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ANTIGONA, LA MADRE!!

Simplista es observar las tragedias griegas solo como un conjunto de nefastas


historias, de fabulas mitológicas; llenas de castigos divinos y eventos
calamitosos, Pues desconocerá la Profundidad psicológica contenida en ellas,
en sus personajes y situaciones que no fueron escritas producto del azar o el
pintoresco melodrama, sino que tienen un trasfondo, en el que narra conflictos
fundamentales que el espíritu del hombre ha padecido.
En el que un caso particular, es un ejemplo para ilustrar y desentrañar
problemas universales y atemporales del hombre, que mediante situaciones de
turbación en los personajes afloraran instintos naturales; pasiones, miedos, y
traumas en sus relaciones con sus semejantes, así también como
contradicciones entre las leyes humanas y principios éticos, morales y
religiosos de cada individuo.
En la tragedia de Edipo rey que es el inicio de Antígona, es clave el problema
histórico de la sexualidad dentro de la familia y sus consecuencias, en los que
elementos como el parricidio y el incesto ilustrados en esta tragedia, sirviera
más adelante para que el psicoanálisis de Freud explicara y nombrara
desordenes como el complejo de Edipo; que ocurre cuando una persona
durante su niñez manifiesta un evidente amor por su madre y rivalidad hacia su
padre, o la neurosis como fruto de la represión del deseo, de la pulsación
natural del hombre por la prohibición y el tabú; como un temor causado por la
superstición.
Así como en la tragedia ya comentada ilustra el problema y el tabú de la
sexualidad dentro de la familia y sus implicaciones, Antígona desentraña la
moralidad dentro de un sistema normativo autoritario que contradice principios
fundamentales del individuo, pues el decreto del rey Creonte que prohíbe
enterrar a polinices desconoce la Ley divina que manda honrar y enterrar a los
muertos, resumiéndose dicha disyuntiva en una pregunta básica; ¿debe ser
obedecida la ley humana cuando esta se halle en contradicción con la ley
divina?
Una metáfora para entender claramente el centro jurídico social de esta
tragedia seria la siguiente;
La ley humana y la ley divina son como 2 trenes cuyas vías son paralelas,
Donde el tren de la ley humana, positiva y codificada debe ser un reflejo de la
divina, siguiendo el mismo camino recto y largo de la virtud y el bien común,
Nuestras conciencias pernotan en uno de los tantos vagones de la ley humana
pues esta rige nuestras relaciones con nuestros semejantes y con el estado,
situaciones que la ley divina no entra en minucias para reglamentar, sino
preceptos fundamentales y generales.
Como todos los trenes tienen un conductor estos dos no serían la excepción, el
tren de la ley divina es conducido por Dios, dioses, moralidad principios o
valores, y el conductor de la ley humana seria el rey o el legislador, idealmente
ambos conductores tienen un mismo destino, Pero hay un punto de quiebre en
el que gobernantes o legisladores corrompen la ley y la tuercen para llevarla
por una vía distinta a la de la divina, ese momento es clave para hacer valer
nuestra libertad de decisión, si se continua en el ferroviario en contra de la ley
divina, que sería lo más fácil, y cómodo o si escojo cambiarme de tren y doy un
salto sin importar las consecuencias; los rasguños y las maltratadoras que
implica el salto de un vagón a otro en movimiento hacia el tren de la ley divina.

Antígona es la madre, la progenitora la que inspira lo que hoy llamamos el


derecho a la objeción de conciencia y que en la ley colombiana, se encuentra
consagrado en el Artículo 18 de la Constitución Política: "Se garantiza la
libertad de conciencia. Nadie será molestado por razón de sus convicciones o
creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra su conciencia.”
La corte constitucional ha tenido una evolución jurisprudencial respecto al
reconocimiento de este derecho fundamental en fallos relativos al tema,
proferidos tanto en ejercicio del control abstracto de constitucionalidad de las
leyes, como en materia de tutela de derechos fundamentales.
La magistrada cristina pardo resume el concepto de objeción de conciencia en
la jurisprudencia como:
“La objeción de conciencia es aquella figura que permite al individuo negar o
rehusarse a cumplir una obligación jurídica, cuando la actividad
correspondiente signifique la realización de conductas que pugnan con sus
convicciones íntimas”.. Además “no hace falta estar inscrito en una filosofía o
religión para emitir juicios prácticos en torno de lo que es correcto o incorrecto
en una situación concreta.”

Antígona le enseña al soldado que comete un falso positivo y que se exculpa


en la cadena de mando; siendo esta la orden y el mandato de una autoridad
para cometer tal cobarde canallada, de empuñar su fusil contra la población
civil, que existía otra opción que cada uno de nosotros tenemos la libertad de
escoger y decidir sobre nuestros actos, y que si hacemos algo, es porque lo
hemos elegido, y esa libertad de escogencia nos hace responsable de nuestras
acciones.

“Somos lo que hacemos, somos lo que elegimos, somos libres para elegir
Somos responsables de nuestro propio destino.”
“El hombre es un ser libre y es responsable de todo aun de lo que acepta.”
Jean-Paul Sartre
Juez ordenaba ejecuciones- esterilizaciones- deportaciones
Solado que le dieron la orden Torturar asesinar exterminar población civil
Administraba los hornos crematorios
El que ponía el gas
Es un engranaje que solo cumplía ordenes
La obediencia debida simplemente estaba acatando las normas
No puede andar obedeciendo cualquier orden humana porque le dijeron que
tenía que obedecer
Hay órdenes que no se deben cumplir
Tiene la obligación moral de incumplir esa orden
Y la responsabilidad ante dios su conciencia historia
Oficial que no voló parís desobedeció la orden
Conflicto en la ley contractual y la ley moral
Prima la ley moral- irreductibilidad del sr humano
Responsabilidad del pueblo alemán en el holocausto

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