LABORATORIO DIDÁCTICO Y Joao Cabral de Melo Neto (Brasil 1920-1999) PEDAGÒGICO Piedra Fundamental. Poesía y Prosa. Biblioteca ¡Aserrín! ¡Aserrán! Los maderos de San Juan, piden queso, piden pan, Por detrás de lo que recuerdo los de Roque Oí de una tierra abandonada. alfandoque, Vaciada, no vacía, los de Rique Y más que seca calcinada. alfeñique Seminario Taller De donde todo huía, ¡Los de triqui, La literatura Infantil y Juvenil donde solo piedra quedaba, triqui, tran! piedras y pocos hombres Latinoamericana con raíces de piedra o de cabra. Y en las rodillas duras y firmes de la Abuela, Marzo 2019 El cielo perdía allí las nubes, con movimiento rítmico se balancea el niño últimas de sus aves; y ambos agitados y trémulos están; Los árboles, sus sombras, la abuela le sonríe con maternal cariño que en ellos ya ni se posaba. mas cruza por su espíritu como un temor extraño todo lo que no huía, por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño gavilanes, urubúes, plantas bravas, los días ignorados del nieto guardarán. la tierra devastada todavía más hondo devastada. Los maderos de San Juan Traducción: Ángel Crespo piden queso, piden pan. ¡Triqui, triqui, triqui, tran!
El Arriero Esas arrugas hondas recuerdan una historia
de sufrimientos largos y silenciosa angustia y sus cabellos, blancos, como la nieve, están. Atahualpa Yupanqui De un gran dolor el sello marcó la frente mustia y son sus ojos turbios espejos que empañaron En las arenas bailan los remolinos los años, y que ha tiempos, las formas reflejaron El sol juega en el brillo del pedregal de cosas y seres que nunca volverán. Los de Roque, alfandoque Y prendido a la magia de los caminos ¡Triqui, triqui, triqui, tran! El arriero va, el arriero va Es bandera de niebla su poncho al viento Mañana cuando duerma la Anciana, yerta y muda, Lo saludan las flautas del pajonal lejos del mundo vivo, bajo la oscura tierra, Y animando la tropa par esos cerros donde otros, en la sombra, desde hace tiempo están, del nieto a la memoria, con grave son que encierra El arriero va, el arriero va todo el poema triste de la remota infancia Las penas y las vaquitas cruzando por las sombras del tiempo y la distancia, Se van par la misma senda ¡de aquella voz querida las notas vibrarán! Las penas son de nosotros Los de Rique, alfeñique De inmigrantes y desplazados, en Las vaquitas son ajenas ¡Triqui, triqui, triqui, tran! libros ilustrados Latinoamericanos Un degüello de soles muestra la tarde Se han dormido las luces del pedregal Y en tanto en las rodillas cansadas de la Abuela Intertextualidad en: Y animando la tropa, dale que dale con movimiento rítmico se balancea el niño El arriero va, el arriero va y ambos conmovidos y trémulos están, “El país de Juan” la Abuela se sonríe con maternal cariño Amalaya la noche traiga un recuerdo mas cruza por su espíritu como un temor extraño Que haga menos peso mi soledad por lo que en lo futuro, de angustia y desengaño Por: Claudia. P. Quintero A. Como sombra en la sombra por esos cerros los días ignorados del nieto guardarán. El arriero va, el arriero va. Romance del agua amarga La Petaquita José Pedroni ¡Vengan a ver los indios, Martín Pescador. Juego de madres, niños, muchachas!, Violeta Parra tradición oral con sus ojos en blanco, Donde ponían el ojo con sus melenas lacias, ponían la bala. con sus hermosos dientes, Tengo una petaquita, Los tres hermanos Lóttersberger con sus lustrosas caras. y Arnoldo Réutemann cabalgan. Los tres hermanos Lóttersberger Para ir guardando, Participantes: Mínimo 5 niños. Máximo, no Luna del Cululú Las penas y pesares, existe. y Arnoldo Réutemann, en andas. Que estoy pasando. mira redonda y alta. Como si fuera fiesta, Se ve una sombra en ella, no hay un alma en las casas. Pero algún día, de caballo, empinada. Sí, hay una, Magdalena Elementos: Ganas de divertirse, niños y lugar “Les daremos alcance Pero algún día, amplio. Morand, ciega y callada. Abro la petaquita al rayar la mañana”. Todos detrás del carro, Y la hallo vacía. Es todo lo que dicen hombres, niños, muchachas; sin mirarse a la cara. todos por un camino Procedimiento: No pueden decir más Todos los hombres tienen, de espigas inclinadas, En el sombrero, Se eligen dos niños que se ponen en secreto el bajo la noche blanca. donde los pechirrojos Un letrero que dice: nombre de una fruta cada uno (o un color, un Los tres hermanos Lóttersberger se encienden y se apagan Casarme quiero. y Arnoldo Réutemann cabalgan. y las perdices silban gusto de helado, etc.) y se toman de las manos ¿Por qué se va la rama un reclamo que daña. Pero algún día, con los brazos en alto, formando un arco o verde de la lorada? (Viudita, ¿por quién llevas Pero algún día, puente. Los restantes, arman un tren (tomándose ¿por qué el chajá y el búho las alas enlutadas?). Abro la petaquita y con sus pesadas alas? Fermín González cuenta: de las manos, de los hombros o cintura) , pasan La hallo vacía. ¿por qué del aromito, -¡Viera usted la gringada! bajo el puente mientras cantan: la paloma anidada? El cementerio lleno Todas las niñas tienen, Son cuatro yeguas negras como en día de ánimas. En el vestido, contra catorce, bayas; Bajaron a los indios Un letrero que dice: "Martín Pescador, cuatro fusiles negros con sus pieles de gama. Quiero marido. ¿me dejará pasar?" contra catorce lanzas; Hasta nueve bajaron. catorce gritos largos Nadie decía nada. Dicen que le hace, contra quinientas balas. De a uno los tiraron Pero no le hace, A lo que responden los del puente: Caballos sin jinetes en un pozo de agua. Lo que nunca he tenido, "Pasará, pasará, ruedan y se levantan. “Dispué l’echaron tierra Falta no me hace. pero el último quedará". Relumbre de las crines pa que no noj miraran”. sobre la paja brava. Y el agua fue poniéndose Pero algún día, Los tres hermanos Lóttersberger turbia, lechosa, amarga. Pero algún día, Al pasar el último, los niños bajan los brazos y disparan y disparan. Los tres hermanos Lóttersberger Abro la petaquita lo apresan entre ellos, formulándole la pregunta: contra toda la indiada. LA PALLIRI las nubes (Paloma, ¿por qué lloras Suna Rocha y se quedó en minera, "¿Qué fruta te gusta más, pera o manzana?". entre las negras ramas?). Qué trabajo más simple que pudo hilar sus sueños Como si fuera fiesta que tiene la palliri. por las cumbres dan vuelta las campanas; Sentada sobre el cáliz de viendo bailar la rueca. Según la respuesta, el niño "prisionero" se toma como si fuera fiesta su propia pollera, de la cintura de la "fruta" elegida o de último campanas de Esperanza. elige con los ojos unos La palliri no canta Ya viene, dando tumbos, trozos de roca ni tampoco hila sueños. "prisionero". el carro con su carga. que despedaza a golpes La mirada en la tierra El juego continúa hasta que todos los niños Ya viene el carro negro. de martillo en la tierra. y en la cabeza el cielo queden atrapados en el puente,y el lado que más Nadie en el carro canta. de mañana y de tarde Viene con nueve muertes. (Un silencio nocturno le busca sólo el silencio chicos tenga ganará el juego. No viene con alfalfa. trepa por las trenzas y cuando está a su lado Tomado del Blog “Mi sala amarilla”. Cabezas de los indios y oscurece la arcilla de sus lo quiebra contra el suelo. En: https://salaamarilla2009.blogspot.com/2010/02/ cuelgan desmelenadas. manos morenas.) ¡Vengan a ver los indios Y no sabe que a ratos, martin-pescador-me-dejara-pasar.html con sus pieles de gama! Qué inútil que sería decir entre sus brazos recios, que en sus miradas se le duerme el martillo hay un pozo de sombra y como un niño de hierro. otro pozo de ausencia; que pudo ser pastora de