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Universidad Libre
Facultad de Derecho
Doctorado en Derecho
Bogotá D.C. Colombia, 2016
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica en Latinoamérica / Mónica
Patricia Fortich Navarro, Pablo Elías González Monguí y Paula Mazuera Ayala editores; Pablo
Elías González Monguí, Pablo Galaín Palermo coordinadores. -- Bogotá: Universidad Libre,
2016.
275 p.; 24 cm. – (Colección Doctorado)
Incluye referencias bibliográficas
ISBN 978-958-8981-16-1
1. Derecho – Historia - América Latina 2. Historiografía 3. Derecho y sociedad
I. Fortich Navarro, Mónica Patricia, ed. II. González Monguí, Pablo Elías, ed. III. Mazuera
Ayala, Paula, ed. IV. Galaín Palermo, Pablo, coord.
340.980 SCDD 21
Comentarios y sugerencias:
Correo-e del autor: direccion.doctorado@unilibrebog.edu.co
© Mónica Patricia Fortich Navarro, Pablo Elías González Monguí y Paula Mazuera Ayala (eds.), 2016
© Facultad de Derecho, Doctorado en Derecho, 2016
© Universidad Libre Sede Principal, 2016
ISBN 978-958-8981-16-1
Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un
sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia,
grabación u otros) sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.
Comité Editorial
Federico Fernández-Crehuet
Doctor en Derecho, Universidad de Granada
Comité Científico
Victoria Sanford
Doctora en Antropología, Universidad de Nueva York
Pares Evaluadores
Presentación 15
Capítulo 1
Historia cultural y social de los abogados en la Lima colonial:
hacia una nueva conceptuación metodológica
Capítulo 2
La historia del derecho en México: autores, obras y evolución
Capítulo 3
La verdadera justicia depende de la reforma a la profesión de abogado
Capítulo 4
Tendencias de los estudios historiográficos y la cultura del libro jurídico
Capítulo 5
Una aproximación a la historiografía del derecho a la igualdad de género
a partir de la experiencia docente
11
Capítulo 6
Cuatro historias sobre historia (jurídica)
Federico Fernández-Crehuet
Capítulo 7
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado interno
colombiano: técnicas de neutralización
Capítulo 8
A propósito de también la lluvia, el derecho y la historiografía de
los derechos humanos: una mirada desde el sur global
Capítulo 9
Apuntes y reflexiones sobre la violencia política y la paz negociada:
las conversaciones de paz con la guerrilla (1984)
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Capítulo 10
Documentos para la historia de la cédula de ciudadanía en Colombia:
Ley 999 de 2005, “por la cual se modifica la Ley 757 del 25 de julio de 2002”
El capítulo dos presenta a los lectores una posición de los estudios historio-
gráficos del derecho como disciplina propia que interactúa con la historia;
este capítulo titulado “La historia del derecho en México: autores, obras y
evolución”, presenta una amplia explicación del derecho como actividad de
élite, pero también como profesión fundante de la universidad mexicana.
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invita a la reflexión ética y política sobre la profesión del derecho, y las diferentes
ramas del saber en el cual se encuentra inscrito el desarrollo profesional.
En este sentido aspiramos a que la obra que presentamos, con sus voces y
visiones diversas, se convierta en referencia obligada para todos aquellos que
quieren tener una perspectiva amplia, multidisciplinar y variada de la historia,
la memoria y el derecho, y la posición que dichas relaciones han ocupado en
el ejercicio de la profesión en el contexto latinoamericano; así mismo obliga a
una reflexión profunda y consciente del papel que como abogados y abogadas
tenemos en la construcción de un país en paz que conoce su pasado, doloroso
y fracturado, y no está dispuesto a repetirlo.
y enfoques, haciendo difícil establecer los límites que separan a ésta de otras
formas (también válidas) de historiografía, por ello la presente contribución
–marcada por la perspectiva cultural y social– posee, sencillamente, el carácter
de un ensayo preliminar.
Fue solo en la segunda mitad del siglo XVIII que los soberanos europeos
ordenaron a las escuelas de Derecho enseñar la legislación de su territorio
en lengua vernácula. La tardanza de esta medida se explica en buena parte,
según el profesor Baade (2001), porque los letrados de formación universitaria
estaban eximidos de tratar asuntos procesales ante los tribunales, ya que esta
tarea correspondía a los procuradores.
encomenderos. Una vez que el bando de Pizarro fue vencido Polo se plegó a
la bandera real, siendo nombrado por el presidente La Gasca corregidor de la
provincia de Charcas o La Plata, en 1548.
Viene al caso tocar aquí uno de los ámbitos en los cuales se concentró el afán
reformador de don Francisco de Toledo, el quinto virrey del Perú (que gobernó
de 1569 hasta 1581). Nos referimos al campo de la enseñanza superior, más
concretamente al funcionamiento de la Universidad de Lima. El 25 de abril
de 1577, en la festividad del evangelista San Marcos, recientemente elegido
patrono de la institución, se inauguró solemnemente el “estudio general” de
la capital del Perú, dotado con 27 cátedras pertenecientes a las facultades de
Artes, Cánones, Leyes y Teología. Más tarde, en 1588, se brindó la exención de
pagar tributo a todos los graduados de San Marcos, una prerrogativa similar a
la que gozaban en Castilla los titulados por la Universidad de Salamanca.
Audiencia de Panamá. Por otra parte, un nieto de don Leandro, Nicolás Matías
del Campo y Larrinaga, compuso el Memorial histórico y jurídico que refiere el
origen del Protector general (1671), reasumiendo las posiciones a favor de la
reforma en la defensoría de los naturales que había expuesto su tío Juan.
La relación que hemos logrado formar con los expedientes del Archivo
Histórico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos demuestra que los
graduados en las facultades de Derecho Civil y Canónico de la ciudad de Lima
procedían de lugares como Madrid (caso de don Diego Hurtado de Avendaño,
licenciado y doctor en cánones, 1607), Quito (Pedro Maldonado de Chaves,
licenciado y doctor en cánones, 1620), Chuquisaca (Alonso Corbacho de Zárate,
doctor en cánones, 1626), Huánuco (Juan Blásquez de Valverde, licenciado en
cánones, 1626), Cuzco (Vasco de Contreras y Valverde, licenciado y doctor en
cánones, 1629), Gran Canaria (Mateo Ruiz de Sosa, licenciado en cánones,
1630), México (Juan Sáenz de Mañozca, licenciado y doctor en cánones, 1635),
Sevilla (don Gonzalo Astete de Ulloa, licenciado y doctor en cánones, 1646), y
la villa imperial de Potosí (Sebastián Mateos de Robles, licenciado y doctor en
cánones, 1658).
Uno de los focos de ese sostenido auge era la Universidad de San Marcos,
beneficiada con un firme crecimiento de cátedras y de fuentes económicas. Al
comenzar aquella centuria el virrey don Luis de Velasco resolvió enmendar
algunas de las normas que había impuesto Toledo en esta casa de estudios,
tomando de las arcas fiscales el dinero necesario para su implementación.
Desde entonces se constituyeron establemente dos cátedras (una de prima y
otra de vísperas) en cada una de las facultades de Cánones, Leyes y Teología,
junto con algunas cátedras más específicas: una de lengua quechua, otra de la
Biblia, y otras más del Decreto y de la Instituta.
Aparte ello, el poder derivado de sus cargos y privilegios, así como la lejanía
respecto al centro de toma de decisiones del Imperio, daban a los letrados y
agentes públicos distribuidos en las dilatadas provincias de Hispanoamérica
una relativa libertad de acción. De aquí provinieron muchos conflictos de
lealtad hacia el rey, ya que las intenciones políticas de la monarquía no siempre
coincidían con los intereses privados de estos grupos. La manera en que se
resolvieron dichos conflictos fue variable, dependiendo de las circunstancias de
tiempo, lugar y personas. Parece evidente, con todo, que la trasgresión de las
normas tendió a ser más acentuada durante la segunda mitad del siglo XVII,
en la época de mayor declinación del poder de los Habsburgo. Investigaciones
en historia social del Derecho realizadas en los últimos años para el ámbito
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
Hay que recordar, por cierto, que la “segunda vida” del Derecho Romano
se inicia hacia los siglos XI y XII con el redescubrimiento del Digesto y la
enseñanza jurídica en Bolonia y otras universidades italianas. Los maestros
de las escuelas de Derecho pronto se identificaron con los juristas romanos,
emulando las responsa de la Antigüedad clásica por medio de las consultas
u opiniones letradas. Una consecuencia directa de la existencia de juristas
capacitados en latín y formados en las escuelas de leyes fue la intensificación
de la división al interior de la profesión forense en dos ramas: una superior,
a cargo de abogados, y otra inferior, a cargo de procuradores, lo que quiere
decir que se conservaron, todavía en la Edad Moderna, rezagos de la antigua
distinción profesional entre juristas y oradores.
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Capítulo 2
La historia del derecho en México: autores, obras y evolución
Por su parte Escudero (1995) señala que “Nuestra disciplina tiene por
objeto la historia de la formulación, la aplicación y los comentarios del derecho,
y la historia de las instituciones sociales reguladas por él” (p. 39).
2 La sociedad a partir de sus valores le otorga un objetivo o varias finalidades a los diversos
fenómenos que en ella se producen y que desea regular mediante normas jurídicas. Como esta aparición
de fenómenos y su regulación es dinámica, fuerza es que también las instituciones experimenten cambios.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
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3 Recientemente publicados ya en forma de libro en una obra doble por el Tribunal Superior de
Justicia del Distrito Federal.
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
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Hacia 1965 las Áreas, entonces Secciones, del Instituto eran: Derecho
Público, Derecho Privado, Derecho Procesal y Derecho Internacional (Seara,
1965, p. 29). Cabe destacar que en los primeros 25 años del Instituto de Derecho
Comparado de México solamente se publicó un título de Historia del Derecho
bajo la ya creada Serie C) Estudios Históricos, que incluía “trabajos que sin tener
un carácter iuscomparatista estricto, contienen no obstante un material de
información interesante sobre instituciones jurídico-políticas del México
histórico, que puede auxiliar al investigador jurista en estudios posteriores de
aquel carácter” (Rodríguez, 1965, p. 47).
El Área de Historia del Derecho se crea por oficio circular del Director del
Instituto de enero 31 de 1979. Mediante dicho documento se comunicó a la
comunidad académica la creación de tres grandes áreas: Derecho Público a
cargo de D. Héctor Fix Zamudio, Historia del Derecho a cargo de Jorge Mario
García Laguardia y Derecho Internacional a cargo de Ricardo Méndez Silva (XL
Aniversario del Instituto de Investigaciones Jurídicas, 1980, p. 15).
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
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Entre 1980 y 1989 las actividades sustantivas del Instituto eran desde
luego la realización de investigaciones jurídicas, la impartición de cátedras en
licenciatura, maestría y doctorado tanto en la Facultad de Derecho de la UNAM
como en otras instituciones públicas y privadas, y la superación y formación de
su planta académica (Reporte Institucional, 1998, p. 4).
a) Derecho Público.
b) Derecho Privado.
c) Derecho Social e Informativo.
d) Historia y Filosofía del Derecho.
El Área actualmente está integrado por los Drs. José Luis Soberanes
Fernández, Beatriz Bernal Gómez, Adriana Berrueco García, José Antonio
Caballero Juárez (Coordinador de área), Adriana Flores Castillo, Jorge Mario
Magallón Ibarra, Eugenia Maldonado Rodríguez y Guillermo José Mañón
Garibay.
Sostiene Jaime del Arenal (2006) que “es verdad que el impulso renovador
de la historia del derecho en México provino, primero, de la Facultad de Derecho
de la UNAM y, después, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la misma
universidad, gracias a la presencia magisterial y directora del doctor Guillermo
Floris Margadant” (p. 61).
En 2010 el Anuario pasa a ser Revista Mexicana de Historia del Derecho con
periodicidad semestral, bajo la dirección del Dr. Oscar Cruz Barney.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
Su Consejo Editorial se integra por: Dr. Silvio Zavala, Dra. María del Refugio
González, Dr. Andrés Lira González, Dr. José de Jesús López Monroy, Dr. Jorge
Adame, Lic. Jaime del Arenal Fenochio, Lic. Alejandro Mayagoitia, Dr. Rafael
Diego Fernández Sotelo, Dr. Marco Antonio Pérez de los Reyes, Dr. José Antonio
Caballero, Dr. Rigoberto Ortiz Treviño, Dr. José Ramón Narváez Hernández, Dr.
Juan Pablo Pampillo, Dr. Rafael Estrada Michel, Dr. Salvador Cárdenas Gutiérrez,
Mtro. Juan Carlos Abreu y Abreu, Dr. Juan Pablo Salazar Andreu y Dr. José Enciso.
Cabe destacar que con motivo de las fiestas del bicentenario del inicio del
movimiento de Independencia y del centenario de la Revolución se preparó
una colección con la LXI Legislatura del Senado de la República dedicada a la
historia de las instituciones jurídicas de los Estados de la República4. Varios
volúmenes han sido publicados a la fecha. Se trata de un atinado esfuerzo por
dotar a las entidades federativas de una historia jurídica local, la primera en
muchos casos no dedicada estrictamente al ámbito constitucional.
Las publicaciones que el Instituto ha hecho sobre historia del derecho son
las siguientes, divididas en: Fuentes, Facsímiles, Estudios, Obras colectivas,
antologías, memorias de congresos, simposios y seminarios, y Bibliotheca
Iuridica Latina Mexicana.
5.1.1 Fuentes
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“(…) quien tanto hizo durante su gestión por impulsar la historia del derecho,
sea mediante publicaciones, organización de congresos, o intercambio de
conferenciantes e investigadores, sea mediante el apoyo bridado a estudiantes
mexicanos para formarse en el extranjero como historiadores del derecho” (Del
Arenal, 1987, p. 75)
5 Pensemos en las publicaciones de libros, artículos y demás obras llevadas a cabo a manera de
ejemplo por la Universidad Iberoamericana en sus diversas sedes: Universidad Panamericana, Escuela
Libre de Derecho, Colegio de México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, y otras más.
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en Latinoamérica
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Orden de prelación:
I. En los Estados, las leyes de los Congresos que cada uno ha tenido, pero en el
Distrito y Territorios, las leyes generales.
VI. La Real Ordenanza Naval para el servicio de los baxeles de S.M. de 1802.
IX. Las Ordenanzas de S.M. para el régimen, disciplina, subordinación y servicio de sus
Exercitos del 20 de septiembre de 1769.
a) Colección de los decretos y órdenes que han expedido las Cortes generales y
extraordinarias desde su instalación (Imprenta Real, Madrid, 1813-1823,
10 vols.).
b) Decretos del Rey Fernando VII, desde el 4 de mayo de 1814 hasta fin de diciembre
de 1833 (Imprenta Real, Madrid, 1816-1834. 18 vols.).
Durante el siglo XIX la historia del derecho fue utilizada por los juristas y
abogados de manera instrumental, como medio argumentativo o demostrativo,
y no será sino hasta el siglo XX que se inicien los estudios de historia del
derecho dentro de textos científicos y manuales para la enseñanza (González y
Salvador, 2010, pp. 4-5).
6.1 Libros
a) Nuevo Febrero mexicano, editado por Mariano Galván Rivera, Impreso por
Santiago Pérez (México, 1852, IV tomos).
b) El litigante instruido o el derecho puesto al alcance de todos, compendio de la
obra del Doctor Juan Sala, que se enseña en las Universidades de España,
Nueva Edición, Librería de Rosa y Bouret (París, 1870). Esta obra viene
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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6 De esta obra existe una edición facsimilar publicada por el Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal.
La historia del derecho en México:
autores, obras y evolución
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Oscar Cruz Barney
y Oficios para Mujeres, México, 1874) de José María del Castillo Velasco.
Existe una edición facsimilar precedida de un estudio introductorio de
Alicia Hernándes Chávez (1994) del Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, publicada en México en 2 tomos.
b) Dentro del derecho agrario podemos mencionar la obra de Wistano Luis
Orozco (1895), Legislación y jurisprudencia sobre terrenos baldíos (Imprenta
de El Tiempo, México, 2 tomos). En 1902 publicó Los negocios sobre
terrenos baldíos. Resoluciones judiciales, y estudios del lic. Wistano Luis Orozco,
en el caso especial de Agustín R. Ortiz contra los Moctezuma (Tipografía de M.
Esquivel, San Luis Potosí, República Mexicana, 1902).
c) En el campo del derecho civil (Borja, 1996) e inmediatamente después de
la promulgación del Código Civil de 1870 tenemos, entre otros, a Francisco
de Paula Ruanova (1871) con sus Lecciones de derecho civil. Formadas de las
doctrinas de varios autores, y anotadas con el texto de todas las leyes respectivas
(Imprenta de Narciso Bassols, Puebla, 2 tomos); a Raymundo Guerra
(1873) con su Derecho del Código, o sea El Código Civil del Distrito puesto en
forma didáctica (Imprenta de J.M. Aguilar Ortiz, México); a Isidro Montiel
y Duarte (1877) con su Tratado de las leyes y su aplicación que con arreglo al
Código Civil del Distrito Federal y de la Baja California compuso (José María
Sandoval, Impresor, México), y a Nicolás Islas y Bustamante (1876), Índice
de las referencias y concordancias de los artículos del Código Civil, con una
noticia de los que se refieren al código penal, al de procedimientos, al de comercio
y a reglamentos particulares y de policía (2ª ed. Imprenta y Librería de J.M.
Aguilar Ortiz, México).
Posteriores al Código de 1884 están Manuel Mateos Alarcón (1900) con
sus Estudios sobre el Código Civil del Distrito Federal, promulgado en 1870,
con anotaciones relativas a las reformas introducidas por el Código de 1884
(Tipografía y Litografía La Europea, de J. Aguilar Vera, México, 6 tomos).
De esta existe edición facsimilar del Tribunal Superior de Justicia del
Distrito Federal publicada en 1992. También Agustín Verdugo (1885) y
sus Principios de derecho civil mexicano (Tipografía de Gonzalo A. Esteva,
México, 5 tomos), de la que existe una edición facsimilar del Tribunal
Superior de Justicia del Distrito Federal publicada en 1993.
En materia de sucesiones está, de Víctor José Martínez (1856), el
Compendio razonado del derecho de testar, o sea de los testamentos a la luz
de la filosofía (Tipografía de Ignacio Arango, Morelia), al que antecede la
obra española de Pedro Murillo Velarde (1839), Práctica de testamentos, en
la que se resuelven los casos más frecuentes que se ofrecen en la disposición de
las últimas voluntades, refundida y notablemente aumentada para la mayor
utilidad de los jueces y alcaldes, de los párrocos y confesores, y de los abogados
y escribanos (Imprenta de Galván a cargo de Mariano Arévalo, Méjico).
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7 Sus memorias fueron publicadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 1998.
La historia del derecho en México:
autores, obras y evolución
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Oscar Cruz Barney
El folleto jurídico, señala Del Arenal (1987), fue una de las formas
editoriales adoptadas por la literatura jurídica mexicana que alcanzó un auge
extraordinario en el siglo XIX. Fue el folleto un medio de expresión de las
aspiraciones y controversias entre los miembros de la sociedad mexicana.
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segunda edición aparece en 2005 con numerosas reimpresiones.
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Capítulo 3
La verdadera justicia depende de la reforma a la profesión
de abogado
1 Abogado, con estancia Post Doctoral en Derecho Constitucional como Becario de la Fundación
Carolina en la Universidad de Navarra, España. Doctor Magna Cum Laude en Derecho Canónico.
Magister en Derecho en Relaciones Internacionales y en Derecho Canónico. Especialista en Bioética,
Derechos Humanos, Derecho Administrativo y Gestión Pública, Liderazgo Estratégico Militar y Derecho
Constitucional. Director del Grupo de Investigación en Derecho e Historia de las Instituciones “Diego de
Torres y Moyachoque, Cacique Turmequé”, en la Universidad de La Sabana.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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Paula Mazuera Ayala (eds.)
Don Alfonso X “El Sabio” erigió la abogacía como un oficio público que sólo
podía ser ejercido a través de examen presentado ante magistrado, juramento
de desempeñar bien el cargo e inscripción de su nombre en la matrícula de
abogados. Así transcurrieron los siglos hasta la actualidad. Incluso, “hay
vestigios desde Nabucodonosor en el ejercicio profesional y, puede afirmarse
que Babilonia tenía ejemplos de normatividad y ejemplos de protoabogados”
(Botero Bernal, 2006, p. 19).
indiano” (Mayorga, 1996, p. 51) continuó en vigor buena parte del siglo XIX,
incluso en la Constitución de Cúcuta de 1821, la que dispuso que “se declaran
en su fuerza y vigor las leyes que hasta aquí han regido en todas las materias y puntos
que directa o indirectamente no se opongan a esta Constitución ni a los decretos y las
leyes que expidiere el Congreso” (Uribe Vargas, 1977, pp. III, 397), disposición
que permitió que años después, al expedirse la Ley de Procedimiento Civil de
1825, se tuvieran en el orden de prelación de fuentes en todos los Tribunales
de la República, tanto civiles como “criminales”; de hecho, “el ejercicio de la
profesión del Derecho no se constituyó entonces como una defensa del otro
sino como una defensa propia o de sí mismo” (Botero Bernal, 2006, p. 21).
Quien ejerce nuestra profesión debe luchar por el derecho y obrar con rectitud,
como abogado y como juez, como juristas. Precisamente un buen juez debe obrar
bajo ciertos principios que se desprenden de las admoniciones de Don Quijote a
su escudero Sancho Panza para el gobierno de la Ínsula Barataria: “cuando pudiere
y debiere tener lugar la equidad, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no
es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo; si acaso doblares la vara de la
justicia, que no sea con el peso de la dádiva, sino con el peso de la misericordia”.
Esto es lo que Monroy Cabra (2000, 18) dio por denominar la “necesidad
de volver al sentido primitivo de la abogacía”, que se concreta con un principio
fundamental: “obrar con moralidad y rectitud de conciencia. La honradez, la bondad,
la firmeza, la prudencia, la ilustración y pericia, son consecuencia de la moralidad. Y
si se recuerda el origen histórico de la abogacía, se encuentra que antes que profesión
nació como una actividad señoril”.
”La única manera de purificar «lo que huele a podrido» es aumentar el número
y calidad de actuaciones deontológicas claras y morales. No se puede permitir
que el pragmatismo se imponga, ni que se acepte la moral laxa o que se limiten
o supriman las exigencias morales. No se puede cooperar para el mal, ni puede
existir complicidad en la utilización de pruebas dolosas o medios inmorales o
ilícitos” (p. 18),
”Cuando se dice que el abogado debe actuar con moralidad estamos expresando
que debe tener rectitud de conciencia.
”El ideal moral que tiene que tener el abogado es actuar en conciencia y a
conciencia como lo observa Rafael Gómez Pérez (Deontología Jurídica, EUNSA,
Pamplona, 1982, p. 128), la conciencia juzga según criterios anteriores a ella
y que ella no crea, sino descubre: la ley moral, la ley humana y la ley divino-
positiva. El abogado debe juzgar siempre con conciencia cierta y verdadera,
ha de seguirse la conciencia invenciblemente errónea y no es lícito actuar con
conciencia prácticamente dudosa. Desde luego que el abogado debe mirar la
ley moral para saber qué actos son moralmente buenos, malos o indiferentes,
e indagar la finalidad objetiva de la acción, las circunstancias que rodean el acto
y el fin que pretende el que realiza el acto. Existe libertad de conciencia, pero se
debe advertir que el fin no justifica los medios y que, por ende, no es lícito utilizar
pruebas falsas o que no sean inmaculadas.
”El abogado tiene responsabilidad moral, y por tanto debe actuar según su recta
conciencia y los dictados de la ley moral” (Monroy Cabra, 2000).
“(…) la abogacía no es, como muchos piensan, un medio fácil para enriquecerse
sin importar los medios utilizados, ni es tampoco defender cualquier causa, así
sea injusta, si los honorarios son importantes, ni tampoco el abogado es un
hombre diestro en el manejo de la ley que puede defender a un mismo tiempo lo
blanco y lo negro” (Monroy Cabra, 2000, p. 20).
En relación con los jueces, quienes también son abogados, el Papa Francisco
(2014) expresó su estima por la actividad que desempeñan, “finalizada –ha
dicho– al buen funcionamiento de un sector vital de la convivencia social”.
El aspecto ético del trabajo de magistrado ha sido el primer punto del breve
discurso del Santo Padre, que ha puesto de relieve cómo en todos los países
las normas jurídicas “están destinadas a tutelar su libertad e independencia
para que pueda cumplir con las necesarias garantías su importante y delicada
tarea (...) respondiendo adecuadamente al encargo que la sociedad les confía y
manteniendo una imparcialidad irrebatible” (Papa Francisco, 2014).
“(…) requieren una aplicación atenta y puntual de las leyes vigentes. La certeza
del derecho y el equilibrio de los diversos poderes de una sociedad democrática
encuentran su síntesis en el principio de legalidad, en nombre del cual el
magistrado actúa. Del juez dependen decisiones que repercuten no solamente
en los derechos y los bienes de los ciudadanos, sino que atañen a su misma
existencia” (Papa Francisco, 2014).
“(…) no es una virtud para quedarse quieto, para decir: «Yo soy prudente y me
paro». ¡No! Es una virtud de gobierno, para sacar adelante las cosas, la virtud
que lleva a sopesar con serenidad las razones de derecho y de hecho que deben
estar en la base del juicio. Se tendrá más prudencia cuando se posea un equilibrio
interior, capaz de dominar el influjo derivado del carácter propio, del propio
punto de vista, de las propias convicciones ideológicas”.
Pero no estamos aquí solo para hablar de los jueces, muchos tan
cuestionados ética y moralmente por sus influencias políticas y económicas,
sino también para ver los autores y textos “que han perdurado más allá del
naufragio provocado por el oleaje del olvido y la desidia de los siglos (…) Son lo más
resistente a ser engullido por el olvido” (Téllez Maqueo, 2009).
“(…) si leemos de derecho, seremos abogados; pero sólo abogados. Y ser abogado
no es un mal inicio. Pero ser sólo abogado pudiendo ser al mismo tiempo un
homo integer es un grave error. Si además de «buenos abogados», queremos
ser «abogados buenos», o sea, abogados justos, y por tanto, seres humanos
felices, entonces debemos leer otra clase de textos: los textos clásicos” (Téllez
Maqueo, 2009).
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Sobre ese punto insiste en incluir dentro del listado tres cánones, propuestos
en 1937 por un destacado profesor de la Universidad de Columbia llamado
John Erskine, quien aterrado con la necesidad de incorporar a los inmigrantes
a su nuevo país propuso que el mejor modo de lograr la incorporación de los
inmigrantes era hablarles de lo que tenían en común tanto americanos como
europeos: la civilización occidental:
Así consagro esta propuesta para las reformas curriculares que actualmente
se estudian en muchas facultades de Derecho, pues como Director de un
Programa de Humanidades veo estas falencias no sólo en la formación de los
profesionales, sino, específicamente en la de los abogados, ya que actualmente
en los centros universitarios, debido a los afanes de la globalización, se impone
el pensamiento de que todo ya es conocido y que los fundamentos históricos
del Derecho son cosa de otros tiempos.
Y es que:
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“(…) durante muchos años la historia del derecho fue estudiada no por
profesionales de la historia ni por muchos juristas, sino que se estudió también
por los docentes y, en general, en muchos casos existieron estudios pequeños
que a la luz de hoy son historia del derecho, que provenían de los libros de
enseñanza. Estos libros tienen mucha importancia, ya que eran memorizados
por los estudiantes y a su vez estos lo hacían con sus hijos, pues formaron parte
de una profunda raíz llena de nacionalidad, de héroes y de historias llamativas de
entonces” (Londoño Hidalgo, 2014, p. 68).
c) Sistema Socialista.
d) Sistema Hispanoamericano.
e) Sistema o Derechos Islámicos y el Jalmúdico.
f) Derechos Africanos.
Ahora bien, si gracias a la Ley 1029 de 2006 volvería a las aulas, después
de la desafortunada exclusión del pensum educativo de la asignatura historia,
mediante el Decreto 1002 de abril 24 de 19843, expedido por el “humanista”
Belisario Betancur como política de su Plan de Desarrollo “Cambio con
Equidad”, a través de la Oficina de Currículo del Ministerio de Educación
Nacional, cartera a cargo del conservador Rodrigo Escobar Navia.
3 Por el cual se establece el Plan de Estudios para la educación preescolar, básica (primaria y
secundaria) y media vocacional de la educación formal colombiana.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
90
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
En torno a los temas que nos ocupan el profesor Botero Bernal (2005), ha
dicho que:
“(…) el nuevo impulso que se espera llegue a tener la historia del derecho en
Colombia enfrentará diversos retos, entre los cuales hay tres de gran importancia:
el primero versa sobre la existencia de una conciencia jurídica colombiana
atravesada por prejuicios que darán guerra a toda visión académico-histórica del
fenómeno jurídico, tales como: la visión pleitómana de la profesión jurídica, la
concepción del ejercicio profesional como un oficio sin posibilidades teoréticas
La verdadera justicia depende de la reforma
a la profesión de abogado
91
Hernán Alejandro Olano García
”Al respecto podemos señalar que en el nuevo contexto global, social y económico,
la visión del abogado y su formación ética han sido muy cuestionadas y criticadas,
especialmente el comportamiento de litigantes, funcionarios públicos y de los
miembros del poder judicial. El maestro Luis María Bandieri, al respecto, hace
referencia a la importancia de la vida universitaria en la formación del abogado,
al señalar que: «(…) ambos tipos de comprobaciones son desalentadoras y
claramente percibidas por los profesores, alumnos y profesionales del derecho
y que a su vez, generan una crisis de confianza por parte de la sociedad, de los
profesionales y de quienes se aprestan para serlo, de la preparación universitaria de
los abogados. Por otra parte, la sociedad manifiesta, cada vez más intensamente,
su descreimiento acerca de la idoneidad y de la honestidad de jueces y abogados.
Síntoma inequívoco, esta vez, de una crisis de confianza en la capacidad y en la
corrección de la conducta profesional, que se acompaña de una deslegitimización
social respecto de las prerrogativas y consideración otorgados tradicionalmente a
jueces y abogados»” (Espinoza Monroy, año, pp. 155, 166-167).
“Ventajas:
Desventajas:
cerca de 70.000 poseían Tarjeta Profesional, de modo que por cada 1.000
habitantes había 222 abogados, mientras que en Chile sólo había 64, Ecuador
86, Argentina 152 y en Bolivia 153. Una década después se habían otorgado
cerca de 146.000 tarjetas profesionales, con un promedio de 289 abogados por
habitante (Sandoval Cumbe, et al, 2007, p. 94).
5. El futuro de la profesión
Por esta razón se han puesto en una balanza esos elementos y se matizan
proponiendo que la nueva concepción de la enseñanza del derecho debe estar
encaminada a buscar (Molina Betancur, 2010, p. 170):
Otro aspecto tiene que ver con los Exámenes de Estado de la Calidad de
la Educación (ECAES), que se denominan Pruebas Saber Pro, que son pruebas
académicas de carácter oficial y obligatorias que forman parte, con otros
procesos y acciones, de un conjunto de instrumentos de que el Gobierno
Nacional dispone para evaluar la calidad del servicio educativo.
En 2005 la “moda” fue la del estudio del Derecho por competencias siguiendo
el modelo Tuning de la Unión Europea, administrado por la Universidad de
Deusto, modelo que en nuestra zona sólo ha sido adoptado por Ecuador, ante lo
cual yo propuse en ese momento que se diera una ponderación de importancia a
las competencias genéricas de Derecho, al parecer inmodificables y obligatorias
La verdadera justicia depende de la reforma
a la profesión de abogado
95
Hernán Alejandro Olano García
punto a punto según los europeos, así como incluir otras o también mejorar
la redacción a las existentes y comprometer al profesional del Derecho, en
principio, a que se le dé una formación en valores, en estructura de su ciencia,
y por último en un nivel instrumental complementario, como el que surge de
la necesidad de una segunda lengua.
Así las cosas, se organizan unos puntos, de los cuales cada profesor escogerá
uno o varios para poder elaborar el programa de cada una de sus asignaturas,
sin dejar de lado la historia del derecho, o al menos la de su especialidad dentro
del derecho:
Bibliografía
Botero, A. (2002). Encuentro con el Derecho. Breve historia de la profesión y del saber
jurídico. Jorge Ossa L. (Ed.). Parcelas y Horizontes. Un encuentro con las disciplinas.
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La verdadera justicia depende de la reforma
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Hernán Alejandro Olano García
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Capítulo 4
Tendencias de los estudios historiográficos y la cultura
del libro jurídico
concretas que determinan para qué, para quiénes y por qué los grupos humanos
privilegian ciertos textos y discursos contenidos en los libros, y los convierten
en instrumentos para una teleología del poder.
los agentes de un campo se mueven en él, establecen sus reglas, generan sus
posiciones de poder, legitiman sus prácticas y definen su autonomía.
De acuerdo con Chartier (2007) el orden de los libros también tiene otros
sentidos en sus posibilidades de acción, de acuerdo con los usos que se le dan a
los textos, bien sean manuscritos o impresos:
“Las obras, los discursos, no existen sino a partir del momento en que se
transforman en realidades materiales, en que se inscriben en las páginas de un
libro, transmitidos por una voz que lee o relata, o interpretados en el escenario del
teatro. Comprender los principios que gobiernan el «orden del discurso» supone
que se descifren en rigor las leyes que fundan los procesos de producción, de
comunicación y de recepción de los libros (y de los otros objetos que vehiculizan
lo escrito)” (2007, p. 20).
“(…) ¿Por qué la importancia concedida a la historia del libro, de la lectura, de los
lectores? Esto ocurre en un momento en que los discursos más comunes versan
sobre la pérdida de este mundo de objetos: el libro impreso, o de las prácticas, en este
caso la lectura. Me parece que la reflexión histórica o sociológica o filosófica que se
dedica al tema de la lectura, del libro, de los soportes de los textos, puede vincularse
con este presente quizá para corregir los diagnósticos más sombríos” (p. 19).
Por otra parte están los conceptos de historicismo, que hacen alusión a
una expresión creada por Leopold von Ranke en el siglo XIX, que se refería
a una escuela filosófica que presenta la realidad como producto de un devenir
histórico, y más tarde el concepto de historiología que atañe a una teoría
de la historia en la que José Ortega y Gasset señala las estructuras, leyes y
condiciones de la realidad histórica.
la historia del derecho son las tres señaladas por el historiador Mariano Peset
(1988) en su historia de los hechos, las ideas y las instituciones, en donde
señala la etapa de la historia crítica (comprendida entre los siglos XVII a XVIII),
la etapa de la historia institucional y de la cultura (entre los siglos XIX a XX), y
la etapa de la historia económica y social (en el marco del siglo XX).
En cuanto a la historia crítica, Peset (2000) afirma que surge a finales del
siglo XVII y la inauguran los monjes Bollandistas franceses a través del estudio
de los diplomas, y las reglas y métodos de la diplomacia como se refleja en la
obra De re Diplomatica de Jean Mabillon, en donde se hace un estudio de la
historia más allá de la crónica o tradición, para ir a un estudio de las fuentes a
través de la crítica textual. Más tarde en el siglo XVIII Voltaire realiza estudios
históricos con un enfoque universal y de carácter político, como lo hizo en sus
textos Essai sur les moeurs y Le Siecle de Louis XIV.
“Los Annales y en general los historiadores más cercanos han intentado buscar
nuevas posibilidades técnicas y metodológicas, abrir paso al mundo de las ideas
colectivas a través de la historia de las mentalidades, estudiar la alfabetización o
la vida colectiva, plantear los grandes temas del poder, del amor y de la muerte
(…) huir de explicaciones economicistas (…) Numerosas direcciones difíciles de
resumir o recoger, que andan buscando una redefinición de métodos y problemas”
(Peset, 1988).
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
110
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
Sobre los aportes de las tesis de Vicens Vives, citado por Peset (1977), en
la moderna historia del derecho español, es acusar los defectos que la historia
tradicional del derecho presentaba, como por ejemplo: el medievalismo, el
desvío de la investigación de archivos, la consideración de los manuales como
ejes de investigación y la influencia del positivismo jurídico como primacía del
estudio de las leyes (Peset, 1977).
“(…) una primera fase –que se extiende de 1929 hasta 1945–, cuando la «escuela»
era pequeña, radical y subversiva, y lideraba una «guerra de guerrillas» contra la
historia tradicional (…) En este periodo destacaban las figuras de los fundadores
del movimiento Lucien Febvre y Marc Bloch” (p. 72).
Hay una segunda fase –que desde 1945 (un año después de la muerte de
Bloch) hasta 1968–, cuando el movimiento se transforma efectivamente
en «escuela», con determinados conceptos propios y métodos innovadores
(…) Hay finalmente una tercera fase –que en la clasificación mencionada se
inicia en 1968, año en que Braudel deja la dirección de la revista publicada
por el grupo, y que llega hasta nuestros días– que está marcada por una
profunda fragmentación y diversidad temática e incluso metodológica”
(Fonseca, 2012, p. 73).
es claro que es uno de los máximos exponentes de las últimas etapas de dicha
escuela. A propósito de la pregunta sobre la relación entre historia de la lectura,
el libro o la cultura escrita, anotó:
La historia del libro, en especial la del libro jurídico –que es uno de los
principales aspectos de nuestra propuesta–, también nos obliga a revisar los
elementos de encuentro y tensión entre la historia y el derecho como un aspecto
importante de los planteamientos epistemológicos de la escuela de Annales.
No son pocos los autores que se han ocupado de revisar ese dialogo que
en algunos momentos parecía romperse al interior de Annales entre juristas
e historiadores. En su obra sobre la historia del derecho Fonseca (2012)
retoma algunos autores como Febvre, Hespanha, o Grossi para referirse a las
dificultades de diálogo entre Annales y la historia del derecho, y cita la frase de
Febvre en su texto Combates por la historia: “Historiadores, sed geógrafos. Sed
también juristas y sociólogos y psicólogos”, aunque también advierte que el
interés por la historia del derecho en Marc Bloch fue casi nulo (p. 85).
Antonio Manuel Hispanha (citado por Fonseca, 2012) señala las razones
del distanciamiento entre Annales y la historia del derecho en cinco aspectos,
el primero de los cuales es una reacción contra el “positivismo histórico” y
su interés de reducción de la historia del derecho a la historia de las normas
jurídicas:
“(…) los Annales surgieron justamente como reacción a una historia política (de
cuño positivista) con la que la historia del derecho siempre parecía identificarse. Y
Tendencias de los estudios historiográficas y la cultura
del libro jurídico
113
Mónica Patricia Fortich Navarro
“(…) si el método cuantitativo (que es unos de los rasgos centrales de los Annales)
recoge por naturaleza los «hechos» (pues solo ellos pueden ser cuantificables),
este procedimiento no tendría espacio en una historia del derecho de este tipo,
porque los juristas, tradicionalmente, separan el «hecho» de la «norma», como si
fuesen realidades absolutamente incomunicadas, divorciadas e independientes
entre sí” (Fonseca, 2012, p. 85).
Como tercer aspecto señala que la historia del derecho se ocupada de la “corta
duración”, es decir lo inmediato (innovaciones legislativas, jurisprudenciales,
doctrinales) dejando de lado las “estructuras” y las “continuidades”, y cuando
revisaba la “larga duración” se limitaba a una relación de las tradiciones
jurídicas mediante criterios lineales y progresivos. Un cuarto aspecto refiere a
la institucionalidad de los estudios:
Bibliografía
Bordieu, P. (1992). Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario. Barcelona:
Anagrama.
Chartier, R. (2000). El orden de los libros. Libros, autores, biblioteca en Europa entre los siglos
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Febvre, L. y Henrí, J.M. (2005). La aparición del libro. México: FCE, Conacultura-Fonca.
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Fortich, M.P. (2008). Literatura, historia y política. Una lectura de Don Quijote en la bibliografía
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abogados neogranadinos 1739-1777. Bogotá: Edit. Universidad Libre.
Fortich, M.P. (2012). Sociología, historiografía, semiótica y cultura del libro. Una apuesta
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Bogotá: Edit. Universidad Libre.
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Ed. Península.
Peset, M. y Peset, L. (1977). Vicens Vives y la historiografía jurídica española. Ius Comune.
N° 6.
1. Desde lo histórico
“Una visión dialéctica que sostiene que la historia y la sociedad avanzan por
la superación de los contrarios. En la actual perspectiva de género, los que se
contraponen son: la relación hombre-mujer, la relación naturaleza-cultura, la
relación sexo-género” (Tapia, 2010, p. 7).
Hasta la primera mitad del siglo XX el concepto histórico del género no había
descollado en la producción historiográfica de Colombia; los intersticios a través
de los cuales transitaba esta disciplina estaban fuertemente influenciados por
la memoria de las élites, el Estado y las guerras, dando así exclusión a otros
espacios y sujetos insertos en la población general, incluidas las mujeres y sus
diferentes luchas reivindicatorias. Al respecto González Erazo (2011) refiere que:
“La gran mayoría de escritos que dicen tratar el tema de las Mujeres de la
Independencia, profundiza más en los hechos heroicos masculinos, en sus
batallas, triunfos y derrotas. Por cada seis páginas, tres renglones se dedican a
nombrar a la mujer. Un relato historiográfico como este muestra a la mujer como
mera espectadora, apolítica y estúpida” (González Erazo, 2011, p. 4).
2. Desde lo jurídico
Los Objetivos del Desarrollo del Milenio para el año 2015 indican que
los 189 Estados miembros de las Naciones Unidas se han comprometido a
“Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer”, eliminando
Una aproximación a la historiografía del derecho a la igualdad
de género a partir de la experiencia docente
121
Paula Mazuera Ayala
Plantea como uno de sus propósitos que “el sistema educativo debe garantizar
a niñas, niños, jóvenes y adultos el respeto a la diversidad de su etnia, género,
opción sexual, discapacidad, excepcionalidad, credo, edad, desplazamiento,
reclusión, reinserción o desvinculación social, y generar condiciones de atención
especial a las poblaciones que lo requieran”. Uno de los macro-objetivos es
“diseñar y aplicar políticas públicas articuladas intra e intersectoriales que
garanticen una educación en y para la paz, la convivencia y la ciudadanía basada
(entre otros), en principios de equidad, inclusión, diversidad social, económica,
cultural, étnica, política, religiosa, sexual y de género”.
Los altos índices de violencia, la poca facilidad para denunciar y las pobres
medidas públicas y privadas que se tejen al respecto son muestra evidente de
que se hace necesario trabajar el tema en pro del desarrollo humano por la
equidad de género, dado que las mujeres en Colombia representan la mitad de
la población del país.
Una aproximación a la historiografía del derecho a la igualdad
de género a partir de la experiencia docente
123
Paula Mazuera Ayala
3. Enfoque patriarcal
4. Enfoque matríztico
a) La relación (existente entre los actores del proceso, según criterios de tipo
jerárquico, familiar, de clase social, etc.).
b) Contexto (situación o ambiente donde ocurre la comunicación en un
determinado momento).
c) Lenguaje (conjunto de contenidos, códigos y medios utilizados para la
interacción comunicativa).
9. Desde la educación
Desde 1867, con las obras de Marx y Engels sobre la división natural del
trabajo, entendida como una dimensión de lo femenino y lo masculino que
está diferenciada por el género en sus características sexuales, las sociedades
especializaron a las personas en formas particulares según el sexo, y atribuyeron
a la mujer la naturaleza misma de la reproducción, dejando su quehacer en
el límite de la esfera privada y sin muchas posibilidades de apropiación de
la esfera pública, como constructoras de modos de vida y concepciones del
mundo particulares, por lo tanto su rol de reproducción de lo social y cultural
corresponde al determinado por el hombre al cual pertenece la esfera de lo
público, y por ende su construcción.
favorezcan la voluntad, los intereses y los valores del actor que tiene el poder.
El poder se ejerce mediante la coacción y/o la construcción de significado
partiendo de los discursos a través de los cuales los actores sociales guían sus
acciones” (p. 33).
Desde una perspectiva más reciente las mujeres se han erigido en sectores
que propenden por hacer una construcción de la historia en la que ellas se
incluyen como protagonistas, la cual no está por fuera del orden lingüístico en
la construcción de una identidad atravesada por la palabra. Al realizar actos de
lenguaje mediante los cuales la mujer se nombra como tal, reconoce en ella su
identidad genérica:
Por otra parte, el aula de clase es aquel espacio físico o virtual donde se
hacen construcciones dialógicas de saberes, con sentido y significado cultural,
en la cual se hace urgente generar gnosis en todos sus responsables. Darle
importancia a la perspectiva de género dentro de las prácticas pedagógicas
implica que se dé cuenta de la inclusión de la mujer en los diversos espacios
sociales, establece un modo del quehacer docente en el proceso enseñanza-
aprendizaje que está de acuerdo con las necesidades nacionales, regionales,
institucionales y personales de los interlocutores.
Bibliografía
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septiembre con la coordinación de Naciones Unidas, Banco Mundial, FMI y OCDE.
Para Colombia el CONPES.
Lagarde, M. (2003). Los cautiverios de las mujeres, madresposas, monjas, putas, presas y locas.
México: Universidad Nacional Autónoma de México.
Scott, J.W. (1992). Igualdad versus diferencia: los usos de la teoría postestructuralista. Debate
Feminista.
Viega F.V.R. (1993). Comunicación y sociedad. París: Université René Descartes, Paris V.
Capítulo 6
Cuatro historias sobre historia (jurídica)
Federico Fernández-Crehuet1
bajar algún puerto de montaña o simplemente una pendiente con algo más de
inclinación; era necesario encontrar forraje para los caballos en cada pueblo,
extremo que, debido a la carestía de la época, no era en absoluto sencillo.
apuestan por este segundo modelo. Los viajes de Savigny a las bibliotecas de
París, Marburgo, Praga o Weimar pueden ser comparados con los de Alexander
von Humboldt por Latinoamérica; éste recogía datos y especies naturales,
mientras que Savigny textos y datos jurídicos. La ciencia jurídica se emancipa
de una razón teologizada y empezaba a constituirse en una ciencia autónoma,
apoyándose en una razón histórica.
a) Ser un estudio empírico de la historia. Sólo interesan los hechos; los hechos
para Savigny son los textos, especialmente los de derecho romano, pero
sólo en la medida en que permanecen, sólo lo que ha seguido existiendo
o ha permeado el derecho actual. No es cierto que la Escuela Histórica
sólo preste atención al derecho romano. Recientemente se han editado
las clases de Savigny sobre el ALR, el gran código prusiano (Savigny,
1994). Interesa el derecho, por tanto, en cuanto se puede analizar
empíricamente.
b) La historia es pensada de forma ingenuamente evolutiva, lineal, progre-
siva, como una mixtura que conjuga la necesidad histórica con la libertad
humana. Michel Foucault (2009) en sus cursos sobre la biopolítica ha
afirmado que “el historicismo parte de lo universal y lo pasa en cierto modo
por el rallador de la historia”. Exactamente esto es lo que hace Savigny:
pasa por el tamiz de la historia conceptos tales como propiedad, contrato,
matrimonio, jurados. El resultado es una historia que presenta fuertes
continuidades con el pasado, sin rupturas ni alteraciones abruptas, donde
las recetas del pasado sirven para los males del presente.
c) El historicismo presupone un espacio de experiencias (Erfahrungsraum)
anclado al pasado, y un horizonte de expectativas (Erwartungshorizont)
que mira al futuro (Gil, 1993). El pasado, por tanto, se constituye en
el futuro. En este sentido se debe entender precisamente la teoría de
la interpretación, y en concreto la inclusión del criterio histórico. La
interpretación del derecho no es una enfermedad jurídica sino una
necesidad del propio texto. Parece que está hablando Gadamer 150 años
después. No. Es de nuevo Savigny en las páginas finales de System. Si
la interpretación ha de contener el criterio histórico, si ante la duda se
debe introducir la historia, es claro en qué sentido el pasado construye el
presente; es palmaria la inconsutil sutura que une el ayer con el hoy.
“Aquí tiene ud. las llaves de mi casa. Debe ir dos veces por semana a regar las
macetas. Puede hacer en mi domicilio lo que le plazca: utilizar la cocina, tomar
prestados los libros que le interesen o incluso, eventualmente, dormir allí. Pero,
bajo ningún concepto debe abrir el pequeño armario de ébano que hay en mi
despacho. Le ruego encarecidamente que tenga esto presente”.
Cuatro historias sobre historia (jurídica)
141
Federico Fernández-Crehuet
El ius commune –y quizá esto sea lo más importante para nuestros fines
expositivos– se integra en una “evolución histórica” que culminaría en la
Unión Europea de hoy en día. Así, desde Bolonia habría existido una ciencia
jurídica que escalonadamente se habría ido desarrollando prácticamente hasta
culminar en la Unión Europea: ilustrativo es, a este respecto, el título de uno
de los últimos trabajos de Coing (1989): De Bolonia a Bruselas. La línea de
continuidad está claramente marcada. Incluso tuvo a su servicio la fundación
de un instituto de investigación: el MPI.
Los dos volúmenes que Coing dedica al estudio del Derecho privado son
una historia de las instituciones, muestran el desarrollo dogmático de cada
una de ellas (con ciertas lagunas, según los especialistas). El discurso no está
entretejido con cuestiones de carácter económico, social o con estrategias de
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
144
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
En las ciencias sociales este modelo evolutivo ha sido exitoso. Ahí están los
trabajos de Luhmann, Dirk Baecker y Rudolf Stichweh, pero ¿qué ha sucedido
con la historiografía y con la historia del derecho? Marie Theres Fögen, directora
del MPI, intentó durante años, hasta su temprano fallecimiento, introducir los
planteamientos de la teoría de sistemas en la historia del derecho. Resumo
algunos de sus planteamientos.
Una historia del derecho como teoría evolutiva de los sistemas sociales
requiere de seis elementos:
d) Cambio. Al igual que los sistemas vivos, los sistemas sociales tienen
momentos de estabilidad o tranquilidad, y épocas de fuertes convulsiones
o revoluciones. Estas últimas son reconocibles por el historiador al aparecer
nuevas variaciones y comunicaciones que compiten entre sí. Éste es el caso
cuando, por ejemplo, nos encontramos con dos ordenamientos jurídicos
que colisionan: derecho codificado frente a derecho consuetudinario;
derecho romano vs. derecho patrio; derecho nacional vs. derecho europeo.
Momentos revolucionarios son aquéllos en los que surgen factores en el
entorno tales como inventos, acontecimientos políticos, etc., sucesos que
lógicamente no son pronosticables pero sí que se pueden reconstruir.
e) Selección. Significa que de las nuevas posibilidades que surgen se eligen
algunas. En el derecho sucede esto cuando un comportamiento que
hasta entonces no había sido contemplado es marcado por la diferencia
legal-ilegal. Distintas realidades pueden ser –o no– un problema jurídico.
La selección es contingente, pues en caso contrario sería un mero
determinismo. De otro lado, la selección no es arbitraria, sino que está
marcada por la selección anterior y por las estructuras existentes.
f) Re-estabilización, esto es, la inclusión de los elementos seleccionados
en las nuevas estructuras. En el derecho esto se realiza bien por medio
de la dogmática, el respeto a los textos jurídicos o el sistema judicial. Se
amortiguan las sorpresas políticas, técnicas o económicas que puedan
acaecer en el exterior. El sistema jurídico se estabiliza en tanto que
introduce novedades que se convierten en complejidad.
Las consecuencias de una hjistoria del derecho con estos presupuestos son
las siguientes (Fögen, 2002):
Halbwachs (2004) fue uno de los primeros autores que puso de manifiesto
la dicotomía entre historia y memoria: la historia comienza donde acaba la
tradición. La historia es una mirada externa al pasado. La memoria una visita a
lo acaecido, interna y casi íntima. La historia enclaustra al pasado en un orden
racional y cerrado. La memoria lo abre, lo revive otra vez. Más recientemente
Pierre Nora ha reivindicado esta antinomia. Al historiador –sostiene Nora– no
le puede interesar la memoria que es “mágica y afectiva”, que inevitablemente
deforma el conocimiento científico de lo ocurrido, que es la finalidad de la historia.
La memoria engañaría. ¿Y la historia? ¿Siempre dice la verdad? (Traverso, 2007).
Se pueden señalar varios factores que, en los últimos años, han otorgado a
la memoria un lugar central:
puede hablar ni por sí mismo. Para este autor Auschwitz es aquello de lo que no
se puede hablar y el musulmán, el Müschelmann, es el mejor ejemplo de esta
imposibilidad de testimonio. Traverso (2008) ha criticado esta construcción
filosófica por no responder a la realidad histórica. La mayoría de los “gaseados”
no llegaban a estos límites físicos y psicológicos, sino que simplemente eran
asesinados apenas se bajaban del tren. Afirmar que el mejor testigo es el que
no puede testificar deja de ser un juego literario o filosófico para convertirse
en una aberración para con aquellos que sí que nos regalaron sus vivencias en
los campos de concentración, como Primo Levi.
e) Memoria y justicia. Otras veces la historia y los historiadores se han
convertido en jueces al estilo hegeliano. Traverso (2008), personaje
nada sospechoso, se echa las manos a la cabeza al ver cómo algunos
historiadores participaron en los juicios de Touvier o Maurice Pappon,
quien fuera secretario general de la región de Burdeos durante Vichy y
quien, en la época de De Gaulle, llegaría a prefecto de la policía de París.
Como ha señalado Tony Judt (2008), en el epílogo de su emblemática obra
Postguerra, solo después de la muerte de Miterrand –que también, como
es sabido, fue un alto funcionario en la época de Vichy–, se empezaron
a llevar a cabo estos juicios. En cualquier caso la pregunta pertinente es:
¿Qué debe hacer el historiador ante estos juicios? Henry Rousso rechazó
testificar en el proceso de Pappon con el siguiente argumento:
Permítanme que les cuente una última anécdota para ilustrar esta
aseveración. Durante los años 2006 a 2009 realicé una investigación sobre
Cuatro historias sobre historia (jurídica)
151
Federico Fernández-Crehuet
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Stolleis, M. (2009). La historia del derecho como obra de arte. Ed. y trad. de Ignacio Gutiérrez.
Granada: Ed. Comares.
En el marco del conflicto armado interno han sido muchos los delitos
que se han cometido. Los guerrilleros son autores de delitos políticos pero
también comunes; los agentes del Estado, en defensa de éste, han realizado
conductas punibles, como también lo han hecho las fuerzas paramilitares.
Dentro de la variedad de conductas punibles realizadas, estos actores
han cometido delitos de lesa humanidad (ej.: desapariciones, secuestros,
desplazamiento forzado, torturas), crímenes de guerra y otras violaciones
individuales y masivas a los derechos humanos, que regularmente han sido
“justificadas” para “neutralizar” las percepciones negativas de la sociedad
frente a sus comportamientos.
1. Técnicas de neutralización
Por su parte, Cohen (2005) le agregó dos elementos más a la teoría de las
técnicas de neutralización: la negación de conocimiento y la indiferencia moral.
De ser así estamos ante aseveraciones de buena fe, pero también las
aseveraciones pueden ir encaminadas a justificar lo contrario a la realidad,
es decir, tratarse de racionalizaciones de mala fe, deliberadas e intencionales,
destinadas a desinformar, sesgar, manipular, ocultar, encubrir, engañar o mentir.
También puede ir encaminada a invisibilizar la realidad mediante el bloqueo de
la información “que es literalmente impensable o insoportable” (Cohen, 2005, p.
24), mediante códigos o pactos de silencio, encubrimientos o mentiras calculadas.
Los motivos por los cuales se utiliza la negación son variados, de acuerdo a
los intereses personales, políticos, sociales, culturales o económicos de quienes
niegan. Se han desconocido hechos ante la humanidad entera o ante una
comunidad determinada, que tienen que ver con acciones ilegales o crímenes
cometidos, porque desde el punto de vista político les genera a los neutralizadores
algún costo social. La negación más conocida en el siglo XX es la del holocausto
nazi, tanto por el Estado alemán en el momento de su ejecución, como también
por los cultores del nazismo después de la derrota narzi y hasta la actualidad,
pese a la abrumadora cantidad de pruebas que demuestran la realización de
hechos atroces y abominables que continúan ofendiendo a la humanidad.
a) Negación literal, objetiva o flagrante, del hecho o del conocimiento del suceso.
El hecho se niega por cualquier razón, de buena o mala fe, por ignorancia o
por mentira deliberada o falsa, o por mecanismos inconscientes de defensa
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
interno colombiano: técnicas de neutralización
157
Pablo Elías González Monguí
6 Ley N° 90615 de julio 13 de 1990, conocida como Loi Gayssot, que reprime a quienes pongan
en duda la existencia de uno o varios crímenes contra la humanidad.
7 Código Penal, artículo 130.3.
8 Ley de Prohibición del Nacional-Socialismo (Verbotsgesetz), artículo 3h.
9 Código Penal Español, artículo 607.2.
10 Código Penal. Ley 599 de 2000: “Artículo 102. Apología del genocidio. El que por cualquier
medio difunda ideas o doctrinas que propicien, promuevan, el genocidio o el antisemitismo o de alguna
forma lo justifiquen o pretendan la rehabilitación de regímenes o instituciones que amparen prácticas
generadoras de las mismas, incurrirá en prisión de noventa y seis (96) a ciento ochenta (180) meses,
multa de seiscientos sesenta y seis punto sesenta y seis (666.66) a mil quinientos (1.500) salarios
mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas de
ochenta (80) a ciento ochenta (180) meses.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
158
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
En síntesis, para Cohen (2005) “la negación (…) incluye cognición (no
reconocer los hechos), emoción (no sentir, no ser perturbado), moralidad (no
reconocer lo que está mal o su responsabilidad) y acción (no tomar medidas
activas en respuesta al conocimiento)” (p. 29). Los victimarios se aferran a todo
tipo de negación para tratar de neutralizar la percepción negativa de sus actos
por parte de la sociedad y las acciones judiciales.
En este conflicto armado interno muchos han sido los hechos negados por
paramilitares y guerrilleros.
11 Dice el informe que el uso de la violencia contra la mujer, “lejos de ser esporádico, se ha
convertido en una práctica habitual que ha pasado a formar parte integral del conflicto armado.
Sin embargo, la persistente ocultación y negación de este delito por parte del Estado colombiano ha
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
interno colombiano: técnicas de neutralización
161
Pablo Elías González Monguí
revictimizados por el Estado en medio de una disputa jurídica y política que los
desconoció en un principio como víctimas (GMH, 2011, pp. 47 y 117)16.
16 El informe precisa que según cifras oficiales, hasta el año 2009 un total de 3.503 personas que
conformaban 832 hogares habían sido desplazadas forzadamente en la Comuna 13. Aún en el año 2003
el Bloque Cacique Nutibara continuó desplazando residentes de esa comuna por su labor de “limpieza”.
También señala: “Las víctimas del desplazamiento masivo de la parte alta de El Salado fueron reconocidas
como personas en situación de desplazamiento forzado y sujetos de atención y protección en el marco de
la Ley 387 de 1997 en medio de una disputa jurídica y política que inició tras la negativa al reconocimiento
de su desplazamiento por la Unidad Territorial de Antioquia de la Red de Solidaridad Social” (pp. 38-
39). “(…) en el país, un crimen como el desplazamiento permaneció oculto o fue subestimado en sus
dimensiones y efectos tras modalidades letales y ruidosas como las masacres. En el caso de las ciudades
este bajo perfil de la modalidad de violencia, por decirlo de algún modo, se acentuó o profundizó primero,
al ocurrir entre espacios muy delimitados como barrios o localidades, y segundo, por el hecho de ser
provocado por amenazas directas, homicidios o desapariciones forzadas muchas veces conocidas sólo por
los miembros de la comunidad afectada” (p. 17).
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
164
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
17 El alto comisionado de la ONU precisó en su informe: “El alto número de falsos positivos
(potencialmente 5.000 víctimas), el número de años en los que este fenómeno tuvo lugar (2002-2010),
el importante número de unidades implicadas, la calidad de la violación (derecho a la vida violada por la
ejecución extrajudicial de civiles), así como el hecho que estas operaciones fueron planeadas, apoyan la
idea que estas violaciones pueden considerarse sistemáticas bajo el derecho internacional de los derechos
humanos. Además, se plantean serias cuestiones respecto a la responsabilidad de aquellos en la línea de
mando que, bien sabían, o bien deberían haber sabido, lo que estaba sucediendo y no tomaron medidas
para atajarlo”.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
Aunque los esfuerzos de la Fiscalía General han sido importantes para llevar a
juicio a los responsables de estos atroces actos, en el informe del Alto Comisionado
(2016) se considera que la responsabilidad por omisión es parte del régimen
de responsabilidad en el derecho internacional, pero “este criterio no ha sido
adecuadamente utilizado para determinar la responsabilidad de comandantes de
la fuerza pública en Colombia, como ocurre en casos de ejecuciones extrajudiciales
conocidos como «falsos positivos» o de acciones de grupos paramilitares en
territorios con presencia militar” (Informe, 2015).
La negación de conocimiento:
Según lo afirman Sykes y Matza (1957) “el vínculo entre el individuo y sus
actos puede quebrarse mediante la negación de la responsabilidad”, y “mientras
el delincuente no se defina a sí mismo como responsable de sus acciones
desviadas, la desaprobación de uno mismo o de otros pierde efectividad como
influencia represiva” (p. 167).
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
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Hoy en día es innegable que los grupos paramilitares tuvieron como aliados
sectores de la sociedad colombiana (ganaderos, latifundistas, industriales,
políticos, empresarios), sectores del crimen organizado (narcotraficantes),
así como sectores de la institucionalidad (miembros de las fuerzas armadas,
congresistas, funcionarios del Gobierno). Aunque desde la óptica del derecho
repugna el que el Estado a través de sus agentes, incluidos los gobernantes,
se unan con “delincuentes” para combatir a otros “delincuentes”, ese vínculo
(uniones, alianzas, acuerdos, encubrimientos y complicidades) no se
manifestó exclusivamente como patrocinio de las acciones paramilitares, sino
también en accionar conjunto y cooperación mutua con agentes del Estado,
lo que a su vez le dio “legitimidad” a los paramilitares en sus procedimientos
y reconocimiento de autoridad en algunas zonas del país en donde crearon
base social.
Los actores armados ilegales en Colombia han partido del supuesto de que
su comportamiento no ocasiona daños y por el contrario han considerado que
le están haciendo un bien al país, a pesar de que sus actuaciones contradicen la
ley penal. Con este tipo de justificación, como afirman Sykes-Matza (1957, p.
168) se quiebra el vínculo entre los actos ilícitos y sus consecuencias mediante
la negación del daño.
Los actores armados del conflicto justifican los daños que producen, en
la responsabilidad de los otros contendores y como consecuencia inevitable
de la confrontación armada. La extorsión realizada por los paramilitares a
campesinos, ganaderos, comerciantes e industriales fue matizada como una
colaboración por la “protección”21 (GMH, 2013, p. 410), y por la guerrilla la
20 En la condena contra Jorge Aurelio Noguera Cotes, Exdirector del DAS, la Corte sintetizó
el planteamiento de la siguiente forma: “Rodrigo Tovar Pupo, alias «Jorge 40» declaró que ellos como
«organización política y militar reemplazaron al Estado en sus funciones, tanto ejecutiva como en la legislativa
y judicial» pues la lucha política los llevó a «restablecer las funciones que el Estado debía cumplir». Salvatore
Mancuso por su parte, indicó: «hubiese sido imposible que nosotros y las autodefensas, (…) hubiesen crecido
de la forma que crecieron sin la participación conjunta del Estado con las autodefensas, todas estas acciones y el
crecimiento del paramilitarismo resultan una política oficial, estatal social, sin ellos no se habría podido ganar
la guerra contra la guerrilla (…) así que para poder incursionar hasta allá hubo una relación estrecha con las
instituciones de seguridad del Estado, con la Policía, con el Ejército, con el DAS, con la Fiscalía, con los organismos
de investigación del Estado»” (pp. 35 y 36).
21 Dice el informe de ¡Basta ya! acerca de la extorsión a los 19 comerciantes asesinados por los
paramilitares: “Los 19 comerciantes, todos hombres, se dedicaban a actividades como transporte de
mercaderías o de personas, compra de mercancías en la frontera colombo-venezolana y venta de las
mismas en las ciudades de Bucaramanga, Medellín e intermedias. La «cúpula» del grupo «paramilitar» que
tenía gran control en el Municipio de Puerto Boyacá realizó una reunión, en la cual se tomó la decisión de
matar a los comerciantes y apropiarse de sus mercancías y vehículos, en virtud de que éstos no pagaban los
«impuestos» que cobraba el referido grupo «paramilitar» por transitar con mercancías en esa región y debido
a que consideraban que las presuntas víctimas vendían armas que compraban en Venezuela a los grupos
guerrilleros o subversivos de la región del Magdalena Medio. Esta reunión se realizó con la aquiescencia
de algunos oficiales del Ejército. El 4 de octubre de 1987 los comerciantes partieron desde Cúcuta hacia
Medellín en un camión, una camioneta, un taxi y un jeep, trasportando mercancías para venderlas. El 6
de octubre de 1987, en la tarde, pasaron por el caserío de Puerto Araujo, donde fueron requisados por
miembros de las Fuerzas Militares, y esa fue la última indicación oficial sobre su paradero. Esa misma tarde
los comerciantes fueron detenidos por miembros del grupo «paramilitar» o grupo delictivo que operaba
en el Municipio de Puerto Boyacá cerca de la finca «El Diamante», propiedad del dirigente del referido
grupo que se encontraba ubicada en la localidad de Cimitarra de dicho municipio. Alrededor de quince días
después de la desaparición de los 17 comerciantes, los señores Juan Alberto Montero Fuentes –cuñado
de la presunta víctima Víctor Manuel Ayala Sánchez– y José Ferney Fernández Díaz, fueron en búsqueda
de los desaparecidos, transportándose en una moto. Cuando se encontraban realizando dicha búsqueda,
miembros del mencionado grupo «paramilitar» que operaba en el Municipio de Puerto Boyacá detuvieron
a los señores Montero y Fernández, quienes corrieron la misma suerte de los primeros 17 desaparecidos”.
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
interno colombiano: técnicas de neutralización
173
Pablo Elías González Monguí
Así como se han negado los hechos y los daños por las extorsiones, también
se han negado los daños por las masacres, los secuestros, las desapariciones
forzadas, los asesinatos selectivos, la violencia sexual, los desplazamientos
forzados, etc., los cuales han tenido un impacto y han incidido en lo social, lo
político, en la vida cotidiana y en los proyectos colectivos e individuales (GMH,
2013, p. 33)23.
22 Las FARC promulgaron, el 4 de abril de 2000, “la ley 002 o impuesto para personas que tengan
un patrimonio superior a un millón de dólares”.
23 En el informe ¡Basta ya! se afirma: “Por otra parte, la violencia del conflicto armado tiene
una dimensión no letal que acarrea consecuencias igualmente graves. Al 31 de marzo del 2013, el RUV
reportó 25.007 desaparecidos, 1.754 víctimas de violencia sexual, 6.421 niños, niñas y adolescentes
reclutados por grupos armados, y 4.744.046 personas desplazadas. El trabajo de Cifras & Conceptos para
el GMH reporta 27.023 secuestros asociados con el conflicto armado entre 1970 y 2010, mientras que
el Programa Presidencial de Atención Integral contra Minas Antipersonal (PAICMA) reporta 10.189
víctimas de minas antipersonal entre 1982 y 2012” (p. 33).
24 “De las 1.982 masacres documentadas por el GMH entre 1980 y 2012, los grupos paramilitares
perpetraron 1.166, es decir el 58,9% de ellas. Las guerrillas fueron responsables de 343 y la Fuerza Pública
de 158, lo que equivale al 17,3% y 7,9% respectivamente. Por otra parte, 295 masacres, equivalentes al
14,8% del total, fueron cometidas por grupos armados cuya identidad no se pudo esclarecer. Las veinte
masacres restantes corresponden a acciones conjuntas de grupos paramilitares y miembros de la Fuerza
Pública, o a acciones de otros grupos armados (agente extranjero o milicias populares). Esto significa
que, aproximadamente, por cada masacre que perpetraron los grupos guerrilleros, los paramilitares
efectuaron tres” (p. 36).
25 “En los asesinatos selectivos documentados la tendencia es igual. Entre 1981 y 2012, 16.346
acciones de asesinato selectivo que produjeron 23.161 víctimas. De este total, 8.903 personas fueron
asesinadas selectivamente por grupos paramilitares, lo que corresponde al 38,4%; 6.406, es decir el
27,7% de las víctimas fueron asesinadas por grupos armados no identificados; 3.899 o el 16,8% fueron
víctimas de las guerrillas; 2.339, correspondientes al 10,1% del total de asesinatos selectivos, los causaron
miembros de la Fuerza Pública; 1.511, es decir el 6,5% de las víctimas fueron asesinados por desconocidos,
83 asesinatos, o el 0,4% del total, fueron el resultado de acciones conjuntas de grupos paramilitares y
miembros de la Fuerza Pública; y finalmente 13 asesinatos fueron perpetrados por otros grupos” (p. 37).
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
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26 “De los 27.023 secuestros reportados entre 1970 y 2010, las guerrillas son autoras de 24.482,
lo que equivale al 90,6%. Los paramilitares han realizado 2.541 secuestros, correspondientes al 9,4%. Lo
anterior significa que de cada diez secuestros, aproximadamente, las guerrillas son responsables de nueve
y los grupos paramilitares de uno”.
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
interno colombiano: técnicas de neutralización
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Pablo Elías González Monguí
27 Dice el informe: “Una última hipótesis tiene que ver con la incapacidad de muchos hombres,
aún hoy en día, de reconocer que las mujeres o niñas a las que accedieron sexualmente fueron obligadas.
Desde su ego y su vanidad masculina, no cabe duda de que ellos contaban con el consentimiento de las
jóvenes, niñas o mujeres, así fuese en un contexto de enorme coerción y violencia. Esta actitud se ilustra
muy bien con el caso de Hernán Giraldo. Desde su mirada, las violaciones que él cometía eran codificadas
por él mismo como legítimos «levantes». Por eso, cuando fue interrogado por la Fiscal que llevaba su
caso en el proceso de Justicia y Paz, su reacción fue negar estos crímenes. Era tal su convicción que su
abogado tuvo que pedir un receso y seguramente aconsejarle que aceptara el cargo, sobre todo cuando se
refería a menores de 14 años. Como en los otros casos de violación, las prácticas de Giraldo develan una
incapacidad para reconocer en mujeres y niñas personas titulares de derechos”.
28 Entrevista a fiscal hombre, Fiscalía de Justicia y Paz, Santa Marta, 2009 tomado por el GMH.
29 Entrevista a fiscal hombre, Fiscalía de Justicia y Paz, Santa Marta, 2009 tomado por el GMH.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
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30 “Cuando nosotros decimos que tenemos afecto por el 35 por ciento del Congreso de la
República, decimos que estos congresistas fueron elegidos en zonas de influencia de las Autodefensas”,
aseveró Mancuso al término de la diligencia. El desmovilizado jefe paramilitar agregó: “las Autodefensas
le enseñamos a votar a esas poblaciones, porque allí no había presencia del Estado y nosotros –AUC–
suplantábamos a las autoridades oficiales”..
31 Dice el informe: “De ahí que los impactos de la guerra se hayan extendido en el daño político.
Éste se verificó en varias dimensiones: en una negación de la ciudadanía a través de la restricción de los
derechos civiles y políticos, en una democracia violentada ante la imposibilidad de expresión electoral
de las preferencias políticas disidentes y la inexistencia de facto de garantías de gobierno para quien es
elegido con una identidad política de izquierda, y la construcción de un Estado militarista como negación
del fortalecimiento de una institucionalidad civil y democrática. Todo esto desembocó en una delegación
de la política a la guerra, lo que se tradujo en que la tramitación del conflicto social quedara en manos de
los actores armados” (p. 188).
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
interno colombiano: técnicas de neutralización
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Pablo Elías González Monguí
32 Dice el informe en la nota a pie de página N° 1: “La consideración de los negros o afro-
colombianos, y de los indígenas como sujeto colectivo, en la Constitución de 1991, en varias leyes, y en
la Sentencia de la Corte Constitucional T-254 del 2004, por cuanto «(...) cada persona integrante de un
grupo étnico es sujeto de derechos individuales; además, los grupos étnicos son sujetos colectivos de
derechos, es decir, que los derechos y las libertades de las personas que pertenecen a los pueblos indígenas
y a las comunidades negras son derechos y libertades de la comunidad entendida como conjunto, como
cultura que es diferente de las otras, como una manera propia de ver, sentir y expresar la realidad y de
apropiarse de su territorio”.
33 FARC-EP. Comunicado de mayo 8 de 2002, en Oficina en Colombia del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Informe sobre su Misión de Observación en el Medio
Atrato, mayo 20 de 2002. Anexo VI. Disponible en: http://www.hchr.org.co/documentoseinformes/
informes/tematicos/bojaya.pdf (consulta realizada el 9 de enero de 2016).
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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Paula Mazuera Ayala (eds.)
muchos años para que aquella negación rotunda del daño fuera admitida, así
como la afectación injusta realizada a esa comunidad.
Por su parte las víctimas han sufrido un daño moral cuando las acciones
criminales de los victimarios son exaltadas y justificadas por éstos, por la
supuesta condición en vida del asesinado. Un paramilitar en una versión
libre dijo:
31%
Guerrilla 37%
32%
29%
Todos los colombianos 23%
28%
16%
Gobierno 16%
16%
10%
Narcotra cantes 9%
10%
8%
Delincuencia común 3%
7%
5%
Paramilitares 11%
6%
1%
Otros 1%
1%
Las víctimas no solamente han sido negadas, también se han visto obligadas
a autonegarse como tales, unas veces para evitar nuevos actos de violencia en
su contra (Restrepo, 2011), y otras para evitar rechazos de la misma sociedad
por ejemplo por su situación de desplazados forzados, “cuando buscan formas
de emprendimiento social, educativo o laboral” las lleva en muchas ocasiones
a que “decidan ocultar su procedencia como un mecanismo de protección, lo
que implica también la negación de la identidad y, por tanto, sentimientos de
autoinvalidación y desvalorización”, debido a que “la sociedad en general y/o
los funcionarios públicos perciben a las víctimas como peligrosas, lo cual deriva
en actitudes revictimizantes de segregación y exclusión social que lesionan sus
derechos económicos, sociales y culturales” (GMH, 2011, p. 181). Esta es otra
forma de negar a las víctimas por parte de las autoridades, al omitir su ayuda o
existir falta de voluntad para apoyarlas cuando han sufrido una violación a sus
derechos humanos.
34 La masacre de Bahía Portete (municipio de Uribia, en la Alta Guajira colombiana), ocurrió del
18 al 20 de abril de 2004, fue ejecutada contra la población indígena Wayuu por un grupo de entre 40 y
50 paramilitares del autodenominado Frente Contrainsurgencia Wayuu, vestidos con prendas militares,
con un saldo de 6 víctimas fatales, 4 de ellas mujeres, numerosas viviendas e instalaciones destruidas y
una comunidad aterrorizada.
35 El informe precisa: “Los grafiti son otra forma de violencia sexual y ultraje a las mujeres y a la
comunidad. Los pintan en los muros de la casa de Rosa Fince Uriana posterior a la masacre con figuras
de mujeres violadas por la boca, la vagina y el ano, y letreros con «mensajes ofensivos que recordaban las
violaciones de las mujeres, el rasgamiento de los senos, el abrir los vientres»; además contienen amenazas
directas a lideresas con diferentes formas de violación y tortura sexual.
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Que los delincuentes nieguen las víctimas por el motivo que sea, que la
sociedad las rechace por considerarlas tan peligrosas como los victimarios,
que las propias víctimas se autonieguen para evitar el rechazo social, tiene
sus explicaciones, pero que las víctimas sean negadas por el sistema judicial
le genera a ellas los “sufrimientos más intensos” derivados de “las condiciones
de impunidad instaladas en el contexto político, a la falta de reconocimien-
to de las víctimas, a la insuficiencia de las acciones de verdad, justicia y garantías
de no repetición, así como a la precaria, e incluso, contraproducente atención
institucional, además del rechazo y la indolencia social” (GMH, 2013, p. 323). Es
una situación que para las víctimas no tiene justificación alguna. Las víctimas
no solamente son negadas por los victimarios, por la sociedad sino también,
desafortunadamente, por el sistema penal cuando no se hace justicia.
atroces. Llegó un momento que por las masacres era evidente la existencia
de los paramilitares que ya no se pudieron ocultar ante la sociedad y cómo
decidieron irrumpir públicamente presentando un ejército de personas que
tenía la característica de organización militar regular; sin embargo el Estado
continuó en una actitud omisiva para ejercer la prevención y represión contra
estos grupos armados ilegales.
37 Dice la nota periodística: “En la audiencia programada para hoy en el Palacio de Justicia en
Medellín, el teniente Édgar Iván Flores Maestre comparecerá como testigo de la Fiscal 50 de la Unidad de
Derechos Humanos, Edna Margarita Borja, en contra de un hombre que sirvió como guía de las tropas
en la acción que terminó con la muerte del campesino en una supuesta ejecución. Pero, según el teniente
Flores, en vez de acusar al guía de participar en el crimen denunciará que fue “engañado e intimidado”
por la fiscal y los investigadores judiciales para aceptar los cargos por homicidio agravado en persona
protegida y culpar a nueve militares más y al civil del asesinato, en 2008, de Aicardo Antonio Ortiz
Tobón. «Voy a denunciar que la fiscal y sus investigadores me intimidaron con una condena de 60 años de
prisión, que para mí es una cadena perpetua y la única salida que me dieron fue allanarme a los cargos por
homicidio agravado y acusar con falsos testimonios a mis compañeros: ocho soldados y un suboficial»,
aseguró ayer en los juzgados a este diario el oficial”.
38 Dijo Carlos Castaño: “Las FARC movió todas sus fichas para impedir la salida de nuestra
página web –colombialibre.org–. Lo hizo con la guerrilla institucionalizada e infiltrada en la fiscalía. Nos
cerró oficinas y nos bloqueó (...)”.
39 Dijo Luis Carlos Restrepo: “He escuchado con espanto las imputaciones calumniosas que me
hace la Fiscalía. Como si fuera poco, para declararme un peligro para la sociedad, recurren a testigos falsos que
jamás he visto en mi vida, cuyos nombres desconozco, para decir ahora que intenté comprar silencios y preparar
desmovilizaciones fraudulentas. Con profundo dolor debo decir que la empresa criminal de la que quieren hacerme
responsable se encuentra en realidad en la Fiscalía General de la Nación. Jamás pensé que la maldad humana
pudiera llegar hasta estos límites. ¡Pobre Colombia! Hoy, vestidos con el ropaje de la ley, los criminales se han
apoderado de la Fiscalía. Si fueron capaces de hacer este montaje del que me acusan, no dudarán en matarme
cuando me tengan a su alcance. Recurriré por eso a las leyes internacionales para que otro gobierno me dé la
protección que el de mi país no quiso o no pudo darme. Y ante estas infamias solo cabe la dignidad del silencio”.
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40 Dijo Mancuso: “Los asesinatos ocurrían posteriormente en acciones comando que ejecutaban
encapuchados, en sorpresivos ataques en áreas rurales o zonas urbanas o desde motos al estilo
de sicarios que segaban la vida de sus víctimas. En un gran porcentaje, las personas eran baleadas
indefensas y desarmadas. Sin embargo, Mancuso sostuvo que se trataba de miembros de la guerrilla,
según datos que le suministraba la propia inteligencia militar. Muchos de los muertos son profesores,
líderes estudiantiles, voceros campesinos y dirigentes sindicales. Aunque Mancuso insistió en que las
víctimas hacían parte del aparato armado o logístico de la guerrilla, hay varios casos en los que estos
eran niños o ancianos”.
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
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Pablo Elías González Monguí
Esta técnica de neutralización tiene que ver con “el sacrificio de las
demandas de la mayoría de la sociedad en pos de las demandas de grupos
sociales más pequeños a los que pertenece el delincuente” (Sykes y Matza,
1957, p. 169), planteamiento que cobra vigencia en relación con la iniciativa de
ganaderos, terratenientes e industriales víctimas de la extorsión y la violencia
de la guerrilla, que con el apoyo de agentes oficiales propiciaron la conformación
de grupos de autodefensa (paramilitares) ante la incapacidad del Estado para
controlar el aumento de la potencia militar de la guerrilla, actividad ilícita que
realizaron en beneficio propio y con el sacrificio de la legalidad y legitimidad en
el uso de la fuerza.
41 El acuerdo de Ralito fue un pacto realizado entre los Comandantes paramilitares y 11 políticos
vinculados al Congreso de la República y otros líderes, en julio de 2001. El texto dice: “Conciudadanos
como enuncia nuestro preámbulo; el pueblo de Colombia, invocando la protección de Dios, y con el fin de
fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes, la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la
igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz hoy nos confiere la irrenunciable tarea de refundar nuestra
patria, de firmar un nuevo contrato social. Todos los aquí presentes hoy asumiremos el compromiso
de garantizar los fines del Estado: Defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y
asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Construir esta nueva Colombia, en un espacio
donde toda persona tiene derecho a la propiedad y tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que solo ella
puede desarrollar libre y plenamente su personalidad. Es nuestro desafío. Todo colombiano tiene el deber
y la obligación de trabajar por la paz, en aras de cumplir con el mandato constitucional que nos insta a
propender el logro y mantenimiento de la paz. Esta tarea no es prerrogativa de unos pocos, sino deber de
todos. A propuesta de los aquí presentes, se formarán comisiones de trabajo, las que presentarán sus
resultados en nuestra próxima reunión del mes de octubre” (Siguen firmas).
42 Dice el periódico El País que Carlos Castaño, jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, en
una entrevista emitida por Caracol Televisión, “con tranquilidad y gran dosis de cínica franqueza, aseguró
que no se arrepiente de sus crímenes, que su movimiento es un «mal necesario» y que se considera un
patriota que lucha por su país. (…) confesó (…) que el 70% de sus ingresos procede del impuesto que cobra
por los cultivos de coca y por defender a medianos empresarios y cultivadores. (…) Finalmente, confesó
que le «duele» que quienes debían ser sus aliados le tilden de asesino y terrorista”.
43 La Revista Semana contrató una encuesta sobre lo que piensan los colombianos sobre la para-
política, con la firma Napoleón Franco en las principales ciudades del país (Bogotá, Medellín, Cali y
Barranquilla), y además tres capitales de la Costa (Santa Marta, Valledupar y Sincelejo). Los resultados
son sorprendentes. Ni el paramilitarismo ni la para-política han generado una gran preocupación entre
los ciudadanos de las ciudades investigadas. Se aprecia también un grupo, cercano al 25 por ciento, que
tiene una evidente inclinación pro-paramilitar, o que al menos tiene una sorprendente tolerancia frente
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
interno colombiano: técnicas de neutralización
189
Pablo Elías González Monguí
80% 74%
72% 71%
70%
60%
50%
40%
30% 22%
21%
19%
20%
7% 7% 7%
10%
0%
En desacuerdo De acuerdo No sabe/no responde
Fuente: GMH (2012, p. 21). Base: Total muestra: 1.843 encuestas en Población General. La muestra de
Población General representa 8.514.987 hogares.
ciertos grupos sociales que pertenecen a estratos sociales altos, pero también
puede suceder que los delincuentes se opongan a las normas del sistema
imperante, realicen justificaciones por sus lealtades superiores, como en el
caso de la guerrilla colombiana que desde sus inicios se propuso un cambio
económico, político y social. Son los casos de las guerrillas colombianas FARC
y ELN, de orientación comunista la primera y guevarista la segunda, las cuales
también por medios violentos han planteado la toma del poder y la creación de
una “Nueva Colombia” socialista (Ferro y Uribe, 2006, p. 121). Como fuerzas
militares opositoras al sistema han justificado los hechos, que a la luz del código
penal se consideran como conductas punibles, en la lucha contra la injusticia
y la desigualdad social, con clara oposición al sistema capitalista colombiano.
44 Dice el informe: “Solamente uno de los versionados –Hiller de Jesús Paniagua– ha reconocido
extraprocesalmente haber participado en la masacre. Según el Fiscal que tiene a su cargo la investigación
del Frente Sur, la razón por la cual los postulados siguen negando su participación en la masacre de El
Tigre obedece a un intento por proteger a Carlos Mario Jiménez, alias «Macaco», quien como jefe del
Bloque Central Bolívar vería en riesgo la posibilidad de obtener los beneficios de Justicia y Paz”.
Justificaciones de los actores y de las víctimas en el conflicto armado
interno colombiano: técnicas de neutralización
191
Pablo Elías González Monguí
Conclusiones
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12. Fascículo 22. Argentina. Octubre 20.
Capítulo 8
A propósito de también la lluvia, el derecho y la historiografía
de los derechos humanos: una mirada desde el sur global
“Dice las Casas: Los indios no tienen religión (…) no tienen templos. Viven en construcciones
comunales con forma de campana (…), valoran las plumas de los pájaros de varios colores, las perlas
hechas en espina de pescado, y las piedras verdes y blancas con las que se adornan los labios, sin
embargo, no conceden valor alguno al oro ni a otras cosas preciosas”.
históricos como el colonialismo, para así comprender los discursos jurídicos que
han demarcado las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza. Nuestra
indagación nos llevó a abordar distintas fuentes, entre ellas cortometrajes,
películas y documentales.
La película que nos pareció más ilustrativa de las dinámicas coloniales fue
También la lluvia (Bollaín 2010); en ella se describe la denominada “Guerra del
Agua” en Cochabamba, Bolivia, en el año 2000 (Olivera y Lewis 2004). También
la Lluvia registra cómo la extracción de los recursos naturales surgió como una
práctica colonial que ha persistido hasta nuestros días, y se presenta como un
elemento determinante en los conflictos políticos del mundo contemporáneo.
La película da cuenta de dos sucesos históricos que se entrelazan entre sí: la
conquista de las Américas (1492) y la lucha reciente del pueblo de Cochabamba
contra las políticas públicas neoliberales promovidas por el gobierno boliviano
de finales de los años noventa, que legalizó la privatización del agua potable
del Estado.
Lo más perturbador de los hechos narrados por Zinn (2003) es que los
Arawak no podían recolectar todo el oro que se les exigía. En aquel entonces el
oro ya escaseaba en Haití. El autor nos recuerda que con tenacidad el pueblo
Arawak organizó un ejército rebelde que fracasó debido a la superioridad militar
de los conquistadores (Chambliss, 1989 y Zinn, 2003). Al ser capturados,
los Arawak eran ahorcados o quemados en hogueras. Muchos prefirieron la
muerte a la esclavitud y al despojo, y optaron por suicidarse colectivamente.
Dos años después de la llegada de los conquistadores la mitad de los 250.000
habitantes de Haití estaban muertos, y para el año 1650 los Arawak habían
sido completamente exterminados de la faz de la tierra (Zinn, 2003).
La resistencia del pueblo U’wa representa las maneras en que las comunidades
indígenas se oponen al desarrollo neoliberal y su racionalidad en las sociedades
poscoloniales. Al oponerse a la perforación de sus territorios, las comunidades
indígenas usan estratégicamente discursos de derechos, entre ellos la consulta
previa, establecida por la Organización Internacional de Trabajo (OIT) en su
Convenio de 1969/1989. Aunque según el Convenio de la OIT las comunidades
indígenas deben ser consultadas en los proyectos económicos y de desarrollo que
involucran sus territorios, en la práctica la consulta se ha vuelto una herramienta
legal que sigue la racionalidad de un “acto privado”, el cual beneficia principalmente
los intereses de las empresas interesadas en la extracción de los recursos naturales
(Rodríguez-Garavito, 2010). La construcción de la represa Urrá en el norte de
Colombia es un ejemplo relevador de lo anterior, pues se construyó en los años
noventa contra la voluntad de los Embera Katío, comunidad indígena que habita
el territorio afectado por la construcción de la mencionada represa. La consulta
previa se realizó casi una década más tarde de haber iniciado la construcción de
la represa, periodo en el cual nueve líderes comunitarios fueron asesinados por
grupos paramilitares que respaldaban fuertemente la construcción y brindaban
seguridad a muchas de las élites locales y empresarios beneficiados por la
construcción (Comisión Colombiana de Juristas, 2008). Ante semejante contexto
de inseguridad crónica oponerse al proyecto diez años después era improbable, ya
que al momento de la consulta la comunidad estaba fragmentada políticamente
debido al desplazamiento forzado y a la falta de garantías de seguridad para su
movilización (Rodríguez-Garavito, 2010).
A manera de conclusión
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Capítulo 9
Apuntes y reflexiones sobre la violencia política y la paz
negociada: las conversaciones de paz con la guerrilla (1984)
Para entender qué está pasando hoy con la negociación en La Habana entre
el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del
Pueblo (FARC-EP), y las conversaciones con el Ejército de Liberación Nacional
(ELN), es preciso remontarse al origen de las negociaciones entre gobierno y
guerrillas en 1984, hasta culminar en medio de rupturas y asesinatos, con una
Asamblea Nacional Constituyente y una nueva Constitución, a lo que diríamos
“Colombia 1984-1991: De la violencia política a una paz negociada”, título de mi
tesis doctoral.
Con la firma de los acuerdos para la creación del Frente Nacional quedó
sellado el papel del bipartidismo, el totalitarismo de dos partidos (Harendt,
1982), cerrando espacios políticos a otras fuerzas y toda posibilidad de
manifestación democrática que no tuviese el tinte de los partidos Liberal y
Conservador, incluso los intentos para constituir otras fuerzas políticas desde
dentro de los partidos tradicionales (Gaitanismo y Movimiento Revolucionario
Liberal) fueron abortados tras el ejercicio de un monopolio de poder (Sanabria
Acevedo y Garzón Rojas, 2014).
La propuesta inicial del M-19 fue: “Con el pueblo, con las armas, al poder”.
Nace como un movimiento guerrillero de corte populista, nacionalista e
identificado con la social-democracia a nivel internacional. Su origen urbano
sin una estructura leninista de organización revoluciona a las ya existentes
organizaciones guerrilleras que se ven obligadas a abrir sus espacios de trabajo
e ir modificando sus planteamientos de “guerra popular prolongada”.
Para llegar a la situación de violencia vivida en el periodo visto por estos Apuntes
y reflexión (1984-1991) es necesario tener en cuenta algunos antecedentes:
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Biblioteca de la paz 1990-1994. Bogotá: Fundación Cultura Democrática.
Cibergrafía
1 Abogado del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario (1978). Doctor en Derecho de
la Universidad de Navarra España, con el trabajo titulado “La Audiencia de Santafé en los siglos XVI y
XVII”, publicado años más tarde por el Instituto Colombiano de Cultura Hispánica. Miembro de número
del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano (Madrid-Buenos Aires), de la Sociedad de
Historia del Derecho de Francia y de la Academia Colombiana de Historia, pertenece además a numerosas
academias a nivel nacional, como también a la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos,
a la Asociación Colombiana de Historiadores y al Colegio de Abogados de Minas y Petróleos.
2 Así lo afirmó la Registradora Nacional del Estado Civil, Almabeatriz Rengifo, durante el
desarrollo del primer debate de Comisiones Conjuntas de Senado y Cámara que, como se verá, tuvo
lugar el 30 de noviembre de 2005. Ver: “Actas de Comisión”, “Consideración y votación de proyectos para
primer debate”. En: Gaceta del Congreso. N° 27. Bogotá, enero 30 de 2006, p. 8.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
228
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
“Honorables Congresistas:
La Registraduría Nacional del Estado Civil desde el año 1951 utilizó para
efectos de la identificación dactilar de los colombianos el sistema manual de
clasificación y archivo dactiloscópico denominado Henry Canadiense, lo cual
generó un voluminoso archivo físico de tarjetas decadactilares de consulta
manual para la validación técnica de la información de la identidad de las
personas y la posterior producción de los documentos de identificación. Ante
los avances tecnológicos fue necesario acudir a sistemas automatizados con
el fin de garantizar los más altos niveles de seguridad, la disponibilidad de los
archivos para agilizar el proceso de clasificación y cotejo dactilar que permite la
identificación plena de las personas, y un acceso oportuno, rápido y eficiente
de la información almacenada.
Documentos para la historia de la cédula de ciudadanía en Colombia:
Ley 999 de 2005
229
Fernando Mayorga García
3 El Registro del Estado Civil constituye la prueba legal de que la persona existe, de que ha
nacido a la vida jurídica un ser con derechos y obligaciones, por lo tanto es el instrumento que define a las
personas su situación jurídica ante el Estado, la familia y la sociedad.
4 El proceso de identificación tiene como producto la Cédula de Ciudadanía, documento que se
expide a los colombianos o extranjeros nacionalizados cuando cumplen la mayoría de edad para adquirir
su ciudadanía y acreditar su identidad en todas las situaciones civiles, administrativas y constitucionales.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
230
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
a) Registro civil.
b) Identificación ciudadana.
c) Sistema de Clasificación Dactilar Automatizada (AFIS).
d) Producción de documentos.
e) Conectividad y comunicaciones.
f) Adecuación de áreas técnicas.
g) Administración, integración y capacitación.
h) Sistematización de todas las oficinas municipales y registradurías auxiliares
de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
a) SJ1-Registro Civil.
b) SJ2-AFIS.
c) SJ3-Producción del Nuevo Documento de Identidad.
d) SJ4-Conectividad y Comunicaciones.
Esta Ley también autorizó al Registrador Nacional del Estado Civil para
adoptar el sistema de clasificación dactiloscópica que se debe utilizar en el país, y
determinar, en desarrollo del artículo 75 del Decreto-Ley 2241 de 1986 (Código
Electoral), las dimensiones y el contenido del documento de identificación de
la población, lo cual se realizó mediante la Resolución N° 0160 de enero 17 de
1996, que adoptó el sistema AFIS (Automated Fingerprint Identification System -
Sistema de Identificación Automático por Huellas Dactilares).
5 La honorable Corte Constitucional declaró inexequible la facultad que el artículo 65 del Código
Electoral (Decreto 2241 de 1986) le otorgaba al Registrador Nacional del Estado Civil para señalar el valor
de las renovaciones de la cédula de ciudadanía, lo que implica que el costo de renovación de las cédulas de
ciudadanía debe ser asumido en su totalidad por el Estado colombiano y no por los ciudadanos.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
234
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
a) En el Registro Civil:
c) En la Cédula de Ciudadanía:
3.1 Objetivo
a) Cédula de Ciudadanía
“De conformidad con lo dispuesto en los artículos 156 y 157 de la Ley 5ª de 1992,
cumplimos con el encargo de rendir ponencia para primer debate al Proyecto de
Ley número 143 de 2005 Cámara, 185 de 2005 Senado, por la cual se modifica
la Ley 757 del 25 de julio de 2002, en los siguientes términos (Senado de la
República, 2005, p. 2).
La Registraduría Nacional del Estado Civil desde el año 1951 realizó para efectos de
la identificación dactilar de los colombianos, un sistema manual de clasificación y
archivo dactiloscópico denominado Henry Canadiense, lo cual generó un voluminoso
archivo de tarjetas decadactilares, haciendo necesario adoptar un sistema
automatizado para garantizar los más altos niveles de seguridad y disponibilidad
de los archivos que agilice el proceso de clasificación y cotejo dactilar tendiente a
brindar un acceso oportuno, rápido y eficiente a la información almacenada.
El Registrador Nacional del Estado Civil, mediante Resolución número 0160 del
17 de enero de 1996 adoptó el Sistema Automatizado de Identificación Dactilar,
AFIS (Automatic Fingerprint Identification System), como nuevo sistema de
identificación de los colombianos.
Para lograrlo, se hace necesario incorporar a todos los ciudadanos en las bases de
datos AFIS, a través de la expedición del nuevo documento de identificación que
reúna estas tecnologías.
La Ley 757 de 2002, por la cual se modifica la Ley 486 del 24 de diciembre de
1998, previó en su artículo 1º que: «Atendiendo el estado de desarrollo del proceso
6 La Honorable Corte Constitucional declaró inexequible la facultad que el artículo 65 del Código
Electoral (Decreto 2241 de 1986) le otorgaba al Registrador Nacional del Estado Civil para señalar el valor
de las renovaciones de la cédula de ciudadanía, lo que implica que el costo de renovación de las cédulas de
ciudadanía debe ser asumido en su totalidad por el Estado colombiano y no por los ciudadanos.
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
242
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
Por lo anterior, la Registraduría Nacional del Estado Civil, con el fin de cumplir con
la renovación de la cédula de ciudadanía tantas veces ordenada por el legislador,
elaboró el proyecto para la ampliación de la producción y optimización de los
sistemas de identificación y registro civil, que corresponde a la Segunda Fase del
Proyecto de Modernización Tecnológica, PMT, concordante con lo consagrado
por la disposición legislativa transcrita y su concepción original.
Sin embargo, en consideración a que tan sólo en el presente año se cuenta con los
recursos financieros para desarrollar el proyecto relacionado con la renovación
de las cédulas de ciudadanía y que, en tal virtud, técnicamente no resulta posible
cumplir con el término del 1º de enero de 2006, previsto en la Ley 757 del 2002,
es necesario prorrogar el mismo para hacerlo congruente con el plazo previsto en
el documento Conpes 3323 del 20 de diciembre de 2004.
Proposición
Dese primer debate al Proyecto de ley número 143 de 2005, por el cual se modifica
la Ley 757 del 25 de julio de 2002” (Ponencia para Primer Debate, 2005, pp. 2-4).
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
244
Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
Por medio de la cual se modifica la Ley 757 del 25 de julio del año 2002. Para
tal efecto me refiero al proceso formativo del mencionado proyecto. Este
proyecto de ley, apreciados colegas, es de iniciativa congresional, el autor del
proyecto corresponde al nombre de Eduardo Enríquez Maya. Este proyecto de
ley fue presentado el 15 de septiembre del año que avanza y se publicó el 20 de
septiembre en la Gaceta número 637 el 30 de septiembre. La Presidencia de la
Comisión Primera de la Cámara designó como ponente a nuestro compañero y
amigo el doctor Roberto Camacho que en paz descanse, con Roberto Camacho
preparamos la ponencia que tienen ustedes para estudio; simbólicamente, yo
diría que esta ley de ser aprobada, repito, simbólicamente, repito, llevaría el
nombre de Roberto Camacho. Estudiamos con él muy detenidamente el marco
jurídico, el marco técnico y por eso como recuerdo a nuestro amigo y compañero
tienen en sus manos, señores congresistas, la ponencia que en su oportunidad la
trabajáramos con él.
¿Qué se ha hecho entonces para tratar de modificar esta norma con la finalidad de
que no se genere problemas de tipo jurídico, de tipo político, de tipo económico y
de tipo electoral? Se han adelantado las conversaciones correspondientes con el
Gobierno, se ha obtenido el aval del mismo para la modificación de esta norma,
prueba de eso el mensaje de urgencia, porque de no modificarse este proyecto
de ley tendríamos graves, gravísimos problemas como los vamos a analizar en
seguida, no sin antes comentarles, apreciados congresistas, que hoy en Colombia
tenemos tres tipos de cédulas. Las cédulas laminadas que tienen vigencia de 1952
a 1993. Documentos estos que son obsoletos, anacrónicos, que han generado una
serie de problemas sobre todo en materia electoral, en materia de investigación
judicial. Unas cédulas que se expidieron desde 1993 al año 2000 que son las
denominadas cédulas intermedias y unas cédulas de la última generación del
año 2000 en adelante. Vean ustedes el primer problema que se ha presentado
con estas distintas modalidades de expedir los documentos de identificación que
hasta el momento cédulas de última generación son aproximadamente 9 millones
y las cédulas viejas 21 millones que tendrían vigencia hasta el 1º de enero del año
2006. De no modificarse esta norma, uno de los principales problemas es que no
menos de 21 millones de colombianos no podrían acudir a las urnas para elegir
Congreso de la República y para elegir Presidente de la República, pero como si
esto fuera poco, con estos sistemas obsoletos, anacrónicos, se vienen presentando
problemas en las transacciones económicas, en los procesos electorales, en los
pagos de servicios, en los cobros de pensiones, en investigaciones etc., etc., de
ahí que por eso exhorto muy respetuosamente al Congreso y a las autoridades
presentes, para que hagamos todos los aportes necesarios y podamos nosotros
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
en Latinoamérica
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
modificar esta norma que viene avalada con la presencia o con la posición
mejor del Ministerio del Interior y de Justicia, del Ministerio de Hacienda,
del Departamento Nacional de Planeación, de la Registraduría Nacional y de
la propia Corte Constitucional a través de la Sentencia C – 511 del 14 de julio
de 1999. Dejo así, señora Registradora y señor Ministro y apreciados colegas,
presentando grosso modo la filosofía de este importante proyecto de ley para que
sea considerado por las Comisiones conjuntas. Muchas gracias”.
A partir del 1º de enero, si esta ley no sale, y este Congreso como le toca hacer
siempre, para cubrirle la espalda a los funcionarios del ejecutivo y de la misma
organización electoral que no han cumplido con sus funciones, nadie en Colombia
que no tenga esa nueva cédula que solamente ha sido expedida a cerca de 9
millones, podrá hacer una transacción bancaria, identificarse ante una autoridad,
sacar un pasaporte o realizar cualquier acto hecho u operación donde tengan que
Documentos para la historia de la cédula de ciudadanía en Colombia:
Ley 999 de 2005
247
Fernando Mayorga García
Y como van las cosas ya no solamente sin reformar el Código Electoral sino
también si no aprobamos esto a las carreras sin cédula para que la gente no solo
vote sino que ejerza sus derechos como cualquier otro ciudadano, porque no
valdrá tutela ni valdrá ningún otro recurso para hacer valer, que no sea por el
instrumento de la ley que pretendemos hacer aprobar que el que tenga vigencia
esta ley luego de que ha sido prorrogada en dos oportunidades”.
porque haya faltado, en honor a la verdad, interés por parte de los funcionarios
que tenían a su cargo esa responsabilidad y en esa materia, también con la venia
de la Presidencia, ahora posteriormente, aunque no es del objetivo de la discusión
de esta iniciativa, a mí sí me parece muy importante que la Registradora pudiera
hacer una síntesis de la magnífica explicación a una citación que se hizo ayer
en la Comisión Primera de la Cámara para que pudiera despejar algunas de las
dudas o prevenciones de todo orden, como las que ha puesto aquí de presente el
honorable Senador Pimiento, que ojalá pudiéramos elegirlo como representante
de los colombianos en el exterior, porque el representante que hay elegido de
los colombianos en el exterior por aquí no le hemos escuchado la voz sobre
estas muy importantes preocupaciones sobre el tema de la cedulación, que ha
presentado el honorable Senador Mauricio Pimiento y lo que nosotros hemos
venido escuchando acá y lo que uno ha venido leyendo y el seguimiento que se ha
venido haciendo a las informaciones de los medios de comunicación, es que ese
proyecto de la cedulación ha ido muy adelante, entre otras, pues, con la propia
participación de la Procuraduría General de la Nación, de la Vicepresidencia, de
todos los entes de fiscalización y del propio Gobierno, de tal manera que a mí
me parece que independientemente de la importancia y del tema que estamos
tratando ahora, al final, ya que está aquí la Registradora, podría pues señalar
algunas de las preocupaciones que asisten al honorable Senador Pimiento, tanto
como se hizo ayer en la Comisión Primera de la Cámara, que hizo precisamente
que Representantes de todos los sectores políticos hicieran un reconocimiento
de la tranquilidad, porque al fin de cuentas sí han habido 350 ó 400 elecciones
irregulares en estos 4 años y si la Registraduría respondió en el tema del referendo
y ha respondido en tanto de los otros eventos electorales que se han presentado,
a mí me parece muy importante que el país y por supuesto el Congreso de la
República, quede tranquilo frente a la inmensa responsabilidad que va a tener la
Registraduría en los próximos debates electorales que vamos a tener de Congreso
y de Presidente de la República y mucho más en una coyuntura donde vamos
a inaugurar por primera vez la figura de la reelección. De tal forma que, señor
Presidente, que yo sí lo que quiero decir es que no ha hecho, digamos, no han
sido indiferentes los funcionarios a la suerte de esa iniciativa, lo que a mí sí
me pareció, como miembro de la Comisión Primera, era que no tenía sentido
que de la noche a la mañana nos pusieran a votar, a cambiar un articulado que
nosotros habíamos leído de 530 artículos por un proyecto de ley de 18 artículos
o de 30 artículos que se contradecían unos con otros y hay algo más que hay
que decir acá, señor Presidente, a mí me preocupa mucho que, so pretexto de
la modernización, sobre lo cual estoy de acuerdo, todos los días tenemos más
confusión a los electores, porque cada vez que cambiamos el método de votación
y eso no se lo puede uno asignar la responsabilidad al organismo que tiene a su
cargo exactamente la puesta en marcha y el control del debate electoral, sino que
si vivimos cambiándole cada vez y le cambiamos el tarjetón ahora por el voto
Tendencias de historia del derecho y memoria histórica
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
“Gracias, señor Presidente. No: es que me parece que estando en este tema
electoral, yo le quisiera pedir que no nos afanáramos tanto, estamos citados
a sesión conjunta, está la Registradora, estoy de acuerdo con el Representante
Telésforo Pedraza y escuchemos sobre esos temas que son tan importantes,
para que después no vengamos a quejarnos y con desinformación a señalar aquí
al Gobierno o la Registraduría de culpabilidad por los temas que se vienen en
elecciones; aquí estamos citados a sesiones, sesionemos, escuchemos el proyecto,
obviamente lo vamos a votar afirmativamente, es un proyecto que es absolutamente
indispensable para afrontar con éxito las elecciones del año entrante y quiero dejar
constancia del voto afirmativo del Partido Liberal, por un lado.
Mañana llega el 2010 y tampoco se ha resuelto el tema y hay que volver a presentar
una ley. Simple y sencillamente, decir que mientras los ciudadanos tengan la
cédula y esta no se haya renovado podrá ejercer el derecho, pero eso de someterlo
a que termine el proceso técnico y el concepto del Conpes y que se produzca la
renovación de la cédula, yo no sé si aquí el señor Ponente y la señora Registradora
no han analizado una fórmula mucho más directa para el ejercicio del derecho,
simple y llanamente, ciudadanos que tengan una cédula válidamente expedida
por el Estado podrán ejercer su derecho hasta que se produzca la renovación
que se determine, pero no decir, no esto, hasta la obligación de renovar hasta el
2010, y de pronto en el 2010 estamos en las mismas, entonces yo pediría una
ilustración y una explicación sobre ese particular, señor Presidente”.
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
Paula Mazuera Ayala (eds.)
Me voy a referir a las dudas que tiene el doctor Pimiento, creo que respecto a
la no aprobación del Código que el doctor Telésforo Pedraza dejó claro cómo en
la Cámara de Representantes no fue satisfactorio que un proyecto que se había
presentado con 300 artículos, que reformaba la totalidad del Código Electoral, se
recogiera o se disminuyera a unos artículos que realmente ni solucionaban, no
solucionaban ninguno de los problemas que puede tener el régimen electoral, que
necesita una modificación pero estructural, pero completa, no puntual, y menos
como se estaba presentando.
Por esa razón, a través de ustedes digo al país que el país puede estar tranquilo
de la acción que está realizando en este momento la organización electoral, la
Registraduría por su parte organizando para poder ese día de las elecciones 12
de marzo, 28 de mayo y si hay segunda vuelta, 18 de junio, dirigir las elecciones.
Sin embargo, hemos hecho inmensos esfuerzos, hemos tenido una respuesta
positiva del Gobierno, y la otra causa para que se produjeran estos rezagos y
estos atrasos, fue que hubo una reestructuración de la Registraduría en los años
2000 y 2001, y de 350 dactiloscopistas que había, que son las personas que
agilizan la producción de las cédulas, porque en estos momentos no tenemos
esto sistematizado, y tiene que hacer el conteo de cada cédula buscando entre
30 ó 32 millones de tarjetas decadactilares que hay, esos 350 dactiloscopistas
fueron rebajados a 70, y de los 70, sólo 45 dactiloscopistas atienden la función de
identificación, porque los otros tienen que encargarse de absolver las consultas
que presenta el DAS, la Policía y la Fiscalía, en todos los casos policivos o criminales.
Nosotros conseguimos con Hacienda que nos suministrara unos recursos, y en este
momento no tenemos ni una sola cédula pendiente de los nuevos ciudadanos, los
ciudadanos que solicitaron su cédula antes del 12 de noviembre, fecha en que por
ley se dejan de expedir cédulas a nuevos ciudadanos, las tienen a su disposición
en los 1.098 municipios en donde la Registraduría tiene oficina y están a la
disposición de ellos, no hay ni una sola cédula pendiente de nuevos ciudadanos.
Y entonces allí están las demoras, porque tenemos un sistema mixto, cotejamos
las cédulas automáticamente en un 30 por ciento y cotejamos las cédulas de
manera manual en un 70 por ciento. Ese archivo de tarjetas decadactilares que
asciende a 32 millones de tarjetas, están clasificadas de acuerdo con la fórmula
de la huella dactilar.
Entonces, los dactiloscopistas que la buscan, tiene que mirar con esa fórmula,
pero resulta que en 50 años de vida de la Registraduría en lo que se ha ido
acumulando ese archivo, muchísimas personas han tocado ese archivo y en
muchísimas ocasiones una persona ha sacado la tarjeta para el cotejo y cuando
la volvió a guardar no la puso en su sitio, tenemos casos de buscar durante
ocho meses la tarjeta para poder producir una cédula con todos los requisitos,
cotejando totalmente la huella que se tomó con la que se tiene en el archivo y
no producir dobles identidades o falsas identidades, si no se hace con el cuidado.
Entonces, por esas razones las demoras, entonces, por esas razones doctor
González, es necesario expedir las cédulas y por la inseguridad que tiene la
contraseña, que no es posible darle seguridad, nosotros nos oponemos, porque
sería de verdad consagrar un fraude electoral de unas dimensiones que ni siquiera
podemos medir.
Nosotros hemos tenido muchísimas dificultades con las cédulas del año 52. ¿Por
qué? Porque es una cédula tan segura como es la contraseña, tenemos el caso
de un ciudadano que en este momento está en la cárcel de Valledupar, que votó
en Bogotá 11 veces, porque pudo sacar 11 cédulas falsas con la misma huella.
Esa cédula vieja, esa cédula en primera generación y la segunda no tienen como
cotejar su cédula.
De modo, que no es solo para el país, es para todos los ciudadanos colombianos
donde quiera que vivan les va a llegar su cédula, las estamos despachando al
exterior, las que están saliendo del exterior y con el exterior tenemos a veces
demoras por la valija diplomática, el material que se toma en el exterior llega a
Bogotá entre 3 y 4 meses después, estamos buscando que los consulados nos
manden por DHL el material para poderlo procesar rápidamente. Yo aspiro que
esto que digo aquí lo pueda demostrar en la primera quincena de enero”.
“Señor Presidente; una pregunta final con relación al tema de las contraseñas,
¿es posible, señora Registradora, que el proceso de inscripción en el exterior que
culmina el 30 de diciembre se pueda adelantar con las contraseñas mientras llegan
las cédulas que usted ha enunciado que estarán entregadas antes de febrero?”.
El Congreso de Colombia
DECRETA:
“Señora Presidenta:
El Registrador Nacional del Estado Civil, mediante Resolución número 0160 del
17 de enero de 1996 adoptó el Sistema Automatizado de Identificación Dactilar,
AFIS (Automatic Fingerprint Identification System), como nuevo sistema de
identificación de los colombianos.
La Ley 757 de 2002, por la cual se modifica la Ley 486 del 24 de diciembre de
1998, previó en su artículo 1º que: «Atendiendo el estado de desarrollo del proceso
de modernización tecnológico que adelanta la Registraduría Nacional del Estado Civil,
previa consulta con el Departamento Nacional de Planeación; el Ministerio de Hacienda
y Crédito Público y en concordancia a la Sentencia de la Corte Constitucional C-511-99
del 14 de julio de 1999, precisará el término para que el ciudadano renueve su cédula de
ciudadanía, el cual no podrá ir más allá del 1º de enero de 2006».
Por lo anterior, la Registraduría Nacional del Estado Civil, con el fin de cumplir con
la renovación de la cédula de ciudadanía tantas veces ordenada por el legislador,
elaboró el proyecto para la ampliación de la producción y optimización de los
sistemas de identificación y registro civil, que corresponde a la Segunda Fase del
Proyecto de Modernización Tecnológica, PMT, de acuerdo con lo consagrado por
la disposición legislativa transcrita y su concepción original.
– Tampoco hubo recursos para migrar los archivos físicos compuestos por 30
millones de tarjetas decadactilares a la base de datos AFIS, lo que torna lento el
proceso de validación de la información para la producción de la cédula.
cumplir con el término del 1º de enero de 2006, previsto en la Ley 757 de 2002,
es necesario prorrogar el mismo para hacerlo congruente con el plazo previsto en
el documento Conpes 3323 del 20 de diciembre de 2004.
Proposición
prorrogar la vigencia de las cédulas de todos los colombianos que no han accedido
a la nueva cédula y que de otra manera vencería inevitablemente el próximo 6 de
enero de 2006, es decir más de 16 millones de colombianos dejarían de serlo y
de ejercer sus derechos ciudadanos si no se les renueva el actual documento de
identidad que hacen parte de la primera y segunda generación de cédulas que
conocemos entre nosotros, se excluirían únicamente cerca de 9 millones que
han sido expedidas ya con base en el plan de modernización tecnológica de la
Registraduría que se suspendió por falta de presupuesto nacional para continuarlo y
porque no se hizo oportunamente tampoco el traslado de las huellas decadactilares
para que ese procedimiento que se había hecho con las primeras 9 millones de
cédulas tuviera sustento en los archivos, hay que recordar que sobre este tema la
Corte Constitucional se había pronunciado en el año 1999, cuando dejó sin efectos
lo consagrado en el artículo 65 del Código Electoral que corresponde al Decreto
2241 del 86 y donde se le otorgaban unas facultades al Registrador Nacional para
señalar valores y procedimientos de la entrega de las cédulas.
El árbol no dejó ver el bosque y se les olvidó el articulito que estaba incluido
en ese proyecto de ley, no obstante que en reuniones de bancada le habíamos
recordado al Presidente de la República la necesidad inaplazable de que el
Gobierno mandara un mensaje de urgencia para legislar reformando ese Código
Electoral y no se hizo y tampoco la Registraduría Nacional del Estado Civil
advirtió sobre la inminente pérdida de vigencia de todas las cédulas a que he
hecho mención, que como digo son cerca de 16 millones, le corresponde ahora
al Congreso de la República legislar a las carreras dándole una nueva vigencia a
esas cédulas que se vencen el 1º de enero de 2006, mandándola hasta el 31 de
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Mónica Patricia Fortich Navarro - Pablo Elías González Monguí
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diciembre del año 2009, de tal manera que para entonces como quiera que ya el
Confis y el Conpes hicieron cada uno por su lado las aprobaciones respectivas
de lo que tiene que ver con la continuidad de ese plan de modernización
tecnológica, aspirando a que de aquí al 31 de diciembre de 2009 haya concluido
ese plan de renovación tecnológica de la Registraduría, incluyendo la entrega
gratuita de un nuevo documento seguro, moderno, que brinde las suficientes
garantías de seguridad nacional que entraña una cédula de ciudadanía y sobre
todo que pueda tener esa Registraduría ese archivo al día de orden decadactilar
que tantos dolores de cabeza le ha dado a las autoridades tanto judiciales como
administrativas de Colombia.
El Congreso de Colombia
DECRETA:
“Señor Presidente,
CONSECUENCIAS
SOLUCIÓN
Por lo tanto, teniendo en cuenta que el plazo conforme a la Ley 757 de 2002,
vence el 1º de enero de 2006, la oportunidad de su ampliación y expedición de
ley que prorroga el mismo en el presente año 2005.
PROPOSICIÓN
El Congreso de Colombia,
DECRETA:
Referencias
Gaceta del Congreso, n.° 27, Bogotá, lunes 30 de enero de 2005, pp. 3-11.
Gaceta del Congreso, n.° 27, Bogotá, lunes 30 de enero de 2005, p. 15.
Gaceta del Congreso, n.° 637, Bogotá, martes 20 de septiembre de 2005, pp. 1-7.
Gaceta del Congreso, n.° 837, Bogotá, viernes 25 de noviembre de 2005, pp. 2-4.
Gaceta del Congreso, n.° 877, Bogotá, martes 6 de diciembre de 2005, pp. 2-4.
Gaceta del Congreso, n.° 878, Bogotá, miércoles 7 de diciembre de 2005, pp. 3-4.
Gaceta del Congreso, n.° 06, Bogotá, viernes 6 de enero de 2006, pp. 18-20.
Gaceta del Congreso, n.° 27, Bogotá, lunes 30 de enero de 2006, p.15.
Gaceta del Congreso, n.° 27, Bogotá, lunes 30 de enero de 2006, pp. 20-21.
Fernández-Crehuet, Federico
filosofía jurídica española, especialmente el siglo XX, Una aproximación desde la filosofía del
derecho al tema de Derecho, Memoria histórica y dictaduras.
Guzmán, Andrés
Abogado del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario (1978). Doctor en Derecho
de la Universidad de Navarra España, con el trabajo titulado “La Audiencia de Santafé en
los siglos XVI y XVII”, publicado años más tarde por el Instituto Colombiano de Cultura
Hispánica. Miembro de número del Instituto Internacional de Historia del Derecho
Indiano (Madrid-Buenos Aires), de la Sociedad de Historia del Derecho de Francia y de
la Academia Colombiana de Historia, pertenece además a numerosas academias a nivel
nacional, como también a la Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos, a
la Asociación Colombiana de Historiadores y al Colegio de Abogados de Minas y Petróleos.