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ideas y valores • vol. lxvii • n.o 166 • abril 2018 • issn 0120-0062 (impreso) 2011-3668 (en línea) • bogotá, colombia
[216] Diálogos
atribuido a los juicios morales el ser capa- y lenguaje moral. Según esta, en el len-
ces de guiar la acción humana, partiendo guaje moral se expresarían pretensiones
del supuesto de que, para el escocés, la de universalidad, ya que no retrata una
razón es esclava de las pasiones, es de- experiencia personal respecto a la ac-
cir, son nuestros sentimientos morales ción humana (lo que sí haría el lenguaje
los que nos movilizan, pues la razón no egoísta), sino que tiende a afirmar tales
puede señalarnos lo que es deseable o expresiones como válidas para cualquier
no se aprobaría que se hiciera, sino que tipo de auditorio (cf. 278). Así concluye
solo nos enseña cómo hacerlo (cf. 273- Zavadivker su reflexión sobre los aportes
274). En el siguiente apartado, el autor de Hume a la metaética contemporánea
pone en evidencia el cuarto aporte a la y señala:
metaética, demostrando que para Hume Estas puntualizaciones son tan va-
existe una gran vaguedad en el lenguaje riadas que dificultan la atribución de
moral. En sus propias palabras: un punto de vista metaético claro al
La vaguedad de los conceptos mo- propio Hume. Pero ello no impide que,
rales, esto es, el hecho de que mediante desde las distintas posiciones contem-
una misma palabra se pueda aludir a poráneas se pueda seguir dialogando
características totalmente diferentes, productivamente con el filósofo esco-
hace posible en ocasiones la generación cés. (278)
de un consejo general ilusorio. En ese
sentido, podríamos decir que las ex-
En la actualidad, diferentes actores
presiones morales se pueden utilizar en
algunos casos para disimular disiden-
colectivos, como algunos movimientos
cias. (275) sociales, han puesto en el centro de la
discusión pública y académica el len-
guaje y el discurso como reivindicación
Otro gran aporte humeano a la me- moral y política de primer orden en sus
taética consiste, para Zavadivker, en el agendas. Dado que no puedo profundizar
esbozo de un modelo de argumentación en este asunto, debido a las limitaciones
moral que, pese al disenso y diversidad de espacio, quisiera dejar abierta la si-
de posturas subjetivas respecto a la ac- guiente cuestión al lector: ¿los aportes
ción humana, podría dirimir fácilmente, de Hume, reconstruidos por Zavadivker,
mediante el establecimiento de unos sirven como marco de referencia para
mínimos de consenso, un desencuentro pensar y resolver el cuestionamiento de
argumentativo-moral aparentemente estos actores?
irresoluble. Este modelo tiene potencia-
les problemas y, por lo demás, supone la Luis Alejandro Barón Monsalve
necesaria existencia de principios compar- Universidad del Valle - Cali - Colombia
tidos entre interlocutores determinados alejandro.baron.m@correounivalle.edu.co
(cf. 277). De alguna manera, esta cuestión
nos lleva de nuevo a la vaguedad de los
juicios morales. Por último, Hume aporta
también la distinción, poco reconocida
según Zavadivker, entre lenguaje egoísta