Naturaleza.
Hovhannes (Ivan) Aivazovsky es el fenómeno más interesante del arte del s. XIX. Ganó
fama internacional a la edad de 25 años, fue elegido miembro de cinco Academias europeas y le
fue otorgada la medalla de la Legión francesa de Honor. Delacroix se refirió con reverencia y
Turner lo llamó un genio.
El nombre de Aivazovsky está intricadamente limitado con el mar. "Quizás nadie en
Europa ha pintado la belleza extraordinaria del mar con el tanto sentimiento y expresión como
Aivazovsky tiene",escribe V. Adasov.
En sus mejores marinas (con un legado de aproximadamente 6000, hay algunos trabajos
dignos de su habilidad artística y otros donde resalta el mérito a su atención artística singular) él
ha revelado su ego interno a través del espíritu de los tiempos, sus ideales de humanismo, y el
amor de libertad. El Artista vivió por estos ideales; el amor que él tenía hacia los oprimidos, la
ayuda que él ofreció y el trabajo que él hizo para el bien público hicieron de él un individuo
excepcional y un verdadero hijo de sus tiempos.
Aivazovsky nació a una familia armenia en la ciudad de Theodosia en la Crimea (los
antepasados del artista se llamaron Aivazian. Su padre se llamó Haivazosky. Hovannes y su
hermano decidieron llamarse Aivazian o Aivazovsky. Algunos de los trabajos del artista llevan la
firma Hovhannes Aivazian. A la edad de veinte años se gradúa en la Academia de Arte de San
Petersburgo con la medalla de un oro. Él viaja a Italia para continuar sus estudios y retorna como
un pintor de marinas aclamado internacionalmente. No le interesaban la seguridad financiera ni
vida de lujo. Él vuelve a su tierra natal, edifica un taller hogar en la costa y, hasta los últimos
días de su vida, se dedica al trabajo que él ama. Participa en exhibiciones por todo el mundo.
Obtiene el reconocimiento y la gloría en grado sumo como representante de arte ruso
contribuyendo a su conocimiento y su famialirización por parte de todo el mundo.
En el trabajo creativo de Aivazovsky uno encuentra notables aspectos de la cultura
armenia y el temperamento nacional, imposibles de separar su arte de sus connacionales. Es
esta característica que otorga su única calidad a la creatividad de Aivazovsky.
Después de la guerra ruso persa, al principio del segundo cuarto del s., Armenia Oriental
cayó bajo el mandato ruso. Armenia occidental todavía estaba bajo el dominio turco. El
movimiento de Liberación en Grecia y los Balcanes se volvió un incentivo para los armenios. La
ola de vida espiritual encontró su reflexión en el arte y literatura.
Los artistas armenios recibieron su educación en las escuelas europeas y rusas, siendo
Aivazovsky uno de los primeros, y así pudo introducir los nuevos conceptos en nuestro arte
nacional. Este proceso culminaría después en la clarificación y purificación de nuestro idioma
artístico nacional.
Incluso en años tempranos, Aivazovsky tenía una comprensión vívida y emocional de la
realidad. Continúo siendo en el fondo un romántico incluso a través de su arte nunca podría
separarse de su formación académica. El idioma expresivo del Artista estaba en la armonía
completa con las técnicas que él usó. Cuando un muchacho joven Aivazovsky había conocido el
mar, lo había amado apasionadamente y conoció los secretos de sus movimientos. Era esta
memoria, junto con su imaginación que era responsable de sus mejores trabajos. En lugar de
meramente "reproducir" el mar, Aivazovsky nos cuenta sus fábulas y así hace una declaración
simbólica.
Aivazovsky dejó su marca en el arte contemporáneo a través de sus propias reglas y su
propia vista mundial; él era en verdad, por un lado su formación académico y sus inclinaciones
románticas.
En el lienzo "Los Hermanos Mejitaristas en la Isla de San Lazaro", por ejemplo, la isla da la
impresión de una nave en el ocaso y las personas parecen ser viajeros de esperanza y sueños.
El concepto de luz es un todo importante para Aivazovsky. El espectador perceptivo
observará que mientras pinta las olas, nubes o espacio del cielo, el énfasis del Artista está en la
luz. En el arte de Aivazovsky la luz es el símbolo eterno para la vida, esperanza y la fe. Este
concepto tiene sus raíces más profundas en la cultura armenia y una marca de su continuidad
para la próxima generación de artistas armenios. El Artista había oído las canciones de los
poetas medievales que glorifican la luz en las iglesias armenias. En sus últimos trabajos ("Entre
las Olas") la luz desciende de una fuente inadvertida como rayo poderoso que agujerea la
oscuridad y establece la esperanza.
En los lienzos que pintan las tormentas (qué constituye más de la mitad del legado de
Aivazovsky ) la solidaridad del hombre con el hombre es evidente en la lucha contra los
elementos.. El hombre no se rinde; él triunfa. Ésta es la expresión del rasgo popular de
optimismo extremo y resistencia. La ironía en el romanticismo de Aivazovsky es la fe que el
hombre (esta criatura diminuta del Universo) tiene en la vida y Naturaleza. En el políticamente
turbulento s. XIX, es esta misma fe inquebrantable que los armenios mantenían en su lucha por
su auto determinación.
Para terminas con la "Cuestión armenia", el Sultán Abdul Hamid, en 1895, ordenó la
masacre de centenares de miles de armenios. Numerosos monumentos culturales armenios
fueron quemados o destruidos. Estos trágicos hechos conmocionaron a Hovannes: "Mi corazón
está lleno de pesar por nuestra gente muerta en esta matanza, trágica e inaudita.... " así le
escribía al Catholicos armenio Jrimian. Él arrojó al mar la medalla que el Sultán le había otorgado
años atrás. Pintó y exhibió lienzos que pintan y describen la matanza. Embargado por el dolor y
pesar pintó "La Explosión de la Nave turca" última obra que nunca pudo terminar. La fecha fue el
2 de mayo de 1900.
La casa de Aivazovsky en Theodosia se volvió un lugar para la peregrinación artística.
Fueron invitados allí numerosos artistas armenios y también actores y músicos donde pudieron
trabajar. Fue allí que artistas como Bashinjagyan, Sureniants, Makhokhian y Shabanian
empezaron su vida creativa. El sueño de Aivazovsky era crear una unión de artistas armenios de
todo el mundo.
Durante su período largo de vida creativa, y sobre todo después de las 1868, Aivazovsky
pintó decenas de pinturas con temas armenios. Sus paisajes que pintan la vida en Tbilisiel Lago
Sevan y el Monte Ararat popularizó el género en el arte armenio. También pintó una serie de
trabajos con los temas de la Biblia y de la historia antigua armenia. Dos de sus trabajos que se
exhibieron en la Iglesia en Theodosia y han inspirado su patriotismo desde entonces.
Es imposible de apreciar el arte armenio del s. XIX sin Aivazovsky. Es igualmente
imposible de ignorar sus raíces armenias y considerarlo un artista ruso. Hoy, se ve el arte del
gran artista del mar como el ejemplo más bonito del eslabón íntimo entre las culturas rusas y
armenias.
Según sus deseos, Aivazovsky fue enterrado en la Iglesia armenia de St. Sarkis en
Theodosia. Su lápida tiene una cita de la "Historia de los armenios" de Movses Jorenatsí "Nacido
un mortal, él dejó recuerdos inmortales".
Hoy sus obras han cobrado altísimo valor, incluso monetario, las grandes casas de
remates de arte europeas subastan sus obras en valores millonarios. Shahen Khachatrian
Director de Art Gallery Nacional y Martiros Saryan Museo.
Aix en Provence
Ciudad de Francia en el departamento de Bouches du Rhône, en el valle del Aix. Fundada
por los romanos en 123 a. de J.C. (Aquae Sextiae), después de haber sido escenario de la victoria
de Mario sobre los teutones (102 A. DE J.C..). En el s. XII fue la cap. del condado de Provenza.
Arte
Hay muchos edificios religiosos importantes en la ciudad, entre ellos se puede citar a la
catedral de Saint Sauveur, la catedral gótica en la rue J. de la Roque, frente a la Universidad, la
catedral de Saint Sauveur, que fue construida entre los s.s V y XVIII, lo cual se manifiesta en la
ausencia de homogeneidad estética en la fachada principal, influida por las corrientes
arquitectónicas de los s.s XII a XVI. Presenta un imponente campanario octogonal construido en
dos cuerpos ahusados, que data de 1323. El interior presenta tres naves: una románica, una
barroca y una gótica. La obra artística más importante de la Catedral es el Triptyque du Buisson
ardent (Tríptico de las zarzas ardientes) de Nicolas Froment. Importantes tapices como Vie de la
Vierge et de Jesús, de finales del s. XV; del mismo periodo data el Retable de la Légende Saint
Mitre. Destaca la falsa caja de órgano pintada en relieve frente a la auténtica. Significativo
baptisterio prerrománico. El claustro de la Catedral está considerado una de las joyas del
Románico en Provenza. También son dignos de mencionat la iglesia de Saint Jean de Malte, el
monasterio del Saint Sauveu, la iglesia de Notre Dame de la Seds la iglesia del Saint Esprit y la
iglesia de la Madeleine (1691), cuya fachada fue realizada en 1855.
Otras construcciones importantes son Plaza de los cuatro delfines, construida en 1667
que, situada en la confluencia de las calles rue du 4 Septembre y rue Cardinale, destaca por su
fuente decorada con cuatro esculturas de delfines con las aletas levantadas y está rodeada de
mansiones, como la de Boisgelin, que data del s. XVII; la Fuente de la Rotonda o de las tres
Gracias (1860); el Ayuntamiento (1562); la Torre del Reloj (1511); la Fuente de agua caliente
(1734); la Fuente del Rey Renato (1824); la Plaza Albertas; el Puente de Saint Pons, Puente des
Trois Sautets; numerosos hoteles, como el Hotel d'Estienne de Saint Jean; el Pabellón negro,
actualmente Centro Nacional de Danza.
Aizenberg, Roberto, pintor y escultor argentino (Federal, Entre Ríos, 1928 Buenos
Aires, 1996)
Es considerado como el más importante surrealista de la Argentina. Era hijo de un
inmigrante ruso judío que se estableció en las colonias judías de Entre Ríos, en la localidad de
Villa Federal, ahora conocida como Federal. Cuando tenía 8 años su familia se mudó a la ciudad
de Buenos Aires, en el barrio de La Paternal. Allí realizó sus estudios secundarios en el Colegio
Nacional Buenos Aires. Comenzó la carrera de arquitectura pero la abandonó para dedicarse a la
pintura.
Sus comienzos fueron como alumno de Antonio Berni y luego más tarde con Juan Batlle
Planas, quien le inculca el surrealismo, en la década del 50. En 1969 el Instituto Torcuato Di Tella
realizó una importante exposición retrospectiva de su obra (dibujos, collages, pinturas y
esculturas).
Poco antes comenzó a convivir con la periodista y escritora Matilde Herrera y sus tres hijos.
Luego de producido el golpe militar que dio origen a la dictadura conocida como Proceso de
Reorganización Nacional, en 1976 y 1977, fueron secuestrados los tres hijos de su compañera y
sus respectivas parejas; una de ellas, Valeria Belaustegui, estaba embarazada. Todos
permanecen desaparecidos.
En 1977, a causa de la dictadura argentina de 1976 1983 debió exilarse en París. Una vez
recuperada la democracia, volvió a Buenos Aires en 1984.
Murió en Buenos Aires el 16 de febrero de 1996 cuando preparaba una gran exposición
retrospectiva de su obra en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Aizenberg, como Giorgio de Chirico, admiraba la arquitectura, la idea de construcción, y
en especial la arquitectura del Renacimiento. Su obra está permanentemente influida por esta
fascinación sobre la que reflexionaba: “Me interesa mucho la arquitectura me dijo , todo lo que
tiene que ver con el espacio tridimensional y no sólo con el espacio pictórico... que es
bidimensional”.
La obra de Aizenberg muestra torres aisladas, ciudades vacías, edificios misteriosos y
deshabitados, raras construcciones poliédricas. Utilizaba óleos de secado lento para obtener
acabados perfectos, una gran densidad y un brillo fuera de lo común en sus obras. Laura
Feinsilber habla del "rojo Aizenberg, verde Aizenberg, azul Aizenberg". Utilizaba una técnica de
pintura en dos fases:
La primera, utilizando el automatismo, librándose al azar;
La segunda, excluyendo todo azar, seleccionando unos pocos bocetos de entre
decenas y analizando la información generado por la fase automatista.
Prestaba una gran atención a los avances científicos referidos a los procesos cerebrales
relacionados con la creación. Estudiaba apasionadamente textos sobre genética y psicología y
mantenía extensas conversaciones con científicos como el biólogo Daniel Goldstein. En este
sentido Aizenberg decía: “Pienso que tomamos muy por encima, abordamos todas las
actividades de la especie humana sin reflexionar que primero está la especie, el
macroorganismo cuyos designios no conocemos, que a lo sumo podemos sospechar
vagamente...”
Aizenberg criticaba severamente la utilización de modelos en la enseñanza del arte. Para
él, el modelo implicaba una "rigidez total, anacrónica, totalitaria, en el sentido de la dependencia
del artista al modelo, a la autoridad del modelo, es la enseñanza del arte". El modelo, para
Aizenberg, era lo opuesto a la libre expresión. Sostenía que la esencia del arte moderno era la
ausencia de un modelo para copiar o de una realidad exterior que debía ser imitada.
La influencia de Juan Battle Planas fue fundamental para Aizenberg. Batlle era un artista
inclasificable destacaba la importancia del surrealismo y el psicoanálisis, y ubicaba la pasión en
el centro de la actividad del artista, con el fin de utilizar el automatismo energético como agente
catalizador del inconsciente colectivo.
El poeta Carlos Barbarito, autor de un libro sobre Aizenberg, destaca la presencia del
silencio en la pintura de este: “¿De qué nos habla el silencio en Aizenberg? De la soledad, de la
condición humana, de nuestros límites y de nuestra finitud, de la angustia”.
“Para el logro de esa perfección, Aizenberg elimina todo lo accesorio, y así como
cualquier rastro que signifique duda, impulso incontrolado, en un esfuerzo casi ascético por
recurrir solamente a lo esencial. Pero aunque elimine toda huella relacionada con lo vital
inmediato ( que incluye el error, la vacilación y hasta la torpeza), su obra presenta una curiosa
palpitación que, aunque apartada de la vida común, refleja la sorprendente vitalidad de lo
visionario” (Aldo Pellegrini).
La obra de Roberto Aizenberg atraviesa dos períodos diversos de la historia de nuestra
pintura: el vanguardismo de los años sesenta y su posterior crisis y agotamiento. Y, sin embargo,
como bien anotó el crítico Fermín Fevre, su pintura y su temática son atemporales. Lo que lo
llevó a denominarlo un pintor esencialista.
Si el propósito de lo moderno es desechar todo aquello que no remita al presente, a los
nuevos días que corren veloces en Aizenberg, una elaboración rigurosa encaminada a la
construcción de formas puras, cuya perfección lo emparentan con una pintura, que él mismo no
dudó de calificar de clásica, anterior, muy anterior: la del Renacimiento.
Ahora, ¿qué se entiende por esencial ? Es lo relativo o perteneciente a la esencia, es decir
aquello que es verdad tras la apariencia cambiante. Por lo tanto, no sujeto al tiempo, invariable.
La relación entre los hechos y las esencias es que los primeros se fundan en las segundas, pero
no al revés. Esto, como apunté antes, coloca a quien privilegia lo esencial en directa oposición
con quien privilegia lo contingente, cosa esta última insoslayable de toda vanguardia, de todo
movimiento moderno.
¿Esto quiere decir que Roberto Aizenberg trabajaba de espaldas a su tiempo ? No, sólo se
servía de los métodos y técnicas de la vanguardia (el automatismo psíquico puro de los
surrealistas) pero dotando a su obra de elementos diversos, ajenos a la estricta temporalidad de
lo moderno. Es más, hay un aspecto en la labor de Aizenberg que lo emparenta con la pintura
del Renacimiento : al boceto surgido gracias al automatismo le sigue un trabajo posterior muy
estricto, sucesivas capas de pintura hasta lograr el acabado perfecto. Quizás el ejemplo más
cercano a Aizenberg sea Giorgio De Chirico, ambos pueden ser llamados pintores metafísicos.
Aizenberg inició su obra en medio del apogeo del informalismo. Sus primeros cuadros,
pequeños, estaban pintados, a contracorriente del arte hegemónico, con una técnica depurada,
próxima a la renacentista italiana. Esto lo convirtió, de entrada, en un creador solitario,
excéntrico. Pero no sólo la obra, la personalidad de Aizenberg era la de un solitario, la de un
excéntrico. Había una estrecha relación entre persona y creación en él, relación de la que era
consciente. Cada vez que pienso en este aspecto recuerdo a Artaud cuando dice: No amo la
creación separada... Cada una de mis obras, cada uno de los planes de mí mismo, cada una de
las floraciones heladas de mi vida interior echa su baba sobre mí. No existía separación en el
arte de Aizenberg con relación a la persona que lo hacía, entre sus cuadros únicos, misteriosos,
de técnica rigurosa, obsesivamente acabada y el artista de vida y forma de ser distantes, casi
inabordable.
Desde el comienzo, Aizenberg tomó un camino que consideró el único posible y lo
recorrió con total fidelidad. No hay en ningún momento de su trayectoria como artista un desvío,
un acercamiento a tal o cual moda, todo es una absoluta concentración en un estilo y modo de
expresión que el propio Aizenberg no dudaba en llamar clásicos. Es decir, una pintura sin
desbordes, severa, uno de cuyos ejemplos sería, en nuestro s., la de Leger, en contraposición
con la plástica romántica, más desbordada, menos rigurosa, como la de Picasso y Pollock.
Cada cuadro de Aizenberg, sin excepción, está ejecutado en dos momentos o fases: uno,
donde predomina el azar y otro, donde el azar es excluido. La primera fase es la del
automatismo, recurso típicamente surrealista, en la que el artista deja que su mano se mueva
con total libertad sobre el papel. El resultado del automatismo es una enorme cantidad de
imágenes, un sinnúmero de bocetos, a los que es necesario elegir algunos y desechar el resto.
En sus investigaciones acerca del automatismo, Aizenberg llegó a una conclusión: ...sentí
que las imágenes que aparecen en los surrealistas, las producidas por el automatismo, no es que
sólo estén dentro del individuo sino que forman parte de una trama muy compleja de circulación
de la información. A partir de esta conclusión, cada boceto nacido del automatismo sería fruto
de una recepción, donde el artista oficiaría de antena, de información casi sin interferencias, sin
ruidos. El artista captaría lo que posee interiormente y cuanto sucede fuera de él, en el universo,
de modo múltiple y sincrónico. Así, existiría entre micro y macrocosmos una relación de vasos
comunicantes que el artista captaría gracias al automatismo.
Un aspecto notable en Aizenberg es su preocupación por la ciencia, sobre todo el
relacionado con los procesos cerebrales relacionados con la creación. De nuevo hay una
proximidad con De Chirico, quien alguna vez dijo: ...yo me pierdo en sueños extravagantes ante
el espectáculo de mi pintura y me sumerjo en reflexiones sobre la ciencia de la pintura y sobre el
enorme misterio del arte.
Resulta infrecuente encontrarse con artistas que, además de reflexionar sobre su propia
obra, indagan profundamente en el fenómeno del arte en general y en los mecanismos
biológicos y psíquicos vinculados con el quehacer artístico. En nuestro medio, el caso de
Aizenberg es excepcional. Me consta su pasión por la lectura de textos sobre genética y
psicología, fui testigo de sus prolongadas y apasionadas charlas con el biólogo Daniel Goldstein.
Aizenberg dice: ...Pienso que tomamos muy por encima, abordamos todas las actividades
de la especie humana sin reflexionar que primero está la especie, el macroorganismo cuyos
designios no conocemos, que a lo sumo podemos sospechar vagamente... Pero no se piense que
el trabajo artístico y las reflexiones acerca de ese trabajo corrían, en Aizenberg, por cuerdas
separadas, se trataba de una sola cosa, una suma. Una de sus preocupaciones centrales era,
como actividad específica de la especie humana, indagar qué mecanismos (que no dudaba en
calificar de pulsiones, de necesidades biológicas) intervenían en la creación pero sin obviar, por
el contrario teniéndolas siempre presentes, las cuestiones básicas tales como qué es la especie
humana, qué es el hombre y qué es la mente.
Una de las pocas disciplinas me dijo una vez en las que he encontrado que se sigue
aferrado a una rigidez total, anacrónica, totalitaria, en el sentido de la dependencia del artista al
modelo, a la autoridad del modelo, es la enseñanza del arte. Lo decía basándose en experiencias
personales, dos años de actividad como profesor en instituciones educativas. Allí tuvo ocasión de
observar a muchos profesores haciendo que los alumnos copiaran modelos. Este hecho lo
espantaba, tanto como a mí la realidad de una enseñanza de la literatura con suma frecuencia
detenida en los días de Bécquer y Darío, como si el arte del s. XX, acaso el más rico y complejo
de la historia, para esos profesores no hubiese nunca existido.
El uso del modelo, para Aizenberg, es lo opuesto a la libre expresión. El alejamiento del
arte de un modelo a copiar, de una realidad exterior a imitar, es piedra basal de lo moderno.
Pero esto no es entendido por la generalidad, sólo por una minoría todavía, si bien hay mucha
gente que tiene noticias del arte moderno, son relativamente pocos todavía los que lo llegaron a
conceptualizar. Aquí está la causa de lo que Aizenberg llamaba desconcierto, la existencia de un
gran número de personas, incluidos profesores, que creen que hay que saber dibujar o pintar, en
el sentido de que existe un modo de arte, un único paradigma al que se debe seguir. Cuando el
arte de este s. que termina es un abanico, una pluralidad de expresiones a menudo
contrapuestas.
Por este motivo, Aizenberg rechazó en su momento la enseñanza de Antonio Berni, artista
inmenso y sin embargo de criterios académicos frente a sus alumnos. Y consideró siempre
iluminadora su relación con Batlle Planas, con quien se identificó plenamente desde el primer
momento. Quedará para un estudio posterior qué elementos si los hay de la obra del pintor de
las noicas y los profetas se encuentran presentes en Aizenberg, aquí hablaré de lo que sí le dejó
huella indeleble en su trato con el maestro.
Se trata del método de enseñanza practicado por Batlle, un hombre influenciado por el
surrealismo, el psicoanálisis y la filosofía de Gurdieff. Para alguien que venía desencantado con
el rigor académico, molesto con la preservación a rajatabla del status quo, conocer a Batlle
significó una experiencia inolvidable. Fue Batlle quien le hizo tomar conciencia de su pasión,
hasta entonces Aizenberg ignoraba que poseía tal bagaje creador. Imagino la sorpresa y, luego,
la casi veneración del joven entrerriano al oír a Batlle, quien adhería al surrealismo, como afirma
Pellegrini, predicándolo mediante una argumentación que más tenía que ver con Gurdjieff que
con los surrealistas: hablaba de la existencia de un automatismo energético como agente
catalizador del inconsciente colectivo.
La influencia de Batlle Planas en Aizenberg fue de carácter filosófico. Influjo decisivo,
duradero. Batlle fue un artista inclasificable, aunque la crítica se afane en rotularlo de
surrealista. Si el propio Batlle adhirió en sus escritos al movimiento, en otros se manifiesta
heterodoxo, próximo al misticismo.
Aizenberg nada tenía en común con el misticismo, pero compartía con su maestro un
ansia de absoluto. Esto se daba tanto en el plano ideológico como en el plano artístico: ambos
estaban ocupados en indagar en lo que Batlle llamaba la acción interno mecánica gestora de la
creación, en usar la evocación y las imágenes oníricas, la irrealidad, término que Aizenberg
aborrecía, para, como bien anota Févre, llevarnos a la realidad.
Batlle en sus escritos y conversaciones se manifestaba como una personalidad múltiple,
el zen, la magia, la psicología y una creencia en una metabiología cohabitaban en su mente y en
sus obras. Este deseo de absoluto, de encontrar una cosmovisión abarcadora, aparece en
Aizenberg, aunque en éste las preocupaciones pasaban por el terreno de lo científico, sobre todo
la biología. Pero, de algún modo, partiendo ambos de presupuestos diversos, uno se nos aparece
como un idealista y el otro como un materialista, se vio antes, se valen de los mismos recursos,
de un semejante deseo de volver atemporal cada obra.
Aizenberg se relaciona con Batlle en 1948. Estudiaba entonces Arquitectura. La influencia
de uno sobre otro resultó fundamental, la decisión de Aizenberg de abandonar la carrera y ser
pintor data de apenas dos años más tarde. Ya en 1954, junto con otros discípulos de Batlle,
expuso sus primeros dibujos en la Galería Wilensky.
Una palabra se repite en cuanto se escribió acerca de la obra de Aizenberg: silencio,
noción que rocé en alguna parte de estas notas.
Puede decirse que el arte actual, con suma frecuencia, se repliega sobre sí mismo para
oír su propio silencio. En las obras de Aizenberg esto no sucede, opino, el silencio entabla
diálogos con el espectador, no existe un repliegue sino todo lo contrario, una apertura hacia
quien la contempla. El silencio en De Chirico y en Aizenberg, pintores donde este elemento
predomina, está poblado. En este punto entramos en una zona indefinida, indefinible, dominio
acaso de la poesía, también de la metafísica. Si, como afirmara Octavio Paz, el silencio es el
borde del lenguaje, las obras de Aizenberg, dominadas por el silencio, resultan travesías hacia
ese borde. Aquí el espectador siente algo poderoso, ominoso que lo llama. Nos retan, como
afirma de nuevo el poeta mexicano, a descender, a ir al fondo. Sin ese descenso en el silencio,
adonde aguarda cierta revelación, la obra de Aizenberg no está completa, aunque se trate de
una pintura, en apariencia, rigurosamente ejecutada, acabada. Sólo puede completarla la acción
de aquel que se atreve. ¿De qué nos habla el silencio en Aizenberg? De la soledad, de la
condición humana, de nuestros límites y de nuestra finitud, de la angustia.
En este aspecto, coincide Griselda Gambaro en su texto en el catálogo de la muestra que
hizo Aizenberg en la Galería Palatina, en 1992, cuando dice estos cuadros están hechos para que
los goce y los padezca la mirada, pero también para que el pensamiento y la memoria los
sobrevuelen más tarde.
Una idea recurrente en la obra de Aizenberg es la de la construcción. Me interesa mucho
la arquitectura me dijo , todo lo que tiene que ver con el espacio tridimensional y no sólo con el
espacio pictórico... que es bidimensional.
Como pintor y dibujante, Aizenberg planteó lo que algunos llaman un arte geométrico y,
otros, geometría metafísica. El propio artista hizo caso omiso de estas definiciones, aunque, en
vías de situarse en alguna parte, se autorotuló metafísico, por el hecho de dotar a sus obras de
un clima. La idea de lo constructivo aparece siempre en Aizenberg, tanto en sus pinturas como
en sus dibujos y esculturas, en una multiplicidad de figuras. Torres aisladas, ciudades vacías,
edificios misteriosos y deshabitados, raras construcciones poliédricas, rostros que, según Févre,
aluden a la forma geométrica aunque prescindan de ella, aparecen a lo largo de su evolución
creadora. Construcciones que, como dice Gambaro, no son sino paisajes de la personal
viscisitud. Pero este paisaje trasciende lo personal, se transforma continúa Gambaro en un
contragolpe de la pintura para abrir un espacio a la realidad de lo que somos.
Las figuras en Aizenberg no pertenecen a lo cotidiano, aunque se trate de presencias
reales. Son, como se vio en el caso de De Chirico, apariciones, revelaciones súbitas y puras que
confirman una idea muy cara al artista: fuera de la convención de la mirada se encuentran cosas
sorprendentes.
Sobre el final de su vida, el arte de Aizenberg sufrió una variante. No fue un cambio
repentino sino el resultado, como siempre sucedía con este artista, de un largo proceso de
meditación.
Los cuadros exhibidos en su última muestra, en la Galería Palatina, mostraban a dos
figuras estilizadas enfrentadas, despojadas de curvas, sobre un fondo neutro. Figuras con colores
a los que Laura Feinsilber llamó, con acierto, rojo Aizenberg, verde Aizenberg, azul Aizenberg,
con una presencia dramática del negro como fondo. En estas pinturas trabajaba cuando
grabamos los diálogos en este libro reproducidos. Hacia el final de esos encuentros, Aizenberg
me contó de algunas ideas que producirían un cambio profundo en su arte. Se trataba de un
estallido de la construcción, de formas que ocupaban todo el cuadro, ya ausente de fondo.
Incluso me mostró algunos bocetos, coloreados si mal no recuerdo. En un reportaje hecho por la
misma época habló de algunas cosas nuevas, sin extenderse, cosa habitual en él que
conservaba los secretos de su arte como un alquimista. Dijo en esa ocasión que tenía material
para una nueva muestra, en dos años. Su muerte, en 1996, truncó ese paso drástico en su
evolución.
Ajanta
Localidad de la India central, en el estado de Maharashtra. Muy cerca de ella se
encuentran 27 cuevas excavadas por el hombre en el largo período que va desde el s. II a. de
J.C. al VIII d. de J.C. Estas cuevas, que en otro tiempo albergaron monasterios (vihara) y templos
(caitya) budistas, son verdaderos conjuntos arquitectónicos rupestres, con grandes fachadas y
amplias salas con bóvedas sostenidas por columnas. Sus paredes se hallan en gran parte
recubiertas de frescos y esculturas. Los frescos, realizados durante la época Gupta (s. V y VI),
constituyen el ciclo pictórico más importante y mejor conservado de la India. Los dibujos,
inspirados en los relatos de las llamadas “vidas interiores de Buda” representan la imagen del
gran Bodisatva, de expresión profundamente humana y figura elegantísima.
La pintura tuvo un interesante auge en la época Gupta y post Gupta, destacando los
grandes ciclos ilustrativos de Ajanta sobre temas religiosos.
Ajanta tuvo también un papel protagonista en el campo político y fue uno de los
principales objetivos de la reivindicación nacionalista, pues sirvió para afianzar la confianza que
el pueblo y los dirigentes indios tenían en su tradición cultural. Coincidiendo con la campaña de
No Cooperación (Satyagraha) promulgada por Mahatma Gandhi (1920), los estudiantes de las
escuelas de arte se negaron a copiar las obras occidentales, prefiriendo ejercitarse en las
pinturas y esculturas de Ajanta, alegando que este gran ejemplo representa la más completa
documentación orgánica sobre arte indio.
En esta revolución cultural, a la que se entregaron múltiples personalidades de la cultura
india, destacan las voces de Abanindranath Ta ore (hermano del famoso premio Nobel), pintor y
director de la Escuela de Arte de Calcuta, y Ananda Coomaraswamy, el primer gran historiador
del arte indio, cuyas obras, inspiradas en la tradición y los antiguos tratados estéticos, siguen
estando vigentes y, felizmente, empiezan a traducirse a nuestro idioma. Cualquier texto actual,
incluso occidental, sobre pintura mural asiática lo cita y hace continuas referencias a Ajanta,
pues su impronta en el subsiguiente desarrollo del arte budista a lo largo de la Ruta de la Seda
es hoy incuestionable; tal es el caso de los murales de Barniyan y Fondukistan (Afganistán), de
Kyzil y Turfan (Turquestán ruso), Dunhuang (en el Gansu chino) y, más remotamente, de los
templos de Horyuji en Nara (Japón). Esta influencia de Ajanta sobre la pintura mural de todo
Extremo Oriente está también presente en el género profano, de dentro y fuera de India, como
muy bien demuestran las pinturas de Sigiriya en Sri Lanka.
Respecto a la historia y cronología de las cuevas hay que aclarar que este maravilloso
museo natural se empezó a excavar en el s. II a. C. y se terminó en el s. VII d. C.; ambos
momentos coinciden con el inicio y decadencia del fervor popular por el budismo. En el proceso
ininterrumpido de la excavación y decoración de las cuevas (desde el centro del conjunto hacia
los extremos) destacan dos grandes fases: la primera desde el s. I a. C. hasta el s. II d. C., bajo la
protección de la dinastía Andhra Shatavahana (cuevas n.°5 8 9 10 12 13 y15), y la segunda
desde los s.s III al VI d. C. controlada por la dinastía Gupta Vakataka (resto de las cuevas, entre
las que se encuentran los más interesantes, n.°5 1 2 16 17 19 y 26). De las treinta cuevas, cinco
son caityas o templos (Nº 9 10 19 26 y 29) y veinticinco son viharas o lugares de reunión,
enseñanza y habitación.
Arquitectónica y escultóricamente se alcanza el esplendor en las caityas 19 (hacia el año
475) y 26 (hacia el año 510), y desde el punto de vista pictórico (hay restos en 16 cuevas) son
justamente famosos los murales de los viharas 1 y 2 (hacia el año 550) y 16 y 17 (hacia el año
510).
La idónea ubicación de Ajanta (800 m de altura) en un lugar aislado y protegido de las
invasiones pero, al mismo tiempo, bien comunicado por las rutas comerciales que permitían el
acceso a los peregrinos y el depósito de las riquísimas donaciones de los comerciantes, facilitó
progresivamente su fama hasta encumbrarlo como lugar sacro, centro cultural y ciudad de
veraneo. Llegó a tener no sólo prestigio moral sino también político y económico pues, como
otros centros monacales, constituyó una gran sociedad capitalista basada en el préstamo con
interés a los particulares. Esta situación se prolongará hasta mediados del s. VI d. C., en que
comienza la decadencia del budismo y su éxodo y posterior asentamiento fuera de India. A partir
de entonces Ajanta decae, aunque una pobre y escasa comunidad de monjes siga habitándolo,
hasta que en el s. VIII se abandona definitivamente para quedar en la tradición popular como
una leyenda. Tras más de diez s.s de olvido Ajanta surge como de la nada.
Antes de empezar a desgranar el apartado pictórico, conviene recordar que la pintura
(como todo el arte religioso indio) también es anónima. Sabemos por las fuentes literarias que la
pintura era una digna ocupación de la nobleza, aunque en realidad el gran trabajo estuviera en
manos de agrupaciones de artesanos, cuyo oficio era hereditario, que en equipos itinerantes
visitaban los monasterios y palacios. En cualquiera de los casos, vivían bajo la protección de sus
anfitriones de los que recibían prestigio y regalos pero nunca salarios. En el género religioso,
además, el artesano trabajaba bajo el control de los silpins (sacerdote artista) que se encargaba
de su preparación espiritual y de vigilar la correcta interpretación de los Silpa Sastras.
La técnica, perfectamente estudiada desde la restauración de Cecconi y Orsini, difiere del
fresco occidental, pero tiene aspectos concomitantes con la técnica del seco y del temple: el
muro rocoso se alisa con un grueso (2 4 cm) mortero a base de tierra ferruginosa y materia
orgánica, consistente en estiércol, paja y cerdas de animales. A continuación, se aplica una capa
adhesiva de resinas y ceras naturales sobre la que se dispone una fina superficie de yeso y cal
tamizados, que será el auténtico soporte pictórico. El artista, entonces, grabará con un punzón
las líneas preliminares de la composición, que queda semioculta por la capa de color monotonal
que da un fondo material y espiritual a la escena. Después se pincelan los contornos de las
figuras con negro humo o rojo cinabrio, y se rellenan las formas de color. Finalmente, se
pulimentará toda la superficie con un colmillo de elefante, lo que produce un bruñido especial y
consolida todas las capas. A veces se refuerza el dibujo de los contornos.
Los pigmentos son minerales locales especialmente seleccionados por su resistencia a la
humedad y a la cal, y abarcan una amplia gama de ocres (cinco rojos, múltiples sienas y cuatro
amarillos) y verdes; el azul, escaso, se toma del lapislázuli; el blanco, siempre muy luminoso, se
consigue del caolín o de concha triturada, y el negro, del carbón. Se diluyen en aglutinantes
naturales como clara de huevo o goma vegetal, y deberán producir, según el Silpa Sastra
Vishnudharmottaram, un número ilimitado de colores mezclándolos con la imaginación y la
emoción.
Hay una constante expresión lineal, una soltura habilísima en lo gestual, en el dominio
del trabajo del pincel, que compensa el nulo estudio de la luz y del sombreado. Además, aunque
los colores son planos, la forma adquiere una gran plasticidad gracias a un sabio contraste de
colores y a un sugerente rayado que alude al volumen, rayado muy leve como líneas de una
hoja.
Cuando se explica la composición pictórica de los murales de Ajanta, es necesario
referirse a su escenografía, porque el mundo del teatro está inmerso en esta pintura que es un
reflejo de la cultura Gupta.
Ajimez
Ventana dividida en dos aberturas por una columna que sostiene dos arcos.
Se llama ajimez a la ventana arqueada que está dividida en dos partes iguales mediante
una columna o pilastrilla llamada mainel o parteluz. La palabra proviene del arábigo español
šamís. En inglés es conocida como mullioned window. El Diccionario de la Academia da un
segundo sentido a la palabra: "Saledizo o balcón saliente hecho de madera y con celosías".
Arabismo iberorromance a través del andalusí aamís , con el significado de ventana de
yeso. Desde el s. XIX se usa el término de ajimez para designar el parteluz y las ventanas con
arcos gemelos y columna de descarga en el centro, que generalmente llevan una celosía.
En su origen se llamó ajimez al saledizo de una ventana o de un balcón o mirador,
siempre que el vano estuviera cerrado con celosías. Servía para que las mujeres pudieran mirar
sin ser vistas. La confusión del término se dio (según cuenta Manuel Gómez Moreno) después de
la publicación de una lista de voces técnicas de origen árabe a cargo de Llaguno y Ceán
Bermúdez, en su libro Noticia de los arquitectos y arquitectura de España, donde aparecen
muchas otras inexactitudes.
Se tiene conocimiento escrito que se conserva en el Archivo Municipal de Granada de que
en esta ciudad, desde 1501, se dieron repetidas órdenes para derribar los aximeces o balcones
en calles muy angostas, al tiempo que se dictaba una ordenanza nueva para que nadie saque
aximez ni portal ni passadizo fuera de la haz de la propia pared.
A partir del s. XIX, el término ajimez se ha adoptado notablemente para distinguir las
ventanas con arcos gemelos. El parteluz y la columna de descarga central. En un principio este
término era utilizado para denominar al saledizo de un balcón, una ventana o de un mirador que
tuviera el vano completamente cerrado a través de celosías. A través de este ajimez, las mujeres
podían mirar todo lo que pasaba en el exterior de las viviendas sin ellas ser vistas.
Ajmer
Ciudad del noroeste de la India, también llamada Ajmere o Ajmir, en el estado de
Rajastan, capital del distrito homónimo, a unos 340 km al SE de la capital, Nueva Delhi. La
ciudad descansa sobre una región accidentada que forma parte de la cordillera Aravalli, al
suroeste de Jaipur; en concreto, se halla ubicada en la vertiente más baja del monte Taragarh, en
las estribaciones de dicha cordillera, en cuya cúspide se halla una fortaleza.
Fundada por Ajayadeva hacia el 1100, fue la capital de un anterior estado, y llegó a
convertirse en una base militar muslim usada en operaciones contra los Rajputs (los guerreros
que gobernaron la región histórica de Rajputana). Fue anexionada por la dinastía de Delhi en
1193, aunque fue devuelta como tributo al gobierno Rajput, y de nuevo conquistada por Akbar
en el 1556. En 1770 fue anexionada por los Marathas, después de lo cual fue escenario de
continuas luchas entre los Rajput y los Marathas, hasta que fue cedida a los británicos en 1818.
En 1878 la región de Ajmer fue constituida como una provincia del jefe de comisionado conocida
como Ajmer-Merwara, y fue dividida en dos extensiones separadas; la mayor de ellas
comprendía las subdivisiones de Ajmer y Merwara, y la más pequeña, en el sureste, comprendía
la subdivisión de Kekri. Entró a formar parte del estado de Rajastan en 1956.
Arte
Ajmer es un importante foco cultural y religioso para hindús y musulmanes. Entre los
lugares y monumentos dignos de mención destacan: las ruinas de un templo jainista
profusamente adornado, construido cuando se fundó la ciudad, en el s. XII, y que más tarde,
hacia el 1.200, se convirtió en una mezquita; la tumba del religioso musulmán Muin-ud-Din
Chishti, que vivió de 1142 a 1236; el palacio de Akbar, emperador mogol que reinó entre 1556 y
1605, y que es ahora un museo; y el college Mayo Rajikumar (1875). Además de éstos, cuenta
con numerosos templos y mezquitas, las cuales son de corte moderno, puesto que los antiguos
santuarios fueron destruidos por los musulmanes en el S.XVII. En el norte de la ciudad se
encuentra el Ana Sagar, un lago creado en el S.XI; en sus orillas se pueden admirar unos
pabellones de mármol construidos por Shah Jahan (emperador mogol de la India desde 1628
hasta 1658), además de ser un estupendo lugar para la observación ornitológica. Así mismo, al
oeste de la ciudad, en la serranía de Aravalli, se encuentra el lago sagrado de Pushkar, un
importante centro espiritual y de peregrinación para los hindúes junto al cual, según la leyenda,
nació el dios hindú Brahma; todos los años, en octubre, se reúnen allí centenares de miles de
fieles para honrar a Brahma y asistir a las ferias del buey y del camello.
Aké
Yacimiento arqueológico maya situado en el estado mexicano de Yucatán, a 35 km al E de
Mérida. Conoció su época de mayor esplendor durante el periodo Clásico de la historiografía
mesoamericana, cuando llegó a ocupar una superficie de 2,4 millas cuadradas. A pesar de ello,
debe considerársele un centro menor, al menos si se compara con otros de la zona como Izamal,
con el que está unido mediante un sacbé (camino artificial de piedra) de 19 millas de longitud.
Otro de estos sacbés conecta también las distintas secciones en el interior de la ciudad.
El edificio más importante de Aké es el llamado Palacio o Edificio de las Columnas. De él
se conservan 36 columnas de gran tamaño (de ahí su nombre), levantadas mediante la
superposición de tambores de piedra, que se disponen en tres filas paralelas de doce columnas
cada una. La técnica de construcción del Palacio es única entre los edificios mayas conocidos en
la región, lo que da al yacimiento su importancia.
Akerblad, Johan David, arqueólogo sueco (1763 – 1819)
Su informe publicado en Carta acerca de la inscripción en la piedra de Rosetta, sirvió de
base metodológica para los trabajos de Jean François Champollion.
Fue un diplomático sueco y orientalista, un estudiante de Silvestre de Sacy. A Sacy la
investigación de la Piedra de Rosetta no le dio ningún resultado y Åkerblad en 1802 logró
identificar todos los nombres propios en el texto demóticas en sólo dos meses. También podría
leer palabras como "griego", "templo" y "Egipto" y descubrió el sonido correcto valor a partir del
14 de los 29 signos, sino que erróneamente cree que el demóticas son jeroglíficos a ser
totalmente alfabético. Una de sus estrategias de comparar a la demótico copto más tarde se
convirtió en un elemento clave en la eventual Champollion decipherment jeroglíficos de la
escritura y el idioma egipcio antiguo.
Arte
*Sólo se puede hablar de un arte germánico a partir de la época carolingia, casi al ?
mismo tiempo que se define una frontera lingüística constante. Los fenómenos artísticos
anteriores (época prehistórica y romano imperial) no presentan en Alemania caracteres
originales. No obstante, antes del florecer carolingio es diga de florecer la fase del arte bárbaro,
desarrollada desde el s. VI, que se manifiesta, sobre todo, en el trabajo de los metales. El
impulso arquitectónico del s. VIII (fundación de Fulcla, Reichenau y Brena) tiene su momento
culminante en el palacio de Carlomagno, en Aquisgrán, del que se conserva la capilla. En los s. X
y XI se desarrolla el arte otoniano, notable, sobre todo, en la escultura (puertas de bronce de
Hildesheim, figuras de los profetas de la catedral de Bamberg y figuras de los emporios de
Groninga). El descendimiento, en madera, del convento de Abdingof (1115) está considerado
como la primera escultura románica de Alemania. Originariamente románicas, pero después
reconstruidas, son varias catedrales del Alto Rin y de la Baja Sajonia, que revelan, a veces,
(Spira, Worms, Maguncia y el cuerpo occidental de la abadía de Santa María de Laach) la
influencia coetánea de la arquitectura comacina. El gótico, que penetró por el Norte de Francia,
se desarrolló en Alemania a partir del s. XIII, manteniéndose hasta muy entrado el s. XVI. Si bien
las primeras catedrales (Colonia, Magdeburgo, Bamberg) revelan la influencia francesa, la de
Estrasburgo ya es creación original, caracterizada por elementos locales, y es considerada uno
de los mejores ejemplos del gótico flamígero. Gran importancia como elemento esencial de la
arquitectura tiene la escultura (estatuas de Bamberg, Nüremberg y puertas de las vírgenes de
Magdeburgo). En el s. XIV alcanza gran importancia la pintura. En Colonia y en Viena se hallan
las escuelas pictóricas más importantes. En la primer ciudad trabajó Juan de Valkenburg, cuyo
estilo gótico, míticamente espiritual, carecía de dramatismo. En los mismos años, en Viena, los
retablos de la capilla de San Leopoldo, en Klosteneuburg, atestiguan en sus efectos
expresionistas, reminisciencias de Giotto di Bondone. De tendencia naturalista se manifiesta el
hamburgués Meister Bertram, autor (1379) del gran altar de la Petri-Kirche (hoy en el Museo de
Hamburgo). En Hamburgo también trabajó uno de los más grandes representantes del gótico
internacional: Meister Francke, autor del nicho de la Englandfahrer (1424, Museo de Hamburgo).
Aun desenvolviéndose dentro de la tradición gótico – tardía, estos artistas están influidos, dentro
de la búsqueda de la naturaleza, por la pintura italiana y francesa. Característica análoga se
encuentra en la pintura de Lukas Moser, Konrad Witz, Hanz Mulstcher y Stephan Lochner o
(Meister Stephan).
*Alberto Durero, considerado como el iniciador del renacimiento en Alemania, y Mathis
Grünewald, más unido a la tradición gótica, dan paso a la pintura del s. XVI. Alumno de Durero,
pero fascinado por las fantásticas visiones de Grünewald, es Hans Baldung Grien, que también
fue un notable xilógrafo. Otros grandes maestros de la época fueron Albretcht Altdorfer, iniciador
de la escuela danubiana, Lucas Cranach, el Viejo, Hans Holbein, el Viejo, Hans Holbein, el Joven y
Hans Burgkmair, el viejo.
*La escultura, entre los s. XV y XVI, tiene su mejor representante en Peter Vischer, el
viejo, miembro de una familia de escultores de Nüremberg. El s. XVI y XVII son 2 s. de gran
impulso arquitectónico. Característica de los edificios civiles y religiosos de esta época es la
tendencia a combinar motivos y estructuras clásicas y barrocas italianas con elementos
nórdicos, como se puede observar en las obras de Elias Holl. La fachada de la Armeria de
Augsburgo, obra de Holl, estaba inspirada en los ?modelos del Renacimiento Italiano. Entre los
escultores, Hans Leinberger muestra ya una cierta sensibilidad barroca (altar tallado de la
catedral de Moosburg); y en el campo de la pintura, a fines del s. XVI, el gusto manierista de la
corte de Rodolfo II, en Praga, penetró en Alemania, pero sin producir todavía grandes obras
maestras. A principios del s. XVI, Adam Elsheimer y Johann Liss recoger, interpretando cada a
cual a su manera, el estilo de Michelangelo Merisi da Caravaggio. En el s. XVIII Alemania recibe
la influencia cultural de varias naciones; pero Franconia es, no obstante, la región en que el
estilo barroco alemán muestra su mayor florecimiento; en ella se encuentra la más bella muestra
de la arquitectura alemana del s. XVIII: el santuario de la Vierzehbeiligen (1473 – 1772) realizada
por Johann Balthasar Neumann. La grandiosidad y vivaz fantasía de la decoración, que tiende a
crear un sentido de maravilla irreal, el uno de los elementos característicos del barroco alemán.
*En el campo de la pintura, entre los numerosos artistas que se dedicaron en este período
a las decoraciones al fresco, cabe recordar a Franz Anton Maulpersch, uno de los más
representativos de las tendencias del s. Adquieren entonces un gran impulso las artes menores,
orfebrería y muebles, al mismo tiempo que se hacían rápidamente famosas las manufacturas de
la cerámica de Meissen y Furstenberger, Entre los escultores merecen citarse Balthasar
Permoser, Andreas Schluter, que fue también arquitecto y, sobre todo, Ignaz Günther. De finales
del s. XVIII hasta muy avanzado el s. XIX, el neoclasicismo y el eclecticismo son el Alemania.
Como en toda Europa, las 2 tendencias fundamentales de la historia de la arquitectura. Pero aun
teniendo en Alemania a sus iniciadores y teóricos (Johann Joachim Winckelmann) el
neoclasicismo no presenta grandes figuras, salvo Karl Friedrich Schinkel y Leo von Klenze. Pero si
tienen particular interés las planificaciones urbanísticas como las de Karslruhe, proyectado por
Johann Jacob Friedrich Weinbrenner y la célebre Avenida Under del Linden, o las puertas de
Brandeburgo y las de Langhas, en Berlín. Un buen ejemplo de los revivals es la Opera de Dresde,
de Gottfried Semper, en estilo renacentista, mientras que en estilo gótico se terminó la
construcción de la catedral de Colonia.
*En la pintura, el gusto romántico tiene sus más grandes exponentes en Phillip Otto
Runge y Caspar David Friedrich, paisajista sugestivo y fantástico. Otro grupo de románticos
alemanes se reúnen en Roma, alrededor de Friedrich Joahnn Overbeck, en la Cofradía de los
Nazarenos. El realismo de Jean Desiré Gustave Courbet penetra en Alemania de mano de
Wilhelm Leibl, mientras que Arnold Böclin y Hans von Marées hacen reaparecer los temas
alegóricos y simbólicos que inician una tendencia neorromántica. El impresionismo francés se
insinúa a principios del s. XX, en la pintura de Max Lieberman y el Liberty, que en Alemania toma
el nombre de Jugdenstijl, sea afirma con Gustave Klimt y la Secesión Vienesa. La constitución, en
Dresde, del grupo “Die Brücke” y el movimiento “Der Blaue Reiter”, en Münich, pone al país en la
vanguardia artística de Europa: de aquí nace, en efecto, los movimientos del expresionismo y el
abstractismo. Münich, que acoge durante un tiempo a Auguste Macke, Vasily Vasilyevich
Kandinsky, Paul Klee y otros, es en esos momentos, el centro artístico más importante. El
expresionismo, en la escultura tiene a Ernst Barlach como su máximo exponente. Pero también
hay otras corrientes en Alemania: desde el cubismo (Lyonel Charles Adrian Feininger) hasta el
surrealismo ?(Max Ernst), después de 1920 nace, en la obra de Otto Dix Y George Grasz, la
“Neue Sachlikeit” (Nueva Realidad), pintura de fuerte sátira socio-política. Con la llegada del
Nazismo, que consideraba degeneradas a las mejores conquistas del arte alemán, la situación
cambió radicalmente. Los artistas fueron perseguidos, aislados, obligados a exiliarse, y sus obras
destruidas o confiscadas. En arquitectura, la difusión del estilo monumental y académico del
régimen y el cierre (en 1933) de la Bauhaus de Walter Adolph George Gropius, pusieron fin a un
período en que los mejores arquitectos alemanes, desde Peter Behrens hasta Ludwig Mies van
der Rohe, desde Erich Mendelsohn hasta el propio Walter Adolph George Gropius, habían influido
en forma decisiva en toda la arquitectura moderna. Sus principios, que se habían extendido por
todo el mundo, fueron nuevamente aplicados en Alemania Occidental en la reconstrucción de la
post-guerra.
*Hans Holbein, el Joven, es el más completo pintor del renacimiento germánico.
Introducido en la corte londinense por Desiderio Erasmo de Rotterdam, trabajó largo tiempo en
ella, donde pintó importantes retratos.
*Heredero del renacimiento carolingio, nace con gran fuerza a mediados del s. X, durante
el período otónida. Ya en el románico, s. XI, se construyen iglesias abovedadas (catedrales de
Spira, Worms y Maguncia). En el s. XIII empieza la penetración del gótico francés (catedrales de
Estrasburgo, Friburgo y Colonia). En el XIV se construyen edificios civiles y las Hallenkirchen
(iglesias-salas). El Renacimiento tiende a una fuerte ornamentación (castillo de Heidelberg). El
barroco sigue modelos italianos: (palacios de Schönbrunn y Belvedere en Viena) y abre paso a
un exuberante rococó (residencia de Wurzburgo). Hacia 1770 surge el neoclasicismo, con el
pintor Mengs y el arquitecto Langhans, figuras destacadas del s. XVIII; en el XIX se abandonan
progresivamente los modelos clásicos y en el XX se tiende a una mayor libertad estilista
(Jugendstil). Behrens marca el inicio de la arquitectura racionalista cuyos maestros serán W.
Gropius y L. Mies van der Rohe.
*La escultura revela la influencia francesa en el s. XII, pero consigue una fuerza expresiva
peculiarmente germánica (catedral de Estrasburgo). A fines del XV, un grupo de tallistas en
madera influye en toda Europa (Riemenschneider). La dinastía de broncistas Vischer ejemplifica
el paso del gótico al Renacimiento. A principios del s. XX, grandes cultivadores expresionistas:
Wilhelm Lehmbruck, Ernst Barlach, Georg Kolbe y Ewald Wilhelm Hubert Mataré.
*La pintura arranca de las miniaturas carolingias (escuela de Reichenau). En el gótico
destacan las escuelas de Franconia, Suabia y Colonia (Stephan Lochner), M. Schongauer y H.
Holbein el Viejo. En el Renacimiento florecen grandes pintores: M. Grünewald, H. Holbein el
Joven, A. Durero, Altdorfer y L. Cranach el Viejo. Entre los pintores románticos destacan Runge y
Friedrich. Schwind y Spitzweg representan el estilo Biedermeier. Después del realismo de Thoma
y Leibl, surgen el impresionismo (Liebermann) y el expresionismo (Nolde, Kirchner), que aborda
ya el arte abstracto (Klee y Kandinsky). Max Ernst es figura del surrealismo, y Baumeister y
Hartung lo son del arte no figurativo.
Arte Otoniano
*El arte otoniano ha dejado marfiles refinados, fastuosos trabajos de orfebrería y
miniaturas de sorprendente belleza, iluminadas con extraordinaria riqueza de colores, pero
contenidos en una atmósfera de compuesta solemnidad y austeridad, ignorados por los artífices
carolingios, y que revelan el gusto de estas obras.
*Entre las creaciones más sensacionales de la pintura otoniana se encuentran las 4
figuras de los evangelistas que, con ademán vigoroso, sostienen su símbolos, rodeadas de
cabezas de profetas. Los colores, vivamente contrastados, destacan el ímpetu expresivo que los
anima.
*El arte otoniano es un estilo dentro del arte prerrománico. A este florecimiento de las
artes se le ha llamado también "Renacimiento otoniano", en el mismo sentido en que se habla
de "renacimiento carolingio" para hablar del florecimiento posterior a la coronación de
Carlomagno en el año 800. Se desarrolla, principalmente en Alemania, desde mediados del s. X
hasta mediados del s. XI, durante la dinastía sajona del Sacro Imperio Romano Germánico.
*El arte otoniano funde tres tradiciones: las de la antigüedad tardía especialmente en el
arte del norte de Italia, el período carolingio, y bizancio.
*Este renacimiento de las artes y la arquitectura se produce bajo el patronazgo cortesano
de Otón I de Alemania (936–973), hijo de Enrique I el Pajarero, y sus inmediatos sucesores: Otón
II (973–983), y Otón III (983–1002). Comenzó después del matrimonio de Otón con Adelaida de
Italia (951), que unió los reinos de Italia y Alemania y de esta manera acercó Occidente al
Imperio Bizantino, reforzando la causa de la unión entre cristianos con su coronación imperial en
962. Los emperadores posteriores residieron principalmente en el norte de Italia, llegándosele a
acusar de cierto abandono de los asuntos al norte de los Alpes. Ni Otón II ni Otón III pasaron
mucho tiempo al norte de los Alpes, produciéndose durante sus reinados un arte fuertemente
bizantinizado. A veces se considera que abarca también el reinado del último emperador de la
dinastía, Enrique II, emperador a partir de 1014 y el primero que asumió el título de rey de los
Romanos; rara vez se incluye dentro de este arte la época de la dinastía salia inaugurada por
Conrado II en 1024. El término se circunscribe generalmente a la cultura de la corte imperial
llevada a cabo en latín en Germania.
*El "renacimiento otoniano" se manifiesta especialmente en las artes y la arquitectura,
revitalizadas por el contacto renovado con Constantinopla, en la reviviscencia de algunas
escuelas catedralicias, como la de Bruno I, arzobispo de Colonia, y en la producción de
manuscritos iluminados, la principal forma artística de la época, de un puñado de scriptoria de
élite, como Quedlinburg, fundado por Otón en 936 y en la ideología política.
*Las abadías imperiales y la corte imperial se convirtieron en centros de vida religiosa y
espiritual, guiados por el ejemplo de mujeres de la familia real: Matilde de Ringelheim, la
ilustrada madre de Otón I, o su hermana, Gerberga de Sajonia, o su consorte Adelaida de Italia, o
la emperatriz Teófano.
*Después de la coronación imperial de Otón I en 962, emergió una fe renovada en la ?
idea del Imperio en el círculo inmediato de Otón I y una iglesia reformada, creando un período de
fervor cultural y artístico. El arte otoniano fue un arte cortesano, creado para confirmar la
existencia de un vínculo entre los emperadores y los gobernantes cristianos de la antigüedad
tardía, como Constantino, Teodorico y Justiniano, así como con sus predecesores carolingios, en
particular Carlomagno. Esto se logró de diversas maneras. Por ejemplo, se representaba a los
emperadores flanqueados por militares y eclesiásticos, imagen que resulta de una larga
tradición iconográfica imperial. Así puede verse si se compara el retrato bizantino de Justiniano
en el marfil Barberini, con el retrato de Otón III en los Evangelios de Munich de Otón III
(Biblioteca estatal de Baviera, en Múnich, cód. 4453). Otro procedimiento popular para recordar
el linaje imperial de Otón era quitar elementos arquitectónicos de antiguas estructuras de Roma
y Rávena e incorporarlas a edificios otonianos. Tal era la intención de Otón I cuando quitó
columnas, algunas de pórfido, y otros materiales constructivos, del Palacio de Teodorico en
Rávena y los usó en su nueva catedral de Magdeburgo.
*En líneas generales, es una prolongación del arte carolingio, y como éste estableció
estrechos vínculos con Italia y recibió una fuerte influencia bizantina, bajo los reinados de Otón II
y de su hijo Otón III. Los grandes centros culturales se hallan en Reichenau, Saint Gall, Tréveris,
Colonia, Echternach y Ratisbona. La arquitectura posee un sello claramente nacional, antilatino;
prefiere los planos grandes, con tendencia a las plantas centrales; interiores sobrios y solemnes:
San Ciriaco de Genrode (s. X y XI), San Pantaleón de Colonia, Santa María de Hildesheim, Capilla
Palatina de Valkhot (Nimega). La escultura es poco rica; la obra maestra se halla en las puertas
de bronce de la catedral de Hildesheim, de 1015, obra del obispo Bernward; en bronce fueron
realizadas también la columna de Hildesheim y las puertas de Augsburgo. La miniatura funde la
expresión áulica bizantina y el patetismo carolingio con una nueva expresión alemana, de figuras
con dinámico plasticismo expresivo; son interesantes los manuscritos con los retratos de los
emperadores y sus esposas (manuscrito de Aquisgrán) y las alegorías femeninas representando
las provincias (Evangeliario de Otón III); del s. x son el Evangeliario de Gereón y el Código de
Egberto (980). El arte de trabajar el marfil adquiere en este período gran importancia; el centro
principal de producción de marfiles se halla en Metz; la pieza más hermosa es el cubo para el
agua lustral del arzobispo Godofredo (s. x). Además de este tipo de arte de carácter áulico,
aparece un trabajo de marfil de tipo popular que anuncia el arte románico. La obra más
importante de la orfebrería otónida es el frontal del altar de Basilea (h. 1020).
Pintura
*Un pequeño grupo de monasterios otonianos recibieron el apoyo directo del emperador
y los obispos y produjeron algunos de los más notables manuscritos iluminados medievales, la
principal forma artística de la época.
*La pintura otoniana se considera como un renacimiento, durante el s. X, de la pintura
carolingia, de la que toma su expresividad, fundiéndolo con la iconografía romana y bizantina,
que aporta su típica solemnidad. Abundan entre sus miniaturas los paisajes, los motivos
arquitectónicos y los retratos de emperadores. Otón quedó ?escandalizado por el estado de la
liturgia en Roma, así que encargó el primer Libro Pontifical, un libro litúrgico que contenía tanto
oraciones como instrucciones sobre el rito. La compilación del Pontifical romano-germánico,
como se le llama actualmente, fue supervisado por el arzobispo Wilhelm de Mainz.
*Los primeros manuscritos parece que se realizaron en la abadía imperial de Corvey,
sobre el río Weser (Renania del Norte-Westfalia).
*Después del año 1000 realizó manuscritos el scriptorium de Hildesheim.
*En Tréveris trabajó el llamado Maestro del Registrum Gregorii (Musée Condé, Chantilly),
o Maestro de Gregorio, en los años 970 y 980. Es responsable de algunas de las miniaturas del
influyente Códice de Egberto (Codex Egberti) (Bibl. de Tréveris).
*No obstante, la mayor parte de las 51 imágenes de este Códice de Egberto, un
evangeliario hecho para el arzobispo Egberto de Tréveris en la década de los años ochenta del s.
X, se hicieron por dos monjes del más destacado scriptorium de la época: el de la isla de
Reichenau, sobre el lago Constanza. El Codex Egberti es representa en sus imágenes el primer
ciclo extenso de imágenes que narran los eventos de la vida de Jesucristo en Europa occidental,
en una fusión de estilos que incluyen las tradiciones carolingias así como rasgos de influencias
insulares y bizantinas. Ninguna otra obra caracteriza la imagen del arte otoniano mejor que las
miniaturas que se originaron allí. Estos manuscritos producidos en el monasterio de Reichenau,
lago Constanza forman parte, desde 2003, del Programa Memoria del Mundo. El scriptorium de
Reichenau se especializó en ilustraciones del Evangelio en libros litúrgicos, muchos de los cuales
eran encargos imperiales, como los Evangeliarios de Otón III (entre 997 y 1002, conservados en
Aquisgrán y Múnich) y el Leccionario de Enrique II (principios del s. XI, Biblioteca estatal de
Baviera, Múnich, cód. 4452).
*Otros manuscritos famosos incluyen el Evangeliario de Reichenau, El Codex Liuther y el
Apocalipsis Bamberg (creado entre los años 1000 y 1020). Otros importantes scriptoria
monásticos que florecieron en la época otoniana, produciendo manuscritos, son los de: Colonia,
donde a principios del s. XI se elaboraron evangeliarios para la abadesa Hitda de Meschede (Bibl.
de Darmstadt; cód. 1640) y el Sacramentario de San Gereón (Biblioteca Nacional de Francia, cód.
lat. 817), de fuerte influencia bizantina, con pinceladas intensas y vivos colores. Ratisbona. En
este scriptorium, que gozó del patrocinio de Enrique II, se escribieron el Sacramentario de
Enrique II (Bibl. de Múnich, cód. 4456) y el Leccionario de la abadesa Uta de Niedermünster (Bibl.
de Múnich, cód. 13601). Echternach, floreció a finales del período otoniano, con obras como el
Evangeliario Dorado de Enrique III (El Escorial, cód. Vetrinas 17). Salzburgo, también de
mediados del s. XI, en donde se hizo el Leccionario de la biblioteca de los arzobispos de
Salzburgo (Bibl. de Múnich, cód. 15713).
*Se conservan algunos frescos de esta época en la iglesia de San Jorge del monasterio de
Oberzell, situado en la isla de Reichenau, así como en Goldbach. Son pinturas que deben mucho
al Norte de Italia.
Arquitectura
*La arquitectura de la época otoniana abarca desde mediados del s. X hasta mediados
del s. XI. Viene precedida por la arquitectura carolingia y seguida por el románico, por lo que
presenta cierta continuidad con el arte carolingio y anticipa soluciones posteriores.
*Se inspira en la arquitectura carolingia y bizantina. Entre las obras que repiten el modelo
de la Capilla Palatina octogonal en Aquisgrán se encuentran Ottmarsheim (s. XI, Alsacia) y el
coro de la abadía de la Trinidad en Essen.
*La arquitectura religiosa tiende a apartarse de un plan centralizado. Se conserva la
inspiración de la basílica romana. La arquitectura otoniana mantiene el doble rasgo carolingio
terminado con ábsides a ambos lados del final de la iglesia. Entre las innovaciones de esta
arquitectura se encuentra la elaboración y uso más amplio de galerías o tribunas, así como la
alternancia en los soportes (pilares y columnas) según dos modelos: en el renano se alternan
pilares y columnas, y en el sajón aparecen dos columnas entre los pilares.
*El primer ejemplo de la arquitectura otoniana es la iglesia abacial de San Ciriaco de
Genrode (959-63), aparentemente la primera en Europa que tuvo una tribuna sobre las naves
laterales. Es una de las pocas construcciones que se conservan de la arquitectura a principios de
la era otoniana.
*Otras construcciones otonianas son las iglesias de Sta. Gertrude en Nivelles (1046,
Bélgica), la gran abadía de San Jorge de Oberzell, en Reichenau, San Miguel de Hildesheim
(1010-33)
Escultura y artes menores
*No se produce escultura monumental, sino pequeñas esculturas en marfil y metal,
principalmente bronce, embellecidas con gemas, esmaltes, cristales, y camafeos. En estas obras
se funden las técnicas e iconografía bizantinas con el expresionismo típico del mundo
germánico.
*Las labores en bronce presentan un gran bizantinismo, especialmente después del
matrimonio de Otón II con Teófano (972). Así, el taller de Hildesheim se relaciona con el arte
bizantino del sur de Italia. Destacan las puertas en bronce de San Miguel de Hildesheim, con
escenas del Génesis y evangélicas; unos candelabros de plata con figuras y una magnífica
columna en bronce con relieves dispuestos en espiral. La técnica de fundición germánica se
extenderá hacia Rusia y el norte de Italia.
*Los marfiles siguen los modelos carolingios. Destacan las escuelas de Tréveris y de
Fulda. Este arte está muy relacionado con la encuadernación de libros, pues formaban la
decoración principal de las tapas. En el Museo Cluny (París) se conserva una placa de marfil que
representa al emperador Otón II y su esposa, vestidos con traje de corte bizantino. Los marfiles
otonianos influirán en el arte español del s. XI.
*Hay algunas imágenes en madera, con receptáculo para reliquias, como la Virgen de
Essen (Catedral de Essen), recubierta de oro, y el crucifijo de Gero, (Catedral de Colonia). La
estatua del relicario de la Virgen y el Niño es una obra maestra del taller ?de Tréveris, aunque
actualmente se conserva en la catedral de Essen. Es un relicario de tres cuartos de tamaño de
madera, cubierta por una lámina de oro, con ojos esmaltados y gemas engastadas en el halo del
Niño. Por su parte, el crucifijo que está en la cámara del tesoro de la catedral de Colonia se cree
que fue encargo del arzobispo Gero de Colonia (obispo en 976), que posiblemente sea la
creación escultural más influyente de este período, con una fuerza que anticipa las vigorosas
esculturas románicas.
*La orfebrería sigue los modelos carolingios, si bien con mayor importancia de los
esmaltes. Destacan dos talleres: el de Tréveris, patrocinado por el obispo Egberto y el de Essen,
creado por Matilde, nieta de Otón I, que fue allí abadesa desde el año 973 hasta 1001. Entre las
piezas que se conservan de este período, cabe citar: el altar de oro de Basilea, actualmente en el
Museo de Cluny (París), de principios del s. XI, donación del emperador Enrique II; hecho en
madera de roble con oro; la cruz de la abadesa Matilde en la catedral de Essen; la cruz de
Lotario, en la catedral de Aquisgrán. el manto de Enrique II, en Bamberg, recamado en oro y
seda sobre fondo azul, con el Zodíaco y temas religiosos y la tapa dorada del Codex Aureus de
Echternach (Museo Nacional Germano de Nuremberg)
*En la cámara del tesoro imperial, localizada en el Palacio Imperial de Hofburg de Viena
se conserva la gran corona imperial, uno de los más importantes objetos asociados a Otón I. Está
formada por ocho grandes láminas, unas con piedras engastadas y otras con esmaltes en
técnica cloisonné con figuras como la del rey Salomón. Sólo en Italia podía haber artesanos,
formados en la tradición bizantina, que dominaran la técnica para realizar semejante obra. Lo
más probable es que se realizara para la coronación de Otón I en Roma (962), sufriendo dos
añadidos posteriores: una pequeña cruz montada sobre la parte frontal, que seguramente se
hizo para Otón II después de su sucesión en el año 973; y un arco que pasa sobre la corona, en
el que hay una inscripción con el nombre del emperador Conrado II, coronado en 1027, por lo
que a veces también es llamada "corona de Conrado II".
Pintura
*Mientras tanto, la pintura mural decae. Solo la miniatura mantiene un nivel elevado y
produce, en el Norte de Alemania, obras de espíritu conservador, impregnadas de bizantinismo.
En cambio, Alsacia nos ofrece ese prodigio de juventud y movimiento que son las ilustraciones
del Hortus Deliciarum (en latín Jardín de las Delicias), es un manuscrito medieval, compilado por
Herrad de Landsberg en la Abadía de Hohenburg en Alsacia. Se trata de una enciclopedia de
iluminación, que se inició en 1167 como una herramienta pedagógica para los jóvenes novicios
en el convento. Fue terminada en 1185, y fue uno de los más célebres manuscritos iluminados
de la época. El manuscrito contenía poemas, ilustraciones y música, y señaló a partir de textos
de escritores clásicos y árabes. En 1870 el manuscrito fue quemado y destruido cuando la
propietaria de la biblioteca en Estrasburgo fue bombardeado durante el asedio de Estrasburgo.
Fue posible reconstruir las partes del manuscrito, porque partes de que había sido copiado en
diversas fuentes y el texto fue copiado y publicado por Straub y Keller entre 1879 y 1899).
*A pesar de las tendencias comunes, la riquísima pintura de este tiempo nos ofrece
demasiada unidad, por carecer Alemania de metrópoli central.
*El lugar en que aparece con mayor precocidad es Praga, en Bohemia, donde el
mecenazgo del emperador Carlos IV atrae, desde mediados del s. XIV, a numerosos artistas. Esta
escuela, que depende claramente de Italia, cuyas influencias recibe, sea través de la escuela de
Aviñón, sea directamente por medio de Tomás de Módena, apenas sobrevive a las causas que le
originaron. Pierde su importancia a principios del s. XV, pero irradia desde Baviera,
especialmente en Nüremberg, cuyo retablo Imhof (1420) es una prueba de ello. Más tarde, la
ciudad imperial, tras haber conocido a un artista de fuerza en la persona del altar, M. Tucher, se
somete a la seducción de los Países Bajos (Bélgica y Holanda), con Hans Pleydenwurf y Michael
Wohlgemut, que cierra este período, fue maestro de Alberto Durero y se distingue como feliz
autor de grandes retablos que combinan pintura y escultura, aunque sin excesiva originalidad.
En Hamburgo aparece, en 1370, el retablo del Maestro Bertram von Minden, que no deja de
ofrecer cierta semejanza con las pinturas de Bohemia, a pesar de la distancia. 50 años después
se encuentra en la región al Maestro Nicola Francke, de origen holandés. En Westfalia, Conrad de
Soest, pinta el hermoso retablo de Niederwildungen.
*Pero los dos centros principales de la pintura del s. XV son Colonia y Suabia, en un
principio dependientes de la Corte de Borgoña. La pintura de Colonia goza, gracias al
romanticismo, de una reputación acaso exagerada. Fecundísima productora, cae a veces en
cierta blandura y soporta difícilmente la vecindad de los Países Bajos. Tras es Maestro de la
Verónica, que trabaja a principios de s., el más célebre artista de esta escuela es Stephan
Lochner, nacido en Suabia y autor del encantador retablo de la Epifanía, de la catedral de
Colonia.
*Los suabos carecen de la afición a lo arcaico que poseen los de Colonia. En su retablo de
Tifenbronn (1431), Lucas Moser, prescinde de los fondos dorados, y muestra preocupaciones
muy nuevas en su país al tratar de representar las relaciones entre los objetos. Pero es
destronado por un gran artista, Konrad Witz, de quien ciertos tratadistas han hecho (con harto
atrevimiento) un alumno de Robert Campin, más conocido como el Maestro de Flémalle, pero a
quien muchos rasgos ligan con la pintura flamenca y borgoñona, en especial con Rogier van der
Weyden, también conocido como Roger de la Pasture. Las obras que de él quedan, en particular
los fragmentos del gran retablo de Ginebra (1444), son de una fuerza plástica y de una grandeza
poco comunes, Detrás del Cristo, que se yergue como un monumento ante el lago de Genezaret,
se descubre el primer paisaje visto y sentido de la pintura alemana. Más tarde los pintores de la
región no alcanzarán tales cimas, y los diferentes Maestros de Clavel, que se encuentran en
Berna o Zurich, son bastante amanerados. El más auténtico sucesor de Conrad Witz es el
Maestro de la Pasión de Darmstadt.
*También se debe citar a Hans Mulstcher, pintor y escultor de personalidad poco
relevante en Ulm, y a Friedrich Herlin, en Nordlingen.
*Conrad Witz había de tener un igual a fines de s., en la otra esquina de Alemania, en el
Tivol, con Michael Pacher, cuyas mejores obras aparecieron entre 1480 y 1490. Pacher,
enamorado de las estrechas perspectivas, de las formas leñosas, de los curtidos personajes de
Andrea Mantegna, sería un hombre del Renacimiento sino siguiera insensible (o ignorante) ante
los encantos del clasicismo.
*Recientes trabajos han permitido rectificar la biografía de Mathis Gothardt Nithart,
llamado Grünewald. Este pintor, nacido acaso 20 años antes de Alberto Durero, se sitúa no lejos
de Michael Pacher, entre los artistas apenas rozados por el espíritu renacentista. Oriundo de
Franconia, trabaja entre Estrasburgo y Maguncia, y debe su fama, sobre todo, al retablo de
Issenheim (Museo de Unterdelindem, de Colmar), obra de violento patetismo, que llega a lo
cruel, en una atmósfera de apocalipsis rasgada por luces fuliginosas.
*De todos modos la pintura da una idea muy insuficiente de la actividad del arte alemán
en cuanto a presentación sobre una superficie. Dígase lo que se quiera sobre origen del grabado,
no se puede discutir sobre su espléndido florecimiento en la Alemania del s. XV.
Artes menores
*La xilografía o grabado en madera tiene orígenes muy humildes: las estampas
populares. Estas láminas se reúnen en series, llamadas Blockbuecher. Pero con la invención de la
imprenta, el grabado en madera se transforma en su sistema de ilustración cada vez más
apreciado, cuyo nivel artístico va ascendiendo en los talleres de Ausburgo, Nüremberg y Basilea.
*En cambio, el cobre, cuyo arte se relaciona con la orfebrería, conoció principios más
elevados. El Maestro E. S. y el Maestro del Gabinete de Amsterdam, sobrepujan ampliamente en
refinamiento a la mayor parte de los pintores contemporáneos. Y en el grabado, hay que
apreciar el genio de Martin Schongauer, maestro principal de Alberto Durero, si bien Michael
Wohlgemut fue su maestro temporal. El arte de Martin Shongauer despliega un amplio abanico,
desde el amaneramiento exquisito al rudo patetismo.
*En competencia con las obras de escultura, los relicarios del s. XIII suelen tomar la forma
de cabezas, de rasgos poderosamente estilizados, pero no por eso mucho menos expresivos.
Ejemplo de este tipo de objetos es el relicario de bronce dorado en forma de cabeza de Cristo
procedente de la Baja Sajonia (1200 aproximadamente), que se halla en el Museo Kestner, en
Hannover.
*Entre las obras maestras del arte medieval se encuentra el relicario de Santa Isabel, en
la que Federico II colocó, en 1236, las reliquias de la santa princesa.
*Probablemente obra de un taller de la Alta Renania es la riquísima corona llamada “de
Enrique”, porque durante un tiempo adornó el busto-relicario de San Enrique, bella joya de la
catedral de Bamberg. Dicha corona se halla conservada en el Museo de Munich.
*En la Alemania del Norte continúa también, durante la época gótica, la rica tradición de
los aguamaniles de bronce en forma de animal. Trabajados con sorprendente pericia técnica y
refinado sentido decorativo, constituyen a menudo verdaderas obras de escultura, llenas de
fuerza y vida. Ejemplo de esto es un aguamanil en forma de león, procedente de Flensburgo, en
la Alemania Septentrional, que se halla en el Museo de Artes y Oficios de Hamburgo.
*Comúnmente, las miniaturas de temas profanos son tratadas por los artistas góticos con
mayor libertad que las de temas religiosos y, por consiguiente, manifiestan bastante a menudo
caracteres estilísticos más personales, por ejemplo en la miniatura de Parsifal de Wolframm de
Eschenbach (de la Biblioteca del Estado de Baviera, Munich) en la que la espigada angulosidad
de los rasgos responde a los fines de una estilización elegante y expresiva, dándole gran vigor.
Arte Románico
*La peculiar experiencia socio-política de Alemania durante el s. X va a determinar en
buena medida los avatares del románico construido un s. después en tierras germánicas. Desde
que Otón I el Grande (912-973), emperador y fundador del Sacro Imperio Romano se impone al
poder de Roma, y al mismo tiempo se convierten en defensor y difusor del Catolicismo hacia el
oriente de Europa, los emperadores otónidos se convierten en los verdaderos "jefes de la
cristiandad". En ese contexto en que es el emperador y no el Papa el representante de Dios en la
Tierra, los edificios de la época deben reflejar tan inmenso poder y se abordan obras de
majestuosa monumentalidad. Para algunos autores a la arquitectura otónida en Alemania no se
la debe asociar plenamente con la románica que se desarrolla paralelamente en el resto del
occidente europeo, por poseer características propias gestadas en un ambiente político
diferente. Nosotros la consideraremos una variedad regional más. La arquitectura románico-
otónida es heredera de la carolingia y de ella recibe algunas de sus más importantes y
diferenciadoras características. Los edificios suelen superar ampliamente los 100 metros de
longitud y, por ejemplo, a la Catedral de Spira se le considera el mayor templo románico
conservado de la Cristiandad con sus 133 metros de longitud. Tienen tres naves, doble transepto
y también doble cabecera (la segunda coincidiendo con el extremo occidental del templo). Esta
hipertrofia de los pies del templo llamada "westwerk" añadía a la iglesia un gran pórtico y una
tribuna regia flanqueadas por dos elevadas torres. Tal mole -inexistente en el resto del románico
europeo- pretendía representar la fusión del poder terrenal del emperador con el poder religioso
y era la "parte privada y reservada" por donde accedía el soberano y escuchaba Misa. Las
portadas no adquieren importancia ni resalte y los capiteles suelen ser cúbicos o levemente
esbozados pero en general son carentes de escultura, por lo que ésta se aplica a la orfebrería.
Otra característica de este arte en Alemania es la altura de las naves, que unido al numeroso
repertorio de torres prismáticas o cilíndricas (dos en la fachada, dos flanqueando el ábside más
la linterna o cimborrio octogonal) generan una acusadísima impresión de verticalidad, alejada
radicalmente del tópico de la horizontalidad románica. Un buen ejemplo primitivo y que se
puede considerar "prototipo" del románico-otónido es San Miguel de Hildesheim.
*En estos momentos el Sacro Imperio Romano Germánico es un conglomerado de
pequeños principados y obispados. El carácter imperial de su estructura hace que se tienda a la
magnificencia. Los edificios son grandes, altos y desarrollados en longitud, están construidos en
ladrillo y algunos tienen dos cabeceras. Son ejemplos de arte románico alemán Santa María de
Laach en Colonia, San Miguel de Hildesheim.
*A pesar de que el Románico se suele asociar más con Francia, en Alemania también hay
un románico muy interesante y abundante en grandes iglesias, aunque muchas de ellas son, al
menos en parte, reconstrucciones posteriores a la Segunda Guerra Mundial. El románico alemán,
conocido también como Románico Otoniano, recuerda en muchos casos al románico lombardo
avanzado (del estilo de la Seo de Urgel), con abundancia de lesenas y arquillos lombardos y con
galerías de arcos en los ábsides; pero con una predominancia mucho más marcada de la
verticalidad, acentuada por las numerosas torres con chapiteles o agujas. Un ejemplo tardío de
esto es la Catedral de Bonn (Bonner Münster; primera imagen), posterior, pero similar en
algunos aspectos, a las más conocidas de Spira y Worms.
*El románico alemán muestra en la severidad de sus miniaturas, en la audaz proyección
vertical de sus edificios y en la profunda espiritualidad de sus figuras esculpidas, la pureza del
sentimiento religioso que constantemente ilumina y guía la manifestaciones de este arte.
*En la producción artística de Alemania, sede del grande y poderoso imperio de los
Otones, domina una característica fundamental que deja huellas tanto en la miniatura como en
la escultura, el cincelado o la arquitectura monumental. Es el clima culto y severo del ambiente
imperial que deriva, en parte, de la tradición artística carolingia, impregnada de clasicismo y
corrección. Se respira en las páginas miniadas, en las que el dibujo se articula en estructuras
simples y austeras sobre el fondo abstracto de colores planos, resaltando en composiciones
equilibradas de efecto monumental. Las 2 escuelas principales de miniatura son las que tienen
su sede, por una parte, en Reichenau, poderoso centro de irradiación y difusión del nuevo estilo
occidental y, por otra parte, en Tréveris y Echternach. La primera es más moderna en su
búsqueda del espacio y del volumen; la segunda, surgida a la vez en 2 abadías benedictinas, se
caracteriza por la suntuosidad del colorido y por el gusto ornamental de neta raigambre
bizantina. En lo que respecta a la escultura alemana de la época, se manifiesta principalmente
en bronces de proporciones reducidas, que alcanzan una gran madurez y una técnica
consumada, y se descuida, en cambio, la estatuaria de piedra y mármol, de gran aliento, tan
características de Francia e Italia. Este estilo del tiempo de los otones tiene un notable vigor
plástico unido a una gran sabiduría decorativa, como se advierte en las obras de la fértil escuela
de Hildesheim, que se halla dominada por la fuerte personalidad, a la vez religiosa y artística, del
obispo Bernardo.
*En la histórica región de Renania se encuentran muchas de las obras más importantes
del arte románico alemán. La importancia de esta región ha sido siempre crucial para la historia
del pueblo germano. Actualmente, se denomina Renania Septentrional-Westfalia al land que
comprende buena parte de los antiguos territorios que conformaban la antigua Renania, región
también conocida como Prusia Renana.
*Durante el s. I a. de J.C. el emperador romano César conquistó la región renana y fijó en
el río Rin la frontera entre las provincias de la Germania inferior y superior. De todos modos, le
fue imposible mitigar el empuje de los renanos, que enseguida se establecieron a ambos lados
del río e hicieron de éste una de sus principales rutas comerciales. Así, poco a poco, Renania fue
jugando un papel importante dentro del ámbito germánico a pesar de que durante el s. X, y a
raíz de las disputas entre francos y germanos, la anarquía hizo mella en sus territorios. Más
tarde, a partir del s. XI, las principales ciudades de Renania, como Colonia, consiguieron un gran
auge, lo que se evidenció, por otra parte, en la aparición de una importante arquitectura
románica. El gran motor del enriquecimiento de Renania fue el tráfico comercial que permitía el
río Rin, que durante muchos s. sería el factor más importante para el continuo desarrollo de la
región, que vería crecer núcleos urbanos, comerciales y culturales tan notables como Heidelberg
y Maguncia, por ejemplo.
*Las artes plásticas irlandesas tuvieron un especial protagonismo en el desarrollo del
románico alemán, gracias a las fundaciones llevadas a cabo por monjes llegados desde la isla al
continente a partir del s. X.
Arquitectura
*La arquitectura románica se constituyó lentamente y progresó a medida que los
emperadores (entre 912 y 1250) fueron realizando una unidad que Alemania no habría de
recobrar hasta el s. XIX. Pro dicha unificación política, las diferencias artísticas locales son de
relieve poco acentuado.
*El primer edificio importante que se conservó de ese tiempo es la iglesia de San Miguel
de Hildesheim, pero el florecimiento principal llega a fines del s. XI y durante el s. XII. La
empresa imperial más típica fue la catedral de Spira, fundada hacia el año 1030 por Conrado,
primer emperador salico, y concluida, a fines del s., por Enrique IV. En esa misma región del Rin
se hallan las catedrales de Maguncia, Worms, Treveris, Bonn, la abadía de Laach y, valle arriba,
la catedral de Basilea.
*Las catedrales e iglesias románicas alemanas, en especial las del Rin, tienen ciertos
caracteres típicos: en la planta, la existencia de 2 coros, al Oeste y al Este, en el interior la
alternancia de pilares fuertes y débiles: en el exterior, el uso de galerías (imitadas
probablemente, en unión de no pocos detalles, de la arquitectura lombarda) y la multiplicación
de torres. Parece que tales edificios fueron abovedados en época tardía, salvo la catedral de
Spira, que recibió por voluntad imperial, sin duda en el reinado de Enrique IV, hermosas bóvedas
de arista. A decir verdad, le había precedido en este aspecto la iglesia de Santa María del
Capitolio, en Colonia que, por su carácter excepcional no formó escuela (esta iglesia fue muy
dañada por la guerra mundial, como otros edificios de colonia y de Alemania en general).
*Hablar de arquitectura románica alemana equivale a mencionar la arquitectura renana.
En la cuenca del Rin se forman, efectivamente, los obispados más poderosos que, como
recuerdo imperecedero de su fuerza política y religiosa, ha dejado a la posteridad las grandiosas
catedrales de Maguncia, Spira y Bonn. Esta última, iniciada alrededor de 1060, fue terminada a
principios del s. XIII con la construcción de la nave central y el crucero.
*La catedral de Spira es el monumento arquitectónico más amplio y notable del primer
románico alemán. El edificio, de planta basilical, está adornado, en el exterior, con galerías y
arcos ciegos que denotan cierta influencia del arte lombardo.
*Comenzada en 1081 sobre los cimientos de un edificio carolingio, la catedral de
Maguncia fue terminada en el s. XIV. La complicada articulación de las partes de su estructura y
la profusión de elementos ornamentales hacen de ella un monumento típico de Alemania.
*Los grupos de torres que rodean el cuerpo principal de la iglesia conventual de Santa
María de Laach, a modo de fortificación, constituyen una característica inconfundible de la
arquitectura renana, cuyas catedrales tienen el aspecto de verdaderos “castillos de Dios”. Entre
las más grandiosas construcciones está esta iglesia. La armónica y equilibrada relación de las
partes de la estructura y la sobria elegancia de la decoración, hacen de ella un notable
monumento.
*La arquitectura alemana se relaciona también con los primitivos modelos de la época de
Carlomagno y de los Otones: la abadía de Hildesheim copia la planta de la antigua iglesia de
Saint-Riquier, pero el desarrollo que ofrece es una conquista de suma importancia en la historia
del arte románico europeo. Esta iglesia de Hildesheim es del tipo de doble crucero, occidental y
oriental, y de doble ábside, al que se atienen las principales construcciones religiosas del
período. Los edificios de Renania y Sajonia, las 2 regiones más activas de entonces, desde el
punto de vista artístico, elevan audazmente sus bóvedas, a veces de crucería (la catedral de
Spira, erigida entre 1027 y 1100 es, tal vez, la más antigua iglesia en la que se adoptó esta
original cubierta) y aumentan el número de sus torres, levantadas a los lados de los cruceros y
junto a los ábsides y las fachadas, o en la intersección de la nave mayor con los cruceros. Las 2
torres de los lados de las fachadas, que por primera vez aparecieron en la catedral de
Estrasburgo, en 1015, tendrán luego una extraordinaria difusión, no solo en Alemania, sino
también en las regiones francesas de la frontera y en la Inglaterra misma. Frecuentemente, en la
intersección de la nave mayor con el crucero se alza un cimborrio, como en las iglesias
lombardas. Y de Lombardía procede, tal vez, el uso de pequeños arcos ciegos, de las galerías y
de las bandas lombardas, que introducen efectos de claroscuro y una rítmica alternancia de
vacíos y llenos en las simples estructuras de estas solemnes construcciones. En Worms, Bonn,
Maguncia, Colonia y Bamberg vuelve a hallarse este tipo de iglesias monumentales, que son
como un canto coral elevado a la divinidad, una conquista del espacio que tiende a alcanzar el
cielo. La materia no es ya una masa sin vida, sino que parece animarse con el impulso
ascensional, logrado con rigurosa simplicidad, y que no se halla interrumpido por decoración
escultórica alguna. En estas obras arquitectónicas se advierte la eminencia del advenimiento del
gótico.
*La magnificencia del románico otónido se puede presenciar en la catedral de Spira. Esta
ciudad renana tuvo gran importancia durante el Sacro Imperio siendo sede anfitriona de 50
asambleas imperiales. Su catedral se construyó entre 1030 y 1060, pero fue muy remodelada a
finales de ese s., entre 1080 y 1106, incluyendo el reforzamiento de los pilares interiores
mediante semicolumnas para poder abovedarla completamente.
*La antigua catedral otoniana de Maguncia debió ser reconstruida tras un incendio sufrido
en 1081 pero reaprovechando partes antiguas. Las obras de reconstrucción se debieron
desarrollar en las cuatro primeras décadas del s. XII. En pleno s. XIII se añadió el cuerpo
occidental compuesto por un gran transepto, una cabecera triconque y una torre con partes de
diferentes s, posteriores (gótico y barroco).
*Hacia el año 1171 empezó la construcción de la imponente catedral en la ciudad renana
de Worms. La planta presenta tres naves y un amplio transepto en cuyo centro se levanta una
gran cúpula. Tras el transepto encontramos un coro cuadrado que acaba en un ábside
semicircular flanqueado por torres circulares.
*La Abadía benedictina de Maria Laach junto a los lagos volcánicos de Eiffel es una
preciosa iglesia, de las más armónicas de Alemania. Fue fundada en 1093 y es conocida por la
perfección y equilibrio arquitectónico de su cuerpo occidental.
Escultura
*Por mucho que se construyera en este período, la escultura en piedra se desarrolló
escasamente. Las iglesias románicas alemanas suelen prescindir de ella; sus capiteles son
geométricos y sus muros se contenta con una decoración arquitectónica o pintada.
*Los talleres de Basilea y Colonia son excepcionales. En los demás sitios, cuando hay
escultura, es rudimentaria, lo cual contrasta fuertemente con el arte de la fundición que tienen
los alemanes. Las puertas de bronce de la catedral de Hildesheim (principios del s. XI) son una
singular obra maestra, bastante independiente de toda tradición: se dirían rápidos bosquejos de
movimientos. En cambio, la columna de la misma catedral, algo más reciente y destinada a
servir como candelabro pascual, traiciona, con sus escenas en espiral, la imitación de la columna
trajana de Roma. Otro taller muy activo fue el de Magdeburgo, con abundantes placas para
sepulcros, que enviaba sus obras hasta Nijni – Novgorod. Por su importancia y por ser figura de
suelta, de bulto redondo, el león de Brunswick resulta ser una de las más notables fundiciones
de ese tiempo.
*El nombre del obispo Bernardode Hildesheim, artista y mecenas, está ligado a las
puertas de bronce de la catedral de esta ciudad, fundidas en 1015 e inauguradas en 1035. Estas
forman una notable Biblia plástica, desde la Creación hasta la Resurrección.
*En la escultura románica alemana continúa la tradición del bronce, que a menudo
alcanza, aún en ejemplares de dimensiones reducidas, un carácter de gran dignidad.
Artes menores
*La misma habilidad para trabajar el metal se aprecia en los orfebres renanos: Colonia ha
producido admirables relicarios de esmaltes incrustados en los huecos hechos por el buril.
*Una nueva comprensión del volumen y de la plástica se afirma en las miniaturas
alemanas de la época románica, organizadas con unas sabia técnica de composición que logra
efectos de extraordinario equilibrio y, al mismo tiempo, de verdadera monumentalidad.
*El espléndido florecimiento de las artes menores durante el período románico está
atestiguado, particularmente, por la rica producción de objetos usados en las ceremonias de
culto: altares portátiles, relicarios, tapas de misales y evangeliarios, trabajados con gusto seguro
y sabia técnica.
*En pleno esplendor del taller de Weingarten se realizaron dos obras claves del arte
románico alemán: el Sacramentario de Berthold y poco después el Sacramentario Heinricus,
llamado así por el monje Heinricus, quien se encargó de la realización artística del manuscrito. El
códice destaca por la claridad de su texto y neumas y por su excepcional realización artística.
Vivos colores sobre amplios fondos dorados. Las iniciales y la decoración dan a la miniatura una
viveza y sensibilidad especial configurando una gran obra de arte llena de fantasía y gusto
decorativo.
Pintura
*La pintura monumental de la época románica fue, sin duda, muy abundante: cubría no
solo las paredes sino también los techos, Uno de esto, harto tardío, eso sí, es el de San Miguel de
Hildesheim (hacia 1200), ilustra sobre el modo de concebir el decorado de una superficie. Pocos
conjuntos de pinturas murales han llegado hasta nosotros; existen en el Bajo Rin, en
Schwarzheindorf en particular; en la región del Danubio, en Prüfening, dominados por los
recuerdos bizantinos y, sobre todo, en el Alto Rin, en Oberzell, en la isla monástica de
Reichenau, en la desembocadura del lago de Constanza en el Rin. En este lugar los personajes
tienen una libertad y gracia que recuerda las puertas de Hildesheim.
*Reichenau fue, asimismo, el más importante taller de miniatura alemana, que aprovechó
el impulso dado a este arte por la escuela palatina de tiempos de Carlomagno, con su compleja
mezcla de recuerdos clásicos y de influencias sirias y bizantinas. Otros talleres fueron el de
Tréveris y el de Ratisbona, el de más rica ornamentación.
Arte Gótico
*En el momento de máximo esplendor de la Hansa, los ricos burgueses erigieron murallas
en las ciudades, financiaron la construcción de catedrales y de ayuntamientos y lugares de
reunión de gremios como expresiones de orgullo ciudadano. Hacia mediados del s. XIII, las
influencias del gótico francés llegaron a la arquitectura alemana. Las elevadas catedrales de
Bamberg, Estrasburgo, Naumburg y Colonia fueron ricamente decoradas con esculturas e
iluminadas en su interior gracias a los grandes ventanales de arcos ojivales donde instalaban
magníficas vidrieras.
Arquitectura
*Hay que señalar que la arquitectura ojival fue en Alemania de importación francesa,
tardíamente llegada, aceptada con cierta dificultad y en ocasiones solo en parte. Monumentos
como la catedral de Worms, comenzada en 1180, tienen todavía un aspecto totalmente
románico. Colonia, siempre independiente, rehusa admitir el botarel gótico en los Santos
Apóstoles y en el Gran San Martín.
*La primera catedral que sigue francamente el modelo francés es la de Magdeburgo,
comenzada en 1209. Y a mediados de s., el nuevo sistema ha triunfado, como se ve en la
Colegiata de Limburg – ad – der – Lahn (1215 – 1240), Nuestra Señora de Tréveris (1242 – 1253)
y Santa Isabel (1235 – 1283).
*Pero hay que señalar también que este triunfo coincide con la muerte, en 1252, de
Federico II, el último emperador efectivo de la Casa de Hohenstaufen. En una Alemania dividida,
ya no se acometen grandes empresas. La nave de Estrasburgo recibe su bóveda entre 1250 y
1270 y la fachada se erige hacia 1280, pero las obras apenas adelantan, La catedral de Colonia,
cuya primera piedra se pone en 1248, quedará sin terminar. La de Ratisbona, comenzada en
1275, apenas progresa en el s. XIV.
*Este s., en cambio, es más propicio a la arquitectura de Austria y Bohemia, que las
Casas de Luxemburgo y Ausburgo protegen contra la anarquía. Y se ven surgir las catedrales de
Viena y Praga, esta última según planos de un francés.
*De igual modo que en la época románica de los benedictinos de Hirsau, la gótica tuvo
los grandes monumentos cistercenses de Maulbonn y Erbach.
*Un grupo originalísimo y de vivo interés son los edificios de ladrillo de los países del
Noreste. El principal monumento religioso es Santa María de Lübeck, iniciada en 1304.
*El eclipse de la potencia imperial, si engendró en Alemania un particularismo
subsecuente hasta mediados del s. XIX, pero no por ello fue acompañado de pobreza o anarquía.
Al contrario, al final del s. XIV, y sobre todo, el s. XV conocen un prodigioso esplendor mercantil
que lleva consigo a la preponderancia de las ciudades y de la burguesía.
*De ello se reciente la arquitectura religiosa; no se levantan grandes catedrales, sino
iglesias de tamaño mediano. Alemania manifiesta su predilección por el tipo de hallenkirche o
iglesia en que las ventanas laterales y la central son de una misma altura. Este tipo de iglesia,
producida en Westfalia desde l s. XII, se extiende por todas partes.
*Pero el lugar de honor corresponde a la arquitectura civil, a causa del desarrollo
extraordinario de las ciudades. Algunas del Ansa, como Lübeck o Dantzig, o imperiales, como
Nüremberg o Rotemburgo, o militares o monacales como Marieburgo, adquieren entonces un
aspecto pintoresco, justamente famoso. Sin embargo, esta arquitectura tiene a menudo un
carácter de pequeñez.
*En el curso del s. XIII, el estilo gótico se introduce, procedente de Francia, en los países
germánicos vecinos, que adoptan enseguida los nuevos elementos estructurales (sobre todo el
arco apuntado y la bóveda de aristas) pero la interpretan en forma absolutamente característica.
La tradición románica ha tenido en Alemania un florecimiento especial, y los nuevos modelos
góticos se funden con el gusto románico en edificios sólidos, amplios y con sus partes bien
delimitadas.
*El laborioso momento del transición del estilo románico al gótico ha dado su más grande
obra maestra en la catedral de Limburgo. El exterior se inspira en el estilo de la catedral de
Laon, pero el modelo francés ha sido transformado en una serie de castillo feudal, en el que
domina el sentido típicamente germano de una masa sólida y compacta. Por otra parte la
articulación del edificio y su sólida unidad estructural, de gusto aún románico, se unen a una
exigencia de verticalidad, bien visible en el ritmo ascensional de las 7 torres del templo. En el
interior de la catedral, la masa de las paredes divisorias está aligerada por el doble orden de las
tribunas y del triforio.
*El estilo gótico francés es adoptado sin reservas en la catedral de Colonia. Iniciada en
1248 con la construcción del coro, esta iglesia fue terminada solo en el s. XIX basándose en los
antiguos planos. Buena parte del famoso monumento es, pues, una imitación moderna del estilo
gótico en que fue iniciada.
*El esquema constructivo de la catedral gótica francesa se halla reproducido bastante
fielmente en la de Estrasburgo, que se inspira particularmente en el prototipo de Saint-Denis, El
único motivo extraño al arte francés es la anchura de la nave central, 67determinada, tal vez,
por la existencia de partes románicas más antiguas
*Ningún conocimiento gótico supera en caprichosa figura de ejecución a la aguja de la
catedral de Friburgo, en la que la piedra esta transformada en un delicado y livianísimo cono de
filigrana.
*Una interesante contribución germánica a la arquitectura gótica ha sido la creación de
las hallenkirche (iglesias – salones), de naves laterales y central de igual altura, cuya estructura
de conjunto asume un carácter centralizado y unitario. El más bello ejemplo de iglesia de este
tipo es la de Wiesenkirchen.
*En la Alemania Septentrional y en la Oriental son numerosas las construcciones góticas
de ladrillo caracterizadas por un severo lenguaje arquitectónico propio, distinto del gótico de
piedra, a cuya creación ha contribuido, en gran parte, la naturaleza misma del material, que
requiere más pilares de esfuerzo.
*Sólidos y poderosos pilares lisos, interrumpidos en lo alto por una simple faja de motivos
vegetales, limitan la espaciosa nave central de la ElizabethKirche de Marburgo. Una sensación
de límpida y sobria austeridad, apenas interrumpida por la elegantísima y refinada decoración
del trascoro, que separa el coro y el presbiterio de la nave, y por la aérea belleza del baldaquín
de motivos florales, emana de la estructura de esta hermosa joya del arte gótico alemán.
*La ElizabethKirche de Marburgo es un monumento importante tanto desde el punto de
vista histórico como del artístico. La iglesia fue construida entre 1235 y 1283 para dar digna
sepultura a los resto s de Isabel de Hungría. Sepulturas posteriores de numerosos
representantes de la Casa de los Landgraves de Hesse (todas notables por su rica decoración
escultórica) llegan el brazo meridional del crucero. Perfectamente conservada, la iglesia
constituye uno de los ejemplos más antiguos y notables del estilo gótico alemán. Efectivamente,
la primer iglesia germana concebida de acuerdo con un diseño y un estilo enteramente góticos.
También el interior, con sus 3 naves de igual altura, retoma el tipo, clásico para Alemania, de las
Hallenkirchen.
*El castillo de Marburgo sobre el Lahn es uno de los edificios civiles del s. XIII que
presentan un notable interés artístico, Particularmente sugestivo es el Salón de los Caballeros,
construido alrededor de 1300. Espacioso y bien iluminado por las amplias ventanas laterales,
está dividido en 2 naves por una serie de pilares octogonales que sostienen las bóvedas de
crucería que lo cubren. La nítida está cubierta resalta magníficamente por la presencia de las
aristas realizadas en piedra muy obscura, que se destacan notablemente sobre el blanco de las
bóvedas y de los pilares.
*En los s. XII y XIII los artistas y arquitectos de más fama viajaban de país e país
observando las novedades que se mostraban a sus ojos, y tomando notas de las más ventajosas
soluciones técnicas y de las más felices novedades decorativas. Testimonio de ello es, para ese
período, un cuaderno de dibujos dejado por el arquitecto Villard de Honnecourt, que constituye
una especie de repertorio de temas pictóricos y arquitectónicos. Encontramos en él plantas de
iglesias, soluciones estructurales particulares y hasta motivos figurados, en las que aparecen
evidente la búsqueda del equilibrio entre fuerzas contrastantes, que es casi el símbolo de todo el
arte gótico. Tanto a los viajes de estos arquitectos como a la difusión por todo el Occidente de
las ordenes monásticas que tenían en Francia su matriz, se debe la amplia y rápida expansión
del arte gótico. Alemania fue la primera en recibir dicha influencia, y ya en el s. XII aparecen
elementos góticos, como la bóveda nervada, en catedrales todavía románicas por el espíritu e
incluso la estructura.
*La adopción de un nuevo sistema arquitectónico en suelo germánico no fue, sin
embargo, inmediata y total. En efecto, la tradición románica estaba tan enraizada y era tan
floreciente que, por cierto tiempo, sobrevivió, modificada solo en parte por elementos góticos de
importación francesa. A menudo se da el caso de hallar ábsides góticos adosados a naves
románicas y de bóvedas nervadas góticas apoyadas sobre arcos de medio punto en un tramo
cuadrado. Casi siempre , las catedrales construidas en este período mantienen la planta
tradicional, aunque valiéndose de elementos técnicos bastante más aventajados, procedentes
de Francia. Puede ser un ejemplo la Catedral de Bamberg que, inclusive, tiene una fachada con
dos torres claramente inspirada en la de Laon. En el s. XVIII aparecen las ojivas y los arcos
apuntados y, a veces, sistemas góticos completos, como el coro de las capillas radiales de
Magdeburgo o las naves de la catedral de Limburgo, sobre el Lahn. Paulatinamente, la tendencia
a repetir los modelos franceses se acentúa y se hace más sensible. Surgen así la catedral de
Estrasburgo, caracterizada por un audaz impulso vertical, que se expresa por medio de un orden
cerrado proyectado hacia lo alto; la de Colonia, insólitamente amplia, con sus cinco naves; y la
de Friburgo, cuya fachada culmina, de un modo original, en una única y audaz torre calada.
*Uno de los monumentos más notables de la arquitectura gótica alemana es la
Elizabethkirche, en Marburgo, construida para recibir los restos de Isabel de Hungría y meta de
numerosas peregrinaciones. En un edificio severo y de gran aliento, con las naves llevadas a la
misma altura y, por consiguiente, las ventanas abiertas sobre las naves laterales y no sobre la
central, lo que da un efecto de amplitud espacial. Este tipo de planta fue adoptado,
preferentemente, por los dirigentes de una orden militar, los Maestres de la Órden Teutónica,
porque es el más adecuado para reunir a las grandes multitudes de fieles para las prédicas. Las
Hallenkirche (semejantes a grandes salones) son el resultado de un encuentro entre las formas
góticas francesas y las borgoñesas cistercenses, ya muy difundidas entre los países del Este
europeo. Están encuentran gran aceptación a mediados del s. XIII y hasta mediados del s. XIV,
especialmente en Alemania. Entre las variaciones estilísticas elaboradas por las distintas
regiones, presenta un interés especial la arquitectura gótica del ladrillo, originario de las zonas
septentrionales. En efecto, presenta características propias distintas de la originaria arquitectura
gótica de piedra. Además de la catedral de Lubeck, de contrafuerte rígidamente encuadrados y
esbeltas ventanas verticales, constituye un estupendo ejemplo de este tipo de construcción la
iglesia abacial de Chorin, límpida expresión de fuerza, sobriedad y contenida elegancia. Pero ya
nos hallamos a mediados del s. XIV y el gótico ser encamina hacia su postrera transformación.
Escultura
*El desarrollo de la escultura monumental asociada a los edificios religiosos aparece de
modo esporádico y fragmentario. Los grandes talleres no debieron logran la misma influencia
que los de Francia.
*El núcleo más importante y con gran diferencia se sitúa en las regiones de Turingia,
Franconia y Sajonia. En Freiberg, la puerta dorada (hacia 1230, cuya arquitectura está aún
repleta de reminiscencias románicas, no revela una escultura mucho más adelantada, fresca y
sensible. En Bamberg se suceden 2 talleres de tendencias contrarias: uno (que trabaja entre
1225-1235), difícilmente relacionable con el arte occidental, reúne cierto bizantinismo en el
plegado de los ropajes con una apasionada energía del gesto y la actitud; otro, aunque siga al
primero con escasa solución de continuidad, revela la influencia del estilo de Reims. En
Naumburgo, las soberbias estatuas de los protectores de la iglesia, de potente originalidad, son
acaso las obras maestras en que lo alemán se acerca más a la plenitud y a la grandeza clásica.
*En el Rin, volvemos, en Maguncia y, especialmente, en Estrasburgo, a los talleres
relacionados con los franceses. El más antiguo, produjo, a mediados del s. XIII, las famosas
estatuas de la iglesia y de la sinagoga, mientras que el más moderno, a fines del mismo s.,
salieron las series de las Vírgenes locas y las Vírgenes prudentes, a que los alemanes fueron
muy aficionados, y que se hallan asimismo en Friburgo y Magdeburgo.
*Alemania no se expresa realmente a través de la arquitectura, sino a través de la
escultura y la pintura de ese tiempo. La situación del arte en relación con el aristocrático del s.
XIII ha sido comparado con la del barroco en relación con el renacimiento italiano: semejante
avidez expresiva a expensas de la imitación; parecida ansia de movimiento a expensas de lo
monumental. Los torturados pliegues de un ropaje esculpido o pintado, las líneas de un grabado
heráldico, nos permiten apreciar los caracteres de este estilo de trazos quebrados, de rostros
gesticulantes de dolor o transfigurados de suavidad sobrehumana.
*El desarrollo de la escultura, en especial de la talla en madera, fue muy favorecido en
Alemania por la costumbre de hacer grandes retablos pintados y esculpidos. Por otra parte,
cierto número de artistas que se conocen en el s. XV se encargaban, sin duda, simultáneamente
de la pintura y la escultura de estas obras, producción necesariamente desigual, aunque nunca
haya caído en la industrialización flamenca.
*Dos ciudades dominan ampliamente sobre las demás por la calidad del trabajo y la
personalidad de los artistas. La más importante es Nürember, con Veit Stoss, Adam Krafft y Peter
Vischer. Adam Krafft es un vigoroso cantero, en el que hay una vena popular bastante pesada y
vasta, pero lo salva de caer en la afectación de su tiempo. En él se conserva intacto el espíritu
de la época anterior.
*En cuanto a Peter Vische, trabaja en la fundación de su familia, con su padre y sus
hermanos. Antes de adoptar el repertorio del Renacimiento, este grupo produce y exporta en
todas direcciones placas funerarias, ya grabadas, ya en bajorrelieve.
*Wurtzburgo es el segundo centro de escultura. Si bien la variedad, un excelente tallista,
Tilmann Riemenschneider posee un floreciente taller de donde sale gran cantidad de
encantadoras creaciones.
*Una de las más notables personalidades artísticas del gótico alemán es el desconocido
maestro que entre 1230 y 1237, esculpió en el taller de Bamberg la notable figura del Caballero,
animada por un extraordinario sentido plástico y una profunda sensación de dramaticidad en su
bello rostro.
*Igual que la arquitectura, la escultura gótica alemana está caracterizada por la síntesis
de nuevos elementos importados de Francia con otros enraizados en la tradición local. Con
respecto a los modelos franceses en que se inspiran, los relieves alemanes denotan,
particularmente, un carácter muy individualista y una más rica expresividad.
*Un phatos profundo y sutil anima al Cristo y a la figura de la iglesia y de la sinagoga de
la catedral de Estrasburgo. El escultor procedía, ciertamente, de los taller de Chartres, donde
había asimilado la nueva técnica; pero la extraordinaria humanidad ambas figuras (la iglesia
triunfante y la doliente sinagoga) no es producto del oficio ni de la escuela, sino de la
excepcional sensibilidad y madurez artística del autor.
*El cuadro de la escultura gótica alemana, se completa con las tallas en madera, que en
esa época tienen un notable florecimiento. Un tema particularmente caro al clima ascético de la
Edad Media es la patética figura de la Mater Dolorosa, a menudo parte de algún grupo que
representa la crucifixión.. Por ejemplo, la Mater Dolorosa de madera policromada, procedente de
la Alta Sajonia (1230, aproximadamente), que se halla en los Antiguos Museos del Estado, en
Berlín.
*En memoria del fundador de la Catedral de Brunswick, Enrique de León, fue erigida a
mediados del s. XIII, su tumba. Este notable monumento funerario representa al famoso
antagonista de Federico Barbarroja, junto con su esposa, Matilde de Inglaterra. La notable
compostura de los rostros y el sobrio tratamiento de las vestiduras (desprovistas de todo
lineamiento sutil y de todo preciosismo de gusto gótico) demuestran hasta qué punto en aquella
época, la tradición románica estaba aún viva.
*Con el final del s. XIII y el comienzo del s. XV, la escultura alemana manifiesta una
mayor adhesión al arte francés, logrando conjuntos de extraordinaria elegancia, tales como el
portal principal de la catedral de Estrasburgo, cuyos relieves, disciplinados, dentro de rígidas
particiones arquitectónicas, ilustran los acontecimientos de la Redención.
*En el portal occidental de la catedral de Estrasburgo, la decoración escultórica se halla
completamente sometida a la arquitectura y a la verticalidad de ésta. En su portal principal, las
escenas de la Última Cena, del Beso de Judas y del Prendimiento de Cristo se siguen sin
separación y llenan con su vivacidad expresiva y espacio ofrecido por la partición arquitectónica.
La extrema violencia de sentimientos y de actitudes es una de las principales características de
la escultura gótica alemana, realmente original.
*El portal occidental de la Elizabethkirche de Marburgo presenta una decoración
escultórica extraordinariamente ligera y delicada. Las figuras de la virgen y de los dos ángeles
se destacan sobre un florido fondo vegetal que las transporta fuera de toda realidad humana y
terrenal, colocándolas en una especie de paraíso ideal. Elegantes motivos de follajes recorren
también los alféizares, los capiteles y la ornamentación de hierro forjado de las puertas.
*La fuente bautismal de Hildesheim es una de las grandes obras de bronce realizadas en
el s. XIII, tanto por la importancia de sus dimensiones (2 m. de altura por 1 m. de ancho) como
por su decoración.
*La escultura y las artes menores de la edad gótica experimentan en Alemania una
renovación más sustancial que la arquitectura: una vena de realismo popular se mezcla con los
ideales de la tradición caballeresca.
*En el campo de la escultura, las novedades y las conquistas de la era gótica, están
señaladas en Alemania por los contactos con la escuelas francesas. Sobre todo, las escuelas de
Reims ofrecen una intensa y profunda sugestión; pero todas las imágenes adquieren en el área
germana una potente carga dramática, nueva y de origen local. Aquí, además, la escultura es
más bien rara en los portales y los exteriores de las iglesias, invade los interiores de las
catedrales, animadas mágicamente. Mientras que las imágenes escultóricas, comúnmente
refugiadas en las archivoltas, antes parecían de tamaño reducido, ahora resaltan en sus nuevas
dimensiones normales, adquiriendo vida y potencia. El famoso Caballero de Bamberg, erigido en
el coro de la catedral, es la imagen terrenal de un histórico héroe de un poema caballeresco. En
cambio, el Juicio Universal, representado en el portal de la misma iglesia, es una inquietante
fantasía que se manifiesta en imágenes violentamente expresivas; aguda y despiadada es la
definición de sus trazos realistas, que rozan lo grotesco, demuestra la multiplicidad del espíritu
de los escultores germanos.
*En la primera mitad del s. XVIII, la escultura gótica alemana alcanza un florecimiento
sorprendente, y con las experiencias de los antiguos artesanos locales, impregnadas por las
nuevas enseñanzas estilísticas y formales llegadas desde Francia, elabora una síntesis madura y
original, llena de valores nuevos. En las esculturas de Naumburgo, de Magdeburgo, en las
numerosas aunque menos conocidas imágenes de dona, en las figuras de santos, en las lápidas
sepulcrales, la sensación de corporeidad, ora solemne, ora dolorosa, se une a una penetrante y
siempre felicísima individualización psicológica. Y esto, precisamente, se convierte en el
elemento típico y más original de la escultura alemana: la vida interior se revela aquí con tal
urgencia e impetuosidad, que no conoce ese velo de elegancia y compostura que siempre
caracteriza a las imágenes francesas. A fines del s. XIII y durante los primero s años del XIV, se
advierten en las esculturas nuevas tendencias estilísticas. Los pliegues sutiles y frágiles que
cubrían los cuerpos de las vírgenes de Estrasburgo cobran mayor amplitud, mientras que las
figuras tienden a arquearse, a desmaterializarse, a resolverse en expresiones de nerviosa
verticalidad. Los fuertes contrastes plásticos de las esculturas de Naumburgo y Bamberg dejan
sitios a imágenes casi incorpóreas, pero no por ello menos intensamente expresivas. En las
puertas del Oeste de Nuestra Señora de Estrasburgo, que alguien ha definido como “la cínica
representación enciclopédica alemana de la historia de la redención”, y que pertenecen al final
del s. XIII, las figuras han perdido completamente su valor individual para transformarse en
elementos complementarios e integrantes de la arquitectura. En realidad, Estrasburgo, que hoy
pertenece a Francia, constituía ya en el s. XIII un lugar de encuentro entre las tendencias
francesas y las alemanas. Los escultores que entonces trabajaban allí eran indudablemente
alemanes, pero se ve claramente que conocían los aciertos alcanzados por la escultura francesa
en Chantres y en Reims. La misma evolución se nota en las esculturas de madera, que, en sus
líneas angulosas y atormentadas interpretan, con gran violencia dramática, los temas de la
Pasión.
*Entre tanto, en Hildesheim, se prolonga la vivaz tradición de la escultura en bronce, cada
vez más desvinculada del refinamiento tradicional bizantino, e inspiraba en una observación
directa de lo real y de los modelos del arte clásico. Así nacen obras maestras del cincel, cuyo
valor no disminuido en modo alguno por su clasificación entre las artes menores, establecida por
una crítica posterior. Candelabros, arañas, fuentes bautismales, pilas de agua bendita,
incensarios y relicarios no solo son valiosos objetos usuales que otorgan belleza decorativa a las
iglesias y monasterios, sino que expresan una calidad artística y un vigor representativo digno
de ser comparados con los de las grandes esculturas. Y lo mismo puede decirse de los esmaltes,
similares a aquellos, refinados y preciosos, que salían de los talleres de Limoges desde el
período románico y que una vez más testimonian las frecuencias de los contactos entre las
escuelas francesas y germanas. Las miniaturas se inspiran preferentemente en temas mundanos
y cortesanos, ilustrando poemas caballerescos con señorial elegancia de formas. Las
sugerencias provienen, como de costumbre, de Francia ya decididamente orientada desde el s.
XIII hacia un refinado preciosismo cuyas fuentes argumentales son los temas nobles y
mundanos. A la escuela de Estrasburgo pertenece el códice miniado que contiene el poema de
Parsifal, en muchos detalles semejante al famoso Salterio de San Luis, pero que presenta una
mayor angulosidad de rasgos y tendencia a estilizar.
Arte renacentista
*El renacimiento clasicista y la Reforma protestante afectaron profundamente las artes
del s. XVI y transformaron la educación. El estilo gótico tardío continuaba en pintura y escultura,
caracterizado por la devoción religiosa y el gusto por los detalles elegantes. Tanto los maestros
pintores Matthias Grünewald y Stefan Lochner, y los escultores Veit Stoss, Peter Vischer el Viejo,
Adam Kraft y Tilman Riemenschneider dedicaron un gran esfuerzo en la realización de vidrieras y
retablos. El estilo renacentista, caracterizado por motivos clásicos y el interés en el mundo de la
naturaleza, fue introducido desde Italia por Alberto Durero. Lucas Cranach el Viejo y Hans
Holbein el Joven expresaron el énfasis humanista sobre el individuo en sus retratos. Durero y
Martin Schongauer combinaron los elementos góticos y renacentistas en las nuevas técnicas de
grabados en madera y cobre, utilizados para la ilustración de libros en la imprenta. Hasta la
Reforma se mantuvo el gótico tardío como estilo arquitectónico, momento a partir del cual se
detuvo prácticamente la construcción de iglesias. Los protestantes desaprobaron las
manifestaciones artísticas en las iglesias, aunque la burguesía gastó enormes cantidades en
casas con tejados empinados, con entramado de madera, y pintadas de forma decorativa.
También se edificaron opulentos palacios y ayuntamientos siguiendo el estilo renacentista
Pintura
*En la pintura renacentista destaca Alberto Durero. Aunque nacido casi al mismo tiempo,
ciertos artistas han aprovechado mucho menos que Durero las lecciones del renacimiento. Estos
son Hans Baldung Grien, colorista refinado y aficionado a armonías cromáticas ácidas, que se
deja lleva a veces por una tendencia erótica. En Ratisbona, Albretcht Altdorfer gusta de
complicadas arquitecturas y desmelenados paisajes, poblados de personajes, con frecuencia
anecdóticos.
*Lucas Cranach siguió una evolución contraria a la de Alberto Durero; menos original que
los anteriores, Hans Burgkmair el Viejo, de Ausburgo, colaboró con Alberto Durero en los grandes
empresas de grabados e ilustración del emperador Maximiliano, empleo para el que le hacían
idóneo sus cualidades de fecundidad, ligereza e italianismo.
*Hans Holbein el Joven, aunque hizo muchos modelos de ornamentación y algunos
cuadros religiosos y pinturas murales, su genio radicó en los retratos, que desafían todo análisis
por la naturalidad y la precisión de colorido, y son exactos sin caer en la sequedad y
monumentales no obstante su detallismo.
*A pesar de haber vivido en Suiza, Hans Holbien el Joven no influyó sino en ciertos
retratos de Zurich. Niklaus Manuel Deutsch, de quien la pintura no pasó de ser una de sus
múltiples ocupaciones, es un refinado colorista, con un estilo personal. Carece d ella brutalidad
de su compatriota, el lansquenete Urs Graf, cuyas estampas huelen a batalla, al mismo tiempo
que elevan hasta lo más alto la tendencia ornamental, eficaz asimismo en asombrosas vidrieras
y, sobre todo, en esas vidrieras con escudos que son una de las glorias de la Suiza de aquellos
tiempos.
*En cuanto a las demás arte todavía conocen mayor decadencia que la arquitectura.
Únicamente el pintor Adam Elsheimer, de Francfort, merece ser citado, por sus paisajes pintados
en Roma, en los que la minucia de la técnica se equilibra con la nobleza del estilo y de la
iluminación. Joachim von Sandrart ha merecido, asimismo, reputación, pero más que por sus
talentos artísticos ha sido por sus escritos, en los que da interesantes noticias de los artistas que
trató.
*La pintura en Alemania tuvo una ilustre tradición durante el renacimiento, gracias a
varias personalidades artísticas que dominaron el panorama. El arte alemán estuvo muy
vinculado al pasado gótico, pero muchos de sus artistas fueron capaces de fundir la herencia
medieval con los nuevos descubrimientos. Konrad Witz fue uno de ellos. Parte del gran altar El
milagro de los peces, también conocido como Cristo andando sobre las aguas (1441, Museo de
Arte e Historia, Ginebra), refleja un paisaje real con referencias específicas a elementos del
paisaje suizo de los Alpes y que expresan la conciencia de Witz respecto a la aceptación de los
avances artísticos italianos. Los artistas alemanes encabezaron el desarrollo del arte del
grabado, como lo demuestran las publicaciones de libros, que en este periodo florecieron por
todas partes.
*La pintura renacentista alemana abarca los años que median entre 1470-1550.
Evoluciona muy rápidamente hacia fórmulas manieristas como consecuencia de la crisis religiosa
que afecta a Centroeuropa. La practican artistas innovadores, intelectuales muy evolucionados.
Se caracteriza por ser una pintura con marcada tendencia a lo religioso. Por influencia del
grabado, los contornos en esta pintura son de carácter lineal. Destaca del taller de Martin
Schóngauer cuya constante es la recurrencia al Antiguo Testamento y a la Sagrada Biblia en
general, temas reformistas por excelencia, ya que Alemania vivía el clima de la renovación
erasmista.
*Hans Holbein, el Joven (1497-1543), es considerado como el precursor de una modalidad
de retrato que luego será muy usual durante el s. XVII y que consiste en acompañar la figura del
retratado con objetos comunes que resalten su perfil psicológico, su ambiente y su condición
social. Su partida a Inglaterra, como pintor de Enrique VIII y de su Corte, está considerada como
el punto final del Renacimiento alemán.
Escultura
*La escultura está lejos de alcanzar el esplendor de la pintura. La práctica en especial el
taller de Peter Vischer el Viejo, cuyo primer trabajo dentro del estilo netamente renaciente es el
Relicario de San Sebaldo (1508-1509). los hijos de Peter Vischer el Viejo, Peter Vischer el joven y
Hermann, ayudan a su padre. De su fundición salen las mejores figuras del Sepulcro de
Maximiliano en Innsbruck (1513), además de gran cantidad de placas grandes y pequeñas en
relieve. En este género requiere también reputación merecida el nürembergués Peter Floetner.
En Ausburgo, Daucher, artista de segunda fila, emplea hábilmente los modelos italianos.
*Continúa la moda de los grandes retablos, que, en la mayor parte de los casos y aunque
hayan sido esculpidos bien entrado el s. XVI, no muestran huella de italianismo.
Arquitectura
*Acaso donde se aprecia mejor lo superficial de la influencia italiana en Alemania es en la
arquitectura. Si en buena cantidad de castillos, como en Brieg o Wismar, se halla profusión de
ornamentos a la italiana, a veces ejecutados por artistas de esta nacionalidad, escasas son las
obras en que se note un deseo de composición regular y una obediencia a los mandatos de
Marco Vitruvio Polión. La fachada del palacio del elector Otón-Enrique, en Heidelberg (1556) es,
este aspecto, más excepción que ejemplo, y nadie puede, por lo demás, asegurar que su autor
fuese alemán.
*El s. XII no mejoro la situación. Entre 1616 y 1648 la mayor parte de Alemania es
terriblemente castigada por el azote de la Guerra de los 30 años. En el terreno protestante se
desarrolla, sin embargo, una arquitectura pesada y movida, carnosa de formas, notable por sus
tejados bulbosos, por sus fachadas puntiagudas, de recortes complicados. Es un modo de
barroco, pero muy transformado por las decoraciones de los Países Bajos. De Estrasburgo salen
los arquitectos Wendel Dietterlin y Schoch. Ausburgo cuenta con Elias Holl, de arte un tanto
seco. Master Francke construye la iglesia protestante de Wolfenbutten. En la Alemania católica y
en Austria, donde los jesuitas despliegan gran actividad, triunfa el estilo italiano en Münich,
Salzburgo y Praga, y los arquitectos son generalmente italianos.
Artes menores
*Así como la generación desaparecida a mediados del s. XVI, había sido rica en talentos,
la que le sucedió fue pobre. Sus únicos artistas notables son los grabadores, ciertamente hábiles
y seductores, pero carentes de grandeza. Se puede citar a los hermanos Beham y Bencz en
Nüremberg, a Heinrich Aldegrever, en Soest. La reforma asesta al arte un golpe terrible; verdad
es que los mejores artistas alemanes de tiempos de Alberto Durero habían aceptado la Reforma,
pero no es menos cierto que su formación se remontaba a una época anterior a ella. Y aún
fueron peores para el arte las guerras civiles que acompañaron a este movimiento de los
espíritus
*El estilo gótico tardío continuaba en pintura y escultura, caracterizado por la devoción
religiosa y el gusto por los detalles elegantes. Tanto los maestros pintores Matthias Grünewald y
Stefan Lochner, y los escultores Veit Stoss, Peter Vischer el Viejo, Adam Kraft y Tilman
Riemenschneider dedicaron un gran esfuerzo en la realización de vidrieras y retablos. El estilo
renacentista, caracterizado por motivos clásicos y el interés en el mundo de la naturaleza, fue
introducido desde Italia por Alberto Durero. Lucas Cranach el Viejo y Hans Holbein el Joven
expresaron el énfasis humanista sobre el individuo en sus retratos. Durero y Martin Schongauer
combinaron los elementos góticos y renacentistas en las nuevas técnicas de grabados en
madera y cobre, utilizados para la ilustración de libros en la imprenta.
*Hasta la Reforma se mantuvo el gótico tardío como estilo arquitectónico, momento a
partir del cual se detuvo prácticamente la construcción de iglesias. Los protestantes
desaprobaron las manifestaciones artísticas en las iglesias, aunque la burguesía gastó enormes
cantidades en casas con tejados empinados, con entramado de madera, y pintadas de forma
decorativa. También se edificaron opulentos palacios y ayuntamientos siguiendo el estilo
renacentista.
Arte barroco
*En Sajonia triunfa un barroco exuberante con Poepplemann y en Baviera con los
hermanos Egid Quirino Asam y Cosme Damian Asam, que son a la vez arquitectos, escultores,
estuquistas y pintores, (Iglesia de San Juan Nepomuceno, en Münich), mientras George Bähr
despliega en el templo Frauenkirche, de Dresde, un genio severo que contrasta con el risueño
Poepplemann. Pero más tarde, convencidos los electores de Baviera de la superioridad de lo
francés, le dan la preferencia a Joseph Effner, discípulo de Germain Boffrand, y François de
Cuvilliés, decorador de incomparable fantasía (Teatro de la Residencia, de Münich), quien, a
pesar de su formación parisiense, puede hacer gala en Alemania de una imaginación caprichosa
que acaso no le hubieran permitido en su país.
*Aunque los acontecimientos políticos —guerra de los Treinta Años (1618-1648) en
Alemania y presencia de los turcos en Austria— impidieron el desarrollo del barroco en ambos
países hasta el s. XVIII, algunos artistas importantes se destacaron a lo largo del s. XVII. Dos
maestros de la pintura barroca alemana fueron Adam Elsheimer, que se trasladó a Roma en
1600 y pintó dentro de la corriente clasicista italiana, y Johann Liss, que viajó a Venecia en 1621,
trabajando allí y también en Roma.