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Unidad 2 / Escenario 3

Lectura Fundamental

Historia del impacto de uso de los


conflictos ambientales en
Colombia

Contenido

1 Problemas ambientales en Colombia

Palabras claves: impacto ambiental, biodiversidad, flora, fauna, servicios eco sistémicos.
1. Problemas ambientales en Colombia

Las problemáticas ambientales son muchas y por ello es necesario describir las principales
dentro de un diagnóstico de la situación ambiental de Colombia, en la cual es importante
destacar los elementos que la convierten en una nación con un gran potencial en términos
de biodiversidad. Es importante reconocer las problemáticas ambientales que amenazan esa
biodiversidad, la estructura de leyes e instituciones que se encargan de proteger ese patrimonio
natural y la relación entre el uso de esos recursos naturales y la situación política, económica y
social de nuestro país.

Cuando hablamos de ambiente y de producción industrial tenemos que hablar de


contaminación. Muchas de las compañías tienen dentro de su política y de sus prácticas
la responsabilidad ambiental, y por ello resaltamos las principales causas de pérdida de
biodiversidad en un país tan heterogéneo en flora y fauna. Hay que tener en cuenta en este
proceso que el primer paso de la protección es conociendo nuestro territorio.

1.1 Biodiversidad y servicios eco sistémicos

Desde hace mucho tiempo se dice que nuestro país es rico en biodiversidad y en servicios
ecosistémicos, y que al estar ubicada en la esquina norte del continente suramericano cuenta
con dos amplias costas: una sobre el mar Caribe, con su gran diversidad de especies, y la otra
sobre el océano Pacífico que se caracteriza por la gran abundancia de peces. Los tres ramales
de la cordillera de los Andes hacen posible la existencia en nuestro territorio de todos los pisos
térmicos y una gran variedad de ecosistemas. El agua pura brota como reflejo del paso de los
ríos más caudalosos y extensos de todo el continente como son: el Amazonas, el Orinoco y
el Magdalena; los cuales forman el ecosistema perfecto para especies endémicas como el
mamífero más grande de Latinoamérica, que es el oso de anteojos, o el delfín rosado, entre
otros miles. Hemos tenido suerte en nacer en un país con tantos recursos naturales.

Uno de los más grandes expertos en biodiversidad en nuestro país, Jorge Hernández Camacho,
afirmó en un discurso, a comienzos de siglo, que cuando los dioses evolutivos empezaron
a repartir la riqueza natural y decidieron prodigar en exageraciones al territorio que hoy
conocemos como Colombia, prácticamente le dieron 125 veces más de lo que le habría
correspondido, si esta repartición de recursos naturales hubiese sido equitativa entre todas las
naciones del mundo (Baptiste, 2014).

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Colombia fue dotada con más especies vegetales y animales que toda Europa, con una
población de aves que supera en diversidad a toda África y que representa casi el doble de
la norteamericana, con costas sobre los dos océanos, estrellas fluviales de ríos incesantes y
caudalosos, páramos, humedales y todos los pisos térmicos. Para bien o para mal, en manos de
los colombianos esta la mayor biodiversidad mundial (Baptiste, 2014).

Sin embargo, esa biodiversidad está en peligro por diferentes factores, y el principal es el
no entender la relación entre crecimiento y desarrollo. Analizar el estado de los recursos
naturales en Colombia implica necesariamente hacer un estudio de la relación que existe entre
la disponibilidad de los elementos que conforman nuestro patrimonio natural y los diferentes
conflictos sociales que hacen parte del escenario de nuestro país.

1.2 Servicios ecosistémicos. Informe del estado actual

El quinto informe sobre biodiversidad es algo preocupante, pues nos informa detalladamente
cómo Colombia está perdiendo gran cantidad de especies de flora y fauna por las actividades
antropogénicas. Este proceso enmarcado en la necesidad de contar con una integración
de la valoración ambiental en un enfoque divergente entre la integralidad de la industria y la
población.

Pensemos qué nos proporcionan los ecosistemas naturales y la valoración que se hace a este
aporte. El cambio de mentalidad se ha dado solo en algunas comunidades cuando aparece
el capital natural y sus ganancias que se generan con la pesca, el ecoturismo, el transporte y
los cultivos, entre otros; sin embargo, primer paso dentro del sistema nacional ambiental es
conocer y reconocer los ecosistemas en nuestro territorio.

Es preocupante cuando en el informe de la contraloría indica la clasificación en las hectáreas de


conservación y delimitación por ejemplo de páramos y humedales, la cual no alcanza el treinta
por ciento de potencial para su protección (Sistema Nacional de Áreas Protegidas- SINAP)
(Contraloría General de la República, 2015).

Se identifica entonces que el país no cuenta con delimitación de áreas protegidas en el


ordenamiento territorial. Por este motivo, los recursos y las políticas nacionales en la última
década están enfocados en la delimitación de áreas de gran importancia ambiental como el
páramo de Santurban, los farallones en Santander y los humedales como Chorrilos, Libelula,
Draco en Bogotá (Contraloría General de la República, 2015).

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En el sector turístico el informe GO5 nos brinda una perspectiva económica sobre las
zonas estratégicas perdidas por cuenta de la destrucción de los ecosistemas, aunque el
crecimiento es de 27 % los conflictos políticos y sociales han impedido el aunque del sector.
El sector pesquero es el más impactado por los fenómenos alotrópicos del Niño y la Niña, la
contaminación de especies piscícolas y la alerta de mercurio en muchos alimentos.

La biodiversidad en Colombia desciende a una tasa de 5% anual según cifras de GO5, y este
impacto se genera en muchas zonas geomorfológicas frágiles como ciénagas, humedales y
páramos. El 40% de los ecosistemas estratégicos están en peligro y con ellos la subsistencia de
miles de familias campesinas y de comunidades indígenas. La existencia de servicios culturales
arraigados perdidos que no conocen la herencia milenaria como la de los NukakMaku, en el
Amazonas, que es una población casi extinta (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 2014).

Para profundizar más en el tema recomendamos ver el informe donde encontraremos estas
y muchas más cifras significativas en materia de pérdida de biodiversidad y de servicios eco
sistémicos.

1.3 Perspectiva ambiental de los conflictos ambientales en Colombia

En Colombia existen más de 100 conflictos ambientales relacionados con la apropiación


de la naturaleza y la perspectiva futura con sus comunidades. En la herramienta ejatlas.org
encontramos una forma de visualización de nuestro territorio y los conflictos generados por
la extracción, apropiación de territorios, manejo hídrico, contaminación de los componentes
ambientales, procesos industriales y minería legal e ilegal, entre otros. También se
georreferencian las zonas afectadas como ríos, páramos, humedales y ciénagas. La idea es
que el estudiante consulte este tipo de herramientas para el entendimiento de los conflictos y
la perspectiva ambiental. Veamos un caso actual en el Valle del Cauca y sus conflictos con el
monocultivo de caña de azúcar.

En el tema de biodiversidad, por ejemplo, existen los problemas que generan los monocultivos
en algunas zonas de nuestro territorio, así como la deforestación para zonas de cultivo. Esto
ocurre en la laguna de Sonso en Valle del Cauca, un paraíso natural de una extensión de más de
dos mil hectáreas que pertenece a zonas hidrológicas de agua dulce, alimentada por acuíferos
y humedales conectados entre sí. Un lugar con espejos de agua lenticos y zonas de humedales
donde se han estudiado más de 250 especies endémicas, anfibias, aves migratorias, reptiles,
mamíferos, especies de peces y flora arbustiva.

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Es entonces que la respectiva demanda de azúcar en Colombia ha llevado a que productores y
cultivadores en el Valle invadan zonas húmedas de la laguna de Sonso para el cultivo de caña
de azúcar; un monocultivo muy nocivo para el suelo y el recurso hídrico por necesitar grandes
cantidades de agua para su cultivo, y por la deforestación y degradación del suelo con lixiviados
de pesticidas y otros compuestos utilizados en el cultivo. Este caso es de gran relevancia ya
que por más de dos décadas ingenios como Pichichí, Manuelita y Propidencia se apropiaron
de zonas de amortiguación de la laguna con lo cual han secado gran parte, y contaminado con
residuos peligrosos las rondas hidráulicas.

Se redujo también el número de especies naturales lo que afectó el biotopo y hábitat del nicho
ecológico del humedal, y se redujo en un 30% el espejo de agua y las especies naturales, lo que
produjo que se llegara hasta al borde de la extinción del águila pescadora y de garzas típicas de
la región. Actualmente la universidad del Valle y otras ONG trabajan con el grupo de ornitología
y especies anfibias para proteger este ecosistema, de gran importancia de la región, en conjunto
con las autoridades centralizadas para proteger de los azucareros el capital natural que les
pertenece a todos los colombianos.

Otra problemática que podemos encontrar en ejatlas.org es la extracción de oro en el río Dagua
en Zaragosa Choco. En este lugar el baraqueo con mercurio y cianuro en la cuenca del Pacifico
no solo destruyen el río sino que también afecta a los pobladores al generarse hidragismo por
exposición a mercurio, tanto por vía dérmica como por la ingesta de alimentos, especialmente
el pescado. El río ya parece un volcán con cráteres y se ha desviado su cauce, y el agua es
amarilla por la grava y sedimento mezclado como soluto en una tensa lucha que la naturaleza ve
por perdida. Lo más grave es que remanentes desembocan en el océano Pacifico contaminado
todo a su paso. Uno creería que las poblaciones mineras tienen una calidad de vida alta por
la explotación durante décadas del oro, pero la realidad es otra, son comunidades pobres,
enfermas, sin educación, en violencia y con desigualdades sociales.

1.4 Historia del impacto del uso de los recursos en Colombia

La sociedad también se ha especializado en tener diversidad de formas de violencia, razón por


la cual hemos atentado desde hace un buen tiempo contra todas las expresiones de vida de
nuestro país.

Si nos remontamos a la época prehispánica, veremos que las culturas nativas establecieron
una relación armónica con la naturaleza. Sin embargo, en el momento de la llegada de los

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colonizadores a nuestros territorios esa relación se transformó debido al dominio de una lógica
de uso de los recursos naturales a partir de las creencias de los españoles y las costumbres que
traían del viejo mundo.

A través de la época de la colonia predominó esa nueva lógica, e incluso muchas de las antiguas
costumbres de los nativos fueron erradicadas por considerarse como ritos paganos que no
estaban acorde con la religión católica que debía imponerse en este nuevo territorio.

Cuando comenzó la república, las nuevas élites, ahora conformadas por los criollos
descendientes de los españoles, heredaron la manera de explotación de la naturaleza.
Así, nuestros territorios se distribuyeron en grandes haciendas en manos de la élite, cuyo
aprovechamiento continuó haciéndose alrededor de monocultivos de algunos elementos que
servían para consumo interno y algunos que podían exportarse hacia el viejo continente.

Esa lógica continuo durante todo el siglo XIX y principios del siglo XX y luego se vio afectada
por fenómenos del orden social como el de la violencia, relacionada con conflictos que
generaron los primeros éxodos de campesinos hacia zonas despobladas de las selvas de
Colombia, por lo que se ocasionó un proceso de colonización de las zonas consideradas
como territorios baldíos. Este cambio estuvo marcado por procesos de extracción de algunos
recursos naturales como pieles de animales exóticos, caucho, maderas y peces de los ríos
amazónicos, entre otros.

Durante la segunda mitad del siglo diecinueve y en el siglo veinte, el concepto de progreso
y bienestar social predominante estuvieron marcados por una visión europea de estaciones
que no comprendían las características del trópico y que difundió una imagen errada sobre la
condición inagotable de los recursos naturales.

En el siglo XX la violencia empezó a hacer parte de todos los escenarios posibles debido a las
luchas bipartidistas y a las leyes como la Ley de tierras que desataron fenómenos de violencia y
grandes impactos sobre el medio ambiente, en la medida que se arrasó con miles de hectáreas
de bosque para poder demostrar la posesión de la tierra.

A partir de la década de 1950 y después del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, la violencia
en Colombia se recrudeció y desencadenó conflictos en los dos partidos tradicionales:
liberales y conservadores. Este periodo generó nuevos éxodos de campesinos hacia las zonas
despobladas de Colombia, lo que produjo una nueva presión sobre los recursos naturales.

Además de esto, se empiezan a originar las primeras oleadas de colonizaciones hacia las zonas
selváticas apoyadas en la idea de las bonanzas extractivas de elementos como caucho, madera,
fauna y pescadas.

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Esa colonización es apoyada por capitales agroindustriales que invierten en la extracción de los
recursos presentes en estas zonas del país. Sin embargo, en términos de alternativas agrícolas,
esta región presenta varias dificultades relacionadas con las grandes distancias entre las zonas
que comercializan los productos y el poco apoyo del gobierno.

A muchas de estas zonas baldías llegan campesinos desplazados que crean los primeros
grupos de autodefensa campesina que luego se transforman en las primeras guerrillas
izquierdistas, embriones de lo que luego será el movimiento guerrillero más grande de Colombia
llamado las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).

En la década del 70, debido al aumento de la demanda de sustancias psicotrópicas en Europa


y América del Norte y a que la producción de Perú y Bolivia no cubrían las necesidades del
mercado, sumado a la economía deprimida de muchas regiones, se implantaron los cultivos
con fines ilícitos que contrarrestaron un poco las crisis económicas y el ambiente deprimido
del agro, pero que generaron agotamiento de algunas de las especies que se explotaban en las
bonanzas de las selvas, , para luego convertirse en el nuevo soporte de la colonización en las
zonas selváticas.

Empiezan los primeros cultivos de marihuana, de coca y amapola, que así mismo traen
a las selvas nuevas oleadas de inmigrantes que llegan a talar la selva para construir sus
asentamientos.

El narcotráfico generó profundos cambios en las estructuras económicas y sociales del país.
Este negocio logró penetrar todas las esferas de la sociedad y se convirtió en el principal
financiador de la guerra entre paramilitares y guerrilleros. Se convirtió así el negocio de la droga
en uno de los que más violencia desató a su paso, desde el proceso de cultivo y transformación
hasta el mercadeo. Se generaron muertes entre pandillas y carteles por el control del negocio,
y se replicaron fenómenos históricos de lucha por la tierra, en dónde los pequeños campesinos
terminaron endeudándose, pagando con su tierra las deudas que contrajeron con los que
manejaban el negocio de la droga en sus territorios.

Las guerrillas cumplieron una función ambigua en algunas zonas del país; con la entrada
del narcotráfico tomaron medidas de protección en pro de la naturaleza y al mismo tiempo
sostuvieron algunos procesos de colonización. Sin embargo, hoy en día, su misión inicial se
desdibujó para convertirse en intermediarios de procesos de comercialización del narcotráfico.
Los paramilitares, por otra parte, efectuaron la función de despojar de las tierras más
productivas a los pequeños campesinos, para concentrar grandes propiedades de terrenos
fértiles, así contribuyeron a ampliar las asimetrías sociales y la violencia por el control del
negocio del narcotráfico que ha venido peleándose con la guerrillas desde hace años.

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La transformación antrópica, especialmente en nuestro país, producidas por la lucha de los
conflictos sociales y políticos es inherente: desde los cultivos ilícitos, al paramilitarismo, desde
la destrucción de un laboratorio de droga en la espesa selva de San José del Guaviare, a la
minería ilegal con mercurio y cianuro, hasta el monocultivo de palma para biocombustibles.
Cada vez son más evidentes los deterioros ambientales que estamos causando, Como suelos
agotados, abandono del campo, algunos recursos escaseando, un conflicto creciente y enormes
sectores de la población cada vez más pobres y con más necesidades.

1.5 El impacto en biodiversidad por minería en Colombia

Actualmente Colombia vive un gran paradigma entre el desarrollo y la explotación minera. Todo
esto producto de una economía pobre y dependiente de la extracción de recursos naturales,
carbón, petróleo, oro, coltan, niquel, y otros minerales, y de las concesiones a puerta de grandes
ecosistemas que ven amenazado su hábitat por estas actividades industriales.

Pese a las estrategias conservación, es constante la presión de grandes multinacionales al


gobierno para la concesión de zonas de relevancia ambiental como paramos, parques naturales,
afluentes de ríos, estuarios y humedales, entre otros. La compra de predios y la tenencia de la
tierra a su afectación ambiental tienen alcances impredecibles, entre ellos el desplazamiento de
comunidades indígenas y campesinas.(Huertas, Huertas, Cervantes, y Díaz, 2014)

Veamos un poco cómo funciona este fenómeno y la importancia en materia ambiental.


Supongamos que un campesino tiene un predio, él es dueño solo de una pequeña franja
superficial, mientras que el Estado es dueño del subsuelo o del volumen. Si una compañía
detecta algún material comercial debe pedir al Estado su concesión para explotarlo. Pero ¿qué
pasa con el campesino dueño de la otra porción superficial? Por lo general la compran las
multinacionales con precios irrisorios, desplazando a los campesinos de sus tierras, o peor aún,
las multinacionales financian grupos al margen de la ley para lograr este mismo objetivo. El otro
problema es la corrupción, en teoría uno no se explica cómo en zonas que durante años han
extraído minerales legalmente, estas sean pobres, y no tengan escuelas, hospitales, acueducto
ni alcantarillado.

Un ejemplo es la minería en Segovia, Antioquia, y en los municipios mineros de Remedios,


Vegachí y Yalí, donde se impactan drásticamente los ríos y quebradas, para la extracción de oro
y plata. Es necesario resaltar que la extracción de oro necesita mercurio y cianuro, elementos
que son altamente nocivos para la salud y que se depositan en las fuentes hídricas, los cuales

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contaminan no solo el agua sino también las regiones por donde pasa el cauce de los ríos.
Además, la minería en alta montaña erosiona el suelo lo que puede producir deslizamiento y
contaminación de las partes bajas. Podemos encontrar este caso en la herramienta atlas de los
conflictos ambientales de ejatlas.org.

La introducción de la minería en Colombia trae consigo amenazas y problemas ambientales


cuyo impacto es significativo y difícilmente reversible; el crecimiento de la colonización trae
consigo la tala y quema de la vegetación endémica para el aumento de zonas agropecuarias,
que a corto y mediano plazo alteran la regulación hídrica.

La ejecución de proyectos mineros trae consigo daños colaterales y severos, el beneficio de la


extracción minera a gran escala consiste en extraer grandes cantidades de oro, un beneficio
muy bajo para el costo ecológico que hay que pagar; el paisaje y la topografía se verán
modificados en su totalidad (Hein y Funyufunyu, 2014).

SABÍAS QUE...

Algunos de los problemas fundamentales de la minería son:


• El suelo y el subsuelo quedan alterados por la concentración de químicos
necesarios para la explotación minera, lo que ocasiona infertilidad. Este
proceso no tiene posibilidad de revertirse, y . el suelo se verá afectado
además por la imposibilidad de formar materia orgánica.
• Las aguas de fuentes de agua cercanas se verán contaminadas, tanto
la pequeñas vertientes como las de mayor cauce, además la regulación
hídrica se verá afectada lo que impide que sea soporte para los
ecosistemas.
• Los caudales de los ríos y fuentes de agua se verán desviados y
disminuidos, lo que altera los ciclos hidrológicos.
• La tenencia de la tierra será afectada por el desplazamiento de pueblos
indígenas y campesinos.
• Concesiones mineras muy cerca de zonas protegidas pueden afectar los
ecosistemas estratégicos y desplazar fauna endémica, lo que altera la
cadena trófica.

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Los efectos ambientales son determinantes para la calidad de las regiones afectadas y de vida
de sus habitantes, definidas estas como: alteración de la calidad del aire por depredación de la
vegetación, desertización, escases de agua, mala calidad del agua por contaminación, escases
de productos agrícolas, afectación a la unidad familiar, desaparición del proyecto de vida
productiva de los campesinos y desplazamiento poblacional.

Figura 1. Mapa mental de los problemas de la minería


Fuente: Aguilar (2016)

Con el actual modelo económico capitalista, nuestro país depende del crecimiento constante
del consumo. Para ello, pretende satisfacer continuamente las necesidades del mercado, o
incluso crea nuevas demandas que por lo general requieren el uso de más recursos, sin tener
en cuenta el daño ambiental y el agotamiento de los recursos de forma indiscriminada. Por lo
tanto, se puede decir que el capitalismo tiende a no aportar al desarrollo sostenible por su afán
de generar crecimiento económico con la creación de bienes para satisfacer las necesidades
humanas.

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EN SÍNTESIS...
Podemos concluir con un ejemplo de la extracción minera de forma ílicita.
Un claro ejemplo es la extracción ilícita de minerales que está causando un fuerte deterioro ambiental,
a pesar de los esfuerzos recientes para su control. Los pasivos ambientales asociados a la minería no
han sido cuantificados en términos económicos y sociales. Así la pregunta final es ¿cómo logramos
el desarrollo sustentable en minería en Colombia?

Es fundamental tener en cuenta que en cualquier caso en que se agudicen los problemas de escasez
a partir de los problemas de contaminación como cauces, generada por la disposición de relaves y
desechos, tenemos que tener la suficiente concientización de saber que el ambiente es de nosotros y
para nosotros; por lo tanto, este es parte de nuestras vidas y debemos cuidarlo de tal forma que en un
futuro, no muy lejano, no nos encontremos con graves consecuencias por no hacerlo a tiempo.

1.6 Caso Bogotá y el manejo de los residuos

En estos momentos tenemos una gran crisis ambiental por la generación de residuos en la
capital como en muchas ciudades; la razón, no tenemos un sitio de disposición final para tanta
basura. Prácticamente el relleno de Doña Juana no está diseñado para el crecimiento no solo
poblacional si no de residuos sólidos. Y lo más crítico de todo es que no estamos buscando
soluciones innovadoras y concretas a esta problemática.

Imaginémonos una ciudad con una población de más de 9 millones de personas, la producción
de desechos de una persona como en nuestra capital está en el rango de 1 a 0.5 kg diario,
al mes cada poblador generara 30 kg de basura. Si lo multiplicamos por la población total
tendríamos un valor casi astronómico mensual de 270.000.000 kg de basura, ¿ya lo asimilaron?
Otro dato importante es que tan solo el 1% se recicla de un potencial de 20% y hasta más. Todos
estos residuos van a parar en nuestro relleno sanitario de Doña Juana, abierto en la década del
ochenta, en el sur de nuestra ciudad, cuya capacidad se quedó corta ante el crecimiento.

Entre los problemas causados a lo largo del tiempo de funcionamiento del relleno el relevante es
el derrumbe de una celda de acumulación en la década del noventa lo cual generó una explosión
por acumulación de gases y la contaminación de los componentes ambientales.

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Otros de los efectos dañinos de este relleno son: Proliferación de plagas, olores nauseabundos,
vertimientos en ríos —especialmente el Tunjuelito—, manejo de lixiviados y emisiones de gases
efecto invernadero, entre otros. En los pobladores ribereños de Usme, Ciudad Bolívar y Tunjuelito
se presenta una incidencia y prevalencia de enfermedades respiratorias, especialmente en niños
menores de 10 años.

En pocos años los capitalinos ya no tendrán espacio para tanta basura en su relleno sanitario,
¿faltaría más educación?, ¿cómo podemos contribuir en nuestros hogares? y si se puede
generar empleo y recursos, ¿por qué no se invierten? Puede parecer un poco fuerte pero muchos
simplemente desechan sin saber las consecuencias, especialmente en las personas de escasos
recursos. ¡Despertemos, la problemática es de todos!

Con un manejo adecuado de los residuos y los controles al aprovechamiento de la captación de


los gases por descomposición, habrá menos problemas en salud para la sociedad del futuro y
se tendrá desarrollo sostenible. De nosotros dependerá la ignominia de seguir destruyendo con
nuestras acciones la naturaleza. En la siguiente unidad veremos algunos pasos para mejorar
esta problemática.

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Referencias
Aguilar, R. (2016) Cartilla cultura Ambiental.

Baptiste, B. (06 de 10 de 2014). La Republica. Recuperado en marzo de 2015 de La Republica:


http://www.larepublica.co/planeta-%C2%BFvivo_176886

Contraloría General de la República. (2015). Informe sobre el estado de los recursos natura-
les renovables y del ambiente 2014-2015 Componente de biodiversidad, 118. Recuperado de:
http://www.andi.com.co/Ambiental/Documentos 2015/INFORMECONTRALORIA2014-2015.pdf

Hein, K. a. a., & Funyufunyu, T. a. (2014). Artisanal mining in Burkina Faso: A historical overview
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Huertas, J. I., Huertas, M. E., Cervantes, G., & Di´az, J. (2014). Assessment of the natural sour-
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493(2000), 1047-1055. http://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2014.05.111

Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Programa de las Naciones Unidas para el


Desarrollo. (2014). V Informe nacional de la biodiversidad de Colombia ante el convenio de
diversidad biológica. Palimpsesto, 80. Recuperado a partir de http://scholar.google.com/scho-
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M. Vásconez, P. H.-g. (2009). Entre Nieblas. Mitos, Leyendas e Historias del Páramo. En T. C.-g.
H. Arreaza, Entre Nieblas. Mitos, Leyendas e Historias del Páramo. Editorial Abya - Yala. Quito.

WWF. (2015). http://www.wwf.org.co/. Recuperado el marzo de 2015, de http://www.wwf.org.


co/: http://awsassets.panda.org/downloads/informe_planetavivo2014_resumen_baja_1.pdf

Lista de referencias de figuras


Aguilar, R. (2016) Cartilla Cultura Ambiental. Politécnico Grancolombiano.

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INFORMACIÓN TÉCNICA

Módulo: Cultura ambiental

Unidad 2: Problemas ambientales en Colombia

Escenario 3: Historia del impacto de uso de los conflictos


ambientales en Colombia

Autor: Ramon Aguilar

Asesor Pedagógico: Diana Marcela Díaz Salcedo

Diseñador Gráfico: Kevin Mauricio Ramírez Corredor

Asistente: Leidy Alejandra Morales

Este material pertenece al Politécnico Grancolombiano. Por


ende, son de uso exclusivo de las Instituciones adscritas a
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