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Alimenta bien a tu bebé
EDITORIAL SINTESIS
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Introducción
1. Esperando al bebé
Caso práctico 1
Caso práctico 2
Caso práctico 3
Caso práctico 4
3. ¿Cómo es el bebé?
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3.2. Proteger la relación inmediata madre-hijo
Caso práctico 5
Caso práctico 6
Caso práctico 7
Caso práctico 8
5. ¿Pecho o biberón?
Caso práctico 9
Caso práctico 10
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6.3. Interacción entre lactancia materna e intestino del bebé
6.4. El calostro
Caso práctico 11
Caso práctico 12
Caso práctico 13
Caso práctico 14
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8.4. Señales que indican que el bebé toma suficiente
Caso práctico 15
Caso práctico 16
Caso práctico 17
Caso práctico 18
12
Caso práctico 19
Caso práctico 20
11.1. Ictericia
11.3. Llanto
Caso práctico 21
Caso práctico 22
Bibliografía
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Este es el primer libro de una serie que Editorial Síntesis va a dedicar al muy interesante
tema de la alimentación infantil a todas las edades. En este primer número de la colección
se abordan tanto la nutrición y los cuidados de la mujer embarazada como la
alimentación del bebé durante sus primeros seis meses de vida.
Alimentarse bien es una necesidad básica para todas las personas. La relación entre
dieta y salud se inicia ya en la época prenatal. El cuerpo humano está renovándose
constantemente y para ello necesita un flujo continuo de aportes de sustancias nutritivas.
Además, los niños de cualquier edad incrementan su masa corporal de una manera lenta
pero continuada. El estar creciendo y cambiando constantemente es la característica que
diferencia al niño del adulto. Por esa razón, la alimentación del niño, y sobre todo la del
bebé, tiene una importancia fundamental no solo para su crecimiento y su desarrollo, sino
incluso para su propia supervivencia.
Los padres del siglo xxi no solo necesitan los consejos y las recomendaciones de los
médicos, los pediatras, los farmacéuticos y los profesionales sanitarios sobre la manera
más adecuada para alimentar a su bebé. También precisan saber el porqué, la razón de
cada una de las normas que deben seguir, para estar seguros de que dan a su hijo los
alimentos más adecuados, los que más le benefician.
Este libro está destinado sobre todo a los padres que esperan un bebé pero también a
los profesionales que están en contacto con ellos y que deben orientarlos: educadores,
maestros, personal de enfermería y profesionales sanitarios. Todos ellos precisan un
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conocimiento científico de los fundamentos de la alimentación del bebé, pero sobre todo
conocer bien su aplicación práctica.
Los autores del libro, una farmacéutica especialista en nutrición y un pediatra "senior"
con treinta años de ejercicio profesional como Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital
Universitario "La Fe" de Valencia, se han impuesto la tarea de combinar el rigor científico
con la amenidad al exponer todas las recomendaciones prácticas de la alimentación del
bebé durante su primer año de vida al mismo tiempo que se comentan los motivos que
las sustentan.
Claridad, utilidad práctica y rigor científico ha sido el propósito, tanto de los autores a
la hora de escribir este libro. Esperamos haberlo conseguido.
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1.1. La preparación para ser padres
Ser padres supone el regalo de una nueva vida, pero al mismo tiempo una revolución
vital. El mundo personal y familiar se ensancha y enriquece con la llegada del nuevo
bebé. Los padres experimentan nuevas sensaciones, múltiples sentimientos de alegría, de
una promesa de felicidad hasta entonces desconocida. Pero al mismo tiempo tienen una
percepción de carga, de preocupación, porque se adquiere un compromiso de cuidar del
bebé, de velar por su salud hasta que se convierta en un adulto, hasta que alcance su
autonomía como persona.
UN ANTES Y UN DESPUÉS
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es calificado por la mayoría de las familias y de las parejas como un
acontecimiento esencial, un antes y un después en sus vidas. El tener que
hacerse cargo de un bebé, y comenzar a cuidarlo desde el mismo momento de la
concepción, es un hito en sus vidas y les aporta felicidad y unión.
Hay unas reglas esenciales que la futura madre debe conocer y seguir para que el
embarazo se desarrolle correctamente y el niño todavía no nacido (que se llama embrión
o feto) crezca y se desarrolle adecuadamente dentro del útero:
CUADRO 1.1
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definitiva, se trata de evitar el agobio, el llamado estrés, situaciones que provocan
alteraciones orgánicas, respuestas anómalas del cuerpo de la madre que
perjudican el crecimiento del feto. También hay que evitar los disgustos fuertes,
bien en el trabajo o bien en la familia, que pueden conducir a sentimientos
negativos.
LA PREPARACIÓN
Si una mujer desea tener un bebé, tiene que estar bien preparada y debe:
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como el deporte de competición. Tampoco hay que exponerse a recibir golpes o
lesiones que pueden poner en peligro al feto.
5.Evitar totalmente tabaco, alcohol o drogas. Estos tóxicos que inhala o ingiere la
futura madre son muy perjudiciales para el feto, ya que pasan a su organismo y
actúan sobre los delicados tejidos en crecimiento provocando alteraciones o
malformaciones. Este daño es casi siempre irreversible, es decir, que no se puede
reparar después de producido.
6.Evitar las infecciones. La mujer embarazada debe intentar evitar ponerse enferma,
aunque sea de infecciones aparentemente banales como catarros o resfriados. A
veces es difícil conseguirlo si se sigue haciendo una vida normal, pero unas
simples precauciones como alejarse de familiares o conocidos enfer mos, o no
permanecer en lugares cerrados con el aire muy cargado ayuda a conseguirlo.
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desgraciadamente con la talidomida hace ya medio siglo.
Hoy los controles farmacológicos son mucho más rigurosos que hace unas
décadas, pero siempre hay que tomar la precaución de no tomar ningún
medicamento durante el embarazo que no haya sido recetado por el médico.
Una buena alimentación de la madre desde los primeros días del embarazo mejora la
salud del feto y hace que pueda crecer adecuadamente. La mujer gestante necesita más
nutrientes porque en su cuerpo se están creando nuevas células, nuevos tejidos. Sobre
todo los del bebé que está procreando, pero también en ella misma ya que engrosa tanto
el útero como las mamas y además crea un órgano nuevo, la placenta, que adosada al
útero sirve para nutrir al feto.
Las mujeres que están más "llenitas" antes del embarazo, con un IMC previo mayor
de 26, tienen reservas de nutrientes acumuladas en su propio cuerpo, por lo que es
suficiente con que aumenten entre 8 y 11 kg a lo largo del embarazo (cuadro 1.2).
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durante el embarazo, ya que se puede perjudicar seriamente el crecimiento del feto.
Hay que evitar las comidas preparadas o con demasiadas salsas y aditivos, y
tomar sobre todo alimentos naturales: verduras crudas y cocidas, legumbres,
leche y carnes magras. El aumento adecuado de peso durante el embarazo es un
signo de buena nutrición.
CUADRO 1.2
Aumento de peso recomendado para las embarazadas (en kg), según su peso previo
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De este aumento total de peso, solo una cuarta o una quinta parte se debe al peso del
propio feto. La mayor parte se debe al aumento de diversas partes del cuerpo de la
madre, que necesariamente deben crecer para que el embarazo transcurra con
normalidad (cuadro 1.3).
CUADRO 1.3
La mujer del ejemplo recogido en el cuadro 1.3, a las 20 semanas de embarazo había
aumentado de peso 4,3 kg, de los cuales solo 300 g correspondían al peso del propio
feto. A término de su embarazo, a las 40 semanas de gestación, el peso del feto (3,5 kg)
era solo la cuarta parte de su aumento de peso total (14,7 kg).
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Durante el embarazo aumentan las necesidades de algunos nutrientes, los más necesarios
para "fabricar" el cuerpo del feto, por lo que la futura madre debe comer algo más de
cantidad de los alimentos que los contienen. Son los siguientes:
1.Folatos y ácido fólico. Estos nutrientes son esenciales para la correcta formación de
los tejidos fetales, de las nuevas células que se forman en el cuerpo de la madre.
Su deficiencia puede ocasionar defectos del tubo neural del feto, sobre todo
espina bífida. Pero el tubo neural se cierra muy precozmente, durante el primer
mes de embarazo, es decir, antes de que la mayoría de mujeres se den cuenta de
su estado. Es imprescindible una dieta rica en alimentos que contengan folatos
desde el primer día del embarazo, e incluso desde antes, cuando la mujer crea que
comienza a tener posibilidades de quedarse embarazada.
Los alimentos más ricos en ácido fálico y folatos son, en primer lugar, el
hígado de los animales y, en segundo lugar, todas las verduras de hoja verde,
sobre todo las hojas coloreadas, como son la escarola, la lechuga, las hojas de
roble, la rúcula, las zanahorias, las espinacas, las endibias o las acelgas.
También son ricas en folatos todas las legumbres (lentejas, judías, garbanzos
y guisantes). Además, tienen ácido fólico, aunque en menor cantidad,
prácticamente todos los vegetales como los tomates, los espárragos, los puerros,
la col, etc.
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glóbulos rojos, los hematíes. En el feto las mayores necesidades se producen en la
segunda mitad del embarazo, sobre todo en el último trimestre, cuando aumen ta
el volumen de la sangre fetal. El recién nacido tiene aproximadamente entre 250 y
300 ml de sangre y para fabricarla ha sido necesaria mucha cantidad de hierro.
Por esa razón, durante el embarazo las necesidades de ingesta de hierro son
altísimas, entre 25 y 30 mg diarios. Además, la mujer embarazada también
aumenta el volumen de su sangre, el número de sus hematíes, porque ha
aumentado su peso. Por consiguiente, también necesita hierro adicional para
fabricarlos.
Los alimentos animales más ricos en hierro son el hígado y las carnes rojas
(ternera y cordero y los vegetales más ricos en hierro son las legumbres
(lentejas, judías, garbanzos y guisantes). En general, todos los vegetales tienen
algo de hierro, pero se absorbe poco. Sin embargo, la cantidad de hierro
contenida en la leche y en sus derivados como el yogur o el queso es mínima.
CONSECUENCIA PRÁCTICA
3.Calcio. El calcio sirve sobre todo para mineralizar los huesos, para darles
consistencia, tanto los del feto como los de la madre, por lo que las necesidades
de calcio también se incrementarán durante el embarazo. Como los alimentos más
ricos en calcio son la leche de vaca y sus derivados (yogur y queso), habrá que
aumentar su consumo tanto durante el embarazo como durante el tiempo en que
se amamante al bebé.
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4.Proteínas. Las proteínas son el principal componente de las células y los tejidos
corporales. La alimentación de la mujer embarazada precisa aportar proteínas con
alto valor biológico, ricas en aminoácidos esenciales, que son los elementos
estructurales con los que se va creando el cuerpo del embrión y el feto.
Los alimentos más ricos en proteínas son las carnes magras, los pescados y
los huevos, por lo que habrá que cuidar que no falte al menos alguno de estos
alimentos en la dieta diaria de la embarazada. También tienen proteínas las
legumbres y los cereales (el arroz, el pan), aunque en menor proporción y de
menor valor biológico.
5.Otros nutrientes. Para formar el cuerpo del feto también son indispensables
cantidades aumentadas de algunas vitaminas, como la vitamina E, que está
presente en cereales y verduras. También se precisan cantidades aumentadas de
ácidos grasos insaturados, presentes en el aceite de oliva, así como minerales
como el yodo, presente en los pescados.
Para asegurar todos los elementos que contribuyen a la óptima formación de los
tejidos del feto, la dieta de la mujer embarazada debe ser variada, abundante y nunca
restrictiva.
✓ HORRIBLES EXPERIENCIAS
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procrear.
Así pues, la mujer embarazada debe aumentar sobre todo la ingesta diaria de los
siguientes alimentos:
• Cereales y pescados. Los cereales es preferible que sean integrales porque tienen
más fibra y ayudan a evitar el estreñimiento. Pero si la mujer no está estreñida
tampoco son indispensables, ya que tienen peor sabor que los cereales refinados.
Los pescados pueden ser blancos (merluza, fletán, pescadilla, etc.) o azules
pequeños (sardinas, boquerón, caballa, etc.). La excepción son unos pocos
pescados que están cuyo con sumo está prohibido durante el embarazo y que se
detallan aparte. También es importante consumirlos desde el comienzo del
embarazo.
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•Hígado y carnes magras. Es necesario consumirlas por su elevado contenido en
hierro, sobre todo durante el último trimestre del embarazo.
PESCADOS PROHIBIDOS
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por lo que se pueden consumir estos pescados sin problema.
La alimentación saludable durante el embarazo incluye alimentos que hay que evitar
totalmente, como el alcohol y los pescados citados, y otros que se deben consumir en las
menores cantidades posibles:
•Café y té. Se deben evitar o bien consumirse con moderación. Se pueden sustituir
por descafeinados, infusiones de manzanilla o preparados de cacao.
•Nata y mantequilla. Son alimentos muy ricos en grasas saturadas, poco saludables.
Se deben sustituir por los aceites vegetales crudos, sobre todo el de oliva, pero
también los de soja y maíz, que contienen ácidos grasos insaturados saludables.
•Beicon y grasa animal. Estos alimentos deben eliminarse de la dieta. Son preferibles
las carnes con poca grasa, como las de pollo, pavo o conejo. Si se consume una
carne grasa como la del cerdo o la de ternera, debe ser tras retirar y rechazar en lo
posible toda la grasa visible.
•Carnes y pescados crudos. Las carnes crudas y los embutidos curados, como el
jamón y el chorizo, pueden transmitir el parásito Toxoplasma gondii, un protozoo
que causa una enfermedad importante, la toxoplasmosis. Tampoco se puede
tomar steak tartar ni carpaccios.
✓ EL MOLESTO ANISAKIS
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El anisakis es un parásito microscópico que, en forma de larva, está en los
tejidos de la mayoría de pescados. Si se ingiere pescado crudo infestado,
produce dos tipos de síntomas:
Solo hay que tener la precaución de no tomar pescado crudo que no haya
pasado por una congelación previa. Las larvas sí sobreviven al vinagre, la
salazón y el marinado, por lo que las llamadas "semiconservas" son de riesgo.
•Patés y embutidos. Aunque son alimentos muy sabrosos, tienen excesivas grasas
saturadas y algunos demasiadas especias. Pueden sustituirse por jamón de York o
paleta de pavo cocida, que son excelentes alimentos y tienen poca grasa:
a)Quesos grasos: los quesos más saludables son los menos grasos, como el
requesón o el queso fresco. Son preferibles al manchego, al de bola, al
camemberty al brie.
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las comidas. Se puede alternar con yogur, queso fresco, calabaza al
horno o frutos secos.
c)Excesiva sal: sobre todo en los últimos meses, la mujer embarazada tiende a
retener líquidos, a "hincharse". El tomar una cantidad excesiva de sal con la
alimentación intensifica este problema.
Las frituras también son indigestas, sobre todo con el aceite recalentado a
altas temperaturas. Además, son menos saludables que los alimentos cocidos o
hechos al vapor, más naturales y que conservan mejor las vitaminas.
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los expertos recomiendan una ingesta de solo entre 300 y 400 kcal más de lo
habitual.
Casos prácticos
Caso 1
Ahora, con casi tres meses de embarazo, pesa 60 kg, por lo que solo ha
aumentado 1 kg en un trimestre. En el cuadro 1.2 se puede observar que el
aumento debía de haber sido mucho mayor. ¡Algo pasa!
Conclusión
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Las comidas preparadas o rápidas (pizzas, tacos, snacks, hamburguesas,
patatas fritas, etc.) tienen la doble característica de saciar bastante el apetito
pero contener pocos nutrientes, insuficientes en una situación especial en que se
requieren más. La mujer embarazada las debe consumir solo de manera
ocasional.
Caso 2
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Síndrome Alcohólico Fetal (SAF).
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2.1. Comer bien
Comer bien no significa comer mucho, sino que la alimentación de la mujer embarazada
debe ser variada y equilibrada, además de apetitosa. Todos los nutrientes deben estar en
la proporción adecuada y los alimentos deben ser naturales.
Los alimentos han de cocinarse de la manera más sencilla posible, evitando los fritos,
las salsas, los azúcares añadidos y las especias. Las carnes y pescados mejor a la
plancha, las verduras al vapor, el aceite crudo, las frutas naturales.
Cada mujer puede elaborar sus propias dietas guardando las siguientes normas:
-Evitar intervalos largos entre comidas. Mejor hacer 6 comidas al día que 4, claro que
con menos cantidades en cada una.
-Son necesarias dos raciones al día de alimentos proteicos: carne, pescado o huevos,
alternando, aunque sin excesiva cantidad. Cada ración solo consta de 130 a 140 g
de carne o de pescado, pesados en crudo.
-Tomar al menos dos raciones de fruta al día, pero pueden ser más.
-Conviene tomar al menos dos buenas rebanadas de pan, mejor más, preferiblemente
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integral.
-Al menos dos veces a la semana se tomarán legumbres, solas o mezcladas con
patatas o con arroz.
✓ EQUIVALENCIA DE LÁCTEOS
-150 g de requesón
Cada gramo de grasa produce 9 kcal, mientras que cada gramo de hidratos
de carbono y de proteínas produce 4 kcal.
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Las calorías que precisa una persona dependen de muchas circunstancias, entre ellas las
que "quema" con su actividad diaria y el ejercicio físico. Es bien conocido que los
deportistas de competición precisan una cantidad muy elevada de calorías en su dieta.
La mujer embarazada con un estilo de vida "normal" precisa alrededor de 2.000 kcal
diarias, variando un poco según su nivel de actividad física.
CUADRO 2.1
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Del total de esas 2.000 kcal, algo más de la mitad (1.024 kcal) procede de los
hidratos de carbono (256 g multiplicado por 4), el 28% (567 kcal) procede de las grasas
(63 g multiplicado por 9) y solo el 17,6% (352 kcal) procede de las proteínas (88 g
multiplicado por 4).
DESAYUNO
a)Leche o derivados. Puede ser un buen tazón de leche, al menos 240 ml, bien sola o
acompañada de café descafeinado. Pero se puede alternar con cualquier otro
lácteo, como el yogur natural, al menos 200 ml.
b)Cereales. Pueden ser cereales para el desayuno en forma de copos de trigo para
disolver con la leche, pero evitando los que tengan añadidos de azúcar o de
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chocolate. También puede ser una buena rebanada de pan tostado, integral o no,
que se puede untar con tomate natural, con mermelada de frutas o simplemente
con aceite de oliva.
c)Fruta. Puede ser una pieza de fruta madura de temporada, una macedonia de frutas
recién hecha, o bien zumo de fruta natural, sin añadido de azúcar.
-Recién nacido o neonato: desde las cuatro primeras semanas después del
nacimiento hasta los 28 días de edad.
-Lactante: se llama así al bebé desde que deja de ser neonato, a las 4
semanas de vida, hasta que cumple el año.
-Escolar o niño mayor: abarca desde los 3 años de edad hasta el comienzo
de la adolescencia, entre los 9 y los 10 años.
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alrededor de los 9 años, mientras que en los chicos empieza un año o
año y medio después. Las chicas acaban antes su adolescencia,
alrededor de los 15 o 16 años, mientras que los chicos la prolongan
hasta los 18 años. Sin embargo, hay consenso en denominar
adolescentes a todos ellos hasta los 18 años.
La toma de media mañana sirve para evitar el ayuno prolongado desde la hora del
desayuno, sobre todo si este se ha hecho muy temprano. No hace falta que sea
abundante. Preferiblemente, consistirá o en lácteos o en fruta natural.
Se puede volver a tomar un buen tazón de leche, sola o con descafeinado, o bien
yogur (evitando los grasos como el griego), o bien queso fresco en una rebanada de pan.
También puede tomarse simplemente una o dos piezas de fruta natural de temporada o
un plátano maduro.
De manera esporádica, para no hacer una dieta monótona, se puede cambiar por un
pequeño sándwich de jamón de York con zumo de fruta natural, o por un minibocadillo
de sardinas en aceite, o por una tostada con unas rodajas de tomate con aceite y sal.
Si la cena se hace muy tarde y han pasado muchas horas desde la comida del
mediodía, es conveniente romper el ayuno con una pequeña merienda. Se pueden tomar
los mismos alimentos que los indicados para la toma de media mañana, alternándolos. Si
se ha tomado fruta a media mañana, ahora se puede tomar leche o yogur, y viceversa.
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vegetales. Además, al menos uno de los primeros platos ha de consistir en vegetales
crudos, en ensalada variada pero que siempre tenga hojas como lechuga, escarola,
canónigos, etc., junto con tomate y zanahoria.
El otro primer plato pueden ser vegetales cocinados, como verduras a la plancha,
hervido de patatas y verduras, judías verdes salteadas, arroz, fideos, espaguetis, o
legumbres como lentejas, garbanzos o judías, solas o mezcladas con patatas.
El que el plato sea vegetal no significa que lo sea totalmente, sino que sea el principal
componente, más del 90% del volumen. Para hacerlo más apetitoso se puede mezclar
con pequeñas cantidades de carnes o de pescados. Así, se les puede mejillones en
conserva a las ensaladas, un poco de jamón a las judías verdes para saltearlas, tomate y
un poco de carne a los espaguetis a la boloñesa. También los múltiples añadidos posibles
a los arroces o a las legumbres los hacen más sabrosos.
Se pueden hacer variadas combinaciones con estos alimentos según las preferencias.
Incluso los dos platos pueden ser de mayoría vegetal, el primero una ensalada variada y
el segundo un arroz, unos espaguetis o unas legumbres, con el añadido de un poco de
carne o de pescado.
¿ QUÉ ES LA TOXOPLASMOSIS 9
Pero los huéspedes intermedios del toxoplasma son las ovejas, las vacas, los
cerdos o los caballos. Las carnes de estos animales pueden tener quistes de
toxoplasma, que también pueden contaminar las verduras y hortalizas de la
huerta.
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pasado.
Los alimentos con mayor contenido en proteínas son las carnes magras, el pescado y
los huevos. También las tienen las legumbres, aunque en menor cantidad. Como una de
las características de la alimentación saludable es que sea variada, hay que alternar todos
esos alimentos como principal componente de los segundos platos tanto de la comida
como de la cena.
Así, si el segundo plato de la comida del mediodía ha sido carne, en la cena se tomará
pescado, huevos o legumbres, y viceversa. La mezcla en un plato de legumbres con
arroz suma las proteínas de los dos vegetales, que se complementan y las hacen
nutritivamente más completas.
Los huevos solo tienen un inconveniente y es su alto contenido en colesterol. Por esa
razón hay que limitar el número de huevos que se toman semanalmente, aunque los
especialistas en nutrición no se ponen de acuerdo en el número máximo, que oscila entre
cinco y seis unidades.
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comidas.
✓ EVITAR LA TOXOPLASMOSIS
Hay unas medidas muy eficaces que debe tomar la mujer embarazada para
protegerse del contacto con este protozoo y evitar que penetre en su intestino
causándole la enfermedad:
1.No comer carne cruda (steak tartar, carpaccio), ni embutidos solo curados
(jamón serrano, chorizo).Tomar las carnes siempre bien cocinadas y
los embutidos cocidos (ja món de York, paleta). El parásito se
destruye con el calor de la cocción.
6.Lavar las manos con frecuencia, sobre todo después de manipular carne
cruda. Mantener limpia la cocina y la vajilla.
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como medida de precaución adicional siempre es mejor no exponerse a una
ingestión del parásito.
Nos centraremos en los menús del mediodía y de la cena, porque el resto de comidas han
quedado bien detalladas anteriormente.
LUNES
Cena: Judías verdes salteadas con jamón, tortilla de verduras, calabaza asada.
MAR TES
Cena: Espinacas con piñones, conejo en papillote con patatas asadas, fruta.
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
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SÁBADO
DOMINGO
Cena: Sopa de pescado, pan tostado con queso fresco y rodajas de tomate, manzana
asada.
LA MUJER VEGETARIANA
El vegetarianismo puede ser muy saludable para los adultos, sobre todo en
edades avanzadas. Pero no es saludable para los niños, de cualquier edad,
porque están en un proceso continuado de crecimiento y precisan de los
nutrientes que les aporta la carne, sobre todo proteínas de alta calidad, ricas en
aminoácidos esenciales, hierro y vitamina B 12. Lo mismo ocurre durante el
embarazo, en el que el feto precisa para desarrollarse unos nutrientes que no le
puede asegurar una dieta exclusivamente vegetal de la madre.
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LUNES
Cena: Espinacas o acelgas salteadas con jamón, sepia con patatas y guisantes, fruta.
MAR TES
Comida: Espaguetis con almejas, conejo guisado con tomate y verduras, fruta.
MIÉRCOLES
JUEVES
VIERNES
SÁBADO
DOMINGO
Comida: Ensalada variada, arroz caldoso con verduras, pollo y conejo, fruta.
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Cena: Sopa de pescado, pan tostado con queso, fruta.
Para que la dieta no sea monótona, se pueden alternar también los siguientes
alimentos saludables:
Frutos secos, como almendras, nueces, higos o avellanas, sardinas en aceite, maíz,
caballa, guisantes, dátiles, calabacín y gazpacho tradicional o andaluz.
✓ EL PLACER DE COMER
La mujer embarazada está en una situación psíquica especial. Puede tener caprichos,
manías, "antojos", y a veces le resultan monótonas las dietas anteriormente señaladas.
Sugerimos algunas ensaladas y platos de cuchara para variar los menús. En todos ellos su
mayor componente son vegetales, verduras, patatas, cereales y legumbres, con muy
escasas grasas pero todos muy ricos en nutrientes esenciales y, por tanto, saludables.
Con un sabor algo diferente, pueden hacer las delicias del resto de la familia, por lo
que detallamos la receta para cuatro raciones.
Ensalada mediterránea
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Ingredientes para 4 raciones
Preparación
Se lavan bien las hojas, remojándolas un poco en agua con vinagre y luego
en el chorro del grifo. A continuación se secan y se ponen en una ensaladera y
se mezclan con el tomate y los rabanitos cortados en rodajas pequeñas. Se
añade el zumo de limón, el aceite y la sal y se remueve. Se espolvorea por
encima con perejil picado.
Olla gitana
Preparación
Utilizar garbanzos ya cocidos. Si son secos hay que tenerlos en remojo con
abundante agua templada desde el día anterior y después cocerlos durante dos
horas en una olla con agua hirviendo. Las verduras se limpian y se trocean.
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calabaza y las judías y se cuece todo durante 20 minutos más y se sazona.
En una sartén con tres cucharadas de aceite se dora el pan, el ajo cortado y
las almendras cortadas. Después de dorados se retiran, se trituran en el mortero
y se añade un poco de vinagre, unas hebras de azafrán y una pizca de
hierbabuena seca. Este es el triturado.
Agregar este sofrito y el triturado del mortero a la olla, cociendo todo junto
durante 15 minutos más.
Valor nutritivo
Ingredientes
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De origen marroquí, utiliza cantidades variables de cogollos de lechuga,
dátiles naturales maduros (partidos por la mitad y retirando el hueso) y naranjas
maduras peladas en rodajas pequeñas (retirando las semillas), según el gusto.
Además se precisa zumo de limón, aceite de oliva y sal.
Preparación
Se lavan bien los cogollos de lechuga, que pueden tener restos de tierra. Se
trocean y se mezclan en una ensaladera con los dátiles maduros partidos y las
rodajas de naranja. Se riega con zumo de limón y aceite de oliva y se espolvorea
con un poco de sal.
Preparación
Si los garbanzos son secos, hay que tenerlos sumergidos en agua templada
desde el día anterior. Pelar, limpiar y cortar todas las verduras. En una olla con
agua hirviendo se colocan los garbanzos, una pizca de azafrán, la cabeza de ajo
entera y las hojas de laurel. Hay que cocer durante 2 horas.
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Todo este sofrito se incorpora a la olla, que ya ha cocido durante 2 horas,
junto con la patata que estaba reservada y el arroz. Hay que cocer todo durante
19 minutos más y está listo para servir.
Escalivada
Preparación
Mientras tanto, en un mortero se pican bien los dos dientes de ajo ya asados
con dos cucharaditas de perejil picado, un chorrito de vinagre, un poco de sal y
aceite de oliva. Esta salsa, bien mezclada, se vierte sobre las verduras asadas
para darles sabor. Si se quiere más, se pican finamente 2 dientes de ajo crudos y
también se reparten por encima de las verduras.
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buen chorro de aceite de oliva y sal. En otra variante, más típica de Valencia, se
pueden añadir unas finas tiras de bacalao salado.
Preparación
Si las alubias son secas hay que tenerlas en remojo con agua abundante y
templada desde el día anterior. Pelar la patata y cortar en dados. Pelar y picar la
cebolla, el tomate y el ajo. Limpiar y cortar el pimiento y las acelgas. Trocear el
jamón.
Mientras se cuecen las alubias en una olla con agua durante una hora y
media, se pocha la cebolla cortada en una sartén con cuatro cucharadas de
aceite. Se añade el pimiento y un ajo picado y se sofríe todo unos minutos más,
hasta que quede dorado. Se añade el tomate y el pimentón y se rehoga todo
junto, mezclando, unos pocos minutos más. Este sofrito se incorpora a la olla
donde ya han cocido las alubias, junto con los dados de patatas, el jamón y las
acelgas cortadas. Se cuece todo durante 20 minutos más.
En el aceite del sofrito se fríe el ajo restante bien picado y el pan. Después
se majan en el mortero, junto con una pizca de comino y también se incorpora a
la olla. Se cuece durante diez minutos más y está listo para servir. En total la
cocción ha durado dos horas.
Valor nutritivo
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proteínas del jamón, que además le da más sabor al guiso. Solo tiene 320 kcal
por ración. Una variante es sustituir el jamón por chorizo, algo más calórico
pero igualmente sabroso.
Ensalada griega
Preparación
Frotar la ensaladera con el diente de ajo partido para que quede impregnada.
Batir en esa ensaladera dos cucharadas de zumo de limón junto con media
cucharadita de azúcar, media cucharadita de sal y una cucharadita de aceite de
oliva. Dejar esa mezcla en el fondo mientras se añaden el pimiento en tiras
finas, la cebolla en aros finos, el pepino en láminas finas y el tomate en gajos
pequeños. Remover todo con el líquido del fondo y después añadir los dados de
queso, las aceitunas y las alcaparras, para finalmente espolvorear con el
orégano.
LA SANGRE BLANCA
La leche materna ha sido llamada "la sangre blanca", porque todos sus
componentes proceden de la sangre de la madre, que se "transforma" para dar al
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bebé los mismos nutrientes que antes del parto recibía a través de la placenta.
Preparación
Con un cuchillo con punta afilada se extrae el pezón de los tomates, para así
poder extraer por el agujero con una cucharita y con cuidado, la pulpa y las
semillas, que se reservan en un plato. No hay que extraer todo, para intentar
mantener firme la estructura del tomate.
56
de oliva. Se introducen en el horno, previamente calentado a 180 °C, y se
hornean solo 10 minutos, quedando listos para servir calientes.
Preparación
Sofreír la cebolla picada en una sartén con aceite de oliva. Cuando esté
dorada, incorporar los pimientos y los tomates, ya troceados. Salpimentar. Dejar
cocer a fuego suave, con el recipiente tapado y removiendo, unos 15 minutos.
Batir los huevos y agregar a las verduras, mezclando y cuajando por los dos
lados pero dejando el interior tierno.
Guiso de pescadilla
Preparación
Poner al fuego una cazuela antiadherente con el aceite. Cuando esté caliente,
colocar en el fondo una capa de patatas seguida de otra capa de cebolla. Le
sigue otra capa de rodajas de tomate y finalmente otra de patata. Añadir por
encima el vino, el caldo de pescado y una pizca de sal.
57
Comentarios
Es un plato muy sabroso, muy nutritivo y muy sano. Casi no tiene grasa,
salvo la saludable del aceite de oliva.
Casos prácticos
Caso 3
Historia clínica
Está preocupada por si esta dieta será pobre en nutrientes y puede perjudicar
su embarazo. Quiere conocer la más adecuada. Dieta de protección gástrica
DESAYUNO:
Leche desnatada (200 mi) más dos cucharadas soperas de cereales para
bebés, que se disuelven inmediatamente en la leche caliente. La leche desnatada
58
se digiere más fácil y más rápidamente.
COMIDA:
Puré de patata y zanahoria. O bien caldo de cocido con fideos finos, bien
hechos. Como postre un plátano muy chafado, regado con un poco de zumo de
limón.
MERIENDA:
CENA:
• Días siguientes
Caso 4
Historia clínica
59
José Ramón es un bebé de 11 meses de edad que ingresa en el hospital por
palidez y escaso aumento ponderal. Es el primer hijo de unos padres
vegetarianos estrictos (veganos), que solo toman alimentos vegetales.
Comentarios
60
tomar suplementos vitamínicos durante el embarazo. Las dietas vegetarianas no
son adecuadas para los bebés y los niños.
61
62
3.1. El recién nacido
Por si fuera poco, al cortarle el cordón umbilical por el que se nutría, bajan los
niveles de glucosa en sangre que desencadenan pronto la sensación de hambre. Como
consecuencia, tiene que comenzar a alimentarse a través de su propio tubo digestivo.
Colocando al bebé al pecho de su madre lo más pronto posible tras el parto, además
de favorecer la "subida de la leche", el proceso mediante el que la madre comienza su
proceso de creación y excreción de leche, se refuerza el vínculo afectivo madre-hijo.
Esta unión afectiva ya comienza a formarse muy pronto, desde antes del nacimiento,
pero se favorece e incrementa con el contacto piel con piel de la madre con el recién
nacido.
63
después del nacimiento depende en gran parte de sus cuidados. Si además le alimenta
con un producto de su cuerpo, como es la leche materna, el hijo es todavía más su
prolongación vital. La madre desea este contacto inmediato piel con piel, no solo verlo a
distancia. Quiere abrazarlo y besarlo, ponérselo al pecho. Así la madre y el hijo quedarán
todavía más unidos afectivamente durante toda su vida.
✓ ESTUDIOS CIENTÍFICOS
En las últimas décadas han sido miles los investigadores y millones las horas
dedicadas a desentrañar tanto la composición como los efectos biológicos de la
leche de mujer.
El contacto continuo, los cuidados y el amor son esenciales para el estímulo del
desarrollo psicomotor y emocional del bebé. Se ha demostrado que muchos trastornos
psiquiátricos del adulto tienen su causa remota en un déficit de afectividad durante la
época de lactante.
El desarrollo emocional del bebé comienza con el estadio de unión con la madre que
se llama de "confianza básica". El recién nacido va adquiriendo esta confianza cuando
aprende que sus necesidades básicas (hambre, frío, etc.), que él solo sabe expresar como
nerviosismo o como llanto intenso, se satisfacen de manera inmediata y de forma regular
y continua por parte de la madre o de su cuidador. El bebé confía y se une afectivamente
a esa persona que está inmediatamente disponible para él. La tensión que le ha
provocado una sensación no placentera se anula inmediatamente por el comportamiento
de la madre.
64
Proteger la relación lo más temprana posible entre la madre y su hijo, asegurar su
contacto cuerpo a cuerpo, ayuda no solo a culminar la satisfacción de ser madre, sino
también a asegurar el amor que mantendrá la continuidad de cuidados que precisa el
neonato.
También va a ser el primer estímulo para iniciar precozmente y con éxito la lactancia
materna. El recién nacido, acariciado y piel con piel con su madre, manifiesta su interés
por buscar el pecho en cuanto nota en su cuerpo que se ha cortado el suministro de
nutrientes continuos que le llegaban por el cordón umbilical. Levanta la cabeza, la gira, se
agarra con sus manos al vientre de su madre, abre los ojos y mira, busca con sus labios y
con la nariz el pezón nutritivo. Si la madre le acaricia y le habla dulcemente, incrementa
su búsqueda. Todos sus sentidos están dedicados a encontrar la fuente de su alimento. Si
se le coloca cerca, encontrará el pezón, abrirá los labios y comenzará su primera succión,
vigorosa en la mayoría de ocasiones.
El parto significa el paso brusco desde una situación de protección total del
feto dentro del útero a una vida autónoma, donde el neonato se encuentra
totalmente desvalido e indefenso.
El peso del recién nacido depende de muchas circunstancias, como una buena nutrición
de la madre a lo largo del embarazo, la ausencia de enfermedades, etc. Pero sobre todo
65
depende de la llamada "edad gestacional", el tiempo en que ha pasado en el útero de su
madre, que habitualmente tiene una duración de 39 a 40 semanas después de la
concepción. Los bebés nacidos con esa edad gestacional se llaman "a término", mientras
que los que nacen antes de cumplir la semana 37 de embarazo se llaman "prematuros" o
"pretérmino" y su peso suele ser muy inferior, como se muestra en el cuadro 3.1.
CUADRO 3.1
Peso aproximado de los recién nacidos según su edad gestacional (en gramos)
¿Cómo son los órganos y las funciones corporales del recién nacido? Además de tener
todos sus órganos de tamaño muy pequeño, lo más importante es que todas las funciones
que están encargados de realizar son muy inmaduras, muy incompletas. Será necesario
no solo que aumenten su tamaño, sino que además maduren y perfeccionen sus
mecanismos. Lo harán a lo largo de toda la infancia, pero a veces con lentitud. Esto es
muy evidente en dos órganos o sistemas que manifiestan claramente su debilidad: el
sistema locomotor y el cerebro.
El inmaduro sistema locomotor del recién nacido, formado por huesos, músculos y
nervios, hace que el neonato sea incapaz de cambiar de postura, de mover el tronco, de
sostener la cabeza. Está "blando", sin tono muscular, y casi inmóvil. Solo mueve muy
activamente las extremidades cuando llora.
✓ EL VÍNCULO MADRE-HIJO
66
constante y amorosa, para satisfacer todas las necesidades del bebé y sobre todo
saciar su hambre, además de asegurar su supervivencia, ayuda a su desarrollo
emocional e incrementa la unión afectiva, el vínculo madre-hijo (bonding).
El cerebro inmaduro
También todo el sistema nervioso del neonato, y sobre todo el cerebro, son muy
inmaduros. Por esa razón el recién nacido tiene un comportamiento muy uniforme y
responde a los estímulos externos a base de "reflejos", unas respuestas automáticas y
primitivas que desaparecerán después poco a poco, cuando crezca de tamaño su cerebro
y maduren sus conexiones neuronales, cuando avance en su desarrollo psicomotor.
Sin embargo, el recién nacido tiene bastante desarrollados muchos de los sentidos,
como el tacto. Su piel es muy delicada y muy sensible, no tolera ni los cambios de
temperatura ni los contactos extraños. También su oído está muy desarrollado, y le
molestan los ruidos. Se pasa durmiendo la mayor parte del día, entre 16 y 17 horas
diarias y solo se despierta cuando tiene hambre, cuando tiene sed o sensación de
molestia, bien por frío, por calor o por ruidos o luces intensas.
Se puede decir que la vida del recién nacido es casi vegetativa, pero los avances en su
desarrollo psicomotor van a ser muy rápidos. Los padres lo verán transformarse, cambiar
su comportamiento casi de semana en semana, al tiempo que crece y aumenta de peso.
Tan inmaduras, tan poco desarrolladas están todas las funciones del neonato,
que la mayoría de bebés nacidos prematuros o con bajo peso, incluso tienen
dificultades para mantener su temperatura corporal. Pueden padecer hipotermia,
si están poco arropados, o bien hipertermia si se les abriga demasiado.
67
aparato, llamado incubadora, que mantiene en su interior una alta temperatura,
la que precisa para que su cuerpo no se enfríe, y además la mantiene de manera
constante. Es lo más parecido a las condiciones de protección en que estaban
antes del nacimiento, dentro del útero materno.
El sistema digestivo del recién nacido está más "oculto" a las observaciones de los
padres, pero está igualmente inmaduro en su capacidad de tomar, digerir y absorber los
alimentos, la misión que tiene encomendada.
El intestino del neonato no solo es muy corto, tendrá que crecer a lo largo de su
desarrollo unas 20 veces más, sino enormemente sensible a los alimentos que penetran
en su interior. Su inmadurez hace no solo que no tolere sustancias extrañas, sino incluso
los alimentos que ya podrá digerir sin problemas varios meses después. Pero necesita
tiempo para crecer y madurar. Por esa razón, la ali mentación durante el primer año de
vida, especialmente en los primeros meses, debe ser tan especial, tan reglada.
Estómago pequeño
Como ejemplo, el estómago del recién nacido tiene muy poca capacidad, solo unos 30
ml, la octava parte de un vaso de agua. Como consecuencia, las tomas de alimento
durante los primeros días de vida que sobrepasen esta cantidad tendrán que esperar para
"caber", para ser "toleradas", a que el bebé vacíe el estómago rápidamente en el tramo
siguiente del intestino.
Por esa razón las tomas del recién nacido tienen que ser de escaso volumen, aunque
pueden ser muy frecuentes, cada dos horas e incluso cada hora. La motilidad del
68
intestino del recién nacido es incluso mayor que la del niño y la del adulto, lo que se
manifiesta en una mayor frecuencia de expulsión de su contenido, y también en el
número de deposiciones, que pueden ser hasta ocho diarias.
Pero no solo es el intestino del recién nacido el inmaduro y vulnerable, lo son además
todos los órganos de su alrededor que participan en las funciones digestivas: el hígado y
el páncreas. Por todas estas razones la alimentación durante el primer año de vida debe
ser específica. Cualquier error, cualquier transgresión, en el alimento que se ofrece al
bebé puede perjudicarlo seriamente.
Alimentación cuidadosa
Por esas razones, durante toda la primera mitad del primer año, hasta los 5 o 6 meses de
edad, el bebé solo puede tomar líquidos, ni siquiera alimentos semisólidos como las
papillas. Y este líquido debe ser de manera casi exclusiva leche, preferiblemente la
materna. Si no es posible el amamantamiento, a la leche de madre solo puede sustituirla
una fórmula artificial que imite la composición de la leche materna.
A partir de los 5 meses de edad se puede comenzar a introducir en la dieta del bebé
los alimentos semisólidos como las papillas, pero también con una composición especial y
con un calendario reglado de introducción de nuevos alimentos, siempre de manera lenta
y progresiva.
Solo a partir del año de edad, el bebé tendrá su intestino lo suficientemente maduro
para poder diversificar la dieta.
69
infecciones. La leche materna puede ser su salvación porque no solo le aporta
anticuerpos, inmunoglobulinas, sino además células vivas que le protegen de
manera activa.
Este desarrollo es progresivo, pero quema etapas rápidamente. Los padres deben
adaptarse al ritmo madurativo del bebé, cubriendo sus necesidades en cada etapa y
ofrecer en cada una de ellas los ali mentos adecuados a las posibilidades que tiene el bebé
de tomarlo y de digerirlo.
Los tipos y texturas de los alimentos deben adaptarse a cada bebé concreto por lo que
no se trata de aplicar unas normas rígidas.
Después de los primeros días de vida, poco a poco el bebé establece un patrón rítmico de
hambre, con intervalos muy variables, entre dos y cuatro horas. Este patrón varía no solo
entre los distintos bebés, sino incluso en el mismo niño a la largo del mismo día. Es así
porque la sensación de hambre se produce cuando el organismo nota que disminuyen los
niveles en su sangre de algunas sustancias y eso depende sobre todo de la cantidad de
alimento que se haya ingerido y absorbido en la toma anterior.
Habitualmente, en el bebé todo es normal. Es normal que llore de hambre a las dos
horas de haber tomado, si ha sido poco, pero también lo es no llorar hasta las 4 horas, si
ha tomado mucho. La madre debe respetar los ritmos del bebé, debe adaptarse a ellos y
estar siempre disponible.
El bebé nunca se debe adaptar a la madre, sino todo lo contrario, no es adecuado ser
rígidos con los horarios.
El reflejo de succión
El recién nacido y el lactante succionan vigorosamente durante todo el tiempo que dura la
toma, pero se cansan y necesitan unos periodos de pausa, de descanso. Después
70
reanudan la succión. Cuando ya la abandonan y se duermen, es la señal de que están
saciados. No se debe insistir en la toma y se ha de respetar su descanso.
El reflejo de extrusión
Consiste en expulsar con la lengua hacia afuera todos los alimentos sólidos o semilíquidos
colocados en la parte anterior de la boca. Lo tienen todos los lactantes pequeños,
menores de 4 o 5 meses. Suele desaparecer entre el cuarto y quinto mes de vida, pero
lentamente. Es una de las razones por lo que no está indicado dar papillas a los bebés de
menos de 5 meses. Simplemente la tiran, no la tragan. Aunque la razón principal es que
su intestino no está preparado todavía para digerirlas.
Hasta los 4 meses el bebé no usa las manos de manera orientada. A los 5 meses el bebé
ya intenta coger el biberón y llevárselo a la boca. A partir de los 7 meses quiere coger los
alimentos y la cuchara. A los 9 meses es capaz de coger una galleta y comérsela sin la
ayuda de nadie. A los 10 meses quiere manejar la taza, pero naturalmente no hay que
dejarle hacerlo solo para que no haya pérdidas en la vajilla.
A los 13 meses maneja la cuchara, aunque solo lo hace con destreza a partir de los 18
meses. La madre, comprensiva y feliz, aprecia los avances en el desarrollo psicomotor
del bebé, pero lo tiene que asistir para que no lo ensucie todo. Sin embargo la comida, a
cualquier edad, también es una actividad lúdica y satisfactoria, que el bebé comparte con
la madre en sus primeros meses de vida.
La alimentación del bebé guarda una estrecha relación con su desarrollo afectivo. Desde
el primer día de su vida, cuando comienza a alimentarse, el recién nacido establece su
comunicación con la persona que lo alimenta, que satisface sus necesidades, que le
mantiene la vida. Es una de las razones de la superioridad de la lactancia materna, en que
la madre no solo le da al bebé un producto de su cuerpo sino que contacta con su piel
estrechamente. El vínculo que se establece es mayor que con la alimentación con
biberón.
71
En edades posteriores, la alimentación formará parte del proceso de integración
psicobiológica del bebé con sus padres. Las comidas siempre deben ser actos agradables,
satisfactorios, tanto para el bebé como para su madre, nunca obligados, nunca
conflictivos. Se debe efectuar en un ambiente agradable, sin prisas, sin ruidos ni
interferencias, con la madre relajada, algo que capta enseguida el bebé.
Madre paciencia
Si hay "guerra", conflicto, entre la mamá y el bebé en las comidas, a cualquier edad, es
que algo va mal y se debe consultar con el pediatra. La madre siempre debe estar
revestida de tranquilidad, de paciencia y de buen humor. Debe evitar el conflicto. Cada
bebé es diferente y tiene su propia personalidad, su propio gusto, su propia fisiología,
hasta sus propias manías.
Cuando la madre no puede averiguar lo que ocurre, no tiene que desesperarse sino
acudir a la ayuda del profesional, fundamentalmente del pediatra.
PARTOS COMPLICADOS
Casos prácticos
Caso 5
72
Rosa es una mujer embarazada de 5 meses que siempre ha sufrido de
estreñimiento, aunque se le ha agudizado con el embarazo. Tiene periodos en
que pasa varios días sin deponer y ocasionalmente necesita enemas. Tiene
miedo de tomar laxantes. Acude para consejo médico y dietético que le
solucione el problema.
Recomendaciones
-Abundante hidratación. Hay que beber mucha agua, al menos dos litros y
medio diarios. Pero además, no hay que beberla con golpes aislados,
sino muy espaciada. Conviene acostumbrarse a llevar encima siempre
la botella de agua y dar un trago de vez en cuando. El agua también
debe estar en la mesita de noche, para beber un poco cuando la
mujer se despierta por la noche por cualquier motivo.
-Evitar totalmente los alimentos que estriñen. Es fácil evitarlos porque son
muy pocos: el arroz, la manzana, la zanahoria, la granada y el
plátano.
La fibra dietética
73
se restablezca de una manera natural el tránsito intestinal normal.
Caso 6
Trae una lista completa (cuadro 3.2) con los alimentos que tomó en el día de
ayer, que anotó cuidadosamente, controló y pesó. Pide su análisis y valoración.
Es una tarea fácil, acudiendo a las tablas de composición de los alimentos.
CUADRO 3.2
74
75
Valoración
Martina tiene una alimentación muy variada: toma leche, derivados lácteos,
cereales (pan), fruta, vegetales crudos, vegetales cocidos, aceite de oliva, carne
y pescado. Es una alimentación muy saludable y suficiente en nutrientes.
Además la toma muy repartida a lo largo de todo el día.
76
77
4.1. La renovación constante
El cuerpo humano, como todos los organismos vivos, está formado por órganos y
tejidos, a su vez compuestos por millones de células en actividad constante, que precisan
un "combustible" para ejercer sus funciones biológicas y mantener su existencia.
Renovación rápida
Otros procesos de cambio y renovación están más ocultos pero son fáciles de adivinar. El
agua que posee nuestro cuerpo cambia totalmente en el curso de aproximadamente una
semana. La que tenemos actualmente la perdemos por la orina, por las heces, por el
sudor, etc. La compensaremos bebiendo una cantidad equivalente a la pérdida, para que
se mantenga el agua total y el equilibrio hídrico de nuestro cuerpo.
Si las pérdidas de agua son mayores de las habituales, por ejemplo con el calor del
verano o con un ejercicio físico intenso, aparece rápidamente el mecanismo de la sed
para obligarnos a beber lo que se ha perdido en exceso y así no deshidratarnos.
Tenemos, o intentamos tener, siempre la misma cantidad de agua pero la que tenemos
78
ahora es la que hemos bebido recientemente. La antigua la hemos expulsado al exterior.
Renovación lenta
79
que no se han absorbido, de desecho, salen al exterior por el intestino grueso en forma de
heces.
Es muy importante que la alimentación del bebé cubra todas las necesidades
de nutrientes esenciales, pues en caso contrario, habrá carencia y posibilidad de
enfermedad.
Los nutrientes, las sustancias que el cuerpo humano recibe con la alimentación, son muy
numerosos, alrededor de 70, pero los más importantes son:
Agua
El organismo del adulto necesita mucha agua para reponer la que pierde continuamente
80
por la orina, el intestino, la piel, etc., y además renovar el agua "interna", el componente
de todas las células.
El cuerpo del niño todavía necesita más cantidad agua, sobre todo porque la renueva
a mayor ritmo. El recambio, el "turnover", de agua es más rápido cuanto menor es la
edad del niño. Por otro lado, el niño se diferencia del adulto porque necesita un "plus"
para incrementar su masa corporal en el proceso del crecimiento. Por todas estas razones
los niños tienen más facilidad para deshidratarse que los adultos, si les falla el aporte de
agua o la pierden en mayor cantidad de lo habitual.
Así, las necesidades de agua son muy elevadas durante los primeros 3 meses de vida,
entre 140 y 150 ml/kg de peso al día, disminuyendo a 125 ml/kg de peso al día a los 6
meses de edad y a 100 ml/kg de peso al día al año de vida. Durante los 5 o 6 primeros
meses de vida esta agua la proporciona la propia lactancia materna.
Cuando hay lactancia artificial, también es suficiente el agua que aportan los
biberones, siempre que estos estén bien preparados, con una dilución correcta. A partir
del inicio de la alimentación complementaria, de la introducción de las papillas a los 5 o 6
meses de edad, ya es necesario ofrecer al bebé agua entre las tomas a cucharaditas,
puesto que la consistencia de las papillas es semisólida, con un menor contenido líquido.
CUADRO 4.1
Necesidades aproximadas, según la edad, de energía (en kcal) y de agua (en ml)
CONSTRUCCIÓN Y RECONSTRUCCIÓN
81
alimentación todos los "materiales" necesarios para esta reposición. De lo
contrario, la reconstrucción será defectuosa. Nada más inexacto que la frase
coloquial: "estás igual que el año pasado".
Energía
La energía se necesita para producir el calor que se precisa para mantener constante la
temperatura corporal y para los impulsos nerviosos entre las células. También para el
trabajo muscular, que consume una gran cantidad de energía. Por eso los trabajadores
manuales y los deportistas necesitan ingerir más cantidad de energía con su alimentación.
En total un bebé de un mes de edad necesita un aporte de energía de entre 110 y 120
kcal/kg de peso al día, mientras que a los 6 meses de edad esas necesidades han
disminuido a 90 kcal/kg de peso al día y son de 80 kcal/kg de peso al día a los 12 meses
de edad.
82
Proteínas
Es el nutriente que forma la estructura del cuerpo, sobre todo músculos y huesos, que
contienen la mitad de las proteínas corporales. Pero las proteínas también están en las
vísceras y en los tejidos.
Se llaman proteínas de alto valor biológico las que son ricas en aminoácidos
esenciales, los aminoácidos que son indispensables para que el bebé fabrique las nuevas
células y tejidos de su cuerpo en crecimiento, y que además necesariamente tienen que
tomarse con la alimentación, ya que no las puede fabricar el organismo humano.
Jaume Roig fue uno de los autores más influyentes del siglo xv español.
Médico y escritor, aunque de familia catalana vivió y mu rió en Valencia (en
1478). Fue médico de la aristocracia valenciana, que conocía bien y a la que
censuró cruelmente.
Su libro Espill (Espejo), también conocido como Llibre de les dones (Libro
de las mujeres) representa la culminación del Siglo de Oro de las letras
valencianas. En él efectúa una amarga crítica de las madres de clase alta,
frívolas y egoístas, que no quieren amamantar a sus hijos por miedo a perder la
belleza o la juventud, o simplemente por no querer asumir la carga del
amamantamiento.
¡No penséis que beba la leche de mis pechos! dijo con grandes gritos!...
¡quiero tomar placer, no me place consumirme y aún menos nafrarme los
83
pechos por dar a mi hijo la sangre de mi cuerpo! ¡Prefiero más el reposo! ¡No
soy serrana, ni hortelana, ni de trabajo! ¡Así pues, tendréis que recabar leche
extraña!... y viendo a una mujer lechera le dijo rogando: por tu bondad, sé tú la
nodriza de este niño que Dios nos ha dado ya que estás provista de tan buena
leche (Jaume Roig, Espill, 1460).
CUADRO 4.2
Grasas
Las grasas son el nutriente que produce más energía. Pero al mismo tiempo los ácidos
grasos que contiene, sobre todo los ácidos grasos esenciales como el linoleico y
linolénico, son fundamentales para el crecimiento y la maduración de los órganos más
importantes como el cerebro.
Las grasas de la leche materna proporcionan alrededor del 50% de la energía que
necesita el bebé en los primeros meses de vida. También el porcentaje es similar cuando
el bebé toma lactancia artificial. Sin embargo, en los niños mayores y adultos se
recomienda que las grasas de la alimentación solo aporten alrededor del 30% de las
necesidades calóricas totales. Para conseguirlo, desde los 6 meses de edad en que se
comienza con la alimentación complementaria, introduciendo alimentos diferentes de la
leche, hasta los 3 años de edad en que la alimentación es totalmente variada y similar a la
del adulto, se debe reducir gradualmente la ingesta de grasa hasta que aporte solo el 35%
de las calorías totales y no disminuir hasta el 30% hasta que el adolescente finalice el
crecimiento.
84
ateroesclerosis y enfermedad cardiovascular, obesidad, diabetes e incluso con algunos
tipos de cáncer. Así pues, los ácidos grasos saturados no deben sobrepasar el 10% del
aporte total de grasas.
Al contrario, los ácidos grasos insaturados, sobre todo los poliinsaturados, son muy
saludables. El aporte de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados debe ser de
entre el 15 y el 20% del total de la grasa ingerida. El aporte de ácidos grasos
poliinsaturados debe ser de entre el 7 y el 10% del total de grasa ingerida. De esa manera
se aporta la cantidad necesaria de ácido linoleico (3-4,5% del total de energía) y ácido
linolénico (0,5 % del total de energía).
Hidratos de carbono
Son los llamados vulgarmente azúcares, los nutrientes que se dedican casi exclusivamente
a producir energía, con pocas funciones estructurales. Durante los primeros seis meses
de vida el bebé los ingiere solo en forma del disacárido lactosa de la leche, ya sea
materna o artificial.
Vitaminas
Las vitaminas no producen energía. Además se necesitan en muy pequeña cantidad, solo
unos pocos miligramos diarios o incluso microgramos. Pero son esenciales para activar
todos los procesos metabólicos de todas las células.
85
Las vitaminas de la leche
La leche de mujer contiene todas las vitaminas. En condiciones normales hay una
cantidad suficiente de todas ellas, excepto de vitamina D.La leche de madre solo tiene la
cuarta parte de la que necesita el bebé. Para que no exista riesgo de carencia vitamínica,
el resto lo tiene que obtener el lactante bien de la exposición al sol o bien mediante
suplementos dietéticos.
Las ballenas suelen parir una sola cría cada 3 años. Las crías de ballena, los
ballenatos, nacen con unos 5 metros de largo, pesan dos toneladas y saben
nadar desde el nacimiento. Crecen de 2 a 3 centímetros al día gracias a que se
alimentan de la rica leche materna durante alrededor de un año.
Minerales
Los minerales tampoco aportan energía al cuerpo pero son parte importante de su
estructura. Los huesos están compuestos en su mayor parte por calcio y por fósforo. Los
glóbulos rojos tienen una gran cantidad de hierro. Por esa razón es necesario ingerirlos en
bastante cantidad.
86
tiroidea. Por eso el déficit de yodo causa hipotiroidismo, el antiguo "cretinismo.
Otros minerales como el cloro y el sodio son componentes de los líquidos corporales,
como la sangre y la orina. Su equilibrio entre las necesidades de ingesta y su excreción
son la salvaguarda del equilibrio en la hidratación.
Es una de las razones por las que es necesario comenzar a dar al bebé alimentos ricos
en hierro, sobre todo carne, aunque sea en pequeñas cantidades, a partir de los 6 meses
de edad.
✓ NIÑOS DESNUTRIDOS
Una segunda consecuencia es que los niños que logran sobrevivir a estas
circunstancias tan desfavorables, pero que no han ingerido los nutrientes
adecuados para su crecimiento físico y su desarrollo psicomotor (desnutrición
87
proteico-calórica), quedan para toda su vida tanto con una talla baja como con
déficits intelectuales que no se pueden recuperar.
El recién nacido, al igual que le ocurría al feto, precisa de una gran cantidad de nutrientes
para su proceso continuo de crecimiento y maduración, que se manifiesta en un
progresivo aumento en peso y en talla. Este crecimiento es enorme en los primeros
meses de vida, para ralentizarse después, pero es intenso durante todo el primer año.
CUADRO 4.3
Este hecho señala que los requerimientos biológicos del lactante, las necesidades
nutricionales, son relativamente más elevadas en los primeros meses de vida si se
relacionan con su peso.
CUADRO 4.4
88
Requerimientos energéticos a lo largo del primer año de vida del bebé
NUTRICIÓN Y CRECIMIENTO
El peso adecuado, con relación a la talla, es uno de los índices que sirven
para valorar el estado de salud de un adulto.
Este hecho es todavía más manifiesto durante el primer año de vida del
bebé, en el cual el crecimiento es muy rápido, sobre todo en los primeros tres
meses.
Estos requerimientos no solo son de energía, sino de todos los nutrientes básicos,
necesarios para "construir" el organismo del bebé. Uno de los nutrientes esenciales son
las proteínas, por lo que se necesita un mayor aporte, con relación al peso corporal,
durante las épocas de crecimiento más rápido, como expresa el cuadro 4.5.
CUADRO 4.5
89
Se observa que las necesidades de proteínas, y sobre todo de su componente
principal, los aminoácidos esenciales, son altos en las épocas de crecimiento corporal
rápido como en los primeros meses de vida y también durante el "estirón puberal", el
periodo de crecimiento rápido del adolescente. Hay que asegurar la ingesta adecuada para
que el crecimiento sea óptimo.
Casos prácticos
Caso 7
90
Pablo es un bebé de un mes de edad, alimentado con lactancia materna, que
nació con un peso normal, 3.550 g, y que aumenta bien de peso. Aparentemente
está sano, es vigoroso y hace deposiciones normales. Su madre consulta porque
en ocasiones tiene, en su propia descripción "días alocados", sin horario. En
ocasiones hay un periodo del día en que Pablo pide la toma muy
frecuentemente, incluso cada hora, en tres o cuatro ocasiones seguidas, que se
continúan con otros periodos de sueño más profundo y de tomas más
separadas. "jPone a prueba mi paciencia!', dice la madre.
Exploración física
Interpretación
Caso 8
91
leído sobre la relación de un Apgar bajo al nacimiento con el desarrollo de un
retraso psicomotor posterior y pide una evaluación.
Exploración física
Emilio tiene un peso, una talla y una exploración física totalmente normales.
También lo es su desarrollo psicomotor. Tiene un tono muscular normal,
sostiene la cabeza perfectamente y ya comienza la sedestación, el mantenerse
sentado, aunque todavía necesita el apoyo lateral, una ayuda para sujetarse, lo
que es completamente normal. La sedestación sin apoyo no la alcanzan los
bebés hasta al menos el octavo mes de vida.
Explicación
92
93
5.1. La lactancia materna es la natural
Son abundantes las esculturas que se conservan de Isis como `7sis lactan';
amamantando al bebé Horus (Harpocrates), sentado en sus rodillas. En las más antiguas,
Isis lleva sobre su cabeza el disco solar con los cuernos de vaca, la corona de la reina del
cielo (Museo del Louvre de París y Museo Arqueológico Nacional de Madrid). En otras
esculturas, como la `7sis lactan" del Museo PíoClementino (en los Museos Vaticanos de
Roma), ya ha perdido su corona de diosa pagana, y su veneración se considera el
antecedente de la `María lactan "del mundo cristiano y medieval.
Son innumerables las pinturas y cuadros de la Virgen María dando el pecho al niño
Jesús. La Virgen lactando ("Virgen de la Leche') es una imagen emotiva de modelo de
madre, de la estrecha relación materno-filial. Su leche, fluyendo generosamente de sus
pechos, fue muy grata a todo el mundo cristiano, como un símbolo del amor. Y no solo a
jesús sino que en ocasiones se extendía al resto de creyentes.
Antonio Peris, que vivió entre el final del siglo xiv y la mitad del siglo xv, es
el autor del "Retablo de la Virgen de la Leche", un conjunto de cinco óleos sobre
tabla de gran tamaño, datado de alrededor de 1415 y dedicado por entero a
"María lactans". Se conserva en el Museo de Bellas Artes de San Pío V, en
94
Valencia.
En las cinco tablas aparece la Virgen dando el pecho al niño Jesús, pero en la
tabla central su leche se desborda y la dona a los devotos, entre los que destaca
un niño, que utilizan vasijas y recipientes para guardar el preciado alimento que
cae de su pecho. Es la maternal misericordia que derrama el bien sobre sus
hijos.
La historia nos muestra que los bebés que no podían ser lactados con leche de mujer y
eran alimentados con leche de animales tenían una mortalidad muchísimo más elevada.
El conocimiento de que los bebés lactados al pecho eran más sanos y tenían muchas más
posibilidades de supervivencia es muy antiguo. Por esa razón, si la madre no podía o no
quería amamantar se recurría a las nodrizas.
La leche se contamina
95
Esta aterradora situación de los bebés no lactados al pecho mejoró muy poco a lo
largo del siglo. Mientras que en Berlín, al final del siglo XIX, la mortalidad de los niños
alimentados con biberón era siete veces mayor que la de los lactados al pecho, una
década después en Bremen la diferencia todavía era seis veces mayor.
La diferencia de mortalidad
En el cuadro 5.1 se observa que al final del siglo xix y comienzos del xx, los niños
alimentados artificialmente tenían una mortalidad durante el primer año de vida entre 2 y
5 veces mayor que los niños criados con lactancia materna. Esta proporción se mantuvo
posteriormente en las décadas centrales del siglo xx, aunque se produjo un fenómeno
muy favorable: la drástica disminución de la mortalidad infantil independientemente de su
alimentación. Se debió a las mejoras en las condiciones higiénicas de las viviendas, a la
mejoría económica de las familias y sobre todo a los avances en la medicina y en la
propia asistencia médica.
También era deficiente la manera de tomarla, ya que los utensilios antecesores del
actual biberón eran muy primitivos.
CONFIANZA
El amamantar, el dar el pecho, es muchísimo más fácil que dar a luz. "Si has
podido parir, ¿cómo no vas a poder amamantar?", decía a las madres un gran
maestro de la pediatría.
96
Se necesitan pocas cosas para poder amamantar: el tomar la decisión, el
apoyo familiar, el saber la manera correcta de hacerlo, y sobre todo la confianza
en una misma. Hay que reforzar la cultura de la lactancia materna,
incrementando la educación sanitaria de los jóvenes y eliminando los obstáculos
que se oponen al amamantamiento.
Los primeros biberones que se conocen eran simples cuernos de vaca, de toro, o de
otros animales, a los que se les había colocado una tetina de cuero en el agujero más
pequeño, en la parte más afilada del cuerno, que había sido perforada. Por el extremo
opuesto, el ancho, se vertía la leche de los animales. Con posterioridad se fabricaron
múltiples modelos de biberones, llamados "mamantaderas", bien de hierro, bien de
cerámica, pero siempre con la característica de poseer un material blando en el extremo
fino que debía entrar en la boca del bebé y un extremo ancho para llenar el recipiente.
CUADRO 5.1
Muertes durante el primer año de vida en bebés alimentados con lactancia materna (LM)
y con lactancia artificial (LA) (por cada mil niños)
97
Como se observa en el cuadro 5.1 a partir de la tercera década del siglo xx la
mortalidad infantil en Europa disminuye de manera espectacular, sobre todo por la
mejora de las condiciones higiénicas de las familias. A pesar de ello se mantiene la
diferencia de mortalidad entre niños lactados al pecho y artificialmente, que en Liverpool
en la década de 1930 era todavía cinco veces mayor en los alimentados con biberón. Sin
embargo, solo una década más tarde en el total del Reino Unido la diferencia de
mortalidad entre las dos lactancias ya solo es dos veces mayor.
Los médicos franceses del siglo xix asistieron a un incremento progresivo del abandono
de bebés por madres que no podían o no querían criarlos. Los dejaban en acogida en los
"tornos" habilitados para este fin en los hospicios municipales o en los conventos de
religiosas. La mayoría de estos bebés eran de familias muy pobres, que no tenían
posibilidad de criarlos y alimentarlos, y otros eran nacimientos ilegítimos, hijos bastardos
repudiados por la sociedad.
98
En el año 1875 el doctor C.A.Coudereau presentó a la municipalidad de
París un proyecto de creación de establecimientos donde los niños pudieran ser
alimentados con leche de cabra mamada directamente de la ubre del animal. La
prueba fracasó por la indocilidad de estos animales, pero sí tuvo éxito el
sustituirla por leche de burra.
En lo que hoy día es el Hospital de Saint Vincent de Paul, uno de los más
importantes de París, se construyó un establo para burras, adosado al hospicio,
que llegó a contar con diez burras. El doctor J.M.Parrot, entonces su médico
jefe, lo explicaba así en una comunicación científica a sus colegas (Bulletin de
l'Académie de Médicine, 1882):
"Las cuadras donde se tiene a las burras, sanas, limpias y bien aireadas, se
abren a los dormitorios donde están los niños que hay que amamantar. Tratada
con dulzura, la burra se presta fácilmente... su pezón se adapta bien a la boca
del niño para la succión. La enfermera se sienta sobre un escabel a la derecha
del animal y con su mano izquierda dirige la cabeza del lactante, sirviendo sus
rodillas de apoyo al resto del cuerpo. La mano derecha sirve para actuar sobre la
mama, que presiona de vez en cuando para facilitar la salida de la leche, sobre
todo si el niño es débil. Se hace mamar a los niños cinco veces durante el día y
dos durante la noche. Una burra puede alimentar a tres niños de cinco meses"
99
Aunque la evidencia científica de que la lactancia materna es mejor que la lactancia
artificial es un motivo más que suficiente para preferirla, durante las últimas décadas
además se abrió paso en la cultura occidental moderna la vuelta a la percepción del
amamantamiento del bebé como un acto biológico natural, más afectivo, que refuerza el
vínculo madre-hijo, y que por tanto es beneficioso y recomendable.
Pero no siempre fue así, porque la tendencia ha sufrido numerosos altibajos en los
dos últimos siglos. La tradicional práctica de la lactancia materna ha estado siempre
condicionada por los cambios en el estilo de vida de las familias, sobre todo de las
mujeres.
La Revolución Industrial
La Revolución Industrial de finales del siglo xlx y comienzos del xx, con el aumento del
trabajo femenino, llevó a una gran disminución del porcentaje de bebés lactados al pecho
y a una menor duración de la lactancia. Las largas horas de trabajo en las fábricas
impedían lactar a la mujer. En Alemania, la duración de la lactancia materna se redujo
desde una media de 8,5 meses en 1885 hasta solo 2,1 meses en 1910. En Francia, la
frecuencia de bebés lactados al pecho disminuyó hasta solo un 55% en 1910.
100
de salir del hospital, el porcentaje cayó al 37%-en- 1956 y a solo el 28% en 1970.
Pero en la década de 1970 se produjo una fuerte reacción de los pediatras y de las
sociedades científicas como la Academia Americana de Pediatría, que se manifestó en
una activa campaña que resaltaba las ventajas de la lactancia materna. Coincidió con la
proliferación de estudios científicos que por fin descubrieron los componentes de la leche
de mujer que protegían al bebé de infecciones y enfermedades, las células vivas y las
sustancias antimicrobianas. Esos componentes biológicos específicos de cada madre
nunca los podrían contener las leches artificiales.
LA AMENORREA POSPARTO
También se conoce desde hace tiempo que los bebés alimentados con lactancia materna
101
enferman menos veces y también sufren menos ingresos en el hospital que los bebés
alimentados con lactancia artificial. La protección afecta a los tres trastornos más
frecuentes del bebé: la diarrea aguda, las enfermedades respiratorias agudas como la
bronquiolitis y la otitis media.
Es un hecho importante para el bienestar del bebé y de sus familias, que se pueden
evitar muchos sufrimientos, y que todavía marca diferencias entre lactancia materna y la
artificial. Sin embargo, hay que recalcar que en los países desarrollados actualmente ya
no existen diferencias de mortalidad entre los bebés lactados al pecho y los alimentados
con fórmulas para lactantes.
Este hito esencial en la historia de la medicina se debe sobre todo a los avances en la
asistencia sanitaria, que han sido enormes en las dos últimas décadas y que han eliminado
la ancestral diferencia ya relatada.
La razón es que los recién nacidos mamíferos de cada especie presentan grandes
diferencias en la madurez de sus órganos esenciales, tanto en cuanto a sus capacidades
para metabolizar nutrientes como en su destino biológico.
En el cuadro 5.2 se puede observar que la leche de vaca tiene tres veces y media más
102
proteínas que la leche de mujer. Significativamente, los terneros necesitan un mes y
medio de vida para doblar su peso al nacimiento mientras que el bebé humano necesita
tres veces y media más: dobla su peso al nacimiento poco antes de los 5 meses de vida.
La leche de rata está superconcentrada en proteínas, tiene doce veces más que la
leche humana y casi cuatro veces más que la de vaca. También es muy rica en grasas,
cuatro veces más que la leche humana. Este hecho es el que permite al ratoncillo doblar
su peso al nacimiento en solo una semana de vida. Esto solo es posible porque el ratón
nace ya con sus riñones muy maduros, capaces de metabolizar esa alta carga de solutos
que ingiere con la leche que mama.
Plutarco, en sus Vidas paralelas, relata que el segundo hijo del rey Temistes
heredó el reino de Esparta solo porque su madre le había dado el pecho. El hijo
mayor fue rechazado como rey porque había sido amamantado por una extraña.
"No seáis tan desnaturalizadas como para rechazar a vuestros propios hijos;
no seáis tan endurecidas como para aventurar una tierna criatura a un pecho
menos tierno; no seáis cómplices de esta aberración que es hacer que una pobre
mujer abandone a su propio hijo para criar al de una mujer más rica".
CUADRO 5.2
103
El problema del bebé humano es que tanto su intestino, como sobre todo sus riñones
son incapaces de metabolizar una cantidad de proteínas tan elevada. De hecho, le
perjudican las leches de animales en su estado puro, y está prohibido que el lactante tome
leche de vaca hasta que no haya cumplido el año de vida.
CUADRO 5.3
104
Cabe destacar algunos hechos fundamentales:
-La leche de vaca tiene las mismas calorías que la leche de mujer.
-La leche de vaca tiene 3,4 veces más proteínas que la humana. Este exceso no lo
necesita el bebé.
-La leche humana tiene el doble de hidratos de carbono o azúcares (lactosa), por lo
que es más dulce que la de vaca.
-La leche humana tiene cinco veces más cantidad de ácido linolénico que la de vaca.
Es un ácido graso insaturado esencial para el crecimiento cerebral.
-La leche de vaca tiene tres veces más sodio, el componente de la sal, por lo que será
más salada que la humana. Este exceso perjudica al bebé humano.
-La leche de vaca tiene tres veces más carga osmótica que la humana. Es la carga de
solutos que deben eliminar los riñones, una cantidad excesiva que puede ser
peligrosa para el bebé.
-Tanto la leche humana como la leche de vaca tienen un escaso contenido en hierro
yen vitamina D.
-Como los riñones del recién nacido humano son muy inmaduros, la leche de vaca
con su alta carga osmótica no se puede eliminar con facilidad, al menos durante
los primeros meses de vida.
Esta leyenda ya fue puesta en duda por el historiador romano Tito Livio,
que pensaba que en realidad fueron amamantados por Laurentia, una mujer
generosa y salvaje que los pastores del lugar llamaban "la Loba".
105
Actualmente conocemos la imposibilidad de la leyenda inicial. La leche de
loba tiene 9 g de proteína por cada 100 ml, nueve veces más que la leche
humana, por lo que es altamente tóxica para el bebé humano. Rómulo y Remo,
si realmente hubieran sido amamantados por una loba, hubieran muerto a los
pocos días de insuficiencia renal.
Casos prácticos
Caso 9
Exploración
Solución
106
-Posición adecuada para el eructo. La posición horizontal en decúbito prono
(boca abajo) sobre las rodillas comprime el abdomen y molesta al
bebé. La posición correcta es la vertical, bien con el bebé sentado y
erguido sobre las rodillas de la madre o bien con el bebé de pie, con
su cabeza apoyada en el hombro de la madre. En los dos casos es
importante que nada comprima el abdomen del bebé. Es la misma
razón por la que están prohibidas todo tipo de fajas, vendajes o
sujeciones que aprieten el abdomen.
Caso 10
Resolución
Aunque se recomiende a todas las madres que dan el pecho tomar leche
como fuente de calcio, en realidad no es totalmente necesario. Simplemente es
la fuente más cómoda y más barata. Pero hay otros muchos alimentos que
también contienen calcio, como los vegetales, aunque lo contienen en menos
cantidad y son más difíciles de digerir.
Ningún animal mamífero toma leche para producir la suya propia. Las vacas
obtienen el calcio para fabricar la abundante leche que producen de los
vegetales, aunque los comen en cantidades enormes.
Otra posibilidad son los derivados lácteos, que tienen menos lactosa (aunque
107
sí alguna) y mucho calcio. Mientras que la leche de vaca tiene casi 5 g de
lactosa/100 ml y solo 120 mg de calcio/100 mi, el queso manchego casi no tiene
lactosa y tiene 600 mg de calcio/100 g. Es el más recomendable, junto al queso
tipo Emmental que tiene tan solo 1,5 g de lactosa y nada menos que 1 .000 mg
de calcio por cada 100 g. Una solución intermedia puede ser el queso tipo
Burgos, pero ya tiene 2,5 g de lactosa y solo 180 mg de calcio/100 g. Además,
deberá incrementar la ingesta de vegetales.
108
109
6.1. Beneficios de la lactancia materna para el bebé
"El pecho es lo mejor". Así se dice en el preámbulo del Código Internacional para la
comercialización de los sustitutos de la leche materna. La leche de madre no solo es la
que más beneficios proporciona al bebé, sino que además es la más segura, e incluso más
barata que cualquier leche artificial.
Los beneficios que el bebé obtiene de la lactancia materna son los siguientes:
-Adecuación de todos los elementos que contiene a las necesidades del bebé para
crecer y desarrollarse. Con su composición y su equilibrio adecuado de nutrientes
proporciona una alimentación óptima, que ninguna otra leche animal puede
ofrecer.
-Los nutrientes que contiene se adecuan a las posibilidades de absorción por parte del
inmaduro intestino del bebé.
-Previene las infecciones del bebé mediante las células vivas y los componentes
inmunológicos que contiene.
110
-Con la lactancia materna se obtiene un mejor desarrollo psicomotor del bebé y un
mejor vínculo afectivo con su madre.
COMODIDAD EN EL VESTIDO
También hay que pensar en los sujetadores para la lactancia, Deben ser
grandes, porque lo normal es aumentar al menos una talla en las dos semanas
siguientes al parto. Deben ser de algodón, transpirables, evitando los aros que
pueden restringir la producción y el flujo de la leche. Los más útiles son los que
se abren fácilmente por delante y por arriba, desabrochándose con una sola
mano.
Beneficio psicológico
Se ha demostrado que las madres que dan el pecho incrementan su vínculo afectivo con
el bebé, que le responde con una conducta de apego. Pero además desarrollan un
sentimiento de mayor autoestima y confianza, presentan un mayor nivel de extroversión
y muestran una interacción con sus hijos de carácter más maduro, en comparación con
las madres que alimentan a sus bebés con lactancia artificial.
111
En las mujeres que amamantan, parte del tejido adiposo adicional que se desarrolla en el
embarazo se utiliza para la producción de leche por la mama, por lo que vuelven a la
situación anterior que tenían antes del embarazo con mayor rapidez que las mujeres que
no dan el pecho. Además, muestran una menor tendencia a la obesidad en etapas más
avanzadas de la vida.
La secreción de oxitocina que se produce con la succión del bebé durante la lactancia
materna estimula las contracciones uterinas con cada toma, con la consecuencia de que la
reducción del gran tamaño del útero hasta su situación anterior al embarazo es más
rápida que en las mujeres que no lactan.
Durante el embarazo hay una pérdida de mineral óseo del esqueleto de la madre, que es
temporal y se recupera posteriormente. La lactancia materna estimula el incremento de la
absorción de minerales por el intestino de la madre, sobre todo de calcio, por lo que la
mujer que amamanta recupera con mayor rapidez que la que no lacta la densidad mineral
ósea que tenía antes.
Los Tanka (que significa "gente del agua", "gente del barco"), es una minoría
étnica de origen malayo, predominantemente pescadores, que vivían
tradicionalmente en las islas del Sur de China, Hong Kong, Macao y Cantón,
bien en sus juncos de pesca (sampanes) o en asentamientos en sus orillas.
Tenían una curiosa y remota costumbre ancestral: la lactancia materna
112
unilateral, limitada al pecho derecho. Nunca daban a sus bebés el pecho
izquierdo.
Las conclusiones del estudio fueron que el cáncer de mama tiene una
incidencia similar en las mamas izquierda y derecha en las mujeres que no han
lactado. En las mujeres Tanka que lactaron a sus bebés, el amamantamiento no
protegió a la mama izquierda, que tuvo la misma incidencia de cáncer que las
que no lactaron, pero sí protegió del cáncer a la mama utilizada para la lactancia,
aunque no totalmente. La incidencia de cáncer en esa mama fue menor.
El intestino del recién nacido y del lactante es muy inmaduro, necesita muchos años para
crecer, desarrollarse y madurar totalmente. Como su función es digerir y absorber los
alimentos, estos deben adaptarse a la edad y a la etapa madurativa del niño ya que de lo
contrario aparecen trastornos y enfermedades.
Es bien conocido que los trastornos intestinales son mucho más frecuentes en el niño
que en el adulto, y muchos de ellos se deben a alimentos que no se digieren, muchas
veces porque son inapropiados. Por eso la alimentación de los niños debe ser especial,
sobre todo en el primer año de vida.
La primera toma de leche materna ya provoca en el recién nacido una liberación de las
hormonas gastrina y entero-glucagón, que no solo favorecen la adaptación intestinal sino
113
que tienen efectos sobre la glucemia y la insulina que circulan por su plasma,
favoreciendo el bienestar del neonato.
Con esta primera toma, pegados piel con piel la madre y su hijo, comienza a
reforzarse el vínculo, el poderoso lazo afectivo que los unirá durante toda su vida. Eso
no significa que las madres que dan lactancia artificial no desarrollen también vínculos
afectivos con su hijo, simplemente que la lactancia materna lo refuerza más a través del
mecanismo de un mayor contacto físico durante la toma.
La madre, además de haberle dado la vida, le sigue dando a su hijo una parte de sí
misma, su "sangre blanca", su leche, que permitirá al bebé crecer y desarrollarse
adecuadamente.
"No es, sin duda, pequeña la recompensa que la propia naturaleza otorga a
la madre que alimenta a sus hijos por su trabajo y el agradecimiento dado por
nutrir al recién nacido, de manera que están más sanos los cuerpos de las
mujeres que hacen esto, en tanto que las otras, que rehúyen la molestia de criar,
corren mucho peligro al tratar de secar esa fuente láctea... porque la nodriza no
pocas veces da el pecho al niño de mala gana o algo enojada, en cambio la
madre siempre lo hace contenta y alegre o, si existe en su ánimo algún motivo
de tristeza, con la misma mirada del hijo se toma risueña, alegre y jovial..." (De
institutione faeminae christianae, 1538).
6.4. El calostro
El calostro es la primera leche que produce la mujer. Al contrario que la leche definitiva,
que es clara y de un color blanquecino azulado, el calostro es más espeso y de un color
amarillento. Solo se produce los primeros dos o tres días después del parto, y además en
cantidades pequeñas. Cuando tiene lugar, a partir del tercer día, la llamada "subida de la
leche", además de aumentar la cantidad que se produce cambian sus características para
114
convertirse en "leche madura".
CUADRO 6.1
El exceso de líquido
¿Qué le interesa al recién nacido tomar durante esos dos primeros días en que
necesita perder líquidos? Pues una leche que sea:
-Más espesa, con mayor contenido sólido, para no sobrecargar más al cuerpo de
líquidos.
-Con un contenido mayor en proteínas, para que no falte ese nutriente esencial.
115
partir del tercer día después del parto, deja de producirse y da paso a la leche madura,
menos espesa, más abundante y menos rica en proteínas.
El calostro es escaso
Las deposiciones del bebé durante los dos o tres primeros días de vida tienen
un color verdoso oscuro, o incluso negro. Son muy espesas y viscosas. Están
compuestas por el líquido amniótico que el feto ha ingerido, junto a sus propias
células intestinales de descamación y los pigmentos biliares verdosos que ya
comienza a producir el hígado fetal.
Es importante que en los registros escritos del parto que hace el personal
sanitario quede constancia de esa primera deposición del neonato, así como de
su primera micción.
116
Pero la sabiduría de la naturaleza no acaba aquí, porque el calostro va adaptando su
composición a las necesidades del bebé en cada momento. Así, su riqueza en proteínas
va disminuyendo lentamente. Si en los primeros días de vida se necesitaba más cantidad,
a los 15 días después del nacimiento la leche de la madre ya tiene solo un poco más de
proteínas que la leche definitiva. Al contrario, el azúcar, la lactosa, que está baja en el
calostro del primer día, va aumentando lentamente su concentración hasta alcanzar las
cifras de la leche madura (cuadro 6.2).
CUADRO 6.2
Composición de la leche humana entre los días 1 y 30 tras el parto (en g/100m1)
117
LA NODRIZA
Otra alternativa de las clases altas era la nodriza, una costumbre muy antigua
pero que se generalizó sobre todo en el siglo xvüi, porque las madres "deseaban
conservar la belleza y el frescor". Nodriza es la mujer que amamanta a un bebé
que no es suyo, habitualmente por dinero.
Dionis escribía en el año 1718 que en París: "Hoy en día no solo las damas
de la nobleza, sino también las ricas y las esposas del último de los artesanos
han perdido la costumbre de amamantar a sus hijos".
La leche humana tiene todos los nutrientes necesarios, así como la adecuada cantidad y
proporción, para dar al recién nacido y al lactante una alimentación completa, adaptada a
sus necesidades.
La leche de animales, como la vaca, tiene una composición muy diferente y no sirven
para alimentar al bebé durante su primer año de vida, a no ser que se modifique
profundamente su composición como ocurre con las fórmulas artificiales para bebés.
Proteínas
La leche humana madura contiene una baja cantidad de proteínas, alrededor de 1 g/100
ml, pero que son suficientes para alimentar al bebé, sobre todo porque predominan las
proteínas de alta calidad como las del suero (alfa-lactoglobulina, lactoferina y
lactoalbúmina) y las que sirven para la defensa contra las infecciones, que constituyen el
60% del total de proteínas. En cambio tiene solo un 40% de proteínas menos útiles como
118
la caseína.
Al contrario, en la leche de vaca aunque tiene tres veces más cantidad de proteínas
que la leche humana (3,4 g/100 ml) predomina la caseína, con menos valor biológico,
más escasa en aminoácidos esenciales y más difícil de digerir. La leche de vaca tiene el
80% de caseína y solo un 20% de proteínas del suero.
Así, la leche humana es muy rica en aminoácidos esenciales como taurina, carnitina,
metionina, cisteína, histidina, leucina e isoleucina, mientras que la leche de vaca tiene
cantidades menores. Por todas estas razones, para fabricar las leches artificiales
adecuadas para la alimentación del bebé hay que hacer dos cambios importantes,
disminuir su contenido proteico y corregir el coeficiente caseína/proteínas del suero. Solo
así se podrá conseguir en las fórmulas para bebés un aporte de aminoácidos similar al de
la leche humana.
Hidratos de carbono
La leche humana tiene un alto contenido en hidratos de carbono (6,5-7 g/100 ml), mucho
más elevado que el de la leche de vaca (4-5 g/100 ml). Por esa razón la leche humana
tiene un sabor dulce, en contraste con la leche de vaca que tiene un sabor algo salado.
La lactosa es un azúcar mucho menos dulce que otros como la sacarosa o azúcar
común, que tiene una procedencia totalmente distinta ya que se extrae de vegetales como
la caña de azúcar o la remolacha.
Grasas
Aunque la leche humana y la de vaca tienen cantidades de grasa casi iguales, entre 3,5 y
119
4 g/100 ml, las calidades de las dos son muy distintas. Entre otras diferencias, la leche
humana es rica en ácidos grasos esenciales insaturados como oleico, palmítico y linoleico,
que cumplen un papel fundamental en el crecimiento y maduración de órganos esenciales
como el cerebro.
Para conseguir en las leches artificiales para bebés un patrón de ácidos grasos similar
a los de la leche humana hay que desgrasar parcialmente la leche de vaca y reemplazarla
por aceites vegetales como los de oliva, girasol o soja, ricos en ácidos grasos insaturados
y poliinsaturados.
✓ BEBÉS ABANDONADOS
En los siglos pasados, con la generalización del abandono infantil sobre todo
entre las clases pobres o en épocas de hambruna, hubo necesidad de crear
hospicios donde acogerlos. Muchos eran conventos o establecimientos
religiosos, y otros corrían a cargo de la municipalidad. La literatura nos ofrece
numerosas descripciones de las malas condiciones de muchos de ellos.
Vitaminas
La leche humana contiene todas las vitaminas necesarias para el desarrollo del bebé con
una excepción, la vitamina D.Solo contiene la cuarta parte de lo que necesita el lactante.
Tanto la leche humana como la leche de vaca tienen escasa cantidad de vitamina D,
insuficiente para los requerimientos nutricionales. Por esa razón, tanto las fórmulas
especiales para lactantes como las leches de vaca comerciales están "fortificadas", tienen
un añadido suficiente de vitamina D, que figura en el propio envase.
120
Si las condiciones atmosféricas o la latitud no lo permiten, por ejemplo en las zonas
nórdicas donde la insolación es muy escasa, o en los inviernos de las zonas templadas
donde lo habitual es no ver el sol, el lactante amamantado al pecho tiene riesgo de tener
hipovitaminosis D.La solución es muy sencilla, se debe recurrir a suplementos
nutricionales de vitaminas. Unas pocas gotas de un suplemento vitamínico recetado por
el pediatra cubren fácilmente esas necesidades.
Agua
Alrededor del 87% de la leche humana es agua, con lo que se cubren todas las
necesidades hídricas del lactante, que son enormes. Con la lactancia natural no hay que
preocuparse de dar agua entre las tetadas, porque habitualmente no es necesario.
La excepción son casos extremos, bien en zonas tropicales o en veranos muy cálidos
de las zonas templadas, en que el bebé está expuesto a temperaturas muy altas, con lo
que pierde por la piel una cantidad excesiva de agua y puede necesitar suplementos entre
las tomas, que se deben dar a cucharaditas y siempre mineral, nunca del grifo.
Minerales
La leche humana contiene la cantidad adecuada de minerales para cubrir las necesidades
del bebé. Además tiene escasa sal, solo 7 mEq/1 de sodio (Na), una tercera parte del que
tiene la leche de vaca. Así no se sobrecargan sus riñones, que son los encargados de
eliminar la sal sobrante e incluso se previenen enfermedades del adulto como la
hipertensión arterial, en parte ligada a un exceso de sal en la dieta.
Todas las cifras de composición de la leche materna que se han indicado son cifras
medias, extraídas de múltiples análisis, de muchas mujeres de diferentes países, razas y
en diferentes tiempos de su lactancia. En realidad, la composición de la leche humana
varía consi derablemente, no solo de una mujer a otra sino en la misma mujer según la
hora del día e incluso en cada momento de la tetada.
Al comienzo de la toma la leche es más acuosa, tiene un color más claro, y es más
rica en lactosa, en minerales y en vitaminas y más pobre en grasas. Al finalizar la tetada,
cuando la mama está más exprimida, la leche es de color más blanco, porque tiene más
cantidad de grasa. Las grasas aparecen al final de la tetada porque la mama tarda más en
liberar los lípidos hacia los canalículos excretores.
121
Agotar siempre un pecho
Esta es otra de las razones por la que hay que intentar agotar al máximo una mama antes
de pasar al bebé a mamar de la otra: esa leche final es más calórica. Incluso se han
descrito casos de bebés a los que se les cambiaba de mama en cuanto la leche ya no fluía
con tanta facilidad y que, como consecuencia, tomaban menos nutrientes de los
necesarios.
LA LECHE DE BRUJAS
La leche humana no solo aporta los nutrientes que necesita el recién nacido y el lactante
para su adecuado crecimiento y desarrollo, sino que además tiene una gran cantidad de
sustancias bioactivas, que mejoran su maduración corporal y sobre todo lo protegen de
las enfermedades infecciosas causadas por los microbios patógenos.
Son muy numerosos los elementos que contiene la leche humana que protegen contra
las infecciones:
Leucocitos
La leche humana contiene una gran cantidad de células vivas, células de la madre que
122
viajan a lo largo del intestino del lactante a modo de ejército, destruyendo los microbios.
Son más numerosas en el calostro y durante las primeras semanas de lactancia, entre 100
y 200 células por mililitro de leche, pero después disminuyen su número.
Un 50% de estas células son los llamados rnacrófagos, que destruyen las bacterias
patógenas mediante un mecanismo llamado fagocitación. Consiste simplemente en que,
después de rodearlas, las introducen dentro de ellos, se las tragan para digerirlas.
Inmunoglobulinas
Lisozima
Lactoferrina
Oligosacáridos
123
Además de todos esos elementos, la leche humana contiene componentes
antioxidantes, fijadores de nutrientes y otros factores bifidogénicos. Todos favorecen la
llamada microbiota, la flora intestinal específica del lactante amamantado, muy diferente
de la del alimentado con biberón.
La leche humana es tan extraordinaria, tan buena para los recién nacidos que
desde hace bastantes años existen en la mayoría de las maternidades y servicios
de neonatología de los grandes hospitales los llamados "bancos de leche".
Las donantes de ese banco son las madres que amamantan a su bebé y
producen mucha más leche de la que toma su hijo. Donan solo el exceso,
extraído con un sacaleches en el propio banco, para que sirva de alimento a
otros bebés.
También pueden ser donantes las madres que tienen "subida de leche" y
producción pero su bebé no puede tomarla porque está ingresado en el hospital,
a veces muy enfermo. La leche, extraída en condiciones totalmente estériles, se
mantiene en frío si se va a usar pronto, o bien congelada, para que mantenga
íntegras todas sus propiedades durante bastante tiempo.
Los beneficiarios del banco de leche son los bebés que la necesitan, bien por
estar muy débiles, por ser prematuros, o para que les ayude a combatir una
infección. La toman con biberón, naturalmente, pero es leche humana. ¡Han
salvado muchísimas vidas!
Caso 11
Exploración física
124
mucosas secas, la boca casi sin saliva y una piel con el turgor disminuido. Todos
son síntomas de una deshidratación moderada.
Resolución
Caso 12
Exploración física
Elena pesa a los dos meses 3.800 g. Solo ha aumentado 100 g el último mes,
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el mes de los problemas. Está delgada y tiene el abdomen distendido.
Profundizando en la anamnesis se descubre que la cantidad de agua en forma de
infusión que Ele na recibe entre las tomas es importante, tanto que tiene un
efecto de dilución del biberón que toma, en menos cantidad porque pierde el
apetito. No toma los nutrientes necesarios para un adecuado crecimiento y el
agua extra que toma la elimina rápidamente por orina. Su mamá confirma, que
efectivamente orina mucho.
Resolución
Los cólicos del lactante provocan una gran ansiedad en algunos padres, que
quieren solucionar el problema lo más pronto posible, a veces con medidas
equivocadas.
126
127
7.1. Los cambios en el pecho de la madre
Los cambios en el pecho tienen lugar a lo largo de todo el embarazo, sobre todo en
los meses finales. Los pechos aumentan de tamaño, se ponen más llenos y pesados por el
crecimiento del tejido glandular mamario, que será el que produzca la leche. La areola, la
zona que rodea el pezón, crece de tamaño, se oscurece y las protuberancias situadas por
encima se hacen más prominentes.
Tipos de pechos
El que una madre tenga los pechos grandes o pequeños no va a influir en absoluto en su
capacidad de amamantar al bebé, porque el interior productivo, la glándula mamaria,
tiene prácticamente el mismo tamaño en todas las mujeres. Lo que varía en el diferente
tamaño de los pechos de cada mujer es el tejido conjuntivo que envuelve a la glándula
productiva.
El éxito de la lactancia depende de otros factores. Sin embargo, hay que conocer las
características de cada pecho.
• Pechos grandes
Si una madre tiene los pechos grandes, su peso los inclina y así el pezón queda
orientado hacia abajo y hacia afuera. Es una postura buena, la ideal para encarar la boca
del bebé. Pero si la caída es excesiva, durante la toma será necesario sujetarlo por abajo
con una mano, para elevarlo un poco y que así el pezón apunte mejor hacia los labios del
lactante.
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pecho más o menos hasta encontrar la postura ideal.
COMODIDAD Y RELAJACIÓN
Mamá, busca el lugar ideal en una habitación sin ruidos, un sillón, un sofá, e
incluso la cama, hasta encontrar la postura más cómoda, con la espalda bien
apoyada hacia atrás. No debes estar tensa.
Una vez cómoda y relajada, sujeta al bebé con el brazo. No te inclines hacia
delante para ofrecerle el pecho. No pierdas el apoyo de la espalda. Acerca el
bebé al pecho, no el pecho al bebé. Así encarará cómodamente y hará un buen
agarre.
• Pechos pequeños
El pecho pequeño tiene el pezón más horizontal, y por lo tanto más fácil de agarrar
por la boca del lactante. La madre no necesita sujetar el pecho. A veces sí es necesario
elevar al bebé para que pueda alcanzarlo y esté cómodo, lo que se consigue fácilmente
con la ayuda de un cojín o una pequeña almohada colocada en las rodillas de la madre.
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Además, el impulso hormonal del parto y del comienzo de la lactancia hacen crecer
los pezones, que ayudados por la fuerza de la succión del bebé en los primeros días de
vida los desarrolla y alarga, permitiendo una correcta lactancia materna.
• Extractores de leches
Si el problema del pezón invertido es muy intenso, también puede ayudar a resolverlo
los sencillos aparatos extractores de leche. Los hay manuales y también eléctricos.
Consisten en una ventosa de plástico que se adapta a la areola, comunicada mediante un
tubo también de plástico con un aspirador manual o bien con un pequeño aparato
eléctrico. Los dos producen una aspiración, es decir se crea un vacío sobre el pezón
hundido para tirarlo hacia afuera. Inicialmente hay que colocar el aparato eléctrico en
modo de succión mínima, evitan do un vacío repentino que puede ser doloroso, para
después de un periodo de adaptación poder aumentar de intensidad.
✓ BIBERONES SUPLEMENTARIOS
Durante el embarazo, algunas madres ya han decidido el tipo de lactancia que van a dar a
su bebé pero otras dudan si dar o no el pecho, no se deciden. Algunas lo dan los
primeros días pero abandonan pronto, a la primera dificultad. Muchas se ven obligadas a
cambiar a la alimentación con biberón por circunstancias externas, como el trabajo fuera
de casa. Hay que ayudar a todas, informándolas y apoyándolas.
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Muchas madres desconocen las grandes ventajas de la lactancia materna, sobre todo para
el bebé pero también para la misma madre. Pueden pensar que la lactancia artificial es
más cómoda y fácil, e incluso con mejores resultados. Sin embargo, sucede todo lo
contrario, la lactancia artificial, además de no ser la que dicta la naturaleza, es más
engorrosa y está sujeta a más errores. Además, no protege al bebé, que está más
expuesto a problemas y enfermedades, tanto agudas, durante el mismo periodo de la
lactancia, como a largo plazo.
Ignorancia de su técnica
Dar el pecho es fácil, pero es necesario conocer algunas normas básicas sobre cómo
colocar el bebé al pecho correctamente, cómo estimular la producción de leche o cómo
interpretar las reacciones del bebé.
Muchas madres que quieren dar el pecho desisten ante la menor dificultad, tienen
dudas de si será suficiente o toman por hambre cualquier llanto del lactante,
interrumpiendo la lactancia materna para pasar al biberón.
Circunstancias laborales
Si la madre trabaja fuera de casa y disfruta de un escaso tiempo de baja laboral por
maternidad, es difícil compaginar la actividad laboral con dar el pecho a su bebé. Por esa
razón son necesarias políticas sociales que amplíen el periodo de baja, haciéndola más
prolongada. Sería un estímulo imprescindible para la madre que la posibilidad de dar el
pecho a su hijo no se obstaculizara por circunstancias externas.
131
Además, la preparación del biberón requiere una técnica adecuada y son muy
frecuentes los errores en la lactancia artificial, muchos de ellos causantes de graves
trastornos para el bebé.
Esta ayuda de todos a la decisión de la mujer de dar el pecho a su hijo debe continuar
durante el embarazo y se debe concretar en el momento del parto con una serie de
normas en el hospital que favorezcan el amamantamiento.
✓ EVITAR LA CULPA
Cuando una mujer que había pensado, y soñado, dar el pecho a su bebé y
no puede hacerlo por una circunstancia imprevista y sobrevenida, por ejemplo
una enfermedad propia, un parto difícil o la necesidad de ingresar al neonato, se
puede producir una reacción de pérdida, de duelo.
También ocurre cuando una madre comienza a dar el pecho y tiene que
suspender la lactancia materna por cualquier motivo. En todos estos casos la
madre puede tener sentimientos negativos, de fracaso e incluso de culpa. Pero
no hay ninguna razón para ello. Es esencial ver todos esos acontecimientos
como circunstancias inevitables, a las que necesariamente hay que adaptarse.
Habitualmente, los padres toman la decisión de dar lactancia materna al bebé poco antes
o al principio del embarazo, pero influidos por sus conocimientos y actitudes establecidas
mucho antes. Por esa razón es muy importante divulgar la información de que el
amamantamiento es natural, sano, fácil y por tanto de preferencia en la alimentación del
132
recién nacido.
Se ha sugerido que en los planes de estudio y en los textos escolares debe incluirse
esta información, dentro de la amplia "educación para la salud" que deben recibir los
niños y los adolescentes.
Es muy importante que el hospital en que se produzca el parto cumpla una serie de
normas que favorecen la lactancia materna, como los diez pasos de la iniciativa OMS-
UNICEF.
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8.Fomentar la lactancia a demanda, cuando lo pida el bebé, sin horarios.
9.No dar chupetes durante la primera semana de vida, hasta que la lactancia
materna esté bien establecida.
Al final del embarazo la mama está preparada para producir leche. Ha aumentado mucho
de tamaño y en su interior se han desarrollado tanto las glándulas lácteas productoras de
leche como los conductos que llevarán esta leche hasta el pezón para que pueda ser
succionada por el recién nacido.
Las glándulas lácteas son una maravilla de la naturaleza, que extraen de la sangre de
la madre todos los nutrientes necesarios para la fabricación de un producto único: la leche
materna. Se debe a que tienen una rica vascularización sanguínea en forma de red que
las abraza.
Es la misma sangre y los mismos productos con los que el feto se ha nutrido hasta
antes del parto a través de la placenta del útero. Con la lactancia materna hay una
continuidad biológica entre la vida intrauterina y la extrauterina: nada extraño entra en la
boca del bebé, por eso se llama "homóloga".
El proceso es el siguiente:
134
-La prolactina llega rápidamente a las mamas a través de la sangre, estimulando la
producción de leche por las glándulas lácteas.
-También llega rápidamente la oxitocina, que estimula los pequeños músculos que
rodean a los conductos lácteos haciendo que se contraigan, exprimiéndolos para
que la leche fabricada en las glándulas llegue hasta el pezón, hasta la boca del
recién nacido.
-La oxitocina también actúa sobre el útero de la madre, que está muy agrandado, ya
que ha albergado en su interior hasta hace poco al bebé y a la placenta, haciendo
que se contraiga su musculatura. Esta contracción disminuye su tamaño y hace
que recupere más pronto su estado anterior. Previene así las hemorragias uterinas
posparto, una complicación que puede ser peligrosa para la madre si son intensas.
Por ello, es necesario ponerse al pecho al recién nacido lo más pronto posible después
del parto, idealmente dentro de la primera hora de vida. Así se ponen en marcha dos
procesos importantes:
-Los mecanismos hormonales que provocan la llamada "subida de la leche", para que
sea lo más temprana posible.
El recién nacido tiene, ya desde el mismo momento del nacimiento, un reflejo que le
impulsa a buscar y a agarrarse al pecho de la madre. Se favorece colocándolo de tal
manera que la cara del bebé esté justo delante de la mama y en contacto con el pezón.
Con el llamado "reflejo de búsqueda", el neonato abre la boca, sus mandíbulas rodean la
areola y sus labios se separan y agarran el pezón, comenzando la succión.
135
Figura 7.1. El agarre al pecho.
Es muy importante que no solo el pezón, sino también gran parte de la areola, sobre
todo la parte inferior, queden dentro de la boca del bebé. Así, al succionar, su lengua
realiza un movimiento ascendente presionando tanto la areola como el pezón contra su
paladar y vaciando los conductos lácteos (figura 7.1).
LA OLOROSA AREOLA
136
Tiene su función biológica, ya que sirve de llamada y referencia al recién
nacido, un hilo conductor sensorial que guía al neonato en su búsqueda del
pezón, de la fuente de su alimento.
La lactancia materna es natural y sencilla, sin embargo, tiene sus pequeñas dificultades,
pequeñas trampas que pueden hacerla fracasar. Una madre bien informada las puede
superar fácilmente siguiendo las siguientes recomendaciones:
La primera tetada
El momento ideal para ponerse al pecho al recién nacido es lo más pronto posible
después del nacimiento, en cuanto la madre y su hijo se hayan recuperado del parto,
idealmente dentro de la primera hora. El neonato está preparado, el reflejo de succión es
intenso y tiene un reflejo de búsqueda moviendo la cabeza de un lado a otro. Incluso le
tiemblan los labios y puede empezar a llorar. Es el momento.
Es muy importante que el recién nacido no reciba ningún otro alimento más que la
leche materna, sobre todo en los primeros días de vida. No se le debe dar agua, ni
siquiera a cucharaditas, ni mucho menos biberones, bien sea de suero glucosado o de
leche artificial. Si se da alguno de estos alimentos, sobre todo en biberón, es muy
probable que fracase la lactancia materna. El bebé encuentra mucho más fácil succionar
la tetina, que es blanda y no precisa ningún esfuerzo, que el pezón de la madre en el que
tiene que trabajar más para obtener el alimento.
DICE LA MAMÁ
"¡Ya está!, ¡Ya ha pasado! ¡Ha ido todo bien! ¡Tanto miedo que tenía!
137
alegría.
El ambiente tranquilo
Tras el estrés del parto, hay que aprender a relajarse lo más pronto posible, para no
interferir con la "subida de la leche". Para dar el pecho es necesario un ambiente
calmado, sin ruidos fuertes, sin interrupciones, sin teléfonos ni visitas, con una luz suave,
con la madre relajada.
Para amamantar hay que encontrar una postura cómoda y relajada. Habitualmente se
da con la madre sentada en una silla pero sin nada de tensión, con la espalda bien
apoyada, sin ningún músculo que "tire", sin apresurarse, porque hay que dedicarle todo el
tiempo que sea necesario. Otras madres encuentran más cómoda, sobre todo si todavía
se están recuperando del parto, la postura tumbada sobre la cama de costado, con el
recién nacido a su lado.
La postura cómoda
Cualquier postura es buena siempre que la madre esté bien apoyada, sin tensión
muscular, sin hacer fuerza, respirando despacio y con regularidad. La relajación de la
madre y la confianza en su capacidad de lactar porque conoce la técnica adecuada son
las claves del éxito de la lactancia materna.
•Una vez que se establece el agarre, los márgenes laterales de la lengua del
bebé rodean al pezón, creando un conducto central.
•La mandíbula del bebé aprieta y ejerce presión hacia arriba. El pezón se
estira, empujado por su base, se alarga dentro de la boca del bebé.
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•La lengua muestra un movimiento de arrastre hacia la parte posterior de la
boca.
•La elevación de la lengua desplaza el bolo de leche hacia la faringe del bebé.
Figura 7.2. Posición de cuna o sentada tradicional. Mano derecha de la madre debajo del
pecho izquierdo, sosteniéndolo.
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-El bebé esté recto, con la cabeza y el cuerpo alineados. La palma de la mano de la
madre sujeta los glúteos del bebé.
-La cabeza del bebé se apoya sobre el antebrazo de la madre, en la parte interior del
codo.
-Barriga contra barriga, el ombligo del bebé queda justo contra el ombligo de la
madre.
-La cabeza del bebé y su boca quedan a la altura de la mama, del pezón.
-El bebé mira un poco hacia arriba y no tiene que hacer esfuerzo alguno para encarar.
-La mano derecha de la madre puede sujetar el pecho que se ofrece (en este caso el
izquierdo) para facilitar el agarre.
-El pezón nunca debe encarar hacia arriba. Siempre un poco hacia abajo.
En esa posición, la madre sujeta su pecho con la mano del mismo lado y al bebé con el
otro brazo, pasándoselo por la espalda y sujetándole la cabeza con su mano (figura 7.3).
Precisa una almohada de apoyo debajo del brazo. Permite el cambio de pecho sin
cambiar la posición del niño, simplemente desplazándolo lateralmente
140
Figura 7.3. Posición sentada cruzada.
Es la posición con la madre recostada en la cama (figura 7.4). Se usa sobre todo para
amamantar a los bebés por la noche o si la madre tiene que guardar cama por
prescripción facultativa, como después de una cesárea.
Es muy cómoda, porque tanto el bebé como la madre están acostados de lado, en
decúbito lateral, mirándose de frente. Sin embargo es algo difícil de conseguir las
primeras veces, porque el cuerpo del bebé debe estar en línea recta y hay que utilizar
almohadas, cojines o una toalla enrollada para evitar que se mueva durante la toma.
La cara del bebé queda a la altura del pecho o un poco más abajo, con su barriga
pegada a la de la madre. El niño mira ligeramente hacia arriba, porque el pezón está
inclinado hacia abajo. El brazo de la madre queda por detrás del niño, el izquierdo si se
ofrece el pecho izquierdo, asegurándose que su cuerpo está recto y no tiene que hacer
esfuerzo alguno para encarar. Con la mano libre, la derecha en este caso, puede manejar
el pecho y facilitar el agarre.
141
Figura 7.4. Posición recostada de lado.
Postura de "rugby"
En esta postura, la madre en posición sentada dobla y eleva un poco las rodillas y se
coloca una almohada encima para elevarlas más y que se apoye el bebé (figura 7.5). La
madre sujeta al bebé con el brazo del lado del pecho que quiere ofrecer, se lo pasa por la
espalda y sujeta la cabeza para orientar el agarre.
Es una postura útil tras operaciones cesáreas y también para amamantar a bebés
gemelos de manera simultánea.
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Figura 7.5. Posición de rugby.
✓ EL AGARRE NO ES SIMÉTRICO
El agarre del pecho por la boca del bebé no es simétrico. Lo debe encarar
desde abajo y debe meter en su boca, además del pezón, parte de la areola
inferior, al menos dos centímetros, En cambio la parte superior de la areola debe
quedar casi toda visible, fuera de la boca del bebé.
Una postura incorrecta del bebé puede hacer fracasar la lactancia materna. La madre
143
debe utilizar los reflejos naturales del bebé que buscan el pezón, el "reflejo de búsqueda".
Al rozar el pezón con sus labios el bebé abre completamente la boca para agarrarse.
Hay varias posturas para amamantar y hay que elegir la más cómoda, la más relajada.
Hay que comenzar con la idea de que la cabeza del bebé tiene que enfrentar
directamente a la mama y el pezón, sin que tenga necesidad de hacer ningún movimiento
con la cabeza más que agarrar el pezón.
El bebé no tiene que hacer esfuerzos para alcanzar su objetivo, y es la madre quien
debe facilitarlo. Para ello, la madre debe poner al bebé por debajo de su brazo,
sosteniéndole la cabeza con la mano y guiándola frontalmente al pecho: así el cuerpo del
niño debe estar frente a la madre, ombligo contra ombligo, pero con la cabeza y el
cuerpo del bebé alineados, rectos. La cabeza nunca debe estar torcida, rotada o
flexionada.
Es lógico que para que el agarre y la succión del bebé sean cómodas su cabeza descanse
naturalmente, sostenida por el brazo de su madre, recta y alineada con el cuerpo, sin
tener que molestarse en torcerla o flexionarla. El encare con el pezón debe ser frontal y
natural.
La madre debe acercar al bebé a su pecho moviendo todo su cuerpo al unísono con
el brazo que lo sujeta. No es correcto empujar y acercar solo la cabeza del bebé, ya que
entonces se dobla o se flexiona la cabeza y se pierde la alineación natural entre la cabeza
y el cuerpo
¿Cómo es el agarre?
Para que la succión sea productiva el agarre debe ser adecuado. La mandíbula del bebé
debe quedar muy por debajo del pezón y el labio inferior doblado hacia fuera, nunca
metido dentro de su boca. Así, el bebé presiona desde abajo con la mandíbula y la lengua
tanto el pezón como la areola y consigue exprimir la leche succionando toda la porción
introducida. Además, de esta manera no hay fricción ni movimiento del pezón dentro y
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fuera de la boca, no se traumatiza y se evitan las irritaciones que pueden provocar dolor.
✓ EL RITMO DE LA SUCCIÓN
Hay que comprobar que agarre al pecho sea el adecuado. Esto depende sobre todo de la
posición del bebé, para la que se debe tener en cuenta lo siguiente:
-El bebé mira el pecho enfrente y un poco hacia arriba. En esa postura tiene facilidad
para soltarlo y volverlo a coger.
-La boca del bebé está muy abierta y el labio inferior doblado hacia fuera.
-Gran parte de la areola, especialmente la inferior, queda dentro de la boca del bebé.
-La nariz y la mandíbula del bebé quedan pegados, o muy cerca, del pecho.
145
LOS ENTUERTOS
Los entuertos son menos fuertes en las primíparas, pero en los embarazos
siguientes pueden realmente molestar, e incluso alarmar a la madre que no
conoce este fenómeno. Afortunadamente, cesan totalmente al cabo de una
semana del parto.
Casos prácticos
Caso 13
146
panículo adiposo. Está irritable pero sin fiebre. Pesa 2.800 g, con una pérdida de
500 g desde el nacimiento. Tiene las mucosas pastosas y la piel seca y
descamada. Al pellizcarle la piel entre los dedos pulgar e índice, se nota pérdida
de elasticidad, el pliegue tarda en volver a su situación de piel horizontal (signo
del pliegue positivo).
Interpretación
Caso 14
147
Ana es una madre que ya amamantó felizmente a su primer bebé durante un
año y medio. Ahora vuelve a estar embarazada y viene muy excitada de la
consulta del obstetra-ginecólogo con una gran noticia: son gemelos, casi iguales,
muy grandes.
Dice: "Yo quiero, pero ¿podré amamantarlos?". Ana es una mujer sana,
vigorosa, y además tiene la posibilidad de no tener que trabajar fuera de casa.
Así podrá tener más dedicación para sus bebés.
Resolución
"¡Claro que podrás amamantar a los dos, sin duda!" Las recomendaciones
fueron las siguientes: Ana, ya sabes de tu embarazo anterior lo que hay que
comer: alimentos naturales, variados, repartidos durante todo el día, con muchos
vegetales, con carnes magras, con lácteos...
Ahora, y sobre todo durante el periodo de lactancia, olvídate del peso, de las
tallas de los vestidos, de tu silueta y de los problemas de la casa. Necesitarás
ayuda para que te libren de tareas y obligaciones. Nada de preocupaciones, que
se encarguen otros. No restrinjas la alimentación. Ya lo normalizarás todo
después.
Tendrás que producir leche para dos bebés, que según las ecografías son
grandes, serán tragones. Para amamantar a gemelos, lo mejor es alimentarlos
juntos. Cuando los dos pechos se estimulan a la vez con la succión de los dos
bebés, hay más liberación hormonal y por tanto más estímulo para la
producción de leche. Aunque parezca contradictorio, son menos frecuentes los
casos de hipogalactia.
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Figura 7.6. Amamantamiento de gemelos.
Los trillizos son más difíciles de amamantar, sobre todo porque suelen nacer
con muy bajo peso. En muchas ocasiones son prematuros y necesitan cuidados
especiales que dificultan el tomar directamente del pecho de la madre. Pero no
es tarea imposible, incluso se puede extraer con un sacaleches y dársela en
biberón.
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150
8.1. Sujeción del pecho
La madre en postura relajada, que sostiene con uno de sus brazos el cuerpo del bebé
desde abajo, debe ayudar con su otra mano, la contraria a la del pecho que se ofrece, a
que el encare del pezón hacia la boca del bebé sea la adecuada. Para ello, se sujeta un
poco su pecho y puede hacerlo de dos maneras:
Mano en tijera
En esa posición los dedos pulgar e índice de la mano de la madre se colocan encima del
pezón y los otros tres dedos por debajo. Con esa tijera se puede posicionar el pezón,
para dirigirlo mejor hacia la boca del bebé. La tijera debe ser amplia para permitir que
quede libre la areola, ya que gran parte de ella se introducirá en la boca del bebé (figura
8.1).
Mano en presa
Esta posición es más útil para las mamas grandes, que caen más por su peso y por tanto
inclinan demasiado el pezón hacia abajo. Para levantarlo se coloca solo el dedo pulgar
por encima de la areola, mientras que el resto de los dedos están por debajo, haciendo
una ligera fuerza hacia arriba (figura 8.2).
151
Figura 8.1. Mano en tijera.
152
Figura 8.2. Mano en presa.
Para facilitar el agarre, el pezón debe encarar hacia delante pero un poco inclinado hacia
abajo, es decir, no totalmente horizontal. Nunca debe encarar hacia arriba, ya que
entonces el agarre será defectuoso y la succión puede ser dolorosa, incluso con la
posibilidad de erosionar el pezón (figura 8.3).
153
Figura 8.3. Encare incorrecto, con el pezón hacia arriba.
La subida de la leche
154
Figura 8.4. Maniobra para retirar al bebé del pecho, con el dedo de la madre.
La duración de las tomas, el tiempo que debe estar el lactante al pecho, la marca el
propio bebé según sus necesidades. Cuando está saciado lo abandona. También es el
bebé el que indica, con sus signos de llanto e inquietud, el intervalo entre las tomas, los
horarios.
La madre siempre debe adaptarse y respetar todas las necesidades del bebé, que
habitualmente son muy variables y dependen de múltiples circunstancias. Ni la duración
de cada toma ni el intervalo entre las tomas suelen ser siempre las mismas. No hay que
preocuparse del reloj porque el bebé se rige por su reloj biológico interno.
Como la producción de leche es escasa en los primeros dos o tres días tras el parto, el
bebé requiere la toma con bastante frecuencia, cada dos horas o incluso cada hora. Al
aumentar la producción con el paso de los días, el bebé ingiere más cantidad en cada
tetada y suele espaciar más la demanda de toma.
Transcurrida ya una semana desde el parto, la producción de leche suele ser abundante y
155
conviene regular un poco las tomas, poner un poco de orden. Pero ese orden nunca debe
ser rígido, para que siempre sea el propio neonato el que marque la pauta, ya que cada
bebé es diferente y tiene su propio ritmo para cubrir sus necesidades.
Sin embargo, hay bebés "rápidos" que hacen tomas cortas e intensas y bebés "lentos"
que hacen "descansos" y que necesitan más tiempo para ingerir la misma cantidad de
leche, por lo que puede haber un tiempo más flexible de duración de la tetada.
Tetadas prolongadas
Siempre hay que respetar las características de cada bebé y el tiempo que necesita para la
toma, pero las tetadas prolongadas, de más de 15 minutos de duración por cada pecho no
son buenas, por dos razones:
-Se saca poco provecho de alargar más la tetada, ya que la mama suele estar ya
vacía.
-Se puede irritar el pezón por el roce y la humedad prolongados, con el peligro de
aparecer grietas, muy dolorosas y que ponen en peligro la continuidad de la
lactancia materna.
En resumen, como lo habitual es dar los dos pechos a la vez, la duración total de la
tetada no es conveniente que sea superior a la media hora.
Una de las falsedades sobre la lactancia materna es que cansa, que agota a la
madre. Incluso algunas mujeres piensan que se debe tener una fortaleza
extraordinaria para amamantar. Es totalmente erróneo.
Es verdad que toda la maternidad cansa y que las últimas semanas del
embarazo son pesadas. El parto, visto de manera objetiva, es un evidente
esfuerzo físico y psíquico para la mujer. También las primeras semanas de un
recién nacido a veces son difíciles: hay que adaptarse a la maternidad, a la
nueva situación, cuidar al bebé, hacerlo bien.
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Hay tensión, pero el amamantamiento del bebé es fácil, y sobre todo
satisfactorio. Se inscribe en el proceso natural de continuación del parto y da
mucho menos trabajo que la tarea de dar el biberón.
Si el bebé solo toma la leche inicial, la que extrae más fácilmente, y deja el pecho
medio lleno, el organismo interpreta que no hay necesidad de producir más y la mama no
recibe el estímulo que precisa.
En la lactancia materna el bebé debe "trabajar" para succionar activamente, sobre todo
cuando ya la mama se ha vaciado parcialmente y la leche le llega con más dificultad.
Los bebés "vagos" son "listos" y saben que les espera la otra mama llena, donde
obtendrán la leche más fácilmente y tienen la tentación de cambiar pronto. No obstante,
es importante procurar que se vacíe completamente el primer pecho antes de ofrecerle el
otro, para seguir estimulando la producción de leche y mantener la lactancia materna.
En muchas ocasiones, el bebé tiene suficiente con agotar un pecho y tomar un poco
del segundo pecho, sin vaciarlo. En este caso es muy importante ofrecer en la siguiente
toma en primer lugar ese segundo pecho que no se ha vaciado en la toma anterior. Así se
sigue estimulando la producción de leche en los dos pechos.
✓ ¿ TODO VA BIEN?
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seguridad, aunque la inmensa mayoría son partos espontáneos, naturales, que
van bien y que necesitan escasa intervención médica, hay un pequeño
porcentaje de partos que tienen alguna complicación y necesitan que todo esté
preparado para resolverla.
Por todas estas razones todos los recién nacidos, sin excepción, deben
someterse a un control pediátrico precoz, una revisión a tan solo los dos o tres
días del alta hospitalaria, cuando el bebé tenga 5 o 6 días de vida.
Aerofagia
El propio bebé suele tomarse los descansos que necesita durante la toma, habitualmente
de escasa duración. A veces los aprovecha para eructar parte del aire que ha tragado con
la succión. Lo hace mejor en posición vertical, sentado o semiincorporado.
La ingesta excesiva de aire con la succión se llama aerofagia y suele molestar mucho
al bebé, que se muestra inquieto y hace mal las digestiones por la excesiva acumulación
de aire en su estómago.
158
-Un buen agarre al pecho, evitando los huecos entre la mama y los labios del bebé,
hendiduras donde se aspira el aire con la succión.
-Evitar las tomas prolongadas, de más de media hora de duración, ya que la succión
es más débil debido al cansancio del bebé. En realidad traga más aire que leche.
✓ ALCOHOL Y LACTANCIA
¡La madre que lacta sí puede tomar cerveza sin alcohol, del tipo 0.0, sin
ningún problema!
En los primeros días y semanas de la vida del bebé no hay horarios. Las tomas se hacen
"a su demanda", según sus necesidades, cuando lo pide con su llanto. Pero como es
necesario que se vacíen totalmente los pechos, o al menos uno de ellos, para estimular la
producción de leche, las tomas no deben hacerse a intervalos menores de hora y media.
Si la toma se hace más frecuentemente, el bebé no tiene todavía suficiente hambre,
159
mama solo superficialmente y no vacía el pecho completamente. Así se puede poner en
peligro la producción de leche y la continuidad de la lactancia materna.
Hay una gran variabilidad normal en las demandas de los bebés y es la madre la que
debe adaptarse a ellas y estar disponible permanentemente. Lo habitual es que en los
primeros días y semanas de vida la demanda del pecho sea aproximadamente cada dos
horas, de día y de noche. Así el bebé puede hacer entre 10 y 12 tomas diarias.
Horarios irregulares
Cuando ya hay más producción de leche, el bebé se sacia más en cada toma y como
consecuencia va espaciando progresivamente el intervalo entre tomas. Pero las tomas
suelen ser irregulares, porque la cantidad que ingiere en cada toma depende de muchas
circunstancias y es muy variable.
Alrededor del mes de vida, el bebé ya ha espaciado el intervalo entre las tomas y
suele pedir cada tres horas aproximadamente, e incluso comienza a alargarlas más por la
noche. Así hay más descanso entre las tomas, tanto para el bebé como para la madre,
que ha tenido un primer mes muy intenso, con el peligro de agotamiento físico y
psíquico. En este momento comienza para el bebé un periodo de horarios no tan libres
como durante las primeras semanas. Ahora deben regularizarse un poco, pero no han de
ser rígidos. Las tomas deben hacerse aproximadamente cada tres horas, pero con
flexibilidad.
Si el bebé está durmiendo, no se le debe despertar para la toma, aunque sea la hora. De
manera similar, nunca se le debe dejar llorar desconsoladamente por hambre porque
todavía no sea la hora de la toma.
Muy pronto, la simbiosis madre-hijo funciona y la madre conoce cada vez más a su
bebé, se comprenden, se adaptan. Ella capta cada signo que le indica si el bebé tiene
hambre o no, si tiene sueño, si tiene gases, si está mojado... Siempre hay que atenderlo y
satisfacer sus necesidades.
¡Al servicio del bebé!, ¡esa es la misión que ha encomendado a los padres la
naturaleza!
El descanso es esencial
Tener el descanso adecuado solo le es posible a la madre que amamanta si cuenta con la
160
ayuda de los familiares directos, o de otras personas. Es necesario liberarla de todas las
demás tareas de la casa en estas primeras semanas en que el bebé la necesita más, casi
de manera exclusiva.
La madre debe adaptarse al bebé, intentando dormir al mismo tiempo que lo hace él,
después de la toma y de la expulsión de los gases del bebé, de día y de noche, sin
preocuparse de otra cosa.
Uno de los motivos por los que la lactancia materna puede no ir bien se debe al estrés
o agotamiento de la madre, habitualmente por falta de descanso nocturno, ya que el bebé
toma igual por el día que por la noche.
Sin embargo, poco a poco el bebé duerme más por la noche, hace la pausa entre
tomas más prolongada y la madre puede descansar más.
Como un exquisito menú, el bebé toma en cada tetada en primer lugar una
leche de comienzo más acuosa y más dulce, rica en lactosa, que le calma la sed
inicial. Además sale del pecho más fácilmente.
Es una falsa preocupación, porque hay muchas señales que indican con bastante
precisión si el bebé está tomando suficiente cantidad de leche con la lactancia materna.
161
1. El aumento de peso
2. La satisfacción
El bebé que toma suficiente lactancia materna está satisfecho, duerme bien después
de la toma y no se despierta antes de la hora de la siguiente toma.
Al contrario, el bebé insatisfecho, que toma poco, llora de hambre antes de tiempo.
La madre pronto aprende a captar las señales que emite el bebé y debe valorarlas. Si
además hay un escaso aumento de peso durante dos semanas seguidas es un dato que
puede confirmar que las tomas son insuficientes.
Fray Luis de León (Belmonte, 1527-Madrigal de las Altas Torres, 1591) fue
contemporáneo del rey Felipe II (los dos nacieron en el mismo año) y uno de los
pensadores más influyentes del siglo xvi español.
162
natural... Lo que sigue después del parto es el puro oficio de la madre, y lo que
puede hacer es bueno al hijo, y lo que de veras la obliga. Por lo cual téngase
dicho ésta perfecta casada, que no lo será si no cría a sus hijos" (La perfecta
casada, Capítulo XVII, 1583).
Solo una enfermedad importante o grave puede impedir a una madre dar el pecho a su
hijo.
•Un parto complicado que debilite mucho a la madre en los primeros días, que
necesite tratamiento en el hospital y le dificulte la lactancia. La prioridad es que
recupere su salud.
•Enfermedades graves como cáncer, sida, hepatitis B o hepatitis C.En estos casos no
solo la madre está debilitada, y necesita todas sus fuerzas para curarse, sino que
también existe el peligro de transmisión de la enfermedad al bebé.
•Si la madre padece una infección activa por citomegalovirus. Una infección de la
madre desaconseja la lactancia.
En estos días difíciles, en un ambiente frío y diferente como el hospital, a pesar del
apoyo familiar no son infrecuentes las crisis de llanto, la "llorera posparto", como un
medio de descargar la tensión acumulada. Todos estos fenómenos son normales y
comprensibles y se espera que sean transitorios, que con el alta hospitalaria y la vuelta a
casa con el neonato la madre recupere la normalidad perdida.
El apoyo familiar
163
La madre no puede afrontar en solitario todos estos acontecimientos, precisa para
superarlos del apoyo y el cariño de su entorno familiar, sobre todo del padre. También
necesita el descanso adecuado, por lo que la ayuda debe ser física además de psíquica,
con el fin de librarle de tareas y cargas. Así podrá dedicarse exclusivamente al cuidado de
su hijo.
Si existe algún conflicto familiar previo no resuelto todavía, si falta el apoyo familiar,
sobre todo del padre, o existe una actitud no del todo positiva frente al embarazo y al
nuevo bebé, puede haber una base para que se desencadene una depresión psíquica de la
madre tras el parto.
Reconocer la depresión
•Llanto fácil. También incapacidad para reír o ver el lado divertido de los
acontecimientos.
•Insomnio.
164
Sobre todo en la fase inicial, cuando todavía no es intensa, el amamantamiento del bebé
puede ayudar a superar esta depresión o hacerla menos intensa. El mayor contacto con el
bebé que supone la lactancia materna, los lazos de unión afectiva que se establecen con
el recién nacido, pueden ser un anclaje emocional para prevenir e incluso remontar la
depresión.
Sin embargo, cuando la depresión es intensa, la madre puede caer en una fase de
escaso contacto con la realidad, de semiausencia, en que "no se entera de nada", que
precisa consulta médica y tratamiento farmacológico, dificultando la lactancia materna
pero no impidiéndola totalmente, ya que los fármacos antidepresivos son compatibles con
la lactancia.
Cada caso es diferente y hay que seguir en todo momento las indicaciones del
médico.
MEDICAMENTOS ANTIDEPRESIVOS
El uso del chupete siempre ha sido una cuestión muy discutida por los pediatras, con
partidarios y detractores. En el momento actual ya se tienen ideas muy claras sobre su
165
utilidad y sus perjuicios, basadas en datos científicos. Estas ideas sobre el chupete
podrían resumirse en las siguientes normas:
A través de ese pezón, y poco a poco, el neonato reconoce a la madre, esa persona
que cubre sus necesidades. Establece con ella su primer afecto, imprime en su cerebro
una unión que le llevará a una conducta de apego de la que están excluidos el resto de su
entorno.
Si en los primeros días de vida, además del pezón materno, se le ofrecen al neonato
chupetes o tetinas, se puede alterar este proceso de impronta, produciéndole una
desorientación táctil, una contradicción en sus preferencias. Es el motivo por el que
tampoco debe ofrecérsele ningún biberón, aunque sea aislado. Son un peligro para la
continuidad de la lactancia materna.
Cuando han transcurrido dos o tres semanas tras el parto y la lactancia materna está
totalmente consolidada, ya se puede ofrecer el chupete porque no va a interferir ni en el
amamantamiento ni en el proceso de apego.
El chupete es útil para servir de consuelo o "pacificador" (en inglés se llama pacifier)
cuando el bebé está tenso o llora. También es útil para ayudar al bebé a iniciar el sueño.
Además se ha demostrado que también contribuye a prevenir, entre otros factores, como
la propia lactancia materna, una enfermedad muy rara pero letal que se denomina
Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
La necesaria limpieza
166
al suelo.
VEGETALES MOLESTOS
La leche humana es tan beneficiosa para el bebé que todos los organismos científicos (la
OMS, la Academia Americana de Pediatría, la Asociación Española de Pediatría, etc.)
recomiendan que el amamantamiento se prolongue durante el máximo tiempo posible,
incluso después del segundo año de vida, aunque siempre acompañada de la alimentación
complementaria a partir del sexto mes de vida.
En los países desarrollados es difícil que una madre mantenga la lactancia materna
después de cumplir el bebé el año de vida, la mayoría de veces porque se extingue
espontáneamente. Lo causa la escasa frecuencia de las tetadas y por consiguiente el
escaso estímulo para la producción de leche.
El amamantamiento ideal
•En los seis primeros meses de vida: lactancia materna exclusiva, sin ningún otro
alimento.
167
•A los 6 meses de edad: comenzar la alimentación complementaria, las papillas,
sustituyendo inicialmente una papilla a una toma de pecho.
•A los 7 meses de edad, o como máximo 7 meses y medio: el bebé toma ya tres
papillas diarias que han sustituido a cuatro tetadas.
•A los 9 o 10 meses de edad: el bebé toma cuatro papillas diarias y las tetadas quedan
reducidas a solo dos, una a primera hora de la mañana y la otra como un resopón
tardío.
•Continuar con esas dos tomas de pecho el máximo tiempo posible, incluso hasta los
dos años de edad.
"En todo aquel año que nació Blanquerna otro alimento Aloma no dio a su
hijo sino tan solo la leche. Pues por desfallecimiento de fuerte digestión los
lactantes en el primer año de vida no pueden cocer ni digerir alimentos tales
como las sopas de pan mojadas con leche o aceite" (Libro de Evast y
Blanquerna, 1283).
Casos prácticos
Caso 15
Teresa es una mamá que acude a la consulta muy nerviosa. Begoña, su bebé
de 4 meses ha ingresado en el hospital por traumatismo craneoencefálico. Sufrió
un pequeño golpe en la cabeza, quedando conmocionada. Aunque ahora está
bien y lloró enseguida, los médicos prefieren que se quede ingresada en
observación durante 48 horas. En ese periodo llevará un gotero con nutrientes y
168
no quieren que tome alimento por boca.
Resolución
-Mantener activo el sacaleches hasta el final del flujo, hasta que la leche deje
de salir totalmente.
-Sacar la leche de los dos lados a la vez, agotando los dos pechos.
Sila leche parece que disminuye de flujo o de volumen, sacarla con más
frecuencia, cada dos horas.
Caso 16
169
Resolución
Durante el primer mes de vida las necesidades calóricas son de 110 a 120
kcal/kg/día, que van bajando progresivamente a 110 kcal/kg/día en el segundo
mes, a 100 en el tercero, a 95 en el cuarto, a 90 en el sexto y a 85 en el octavo.
170
171
9.1. La hipogalactia o falta de leche
Las causas de hipogalactia son múltiples pero suelen producirse en dos periodos muy
concretos: precozmente, durante las dos primeras semanas de la vida del bebé o más
tardíamente, después del segundo mes de lactancia.
Hipogalactia precoz
Es la que se produce muy pronto, en los primeros días de la lactancia o dentro de las dos
primeras semanas, y su origen casi siempre es una técnica inadecuada del
amamantamiento o errores por desconocimiento de las consecuencias.
1.Dar algún biberón entre las tomas de pecho. El bebé encuentra más fácil succionar
la blanda tetina que el duro pezón de la madre. Si se dan de manera simultánea
puede rechazar el pecho. Aunque lo tome, si parte de su hambre ha sido saciada
por el biberón, su succión no será tan vigorosa y no vaciará totalmente el pecho.
Si la mama no se vacía completamente no se estimulará la producción de leche,
que irá disminuyendo poco a poco.
2.Postura incorrecta en la toma. El error más habitual es que la cabeza del bebé no
esté alineada con su cuerpo de forma natural, de manera que no tenga que hacer
esfuerzo alguno para agarrarse al pezón. Si su cabeza está torcida o bien tiene que
tomar un pezón orientado hacia arriba, la succión no es eficaz e incluso puede ser
dolorosa. Además del peligro de que se produzcan grietas en el pezón, el bebé no
vacía completamente el pecho, disminuyendo así el estímulo para la producción
172
de leche.
FÁCIL DIGESTIÓN
Porque las proteínas de la leche materna son más pequeñas que las
contenidas en las fórmulas artificiales. Además de ser más pequeñas son
"homólogas", similares a las del propio bebé ya que todas proceden de su
madre.
Y también porque las enzimas que posee la leche materna son específicas y
facilitan la absorción de nutrientes por el intestino del bebé.
Hipogalactia tardía
La falta de leche tardía se suele producir durante el segundo o el tercer mes de lactancia.
En la mayoría de ocasiones las causas no son la mala técnica del amamantamiento, sino
los problemas de la madre que dificultan una adecuada dedicación a la atención de su
hijo.
La lactancia materna precisa que la madre tenga tanto una alimentación como un
descanso adecuados para poder mantener la producción de leche que precisa el bebé.
También precisa tranquilidad y tiempo. Los problemas y el estrés son su principal
enemigo.
La obligación de trabajar muchas horas seguidas a mucha distancia del hogar es una
causa muy frecuente de abandono de la lactancia materna después del tercer mes de la
173
vida del bebé. Por esa razón es importante una legislación laboral que proteja a la madre
lactante y le permita una baja prolongada, al menos durante los primeros seis meses, que
es el periodo en que se debe dar lactancia materna exclusiva.
✓ RAPIDEZ INTESTINAL
-Hará las tomas con más frecuencia, ya que vaciará pronto su estómago y
tendrá hambre antes.
Aunque la valoración del adecuado aumento de peso del bebé la debe hacer el pediatra
en cada caso concreto, los padres deben tener una orientación y conocer si el aumento de
peso de su hijo es normal o si este se desvía demasiado de la normalidad, lo que puede
indicar que no toma suficiente alimento.
174
ha pasado en el vientre materno.
En los dos o tres primeros días de vida tiene lugar un fenómeno fisiológico, la pérdida de
peso del recién nacido. Pierden bastante, alrededor del 5% del peso al nacimiento. Por
ejemplo, un neonato que pesó al nacimiento unos 3.000 g pierde alrededor de 150 g. Así,
al tercer día de vida pesaría unos 2.850 g. Esta pérdida normal se debe a que el recién
nacido nace con exceso de líquidos corporales, es decir, "hinchado de agua", así que
necesita eliminar este agua y así lo hace, sobre todo por la orina.
✓ TABACO Y LACTANCIA
-La nicotina del tabaco pasa a la leche y puede ser tóxica para el bebé.
-La inhalación por el bebé del humo del cigarrillo del ambiente daña sus
pulmones.
-Los bebés de padres fumadores tienen más riesgo de padecer el raro pero
terrible Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
175
Es necesario que la madre fumadora haga un esfuerzo y deje de fumar. Es el
momento ideal para dejar definitivamente el hábito.
Después del tercer día de vida, el recién nacido comienza ya a ganar peso poco a poco y
en los cuatro días siguientes recupera el peso perdido. De esa manera, a la semana de
vida, o como máximo a los ocho días, el neonato debe pesar al menos como al
nacimiento. En realidad la mayoría de ellos ya pesan más, han comenzado su carrera
imparable de crecimiento.
Así es, porque después de la primera semana de vida el bebé debe aumentar
diariamente entre 25 y 30 g diarios. ¡Nada menos que un gramo por hora!, un ritmo
excelente que durará solo dos o tres meses.
El aumento semanal debe estar entre 175 y 200 g. Si el bebé va a un ritmo inferior, si
aumenta menos de 150 g semanales durante dos semanas seguidas, puede ser una
indicación de que la alimentación es insuficiente y es necesario consultar con el pediatra.
Las causas pueden ser una técnica de amamantamiento incorrecta, que no aprovecha
toda la leche del pecho, o una verdadera hipogalactia, una escasa producción de leche
por parte de la madre.
En ocasiones la causa es muy sencilla: la medición del peso del bebé es incorrecta. Esto
se debe a que una cosa que parece tan fácil, el pesar en una balanza, en realidad tiene su
dificultad. Muchas veces son defectos de las propias balanzas utilizadas en la medida,
que no están bien calibradas y son inexactas. Otras veces se debe a la diferente ropa que
lleva el bebé en cada pesada, que pesa más o menos.
En pocas ocasiones la madre utiliza siempre el mismo peso, bien equilibrado, y con el
bebé desnudo o con la misma ropa, para poder comparar los pesos semanales sucesivos.
¡Cuidado con las falsas alarmas! Cuando un peso no cuadre, antes de preocuparse hay
que revisar la pesada.
176
La lactancia materna es tan beneficiosa para el bebé, le protege tanto, que
los expertos consideraron que: "la asociación de tabaquismo y lactancia es
menos perjudicial que el tabaquismo y la alimentación con leche artificial".
Eso sí, hay que seguir unos consejos útiles para atenuar el efecto negativo
del tabaco sobre el bebé:
-Esperar más de una hora después de haber fumado para amamantar otra
vez. Así quedan menos restos de nicotina en la leche.
Este periodo de aumento rápido suele durar hasta los tres meses de vida. Con ese ritmo
de aumento, a esa edad el bebé suele pesar entre 2.300 y 2.500 g más que al nacimiento,
incluso algunos se acercan a los 3 kg. Pero cumplidos los tres meses de edad este ritmo
tan rápido de aumento ponderal disminuye considerablemente.
Poco antes de cumplir los 5 meses de edad se produce un hecho importante: el bebé
dobla su peso al nacimiento. Los que pesaron 3 kg al nacer llegan ahora a los 6 kg y los
que pesaron 3,5 kg llegan a los 7 kg. Ha sido un avance espectacular, pero hay que saber
que a partir de ahora no va a seguir así, que el bebé va a ralentizar mucho su aumento de
peso de una manera totalmente normal.
Entre los 3 y los 6 meses de vida el aumento normal del bebé es de una media de 20 g
diarios, es decir 140 g semanales y 600 g mensuales. Es muy importante que la madre
conozca esta ralentización normal del aumento ponderal a partir de los 3 meses de edad,
ya que de lo contrario podría pensar, erróneamente, que el bebé no toma suficiente
alimento.
CUADRO 9.1
177
CUADRO 9.2
Peso normal aproximado (en gramos) durante el primer año de vida de bebés nacidos a
término, pero con diferentes pesos al nacimiento
Pero es después de cumplidos los 6 meses cuando todavía disminuye más el aumento
ponderal. Entre los 6 y los 9 meses normalmente el bebé solo aumenta alrededor de 100
g semanales, es decir, 450 g mensuales. Esta ralentización continúa en los meses
siguientes y entre los 9 y los 12 meses el bebé solo aumenta poco más de 300 g al mes.
Los cuadros 9.1 y 9.2 indican estos aumentos para diferentes pesos al nacimiento.
178
LA PÉRDIDA DE PESO ES NORMAL
La pérdida de peso del recién nacido durante los dos o tres primeros días es
normal, ni se puede ni se debe evitar. El neonato nace con un exceso de líquidos
que necesita eliminar.
Pero esta pérdida no debe ser excesiva, no debe superar el 8% del peso al
nacimiento. De lo contrario hay que consultar urgentemente con el médico.
Además, debe recuperarse rápidamente en los días siguientes, en que el bebé
comienza a tomar más cantidad de leche.
Los pezones y areolas necesitan un cuidado especial. Son zonas muy sensibles y además
traumatizadas por la succión del bebé, por lo que deben cuidarse de los roces, de la
humedad y de las infecciones. Después de dar al pecho deben limpiarse con una gasa
estéril empapada con agua hervida, para eliminar los residuos de leche. A continuación
debe secarse muy delicadamente, presionando suavemente con una toalla de algodón, sin
roces para no causar microtraumas. Si la zona está muy sensible incluso se puede
emplear el aire tibio de un secador de pelo, pero colocado a distancia para evitar
quemaduras.
La causa más habitual de dolor en los pezones durante los primeros días de lactancia
materna es la postura errónea del recién nacido al mamar.
179
esté doblado hacia afuera contra el pecho y no metido dentro de su boca.
Curar el pezón
Las escoriaciones o grietas del pezón son muy dolorosas y pueden dificultar o incluso
impedir la lactancia materna. Cuando ya se han producido se debe intentar curarlas lo
más rápidamente posible. Además de revisar la postura del bebé al mamar, es esencial
secar el pezón sin tocarlo, usando el aire tibio de un secador. A continuación se cubre la
zona con una pomada emoliente y antiséptica, que lo cicatrizará en pocos días. Encima
hay que colocar una gran gasa estéril, para evitar roces con la ropa.
CUIDAR EL PEZÓN
Ingurgitación mamaria
Mastitis
180
gérmenes, como el estafilococo, que están siempre en la piel y que penetran dentro de la
mama, infectándola. Para curarla ser necesario tomar antibióticos.
La mastitis es fácil de identificar porque hay un dolor muy localizado, que puede ser
intenso, en el punto de la infección. La zona afectada se enrojece y está caliente, al
mismo tiempo que pueden aparecer otros signos de infección como fiebre o malestar
generalizado.
•Un vaciamiento suave del pecho afectado con un sacaleches, evitando el dolor. El
bebé puede continuar mamando del pecho sano.
•Si hay fiebre o dolor intenso, la madre puede tomar algún medicamento antipirético-
analgésico compatible con la lactancia, como el paracetamol.
Cuando la madre toma algún medicamento, este circula por su sangre y la mayoría de
ellos pasan a la leche materna, aunque siempre en pequeñas cantidades, solo alrededor
del 1% de la dosis que ha tomado. Este hecho hace que existan tratamientos
farmacológicos de la madre que sean incompatibles con la lactancia materna, ya que su
paso a la leche, aunque sea en pequeñas cantidades, puede perjudicar al bebé.
Si la madre los debe tomar por indicación médica, debe interrumpir la lactancia
181
materna y pasar a lactancia artificial.
Solo son compatibles con la lactancia materna si se toman durante un corto periodo
de tiempo y a las dosis habituales, siempre vigilando si existe alguna reacción anómala del
bebé. Es necesario informar al médico que los prescribe que se está dando el pecho y
pedir su consejo.
La madre los puede tomar sin ningún problema o riesgo para el bebé.
El profesor Ángel Nogales contaba la anécdota del médico poco experto que
prohibió, incorrectamente, el amamantamiento a un lactante porque prescribió
un antibiótico a la madre, con la evidente contradicción de prescribir, pocos días
después, el mismo antibiótico al bebé por una otitis.
182
Fármacos prohibidos durante la lactancia
Analgésicos: metimazol.
Anticoagulantes: fenindiona.
Inmunosupresores: Todos.
Yoduros: Todos, incluso los de uso tópico sobre la piel o las mucosas.
RITMOS DIFERENTES
Es esencial que los padres conozcan el hecho normal que los elevados
aumentos de peso de los primeros tres meses de vida del bebé van
disminuyendo de manera progresiva según aumenta su edad.
183
Solo son compatibles si se toman durante un corto periodo de tiempo. Como medida de
precaución, si fuera necesaria su toma sería prudente abandonar la lactancia materna.
Estos fármacos son:
Antibióticos: amantadina.
Cardiovasculares: reserpina.
Diuréticos: tiazidas.
184
materna, por lo que a pesar de su letra pequeña es necesario leerlos.
Son la gran mayoría de los que se usan habitualmente, inocuos a las dosis correctas.
185
186
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188
189
190
UCCIÓN ESTIMULADA
Casos prácticos
Caso 17
191
armónico con las cifras también bajas de su talla y su perímetro cefálico.
Técnicamente estos niños se denominan "pequeños para su edad gestacional".
Probablemente Nora no aumentó bien intraútero debido a la denominada
"insuficiencia placentaria", la placenta de las madres añosas que no tiene tanta
capacidad para nutrir al feto como la de las madres jóvenes.
Nora pesó al mes de vida 3.100 g, 700 g más que al nacer, y actualmente, a
los 2 meses de edad pesa 4.000 g, 900 g más que un mes antes, un aumento
totalmente normal. Además mide 53 cm, 6 más que al nacer.
Interpretación
Caso 18
192
A principios de enero, con poco más de 3 meses y debido al trabajo fuera de
casa de ambos padres, Lucas comienza estancia en guardería infantil desde las
ocho de la mañana hasta las tres y media de la tarde.
Ahora, a los 4 meses y medio, Lucas pesa 6.700 g, con un aumento de solo
300 g en el último mes y medio. Sin embargo, su exploración física es normal
salvo su obstrucción nasal, sus abundantes mucosidades y la respiración bucal.
Interpretación
Solución
La solución pasó por retirar a Lucas de la guardería durante los tres meses
de invierno que quedaban. Hubo que hacer reajustes familiares para hacerse
cargo del bebé y que permaneciera en casa, sin contacto con otros niños
acatarrados que pudieran contagiarle.
Los catarros en los bebés son muy molestos y además difíciles de resolver
en poco tiempo, sobre todo en las épocas de epidemias invernales y acudiendo a
193
las guarderías. Las guarderías tienen grandes ventajas, sociales y educativas,
pero en ocasiones conviene una suspensión temporal de la asistencia, sobre todo
en bebés muy pequeños.
194
195
10.1. ¿Es buena la lactancia artificial?
La lactancia materna constituye no solo el alimento ideal para el bebé por su composición
en sustancias nutritivas, sino que además le protege de infecciones y previene muchas
enfermedades, tanto agudas, a corto plazo, como crónicas, a largo plazo.
Tiene otros muchos beneficios, como favorecer el apego y la unión afectiva entre
madre e hijo y el estar siempre lista, a la temperatura adecuada y sin ninguna posibilidad
de contaminación. Siempre hay que intentar dar el pecho, a no ser que la madre tenga
una enfermedad grave o esté tomando medicamentos incompatibles con el
amamantamiento.
¿Qué significaban estos términos? Que se había intentado por parte del fabricante
obtener un producto cuya composición en nutrientes se acercara el máximo posible a la
composición de la leche materna, aunque no tengan ni las sustancias antiinfecciosas ni las
células vivas que ésta sí posee.
Como ya se ha indicado, las leches de animales que bebemos los humanos, de vaca,
de oveja, de cabra, de camella, etc., no sirven para alimentar a los bebés menores de un
año, porque su composición en nutrientes es muy diferente de la leche materna. De
hecho sería muy perjudicial que las tomaran.
196
menos, ya que actualmente las fórmulas para bebés son productos con una buena
composición nutritiva. Simplemente la lactancia materna sigue siendo la mejor, además
de ser más sencilla y más barata.
✓ DOBLAR Y TRIPLICAR
Desde hace más de un siglo, tanto los médicos como la industria de la alimentación han
intentado fabricar una leche artificial ideal para lactantes, una fórmula lo más parecida
posible a la leche materna, que se "adaptara" al máximo, tanto en su contenido en nu
trientes como en su digestión y absorción por el delicado intestino del bebé.
•Las cantidades de alimento que debía recibir el bebé con arreglo a su edad y a su
peso.
197
•Los procedimientos para conservar la leche de vaca y reducir los riesgos de
contaminación bacteriana.
LA LECHE DE ANIMALES
Cuando nació Zeus, rey de los dioses del Olimpo, su madre Rea lo escondió
en una gruta del monte Ida, en la isla de Creta, para evitar que lo matara su
padre, Cronos, que devoraba a todos sus hijos según iban naciendo. En la gruta
fue alimentado por la ninfa Amaltea, con leche de cabra y miel de abeja.
Los pioneros
Los primeros intentos se remontan a 1865, cuando Justus von Liebig (1803-1873)
comenzó el análisis químico de los componentes de la leche. Como consecuencia,
describió una fórmula basada en la leche de vaca, con una mezcla de harina de trigo,
harina de cebada, agua y bicarbonato potásico. Todo ello se mezclaba y hervía, para
después enfriarse y quedar listo para calentarlo ligeramente antes de ofrecérsela al bebé.
198
envasado fácil de consumir y seguro, sin microbios contaminantes.
La leche condensada, aunque se conservaba bien tenía un 38% de azúcar, una cantidad
muy elevada. Para utilizarla en la alimentación del lactante había que diluirla mucho en
agua, con lo que se quedaba pobre en los otros nutrientes, proteínas y grasas. No servía
para alimentar al bebé.
Un paso importante al final del siglo xix y comienzos del xx fue la obtención de la
leche de vaca "pasteurizada", una leche más segura porque se habían destruido mediante
el calor la mayoría de gérmenes patógenos que la contaminan.
Afinando la composición
Así en 1915, Gerstenberger y Ruhr describen una fórmula sintética de leche adaptada
en que combinan grasas animales y vegetales en un intento de imitar la composición en
lípidos de la leche materna. Después, ya en 1920, Marriot describe la leche "acidificada",
mucho más fácil de digerir, que desempeñó un papel muy importante en la alimentación
de los lactantes europeos de la primera mitad del siglo xx.
199
El perfeccionamiento de la manipulación industrial y los progresos en los procesos
térmicos, que lograron crear la leche en polvo, junto al descubrimiento del envasado al
vacío, hicieron cada vez más seguras estas leches que se llamaron "humanizadas".
Pero habría que esperar a la década de 1970 para poder disponer de leches
"adaptadas", fórmulas que modifican totalmente la base de leche de vaca, cambiando casi
todos sus componentes: proteínas, grasas, hidratos de carbono, sales minerales,
vitaminas, etc. También a partir de entonces surge la distinción entre "leche de inicio" o
tipo 1, para utilizar en los primeros seis meses de la vida del bebé y "leche de
continuación" o de seguimiento, tipo 2, para la segunda mitad del primer año de vida.
CONFUSA DENOMINACIÓN
200
siempre está sujeto a sucesivas revisiones.
Una de las polémicas más relevantes fue la de la cantidad de proteínas que deben
tener las fórmulas, que concluyó recomendando una cantidad algo superior de la que
tiene la leche de mujer. También llama la atención la cantidad recomendada de hierro,
que es doble en la fórmula de continuación respecto a la de inicio.
La Directiva europea
Desde junio de 1994 una Directiva de la Comunidad Europea elevó a norma de elevado
cumplimiento muchas de esas recomendaciones. Los gobiernos de cada país, antes de
dar la autorización de fabricación a las casas comerciales, deben controlar que las
fórmulas que producen cumplen esta norma.
CUADRO 10.1
201
"La leche humana es de calidad excepcional para la alimentación infantil y
específica de la especie. Todas las demás opciones de alimentación con
sustitutos tienen características muy diferentes. El niño alimentado al pecho es el
modelo con respecto al crecimiento, salud y desarrollo".
"La lactancia materna no solo previene infecciones del bebé sino que además
disminuye la incidencia de obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes
de los tipos 1 y II, asma y atopia, enfermedad celíaca, enfermedad inflamatoria
intestinal, leucemia y síndrome de muerte súbita del lactante. Además de reducir
la mortalidad total de los bebés estos mejoran su desarrollo psicomotor y
obtienen mejores puntuaciones en sus pruebas neurológicas".
Las fórmulas o leches llamadas "de inicio", "para lactantes", o tipo 1, son las adecuadas
para que las tome el bebé desde el nacimiento hasta cumplidos los 6 meses de vida.
Dadas a la dilución adecuada, cubren todas las necesidades del bebé en ese primer
semestre de la vida, tanto en agua como en nutrientes, de manera que no es necesario, ni
conveniente, dar ningún otro alimento adicional durante ese periodo de tiempo.
La única excepción es dar agua, pero solo si el bebé la pierde de manera anormal por
el sudor o transpiración, bien sea en las épocas calurosas de año o por el excesivo calor
ambiental. También hay que dar agua adicional cuando el bebé tiene fiebre.
El agua extra debe darse entre las tomas de biberón y en pequeñas cantidades cada
vez, aunque todo lo que se necesite. El agua debe ser estéril, lo más pura posible. Son de
elección las aguas minerales embotelladas con bajo componente en sales minerales (aguas
de mineralización baja).
Leches de continuación
Las fórmulas o leches "de continuación", o tipo 2, son las adecuadas para dar al bebé en
el segundo semestre de su vida. Como se observa en el cuadro 10.1, tienen algunas
diferencias de composición con las leches de inicio, entre otras que son más ricas tanto
en proteínas como en hierro, que son dos nutrientes que se precisan más en esta etapa de
202
la vida. Además, a partir de los 5 o 6 meses de vida se comienzan a dar las papillas, que
aportan otros nutrientes igualmente necesarios, además de preparar al bebé para una
alimentación más variada.
Así pues, una vez cumplidos los 6 meses, no solo se debe cambiar la leche de inicio
por leche de continuación, sino comenzar a dar al bebé otros alimentos: las papillas.
Además, debe tomarlas a cucharaditas puesto que ya ha adquirido la función de deglutir,
de tragar el alimento semilíquido que se le deposita en la boca.
✓ ERASMO
Teóricamente deberían tener una composición lo más similar posible a la leche materna
en todos sus componentes, pero no se llega a alcanzar en su totalidad.
A) Energía
203
La recomendación de tener un valor calórico de entre 64 y 72 kcal/100 ml se basa en
el contenido medio de la leche materna (68 kcal/100 ml), evitando hacerla más calórica
para no favorecer la aparición de obesidad. Las grasas son la fuente principal de esas
calorías, un 55,9%, los hidratos de carbono un 38,6% y las proteínas solo un 5,5%.
B) Proteínas
Se recomienda que las fórmulas contengan entre 1,2 y 2 g/100 ml, una cantidad
mayor que la que tiene la leche de mujer (1 g/100 ml), ya que son proteínas procedentes
de la leche de vaca, que tienen me nor contenido en aminoácidos esenciales. No se puede
aumentar más porque un aporte excesivo de proteínas sobrecargaría al riñón del bebé y
sería perjudicial. También es importante que se establezca la norma de una relación
caseína/proteínas del suero igual a la de la leche de mujer, 40/60.
Así mismo, deben tener un nivel adecuado de aminoácidos esenciales como taurina,
carnitina, arginina y triptófano.
C) Carbohidratos
Se cree que el aporte exclusivo de lactosa como único carbohidrato es lo mejor para
el bebé, y las cantidades recomendadas son similares a las de la leche de mujer, aunque
con una horquilla más amplia. La incorporación de gangliósidos haría a la fórmula más
similar a la leche materna.
D) Grasas
204
superiores a las de la leche de vaca. Este hecho tiene efec tos muy beneficiosos
durante los primeros meses de la vida, porque el colesterol es esencial para el
crecimiento y la maduración de los órganos con alto contenido en lípidos, como
el cerebro, y en los procesos de mielinización.
E) Sales
Las fórmulas para bebés deben disminuir drásticamente la cantidad excesiva de sales
que contiene la leche de vaca, sobre todo el sodio.
F) Minerales
G) Vitaminas
Las fórmulas deben contener las 13 vitaminas consideradas como esenciales, cuatro
liposolubles (A, D, K y E) y nueve hidrosolubles, en cantidades superiores todavía a la
de la leche de mujer, ya que su absorción es menor.
Fórmulas de continuación
205
composición de la fórmula de continuación pueda ser bastante diferente que la de inicio.
A) Energía
B) Proteínas
•La fórmula de continuación se toma dentro de una dieta más variada, junto con
alimentos que tienen pocas o muy pocas proteínas, como son las frutas, los
cereales y las verduras.
•Los riñones del bebé siguen madurando, y aunque no lo estarán totalmente hasta el
año de edad, ya pueden metabolizar estas cantidades.
C) Hidratos de carbono
D) Grasas
E) Minerales
✓ EL CASO DE LA VITAMINA D
206
Las necesidades de vitamina D del bebé son de 200 a 400 U.I. diarias. La
leche materna contiene cantidades escasas de vitamina D, solo entre 1,6 y 6 U.I.
por cada 100 ml, que no cubre sus necesidades. Como la vitamina D también se
sintetiza en la piel mediante la exposición al sol, el lactante podría cubrirlas de
esa manera.
La preparación de los biberones debe ser cuidadosa. Es fácil, pero hay que evitar
cometer errores que puedan perjudicar al bebé. Es esencial que la preparación sea limpia,
higiénica, idealmente en condiciones de esterilidad.
Limpieza de utensilios
Después de cada toma se deben limpiar meticulosamente en el grifo con agua a chorro
tanto el biberón como la tetina, con el fin de eliminar los restos de leche. Después se
deben esterilizar, bien sea por ebullición en agua hirviendo durante cinco minutos o
sumergiéndolos en las soluciones comerciales de líquidos esterilizantes. A continuación se
guardarán en un armario limpio y cerrado, hasta la próxima toma.
207
Cómo debe ser la tetina?
Aunque todas las tetinas son parecidas, el bebé puede mostrar predilección por una o por
otra, e incluso es posible que se niegue a tomar de la nueva cuando se desgasta la que
siempre ha usado. La madre debe armarse de paciencia y probar varias.
Lo más importante de la tetina es el tamaño del agujero, que no debe ser ni excesivo
ni escaso. Si el agujero de la tetina es demasiado grande entrará excesiva cantidad de
leche en la boca con cada suc ción, y el bebé puede atragantarse. Si el agujero es
pequeño el bebé tiene que hacer un esfuerzo de succión excesivo para extraer una
cantidad escasa de leche, por lo que se irrita, protesta y se cansa.
El tamaño adecuado es aquel que al invertir el biberón hacia abajo permite que la leche
caiga espontáneamente en gotas rápidas y muy seguidas. Si la leche cae en chorrito, el
agujero es demasiado grande. Si la leche cae en gotas lentas, es demasiado estrecho.
También orienta a la madre el comportamiento del bebé al tomar el biberón.
Aunque parte de ese aire se pueda expulsar con el eructo, es importante impedir que
se trague. Para ello, durante la toma el biberón debe sostenerse en posición bastante
vertical, nunca horizontal. Así el aire sube hacia la parte alta del biberón, no está en la
tetina y no puede ser tragado por el bebé.
✓ EL SOL Y LA VITAMINA D
208
soleados, en los que bien por temor a la insolación o bien por motivos culturales
o religiosos, casi no existe esta exposición solar de la piel (países árabes, la
India). Otro de los obstáculos para la producción de la vitamina D por la piel es
su coloración oscura en algunas razas, que dificulta la captación de los rayos
ultravioleta.
Existen fórmulas o leches para bebés que se presentan ya en forma líquida, preparadas
para la toma sin necesidad de dilución. Sin embargo, suelen ser más caras y poco usadas.
Lo habitual es que las fórmulas para bebés se presenten en forma de polvo dentro de
envases metálicos. Para preparar cada biberón hay que efectuar la dilución del polvo con
agua.
Hay que tener la precaución de cerrar bien el envase después de extraer el polvo de
leche necesario para preparar un biberón. Cerrado herméticamente, a presión, ya no
pueden entrar en su interior ni gérmenes patógenos ni humedad, que podrían alterar el
contenido. Hay que guardar el envase cerrado en un sitio frío y seco.
El agua para preparar el biberón debe ser estéril, potable y con bajo contenido en
nitratos y en sales minerales. En muchas zonas de España el agua del grifo, aunque
potable, es decir sin gérmenes patógenos, contiene excesiva cantidad de cloro y de
nitratos, que pueden ser perjudiciales para el lactante. Es el motivo por el que se
desaconseja su uso. Es preferible para fabricar el biberón el agua mineral embotellada,
que también es estéril pero además no contiene nitratos.
Una cantidad excesiva de sales en el agua del biberón sobrecargaría el inmaduro riñón
del bebé, que tendría dificultades para eliminarlas por la orina.
✓ FALSEDADES REPETIDAS
Una de las falsedades que se repitieron sobre todo en la segunda mitad del
siglo xx, en parte debido a la propaganda de las casas comerciales, fue que la
209
lactancia con biberón era más fácil que la materna. Es evidente que no es así,
observando bien todas las precauciones y cuidados que necesita su preparación
y que es necesario cumplir para no perjudicar al bebé. Todo un ritual preciso
que da mucho trabajo.
Para que la disolución del polvo de leche en el agua sea más rápida y además el lactante
tome mejor el biberón, el agua debe estar tibia, no fría. El biberón tiene que estar a una
temperatura bastante menor que el cuerpo, 37 °C, para que no queme ni lesione las
delicadas mucosas de la boca del bebé.
El biberón debe estar tibio pero no caliente, a una temperatura similar a la leche que
surge del pecho de la madre. Como medida de seguridad, antes de dar el biberón, la
madre debe dejar caer unas gotas sobre el dorso de su mano para constatar que tiene la
temperatura adecuada.
Así, el agua se hierve durante solo un minuto y se deja enfriar. Solo se mezcla con el
polvo de la leche cuando ya se ha enfriado, al menos a 45 °C ¿Cuál es la razón? Porque
a 60 °C o más se inactivan las vitaminas que contiene el polvo de leche, con la
consiguiente pérdida de nutrientes esenciales en la alimentación del bebé.
La proporción polvo-agua
Una de las grandes ventajas de la lactancia materna es que la leche surge del pecho a la
dilución adecuada. Para imitarla, es esencial que los biberones se fabriquen diluyendo el
polvo de leche con la cantidad adecuada de agua.
210
La dilución correcta del biberón es de entre el 13 y el 14%, es decir, de 13 a 14
gramos de polvo de leche por cada 100 ml de biberón ya reconstituido, lo cual se obtiene
diluyendo un cacito raso de polvo de leche por cada 30 ml de agua. En el biberón hay
que poner primero el agua, tiene unas rayas que miden la cantidad. Después del agua hay
que añadir el polvo.
Así, con 60 ml de agua deberemos añadir dos cacitos rasos de polvo de leche y
resultará un biberón de alrededor de 70 ml. Con 90 ml de agua deberemos diluir tres
cacitos rasos de polvo de leche, con lo que resultará un biberón de aproximadamente 100
ml.
Nadie discute que el biberón debe estar algo tibio pero nunca caliente, para
no quemar la delicada boca del bebé. ¡Siempre hay que comprobarlo antes de
darlo!
Tampoco nadie discute que el agua para el biberón debe ser estéril, sin
gérmenes. Y además sin nitratos, abundantes en el agua del grifo. Pero el agua
embotellada, teóricamente estéril y sin nitratos, ¿debe hervirse?
En los países del tercer mundo no se plantea esta polémica. Toda el agua
disponible está teóricamente contaminada y la OMS ordena hervirla durante al
menos 5 minutos para que quede estéril, mueran todos los gérmenes que
contiene. A continuación se deja enfriar y se prepara el biberón.
¿Nos podemos fiar del agua embotellada? Teóricamente sí, debe ser estéril,
pero para mayor seguridad, la mayoría de expertos recomiendan hervirla,
211
aunque no durante mucho tiempo, para no concentrar las sales minerales por el
efecto de la evaporación. Con un minuto es suficiente para destruir la posible
contaminación.
Algunas madres pueden verse tentadas a añadir al biberón ya diluido algún otro alimento
"para aumentar su valor nutritivo". Puede ser un poco de azúcar, o miel, o un poco de
papilla, etc. Es un error. La leche adaptada, preparada a su correcta dilución, ya contiene
todos los nutrientes y la energía necesaria para cubrir los requerimientos nutritivos del
lactante, por lo que sobra cualquier añadido. Además algunos de ellos pueden ser
peligrosos, como la miel, prohibida durante todo el primer año de vida.
212
la correcta dilución del polvo de leche en agua, guardando siempre la proporción
de un cacito raso de polvo añadido a cada 30 m1 de agua.
Pueden distinguirse dos tipos de prematuros, los que nacen antes de cumplir la
semana 37 de gestación pero se aproximan a ella y pesan al nacer más de 2.000 gramos,
y los prematuros extremos que tienen menor edad gestacional y menor peso al
nacimiento. Esos últimos casi nunca se pueden alimentar por boca, porque tienen el
intestino muy inmaduro y algunos no han desarrollado ni siquiera la función de succionar,
y por tanto necesitan alimentación introducida por vena o por una sonda de plástico que
se coloca en su estómago.
El niño prematuro tiene unas necesidades alimenticias diferentes de las del recién
nacido a término, ya que precisa de mayor cantidad de unos nutrientes concretos, sobre
todo proteínas, calcio y fósforo. Incluso la leche materna por sí sola puede que no sea
suficiente para sus necesidades, por lo que hay que enriquecerla con suplementos, lo que
se llama fortificación.
Para la alimentación de estos niños se han creado unas fórmulas especiales, que
tienen en su composición los nutrientes que precisan y que se llaman leches para
prematuros. Hay que seguir en todo momento las recomendaciones del pediatra
responsable del bebé, que deberá controlar el adecuado crecimiento postnatal de estos
niños.
213
Algunos bebés tienen trastornos, sobre todo gastrointestinales, que precisan de una
alimentación especial, siempre indicada por el pe diatra y casi siempre temporal, hasta
que se cura el trastorno. Destacaremos los más frecuentes:
•Intolerancia transitoria a la lactosa. Para tratarla existen unas leches sin lactosa.
VI' CONTAMINACIóN
La primera toma
Cuando la madre no puede dar lactancia materna por cualquier circunstancia y el recién
nacido debe comenzar con lactancia artificial, la primera toma se debe dar pronto, dentro
de las cuatro primeras horas de vida, cuando el bebé ya se ha recuperado del trauma del
parto.
La primera toma debe ser de una pequeña cantidad, solo 10 ml, del llamado "suero
glucosado", que es una simple solución del azúcar glucosa en agua. El suero glucosado
adecuado es el de concentración al 5%, y no el de concentración al 10%. Esta pequeña
toma inicial sirve para comprobar que el recién nacido succiona y traga sin ningún
214
problema y que además "tolera" este primer alimento, es decir, lo mantiene en el
estómago para digerirlo y absorberlo.
Algunos neonatos pueden vomitar esta primera toma porque tienen ocupado el
estómago con los líquidos y mucosidades que han tragado en el momento del parto. Si es
así, una vez se han deshecho de esas mucosidades con el vómito, suelen tolerar una
segunda toma de suero glucosado y tienen vía libre para comenzar a tomar su primer
biberón. Naturalmente, debe ser de la llamada fórmula de inicio, y solo en muy pequeñas
cantidades.
El primer día
En el primer día de vida, los biberones deben ser mínimos, de tan solo 15 a 20 ml cada
vez, cada dos horas y media o tres. La razón es que hay que preparar poco a poco a
todo el tubo digestivo del bebé, que todavía no ha digerido ningún alimento y tiene que
adaptarse. Si la tolerancia es buena y el bebé admite el alimento sin problemas, en el
segundo día de vida se aumenta progresivamente la cantidad de leche en cada biberón.
No se debe dar más de 45 ml de biberón por toma durante el segundo día de vida, pero
al final de la primera semana ya pueden darse 60 ml en cada biberón.
Las tomas se deben hacer sin forzar y sin horarios rígidos, respetando los deseos del
bebé que los expresa claramente con el sueño si está saciado y con el llanto si tiene
hambre. Sin embargo, conviene que las tomas sean como mínimo cada tres horas, para
dar tiempo a que se vacíe el estómago después de cada toma. Como cada bebé tiene un
ritmo determinado de succión, los hay "rápidos" y otros son "lentos", siempre hay que
adaptarse a sus características particulares.
En la toma hay que hacer pausas, breves descansos de vez en cuando, tanto para que
el bebé no se fatigue demasiado como para darle tiempo a eructar y expulsar gases. Para
ello se debe incorporar al bebé en sentido vertical, bien sentado en el brazo de la madre o
bien contra su hombro.
215
sentido su piel, han compartido una intensa satisfacción emocional.
La tetina es blanda, la leche casi fluye sola. El bebé puede acabar el biberón
en poco tiempo, con escaso esfuerzo. La toma con biberón es muy diferente de
la tetada.
Algunos bebés incluso comienzan a hacer un poco de pausa nocturna, es decir, por la
noche duermen más horas seguidas y no deben ser despertados, dando tiempo también a
la madre para el descanso. Cuando tienen hambre se despiertan con llanto y es hora de
preparar un nuevo biberón.
Alrededor del mes de vida el bebé debe tomar alrededor de 100 ml de biberón por
toma, pero ya con siete tomas al día, es decir una ingesta total aproximada de 700 ml
diarios.
El bebé sigue aumentando en peso y vigor y puede reclamar más alimento. Así, en
los meses siguientes se debe aumentar lentamente la cantidad de biberones, de esta
manera:
•A los 3 meses de edad puede tomar 150 ml por biberón, pero ya aproximadamente
cada cuatro horas. Con seis tomas al día ingiere un total de 900 ml diarios.
•A los 4 meses de edad puede tomar 180 ml por biberón, pero ya solo cinco tomas al
día porque alarga la pausa nocturna. El total diario se mantiene alrededor de 900
216
ml.
Todas estas cifras son aproximadas, porque cada bebé es diferente y tiene unas
características distintas, pero no deben desviarse demasiado para no caer en dos errores,
la alimentación insuficiente o al contrario, la alimentación excesiva.
La cantidad de biberón
•Si el bebé toma bastante menos de la cantidad indicada, es posible que no tenga el
aumento de peso adecuado.
Así pues, el aumento de peso semanal y mensual del bebé es la mejor guía para saber
si la alimentación es suficiente, insuficiente o excesiva. Durante los primeros tres meses
de vida el bebé aumenta semanalmente entre 175 y 210 g, entre 800 y 900 g al mes.
Es muy fácil para la madre anotar el peso semanal realizado en una balanza exacta, a
ser posible siempre la misma y con la misma ropa y compararlo con las cifras de
aumento normal que se han expuesto en este libro. Si hay alguna duda se debe consultar
217
con el pediatra.
También hay que recordar que cumplido el tercer mes de vida disminuye este elevado
aumento ponderal, y el bebé pasa a aumentar unos 140 g semanales, alrededor de 600 g
mensuales. Muchas madres olvidan este hecho y pueden preocuparse sin motivo.
Otra regla para saber la cantidad de leche diaria que debe tomar el bebé es la referida
a su peso corporal. Habitualmente al mes de vida el lactante debe tomar la siguiente
cantidad de leche de inicio al día: entre 150 y 170 ml/kg de peso corporal. Algunos bebés
"muy tragones" pueden tomar y tolerar 180 ml por kilogramo de peso y día, aunque con
el peligro de malas digestiones. Así, si el bebé de un mes pesa 4,5 kg debe tomar
diariamente un mínimo de 680 ml de leche y un máximo de 780 ml.
Al tercer mes de vida los bebés toman habitualmente entre 145 y 160 ml de leche por
kilogramo de peso y día.
Casos prácticos
Caso 19
Isabel es un bebé de 2 meses que nació por cesárea y pesó 3.800 g. Tomó
lactancia materna exclusiva durante el primer mes y medio de vida,
218
aproximadamente cada dos horas. El aumento de peso fue normal y al mes y
medio pesaba 4.850 g. Había aumentado 1.050 g desde el nacimiento, 23 g al
día (1.050 dividido entre 45). A pesar de ello, la madre notaba inquieta a Isabel,
que seguía pidiendo la toma cada dos horas o un con un intervalo un poco
mayor, y que sobre todo lloraba mucho, más por la tarde.
Exploración física
Isabel tiene ahora dos meses y una semana y pesa 5.850 g. Ha aumentado
1.000 g en los últimos 22 días, ¡45 g por día!, lo que indica claramente la
h¡peral imentación. Todos los síntomas que presenta se deben a esta causa.
Aparte de un abdomen prominente y abombado, la exploración de Isabel es
normal, es un bebé sano.
Interpretación
La mamá de Isabel interpretó mal los síntomas que presentó al mes y medio
de vida. Si el aumento de peso hasta entonces, tomando lactancia materna
exclusiva, había sido normal no podía haber hipogalactia, falta de leche.
219
Caso 20
Desde hace 15 días, Andrés solo pide aproximadamente cada cuatro horas,
pero la madre lo despierta cada tres horas, le obliga a tomar y fuerza el vómito.
Interpretación
Consecuencias:
220
221
11.1. Ictericia
Todo se origina porque el recién nacido normal y a término tiene un exceso de glóbulos
rojos, de eritrocitos. La proporción entre células y líquidos de la sangre (valor
hematocrito) en el neonato es de alrededor del 55 al 60%, cuando en las edades
posteriores de la vida es mucho menor.
Así pues, la sangre del recién nacido normal está "concentrada". Estos glóbulos rojos
"sobrantes" y también envejecidos se destruyen rápidamente en el propio organismo,
pero dejan como "residuo" un producto de su degradación, la bilirrubina, que es un
pigmento de fuerte color amarillo.
Normalmente los niveles de bilirrubina en la sangre del recién nacido pueden ser de
hasta 2 mg/100 ml, pero pueden aumentar en los primeros dos o tres días de vida hasta
los 5 o 6 mg/100 ml, nivel a partir del cual el pigmento impregna la piel y las mucosas,
que comienzan a colorearse de amarillo.
Eliminando la bilirrubina
222
Las razones son complejas, pero se pueden resumir en que el hígado, que es el
órgano encargado de conjugar la bilirrubina y eliminarla por la bilis hacia el intestino,
queda sobrecargado y "superado" si la velocidad de destrucción de los eritrocitos es
mayor que su capacidad de "depuración" (conjugación y eliminación). La clave es, pues,
que se destruyan más o menos glóbulos rojos, y sobre todo la velocidad a la que se
destruyen.
La ictericia anormal
La ictericia anormal es la que se produce por una destrucción anormal y excesiva de los
eritrocitos. Está causada por algunas enfermedades que se llaman "hemolíticas", porque
licuan la sangre. Afortunadamente son muy raras.
Hasta hace pocos años era bastante frecuente la llamada "incompatibilidad Rh", pero
actualmente se averigua el factor Rh en todos los embarazos y se toman las medidas
preventivas adecuadas si hay incompatibilidad. También es posible la incompatibilidad de
grupos sanguíneos, 0, A y B.
Otro motivo de ictericia anormal es el funcionamiento deficiente del hígado por una
enfermedad, por ejemplo la atresia de vías biliares o algunas metabolopatías. Si el órgano
encargado de "depu rar" no lo puede hacer adecuadamente, aunque la destrucción de
glóbulos rojos sea escasa puede aparecer ictericia.
Que las madres amamantaran a sus hijos era lo natural en las culturas
antiguas. Ya son míticos los amamantamientos de héroes épicos troyanos o
aqueos por sus madres. Hécuba amamantó a Héctor y Thetis a Aquiles. Cuando
Clitemnestra quiere ablandar la furia de Orestes, que quiere vengar la muerte de
su padre Agamenón, le enseña el pecho con que lo ha alimentado.
"Su mujer lo criaba con su propia leche. Y aún a menudo ella daba el pecho
a los hijos pequeños de sus esclavas a fin de que este alimento común les
inspirase afecto por su hijo".
223
Un grupo de niños que padecen con mucha mayor frecuencia de ictericia neonatal son
los nacidos prematuros. La causa es la propia inmadurez de su hígado. Aunque esté
sano, el hígado del prematuro todavía es muy débil y realiza la función de depurar la
bilirrubina con gran lentitud.
La ictericia que debe ser motivo de alarma y consulta médica inmediata tiene estas
características:
•Es de comienzo muy precoz. La ictericia anormal se inicia antes de que el recién
nacido cumpla las 24 horas de vida. Si la coloración amarillenta de la piel o de las
mucosas comienza antes de las 12 horas de vida, es seguro que es anormal y
requiere la intervención del pediatra, tanto para averiguar las causas como para
adoptar las medidas oportunas.
•Es prolongada, dura más de 8 días. Este punto tiene una excepción: cuando el bebé
toma lactancia materna. Es un pequeño inconveniente del amamantamiento.
La ictericia normal
La ictericia normal o fisiológica aparece en la mayor parte de los recién nacidos, más del
60%, y tiene unas características muy claras, casi las opuestas a las de la ictericia
anormal.
Se manifiesta a partir del segundo día de vida, y es más intensa alrededor del cuarto
día de vida para después disminuir rápidamente, de manera que ya no se aprecia hasta el
224
noveno o décimo día de vida.
Los niveles en sangre de bilirrubina total no pasan de un máximo de 13 mg/ 100 ml.
La leche materna contiene sustancias biológicas que prolongan la ictericia normal, aunque
nunca provocan ictericia anormal. Las sustancias de la leche de mujer que favorecen la
ictericia son la presencia de betaglucoronidasa, de pregnandiol o el exceso de lipasa.
Todas ellas interfieren con el metabolismo de la bilirrubina y dificultan el mecanismo
hepático de excreción.
... es una gran carga la que ella ha sufrido en ley sin que yo haya podido
ayudar a llevarla. Cuando, cumplidos los meses, finalmente has nacido, ella
se ha convertido realmente en una esclava de ti durante los tres años que su
mama ha estado en tu boca... y ahora que eres adulto ten siempre presente a
tus ojos... todos los cuidados que tu madre ha tenido contigo" (Papiro de
Ani, Tebas, 19.' Dinastía. Año 1275 a.C., British Museum, Londres).
Tanto la regurgitación como el vómito consisten en la expulsión por la boca al exterior del
alimento contenido en el estómago. Sin embargo, son muy diferentes y conviene
diferenciarlos, porque la regurgitación es normal y el vómito siempre es anormal.
225
La regurgitación es normal
a)Escaso tamaño del estómago. El estómago del bebé es pequeño, tiene poca
capacidad. Para poder retener toda la leche que va tomando debe estar
vaciándose al mismo tiempo en el tramo siguiente del intestino (el duodeno). Si el
bebé toma a un ritmo muy rápido, mayor que el de vaciamiento, el estómago
lleno rebosa hacia arriba con la regurgitación.
b)Escaso mecanismo de cierre. El estómago del bebé está "abierto por arriba" y
cuando está lleno deja paso libre a la leche que rebosa. Tiene todavía inmaduro el
mecanismo de "cierre del estómago", una válvula que se llama cardias y que
impide la regurgitación. Se irá desarrollando a lo largo de los meses, al mismo
tiempo que el bebé aumenta de peso y crece.
•Hay que intentar no comprimir nada el abdomen del bebé, ya que cualquier presión
en la zona ayudaría a la expulsión.
Hay que recordar que el bebé debe dormir siempre sin almohada, para evitar que se
asfixie con ella, y preferentemente boca arriba, lo que se llama decúbito supino. La
226
posición de dormir boca abajo aumenta las posibilidades de padecer un raro pero terrible
acontecimiento, el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL).
La regurgitación va disminuyendo poco a poco a partir del tercer mes de vida, según el
bebé va aumentando la capacidad de su estómago, muy pequeña en los primeros meses,
y sobre todo madurando el mecanismo de cierre del estómago, la válvula del cardias.
Hay que hacer unas pruebas que confirmen que existe esta anomalía y en los casos
intensos está indicada una intervención quirúrgica, una operación que consiste en "crear"
con los propios tejidos del estómago el cierre que no se ha desarrollado normalmente.
"...la madre de sancto Agostin, que aunane era noble, todos sus fijos quiso
criar con su leche propia; porque mamando su leche traxesen la natura della,
é así, segund la costumbre de la madre sirviesen a Dios, lo cual fue fecho"
(Libre de los dones, 1393).
El vómito es diferente
227
El vómito es muy diferente de la regurgitación. Consiste en la expulsión del contenido
alimentario del estómago por una contracción brusca del mismo, así como de los
músculos del abdomen. Al contrario de la regurgitación, que se emite de manera pasiva y
poco a poco por la boca, el vómito se produce de manera activa y con fuerza. Tanto que
a veces se proyecta a distancia, los llamados "vómitos en escopetazo".
El vómito suele ir precedido de náuseas o de arcadas, que el bebé puede expresar por
inquietud o con muecas. Otra diferencia es que mientras la regurgitación aparece durante
la toma y puede continuar durante un rato después, el vómito no guarda relación con ella
y a veces aparece más tarde.
El vómito es anormal
Al contrario que la regurgitación, el vómito siempre es anormal. Sin embargo, tiene una
importancia diferente según sea aislado o bien repetitivo, varias veces durante el día.
También tiene importancia el contenido, ya que si solo es el contenido del estómago,
leche mezclada con mocos, no es relevante.
Si el vómito no es blanquecino, sino que está "coloreado", siempre hay que consultar
con el pediatra. Sobre todo si es de color rojo o negruzco "en posos de café" (puede ser
sangre), o verdoso (puede ser bilis), o marrón oscuro, el "vómito fecaloideo", que puede
indicar una grave patología del abdomen.
Es bien conocido que los niños, sobre todo los más pequeños, tienen mayor facilidad
para vomitar que los adultos. Esto se debe a que tienen una mayor inmadurez digestiva y
su intestino se altera más fácilmente que el del adulto ante cualquier problema.
Los factores más frecuentes que provocan el vómito en el niño son dos:
a)Las transgresiones alimenticias. Ocurre cuando los niños, sobre todo los bebés,
toman un alimento que no es el adecuado para su edad y que por lo tanto no
pueden digerir. También cuando es un alimento adecuado pero lo toma en
cantidades excesivas. En los dos casos el estómago se altera, protesta y expulsa su
contenido por medio del vómito.
b)Las mucosidades. Los niños de cualquier edad, sobre todo los bebés, tienen más
predisposición a tener mucosidades en sus vías respiratorias, sobre todo en la
nariz y en la garganta. No solo tienen más sino que además tienen más dificultad
228
en deshacerse de ellas expulsándolas al exterior. Al contrario, lo habitual es que se
las traguen y que poco a poco se acumulen en su estómago. Cuando esto ocurre
la reacción es expulsarlas mediante el vómito. En los catarros infantiles también es
frecuente la llamada "tos emetizante", unos golpes de tos con los que el niño
quiere expulsar sus mocos y que acaban con un vómito mucoso.
Además, muchos niños tienen facilidad para vomitar sin causa aparente. Incluso hay
un término pediátrico que los define como "vomitadores habituales". Casi todos ellos
tienen como desencadenante del vómito una circunstancia banal como una rabieta, el
llanto intenso o el intento de la madre de forzarles a comer. El forzar a comer a un niño
se considera una técnica alimentaria inadecuada.
Así pues, el vómito que debe causar poca preocupación, ya que no suele tener
importancia, es el vómito aislado, el que se produce una sola vez y cuyo contenido son o
bien mucosidades o bien el alimento que se ingirió en la toma anterior, o incluso una
mezcla de los dos. Es importante que además no vaya acompañado de ningún signo de
enfermedad, es decir que no haya fiebre, ni dolor abdominal, ni diarrea, etc.
El vómito aislado de contenido alimenticio, posterior a la toma y sin ningún otro signo
de enfermedad puede ser una señal de so brealimentación. Si el bebé ha tomado un
alimento adecuado, pero en una cantidad excesiva, su estómago no puede hacerse cargo
de digerirlo y "protesta", expulsándolo. Se corrige fácilmente dando una alimentación
adecuada.
La lactancia con nodriza fue muy utilizada hasta hace solo un siglo, porque
no existía alternativa fiable a la leche humana para la supervivencia del bebé.
Aunque la lactancia con nodriza era casi siempre mercenaria, en ocasiones
también era solidaria o compartida.
Cuando una nodriza criaba a la vez al hijo del señor y a su propio hijo, lo
que era habitual en las edades Media y Moderna, estos se convertían en
229
"hermanos de leche", un vínculo que disminuía la diferencia estamental y de los
que hay numerosos ejemplos en la literatura y en la historia. Así Amadís de
Gaula, protagonista de la más famosa novela de caballerías, la preferida por Don
Quijote según Miguel de Cervantes, tuvo un hermano de leche, Gandalín, que le
sirvió de escudero en sus hazañas.
El vómito repetitivo
Cuando el vómito no es aislado, sino que se repite en dos o más tomas seguidas ya es
preocupante puesto que es la señal de que hay algún trastorno. Conviene la consulta con
el pediatra para detectar si se trata solo de una mala técnica alimentaria, en que se le da al
bebé algo inapropiado o bien excesiva cantidad de alimento, o bien si se trata del
comienzo de una enfermedad.
Otra mala señal es que el vómito esté "coloreado". En este caso las sustancias
vomitadas no son solo mocos y alimento sino que contienen sustancias extrañas como
sangre, que lo colorea bien de rojo (sangre fresca) o bien de negro (sangre digerida).
También puede estar coloreado de verde cuando tiene bilis en su contenido. En estos
casos la consulta con el médico debe ser urgente ya que son signos claros de
enfermedad.
11.3. Llanto
El llanto es habitual en los niños, sobre todo durante el primer año de vida. En la mayoría
de ocasiones es una manifestación de normalidad, una forma de expresión del bebé, un
indicador del estado de vigilia. Es el llanto "normal" también llamado "llanto sin causa".
230
Pero también en ocasiones, afortunadamente pocas, el llanto es la expresión de un
dolor o del comienzo de una enfermedad. Es el llanto "anormal" o "patológico". El gran
problema es cómo distinguirlos.
El llanto normal
El llanto es muy frecuente en los primeros meses de vida porque es la única manera que
tiene el bebé de comunicarse con sus padres y con el mundo exterior. El bebé duerme y
descansa cuando está cómodo y satisfecho y llora enérgicamente cuando no lo está.
Así pues, el llanto del bebé está relacionado también con sus horas de sueño. Es bien
conocido que los recién nacidos duermen durante la mayor parte del día y de la noche
aunque algunos, muy llorones, duermen menos tiempo. La horquilla de normalidad del
sueño durante el primer mes de vida es muy amplia, entre las 14 y las 20 horas diarias de
sueño, demostrando que ya desde el nacimiento "cada niño es diferente".
Como los recién nacidos necesitan tomar alimento muy frecuentemente, cada dos o
tres horas, después de cada toma tienen un periodo de sueño hasta que se vuelven a
despertar porque tienen hambre. Pero se pueden despertar mucho antes, llorando, si
están incómodos por cualquier causa y también si tienen algún tipo de molestia.
Aunque no siempre es fácil, se puede distinguir el llanto "normal", el habitual del bebé,
del causado por algún trastorno:
•El llanto por hambre o por sed es muy enérgico, pero se calma inmediatamente si el
bebé comienza a tomar el alimento líquido y se sacia.
•El llanto por sueño se acompaña de inquietud. Al bebé le molestan la luz fuerte, los
ruidos y cualquier estímulo que le impida dormir.
•El llanto por gases retenidos (aerofagia) o por digestiones difíciles suele ocurrir
después de la toma y ser intermitente, no continuo. Aparece y desaparece porque
los continuos movimientos intestinales hacen cambiar de situación los gases que le
importunan.
•El llanto por dolor suele ser intenso y continuo. También es así el llamado "cólico del
lactante", aunque tiene unas características que lo identifican claramente.
231
EL PARTO EN LA POESÍA
Horas de llanto
Se han realizado numerosos estudios intentando averiguar cuántas horas diarias de llanto
son normales. Los resultados son los siguientes:
•Como el recién nacido duerme más horas, también llora menos durante las primeras
semanas.
•El máximo de horas diarias de llanto se alcanza al mes y medio de vida, a las seis
semanas, para después descender poco a poco según el bebé se hace mayor.
•A los dos meses de edad el bebé llora normalmente entre dos y dos horas y media
diarias, contando el total. Los periodos de llanto son más intensos y duraderos por
la tarde y por la noche.
•En el primer trimestre de su vida, una tercera parte de los bebés lloran tres horas
diarias, o incluso más.
•Después del tercer mes de vida las horas de llanto disminuyen de manera progresiva.
El llanto anormal
232
Otro motivo de llanto intenso sin causa aparente y sin ningún otro signo de
enfermedad es el llamado "cólico del lactante".
Los horarios de sueño de los bebés son muy diversos, porque cada uno es
diferente, tiene su propia personalidad, su propio "genio". Los hay tranquilos y
dormilones y otros revoltosos y nerviosos. Pero se ha establecido una media de
horas de sueño a cada edad.
El "cólico del lactante" también se llama "cólico vespertino" ("evening colic') porque es
más frecuente al final de la tarde y primeras horas de la noche, y también "cólico de los
tres meses", porque es muy frecuente alrededor de esa edad y desaparece después.
Consiste en una crisis de llanto intenso y duradero, que se repite durante varios días,
a veces durante semanas seguidas, y que no guarda relación con la alimentación ni con
ninguna enfermedad. Suele comenzar alrededor del mes de vida, tiene su punto álgido
entre los 2 y los 3 meses y desaparece entre los 3 y los 4 meses.
Las crisis de llanto del cólico del lactante suelen empezar de repente y al final de la
tarde, pero pueden prolongarse por la noche. El bebé llora intensamente, a veces horas
seguidas, y es difícil calmarlo por ningún medio. A veces mejora si el bebé expulsa gases
o hace una deposición.
233
LEON DUFOUR Y LA GOTA DE LECHE
•Alimentación excesiva. El cólico es más frecuente en los bebés "muy tragones", que
aumentan mucho de peso, con frecuencia demasiado, y que tienen "digestiones
dificultosas".
•Aerofagia. El cólico es más frecuente en los bebés que toman con avidez y tragan
excesivo aire con las tomas, sobre todo si después no los expulsan.
234
Las crisis de cólico del lactante pueden angustiar a los padres y son muy frecuentes
las consultas al pediatra por este motivo. Es difícil evitar la ansiedad familiar, ya que los
padres creen que el bebé está enfermo y lógicamente se ponen nerviosos. Si el llanto es
persistente pueden aparecer en los padres reacciones de impotencia, a veces seguidas de
desesperación.
Es muy importante evitar reacciones negativas ante el cólico del lactante, pues esto
aumenta la duración del episodio de llanto.
El cólico del lactante es un problema frecuente. Afecta a casi la mitad de los bebés de
manera más o menos intensa, por lo que no se puede calificar de anormal o de
enfermedad. Se considera solo un trastorno, una alteración que hay que controlar, pero
que no tiene consecuencias perjudiciales, aunque sea muy molesto.
Lo esencial que define al cólico, además del llanto aparatoso y duradero, es que no
hay ningún otro signo anormal en el bebé: no hay fiebre ni vómitos ni hay diarrea. Ni
siquiera hay disminución del apetito, el bebé sigue aumentando bien de peso. Además, un
signo muy importante, en cuanto cesa el llanto el bebé se alimenta como siempre.
CONSECUENCIA
No son cólicos del lactante las crisis de llanto que se producen después de
los 5 o 6 meses de edad.
No son cólicos del lactante las crisis de llanto que van acompañadas de algún
otro síntoma anormal como fiebre o vómitos. En estos casos se requiere la
consulta con el pediatra ya que puede tratarse de una enfermedad.
No hay ningún tratamiento que sea totalmente efectivo para evitar el cólico del lactante,
aunque algunas medidas pueden disminuir mucho tanto su frecuencia como su
intensidad. Son:
235
una ayuda indispensable. La idea esencial que hay que repetir es que aunque sea
muy aparatoso no va a perjudicar al bebé.
b)Disminuir la aerofagia. Los aires en exceso que traga el bebé con las tomas
contribuyen mucho a la intensidad del cólico, por lo que hay que intentar evitarlos
del siguiente modo:
•Si el bebé toma lactancia materna hay que revisar la postura con la que se coge
al pecho para comprobar que es la correcta, que no hay "huecos" en el
agarre por donde se succione aire. También hay que hacer más pausas o
descansos en las tetadas, para que la succión sea más tranquila.
•Si el bebé toma biberón, hay que comprobar que se sostiene en posición casi
vertical para que el aire suba arriba y no quede en la tetina. También deben
hacerse pausas para que el bebé eructe.
236
Madinaveitia) pidió un ama, pero mi padre (el historiador Américo Castro)
rechazó la nodriza y me crié con los biberones de la Gota de leche".
• La intolerancia a la lactosa
El tratamiento es muy sencillo: dar al bebé una leche sin lactosa durante uno o dos
meses, hasta que se regeneran totalmente las células de la mucosa intestinal que
producen la enzima lactasa.
237
no son digeridas y penetran íntegras en el cuerpo, provocando una reacción a ese
"elemento extraño". Enton ces se fabrican unas inmunoglobulinas IgE específicas contra
esa sustancia alergénica, que provocan la "reacción alérgica".
La leche de vaca, que es la base con la que se fabrican las leches artificiales para
bebés, puede desencadenar reacciones alérgicas en algunos niños. Cuando se producen,
es conveniente un diagnóstico precoz porque si se confirma el bebé necesitará una
alimentación especial, exenta de proteínas de origen vacuno.
Solo los bebés que toman proteínas vacunas pueden adquirir la APLV. Sin embargo,
los bebés que nunca las han tomado, es decir, los alimentados con lactancia materna
exclusiva están totalmente protegidos. Pero debe ser totalmente exclusiva, sin haber
tomado nunca ningún biberón de leche artificial.
238
Miguel Hernández, "Hijo de la luz y la sombra"
a) En la piel:
-Hay hinchazón, edema, en los párpados, en la cara o en cualquier otro lugar del
cuerpo.
c) En el sistema respiratorio:
-Dificultad para tragar y para respirar, ruidos al respirar, tos, ronquera, etc.
En los casos más extremos de reacción alérgica aguda, la reacción anafiláctica puede
desencadenar un "shock" y poner en peligro la vida.
239
En la forma retardada de la A-I a las PLV suele haber diarrea, a veces con sangre,
vómitos, una gran disminución del apetito (anorexia) y un estancamiento de la curva
ponderal. Es el dato más llamativo: el bebé no solamente no aumenta de peso sino que lo
pierde. La gráfica de peso es esencial para detectar esta enfermedad.
La A-I a las PLV suele aparecer cuando el bebé pasa de tomar lactancia materna a
artificial, en el momento en que se cambia de lactancia, por la razón que sea. Cuando su
frágil intestino, acostumbrado a las proteínas "homólogas" de la leche de madre, pasa a
tomar las proteínas "heterólogas" de la vaca. La mayoría de bebés toleran ese cambio
perfectamente, pero en ocasiones aparece esta enfermedad en unos pocos.
La A-I a las PLV también pueden aparecer en los bebés lactados al pecho, pero que
en los primeros días de su vida tomaron algún biberón de leche artificial, quedando
"sensibilizados". Si es así, las proteínas de vaca que ingiere su madre con una
alimentación normal (leche, derivados, carne de ternera, etc.) pueden desencadenarle una
reacción alérgica.
El diagnóstico a veces es dificil. Puede haber sospecha por todos los antecedentes
relatados, pero la confirmación solo se puede hacer con pruebas específicas de
laboratorio.
Una vez diagnosticado, el tratamiento de la A-I a las PLV consiste en dar al bebé un
alimento totalmente exento de proteínas vacunas.
Los lactantes que se alimentan con leche artificial precisan de una sustitución de su
fórmula habitual por una fórmula específica, especial para la A-I a las PLV. Consiste en
un "hidrolizado", una leche cuyas proteínas han sido desnaturalizadas, "cortadas" en
trocitos muy pequeños para que puedan ser absorbidas sin causar daño.
Cuando el bebé toma leche materna y presenta la A-I a las PLV por haberse
"sensibilizado" con algún biberón de leche artificial en el periodo neonatal, lo mejor es
que la madre siga amamantando al bebé, pero suprima de su propia dieta las proteínas
vacunas. Esto implica que no puede tomar leche de vaca, ni sus derivados (quesos,
yogur) ni carne de ternera.
240
Teóricamente, la prevención de la A-I a las PLV es muy fácil: la lactancia materna
exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Pero debe ser totalmente exclusiva, sin
ofrecer nunca ningún biberón, sobre todo en los primeros días de vida.
Vale la pena, porque hay que recordar que la A-I a las PLV es una enfermedad
importante, que en ocasiones causa manifestaciones graves. Además los bebés que se
"sensibilizan" precozmente tienen mayor riesgo de sufrir posteriormente otras alergias
alimentarias, cuando en los meses siguientes se introducen nuevos alimentos como el
pescado, los huevos, las fresas, etc.
Cualquier nuevo alimento puede ser potencialmente alergénico, pero destacan los
cacahuetes, las nueces, el melocotón, los mariscos, el kiwi y el huevo.
241
en las aguas del Nilo, piensa en adoptarlo. Myriam, la hermana de Moisés, le
sugiere contratar a una nodriza judía, que era su propia madre, Jocabed:
"Entonces su hermana dijo a la hija del Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza
de las hebreas para que te críe a este niño? Y la hija del Faraón dijo: Ve"
(Éxodo, 2: 7-9. Año 1400 a.C.).
Casos prácticos
Caso 21
Julia toma muy bien, ávidamente y una cantidad algo mayor que la que le
corresponde por su edad y por su peso. Su curva de peso es excelente. No
presenta ningún otro síntoma.
242
2.Espesamiento de las tomas. Aunque Julia todavía no tiene edad para
comenzar con las papillas, sí pueden espesarse las tomas añadiendo a
cada biberón una o dos cucharaditas de crema de arroz instantánea.
Esta medida se debe ir acompañada de la de adoptar la costumbre de
ofrecer agua entre tomas a cucharaditas.
Caso 22
Una detallada anamnesis a la madre nos permite descubrir que desde hace
unos pocos días añade al biberón unas pocas cucharaditas de papilla de cereales
sin gluten, "para darle más alimento, porque es muy tragón". Sin embargo, la
madre olvidó ofrecerle entre la tomas unas cucharaditas de agua.
243
de su necesidad.
Comentario
Mientras que el bebé toma solo leche, materna o artificial, el agua que
contiene es suficiente para sus necesidades. Pero cuando comienza a tomar
papillas, o en este caso a espesar el biberón con papilla, es necesario
acostumbrarse a ofrecer agua entre las tomas, de manera rutinaria y constante,
para evitar que pase sed. Si no la tiene, simplemente no la tomará.
244
245
Ballabriga, A. y Carrascosa, A. (2001): Nutrición en la infancia y adolescencia. 2.a ed.
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Vitoria Miñana, 1. (2004): Cuidados del bebé. Mitos y errores. Exlibris ediciones.
Madrid.
246
Alcalá. Madrid.
247
Índice
Introducción 13
1. Esperando al bebé 16
1.2. Las medidas esenciales 18
1.3. Nutrición de la madre durante el embarazo y la lactancia 22
1.4. Necesidades de nutrientes 24
1.5. Alimentos para la mujer embarazada 27
1.6. ¿Qué alimentos hay que evitar durante el embarazo? 29
Caso práctico 1 33
Caso práctico 2 34
2. Menús para embarazadas 35
2.2. Las calorías de la dieta 38
2.3. Sugerencias de menús 39
2.4. Menús saludables para la primera mitad del embarazo 45
2.5. Menús saludables para la segunda mitad del embarazo 47
2.6. Platos para variar, sabrosos y nutritivos 49
Caso práctico 3 57
Caso práctico 4 59
3. ¿Cómo es el bebé? 61
3.2. Proteger la relación inmediata madre-hijo 64
3.3. El peso del recién nacido 65
3.4. Los órganos del recién nacido 66
3.5. La inmadurez del sistema digestivo 67
3.6. Aprender a alimentarse 69
Caso práctico 5 72
Caso práctico 6 73
4. Nutrición, crecimiento y salud 76
4.2. Los nutrientes 80
4.3. Calidad y cantidad de los alimentos 87
248
Caso práctico 7 90
Caso práctico 8 91
5. ¿Pecho o biberón? 92
5.2. Las vicisitudes de las dos lactancias 94
5.3. Altibajos de la lactancia materna 99
5.4. ¿Por qué no es buena la leche de animales? 102
Caso práctico 9 106
Caso práctico 10 107
6. La leche humana es mejor 108
6.2. Beneficios de la lactancia materna para la madre 111
6.3. Interacción entre lactancia materna e intestino del bebé 113
6.4. El calostro 114
6.5. Los nutrientes de la leche 118
6.6. Variabilidad en la composición 121
6.7. Factores inmunológicos y de defensa de la leche humana 122
Caso práctico 11 124
Caso práctico 12 125
7. Dar el pecho es fácil 126
7.2. Causas del abandono o fracaso de la lactancia materna 130
7.3. Promoción de la lactancia materna 132
7.4. La eyección de la leche 133
7.5. El agarre al pecho 135
249