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LICENCIATURA EN PEDAGOGÍA INFANTIL

SALUD Y DESARROLLO INFANTIL

INGRID M. CASTRO MENDOZA

CÓDIGO: 514006_1

ESTUDIO DE CASO AVANCE INICIAL

DIRECTOR

DIANA CATALINA PARRA

TUTOR

ERIKA VIVIANA DLAIKAN

PUERTO COLOMBIA, MARZO 15 DE 2018


0. Tema en el que se enmarca el caso:
Pautas de crianza que infieren en la salud y desarrollo infantil.

1. Identificación y descripción del caso.

Cristian es un niño de 8 años de edad, que manifiesta problemas de

comportamiento y malos hábitos alimenticios esto ha comprometido su salud y su

desarrollo socioafectivo y emocional. Sus padres Solamar y Justo por incompatibilidad

de caracteres se separaron cuando él tenía solo 6 meses de nacido, la mamá le concedió

la custodia al padre de Cristian, para cortar todo vínculo con ellos.

El niño desde ese momento quedo solo al cuidado de su padre pero este al no poder

cuidar a su hijo por tiempo completo lo dejaba al cuidado de sus vecinos mientras él

trabaja sometiéndolo a diferentes formas de cuidados. Cristian se fue formando sin

figuras materna y paterna pues el padre a pesar de convivir con el niño no compartía

tiempo con él puesto que los fines de semanas los cogía para divertirse con sus amigos,

lo que afectaba plenamente el desarrollo del niño.

A medida que pasaba el tiempo el comportamiento del niño se fue tornando

agresivo y muy desobediente, fue expulsado del colegio por problemas de disciplina y

por agresión contra sus compañeros de curso. Las causas del mal comportamiento de

Cristian, es que nunca tuvo reglas establecidas por su padre por estar siempre al

cuidado de otras personas, ante el mal comportamiento de su hijo Justo, decide

corregirlo por medio de la agresión física y no por el dialogo generando en el niño más

resentimiento y rechazo por su padre, ante la rebeldía de Cristian, ningún vecino se

quería quedar con él, y su padre opto por dejarlo solo como castigo hasta que él llegara
del trabajo y a esa hora era que le preparaba los alimentos, esta situación estaba

perjudicando la salud y desarrollo físico del menor, estaba bajo de peso, se la pasaba

enfermo además como se quedaba solo tenía más libertad para hacer lo que el quería,

podía salir y entrar a la hora que él quisiera, comer dulces todo el día, bañarse con agua

de lluvia asi estuviera enfermo etc. En fin no había reglas ni hábitos establecidos para

sus actividades diarias. Por tal motivo el niño se metía mucho en problemas por no

tener una persona que lo orientara en este proceso de formación.

Antes estos hechos los vecinos denunciaron al padre de Cristian con el Bienestar

Familiar ya que la falta de atención del padre y mal trato que le daba al niño estaba

afectando su comportamiento y salud. Por este motivo le dieron la custodia del niño a

la abuela paterna de nombre Rosa, anterior a este incidente la señora Rosa, había

solicitado la custodia pero se la habían negado ya que Justo, le decía a sus mamá que

él podía criar a su hijo sin ayuda de su familia y por eso fue que nunca los hizo

partícipes de la crianza del niño.

A pesar de todo la Sra. Rosa no le quito a Justo, que viera a su hijo, por el contrario

los acerco más, esto fue positivo para mejorar el comportamiento del niño. Con ayuda

del ICBF ingresaron al niño a varios programas para mejorar su calidad de vida, entre

estos de nutrición, con un Psicoorientador, ingreso nuevamente a la escuela,

actualmente el niño ha ido mejorando poco a poco su comportamiento y su abuela le ha

ido enseñando pauta para un mejor desarrollo de sus actividades diarias y lo más

importante el niño recibe mucho amor por parte de sus familiares que han

contribuido a unas pautas de crianza positiva.


2. Objetivos del estudio de caso.

 Analizar los diferentes efectos negativos presentados en los niños y en las niñas

cuando no se estipulan pautas de crianza.

 Generar conciencia en los padres de la responsabilidad que tienen en la formación

de sus hijos y lo indispensable que son las pautas de crianza para su desarrollo.

 Crear vínculos afectivos entre padres y familiares de los niños y niñas para una

buenas pautas de crianza

3. Estudio del problema asociado

Las prácticas de crianza son las acciones llevadas a cabo por los padres y personas

responsables del cuidado de los pequeños para dar respuesta cotidianamente a sus

necesidades. Muchas veces por ciertas circunstancias que se presentan en los hogares,

como conflictos familiares, madres y padres separados, incluso el trabajo, impiden que

estas pautas se lleven a cabo y entorpecen la formación de los niños y niñas en sus

primeros años de vida, ya que estos terminan dejándolo al cuidado de terceros

provocándole a sus hijos un inadecuado desarrollo en sus pautas de crianza, criándose

de manera incorrecta al no tener acuerdos y reglas establecidas por sus padres.


Los cambios en la familia, en las interacciones y en las pautas de crianza pueden

afectar los estilos parentales y el desarrollo socio afectivo en la infancia. Así, para

Cabrera, Guevara & Barrera (2006) la red familiar se reorganiza y las relaciones se

redefinen permanentemente; en las interacciones negativas en la familia pueden crearse

desajustes psicológicos en los hijos, lo cual dependerá del grado de satisfacción que se

tenga por ser padre. De igual manera, los conflictos que enfrentan los padres

diariamente y el estrés experimentado, debido a funciones relacionadas con la crianza,

pueden influir sobre las características de los hijos y su ajuste emocional.

Las familias hoy en día están cambiando permanentemente, lo que conlleva muchas

veces a que los niños se mantengan solos en su casa basándose en sus propias reglas y

comportamientos, crecen con falta de afecto y reciben poco por parte sus padres, por el

contrario reciben mucho castigo al no portarse como quieren ellos y muchas veces son

maltratados sin razón.

Por tal motivo es importante que los padres se concienticen de la responsabilidad

que tienen de criar a sus hijos proporcionarles un hogar estable, alimentos adecuados y

proveerlos de todo lo necesario para el desarrollo normal de su personalidad, hasta que

cumplan su mayoría de edad ya que son los agentes responsables de su formación y

deben velar por su seguridad y por sus derechos.

La familia constituye el primer agente socializador. En este punto es donde los

niños y niñas adquieren una serie de habilidades sociales y pautas de comportamiento

que les permite interactuar en un medio determinado. Según el Instituto Colombiano de

Bienestar Familiar, se entiende por crianza (…) el proceso cultural, humano e

interpersonal por medio del cual los padres, madres y demás agentes socializadores
aseguran la supervivencia, el cuidado de la salud y el crecimiento físico de niños, niñas

y adolescentes, junto con su desarrollo psicosocial, cognitivo y espiritual, lo que les

permitirá desarrollarse adecuadamente como personas, integrarse a su entorno social y

contribuir a la construcción, como agentes de cambio social, de la sociedad a la cual

pertenecen.

De otro lado, Bronfenbrenner, citado por Mejía (1999, p. 27) Subraya la

importancia del contexto social en el desarrollo y en particular en las relaciones de los

padres y los hijos, en donde la capacidad de cuidar y educar con éxito depende en buena

parte del contexto social en que la familia vive, pues depende de las conexiones

duraderas de los padres con otros fuera del hogar, de las normas de cuidado y del lugar

donde se encuentra la familia a lo largo de su ciclo vital.

Al respecto Peralta (1996, p. 12) expresa que (…) términos como ‘patrones’,

‘normas’, ‘pautas’ ‘hábitos’, ‘prácticas de crianza’, ‘sistemas’ y últimamente ‘habitus’,

son algunos de los principales conceptos empleados para denominar estas interacciones

que se realizan en torno al cuidado, crecimiento y desarrollo del niño (…) Respecto a

las prácticas de crianza (…) habría que concebirlas como interacciones entre los adultos

y el desarrollo de estos últimos, pero que también implican cambios en los adultos

(Peralta, 1996, p. 14).

Sánchez agregó: “tenemos que tener mucha paciencia, mucha constancia y

rigurosidad para que esto llegue a convertírsele al niño en costumbre, porque los hábitos

son un regalo de vida para ellos, en formarlos como seres responsables y autónomos. Es

más fácil enseñarles buenos hábitos, que eliminar malos y ser preventivos y no

correctivos. Los hábitos positivos garantizan una convivencia sana y armónica”.


Es importante destacar que la crianza y las prácticas de los padres no suelen ser

iguales pues cada cultura tiene sus pautas establecidas de cómo educar a los niños de

manera responsable y adecuada, (Solís-Cámara & Díaz, 2007). A su vez, las

dimensiones fundamentales con las que se ayudan los padres para realizar la

socialización son el apoyo y el control.

No existe un modelo único o definitivo de la crianza. Lo que puede ser adecuado

para una familia o un niño puede no ser adecuado para otro. Con autoritaria y permisiva

(indulgencia) de crianza en lados opuestos del espectro, los modelos más

convencionales y modernos de crianza de los hijos caen en algún lugar del medio.

Estrategias de crianza de los hijos, así como los comportamientos/ideales de lo que los

padres esperan que sea comunicada verbalmente y/o no verbal también juegan un papel

importante en el desarrollo de un niño


Referencias

Martínez, Á. C. Pautas de crianza y desarrollo socioafectivo en la infancia. Diversitas [on

line]. 2010, vol. 6, n.1, pp. 111 - 121.ISSN 1794-9998

Triana, A., & Ávila, L., & Malagón, A. (2010). Patrones de crianza y cuidado de niños y

niñas. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 8 (2), 933-

945

Valdivia. (stud. pedagóg. v.31 n.2 Valdivia 2005). Estudios pedagógicos. Retrieved from

versión On-line ISSN 0718-0705: http://dx.doi.org/10.4067/S0718-

07052005000200011

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